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ESTUDIO DE CASO 2

A.C. es una mujer de 30 años de origen venezolano que actualmente se encuentra en proceso
de separación de su marido (L.), con el que ha tenido una relación de 13 años y con el que
comparte dos hijos, de 11 y 8 años. Estuvo viviendo con su madre y hermana en España entre
los 13, 14 y los 18 años y es por ello por lo que cuenta con nacionalidad española. La pareja
estuvo viviendo en Venezuela durante 8 años, a pesar de esporádicas estancias en España por
parte de ella, y toda la familia se estableció definitivamente en España en el año 2016. A pesar
de haber tomado la decisión de separarse, la paciente mantiene una convivencia con su
expareja alegando tener dificultades económicas que les impide vivir separados. Sin embargo,
es necesario constatar que el domicilio donde residen actualmente es sufragado íntegramente
por los ingresos que ella recibe, por lo que es la pareja la que depende económicamente de la
paciente.

A.C. da un gran valor al ámbito educativo e intelectual por lo que empezó a estudiar una
carrera universitaria que tuvo que dejar al quedarse embarazada de su primera hija. Es por esto
que actualmente quiere formarse y está realizando un curso de socorrista. En el momento no
está trabajando a pesar de ser masajista y contar con una titulación de azafata de vuelos. Su
apoyo social es escaso pues, aparte de su madre y de M., amiga suya, a las que define como
sus principales apoyos y con las que mantiene una relación muy estrecha, refiere tener
únicamente amistades superficiales y haber descuidado las relaciones de amistad más íntimas
que tenía años atrás. Por otro lado, ambos provienen de familias reconstituidas, han sido un
gran sostén para A.C. y L. durante la crianza de sus hijos ya que han estado viviendo a lo largo
de toda su relación con familiares, principalmente padres y abuelos, salvo un corto periodo de
tiempo que vivieron de forma independiente.

Acude a terapia por voluntad propia con el objetivo de “superar este bache” que está viviendo
tras la ruptura con su marido.

Asimismo A.C. tiene pensamientos e intentos de suicidio, nerviosismo e impulsividad,


sentimientos de vacío, tristeza y angustia, anhedonia y cansancio, así como consumo de drogas
y ansiolíticos como forma de evitación emocional.

Por otra parte, ella refiere “Tenía esperanza (de que no ocurriese la separación) porque
normalmente si yo mejoraba, todo mejoraba de nuevo”. Del mismo modo, se valora como
dificultad en el tratamiento su larga historia de relaciones dependientes y desequilibradas.
Además, es fundamental prestar atención a su consumo, pues refiere que en 2015 desarrolló
una adicción a la marihuana que logró superar.

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