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A punto de cumplirse un año cada vez queda más patente como las promesas de
Chaves son tan ciertas como decir que la luna es de queso. Su principal promesa
de campaña: “bajar el costo de vida” se empantano en el baúl de los desechos
desde el primer minuto.
Frente a esta situación, por ejemplo, el sector turismo anunció despidos para
reducir costos, igualmente las empresas de Zonas Francas -principalmente
vinculadas al agro-, a pesar de ser el sector que más crece, dijeron ser afectados
por la depreciación del colón y anunciaron despidos.
Uno de sectores que más choca con Chaves es el de salud, desde el intento del
gobierno por no realizar el ajuste salarial hasta los diversos avances en la
privatización de la Caja y la aplicación de la Ley de Empleo Público, los sectores
trabajadores de salud le han plantado la cara con diversas protestas,
convirtiéndose en uno de los movimientos más dinámicos.
A las protestas del sindicalismo hay que sumarle las hechas por algunos sectores
populares vulnerables, como ocurrió en Limón dónde las personas salieron a
manifestarse por la promesa rota de Chaves de construir un hospital en la
provincia -y contra la eliminación del Bono de Vivienda.
A su vez las universidades tuvieron un recorte, en términos reales del 10% del
presupuesto, cuestión que se tradujo en un ajuste contra las becas ¡Las Rectorías
firman un FEES desastroso y luego la pasan la factura a los sectores más
vulnerables!
En este caso de trata de una política que rompe con ciertos sectores de la
burguesía dedicada al agro, principalmente a los productos tradicionales, como es
el caso de los productores de arroz. En el país la producción del agro, a groso
modo, se puede dividir en el sector de productos tradicionales y el de frutas
tropicales (enfocado en la exportación y el control de supermercados) y los
importadores.
El fantasma de la pugna
Un elemento novedoso que trajo este gobierno fue la pugna entre sectores de la
burguesía y el gobierno, su primer performance fue entre el presidente y el grupo
nación, con el transcurrir del tiempo se han ido aglutinando otros más.
Con el sector agro tiene toda una fractura con los burgueses a quienes afecta la
Ruta del Arroz para favorecer a los importadores, en educación rompió con el
respaldo de las universidades públicas y ahora son las privadas las que se
colocan al frente, en el caso de la Caja choca con sectores trabajadores y algunos
empresariales por privatizar y favorecer a los operadores de seguros privados, ni
dudar de sus vínculos con en sector autobusero -incluso el gobierno insinuó el
cierre del Incofer (1)-, sectores más, sectores menos lo cierto es que Chaves no
tiende a “llevarse bien” con sectores tradicionales de la burguesía más bien
día a día apila más anticuerpos.
Otro elemento de la pugna es que pareciera incrementar -de forma leve aún- la
polarización social, algo demostrado por ejemplo, en la marcha del sector agro y
en las protestas de los cuerpos policiales, tal parece que salir a la calle es cada
vez más la tónica frente a las políticas de Chaves, ya sea con elementos
progresivos o reaccionarios. De hecho, si vemos con detenimiento cada una de
sus “rutas estrella” vinieron acompañas de algún tipo de protesta o movilización.
En balances anteriores hemos hablado que existe una “luna de miel” de los
sectores populares con el gobierno, si bien aún no se puede afirmar que la misma
haya terminado lo cierto es que Chaves cada día “la tiene más difícil “ y su careta
se fractura más frente a las exigencias de las personas.
Sus rasgos de gobierno autoritario y personalista así como sus modo brabucón de
hacer política pareciera alejar a sectores burgueses, ninguno que tenga peso
importante pareciera estar “casado” con el gobierno, contradictoriamente su base
de apoyo reside en los sectores populares. Pero, la aplicación del ajuste del FMI y
las políticas anti-derechos crean descontento y bronca, por lo cual es un gobierno
frágil.
Por su parte el Frente Amplio tiene su objetivo en ser una “oposición responsable”
y estar “abiertos a negociar con el gobierno”, al la vez que también intentan
canalizar el descontento por medio de la institucionalidad y la defensa del “Estado
social de derecho”, sin cuestionar el fondo del capitalismo ni llamar a la
organización y la independencia del gobierno.
Notas.