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UNIVERSIDAD NACIONAL

“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, EDUCACION Y
COMUNICACIÓN

ESCUELA DE ARQUEOLOGIA

“HUARAZ: ESTILO BLANCO SOBRE ROJO”

CURSO:

ARQUEOLOGIA PERUANA II

DOCENTE:

Arqueólogo ILDER CRUZ MOSTACERO

ALUMNO:

RODRIGUEZ CRUZ DENNIS VALERY

PALMA USURIAGA MARTIN

GUERRERO MILLA BEATRIZ

BENITEZ MONTALVO DERKY

HUARAZ - 2011 - PERU


INTRODUCCION

LA GESTACIÓN DE LOS DESARROLLOS REGIONALES

El período Formativo finaliza alrededor del año 200 d.C. con el decaimiento de
la tradición Chavín y el surgimiento de vigorosos movimientos culturales en casi
todas las regiones del país. La influencia Chavín termina, en parte, por la
destrucción de Chavín de Huántar por la etnia de los Huaraz, pueblo de
guerreros de procedencia desconocida, portadores de una nueva cultura que
imponen en la región borrando los vestigios del culto Chavín y ocupando las
instalaciones religiosas y administrativas existentes en Huántar y otros
asentamientos. El Centro Ceremonial es invadido por los "bárbaros andinos" y
profanado por la construcción de rústicas viviendas sobre los lugares sagrados,
extinguiéndose así el foco central de la Cultura Chavín. En el campo cultural el
estilo cerámico Blanco sobre Rojo desplaza a las ancestrales formas
Chavinoides y las expresiones de ese estilo caen en desuso.

En todo el mundo andino de la época suceden acontecimientos parecidos;


nuevos pueblos irrumpen violentamente en las comunidades Chavinoides
destruyendo el orden establecido, rompiendo la unidad cultural pan-andina que
existía e imponiendo las formas de vida que les eran propias. La situación se
agrava aún más debido a que en todas las regiones del territorio andino, hasta
en los más lejanos y recónditos vericuetos, se produce una explosión de los
anhelos de liberación y de expresión de la propia personalidad de los pueblos
que habían estado sometidos durante tanto tiempo al yugo de la teocracia
Chavín.

Bajo la férula de los sacerdotes-gobernantes los pobladores del Formativo


habían sentado las bases de la alta cultura y habían satisfecho sus
necesidades vitales y culturales a través del modo de vida oficial, pero al
mismo tiempo, sobre todo durante el Formativo Superior o Tardío, habían
experimentado con nuevas formas de expresión. Con el correr del tiempo las
soluciones Chavín no fueron capaces de satisfacer las nuevas demandas y
exigencias de las comunidades de la época y en cambio los ensayos de éstas
para encontrar maneras propias de expresar su identidad se habían
perfeccionado en grado tal que casi sincrónicamente se produce un
florecimiento cultural en cada una de las regiones del territorio andino. Dicha
efervescencia social termina con la hegemonía Chavinoide y desquicia
totalmente el status vigente hasta entonces. Cada etnia, cada grupo social,
lucha denodadamente por asegurar su supervivencia tanto cultural como vital.
Como consecuencia de ese estado de cosas un periodo turbulento, de
enconadas y cruentas luchas, sucede a la "Paz Chavín". Durante él, se van
afirmando ciertos grupos regionales y principian a darse formas de
organización socio-política aptas para enfrentar los problemas del período. Así
se plasman esbozos de las futuras nacionalidades y aparecen los primeros
curacazgos, señoríos y reinos, cada uno de ellos celosos de su propia
identidad y poseedor de una forma de expresión propia.

En la costa se producen fuertes movimientos culturales que tienen su máxima


expresión en Salinar, Virú, Gallinazo y Puerto Morin en el norte y en la costa
central en Baños de Boza, Chancay y Miramar en Ancón. En la sierra las
expresiones culturales más notables se encuentran en Cajamarca, Huaraz,
Kotosh y Pucará, situadas en Cajamarca, Ancash, Huánuco y Puno
respectivamente.

La inseguridad social de los años comprendidos en el paso del período


Formativo al Floreciente, es decir del Horizonte Chavín al período de las
Culturas y Estados Regionales o Intermedio Temprano, fue muy grave y originó
cambios sustanciales en la organización y formas de vida de los pueblos. En
los asentamientos urbanos y viviendas de los mismos es donde mejor se
expresa la crisis social reinante, pues no en vano "la arquitectura es la historia
lítica de la Humanidad".

Las viviendas dispersas que formaban las aldeas y pueblos del Formativo se
agrupan y aglutinan en núcleos, constituyendo grupos urbanos irregulares pero
concentrados, que se ubican en lugares propicios para la defensa. Inclusive, en
ciertos casos, algunas viviendas de estas Aldeas Aglutinadas se encierran en
número de 15 a más unidades dentro de un recinto cuadrangular,
constituyendo así un reducto dentro del recinto defensivo que forma la propia
aldea.
En cuanto a sus características formales, las viviendas son similares a las del
período anterior, salvo que en su gran mayoría son superficiales debido al
dominio alcanzado en la técnica de levantar muros. Las viviendas tienen
generalmente varios cuartos, que pueden estar comunicados interiormente y
agrupados alrededor de un espacio abierto. En ciertos casos varias unidades
habitacionales se organizan alrededor de un espacio mayor constituyendo los
núcleos ya citados. Las plantas de las habitaciones son sensiblemente
cuadrangulares, aunque abundan las circulares y ovaladas.

Los muros se construyen de piedra rústica asentada con barro y también de


adobes de forma semiesférica, cónica o de diente de maíz. Naturalmente, la
quincha sigue siendo usada profusamente y es muy probable que haya
principiado a usarse el tapial o adobón. Los techos, obviamente, debieron
construirse sobre una estructura de horcones y vigas de madera, o sobre
maderos apoyados directamente sobre las paredes, y la cobertura debió ser
plana y formada por un tinglado de cañas y carrizos recubierto por una espesa
capa de barro. Prácticamente no existen vestigios del techado de las viviendas
del período; pero la cerámica de culturas como la Salinar y la Virú, y algo más
tarde la Mochica, muestran con todo grado de detalle las características de la
techumbre de las casas de los coetáneos de los "limeños" de la época y por
tanto nos es posible extraer las conclusiones del caso. Las puertas fueron
bajas y angostas y las ventanas casi inexistentes, prefiriéndose iluminar y
ventilar las habitaciones mediante desniveles en el techo, es decir, haciendo
uso de teatinas embrionarias.
Reconstrucción hipotética de una aldea
compacta del Periodo Intermedio Temprano.

Como norma general durante estos primeros años del periodo Floreciente, las
aldeas abandonan la inseguridad de la planicie y del valle bajo y se refugian en
las alturas, en lugares agrestes fáciles de defender y desde donde se dominan
los pasos por los que pueden aproximarse eventualmente enemigos.
Frecuentemente el sitio se fortifica mediante la construcción de muros,
terraplenes y fosos que robustecen las defensas naturales que el lugar ofrece y
las viviendas se construyen sobre terrazas escalonadas. La aldea fortificada de
Tajahuana, en el valle de Ica, es un buen ejemplo de este tipo de
asentamiento.

En otros casos, la población ubicada en lo alto de una eminencia natural se


rodea totalmente con una o más murallas conformando una Colina Fortificada.
En los valles de Virú y Casma, donde la violencia debió ser muy grande, se
encuentran numerosos ejemplos de estas Aldeas-Fortalezas, constituyendo un
ejemplo típico las de Salinar y Puerto Morin, en las que una fuerte muralla de
piedra rodea la cima de la colina donde se ubican las viviendas.

En Chanquillo, en el valle de Casma, se halla una fortaleza que es arquetipo de


esta clase de edificaciones y que tiene especial interés para nuestra historia
porque las fortificaciones de la Comarca de Lima se hicieron siguiendo su
patrón de asentamiento. En la cima de una colina, situada en la margen
izquierda del río Casma, existe un recinto fortificado constituido por tres anillos
concéntricos de murallas que rodean un espacio central, ovoidal, donde se
yerguen dos chatas torres circulares de piedra y una construcción
cuadrangular. Los muros son de piedra rústica, sumamente anchos y de hasta
8 m. de altura. Se accede a la fortaleza a través de vanos que debieron tener
algún sistema de cierre y que cuentan con un juego de muros, a la manera de
biombos, que dificulta el ingreso y facilita la defensa del mismo. Chanquillo, por
su ubicación respecto a Moxeque, debió estar destinado a impedir el paso de
invasores serranos hacia dicho sitio y por sus características defensivas debe
haber sido un baluarte inexpugnable para los guerreros de la época.

En la Comarca de Lima, las condiciones de vida no debieron ser muy diferentes


de las reinantes en Casma, pues existen muchos cerros que muestran en sus
cimas restos de fortificaciones o de aldeas fortificadas. En los cerros Lomas de
las Papas, en Ancón, Pro y Los Sauces, en el Chillón, Canto Bello, en el Rímac
y Atocongo, en Lurín, existen interesantes ejemplos de este tipo de
construcciones.

Asimismo, es posible que la gran fortaleza de Collique, situada en el cerro de


ese nombre, a menos de 17 Km. de Lima sobre la carretera a Canta, haya sido
construida en este período. Usualmente se la ubica en el período Intermedio
Tardío, pero el patrón de asentamiento de la fortaleza, así como su sistema
constructivo son sumamente parecidos a los de las fortificaciones del período
Intermedio Temprano, especialmente a la de Chanquillo.

Como ya se ha indicado, la cerámica que caracteriza a los inicios del periodo


Floreciente o Intermedio Temprano es la llamada Blanco sobre Rojo. Este estilo
se encuentra originariamente en la costa central en Chancay, en Cerro Trinidad
y Baños Bota, y posteriormente, con ciertas variantes estilísticas, en Ancón y
en el valle del Rímac en los sitios de Miramar y La Florida, extendiéndose su
difusión por la parte baja y media de los valles de Chancay, Ancón, Rímac y
Lurín.
El arqueólogo norteamericano Alfred Kroeber (Tabio 1965:32), quien fue uno
de los primeros en estudiar las características del estilo, lo describe de la
siguiente manera:

"Es [la cerámica] sencilla, tanto en la forma como en el decorado. Es de color


rojo claro, fuerte, bastante gruesa y suave, las formas no son muy bien
estudiadas pero no son desagradables... un 30% de ella es no decorada...
presenta diseños blancos pintados sobre la cerámica roja, ocasionalmente
negros sobre blanco o negros y blancos sobre rojo, o todo blanco..... El
modelado es escaso y cuando éste ha sido intentado la ejecución resultan te es
en extremo inepta. . . Los diseños son muy sencillos: puntos, circulitos, barras,
ángulos, líneas en zigzag, rombos, líneas entrecruzadas, etc... "

También el Arqueólogo Steven Wegner menciona: “Existen evidencias de un


estilo de cerámica mayormente roja con detalles en pintura blanca, que fue
definida por primera vez en Huaraz y se llama “Huaraz Blanco Sobre Rojo”;
pero que se extiende por toda la sierra de Ancash, se ha encontrado en
Chavín, en Chacas y en la zona de Cabana, con una antigüedad de 200 a. C a
200 d.C.”
FORMATIVO SUPERIOR: HUARÁS BLANCO SOBRE ROJO

(300 A.C – 130 D.C)

Hacia el siglo III a.C, se inicia el proceso de regionalización de las culturas. En


el valle del Mosna existen varios establecimientos de este período llamado
Huaraz blanco sobre rojo, caracterizado por el empleo de la técnica de la
pintura blanca sobre un denso englobe rojo en la alfarería.

El surgimiento de los huaras significo una cierta reducción del movimiento


comercial. Muchos productos preciados y necesarios para las practicas
ceremoniales dejaron de utiliza<r y los objetos suntuarios usados por los
sacerdotes ya no tuvieron demanda. Las huaras implantaron un nuevo sistema
religioso de tipo local. La implementación de este nuevo sistema permite que
cesen las peregrinaciones de gran volumen y con ello se presenta la dimensión
pan andina. Al desaparecer el centralismo gubernamental del sacerdocio, la
organización política se desintegra casi totalmente y surgen una serie de
gobiernos locales, pero identificados bajo un mismo patrón estilístico y de
asentamiento de carácter regional.

Bennett (1994; 1950; 1960 y 1963) lo llamó PERIODO EXPERIMENTAL. En


efecto las nuevas características más resaltantes indican justamente la
experimentación de nuevas técnicas y nuevos sistemas de control que se
observan claramente en la construcción de grandes canales de irrigación. Se
edifican en la cumbre de los cerros ciclópeas murallas con fines defensivos. Se
innova la técnica de la cocción de alfares utilizando hornos abiertos para la
oxidación completa y se obtiene una cerámica más dura de color rojo ladrillo y
muchos más delgada en la relación con los estilos precedentes.

El patrón de poblamiento se caracteriza por el agrupamiento de unidades


habitacionales centrados de planta cuadrangular y mampostería cuadrangular.
Son muy escasos los edificios públicos, en cambio, los conglomerados y
viviendas se edificaron preferentemente en recintos abiertos, que en el
formativo medio estuvieron destinados para los oficios religiosos. Señalaremos
la casi constante lubricación de establecimientos, huaras encima de
yacimientos Chavín. La arquitectura funeraria era de constitución simple. Los
cadáveres se inhumaban con ajuares sencillos en cámaras de corte penta o
hexagonal, construidas de lajas angostas y cubierta con una tapa de piedra.

La litoescultura huaras es una de las características más significativas de este


período. En el área de nuestras investigaciones ubican os pocos ejemplares
que se hallan en colecciones privadas. El material empleado es generalmente
la diorita. En cuanto a la técnica, el escultor demuestra un dominio en el
labrador u tallado de piedra, logrando imágenes antropomorfas en bajo relieve,
asimétricamente diseñadas en las que contrasta la mayor proporción de la
cabeza y reducción del tronco y las extremidades. En estilo huaras esta
constituido por una diversidad de formas cuyo motivo central gira sobre el
diseño de un personaje con las extremidades flexionadas y los genitales
situados en medio. El rostro achatado muestra una expresión serena, la nariz
afecta la forma trapezoidal y modifica la distancia de los ojos representados por
círculos y la boca pequeña con mentón prominente.

Richard Schaedel la publicado (1948a, 1948b, 1948c.) sendos trabajos


orientados a dilucidar la problemática estilística y la cronología de las
esculturas líticas de Ancash. Al definir el estilo huaras, Schaedel reconoció 8
grupos, los cuales se sintetizan en 3 tipos representativos. El tipo A. presenta
pies cruzados y genitales; el tipo B pies dirigidos hacia el interior y el personaje
provisto de escudos y el tipo C, pies proyectados hacia el exteriores,
ornamentado con escudos, turbantes y cabezas trofeo. Las variantes de las
posturas se presenta en los tres tipos: otras características en la ejecución del
tallado es de tratamiento sólo de la parte frontal, pues la posterior no muestra
decoración o trazo alguno.

Las esculturas de piedra de la zona de Chacas y las de Pallasca corresponden


a modalidades locales y cronológicamente deben ser coetáneas con la
litoesculturas de las primeras fases del período Recuay.
HUARAS

La cultura huaras de origen remoto, cuyo vocablo se deriva de la voz quechua


“Waraq” que significa Amanecer se encuentra ubicado hacia el sur centro del
departamento de Ancash en el valle de río Santa (callejón de Huaylas) Es un
eje de comunicación entre las provincias restantes del departamento.
(Gonzales 1992)

Esta cultura también llamada horizonte Huaraz Blanco Sobre Rojo se extiende
por toda la sierra de Ancash, se ha encontrado en Chavín, en Chacas y en la
zona de Cabana, con una antigüedad de 200 a. C a 200 d.C.

El comercio intensivo practicado en el formativo medio parece haberse


restringido en el periodo huaras.Su producción de cerámica se expande tal es
así que encontramos varios tipos Huaras de tipo local implantaron un nuevo
sistema religioso de tipo local. La implementación de este nuevo sistema
permite que sesén las peregrinaciones a gran volumen. Al desaparecer el
centralismo gubernamental del sacerdocio, la organización política se
desintegra casi totalmente y sugiere una serie de gobiernos Locales, pero
identificados bajo un mismo patrón estilístico y de asentamiento de carácter
regional. (Amat 2003).”

Hay que señalar en primera instancia que hay muy pocas investigaciones de
este horizonte b/r en la zona de Ancash más que todo en la parte del callejón
de Huaylas, Algunas de las investigaciones solo señalan este horizonte mas no
lo caracterizan. Hay que tener como primer punto que esta etapa marcó un
cambio sustancial ya que se encuentra en un periodo transicional donde la
cerámica deja de ser monocroma y paso a ser policroma y alcanzar un
desarrollo más estilístico e innovador para su época. No solo hay que resaltar
la parte de pictórica si no también las técnicas de elaboración de la cerámica, el
uso de hornos y el acabado que se le da a esta cerámica.
Hacia el siglo III a.C se inicia el proceso de regionalización de las culturas, es
aquí donde se notan o ven varias ocupaciones de este periodo llamado huaras
blanco sobre rojo caracterizado por las técnicas de cerámica blanca sobre un
englobe rojo en alfarería (Amat 2003)
De aquí se formula la siguiente pregunta “¿existían ambos modelos estilísticos
de la cultura Huaraz?
La mayoría de los autores, más que todo señalaban el blanco sobre rojo mas
no estos modelos estilístico previos a este y posteriores a este.
Amat señala que la cerámica huaras tiene dos fases:
Fase huaras I: caracterizada por el empleo generalizado de pintura que se
limita al blanco o blanco cremoso aplicado con un pincel sobre la superficie
pulida y englobada con tinte rojo. Los diseños pintados se reducen a motivos
geométricos simples, triángulos enlazados, representaciones de motivos
figurados. Las formas predominantes son de cuencos o tazones débase plana
a ligeramente convenza con lados oblicuos y borde en punta y cántaros de
cuerpo globular y gollete tubular o ensanchado en el que se representan los
rasgos antropomorfos. La dureza media es de 4.5textura fina, cuyo valor es de
0.1 que representa que el alfar es fino. El color físico de la arcilla según la tabla
de Musell es de 5 YR/3; el color físico del englobe rojo 10RH/3, el color físico
de la pintura blanca s 2, 5 y 8/0; blanco cremoso es de 10YYR8/4. Con
estrechos contactos con la cultura Salinar en la costa norte.
La fase huaras II: se distingue por su forma escultórica, propiamente
corresponde a una etapa transicional a la primera fase del estilo Recuay. La
técnica de cocción, acabado y ornamentación pictórica es similar a la de la fase
anterior, igualmente los valores de dureza y la textura de los ceramios no han
variado ostensiblemente con relación a la fase I.
Amat nos muestra las fases, el comienza desde el estilo blanco sobre rojo. No
señala estilos previos o posteriores.
También no se encuentra entre otro periodo o por lo menos no se data en otro
periodo este horizonte b/r, solo se dice que hubo influencia para la cerámica
policromada de este problema viene mi pregunta principal o central de mi tema:
¿Qué paso con el estilo de la cerámica huaras? ¿Continua o desaparece?
Como mencione antes en la cultura Salinar se encuentra cerámica de este tipo
pero no solo allí si no también otras a nivel nacional pertenecientes al formativo
cabe señalar lo que anteriormente tocamos que es la aparición en sitios
Recuay de cerámica de este tipo. Así como el al costa norte se encuentra
cerámica policromada similar par inicios de los moche
CONCLUSIONES:

 Huaraz no está definida como un estilo o cultura, las pocas


investigaciones realizadas no son solidas en sus postulados, por
ejemplo no hay un estudio concreto sobre su arquitectura, patrones
funerarios; solo se han dedicado al estudio de su cerámica.

 En el formativo superior prevalece el estilo de cerámica “blanco sobre


rojo” en la región andina.

 Huaraz evidencia un tránsito entre las culturas Chavín y Recuay

 Con este trabajo queremos fomentar las futuras investigaciones sobre


“Huaraz”, ya que no se cuenta con mucha información; además es deber
de los futuros Arqueólogos Ancashinos-Huaracinos fortalecer la
identidad cultural de la zona.
BIBLIOGRAFÍA

AMAT Olazabal art° “Huaraz y Recuay en la secuencia cultural del callejón de Conchucos” en
Arqueología de la sierra de Ancash Bebel Ibarra editores 2003

CORDOVA Humberto “Cerámica blanco sobre rojo en el valle de Chancay y sus relaciones con
el estilo lima”

SHAEDEL Richard edición 1984

LAU George “La cultura Recuay de los Andes Norcentrales del Perú: Una Reapreciación de la
cronología y sus implicancias”

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