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Reglas no dadas: a veces tenemos en nuestra cabeza restricciones que no existen. Nos
auto-imponemos más reglas de las que en realidad hay.
Temor al ridículo: Siempre que el individuo exprese una idea, solución o forma de conducta
novedosa, se expone a severas críticas por parte de los otros.
Facilísimo: Es mucho más fácil seguir haciendo lo mismo que preguntarse: ¿qué otra cosa
hacer? Resulta más cómodo desarrollar al máximo una idea conocida y vieja, que descubrir
o hallar una sola idea o enfoque novedoso.
Excesiva e indebida utilización del pensamiento vertical o lógico: Según E. De Bono (1986),
el pensamiento lógico es aquél que permite clasificar en clases y categorías a los objetos.
Llega a la solución de los problemas, acercándose paso a paso a la misma. Este tipo de
pensamiento es inigualable para organizar ideas y resumirlas como un sistema repetitivo de
memoria, y si bien es el más idóneo para profundizar en una dirección, no es el más
adecuado cuando se requiere encontrar solución a una situación problemática nueva. En
este caso es más conveniente el uso del pensamiento lateral o divergente, el cual a
diferencia del anterior va a saltos y en vez de clasificar, reúne información, saca el
conocimiento de sus categorías y clases cotidianas, conectándolas y relacionándolas de
manera inusual.
https://repositorio.innovacionumh.es/Proyectos/P_22CursoMateriales/Teresa_Marin/Intro%2
0creatividad/creatividad_06.htm
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Con la metáfora “pensar fuera de la caja” (traducción literal del inglés “thinking out of the
box”) se designa el pensamiento no convencional o que aporta nuevas perspectivas, el cual
caracteriza a las personas creativas, y que puede ser muy útil y hasta necesario si lo que se
persigue es innovar en el mercado, es decir, hacer cosas nuevas o hacerlas de forma
diferente.
Según el autor británico Simon Majaro, “la creatividad es generar ideas, mientras que la
innovación consiste en llevarlas a la práctica”. De este modo, si la materia prima de la
innovación son las ideas, estas a su vez precisan del pensamiento creativo para poder ser
generadas. El problema es que en nuestro sistema educativo no nos suelen formar para ser
creativos, sino más bien para todo lo contrario. En gran medida, nos enseñan que
solamente existe una respuesta correcta para cada situación, la cual responde a una lógica
y a unos patrones preestablecidos. Sin embargo, muchas de las situaciones que se nos
presentan tanto profesionalmente como en la vida cotidiana, no tienen una solución única,
pudiéndose resolver desde distintas perspectivas si se afrontan desde un enfoque creativo.
Rutina
Según los científicos el cerebro humano tiende a convertir cualquier situación vivida en una
rutina, lo que hasta cierto punto es necesario para poder desarrollar nuestras actividades
básicas. No necesitamos aprender a conducir cada vez que nos montamos en el coche, lo
contrario sería una locura. El problema es cuando nuestro cerebro se acostumbra a que la
rutina presida todas nuestras actividades, algo que especialmente se produce en el contexto
laboral, cuando se llevan muchos años trabajando en la misma compañía o realizando las
mismas tareas. De este modo, “no me planteo realizar mi trabajo de otra manera, porque ya
me he acostumbrado a hacerlo así y me siento cómodo haciéndolo”.
Miedo al fracaso
Los trabajadores suelen tener miedo a que la idea fruto de su creatividad fracase, a que sus
superiores no la entiendan o a que los resultados de aplicarla no sean positivos y eso
conlleve su caída en desgracia o hasta su despido. También temen que los demás
miembros de la organización los tomen por tontos o locos, o se rían de sus ideas. La
historia está llena de ejemplos de grandes innovadores que tuvieron que enfrentarse a este
tipo de miedos. Cuando Steve Jobs presentó su teléfono móvil con pantalla táctil que
prescindía del teclado, muchos consideraron que era una idea estrafalaria propia de un
loco. El problema es que cuando una persona se guarda su idea por miedo a que esta
fracase, también evita la posibilidad de que tenga éxito.
Barreras de la empresa
En cuanto a las barreras a la creatividad desde la empresa, pueden enumerarse las
siguientes:
Burocracia
La burocracia en la empresa entendida en el sentido de acumulación de procedimientos
rígidos con abundancia de papeleo y formalidades, impide las posibilidades de adaptación y
de cambio, y es un enemigo poderoso del pensamiento creativo.
Seguramente te haya pasado alguna vez, te pase constantemente o te vaya a pasar algún
día.
No pierdas la calma, no encontrar la inspiración o perder ese impulso que te obliga a coger
la cámara y salir ahí fuera a buscar o crear algo realmente interesante nos pasa a todos los
que nos dedicamos a este tipo de trabajos, tómatelo como otro punto de las etapas del
proceso creativo.
Una vez que sabemos a que nos enfrentamos busquemos el por qué.
Seguramente esta situación te resulte familiar: Pasan los días, miras la cámara apagada
sobre tu escritorio, hace tiempo que no recargas las baterías y empiezas a preocuparte.
Esta preocupación al mismo tiempo te bloquea aún más y aunque tienes unas ganas
enormes de fotografiar, hay algo dentro de ti que te lo impide y no sabes muy bien que es.
He podido comprobar que si no haces algo rápidamente, entras en una espiral de bloqueo
que te hace estar desconectado de la fotografía durante semanas.
Algunos me escribís pidiéndome consejo sobre cómo romper esta barrera interna e incluso
os planteáis dejar la fotografía porque habéis perdido la pasión que os hacía felices. Me
resulta curioso como casi todos los correos contienen la palabra «perder» sin darse cuenta
que ahí está la solución. Siempre que perdemos algo lo buscamos ¿por qué no íbamos a
hacer lo mismo con la creatividad?
Lo mejor en estos casos es coger la cámara y salir a buscar algo que nos inspire. Puede
que la «magia» no aparezca enseguida o incluso te vuelvas a casa sin nada que merezca la
pena, pero créeme, es el principio para romper el bloqueo creativo.
Lo que suelo hacer es fotografiar sin ponerme a pensar qué y aunque no me gusten los
resultados es una forma de practicar y volver a «engrasar» el cerebro. En casa reviso las
imágenes, analizándolas e intento averiguar qué puede haber fallado o cómo podría
hacerlas mejor.
Como ves, de lo que se trata es de ponerse en marcha y cuando menos te lo esperes todo
volverá a fluir como antes.
Poca motivación: Un proyecto que no motiva desde el principio empieza mal. Intenta buscar
qué partes del proyecto pueden motivarte más y alterna con una que no lo haga. De esta
forma la motivación de llegar a la parte que te gusta te hará ver la que te resulta más
pesada con otros ojos.
Miedo a que no guste: Ya te hablé del «No likes no work«, el miedo a no superar nuestras
expectativas en las redes sociales. Si subes una foto y no recibe la interacción que
esperabas, no te preocupes, puede ser por muchos factores que no dependen de ti. Si
temes a las críticas tendrás que acostumbrarte, es el precio por publicar en internet,
aprende de ellas y evita aquellas que no aporten nada, una vez más vuelve a salir la falta de
confianza.
Consejos contra el bloqueo creativo
Voy a contarte lo que a mí me funciona para superar bloqueos de creatividad:
Prueba a realizar fotografía de paisaje con un 100 o 200mm por ejemplo, esto te obligará a
buscar elementos que aislar de la escena o en fotografía de retrato puedes probar con un
gran angular, busca la forma de obtener buenos resultados con medios que no sueles
utilizar.
También puedes utilizar aplicaciones para apuntar ideas en el móvil como Google Drive o
Evernote, las dos se sincronizan con todos tus dispositivos por lo que imagina sus
posibilidades.
Sé que es difícil encontrar un hueco para desconectar, pero no hace falta que sean días,
pueden ser un par de horas en un parque al que hace tiempo que no vas, la clave es
desconectar el cerebro.
– Haz deporte.
Correr está de moda, seguramente haya muchos grupos en tu ciudad que salgan a hacerlo
juntos, es una buena forma de obligarte.
Si no te gusta correr, no te sientas culpable por no subirte a la moda del running, desde tu
bicicleta hasta las fantásticas pistas de padel que gobiernan últimamente las ciudades te
servirán para soltar estrés.
En conclusión:
Al final me he extendido demasiado…
Un buen amigo me contó que su manera de salir de un bloqueo creativo es pedir pizza,
comer hasta decir basta y dormir después 12 horas seguidas. Conozco el caso contrario de
otro que sale a correr un par de horas, cada uno debe encontrar la clave que le funcione.
https://365enfoques.com/analisis/superar-bloqueo-creativo/