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En menos de un mes, el gobierno de Javier Milei ha lanzado un verdadero ataque sobre las
conquistas históricas de la clase trabajadora y las libertades democráticas ciudadanas, y
pretende imponer con represión una contrarreforma ultra-neoliberal que incluye, entre
muchos aspectos, una mega devaluación del salario, el aumento del combustible, y la quita
de subsidios a los servicios esenciales para la población.
Estas medidas constituyen una transferencia histórica de recursos desde los sectores más
vulnerados de la sociedad, los que viven de su trabajo, hacia los sectores de poder más
concentrado, los que desde hace años se la vienen llevando “en pala”, los empresarios
amigos de los políticos, los Macri, los Caputo y la famosa “casta”.
Y todo esto se ha visto recrudecido por los anuncios del actual gobierno a través de un
Decreto de Necesidad y Urgencia y una llamada ley ómnibus, donde en ambos casos se
atenta contra la soberanía nacional tirando por la borda derechos conquistados con años y
años de lucha. Una versión más recrudecida y reaccionaria de la LUC que hemos vivido en
Uruguay.
Sintéticamente, nombraremos algunos de los efectos más nocivos del ataque conservador
de Milei y su gobierno:
Se congela el ingreso para las y los jubilados, haciéndolos aún más pobres.
Se desregula el control de las coberturas médicas, lo que ya llevó a un aumento de más del
50 % en las cuotas de las prepagas. Además, se prohíbe la producción de medicamentos
genéricos, beneficiando a los grandes laboratorios.
Todo, en claro favor de los poderes económicos más concentrados, la banca privada y las
multinacionales.
Las reformas propuestas atacan especialmente a las mujeres trabajadoras y pobres, que
tienen que sostener sus hogares como pueden, que tienen dos o tres trabajos, además de
las tareas domésticas, y que necesitan una salud y una educación públicas gratuitas y de
calidad para sus familias.
Milei y todo su equipo político vienen liderando una campaña contra los derechos de las
mujeres y las disidencias sexuales. Ya se han manifestado contra el aborto y la posibilidad
de restringir la ley conseguida con la “marea verde” y “la revolución de las pibas”. Quieren
imponer un discurso patriarcal, conservador y heteronormativo.
Además, el gobierno pretende obligar a que el parlamento convalide una delegación sin
precedentes de facultades legislativas para concentrarlas en la figura presidencial, lo que
configuraría un virtual cierre del parlamento.
En materia internacional, Milei es un ferviente defensor del Estado de Israel y, al igual que
Lacalle Pou, ha venido legitimando y justificando el verdadero genocidio que se está
perpetrado en Palestina desde octubre pasado. Milei se alinea con los poderes imperialistas
y, como se dijo, es el gatito mimoso del Fondo Monetario Internacional y la Casa Blanca.
Hoy Argentina vive una jornada histórica, donde a pesar de las adversidades, finalmente se
expresó la voluntad popular de rechazo contundente a las medidas antipopulares del
gobierno a través de cacerolazos y manifestaciones en varios puntos del país.
Esperamos con ansias que este asombroso paro sea el inicio de un plan de lucha hasta que
se pueda tirar abajo el conjunto de estas medidas reaccionarias y hacer retroceder al
gobierno ajustador.
Como dicen en Argentina, a las fuerzas del cielo se las enfrenta con la movilización en las
calles.
Desde Uruguay nos sumamos a las acciones internacionales de solidaridad con la clase
trabajadora y el pueblo argentino. Hoy se han desarrollado manifestaciones en Berlín,
Bruselas, Madrid, Barcelona, París, Toulouse, Roma, Santiago de Chile, Antofagasta,
Valparaíso, La Paz, San Pablo, Lima, y varias otras ciudades del mundo que manifiestan su
apoyo internacionalista.
Tenemos que saber una cosa: si gana el pueblo argentino, todos los pueblos del mundo
estaremos en mejores condiciones para luchar contra los planes de los gobiernos
hambreadores y autoritarios.