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LA COLECTA EN CORINTO: Un prototipo de generosidad y solidaridad de los

santos en oposición a la propuesta socio-económica (neo)pentecostal – Parte II

Adolfo Céspedes Maestre

Universidad Reformada

Luego de mirar el contexto en el que pablo efectuó su predicación en Corinto y de la forma


literaria en como expresó su mensaje de generosidad para con los santos, que se
encontraban con necesidades en la región de Judea, requerimos indagar más allá y descubrir
que quiso decir pablo en realidad y cómo podríamos interpretar este hecho para las iglesias
hoy día ¿Cómo podríamos resaltar de una a otra forma la medida de influencia de las
palabras de pablo sobre ese contexto de desigualdad que regía la sociedad Corintia? y
¿hasta qué medida pablo se oponía a la ideología imperialista del patronato?

“Hermanos, miremos la gracia de Dios dada en las iglesias de Macedonia; porque en grandes
tribulaciones, abundó su gozo y su profunda pobreza desbordó la riqueza de su generosidad.

Pues doy fe, de que han dado según sus iniciativas, más allá de sus posibilidades, rogándonos con
insistencia la gracia de tomar parte en este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino
que se dieron así mismo primero al señor y luego a nosotros por voluntad de Dios.

Así que recomendamos a tito como antes lo había iniciado, lleve hasta el término entre vosotros esta
misma obra de caridad.

Como en todo abundáis en la fe, y en la palabra, y en la ciencia, y en toda solicitud, y en el amor para
con vosotros, también abundéis en esta obra de gracia.

No digo esto en sentido de mando, sino para poner a prueba, según la diligencia de otros, también la
sinceridad de su amor.

Que ya conocéis la gracia de nuestro señor Jesucristo, por cuanto por vosotros, siendo rico, se hizo
pobre, para que vosotros con su pobreza seáis ricos.
Y en esto doy un consejo; ya que esto les conviene, como quienes no solo en el poner las manos a la
obra, sino también en el querer, fuiste los primeros en tomar la iniciativa desde el año anterior; para
que, así como tuvieron a cabo el hacerlo, y para que como estuvieron pronto a quererlo, así también
lo estén en cumplir conforme a lo que tengan.

Porque como exista una voluntad dispuesta, es bien aceptada, en razón de lo que uno tiene, no en
razón de lo que no tiene.

No que haya de haber holgura para unos, y para vosotros estrechez, sino que todos seamos iguales.
Para que nuestra abundancia supla la escasez de ellos, y la abundancia de ellos, supla nuestra
escasez, de donde resulte igualdad.

Como está escrito: “El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos”

2 Corintios 8:1 – 15

(Traducción al español del texto Griego del Nuevo Testamento)

Considerando todos estos elementos, queda claro que estas comunidades estaban siendo
influenciadas por aquellos ricos en posición de patronos. La iglesia habían comenzado a
dar un año antes de que pablo se manifestara exhortándolos, pero estos aun debido a su
posicionamiento de opulencia no solo se habían animado a dar, ellos habían promovido la
iniciativa para que otras comunidades de otras provincias, dieran de igual forma para la
necesidad que se presentaba, pero algunos de ellos que estaban con ansias de codicia por el
poder y las riquezas, se dieron cuenta que no lograban el mismo efecto de beneficio, de
dominio y privilegio como cuando se servía como cliente o patrono al emperador.

Pero ¿Qué nos quiere decir el texto?

A causa de esto muchos de los ricos que colaboraban con este servicio, y que participaban
de la Logeia en la ekklesiai, se desanimaron, y algunos dejaron de hacerlo, agregándole al
hecho que tenían desconfianza de pablo, ya que pensaban que este quizá se tomaba parte de
estas ofrendas para su propia cartera, circunstancia que llevo a pablo a hablar duramente y
demostrar que él era digno de aquello, por su servicio a la obra, y que de obvio tomaría algo
para sus pasajes y manutención, Pablo intentaba ser claro y transparente en este aspecto
económico para que no siguieran los malos entendidos. Sin embargo, nos aclara que, a
pesar de merecer un sueldo o una ofrenda, él no lo hace, sino que predicaba el evangelio de
gratis y que para eso trabajaba, Pablo nos propone apertura a la teología de la gratuidad y
con ello a la ética del trabajo. Los ricos iban y asistían a la Ekklesiai, pero querían seguir
con las desigualdades sociales y acolitar la ideología imperialista, las cartas de pablo
muestran a este luchando por la mutualidad de los pobres contra los poderosos códigos
sociales que legitimaban la desigualdad, la subordinación y la explotación (Elliot, N.). La
avaricia y la codicia del pueblo de Corinto aumentaban al punto de negarse a ser generosos
con los demás.

A pesar de, Pablo intenta persuadirlos a participar de esta caridad, quizá como mencioné
anteriormente a través de la provocación a celos, comparándolos con los macedonios,
quienes son una provincia vecina que, en su pobreza, es decir, de menos recursos y
comodidades que estos, dan más allá de sus posibilidades socio-económicas; intenta
contrastar la acción de generosidad de macedonia con la motivación de quienes dan para
recibir honores, riquezas y favores que aumentaban su prestigio social, y por lo tanto,
colocaban a la comunidad de Corinto en una categoría de estratificación social: dividiendo
a la comunidad entre ricos y pobres, colocando a los primeros en un nivel de ventaja y
supra desarrollo social. Situación que a pablo le molestaba, ya que la colecta significaba un
hecho de lucha contra la desigualdad social.

Neill Elliot ( ) nos dice en su escrito sobre Pablo, que esta colecta desafiaba los códigos del
patronato de la sociedad imperial, porque el patronato promovía un estilo de vida social de
satisfacción económica muy individualista, es decir, no compartía nada, y colocaba a los
que no tenían en un nivel por debajo de los demás, con su espíritu de competitividad y
pretensión ante otras familias acomodadas. Gerd Theissen ( ) nos dice:

“Es concebible que en una ciudad tan ambiciosa como Corinto los estamentos
sociales se diferenciaran entre si claramente que en otras partes en donde siempre
hay determinadas familias acomodadas y círculos pobres. El orador Alcifròn (epist.
3, 24) atestigua en el siglo II: ´nada más entrar en Corinto, me di cuenta
inmediatamente de la desvergüenza de los ricos de allí y de la desgracia de sus
pobres´”
Contrariamente al patronato, la colecta para los pobres de Jerusalén expresa solidaridad,
con estas iglesias que sufrían de sobremanera. (Elliot, N.). Pablo quería promover la
igualdad entre todos, para él los judíos y los griegos son iguales, no hay clases sociales en
la comunidad, no hay mejores tratos para los ricos sobre los pobres, pretendía que estos se
vieran como hermanos que podían sentarse a la mesa a comer, sin que estos patronos, en su
engrandecimiento pidieran que los pobres ocuparan los lugares por debajo de ellos, es
decir, los últimos puestos. El discurso es una promoción de la justicia e igualdad, de la
obligación de la comunidad por acordarse de los pobres y necesitados, y de ayudarles
porque son nuestros hermanos compartiendo los recursos en libertad para el beneficio de
todos(as).

Entonces, la dinámica de la colecta es que …Los que tienen riquezas y poder pudieran
practicar la renuncia, por amor a los más necesitados, tanto a lo que están en medio de
ellos, como los que están alrededor (Elliot, N.). De hecho, esa renuncia a la riqueza y el
poder fue practicada por nuestro señor Jesucristo que, siendo rico, se empobreció para
hacernos ricos a nosotros. Jesús es el paradigma de la generosidad, pero aunque podríamos
comprenderlo en categorías socio-económicas, aun así no se muestra de esta forma, sino
que habla en un carácter ontológico, una renuncia a su divina humanidad, eso quiere decir
que nos enriquece haciéndonos participar de su posición como hijos de Dios, pero claro
está, no como la gnosis, ni como los santos de cesar, Pablo reinterpreta el hecho para
nosotros, utiliza los aspectos del lenguaje imperial y de la filosofía griega para reutilizarlos
y reinterpretarlos en el ámbito judeo cristiano, de esta forma subversiva los cristianos
podían entenderse y comunicarse, sobre todo en este aspecto de darse así mismo, para que
otros tuvieran; Jesús se entrega en amor por los necesitados, con el fin de que ellos no
deban renunciar más a su propia humanidad a causa del sistema, entonces pablo relee ese
hecho para los cristianos, de darse a sí mismo en ofrenda para los necesitados, con el fin de
que ellos no tengan que pasar más necesidad. Ese viene a ser la esencia del ofrendar en
nuestra comunidad, darnos a nosotros mismos para que nadie tenga más necesidad, y que
estos cuando estén bien y nosotros en necesidad, pues se den en ofrenda para cubrir nuestra
necesidad.
Para pablo la colecta representa un acto de amor por el otro, por el necesitado, sin que este
sea alguien de segunda clase, sino que, por el contrario, al compartir como hermanos, nos
coloca en un status quo o equilibrio social con los demás. La iglesia que promueve pablo,
es una iglesia de inclusión, de igualdad, de pensar en el bien de los demás, en el interés por
los más necesitados. “El que tiene debe poner en común lo que posee a fin de que no haya
necesidad” (De la serna, E. 2003)

Teología de la Gratuidad frente a la teología de la prosperidad

Con respecto a todas estas piezas que hemos visto en el esbozo, podríamos decir con
claridad que, Pablo propone un estilo de vida socio-económico en el que la iglesia deba
caracterizarse en oposición frente al sistema, controvertir el mercado neoliberal y
globalizado dentro de las comunidades religiosas que desnuda a sus pobres. La iglesia debe
contraponerse a la presentación insostenible de patronazgo dentro de ella misma, en que
resalta su modo de ver la sociedad desde la desigualdad social y por ello económica.
Presentar entonces ante esta el proyecto de la colecta que la determina el compartir libre y
generoso, sin búsqueda de satisfacción personal.

A pesar de, nuestra realidad pentecostal latinoamericana ha sido mutada por un


pentecostalismo globalizado, sin el sentido de comunidad y guiado por la forma de
patronato romano imperial, que busca su interés personal, que solo le importa su prestigio
ante la sociedad, que vive en una sociedad consumista y competitiva frente a otros estilos
de familias tradicionales, que sirve por favores y prestigio, no por amor a los otros, que
segrega su generosidad, solo para con los que tienen, con el fin de tener su favor y ser bien
vistos, pero no se es generoso para con los que no tienen.

Así pues, el (neo)pentecostalismo, lastimosamente, se muestra como una comunidad


sanadora de las corrientes sectarias por creerse poseedora de la verdad; se siente un modelo
innovador de hacer iglesia con su exageración de predicación financiera y su atención
comparativa al porcentaje de fe, cristianismo o milagros por el porcentaje de inversión
monetaria. Estas comunidades estimulan lideres egocéntricos, ambiciosos, codiciosos por
opulentos templos a costa de algunos miembros que por buena fe dan sus aportes con la
también ambición de cambiar sus estilos de vida económica, que en su gran mayoría son
miembros de escasos recursos y que constantemente son maltratados en los sermones,
culpándolos de su condición de pobreza, condicionados a esa misma, por su mínimo aporte
al templo. Con estas acciones, se ha cuantificado la generosidad, entre más das, más
generoso eres, cuando pablo, nunca cuantifico la generosidad, sino que la cualifico, el
mostro la generosidad como un don, una gracia dada por Dios para con los demás.

En contraposición a la teología de la prosperidad, queremos una teología de la gracia, de la


gratuidad, en donde se enseñe la ética del trabajo, del bienestar social, de la justicia social,
de la lucha por igualdad de condiciones, una predicación que se ocupe de la realidad, no de
huir de ella, no una que utilice falacias como argumentos, sino que haga de su palabrería
una muestra de compañerismo y solidaridad para con el necesitado. El movimiento
(Neo)pentecostal no puede seguir mostrando la imagen de un Jesús “ricachón” que tiene a
un grupo de “bendecidos y afortunados” con el sueño de convertirse en multimillonarios de
la noche a la mañana, sino de gente que transmite el mensaje de Jesús al mismo tiempo que
trabaja en sus talentos y en habilidades, que con ello viven cómodamente y pueden
compartir o habilitar oportunidades para quienes en el momento no están tan bien como
ellos.

En otras palabras, la teología de la gratuidad ante la teología de la prosperidad, entiende a la


iglesia como un organismo vivo en que todas sus partes son iguales y se necesitan entre sí.
La iglesia como un lugar donde se apueste por la igualdad, el bienestar social a través de las
oportunidades laborales para todos(as) y el interés por los necesitados. Necesitamos una
iglesia que le motive el amor hacia todo su entorno social, y que este se anteponga ante el
bienestar individual, la búsqueda de satisfacción personal y la competitividad por el poder o
prestigio, esos rasgos que denunciaba pablo en la comunidad de Corinto. De todo lo
anterior, destacamos la enseñanza de pablo a la comunidad por tener el don sublime, el don
de la generosidad.

BIBLIOGRAFÍA
1. Levoratti, A. & Foulkes, I. (2003). Primera carta a los Corintios. En:
Comentario al Nuevo Testamento Latinoamericano (817 – 841). pamplona:
Verbo Divino.

2. Levoratti, A. (2003). Pablo y las Cartas Paulinas. 1ra Edición. Pamplona:


Verbo Divino.

3. Meeks, W. (1988). Los Primeros Cristianos Paulinos. 1ra Edición.


Salamanca: Ediciones Sígueme

4. Clark kee, H. (2002) Nuevo testamento 2. (Alicia Winters, trad.) 2 Edición.


Barranquilla: Prentice Hall. (Publicado en 1983)

5. Koster, H. (1988) Introducción al Nuevo testamento. Salamanca: Ediciones


Sígueme.

6. Elliott, N. Las cartas de Pablo: la justicia de Dios contra el imperio.

7. Theissen, G. Estudio de Sociología del cristianismo paulino.

8. Levoratti, A. & De la Serna, E. (2003) Segunda carta a los corintos. En:


Comentario al Nuevo Testamento Latinoamericano (Pp. 881-885).
Pamplona: Verbo Divino.

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