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Matricula: 100673507
Sección: 20
Capitulo VII
Genética y Herencia
La genética es la diciplina que se ocupa del estudio y el comportamiento de las unidades conocidas
sobre la genética fue Gregorio Mendel (1822-1884). Mendel observo, que las unidades genéticas
aparecían pareadas por l (1822-1884). Mendel observo, que las unidades genéticas aparecían
apareadas por cada carácter, y cada descendiente heredaba una de esas unidades del pal de cada
progenitor. Cada miembro de un pal de genes se denomina alelo.
Selección y Evolución
El acto de selección natural se lleva a efecto mediante tres procedimientos o principios básicos, los
cuales representan condiciones indispensables para la ocurrencia de dicho fenómeno.
Variabilidad: Significa que cada especie está conformada por aun enorme variedad de especies,
entre los hay grandes diferencias adaptivas; unos tipos son más adaptables que otros.
Heredabilidad: Según este principio, los hijos heredan los rasgos de sus padres en cierta medida y
forma.
Éxito reproductivo diferencial.: Significa, que cuanto mejor adaptados están los miembros de una
especie, engendran decendencia más calificada y de mayor cantidad de generación en generación,
que lo experimentaron problemas de adopción.
Flujo genético
De los Mediante este proceso, los genes son trasmitidos de una a otra generación, a través de los
emparejamientos y la reproducción. El flujo genético actúa en sentido contrario a lo que ocurre
mediante la deriva genética y la selección natural, es decir, mientras que, en estos dos procesos, por
lo regular enfatizan las diferencias entre poblaciones, el flujo genético opera reduciendo la
diferencia entre los miembros de una población determinada.
Deriva genética
Consiste en una serie de proceso producidos al azar, mediante los cuales se afecta la frecuencia
genética en poblaciones reducidas y aisladas desde el punto de vista de su vinculación con grupos
externos.
La etología humana
Estudia el comportamiento humano del punto de vista biológico en contextos culturares; es decir,
procura aislar cuales rasgos pertenecen a la naturaleza humana propiamente dicha, desde aun
perspectiva genética.
CAPITULO IX
Para hablar con propiedad sobre el origen de la especie humana es indispensable partir de su
relación genética con otras especies sobre las que el Homo sapiens ha alcanzado niveles de
superioridad extraordinarios.
En ejercicio de clasificación primaria al Homo sapiens se le ubica entre los mamíferos placentarios,
dentro de los cuales ostenta una categoría protagónica. En este orden el humano está incluido en el
grupo de los llamados Euterios o mamíferos placentarios, que representan el tipo más evolucionado
en la subdivisión de los mamíferos placentarios, que representa el tipo más evolucionado en
subdivisión de los mamíferos modernos que, a su vez se subdivide en tres subclases.
Generalmente se acepta que, el primer hominidonido bípedo fue el Australophecos, a pesar de que,
como ya dijimos, estudios recientes revelan que, Ardithecus Ramidus no era un póngido que se
desplazaba mediante el bipedalismo, si no el primer homínido.
En este surgimiento del mecanismo de locomicion bipedal incidieron varios factores y causas, todas
las cuales están asociadas a la necesidad de liberar las extremidades superiores como recurso para
agarrar distintos objetos relacionados con la subsistencia y que había que trasladar a ciertas
distancias.
Según se muestra en la gráfica presentada por (Ember y Perigrine) acerca de la línea seguida en el
proceso de hominización el más remoto a centro humano es Andipithescus ramadis, seguido por el
Australopiteco que tiene varias subdivisiones según distintas evaluaciones paleoantropologías.
En este sentido ya habíamos requerido el factor MAD (ADN mitocondrial), pero los autores de Ember
y peregrine abordan el tema afirmando que, investigaciones realizadas en los estados unidos de
Norteamérica y Alemania revelan datos que, contribuyen a arrojar más luz sobre el oscuro
fenómeno antropológico y a la vez reconsideran las creencias anteriores al respeto.