La estrategia principal de Havanna es la diferenciación, ya que buscaron insertar su producto al mercado como

el alfajor “más artesanal y mar platense” que hay, siendo realizado con excelentes materias primas de origen
argentino y alejando la idea de ser considerado como un producto de costos bajos. Además, trabajaron la
comunicación logrando posicionarlo como el ícono de la ciudad, tan así, que hoy en día es una compra obligada
para cualquier turista que visita Mar del Plata. Tan claro tenían ese concepto y tanto impacto generó entre sus
clientes, que, a pocos años de su inicio, decidieron expandir la marca estableciendo distintos locales para llegar
a más lugares y de esta manera, difundir la marca por toda la costa argentina. Al saber que ya eran un hit en
todo el país y aprovechando el reconocimiento de la marca, empiezan a trabajar pensando en la idea de brindar
un gran servicio y experiencia y no solo encasillarse en un gran producto. A partir de aquí, la empresa además
de entregar los excelentes alfajores de siempre, también se dedicó a brindar el servicio de cafetería en sus
locales. Para la época en que empiezan a incursionar en el rubro, eran, no solo conocidos en Argentina, sino,
en toda Latinoamérica, por lo que deciden trasladar “la experiencia Havanna” al resto de los países de la región.
Actualmente, no dejaron de descuidar su impronta artesanal en sus productos, y siguen poniendo énfasis en
diversificar sobre productos innovadores en la cafetería y alfajores (e incluso chocolates), como también,
buscar continuamente mejorar la experiencia en sus locales.