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CAPITULO 4

PSICOLOGÍA DEL TESTIGO


EN EL MANUAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA, DE 1932, ESCRITO POR EMILIO MIRA Y LÓPEZ
CONSIDERADO HOY COMO UN MANUAL CLÁSICO DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA, SE
DESTACABAN CINCO FACTORES QUE EN ESA ÉPOCA SE CREYÓ QUE INCIDÍAN,
ESENCIALMENTE, EN EL TESTIMONIO DE UNA PERSONA:

1. Del modo como ha percibido dicho acontecimiento.


2. Del modo en como lo ha conservado en su memoria.
3. Del modo en como es capaz de evocarlo.
4. Del modo como quiere expresarlo.
5. Del modo como puede expresarlo.
LA IMPORTANCIA DE APORTAR DATOS CIENTÍFICOS SOBRE LA
FIABILIDAD Y CREDIBILIDAD DE LOS TESTIGOS DEBERÍA RESULTAR UNA
CUESTIÓN BASTANTE EVIDENTE SI TENEMOS EN CUENTA QUE:

a) El testimonio facilitado por el testigo (o la víctima-testigo) de algún suceso


constituye una de las principales pruebas judiciales para decidir sobre la
inocencia o la culpabilidad de un sospechoso.
b) El objetivo fundamental de la Justicia es la búsqueda de la verdad.
c) El ideal de la Justicia debería ser dejar en libertad al inocente y aplicar la
ley sobre el verdadero culpable.
LA EVIDENCIA HACE PLANTEAR A WELLS QUE EXISTE UN CLARO
PROBLEMA DE IDENTIFICACIÓN DE LOS TESTIGOS.
ESTE PLANTEAMIENTO SE FUNDAMENTA SEGÚN ÉL EN LOS SIGUIENTES
ASPECTOS:

1. Los estudios experimentales, independientemente de la metodología, demuestran que las falsas


identificaciones ocurren con sorprendente frecuencia, pues oscilan, según algunos trabajos, de una
frecuencia baja a una frecuencia que alcanza hasta un 90%. Estas falsas identificaciones son re-
sultado de muchos factores, algunos de los cuales podrían ser directamente controlados en la
investigación policial y/o judicial.
2. La segunda observación que da soporte a la manifestación de que la identificación de los testigos
es un problema, según Wells, es que se observa «sinceridad» en la mayoría de las identificaciones
falsas. Se entiende por «sinceridad» que la mayoría de los testigos que hacen una falsa identificación
tienen la convicción de que su identificación ha sido correcta. Esto da como resultado que un
testigo que hace una falsa identificación, a menudo, es tan persuasivo como un testigo que hace
una identificación exacta o correcta.
3. Y el tercer aspecto que Wells utiliza para mostrar la problemática y la necesidad del análisis de la
Psicología del testigo es que existe suficiente evidencia real, al menos unos 1.000 casos, en la fecha
de la publicación de su artículo, de personas que han sido consideradas culpables en base a la
aceptación del testimonio de los testigos presenciales que han incurrido en errores involuntarios.
LA EXACTITUD DE LA M EMORIA DE LOS TESTIGOS

Debemos considerar que el proceso que sigue un testigo para testificar no dista del
que realiza cualquier persona para relatar lo que le sucedió, por ello, para entender
cómo un testigo que presencia un acto delictivo puede informar posteriormente ante
la petición de la Justicia de lo que sucedió realmente y describir a las personas
implicadas en ese delito, hay que conocer y comprender cómo funciona en los
humanos el proceso de captación, retención y recuperación de la información.
En primer lugar, conviene señalar que cualquier persona se encuentra sometida
constantemente a cantidad de estímulos que le llegan tanto del medio externo
(ambiente) como de su propio medio interno (organismo). Nuestro sistema de
procesamiento tiene una capacidad limitada, por lo que nuestros sistemas
atencional y perceptivo no captan toda la información existente, sino sólo aquella
que nuestro cerebro es capaz de procesar y que es seleccionada para su posterior
codificación.
CONTINUACIÓN:
Esta selección perceptiva se realiza a través de los mecanismos atencionales y depende
tanto de las características de los estímulos que se van a procesar (color, tamaño,
intensidad, movimiento, etc.), de la situación (contexto) donde se producen los estímulos
(luminosidad, distancia, distractores, etc.), como de las características y estado de
activación del propio sujeto (capacidad, ansiedad, motivación, conocimiento previo,
etc.).
Una vez producida esta selección, prácticamente automática y en muchas ocasiones no
consciente, los estímulos interactúan con la información previa (esquemas) y son
interpretados, codificados y almacenados en nuestro cerebro, donde permanecerán
hasta que sean requeridos. Durante este lapso temporal, la información puede sufrir
alteraciones o reconstrucciones debido al paso del tiempo o a la incorporación de
nuevas informaciones.
Finalmente, esta información deberá ser susceptible de ser recuperada cuando la
precisemos, aunque nuevamente en esta situación dependerá de la forma en que
accedamos a ella y de los factores contextúales y personales que faciliten su
recuperación.
TRES FASES DE LA MEMORIA:
Existen tres fases que los psicólogos de la memoria señalan como las
implicadas en cualquier situación que requiere que un estímulo sea
recordado, por consiguiente, podemos decir que el funcionamiento de la
memoria pasa por tres fases: codificación, almacenamiento y recuperación.
Recordar significa haber realizado estas tres fases correctamente y, en
contrapartida, cuando no se recuerda es que ha existido un fallo en la reali-
zación de alguna de ellas.
CONTINUACIÓN:
Wright y Davies (1999) nos ofrecen una breve síntesis que deja claro todo este
proceso en pocas palabras. Ellos resumen que un suceso ocurre y, entonces,
nuestra memoria codifica este hecho en una representación, la cual más
tarde se usará para construir el recuerdo del suceso. Sin embargo, este
proceso no es siempre perfecto. El paso de un suceso a la memoria conlleva
la superación de las tres fases que hemos indicado (codificación,
almacenamiento y recuperación). En cada uno de estos pasos puede existir
distorsión o fallo en la memoria. Muchos de los fallos de nuestra memoria se
deben a malas codificaciones o a dificultades de acceso a la recuperación,
pero también a reconstrucciones o elaboraciones que modifican la
información original haciéndola más compatible con nuestros conocimientos
previos o nuestras expectativas.
CONTINUACIÓN:
Hoy admitimos que la memoria no acostumbra a producir copias literales de
la realidad y que las personas, cuando leen, oyen o presencian hechos,
pueden construir o realizar inferencias; es decir, transformar sus recuerdos en
base a sus conocimientos previos o a informaciones recibidas con
posterioridad a la codificación.
Todas estas consideraciones y estos aspectos son de vital importancia para
comprender la memoria dentro de la vida cotidiana, pero especialmente
relevantes cuando queremos adentramos en el campo de la memoria de los
testigos; puesto que los errores del testigo tienen graves consecuencias, ya
que pueden producir que un culpable pueda ser puesto en libertad o que un
inocente sea encarcelado.
TIPOS DE ERRORES BÁSICOS:
en el caso de la memoria de los testigos se dan habitualmente dos tipos de
errores:
a) errores de comisión, que aparecen cuando se recuerda algún dato que
nunca ocurrió.
y b) errores de omisión, que se dan cuando no se recuerda algún detalle.
VARIABLES A ESTIMAR:
Las variables a estimar sobre las circunstancias en las que se producen los sucesos son
aquellas variables que sabemos o intuimos que deben afectar a la exactitud de los
testimonios, pero de las que únicamente podemos hipotetizar su influencia. Son variables
que, en principio, nadie elige ni puede controlar, ya que vienen determinadas por el azar
de los sucesos. Estas variables se pueden subdividir en:
• Factores de la situación.
Dentro de esta categoría encontramos aspectos como:
a) las condiciones ambientales en las que se desarrolló el incidente
(condiciones de luz, velocidad, distancia, color);
b) el tipo de suceso que se trate (accidente, violación, robo, etc.);
c) el tiempo de que dispone el testigo para observar el hecho, etc.
• Factores de los testigos. Se refieren a las características propias de cada testigo, como
la edad, el sexo, estrés, expectativas, estereotipos, entrenamiento, etc., de las que cabe
suponer tienen un efecto sobre la exactitud de los testigos.
CONTINUACIÓN:
Las variables propias del sistema elegido para tomar declaración a los
testigos son aquellas que la policía o los magistrados y abogados pueden
manipular para optimizar la narración de los hechos o la identificación de un
sospechoso, como por ejemplo:
a) las instrucciones dadas a los testigos
b) el intervalo de tiempo entre denuncia y declaración
c) el tipo y orden en que se formulan las preguntas
d) la composición de las ruedas de identificación, etc. Estas variables son
sobre las que realmente podemos incidir e intentar optimizar para producir
una mejor recuperación de la información.
FACTORES DE CODIFICACIÓN
(VARIABLES A ESTIMAR)

Dentro de este gran bloque de factores encontraríamos diferentes


agrupaciones:
a) las relacionadas con factores perceptuales
b) las relacionadas con factores temporales
c) las relacionadas con el tipo de suceso
y d) las relacionadas con factores de sujeto.
Podemos sintetizar que serán más exactos aquellos testigos:
• Que han tenido unas condiciones ambientales y temporales propicias.
como por ejemplo, en cuanto a distancia (mejor cerca que lejos), luz (mejor
claridad que obscuridad) y duración del suceso (mejor exposiciones
temporales largas que cortas).
• Que han vivenciado situaciones no violentas y que no provoquen estrés,
que si son situaciones violentas y estresantes.
• Que sean capaces de dominar el estrés, que aquellos tendentes al estrés.
FACTORES DE RETENCIÓN Y
RECUPERACIÓN:
De forma muy sintética, podemos indicar que, situados en los factores de retención y recuperación
que pueden vulnerar la exactitud del testigo, destacan:
• El tiempo de demora empleado para realizar la primera identificación o declaración. Está claro
que el tiempo juega en contra de una buena recuperación, cuanto más tarda la policía en obtener
una primera declaración, más
posibilidades hay de que se haya producido olvido.
• Los factores post-suceso (post-event f a c tor s) que pueden incidir sobre el recuerdo del testigo
antes de la declaración. Las informaciones que el sujeto puede recibir después del suceso pueden
alterar o contaminar su recuerdo. Hay que considerar aquí el papel de la prensa, de la
comunicación entre testigos y la propia información que puede facilitar la policía en la toma de
declaración.
• Una inadecuada toma de declaración, sesgos en la forma de preguntar, sesgos en la rueda de
reconocimiento. Hay que tener en cuenta que la propia declaración o la propia identificación
pueden quedar más grabadas que el propio suceso y que, en posteriores declaraciones, eso se
puede estar primando. Por tanto, hay que mejorar los sistemas de obtención de declaraciones,
disminuyendo el tiempo de demora, pero además utilizando sistemas que permitan asegurar la
imparcialidad de la rueda reconocimiento y sistemas de obtención de declaración que permitan
optimizar el recuerdo.
CONTINUACIÓN:
Está claro que donde podemos tener una mayor incidencia en el interés de
mejorar la calidad del testimonio es en el proceso de obtención de la
información del suceso o de la identificación del delincuente.
Podemos destacar que los investigadores, al hablar de ruedas de reconoci-
miento, han dado especial relevancia a las instrucciones que se facilitan
antes de la rueda de reconocimiento, el tamaño y composición de la propia
rueda, la necesidad de no intervenir en la toma de decisión del testigo o la
utilización de ruedas secuenciales versus ruedas simultáneas, entre otros.
CONTINUACIÓN:
En relación con la toma de declaración, es ampliamente conocido que los
dos formatos estándar de toma de declaración son el formato narrativo y el
formato interrogativo, entendiendo por narrativo aquel en el que se pide al
testigo que relate lo sucedido libremente y sin interrupción, y por interrogativo
el que consiste en formular una serie de preguntas al testigo. Muchas veces
ambos formatos se utilizan complementariamente, pero es aconsejable
empezar siempre por el narrativo.
En esta línea, se ha defendido el formato narrativo como el que presenta
menos probalidad de error y, por lo tanto, más favorable a la exactitud, pero
a la vez ha sido considerado pobre en cuanto a la facilitación de detalles y
se ha presentado al formato interrogativo como el que puede proporcionar
gran cantidad de información, pero como muy vulnerable a las distorsiones y
al error, puesto que la forma de preguntar puede llevar a inducir al testigo y
alterar su declaración.
Por ello se presenta a la entrevista cognitiva (Geiselman et a l , 1984) como alternativa desde la
Psicología.
Como indican Geiselman y Fisher (1990), la entrevista cognitiva se basa en la aplicación de las
cuatro siguientes técnicas:
a) Reconstrucción de las circunstancias tanto externas como internas, dando instrucciones como
«reconstruya en su mente el contexto que rodeó el incidente». «Piense en cómo era el entorno
circundante... piense también en
lo que entonces sentía».
b) Compleción. Con instrucciones como «por favor, no elimine nada de su relato, incluso cosas que
crea que no son importantes».
c) Recordar en diferente orden, con instrucciones como «es natural repasar el incidente de principio
a fin. Sin embargo, también debe intentar repasar los sucesos en orden inverso. Intente empezar con
la cosa que más le impresionó del suceso y después vaya a partir de ahí tanto adelante como hacia
atrás».
d) Cambiar de perspectiva, con instrucciones como «intente recordar el incidente desde distintas
perspectivas o adopte la perspectiva de otros que estaban presentes durante el incidente».

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