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TEMA 7.

Los sistemas presidenciales: el modelo de Estados Unidos y de la mayoría de los países


de América latina.

Modelos presidencialistas
El sistema presidencial es una forma de gobierno en la cual el presidente es el jefe ejecutivo y es
elegido directamente por el pueblo. Además el presidente es al mismo tiempo jefe del Estado y
jefe del gobierno.

En este sistema, las tres ramas (ejecutiva, legislativa y judicial) son constitucionalmente
independientes entre sí, y ninguna rama puede destituir o disolver ninguna otra.

El presidente es responsable de hacer cumplir las leyes, el legislativo para hacerlas y los
tribunales para juzgar. A cada uno se le otorgan poderes específicos para controlar y equilibrar a
los demás.

Este sistema fue inventado por los fundadores de Estados Unidos para proporcionar una
alternativa a la forma parlamentaria de gobierno.

Se conoce como 'presidencial' porque el presidente es elegido directamente. Ésta es su máxima


característica. Además el Presidente concentra más poder que un primer ministro en un
parlamentario.

En el sistema presidencial existe menos cooperación y relación con el resto de poderes que en el
parlamentario. De hecho, el poder en el sistema presidencial se divide entre muchos, por lo que
ningún individuo o institución puede llegar a ser supremo. Existe lo que se conoce como sistema
de pesos y contrapesos o sistema de “check and balance”.

- El modelo norteamericano (EEUU).


A diferencia de muchos países con formas parlamentarias de gobierno, donde el papel del
presidente o jefe de estado es principalmente ceremonial, en los Estados Unidos el presidente
tiene gran autoridad y es posiblemente el funcionario electo más poderoso del mundo. Además es
al mismo tiempo jefe del Estado y jefe del gobierno.

El presidente de los Estados Unidos es Joe Biden, quien se convirtió en el 46º presidente de los
Estados Unidos en 2021. El presidente de los Estados Unidos goza de un mandato de cuatro años
siendo reelegible únicamente por un segundo mandato más. La vicepresidente de los Estados
Unidos es Kamala Harris, quien además es el presidente del Senado. Ambos, presidente y
vicepresidente son elegidos de manera indirecta por los ciudadanos americanos mediante un
sistema de colegios electorales.

La Constitución define sucintamente las funciones presidenciales, los poderes y las


responsabilidades.

El principal deber del presidente es asegurarse de que las leyes se ejecuten fielmente, y este
deber se realiza a través de un elaborado sistema de agencias ejecutivas que incluye
departamentos a nivel de gabinete.

Los presidentes designan a todos los jefes de gabinete y la mayoría de los funcionarios de alto
rango de la rama ejecutiva del gobierno federal.
También nominan a todos los jueces de la judicatura federal, incluidos los miembros de la Corte
Suprema. Sus nombramientos para puestos ejecutivos y judiciales deben ser aprobados por una
mayoría del Senado (la cámara alta del Congreso). El Senado por lo general confirma estos
nombramientos, aunque ocasionalmente puede rechazar un candidato en el caso de que la
mayoría de los miembros tengan fuertes objeciones.

En el caso del poder legislativo, el parlamento de los Estados Unidos se llama Congreso. El
Congreso de los Estados Unidos está dividido en dos cámaras: la Cámara de los Representantes
o House of the Representatives (la cámara baja) y el Senado o Senate (la cámara alta).

En el caso del sistema judicial de los Estados Unidos: la cúspide del sistema es el Tribunal
Supremo (Supreme Court). Estados Unidos no dispone de un Tribunal Constitucional sino que
presente un sistema de control de la constitucionalidad difuso, es decir, esta labor corresponde a
cada uno de los jueces (frente a los sistemas de control de la constitucionalidad concentrada
como el español donde existe un Tribunal Constitucional con estas funciones de intérprete máximo
de la Constitución y de control de la constitucionalidad.

El presidente es también el comandante en jefe del ejército del país y tiene autoridad ilimitada
para dirigir los movimientos de tierra, mar y aire.

El presidente tiene el poder de hacer tratados con gobiernos extranjeros, aunque el Senado debe
aprobar tales tratados por una mayoría de dos tercios.

Finalmente, el presidente tiene el poder de aprobar o rechazar (vetar) proyectos de ley aprobados
por el Congreso, aunque el Congreso puede anular el veto del presidente si logra una mayoría de
dos tercios a favor de la medida.

Estados Unidos es la federación más antigua del mundo. Es una república constitucional,
democrática y representativa, "en la que el mandato de la mayoría es regulado por los derechos
de las minorías, protegidos por la ley“.

El gobierno está regulado por un sistema de controles y equilibrios (check and balances system),
definidos por la Constitución, que sirve como el documento legal supremo del país. En el sistema
federal estadounidense, los ciudadanos están generalmente sujetos a tres niveles de gobierno:
federal, estatal y local; los deberes del gobierno local comúnmente se dividen entre los gobiernos
de los condados y municipios.

El gobierno federal se divide en tres ramas de poder:


1. Poder legislativo: El Congreso bicameral, compuesto por el Senado y la Cámara de
Representantes. Su función es crear las leyes federales, hacer declaraciones de guerra,
aprobar los tratados, administrar los fondos públicos y tiene el poder del impeachment (o
juicio político), por medio del cual pueden destituir a funcionarios del gobierno.
El Congreso de los Estados Unidos: la Cámara de los Representantes (House of
Representatives) y el Senado (Senate).
La Cámara de Representantes tiene 435 miembros electos, cada uno
representando a un distrito del Congreso para un mandato de dos años. Los lugares dentro
de la cámara se distribuyen entre los estados según su población cada diez años. Según el
censo, siete estados tienen el mínimo de un representante, mientras que California, el
estado más poblado, tiene cincuenta y tres.
El Senado tiene 100 miembros, ya que cada estado cuenta con dos senadores,
elegidos para un término de seis años; un tercio de los escaños en el Senado son electos
cada dos años.

2. Poder ejecutivo: El presidente es el comandante en jefe de las fuerzas armadas, puede


vetar los proyectos de ley antes de que se conviertan en leyes oficiales y nombra a los
miembros del gabinete (sujeto a la aprobación del Senado) y otros oficiales, que
administran y hacer cumplir las leyes federales y políticas.
3. Poder judicial: La Corte Suprema (The Supreme Court) y los tribunales federales
inferiores, cuyos jueces son nombrados por el presidente con la aprobación del Senado,
interpretan las leyes y suprimen las que se consideren anticonstitucionales.
La Corte Suprema o The Supreme Court, liderada por el jefe de justicia, tiene
nueve miembros, que sirven de manera permanente.
Todas las leyes y los procedimientos gubernamentales están sujetas a revisión
judicial, y se anula cualquier ley que esté en contra de la Constitución.
La Constitución de los Estados Unidos: 7 artículos y 27 enmiendas.
El texto original de la Constitución establece la estructura y responsabilidades del
gobierno federal y su relación con los gobiernos estados. El Art. 1 protege el derecho al
"gran recurso" de habeas corpus y el art. 3 garantiza el derecho a un juicio con jurado en
todos los casos penales. Las enmiendas a la Constitución requieren la aprobación de tres
cuartas partes de los estados. La Constitución ha sido enmendada veintisiete veces; las
primeras diez enmiendas, que componen la Carta de Derechos (bills of rights) y la
decimocuarta enmienda forman la base central de las garantías individuales.

Los Estados Unidos: 50 Estados y el distrito federal de Columbia

Los EE.UU. a nivel de organización territorial como hemos visto es un Estado federal.
Los gobiernos de los cincuenta estados están estructurados de manera más o menos similar,
aunque Nebraska es el único que tiene un parlamento unicameral.

El gobernador (jefe ejecutivo) de cada estado es elegido por sufragio directo. Algunos jueces de
estado y funcionarios de gabinete son designados por los gobernadores de los respectivos
estados, mientras que otros son elegidos por voto popular.

- Los modelos latinoamericanos.


Prácticamente todos los países de habla hispana en América Latina, así como Brasil, el único país
de habla portuguesa en el continente, tienen un sistema de gobierno presidencial en lugar de uno
parlamentario o semipresidencial.

Los países latinoamericanos con un sistema parlamentario y semipresidencial son excepciones.


Parlamentarios: Belice,Jamaica, Bahamas,Granada, San Cristobal y Nevis, Santa Lucía, San
Vicente y las Granadinas (monarquías parlamentarias) y Surinam, Trinidad y Tobago, Barbados,
Dominica (repúblicas parlamentarias) y semipresidenciales (Haití, Guyana).

Al principio, el constitucionalismo latinoamericano tuvo cuatro influencias principales durante el


establecimiento de sus instituciones:
1) La Constitución de los Estados Unidos.
2) La Constitución española liberal derivada de la Constitución de Cádiz.
3) La escuela de pensamiento francesa, especialmente a partir de las ideas de Rousseau,
Montesquieu y Sieyes y las Constituciones de 1791, 1793 y 1795.
4) Indirectamente la Constitución inglesa a través de las obras de Locke, Blackstone y otros.
5) Algunos documentos de la época afirman que los redactores de la constitución utilizaron la
Constitución británica como guía.

Los sistemas presidenciales originales en América Latina se inspiraron claramente en el de los


Estados Unidos de América. Algunos crearon un presidente fuerte o simplemente fuerte, pero
controlado por el Congreso. Otros fortalecieron el Poder Legislativo como el centro del poder,
aunque la primera tendencia prevaleció más tarde.

En resumen: el sistema predominante en América Latina es el Presidencial (México, Brasil,


Colombia, Perú, Argentina, Chile, Costa Rica,… son países presidenciales).

Cada país latinoamericano presenta sus peculiaridades. Las generalizaciones son casi siempre
imprecisas y se cometen errores graves. Por tanto, a la hora de la explicación vamos a llevar a
cabo generalizaciones para entender las características básicas de cada modelo pero debemos
de entender que cada país tiene su propia historia política también.

Una vez que se logró la independencia, las naciones de Estado no existieron. Por el contrario, nos
encontramos con intereses de grupos oligárquicos, como el de la burguesía agrícola o minera, el
alto clero y el ejército. La sociedad era muy heterogénea y no se encontraba bien definida.

Existía una fuerte inestabilidad política que empeoró debido a guerras externas entre países
provocado en numerosas ocasiones por conflictos fronterizos (por ejemplo: la Guerra del Pacífico
entre Bolivia y Chile o la guerra contra la Triple Alianza entre Paraguay y Argentina, Brasil y
Uruguay); así mismo, surgieron conflictos de índole interna que fueron el resultado de sangrientas
luchas por el poder que a menudo degeneraron en violencia y caos, o intentos separatistas,
invasiones e intervenciones extranjeras.

El presidente a menudo parecía una figura fuerte debido a la acumulación de atribuciones


conferidas por la Constitución. Sin embargo, su campo de acción estaba restringido por el de los
grupos oligárquicos que si sentían que ya no los representaba o temían la continuación de sus
intereses, conspiraban para derrocar al presidente, originado en múltiples disturbios, revoluciones
de palacio y golpes de Estado . Esto a su vez fortaleció el poder militar, el aparente guardián del
orden social, que el mismo no respetaría en numerosas ocasiones llevando a cabo levantamientos
militares.

La inestabilidad económica fue nota predominante junto con la frecuente convulsión política. Las
economías de los países de la región se centraban en unos pocos productos importantes,
generalmente agrícolas, que hacían de estas economías muy vulnerables a las fluctuaciones de
los precios de exportación, especialmente en aquellos países en los que uno, dos o tres productos
constituían su base de exportación y en economías donde no había diversificación de recursos.

En términos generales, las ramas del poder legislativo y judicial, así como los partidos políticos, no
fueron capaces de alcanzar el prestigio o la confianza social necesarios para ir paulatinamente
consolidando democracias estables. En muchos casos, fueron identificados con corrupción y
sufrieron un enorme desprestigio.

Muchos países latinoamericanos tenían sistemas multipartidistas moderados o extremistas muy


ideologizados; estas características, se contraponen al sistema bipartidista de EE. UU.
(demócratas vs republicanos) en las que las diferencias ideológicas no son tan grandes y se
produce una alternancia con relativa normalidad.

Los factores descritos anteriormente llevaron a los presidentes a poseer amplias facultades
legislativas, que los ejecutivos estadounidenses no tienen, y amplias atribuciones para instituir
estados de emergencia, de sitio o de necesidad y para poder tomar medidas en estos procesos.
Esto ha provocado que en la mayoría de los Estados de América Latina nos encontremos con
Estados presidenciales imperfectos donde la división de poderes no es perfecta y se produce una
preeminencia del poder ejecutivo sobre el legislativo.

Además podemos destacar la existencia actual de tres países en América Latina que no pueden
ser calificados de democracias: Cuba, Nicaragua y Venezuela.

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