TEMARIO OPOSICIÓN INGRESO CARRERA DIPLOMÁTICA

GRUPO SEGUNDO

Luis Ramiro Fernández

Profesor Titular de Ciencia Política
Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED

Tema 5

El sistema constitucional estadounidense. La Constitución de los EE.

UU. El control de constitucionalidad de las leyes y las mutaciones
constitucionales. Régimen electoral y sistema de partidos. Los grupos
de presión.

Sumario: 1. Contextualización. 2. La Constitución de los EE. UU. 2.1

El ejecutivo. 2.2 El legislativo. 2.3 Los Estados. 3. El control de
constitucionalidad de las leyes y las mutaciones constitucionales. 4.
Régimen electoral y sistema de partidos. 4.1 El sistema electoral 4.2
Elecciones presidenciales, legislativas federales, en los estados y locales.
4.3 El Partido Demócrata. 4.4 El Partido Republicano. 5. Los grupos
de presión.

1. Contextualización

Los Estados Unidos de América son un sistema político federal formado por cincuenta
estados más el Distrito de Columbia. El Estado tiene su origen en 1776 (Declaración de
Independencia), su Constitución fue elaborada en 1787 y entró en vigor en 1789. Las
condiciones muy específicas de la formación del Estado y de su sistema político al final
del siglo XVIII favorecieron algunos rasgos cuya combinación le dota de gran
originalidad (una Constitución escrita antigua en términos relativos, una división de
poderes horizontal entre instituciones ejecutivas, judiciales y legislativas, y vertical entre
el gobierno federal y los estados, que resulta en un sistema de contrapesos, checks and
balances, complejo). En términos comparados algunos rasgos de la política
estadounidense aparecen como muy excepcionales, entre otros, su bipartidismo, la
naturaleza de sus partidos, sus sistemas electorales y de administración electoral, los
niveles de participación electoral bajos, el muy influyente papel de los recursos
financieros en los proceso electorales que requieren una inversión creciente, o la
frecuencia de bloqueos políticos debido al ‘gobierno dividido’ entre un ejecutivo y un
legislativo federales controlados por diferentes partidos, entre otros elementos de la
política estadounidense. Estos apuntes, procedentes de las fuentes que aparecen al final
del texto, abordan los principales componentes del sistema político y del proceso político
estadounidense.

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2. La Constitución de los Estados Unidos

La Constitución de los Estados Unidos es uno de los documentos constitucionales más

antiguos y más influyentes en el panorama político internacional. Esta Constitución
incluye elementos que han sido objeto de debates sobre diseño institucional democrático
en numerosos países y algunos de sus rasgos han sido considerados como modelos para
otros textos constitucionales de diversos países. Siendo el cimiento básico del sistema
político estadounidense, algunos de sus elementos son sin embargo objeto de notables
controversias políticas y legales contemporáneas.

2.1. El ejecutivo

Aunque el Presidente de los Estados Unidos es uno de los cargos ejecutivos más
poderosos de la política internacional, sin embargo, en términos políticos y
constitucionales comparados, su capacidad de actuación está decisivamente limitada por
el Congreso y por los tribunales de justicia. En gran medida su poder depende de las
posibilidades y su habilidad para lograr generar mayorías de apoyo en el Congreso. Esta
circunstancia tiene su origen en la pretensión de los constituyentes de que el ejecutivo y
el legislativo se controlaran mutuamente.

El Presidente de los Estados Unidos es jefe del Estado y jefe del gobierno. Como jefe del
Estado ejerce los poderes simbólicos habituales, es comandante en jefe de las fuerzas
armadas, decide sobre la implicación en intervenciones militares (aunque la declaración
de guerra compete al Congreso) con ciertos controles por parte del Congreso, dispone de
iniciativa en política exterior -como la capacidad para firmar tratados con países
extranjeros y para reconocer gobiernos y establecer relaciones diplomáticas-, y dispone
de iniciativa en política económica para el diseño del presupuesto y para influir en la
política económica fiscal de la que es competente el Congreso. En gran parte, el poder
del presidente reside en su capacidad de ejercer funciones de dirección política como jefe
del gobierno, líder del partido y personificación de los objetivos políticos definidos en su
programa electoral. Buena parte del liderazgo de los presidentes estadounidenses depende
de su capacidad para mantener una coalición de apoyo que le aporte mayorías en el
Senado y en la Cámara de Representantes que hagan posible el avance de su agenda
legislativa en el Congreso. En su capacidad de jefe del gobierno federal y de la
administración federal el Presidente es responsable de la implementación de esa
legislación y puede, en todo caso, promover su agenda política a través de executive
orders.

Como señala el anterior párrafo es fundamental tener en cuenta que dado el contexto
institucional de la Constitución el ejercicio de la Presidencia de Estados Unidos es muy
dependiente de las habilidades políticas de quien la ocupa, de su capacidad para transmitir
un mensaje y un programa político, de sus destrezas políticas para negociar mayorías en
el Congreso y administrar un equipo presidencial, más allá del gobierno, cada vez más
amplio y políticamente relevante en la Casa Blanca.

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El gobierno está formado por los responsables de cada departamento (ministerio), apenas
tiene un funcionamiento colectivo, y sus miembros deben ser confirmados por el Senado.
La posición de los miembros del gobierno es de muy clara subordinación frente al
Presidente. El Presidente cuenta también con la asistencia del Vicepresidente, que ha
concurrido con el Presidente a las elecciones y que ha sido designado por él. Se trata de
una figura apenas relevante en términos formales pero, una vez más y como han mostrado
algunos casos recientes, su importancia es variable y, dependiendo de sus habilidades y
capacidades políticas así como de las del Presidente, puede llegar a ser muy influyente.

2.2. El legislativo

Como en otros sistemas políticos federales en Estados Unidos encontramos un legislativo

bicameral, el Congreso (Congress), con cada una de sus dos cámaras proporcionando
diferentes niveles de representación. Siguiendo la lógica habitual en estos casos el Senado
(Senate) representaría a los estados y a estos les corresponde en esa cámara el mismo
número de senadores independientemente de su población; la Cámara de Representantes
(House of Representatives) representaría en cambio al electorado de manera que el
número de House representatives que le corresponde a cada estado se distribuye según
su población. Los miembros del Congreso se eligen en distritos uninominales por mayoría
simple (salvo en algunos estados).

El Congress ha ocupado una posición preminente frente a la Presidencia durante buena

parte de la historia política estadounidense. Sin embargo, a lo largo del siglo XX los
poderes presidenciales se expandieron de modo que la situación ha conducido a un mayor
equilibro entre el ejecutivo y el legislativo estadounidense.

Más allá de los poderes concedidos al Congreso en la Constitución su mayor influencia y

relevancia política se concentra en cuatro aspectos clave: la elaboración, discusión y
aprobación de legislación; la supervisión y control de la administración federal; la
aprobación del presupuesto federal propuesto por la Presidencia; la confirmación de
nombramientos presidenciales (por parte del Senado).

El Senado es la cámara alta y está compuesto por dos senadores procedentes de cada uno
de los cincuenta estados que son elegidos por períodos de seis años. La renovación
(parcial) del Senado se produce cada dos años con elecciones que afectan a un tercio de
los senadores. La sobrerrepresentación de los estados con menor población genera
desequilibrios que, dada la desigualdad de población entre los estados, alcanza un nivel
sobresaliente. El Senado está presidido por el Vicepresidente de los Estados Unidos lo
cual puede tener cierta importancia política puesto que puede participar en las votaciones
en caso de que se produzca un empate. En cualquier caso, mucho más relevante es el
puesto de Senate majority leader, el líder del grupo mayoritario en la Cámara, puesto que
tiene competencias sobre la agenda legislativa y sobre la organización del proceso
legislativo.

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En términos de sus poderes legislativos (iniciativa, elaboración, discusión, enmienda,

votación), los del Senado y la Cámara de Representantes están equilibrados, pero el
Senado tiene el poder de aprobar los nombramientos presidenciales (incluidos los de la
Tribunal Supremo) y tiene un poder decisivo en el procedimiento de cese del Presidente
(impeachment).

La Cámara de Representantes es la cámara baja del legislativo y está formada por 435
miembros elegidos para períodos de dos años (reelegidos simultáneamente). Cada diez
años se redistribuye el número de representantes entre los estados según su población de
modo que los estados más poblados ganan representantes en ese procedimiento. El
Speaker of the House es el líder del grupo político mayoritario de la cámara, actúa como
líder del partido mayoritario y como figura clave en la organización de la cámara y del
proceso legislativo.

2.3. Los estados

Los Estados Unidos son una federación, es decir, su sistema político es federal. Esto
implica que el poder político se encuentra distribuido entre el gobierno federal y el de los
cincuenta estados. Cada estado dispone de su propia constitución, de un gobernador, de
cámaras legislativas y de una corte suprema con funciones constitucionales. La
distribución de poderes políticos en Estados Unidos es, como en todo sistema federal o
casi-federal, relativamente compleja pero, en términos muy sintéticos, asigna al nivel
federal la mayor parte de cuestiones relativas a las políticas económica, exterior y de
defensa, y a los estados y a la administración local cuestiones de especial relevancia como
la gestión y/o supervisión de los servicios de bienestar social, de policía, de educación y
de ordenación del territorio.

El complejo diseño federal del sistema político de Estados Unidos es una cuestión política
abierta y disputada; ha variado desde un federalismo dual (con los poderes
correspondientes a cada nivel definidos claramente), a un federalismo cooperativo (que
requería la cooperación de los diferentes niveles) a, recientemente, una situación de
‘nuevo federalismo’ en que los estados han ganado (o recuperado) un papel
crecientemente relevante.

3. El control de constitucionalidad de las leyes y las mutaciones constitucionales

El debate constitucional en los Estados Unidos ha enfrentado con frecuencia la visión

enraizada en la interpretación originalist frente a sus críticos. Frente al originalism, que
defiende interpretar la Constitución del modo en que la entendían sus redactores, otras
visiones aducen que los objetivos de los redactores originales no están claros, la
interpretación de las palabras no es indisputada, la redacción es resultado de consensos
contingentes, y que con esa interpretación ‘original’ la Constitución adquiere una rigidez
que favorece interpretaciones anacrónicas y hace muy difícil su adaptación a la realidad
política y social contemporánea.

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Es una Constitución muy antigua que ha sido escasamente reformada. Sólo ha

experimentado 27 enmiendas. El proceso de enmienda debe ser propuesto por dos tercios
de ambas Cámaras legislativas o por las cámaras legislativas de dos tercios de los estados.
La enmienda se ratifica por las cámaras legislativas de tres cuartos de los estados. Siendo
un procedimiento relativamente simple, la experiencia ha demostrado que es muy difícil
políticamente reunir las mayorías que hagan posible una reforma constitucional. De este
modo, los cambios constitucionales siguen más bien otras vías como la revisión judicial
por parte del Tribunal Supremo.

El Tribunal Supremo tiene la capacidad de revisión judicial, es decir, de dictaminar si las

leyes o decisiones políticas del gobierno son constitucionales. El Tribunal Supremo está
formado por nueve miembros que desempeñan sus tareas por un período vitalicio, que
son nominados por el Presidente y que deben ser confirmados por el Senado. El grado
potencial de partidismo o, en todo caso, la orientación ideológica de los miembros del
Tribunal Supremo, es un elemento relevante, de impacto influyente, en la política
estadounidense dado el papel político fundamental del Tribunal Supremo.

4. Régimen electoral y sistema de partidos

En lo relativo al proceso electoral y al sistema de partidos Estados Unidos presenta ciertas

peculiaridades muy destacables. El sistema político de Estados Unidos destaca por
someter a elección un número y tipo de puestos mucho mayor comparativamente que en
el resto de democracias de tipo occidental. Sin embargo, los niveles de participación
electoral son comparativamente muy bajos. A pesar de que la cultura política
estadounidense alaba la implicación cívica, la participación electoral es, en algunos casos,
extraordinariamente baja. El sistema institucional y de partidos han favorecido
históricamente una reducción muy considerable de la oferta de opciones políticas
disponibles para el votante (opciones políticas o partidos con opciones de alcanzar los
puestos de representación y dirección política más importantes) si, de nuevo, se compara
con otras democracias asimilables. La participación electoral además de ser baja es
considerablemente desigual entre grupos sociales definidos por su nivel educativo, edad,
origen étnico y bienestar material. El bipartidismo aparece con un nivel de intensidad
inusual en otras democracias. Los partidos Demócrata y Republicano consiguen todos los
escaños en la Cámara de Representantes y en el Senado con muy pocas excepciones. El
proceso electoral es largo sobre todo para la elección de Presidente. Las campañas
electorales son extraordinariamente costosas, el gasto de partidos y de candidatos en ellas
es muy elevado

4.1. El sistema electoral

Un gran número de elementos del proceso electoral estadounidense son realmente

excepcionales en el marco comparado de los sistemas políticos democráticos, avanzados,
de tipo occidental (incluyendo, por ejemplo, procedimientos electorales notablemente
diferentes en cada estado). La elección de Presidente se rige por una forma que, en
términos comparados, es peculiar. El Presidente es elegido en una votación indirecta ya
que los votantes individuales, los ciudadanos que deciden votar, votan en cada estado y
sus votos son traducidos en votos de un Colegio Electoral. Este procedimiento tiene su
origen en el proceso de elaboración de la Constitución estadounidense, surgiendo como

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compromiso entre los partidarios de que el congreso eligiera al presidente, por un lado, y
los que defendían que se eligiera a través de un voto popular directo, por otro lado. Cada
estado recibe tantos votos en el Colegio Electoral como miembros del Congreso tiene. En
la mayor parte de los estados el candidato que obtiene el mayor número de votos
populares en el estado recibe la totalidad de votos electorales de ese estado en el Colegio
Electoral. Este sistema ciertamente puede provocar que un candidato sea elegido
presidente alcanzando la mayoría de los votos en el Colegio Electoral gracias a lograr una
mayoría de los votos populares sólo en los estados más poblados, o que -como ha ocurrido
varias veces recientemente- un presidente logre la mayoría en el Colegio Electoral sin
lograr la mayoría del voto popular.

En las elecciones al Senado y a la Cámara de Representantes se usa un sistema

mayoritario en distritos uninominales.

4.2. Elecciones presidenciales, legislativas federales, en los estados y locales

Las elecciones presidenciales son las elecciones más importantes en el proceso político
estadounidense. Las elecciones a la Presidencia de los Estados Unidos destacan por la
inusual larga duración del proceso electoral y por el extraordinariamente elevado
presupuesto que cada candidato moviliza en ese período de campaña considerablemente
prolongado. Las elecciones se celebran cada cuatro años. No obstante, es clave entender
que, aunque la campaña electoral tiene lugar durante los meses previos a la celebración
de las elecciones en Noviembre, el período de primarias para la nominación o selección
del candidato Demócrata o Republicano dentro de cada partido y el período conocido
como pre-primarias o de primarias invisibles (como se conocen en la literatura
especializada), con estrategias comunicativas y movimientos organizativos (los llamados
comités exploratorios) por parte de candidatos potenciales, con atención de medios de
comunicación a esos procesos, alarga la dinámica de campaña electoral para algunos
candidatos hasta incluso dos o tres años antes del año de celebración de las elecciones.
En todo caso, alrededor de 18 meses antes de la celebración de las elecciones es usual
que buena parte de los candidatos desarrollen ya actividades de campaña.

La fase de las primarias de partidos se inicia en el mes de febrero en el año en que se van
a celebrar las elecciones con los procesos de primarias de Iowa y New Hampshire. La
designación del candidato presidencial se produce en una convención de cada partido al
final del verano de ese año electoral. Esto quiere decir que la campaña propiamente dicha
se produciría entre septiembre y noviembre del año electoral.

Aunque sólo los candidatos de los partidos Demócrata y Republicano tienen oportunidad
de ser elegidos siempre hay candidatos de terceros partidos que, en algunos casos
excepcionales, han logrado afectar al equilibrio electoral entre los dos grandes partidos
recibiendo un apoyo significativo en las elecciones presidenciales.

Cada dos años todos los escaños de la Cámara de Representantes y un tercio de los
miembros del Senado se someten a renovación mediante un sistema mayoritario en

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distritos uninominales. Los candidatos deben también haber sido previamente

seleccionados (nominados) mediante un proceso de primarias.

En cada estado los ciudadanos son convocados a un considerable número de elecciones

adicionales para seleccionar gobernadores del estado, miembros de las cámaras
legislativas de cada estado, alcaldes, concejales, fiscales, sheriffs y otro buen número de
responsables políticos y administrativos. Las elecciones a gobernador, sobre todo, son las
más relevantes y las que atraen mayor atención (y, de nuevo, mayor inversión y gastos
exorbitantes en la campaña electoral). Las elecciones para las cámaras legislativas de los
estados son igualmente relevantes debido a la influencia de los gobernadores y de estas
cámaras en el diseño de la distribución de las circunscripciones electorales (asunto de una
importancia política imposible de exagerar debido a la frecuencia del uso de esta
oportunidad para redistribuir escaños y rediseñar distritos electorales siguiendo criterios
de ventaja partidista).

4.3. El Partido Demócrata

El partido tiene su origen en la década de 1820 e históricamente era la fuerza política

dominante en el sur del país. Los Demócratas estuvieron décadas en la oposición hasta
que en la década de los años 1930 alcanzaron el gobierno en una ola de cambio político
que, tras la Gran Recesión, reivindicaba la implicación e intervención del Estado en la
resolución de los graves problemas económicos y sociales que afectaban al país (el New
Deal de Franklin D. Roosevelt). Tras la Segunda Guerra Mundial el partido Demócrata
fue capaz de mantener una mayoría sólida de ambas cámaras legislativas hasta perderla
finalmente en los años 1990. Desde los años 1930 los Demócratas son el partido que
defiende los intereses de los sectores más desfavorecidos económicamente, las políticas
públicas sociales y de bienestar, o la regulación y la intervención estatal en la economía
(incluyendo un terreno crecientemente conflictivo como el de las regulaciones
medioambientales). En los años 1960 tuvo lugar uno de los cambios políticos y electorales
más importantes cuando el impulso de políticas destinadas a garantizar los derechos
cívicos y políticos de la población afroamericana por parte del partido Demócrata, su
respaldo al movimiento de los derechos civiles, dividió al partido, le hizo perder apoyo
en sus tradicionales bastiones electorales de los estados del sur, y le privó
progresivamente del apoyo de parte de la población blanca en esos estados. Este cambio
modificó los alineamientos electorales y políticos de Estados Unidos de modo decisivo.
Desde aquel realineamiento electoral el partido Demócrata disfruta de un apoyo relativo
superior entre las minorías étnicas, los sectores económicamente desfavorecidos (aunque
realineamientos recientes hacen que los Republicanos gocen del apoyo de algunos
sectores de la clase obrera y de sectores de menor nivel educativo), población urbana y
de las áreas metropolitanas, o sectores de educación elevada. Es un partido progresista de
centro-izquierda (liberal, en el lenguaje político estadounidense).

4.4. El Partido Republicano

Es coloquialmente conocido como el Grand Old Party (GOP). Tiene su origen en el

período inmediatamente anterior a la Guerra Civil cuando los Demócratas opuestos a la
esclavitud se escindieron para fundar un nuevo partido. Era el partido dominante en el

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Norte del país y ganó la mayor parte de las elecciones presidenciales desde el final de la
Guerra Civil hasta la Segunda Guerra Mundial. El partido ha sido históricamente un
partido conservador moderado, pero ha incluido e incluye tendencias de conservadurismo
tradicional (centradas en la reducción de la intervención del Estado en la economía), de
neoconservadurismo (que enfatizan valores morales y religiosos tradicionales), de
derecha libertaria, o de conservadurismo radical, con variable peso. Los Republicanos
contaban habitualmente con el apoyo de sectores sociales económicamente favorecidos
(rentas altas y medias), de habitantes de zonas urbanas residenciales, de votantes
religiosos (especialmente los asociados a algunas denominaciones, evangélicos, por
ejemplo) y socialmente conservadores, y de votantes de estados rurales y del medio oeste.
Cambios sociales y políticos recientes han supuesto cierto realineamiento de sus apoyos,
disfrutando de ventaja electoral relativa entre los votantes rurales, los votantes blancos de
clase obrera, religiosos, del medio oeste y del sur del país.

5. Los grupos de presión

Los grupos de presión o grupos de interés se desarrollaron, tal y como los conocemos
ahora, especialmente a lo largo del siglo XX. Los grupos de interés estadounidenses
actuales son muy numerosos y diversos en términos de su ámbito de actuación (desde el
nivel federal al local) y en términos de la amplitud de sus objetivos y atención temática
(desde grupos empresariales de grandes sectores productivos, como las industrias del
sector energético, por ejemplo, a organizaciones concentradas en temáticas muy
específicas, como la reforma penal, por ejemplo).

Los grupos de interés ejercen una influencia notable sobre el proceso de elaboración de
decisiones políticas en Estados Unidos. Los grupos de interés se concentran en el ejercicio
de la influencia política en campos muy específicos de políticas públicas. Son organismos
con frecuencia muy profesionalizados y con financiación y presupuestos muy
considerables. Una de las vías por las que ejercen su influencia política es a través de la
financiación de partidos y candidatos. Desde los años 1970 nueva legislación sobre los
grupos de interés permite que un tipo muy específico, los denominados Political Action
Committee (PAC), eviten las restricciones a la financiación de candidatos y partidos que
afectaban a organizaciones sociales y sindicatos y, con ello ha impulsado la importancia
de los PAC.

5.1 Implicación cívica: movimientos y organizaciones sociales

La historia política y social de los Estados Unidos ha incluido un protagonismo muy

relevante y muy frecuente de organizaciones y movimientos sociales. La importancia de
esas organizaciones sociales en el desarrollo político y social de los Estados Unidos es
comúnmente aceptada y forma parte destacada del modo en que la sociedad
estadounidense se percibe a sí misma. La Revolución y la Guerra de Independencia, el
movimiento sufragista en el siglo XIX, el movimiento de los derechos civiles en la década
de 1950 y 1960, el movimiento pacifista en las décadas de los años 1960 y 1970, son
instancias de movilización social clave en la historia política estadounidense, momentos

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importantes de procesos de inclusión política de demandas y de intereses sociales y

políticos.

La sociedad estadounidense ha destacado tradicionalmente por su implicación cívica y

participación en asociaciones, organizaciones sociales (religiosas, políticas, sindicales,
culturales, etc.) y se ha usado como ejemplo de implicación superior al de otras
sociedades de tipo occidental.

En el período reciente se ha subrayado, en cambio, un declive en el grado de implicación

cívica que situaría a la sociedad estadounidense en parámetros no tan diferentes a los de
otros sistemas políticos de tipo occidental. Por un lado, existe un debilitamiento de las
organizaciones sociales y cívicas; por otro, se ha producido una reducción de la
implicación ciudadana que ha conllevado un cambio además en el modo en que las
organizaciones se estructuran (más basadas en una administración profesionalizada y en
el uso de nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, menos basadas en
la implicación de sus miembros en las actividades). A esto se añaden tendencias a la
implicación desiguales según los recursos de todo tipo, económicos, sociales y
educativos, de los individuos, lo cual refuerza pautas de desigualdad en la influencia
política de distintos grupos sociales.

A pesar de estas tendencias las movilizaciones sociales y políticas, la aparición y

desarrollo de influyentes movimientos y organizaciones sociales, han sido frecuentes e
importantes en los años 2000, destacando -por ejemplo- movilizaciones sobre
inmigración, sobre derechos de minorías (muy especialmente, aún, los de la población
afroamericana), sobre derechos de las mujeres, o la organización de sectores políticos
conservadores alrededor del Tea Party.

Referencias
Los contenidos anteriores resumen las aportaciones de dos fuentes fundamentales:

Kesselman, Mark, Joel Krieger, William Joseph. 2019. Introduction to Comparative

Politics. Boston: Cengage.

McCormick, John. 2020. Cases in Comparative Government and Politics. London:

MacMillan-Red Globe Press.

Bibliografía específica sobre Estados Unidos adicional

Dahl, R. 2004. How democratic is the American Constitution? New Haven: Yale
University Press (Hay traducción al castellano como ¿Es democrática la Constitución
de los Estados Unidos? Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica).

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Kernell, Samuel, Gary Jacobson, Thad Kousser; Lynn Vavreck. 2016. The logic of
American politics, Thousand Oaks, California: CQ Press.

Fuentes online
White House: www.whitehouse.gov
Senate: www.senate.gov
House of Representatives: www.house.gov
Supreme Court: www.supremecourt.gov

Otros recursos de aprendizaje online de tipo académico sobre política de Estados

Unidos, blogs, podcasts, cursos gratuitos:

http://uspolitics.org/student/CoD-ToC.htm

https://blogs.lse.ac.uk/usappblog/

https://podcasts.apple.com/us/podcast/the-science-of-politics/id1295747297

https://podcasts.apple.com/us/podcast/the-politics-guys/id977015568

https://www.edx.org/course/american-government-constitutional-foundations

https://www.edx.org/course/us-political-institutions-congress-presidency-cour

https://ocw.mit.edu/courses/find-by-
topic/#cat=socialscience&subcat=politicalscience&spec=americanpolitics

https://www.khanacademy.org/humanities/ap-us-government-and-
politics/interactions-among-branches-of-government

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