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UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA

CATEDRA:

Gestión Empresarial.

CATEDRATICA:

Tatiana Elizabeth López Martínez

ALUMNA:

Tania Yarissa Vides Alas - VA100609

TEMA:

 Barreras de la creatividad

FECHA DE ENTREGA:

Viernes 31 de Julio del 2020


INTRODUCION:

La creatividad no es más que la unión de la imaginación con lo práctico, nosotros

nos podemos imaginar algo y mediante lo práctico lo podemos llevar a cabo,

utilizando para ello todos nuestros conocimientos. El ser creativo implica saber

combinar los conocimientos que tenemos para desarrollar algo novedoso y

funcional. Decimos novedoso y funcional porque lo que desarrollemos tiene que

ser algo que no exista, o bien una mejora de algo ya existente, en ambos casos se

tiene que satisfacer una necesidad, ya sea personal, corporativa o social. Sin

embargo, como todo en la vida, ser creativo no es fácil; esto debido a la gran

cantidad de barreras que la misma sociedad le ha impuesto a la creatividad.


Visitando diferentes fuentes de investigación pude ver que se hablan de diferentes
barreras unos hablan de 7 y otros de 10, para mi las siguientes son las barreras
que considero que son las que influyen mucho a la hora de querer emprender o
desarrollar un nuevo proyecto o realizar un trabajo que no somos capaces de
innovar procesos ya existentes y reformarlos o a la hora de buscar un plan de
negocios.
A veces nos gustaría tener mejores ideas, pero nosotros mismos nos ponemos
barreras a la creatividad que nos lo impiden. Te invito a analizar conmigo que es lo
que está atando tu creatividad. Pero además me propongo inspirarte. Películas,
citas, webs y biografías que pueden hacer saltar esa chispa de la creatividad. ¿te
atreves a romper tus barreras? Innovar no es fácil, y una de las principales
razones es que cuando estamos al frente de un negocio son muchas las barreras
que nos impiden ser más creativos. La buena noticia es que, si somos capaces de
identificarlas, ya habremos dado un primer paso para liberarnos de ellas.

La falta de curiosidad
Es mejor ser innovador cuando las cosas en la empresa van bien, y no cuando no
vemos obligados a hacerlo por una crisis de mercado, o por el avance de la
competencia. Eso nos dará tiempo para salir del día a día de la operación, generar
prototipos, y hacer las pruebas y los ajustes necesarios. Pero nada de esto es
posible cuando el dueño del negocio no tiene una mirada curiosa no solo sobre su
mercado, sino sobre el mundo en general. El hambre por conocer y aprender
cosas nuevas es una de las características más destacadas de los grandes
innovadores de la historia.
El temor al fracaso
En la cultura de México y el resto de América Latina, el error es condenado. En los
países anglosajones, en cambio, está bien visto que un emprendedor lo haya
intentado muchas veces, aún a costa de tener un largo historial de negocios que
cerraron. Generar nuevas ideas y, aún más, llevarlas a la práctica, significa
entender que algunas no van a funcionar, y que tendremos que exponernos a la
crítica de socios, empleados y de los mismos clientes. Y asumir el impacto
emocional de la derrota, que según los expertos en psicología es hasta tres veces
mayor que el de una victoria.
Hacer conclusiones rápidas
La creatividad es un proceso que necesita tiempo, pero sobre todo inocencia en el
pensamiento. Cuando somos niños, y no cargamos con la carga de la experiencia
y de nuestra propia historia personal, no asumimos nada de entrada. Por el
contrario, ante cada pregunta cualquier respuesta nos parece posible, y esa es
una de las condiciones para imaginar nuevos escenarios. Así antes de ponerte a
trabajar en nuevas ideas, identifica tus ansiedades, tus miedos y tus prejuicios.
Todos los tenemos.
El ego
La creatividad es más poderosa cuando se trabaja en ella en equipo, porque suma
diferentes conocimientos, experiencias y puntos de vista sobre un mismo
problema o desafío. ¿Alguna duda sobre esto? Sin embargo, solemos hacer todo
al revés: queremos inventar el hilo negro solos, y desconfiamos de toda propuesta
que venga de afuera, así sea de nuestro colaborador más cercano o de un socio.
Como líder, con esa actitud no solo estarás debilitando la capacidad de innovación
de la empresa, sino las bases de la cultura organizacional.
La duda permanente
Los jefes más conservadores se sienten tranquilos cuando, ante una nueva idea,
prefieren no tomar ninguna decisión, o esperar hasta el momento adecuado.
Mientras tanto, los clientes empiezan a buscar nuevas opciones, los empleados se
frustran y el mercado sigue transformándose… Y un día, el dueño del negocio se
da cuenta de que no tomar una decisión tuvo el mismo impacto negativo que
haberse equivocado. Por supuesto, los riesgos deben ser medidos, pero para
innovar siempre hay que asumirlos y atreverse a andar por nuevos caminos.
Falta de autoestima
A veces podrías pensar que tus ideas no son buenas incluso antes de tenerlas.
Deja libre a tu creatividad y ya después tendrás tiempo de afilar, e incluso
descartar si es necesario.
 
Enamorarte de tus ideas
Te puede pasar todo lo contrario, que ames tanto la primera idea que has tenido,
que no dejes espacio para mejoras u otras opciones.
 
Critica excesiva
Hemos dicho que todo se puede mejorar, pero tampoco hay que llegar al extremo
de que eso nos paralice. Muchas veces lo perfecto es enemigo de lo bueno.
 
Escasez de tiempo
La creatividad se toma su tiempo. Si tienes mucha prisa es probable que te
bloquees. Además, las ideas hay que prototiparlas y testarlas, así que dale un
poco de tiempo.
Conclusiones y Recomendaciones:

Ya hemos visto lo fácil que resulta que nuestro cerebro se bloquee. Sin embargo,
nosotros mismos podemos establecer una rutina de reflexión que acabe por
hacernos más creativos. Este hecho es tan importante que los propios científicos
han propuesto sistemas para fomentar una actividad más fructífera de nuestro
cerebro. En algunos de ellos, el juego resulta fundamental. Así resolvíamos de
pequeños. Es la hora de establecer mapas mentales. A partir de una palabra o de
una imagen comenzarán a surgir otras relacionadas con la que hayamos elegido.
Se irán conectando ideas al tiempo que despertemos de nuestro letargo. Por muy
alocados que puedan parecerte algunos de los planteamientos que se te vengan a
la mente, desarrolla lo que se denomina “pensamiento lateral”. Se trata de afrontar
la misma idea desde todos los ángulos posibles. Esto lleva a la creatividad.

 No tengas miedo a ser creativo, si queremos ser creativos tenemos que


empezar a pensar que habrá que correr riesgos es la única manera de
hacer cosas nuevas.
 Rompe las reglas no dadas lo mas difícil es que son completamente
invisibles de echo esa sería una potencia para poder superar este freno a la
creatividad, tenemos que reimplantarnos todo lo que hacemos y
preguntamos ¿porque lo hago? ¿se podría hacer de otra forma?

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