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Los mexicas… nuestro pasado en una cultura

Introducción

Hablar del Imperio Mexica es remontarnos a un pueblo casi mágico, lleno de costumbres,
tradiciones y una cultura tan rica que, a pesar del paso del tiempo y la Conquista, sigue
haciendo mella en el México actual.
La historia nos enseña que los mexicas era una sociedad sumamente compleja, con unos
sistemas políticos, económicos y culturales únicos en su tipo. Para comprobar esto,
simplemente tenemos que voltear a ver la ciudad de Tenochtitlán (la base de nuestro
México actual), una ciudad de proporciones dantescas que fue construida sobre la zona
lacustre del Altiplano Central mesoamericano.
Los códices, la lengua náhuatl, su sistema de agricultura y sus conocimientos solo son
algunas de las cosas que nos ha heredado este pueblo. Una cultura con conocimientos
astronómicos y de agricultura que incluso llegaba a superar y a ser la envidia de algunos
imperios europeos.
La cosmovisión mexica es una de las más místicas e impresionantes de las culturas
mesoamericanas. Los relatos que explicaban la historia de sus deidades, los mitos que
giran en torno a ellas e incluso sus rituales logran poner los pelos como escarpias a todo
aquel que se aventure a echarles un vistazo.
En la sociedad mexica podemos ver todo lo que eran las antiguas sociedades
mesoamericanas. Pueblos muy avanzados con una manera de ver el mundo muy única,
que se veía reflejada incluso en las artesanías que éstos hacían.
Sin embargo, es innegable que no solo provenimos de una cultura, somos el resultado de
cientos de años de mestizaje que poco a poco le ha dado forma a nuestra sociedad
moderna. Somos la mezcla de aquellos grandes tlatoanis mexicas y esos formidables reyes
europeos.
La historia no necesariamente tiene que ser polarizadora, debemos ser capaces de ver los
dos puntos de vista y no casarnos con un eurocentrismo o un indigenismo radical.
Solamente comprendiendo los hechos desde ambas partes, seremos capaces de descubrir
la verdad, una verdad que durante años ha sido manipulada por los dos “polos” y
solamente promueve el rechazo hacía nuestras raíces que, al final, son mestizas.
Aquí se dará un breve repaso por todas aquellas características que hacían de los mexicas
una cultura única en su tipo. Un pueblo que aún, a día de hoy, sigue dando mucho de qué
hablar y despierta la intriga de cientos de historiadores al rededor del globo.
Como se ha dicho anteriormente, el Imperio Mexica es altamente complejo, y no nos
alcanzarían ni las páginas de un libro para explorar siquiera el 1% de la herencia cultural
que dejaron tras la Conquista. Sin embargo, se tratará de abarcar los mayores puntos
posibles y revelar los hechos desde la objetividad y sin ningún punto de vista en particular.
Origen de la cultura mexica

Es indudable que existen una gran confusión respecto a los términos “mexica” y “azteca”,
siendo usados muchas veces de forma indistinta, por lo que, es necesario hacer algunas
precisiones.

El término “azteca” fue acuñado por los historiadores hasta muchos siglos después de la
desaparición de esta cultura. Ésta palabra fue creada para nombrar a los indígenas que
salieron del pueblo de Aztlán (lugar de garzas), el hogar de esta tribu hasta su posterior
migración hacia el sur de Mesoamérica. Después de salir de Aztlán, los miembros de esta
cultura se auto nombraron “mexicas” (palabra que, según una teoría, provendría de la
palabra “meztli” que significa “luna”), y de este nombre, se deriva el nombre de nuestro
país: México.

Es por esto, que para términos de este trabajo, se usará el término “mexica” para referirse
a este pueblo (independientemente de la temporalidad o la fundación de Tenochtitlán).

Migración

El Códice Boturini es una de las fuentes que con más detalles describen la peregrinación
mexica desde Aztlán hasta Tenochtitlán, en él, se incluye la ruta precisa hecha por los
mexicas. La tribu mexica salió del pueblo de Chicomoztoc (las siete cuevas), para
posteriormente asentarse en la ciudad (ya en ruinas) de Coatepec.

Después de Coatepec, se establecieron en Chapultepec, en donde convivieron con otras


tribus de la época, las cuales, al ser más “civilizadas” que los mexicas, los expulsaron
debido a su supuesto salvajismo. Fueron llevados como prisioneros a la ciudad de
Culhuacan y les fue asignado el territorio de Tizapan.

Al final, debido a los conflictos con el pueblo culhua, huyeron de aquella ciudad,
refugiándose en la zona lacustre del Altiplano Central, donde cuenta la leyenda,
encontraron la señal enviada por Huitzilopochtli y fundarían la ciudad de Tenochtitlán
(nombrada así por su primer gobernante: Tenoch), y años más tarde, la de Tlatelolco (Guía
de estudio para el examen extraordinario de Historia de México 1, 2018).
Características políticas, económicas y socio-culturales

Organización política
La sociedad mexica estaba compuesta por una pirámide social que estaba dividida en
varios estratos y clases:

1. El puesto más alto lo ocupaba el Tlahtoani (el de la voz), gobernante, líder militar y
sacerdotal. Su función como líder militar era la de emprender campañas bélicas en las
cuales capturaban prisioneros para sacrificarlos en honor a los dioses. Por otro lado, al ser
el líder sacerdotal, funcionaba como intermediario entre sus deidades y el pueblo.

2. El siguiente estrato social eran los nobles (conocidos como “pillis”), que desempeñaban
los altos rangos políticos (jueces), militares (comandantes) y religiosos (sacerdotes). Esta
élite mexica era educada en una escuela especial, conocida como Calmécac.

3. Después, se encuentra la gente común y corriente, los cuales eran llamados macehualli,
ellos se encargaban de la agricultura y la artesanía, por lo que eran educados en el
conocido como Telpochcalli.

4. Al fondo de la pirámide, se encontraban los prisioneros de guerra, los cuales eran


sacrificados.

El territorio mexica estaba dividido en calpullis, los cuales eran grupos de varias familias
emparentadas que labraban una franja de tierra. Cada calpulli tenía su propio templo y
Telpochcalli.

A pesar de lo escrito en algunos libros, se tiene constancia que en el Imperio Mexica no


existía la propiedad privada. El Estado era el dueño de todas las tierras y éste le
proporcionaba un trozo de ellas a cada calpulli.

De la misma manera, la esclavitud para el pueblo mexica era muy diferente a la europea.
La esclavitud mexica funcionaba más bien como una especie de “renta”, en donde el
esclavo era un hombre libre que se “alquilaba” durante un periodo de tiempo a cambio de
algún bien.
Organización económica

El principal motor económico del pueblo mexica eran los mercaderes y los artesanos, ya
que éstos realizaban objetos que eran utilizados durante los rituales.

Entre los de mayor importancia se encontraban:

• Amantecas: Trabajaban las plumas; se encargaban de confeccionar las armaduras y


escudos de los guerreros.

• Orfebres y lapidarios: Trabajaban piedras y metales preciosos; realizaban trabajos con


metales preciosos, los cuales eran utilizados como adornos o tenían importancia religiosa.

• Escritores y pintores: Elaboraban códices y la pintura de las artesanías; eran incluso


valorados como grandes sabios. Tenían una educación especial en donde les instruían en
el lenguaje ideográfico.

De la misma manera, encontramos a los mercaderes. Éstos eran valorados por su poderío
militar y gran habilidad para los negocios. Estaban comisionados para establecer
relaciones diplomáticas con los pueblos cercanos, se adentraban incluso en territorios
inexplorados o eran la excusa perfecta para declarar la guerra a las tribus aledañas.

Además, podemos hablar sobre uno de los principales puntos de comercio para todas
estas tribus y que continúan hasta hoy en día: los tianguis. Éstos eran espacios vibrantes
donde se llevaba a cabo el comercio. Estaban organizados por gremios y se asignaban días
específicos para diferentes tipos de productos. Los comerciantes, tanto locales como de
otras regiones, se congregaban en estos mercados para mostrar y vender sus productos.
Los productos estaban expuestos en puestos o mantas extendidas en el suelo, y se
utilizaba un sistema de trueque o intercambio de bienes por medio de los quetzales, las
piezas de cacao que servían como moneda.

Por último, una parte muy importante del ingreso mexica era el tributo que cobraban a los
pueblos sometidos. Los tributos recolectados por los mexicas eran administrados por
funcionarios designados, conocidos como calpixques.
Características socio-culturales

Todos conocemos la leyenda de la fundación de Tenochtitlán: el dios Huitzilopochtli envió


como señal a un águila encima de un nopal devorando una serpiente. Con este relato tan
famoso podemos conocer mucho acerca de la cosmovisión y las ideas religiosas del
Imperio Mexica.

Las deidades más importantes de la cultura mexica eran las siguientes:

• Huitzilopochtli: Significa “colibrí zurdo”. El pueblo tenía la misión de someter bajo su


yugo a todas las naciones sobre la Tierra, para conseguir prisioneros y alimentar con
sangre a los astros.

• Tezcatlipoca: Significa “espejo humeante”. Era la deidad asociada con la oscuridad y la


noche.

• Mictlantecuhtli: Significa “señor de la región de los muertos”. Deidad asociada con la


muerte junto con Mictecacíhuatl.

Los mexicas eran un pueblo politeísta, osea que creían en varios dioses. Cada dios
representaba algún fenómeno natural como como el viento (Quetzalcóatl), la lluvia
(Tláloc), el frío (Huehueteotl), etc. Los mexicas tenían como costumbre adoptar los dioses
de otros pueblos, podían llegar a ser hasta 114 dioses que se pueden clasificar en
“creadores de la fertilidad agrícola y humana, el placer, la energía cósmica, la guerra y
sacrificios humanos” Los dioses interactuaban para que el mundo tuviese orden y pudiera
funcionar.

Por eso los mexicas consideraron que era importante satisfacer a los dioses y para hacer
eso, les ofrecían sacrificios. Algunos rituales eran pequeños, como los que se hacían antes
de cocinar el maíz.

Otras ceremonias requerían de sacrificios humanos, como los que se hacían en honor al
sol, a Huitzilopochtli. Ellos lo veían como que Huitzilopochtli los había elegido para que lo
mantuvieran en vivo, alimentándolo y dándole las energías que se necesitaba para que el
universo siguiera existiendo.
Caída del Imperio Mexica

La caída de los mexicas se produjo en el siglo XVI, específicamente en 1521, cuando los
conquistadores españoles, liderados por Hernán Cortés, tomaron la capital mexica,
Tenochtitlán.

Contexto Histórico:

Los mexicas fundaron su capital, Tenochtitlán, en 1325 en una isla del lago Texcoco, en lo
que hoy es Ciudad de México. A lo largo de los siglos, construyeron un imperio expansivo
que abarcaba gran parte de Mesoamérica.

En 1519, Hernán Cortés y sus tropas llegaron a las costas del Golfo de México. Se aliaron
con diversos grupos indígenas que estaban descontentos con el dominio mexica y
comenzaron una marcha hacia el interior.

Factores de la Caída:

•Alianzas Indígenas: Uno de los factores cruciales en la caída de los mexicas fue la
habilidad de Cortés para forjar alianzas con grupos indígenas locales que estaban
subyugados por los mexicas. Estos grupos proporcionaron a los españoles información,
suministros y refuerzos clave.

•Armas de Fuego y Enfermedades: Los españoles tenían una ventaja tecnológica


significativa en forma de armas de fuego, armaduras de metal y caballos. Además, las
enfermedades como la viruela, contra las cuales los nativos no tenían inmunidad,
diezmaron a la población mexica.

•Asedio de Tenochtitlán: El asedio de la capital mexica, Tenochtitlán, duró varios meses.


Los españoles y sus aliados nativos construyeron un sistema de diques para aislar la
ciudad y cortaron su suministro de alimentos y agua. Finalmente, el líder mexica,
Cuauhtémoc, se rindió en agosto de 1521.

Aún después de la conquista, éstos dejaron varios vestigios culturales, la mayoría


expuestos en el museo del Templo Mayor, de los que se hablará a continuación.
Objetos escogidos del museo

Olla Tláloc

La Olla Tláloc se ubicaba en la sala 5 del museo. Esta sala se llama Tláloc y en la cual, como
su nombre lo indica, habla sobre el dios Tláloc “El que hace brotar”, el dios de la lluvia.
Según los mexicas Tláloc estaba muy relacionado con la agricultura, la fertilidad y la
riqueza faunística.

La pieza que estaba tanto en el vestíbulo como en la sala dedicada a Tláloc y que más me
llamo la atención fue la olla Tláloc. Esta olla no es tan grande, mide unos 30 centímetros
aproximadamente, tanto en la altura como en lo ancho y basándonos en las partes más
grandes de cada lado. En las dos piezas del museo (la del vestíbulo y la sala) la olla eran
casi iguales, una tenía más color y la otra no tanto. La olla fue hecha con cerámica y está
dividida en dos partes: la máscara y la olla, ambas hechas de cerámica. El color que más
abundaba en la pieza era el azul que pienso que simboliza el agua, hay colores cafés que
creo que simbolizan la tierra y en la parte superior de la máscara se pueden ver como un
tipo de torres las cuales simbolizan una montañas. La máscara es igual la representación
de Tláloc, cual destacan unos colmillos, una tipo de orejas con algo sobresaliente y lo que
rodea los ojos y la boca, que es una especie de adorno que representa una serpiente. En
esta hacían ofrendas para el dios Tláloc.
El árbol sagrado
Se ubica en el vestíbulo.

Llegando al museo, después de entrar al vestíbulo, es una de las primeras piezas que se
ven y encuentran, pienso que por su importancia. Me acerqué y vi el árbol muy
deteriorado, se notaba el tiempo de vida que ha tenido y su historia reflejada en él.
Procedí a ver a su alrededor donde noté que, por la edad del árbol, para mantenerlo en
pie, tuvieron que poner en el tronco una especie de cinturón de metal unas piedras que lo
rodeaban. Por eso, pienso que es una pieza muy importante, y esto lo confirmé con la
lectura de su ficha, donde me llamaron la atención varias cosas:

Primero, citando la tabla del árbol sagrado: “soporte del cielo y comunicación con el
inframundo”. Esto ya me dio a entender muchas cosas, ya que era de esperarse, por su
religión, que eran politeístas, pensé que se trataría de algún “dios” de los árboles, pero
esto no es así. Es un objeto sagrado donde realizaban ritos relacionados a la fertilidad y
regeneración de la naturaleza.

También era una fuente de comunicación, para ser más específico en esto, y citando la
tarjeta de información: “sus ramas sostenían la bóveda celeste y a través de sus troncos o
raíces fluían las energías cósmicas tanto del inframundo como de los niveles celestres,
irradiando al plano terrenal”. Me gusta el conocimiento, pensamiento e ideas que tenían
acerca de aquel árbol.
Sahumador
El sahumador era conocido en la época prehispánica como tlémaitl, “manos de fuego”, y
en un plano metafórico, era el portador del fuego sagrado.

Es por esto, que el sahumador tenía una gran importancia para los mexicas. Este objeto,
en su mayoría hecho de barro, que varía entre los cincuenta y setenta centímetros de
largo, tenía una gran importancia en los ritos ceremoniales de algunas culturas
mesoamericanas, como la maya y la mexica. Los que se encuentran en el museo, fueron
específicamente localizados en 1900, en la actual República de Guatemala. Se cree que
pueden datar de los siglos XIV a XVI.

Este artefacto tiene la forma de un gran cucharón, con un mango alargado, y, al final de
éste, una cabeza cóncava con algunas grecas, donde, se cree, que iban las hierbas
aromáticas que se iban a ofrecer a los dioses.

Estaban pintados con vivos colores que representaban la deidad a la que se ofrecería la
ofrenda.

Además, las “cabezas” de estos peculiares objetos, representan figuras sagradas (en este
caso, la serpiente de fuego o xiuhcóatl).

Éstos eran usados en las ceremonias religiosas indígenas para quemar especias, como el
copal, de esta manera, ofreciendo el humo como ofrenda a sus dioses.

Cuchillo de pedernal (tecpatl)


El cuchillo de pedernal era una roca muy filosa, con tonalidades rosa, naranja y café, tenía
una decoración de ojos de obsidiana y unos dientes, algunas tenían de base copal. Medía
aproximadamente 20 cm, era usada como una daga por los mexicas para sacrificios
humanos. Fue relacionada con el calor.

Esta pieza se encuentra en la sala 2, la cual proporcionaba información sobre las cosas
encontradas que los mexicas usaban para sus sacrificios y rituales. De igual forma en esa
sala podría encontrar una gran variedad de piezas en esa misma sala como por ejemplo
cuchillos de obsidiana, puntas de proyectil de obsidiana, cráneo, huesos, entre otras.

Esta pieza en particular, me llamó la atención por sus colores y la forma en la que estaba
hecha ya que sus decoraciones eran muy sólidas y hermosas, imagino que se debía a la
forma en que estaban talladas, ya que se ve que eran hechas con mucho cuidado.
También me sorprendió lo filosa que podía llegar a ser, puesto que para cortar el cuerpo
humano debía de serlo.

Según la cosmovisión mexica, el opuesto del pedernal (calor), era la obsidiana (frío), por lo
que puedo pensar que estas dagas hechas de distintos materiales, se utilizaban en
sacrificios a deidades específicas.

El simbolismo de la serpiente
Esta pieza se encuentra en la sala 6.

En esta sala, podemos ver los restos de plantas y animales que fueron recuperados por el
museo del Templo Mayor. Nos permite aprender la relación que tenía el pueblo mexica
con el ecosistema.

Nos cuenta que los organismos vegetales y animales pasaron por varias modificaciones
desde que se encuentran, hasta que se ponen en ofrendas, donde pasan por más cambios
conforme pasa el tiempo, lo que nos da como consecuencia que no todas las piezas se
encuentren completas.

Al llegar a la sala 6 vi varias figuras y esculturas de animales entonces seleccioné la


serpiente que me pareció interesante su diseño es parecida a una olla echa de piedra y
color naranja rojizo en forma de serpiente enrollada y en su cara parece tener una especie
de pintura blanca en sus ojos y una boca sonriendo. Me pareció muy bonita la escultura
por el color y su forma. También me interesó porque estaba relacionada con la cultura
mexica.

Para los mexicas, las serpientes estaban relacionadas con el agua, la tierra, el cielo, la
fertilidad y el renacimiento y ellos las utilizaban como ofrendas para sus dioses. La cabeza
de la serpiente representa el carácter sagrado de Coatepec “El cerro de la serpiente” el
lugar de nacimiento de Huitzilopochtli.

Conclusión
No cabe duda que los mexicas son un pueblo muy interesante y llenos de una cultura que
nunca acabaríamos de explorar por completo.

Es importante volver atrás y prestar atención a esas tribus que han dado forma al México
que conocemos hoy en día. Es increíble el gran desconocimiento y estigma que se tiene
hacia los pueblos indígenas, por lo que consideramos importante revindicar nuestras
raíces y no avergonzarnos de ninguna de ellas.

Somos el resultado de miles de años de hombres y mujeres valientes que formaron


imperios enormes, de los cuales, hoy solo quedan algunas ruinas. Sin embargo, estos
imperios siempre quedarán en la memoria colectiva, que hoy se han convertido en un
motivo de orgullo y celebración.

Explorar no solo la cultura de los mexicas, sino también la de los olmecas, los mayas, los
teotihuacanos y todos esos pueblos que se asentaron en Mesoamérica durante tanto
tiempo es más que apasionante. Es un viaje en el cual se puede conocer a las mentes
maestras que diseñaron ciudades tan colosales, unas artesanías preciosas, sistemas de
agricultura que seguimos conservando, unas tradiciones tan divinas que aún a día de hoy
siguen en nuestros calendarios y muchas otras cosas más.

El saber investigar, siempre será la fuente de la verdad. El quitarnos los sesgos que hemos
adoptado o nos han inculcado, siempre será el mejor camino para comprender nuestra
historia y rescatar los conocimientos que tenían nuestros ancestros hace cientos de años.

En la historia nunca existirá lo bueno o lo malo, hablemos de los sacrificios humanos de


ciertas culturas o de los modos de colonización de otras. Al final, eran pueblos que
actuaban conforme a los valores que se tenían en esas épocas.

Debemos de dejar ver la historia como blanco o negro, y en lugar de eso, analizar
críticamente todos los puntos de vista posibles, para hacernos de una buena comprensión
de los hechos y abandonar la ignorancia, solo de esa manera avanzaremos hacia una
mejor sociedad y por ende, un mejor futuro para todos.

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