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1 Entre los tres tipos de nutrientes presentes en los alimentos (carbohidratos, proteínas y grasas), los
. carbohidratos son los que más contribuyen la subida de los niveles de glucosa sanguínea después de las
comidas y por lo tanto constituyen el factor principal que determine las necesidades de insulina en relación con
el consumo de los alimentos.
2 Además, las mismas cantidades de carbohidratos, sean de absorción rápida o de absorción lenta, aumentan el
. azúcar sanguíneo más o menos de la misma forma (1 gramo de carbohidratos aumenta la glucosa sanguínea
más o menos 3-5 mg/dl). Eso quiere decir que es más bien la cantidad que el tipo de hidrato de carbono que
juega un papel importante y es clave al determinar las necesidades pre-ingesta de insulina.
Por lo tanto, para calcular la cantidad de insulina necesaria para una comida o un tentempié determinado,
sencillamente hay que contar los gramos de carbohidratos a consumir.
Una vez que el/la paciente haya aprendido a contar los carbohidratos es posible establecer un ratio insulina/hidratos
personalizado. Dicha proporción insulina/carbohidratos se puede utilizar para calcular la dosis pre-ingesta de insulina.
Carbohidratos Carbohidratos
Alimento por 100 gr
Alimento por 100 gr
Melocotón 6 gr Croissant 58 gr
Plátano 15 gr Legumbres
Higos 11 gr Verduras
Bebidas
Cerveza 3.5 gr
También se pueden preparar tablas más sencillas (de las dimensiones de una tarjeta de crédito) con información
sobre la cantidad de carbohidratos. Estas tablas se diseñan como una clase de “chuleta” para los pacientes. Algunas
personas prefieren utilizar las tablas en las que se agrupan los alimentos en raciones que contienen 5, 15, 25 gramos
de carbohidratos (Véase la tabla a continuación).
35 gr. palitos de pan 1/2 taza de yogur con fruta (125 gr)
50 gr. pizza
El contenido preciso de carbohidratos también se encuentra en las etiquetas de los productos alimenticios, los cuales
incluyen la información nutritiva total de los correspondientes alimentos. En estos casos hay que prestar especial
atención al tamaño de la ración y los gramos de carbohidratos que contiene cada ración.
Carbohidratos (total) 60 gr 6 gr
- azúcares 21 gr 2.1 gr
- almidones 39 gr 3.9 gr
1 taza de té 150 ml
1 cuchara 5 gr de azúcar
Una vez calculado el peso de una ración, se puede multiplicar por el porcentaje de carbohidratos de un alimento
determinado (utilizando la tabla arriba mencionada) y luego dividir por cien. El resultado es la cantidad de
carbohidratos que se contiene en una ración en concreto.
Ejemplo:
Peso del alimento (ración) X porcentaje de carbohidratos / 100 = Carbohidratos en una ración determinada
Al sumar todos los carbohidratos de una comida determinada, se puede llegar a un cálculo razonable de los
carbohidratos consumidos en una comida. Véase el siguiente ejemplo
Pan 50 gr 50 x 60 : 100 = 30
Si se utilizan tablas estandarizadas de contenido de carbohidratos, hay que calcular la medida de la ración del
alimento en cuestión.
Ejemplo:
Si un paciente consume 60 gr de pan blanco, él sabe que 40 gr contiene 25 gr de carbohidratos. Para determinar
cuántos carbohidratos hay en 60 gr hay que tomar en cuenta que 60 g de pan = 1 1/2 raciones. Por lo tanto, el
contenido de carbohidratos seria 25+25/2= 37,5 gr.
El índice glucémico
El índice glucémico de los alimentos es un número que indica cómo un alimento determinado afecta los niveles de
glucosa sanguínea postprandiales. En concreto, el número indica hasta qué punto un alimento determinado puede
elevar el nivel de la glucosa sanguínea, utilizando como punto de referencia el pan blanco, un hidrato de carbono de
rápida absorción, y asignándole a dicho alimento el número 100. A los alimentos se les asignan un número de 1 a
100, y cuanto más alto el número, más rápido se digiere y se absorbe el alimento y por lo tanto repercute en el nivel
de glucosa sanguínea. La Tabla siguiete detalla los índices glucémicos de algunos alimentos en comparación con el
pan blanco. Las patatas, los copos de maíz y el arroz blanco tienen un índice glucémico alto y entran en la sangre en
la forma de glucosa más rápido que las legumbres, que tienen un índice glucémico bajo y se absorben y entran en la
sangre más lentamente.
El índice glucémico de algunos alimentos, utilizando como punto de referencia de rápida absorción el pan blanco.
Para calcular el índice glucémico respecto a la glucosa, hay que multiplicar por 0,73
Piña Cebada/centeno 48
Muesli 80 Pomelo 36
Plátano 77 Fructosa 32
Chocolate 70 Cerezas 32
El índice glucémico sólo contempla los tipos de carbohidratos y no incluye la cantidad, y por lo tanto no influye en la
dosis de insulina pre-ingesta. Por ejemplo, los cincuenta gramos de carbohidratos de un determinado alimento se
deberían calcular con la dosis de insulina antes de comer, sin tener en cuenta que el índice glucémico sea 25 o 98. Es
más, sean lo que sean los gramos de carbohidratos que se consumen y la cantidad de insulina que se administre, hay
que anticipar valores de glucemia sanguínea más altas 1-2 horas después de consumir un alimento con un alto índice
glucémico.
Entre cuatro y cinco horas después de consumir una comida de bajo índice glucémico, la glucosa sanguínea debería
volver a los niveles pre-ingestos. Para evitar una glucosa alta 1-2 horas después de una comida, el paciente debería
consumir alimentos de bajo índice glucémico o añadir grasas o fibra alimenticia a la comida para ralentizar la
absorción y la digestión de los alimentos consumidos. Para los pacientes que utilicen la bomba de insulina, es posible
utilizar distintos tipos de bolos en función del contenido de la comida: para las comidas de alto índice glucémico, es
mejor utilizar un bolo estándar; y para las comidas de bajo índice glucémico se recomienda un bolo de onda cuadrada.
El índice glucémico no es un número exacto, ya que puede variar de caso a otro en función de la cantidad de grasa o
proteína presente en una comida, el tipo de fibra y su cantidad, y la tasa o el orden en que se consumen los alimentos
de una comida. El hecho de que algunos carbohidratos se pueden comer crudos y otros cocidos, la zona geográfica en
que se produce el alimento, y el momento de la cosecha (fruta madura versus fruta verde) también influyen en el
índice glucémico de dichos alimentos. Con la experiencia y los autocontroles de glucemia, el paciente puede aprender
a reconocer su propia respuesta sanguínea a los distinto alimentos, y por lo tanto su propio índice glucémico. El
paciente podrá ver que pequeñas cantidades de ciertos alimentos como la pizza puede dar un efecto no esperado en
la glucemia sanguínea y por lo tanto pueden ajustar sus dosis de insulina, la cantidad que comen o incrementar la
actividad física para poder acomodar dichos alimentos. Aunque el índice glucémico no es un sustituto para la cuenta
de los carbohidratos, sí se puede utilizar para alcanzar un mejor control de la glucosa sanguínea.
La carga glucémica
Se propone la carga glucémica para ayudar a anticipar la respuesta glucémica a las comidas. Se obtiene la carga
glucémica de un determinado alimento al multiplicar el índice glucémico por la cantidad de carbohidratos que contiene
una determinada ración de dicho alimento. Se calcula la carga glucémica total de una comida al sumar la carga
glucémica de cada uno de los alimentos que componen dicha comida. El uso de la “carga glucémica” ayuda a entender
mejor la importancia de las cuantidades de los carbohidratos. Por ejemplo, compare 400 gr de uvas con 50 gr de
panes de desayuno sin mantequilla. Las uvas tienen un índice glucémico de aproximadamente 55, mientras el de los
panes llega a 65. Dado que 400 gr de uvas contiene unos 60 gr de carbohidratos, la carga glucémica es 60 x 55 =
3300
Por otro lado, 50 gr de panes de desayuno contienen unos 35 gr de carbohidratos, por lo que su carga glucémica es
35 x 65= 2275, más baja que la ración de uvas. Este sencillo ejemplo demuestra lo engañoso que puede ser una
generalización basada estrictamente en el contenido de carbohidratos y el tipo de alimento, lo cual podría llevarnos a
pensar erróneamente que la fruta siempre es mejor que el pan, sin especificar el tipo y la cantidad consumida.
Ya que es difícil en práctica tomar en cuenta a la vez el índice glucémico y la cantidad de carbohidratos de un alimento
determinado, se le aconseja al paciente aprender a contar los carbohidratos y luego recordar por ejemplo, que la
misma cantidad de patatas sube la glucosa sanguínea más rápido que el pan, que se absorbe más rápido que las
frutas y legumbres.
•la correcta aplicación de este método requiere la asistencia de un equipo sanitario calificado y con
experiencia;
•es necesario tener cierta aptitud al hacer los cálculos; y
•existe la posibilidad de aumentar de peso si no se controla el consumo de grasas y proteínas.