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Algunas veces aprendí con dolor, como consecuencia decidí que la vida tenía
que ser diferente de la idea que me habían vendido y que yo compré. Y
entonces fue cuando me adentré en otras disciplinas, me formé como
Facilitadora de Masterminds, en Reiki, Rebirthing, Coaching, PNL, Sanación
energética y cuántica…
Bienvenida
Índice
Creado por: .......................................................................................................
Bienvenida ........................................................................................................
Aprende a hablarte............................................................................................
Autoconocimiento..............................................................................................
Curiosidades .....................................................................................................
Aprende a hablarte.
¿Sabías que decir quiero adelgazar te hace engordar porque solo si estás
gorda puedes adelgazar? Que ¿voy a buscar trabajo te mantiene en el paro
para que puedas seguir buscando? y que ¿quiero sanar te mantiene enferma
porque solo si estás enferma puedes sanar?
Así como los arquitectos en sus diseños eligen los materiales para construir
rascacielos y monumentos eternos, las palabras son el material que te lleva a
conseguir tus metas, o no.
El poder de la palabra
metas”, “creo que puedo ser feliz”, te quitan fuerza; en cambio “sé que puedo
conseguir mis metas”, “sé que puedo ser feliz”, sé que... te da fuerza.
Para vivir desde lo que verdaderamente eres, cambia tu lenguaje. Utiliza creo
solo cuando hables de algo que alguien te dijo o que atañe a otro, si es tu
experiencia, si te atañe a ti, utiliza sé.
Por eso, hoy te doy claves para que, en lugar de limitarte, tu “vocecita interior”
actúe a tu favor.
El impacto que las palabras tienen sobre tu vida es muy alto. Y no sólo hablo
de las palabras que utilizas para comunicarte con los demás, las palabras que
utilizas para comunicarte contigo mismo son aún más poderosas, ya que esa
vocecita interior suele estar hablando contigo todo el día.
Por tanto, dependiendo de las palabras que uses para describir tu experiencia
crearás tu propia realidad.
• Cambia “Me muero de alegría” por “Estoy alegre” o “Me matas con tu
sonrisa” por “Tu sonrisa me da vida”.
• “No atravieses la calle que vienen coches” por “Quédate en la acera que
vienen coches”. Nuestro cerebro no entiende el no y crea imágenes con
la información que recibe, con lo cual se queda con la parte positiva de
la frase, o sea “atraviesa la calle”.
• “Disculpa por robarte un poco de tu tiempo” por “Gracias por tu tiempo y
ayuda”.
“No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que
nos sucede” (Epícteto).
Es decir, acabas siendo aquello que te dices una y otra vez. Si te repites
constantemente palabras negativas acabarás anulándote por completo.
Una vez hecho esto, haz también una lista de aquellas frases que utilizas y te
limitan, y que incluso te hacen sentir tremendamente mal (No le importo a
nadie, sin ti no puedo vivir, soy un desastre, te necesito…)
“Cada cosa que pensamos, cada cosa que decimos está creando nuestro
futuro” Marci Shimoff
Ese autosabotaje hace que tu vida sea complicada porque la vida es un asunto
de relaciones. ¿Cómo me estoy relacionando si no me amo y no amo a otros?
Las creencias son los juicios, las presuposiciones y las evaluaciones que
hacemos respecto a nosotros mismos, los demás, el mundo y el futuro. Y, al
igual que las palabras, existen dos tipos: las potenciadoras, que nos ayudan a
generar los recursos internos necesarios para lograr los objetivos, y las
limitadoras, que contrariamente bloquean nuestros recursos y capacidades.
Ejemplo de frases que denotan ausencia de mérito, indican un nivel muy bajo
de autoestima y lleva a las personas a decirse «Yo no soy ni rica ni guapa, no
voy a encontrar pareja», «No creo que nadie se interese por mí»…
Resultado: sentirse muy desgraciados en el amor.
Hay muchas más que nos decimos. Palabras que te repites cada día. Tú eres
responsable de guardar tus pensamientos. Tu felicidad y tu éxito dependen de
ti, no de lo que puedan decir otras personas.
Deja de pensar lo negativo, tú tienes el poder de elegir lo que quieres ver, oír y
pensar. Piensa en lo que es bueno para tu vida. Evita las malas compañías,
deja de ver películas o novelas que no te edifican, no veas, ni leas, revistas ni
libros que no te convienen, no navegues en internet por sitios peligrosos para
tu corazón. Generan diálogos negativos en tu mente y desconfianza.
La vida son elecciones que hacemos día a día, no son la situaciones, son las
emociones las que necesitamos aprender a intervenir.
Si somos tan diestros en admitir nuestros fracasos, utilicemos toda esa energía
en admitir nuestros éxitos, comienza a verte exitosa y actúe como tal. Y en ello
Tus palabras tienen MUCHO poder.
Este carácter activo y creador, nos suele pasar inadvertido. Con la palabra
damos información y además generamos una nueva realidad. Nuestras
conversaciones condicionan nuestro horizonte de posibilidades.
Y un largo etcétera.
Hoy te invito a que revises si te dices alguna de estas frases a lo largo del
día. Y que si lo haces lo detectes y analices realmente lo que estás diciendo y
que veas si es realmente cierto al 100%.
¿Cómo de cierta es esa frase? ¿Eres un desastre en TODO solo porque te has
olvidado ese día de algo? ¿No sería mejor decirte ‘vaya, he tenido un
despiste’?
Por ejemplo cuando alguien nos pregunta "¿Cómo estás? " las respuestas
pueden ser, "Muy bien gracias", "Más o menos como siempre”, “Con mis
achaques", “Voy tirando”... Y si siempre repetimos lo mismo, el resultado será
que recibiremos más de lo mismo: estar bien, seguir como siempre, seguir con
achaques o ir tirando.
Asimismo cuando un padre-madre le repite a su hijo "Eres muy bueno para las
matemáticas" o "Eres un tonto" no hay que pensar mucho en cuáles serán los
resultados.
Cuando nos decimos a nosotros mismos, por ejemplo, “Soy una mierda”,
(perdona por la expresión pero muchos de mis clientes lo expresan) “Soy un
desastre”, “Todo me sale mal”, se activan en nosotros cualidades y estados
emocionales diferentes a cuando nos decimos “Tengo defectos y virtudes”,
“Algunas cosas me salen mal y otras me salen bien”.
Por eso la ciencia actual sostiene que, con nuestras formas de pensar y sentir,
con las palabras tanto si son conscientes como si no, creamos “realidades” (o
estados energéticos, o estados emocionales) que determinan nuestro
comportamiento y resultados. De ahí que se proclame que las palabras, guían,
crean, construyen y mantienen nuestra realidad.
Para otra persona el impacto y los pensamientos que le genera pueden ser
completamente distintos “Ahora tengo la posibilidad de cambiar de empleo y
hacer algo que me guste más”, “Era el empujoncito que necesitaba para acabar
de decidirme y hacer un cambio en mi vida”, “En este trabajo he desarrollado
muchas habilidades que me servirán muchísimo en el trabajo que quiero hacer
a partir de ahora”, “Con la indemnización que me den puedo darme un tiempo
para buscar otro con tranquilidad”.
Lo mismo con “No podré pagar las cuentas”. ¿Conoces a alguien que no haya
sido despedido y aun así no pague sus cuentas? Porque eligió irse de
vacaciones o comprarse un auto por ejemplo....
Autoconocimiento
Seguro que has escuchado o incluso dicho: “Voy a buscar trabajo”, “Quiero
encontrar un buen marido”, “Quiero que mi padre deje de gritarme”,
“Quiero adelgazar”, “Quiero curarme”...
Frases que nos dan una Idea que parece tan clara como indudable acerca de
las cosas que queremos. ¿O no? Lee de nuevo y dime si te parece claro lo
que quieren.
Si digo “Voy a buscar trabajo” ¿Qué estoy pidiendo? ¿Qué instrucción estoy
dando a mí inconsciente? La de “Ordenar” todos mis días para que no
encuentre trabajo, sino para que, simplemente, me pase los días buscándolo.
Horas y horas yendo entonces a los lugares en los que ya han ocupado el
puesto que me interesa, en los que mi currículum no se adapta a lo que
buscan, en los que ya contrataron la persona para la vacante que estaba
disponible; y tantas formas como sean necesarias para cumplir mi “Orden”.
“Quiero Adelgazar”
Instrucción que Ordena a tu cuerpo engordar continuamente… requisito lógico,
inevitable y obligatorio para “adelgazar” y seguir viviendo, (recuerda que tu
inconsciente vela por tu supervivencia), que nada tiene que ver con “quiero
estar delgada”.
Así como pedir “Quiero curarme” garantiza vivir enfermándose… único modo
de “curarse”. Nada tiene que ver con Querer “estar sano”.
"No quiero fumar más", tu cerebro sólo escuchará, "quiero fumar más" y creará
imágenes donde te veas fumando.
Utiliza los términos y las palabras que dibujen las imágenes de los resultados
que deseas obtener. En lugar de decir, "no quiero fumar más" puedes decir
algo como "gozo de una salud óptima; amo tener mis pulmones limpios y poder
respirar profunda y fácilmente".
¿Te das cuenta de la enorme diferencia que hay en las imágenes que creas en
tu mente cuando lees y pronuncias estas palabras? Y cada vez que lo digas
será más fácil visualizarlo.
Cuando decimos frases como "no quiero estar enfermo", la palabra "no" no es
registrada por el subconsciente. Este fenómeno se conoce como la Ley del
Efecto Contrario y por lo tanto la mente percibe la anterior frase como "quiero
estar enfermo".
Sea lo que sea que tu expreses con pensamientos y palabras, aunque sean
absurdas y sin sentido, tu cerebro forma inmediatamente una imagen.
Cuando tú dices “no quiero tal cosa”, lo que tu cerebro ve es “la tal cosa”. Si
dices “no quiero deudas”, el no deudas, no tiene representación en forma de
imagen, tu cerebro sólo ve deudas. Cada vez que pronunciamos
negaciones, nuestra mente solo puede traducir en imagen la parte
positiva de la expresión.
¿Qué pasó? Pues, que estoy segura que viste una manzana roja.
De manera que cuando tengas algo que deseas realizar, no utilices el “NO”,
porque lo único que lograrás es justamente lo que quieres evitar. Cuando vas a
una entrevista de trabajo o a un examen, en lugar de decir “ojalá no me ponga
nervioso”, di “me siento calmado y seguro”.
Utiliza los términos y palabras que dibujen las imágenes de los resultados
que quieres lograr. Recuerda que atraemos lo que podemos visualizar y lo
que no quieres, no puedes visualizarlo. “No quiero sufrir” se visualiza con
sufrimiento y sufrimiento no es lo que quieres, entonces, visualiza felicidad,
alegría. Cuando alguna cosa no te hace feliz, o mejor dicho sufres por ello, no
te enfoques más en ella, visualiza lo que te hace feliz.
Todos tenemos cosas que nos gustan y que no nos gustan. La pregunta es:
¿en qué me quiero enfocar? Poner más atención a las cosas negativas es
un aspecto natural de nuestro cerebro. Referido por el neuropsicólogo
norteamericano Rick Hanson como el “sesgo negativo”, la información negativa
es, instintivamente, más relevante para nuestro cerebro pues activa nuestros
mecanismos de supervivencia.
En sus palabras, “el cerebro es como velcro para las experiencias negativas y
teflón para las positivas. El resultado natural es un creciente e injusto residuo
de dolor emocional, pesimismo e inhibición en nuestra memoria implícita.
Eso sí, el mismo Hanson dice que con un poco de esfuerzo y consciencia, esto
se puede vencer.
Si me repito una y otra vez que “no me gusta mi trabajo” no lo voy a pasar bien
en el trabajo, y quizás hasta me angustie pensando al respecto. Pero puedo
encontrar maneras más productivas y hábiles de superar estas
incomodidades: “no me gusta mi trabajo todavía”, “me gustaría pasarlo mejor
en el trabajo”, “me gustan más los fines de semana”.
Mejor aún, ponerse un objetivo para hacer que el trabajo sea un poquito más
agradable cada día, "voy a mejorar el ambiente de trabajo comunicando
asertivamente lo que pienso con una sonrisa en los labios", la sensación
cambia.
Definiendo objetivos
Algo similar ocurre cuando queremos lograr algo. “No quiero ser gordo”, “no
quiero seguir endeudándome” o “no quiero procrastinar más”. Vas a sentirte
mejor y estar en mejor camino para lograr un cambio efectivo si lo cambias a
“me pongo en marcha para estar en mi peso ideal”, “quiero pesar 60 kg” “quiero
ser responsable con mi manejo del dinero” , “Estoy aprendiendo a ser
productivo”, “soy productivo en muchos ámbitos de mi vida”, por dar algunos
ejemplos.
Obviamente, hay personas que pueden decir “no quiero ser gordo” e ir, ponerse
a régimen y bajar la cantidad de peso que quieran sin tener que reformular en
positivo y SMARTER el objetivo.
Asimismo, puede haber veces donde pensamos “no quiero caerme” y no nos
caemos. El punto es que aumentamos considerablemente nuestras
probabilidades de éxito, bienestar y felicidad cuando aprovechamos al
máximo la ayuda de nuestro inconsciente para romper bloqueos, resolver
nuestros problemas conscientes y alcanzar nuestros objetivos.
Esto no quiere decir que evitemos el “no” por completo, se trata de que
estemos conscientes de cómo decimos las cosas, que digamos no
conscientemente cuando queramos decirlo, y que sepamos que lo que
decimos y cómo lo decimos tiene un efecto sobre nosotros y también
sobre los demás.
Si una persona dice “no quiero que me falte el dinero” en realidad quiere tener
abundancia suficiente, pero lo pide con el enfoque equivocado.
Analiza ahora esta frase de una mujer separada: "Reconozco que prefiero
quedarme con la tranquilidad que empiezo a disfrutar en mi vida, en vez de la
adrenalina de la relación dolorosa que tenía”.
Confío que has analizado la frase anterior y sabes qué harías con ella, cómo la
redactarías, si no lo has hecho te invito a que lo hagas ahora. Porque aquí va
mí reflexión y en esta ocasión no quiero influirte, ¿ya estás preparad@ para
decir la tuya? Redáctala antes de leer los siguientes párrafos.
La primera parte podría ser una afirmación si le quitamos reconozco que, y nos
quedamos con “prefiero quedarme con la tranquilidad que empiezo a disfrutar
en mi vida”; podemos seguir afinando aún más. La palabra "prefiero" la está
llevando a recuerdos de emociones desagradables y por eso "prefiero" se
podría substituir por merezco, utilizar el presente y enfocarse en lo que ya tiene
aunque no lo tenga todo el tiempo, podría quedar así: "Merezco la
tranquilidad que impera en mi vida".
Expresiones como "Si consigo", "Pero", "Entonces" etc. son palabras que
conllevan mensajes condicionales y de indecisión. Mejor acostumbrarnos a
expresarnos siempre con claridad, precisión y emociones altas.
Y cuando empieces a conseguir todas tus metas trata de evitar otra de las
trampas de la lengua al decir frases como "Es increíble", "No lo puedo creer".
Mejor di, “Lo estoy consiguiendo”, “Gracias” "Es fabuloso", porque lo es.
Ahora bien, gracias al avance tecnológico es posible comprobar los efectos del
lenguaje, por lo tanto cabe preguntarnos ¿Qué produce el lenguaje? pues bien,
he aquí la excelente clasificación que el señor Rafael Echevarría hace muy
acertadamente:
Hoy es un día soleado pero mañana lloverá (nos mueve a centrar nuestra
atención en que mañana lloverá y le quita protagonismo al hoy hace sol)
Hoy es un día soleado y mañana lloverá (la atención queda equilibrada, ambos
cogen igual valor)
Hoy es un día soleado aunque mañana lloverá (El efecto consiste en centrar
nuestra atención en el día soleado, deja en segundo término la lluvia)
Esta clase de “Efecto” ocurre en todos los casos, no depende del contenido de
la frase: “Hoy me siento feliz y sé que no durará”, “Deseo alcanzar mi objetivo y
tengo un problema”
Curiosidades
Por otra parte, vas a poder identificar soluciones complementarias que pueden
funcionar juntas a la hora de abordar problemas complejos. Al combinar
diferentes enfoques, logras una solución más integral y efectiva.
Ahora, cuando piensas en términos de esto “o” lo otro es probable que percibas
las distintas opciones como opuestas y excluyentes, lo que te genera una
sensación de división y la obligación de elegir una opción sobre otra.
Otro ejemplo ¿Sabías que el idioma que hablas, influye en ser mejor para
ahorrar, orientarte, recordar y distinguir colores o para las matemáticas?
El lenguaje no solo moldea nuestra forma de ver el mundo, sino que también
influye en cómo nos comportamos.
¿Que qué es mi palabra del año? Es una manera de seguir creciendo, sin
presión y de manera inspiradora. Cada inicio de año pienso en qué me apetece
mejorar para tener más calidad de vida, tanto en lo personal como en lo
profesional, porque para mí es exactamente lo mismo. Y escojo una palabra en
la que enfocarme, que me ayudará a conseguirlo.
A estas alturas espero estés convencida de que tu diálogo interno, esa vocecita
que habla a todas horas, es la que hace que ahora mismo estés donde estás.
Cuando algo nos limita hay que cambiarlo, lo mismo pasa con el diálogo
interno. Aquí tienes unos consejos para transformarlo en tu mejor aliado: