Está en la página 1de 18

Resumen Ciencias para la ciudadanía

Biomoléculas
Las biomoléculas o moléculas biológicas son todas aquellas moléculas propias de los seres vivos,
ya sea como producto de sus funciones biológicas o como constituyente de sus cuerpos. Se
presentan en un enorme y variado rango de tamaños, formas y funciones. Las principales
biomoléculas son los carbohidratos, las proteínas, los lípidos, los aminoácidos, las vitaminas y
los ácidos nucleicos.

Fuente: https://concepto.de/biomoleculas/#ixzz8AV0EuLIv
¿Qué son macromoléculas ?
Las macromoléculas son polímeros, es decir, moléculas que están formadas por unión de varias
moléculas más pequeñas, como una cadena. Cada eslabón de la cadena se denomina monómero,
mientras que la cadena completa sería el polímero. Existen distintos tipos de polímeros, y en la
materia viva, los principales son las proteínas y los ácidos nucleicos. Una proteína está formada por
aminoácidos unidos entre sí, y los ácidos nucleicos, por nucleótidos. En la célula existen dos tipos
de ácidos nucleicos: el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN). Este último
es la segunda macromolécula más abundante en una célula procariota en crecimiento.
Existen otras macromoléculas también, como los polisacáridos, cuyo nombre significa muchos
azúcares. Estos polímeros están presentes en la pared celular de células vegetales como celulosa, y
en tejidos de almacenamiento de carbono y energía como tejido adiposo en forma de glucógeno, si
bien sus monómeros (monosacáridos) y moléculas formadas a partir de ellos (como los disacáridos),
son comunes a todas las células.
Los lípidos también son considerados macromoléculas, a pesar de que en realidad no tienen una
estructura polimérica. Estos comprenden una gran variedad de moléculas cuya principal
característica común es que son hidrofóbicas, es decir, que no son solubles en el agua. El ejemplo
más importante son los ácidos grasos que forman parte de la estructura de las membranas celulares.
No debe dejarse de lado, en todo caso, que el principal componente de la materia viva es en realidad
una molécula inorgánica, el agua. Es gracias a la presencia del agua que toda la vida puede existir,
pues todos los procesos biológicos necesitan de ella en mayor o menor medida. No es el agua, en
todo caso, la única molécula inorgánica de las células, en ellas además encontramos una variedad
de otras moléculas inorgánicas, que cumplen las más diversas funciones, desde formar parte de
estructuras hasta ayudar en la función de las enzimas, y, en general, se denominan “minerales”.
Tipos de macromoléculas

Están basadas en la Son todas aquellas que no


química del carbono. Estas
biomoléculas son
Organicos Inorganicos están basadas en el
carbono, excepto algunas
producto de las reacciones como el CO2(g) y en CO.
químicas del cuerpo o del Estas pueden ser parte
metabolismo de los seres tanto de los seres
vivientes.
constituidas
Están
Proteinas agua vivientes como de los
objetos inanimados.
fundamentalmente por
carbono (C), hidrógeno (H) Fuente: https://concepto.d
y oxígeno (O). e/biomoleculas/#ixzz8AV1x
lípidos mHdD

Fuente: NA + K= Participa en la
https://concepto.de/biom conducción del impulso nervioso.
oleculas/#ixzz8AV2WJFRp
carbo sales Ca; Forma marte de la estructura
de huesos y dientes.
hidratos minerales
I; Es el constituyente de las
hormonas tiroideas .

Fe: Es constituyente de la
hemoglobina.

P: Constituyente de huesos
dientes atp, etc.

1. Agua
La molécula de agua (H2O) está compuesta por dos átomos de Hidrógeno (H) y un átomo de
Oxigeno (O) unidos por enlaces covalentes (aquellos en que se comparten los electrones)
El oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno, lo que significa que atrae hacia sí los electrones
del enlace, creando en la molécula zonas con distinta cantidad de carga, lo que se denomina
polaridad. Por esta razón se dice que la molécula de agua es un dipolo, con una leve carga
electronegativa hacia el oxígeno y una leve carga electropositiva hacia los hidrógenos. Esta
propiedad permite que las moléculas de agua formen enlaces entre sí. El oxígeno de una molécula
atrae a los hidrógenos
de las moléculas aledañas, formando los denominados puentes de hidrógeno. Los puentes de
hidrógeno son uniones más débiles y de menos tiempo que un enlace covalente, pero al
estar presentes en gran cantidad le otorgan a las moléculas una gran fuerza de cohesión, que a
su vez explica la mayoría de las propiedades del agua.
2. Sales minerales

Se denomina sales minerales a cualquier compuesto iónico inorgánico que esté presente
en las células. En los s i s t e m a s vivos p o d e m o s encontrar estas sales inorgánicas en
tres formas:

Disueltas: Elementos c o m o el Sodio (Na+), Potasio (K+), Calcio (Ca+), Cloro (Cl-), y
compuestos como Bicarbonato (HCO3-) y Fosfato (PO4-3) se encuentran disueltos en
medios acuosos, formando electrolitos. Estos iones participan en múltiples reacciones
químicas que involucran cargas eléctricas. Por ejemplo, participan en la regulación de
la acidez (pH), como tampones o buffer, y en la formación de potenciales eléctricos en
las neuronas. Además, algunos iones como Na+ y Cl- mantienen el equilibrio hidrosalino
(equilibrio entre sales y agua), aportando a la homeostasis celular.

Precipitadas: Las sales también pueden formar estructuras sólidas y rígidas, al estar
precipitadas. Por ejemplo, los huesos tienen amplias estructuras extracelulares formados
por fosfato Ca3(PO4)2 precipitado sobre una matriz de proteínas fibrosas, que les
permiten tener al mismo tiempo dureza y elasticidad.

Combinadas: Algunas macromoléculas requieren de iones inorgánicos para su


funcionamiento, por lo que las sales minerales se combinan en su estructura. Por ejemplo,
la Hemoglobina es una proteína que contiene Hierro (Fe+2), el que le permite ejercer su
función, la cual es asociarse a oxígeno. Otro ejemplo lo es la clorofila, que se asocia con
Magnesio (Mg+2). Algunos iones se asocian a enzimas, proteínas que actúan como
biocatalizadores. Sin las enzimas las reacciones bioquímicas se desarrollarían a velocidades
tan bajas que la vida sería simplemente imposible. Muchas enzimas necesitan para su
funcionamiento la presencia de ciertas sales específicas, que, en estos casos, toman el
nombre de cofactores enzimáticos.

3. Carbohidratos
Los carbohidratos, glúcidos, azúcares o hidratos de carbono están compuestos por Carbono (C),
Hidrogeno (H) y Oxigeno (O). No todos los carbohidratos son dulces ni todas sus moléculas
están hidratadas. En esta categoría se incluyen tanto los monómeros (azúcares) como los
polímeros de azúcares. Los más básicos son los monosacáridos (mono = uno, sacárido =azúcar)
o azúcares simples que presentan una proporción de carbono, hidrógeno y oxígeno 1:2:1
(CnH2nOn), respectivamente. Los disacáridos son azúcares dobles, que se componen de dos
monosacáridos unidos mediante una reacción de condensación. Los polisacáridos son
macromoléculas compuestos de muchos azúcares simples unidos entre sí, formando un polímero.
Los carbohidratos tienen función estructural, como parte de la pared celular de hongos y
vegetales, o de la coraza de los artrópodos, pero su principal función es como fuente energética
de rápida utilización. El organismo utiliza como fuente energética preferente a los
monosacáridos. Los organismos también guardan azúcares almacenados, por ejemplo, los animales
guardan glucógeno en el hígado, y las plantas, almidón. Ambos polisacáridos están formados por
glucosas unidas entre sí mediante enlaces glucosídicos, y puede ser liberadas en caso de
necesidad. La formación y ruptura de los enlaces no sólo tiene fines energéticos, sino también se
utiliza para la generación de componentes estructurales como la quitina o la celulosa.
4. Lípidos

Compuestos o r g á n i c o s formados principalmente p o r C, H y O en baja


proporción. Son bastante distintos entre s í , pero tienen como característica común ser
hidrofóbicos (insolubles en agua). Al existir tanta variedad no existe una unidad básica o
monómero. Aun así, se clasifican dentro de las macromoléculas.

Los lípidos se han clasificado tradicionalmente en saponificables (que pueden formar


jabón) y no saponificables, de acuerdo a la presencia o no de ácidos grasos en su estructura.
En el primer grupo encontramos acilglicéridos y fosfolípidos, mientras que los lípidos sin
ácidos graso en su estructura tienen como representantes a los esteroides y terpenos.

Clasificación de los lípidos según presencia de ácidos grasos

Célula
¿Qué es la célula?
Comenzaremos por definir a la célula como la unidad más pequeña de la materia viva, que tiene la
capacidad de realizar todas las funciones de los seres vivos. Podemos imaginarla como la primera
piedra de una casa; como la unidad básica del organismo, capaz de realizar todas las funciones
necesarias para el diario vivir: crecer, reproducirse, respirar, nutrirse, responder a estímulos y
diferenciarse unas de otras.

El origen del concepto de célula

En el año 1665, un científico llamado Robert Hooke, utilizó la palabra


«célula» por primera vez. A través de un microscopio de su propia
fabricación, Hooke examinó un trozo de corcho y observó que parecía
estar formado por pequeñas «celdillas» rodeadas de paredes rígidas.
Por esa característica, decidió llamar «células» a aquellas diminutas
estructuras.
Clasificación de las células
Las células pueden dividirse en dos grandes grupos: procariotas y eucariotas. Esta división se debe
a diferencias fundamentales en cuanto a su tamaño y organización interna.

Células procariontes
Su principal característica es que no poseen núcleo (pro: antes de; karyon: núcleo) y, por lo
tanto, el material genético (ADN) se encuentra en una región denominada nucleoide en el
citoplasma. Generalmente se consideran como células primitivas muy simples, pues carecen de
organelos membranosos. Ejemplos de este tipo de células son los microorganismos como las
bacterias, que son unicelulares, es decir, que están formadas por una célula. Los organismos
procariontes suelen ser bastante más pequeños que los eucariontes (siendo su diámetro unas
diez veces más pequeños). Si bien su principal diferencia es que carecen de núcleo y organelos,
también se diferencian en la estructura de su material genético. El ADN procarionte suele ser
menos que el eucarionte, comúnmente está organizado en un solo cromosoma circular, que se
asocia a un menor número de proteínas y está mucho menos compactado que sus
contrapartes eucariontes. Adicionalmente, en los procariontes es común encontrar pequeñas
moléculas de ADN circular, los plásmidos, que suelen asociarse a genes no esenciales, pero que
dan alguna ventaja selectiva a alguna condición ambiental. Los procariontes fueron los primeros
organismos del planeta, y por 1500 millones de años fueron los únicos, lo que explica que sea
posible encontrar procariontes en cualquier ambiente, incluso ambientes extremos como géiseres,
salares y desiertos.

Fig. Esquema de una bacteria, célula procarionte.


Células eucariontes
Su característica principal es que poseen un núcleo (eu: verdadero; karyon: núcleo) que
contiene el material genético (ADN). Se consideran como células complejas, que aparecieron
mucho más tarde en la evolución, y poseen una serie de organelos membranosos en su interior.
Los únicos organismos pluricelulares que existen están constituidos por células eucariontes. Más
bien por razones históricas y simplicidad, las células eucariontes suelen clasificarse en dos grandes
tipos: animales y vegetales, aunque también forman parte de este grupo los hongos y los protistas.
Estructuras celulares
Membrana plasmática: Constituye el límite de la célula y, por lo tanto, la separa del medio
externo celular y la define. Está formada por una bicapa de fosfolípidos, a la que se asocian
azúcares y proteínas, y, en algunos organismos eucariontes, también esteroles como el colesterol.
Tal como se ha visto anteriormente la molécula de fosfolípidos tiene una estructura anfipática, en
donde existe una cabeza polar que es hidrofílica y, por lo tanto, tiene afinidad con la molécula de
agua, lo que la ubica orientada hacia el citoplasma y el medio extracelular acuoso. La cola del
fosfolípido repele las moléculas de agua, ya que hidrofóbica, por lo tanto, se ubica hacia el centro
de la membrana.
En la bicapa lipídica se encuentran insertas diferentes proteínas, con diversas funciones. La
función más común es la de transportador, tanto hacia el interior como hacia el exterior. Dada su
naturaleza hidrofóbica, la membrana plasmática no permite el paso de sustancias iónicas o polares,
por lo que la presencia de esto transportadores es esencial para permitir el intercambio de materia
con el medio.
Es necesario recordar que tanto los procariontes como los eucariontes poseen una membrana
plasmática, porque ésta es una característica definitoria de la célula. La estructura básica de la
membrana es similar en la mayoría de las células, y en todas ellas la función es la misma: servir
de barrera semi permeable entre la célula y su medio, pero a veces tiene otras funciones, como los
mesosomas en los procariontes, que unen los cromosomas durante la división celular.

Fig. . Esquema de la membrana plasmática eucarionte, la procarionte es similar, solo que no


tiene colesterol.
Cápsula: Bajo ciertas condiciones, algunos organismos procariontes pueden desarrollar una
cápsula, una estructura de protección que cubre por completo a la célula. En bacterias, suele
estar formada principalmente por polisacáridos, actúa para evitar daños debidos a condiciones
ambientales y, en organismos patógenos, previene la unión de los anticuerpos.
Fig. 8. Microfotografía de bacterias encapsuladas. La imagen muestra Streptococcus
pneumoniae, que tiene una típica cápsula compuesta de polisacáridos

Pared celular: Por fuera de la membrana plasmática, algunas células pueden desarrollar una
estructura rígida, que las protege de estrés mecánico, denominada la pared celular. Ésta, si bien
es rígida, no suele impedir de ningún modo el ingreso o salida de sustancias de la célula. Las
bacterias tienen una pared celular compuesta de una mezcla de azúcares y aminoácidos
denominada péptidoglicano; los vegetales presentan una pared de celulosa, y los hongos, una
pared de quitina. No todos los protistas presentan pared celular, y existe una gran diversidad
en cuanto a su composición.

Fig. . Esquema de la pared celular de la célula vegetal


Fig. 9. Esquema de la pared celular de la célula vegetal
Citoplasma: Es el contenido celular que se encuentra al interior de la membrana celular o
plasmática. En el citoplasma se hallan los organelos celulares (en los eucariontes) y una serie de
fibras que le otorgan la forma a cada célula. Tiene una constitución parecida a un gel, menos
fluido que el agua, a pesar que es su componente principal, debido a la gran cantidad de
moléculas disueltas en ella. Está presente tanto en organismos procariontes como eucariontes.

Ribosoma: Es una estructura supramolecular formada por proteínas y ARN ribosomal. Se encarga
de la síntesis de proteínas, por lo que es esencial para la célula, razón por la cual cada una tiene
varios miles de ellos. Están presentes, obviamente, tanto en células eucariontes como
procariontes, y aunque son similares, difieren ligeramente de tamaño. En los eucariontes pueden
ubicarse libres en el citoplasma o unidos a la superficie externa del retículo endoplasmático rugoso
(RER).

Fig. 11. (Izquierda) Microfotografía de varios ribosomas unidos a un ARNm mientras sintetizan
proteínas. (Derecha) Esquema de un ribosoma.
Citoesqueleto: Corresponde a una serie de filamentos proteicos que se encargan de mantener la
forma y la organización de la célula. Participan en el movimiento de organelos y de la misma célula,
en algunos casos. Si bien solía considerarse que solo las células eucariontes poseían citoesqueleto
proteico, actualmente se sabe que las células procariontes tienen proteínas que cumplen con la
misma función, por lo que se consideran también como un citoesqueleto. Debe tomarse en
cuenta, en todo caso, que las estructuras procariontes difieren en gran medida de las eucariontes,
cuyas proteínas probablemente evolucionaron y se diversificaron a partir de éstas.

Fig. 12. (Izquierda) Esquema del citoesqueleto y su relación con otras estructuras citoplásmicas
eucariontes. (Derecha) Células en las que se ha marcado parte del citoesqueleto fluorescentemente:
los microtúbulos en verde y la actina en roj
Cilios y flagelos: Son organelos eucariontes que permiten la movilidad de la célula. Están formados
por prolongaciones delgadas de membrana en cuyo interior hay microtúbulos, un componente
del citoesqueleto. Los flagelos se diferencian de los cilios por su tamaño mucho mayor. Los
procariontes también pueden poseer flagelos, pero son radicalmente distintos a los
eucariontes, pues no corresponden a prolongaciones de membrana, sino a una estructura
estrictamente proteica, que está anclada a la membrana y presenta movimiento rotatorio,
mientras que el eucarionte presenta movimiento lateral, como un látigo.

• Fig. 13. Protozoo ciliado (izquierda) y flagelado (derecha): O. trifallax y Giardia lamblia.
Núcleo: Es el organelo más notorio en el citoplasma de la célula eucarionte. En procariontes el ADN
se encuentra libre en el citoplasma, asociado a pocas proteínas, y puede ser transcrito y traducido
simultáneamente. En cambio, en eucariontes, el material genético se encuentra separado del
contenido celular por una doble membrana, la envoltura nuclear o carioteca, la cual presenta
poros para mantener la comunicación con el citoplasma. Es a través de estos poros que el ARN
mensajero, una vez sintetizado, puede salir hacia el citoplasma para poder ser utilizado en la
síntesis de proteínas. Asimismo, diversos factores proteicos entran y salen del núcleo
constantemente, para que la expresión génica se adapte a las condiciones del medio exterior. El
interior del núcleo no tiene divisiones membranosas, pero sí es posible observar distintas
regiones dinámicas, es decir, que pueden formarse y desaparecer. La región más estable dentro
del núcleo es el nucleolo, en la cual se sintetiza constantemente los ARN ribosomales, y en la
que se arma parte de la estructura del ribosoma.

Fig.14. (Izquierda) Esquema que muestra el núcleo y su relación con el retículo endoplasmático.
(Derecha) Microfotografía de un condrocito en que se observa el núcleo y otras estructuras del
citoplasma.
Mitocondria: Es un organelo de forma usualmente cilíndrica (aunque puede ser casi esférico a
veces) formado por una doble membrana. La membrana interna se encuentra extremadamente
plegada sobre sí misma, formando las crestas mitocondriales. Se encuentra presente en células
eucariontes, tanto animales como vegetales. Tiene por función la síntesis de ATP. La
mitocondria tiene origen bacteriano, según la teoría de endosimbiosis propuesta por Lynn
Margulis, un eucarionte primitivo habría fagocitado (engullido) a una bacteria con capacidad de
utilizar oxígeno, que se habría adaptado a la vida en el interior de la célula. La evolución ha
transferido casi todo el material genético de esta bacteria original hacia el núcleo, pero las
mitocondrias aún conservan parte del ADN, que tiene las características del cromosoma
procarionte.
Fig. 15. Mitocondria. Esquema y microfotografía de transmisión electrónica
Cloroplasto: Es un organelo perteneciente al grupo de los plastidios. Al igual que la mitocondria,
se encuentra formado por dos membranas (una interna y otra externa) y se encuentra presente
en células eucariotas vegetales y algunos protistas. Los cloroplastos contienen clorofila,
pigmento que participa en el proceso de la fotosíntesis, que tiene como resultado la formación
de glucosa, molécula que sirve de alimento para el organismo. Al igual que las mitocondrias, habría
sido adquirido por la fagocitosis de una bacteria capaz de realizar fotosíntesis, y aún conserva
algunos genes propios.
Fotografía y esquema de Cloroplasto.

Vacuola: Vesícula de gran tamaño que puede ocupar desde un 30% a un 90% del volumen celular.
Las vacuolas están presentes en las células vegetales y los hongos, y aunque es posible
encontrar pequeñas vesículas en células animales, no se consideran vacuolas. Las vacuolas tienen
como función principal el almacenaje de agua lo que permite mantener la turgencia de las
plantas, pero también puede almacenar otras sustancias, como almidón o desechos. Es
interesante destacar que el ácido cítrico presente en algunas frutas se almacena en las vacuolas
de sus células.
Retículo endoplasmático (RE): Es una red de tubos y vesículas conectados entre sí, y que forman
parte de la carioteca, con la cual están conectadas. Es un organelo típico de todas las
células eucariotas. Una porción del retículo endoplasmático se encuentra asociado con
ribosomas, recibiendo el nombre de
retículo endoplasmático rugoso (RER) y tiene por función ayudar en la síntesis y maduración de
proteínas de exportación. La porción que no asociada a ribosomas recibe el nombre de retículo
endoplasmático liso (REL) y tiene por función la síntesis y modificación de la mayoría de los lípidos
de la célula (la excepción son los ácidos grasos, que se forman en el citoplasma).
Aparato de Golgi : Es un organelo encargado de procesar, empaquetar y distribuir los lípidos y
proteínas provenientes del retículo endoplasmático liso (REL) y del rugoso (RER), respectivamente.
Se caracteriza por estar formado por una serie de sacos aplanados no conectados, pero que se
comunican entre sí a través de la emisión de vesículas. Desde este organelo se desprenden
vesículas que se dirigen a distintos organelos o hacia la membrana plasmática. Está presente en
todas las células eucariontes.

Fig. 19: Aparato de Golgi, esquema y microfotografía de transmisión


Peroxisomas: Corresponden a pequeñas vesículas formadas en el aparato de Golgi que contienen
en su interior enzimas capaces de destruir sustancias tóxicas, utilizando oxígeno en la reacción
de peroxidación, lo que tiene como resultado la formación de agua oxigenada (peróxido de
hidrógeno; H2O2). Están formados por una sola membrana y están presentes en todas las células
eucariontes. Se piensa que originalmente su función era eliminar el oxígeno, que podía ser tóxico
para la célula por su reactividad, pero que al adquirir los eucariontes primitivos la mitocondria, y
con ella la capacidad de utilizar el oxígeno en su beneficio, adquirió una nueva función.

Fig. 20. Microfotografía de transmisión de peroxisomas. Su alta concentración de enzimas los hace
ver muy densos a los electrones. Se muestra también las reacciones catalizadas por las enzimas
peroxisomales, peroxidación y descomposición del peróxido de hidrógen
Lisosomas: Son un tipo de vesícula de una sola membrana formada en el aparato de Golgi,
que contiene enzimas digestivas que le permiten digerir o degradar sustancias incorporadas a la
célula. También puede degradar organelos o partes obsoletas de la célula, proceso conocido
como digestión celular. Se encuentran ausentes en los vegetales, que utilizan para este proceso,
si lo necesitan, la vacuola central.

Fig. 21. Vías de degradación de sustancias y organelos que involucran la unión al lisosoma.
Transporte Celular
2. Transporte celular
Incluso en un organismo multicelular, la base de su estructura está en las células, así que son éstas, en último término,
las que deben realizar las funciones más básicas para que el organismo logre sobrevivir. Las células requieren
nutrientes del exterior y deben eliminar sustancias de desecho procedentes del metabolismo y mantener su medio
interno estable. Para posibilitar este intercambio, la membrana celular presenta una permeabilidad selectiva,
es decir, selecciona lo que entra o lo que sale de la célula. Debido a su estructura, compuesta de una bicapa lipídica,
la membrana permite el paso de moléculas lipófilicas, o sea que tengan afinidad por los lípidos, e impide el paso de
moléculas hidrofílicas (aunque depende un poco de su tamaño).

2.1 La membrana plasmática


Todas las células poseen membrana plasmática, estructura que rodea a la célula, definiendo su extensión y
manteniendo las diferencias entre el contenido de la célula y su entorno. Aunque realicen diferentes funciones,
todas las membranas biológicas tienen una estructura básica común: una doble capa continua de unos 5 nm de grosor
de moléculas lipídicas, en la que están insertas proteínas, y a la que se asocian también carbohidratos. Esta
estructura es dinámica y fluida, lo que significa que la mayoría de sus moléculas son capaces de desplazarse en el
plano de la membrana (no pasar de una monocapa a la otra). Los componentes de la membrana plasmática están
en continuo movimiento de un lado a otro, y también la membrana por sí
misma está en movimiento. En 1972, Singer y Nicholson propusieron el modelo de mosaico fluido para la membrana
plasmática, que indica que los componentes de la membrana están separados, como las partes de un mosaico, y que
pueden desplazarse independientemente.
Actualmente, el modelo de mosaico fluido ha ido sufriendo modificaciones, porque sabemos que no todos los
componentes de la membrana tienen la misma capacidad de desplazamiento lateral. Existen maneras en la
célula de “fijar” un conjunto de componentes entre sí para evitar que se separen, e incluso de mantenerlo en un
mismo lugar, independiente del movimiento del resto de la membrana. Sin embargo, a pesar de estos cambios,
la idea de la membrana como un conjunto de elementos independientes y móviles es muy útil para comprender su
funcionamiento.
Funciones de la Membrana Celular
1. Constituir el límite fundamental de toda célula.
2. Regular los movimientos de sustancias desde y hacia la célula, manteniendo la concentración intracelular de
moléculas en los niveles adecuados para que se realicen los procesos celulares básicos y se mantenga la
homeostasis.
3. Conducir potenciales de acción electroquímicos en células excitables (como las neuronas y las células musculares).
4. Participar en interacciones directas con la membrana plasmática de células vecinas, formando uniones
intercelulares.
5. Mantener estable la forma celular con la ayuda de la interacción con elementos del citoesqueleto y de la matriz
extracelular.
6. Transducir señales hormonales y nerviosas.
2.2 Transporte a través de membrana celular
Como vimos con anterioridad, la bicapa lipídica de la membrana celular actúa como una barrera que separa dos
medios acuosos. Los mecanismos que permiten a las sustancias cruzar las membranas plasmáticas de las células son
esenciales para la vida y la comunicación entre células. El transporte a través de la membrana celular puede
clasificarse en dos tipos básicos, según su uso de la energía.
Transporte pasivo: no requiere energía para que la sustancia cruce la membrana plasmática. En esta categoría
se incluyen: Difusión simple (que incluye Osmosis), Ultrafiltración y Difusión facilitada.
Transporte activo: se utiliza una fuente de energía para que una sustancia atraviese la membrana. En esta categoría
se incluyen: Transporte activo primario y secundario y transporte de grandes moléculas.

También podría gustarte