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MECANICA DE FLUIDOS

ING-215- 03
TRIMESTRE
Agosto - octubre
La Inmersión de Submarinos: El Principio de Arquímedes en Acción

NOMBRE TEMA PROGRAMA


Tema – Principio de Arquímedes
NOMBRE DEL ESTUDIANTE
Jean Carlos Pena Melo
ID- 1106077

NOMBRE DEL DOCENTE


ING. MARTIN ANTONIO MELENDEZ VALENCIA
FECHA DE ENTREGA
Lunes 24 de septiembre 2023
La Inmersión de Submarinos: El Principio de Arquímedes en Acción

Los submarinos son prodigios de ingeniería que desafían la gravedad y la flotación en el

agua. Estas embarcaciones sumergibles pueden sumergirse a profundidades insondables y

emerger de nuevo a la superficie, todo mientras mantienen la vida a bordo de sus tripulantes.

El principio de Arquímedes, un pilar fundamental de la física establece que cualquier objeto

sumergido en un fluido experimentará una fuerza hacia arriba igual al peso del fluido

desplazado. A primera vista, esto parece contradecir la capacidad de los submarinos para

sumergirse, ya que están diseñados para ser más densos que el agua. Sin embargo, este

proceso intrincado es el resultado de la aplicación inteligente de varios principios físicos, que

permiten a los submarinos superar aparentes contradicciones y sumergirse sin infringir el

principio de Arquímedes.

Para comprender por qué los submarinos pueden sumergirse sin contradecir el principio de

Arquímedes, primero debemos examinar este principio con más detalle. Arquímedes, un

antiguo matemático y científico griego, formuló el principio que lleva su nombre en el tercer

siglo a.C. Este principio establece que cualquier cuerpo sumergido en un fluido, ya sea

líquido o gas, experimentará una fuerza hacia arriba igual al peso del fluido desplazado por el

cuerpo. En otras palabras, la fuerza de flotación que actúa sobre un objeto sumergido es igual

al peso del volumen del fluido que ha sido desplazado por ese objeto.

La Densidad y los Submarinos

Los submarinos son, en términos simples, máquinas diseñadas para controlar su propia

densidad. Para sumergirse, un submarino debe ser más denso que el agua que lo rodea, de lo

contrario flotaría en la superficie. Sin embargo, para emerger, debe volver a ser menos denso

que el agua. Entonces, ¿cómo logran los submarinos este equilibrio delicado?
El Ajuste de la Densidad: Principio de Arquímedes en Acción

Cuando un submarino se sumerge, ajusta su densidad mediante el control de la cantidad de

agua que se encuentra dentro de sus tanques de lastre. Estos tanques pueden llenarse o

vaciarse según sea necesario para lograr la flotabilidad deseada. Cuando los tanques de lastre

se llenan de agua, el submarino se vuelve más denso que el agua circundante y, por lo tanto,

comienza a hundirse. Sin embargo, dado que el submarino sigue siendo menos denso que el

hierro o el acero puro, no se hunde como una roca, sino que desciende lentamente debido a su

forma y diseño aerodinámico.

El principio de Arquímedes se manifiesta aquí cuando los tanques de lastre se llenan con

agua. A medida que el agua entra en los tanques, desplaza una cantidad de agua equivalente a

su propio peso. Esto genera una fuerza hacia arriba que contrarresta parcialmente el peso del

submarino y, por lo tanto, permite que se hunda. Sin embargo, el submarino nunca alcanza la

densidad del agua a su alrededor, ya que está hecho de materiales más ligeros que el agua. De

esta manera, se mantiene dentro de los confines del principio de Arquímedes al desplazar

agua y experimentar una fuerza hacia arriba que equilibra su peso.

Los submarinos no solo se sumergen, sino que también pueden alcanzar profundidades

extremas, donde la presión del agua es abrumadora. Para lograr esto, los submarinos están

diseñados para soportar las altas presiones bajo el agua. Los materiales de construcción,

como el acero especial y el titanio, son utilizados para garantizar que la estructura del

submarino no colapse bajo la presión. Además, los submarinos pueden controlar la presión

interna de sus compartimentos, manteniéndola a un nivel que equilibre la presión externa, lo

que evita deformaciones o daños estructurales.

Los submarinos no solo controlan su flotabilidad para sumergirse, sino que también deben

hacerlo para emerger de nuevo a la superficie. Cuando un submarino desea emerger, debe
aumentar su flotabilidad al volverse menos denso que el agua. Para lograrlo, los submarinos

pueden expulsar agua de los tanques de lastre y, al mismo tiempo, tomar aire de la superficie.

Esto disminuye su densidad y, como resultado, experimenta una fuerza hacia arriba mayor

que su peso, permitiendo que flote a la superficie.

En este proceso, nuevamente se cumple el principio de Arquímedes. Al expulsar agua de los

tanques de lastre, el submarino reduce la cantidad de agua que desplaza y, por lo tanto,

disminuye la fuerza hacia arriba que experimenta. Sin embargo, al tomar aire, aumenta su

volumen y, por lo tanto, desplaza más agua, lo que resulta en una fuerza hacia arriba mayor.

Esta combinación de ajustes de densidad y volumen permite que el submarino emerja,

siempre respetando el principio de Arquímedes.

En resumen, los submarinos pueden sumergirse sin contradecir el principio de Arquímedes

gracias a su capacidad de ajustar su densidad y volumen de manera controlada. Al llenar o

vaciar sus tanques de lastre y al tomar o expulsar aire, los submarinos pueden mantener un

equilibrio delicado que les permite sumergirse y emerger de manera segura. Aunque son más

densos que el agua en ciertas condiciones, no superan la densidad del fluido que los rodea,

permitiendo que el principio de Arquímedes siga siendo válido en todo momento. La

inmersión de los submarinos es, en última instancia, una fascinante aplicación de la física que

demuestra cómo la ingeniería puede superar las aparentes contradicciones en las leyes

fundamentales de la naturaleza para lograr un objetivo humano.

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