Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Si bien, muchas de las relaciones evolutivas se han determinado gracias a los estudios
comparativos de especies vivas con los registros fósiles, tanto a nivel morfológico como
filogenético; aún es necesario recabar más información para poder determinar divergencias
entre los principales grupos taxonómicos, especialmente porque existen millones de años de
diferencia de datación entre los fósiles más antiguos y porque la mayoría de ellos son
encontrados de forma incompleta. (Laursen, 2010; Sanders, 2010)
Este es el caso de la divergencia entre homínidos y monos del viejo mundo (OWM), ya que
por mucho tiempo se desconocía el tiempo de separación de estos grupos, por falta de
registros fósiles de los catarrinos más antiguos (stem catarrhini). Hasta el año 2009, solo se
tenía como referencia los registros fósiles posteriores a Aegyptopithecus zeuxis
(Propliopithecoidea) los cuales vivieron hace 30 millones de años y algunas piezas dentarias
de Kamoyapithecus hamiltoni el cual vivió hace 23 - 16 millones de años.
Es por ello que era difícil determinar el morfotipo ancestral de cercopitecoideos (OWM) y
hominoides, el tiempo de divergencia y sobre todo la relación entre los propliopeticoideos
(stem catarrhini) y los catarrinos de la corona (crown catarrhini), aún cuando se sabe que el
inicio de esta divergencia se puede asociar al proceso de alargamiento de la cara.
Como no había fósiles con los que comparar, muchos paleontólogos plantearon la hipótesis
de un desarrollo tardío de la forma alargada de la cara, en base al estudio con gibones; las
cuales, hasta ese entonces, eran considerados la especie viva más emparentada con los
homínidos y presentaban una morfología craneal mucho más parecida a la de los grandes
simios. Además, algunos otros paleontólogos señalaban que se debía tener cuidado con
evaluar registros fósiles, debido a que estos han estado sometidos a la presión geológica y se
han podido deformar con el pasar del tiempo, por lo que es muy difícil conocer cuál fue la
verdadera forma de una especie ancestral, a partir de unos pocos ejemplares y en su mayoría
incompletos.
Esta hipótesis fue por mucho tiempo la más aceptada y no pudo ser refutada con el análisis de
hipótesis en competencia, ya que se desconocían de fósiles de especies intermedias para
poder plantear alguna otra en base a evidencia, y porque el enfoque filogenético en base a
genes y las técnicas de extracción de ADN en registros fósiles aún no terminaban de
establecerse en la comunidad científica.
No fue hasta 2009 que se descubrió un nuevo fósil catarrino (SGS-UM 2009-002), el cual ha
dado la posibilidad de plantear una nueva hipótesis que plantea un tiempo de divergencia
hominoides-cercopitecoideos más temprano asociado a un desarrollo temprano de la forma
alargada de la cara, debido a que el registro fósil cuenta con una datación perteneciente al
Oligoceno. (Noeliria, 2016; NSF, 2010)
El registro fósil platirrino SGS-UM 2009-002 fue encontrado de forma accidental por
Zalmout cuando se encontraba en una expedición en busca de fósiles de ballenas, en la
provincia de Hijaz al oeste de Arabia Saudita, por lo que fue bautizado como Saadanius
hijazensis: Saadan, porque es un término referido a después de los simios y monos en árabe e
hijadensis, porque es un término referido a la región Al Hijaz. (Figura 1a)
Para estimar la edad relativa del fósil en el campo, primero se evaluó el depósito de Shumaysi
a través de referencias a otros estudios crono-estratigráficos previos cercanos a la zona y
apoyado con la diversa fauna evaluada cerca de la unidad de formación; con lo cual se
calculó de forma preliminar que la datación del registro se extiende desde el Eoceno hasta el
Oligoceno y el Mioceno temprano. (Zalmout et al., 2010)
Gracias a esto, se abrió la posibilidad de plantear esta nueva hipótesis mediante la evaluación
morfométrica del cráneo de Saadanius hijazensis. El fósil conserva la mayor parte de la cara,
el neurocráneo anterior y el paladar, con una dentición parcial de I2 izquierdo y derecho, C y
M1–3 izquierdos, así como raíces de C y P3 derechos y P3–4 izquierdo y alvéolos para I1
izquierdo y derecho (Figura 2a-c). Además, se conserva parte del hueso temporal derecho, al
igual que el cóndilo occipital derecho. (Figura 2d-g)
Aparte y gracias al apoyo de la Universidad de Pensilvania, se pudo realizar un escaneo
computarizado de alta resolución, en el cual se pudo confirmar que hubo un movimiento bajo
de la cara en el neurocráneo, se evidenció mejor la proyección en forma de hocico de la cara
media, además de una fuerte convergencia de las líneas temporales y un ectotimpánico
tubular (Figura 2d-e). También se determinó la ausencia de senos frontales (Figura 3a), en
cuanto al desarrollo dentarios, se observó la presencia de algunos molares grandes y anchos,
la presencia de la longitud de las raíces caninas, la extensión de los diastemas C-I2 y la
expresión de las líneas temporales para formar una cresta sagital indican que el cráneo es el
de un macho adulto. (Figura 3b-c)
Si bien, los estudios realizados en el cráneo de Saadanius no prueba del todo la hipótesis
planteada, el hecho de que existen muchas características compartidas con el ancestro de los
catarrinos de corona (crown catarrhini) nos puede indicar que de hecho la división
hominoides-cercopitecoideos a se haya dado en el Oligoceno medio-temprano,
aproximadamente entre los años 29 a 24 millones de años. Esta hipótesis a su vez se ve
fortalecido gracias al análisis de los catarrinos del tallo (stem catarrhini) y las pocas
sinapomorfias con los homínidos modernos, a diferencia de las similitudes de los Saadanius y
los homínidos actuales, especialmente el análisis de la presencia del ectotimpánico en
Saadanius y el posible ancestro de los catarrinos. el cual posiblemente evolucionó solo una
vez en este taxón. (Zalmout et al., 2010)
A pesar de ello, la hipótesis basada en paleontológica se encontraría también más fuertemente
corroborada por la presencia de casi todos los rasgos cráneo-dentales predichos de en
Saadanius con el ancestro más cercano de los catarrinos. Además, esto respalda la
observación de que muchos de los rasgos presentes en Aegyptopithecus y Saadanius se
conservan en los simios del Mioceno temprano. (Figura 4)
Actualmente, existe mucha evidencia que parece contradecirse. Muchos estudios genómicos
señalan que el tiempo de divergencia hominoides-cercopitecoideos se encuentra entre los 35 a
29 millones de años, pero el análisis morfológico y filogenético señalan intervalos más
recientes, entre 25 a 23 millones de años. Es más, algunos autores señalan que Saadanius no
pueda informar acerca de la divergencia y que se podría caer en un error al tratar de estimar el
origen de catarrinos de corona en base a este fósil, mientras que otros utilizan este registro
como referencia para poder estudiar posibles comportamientos de movimiento de los
primeros primates antropoides. (Pozzi et al., 2014; Ryan et al., 2012)
Es por ello que, aún se necesitan encontrar más fósiles, especialmente cráneos bien
conservados, que puedan determinar la divergencia hominoides-cercopitecoideos.
BIBLIOGRAFÍA:
Ashton, Q. (2011). Issues in Biological and Life Sciences Research. Scholarly Editions.
https://books.google.com.pe/books?id=BIWBlV9TQB0C&pg=PT3082&lpg=PT3082&dq=c
ompeting+hypotheses+of+catarrhinis&source=bl&ots=Eehn-Kvls-&sig=ACfU3U3_mntG6pi
Rstf3ADPEemKI-W97dw&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwib0b3975j0AhVOHbkGHU1jBdIQ
6AF6BAg5EAM#v=onepage&q=competing hypotheses of catarrhinis&f=false
Harrison, T. (1988). A Taxonomic Revision of the Small Catarrhine Primates from the Early
Miocene of East Africa. Folia Primatol, 50, 59–108.
https://sci-hub.se/https://doi.org/10.1159/000156334
NSF. (2010). Descubren fósil de primate que confirma origen de humanos hace 29 millones
de años, no cinco. Recuperado de:
https://universitam.com/academicos/noticias/descubren-fosil-de-primate-que-confirma-origen
-de-humanos-hace-29-millones-de-anos-no-cinco/
Pozzi, L., Hodgson, J. A., Burrell, A. S., Sterner, K. N., Raaum, R. L., & Disotell, T. R.
(2014). Primate phylogenetic relationships and divergence dates inferred from complete
mitochondrial genomes. Molecular Phylogenetics and Evolution, 75(1), 165.
https://doi.org/10.1016/J.YMPEV.2014.02.023
Ryan, T. M., Silcox, M. T., Walker, A., Mao, X., Begun, D. R., Benefit, B. R., Gingerich, P.
D., Koöhler, M., Kordos, L., McCrossin, M. L., Moyà-Solà, S., Sanders, W. J., Seiffert, E. R.,
Simons, E., Zalmout, I. S., & Spoor, F. (2012). Evolution of locomotion in Anthropoidea: the
semicircular canal evidence. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences,
279(1742), 3467. https://doi.org/10.1098/RSPB.2012.0939
Sanders, W. (2010). Saadanius fossil links ancient primates to modern apes. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=KdEn-2gtt4I&t=195s
Zalmout, I. S., Sanders, W. J., Maclatchy, L. M., Gunnell, G. F., Al-Mufarreh, Y. A., Ali, M.
A., Nasser, A.-A. H., Al-Masari, A. M., Al-Sobhi, S. A., Nadhra, A. O., Matari, A. H.,
Wilson, J. A., & Gingerich, P. D. (2010). New Oligocene primate from Saudi Arabia and the
divergence of apes and Old World monkeys. Nature. https://doi.org/10.1038/nature09094