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De Alfred Schutz en esta biblioteca

El problema de la realidad
Estucliqs sobré l:eó.r íu ~ social
Las estructuras del n1undo do lit vida Escritos I
A/{re,J. Sch"tz y Thomas Luckman.n

Alfred Schutz
Maurice Natanson, compilador

Amorrorlu editores
Buenos Aires- Madrid

\
BIBLIOTECA DIGITAL

TEXTOS SOBRE SOCIOLOGÍA

PRIMEROS SOCIÓLOGOS CIENTÍFICOS Y LAS CORRIENTES BIOLOGÍSTAS

FICHA DEL TEXTO

Número de identificación del texto en clasificación sociología: 1448


Número del texto en clasificación por autores: 10909
Título del libro: El problema de la realidad social Escritos I
Autor: Alfred Schütz
Editor: Amorrortu Editores
Registro de Propiedad: ISBN: 950-518-173-6
Año: 2003
Ciudad y País: Buenos Aires – Argentina
Número total de páginas: 164
Fuente: https://es.scribd.com/document/340095881/SCHUTZ-El-Problema-de-La-Realidad-Social-
Temática: Alfred Schutz 1899 - 1959
llil)lié>Lllt.f, de mx:íolo1,'1.n Prólogo
C<JlJccied f'ape.1'lt.' l. Thtt .P,,,bl-11r1 Q{Soc.iul Rl!Olit~, AlffetLSchut:t
t&> ?vtu.rtinus NiJñot.T, f...'l l-taye. F.lolaod(4 1962

('"-:p
l?rtmcra edición en d.$l~l11'1no, 1974; segundo edlciliu 1995· primer'l r.crmprc,.
~i6n, 2003 ' ' · "
Traduccicm, Nétft9r Mígu<."1; . ·. '.-;·i ~~ f: :: ~ _. l8368G
Reviaióu, ,yiel Dig1uwú

~o rop~uoci~o totnJ ~ paJ'ci;i.1 de ~f.6 J;íbro <in forma id4J)l lcu o modificada por
c~!11qw.~ ~d,o .mec.ini,QO, tt~dr6?"tt:l) o.:mfoJ'nHttíco, incluy~udo fot.oooplo, grn}) 9 • El presente volumen tetÍn'C varios estudios de Alfred Sohutz sobte
~too,. d1g.~nhzac1óu o_eu;).lqu1or su;tema da al,·o néeno.núonto y r~cupcro.ci4il dr diversas cuestioQcs que giran alrcded.o.r de un problema filosófico
1.nformadon, no ttutc)nf..:)da por lot1 eclil,9res-, V\9!0, dcn..'ChofS .re5t)rvado~. funcla!nental: d de ln socialidad. Aunque en su mayoría ya fueron
publicados, ~e ballaban dispersos y eran en algunos casos diffciles de
C 'lbd()S 106 do:rl'<:hot. de laediciór.i el') co.stcllano rceervados por ' obtener. 'fa! ro.mo aquí se la presenta, esta obro no es síno lo pri-
Ao.11)'r'rQriu i..'Wlbros S. A., Paragu{W !Z25. '1,.. piso (1057) l3\.ICI\OS.Ai.tc4 me~ parte de una recopilación, que e'! autor se ,proponlá encomendar
ww,v..o.mocrortucditorcs.oom ' · a su dist!_pulo y amigo Maw:icc NatnnSOn, de los nu=osos ensayos
que esctibió dcs¡le ,u llegada a .Estadps Unídos, a comienzos de la
Aruou<Jrt.u edltores &.'ipafin St pasada guerra. Murió sin ver tealizado este p,royecto. Consideramos
C/Vobuque2:1 117- 6" iutcia.. • 26006 }.·fndrid que ht publicación sucesiva de este conjunto de trabajos, 5jgu.iendo
fielmente las indicaciones deja4as por cl 11uto~, era el mejor home-
naje que podíamos ,:epdir a <.-.te pensador que fue nu.c,;tto amigO' y
sin duda me«:cla ocupu en la corriente ..fc.norucnol6glaa un luga.r
destacado, que Jas ck.unáticas circuns!Anéiás de su vida, uni.d!ls a $U
N 9úo.518-J73-6
JI l' ,.,_.
/' ,/ excesiva 'm odestia ¡,ersonal, se conjuraron pru:a negaclc.
Aquf tendría que referirme al hombre, eyoca.r su ~plritu 6util, su
peo.ett-ante itonfo.,.su ,serenidad y. valor en el 6ilio, la vest!sim1t gama
de sos lo.quietudes, Ja loza.oía y capac:idáci de comprensión que le
l?er,,nitieron, a 1.os cuarenta ai\os, emprencl<!'t y cumplir la tarea de
asimilar un.a cultura nueva, qué .no tardó en dominar. Como temo
d<:cit demasi¡ido ¡,oce y decirlo mal, me limito a recor<iar su pasi6o,
const®temcnte renOl'lada, ')?Ot el conocimknto de .lo bum~no: Sohutz
era a la vez filósofo, psicóLogo, soci6logq y tt\usicólogo, y tOO<IS eS'<IS
300 Schutt, J\lfrt.-d ac1ivjdades se nutrfan eo él de esa misma pasión.
SCH' El problema de la re:;1:lldnd sodal.- 2a ed. Iro reimp... Buehó$ ,\ires: Nacido en 1899 en Viena, estudió allí derecho y ciencias sociales· ,
Amorrtlr(u, 2003. bajo la diroccióo de roaes~ros ilu•tres, como Ludwig voo Mises,
336 p. ; 2axU cm.• (,BibUol:oca do &oc:iologt;,) Othroar Spann, Hnno Kclsen y Friécltloh von Wicser. En fos medios
universitarios germánicos; esta era la época del deba.te metoclológlco·
lfraducc:ión dC: N~t:or r.figuez
a<:e.c<:a de las NtJturw}ssenschaften .(ciencias <le la naturaleza) .y Geis-
ISl'IN 950-Gl8-173-G 1.-swi,rsenscha/ten (ciencias del csplritu). Dilcl:tey-que tanto i.nfluy\S
en l.• filosofu y la sociología alemall!IS- habla señalado que el cono-
cimiento del mundo huroano y las. culturas históti.oas supone )• com·
1~ Título - L Fe0-om.en0Jogla. 2. Ciencio.s.sc,daJe$
ptens[ón de ciertas sigolfi.caciopes inmaoei>tes a la vida, y que tal
com1nensi6n difiere rodicn.lmente de l• explicación c3Usal pmcticada
por las ciencias de la natutalez,i. Con posterioridad, Rickert anal.izó
y precisó esta cliferenciA metodológj<;a. Por último, Miuc Wober i.m•
puso lit id.e a de una sociología comprensiva que p.roj:úta Jesa:-lfrar los
fenómenos sociales e ,b is!óticos a la luz de ciertos tipos ideales, o de
esencias en ciérto ·modo puras y activamente crcndas por el cspwtu
humano. Ctlti,ca del n:uunilismo, rcllexi611 de la vida sobte si mis-
ma, comprensión de las -sign.ificaciones, ideación: coa estas dimen•
JmBP"""'A~n los TtWa.rea C·rd.ticos Color Efe, Paso 192, AveHuuéda. provincia de
uenettt u•cis, ~n ngo,st.o de 2003. · sionés metodológicas de las cieociiLS hwnaoM estaba famUiacizido

T.iruda de ClliLn edición.; .1..600 ~umpJares.


7
Schutz. Pronto ndopro como id.c al, pnta toda ,su vida de pensador,
fundruneotnr tales rumer1siones UlosóEicameote y con todo ti¡¡or. En
de Nueva York, volvió a ,encontrarse alll con colejla~ Y
t:l~bién habfao siclo ~isclpulos de. Hussed, en P~fc ,:f
~:~=
nició sus in•
el 1ranscu.ts0 de esia investigación Schutz descuhcida la fenomeno. Caí.ros y Aron Gurw,i.sch. En este medio favo 61 5ofía y la se).
logi'.a de Husserl. Fuodamcntar filosóficamente la comptensión del
sentido, tal ooruo el.la es-ejercido. y eo.carada por las cienci;u sociales,
es ,ha.l.la.r ru fuente en la. vid~ ·\DJsma. ,de la conciencia. A este respecto,
vcstignciones, que elaboró confront:lndola_s con !u
ci.ologfa notlearnericaruis. Aunque ~u boti~_onte et/::::°
1 1 habfo cnm-
de sus reflc-
biado, entiqueciéndose con nuevll.S pcrspccn~as_, e. d ..reconstruir la
Schutz no dejó de scñal.áT la importancia de Bergson, a,;1 <:<>mo el xiooes siguió siendo el mismo. '.Se tr~taba sJ<!mptc " 1 del mundo
reto.i:110 a los datos inmediatos de la ,:oociencia y • Ja vivencia o constitución originaria de las amcula<;1oncs fundamcn.tA º~ne y el ÍO·
«tiempo interior». Sin ~mbatgo, fueron las nocione's ·husserU:aoas de de fa vida, <)uc el :hombre d7 la actttud na t'""1) pre5i? • s últimos
lnteocionalidad, intersubjetivjdad y Lebe11¡welt l.as que gUUll'On su vest:igador de )a realulad social no suele tem,za'· dJ! bconstlt11•
reflexión y le cot~rieron ~u ~at:'.kter ~~ec!fico. estudios Sohutz parece ofrecer fa-ente a este -~r e~bra. Después ,le
Al cabo de doce anos de estudios, publico en 19J2 w obra maestra: ción una respu-esta que ya no es la de su pwnet• dd E o I ~ ·
Der #mt},¡,fte Aufb,,u du ro~wlen Welt. Bine Ei11leit:m1g út die uerste.
hende S01.folog;e (1.a cons•ni('!:ión provista de sentido del mundo SO·
haber !mentado derivar Ja fotcrsul:,jetividad a purl:'l.r
deotal pazere ~ advertido los límites ele éste pun 1 °'
1! ·
\TÍS,;. ego.
e- de
cial. Introducción a la sociología comprensiva). En .estA obra -que Jógiro 'al encontrarse ooh la intei:.ubjetividad coabro,¡° u~c i ~ tam·
pqr {brtuna ha sido .-eeditnd:o tbncc ,poco- buscabl, el origen de las facticidad primordial. Cabe pregunta.tse si no b, r wm •
éategórí.as prophis de las ciencias sociales en los hecha. fuoclamen- bién en esto, oon las últlm.as po5iciooes de Husserl. aso atesti an
tales de la vida de la coocieocia, vinculando en este aspocto la socio· Quedan planteados estos interrogantes!, '!ue en todotze su inca.;.:;,le
logía comprcnsivn de Weber COI) la .fenocneno.[Qgfa trascendental de la importancia contempotánea de )os tra o¡os de Sch_uT Y ¡ quiso dar
Hussc.rl. fidelidad al sentido profundo que, inspirado .po.r nusser • ·
Scbutz envió un tjeim,lar de·e5te libro a Husserl, a quien todavía no a la ]abo~ de su vida. . . . l .,¡uda d~ Alí.rcd
conocía. :flste se lo agradeció con vivos elogios, diciéndole -en una Permitaseme ~resar a,¡uf rn1 agmdeccmtentQ 3
Schutz, que nos confió lo.s Collected Pafers de su es
! poso y ·n os auto-
cil.tm fechada ol 3 de mayo de 19.32: «Ich bin begierig e/nen so erntten
und gründlichen Pbiinomenologen ktrtMen %u kl,,,,,.,,, einen ikr ganz dzó • poblicntlos en Jos Pb11Ctt()f1(etiologteq.
W enig¡,11-, die bis zum #efrten rmd /ekler ro sch.wer ,;ugíiniJicben Sinn
meincr Lebentdrbeit uorgedr,mge,r sind rmd die ich a/r hqffn,mgs- H. L. van B.r:edA
volle Forluvm:er dl!f'.se/ben, alr Repriisel/tanten der ccbteti Philosophia
pel!Conis, der allein zukm,ftstriichtigen Phü.osophie an¡ehen dar/>.'
Invitado por Hussed, Scbu,z viajó a Frlburgo {'ª"ª tomar pirte en
una labor de equipo en la ruaJ el creador de la ~eo.omcnología depo-
sitaba muchas esperanzas. Apreciando la colaboración del joven filó-
sofo, Husserl Je propuso que fuera , u auxiliru:. Aunquo tuvo que
i:cchazar este oftecimícnto por trnzones per~onales, Scbui,, sigul6 yen-
do asiduamente á Frlhu.rgo y mantuvo correspondendn coo Husserl \
hasta la muerte de este último.
Pclo el dhlloh,o con la fonomenologfa husserliana ya. había arraigado
en el pensamiento de Schntz y pasó • ser la tarea cent"'1 de su mó·
ditación. Cuan~o tuv? que abandonar A~Jtria, que iba a ser invadida
por la Alemania ru121, Scbutz ,permaneao más de 011 afio en Pans,
pei:o ptonto. decidió emigrar a E$tados Unidos, donde llegó co julio
de ~939. Po~ inkiotiva de Mrervin Farbcr1 fue invitado a participar
en la fundación de la Sociedad Fenomenológica lntern¡,cion:.l y a
~tegrar el .comité de redacción de la ~evista ¡,ubU,-ada por esta SO·
c,ed<td: Phü.osophy and Pbettormmologrcal Research. Deslfll)odo coo-
fcroncista y Juego profesor de.[ Departamento de Estudios Supe<ioi:es
de Ciencias Políticas y Sociales de fa New School for Social Rcsquol1
1 «Estoy rwaiUGO por CQOOC:CC a un feoomcnólogo w.n serio y compk:to uno de
~~ ~ qae ~ pcnetndo ha!ita su sí8nifieádo más profundo 111 ob:.a de mi
vt a. ~yo aoce,o ~ in(otttinndamcotet tlió dlf{dl-,.:.. y que prom~rc oonQ.
nuorJ.a oo_
m<? ~presentan.te de la gcnuió.Q Philosophia pcrennis, la únics, que
c,ucde CX)J.lStitUir- d futuro de 111 filcisoff~•.

8 9

..
-
Nota del compilador

Poco antes de su mue.tte, ocurrida en 19.59, Alfred Scbut:< me en•


comCJtdó Ja tare<t de preparar la presenk recopilación. Dado que los
oabajos que componen este volumen hablllll sido publicados otigi-
nalmeute en revistas o como parte ele: diversos Libros, era for,oso que
, p.i:esentaran repeticiones. «Su labor consistltá an.te todo -me es-
cribió Schut7.- en climinar las repeticiones Inevitables al presentar
los trabajos eo revistas a.isladas 1 pero que no hariao sin.o ctcar con~
fosi6n en un volumen de obras escogidas. Por ejemplo, en varios
de estos trabajos $C dwn clefiniciooes del cornpo.tlil!Diento, In nceión,
etc., que a menudo no son coincidentes. Deberá escogerse la mejor
fonnulaci6n e incorporarla al trabajo presentado en pri.m\!r téi:mino,
agregando en los restsntc:s las remisioJ>es internas corresp.o ndicntes y
eliminando los fragniemos que se ,n¡per¡,onen . . . Por último, me sen-
tirla muy complacido si usted r:uvil!ra • bien redactar una jntroducción
general, y, si Je parece conveniente, introducdones esp<ciales para
cada un;i de las parLeS de la <1bra•.· Cuando accpl;é ocuparme de la
preparación de c:sti:Jihro di por sentado que el autor tMsotfa y dalla
su aprobación a los catnbios introducidos. Pero como Schut:< murió
sin haber podido oncargarsc de esa. revisión, declc,I{ que lo mejor
serla ,limlta,,- las modificaciones a las cuestiones estil!sticas y grrunati-
calcs, respetando en la roedidn de lo posible la rccl,,cción primitiva.
De abl que' $e bayan mnotcniclo algunos pasajes repetido~ y no se
diet;a nueva forma a las oraciones o párrafos que desde o! punto de
vistn estíllstlco podrfan he.bérse mejorado. En los casos en que se
hizo nlgu113 cottOOción de estilo .- Y los •hay n lo largo de ·Jn obt;a- \
esta decisión estuvo determinada pot el heclio de que el lenguaje
empleado oscureda el contenido Intelectual. Las decisiones relacio-
nad.as con el ·m antenimiento de la redacción origino) de ciertos pa- .,
·sajes dificulrosos nos demandaron "'"'º csfuer:ro como las formu-
laciones alternativas propuestas ¡,ara los fragmentos modificados. Si
bien no me ho detenjdo en indicar en el texto, p4gi.na pot página,
las corrccdones de estilo, coda vez que he alterado fas notas al ple
de Schu~ o hice algún agregado, !o indiqué as{, N, k M. NlitánSón. *
En la lnrroducdón que sigue digo todo lo que estimo neces\trio para
orlentM al lecmr que se encuentra po, primera vez ante la obra de
Sch11tz. Consideré inútil agregar introducciones especiales para cada
parte.

11
«Symbol!..Rcafüy and Society•, en «Símbolo, realidad y sociedad:>,
[..os cos:lyos se puhlltaron origirutl.me.ntc en la siguien'tc forma: w car,,. 11.
Lyman tl.rysoo, Louis Flnkels-
«Common-Scnse and Scicotlfic •El sentido común y la interpre- tein, Hudoon Hoaglaod y R. M.
lntecprctation o; Ruman Ac- 1.áción cientlftC<l de la a~i6n hu- Mad v«, ecls., Symbols ,md s,,.
don», PPR,** vol. 4, setiembre mana».~ ca.p. 1. citty_, 14? S.imposio de la Confc.
de 1953. renda ~brc Ciencia, Filosol:fa y
Religión, Nueva York: Harper,
«Concept and Theory Formation «Fominción de conceptos y teo- 1955.
in !he Social Scicnocs», Jot1t11,d rías en las ciencias sociales•, cap.
of Pbik>sophy, vol. 51, abril de 2. Quiero expresar mi reco1\ocimieo10 • los directot~s y editores . de
1954. estas revisras y libros por permitirme volver • publicru: los traba¡os,
asl romo a los proEesol'és Docioo Caims y A.ton Gurwitsch, al ¡,¡,dt~
,¡Cl,OQ$ing among l?rojects of Ac- «La o1ccci6n entre diversos pro- Van Breda, a los doctores J. Taminfaux y Rudolf Bo~ y, ¡¡ot úln-
tion», l'PR,, vol. U, diciembre yectos de m:ción», cap. 3. mo, a la señora de Schutz, todos los cua\e$ contrlbwero_n de diversas
de 1951. maneras a la preparación de este libro.

•Somc Lcading Conccpts of Phe- «Conceptos fi,odru:nentales de la


nomeno(ogy•, Soei4l Ré.rearch, fenomenología», cap. 4.
vol. 12, n? 1, 1945.

«Phenomcnology and the Social «La fenomenología y las ciencias


Sciences»., eri Matvin Fa.rbcr, ed., sociales», ca¡>. 5.
Philosopbical· Ess,rys in ltf.emory
of 1Jdmu11d Hu¡sm, Camb.ridge:
Harvard Univctsity Press, 1940.
«Hu•secl's lmportl!nce for the So- .Importancia de Husse.rl para las
cútl Sciences», en Edmund Hus- ciencias $0clales», ~p. 6.
serl, 1859-1959, serie Pbaenome-
nologica, n? 4, La Haya: Mar-
tinus Nijhoff, 1959.

•Scbelcr's Thcory of 1'.ntersubjec- «La teatla de la ioteroubjetlvidad


tivity aod lhe Geocral Thesis of de Scheler y la tesis general del \
t1ie Alter Eg0>, PPR, vol. 2, "alterego"», cap. 7 .
marzo de 1942.
«Sartre's Thcory of tl,e Alter «La tcorla sartre:a.na del ualtere-
Ego», PPR, vol. 9, diciembre de gon», cap. 8.
1948.
«On Multiple Re.Uties•, PPR, «Sobre la., realidades md!tiples•,
vol. 5, junio de 1945. cap. 9. ·

«Linguage, Language Di~turban- «El lenguaje, los trastornos del


ces and the Texture of Conscious- lenguaje y la texturn de la con-
nessi., Social Rescucb vol 17 c,iencia•,, Olp. 10.
ni} ) , 1950. ' · '
:t~~ºV'.Jd~Brlwnou df: la. dci:cc~ .los CQpb.u.lW COttdponditntcs de
ww PPR: J>/¡;JfJ.JOp/yy "1td Plxtnon:e;,o{agíeal Jksearc.h.

12 .•
..
I otroducci6a
Maurice Nata.oson

Según :Bet:gson, u.o vexdadero filósofo oo dkc $ÍOO una cosa dw,µite
toda su vida, puesto que tien;: un solo puuto de contacto CQD ]a
rcallclad. E.o ,s u signifi.cado exacto, L'StO implica qué por grande que
sea la variáci6n y riqu= de una mente filosófica, l?"f amplios que
sean sus intereses e investigaciones, logra en definitiva WM1 601:.t per-
cepción fundamental de la rwidad, uoa sola iluroioaci6n decisiva
sobre la cu<1l gira todo lo dcituls, y que es Is patte de verdad que se
atribuye al filósofo. En este sentido, se ¡,odrla dc.cir que J'a filosofía
de Alfred &>hut:;. arti,culg una 60la intuidón: el descubrimiento, en
su cabaJ ¡,rofundidad, de las presuposiciones, estrucmra y signilicad6n
del mundo ·del sentido común. Aunque ¡,osefa un., 'erudición pmí·
giosa en Eilosofia, sociologla y pslcologla ~al, y unia, honda apre•
ciaci6n d<: estas disciplinas; ounque sus estudi~ y escritos abarcaroo
uria gama verdaderamente notable de problemas <m tod.o s e,;tos do-
minios, y au¡,que habla llegado a captar en forma muy profunda la
li1e,atura y las artes (en especial la mtí.úca), d: ¡a co11ducteur de
su vida intelectual fue su preoc:upa.ción por la estcuotum provista de
sentido del mundo de la vida cotidiana, el mundo del ejecutn diario
en que nace cad0¡ uno de nosotros, ,ienll'O de cuyos !lmJtcs se des-
envuelve nuestra cxislencia, y que &olo ttascende.n1os completatnente
al ,notir. Ver este n:iundo en su enom,e l:Omplc¡ida<l~dellnear y O<·
pJorar su-s: rasgo$ esenciales y rastrear sus m(tltiples tela~o11es fuerop.
los dive,; os as~tos de su lllrea centtal : conc,etar una filc;,softá de lu\
realíclad .mundMn o --dicho en lenguaje más fotmal- una fenOOle-
nologfa de la ootltud natural. Le cocnprensi6n de la realidad cminen~
de la vida <!e sentido común <:s la dave que permite entender ,l a
o(ira de Alfred Scbutz.
Aooque un indivlduo responda a ouas adhesiones, es, a.ote todo 1 un
ciudadano de la repúhlica de la vida cotidiana. Cada uno ele 11os-
otros integra, un mundo c.p cw:so de asuntos c:otidianos cuyo ser
esencial se presupooe en su mayor p.arte. Si bi.c n en nuesttos diversos
roles tenemos pteOCUp$cion,es e inre,reses espech1le5~ arraigam0$ de
modo pcrmancme en una gama ¡,~imordial de ,:,r;petlencia de la cual
surgen estas preocupacio.Ú.es e ioteresest-y o. la cual permanecen vincu-
lados. El mundo co~id¡ano del vivir y ejecutar •es la presuposición
que nuclea todos los demás cstt,¡110S de 1<) realidad human1t, y fue
este ;lmbiro del• i:eulidad social el quéScb:ut,; to~ó como punto de
pattidli para el ~lisis. Ln caractcr!stic:a ceota1l y más sutil del cnundo
presupuesto cotidiano es la de rer presupuetlo. Como bombtes de

15
sentido coroGn. que vivimos en el mundo cotidiano, ciamos tácita· mundo .socio.1, ex.i,s:ten Jos ser:nejanres, podemos. mmuni.camo.q inteligi-
mente po.r sentado que, i,!esde luego, existe este rnundo que todos bleroeme con otros, bay ¡:¡rincipios muy vastos y generale.< que son
compartimos como el dominio público dentro dcl cual nos coinuni- valederos ¡,ara la vida condiana; estos hechos primo~iales se enttt•
cnmos, u.abaj.amos y vivimos: nue...,;tra vida. Ade,más, presumimos na- cejen en la textura de fa acamd natw:al, y su explicación depende de
turAlme:nte que este mondo tiene una historio.. un pasado¡ que tiene un examen detallado de las conclicioncs a priori de la 1?0•ibilidad del
oo futuro, y que el tosco presente en el 01al nos cnc:ontram.~s n.o s es mundo del sentido comÚJJ. ·
d...&o epistemológioamente a todos }os bomb~s nonnales casi . de
igu.a.l manera. Dicho en los términos m1ÍS sencillos: todos Mceinos
en el mismo mundo, crecemos orlenta dos por nuestros padres y a. Situoci6t1 biogtáfica
otros adultos, aprendemos un i4i,om(l, entramos en contacto con
otro.<, recibimos una cduc.ación, ingresamos en cierta eta¡,a del oficio Aunque L, realidad del sentido común conforma la motriz de tQcln
de vivir, y tecor.r.emos el catálogo infinitamente. det.allado de lo ·acti- acción socw.l c,idn individuo se sitúa en la vi& de una manera
vidad humana: jugamos, amamos, creamos, sufrimos y morirnos . .Pero • especifica, a Ía lu7- de lo que Schutz denominó su «situ,1ción b\ográ-
a través de todos l<» elementos y .formas rutinarios de la existencia, fica•. "N,acerr en el mundo 6Íg0Üit-a, ante todo, aacer de pr?gen1tores
nos limiran1os a tomar co~o prem.is~ a p.r:esuponer, « dar pot sen.. que n<» son exclusivos, ser criado por adultos que ~on.,~1tuyoo los
tado, que el mundo ootidlano en el l'l]al tienen. luglll: todos estas dementos conducrores de 11ut1.stro .&ágmcrito de expet:zencra. Y oomo
actividades está ollt; solamente en ocasiones especi3les, quizá, se. oos
plantcnn serias dudas en cuanto a b veracidad o signifkacióo
ca de nuestfo mundo cotidiwo. De tal -m odo, el fundamento
filosó-}
= ·
-en las 1,..Jab,...$ de $chut7~ los seres bul'QAnos son con~ldos p~r
madres y no elaborados en retortas, \!:Lpcr!odo fonoativo de ~ada
tJida transturtc de una manera única. Cada pet:'S()na, además, sigue
al de la existencia mundnn.a n.o es advertido por los J:,,ombres de dn.rantc toda su vida intctptclaodo lo qu.e encucn.t ra ':" el mundo
@ ntido común, cuy:a. vida, ,;in embargo1 está estructurada p<ir la
matriz de la vida cotidiana y erigida soi,,:e ella. Es privilegio del
á<;o{o hacer de lo presupuesto el objeto de su in.<pección altica; asl,
según 1n perspectiva. de sus .particulares intcr<.~ cs, mouvost deseos,
aspiraciones, compromisos rcllgio;;os e ideológicos. De tal modo, _l•
realidad del sentido común nos es dada en formas culturales e bis•
..
en efecto, proce<ll6 Scbutz, quien abru:dó el problema de obtener unft tóricas de validez universal, yero cl modo en que estas fcn:mas se
fundamentación raciooal de la vida cotidiana mediante un examen expresan e.n uoa vi~ indivic)u111 depende de la totalidad el': lá e~-
de 6US múltiplc:s tipi:6cacioncs. l'9 que sigue es un esbozo de los pcriencin que una persoon con.struy.c en cl éu.tso de su .~stenct~
resultados de su anílisis. coocteta:_J::nt re las roocUciooes que, según con-1prueho 1 de11.DUtan m1
v.iJa llego a identific;,rr dos ti¡,o,, de elemeotlls: lo,; que conttol~
ó p~edo llegru:" controlar,'y los (juc están fuera o más allá d~ lll1
II posibilidad de control. Actuando en el ,ro,u.1do, procuro. c"!"b~a_tlo
y altetarlo modificar d escenario de mis actividades. Me s1tuao6n
biográfica dofine ml modo de .,bicar el escenario de la acción, inter-
l. El 11iundq del sentido C(nm,n pretar ~us posibilidades y enfrentar sus desafíos. Incluso en la de-
terminución de lo que el índhtiduo puede o no ll\odllicar in_fh,yc ,su ' ·.
«Mundo del sentido común», «mundo de lá vida diaria:., «mundo co- sitw!ción e~clw;iva. La experientj,1 funclamcntada de n.na veda - lo
tidiano»; son diversas expresiones que indican.el mundo intersubje~vo que un fenomenólogo llamada la est:tuctuta «sedime_niada» de . .la
e,cpcrjmentado por el hombre dentro ele lo que Husserl denomu,a CTpC(ieocia del iodlviduo- condiciona la subsiguiente mtc:.r¡,.retac1ón
la «aotirud natur,al,.. Creemos que este mundo <l'Xistla ya antes de de todo nuevo suceso y ac:tividud. J!El» ro~'? .es _ttanspuest_o ~
nacer nosotros, que tic.oc su hi:stO'tia y que nos es dado de manera «me• mundo, c;le acuerdo coo los elementos S1gnillca.t1vos de -011 .••·
organizada. E., ptimotdialmente Jo e.=na de Mestras aeciones y el tuación biogr.ífic:!:J El ioclividuo, como áctor en "c1 mundo •oo•I,
locus de resistencia a la acción; no solo .actuamos dentro ·del mundo, define, pues, .la realidad que encuentra. ¡s':omo dice Scbut7;:, «La
sino sobre él. Y nuestto propósito !nidal no es taoto interpretarlo o situación actu..11 del octor ticoc su historia; es la sedimeota':1on de
comprendeclo sino efectuar cambios dentro de él; in«:ntamos domi- t:Odas sus experiencias subjetivas .previas, que no son ~p~runcota-
oar aotes de procurar comprender. En consecuencia, cl mundo del das por el actó.r como anóu.i.mas, sino como exclusi.va. y 6ubJetivament-e
sentldo coml'.in es 1¡¡ escena de k, ac-ción social; en él los hombres dadas a él y solo a él».:J
entnu eo mutua relación y ttatan de cnt<;nderse uoos con otros, as!
como consigo mismos. Sin embargo, lo típico es que todo esto se
presu¡,ooga, lo cual sianifica que estas estrucrw:as de la vida cod- b. Aceroo dt!- conocimiento a mano
cliana oo son advertidas o evaluadas formalmente por cl sentido
com~. En lugar ·d e dio, cl scntído común ve el mundo, •ciúa en La síc.uación biográfica se cataet:eriza fundamenta{,~nte ,por e\ •beclto
Y lo •nterp«:ta por medio de estas tipiÍidlCiones implkít•s. Hay un r.lc que el individuo dis¡,one, en rualquicr momento de 6U v,da, de

16
Jo que ScblltZ Jc:nouili,, un •acervo de conocimic¡,to a mono» ( rloct que. coasidcro marginales Jo son oon cespecto a lo que considero
of knou>leáge m hand), int<tgrado J>ór tipificaciones dél mundó del centtru, Y. mi ¡;onociiñienlo clel oml,,iente depende de mi ubicnci6a
sC.titido común. Cuda uno de nosotros acepta est~ mundo, no solo física en el mundo. Adolnntc y atds, al lado, ccrcu y lejos, encima
como e,xiste.ote, sino como existente antes de nuestro nacimiento; y dehnjo, aquí y allá: todo esto se hace inteligible merced a mi ubk-a•
.no solo 1:9mO babitndo por semejantes~ sino como inte.rprc:tada por ci6n ea el mundo. Pot otta parte, las perspectivas temporales de
c,Jlos de maneras típicas; no solo como pos<t<tdor de un futuro, sino ah.ora f entonces, antes y después, pronto o no tan p.rónt~, se articulan
como ¡,6scedor_de un futuro que, en el mejor de los casos, solo cs.tá sobre mi ubicación temporal. Asl, ademils de las coordeoadus de 1"
paJ:Cí•lmc:nte determinado. Sabemos, adcm~s. que. nuestra mundo m_atemá.cic1:1 y la ciencia natural., exi6ten las coordeoadn&: de la expe-
incluye tanta sei:es auimados como objetos inenes, seres y objetos riencia personal inmcdi:tta, y esrns coordenadas personales tienen im·
que desde un primer momento S01} ,percibidos tlplcnmente y dcmro portancfa fonclamental paro Ja realidad del sentido con1t1n. Afirma
de w 1 hori7.0ote de famil¡aridad. l?era na hace falta que nac!Jc nos Sohutz que «el lugar que mi cuerpo ocupa dentro de,I mundo, 01.i Aquí
enseñe que Jo común escomúa, que lo fa•u't.iliar es famé.Lia.r~ Ja tcx;turu actual, es el ponto de partida désdc el cual me o.rknto eo el espacio.
mtslDJI de la vida del sentida común lo.doye estas ripificaciancs, que ha. Es, por o.<f decirlo, cl origen ele mi sistema d.e c:oordenndns ( . .. ) Y de
·c;en posible, e.n verdad) otras ase~e.caciones-Esta «acumulac16n,. de tlpi- modo sim.i.lar, ml Ahora eotue l es el origen de todas las perspectivas
fic:acioues e• endémica ea la vida del sentido común. Desde la inf.oocilh tempotales segán las cuales orgruuza los su<esos dentto clel mundo . . .».
e! individuo cootiDl'.¡'• amnsando una gran eaoridad de «recetas" que De<;i,:, como lo hicimos, que en la cxpcrieocia de sentido C<1n:¡Ún «el»
luego utiliza como ·técnicas pa.t!l comprender, o al menos cont.rolar, mundo se transpone en «mi» mundo sígn.ificarf:1 aguf que el espac-io
aspectos de su e:xperleocia. Los miles de situaci.ones prob.lern6ricas y tiempo uniformadas de la ciéucia natural na son la hose ·de L,s
concretas que se planL'Can en el C\l~SO de los asuntos cotidianos, y dpificacianes de ubicaci6n espaciru y temporo.l uti1iZlldaS P9r Jqs hom·
que es necesario encadtr de alguna maneta, son percibidas. e incluso bres en I• vida diaria. En verd.,d, sucede Jo coot.i:ario: el basamento
inkfahnente formulodas, en términos dol acervo de conocimiento que primordial de nue.•U'O ser en el mundo reside en el espacio y tiempo
el in.dividua tiene • mana. fil caudal de su experle,¡cia tlpicamente . ivos. Tnmbién en este-caso, como en lo referetite • la situ~.cióo
subjet \ _,
ap,:ehendid• e interpretada sirve de base n su acción subsiguieo1·e, biogr6tica y d acervo de conocimiento • mano, la defioición del Y"
Está cbu:a que, para determinados problemas, el oceT\fo de cono~i· \Dundo del inclivitluo surge de su subjetividad, sedimentada y cstruc- \.,,.J,J
mi.c.nto de una persona es m~s que &uficiente, y q1,1c frente a otras turada de q:,anera exclusiva.. Pera ~ ~esfióo no, termioa ·a qui, como ,:..~'.S¿:.li ••-<fl"
siruac-iooes tiene q~,e impi:oVlsar y cxtrnpolaf) pero aun Ja i-mprPvi..
sacióa tiene Jugor según lineamlentos tlpkarneote posibles y est,1
diría el doctor Schuti¡. Aunque rl mdlyidna define su~monda d,w~ ,.,~~v"
su ro ia l'S ::,ectiva es' no obstante un ser social enraizado en
limitado a las posibi.lidades imaginatívos de.I sujeto. Estas posibJll- una rea idad intersu JCtiva. « m ·wz· · tia_tn.ilc®I
dades se basan, a su vezJ en el n.ce.rvo de conocimiento a mano. Por na~os ~. dru~e ~} miroer 1nnmeoto JlD mundo ints:rsubjcciv?»· En J.
6lti.o:io, las tipificaciones que abatcan el acervo de CQnocimiento sur·
gen de una Csuuctura 6ocial. Aqui, como en todas partes, e.l conoci•
mleoto ticne origen social, est:í socirumcntc distribuido e informado.
,:calidad social. 1 J \ (' -
1.1> i...., ae,1/l(C-tü" ~
f,\
el pr<íblem• · os6 'co de la ir,tersubjetividad •e l,alla la clave de la_ ~ \ "\)¡,
('11.,;¡,,<)D
·e:J'""t
).,..tr
<A.
No obstante, su expresi6n i n,lj,,jdualizad• depende de la si tunción -,u•~~ ~ ..<,./ c,J,-s,, 1 ' 1 7 l(c.l-ñ"
exclusiva que ocupa el individua en el mundó social. ~ , ,\,vc\.A<f<J- U """"'""" ~.,
2. lntnsubjetividad
c. Coordenadas d~ la matriz s(){;ia/

La de~ripdóri Je uno zona geográfica becha par un cart6gxafo sería


La -vida diaria se c"racteriza por cl bcchn de que el in tcttagantc filo.
sófico de cómo es posible conocer otras mt:ates u.uo,;,, :Sé plantee
como problemn fo.ana! ¡¡,ata l~ ~o~bre• de.I sentido ""!"ún. En .cnm-
¡. . .
n1vy distin1n_ de mi l'Oncieocia o re~1erdo p.e~sQna1 de esa. misma hio se presupone la mtcrsubjetJVJdad como una cuálidnd ob.v la de
región. Las coorden0,los qlle oqoe.l ilebe ut1 hzar para delinear el nut..ito mundo , nuestro mundo es la ti¡,i.ficadón suby11<.-ente del
rorre.oo son objetivamente necesarias para su tarea profe.sionaJ, pe.to., sentido común. Es lane'ilitahle, sin embargo, que una fllosafía de lo
sin J,,da ol11una, dfatan much.o de mis preocupaciones. Eo prime~ que presupone el sentido común plo.ntce y aborde la cuestión de
h1ga1\ e) <;artÓg-('flfO trru-:a su mapa en términos de un sistema univt_r.. la inl<!rsub¡ctivid:id, para ¡,oder asimilar 101 ra&gos formativos subya-
salmente reconocido de longitudes y latitu.d es; es preciso que su <.'t!nles en lo cxpetiencia hun1an11. Aun.que advcttimos que un r-Jsgo
posición geo~«(fk• en el momento de t.r~zor el mapa ea.rezca de impo.r- decisivo de la vicb cotidiana es que cl problema de la •lntct1;ubjetividad
t.mcia. De modo similar, la posición que ocupa el lector dd mapa no se plantee como cuesti6n formal, podemos <lecir que la tarea de
carece de importancia para comprender Jo que él inclu ye, a.1.1nq_uc la 6:Ioso(fa consiste__. en parte, en explicar esta situación y pasa.t u
pu.<:da ~tk> psra orros fines. Pero cuando observo determinado pai- elaborar los principios metodológicos que están en fa base de las
saje-' el f:nctor primordial es pr,ecisamentc tJti posición e.spacial y relaciones entre las peJCSOrut$. Ln primera pregunta que sur¡,,e "-qu(
tempo.ral. Los elementós de la escen.a se hallan a11tc mi, los aspectos ,es: ¿cómo e~ pooible conocer otros si-mismos? ;Dejat1do de ládo las

18
r-

coosiclerac,ioncs de fcnomenolog{,,. l,Tasceadental que interesahll.ll t:110 sea cl pasado inmediato. Como observa Sehut7., es!() i~pli~ que «el
profunclamente al dOctor Sohu,z, su~!lfoque ele }~clole ele la inter- pr(;s,;ote en '!' totnUdad ( ... ) as! ~W el pr~sente vívido de nucstt¡;
sllpj_etivid.ad es algo asf como un 1tnáli:ris dcstriti7C de- ]as ripifica- s(-mismo, es inaccesible l?""' la actitud _rcflCX!V3. $o]"-(llcn~ podemos
i:io!) del muñdo del S$Dtido común. considerar el flui.t dé nuestro pensamiento como si hubiera c~sa~o
con lo 61tlmn el<periencia captada. En otras palabras, la autocooetellCJ.á
oo puede ser captada s.ino modo praetcrito, "!' tiempo p•sado». ~n
u. El A.qui ;y Al/1 del ego cambio, noC$1;J:O conocimie"to dél otro es posible en un pre;""'te _m-
mediato. «Captamos el pensamiento del otro en su ptcsencia 'l(v.1da
1'om:mdo mi cuerw ooam origen de fas coordent1das que clclimitru, y .no 1n-odo praelerito o sea que lo qi.pta1no:;¡ c9mo un HAhont" Y ª?
mi mWlclo, puedo decir que la posición de mi cuerpo constiiuye ro.í como un "Recién". E\ hablo.r del otro y nuestro cscuchnr oon expct¡- J
Aquí, con r:eladón al cual el cuei;po de .un semejante se encuentra men~•dos como una sia¡ultaneidnd vivida». Esta simultanci~•~ ':" Ja ~
Allt Compruebo que es posible modificar mi sétua.ción y ttasladarme esencia de la intersubjetividad, pues significa que capto la,sub¡ettvidad
de Aqui basta Aill. Habiéndome trasladado, el Ali! se convierte en- del alter.ego al ,,n.ismo tiempo que vivo en mi propio flujo de con-
tonces en un Aqul. Pero el cus,q,o de u¡i semejante sigue estando cienci•. En estos t,:aninos, 6C puede d¡,finir al nlt~ego como •cl
P""" m1 Allí, que para. él sigue i iendo un .Aquf. Aunque, en realidad, flujo subjetivo de pensamiento que puede ser expeounentodo e1.1 su
n.o puedo sltual°ffie tluéctawentc en la perspectiva del Aqui del otro, ¡:-resente vivido». Y esta captaci6n en sin1?11:1U1eidad del o~, Gl'l
puedo atribuirle bipotética.mente 1.ma ceciprocidad de perspectivas. como su captación .reciproca d.e mi, hacen postble ,ruestrc¡ ser con¡unto
De tal modo, los objetos y sucesos del mundo §OO comunes • ambos, en el mun.tlo.
p(ll;que desde AIII puedo petci,bir Je.s mismas cosas que pe.i:cibo de,sde
Aquí, a pesar del cambio de perspectiva. Dentro del mundo del
•entido común, se presupone simplemente que tige Jo reciprnciclad
de penpectivas, que lqs objetos y sucesos de lu cx¡x:riendá humana
están in~arhjcdvamente dispónibles y so_n más o meo?S los mismos La designación. «semejantes» abarca, en rc;nlidad, una ,"'!'Plia g~a el.e
para w<fos lo. ¡;,erceptotcs «notííf:ilc'li». Se podrla sugerir que el COO· alteregos poSécclm:es de estratos de difer"?~s caracteristt~s., Mi seme-
cepto mi,smo efe ~normalid•d» deriva de las premisas implícitas del j~nte puede ser un predecesor -que v1v16 antes de rot epoca y a
""ntido común· respécto de·la estn1cturn cié la perce¡,dón seosorinl. La quien conozco .-solamente a ttavés de los. infonnes de otros-;_ uo
inu:rcambia.bilidad dd Aqu1 y el Alli entre egos es In con<licióo nece-
saria para 01\8 realidad compartida; pero el problema llc:ga mucho
tont,:mpotáneo -<¡ue vive ano-"8 y CQO qwen ci>mpartO un.a realidad
temporal ( ambos vivimos en la misma é ~ )- ; un .:3-Si>Clado - un
más lejos, ya gue, .además de las cool;iienadas · espac;iales, existen las contempor-.í.rteo coo quien comp·arto, ad~mas, uoa i:elae160 cara ·• c~ra
relaciones tempoi:ales basadas en el purtto cero de mi Ahota. Uo.a (vivimos en el mismo fragmento espacial do) mundo) -1 o.un ;'?ce-
r~rocidad de perspectiva.~ tempomles oonstituye algo amilogo a sor, que vivtr-á. déspués de mi muerte y que ~lutante mi vi& Sl!JOC
Jaaléctica del Aquí y AllJ. siendo necesariamente anónimo. TaJ))bíén difieren de modo radical
las estructuras sociales cotte.<p0ndicn tes a todos c:;tos tipos. El co110-
círo.íento que poseo de mis predecesores está siempre en tiempo
b. El «nl~regp» pasado; aunque su vida e idea6 influyan e.n mis actos, qu~ ~era
de los limites de mi ínflueocia. Influyen, pero no pueden ser inJlwdos.
Entre los dcmentos de mi experiencia del roundo exterior no sólo Y, par sup'1:esto, puedo no tenei; conoc:Í.a!leoto de cll0$ sino solo
boy objetos micos, &i.no semejantes, «nlteregos»_ El encuentrQ con ac.eica .Je ellos, en diversos grados de claK,~ y. detalle. L6s. suce-
el cuerpo de otro ser humano difiere cuálitativnmcilte de la cxpe- sores ocupan una perspectivo roás fru,tasmal. St bien .' P~O orientar
tlencla de cuer,pos inertes, cuerpos como cosas. El cuerpo de un hacia dios mis acciopes, ('()O en principio inconocibles. La =yor,p•.ttte
semejante es experimentado. ante t9(fo, como pntte de una unidad de mi interC11JDbío S<Jcinl tiene lu¡,,ar con contempóráneos y asocudos,
psiCQE!sica; esto quiere decir que el rcc:011ocimicnto del cuerpo es con- a quienes..; también en este caso~ conozco mediante las tipificaciones
temporáneo de la conciencia y apreciación
d,e un c11erpo, u.o mundo de conciencia cogniti'\!
~ Qll . además
conativa qu.e se
del mundo del sentido c:om,ún. (,a rcloci6n «car.a .ª ca<~~ e,; fun?A· j _.
ménta.l para todas las ciernas estructuras de relacionahilidad SOCtal.
llOCDJ.Cj:t, en 8Cuernl, 111 mto. Este o es, <a Cuando o,e encuentro cara ·a cato. con ·asociados, comparto W18 comu-
ser par;¡ quien hoy on mundo. Aunque conozco in ·nit;uneote más nidad de espacio a nuestro alcance en la cual jnterpre1;<> los actos
sobre mi Illi.Smo que subte el otto, hay un -aspecto decisivo en el del ocro, pero también uno comu1ticl:,d temporal. Los "-":'°"dos to:"'an
cual el conocimiento c¡ue poseo scc;,:a del otro trasciende el que parte en un flui.t tem_porol "'!ntin110, dem».ro1do por lf'!"'"" espmales
tengo de mL En la rcllexió,i, Sólo puedo captmme en mis actos pa- comuoes. De tal modo, segllll $cho.11z, «oi.dn coparttcipe toin~ wte
sados. El mismo acto ele reflexionar es posible únicamente si el obje- en el p.tocc:liO '<'ita! del otro, puede c-,ptar en un P!esente vívido los
to sobre el cual se reflexiona forma parte del pasado, aunque este pensamientos del otró a m-edlclli que son conotrwdos pnso 11 paso.

e .
.:,-.,-c=v'(
d.,. 119< , ,-;Íe,"><>.S<J-,v,~J.
-
20 2)
Puccl1' ( •.. ) compn:rtlr las onlicipt,dones del ar.ro con respecto al in..,,-p~llln, en J., vida diaria, su propia cnu<lucia y la ele lo• demás.
EutU':(), COf!>O plaoes! esperanzas o a,'l.siedad es. En suma, los asociados En tébninos ro,ls csrri<Otos: la interpretación ,subjetiva del sentido,
cnve¡ecen ¡untos; vrven en lo gae pódemos denominar una célnción asf como todo el problema de lll comprensión interpretativa. (Ver-
N:osotros ptmt», La ideotidJ1d individual, la singularidad de la perso- stehen) enrro.6.~ tres cuestiones conel<as pero diferentes: ,¡,1/ersteben
na, 'S?!º _puede •ce coptada en la vJ,:J,. de los asociados. Sin embargo, como 1) Ja Eom,a experiencia! del conoclmlento de sentido común de
los asuntos humanos; 2) un problema epjstemológ:ico, y 3) un método
tatnb1en c.n este caso $C uata de una mera faceta de la. comp.rensió.n
del otro. Como ocurre en t?'las li>s relaciones sociales los predece, específico de las ciencias sociale.,.. Como forma expericoi:ial ele! cono•
sores, con''-:mpqclneos# asociados y svcespte$ ,son situados e interpre- ciml,mto de sentido común, Ju Verstehen significa, simplemente, que
tados, de diversas maneras, po,r medio de \as tipificaciones de la vida i:n la vida diaria Jo·s hombres jnterpretao su ,mundo, desde un primtµ> ~~5" ft>n:~1
tfel senrido común. momento, como doi.do de sentldo. Ademlls de comprender el cuerpo
dd otro como parte mtcgriil de una unidad psicofísica, sus actos soo
rotados similamiente como el compottnmiento de WI se.e dotado
de propósitos. Los m<>tivos y objetivos fom,an parte de la cond.uc- \
3. A<:dón ta del otro de modo t.1n ioeluctablt como de In nuesrra. Cuando e.n.-
cuen tro a un hombre que actúa en el mundo social, sé que debo
comprenderlo co1no &er humano, 11.!) c.ual signific:a que stts accione$
El doctor Sclwti define ln «acd6n» como In conducta l:mroana pro- s-igníftcan algo para él 1:10.to COtQO ~a aú; se rdaci.on11.n con su
ye_ct11da por el •~tór de mAOl't:11 autoconsciente. Po¡: orro lado, el ter·
mundi;, tanto eom.o coa el m!o, y en definitiva están =•igadas en el
o:uoo «acto• designa la a<c1Ón yn realizada. La diferenda entre acci6n esquema loterpretatl.vo que ha neado pnra vivir su vida. Peto este
Y mero fantaseo t~de en que la primera implica un ffat voluntatio conocimiento, o. su vez, éS presup9Csto por. m1 tanto como por éJ; en
que titablece In •=6n como dotada de propósito. La acción es magh
~esta o latente. Por definici6nJ toda acción manifiesta es, :i1 .misnlo
el J,echo de que sea p,:esupacsto por nototros reside, precisámcnte, '
nempo, proyectada y dotada e ro silo. Un fantaseodotado de
la tipifka~ión que luce posíble ];a intersubjetlvidndJSin emborgo, el
p,:oblema filosófico que esto lmpüca trasciende los alolnces del mundo
pro SI o s enon1uJ.a o, no aCCJ. Jl, sino «eíectuaci6n,» ( perfor- ~ f(
del senúdo com,f o y constiraye el segundo significado de V orst•hen,
flt4'!CI! ). Pero In acci6n manifiesto oo es más que una p.o rte de) coro- • oomo c,.1esti6n ep~cmol6gica. Schot7. aduce aquí qaé la Verstchen ~ -
ple¡o total de la a_CCJ6n. Ab~crsc de actuM - lo qae se poclrfa b.asa,.J:!!Htc..senti¡!g, en lo que Husserl denomina el úlnnswelt, el
llamar acdón-ncgaa.va-:- es;~ 1én ut.1 bpo de .ncci6n; un feo6meno, mundo ela vida, que abarca la cien tOtulida,l de la expeci.encia de <.
en verdad, '!e especial 111U!rcs e lmporfancia. En consecuencia, el co~- scnti1o común vivída po,r el individuo en su existenda concreta. Y
en as .c u es a<Otor ci e,. ron un propósito dete¡ntln,ado, abste-
L
cept1o de aalcct6nel«fatentede,. al:idarc• todas las formas de decisión negativa ~ - tll!llb!én el Lébe1m,,elt e's la ba,;e p-,ra comprender el si¡1,uficado de
nc':'c de lleva< a cabo det~ada coru:l.ucta manifiesta. Ejemplos de
In Verstehe,r e.n el te(cct sentldo, como método específico de las 1
ciencias sociales. Los objetOs investigados mediante los métodos de
aCCJOPC11 Intentes son ln deds160 del clru¡ano de no ope,;ar11 la decisión
las ciencias naturafea ,son construcciones de prunet grado¡ euálquiera
del estad.istn de no tra..asar, la. decisíóo del coooe.t"ciatlte. de no vender
que sea su complejidad, no son sino objetos deotro del mundo del
J~ decisióJ) del PQltúco de no presentar su candidatu.ra. Peto est~ observóJQr. El investigador social, en cambio, enfrc ato una sitaad§n
luna ~la ser ampliada racliealroente indu}'cndo la lnfinlta gama de
cuaHtntivamente cl.istinta. Sus objetos no solo son objetos · para •u
sltoaC1ooes que los ho?">res, en !• vicia dlaria1 encaran y definen a obs<:rvacióo .sino sctts que tienen su pro¡,io mundo preinterpretado,
su modo, con fre<:ucocm por medio de una aCCJ.ón negativa. En eada que llevan a cabo su 1ltoi,ia obse::_.o aci6n; son scmcjn.ntes insertos en ~
caso, el <'!Sgo furulam~ de la ac~.ó n es el, ~echo de ser proyectado la realidad .social, ~ll co1~c;=ucn.cia, estos «objc~o_:;» son construccioo.es
y estar dotado de ·P'? l"ÓSJto. 1"' 11eción se ongsna en la conciencia ditl
actor.
de SC11undo grado, y co las cieociM sociales"" empica el método de
lo V erstéhcn para · • similar lu ple.na realidad subjetiva de Los sere~
humanos q11e dlobns ron's trucclones procuran CQ!l'lptc11de::J
a. lnterpretl1Ci6n subfetitJa del rentido

Tomando ~mo punto de p,inicla el p(l.stulado ele Max Weber refe- .b. De/ir1ici611 de .la .<ituadón
~te a la mterpretaci6n subjetiva dcl se,ntído, el d octor Schutz se
Si In preocupación pdmord.ial cfol investigador social debe ·ser el
--' mtc:es• sobre iodo pq~ la comprensión de la acci6o social como el sentido que el actor asigna n su propio ac.t o, de esto se deduce que
sen_t:ido _que el •~or os,gnn a su acci,6n, es decir, el seotjdo que su
\ acción gene pata d. En lug,,r de tratar el i;,ostul.adowcberiano como e,1 actor es responsable de definir dicho sentido, así como la airuaci6n
v n .Pro<:eclJ.íñ(cñto metod?l6gko fotmal, Schutz píensa en fa interpre-
dela cual este forma parre. Lo. situaci6n .dd ¡¡c;tor·es ptiroo.rdi.nln,ente
tación subsetiva deJ sentido, en I?riml'!' lugar, como m1a, tlpifi<:acióo
problema suyo, no del observador dellt!Eico. Además, la ¡nancra en
del m.uodo del seottdo comón, la.mancra concreta eo que los hombres qae el actor ubica e interpreta una sjtuacióo dadn es funcf6o de su

22 23

I
subjetividnd y COU!'3pondc • elementos de $u ·.slluacl6o bio~ic.1. El que Jo hice antes pru'll producir uaa situación tlpicamenre similar»;
mundo social está co!}Stitni(lo ,por una mul tiplicidnd de factores, cada :l , ~a tip.·;fica~i6o ~sic" que e_sto en!"'®ª s,¡s~cma la estructw:~ de nu.
I' uoo de los cuales define ese mundo de manotas conexas, ouoque indi- 1
sJtuactóo b1ográf1co y al m1smo tiempo, mi acervo de conoc.im1ent?

l
)
vidualb:adas. Ya sea que el aetor defi,¡a o no su sim•ción de oo modo a mano. Y romo la acci6n. presupone la .situación del actor, la. const1•
que corresponda en genctal a lo que denoroinamos bechos •obieti, 1:Uci6n foicial de «,mi» mondo se basa eo la tipicidad oon_<!U•,pu~do
vos», su acción tiene sentido y es nu1y sjgnificativa (>8ta ellnvcstigador manlpulat los datos. de mi e,<periencia. Pero incl<iSO la 1dcal1zaci6a
soc-iaJ. En c¡a.lquie.r fotma que defina su situación un actol'., su acción del ~puedo volver a bace.rJ.o• tiene sus conexiones; . es el correlato
un dato pa.l'a la índagación. El hc:d10 de que haya no solo mu 1ti'pli- subj.,tivo de la idtalización de lo que Husserl denOJl'U/)ª «y ,as~suce-
/ .. .P dad, sino relatiyjdad en la dclini · · · ci6 sivamente,., .es decil;, el horw.onre abierto de_ determmnhiJ!da que
'>A~ e acto.n::s, o 1 · mismo actot en · · · .s... acompnña a toda predicación. Estas construc~oacs se· rdle¡an, ª •.0
arte ' · ' · 11 iaria. Compreod.et vez., en la situación epistémica del act'?r. Las cOO~"!,'adas <le h matnz
mon o social qoiérc decir comprcoder el modo en que1os hombres social, el Aqul y .Ahora d<:l ego, ·i mplican fa posibilidad d e reto,m9: 0
dcfi.ocn su sittlaci6n. Schut,i: tccuue aqnt • l• sociología de W. l. Tho- recobwr perspectiv11$ que antes se pc,sefaD pero que fueron P'?'lbltenor-
mas, co1no comp!cmento norte:uneticiino y más .reciente de la ir.itet- mcnte abandonadas. La dialécticá del Aqul y Alli se hace posi e pór
' pretación suhjetiv• d<:l sentido por parte de Webe:r. Dice Tl;,omns: !a.s ideali:taciones, <aoicas que permit.e o aplicada dcoll.'O del muod?
«.Si los hombres de6nei, las situaciones como reales, estas lo son en socio!. L.1s formas y modaHcL1des d.e 1A acción presuponen. e,s(os hi>n•
sus q:msccu~ncian: Si defino un! ~iruaci?n como •$tada~lc, peli- ~ .zontcs esenciales.
grosa, aburrida, C$tUllulante o fantastlca, ,ru manera de deElru.rla cstn-
blec:e la posici6n que ella ocupa dentro de mi mundo, al menos pot
cl momento. Sugiere Scbut,i: que el iJ'lvestigador social, en lll!l•t de
traJar esa definicióo como una «respuesta)), o «reacción» a,nte ciertos 4. Proyectos y roles
estad.os de cosas objetivos, debe pero1ta.cse .de que gefioir sig11ifica
actuar, y que i.o te,:¡,retar el mundo e~ un modo ptimoroililaeñcfüar Dice el doctor Schutz: • T o d ~ n s i s t e en una anticipación
e.n É!:J3!hecho de que yo pueda dcfuili: .la «misma» situación de del com¡,ottamicnto fut~ro ~cl fanmsoo.• . Al fantasear,
manera radicaÚ1lente ,Vstinlá que mi scmejanie conduce, des;le el ~ visuali;o por anticipado d acto que estoy proyectlln~o,. co.mo si ya
pnnto de vista fUos6fico, "1, problema <!!0,u:eal\d.'id, No hay que hubiera sido efectuado, completado. Recordando la distmct6n .enrre
confundir la insistencia con que d scntído con.,,ún, al ser cuesdonado,
afi~e b.uy una rsaJir)ad ohje1·iva qne es la «mi-sm.'ll> p·1rn codos
«acción• y «acto»·, pod_e,uos decir que prQ.yectqc es !4otasra~
tlvtcleo temen te, la estructura tcm¡>9ral del proyecto t1<:?e taptt ,ro-
J.05...1

la§ aclo@ onnnalñJ con la de1nosrraMón de que en efecto es portancia. Al :l?~Oyect:tr, anticipo el acto coro.o si ya hub1e111 sido cUJJl·
flll.t tálllpoco hay que co ·undirla con la comprensión de lo que tal plido; me sitúo imaginariamente en el tlc.mpo fuw¡o pl!1froto; P"a1'º
afümación implica. Al vivir en la realidad eminente de la vida coti- la posíbilidail de hacer esto •e basa en ciertos élementos ~':º"' es
diano., los hombres se veo incorporadoic ti cleterminadas situaéioncs del presenté. Mi sltuñdon biográfica ' y mi acervo de COil()Cl'."~t?/
tal como ellos las definen rn el contexto de su vicia. Es inútil que
el observa<lo.r neutral indique a los actores comprometídos la situación
mano condicionan mi proicecióf al futuro ~comO·SÍ~. I,•
aotl,"'pllCl . 0
presente y el acto cumplido estan se.Parados por el «mteanedio» t ~
«objetiva... Como lo expre;ó .Sartre: para los romanos, Ull'tagO fue poral que debo transpooe.r a fin de llevar a. cabo mi proyect o. ·
conquistada; para los cartagínescs, en combio, Cructa¡¡o foc esclavizada. concreción de mis planes pr.csupone mi ·e nve1ecer en un mondo de
«ínLcrmedios» ne..-esatios. Claro e$1Ó que no todos los proyectos~
cumplen, e inclu$o los que-,,, concretan no su~len ~er.llevaclos • ca.Zá
c. florizontes: de ~61' en la forma pu'" en que se los proyectó. La vida diru:1• se cru:actcrt
La acción n1;10.ca está ai,;lacla, de.winculada de otra acción, divorciada
tanto por la desilusión como por e) éxito; aunq'!". sea. de alm•i;t=
:
del mondó. Maoilitsta·o latente, toda acc,i6n tiene sus hori?.c;mtes de
rclacionalídad con Is realidad social. Dice d doctor Schut:<: «Ningún
intuitiva, sabemos que el «Yo» que fantasf!<I 11.0 ~ · 1déo';'CO " .
que más tarde re.flexiona sob«: su acto cumplido. Y la misma noCl ~ 6
d~ un fantaseo «pu.ro• es ambigua, pues el «;fo» qu ~ fantasea es, d
objeto es percibido como un objeto :üslodc;,, sino, desde un primer realidad, un ego complejo y cru:nbiaotc, cuyo conoclmJ"'!lº. d<:l m¡n ~
momento, oomo un ºobjeto dentto de su borizoote", un •horizon·te y de los den,:1$ es rnn fragmeot<irio como su conoéll1U~to <e ~
de ~fpica .fo.milúuidad y trato directo 'PrevJo¡,. Lo mismo ococre con mismo. Estas consideraciooes .cesultan decisivas parn cualqwer teorm
to<\a occi6o.1Ef.ecruar o rcefeetuar la «mism,i» acción presupone una de lóo roles sociales.
tlpificaclón profuod:unentc arnúg:i<l" en la vida del sentido común.,;lo
que Husserl denotuina la idealiiamón del «puedo volver• bacetlo•, o
sea, como dice Scbutz~ «.ra prctnis$ según la cual puedo, cri circun:ii-
l8t:\CÍas tipicarnentc simífo~. actuar del modo típicamenté oimilar en

24 25
a. Motivos ~:poriJue» 1 motivos «pára» presente puede c.¡ ,nven:irse en el «mi~ sobre el cua1 se reflexiona ea
una _fase pos1eriot del coruportsroie11to. Sin eroborgo, y ~parle de la
ÚI dillcnltad de de.finir la acción cotnó «con,:luctn motivada• rC$lde teoría de In génesis •ocia1 del •l-mismo dnl,prnda por Mead., el p,:o.
en el equivoco impl(dto co d término «motivo>. El doctor Sohucz !,lema de los áSf?CCtOS «yo• y «ml» del sl-mismo conduce a uno
prefiere distingu.i.r dos. tipos diferentes de conceptos, que con dema•
sfoda frecuencia son clasificados bojo un mismo rubro. Lo,; moti_xo•
que implican fines a Jog,:ar, objetivos que se procura nl'énnzar, san
1 conce¡,ción de la &agmeotac;ióo del ego. tal como lo e;,tplioS Simmel,
cada uno de nQsotroli os, DQ w lo wi fragmento de lo cokctivklad
social, sino apeMs un &agmenro de sus .¡>Topias posibllidadC$. El
detto'mtnadbs motlvo:;;«para.> ; los motivos • los que •e explica sobre individuo se presenta ant~ la .sociedad, ante sus scmejru1tcs, co.n di-
fa base de los antec entes ambiente o redis · · u.is;• Je) versos lnqos o as,¡ ,ectos de su nntutaleza, concret'ados en lo forma de
nct;QL,s na os rnor:,.vos ~ rque». a csttucrura temporal wlcs sooaJes; pero también queda en rclocióo ·pr<;>ble111ática consigo
de ·a mbos tipos difiere. moruvos •.pnra~ están ¡lominnclos por el mismo, ya que: se ve de 1modo parcial y .comprende únicamente unn
tiempo futuro; los motivos «porque», por el 1r.os<l<lo. ¡:;u<tn,:lo aho,:;i parte de su ser. Todos los proyc-cros y .roles está impregnados por
proyecto m.i RCcióo, ~oy consciente de mis n1otivoo 4(pa.ta·,.; en verdad. !a ~ ~ i ó n básica del autocooocimiento y dcl conocimiento de
precisamente estos motivos instigan mi acci6n ~ peto los ..motivos otros si·misroos. Cada uno de .n osotros C$cl destinado a desempeñar,
«J)Ot(\Oe» que podr.fan explkar ciertos aspectos de mi proyect:ll:, sus en el l))undo cotidiano, una ,m ultitud de roles; sin embargo, d. sentido
oondidones causales, ()ennanecen QCUltos y marginales para mi con· pleno de escas coles quedn l<uente en la CJ<Jl"tienc;ia. En la formuliición
ciencia. Estas diferencias temporales conducen a una dikrenci.o ción de Simmel, tlll como Ju reeroduce Sehucz, «el hombre ( ... ) ingresa
más amplia: los mótivos «pata» formao una 01tegorla subjetiva; los en cualquier relación social •penas con una p11rre de 6u s{·mlsm.o, y
motivos cporquci,, una catcgo.tla objetiva. El actor comprometido en <icmpre se bal~, al mismo _tiempo, dentro y foei:11 de tal :elación».
.s u a.ccl6n, comprendido como ,patte del proceso en =~o d,cl ptoyectax, La fragmentacsón dcl sl-tnJ.Smo es una constante mctafls,ca de la
define e interpreta el sentido de su ncci6n en términos de motivos cóndición humn.oa.
«para•. Referirse n estos motivos como categotfa subjetiva es com-
patible coo el signWcado del po~tulado weberiaoo referente a la inter-
pretocicín subjetíva del se,ntido y con la t~otÍa d e Thomns sobre la c. Significaliuídaá
definición de l,i sitnaci6n. Aqoi, ·« subjetiva» se re6tre a la ;elación
que guarda la acción ooo fa conciencio del actot, y nada tíene que v.e r Si cl .mnndo del <Sentido común es, desde un primu momento, un
con las nociones de intr05.pccci6h, rooclicio.nes psicológicas o actitudes inundo ·preinterpreta.do; 6j todos los c:lemcntos de cst~ mundo tienen
pr.iv~das. Al e"1'lot11r la subjetividw del actor, en oonsecueocia, el sus horizontes ele 1Jpicida,L, y si las nociones de la situoci6a biogiáíi-
doctor Sohurz ,se in·te,resa_ por los aspectos de lo conciencia que son camence determinada, el acervo de CQnocimieoto a 4¡1ano y .[a defini-
accesibles n lo i11specei6n y descripción Ecnomcnol6g:(cn. El análisis de c;ión de In sJ.ruadón son gufos seg,1ras para lnter¡,retnr la reJJlidad
las rendiciones objetivas su~accntes en los motivos «potjue.» es una social, debe existir olgw, prlnc;ipio subyacente de selección que ex•
cuesrióo cau~ol, abiertll a .los métodos de indagodó.11 de as ciencias plique ,JM elecciones, scrirudes, decisiones y adhesiones que el .indi-
natorufos. De In tclaci6n problemátíca entre loo doo tipos de motivos viduo expresa y reallza. ÚI «s.i gnificatívidad» ( relev¡1.nqe) es el rub.ro
surge el problema m.ei.af!sico del líbre albeddo y el detennirusmo. bajo el cual S<:hutz incluye los tipos y formas d e acción empn=ndiclo
pot el individuo. Dcrido un curso de acción en un sentido y oo en
otw, a la luz de lo que co.n sidero sigu.ifiq,clvo con respecto a mis au!s
b. Fragmcn1,1ci6n profundos cooviccioaes e lntereses)Aru,qac comp<>rto con In mayo</a
de mis semejantes determinados sfstemas gene,:ales de sigoificativ!·
El ego no püede ser coosidecado· como un simple «Yo•. En primer clades, advierto que a .menudo los comp.a rto por razones algo düe-
!ugat, todo ac10 de reflex.i.ó n invohu:ra UDa dísra.ncia entre el que refle- .t:entes, que solo pL1ed.en :,-ec c:xplic9:das en términos de mi esquema ~
xiona y aquello sobte to cual reflexiona, yn deseripm q,n «?$pCCto al de preocul)llciones fundamencales, jDe modo siinifar, sé que lo que me
problema del alr.erego. Cuando reflexi.qllQ sobre mi mismo1 no puedo intecesa puede aburrir a otro; que lo que para mf es sagrado puede
cnpt:ume ,tal rou¡o soy en el ahora ljúnédiato; sólo P,uedo ocupume 6Cr risíble ,pilrn él; gy<: lo que yo valoro putdc: dejarlo indiferente:. En
de mf como objeto pa,:a la «:flexión, lo cual -significa que siempre codos estos desacuerdos suby•ce la drfen:nda primordial de si$temns
capto una fase anterior de ml. En este ó ,so, como lo hace notar de s_ igníficatividades diversos e Incluso contradictorios. TQl como las
Schutz, es muy pertinente la distincí6n establecida ~r Me..d entre coordenad.ts de .Í• wtriz social determinan la ,ru¡nera en gue •e ,m e
l.os as¡,ec1os «yo» y «mú> del.s.!,mismo• .Para Mea.el, el «yo» es ·$ iemptc presC1',ta d mondo, así tncubifu bay un~ especie de Ag,;f y Aboi:3 di,
el sujeto de c:wúqwer acción.; el «mi», el objeto. La relación mi.re la estructullll de significotividades de ml vida, un ¡,unto de origen
esos dos aspectos es sumamente d.útléctica, ya que el sf~mismo toma ubicado en el ccn~ro mismo de mi c:,¡-istenci,, a_xiológicn, $eg4o el
parte condn~amente c.n una at-cl6n eo la eu:,l apllj:ecen qJ)lÓOS. Esa cual adquiere oigniücoción y dir.:cción toda p¡eclicnción evaluativa.
dialéctica a también temporal; el «yé>l> como sujeto de unn acción El- basamento últínlo del sistemn de si¡¡nllicutividades que gufa la

2(, 27
vida ·dtl lndivid,10 se halla en un. tema existencial ~plorado por del ejecutar, el mundo de la vida diaria del aclulto 'alerta. Insertarse
Scbutz dcotro dcl marco de su teoría de las rcnlidades mú.ltiples. en el u'lundo significa ramhli!n comunicarse en él; y como co.munic•·
ci6JJ presupone inters\lbjetívidad, y esl:A las tipificaciones que sus-
T tentan toda r.!lacionalidnd -social, el individuo nace en la reru.idad
cm.iocar.e en la cual -eom.o ba procurado demostrar Schmz- $e
5. Las realidades múltiples basan todas las cipiticacio.nes. Esta realidad es. la que el individuo
presupone, y en. la rual vlve cr&luLwicnte dentro de in actitud n,,tu-
Siguiendo las huellas de William James, Schutz aborda el problema ri,l,. Lo qa.e Husserl denomina «tesis general de la actitud natural»
de la realidad en términos de lo~ órdene~ de realidad que James - la creencia dóxica en el. ser mismo del mund~ halla su ~rcsión
dcnoJilU111 «subunivet$0$»: cl mundo de kts cosas ffsicas de la ciencia primaria en el •mundo dél .entido com6.u. El} consecuencia, debe
de la religión, e inclooo de f.o «puta de.meocitl y desvi:rto•. Aunqu~ • tene= en o¡onta que toda modificación de esta tesis enraíza en ta
los hombres del •cntido común tienden a cQnCflbit escos mundos de vida diárla, así como todo movimiento desde un ámbito finito de
to?clo más o _menos iocooexo, Tames sostiene que «cuda muJJdo, sentido a otro -p resupone la s6Hda base del sentido común. ¿C6mo
m1entra.s se ª!ten.de a él, es real a s-u nianet4l; al caducar la nte.nci6n 1 puede, entonces, r.ener lu¡¡ar esa ciréulaci6n entre los diversos mun-
caduca .Li <Cálidnd». J\bora el problema es determinar fa fo.dale de las dos? O bien, apuntando <1e...te otm ,Perspectiva al mismo problema,
conexiones o puentes qae vincula.n-eo.tte sí ,eS-tos mundos y ver cóm·o ¿cómo se prot~e conu;a los inv;,.sores las &ontei:as de la realicL,d
puede el individuo ruibitat uno cu¡,lqulera .o todos ello; durante su eminente? Estos. interrogantes generan, en dcfinitiva, d problema fe.
exis.tencia. ~chllr:z. •ix>~ esta cuestión dejando de lado los fwids- nomenológi.co de c6mo ~ posible una filosofía ele la actitud natural.
mcnt~ y oncntaa6n po1?"log1stas de la teoda elaboradá por James.
Se ref.1ere_, en consccucnaa, a.o a «subu.niversos», sjno a •ámbitos fíni•
tos de sentido•. Díce Schutz, «Hablamos de ámbitos de untid() y b. ú, ~epojé» de la actitud natural
no de subuniveisos, p_otque la re~lidad está co11Stit1úda por el sentido
de. nuestras expcri"!lcias y no por la es!ffl<=tura ontoló¡¡tca de los Una de las Ideas más importantes que aporta Schucz en •u teoría_ de
ob1c1os•. Son de,;cr,ptos los msgas esenaalcs de todos los ámbitos los realidades múltíples es su noción de lá •epojé de la •ctitud natu-
finitos de senti4o. C~da <itnbiro po$eC su propio estilo cognitivo, ral». Vale la pena transcribir una cit•:!'lttensa al respoecto: «La feno-
respecto del cual las e,rpcricncias dentro de catla mundo son compa- menologla nos ha enseñado el cooccpto de la eJX>if fenomeno16gica,
tibles enll'C si. Y cada ámbito finito de sentido puede recibir el «acen- la ous¡;,ensión de nuestra creencia. en la realidad dcl roundo como
to de tcalidad~, puede ser atendido como real. Pero ninguna fórmula mecanism.o destinado a •uperar la actitud natural, radicalizando el
método cartesiano de ,la duda filosófica. Se puede 1>ventutar la ~1,1ge-
de transformación pemúte pasar sin di.Eicultades de u o ámbito a otro· ,. tencia de que el hombre, en 1ft actitud nntural, utiliza también una
e.e tránsito sólo es posible mediante el «salto» lcierkegaardiano. Po~
dirimo, es necesario condiciona.t es-~ considernclooes: aunque se ipojé especifica_ que no es, ,por supuesto, .la misma utiliwda por el
c,rtlcnde~ al mundo d e la vidn diaria, lo hacen pon una diferencia, ya feJJometiólogo, No suspende fa cteeoci• en d mundo exterior y sus
que, segun el doctor Sd,ut:z, «el mundo del e¡ccutar cotidilno es el objetos, sino que, po~ el coorr:u:io,,rus¡,cndc l'l duda en su e¡¡isteocia ..
arquetipo de nuestra e,cperiencia de la tealidaiJ, Todos los demás Lo que pone entre pa.-éntcsis es la duda de que el mundo y sus obje- \
ámbitos de .cntido pueclc::n considerarse coma modificaciones -suyas1>. tos pue&n oo ser romo se le apa,:e,:en. Sugerimos llamar a esto la
"epo/é" de la ll&titud tt4lurafa. Nuestra c:i;cencia natural en el muo·
do, en su re,,Jjdad, ~u esw alll, su tener an pa$ado y un probable
a. La realúlad ttmint!11te futuro, y el semos dado a ta<los de manera muy sllmejaote, constituye
el cimiento filos6fico del mundo del sentido romfui. La realidad eml-
Se toma como realidad cmingnte al mnndo del ejecut,w o dicbo en .nentc ""oo.s~ en la verdad opa.rente de la ácti tud natu.atl. Lt idea del
oiio lenguaje, al mundo del sentido comil.o y de la vida éÍiaria. Dentro doctar Schutz acctca de una epoj6 die la actitud natural tiene impor-
de él se sitóu el individuo como cu.e rpo, como ~(go que op,,ra físi.- rantes consecuencias. Sugiere, esencialmente, 9ue la actitud n,itural es
ca.mcnte en el mundo y encuentra resistencia tanto en sus semejant~ en si una adqulsici6n oosada en oo.a so,spensioo previa de la clud~. Es·
romo en tas cosas. Seg6n la terminologia del doctor Scbutz, éjecutar cla,ro que este proceso no es ,autoconsciente, como ta.m~ se CO.O.S·
sígoifi.ca i.oscrtarsc en el mundo cxterio¡:1 lo cual sígnifíca n su vez truye de roodo autoconsciente in proeia •ctítud oatotal. La ~uspen·
que como notoi' en el mwido del sentido común sé que' mi acciq~ sión ele la duda puede ser considerada ahora como una pisr.a paro
~asi.OJ)ará cambios que influir<in en otras situaciones y serán adver- el concepto mismo de tipilicaci6n, de las idealizaciones presupuestas
tJcil)s por otros hombres. Al examinar .mis actos, advforto tanto su qoe estructuran la vida di3tia. $i una fundamentación racioWIL imp)l-
=ócter. causal coma su valo¡ 1:>rodm;tivo. Al anticipar netos en la cita ~ostenta la ttpoié de la, actitud natural y aplica por qué _se la
P!'.QYec<:1<$n propia de[ fantaseo, imagino $t1S é:oru;eci.,cncias y efectos. prac~,ca, ,h ay_que buscar las ,D17.00es, euby.,:entes en los tem•s e,ast~o-
Finalmente, la comunicacióo tiene su tocus primordial en el mundo ciolcs que ~-.:,nstltuyen la culminación filosófica de la formulac,6n

28 29
de Sdmtz sobE~ fas realidades múltiples. :Aquí bollaremos, adem,s, de ~. obra 9 ue presento;mos reslde tn lo. ¡,e~pectiva memdológica en
las rafees consnturlvas de su teotía de 1n significarlvidad. cuyos términos es ,ibordado d tero~ centrM y se desarrollad nnálisis.
Tenemos aquí una indagación fenomenol6gka de la índole <le la rea-
lidad socio 1, primera d(,scripción plenomentc con~'Cbida y sistcrnárlca-
c. La arniedad iundamentfli men te efecL-uad• r.le la estructutll eidética del Lebe11swe/t. Pero seda
tanto o más enónCQ sostcoer que la. obra de Scbutz no es sino uoa.
.Afirma Sdiut_z: «Todo el •istema de signlficatividade~ que nos gobiet- extensión del pensamiento hussetliano, o una meta aplicación del
n~ ca lo actJtucl oatuotl se basa an la experiencia b:tsica de cada método fenomenológico a los ptoblcm~s de las ciencias sociales. Aun,
uno de 11oso1'ros: sé que moriré y remo .morir. Sugerimos llamar a guc hond"'1Dtnte iometso en Ja fenomenología, Schutz fue también un
esta <:xpericnd4 bl..siai imsiedaá f,mda-m'ental. Es lrr oaticipa.ci6n pri- filósofo independiente, pata quien In fenomenología fue una gula, no
mor.dW en In que se originan tod.1s los d emás. De la a,uied11d funda. uo amo. :Poseyó el raro privilegio de poder capta~ de m.wcr.<1 glob,,l
mcatp.l $1lq¡en los muchos, sistemas inte~re.t..donados de esperanzas y los problemas ronc,retos de la sodologla, la psicología social, la eco-
temores_. de necesidades y satisfacciones, de oportunidades y riesgos nomía, la _historia, la teocia polltica y la jurisprudencia, así como d
que mcuan al hombre de la acli1ud rul.tural a ttatat de <lomiruu- el mecanismo filosófico capaz de roanipul•dos. La .Eenoinenologla le
mundo, superar obs1fo1l.os, e~•r proyectos y llevados a cnbo». El sirvió .como instrumento p.ara ordenru;- estos p,rol;,l-cmos en una un"idad
temor a Jn piue.rre· es :¡,qui ~J temor a mi muer.te; y se J)Odr{a sugerir cohereate, y nunca como un molde metodológico al cual esas disci-
-aunque Schuci no desarrolle esrn idea- que la efoié de la acritud plina., tuvieran que •daptarse tt priori. 'Por consiJ!lliente, su o.riglnafi-
na¡utol abarca en sus parémesis In conciencia de que moriré. No dad se exptl'SÓ en la unión de una filosofía fenomenológica con una
obstt1au; sería ~ rÓneQ considerar la ansiedad fun,.Li.meatal como una ubicación singular dd concepto mi"roo de realidad sSOcinL El resultado
ver~ión ck la roocepcióa bcidegge<i:ina d e la muerte, interpretación de ello implica un reei<amcn radic,il del punto d.e pru-tido de fa filo-
b_a<Ja la cual Scb,u~ mostr6 mucha comprensión pero ,escasa siropa- sofía.
ua, Tampoco seno cor:reci;o ver en Ja a.asledad fundamental un roma Tradicionalmente, se hn consickraclo la percepción como In cuescióa
existencial, ea cl sentido m!ls limitado de un tópico elaborado en decisiva para la o~ieataciÓl,l 'f evaluación filosóficas. 1oda la gravita-
el c~m_Plejo mov~cnto al cual se conoce símplcmeate como «exis- ción de la óbra de Schutz conduce a negar lá validez de e,te punto
t.encWJSmo... También ca este caso, Schutz captó en profundidad los de w,rtida para cualquiet filosofü rekcida ala realida.dsociol El tema
problemas de la fifosof:fo existencial, pero. guardó .1:eservas i¡¡ualmeatc p«:daminante pasa a set, en cambio, la m:d611 . .Esta lt:tnsformación
pto~d~s re&J)«IO de sus coocluslones. Cons.ideremos en coJ.nbío la tiene vastas consecuencias para. In epistemología> J?ªº aqul nos intere-
ans,eaad fuadaroeo tlll como ·un tema existencial explotado, ho solo san de modo más inmediato sus cfec"tos sobre la metodología de las
por loo •lristet;tcialistas, sino por cada mente metn.Elslca en toda la cieocins $0Cl,iles. l~, premisa fundamental de los filosoffas positivistas y
gama de la filosoE!a. Ea estos términos , el temor a la .muerte es un natarafuru de la ci,enci1> •ba sido que, como la ('UC"P"ióo, o, eo gene-
dato primordial de la e.tl$tenciá ihumaaa tan inclucliblc cu su. rele- ral, la sensación,':" el.punto de partida p!ll1ldigmáHco pará, ooa meto-
viux:ia _filosófica romo en ~us imp!icocion~ paro cuitlquie.r teoría de d?Jogla de .l •s ciencias naturales, debe ocupar necesaaamente d
la realidad socrnl. J.,.a .realtdad cn1inente ele la vida díaria se basa mismo lugar, en una metodología de las cicn.ci,,s sociales. ~egúo esta
~ la secreta ~aptación que tlcne cac;la hombre de su ,propia mort.a- premi,;a, el ideru de .L,s ciencia,; sociales seda ·una ciencia di, la <Socie- \
Uda,~. CuaJqwera que sea su modo de d efinir ,su conciencia de la dad moldeada, por llUPUCSto, de acuerdo co11 los eficaclsimos modelos
muerte, no puede ~vitar _su efecto conceptual y emotivo. La condición de la f.ísica y In ma,temátka. En este contoxto, cuesrlooar el Jugar
sobe':"-"" de la CXJ.stcru:ta humana és que la realidad eminente nos que ocu.pa la pe,:c-epci6o equivale a cuestioMr la -premisa en que &e
ttasc:Jeade a todos. basa grao parte de la metodofogla contemporánea. El doctor Scbutz
Uega al e&tremq de 11ugerir ,¡ue «los prO<.'Cdimientos mctodolqgicos
especlficos elaborados por las ciencias sociale3 p= captar h realidad
social son más adecuados que los de las ciencias naturales pal"l! con-
III ducir ,u <l=ubtimient.o <le los principios generales que gobie.raan
oodo conod.micnto humano•. De este cnfoqac aurge una co.ncepciótJ
Seria folnz sugerir_ que la ocig_inalidnd ,del ínte,;és de Sdtutz por la particulu de J. metodologro, •pero rambién uo modo , de abordar la
estructura ele la vida dd senudo romun y del cstuclio que llevó a teoría dd bon:ibrc.
c."lbo sobre ~us formas escnciale,¡ $e debió a que otros .filósofos igao- Sµbrnyar J. acci6a como punto de partida para una. metodologfa de
rar;-op. eo crer~ modo, este estrato de la experiencia. La. existencia los ciencios sociales no equivale o tecfomar ll.ll .nuevo tipo d e cono•
mu!1dú11a b.a sido un_ tema. de_ :,ntiguo y petsistente trarruni,enro 6lo- cimiento, sino o ;»sistir en la diferencia. cualitativa CJJtre los tipos
..Sftco, y Sohutz mruuf.iesta ~ ~udo histórico al. C-'ttudiat roo respeto de realid~ investig,idos por \os especiAlistas en ciencias naturaleo y
a pensadores t•!cs romo Lcibmz, llcrgson, W),.ite~d y, •obre tocio, ep ciencias soc:.iJlk,¡. Es un alegato pan, que se repare en que los
Hu.ssetl. Debenamos decir, <:a cambio, que Ja notable origiaalida.d hombres son, no solo elementos dcl énmpo de obsctvacióo del hom-

30 Jl
-
bre de cieocia, sino prcintérpretcs de su propio campo d.e ruxi6o; gae
su comportamiento maoificsto no es sino un f:mg,ncnto de su C01l·
dueto «>tal; que el p.dn1e.r cll:sofío planteado a qw,eoes procuran com- Primera parte. Sobre la 1netodología
prender la real.id.ad social es asimilnr. la subjetividad de1 ..:tor cap- de las ciencias sociales
tando el sentido que un acto tiene para él, eje del mundo social. Por
último, al subraya,: .Li a«i6o, Schutz 11os conduce de nuevo a su idea
cupitac su an.nísis de Lis tipi.Bcaciooes del mundo del sentido común.
El. itrvestigador social tiene por tarea reconstruir el modo en que los
hombres interpretan, en la vida diaria, su propio mundo. Este es el
p\lDto bergsoniJUJo de contacto con lo roa) que adopta Scbutz. Sin
embargo, a.dmit:ió que <rna cloboración definitiva de su postora reque-
rirla estrucrur:u una antropología filosófica, una teorla del bombré.
En toda su obra se hallan alusioo"'l a esa teorla, que ahora resultan
fmgmentos primigenios de una reali2aci6o extraordinaria. Aunque
evaluar críticamente dicba relil¡,,a,¡i6n cxcocle de nuestros propósitos
actuales, permítascoos, COJJlo último privUégio, a testiguar su esplen-
dor. Aunque modesto en sus ofumaoiooes Schutz conUaba pUiDa-
mente en la validez de su empeño. Por eso dijo en una o.c isión: •No
estoy ••JI seguro de mis resultados; tal Vez otros logren más éxito
que yo . .Pa<> de una cosa estoy profundamente convencido: aqul
residen los proble'°"" de .las ciencias sociales,,.

)2
1

1

l. El sentido comúf'i: y la interpretación


científica de la acción humana

l. Introducción. Contenido de fa experiencia y objetos


de pens:uniento

• l. Las bomtrucciones del setttido comú14


y del p'e-,,sa,miento cienti fico
«Ni el sentido común oí lo cienci• pueden avaozru: sin apartarS<: del
~en cstticLo de Jo que es tea! en In experiencia•. Esta formufocl6n
de A. N. Whitehead fundamenta su análisis de la organiz~ci6n del
pcnsa1niento. ' jHasra la cosa percibida en la vickl cotldiaila es algo
más que· una s, mpfo presentación sensorial.'/,E• un objeto peosa-
mi.cnto, UM coosttt1cci6n de (ndole supllllDCrll>! compleja, que no solo
de
incluye formas particulares de sucesíones en el tiempo, que In cODS·
tituyeo como objeto de un solo sentido --p. ej., la vista- ,• y ele ·rela-
ciones esp•ciales, que fo coo.stituyen como objéto sensotW de vatios
scnticlos -;p. ej., la vista y el tacto-,• tino también presentaciones
sensoriales hipotética.s , imaginadas, que la completan.• Seg,m Whil>!-
head, precis(ll1leote el último factor oombritdo - la imaginación de
presentaciones senspriales hipotéticás-- «es la roca sobre la cual se
levanta toda la esuuctuu del pensamiento deu;entido común•,' y
OO.r.responde a la critica reflexiva «interpretar nuesttas presentaciones
sensotiales como reali2aci.óo. efectiva del objeto de pensamiento hipo- .
tétiro de las pctcepclonts¡w En otras ·pafabms, tos ptesun.tos hechos \
concretos de la pcrccpcl6a d.e $cntido común no lo son tonto como
parecen, pues ya exigen nbsti:accioncs de índo le muy complic-.idJ!~
situación que debemos tomar en cuenta parn no cáer en la falacia de
la matc.cializaci6n in:iderunda. •
1 Allrod Notth Whítchéad, Tbe Org/tnWIIÍOn o/ ,houg/,t,.t. Londn:s, 1917 ,¿¡,,.
preso parciahnenle en Tb~ Aims, o/ Etlttc3.tio111 Nueva Yol'.k~ 1929, y también
como «1',fcotor-Book•, Nu~"fl Y.otk, 1949. Las cim se teficrui' a ~ta. última
edid6o. Paca es111 pr-J.mctu d tn, vé1.1se ptig. l tO. (Ag,qamo~ el si~o ;.. cu:a,ncló
te menciona ¡,oc primera vez co. ~ JlOtitS de cada t;¡1pftu!o uno <Jbi:11 qoc óeoe
yeaj6n cast.elltna. La .nómio, completa se ~rnr& en la Bihliogi:11fia en ca,.
re!J,,no "1 final qe1 volumen.)
2 Jb;J., cap. 9, «Tbe AnatOtnf of Somc Scicntific lde:i:s, •• F11c:t, a. Objccts•.
3 [/,id., p:11!". 128 y sig. y 131. •
4 11,;J•• p,gs. 131 y 1)6.
~ lb;,!,, p&g. 133.
6 !bid., póg. 1$4.
1 Jb;d,, pó¡¡. u~. .
8 A1&.d Nórth 'Whitebead, S<i<mu a,,d tbe 1,{odffl, World,;. Num
19V, rdm,prcso como «1!entor.-13oob, Nueva Yotk, L9480 pág. ,2 y sigs.°(<><k,
35
. -'
1" . ...
;,<
.'
D e. acu~o con ~tsh~aalLl ciencia tiene siempre uo doble ol¡]e- siguiente, ~e rrata siempre de heébos int":'ptetndos, ya sea '.l''c se !o~
avo: pr1mei:o. elaborar una teoría que concuerde co·n :ln e·¡epe.tjenci:i; consídere separadoo de su conte,«o medfante una abstra<;<:ión artlf!·
segundo, explicar, al menos en líneas gen.erales, los conceptos de cial, o bien insertos en él. En w1.o u otro c9so) llev'~n ':°!1sigo su bon..
sentido común acero. de fa natural~. y pal'.",,ello conservarlos en :oonte .intequetat\vo interno y cxtemoi Esto 00 significa q~e en la
uno: teocltt cien.dfiea de pensamiento armónico. 9.X:,On este fin I~ eien- vida diaria o en la ,;iencia seamos i,u:apa= de cnptá~ la realidad del
cio flska ( única que interesa a Whitehea<l en este contex(o) debe m.,;.,do; sloo que c.~ptam?5 solamente ciertos aspectos de cll":: los
elaborar recursos que permitan reemplazar los obje!OS de ~amiento que nos interesan paro vivu o desde el -punto de vtsta de u.n cou¡unto
1!'
de l>C!"'~l/<;ión de,se~tido comú~ por los objetos de pensamiento de de reglas de pro<:ed.imicnto aceptadas para et pensa., a las que se
la etcoc1a. Estos u\tunos -,p. CJ., bis ~olémilas, átomos y electro- denomino método cient1f.ico.
nes- oo..poseeo ~SU;"ª de l~ cualidades que determinan_ uoa
pres~ ~1.Cloo ,scnsonal directa en. _nuestra conciencia y rolo nos :SOn
= d o s mediante ·ro serie de sucesos en que se hállan involucrados,
Y que, ~r supuesto,. est4n representados en nuesu:a conciencia por 2. Estr-i,cfara particu./ar de las canst-rucci011es
presen1ac10~es sensoriales. Este recu.tSo ,p ermite establecer un i:ruente
entre la .fluida vaguedad de los sentidos v fa definición exacta del ác las cien,ias sociales
~amicnto,11 -
No i:ios proponemos seguir aquf paso por. .paso cl ingenioso método Si, cómo sos~iene C$ta concepciónt todas las .con.sUtl(::ciones ci~ntí-fic..as
mediante cl cual Whitebead utiliza el pdncil>io que acabamos ele están destlnadas a reemplazar las coMtrucc,ones del pcnsa.mJ~to de
esbozar para analizu lo organizadón del _pens'1l!liento, comenzando sentido común, surge una dtferepcia p.rincipal eri~<: lo:s ci~as ~a·
ros y
C?º la •ana~om.!a de idei,s ciendficas» terminando con las reo- rurales y las sociales. Con-esponde a los especialistas e.a cienaas
,,.,. ma~~munel'l1c fo~uJ•1••
~ In .f!si.co modetoa y las reglas
de procedimiento de la lógica $i.tnb6l.icil.'- En .cambio 3f nos interesa
naturale.s determinar qué ,sector del universo de la narutaleza, qué
hechos y sucesos de él, y qué ""!""'"°s de
taléS hechos y suc~sos son
la cooccpcióo básica que Whitd¡ead comparte co~ muchos otros temática e interpretativamente sigoificahvos pa~ su pro~s1to .cspe-
déstaca~s penss.,lorcs de nuestra ~JlOC*, táles como William James," ci6co. &tos beclios y sucesos no. son p,eselecc,o!'a~o.s º! prctoter-
Dewey, .Bcrg_son 1• y Husserl,'" y c¡ue de modo muy general puede pretados· no revelan estmcturas wtrln= ele signlftcattvidad. 'P
/!iCf formulada asl: . si8n.ificati..Y.idad (~elevancc) no es inhet'enre. a· la narur:iJeza ~omo
/f odo nuestro conocimiento del mundo, tanto en el sentido común tal,siño que c:<1nstituyc el resultado de fo act1vldad sclccnva e mter-
pre~ativa .s!'é e) ·hombre realiza dentro ele la aati;mtlCZ<I o en fa obscr-
co~o en el pensanú~to cient(fiCQ supone ooasttucciohes, es decir,
~ºl';"'IOS de a~traccton:5, gen~cioncs, formalizaciooes e idea• - 1racioncle esial . l ..,.
~aaones ptopi~ del lll!el rcspecti:vo de organización del pensa-
mientn. En témiinos estrictos, los hccl\9s puros y simples no exis-
.. Los becbos, ditos y sucesos que debe abordar e espcaa,tSm en
ciencias oatw:ales oon -hechos, datos y sucesos. solam'."'t': dentro ~el
ten. Desde uo primer momento t«lo hecho es un beclio extraído ámbito de ob;servaci.6n que .le es propio, pe.r o este arnbtto no «s1g•
da un contexto universal ¡,orla actividad de nuestra menreJ Por con• nifico» nada para LJs molérolos, átomos y electrones que bay ~n. éL
J;.11 cambio, loo hechos, sucesos y datos que o.borda el ~s~ccialista \
9 Tbe Aims o/ EdMc•tio•, op. cit., páj¡. 126. en cienci05 socia'lcs ti¡nen un~ est.tuctura tot~te dls~ta. Su
10 lb/d., póg. 1}5. campo de .observación, 4r_l muodo soca.nlf no es escacialrnentc .10~sJtu~~
11 lbíd., l>M• 136. turado. jrienc on sentido particular y una estructura de sigoificatl·
U. lbid., l>'W- ll2•Z3 y 1)6-5-'. vidades para ]os se,es humanos que viven, pi.ensan y acrúao dentro
1.3 \Villúun James, Prin~p/l!s- qf Prv-r:hQlogy,¿ vol. r, cap. ex, «The Strcam of
Tboogbt>, póg. 224 y s1g.; esp. p.l¡. 289 y ,ig. · de él. Estos hao ,pteseleccionac\o y preinterptetado este mundo me-
14 John Pcwcy, Logic, TJ,. T ~ o/ 1n,¡uiry,~, Nueva York, 19)8, esp. ""P•· diante uoa , .erie ele construcciones de sentido. romún ace"':' de la
lD:r-i~ Vll·V~ Y XII. V6t."'C t.o.mb~c::11 d. Cll.'ia.yo «The Objei."tiví-sm.Subjoctivj!I-Jn of realidod cotidi2na, y esos objetos de l?eosanuento _d etc"!lltn~ su
Módem Plúlooophy> (1941), «'11llprcso en lo NlC<)piláci6n Probl,ms o/ M<11 conducta definen el objetivo ,.le su acción; los ined¡oa d,si:rorubl<!S
Nue11ti 'X'odc, 1946, ~ }16 y sig. '
1~ 'FT.Cll.CI. ~8$0ll, Af.atü}re ~t Afé,m,ire, ap. 1• .-.r.. Sélection des Imagcs. pll.l' .h para alca'nzarlo; en. resumen, los ayud"':' a or!ehtitrse dentro d~ ~u
Rq,:~entatton». medio oaturlll y ~ocultural y : rclacionarse <XI~ é~ \Los _ob1etos
16 V . é:t'iae, po,r !jct1;,1J?lo, E~~ Flu.sserl., .Logis~h<t Untersucbungen.,.•. vo). de ,peniamiento coitstrtridoo por:º' expertos .•n c1enC1M social~ .se
.t."2 . cap, 11, «Du:. idea.le .Einhcít dcc Specib und dit ncucn Abs:ttakt:iorui rclie,-en a los objetos de 1""'5at1UC1'lto co~stru1do". J?.9' el. .f!ensanuen-
Thct>rtco•¡ .muy b1~ c,g,~do por 11arv.in. Farbc:r en The Fo(J1t(Ú/. . tio,t of Pb,:. to de ,entido común ele! hombre que ~lVC su v1dá condia11a entre
HOmfflólog:,,~ Camb!'ldgc, 1943, cap. ,x. ~$p. pdg. 2'-1 y ~ .; Ed1nund Has$écl,
Iáeffl ztt cin,.,. rc,1nl!n Phlit!o;mniolagle.A trad. al i~és _po.c Doj,;e Gibson, sus semejantes y se lxls~n en. e.,tos objcto6~ Las consrrucciom:~
t.ondrcis. 1931, p_ntl)ent .&f:'CClQQ¡ fqrmaJc und iransxem!e.ttttde Lcgik·A Halle usadas por cl 'especil\list• en ciencias ~QCÍn·I~ son, P".C:S, por éSI
l~29, o«$. 82~, ~').% (véa.<c Mnrvin l'amc:r, op. c/J., pi(g. 501' y gig:<.){ decir, coos.aucciones de seguado grndo, o s~a, ~ont1tru~1ones de las
Er/lihrulmng und Urteil, L. l.andgxeb.,, «j., l>rolJI, 19:19, sea. ~10. 16,24, 41-4) ~onsrruéciooes bechas por los aétOres en la =edad nusma, ~ctores
y f=$ .

36 37
~.
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• ,1
• 1
• ..,·
cuya conducta el investig•d~r obsárva y procun, explica.e de acuer- y ·sobre el cual nctúa' como 'un hombre entre ~os semejantcsLF,sc
do oo_o la~ regl•J de proceclimtento de su ciencia!• 111undo cxistla antes de n•oor nosotrOs, y er'd expccitnentodo e Jn_.
Las CJenCJ~s social7" modárn,as erúre11úin un grave .dilema. Cieno terprct.do por otros, nuestros predecesores, como un mundo orga.
escuela de pensamiento considera que existe una diferencia básica )lÍl'.aclo. Abora [l,s ofrecido • nuestra expei;lencia e lnterpreLación.
entre la estructttrá del mundo sociál y In del .mundo de la _natura- ¡ '.;I:<><l!!_ inte~retaci~. d.¡ CS!~ ml,lDdo se bJsa en 1ll1 n~o de CXll<;·
leza . .Esw conccpci.óo., s.in embargo, conduce a la. errónea. conclusión · DenClaS pt.evia.s soDrc éL que sQn nuestras o nos hao stdct tra.nsuu.-
de que las clel\cias socioles difieren tolo coelo de las ciencias na- J!.daG PQL.P~és o_m_Jl_Cstros; esas aperie~cit!5_fu.ncion~ coroo \ID
r,,~e~, con lo \1'1e desdeña el becho de que cleti,,s r.eglas de pro- c,¡quema de referencia en forma de ¡,coppcuruento • ll,)~llQ"»~
cedunieoto relac,onac.l.s co? la _organización correcta del [><;nsamlento A est<: acervo de c.."Otlocimicnto a .mano pertene<::e nq.es-no 'conoci·
son comt.'utes a todas 1~ CiC-nct.a,s entpfticas. La otra escuela procura mknto de que el mondo en que vivwos es uo mundo de objetos
t?ntemplar la conducta dd b,ombre ta,! como el especialista en cie,n- más o m<:nos bien determinados, con ~ d e s más o menos d1'ÍÍ-
~s ruu:uni]es COntempJa Já «romlucta» de SU$ ol:,jeCOS dC j>C:OS3' nicL.1s, en.tre Jos coa_fes nos movemos, que se DO.$ .resisten y 5ob.re
mtento, dnn\lo J.>Or sentado que los ÚJ)Ícós métodos cientWcos son ]os cuales podemos actuar. Sin embargo, ninguno de esos objeto~ es
l?S de las <1enc.1as oaturales.. ( sobre todo los de Ja flsica matemá· percibido como si estuviera aislado, ~ino como sit'1ado desde un
nca_J, que_han rcdillliltlo tan mngn!Eicos rcsu:l ta.dos. Presupone, ad.e. primer momento dentro de un bocizome de famifutrldad y trato
más, <1ue basta con 3:d.optar los métodos de las cienciás oo.turales previo, que, como tal, se p.cesupone bast:3 nuevo eviso com.o el
en cuo.n~o :t constmcx:tones te6.tic.is __para logi:at un conocimiento .se- a~vo iocucstiionada - aunque roestlonabJe en cualq,~icr momento-.
!:UIO de _la reA!idad . social. Sin embargo, estos dos supuestos soo de conocÍmíento inmedluto. Sin embargo, tambiéo'(Jas experiencias
1rtcompatibles._ Un sJstém• conductlsta ideal.m_ente perfeccionado y prevhls indiscutidas están a mano desde un primer momento como
totaJi_oentc elaborado, 1>0r cjempJo, nos alejarfa mt1cbo da las cons- 1Jpic11i,, o sea que~CSenta1l ihotizoutes abie.rtos de ex:perie_ncias 6i·
ttucc,ones en cuyos iéi:minos los hombres experimentan su propia ~ añricipt1da~yor ejemplo, el mundo exterior no es ~perimeo-
conduco, Y la de sus. ~emejam.cs en la tealidnd d e Jo vida co1id.iano. tado como un ordena.miento de objetos inclividuales únicos, disper-
Par~ •."'><:"'r esa di!icu]t.d, se r~quieren recursos ~etodológlcos sos en el espacio y en el tiempo, sino como «montAÍÍaS~, «árbofes»,
especlf,~s, entré ~llos la construcción de pautas de ace16n racional. «animales~, «.h ombre,••, etc. Aunque nunca haya visto un perdi-
!:fui el fin ?e ~nalizar má~ a ~onda 1~ 1ndole especifica. de los objews guero irlandés, cuaodo vea uno sabré que es un .animal y, en p:,,r-
ele pensamiento de _las c1enct.'1$ sociales, debemM cncactei;izar atg,.,. ticufar, un peno, qué manif.iesta tod.as )AS cancterlsticns bnhitual~s
oa_s de las CX?ustru~?nes de sentido común emplead"" ¡,or los hom- y la conducta típka de un perro, y no de un gato, por ejemplo.
bres en la vida cor.,diána, y en las cuales se basan aquellos. [ Podré preguntar .razonablemente: «{Qué tipo de pe,:ro es este?».
Esta pregunto da por sentado que fa diferencia de este peno en
particular con respecto a todos ·los demás tipos de petros que conozco
resalta y ~e hace c11cstionable ú nicamente por referencia • su seme-
• '
II. P>nstruccioncs de objetos de peosami<1nto propias jiu,za con mís expcriencfas lncuestionadas de pe¡:ros tlpicos. Como
dice con lenguaje m6s técnico Hu~,;et! --<!llyo análisis ele I• tip.i.ci·
del sentido común dad del mundo de la vida cotidiana bemos tr"Ma.do de 1'é51.unir-,1' 1
' tilo que se e)!:perimeottt en lo perce_pció(! !:f'a.l de un objeto es tram•·
leri¡lo _aperq,ptiv.a mente 11_ctll\19uier otro objéto simil:it, que es !JC."·
l. .FJ ~~,ocimie-nto. de sentido cotn·1ím q11e tiene del mundo cibido simP,lemente !X'mo del mismo tipo. La cxpe.ti1>nci<1 r_cal COU·
el mdiv,duo es 1,n stslema de construcciones de su tipicidatl fimíaJ.L. O JJO...mi. anticipación -de la oonfonrudart.(i)lca. ·ll0!1 QtrOS
obje~os¡ Si.:lu:onf~i,J .co~~!'!d? ~':!. rll'?Jrevi~ se ampliará;)
T,r,itcinos de C " ; ' ~ '.'1 modo en que el adulto alerta•• contem- ;;rc-,rusmo tteml'o, e;\ tipo se dividirá en sutÍttpós; por o tm parte, el
pla el mundo mtersub¡etivo de -ln vida cotidiana, eo cuyo interior objeto real concreto presentará curacterfsticss u,.dividuo;les que, sin
embargo, 1·íenen tail)bién una fotma de tipicidad.
17 Sob~ el conccplX)•..de r~las de p~lento, véi8': Fdix Kaufmann, 1,fe,. "'hora bien -Y e,,l:o parece tener especial impor.t<tncia-:.._yo pt1edo
1/xJJ.ol!)C.? o/ th.e Socii:l Scúrta1,-.& N1,1cva Yo:rk, 1944, es~>. etp:s. .tn·rv; sobtt JO.~,r..&:lobjeto úpicamentc •J?Crcibido como un e¡e,11piar 'éfel - fipo
]~ o.e¡ru~ ~1-vcr;g~~a ~ca de 4 tela('.ión entre La,: aeocúi$ de La. nutu.ra- I.IC!!Cral y dejarme conducir a esce conce¡,to del tipo, pero de ningún
T _y .tS ctt.ooas soaales, ibtd.1 ca;p. x,
l Er, cutu'!to al &ignJficiido _prcd,o de e:itA cxpre,i6p, v&k «Sobre b.s (t:Qli· n¡odo tengo que _pensar e,l p~r,o conCI:etO CO!"º- ~ ejem.plor del
dadcs drúJ:lfu~•
acerco-- e
~ ~1. [Cu:.1.odo se citen art,fculo, sin otras l:ncliOM:ioocs
entC!I, cowo en ~~e cll:b, la referencia corresi?<>ndc :d P.l:c.':Sente
concepto generpl d e «pe.rro,o. «En general•. m1 perclig:ucro irlandés
Rover muestra tod~s las c:aractitlnlca.s incluidas en el tipo «perro»,
volumen. ( N. Je Af. NtdanfOn.)] [TQJllbién ,se-dM cu castiellano bis referencias
que fCQr.t:c.~n<lm al S<'.8'}odo voftttúen de e o ~ de Schutz, Estu'díos .so~ 19 Edm,111d Hu,sw, Erfahrung ,md Urteil, sl:d. 18-21 y sz.s,; véa<c t•mhiéo
(Ñ~ jei°É:)J ctl por Arv111 Brodc:~1. Buenos Aires:, Amorrortu edito~. 1974. te.EL kn&'1t'ÍC, los
_p,¡¡s. 212.57.
tta:SIOfTIO.'i &:l le:ngu11jc y la tcxrurn de- lo. conci~ll~, esp.

39
,,
. .,o.,1
)r_,_,/fe
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•:gón mi <:¡cpc:pc.n.pa _previa. Si.o cmlY,rgo, no me inte,re~A. ~aber pte· véz, qué-clementos-dclx'.n.,Set convertlcloo en un •ust_n,to de tl¡,ificn.
os~te qué tiene en común con otros peuos. Veo e.n él a mi ció.ti geueralizaclorn, qué cai:acterlstlc;ns de esos de,nen Los debén sor
•trugo Y ~añero. llover, distbguiéndolo como L"l.l de tocios los elegidas como carac~etf,$t.icamentc típicas, y cuáles comO exdusívas
dcm~ pei:c;J,~eros itlru,~e!, con los que comparte ciet~•s carac- ejpdivídu•!es; en ottas pnlób,as, hasta qué pu nto; di,bernos penetrar
tcrfsttcas up1tl!JI de . apartcné1a y cond\lcta, Sin uo motivo cspeci,u eo cl hmfaon te abierto 2-• l:1 !ffiÍcidacL Volviendo n auestto ejemplo
no. u.u: siento ind.u~do a vei: en Rover un roa.ooffe.to, u.u animal, u~ anterior: un c.31nbio eñ Oli propósito .? ·n1ano y el síste.mn de signifi-
ob¡eto del mundo ~no1 etc., aunque s~ que t~~bién es t?do esto. cañvid•des que lo ncom¡,aiia, La ,noclificad6n del «contexto• i:lentro
~ tal modo, fil la ~ctttuá na.rural dela .,,da cot1dinna, nos ,nte,resao del cual me interesa S, puede hacer que me interese el becho de
uru~ente detc=ados ob¡.e tos, que se destacan. contra cl campo que S es q, mient:tas que el hecho de qo,e también es p deja de tener
roesuon"?'! de ott:o5. c;xpecio,eat'ados previamente, y el~w.tddo
d':Ja_ac;,uv,~~~a_va ,fe nu.esr.r,, mentc...es-<leteaninar._cuáles de importancia p•ra mi.
las c;i':'ctcústtdlS pat11cularcs dé tal obje\O soo lnaivídualcs y_cuáles
!~ il.p1Cll$. -~ en JlenerAl 1 ~<¡!amente ~os interes•n .algu.nos aspectos
ac este _ob¡cto l"'tttcul~ npificado: Afttmu.r que este objeto S tiene 2. El ct1rácter intertttb¡etivo del conocimiento
~ prop1~d caracterl,hca p, en la forma ,iS es P't, es ua eaun-
ciado dípuco, potq0e S, nce()tado sin cucstionan,iento tal como se de sentido c01111ÍT< y slts im/1licaciones
me •1;>•~; no. es oolamente p~ .ino también 'I y r, y muchas otras Al aoaüzu lns primeras <;onst.rucclones del pensamiento de sentido
cosas. El cnuociado completo debería ser: «S es entre muchas otras
cosas., tal.es como t¡ y r, tambié11 p». Si, con refc:cncia a un elemento común en la vicia c:otidlana ~m~1s actuad.o, sin embirgo, como si
d.el mundo. ~ e s t o , af~mo: «S es p», lo b,,go porque, en .fas d mundo fuera mi mundo ,privado y como si escuvjé_ramos autori-
Cll'CUJlS~J>etss ':"~tes.: me tntcrcsa el hecho de que S es p, mícarras zados a pasar por alto el hecb~ de que es, desde el comienzo, un
no cons,dcro SJgtUl'i_ca~vo ~ sea también ,¡ y , _•• , l!ll!odo ..c.uJ1uNil· intc~Qji:Áilll-' ~)nt~~:ul;,jetlvo p¡;,~qve vJvjni<>.s ~ n
1'
No oh.nante, •l os tennrnos «mtecés:o y «si,gníficati'Tidad:o q ue oca• él <:O))\<:iTo-m]jrc:s entre ou:os ómbres,. con quienes. nos vloculan
b:unos de "'!'picar, opcoas desi.g nan una serie de comple{os probl<,. Influencias y labores comunes, comprendiendo • Los dein.ás y siendo
mas que es lIDJ?O:ible e~poncr en d maxco de este examen, por lo Es ut• ¡m¡ndo.Jl<;...Q!)rar• porque, desde el
coiii_preiididos .,po.r cllos.
cual dcbeo:ios limitru:nos ·a unas pocas observaciones. principio; eJ r,¡_~ndo de lil vid,i .cotidiana es µn un.iver~ de signi-
f1n cual<J.~<er ~mento d~ su vida diaria, el hombre se encuentra f!cación_.em nooot:ros, vale decit,-tina. tcxtutt de seo.udo que de•
co '!"ª, fLuae160 b1ogtá.Etcamente ruiterminsdal vale ckcir en un bcmos i.otecpretru: para orientainos y conducimos en él. Pc<o est•
1 medio ~'."? Y socioculraraJ qu7 él define •1 '! d;n11:o del cu;! ocup,a tei<tuf:!\ de sentido -he aquf lo que difcrcacia •l ámbito ele la cul- ·,
u.na pos1aon, no solo en ténmnos de espaao físico y tiempo cxte- tura dtl.Gibito de la natural~ ~ otigina en acciones humaaas Y

. 1. nor, o d. e. <SU stlitlJs y •,u rol d.cnij!_? del sistema social, sino también
"!'ª P,0Stct6ri, ID!)fal _e tdeol6g,car Decir que esm definici6n de fa
ha sido- instituido pot .ellas, por las :nuestr(IS-.y-'as -d<L nuestros se-
mejantes, ,contemp.Qt'.1nt.9t y 1:redecesorc4 ITodos los objetos cul-
turales -hcri:amicntas, slm6o)os, sistemas de !c,iguaje, obras de o.rte,
s<t:uact6!• es~, biogrdfic~ente ~ermin9da tquivale a decit que tie-
ne su ·historia; es ~ scdimentac16n de tocias (as e,cperiencias previas instituciones sociales, etc.- señ;Ua_n e:n su mf:S1,no orige:.o y signili·
cid hom!>":, orgnn1zada en el patcimonio corriente de su acervo cado las actividades de sujetos bumonos! Por esta ,azón, somos \
de_ n~en"! • nlllll4?,. Y, _como. tal,,':" su po~l6n exclusiva, dada siempre conscientes de la bistoticiclad de la culn,ra que encontra-
1
•. e Y solo .a .~- j:,--""'-51UJa.<=i?ILb1ográftc'1lllcnte deter.minncla incluye mos en las Lia.diciooes y fas costwl)bres. Esta historicidod e,; pasible
de ser examina.® en su rcferenoia a a&tiv i.dades bun1anas cuyo 13edi-
uertas pos1b1hdo,r.;~de act1v1dades ptácticas o teórica, ft.ttums a las
que> para resum.tt> denominaremos «propósito_ a mano» (purpo.re mento constituye. Por la misma t'll7.Ón, ,l;J.o-.puecf.Q CQmpi:endor un
at hand) J Este propósito es el que clefiae aqucllos elero.e ntos entre objeto ruUural $Ín referirlo a la actividíid humana en In cual se
todos lo,/ dcmJÍs conteoldos ca tal ~itaación, que son sígnifi~atlvos oTigina: Por e;emp)o, no cornpreodo un3 berrnmienca si ne) conozco
ct•n respecto a él Este sistema de sígnificaüviclades determina, a su el prop6sJto parad cual ~e lda,da, un. signo o un slmholo si no ~é
qué represente.- en :la mente de la pei;sooa que lo usi1, wi>l lnstit1.1.ción
20 Vcfunsc Jas ,cl~i11s de 1n nota 19. si.o coo:nprender qué significa p<tt"J los individuos que orientan su
21 1ln cwmm ,J ~ t o de «definir. la sih1úci6n», v"étnsc [os dJvecsos acúc:uJos conduct:3 con. respecto s su_ existencia.. Este es eJ órige,n de lo que
.sob~ el ten.,~ de W . J;. Tbomas1 ahora re:unidoti en Edmund H. Vulkatt, cd.
j~::- Beha:vwr 11"'1 Ptrsontility, Cantribttli<>JJS o/ W. J. Thof11{tS lo Thttoiy anJ
/Jcl ~es,;m-c_~. N ~ Yo.tk, 19-'l, oon fodice anaUcico y valtoso eosar.o lntrf>.
se denomina posrnlado de lo i.ntapretación subjetiva de las ciencias
.ocialcs, que más adelante exigitú nuestra atención.
d uctono por 1a n:copj]ador. No obstante, nuestra tarea inme(Üata es ~,cruninar las (.-onstrucdones
~Jé::. ~~OI! Medeau-l?onty. Ph4.'10111Rnologje de '4 Mrcrptl.on,,.\ París. adicionales que ,surgen en e.1 pcn~uniento de stt1t.ido común, si to-
~os__eq cucpt.1.ru:te ~t:; ~u~~o 1'1._o es _gil mundo ,privado, siñ'ouh
:_vf.~.,,.11,a,rso11.
""" ""-f
«La cloccióo dl!rc dívl",SOS próy«ros de ll<"i6n• ~,<,- ªJ ª4
) • ,,.,~ , 7
~;,- ,
(N
• '!llHldó m tersubjetivo, y que, ,por fo, tantp,. mi conociirucnto de él
no es asunto mio pdvado, sino intersuhjetivo o socializado desde

40
41

.1
j l ' I (
Wff'J''J.. f11 : ..,, . ,, \.
el nnn . . j ,· , ¡ , . , • - ·,' , . r};
·f"'' c,¡uo. Pa.ra nuestro fi - ·'-
mente tre., aspectos dcl'-rotl nesd, u,¡hcm_os lcner en cuenia b , .Es l>l,vio que amb.ss iclcal.izaciones, la de la inte.raunbiabilidad de ,[Ós
r.. La ~ .
r ema e la SOC1alizaci6 dcl
n
. . rcve,.
couocuruento·I puntos de vista y la ele fa congruencia de llu.-sigolfícati.vid.tides -que
constituyen eo conjooto la tesis general de las perspeclivas reclpro-
./' "· · •=pl'O<:ldod de perspectivas
conocimiento. · o la soc1alizacióo l
cas-J son. construcciooes ripifiadoms de objetos de pensamiento que
b. El orige.u scciaJ d l . esc:ructur:il del reemplazán • los objetos de pet>AAmicoto de mi ex¡,criencia privada
0
conoci~ento. cbooamicnto o la socializaci6a geaéticu de.l y la ele IJ)i semejante. Mediante esas wnsrrucciones del t><:nsaroicoto
t:. La d1$tc1,uci6n social ele! conocúniento. dc·~entido coro-ón, se ~upone que el secto, del mundo presupucsro p<¡c
m1 también es presupuesto por usted, mi semejante individual; más
aún, que lo p_resupooemos .«Nosotros,.. Pero este «Nosotros» oo nos
a. Je reciprodd;;J de perspectii>iis incluye solo.menee a usted y n mi, sino también a •cualq,lierf.tue sea
uno de no~otros» , es _ decír, n tod.o aqud cuyo~istcma de si · ·cativi-
En _la :lctitud natural deI . cládes esté sustancialmente {~uficientemente) en confonni ad con el
~º"~na, presupongo la ~~~'lltl\cnto de sc!'tido Col1)lÍn de h vid soyo y el n1!o. 4sf, 111 resi_s, $nl'tlll de~ Espe~vas ceclpr9c¡1S. con-
unpl:i':" 9Uc los objetos del mu:dCJa ele scme¡an¡es intdj¡¡entes' Estoª d!!>.e~!ll~..i!Q<Sh=i6n. de..clljg~_y_s11s" aspi:,<.-tóil:re.bnente conocidos
e:ouocurueoto · 0 son en princip' 'bl · PQr ¡nJ y_ __ ¡,otendal,!1._ente._S!?'!_<,!d4.Q.s _P.fil-USted como conocimiento
ni o sé ' o sea q_ue soa conocid~s . , io! _acces1 es a su
g . c¡ae Y presupongo fuera cl . od od conoctbles po_ t ellos. Es detodos. Tal,conocimiento .As.cpn<;l!J;i;ído..coroo .objetivel..y..JJ!IÓ.niJno,.cs
f¡~¡~aeo que¡. en tétml_oos esiic~osa uda. _Pero ra.mhiéo dé y -¡leor, separado ,t iñdeWJíenle dé...mi definiaicm-de--la SÍ\U.11,960 y la
Eg car a}¡¡o difCl'c:nte ¡,o.ta mí y 'ald ."mt.smo» objeto debe d c:ml semejante, de ' nuestras mcunstrutcias,_ bjog,;#icns exclµ$.ÍvM ,¡ de
seo es as1 por Jos sigtúc.ntcs moii::.:cu qtt1ern de mis serncjaote~. los prop6sitos real~, y potencfales inmedfatos.que. cllas..ln<1olucnm}
Debemos interpretar -los iérmlnos «objétos» y «í!Speci;os de los obje-
i. Yo, por ballarrne «aqn{ tos» en el sentido mis amplio posible, como objetos de conocimiento
,,obJetos
· ~,1.1n· .
y -·,-- ",
cmo romo estoyún · ll una díotano···" dlfeteme de los que se presuponen. De tal modo descubriremos la. import•ncia que
-.wen está cnJJJ» p 1t • ,.icos otros aspectos de clJ las construcciones de •los objetos de ~amiento intcrsubjerivos
de rni alcnoce (d~ mJ'vis~,m'::['a·razón\ ci~rios objetos .:~,,'l'f~c~ -objetos q,Je se originan en la socialización cstrocrural del conoci-
~er~1 dc!'tto .del s!'Y\l, ·v vi~<;vet~!do, m, esfero mauipulatotia, etc.) miento que acabamos de dcsccibir- ticoéil para muchos tlJ:Oblemas
. ,,u suuaa6o b10 1ÍÉ " • ' investigados, pero· no nnalizttdps eX:haustiVtunentei por enünen.tcs,
Y por ende nu g, com~µte determinada f d · . especial•istas en ciencias sociales. ~ - que se supone conocido por
:.';!";;.éle ";Íll~:,~[J':~ctl;;~~~~sitos cllym:o/ym~u=s"~:: todo d que comparta noesuo sistema de significativldadcs es eI
modo de vída que .i~ p,iccnbros de~ endogroF<? consideren n_•l:U!_al(
en cterto medida. en os, deben diferir, al
bu"1'!o y cor.eéto;"" como -tal, es~ en el ongen de las dtversas
., .El peosainiS!,!:CLJl.e s tld
Ps:f!'jvas mdÍvlduaJes~" o <:ornún supera fas diferencias
recetas para manejar tosas y hombres con el a,.i de enfrentar situa-
ciones tipificadas, de los osos y co~tumbi:es, de In «conducta tra-
li2acioñesóási=•·___ -· _q ue resultan de esos factores m=aote las ¡cfea.
-~' .<;n d<)s ¡,ers- dicional,, en el .scrr~ido que daba Max Weber a cst• expresión;;"
pe los «enuqclados obvfob que c.l éndogrupo cree villdos-• pesar de \
i. Lo idealizaci6 el 13 . ser incol)sistcntes¡ í!'i1 en resuJ11en, del «a~pecto natural t"Clativo del
pres ' n e mtcream.binhTdad d
cao,bfu':!º .!:
viert~ en el1
-;;Y presumo que rni sem~iante ~~ºf
pu~tos de vista:
por e! suyo, de modo tal u o m r,;mo- que oi
mundo•)"' Todos estos términos se refieien a con~truccion<:$ de un
conocimiento tipificado ,¡ ,;IJ)a esrructuro muy sociali2ada, que ttem•
ve•é con la · " CStoré • igual distan:.:_. d 'l,__., su «aguí» éJse con- plazan a los objetós de pensamiento del conocimiento privado mio
' mrsma u · 'dad ' ·- · e u.. cosas y de ttú semejante con respe<:to al mundo presupuesto. Sin efl:llxlrgo,
fas mismns cosas pm ' Y que adem,ls e~tarán we. . y los
bién es verdadcro1uo están llhor« al alcance de él. (l ~ mi al,cance
este conocimiento tiene ~u historj·a , es un1, parte de ouestrn «herencia
ii. L, ideaüuc'ó d. o mv<!rso tam- 23 Wlllhun Graham Sumnc:r, FolkflXlys, A St11d1 o/ Jhc Sociolopjc4l lmporlam:e
M' 1 n e la COngl'uenci el 1
,•cnu11s no se pruebe ¡ • e sistema de slgn' "c.·ui 'd··'--- o/ ltfannerJ, Cu:¡fOlflS, At1Jres und ,Mor.k, Nueva. York,. 19()6.
[lll semc¡·arux: h o contrario pr~su v, "'-""'· 24 Max: ~febi::r, f he Theory o! SócWl 1111J Ecanomic OrgMáaJion,.,.•.. lt:lld. al
. . ace lo mismo- ' ~ngo - y "-' presumo ue
r~~~~a:~ :t;:;6st;;;i:c;::,,~1~i:fª~~:~t:~v:ni~e~~~
int,lc!s por A. M. H"'1dcrson y 'ralrott P=n•, Nt;<Va York, ;lJ/47, 1.lg. u:; y
sfs-1:.¡ véase ~.rnhién Talcott PutS<IIUI, T~ Struclurt of Social Aetion,,t,. Nueva
Yoi·':J 1937, ~p. nrt.
.._..J osotros» suponem
, a qtucm de u.osottos él 25 Robcrt S. l,vnd, Middletown ilf Transition, Nuev.i Yotk. 19}7. ap. xn, v
""'º los.objetos ~lo os. que ambos ,hemos elegido e •.Y que Knowled¡e for Wha,? Princet,>u, 1939,j¡,lgs. }3-63. ·
~e una manera idéntic po,:elaalmente comunes y sos c Ul'.¡""!'te- 26 1'.1ax Schc.ler, Die 'wísrensfórmen .u,rt áit GesdJscb4/t, Proble,nc rillcr So-
wlo.g_ie des Wissens Leipzjg, 1?26, pág. 58 y ügs. Vé11..sc. lto1,11itd Beckcr y }Id.
1déntica», va.le decij-, sutlc?e:,.~':iostito· tml. ~·ncra «e:w~~": 1
n:u;i:c Dahlkc, 1¡1Jvl~r Scbclees Socio!ogy óf Knowledgc», Philosophy (l(Jd Pbcnolfle-
• os =es pcáctkos. .nologic,d R,w,rcb, voL -u; l942, pfgs. )10.22, e,p. ¡,4¡¡. ;t:;.

42
43
~!}f;J;6-;:'~jºs. =~~ce al segundo
cl ae
aspecto del problettlJl de
CO.OOCflll.lCDlO; genéti6'. $U CSt?UCtu.ra
la (es hace se~ lo que sou, y vfoeversa. Yo soy «experto~ en u.n campo
limitado y «lego» en Uhlcbo,; otrOs, igual que ast~. •• Todo acerv•'
1e- cwi.Qcif™.e..nto_ que un individuo tiene a mano en. un mo·m ento
cüalqwera de su vida e.st<I estructUJ:ado en 1.onas ae
divers.o.§ ,g.qidos
b. El orige11 social del c.on<><;imif:nto d_c claridad, _ni~dez y. _prccisi6-?- Esta escnicttua se o~gi':'n eo. el
stst!'m• de $1goific:il:iv,dades vigente y ' ~- ende, esta. b1ogdEtca-
C' ~!!'. una _parte muy ¡:,equeiia de m · · · -mente-determinado. El conocimiento de esas di{erencias im.líoiduales
q_rigi_na dcnt to de tni ex ríen i - J ~ COJH>CJ.mtento dcl mundo s~
constfruye en sf mismo un elemento de la expcrienci• de sentido
~
de orig.e o •.ocia.1 • ""e"
P.':d e:: ·ª pe~s?nal · En su mayor .parre es
-na ..s1 o traUS1DJt1do oo~ ¡nis · • .,__ 0 común, Y.º sé a qué médico o abogado «competeo.te» debo consultar
mae>.!J=os. Y los maestros .de ,nis m•esttos'.:lt: am!g s, P"9""•, y ep qué cirtuo.stancias tlpicas he de hacerlo. En otras pa.labi:as, .en
defi.otr cl nmbiénre ( es d . . · ·.;,,-y me ,enscru, no solo a ~ " vida diaria <'Onsttuyo tipos acerca .del can->po ,le ttal¡) _dirJ,~to del
naco,a] relutivo de.l mund~' 1•• carsct7tlStlC'd$ ·npicas del aspecto
la suma totaJ incuestiooadaque p,red_omu1a en el endogrupo <:ón!O
diws.s!el aJcap~-e r t ~ ele su conocimi.<;nto. Al hnccclo, presu-
mo que él se ~ru:a poc determinadas estructuras de signJficativi-
qüe se. p,resuponen hasta ~u~; per? s,e~pre t."Ue~_!i,o.nable, de rosas dndes, que $C expresan en uJ." conjuoto de mot.i.vos constantes que
truccíor.u::s tíai.ca d _ 0 aviso) Slno ta.tnb.1en a elabotar c-00~
aceptado poid spuneto-:,er%tacon l-
sls1emif. de significatividodcs
conducen a una pauta particulru: de acción y lmsta codétct:tnin"ll su
persóflaljdnd. Pei:o esta afirmación anticipa el análisis de las coos-
Esto incluye n:,odos de vida
recetas eficaces 1
m~~ód:;:'º
un 1'¡_~0, del endogrupo.
d ' . P"';• aooroar el ambiente ttuc:ciones del sentido común relacionadas con lá compr~-nsi6ri de
nuestros semejantes, qu,e constituye nuestra pt6,cima ratea. 30
fine! tipicos en ~t.~a~o::: tí ei~~e~os cíp1~os .t~~_diei;ites a logr.a:
l~.ng~ <J.!IC~nnite ,ransmitirp
1 · ~,!1!..,efl<9 np,hcador por exre-
"! ·v~~l:tn~- y la sintaxis dcÍ 1:::.?c,inuen(ocli de prige~ social es
vida cottdUUlll ~ , · . alm ,.~a¡e con ruio¡J-a ¡cq¡a. de la
3. La estrucfara del wundo socjal y sn tipificación·
~~~·~i~~~ f ii~r~~~~e~~t~;u}'~~~aj~P.r5~ci~~s./ g~~rili~ [1or parte Je las con.s trucciones del se1ttitlo c01mfo
eo el onilogrupo Tuig(iistico u ,. ~-¡;"18 cativ!_au,;s pred<>1n1nllllte
.t,µ,Qia suflcienre.J;Qj¡¡o- üñq_ e \í' oyó • la cos_a ªºn'\~rnda iml?""- Tu,. . :)e;! humano, ,nacido en el muodo social y que vivo mi existencia
q:,tl<liaoa l?n. él, lo expc:rimeí,10 como constru.id\> alt,;d~d,or del lugar
. clla. El lenguaje habitual p.t~~tífie<:er un t6:mroo especifico para
depc$sito de tipos Y c~ractcdsticas , 8ch~ede scc cou,p:1'':do con_!'" qu.e ocupo en él, .como abierto • mi interpretación Y. ncéi6o, pr.ro
ellos de orígen social ll 5 • os .I' preconst1tu1dos, todos si~pre con r<:ÍecCJ,lcia a mi situación real biogdfican,eote dc:cmtl-
<'Ootenido incxplorado~rquc evan cons,go un bo.tizonte abierto de !!!ldn, Solo con rdcroocin a mi logra cierto tipo de mis relaciones con
ouos el significad.o espc:cilico que designo con la palabra «Nosouos»;
solo con referencia a «Nosoqos», cuy() c::erirro s;oy yo, aparecen otros
como «VosottoS.»7 y ei:L i;e(uencin a «Vosottos», que a su vez se
·-.S.!.. l.a diitrihución~ ~cial f!l conqc(;¡¡Jt,{¡¡¡- i:efjei.-en, a m!, surgeo terceros como «Ellos»..,. J 1 ~ n sió0-dd
tiempo! ~s~r:, con td;eren.c;ia " mi, en· mi momento bJognÍ.fico \
El conocí.miento está soci!llmen dJs ºbu' d actwt!~~nt~ponineos,.t? con quiene~ puedo establecer u.o ioter·
perspectivas recíprocas 611 ra ce . · · m 1 º·.L.~ ~esis general de las
conocimiento rei1 pe > sm dud;t, la d1f1cultad de qne mi gm¡b19 .de '1C!:t6n y ceacci6n; «;,redecesotes~, sobre los cuales no
_ sea meramente el oonocim.ic t'
semeiantes y vk-.:versa. p d ª. o_poteocu·a1 ue
difiere de un individuo ero I'I •cervo e co.noc11DJen.to real • mano
L •
m1s puedo actuar, pero ruy~s acciones pasadas · y su =ultado est,n
tOllla en cucn,,..,_ este hcci,:"oN,n:o,_y.,,e.LIpensa'?!eot~ de .se11cido común 29 Álúcd Sebo~, c'l'bc ,Well,uúoi:med ·c;tizco, ao Bssay o<> th• Social Di.$-
de l .. o so amente cliliere to q . . di ºd tcibucioa oí Knowledp., Sóci#l Re,urarcb, vol. 1), 1946, s,&'g.,. 46)-72 [«El
:~~n·3rofm~l~s~~e su_S~nt<;, sino t~bién"~t,.~~o ~e»~~ ciud-adanó bien i.nfor.r:n11do», en esiudio.f sobr4' ,~cria- .sociJ', op_. cit., cap. 6 ]
30 Exceptuando .ia,,nos «onornisl>\S ( p . ej., F. A. Hayd,:, «li<onomics and
grados
co
de
.
dancfAcl- ñítia~;» . • -. ~ E-1 conoc,c_ni<;nto tiene JDDCl,os
lo r.. • ' z, prcctsiun y fanuliijndad )?
KoowJedge•, E.conotnic11, fcbtcco de 1937, ~impreso en Individualism a.nd Eco,.
IIIO ~Jemp . "' ~ocida distioeión de wur .J :•• ar.a t0trul1' 11-a,nic Otder, Oaiotgo, l.94~), d problema de lu distrJbuci6n soci:il del coooc:i~
mi.coto no ha atnfdo .ht at.enci6.n goe merece dt: los ~CIIS en ciencias socil.t-·
º.º"!Dllcnto por trato ditccto» (k 1 ., ."'m "fl'CS entre «co- les. Abre on uu..wo ('3J))PQ P.l)N la iovestJgación CCQric:n y cmptriCII guc vec:d,.
cittuentó acerca de,,; (kn.-···' ., tmbw "ª¡ge <>f a,c9u'1tttto,we) y «cono-
1.. . · uwHtagt!-a out
c.oas co.s ~. a la. maneta silenciosa del '
es obvio l
. _u e conozco mu-
deram:e~ .m~ a el noi:nhtc: de :klei~lc;igfa del CQ.DOCjm.it:nto1. .M~.w .~et\)a~O
a una disop,l ina lllal deflru,d11.. que se. lim.Jtll a pcestip.oner La d.1Sltlb\1c:1op SOC.'till
tcnce)' mientras que ustetl ti ~e'? trato lt,:cto ( "cquam- del cqnocimicnrot sobre la cu,l -se basa .. O,brfa espc:rar 9ne Li in\festigaci6n sis,,.
ene conocuntento «acerca de» lo que t~tica de ea.te ai:moo brinclarrt sjanificidv:i.s co.utrib\'lcioocs a tt:ndios proble,.
27 V&,o «El r..,m,• · ¡ tmts de JU cienclü -SOi.iales, como b del col sociél, la qtmtilic".cíón 50Ciu1. la
cia»w'l48'~239 y $íÍ;:J 0 ' os thl:itoi:no.s del l!..'11:gUaje 'I la tcxtu.ra de lu cqnciic:n- conduct-a lnia:l1ucionnt u organiza.ti~ l.ít sociologfa de la..'\ ocu_pocióncs y pro(e-
28 tlfillm J11m.es., op. dt.. vol.-' t, púg~ 221 'I sie;. a:ione:s, dtJ pre.s,rigiO y d $tllt\1S,. c.tcétent.

45
1

li.
r
ubief\tOS a mi in te,rprctnci.6n, y pueden lo.fluir sobre mis acciones.; y mediante una· «co11u:ibüdóa..cl~ lrl- imagioación de ¡,tosenrncío'!,eS
«sucesores», de quienés .ningup.a CJtpéfienoia es posible, pero hacia los hipotéticos cle-$CDtidó~ ( P'l"' aludir a fo ft..e de Whl teliead. ante•
cuales puedo or:ienta.r m.is acclones en una antjdpac:i6.l'.I más o menos citncla). o ;sea elnborj19do"uaa-<:0nstrucdón..de .un;!_ form~ tlpr~n d~
vacía. Todas estas Iclactones muestran las .m últiples for1nus de inti- conducta una pauta..típica de rootivps suby;,centcs, de n~i.i:udes- tlp,,
midad y anonimi~, Eamfüacidad y ajenidod, inteasidad y cxtensi6n. •• cas .~ , tl¡,o -de. P!'rsoruilida . d, tl\, las cuales ao. son_$mo caw~ o
Et, et presente con.texto, nos limitrunos a L, rela~ón que se esroblece ei~'lll?l9§.. el Ono :¡. {a (:Q!ld~c1á. s1JY• qu,e ,se e,•mina, aml,:ls39foeu
entr7 concempoxáneos. Refkiéndonos todavía n la ex¡:,erieocfo ele ,di!_ nJcance d_,;,..tru - obseJ;l(l!~'Ó!I- No F,<lcmos eirll,orar .~ui d "¡ºª
s<m.t1do común, pOqemos presuponer que clhombre es capaz de com• taxonorñfa CQ,np.lctn de 1,, estruccuracioa del muodo SOC1al Y _.e ns
prender • su selllCJante y sus ·acciones, y que puede CQD)UnicatSC con diversas formas de consnucciones de tipo;¡ de cur•<X! de acclóa 'I
otros_f!l<que presume que elfos éampreaden 1as aecion.e s de él; y tipos de personalidad necesarios. pa¡:a captar al. 011:o .Y su c~nduct~.
tamhJen que, oungu<: esta m1,1tua comprensi6n ticpe ciertos límítes, Af p.e nsnt ~o mi umig9 au~eo~e 1)., el_appr~ ':'n '!¡,o tdeal de s.u .~ •
basm para muchos fines pr:lcricos. oaliéLid y su condm;to basado cll mLe)lperienci• pasada .ele A .,S I!'º
E:nttc C?is_.contemp.oráncos ,hay .Algun9~ con q~i~nes, m·iencr~ f{_ura mi asociado. Al colocar una carta eo el buzón, preveo que personas
1;¡_,;eJac,~a, !:!?)!lll>lP~ ..!!.• cqmuni.d nq no ¡,olo temporal. sino truubiéo a quiéñcs no . conozco, JJa.roadns ~p!c~dos dd. correo, ncrunrán de
~P•.fltÚ; Por c-o_nv"!uenda tcrlniñológi~. {lenorninaremos • tales con• una m:mera típica no totalmente ~ntcli¡¡ible para ~. coa el ,:eljt!Ltado
tcml)Ornneos •.«asQétados\ , y ,a ln t<!'lac1ón establecida entre el,los una de que mi carta llegard al destmaamo eo un tiempo tl¡,.,cam~te
.ª.
-.t~5lón. «car3 c:a"ia»! eotendien~G esta expresión en un sentido r3zo11Able. ;\un sin b•be~ ooaoci,;lo nunca il un fraacé~ ~ un nleman,
disanto del u til.izado poi; Cooley-" y ~us su,;esores¡ ~n ella solo com¡n;endo «pór qué teme Fnmdo el ,ea.ane de Alemat1:1.n». Al cum-
dcs1gwun9~ un aspecto pur/uneotc formal de la relación s()ci,al, apli- plir con una cegla de In gram!tica i~es~; s.igo una pauta de conduct~
c,;ble por rgual • 'lllln charla Última entre amigos y a In copresencia sócialmtnte aprobada de mis semc¡,u11es cool<'mpodneós ele habl.,
de extraños en un vagón de fcrrocarril; iag,les", o la cuul debo ajustar mi propia con~'!cta P""": h•cerme
Compartir una comunidad de espacio implica que cierto sector del compcender. Finalmente, todo artefacto o u1ens1ho se ~e6ere • los
~undo ~x:terao está por igual al alcance de cada copartícipe, y con- .emejantes an6aimos que lo clabornro¡, ¡,nra. oer uso~o por otra_•,~~
tiene ob¡eto.s .de interés y signi.flcativid:1d que les ;;oo éamunes. Para mej,intes anónimos con el fin de ,ucanzar (mes t!¡,1cos por m..,1os
e~. copartl~, . el eu.e~¡x,. del ol:i:o, •~,. gestos, su porte y sus = tlpicos." .
Es tQS no 500 más que unos pocos c¡e.m pl?•, pero orclcnados s,cgun
. ,
presmnes factales son 1nmediammente o~obks, no solo como
co:'as o suceso~ del mando éXterno, sino en su sign[fioi.ci6n fisonó, el grado de crccieor.e ru>?nirula de la rdaCIÓ"- eni;~ contemi;>?raneos
au~, vale clcci,;, como slotom9$ (le los ,pens.11Dientos del otro. Com- involuctru:lo y,.. por coq.s1guicnte, de ln const;r\lccton .oecesar1á para
~= una com~niclad de tiempo - y esto se refiere no solo· áI a.prehenper al Otro y su condu:'"·. Se ~acc evtdente ~ue un aumento
en la , aooni;ni• supone uoo disaunuc,óo _de fo p!crutud ele! conte-
~em¡,o exterior (cronológico) sino tambiéa al tiempo interior-
uaplica que cada eo¡r,,.i;tkipe inte.rvieoe en la vida en curso del nido. 'Cuon!Q ,n,;!s a11.6oim.U.\' l ~ "'!ns.!f..!!f_ClÓD up)i1<;a.~al, ~~~s.
otro, puede captar en un presente vivido los pensatnientos dcl otro aleja~. est,í de fa singul_'!E_di!il dél semeiantc: m~d!J,11 .unp_ d~
tal corno ·••te los construye, pasó a paso. Así cada uno de ellos _:y .~to menoies son los as~~t~~ ~_JU. pers.~ aal¡~d . Y pautaS.
'""!'parre las anticipacionC$ del futuro del otro ....'.planes, cs¡;xmwzas o conducta que entr!lf'\ en Ja, tlpiñcncufo c~mo .;ugnific~tivos .r~SP'\\;'.
\
ans,edade$-. En resumeo, 6da uno de los ¡tSocfodos se baila ioopli- del propósito a mano para el cual ha s!d~ constrU•?º el bpo. ,¡,J
cado en fa ~iog¡..ffo d.el otro; envejecen juntos; vlvén, por decir <Listinguirnos entre tipos persom>lcs. ( sub¡em,os} .Y npos de, ~ ·
•si, en u11a pura relaci6n Nosotrost de •cción (objetivos) ; pode¡uos deor que ,la ':'ecrentc nnO\UID-ta e
En tal rclo<:,i6~, f,ot f_ugitiv_a y ~.u.pe.,-hoial que ..ea, el Otro es cnplád.o la construcción <;onduce al reernplnzo de los pruneros po~ !os s'.'guO·
como. una tndt*tduolidad u~C<\\, ( aw:,que solo W1 aspecto de su per· dos. En lá ·a nonimia completa, se .supo!'e que l~s lndmduos son
S?aalid.d se ponga de manifiesto) t n su situación biográfica únit~ intercambiobks, y el tipo de curso de acaóo ~ ~F,cre • 1A c~nducta
(aunque revelada de _manera sol•mehte f.cogmen raria} . En todas las · de «cualquicra"ij que accúe de la 10Rne.ra de6mdn como tlp¡c,i por
otras formas de rehaóa social ( l:tnstn en la r.efaci6n catre asociados fo corumueción.f; l ·ó N,
e~ In rn_edido en que concierne a I,;,$ aspectos no revel,ados del s{'. Resumiendo, poclemos decit que, excepto en l~ pw-a .•: ".C! n . . oso-
m.smo del Otro), el sl-1Ilismo del semejante sólo ,Puede ser captado tros entre asoéiados, nunca api:e~en<,!em~ la .s mg,.il~ridad rnd1Vtdual
de nuestro scmejnnte ea s-u situaci6a. ,biográfica única. En las cons·
Jl AlfTcd ~ua., D~ sinnh·a/lt! Aufb1111 Jer sozialen We.l t~\ Viewt. 1932; ~ trucci;,nes del pensamiento de sentido comúo, el Otro aparece, a lo
ol.,.1960, Vc:asc ~mbiéJl.Al~ Sr.oriier y Kad BCJde, «A Ne,¡,.,, Approach t<> thc
~ o g y of l:bc Sc>ciaJ Science,•, Et'on(Jurica, vol. 5, noviembre de 19)1 Véo"" Alw,d
noto J l. · th s · 1 World•
.,....,. ~24, esp. Q&¡¡ 416 y sig•. ' •33Vé•se Schuti ·
«rbe ProJ,km of Ratloru,litv ,n o , ocio d'
3j,~ 1-l. ~lcy~ Social Or.gankatJon, Noev11 York. 1909, éaps. ,JU-V, y Economica vol 10 ~_yo de 194,. (N. de i\(, l\'t1sai1s(',;.,) {.EJ.. groblctrut . i,
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1 ! '
r
~-·~ .,1'.:.Uut:2., «.u1e 11on.l«otner., Am,ric.an ]ot1ntJ o/ $(Jc/6Jogy, vol. ,50, 194,,
~g~ J71. (c!A Vuelta:~ hc)ear•, Estudios SOb(~ teor/11 ióci«l, OJ!. ~il., cap. 5.]
• ,I
ha ucioruau'dad ·en
c,p. ~.]
m.andQ ,ociPl•,~en Esludi()f sobre. ttoría S()(tql; ot,. at.,

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46 d 47
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sump, . como un si-mismo parcial, form,a pi!!te incluso de la pum 4. Tipos de cursos de 1,1cción y L"ipos pe,·umaies
relációo Nosotros sólo con una parte de su personalidad. E~-ia idea
parece importttnte en varios aspeccos. Ayudó a Sunm_ cl.. a snper.,,:r el Debemos ohora investigar brevemente d esquema de ~cci6n e inter..
d.ilema entre la conciencia i11div:idual y fa colectiva, que Duckheim 3 " noción sociales que subyace en la co11Strucclón ele los tipo~ de cur~s
advirtió coa ~nta claridad; está etl la base de la teoría de Cooley.. de acción y los tipos personales en d pensamiento de sentido comon.
acerca del origen del 4f-mismo en un «efecto de espejo»; perotiti6
• Georgc H. M~d" elaborar $u ingenioso concepto del «otro ge-
neralir.ado»; por último, es decisiva para la darlficaclón de conceptos • · Acci611, proyecto y 11101.ivo
tales como los de «Í..tllciones sociales», « rol social» ·y, final.inentc
a·u nque no .men0$ importa,nte, «.:1ce:ión raciona[ •. * ' Tal como se lo emplea en este trabajo el rernúno «acción» designará
Pero esto no es má$ '!ue fa mit:"'1 de la histocia:.,'tu~do=-<;2nstn1yo la conducta humana conGebida de anre.n,ano po.r ~l actot, .º sea, .uTUI
cl..Q_go_':2_~0-, un s!-nusm0; p;u:~•(, como el que áesélupena ~les o conducta husada en un proyecto -preconceb,do. El t~.no «ac~•
funcJoa~ ~l"'."', er-cóí:oLiOio es cl proc.e.so de, aufoti.pi1icaci6h ,que d~nr:I al resultado de e'tte proceso ~ ""!so, vale dear, la aoo6n
se pród~ce si yo e~tro en relación con él! Yo no "es1o:Y-implicado en cumplida. Esta 1?Uede ser latente lp. eJ.,.":' uit~.to de resolver men-
tal reJa.c 16n con m1 personalidad toca], sino solo coa algu.oas capas talme.ntc un problema cientllico) o manifi7".ta, u,sertl\ ~o el mw:,do
de ella. A.ldefinir..el -rol-del Otro, yo mismo asumo un rol. l'J tl¡,i- exterior; puede llev-a.r ~ a c~bo por c;omw6n u ºmI.?6n~ conside-
Ekar i.. oonduct~ del Oa;o, Cfltoy tipificando mi propia conducta,' / rando fa abstención intencional de actuar como uoa acc,óo en. sl.
que ,se tnterrclo.aona con la .suya, t'tans:formándome en pnsajeL'Q - tt>nJ Toda proyección consiste. en anticipar la conducta fu~ mediante la
..-umidqr, contribuyente, lector, etc. Est• autótipificadón constituye imogimcióo; sin -embatgo, no es cl p.roceso de la 8':"'Ón eu CUJ:$0
el.fondo dela distinción de WU!ium James ~• y de Gcorge H. Mead•• sino el acto que se imagina ya ~-urnpl,do. lo ~ue constituye el punto
entre él «yo• y d «mí» en tclacióo con cl si-mismo social. de partida de toda proyección. ;Debo v1suahzar el estado de cosas
Sin..cmbaq¡o., .dcbi,mo,;~_s;_ord~que en..gr¡m medida Jas coost;tuc- que provocru:á mi acción futura aotos de poder esbozar los 1>aso•
cioocs. de .i,entido oomúo usadas para tipi.Eicar af 0 1:iu"yamf _mismo especlficos de dicho acción futura de la cwtl r esulta,;á ese est•do de
tienen origen .Y aprobación 6f>clales . .J)~nq-o del endogrupo, fa. ma- cosas. Hablando metafóricnmente, antes de ~er esbozar los planos
yorta de los t(pQs _per,iooales y de los tt_pos de cursos de. accióO..SQn debo tener alguna ide~ de/ edificio por co,:,sttwr. As[, clf:ho sltúam,e
pcesupu.cstos (h•sta que oe-prud,e.1!0 contrar.ioJ como Ull conjunto imngino.ciamcnte en un uc:mpo futuro, ronndo es~ a=ón ¡a h_aya
ele reglas y recetas <¡ue--b~sta-. ahora han resistido la p,ruel,a y se , iáo llevada a cabo. Sólo entoncca pod.ré «:con~=- en fa imagrna•
~ t a que I• resistan en el futuro. Má., aún, 1a pauta de cons\t,lc- ción cada uoo de los pasos que habrán procl.u~!'1o ·ese •:to futuro.
. clones t{p.icas es in.s-titucionalizada con frecuencia como una norma En .l a terminolog~. indicad.,, el ptQy<!cto oo antlapa la acaón fututa,
de conducta, autorÍzttda por las costumbtes tradicionales y habitua- sino el acto futuro, y lo hace en el tiempo futuro petfecto,. modo
les, y a veces po.r medios propi.os de lo que se denomina control /uturi exm,ti. Esta perspectiva temporal que es peculiar del proyecto
social, ta)~ como e.l orden j,1rídico.
~ Georg Simmel, «Note un tbe Problem: fJO\V is $9dcty Possible?•, trad. aJ
toglés por Albion W . Sma.ll~ Ame,ica,, )ourn(ll o/ SociolQg,y, vt,l, 16 1 1910; págs.
tiene consecuencias bast.antc importantes.
;_ Todos los proyectos de aús actos funu:o s "".basan. en mi con~
..
372-91· vbsc i.mbiéo 1'6, Sod()logy_o/ Georg SÚ/lmel, (Glcncoc, Ill, 19,0¡, cimiento " mano en el momento de la proyc=~n. A . este ,conOCl-
trad. ;_¡ inglés por Kw:t H. Wclff, <1uJcn estuvo a curgo dt la edición y escribió mien.to pertenece mi cxperif!hcia de actos p,rev1a.m.et'lre cf:ct~ados
una .inttQducción ¡.,ara cJla, e lndi<.-c an11líúco en «lru,1i~idual aod Croup•. y que <&On ,dpicameme simi!".tes. al , proyec~do. Por .cons¡gu1entc, J ~
35 Se hallará una e,«clcntc c:xpqsiéi6n de .la oonccpcicSo de DutkhCin-.¡ en Gcor-.
ges Curvitch, LJ, Vocuíon Adutll~ de /.p -Sociolozie~•·• París, J9..1(>, al). vt) pág.,:~ toda proyección supone ana ;dealizac1ó11 paruc-u.lar, q_:,e Huss~l Je- -S
J:5,1409; yéa~ _tttru,bién ~olcott Pat?oni. op. c.il., c;:i_p. x; Emilc Ben:óít.Smullyan, nomina idea.l,ización del «puedo volver ~ bacerlo•j •. es dear, In - •;_
«'lhe Soc1.ol<>;llllm f f Elllllc 'Dw-khc1m 11nd his Sq,oob,, en H:i.-,.y Elmcr l3'lmcs, suposición de quet en cirtunstanctaim1~;amente s1m1lares, puedo .
ed.:, An Tntroilw:t,or, to J/Je Hutory of SociolollJf, Cbieago, 1948, págs. 499.,-:¡7, acru.ar de una mnoera tlpicaroente s . a aqucll~ t:n qu.e actué
y Robc(t MertonJ Social Tbeory and Social Struc111,,,~.. G Jcncoe, lll., 1949, c:ip.
IV~ págs. 125•50. antes paro producir_un estado de cosas úp_•":'menre s~tt. E,s cl~ro
Jo CbarlcR H. Cooley, l{U11J11n Nattll'e, a11J tbe S<>eioJ Order, Nueva York, cd. q_óe esta idea-Jiz~6n cSupone un_a ~nsttuca6n de caractcr espccuil. .. ~ 1 (.

rev., 1922, r,,1g. 184. Eo términos estrictos él cor:oc1m1ento a mano en ,el momento de
)7 Gcorgc H : Mead, .Mi1td, Sel/ ~Jtd Sod,ty,I+ Cbicago 19}4, págs. 1'2-6). el.abo.ta• d proyecto debe dlfotir <lel conocimieat-o • mano después
" 'P.ua una clwifica.cióo critica de este conccpco. véas; «Tbe l?roblcm of Ra- Je haber efocruado el acto :E>royectado, au~que solo s~a porque «h<; - ~
tionality .. .'», op. cit. (N. dtt M. NatiJnson,)
}8 Willhim Jamd, op. cit., voL t, co.», x. .-nvejeci,d.o ,. y las experiencias que tuve ~e?-t.as 11-ev~ba •. cabo. mt
39 Gco,¡¡c J'l. Mead. o¡,. t:it., !>4Rs. 173-7), 196-98, 20:;, «lbe Genesis of d,c proyecto han modificado por lo menos nus cirrunstauCJas b1ográEicas
~». r~i~preso c:n The Philoiap°"'hy o/ lhe Prese11t, 1932, P4a.,, 176-9,; «Wh11t ~
Socio.\ Ql¡jects Must Psycbo)J)gy J't<1Suppose?», Joumal oJ .PliiJo,opby, · vol. lO, 40 Edmuod Hl!Sllc:tl, fqrmall! u!J,(Í tfpns;lt!ndtnléde LogJk, sec. 74, J>{e;. 167; ~
191', pój¡s. 374-80.
l!.rftihru"~ u.n d rJrteil• sec. 24, ,ce. 51h.

48 49
,. -,
y runl?liado mi acc;rvo de cxperiei;ci,. :.\sí, la acción «i:epetida,. ,¡ed • actuar como lo hizo. ~ 9ue <\!l. Uru! acción está motivado en forma
algo m,ls que una mera re-cfe::ruació¡,. Lo primeo acci6n, A', co- dd «po_r.9ue~ ~ el ~COJ <:CIP de la tlcci§n misma (p.ej.,satísfii.eet la
menzó clenrro de un conjunto de circunstancias C' y ¡,codujo el nccesi<lacl de dinero m~tando a u11 hombre).
f'fla~o de c;osíl;S S'; .,IJa ~cción repetid.a, A", comienza en un coAjuot.o
<,e ?tcunstllllaas C' l ~e. espera que produzca el.""'·ªªº·de cosas S'. Aunque aquí 110 DOdcmos detenemos eo un anállsis más detallado
Es mev1table que C' dilieta de C' porque fa <><per1enc,a ·de qi,c A' de 1~ re.ocia de k)S motivos, -4!! d.e bemos tSefur~ que ti -actor que
lo¡¡r6 producir S' pe,;tenece 1'. mi acervo de conocjmiento que fotma vive en su proceso de acto~ci.ón e.n. ;u.rso tiene en ~lsta úniea~te
parte de C", mienuas que a mi :a.c etvo de conocimiento que for- el motivo del tipo «para» de la acc,on en curso pre~1sta, es decir, el
ma. parte de C' pertenecía soJamen(e ln u.otic¡pación vada de que tal estado de cosas ((U.e se proyecta crear. Solo volviendo a ·SU acto
cosa sucedería. De modo similar, S" diferirá de S' como A" de A'. realizado o a las fases iniciales pasadas de óú acción aún en curso, o
Esto es asl J?.Q.l'q"e !()dos los té.rminos -C' C", A' A'', S' y S"- al proye¿10 arHes establecido que preyé el acto modo _fim,ri ewcti,
son su~~icos...~v.,m}ble,-., Sib cnibargo, e~~tamc:nte ague. puede el actor aprehender retrospecttvrunente el motivo «porgue,.
]fas carncterlsticas que los hace."" únicos e in:eversihles ea 6Clltido que l.o impulsó a hacer lo que lúzo o proyea6 hacer. Pero entonces
estricto queclru, eli"!in•dj!S :-enra mi pensa.ruieoto de sentido co- el actor ya oo actúa; es un obscrv,a dor d~ si mism.o. . ._
mú_n- _por. no ser stgnihcat1yas para m1 propósito, C1,1ando efectúo La di,;tioción entre lo,; dos cipos de monvos .adc¡u,er.e vital ,mpor•
la 1deahzac1ón ,lel «puedo volver a boe~.tlo», solo .me interesa la taocia para el an,füsis de la interacción humarui, a la cual cli.rigimos
tipicidad de A , C y S, sin apóstrofos: L, construcción consiste, ahora nuestra -atención.
hablt~d? _en _términos figuraclós, en suprimfr los opóso:ofos. por no
s~. ~1gn~fiativos, Jo cual, dicho sea de pnso7 es característico de Jas
npificactoncs de toda clase. b. lnter,u;ción social
Este puma ad<¡uiere especial importancia pan, a.nitli:tar el concepto
de !? que se den?mioa acción raclon.al. Es obvio que en l.as accione~ Tod~ fuc:w.a de inrcracct611 $<)O.al se funda en las consttuccioncs ya
hob11u.nles y ruana.da~ de la vida diada aplicamos la construcción descriptas, referentes a la compi:eosi~n del Otr<;> y el ~uema de
que ac,~bamos de describir siguiendo recetas y reglas empfric~ que acción en ¡¡en~ral. Tomemos como eicmplo la mte~a,caóo de aso:
,b,ao res1st1do las ¡:m.1ebas a las que "'1sta abara se las sometió y con ciados p¡:oduc:r~ al pregunrnt f responder. C11ando 'Proyecto rru
{recuencia, uniendo mC(iios ·y fihes siu un claro conocimiento ./accr- preguom, _preveo que el Orro éomp~nd 7ní mí ª ':"í6n (p. ej., el
CQ de» sus ronexibo.es reales. H3!ito co el pensámie.oto de ser:rtido beche ele que yo fonnuJe una or•cíón mtcrrogonva) como una
común C?D.struimo:s un roundQ de hechos SlJpuestamente relacionados pregunta, y que esta comprensión lo indudrá a actuar de tal manera
que conbe.n,cn de manero. e:x:clusiv1.1 elementos a los qt.1e se considera que yo pueda comprender su condueta como una respuesta •d=da.
significativos para nues-tro propósito. (Yo: «~Dónde est6 Ja tinta?l>. El Otro señala hada una mesa.) El
i~. La p.er~pecti,111 te,:~Wº™ que caracteciia. al proyécto aclara en motivo «para». de mi acción es obtener información ndecu:¡da que,
c1et!'ª medtdn la _rcl3Clon ~Lee proyecto y motivo. En el le..nguaje en esta situación partiwhir, presupone que lJ1 comprensión de mi
habitual, 'l'i térmmo •mot1yo» 1100,c~ do;; conjuntos diferentes de motivo «para» se convertirá en el motivo «porque» que fo lleva al
conceptos, que f:!S néCCSatio distinguir. Otro a efectuar unn acción «·para» swn.inistta.r:cne esa infor.maci6n, \
a. l?odemos dectr que el motivo de un asesinato fue rob.ir dinero siempre que ,esté eo condiciones de hacerlo, como presumo. Yo
•. la víctima. ~quf, «,m,Qt.ivo» sígnific• el estado de cosas, e l obj,e- preveo que él entiende ml iclioma, que sabe doode está lJi tinta, que
t,vo que se qo,e.i_e lograr m~,l,i,u,te la ª<;Cióo emprenclid:a. Denoml- .me 19 dirá si lo sabe, cte. En términos máo generales, preveo que él
naremos • este tipo de mot1vo el «¡no't1vo para». Desde el ponto será guindo por los mismos -tipos de motivos que en cl pasado-••·
de visto del actor, esta clBSe de motivos se refiere al futuro. El es· gún roí acervo de conocimiento a mano--, ngs guiaroo a mí y
!"do . de cosas que ,¡,,d creado por lo acción fu tura, previamente m1:ichos otros co circunstancios ti'.picamcnte ·simibirCs. Nuestro ejem~
<1nag.,.nada éo su proyecto, es él motivo «i?Oifi» llevar a cabo la plo muestra que hasta ..9eroc,tj.ón._,:nás simple de la :y:ida com11n
acción. presupone una -se.r.ie:'"ae"'COnstroccione~s~o-comdn ~ este
b. Podemos decir qae el asesino bu sido motivado ._ cometer el caso, coilstÍÍ.lcciones de la conductá ;ptevista del Otro-, todas clJ.as
he<:ho· porgo.e cteció en tal o cual a.mbicnte ti,vo toles o cua,lcs ex- basadas c_n la ideali~ación de que los m.otivps .«J1at3» ~el actor se
periencias infaruiles, et.e. Desde el ponto de· vista del actor esta convertiran en m,ot.1vos .-porque> de su asocu1do y . vioeve;i:sa. A
c!BSe <l.'i motiv?•• a los. que llam°';emos <;moti.vos porque (genui- esto Jo denominaremos la ideali'!.áci6n do la red{ll'OCújaJ de motioos.
nos) "• se refiere a sus expcnenctns pasadas., qu.e Jo 1,1111 llevado
tes- o los moti'VOtl .-para.•, pOt importante que ~ea en ouo oontcxto, suá ig,no-
41 Lingiií$t:ic11mco1e. los n~tfvos «·~ ca·» r..u:nbié.n pu~en ser expresad~, en ra<Lt en lo que sigue, y las C1Cprttioncs •motivo porque» u ~J:flción pOrque•
las 1~~0M mockmas, mediante ,wru:1on~s .:porqu<:~· "'Eo Citn:1bio, los gtu.uinos ser&n l'C$ct:vadas ttdusfvamc¡;rtc pRtll el g~uino «moúvo porque», y m cxpre•
~uvos «pof'CJ"1C. oo pu~n. ~er .C':Jp.ccsado:i mc:di:tnrc
diferl!Ocla etll.CC
or«ione.r 1po.r:o. -Esta
hui «is pc:mbJlu:lades Je W$ cxprcs.ionC$ .liü.güfstic-.is <:011c:emicn- 42 v,•..,
~lóo Uns(i.íscica. ·
nohl }1'.
·

50
¡,
(

Es obvio que esra idealización depende de la tesis general de la sc:gt\.o r""'1 la iofortu11'1da e;tp.tC$l6n, no· <:s uno particulariclad de lo
redpr<ICidad de perspectivas, puesto quec implíca que los motivos sociolog{a d.e Max w~•• ni é!e 1a metodologia de las cie¡:,cins so-
imputados al Ou:o son típicamente los m ismos que los mios o que ciales en general, iiao un p.title·r · , da la construcci6.n de tipos de
Jos de otros en circunstancia-s típicamente sicnHa..res; todo esto con- curso.< de ncci6n eo -la experiencia de sentiilo común.•
forme a mi conoc~ento. a ,u~n.o , genuino o de: orígeo social. Pero la interptetadón-,¡ubjetiva del sentido solameore es posible reve-
SuP<?Dg~mos uhoro que deseo <hollar iiñ'"poco de.tlnta---para l!cnar mi 1._11dq10• motivos que~dercrminon ciert? curso ~ acción. Al referir
estilogtáfka, a fin de redactar ona solícitud al comité de becas que, si un tipo de curso e;!~ _ac_ción a los motiyos tlp1cos subyacentes deJ
es aprobada, modlficará todo mi modo de vida. Yo, el actor (inte- •SlQI', llegnmos' it la construcción de _tLI?,. tipo ,personal .•Esre puede ser
aogador), y sólo yo, cooozco ese plan mío cle obtener fo beca, que más o menos an6o.imo y. por cons1gu1enre_., más o menos vacío.de
constituye el moúvo final ele mi acdón actual, el esi:.1do de rosas contenii;lo. En la relación N 01<otro~ e:1tte asociados, el curs'? ?e acc1óo
que deseo producir• .Esto, claro e.,tá, solo -puede lograrse tnedianre Jet Otro su.s motivos ( eo la medida en que ~can lllllnif.iestos) y
urui serie de pasos (re,factar una solicitud, poner a mi alcance ma- su perso~a ( en 13 ¡neilida <m que esté implícada eo )~ acción m""!·
teriales pam =ibir, etc.), e.ida uno ele los cuales se materi.aUzará fiesta) poec\en ser compartidos inn,cclíatameote, y los tipos co~truJ-
e.n una «acción» coo Sb pa.tcicular proyecto y su parriCll'L'U' mo.tivo dos que se: acaban de describir, móstrru:án un grndo muy ba¡o de
«para.>?-. $jn emh<Kgo, todas estRs ~ subaccioñes~· no son sino etapas anocimia y un alto g1·ado de compleción. AL<;O....!!§.IJJJ.Í.t. tÍ?,>S de -~=•
d_e }a ac:cióo total, y todos lús p,isos interme,dios que ellas mate- de_.!'(Elón_~ cop teml":!.r án~s qQe no ~on nuestrQ~. asociados, "':'J1U·
~ á n son sol.amente medios para alé:wzar mi objetivo final, ~Q~ a 1os «atores mas o menos ~06n1mos un O?º!unto de mo.t1vos
defirudo .P?' '!lÍ proyecto orjgioario. Es ·la duncru1ión de este pro- fU_puestam~te inviirfables qu7--gob1ernan .•?• tl.CCIOP_~- Ese co9¡un(o
Y"':1'º ottgm.ano lo que sudcla la c;i4ena de subp.royectos en una ~ s(..mismo..una. construcci6n de ptev1S1.0.oes típicas roo ,:esp!lcto
unidad. Esto se hace evidente si considcr•mos que en la cadeTl:l de a la .._;;;nducta del Qtr.P _.,, _ha sido in,vesµgado con f,:ec:uencia en tér-
acciones parciales inteo:elacionada.-;, destinadas -a macerfalizar estados iñlíwsde roles· o funciO"ncs sociales, o conducta· instituciomtl. En el
de cosas que son simplemente «medios» para "1canznr el fin pro- pensáiñicmo a; sentido com~, tal c~n.stn,cci6n t!cnc· particular jo,.
ycct~, cier!os <:51aJ:,onc,; -P"!edcn. ser reemp.L!:tt1dos pcr otros o hasta pcrtancia porn proyec:tru: acc,onc_s or1e,:itadas segun la .conductll de
su~dos sin .m ngun cambio en el proyecto original. Si no encuen- mis contcmpocln.e os ( no la ele mis asoaados) . Sus funaoncs pueden
tro t111ta, pued.o"-preparar mi solicitud recurriendo a fa máql.lÍna de ser descriptas dcl siguientes modo:
escnow. - 1·) Presupo,;,go que q,i ª'?ón ¡(-v. $'"·, colocar. en un ,bw,ón un_ sobre
En ouas palabru, sólo c:l nctor sabe «cuándo comienza y d6nd.e ter- estampillado y con la el, teceJ6n co.rrect.a) mducu:a a seme¡antes,
min:a su acción», es decir, {'OC qué habrá sldo efectuada. La dimellS.ión anónimos ( empleados del correo) a efect"":r acciones tlpi.'i"s (man<>-
de su proyecto dete.tmina la u.o.idad de su acci.ó n. Su asociado no jar la ~'Ortespondenda) de acue.tdo con motivos ~para,. típicos ( cnro-
ci~c conocimiento del proyecto <Jue precede a fa acción del actor plir sus obligaciones ocopnci-0nalés), con el resultado ele _que ~e
01 del contexto de la unidad superior en la cual se insecto. Conoce alcanzará c.1 estado de cosas proyectado por ml ( que el desttnatano
solamente ese fragmento ele la acción del actor que se hace manifie$to reciba Ja,carta en u(l lapso ra-zo;,able). 2) Presupongo as.[mismo que
para él, a saber, el acto efectuado que él observa, o las etapas ante- mi construcción del tipo de curso de acción del Otro corresponde
riores de fa acción que ~igue _e n curso. Si más tarde una tercera per- "sustancialmente: a s« propi11 lll.!50tipuicaci60.1 y que forma 'Parte de
sona preguntar,1 al dcst1oatarr-0 ele mt pregunta qué le pédí i:espon- esta una construcción tipificada aem,~~ tlpjca de conducta - la
\
dccla _que yo _quería saber dónde encont"': tinta. Esto es todo lo que <l<:"su a.S<ÍcÍado anónimo- basada en motivos ttpicos y supuestn¡n':llte
él sabe de mI proyecto y su contexto, y tiene q ue con.sldcrarlo como invañ:i.bles. ( «Curu1do alguien pone en el buzó)) 11n sobre debida-
una a.C?6n-~nidad autónoma. Para «com_prendei:• qué me propoo.fa mente dirigido y estampillado, se le atribuye el propósito de ~uc
cop mI <ICCJ.Ón yo, el actor, él tcndrfa qlle comenzar con el heoho sea entregado al destioata-ño en un lapso adecuado».) 3) Ws aun;
observado y wosuuir a puút de esre mi mothro «parait subyacente eo mi propia autotipificadón -es decir,. al ~sumir el papel de ~n
que me indujo a hacer Jo que él observó. · ' cliente del cor.reo- tengo que ,¡,royéctru: llU acc16n de la manera t(p,ca
Ahora está da.1:0 que c:l sentido de una acción difiere inevitablemente en gue, según supongo, d emple:tdo de corroos típico espera que se
a) p,u:a él actor; b) para su asociado, que participa con él en t111a comporte un cliente típico. T•l construcción de pautas de conducta
i?tei:a~6u l( por co~uíentc comparte con él un conjunto de signi- 1
Ítcnttv,dndc! y prOJ?OSttoo, y ~) para el observador que nó toma parte 43 Max Webet. Qp. ele., pág:1. 9, l8, 22, 90 t esr,: 8$; •El t:ét:~inu. .cacci6n"
aba.tea toda oooducta humo.na cuando 't en la medida en CJ!'C el 1ndi\ltd~o ac--
en mi relaoó.n . I;~te ~ o nene doo; consecu!mci'5 imponan.tes: pci- ~tc le asigna un Ratido subjetivo( .. ,.) 4 acci6n es soéW.,en la medida en
m.e:o, que en c:l pensamiento .de ,senado comun sala tenemos la posi- que, en virtud del sentido su.bjctivo qu-e le- ¡3tnbo~ d. individuo actui,nte d(o
bilidad de com¡>rcn<ler ia amón del Otro de maneta suficicnr;e pata los individuos iict'W1ntc3), l'QWA en cud>._ fu conducta de Oll'O$ y es '?rJent{l a
o~~tro p.ropós1,to .ª m~o; segundo. que, para aumentar esta posi- poe ella en ,u cu~•- Vóan>e. TaJ.cott PacSOO$, ~P- cit., él~. p,lgs. $2 Y•'8•, '4}-
bilidad, debemos investí¡¡'!!" d ~ Q _gqe tiene la acción llata c:l. 47 y 484 y ,;g,., y Félix I<aufmaon, op. cü., P"B- 1('6 y sig,.

1 . . .
octor. As!, c:l postulado de Li «i.nterpreUlción sub¡"~tiva del sentido»
• VéaM: •Fotmacl® d~ conéeptoJ -y rcorúas en lAs c:iend2!i sóclalcs•, pág. 77 Y.s1g.
(N. de M. N,unson. )

52 - 53
eottelazadas se revela cómo una- const.niQ::i.ón de motivos «para». y 1m. La acción racional dentro de la experiencia
«por9ue'." e':'trd~zados que son supuestam.c:nte invariables. Cuando
m.ás ~r, rucnonal~& ,º. ";'tllnda_ti,cada se .bnlla tal pauta de conducta, d e sentido común • '
es dec:1r, ~uanto más apilica&_está de una manera sQCialmcnte apro-
bada por leyes, re~~. regulaetone~, costumbres, .bá.bitos, etc., tanto J?lleaguaje común no estohlcce una distiná6~ marcada entre mo<l.'?s
mayor es fa probabilidad de que nu _p ropia conducta autotipificadora de conducta sensatos, <aWnables, y modos roc1onalesJI Podemos decir
poodu:roa el estado de C<>sas al que apunta. que tto bombre actu.ó <.-On sensatez si el triotivo y el cu~o de 4U acción
son comprcus1bles pata nosotros, sus asociados u obset<radotcs. Tal
senl el caso si '511 accic$n se ajusta a Wl conjuoto de teghs y recetas
c. El oburvador socialmente aprobadas para eafteo,rar pr.o blemas tlpicos aplicando me.
dios típicos pom lograr fines típicos. Si yo, si Nosoa:05, sl «Cl.lalqulera
To~~.fa nos falta caractcriz:tr el en~ especial del obselvador que no que es uno de. nosotros> se e.ncucntl':1 en citcunstancias rl.L?icmnente
rarttapa de las pautas de ¡nteracclón. Sus motivos DO están ena:e- ,similares, actuará de maoera similar. La conducta sensata, ·Stn embát·
~dos con 1.,:, de la pcrsoon o l¡,s personas observadas; él está «sin- go no presupone que cl actor esté guiado ,por lá visión de sus motivos
y d contexto de medíos y 6nes. Una intensa 1-eacci6n cmocion.al coo-
todad.o» con. ~las. pero no ellos con él En otras ,palabras, el obser-
va or no .PMttet~a en los complicados. reflejos especulares que en la trá un ofensot 1>odrfa ser sensata, y abstenerse de ella podda ser
pauta dc.mtcracct6n t:nt.re conLe.wporáneos 1,e,niúte..u que los motivos absurdo. Si un• acción p1rece sen¡;ata oJ observador y, además, se
«par~» del ~ctor se hag_on cornptcns.iblcs para el asocfodo <;omo sus pr.csume que surge de una elección meditad• entre ~eren.tes cursos
~ro¡¡ios mllot1Yods «po~ue» Y viceversa. Precisa.mente este becbo cons- de acció.n, pQdemos Uamnrla taZonable, aunque tal acción ~f~ pautas
a.tuy.e e 1 arna o «desmterét» o clistnnciamiento del observador. Este u:ndicionoles o habituales que simplemente se presupc;,neIL P,11:1. acción
no éompatte las esperanzas y temores del actor acerc::a de si se com- rncion•.l, en cambio, implica q~,e el accor tiene una ciar~ y nltfda
prddcráo _uno al otro y l?gtarán Sil objetivo mediante d ~ntrela,trunien- percepción,. ae lc,s f.ines, medios y tesultádos secundados .que «en-
to e rryottvos. Ast, su sistema de- sígi;úficatividades difiere del de las trafill Ja conside,:aci6n rocional de medios alternativos para alcanzar
partes 10teresadas Y le permite ver al mlsm.o tiempo más y menos el fin, de las ,elaciones del fin con otros posibles resultados del
~e.!º ~e est~ ven. Pero en t'Odus las cil'Cl,lnstancias,. lp accesi.blé empleo de ~ualquier. me.d io de!"rminad.o y, po.r. último,.de lo impo,-
tancin .tclanva de difci;en tcS fines ,posrhles. La detetllll!lac,ón de la
• •. el::vaci6n son _sola.mente !os fragmentos manifiestos de las
· ccion:,• de ambos asocia1o~. Para comprenderlos, el oh.servador tieae acci6o~ en tél'tttinos afectivos o en términos t,xadicional,es, es, ipor
9-ue Vru~rse de su conOCU111cnto de p~utas típicamente slmilarés de eode, inrompatible con este tipo•~''
10rerac,;16n ~n encua~ situru:io:uúes típicamente similares, y tiene
* Véaa;c: «Thc Problcm of ~tiouality . .. •, 0/t, di. '( N. ile M. Na~ansan.)
que con~trmr lo~ monvos <\e l~s actor-es a partir de ese fragmento 44 (Amo e• ob\'lO, e,r.e p0srolll.do dé Leibniz subynce en el concepto de rttclo--
del curso de accrón qué esm abierto a su observación. Las construc- nalidad que empJCaii roucbos C$rudiosos (le; esta ~C$ti.6 n. Paccto• .nJ disüogi;tir
c10n~~ ~el observad_or dlfi":"éo, por lo tanto, de las qne ·u tilizan los cnt;c: ~ionCJ lógica$ 1 QP 16gice,,"; c:xi.ge qu: las prim~ras vinculen; ldgicamCi.lU:.
paru,,¡Mn_tes e11 l;o U1teracc16n, aunque solo sea por e1 hecho de ue mcd.ios y fll'I~, no sol.o desde t i punto de V1Sts dd $llJCto que ·re.al,~1t lit acción,
1ino también desde el de ótrU pCl"S(I.ClBS g_uc tenW) ttn c.onUCUIUFJ)t,n mñs o
el ptopósu:o dcl observador es difereote del prop6slto de Jos in~er- menos amplio. es declt, de los dentíficos. (Vilfredo Po.teto, T"1i1//dto de Socio/o- \
act<1ante!, por lo coal difieren truablén loo sistemas de signifícativi- gi, Gerrualc, ttttd. aJ jnglés con el thulo Tbe A(inP 11nd SMiesy, Atth\>t Llvinss-
~des as.ie~ados a tales propósitos. Que e.1 obs.::Nador pueda en la ron, cd., Nuev• York, 193, y i942; véase esp. el voL I, sec. 1,0 y slgs.) l'J p'ro-


vida coacliana, C;'!'tar el sentido subjetivo de los actos del a~to.r es
mcr;1 1/robab,lidnd -•u-oque esta pt-olx,bilid11d basta para muchos
mes prd~~COS;-· Ei;a ptobabil!dad aumenta con el gtado de anonimia
p6~:i.to objetivo y el sul:,jcth"O debdt k.r idénticos. El pw(csor TaléOcc P.a.r.sóns
'( op. cit., p:is;. ,s) e.fo.bot:a o.ni t.eorla si.mil11.r. Pa~to qdmitt', sin embargo, que
desde d ~ntt> d,e v.i.sra !Wbjetivo en-si tod~ lá.$"<K'Ci.oncs burn3Jlas ~cn.cccn a
la duc lógica (op. cU., sec. J,50). l;l profe."" How•rd Be~ , (Tbrough Values
Y estan zaa~n de )¡¡ coo1ucta observada, Para que' sus coostruc- to Social lnttt,Pre.UJJ/011, Duchám, 1950, p.i.gs, 2,l-27) opina que la aa:ión puede
fººes seanbsapliqibles. a la JnlCtJ?tet,ición del sentido subjetivo que ¡cr ooni;idctoda (i:ouvcnic:ntcmente} mcion•J cuando esat céo11:ad~ de w.odo
os actos. o ervados. ueoen P;ll" ,os -a ctor es, el observador científico tol1ll en medk1s juzgadot pac el oc:tor c:owo '1dt:ru.ado~ para d Jogi:o de fine,
de ,l,:j SJStcmaJ de lllterrcla,;160 humana, el especialista en ciencias qµc concibe sf.n ambigü~d<..-s.
41 Max. Weber. op. cit.. pl,g. 1l7. La cw:acrcdzaci6o dC: la. «ucción racional»
SOCl, es, necesito e)abomr méLodo, especlfices paro lograrlas. Entre , i~c a la. definición de !-;fax Webex de uno de los dos: ,tiPQS de sto:ioo«s mcio,
esos recursos, nos mtercsao aquí especialmente las conslll:1,cciones de n;1lcs que: 4istíngue (op. cit.,, pág. 11'), a s~bct. la llamada «7.wtC.kr<1tiJJnales
rn~,;ts ~/r_IIJamadas acciones racionales . Ex•roinemos primero el
pos, . 5 '.6~d. '""º _dedo la cxpr<!SÍÓJ'J «acción .racion<ll» dentro de <la
Hahdeln• (qae F.1i:1tons t'.l'ad.uc:c por .,;orientación raclOnal hacb un sia}Cmt de
futes disctc:to&• ). Dejamos a9.uf de lado el seg,,zndo tipo de acd6n rnc1001n de
Weber, cJ «werlrati9nale1 Hftndeln• (ir11:docidb por «oñent:adón radOiW ba.dn
e1penencia • sent, común de. la vid• cotidiana_ un vo.Jor absóluoo~) , ~t(J.~. en los términos de l',I\J.esno cxtuncm, 1~ cfutitl.ci6n
entre a.mE;,os ti(JOS puede. redudr¡c a uru\ distinción entre dos ti~ de. «mo~V()S
potque» que a:,nd.ocen al prpyecra ele una acciót'l como tal .-Zweckta.tionáles
1-I.aodélo• 1,mJ?1ittt que dcntrO del si1ttenw 1c pr~ct.os: jc~qoicos ~ue hetDOG
deoomlrui.do «pl;,ulesit se o.frl!tcn " lo clecc,6n vanos C\11SO!i de IKOÓO Y c,ta

.55
E.~tas definiciones., muy pro.visiohale-s, de lal 3cciones 'sensatas cazo.. 09 tengo posibiUdad de clección_ El resultado de mí acción hll cum·
nables y racionales ~tán formul~n• en términ<>S de las inteq,t~tacio- · pHdo o no con todo lo previsto en el vado por el proyecto que pte-
nes de senndo comun de 1~ acc¡ones de otras personas en ·la vida cedió u ml acción Jlasada. En cambio, toda acción futura es proyec-
cotidiana, pero es c:aa,cterístico de eUa$ que no se refierao solo al tada ep la ideal.izacióo dcl «puedo volver a luicerlo», que puede tesi$tir
•cerro de conocimiento presupuesto en el endogwpo al cual perte- la prueba -o no.
n~e el ~ a d o , de ese cwso de acción, sino también al punto de Un s.náJ.isjs más u:ú1.1u:cioso muestra1 $01 embstgo. que aun al iuzg¡tr
v:tsta subJetivo del tu;lOt, esto es, a.l acervo de <.-onocimicnto que tiene In razo11obilid$d de nuestta acción pasada po.s refer.imós siemp.i:c •
•. o:>ano en d mom~o de llev¡u: , i cábo la ncci6n. Esto implica v,u-fos nuestro conocimiento a mano en e l momento de proyectar tal acción.
d!fic"!t~des. En ,p runer ~ugar, jtomo hemos visto,.es nuestra situación Si descubrimos, Yetrospectivrunence, que lo que hablamos p¡:oyect•do
btogtáfic_a ~ que. d~termJl)a d p~oblem• 1t roano y, por ende los siste, coino un cur$o razonable de acción e.n las cü:constan.cias eoto11ces
mas-de s1gni!Jconvidades en los cu.a lesJos d¡versos aspectos del mundo conocidas tcsuha un Í't:ncas<>, podemos acusarnos de varios errores:
son constrwclos en fo~3: de tipos. R~,. fl().t cooslguieote, inevitnble de un error de juici.o , sf- las circunstao.ci9$. vigentes fueron aptecia..
!•
que r~setva de ~nocurueJ\tO del actor dJf.iera de la del observadod das de mlltlera incorrecta o incoroplern; de falta de previsiiSn, si no
logra.m.o s prever el proceso futuro, cte. No diteo1os, sin embargo, que
Ni s1qrne~a Ja tests !!cneral de !a tedproddad de perspectivas basta
para ell,:niruu: esta dif1cultad, porque pre,;upone que el observador hemos acn,ado · de manera no rr,zoonble.
Y el ?bservado comparten un sistema de slgníl:idalividades cuya horoo- 11.s{, en ambos casos, cl de la acción pasqda y el de la acción .funua,
i¡~ncidad de estrnctW:U y cooten~do basta para el iin práctico en vista. nuesrro criterio <le 11120oabilidad se rdler.e al p,:oyecto que detc.rmrna
Sr no es ••!, un cmso de acaón perfectiuneotc Iacional desde el el cuxso de acción y, ~on máyo.r precisióo aún, a la elección entre
punto de vtsta d_el. actor ,puede no ¡,arecerlo para el asociado o diversos proyectns de acción posibles. Como hemc,s demostrado en
el observador, y _vicevef5$. Los intentos de hacer llove.r ejecutando I• otra pa.rte,18 t ~ proyección de a.ccioncs fu_tuqJ.s supone una elección
danza de: la _IJ~vta o cteS.nd~ nubes de yoduro de. plata son, consi• eotre po~ los meo.os dos cursos de conducta: nlevur a cabo la ocdón
derados 6U~Jcllvnmen~, ~=ones racionales, desde los respectivos proyi,etad11 o abstenernos de bacetloj
puntos de "l3<• de los ind!os hopi o del meteorólogo moderno, pero Como dice Dewey,'7 ~ada una de las alteP)ativos que se prc;sentan
un meteorólogo de bacc vem te-olios h abría juzg-Jdo ~-orno no racionales debe ser enSa)lada en la fnntasfa1 pa,:,\. permitir .Ja.elección y la. deci-
a uno y otro. sión. fAn el fin de que esra _de!,iberae16n sea <;s~rtcto.mente _rac¡onal,
En ~gundo !n(at, aunqué tcstriníamos nuestra investigación al punto e! actor debe tener un conoc1m1eoto claro y nl11do de los srgwentes.
d.e -i.:J~to sobJetav?• ~ o s . discernir si existe uoa diferencia en el elementos de cada uno de los cmsos de uccj6n prQyectados que es
s1guif1?1do de) lCCDllJ?O «raoona\,., en el sentido de 1'tltonable, si se posible elegir:! ·
lo aplica a mis ptopros actos pasados o a la determinación de un
cw:so futuro de mis acciones. A primera vista, fa difetencia parecería a. El particular estado de cosas dentro del cual debe iniciarse la
$Cf con.,derable. Lo que yo bice ya está heobo y no puede ser deshe- 11cción proyectada. Esto s,ipone una definición bastaare ¡,recl$a de su
cho, .ª?Oque c í ~s-t:,ado de cosas provoc.ndo por mis a«iones pueda ,c.r ,µruru:ión biográfica e.o el cnedi.o físico· y socioct1ltural.
modilicado o eliminado por otras. Con réspecto a las acdones pasada.,, b. El estado de cosas que se quiere crear mediante la ac'CÍÓo proyec-
tada, vale decir, su fin. Peto como no existe un proyé()to o 6.n \
d ~ o debe ser rocl.~rutl;. «Wetthttion~lc, Handcln» no puede elegir entre 'aislado (ya que todos mi• ¡,royect05, pr.esentes en ml mente en un
vutm proyectos de a,;dón 13oalmcntc abierto, para el ac(o.r di:.otto ckl &:iJterot oooooento dado, están integrados en sistemas de p,royectos denomi-
de: su flati.. Aunque el pt"OYeCtO se presupone, se abren vitrias l(lhetnativns P4l•- nados mis planes, y todos mi• ,pl.nes están intcgmd0$ en mi plan de
~.todoou. el c,rt:ado de 00$3.$ proyectado, y crl$U debe.a !'Cf° derennitu1das por ~oc,.
ctón raoo~a!. l'ar.soo_s .bis ~~ O?R ri,¡Wll (op. cil,, pdg. 115. nota 38) vldll), t'!,lllpooo exis t~ fiaes aisla.:los. Estiin relad.onoil.os en un orden
qu~ c:s ~ 1mpo.<1ible ballar t~rnos i,ngícses para ttadoc:ir ..Zwt:ckratíonal» y uíco, y el logro de uno de ellos puede tei;er_reper<:usiones ~re
!
· e
. ra
' n¡

« V(atrallo,;,al•. pero )a dclimitndótl gt.te hll t:h:g[do para su r.raducci6n yo iJ»o os otros. Por lo tanto, del;,o tener un cO/lO<:urucn.to claro y nítido
p.Uca . ~ tntcr.p.rct.KtÓ!J de la tc.o.rf.11 de Weber y produce «>nÍúsi6n en U.Oá
c::uesuón •m()C)t'!:'ote: ru 4:0 el caso de: .ZuJe?krat{onalitlU» se presupone u.n, iJ¡1.,
del lugar que ocupa ml ,proyecto denu:o del orden jerárquico de mis
rema de: fines ákct~I.QS,. nJ en d do cWtttl.rahonalil4t» !Je t>.l'UU~óne un valor ,rb,, planes {o la relación del fin que quiero lograr con otros fines) de la
sal~r.o. (Con. rcspcctQ • la 1.eoda del mismo Pa.rsons" vé.1se. '"13. 166 y 11igs. de com(?atibilidacl do uno coo oteo y· de las posíbles repercusiones de
so introduca.ón s la obra de: Weber.) uoo s- obre otro; en resumen, de los rc~ultaclos secundarios ele mi
P'1.tll t~ueswo p~óbfm1a, mucho m;{s fmPQrtantc 9uc: dJs.cioguit catre dos tj(l()S acción. fuLuca, romo diría .Max Webcr.'8 ·
de IIIC'tlcme.s racaon,:i1ps -ea ba~!o qittc 11ccio'?c:s nci,oruJes de amb,os cl1,os _por
~oa Pat!c" Y las Be?='ºº~ rudíaon•~~ y afccttv2s po_t la otra. Lo misil)() es vtf- c. Los diversos medios necesarios para alcanzar el fio esrnblecido, la
1.i,d~ pata las n:iarúft:J"totJOOC!i JU.get1dPs por .FJowru:d Bcékcr ( oP~ ci.t.., ~ . 22 PQsibilidad ele ponerlos a mi alcance, el grado de coovcolencia de su
Y ~JA$.) cnttc: «co111tro hpos de mt.-díóS• adoptad~ por lo.s mJcmboos ae -«4J. aplicación, el posible empleo de esos mismos medio• para el logro
qwcr sodt'd:id p;ata aka:nlaµ- ~ Bno: J!, rnclonu1jdad adc<,~; 2)' raciona,
lid.ad aprobada; 3) uo radc:,nal1d11d ttad1c1onal, y 4) no TacionaUdad ttfec:r.lvo. 46 «La dccci6n cnttt di,;,crsos proyectos de acd6n». .
lldad, Bccku h,il,J. ~ Up<>s "°
Micno:a" que Weber 1 ?acMJmi .í.od~c:n los fines en su 'concc.pt.o de ~iooa-
n,ed¡o,;,
47 Jobn Dcwcy, Ii wr,ar, Natur• •n4 Comiuct,.\ Nuc,-. Yot~, 1922, pli¡¡. 190.
'!3 Vi!ase CÍO! de M.x Weber en la pág. 5}.

56 57
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de otros fines· potenciales y la compatlbmdad de los medios elegidos analizar. S:io. cmbúgo, precisamente esw pµra relac.ió¡, Nosotros es
oo,p_ otros medios oecesstrios pa,·a la mate..cialliad6n de otros pro- lo que constituye el elemento irtdcionoJ de toda relatjiSn enue aso-
yectos. ciados. La segunda respuesta no solo se refiere, a la rclaci6n enu:e
nsoei.ados $Íno entre coJl!empotánc:os eo general !i?odeinos explicar la
La cornpllc,,.ción ~umenta en grm medida si el proyecto de acción rncioruilidad de la intefacci.60 l1wnana por el bb:bo de que .ambos
l'(lcional del actor su[>Qne la acción o reacción raclonal de un seme- actor.es. or:icnmn su$ nccioncs según cie.r1os patrones socialmente ap.[()..
jante; por ejcropJo., de un asociado. La proyeo:i6n racional de tal hados como reglas de conducta por el eod.o grupo ·al que ellos perte-
li¡,o de acción supone conocer con daridad y o.ltide-, suficientes la necen: normas, buenas costumbr-:s, modales, el mateo organizativo
siiuacióo i.nioiol, no solo definida por mf1 sino .también definida por el es1ableddo para tal o cual forma determinaclJ, de división del trabajo,
Otro. Además, debe haber sufici<!Dte probabilidad de gue el Ot1,-o las reglns del juego de ajedrez, etc. Pero ni el origen ni el contenido
sintonic;e conmigo y- considere mi •cci6n bastante significativa como dcl patrón socialmente aprobado <is co,nprcnd.ido •i:aciooalmente». -
para ser motivada del modo «porque» por m1 motivo •pai:a». Si es Tales pationes pt1eden ser aceptados tradicional o hltbiiualmeiue como
asf, debe haber suficiente probabilidad de que cil Otro me comprenda, presupuestos y, dcncro del signifkado de nnestras definiciones ante-
lo cual. si.gnifiCJ, en e1 caso de u;ia relación rnclonaJ, que interpret~rá riores, la conducta de este ti_po seril sensata y hasta ~""'?nable, pero
mi acción racionalolente como acción racional y que reaccionará de no nccesario.roe.nte racional. E.n todo caso, no sera <c1dealmente»
no.a manera racional. Sin einborgo, presumir que cl Otro obt!ld as{ racional, es decir, no cumplj.á .con todo, los requisitos élabotados en
implica, poi:: ona pacte, que teJ)dt'á u.n conocimiento !luficientcmcnte el ao.ilisis de: c:)Je co,n cepto~
claro y n[tido de mi -proyecto y de su lugar en la jemcqufa de mis Llegamos, po:r consiguient.C, n la :onclusi?.o de que _Jo «ac..-cl6n rac[o.
planes (al menos, ca la medida ea q ue tnis ai;ciones m,wiliestss lo aal», en el plano del sentido comuo, es ·s ,empre acción deo1r.o de uo
hagan evidente pai:a él) y clel sistt.ma de significatividades que le mateo incocstionodo e indetermin.ido de construcciones de tipicidades
ctsigno; y, P,O.t otra parte, que la estruCLura y el alcance de su ..cervo del encu.od.rca Jo;. motivos, medios y fineti, los cursos de acción y per.
de conodo:dtnto a rnant> se.rd11., en s-us aspectos significativos, sustan~ sonitüdades involucrados y p,esupuest<1s. Sin einbargo, no solo Jos
cialmcnte si.mlhtres a los mios, y que ou sistema de sig11i(i.oatividadcs presu.1>0oe el actor; u,mbiéo se presume que lo hace su semejante. De
y e( mío, •i no se superppnen, set6o congruentes po¡, lo menos en csi.e mateo de construcdones, que -fonnan su horizonte indetetmi!
parte. Además, si supongo en mi proyecto que la reacción del Otro nndo se d~tacao con_juntos n1erameo.te pa.rticqlarcs de dementos que
a mi acción proyccl.ádn será. racional, supongo que él, al 1;>royectar su son ciara y nítidamente determinables. A esos elementos se refiere el
respuesta. conoce toc)os los elementos Y• mencionado, (<i, b y e) de concepto de racioruilidad del 1;>ropío scoddo común. Así, podemos
s·u tca.c cióo, de manera clara y nírida. Por consiguicote, si proyecto dccú que, en este plano, las acciones son • lo sumo parcialmei1te
una acción racional que ex.ija un eottelazrunicnto de mis motivos y los racionales y que ]a ucionalidad tiene mucb,os gr>~dos. l'o, ejemplo, el
del Otro, con respecto a la acción qu.e debe :llevarse • cabo (p. ej., supue$.tO de q1.~e nucst;o semej1'nte --que participa co~ nosotros en
quiero que el O,ro haga algo para m[), debo tener, por un cu.rio~o una pan ta de 1nter~cc,6n- conoce sus element<ls rae1onales nunca
éfccto especular, suficiente conocimiento de lo qué él, el Otro, sabe nlaumu:á «certidurnb,e empírica» ( certidua¡bre «hut.~ nuevo aviso,. o
, y sabe que es significativo con respecto a mi propósito), y ·s e supone «válida mientras no .5': ,P;J:Uebe .lo c~otnrrio~), •• F.º tcnc!J:á ~ien.J.>1c
que es¡e conocimiento 411yo incluye s¡¡.fjdente familiaridad con lo que el carái::ter de plausibilidad. es decir, de_ptobabilidad sub¡ettva (en
yo sé. Esta es una condici6n de la 'l ntérncciiín idealtmmtr. ,:acional) '°"lra{)Osicióu a la probabll.idad motemtáica). Tenemos siempre que
porque siit tal conocimiento mutuo yo no podtfo proyectar «i:acio- «aventurarnos» y «corc;er riesgos•, y C6ta situaci6a se expre$a en_
nalroeote» el logro de mi objetivo por me<'Uo de la coopetaci6n o nuqt.ru.5 espern.nias y ten1ores, que no son sinQ los torol-arlos subj~
rencción del OttQ. Adcm~s, tal conocimiento mutuo debe ser claro y tivos de nuestro incertidumbre b,sica respec10 del ~ultado· de
oitido; no bosta una mera anticipación, m,is o menos vacía, de la con- [IUestra intcracci6n proyectada.
ducta del Otro. ~in duda, cuanto más estan.d atlzada es la pauta de acción prev,Ie-
En estas circunstancias, la faterac;ción social racional patl'Q!da imprac• ciente, cuanto má's anónima es, t~nto mayor es la prob,,bilido.d sul,.
cica.ble, aun entre asociados. Sin embargo, recibimmi respuestas razc,. jtdva de confoccnidod y, p.o r ende, del éxito de ,la conducta inter-
oabl.c s a pr<:guntaS i;a,.ooables, se cumplen nuestras órdenes, realb.3- subjetiva. No obstante - y c5ta ,:s fa paradoja de la racionalklad en
mos accividndes muy «racional.izadas» en fiibricas, laboratorios y e1 plano del sentido comúo- , cuanto más esta.ndacizada es la pauta
o.6cinas, jugamos al ajedrez y, en resumen, 110s cn1cndcmos de modo tanto menos ·analli:ables resultan los elementos subyacentes paro el
conveniente con n1.1estr0s sc<aeja.ntes. ¿Cómo es posible esto? ()CO,Samiento de sentido co.múo en términos de comp~nsi6n. racional~
AJ parecer, hay dos respuestas diferentes. Prlmero, si existe de por Todo es10 se refiere cil cr~te.cio de raci!)oalidad Ílplieable al pensamien-
medio una interacción entre asociadQ~, poderoos suponer Qt1<: la par- to de la vida cotidiana y· sus constru~ones. ~1o· en, el nivel de los
tkipación mutua en la vida en curso dél asociado, el hecho de compar- modelos de pautas de interacción qmstruidos' por el cspe&Alista en
tir sus anticipaciones tan ca.racterfsJ:ico de la pura teloción Nosotros,
establece los rcq~tos para la interacclóti racion:al que acabamos de ~ )!dmW:.d Husserl, firfabrung ,md Ur1eil, '°"' 77, pÓJ!. 370.

58
• 59
ciénciás sociales .ele acuetdo con cit:ttos requlsiros partículaces, i{c.fj_. tom•d1>s· dcl campo de casi todos las otraS cilfflCias .sociales. Uno
nidos por los método., ele su ciencia, sdquiere el concepto de raciona· inVestlgación 1nás m.itruciosa .rcvcl~-, 6in embargo. gue ese esqucm~
lidad 6u plena signilicación. Con el fin de aclara-r esto, deb"mos pri- conceptual abstracto n() es más que una especie de tnquigraffa inte-,
mcm examinar el ca.rácter- básico de tttles const:rucclooes cícntlficas l.e ctual, y ·q ue los elementos subjetivos sabya.centes de. las acciones
y su relación con la «realidad» del mundo social, tal como esa realidad huniatms en cuestión son -presupuestos· o cou.•adcrados ~Jeoos al pro•
se presenta al pensrunicoto de sentido común de la vida cotidiana. _pósito cienillico- a mano -el ptoblema que !>" cxamma- y, por
ende, !?"••dos por <llto. Cq,yectamente comprendido, el J?OStulado de
la interpretación subjetiva a~icado a.·la economía, as! como a todas
los otras ciencias sqciales, solo sigoific~ que siem¡,re f!O!lem,os - y
TV. Los construcciones de objetos de pensamiento para cietlOS fines ilebemos-;- refetirno.s -a las acúvidades die los ~uje-
LOS del mundo social y a su 10terptctncón por los actQ.tes en cétm10os
en las ciencias socinles de sistcmJ(S de proy.octos, medios d[spooiblcs, motivos, sig11i66iti-
vidadeti, ercétc~.cso . ..
Pe.ro si es así e,¡ necesru::io .r esponder a- ottos dos mte.rtogantes. En
l. El postulado .de la inte/pretadón mb;eüva primer tér111jn~, los an:ilisis ,aotcrio~cs noo han permitid? !er q~c 4:'
sentido subjetivo que t~ne una acc16n :pafa d actor es un1co e 1nd1-
La afirmación de que el objeto de las ciencias sociales es fa conducta ,;iduAI, po,:que se origina en la situaci6n biog«í~ca ú!'iea y particular
humana, sus formas, su organización y sus iproductos no pi:ovocatá del actor. ¿C6mo es posible, entonces, captar c1eodfica~nte el •en-
coutro11etsias entre los especiall.stas. Sta embargo, habrá opiniones tido subjetivo. ~n ~egund.o t~r~ino, el. cont~to. ,le scn~,d~ de. tQCIQ
diferentes acerca de si esa conducta d«be seJ: estudiada de la misma .sistema deconOC1n11ento cienuftco es un conocun!Cot? ol>Jet;~vo, igual-
~Rilc~a q?e el especi~Jist! en d~rtcias naturaJe:s ~tudi.a S;t.l objeto, o mente aca,sible a t0dos los demás homhrcs de oenc,a y ab,etto o su
s, la finali.dad de las aeoaas sociales es fa exphcao6n de la «realidad control, lo cual significa que puede ser verificado, invaUd;do o refu-
social» tal como la expecimen~a ~ ·bomhre que vive cotidianamente tado pot ellos. ¿Cómo e~ .posible, ~n tal caso, capt~ <;Sl!uctu~ ~,¡,.
dentro del mundo social. En la sección inttoductocia de este ensayo jetivas de 6Cntido mediante un ~1.$tel'na de conoom1cnto oh'JCtlvo?
intentam?-• ·det1'.IOStrax que estos priuclpios son incompatibles. En las _¿No e.s esto una paradoj-a? • .
págln..'\S siguientes sostenemos que I,,,. ciencias sociales deben abordar Es posible responder s•tisfactonnmente a ambn., preg_unt\lS rn~antc
la conducta hOlllana y su interpretación de sentido común en Ja re•li· algunas consideraciones simples. E.n cuanto .• ]~ pnmcra caestló';',
dad social, lo cual requiere el análisis de todo el sistema de proyectos Whitebcad nos tui énseñado que todas las c,enclas deben con~t:ruu:
Y motivos, de signlficatividadcs y construcciones considerado en las objetos de pensamiento propio.• que reemplac~ a lo• del peo~nmtento
secciones precedentes. Tal an,füsis remite necesariamente !ll punto de de scn ddo co1t11ín. ••. Los ob¡etos de pensanuento constnudos por
vista su1?ietivo; <lO decir, a la interpretación de la acción y su encuadre . io~la~es ~ jndividuos
las tje:11cias socia.les JJO 6C refi~rcn a actoo s
en términos del actor. Puesto que este postulado de la interpretación singulares y que tienen lugat d,eouo ele ~na suuaci6n si~lar.. ~c-
sabj.ctiv.a es, como hemos visto, un principio general de consttw;dón diante determ1oados recu,sos metodol6gtros, que luc¡¡o dt=ibtre•
de tipos de cu.esos de acción en la experiencia ele sentido común, todn roo~, el especialista en ciencias socWcs sustituye los ob¡ei:os_ d<; pell·
ciencia social que aspire• captar la «realidad social» tiene que adoptar samiento de sentido com·ú o referenaies a ~.sucesos y acontcctmtentQS
también cote principio. 1JO.icos construyendo un mo.d elo de un sectot del mQDdo socinl dentto
A primera vista, sin emba.tgo, esta afirmnc.i6n pru:ecc: COnttadccir el del cual solo se produ,c ca los sucesos tipif(citd?s ~lgnifi;ativos para el
método establecido incluso para \as dendas sociales más av=das. problerrui est)edfico que d hotnbre de nenc,<1 investiga. Todos los
Tornemos como ejemplQ la economía modema. ,!Ac.uo los econom.i~- J.enuls sucesos dcl muodo social son considel;lldos oo ~ignil'icativos,
tas no esrudian el «comportamiento de los precios»., y .n o el compotta• «datos» contingentes, que dc:ben •~r •~dos -del a.nállsis medilll;\te
miento de los homb.res en la situación de mercado; las «!omurs de fas técnkas metodológicas apropiadas; por ciemplo, mediance ~,l ~upuesto
curvas de detnilrnla•, ,y oo las previsiones de los sujetos económicos de que «<odos .los demás f~ctores petmanecen iguales•. • ~to no
oimbolizadas por es:is curvas? ¿No investigan con éxito ,a suntos cale~ obst.mte es pos.ib,le construít un .modelo de un sector del mt10do
como los «ahorros», el «capital,., cl ~ciclo econ6mico>, los .csaia.rios» $Ocia! q~e c;o®ista en un• Interacción -humana típica .Y analiz~r esta
Y. Ja «dcsocup,1d.6n•, los «multiplicadores» y el «monopolio•, co.mo p11uta úpic:, de intetacci6n en lo que respecta al sentido que podda
S\ .fuerno fcoó~enos totalmente aparte de cualquier actividad de )os
s?,1etos ccon6m.tcos, y r:nenos aún pe.net;:-ando en la estructura subje- 50 1,.udwig voo Mises Jltun.¡a c:oi;:rtttammte L4 t1~6H btll1{81fd ,ll su -trTA'f]ttido d\
nva ele sentido q ue ralcs actividades tienen pa-ra ellos? Los logros de economía» (fl~1,111n A'r.'liQn, ~cvt Havco, 1949). Vésse oomb1~n F. A. Hayck,
Jas -teorías económicas n:iodemus h:.irían absutdo oegar que un esquema The Count•r-Reooiutlon o/ Scw:c•, Gleocoe, JU., '19,2, ir'4l'· 2'-36.
'1 Véase 1r,p,.a, págs. 36-38.
conc~ptu~ ah.tracto pu~ se¡- utilizado con bueQOs .resulta~~~.~:'ª }2 Sobre este concepto, véase F ~ J{¡tnfmann, op. <it., J>lÍJ!:I, 84,y &lgs,, Y 213 Y
solucionar muchos problem~s. Y podr{ao darse ejemplos s • · es si~.; sobre el concé-¡,to de «situac¡óo clcnúñca•, p!g,. 52· )' 251, .nora 4 .

60 61
tener pa,ta los, tipo5" pcrsonllles de actores que presuwiblamcote la parece muy ,s ignllitativo puede no sedo en absoluto en el otro. El
crearon. centro de orientación cambio raclicolmente, y con 61 la j<,rorc¡uía de
Debemos rcspondei: a la segundo cuestión, En verdod, el proble003 planes y proyectos. AJ decidltse o llev3r a cabo u11 plao de labot cieo-
pArticul:tt de L'tS ciencias sociaíes c.oosistc en el.t;lbora.r recwsos meto- t:lfica regido por la búsqueda desio ,eresado de la verdad de arue;do
dológicos para ali:- an conocimiento objetivo y verificable de con r.eglM preestablecidas, gue reciben el nombre de méto~o _c1en-
una cstruc"tura _subjetivs de sentido. Para acl.'lra:c esto, debemos coo- úf.ico e.l hombre de (:Íencia pe.nelra en un OOmpo de con.oe:un1er1to
sid,e ror muy brevemente lo actitud particular del cientlfico ante el preo(gani:taclo qué recibe el nombre ele C()rpus de su d<!:ncia.0• Tiene
mundo <Social que aceptar ]~ 9uc otro:; . hombres de ciencia coosid;tan un conoci-
miento c.stable<;ido o e,q,hcar por qu~ no lo hace. Urucamcnte deott'()
de este mru:co puede elegir su prohlcmo cientíEico particular y adoptar
decisiones cíentif.icns. Este IDfltGO constltuye su ((es·tar en u.na s1tua-
2. El especialist<t en ciencids sociales como cióJl cientlfica», que recroploz,1 a •u sltuadón bio¡¡tálica c_oroo _ser
obscw11áor neutrai humano deutr<> Je) ,;nundo. En adclruite, solo el problemo aentlfico,
una vez establecido detennina lo que e,¡ si1Wificativo para su sol"--
Esa actitud del especialista en ciencins sociales es 'la de un mero ci611 y lo que no lo' es, y ¡,o·r ende lo qu_c debe ser investigad~ y lo
observador neu.1:ral del mundo social. No toma parte en la situaci6o 'l"e debe presuponerse como •dato»; y, fm;t1n1ente, el nw.eL de inves-
observada, que no tiene i,ara él interés pr:lctico, sino soltunente cog- tigación en el más amplio .sentido, vale clecrr. lns abstra~or:1es, gcoe-
noscitivo. Aquella no es el teatro de su~ activiclade11, sino sblo el ralizacioncs formalizaciones e idealizdciones, en sCntes~~ las cons-
objel,O de su contempJaci6Jl; no act.:ía dentro de ella, vitaln,eote trucciones 'necesarias y admisibles ¡,ora considerar el problema
inrer~1do ca el .resultado de -sus occiooes, con espe:tttoza o temor resuel1.o . En otras p,llohps, el ,problema cientlfico es el «ccntto,. de
&ente • sus consecuencias, sino que la contempla con Lt misma clis- todas los conmvcciones ¡,osibles atlru:ntes a s~,. solución,, '! cada
t11nre ecuanimidad con que el especialiota en ciencias naturales obsetva tóust.rucción lleva coosigo, para usar unA expres1on l!latemanctt, un
los sucesos de su labotarocio. subíndice que se refiere al problema ,por cl cual ba ,siclo creada. De
En este punto se hacen nccesacias algunas p,¡labras de acwctLencia, esto se despi:ende que todo cambio del problema en egamen y del
para evitar posible.• malet\teodidos. Por supuesto, en la vida cotidiarui nivel de investigación supone una modWcacióo de las estrucruras de
e.[ especjnlista é n ciencias sociales es uo sttt bw;nano, Qn. ser que vi.ve signUicatividad.e s y de fo~ eonscru.:~ioncs elaboradas para la solución
entre sus sc.meju.ntcs.:, con qülenes isc rd.o,ciona de mucha~ -rna.ueras. Y de otro pcoblema o en otro nivel; la omisi6o de este bocho ba oc,1sio-
la misma 11ctivldad científica se produce, claro estli, dentro de la tra- oa~o mucbos malemcndldos y conirove;sias, sobre todo en las cien•
dlción de un conocimiento de ocigcn SQ<;iol, se basa ca la cooperación cias st>cialos.
con otros especialistas, exige mutua confirmación y critico:, y solo
poede ser comunicado mediante la iotcraccí6Jl social. Peto en la
mc,:lida. en que la •ctivid•~ .cient(fica tiene fundamento &Ocia!, es
una m(IS entre las otras acttvtdádes que se llevan a cabo dentro del 3. Di/er1mci11s entre las comtrncciones del smtid<J común
mundo social. Una cos~ es abordat la ciencia y los asuntos cientfflcoo y las comtri,ccio1tes cirotlfic!1s c<m,ernj¡mtes a 1
dent¡o clel m,mdo social, otra la actitud cientllica especifica que debe
adoptar el especialista hacia su objeto de conocimiento. Esta- última
las pautas de acdó:n
es la que nos ¡,ropooemos estudiar ea las páginas &iguientcs.
Nuestro análisis de la inrtrp.etacl6n de sentido común del mundo Consideremos muy brevemente ( y de m•nóra muy íncom¡,Jetn) al-
social de la vMa coti,diJIJla ba mostrado que la 6Í ruacióo biográfica del guna.1 de las difercnch1s más importantes e,ntre las construcaoncs
hombre en la actitud naturol determino, en un momento dado, su del sentido comúJl y las construcciones cient1ficas referentes • pautas
propósito a mano. El respectivo sistema de 64¡nificativ1dades elige de interacción que se orlginao en la transición, de l• ~i.runción bio-
dctermiIJAdos objetos y determinados aspectos tlpicos de tales obje- gr.ificamente determinada a la sitonción cient!Eica. Lns construcciones
c01;, destacándolos rontrR un foñdo incuestiono,do de_ cosos presu- <le! sentido común se fomrnn a partir de un Aquí dentto del mundo
euestas. )k lo vida cotidiana el hombre se considera como el centro que determina la supuesta rt<:,iprocidad ele perspectlv(IS. EUns p.resu-
ilcl mundo social, que agrupa a •n a.Ltededor en capus de clivcrsos ponen un acei;vo de conocimiento de origen social y sociJumeotc
grados de intimidad <¡ anonimia. Al r"'1()lverse a adoptar la actitud aprobado. Ln distribución social del conocímicntó determina la es-
neutral de UD observador dcotlfiCQ -en auescro l,mguajc, al estahlece.r tructwa partlcufar de la _constructj6n tipi6c¡,dora, por ejemplo,. el
UD plnn de vida de labor científica- el especialJsta en ciencias sociales presunto grado de ooonunra en los roles ~náles, la estandanzac16n
se separo <le su situaci6a biográfica dentro del mundo sociaL Lo que de las pautas de Clll'SOS de acción y la· 1?te$Ul1tá COD$1:állcla de motivos.
se P""'i>pone en la situocl6n biográ6ca de la vi¡:!Jl cotidiana puede Sin embargo, esta cli$tribuci6o social, mis1no depende de la compo.
hacctse discutible para cl cientffko, y viceversa; lo que eo un nivel
~} lbld., p<I¡¡:,. ~2 y 2}2.

62
63
.
f

sición \betei:agéoea del acc,:va d"" oonocimicnta a mana, que_ es en sf cliado c.omo un hon,bte entre ,sos semejnotes; solo su sistCtn.a de slg.
mismo un clei:nento de la experiencia de sentido q>mlllL Los CQn- nificiatlvidades qae le ,sirve como esquema para seleccionar e jnter-
ceptos de «Nosotros•, «Vosotros», «Ellos», «endogrupo)f y «exo- pr.etat1 está cÍe t,,rminado por la acfil i,d ciepr(li<:ll, que abandona
g:tupo>., de 9.S9ciado.s., contemporáneos, predecesores y sucesotes, to,. ~l'o rar.iamcntc p·a w r~um~.r.la Juego. . . . .- .
dos con •u cstrocturncióu pa,ticular de {amiliatidad y a11onimia, Asl •l ndop1·at L, actitud e1cntffica;, el cspecrnlisra en c1en.cias socmlcs
están por Jo mooos implfcitos en Ja,¡ Lipifkacion!'S de. seh tido común r¡l;,s~rv• las pauras de _interacción hUJ1.10n•. o su• resultado~ en la me-
e incluw L1s constituyen. Todo esto no solo es válido ,pai:a quienes dida. en que son acces,!>les a sus observaciones ,¡ están !'1>len~ ~ sus
1;>articip-,n en una pauta c;le interacción social, sit10 rnmbién para interpretaciones. Pero debe int~retar estas fautas de mteracc100 e.o
el mero obse.tvador de tal intcrncdcín que aún hace sus ob.etvacio- términos de su e.tr.udura subietlv~ de seot1do, pata r¡,o cencr que
ocs ck"8de su situación biográfica dentro del mundo social. L,, di- nbandonttt tod:i es¡,ecnnr.a ele captar (a «'ealJ~ socinl». ,
fcrcoocia entre unos y otro.s es simplemenrc que el pacticipante en Ja Pata satisfacer éste postulado, el observ•dot ctentífico actúa de ona
pauta ele in teracción, guiado ·por la Jderil!llación de la reciprocidad manera simil:tt a la ,l<:l observador de u na pau,a de inretaccióo social
de motivos, 6upoue que sus ¡¡ropios motivos están entrclazados con en el mundo de la vidn cotidiana, nunqae guiado por un •istema to-
los de SU6 asociados, mientras que para el ,o bservador sólo son acce- ;almcnte diferente de sign.!ficarividacl,;s.
sibles los ~,gmentos maniíieotos de Ja,¡ acciones de los actores. Sin
embargo, participantes y observador forman sus «•nstruccionos de
sentido común con ,elación a Sil situación biográfica. En ambos
casos, esas collsl'.rucciones ocupan un lugru: pattlcafar dentrQ de fa
(.'<ldena de moti1105 iniciada en l.n jerarquía biográficamentc determi-
4. El modelo cimtí/it'o d.el mundo social""
nada de los planes dd constructor.
En cambio, lqs construcciones de pautas de foteracción humaM ela,. El especiall~ta e_n ciencia.~ sociales comienza por construu pauras tf.
horada,; por el especial.isrn en ciencias sociales •on de un tipo com- picas de cursos de aoci6n corre.polldlentes • los •<lcesos observados.
pletamente di(erentc. Este no tiene ningún Aquí dentro del mundo Luego coordina estas pu11táS co~ un }'J?O.per.sooal, un modelo de_ac~r
social; más precisa.meut.e, considera •u posición dentro de él y el :, quien imagine dotado ele conaenc1n. Stn cm;b~?, <:5 ·un~ conc1e.,)C,1a
cor:respoooicnce iistema de significa ti vidad(:S como ajenos a su em- que se lim.i,ta • contener. codos los elem'."ltos s1gnificot1~0S l)'dla la efcc•
presa cientlfiC<>. Su acervo de conocimieoto a mano es el corpu.s de !\\aci611 de las pautas de cursos el,; ";CCLÓU obse~adas Y, f>Ot lo \ant?,
su ciencia, ,¡ él debe presupon.etJo -o sea, en este coocexro, corui- para el problema que t.ien.c .en estudio. As(, atribuye n esta conc1enc1a
Jeraclo cientllicamente atablecido-, a menos que e><pliquc ~us ra- fio!.ÍCÍU un COD[UOtO de ui0tiVO$ «pata• tfp«:OS, COtreS('O!ldJentes "; ]os
zones ,pru:a no hacerlo. A este cor1.1r;s de eiencia pertenecen también fines de fas paums ele cutsos de aocioo obse,:vadas y • los mottvos
las reglas de procedimiento aprobadas, es dcdr, los métodos de su «porque» tlpico~ "'?re los que. se fund:"' lo~ mottvos «para». Se
ciencia, ind..so los métodos para elabotat construcciones de una supooe que ambos tipos de mottvos son mv:1ru1bles en la mente del
maocra cienúfio.unente cori:ccra. Este acervo de cooocimie.nto tiene nctol'-moclclo ~ r i a .
una estructtu;a muy clifcrellte-dcl acervo q ue tiene ~ mano el hom'bre Sin emoo.rgo, ,e sos modelos <le actores no son sete$ ~=nos <¡ue
Cll fa vida cotidiana. Sin duda, también manifiesta diversos grados vivan dentro de su situación b(Qgt'ÚÜca eo el !"undo SOCI•! de .la. vtda
de clari<l3d y nitidez. Pero esta lllltructuración dependerá de.l conocí, cotidiana. En ténni.oos estrictos, no tién,en b!o~ráffa ru histor.'a, y la
mJcoto de los problemas resttcltos, de sus implicaciones aún ocultas y situación en la que $OD colocados no está. definid• pot ellos, $(DO por
de sus horizonr:c,i tlbícrtos oobre otros ptoblcmas todavía no formu- su crc:,1,lot el especialista en cico.cias soc,ales, qae ha creado CSQS . :!-
lados. E l J¡ombrc de ciencia presupone lo que él <lef.inc como un dato; tercs u J,o:nú.uwlos para' monipulaclos eón Vt:!CM ~ lograr su ptopo-
y eso es iodcpendi.ente de las cr.eendas aceptadas Ji>O< cualquier sit'O. E1 especialista lé:s atribuye una con:cien.ci~ solo npatente, cons-
eooogrupo en el mundo de la vida cotidian,t.•• Un.a vez establecido, rruida de tl}l modo que el acervo de c?ooctm.tcnto. a ~ano 9ue se
sofamentc el problema ·c ientffico determina l• esrructur.a de $Ígnilica- les «signa {'!'cluyei¡do c.Lconjun.to nd:;c:r,:pto ~e mou~o~ tn.vatiabl~)
tividades. ha tÍll ". 1bíct1vamentc compreoslbles fas acccones or,giondas en el.
Al no tener ningún Aquí dena:o del mundo soclnl, el especiali,;ta en siemp~e q .ae ~etan JI evadas a c•bo par. octo~c~ . reales dentro .del
cieo.cias socia.les no orga.oiza este 1nundo en capas que lo tienen como mundo sociul. l'>eto s:l thcre y &u co11caen.c ia amficial no están S?Jfie-
tidos a fas condi¡:iones ontológica,; de fos seres humanos: El homunc:o-
cmuo. Nunca puede entral'.', como n.socindo, en una paL1tn de intei:--
•c:ción con lUlo de lo$ actores do la escena social, >Sin abandonar, al lo no nació no crece ni .motlrá. No uene ·esperOJ)?.4S ,u remoces; no
conoce la n:..iednd como principal motivo de todos .sus actos: No es
me1Jos tcmpor_a1iamente, su actitud científica. El observador partici•
¡,ante o rrabujador <le campo establece contaéto con el gtilpo estu- Ubre en el sen ti<lo ele q11e su acción pueda ttonsgred.ir los llmitcs guc

55 Pru;a esta s:ecx:ión. 11dem4s de 1u bibllogcaff::. ~~ti~® to 1$$ ~Olá$ ~.l


54- D.,j•IDl"J de lo.dó Jn.tcndonoimcn« i.,, pt!>blernas d,, 1A ll•mado molog(• dd y 46~ véase Alú'ed $chut?., «lñe Probbn of R11tión11Ucy. , >, op. cit,,, p5g,.
0:>nodmicn.to qoe de aquí ,se desprenden. 1}0-49.

64
-,

hu est".bJ,:;ddá su creador, el cienúflco soci~I. Por. Jo tanto, no puede ro~, Jas elecciones racionalc_s a pat'tU' de mo~~º" rnctonnlcs, son po-
tener o iros conUictos de. in tércses y motivos que los que nquel le ha sibles porque han sido e1loJLru1d:t• toda;5 !as d,Etcultodes que ttab3n nl
,tribuido. No puede errar, si euuc nó es su destino tlpico. No puede actor real en el mundo de Is vida cottd.iunu. ,\si, el co,,copto de ra,,
elegir, soJvo entre las al1ernativas que el cientlfico social ha colocado cioonlidad en d oehtido estricto ¡rn dcEin.ido, no .se refiere a acciooes
ante él como nbiertas a. ·•1l elección. Mientras que el bombre, cómo dentro de 'j., cxperien~ia de sentid!) cótlllín de la vicb cmidiann en el'
ha <risto con claridad Simme!,•• enrra <:n toda relación ·socinl sim- mundo social; es l:1 expr-csi6n de l10 típo particular do construcciones
plemente con uJla parte de su yo y está, ol mismo tiempo, sietnpre de ciertos modelos espeai/i,01 del mundo social, elabocodos por el
dc;ntro y fu"'ª de tal r.elación, el homúnculo, colocado en un:1 te/a- cie.ntl.fíco social con. cierws fines metodológicos est:iec16cos.
ción social, parti.cipn en ella en ,;u totalidad. No es más q11e el crea- Pero ant~, ele examiruir los funciones parúcukres <.le los modelos •ta·
dor. de su fw,dón 1(pléa, porque la conciencia art:ifkial que sé Je ha cionnles» del m,wdo social, debemos ipdicar alguoos principios que
atribuido oo contiene o~s !=lemeotos qt.1e los necesa.r¡os pa·ra dot.3t gobiernan la ~onsi.rucción de modelos científicos de la acción hnmaoa
de sentido sübjetivn a tales funciooes. en general.
Examinemos brevemente algunas de las implic,,eiones de ,<;,;ta Cárac-
tcci.zaci6n gener-al. El homan.culo es,á dotado de Uf) sistema de sigoi-
ficatividndes que se origina en d problema cienúfico de Sil construc-
tor, y no en la situ&ci6n pnrticuhr biográficnmeote dct<>rminada de 5. Postulados propios de las co,istruccio;us de
uo. actor dentro del mundo. Es el hombre de ciencia quien dl!fuie los modelos ci.e11tífic:ós del mundo social
1<) que.es parn su Útere 1,tn Aquf y uo Allí, lo que ostá dentro de su
alcance Jo que es pota él un Nosotros, un Vosotros o an Elloo. El y 8 hemos dicho que e] problema principal de las cieocias sociales es
c s p ~ a d.ete.rmioa el -acervo de conoc.imi.ent'.Q -n mano que atfj. daborac ur1 n,é1odo paro_abordar de man~r• objetiva el S<;ntido subje-
bo;ye a su modelo. Este acet\·o de conocjmiento no e.s de origen tivo de .fo acción humana, y que los ob1e1os de pensamiento de !ns
socjaJ. y,, a ll'.leoos qnc sea especid,W'1e.nce diieñnao de tal modo no1 ciencias sociales deben ser· cornpauhles con los objetos del. peiisantlen-
tem.ite a la aprobación socia.!. El sistcnlil de signi.fic,nividades corres- to de sentido común constituidos por los hombré$ en la <riil:1 coti-
pondiente al problema cientiliico en estudio es lo único que determi- diana con d fin de enfrentar la realidad social. La• construcciones de
na Ja estructura intt(iYSea de este, 9 sea, los: elementos «acc.rc:a de» modclos nntes d~sc~í¡,tns cumplen c:on estos rc;quisitos si están da•
los t.-ualc:s se atribuye al hom.W1<.1Jlo conocimien¡o, los <1ué conO<:e- por bot11dás de act1erdo con los postulodos siguientes: .
trato directo y los que simplemeotc pr<:supooe. Con esto queda de-
terminado lo que se presume que es familiar y lo que es oiiónimo
para él, y eo qué .ruvd se prodúce la tipificación de las exp..tleacins a. El poswlado de coherencia lógica
del mundo que se le atribuyen.
Si se concibe ¡al modelo de actor como relacionado y en interacción El sistema de consrrucciones dpicas clabo.tad.o por .los científicos debe
coo otros actores - también ellos homúncoJ<:>s-, :entonces La tesis ser establecido con el grado más alto de claridad y nitidez eo lo que
general de las J;>Ctilpectlvas recíprocas, de sLt enuclnznmiento y, por 1t1.añe aJ armazón cooceptu~ inlp!icndo y debe ser IOt:W'_lentt: cou¡p,,a
co.osigu.ieme, de la correspond<:ncia de motivos, está determin.,du por \
tiple con los principios d 7 Is lóg!c:u. focrru;), El ':umplimiento de_ este
el CO.l)Structor. Los tipos c;le curio de acción y los •tip9$ peuooa,les pre- posD,J lado gaa,ntiza la v~1de2 oh¡e~va de los _obJetos de ¡,eosam,c.,_,.,
suncamente elaborados por el tlterc ac<!tl:ca de sus nsoclndos, incluso construidos por el especm.1,sta en c1encu1s social~$, Y ,u íodole e,¡tac-
la definición de su sistema de signiHcarl<ridndes, ,roles y motivos, oo tamente lógica es una de !ns carac1.e,;fst_icns l'.ll~' >IDJ?Ortantes que.per-
tienen cl ca-rácter de una mea, posibilidad que se.i::í cumplida o no por mite dístinguir los objc~os del ~nsam,ent? ctenúf.ico _de [os'_ º?Jetos
los a.coo,ecim.ientos fur.o.cos. El bomúnculo no 1:ieoe an tkipaciones va- del pensamiento ele sentido comun construtdos en lo vJda cottdrn.n a y
. cías de las reacciones de Jos Otros ante sus propias acciones, y ta-ro poco a los que deben xeemplo7,ar.
autotipífic;,ciones. No asUlllc otro rol que el que le asigne él ditector
dcl espei;bi.wlo de titeros a.l cual se dc))orn ina modelo de.l mnndo so-
cial. Es él, el científico social, quJcn mont:n d esc-enario, <li•t.ribuyc los b, Bl posr.ulado de la interpftll¡¡cióll sub¡.iiva
ro1cs, hace de apuntador. define cuáodo comien~1 ur1a «:-u::ci6ñ» y
cuándo tecmlnn, y así detecminn la «gátDa de proyectos» respectiva. Para e,q,lkor las ncdooes huma!'as! !'l l:tootbre ~e ciencia d~be pre•
Todas las aorn,~ e instirociones que gobiernan las pautas de conducu guntarse qué modelo de meruc md 1,oclunl es posible oonstrw.r y qué
del modelo soo suminísuadns desdé un, primer momento por Jos con tenidos típkos se le deben atribuir para explicM bccbos obsei;vados
construccione.• del observador cientWcó. como resulwdo de In ;1ctivi1:hd de dicha mente en uoa relación com-
En tal mode.lo simplifkado del mundo social. fos ac,os racionales pu· prensible. El cumplillliento de este po.sb.ilado garantiza la posibilidac:I
de referjr todos los tiJl<)s de acción humana o SU' .resultado al sentido
% Véase jupra, not.11 34. subjetivo que tal acción o resultado de una acción tiene para el actor.

66 67
c. El post'flllidO' d~ aáeo,aci61tc
1 Lós cipos racionnle.< de cursos de acción y pei,son~lcs deben ser cor¡s-
tt0idos de tal manera que un actor dol mundo rea l decn,,atfa la acción
Cada tétl'(li'10 de un modelo cicntlfico de acaon humana debe ser ripi(icada ~¡ toviera un conocimiento ¡xrf«:tAr1'lente.. claro y nítido d.e
construido de tal manera que u i¡. acto humano 'efectuado dentJ;o del tc¡doo los elementos que e) especialista en ciencias sociales. supone
mun.do vivo J?O• un actor índiv)dual de lá maneta indicada i;,ot la significativos para esta ocdón, y solo de ellos, y si tuvieto aélem.ós la
coostr.uccióo típica sea comprensible tanto pa.ra eJ actor mismo como tendencia constan.re a cmplcor Jo,¡ medJos más spropiados de que,
para sus semejanres eo tém'lioos de las in tcrprctacioncs de sentido según oc pres11me, dispone 11ara lograr los flncs definid9s por la
com~n de la vida cotidiana. E l curu,pllmieruo de -este postulado ga- construcción misma.
tan= lo compatibilidad de la., consa·ucciones del cieotífico social La ventaja de utilizar en las ciencias soda.les tales rnodelo~ de con•
con J•s de 111 e;tpe,iencia do sentido común de lo realidad social. ducta racional puede- ser au:acteriZati<la del siguiente 1nodo! i._ . ·~

t. La J;!C!Si.!Jilidad de coos,nair pautaule J.ntcUcci69.. sociru., en .el su-


puesto de qae todos ló!r];lll:tiapan,es en elln ac11J.n raCionalmente
V. Construcciones de loo modelos científicos de p:i.ut.'ls dc:ntr0 de un conjunto de condiciones, medios, fines y moti,·ós dcli-
de acción racional .rudos _p or el espec:ialista m ci_,;-pch,s sociales y que se: suponen comunes
a todos los participa.ntes o disu:ibuidos entre elJos de 1,1tlf,J l'n~nc.r~
-~~·• las construcci?ncs de model<,>s_ riel mundo sóé/al, para ser cicn- espcdfi.ca. Mediante e~to ocderuunientO, puede ser Aislada para su
uficas, deben cumpltr coa los rcquts1tos que establecen eso. tres pos. .estudio Ja_ conducta ~stand-nri7..ada, co.n,o Jos denoroi11ados roles socia-
1:ulados. P~~•• ¿nea~ ~oda consuac~ió n que Cl.lmpJo. cop el postuLido J~, la conducto in$tltucio.rutl, etcétera.
de cQml?a~illd~d 1011,c• no es ,ra<:1onal por ddinlción, como lo es 2. Al par .q ue la. conduct~ de los indlvi.duos del mundo soci•J r.e.a l
toda acuva.cfod c,entlfica? no es ptr;d.ecible~ ;alvo en ?.!lti.cipaciones vaclas, Jo conducr:a ra.cío11al de
E;;to os exacto,~¡~ du1a, pero debemos C1'iu,r un peligroso malenten• un tipo pecsonol con.stCUido se supone predecible por definición dentro
dtdo. Debt:a clisungo,rse las construcciones racion!l.Íes de modelos de los limites de los elementos tipi6cado.s en la construcdón. Po~
de ~ccioues humanas, por un lado, y l11s cons~ccioQ~ de modelos de coosiguiente, el modelo de •cción racional I?t1ede ser utilizwo como
acaones bu1?J~·nas ..ra.cionaJcs, poc el otro. La ciencia. ptiede con~ttuit recurso p•ra c;stableccr la con.d octa cksviada en el mundo social 1-eal
modeJ~s r-actonales d7 c<:'nd~cta irro.cion.i l, <.vm.o revela una ojeada a y I?ata referitla a «datos que ttascienden el problema•, es decir, a
Cl,lalqu,er texto de pstquiarua.. En carnbao el p<:n$amiento de sentido elementos no tipificados.
común suele construir modelos lttaciooal~s de conducta.\ muy tacio~ 3. M"1ilantc variaciones adecu•das de algunos de los clémentos, es
~s; por ejewpl?, al _explicar 1"s (]ec.isiones económícas, poUticas, posible coaSl"ruir varios modelos y ba$tn conjuntos de modelos de
mili.tates ,Y has,. CJentíftcas C?º referencia a sentimientos o ldcologfM acciones racionales paxa .resolver el mismo problema cienúEiCQ, y com..
qne, s~gu.n.se pt'esume. gqb1ccnan la. conducta de los partici[>antcs. patatlos.
La r!'c1onaiJdad de la coosi.rucd6n del modelo es uno cosa, y en este
se.nado todos los modelos apropiadamente construidos de la ciencia Parece nccesl.1!rio., sin embargo. comentar este último p11nto. ¿No
declaramos ames que todas las ·cQµstrucciones llevan consigo un \
~no solruncnte los ~ las <'iencias s.o cinles- son racionales, y 9tru
diferente la construCCJÓO de modelos de conducta racional Ser(a 1JJl «sub{nclice» que se refiere al proble.ma en exrunen .y deben se.r revi-
g.raye eqt;1ívoco creer que es p·rop6sito de [as construcciones de mo~ .._das ,.; este experimenta alguna modllicaci6o? ¿No existe cierta oon-
delos ea las cieo.ci,11s -sociales, o un criterio de su carácter clentifl.co traclicción entre esta conceli'CÍÓD y In posibilidad de oonstn¡it varios
el intcrptetar las pautas ittacionales de conducta como si fuera~ modelos que compitan en la· solución del mismo problc:.rn• cientlfico?
racionales. · La conuadicción desaparee¡: .si consideramos que l.Qdo problema es
f-n lo que si~ue ,n~ ocuparemos pri1.1cipalmente de la u tilldad de elmpleroeote un centto de impllcacion!'s que.¡,uedeo ~acerse exp)ídtao
o, para usar un término de 'Husse,r-4 1>, que lleva CQl'lSLgO su horn~oote
•';'S modelos acntífu.-os - y por ~,nde, r~cionoles- de la pautas ra-
ct~nales de CO,!>ducta. No es dffídl entender que la -construcci6n cicn- iotemo de elenlencos incuesl.i:ooados, pe.ro cu~tionoblcs. *"
tílLca de un upo perEectamente r,,cio!lal de curso de acci6n de su Con clfin de hacer c,rpl!dto d horizonte imcrno d<;\ problema,pode-
co':~spondicore tipo P"':'On~ y tambléµ de pautas r,1cionalcs cÍe inter- mos variar las condic.loncs ~n lt\-5 que- se supone q_ue t1ctúan los acto--
ilccton, ~ posible en pr1oc1plO. El.ltO se debe a que, al con.s truir tm res ficticios, a.si conlo los elementos del 1nun<lo de los cuales se les
n:,o~e\o ~e una conciencia fictici•, el investigador puede elegir como
'$7 O)n rteSp«to al CQ1'.lC9'ltO de lior®ntc, véase ,Jielmut .KJ.Jhn, •Tht l>he.n~
s,g~cahvos ~11 su proble_mn s6lo aquellos eJemenros <Juc liacen mCrtOl<J.8.ical €onq!pt of r,ta_~ pw, ,:n Mai:vln F11rber. ed., Pbllosophícid Essa:fS
posibles las acaoncs o reacaones racionales de sus homC.nculos. El in Me1ttory of Edmund Husserl, Cambrad~e. 1949¡ PÓ!!I· tM-24, r Ludwig
P!l-<t\ilado de rncionalJdad que tal con.strucci6;, debe s,nisfocer puede LaQ(lgi:d>c en Edmund 8u~scrl, Erfuhr11ng 1111d Urie,, s~ S.l.Q.
ser formulado de la siguit::nte manera: • Véa..'ie, por cjer.npk,. «Fonnación de tooc;cptos y tcodas en l~ citnc'i~& soda•
le;», p,13«. 82~5. (N. Je M. Natanson .)

68 -- - ------------
69
r

a.tribuye cqriocimienro,, sa.s p.rt-su(I tos. ,m otivos eOtrcla2ados 1 el S,rt:tdu


d.e F11n1iliuídad o ao.onia:ú.a en que se $upon~ que i.oternctúnn, etc. Poi: 2. Formació·n de conceptos y teorías
ejemplo: si como e<;ooorn.isto me interesa la reorfa del oligopolio,"8 en las ciencias sociales'
poedo construir modelos do unn ,.ola empresa, de una Í(ldustrfa o del
sisto111n econ6mico en su totafülod. Si me limit0 a \• teorfo de la
empresa individual annli.:w.ndo, poc ejemplo los efectos de un acuer-
do entre cárrelc:; ~Qbre la J?roducció..n de }o .respectiva mercadería,
puedo construir un modelo de un productor que act:ú.a co <.'Oodiciones
de competencia no regulada, O\tO de un productor con ¡.,. mismas
condidones d e costos que aetú• bajo las restricciones· que le ioopo- En el t!tulo de mi articulo, bago referendo deliberada ol ~e un simpo-
r,e.n los cl¡teles y (oo el conocimiento de restticciones similares im- sio qoe ~e Uev6 a cabo en <Üciernbrc.dc l952, enla reunu$n anual d e
puestas a otros producrwe~ de la «misma» metc•dedo. PodcmC!S en- L, Asociación FIiosófica Norteamcncnna. • Ernest Nagel Y Car! G.
tonces compilrar fa producción de tjii.» emprCS¡l en los d0$ iJJ<;,delos.
a,empel aportatot1 comentarios sturu1mente es~\.llo~tcs sob~e .el p~-
Todos estos son modelos de ijc;c.iones rocionnles. •pero no ele acciones blerna en discosi6n, formulados. de la manera_mmuaostt Y lucida to.n
dectivad•s por seres humanos vivos en s iluacioncs definidas por ell<;is. car.ao:Cccl:stica de estqs iovest:.igadot<es, y referidos a UJ?.ª C?ntrovers1a
Se las supone practicables por los tipos persoo3Jes q ue d economista que ,lesde hnce :ro~s de m~dio siglo. ~ivi.de. en dos _te1;ile11crns ":º S<!lo
construye dentrO del medio artificial en q_ue ha 5ituado • su.s ho- a 1.ógicos y metoclólogos sino tamb1en a los espceuilistas en etenCUIS
múnculos.
sociales. ad . ¡t· l
Según S<>ttiene una de aguellits, los <tn.i-:os mét 05 c.iem [ICQS ,son os
de lo,s ciencia~ naturales, que han rendido too. masoilicos resulta.dos,
y, por consiguI~nle, solo ellos deben ~er aplicndos ea -su totalidad
V~. O bserva.ciones finales al estudio d e los. asuntos humanos. Se afu:m• que es el no b~ber actua-
do as{ lo que ha impedido a las dencias sociales elabQrat s,stemas ele
La relación entre el especinl.ista en ciencias sociales y el títere que rcotfas explicativas de precisión comparable a la q~<: ofrecen las
l-,.n creado refleja, en cierta medid,, un viejo ¡,tobl<:rrm de la teología cie,1cfas naturales, y lo gne b,1ce discutible 1n labor e..'llptpca de teod.as
y lu metafiska: el de la relación entre Dios y sus criatu ras. E l títere cJabo,,.das <m dominios restcingidas, como el de la economln.
existe y actúa úqicamentc por gl'ncin clcl especialis ta; no puede aetu'1.r 'De acuerdo cc;m la otra tendenci.,, eKiote una dife.reoci~ est,:ue~
sino de acuerdo con el propósito que le determina la sabidm'ta de básica entre el mundo social y cl de la n~ttu:alcza. l,.st? idea con~u¡o
t1que1. & s upone. s in ei;nbargo, qoe actúa no como si estuvie ra de ter· nJ cxtcemo opuesio: a concluir q ue los mctodos de la c1enc,as social.es
min•do, sino como si pudjer~ det~cmlnacse a sf mlsmo. Ha sido pre-
estah[ecidn uno annonfa total en rre la t.-Onciencin deter.1niru)da que se
clilie,.;., toto coe/c, de los que se u tilizan .en l•s ciencias !'~curales.
Di11etsós areumentos ban sido aducidos en apoyo de esa P?Sfc1ón. _Por
asig11a ol títei,e y el medló precoostiruido dentro del cual se supone ejemplo, se ha sostcni\lo que_ las . cie,~aí~s. sod~le• _son ¡d1o~táficas,
'-'u.e: b<:túa libremente y. llevn a cabo elecciones y decisiones racionales. caracterizadas p0cla c:oi,ccptual12.~ción ln~v1dualiz•do10 y_la ~usqucda
Esta a,monfa solo es posible porque umbos, el t!tece y s<1 medió
reduc.ido, son crea.ci6n dd hombre de ciencia, que aten;iéndose a los
de 1,rol.)Osicione::; singulares aser.u\fas 1 mtcntras que fas c.!-en~1~s na.ru-
rales ,son nomocéticas y se ca.toctecrizan por l;,1 conceptual1zac.t60 tene-
'
principios qqe lo bao !Jufad-0, logra en verdad descubrir dentro del ralizadora y la búsqueda de proposiciones ap9dícticas ~cnerales. Las
universo as{ creado la perí:ecta ar.mon!a que é.1 mismo ha establecido. últimas -:.se ~ere.o n relociones constaotes ~.atte mag.n1tud.es '!len~·
;ables, y son pasibles de cx11eri~.en tació n, m ientra~ que en las ct~ctM
sociales no es posible medir 01 expuuneotar.. .Et, generol, se n~•
que las cieoc¡3s onc.uralc...-s se refieren a obje t~s y· pro·cesos J:0$tei:1a.les,
en tanto las <;iencias sociale.s se refieren a ol;,¡ctos Y. procesqs P;Sicoló-
gieos e in teleco.,ales, por lo cual el Jl).étodo de las ¡,tuneras conSJSte eo
explicar y el do las seJ¡UJ1das en comprende,. .
Hay gu~ ad,µitir que si se los exomina con mayor ateoctón, estos
rounciados r.an generales ~on_ _lnsostenibles eq $ U ma~oF{á, Y esto por

t Artículo _p.teSCnt::ado en hl :J3a. Reunión $(-mesaal de la Co~cre1:u;ia sobre


58 i\aradf!"¿(,'O a. mi amigo eÍ profesor F.citz r...b~bJup su aucoril!ación para tcunar
Método< en Filosoffa de 1., Ciendos, Nueva Yo,k, J de ~yo dc'L.l?'?· PI.
2 Publicado en d libro Sciene~, LangJ1.11gc ond J"1un¡(Jn ,Rfs:btJ <(:,,11,cr~cao _ JI·
lol"l ~emp1<>s Sjguic:ntcs de S\'I Uhco Tbe Econo,niés O/ StJlúu:'r Compi!tltiqn: Mo- lo,ophlcil MO<wtion, erunero l)!visw¡,, vol. tl. Fil,d.J.f,., 1952, p~. 4)-86
dd A,,a/7.ri.t df SelJer's Coftd1u:I, Baltimorc, 1952, pttg. 4 y si~i. ( <1J que oos relerlr<.o,os como SÜl ) •

70

f- -
- d:iv~as.~nes. Alg= defensores de los atguooentos i1,ntes caroc,o 1'5tados imgulcQs motiva¡los¡ que en cor¡sea¡,encia, el ,experto en cien-
rizados almgabnn un concepto l:,osronte erróneo de los métodos-de lM cias soci:tles no puede conteni::u:se con ver, en los proceS-OS ,;ocl:,l<!S,
cieoci;is oaturnles; ortos tendían u identificar la situación metodoló- simples concatenacion~ de i:;L1.ces.:>s «externa.mente relacionados»; y
gic:a de una ciencia social particnlar con el Olétodo de las ciencias que estahlece.r correlaciones o incluso rclaciooes universales de- coo-
s~es en general. Se sostuvo que, como fa historia abo.cefo sucesos comltancia no puede 5ér su objetivo final. Por el contrario, dicho
ú.~cos, n~ .recuttente.s,, t~das las c.ieocias ~ociales se ürniton a propo- espcdollita debe construir «cipo~ ideales~ o «modelos de motivacio-
su,10ne$ singulares asertivas. Como en antropología culnual es c""i nes» eo cuyos términos procura «comprender• la conducta social
im¡,osíble eJ<'l)crimenttt, se ignoró el •h echo de que los psicólogos m;¡n.ificsra atribuyeado fuentes de accl:ón a los actores que toman
sociales pueden llevar o cabo expéri.mcntos de labot~torio al menos parte en clla. Si "°tiendo corr<:<rtamente fiU crítica, el pro{esor Nagel
e1,. cierta n1e&da. Por úlrimo -y este es cl punco más ir:nPortante--, sostiene:
ralos ~g~~ento~ no ~oma~ e.n ~acnta qóe un conjunto ele reglas de
1
p1ocedu.n1eoto c1cndfico ti.e ne 1gual va.Ud~ para todas las ciencias 1 . Que estas fuentes de acción no son accesibles • la obse.tvación sen·
cmpCrica.,, ya se reS,cra a objetos de la natw:11.leza o a i¡>roblcmus hu- social. De esto se desi,,rende, ,;omo se 'ha .enunciado coo frecoencia,
manos. Tanto eo unos como e{I otros rigen los principios del control que el especiolista en cieoci•s sociales debe identificarse imaginativa.
Je las infere?cia$ y lJl vcrificacióo pot patte de otros investigadores, mente cob los participMtes, y contemplar la situación que estos cn-
•sf como los tdcales le6ticos de unidad, s/mpli.cidad y universalidad. ftento.n tal como Jo hacco los actores mismos. Si:n enxbargo, está dato
Este insátisf~cto:':io cs~do de cosas tiene por prin'Clpol origeo el hecho que no necesitamos pasU por las e><petiencias psfqi1icas de otros bom·
de que las cieoclfls sociales modero.as <ic desarrollaron durante un pe- brcs para saber que fos tienen o pl!'• ptedeci,r su conducto manifi,csta.
dQd,o en el cual 1.n ciencia lógica ~e ocupaba principalmente de la 2. Que la iroputach$n ele emociones, actitudes y prop6siros como
lóg,.ca de las ciencias untur•les. En una especie de imperialismo mono- explJci1ción de la conducta mnniliesta es una hipótesis doble: ¡;,resu~
póli~,. los ~éi:od~s ele es!a.< (,!timas foero_n declarados c'On &ccuencio pone que Jos agentes participant..-s en a.lgú11 fen6meoo -social se en·
los. un1cos ctcntlfi=, uucntras se descuidaban los problemas espe- c;uentran en determinadqs estados l,'•kológl<:os; presiipone también te·
clf,cos que h_allaban en su labor los especialist-as c.n ciencias ,oc:i!lles. Jaci.ones defini.clM de cnncon\it,uici,1 entte dic:bos est~dos y entre estos
Sin ayuda n, gufa en su rebelión contra este dogmatismo, quienes y la co.n ducta manifiesta. Pero ninguno de los estados psicológicos
estudí~an los problemas huroanos tuvieron que elaborar 6UG propias cuya posc.-.ión i·maginamos para los sujetos de nuestro cstudío pueden
concepaoncs acerca de lo que coosideraban metodología de las
cien• ser en realidad suyos, y aunque nuestras imputac:ioo.es fueran conectas_.,
das sociales. l,o !>Jcieroa sin un conocimiento fUos6fko suficiente y oinguoa de las acciones mani f.icst'1$ presuntamente dctivadu de esos
abandonaron sus mtcntos una vez alcanzado un 1,ivel de generalización estados puede presentárser.ios como comprensible o rozonoble.
que parecía justi(icat fill profunda couvioc:ión de qt1e no ero. posible 3. Que no «comprendemos» la índole y funcionamicnto de lo$ moti-
lograr lo que b1,1scabrui adoptando los métodos de lns ciencias natu· vos ·humanos y su expresión en la conducta maniflesi:a, m.is adecua·
rafes sin modificarlos ni complctMnt•rlos. No es de exttañarse que a dament.c que las relacioues causales «e.xt:ema."i». Si mediante una
menudo sus argumentos sean infundados sus formulaciones insufi. ei<plicación provista de sentido nos ]imitamos a afirmar que determi-
ci<:JJtcs, y que ab,mdiwtes malentendidos dÍficulten Ja controversia. Es nada acción es un caso de un~ pauta de conducta manifestada por los
por ello que, en las páginas siguientes, nos interesaremos sobre todo .seres humanos en diversas circunstancias. y que, al concretarse en la \
e~ lo. q(le iJ!'itieron decir y no en lo que dijero11 los é:specialistas en, situaci.6n dada algunas de los citcunstancias pertinentes, es · preoisi-
oeocias sociales. El desaparecido Pclix Kaufmann • en sos escritos ble que una persona manifieste cier10$ formas ele la mencionada paut¡i,
co.oío NageJ"- y He.m~~ en contríbt1cioc1es más .r~lcntes, han sqme~ entonces no exisLe ninguna ·sepa.ración nítida en.tre esas explicaciones
tido a critiC4 mucha., falacia.s ele los atgutoeotos expuestos por los Y las que rolo se refieren a un conocimiento «:extecao• de conexiones
especialistas ea ciencias sociales y preparado el ter¡eoo para otro causales. Es tan posible obtener conocimiento sobre las acciones de
enfoque del problema. Aquí me concentraré en la cr.ític<1 efect1.1ada los ~ombres basándose eo los indicios propordonados por su conducta
por el profesor Nagel de la afirmación hecha por Mnx Weber y su manifiesta, corno lo es descobti.r y conocer la con$dt:ución ll·tóm[c,, deil
escuelo. Según estos, las cieocias sociales proc\Jt,u:i «comprender• los agua basándose en los indicios suministrados por la conducta física y
fenómenos ~ci'.1-les en térmi11os de Cl\tcgorías «provistils de eentido» qulmka de esa sustancia. No se justifica , por lo tanto que quienes
de In exper,~nd~ hum.na, y por Jo tanto el enfoc¡ue ~causal funcio- P.'ºP?ncn las «concxioucs provistas de sentido» como objetivo de las
nal» de las cencrns naturales no es aplicable • la investigación ,;oda]. c1enctas sociales rechacen wia ciench1 social putamente «objetiva» o
De a<:uerdo con el criterio del doctor Nagol, esta escuela -i;ostiene que «conducti5ta».
toda conducta bum•o• socialmente Jign.ific,,tjva <:s una expresión de
Como ,endré que discrepar de las ,condusione,¡ a que llegaron Nagel y
:) Espec.wJm.Chtc su t'!¡felhtJdo{og;J uf th~ So,;ia/ Scieuce$ I'• Nueva York 1941. Hemf)cl acecca de varias ,eucstioocs fuodamentalcs. quizá me sea pcr..
4 sr.n. pá!!;<. 4>-64. · ·• · • ml tldo Comenzar resumiendo brevc:mente los puntos., .no menos ímpot·
J sur. p4g,. ~ - tantes, en los que me satisface coincidir con ellos. Concuerdo con el

72 T
profesor Nagd en que todo conocimiento cmplrlco supone desrubri• sen1ejantcs, con qu.ieucs los vincula~ imú!~plc-s rc!ac:ioncs ~e jote.rae·
miemos logrados mediante procesos de inferencia control<\da, y q11e ción. Es d mu11Clo de objetos tu)LUt¡iles e mstltuo.o.nes sOciales en el
debe poder ser enunciado en fomta 1?J:Oposicioo¡1l y vedfkado pot que todos hemos nacido, dentto del cual debemos movernos y con
cualquier persona dispuesta a tomtll:$e el trabajo de ·hacerlo mediante el que tenemos que euteod~r:oos:'Q?esdc d comieazo, nosou:os, los
la ob$e1"1aci6n." En.cambío, dlsc.rer,o de su o¡:,inlóu en omnfo a que actotes en el escenario social, cxpcnmeotamp• el mundo en goe vivi-
e-st1l observ<1ción deba ser sensorial en el significado preciso de este m.o s oo.mo un mundo o.ntu:ral y cuJtuJ:al al mismo tiempo¡ como un r
té1·mino. Po.e otro lada, opino como él que «teo¡-{l\» signilic,,, en todas mundo no privttdo, sino iorersubjeti'{tQ_, Q -sea, comli.n a todos nosotros, .:)
las ciencias empírica$, l• formul:tción explicita de relaciones c:lete<· i:ealmeotc d,tdQ o potenciolmen.t ': •"R¡"iblt a ca.da uno. Eseo strpane
mirutdas entre un conjunto de v•rial)les, en términos de las cuales la iJJtetc-omunicnci6n y cl leognaJe. /
puede ser c¡rplicada una clase bastante nmplia de regula'ticlades empí- 2. Todas las variantes de oatnmlismo y empirismo l6g:ico se .li,nitan
ricamente discemiblcs. 1 Además, coincido _plcnrunc.n te con él cuando • p.r esuponcr esto teal1d•d .•oci-1:, que e~ el objeto PtoP,i_od~ las cien•
afu:ma que ni el hecho de q,1e esas regulru:rcfades tenga11 ea las ciencias ci.as socio.les. Jn1ersul:i¡etiv1dna, interacción, lnteccomumc11C1.6n y len-
sociales una universalidad bastante res1ringicla, oí el hecho de que solo guaje son sí¡n¡,lcm.ente ¡,.tesupuestos como base no explicada de e;;as
i;,ermlrnn ¡,red~ en m~dida )imitada, constituyen una diferencia bási. ,corlas; fas c03Jcs presup-0nen, por a,í decido, que el especialista en
ci entre las dentrns soc,illes y las naturales, ¡,ucsto que muchas ramas ciencias soci•'les ya tenga tesuclto su ptohlema fundamental antes de
cie estas últimas pteseotaa esas mlSlnas caracterfstic.ns. 4 Como procu- c¡ue comience la indag~d,Sn cicntíHc:a. Es ve.rdod que Dewey ~estac~,
raré demostrar n1ás ade,1ante, creo que el J)tofes.O.t' Ni-lge( iJ'l.térpreta cqn una claridad digna de este emr11entc fr16soí_o, que toda rnve~U·
cr.r6ncameore d postulado de Max Weber acerca de la interpretación gaéi6n empieza y termina dentro .-le la m:i~v. sooal <tltural; tam&1én
subjetiva. Tiene .rn7.Óa, sln embargo, cuando declara <jue un método lo es <¡ue el profesor Nagel tiene l?lcno concien<ria de que la ciencia y
gue exigiera lÜ observ<1dor científico individual identificarse con d su· proceso autocorrectivo es una cmptesa social. 10 P~ro el postulado
agente social observ~.d o para comprender sus motivos, o un mét.odo que de,;cribe y explica la conducta hui,1ana en t.é':"'in?s de o~serva•
c¡ue remitiera la selección de los hecltas ol.>serv•dos y sil imerpretaci6n ciooes sensoriales cont:tolables 110 llega a descr1blJ' ru • eX]ll,cat el
al sistema privado · de valores del observ«dor particular, conduciría r
proceso mediunte el cual ellnvestigndot B control, ·veti~ca los des-
simplemente a una imagen incontrolable, privada y subjetiva, cu lo cubrimientos obtenidos con su obser\Tac,ón pot el mve,mgador A y
mente de ese detetcoloatlo estudioso de los aS1.\flto~ humanos, y uµ11ca las conclusiones que este ha extraído. l?at<L ~acerlo, .B debe sabe,; qué
a una te<>ría cieoúfico. • )>e.ro 110 l>é que oJngúo pensador soci,al ún- ba observado A, cuál es el o~jetivo de su investigación, por qué consi-
pormnte boyn defoodido nunca un concepto de subjetividad como el deró <lue el hc:cbo observado éta digno de ser.lo, vale decir, perti-
criticado por NageL No era esta Ja posición de Max Weber. nente .1?•ta el problema cientlfico ínmediato, etc. Es«e conocimiento
Creo, 11dcmús, qvc lo que im(?ide a estos autores captar fo cuestión es común.mente dcoombtodo comprensión. E.o apariencia, se ,leja al
que tiene vital importanci,i pnt11 los especi,,listas en cieociu sociales es esP,CCialisto en ciencias sociales la tar~ de explicar c6mo f.>Uede $U~gi r
su filosofía básica~ empirismo sensorialista o positivismo .lóglco-, tal comprensión mutua entre seres humano~- P~ro c-ualqw~ que sea
que identifica la experiencia con lo obse.rvnd6n sensorial, prerupo- esa explic-ación, es seguro que tál oon,prens16n mtctsubie.t1.v~1 en~ cl
n.ieodo que la ún.icu alternativa o In observación sensorta1 c;ontrofablc
- y, por ende, objethra- es 1" jntro~p,:cci6n subjetiv;i -y, por !Q
t:,
investigador B y el i!l'Vc,stigado\ no se produ~e por las ~erv~c10~
\
de B ni }'Ot In conducta man1.Eiesta de A, n, por una mrrospecoón
tanto, incontrolahlc e jnverificabíe-. No es o,;,ortuno, por cierto, llevada a C11bo por B, ni por la ide,~tificación de B_c_o~ A. Tr,3~udendo
tcnovar. aquí la vieja controve.rsia. ace.rca de 10$ presupuestos ocultos este argumento nl lenguaje prdendo ¡,or el pos,tmsmo logico, esto
e im¡,flcitas pr-1sas metafísicas de esta filosofía básica. Por otra significa, como lo ha explicado Felix I<nuEmaan," q~e fas denomina-
parte, para explk.,r .ro.i propia posición, tendtfo que e:,<playarme sobre das proposlciolies protocolare~ acerca ~~ mundo flsico pertenecen •
ciertos principios de li fenomenologéi. Me propongo., en. cambio, de- un tipo muy diferente del de las propostc101,es protocolares attrca del
fender algunas proposiciones bastante sencillas: mundo 1>sico-fí.sico.
J, La ideotificaci6n coo la c;,bservacióo sensotial de In cxpeciéncia, =
l. El objetivo primado de las ciencias sociales es lograr un conocí, gener,µ, y en pa(rlcuJ,.. de la exl;)Ocien~a de 1~ «~6n m~ifiesta ~ com_o
mic.nro organizado de la rcalidnd so.cía!. Qu'icro que se entienda, por lo propone Nogel), excluye de toda mvestJgaoon posible varias d,.
«realidad social:>, la sumo total de objetos y $UCCSOS d<!.lltto del mu:ndo meosioJJes de fa realidad soci• l. ·
social cultural, totl como los C><petimenta d pc:nsamlento de ~entido
f
común de los bon;,bres que viven su existe(lcfo cotidiana et1i:re sus
11. !ocluso un cocidt1ctismo idealmente tefinado sólo puede explicfil:
la conducta del obse.rvado ·y no la del observadot conductista, como
lo ha sci\alado, cotre otros, Gcorge H. Mead,"
6 SC,H, pág. '.5'6.
7 SU{, pág. 46.
8 SUf, pÚIJ. 60 y •i8J'. 10 SLR, ~&- 5}.
9 Sl..Fl, págs.55-57. U SLH, i,,iií. 1Z6.
••il
J2 ,Mind, '.S<lf Soci<t~,I• Cbi«1go, L'1'7.

74 15
••
b. La misma conduc:ta mani.Hesta (p. ej., ut\a ceremonia tribal tal
com? 1~ __puede capta~ d cinemat6grafo) puede tener ,para los actores
u_n sr~oiffoa~o muy d!ferente. Lo único que intercM •I especialista en
1 de la vid!L cotidiana pnsra para cntendel'se con el ptójimo, los obj,,tos
culturales y las ·1nsrimciones sociales; en resumen, con la reeli,;lnd
social. &to es as[, porgue el mundo ( el llatu:ral y el sc,ci(d ) es desde;
c1cncu,s SQc:1.ales es s1 se tratade una daoza guerrera, la ..real.i.uci6n el comienzo un mun,do incersuhjetlvo, y pocqu,e , como se Vc.rú mJÍ$
de un trueque, fa nx:cpció,n de un embajador amigo o algo semejante. adelante, nuestro conocimiento de él está sociali,.ado de diversos m•·
c. Ademó~, el c:oncepro de :1cci6n human:\ en Lé.<minos del pensamien- m:ras. Además, el mundo social <es expe.rhn.e ntado desde un primer
to de $ellttdo_común y d_e las deucias socialés incluye lo •1uc podría mo.ooen.to corno 1,1n muudó p,ro'lis.t o de 6entido. No se experimenta
llamarse «aeetones ocgauvas»,. es decic., la abstención jnte.ncional de a.l cuc::rpo del Otro oon10 un orgnois.tr10, cüno como un semejahte1 su
u'1:aar," lo cual, por supuesto, "=P• o la obscrvaci6n sensodnJ. Sin conducta 1n11.0ifiesta no es experimentada como un suceso en el esp-:.1.-
duda _olguna, el no. yeodc:r·cfoteroúnada mercadería a un precio dado cio-tiemp0 del mundo exterior, si.o.o 001no la ncci6n de ouestró se.ine.--
t.''tlnstatuJe una acaon econótóJCa i.tinto como ve.ndcrln. jaute. Normalmente ~sabemos* qó.é hace el Otro, por qué rei6n lo
d. ~"'ll":11'"' que, como ha $ene.l odo W. I. '.i'bomas, 14 la xealidJid hace.,. por qué lo hace en este oJoo,mto partí-cut-ar y ea estas ci,rcul,lS-
eooal connene demeotós de crce.nd)t.S y eo.nvicciones que soJl .reales 1..:1uci.as particulares. Esto significa que ope-rimcntamO$ lii ncdóo de
porqu~ asl los definen l~s participantes, y que CSCápáD a la obscrvaci6n nuestro semejante ca térn,inos de ~u~ motivos 'I fines. De igual modo,
se,1sor1al. p~.,.. ~os b_abitanl"S de Salcm del siglo JCVH, la héchiccr!a expedroentamos los objetos rul tut?les en términos de la acción ho-
no ero ~ná Ü°:,i;;too, ~o un e_lerncnto de su realidad s.ociaJ, que <.-omo mru,a de Ja cual son resultado. Una herramient•, por ejempfo, no es
tal pucd! ~ mvesugada por el espccialist:. cm ciencias sociales. experimcntad3 como una ~osa del mundo e,<tccno (c1uc también lo es.
"· Por último .7'"'1 e,s,c ~· el punto más importan ti:.-, d ¡,ostalado por supuesto), 's ino c:o términos dcl ptol:)6:¡ito para el ~ual. fue conce-
de la ob,;ervae1on seoson.al de leo conduc.ta ·hUJJ;Jaon 100.r:úfieota adopta bida por se1ncjanteS más o meno.ti anónimos, y en term1nO$ de si1
co".'o mode~o uo__sccror particular y tel:ltlvamenté pequeño del.mundo posible uso ·por oc.ros.
SOCtál: Lts -sttoac1ooe:s en las que el individuo actuante se pre$C:Jlta al Sogiero que el hecho do que eo el peosamieot0 de sent)do común pre-
obsecvado.r en lo ;¡¡~su~e ~oocnioarse una relación cara a cara. Pe.ro supongamps nuestro cor1ocimjento actual, o potencial del sentido de
e!' m~chas otros . cns,ones del mundo &ocin1 no predominan las 1.ns ncciODCS hu·m.aoas y sus pr(?duCtO$ es, precisau)cntc, lo que quieten
sttaaoones de este tipo. Cuanclo ecba¡nos una carra en .,J buzcSn pre- expresar los especiaJ'istss en ciencias sociales cuando hablan de la
•,upon?'."ºs que setneja~tes an6ni.mos, l~amados cmp1ea,/os de ~ueo, coil'.l,ptensióo_ o Vers,t ehen como técnica p~a <l~rdor los asuntos bu·
ilev,u:an a cabo una serie dé manlpulaoooes, desconocidas e inobser- manos. Por ende, 1~ 'Versl~he11 no es _pruaordr•lmente un método
vable~. para ''°""~· cuyo efecto ser~. q!"e el destloatatio, q uizá
tamb1en descon0ctd!' pam nosotros, tec:1bLra el mensa.je y reaeci.onntá
empicado por el cicntlfi.c:o social, sino l• ¡¡,•rticular forma e,¡µerleooial
.:n que .,_1 pensamiento de sentido camón toma conocimiento del
de una manero que fgualmente esctpa a nu~l:ra obsccvaci6n sensorial: mundo social cultura.l. No tiene 11nd~ !!}'e ver con la introwecci6n;
el_ ~ul~ado de tod<> es!-(> es q uc .rccibúnos el libro que hemos enc,ir~ cs un resultado ele p.rocesos de al?rentlizaje o acultu.r ad6n, ,._,¡ comó
gado. S, leo un edit0t1al cn el cual se afirma que Francia teme el li> es la experiencia de seotldo c:omún del Jlaroado mtindo Ollmrnl. Ln
r~'?'." d': Alemania, sé pe~ec~arnentc bien lo que esta decláraci6n Verstehcn, adem&s oo es en modo olgw10 un nsu_nto privado del
s¡gnrfm~ sm conocec,tl cditonallsta y )¡asta sin conocer ,ningún francés observador, imposible de c:ontrol.ar ·por las aperiencias .de otros obser.
ni aleru.on, Y mucbo me.ios obsctvar su conducta maniliesra vadores. Es controlable, al menos en la roisrna medid., . en que los \
En términos del pensamiento de sentido común eu su vida· cotidiana pe,cepcionés ~ensoriales prhradns de un .individuo so,1 eontrolables pc¡r
los bombees tienen c:onocimiento de esas dive'rsas dimensiones del cualquier otto individuo colocado en cieruts condiciones. Bosta con
m1mdo soc~ en qut!. vi.ven. Este conocimiento por ciert.o1 no solo es pcosHr c:n uo juxAdO pcocesa.l cu-ru,do discute sj el acusado ha mostn1do
fragrnenras;:10, ya que se lin1ita priocipnln,en.~ a ciertos sectores· de «p\.·emeditación• o «intento delibera.do)> de mow.t una pel'sona~ si
este mundo~ .taJnbién es con frec~ehcia cont:radictoclo en s( mismQ y es.taba en condiciones. de conocer Jas consec,Jencias de su :)cción, CLC.
p_rcsco_ta todos los .g1:3~os de claccJod y aitldez, desde la COD1péS>etta- Aquí tenemos j~cluso cier tas «regla~ de 11,;ocedimicnto» $uministradas
c16n plena o «cooocurue~to acerca d.e», como lo denoo1jn6 Jan1es, J.i; por las « reglas de: la prue~» en el se.otlclo jurídico, y u'n a cspec!e de
pa.san~o pot el .. traen du-ecto» o mer? famíliaridod, 1:utstu la cit-ga vccific•ei6n, por patte del Tributrn) d.~ Apdacio11es,. de los conclus,ooes
<:rce';'c•• eo CO,S.~$_p~upaesta<. E,cisr<,n al respecto considerables di(e. resultantes de procesos de Ver.rtli/,en, etc. Además, e.n d pensamiento
reneias de un md,v~uo •."!troy de uo gwp? s.ocial a O _ tt'O. Con todo, y de saitido ctunún se .ll~vaa a ca.ha conti.ouamentc> y con gran acierto,
pese a todas estas l!l$UflC1.e noas, el conotimiCnto de senúdo cómún prcdic;dones basados en Ja VersteheH. 'l!s más que pt'Obnble que Ullll
e~tta colocada en "" buzón de l:foeva York con el franqo<:o adocuado
ulldv~~~~~ w~,MTbe,;;,,bcory o/ Social anti EcoflO!IJic Org~itat.1'Jn,*\ y la dircod6o correcta llegue • su dcstiaatado en Cbicngo.
o-, · ~ LQ,g o;;,. por o.. - der:wo Y T11loou Paroons, Nuc~ York, 1947. Sin ttmbnrgo, tanto los clefensorcs romo los críticos del proceso de
pag. 8O .,
la V erstehen sostleneu que este es «subjetivo,., y con razón. Por dós·
!~ Vf~ W!.~ l. Thomas" SQ!:ial Bt!h.a11ior 1Jr1d .PersontJli,,•
= , <,ueva ,ock, l?'fl..· p,lg. 81 '
E. H. Volk.ntt
• gracia cada tcndencln emplea este término en un sen 1ido diferente.
1' Pri11cipl~1 f1f Ps~bolo'1,¿ v~I. 1, pág. 22 e y si~, Los ctltioos de ,In comprc:nsi6n la ·clasifican romo subjetiva porque,

76
segú,n ellos, com~r~odet .los motivos de fa ucciqn de otro homh.te idealizaciones.cs¡:i<;c!f,iens del n(vel 1·espc.•ctivo de orgnnlzaci6n del pen-
depende de lo 1n'.u1a6n prrvoda, inconuolable e in verificable del <)bser- <Sflmiento. l'ór ejemplo, e) concepto ele: natw:aleza, al que se .tcfíetcn
vado~, ? $e rcnu~e a. su_ sts~emo p.rivado de valo~~. En cambio .. los las ciencias oamralcs, es, como lo ho señalado Husserl, uoa nl,!;trac-
espc:aal,stas en c1Cnctll$ sociales como Max Weber Jl:rn,ru, subjetivo ci6n idealizadom d.e l L~hen.su,elt, llbscracción que, er, prlncípio y
a la Ver.steh~,, porque se propone descubrir el «sentido» de su aooi6o -por su¡,ucsto-- legltimamente, e,ccluye a !ns ~rsonas, su vida per•
P:ta el actQ.t,. . ~n contraste con el sen tido que esa acción tiene sonttl y todos los objetos do cultur.a que se originan, como· tales, en
t."'ª su copartlc1pe o ~ un obsqvador ne,1trnl. De aqu1 •urge el
moso postulado webcnano de In interptctaci6n -subjet\va, ni cual J la actividad. humana práctica. Sin embat¡o, precisament.c esta ·misma
cttpa del Leber,swelt a partir de la cual deben bacer sus abstruccíoncs
vol"crecnos • rcfoncnos más adelante. Toda la discusión es periudl- las ciencias naturales es la realidad soioial que deben investigar la.s
, cnda J>Or la.falta de una da~• .distinci6n entt<: Versteben 1} como cicociru; socin1cs.
) fo1 mo expenmenral del conocun,eo to de-sentido comíio de los asuntos Esta concepción adara ciertos p.r oblemas metodológicos peculiares de
b~1m10os, Z.) como problema epistemológico y 3} como método es¡,ed. las ciencias sociales. En primer lugar, se advierre ctuc el supuesto se,.
ftt.i> de los ciencias sociales. gún el cual la estricta odo¡,ci6n de los pri\ld¡,ios de !orm.•ción de los
H~~·· abo.a nos bemo,. coaccn~~do en la Verstebe11 como el método cooceptos y tcoáas vigentes en las ciencias naturtles conducirá a un
e!
utilizado por pensan11ento de sentido comúa para orientarse dentro conocimiento seguro de la tealiclJ1d .social es en ${ mismo controdic-
dcl mwulo soc~ y entender~ co11 él. El interrogante epistemol6gico: rorio. Si es posible elabórar uoa teoría según tales ,ptincípios, ¡,or
«¿e6,'!o es pos¡bJe tal <:0mpre11,i.óo p Verstehenh se refiere • u.o ejemplo, en la forma de UI'\ conductismo idealmente refinado -lo cual
enunc,ado expu.esto ¡,or Knnt en otr.o . contexto. A esto tespecto, su- es cíertAmente imá¡¡loable-, nqiiella no nos dirá nada t<>S¡,«to de l.•
giero que cousatuye un «escándalo de fa filosofía» el que no se haya renlidad social tal como lo expedn,eotan los hombres eo la vldo coti-
cnc,ontroclo t'?•.vf•
una solución satisfactoria P'U'.8 el. problema de diana. Como admite cl mismo profesor Nagel,'" 11crá sumamente abs-
ouestr? ':')t.lOOtmJento de otras mentes y, e.u conexión con él, de la in- tracta, y rrpatentemente SU$ conceptós Sé ba.Uarán lejos de los rasgo
teuub¡etrv,dad de nuestra experiencia del mundo natw:al y del mw,d.o obviós y Eamilinres que l>e encuenttan eo cualquier sociedad. Por otr
soc,?cú l t~m!,Y que, h":"!ª bace muy poco, este ptoblema no haya pane, una teoría encaminado a expl.icar la realidad social debe cla i:,.,
"~':"?? .••qu ,era In ate.uc,oo de los filósofos. .Pe.ro la •o1uci6n de este botar .recursos particulares ajenos f:i los de las cjencío.s oaturo.lesJ des· ~
d,fo:1!1s1mo problema de interpxetnción illosópca es voa de las p,ri• tinadas a coii,cidir con la c;<pericocia ele sentido común del muJ)do
meras <.'óSas que se_p~esu¡,ooen en el pensitmienfo ele sentido común ~ocia!. Esto es, en. verdad, Jo que bno h.echo tocias las ciencias teóríc••
Y . soo ~dtas P«!~camente, sln ninguna dificultad, en cada una de Jos asuntos humanos: economía, so<:dologfa., ciencias jurídicas, Jin..
de 1:'5 acctQnes c,;,ndiauos. Y puesto que los seres bumanos no ,son güfstica, anttopofogía cultural, etcétera.
fabr,cad?' eo. tctort:1>,;, sine¡ eogeoclrados por madres, Ju experiencia Tal estado ele cosas se basa en el hecho ele que ex:iste una difo:encia
de 1~ extstcnc,a d~ otros seres humanos y del sentido de sus acciones cseocial .en la estructu.ra Je los objetos de ¡-,ensamiento o construtcici-
es, sm duda, la pruncrn y m~s original obseNaci6n empírica que h~cc nes meo ta.les creados por la~ ciencias sociales, y los ci:eados por las
el hombre. ciencias nar:urales.11 Incumbe al uxpe.rto e.n ciencias naturales, y <Solo a
Por Qtro J.clo,. filósofos tan diferentes como James, Bérgson, Dewey, él, defini.t, de acuerdo con los teglas de proc.eclimien to de su ciencia,
Hus~erl Y Whi.tebcad ."?nmerdan en que el conocimiento de sentido su caro¡,<> observaciocal y determinat dentro de él los hechos, datos
comu.n de la vida cottdi,¡,nn es el. fon.d o incues<;ionado, pero siemp,e y su=os significativos paro su problema o p•ra el propósito científico
i;uew.onab.le. dentro_ del co•l e<;>m•enza la 1.nvesagac.ión, y cl únic,;, en que pers-igue. Tampoéo sele,cdon0 prev'iamente esos hechos y sucesos,
cuyo mt~or es posible efectuatl:t. Dentro ele e.te Lebenswelt como hl jnterpreta de ante mano cil compo e1bservadonal. El mundo de 1~
~/"ºº"':n" Buf$<:<I, se óriginao, según él, todos los concepto's cien·
,cos y nasta 1ogu:os; es la ruau;iz sociru , dentro de la cual según
naruraleza, u.1 como lo cxpJor~ el especialista en cien<:ia,s no.turn1cs., no
«significa» nada pura las molécnlas, átomos y electrones. Pero el catn·
Dewey, surgen sil'1;Jacio~cs ~o aclarndns) que dcbc:a ser traosf~rmád?s po observacional dél 'científico social, la r.e;tfidad sqciol, tiene Wl sig. "\
~orde\Jroceso de uwesl!gac,6n en aseuibilidad garantl2ada· y Wbite. nificado especllico y unn t'Stmcturn de significatiyidades para. los (
ea señalado qu,; d obje_tivo de la ciencia es cla.b orar ~na teoría seres humanos que viven, actú~n y pie.osan dentro de él, quienes me·
q•!e concue<ile con lo el<pt:r,cud• expUcando lo,, objetos de pensa- dinntc una serie de const.rocc-iones de sentido común hao efectuado / ~
rruento constr~ldos PQr el sentido comilil mediante las coustrocciones selecciones e in~eripre.tac.iones pr<::vj~_as de t:$te mundo que expetimen· 1
m~ntnles " ob1etos de pensamiento d<: la ciencia." ·rodos estos pen- ran como la realidQ<! de sns vidas cotidianas. Son estos objetos de
sa ores coocacrd,,? eo afirmar que roda conocirlúento del mundo pcásumicnto suyos los que determio,m su conducta al .motivada. Los
tanto e:a ~ petJsanlrento de sentido comú.n. como en lo dencia,. supon~
~oastruc;c.1ones mentales, sír1tcsis,. gen.er.aliz~ciones, formoliz:,1ciones e

:Y~~Y~Es·,~!cn(.NridodC'<>l;!ú"!_Y L1 ,úuerpretucl6n cienúfica de (11 attdóo hummuq


l..,'6• ~_, O"' • t: m . Na.l"HSOn. ) '

78
fACVLTAO DE C'il:11:145
POLl'tTC'AS Y S0Cl~• <o
objeto$ de pens•miento que el ,;specíalista en cier1ci"S socink:s cons- djversos de intin1id.ad y ,anonimia.. En cierm nledida -suficiente para
truye para comprendel:' esta realidad social deben bnsorsc en los Ulucl)os fines prácticos- comprendo su condoctn, si comprendo· los
objeto,> de pcasamiento coostruidos por el pensamiento de •entido motivos, objetivos, c1ecciooes y planes q~e se o~gino.u en sus cir-
común de hombres que viven su ei<.istencia cotldiaaa denu:o de su cunstancias biogtáfi.camen te der.erroinat!as. Si;; embargo, sólo en situa-
muncl() socia). I~s oo.nstruccioncs de Jns ciencias so.c.iales soa,., pues, por ciones p;ircicufat-es -y aun e~to!'ces de modo fca¡¡ooenrario- pu"?o

1 a.s í decir, co,1srruccic;mes de segundo grado, o .sea, coasttucdoncs de


lat:t c::ón:strucciones e.laboradas por quieu..es .-actúan en la esceoa social,
..p ! cuyo conducta debe observar y ei;plicnr et. especialisra en ~iea;ias ~o-
• ./'' ciales de acuerdo cot, fas reglas de procedimiento de su C:.lCDdn.
cxperiment-a.r los moavos, obJcllvos,. e tc., de l o$ O~¡ en sinLesis,
los signifü:ados subjetivos .ctuc ellos_ :tt:ribuyeu a ,;as 3:ci,o~es, en so
unicidod. Puedo, en Can>bto, e,rpecunentarlos ea su tlp1e1dad. Paro
ello, cqnsiroyo esqaemas tl¡,icos de ]os ¡notlvos y (ines ele los actoces,
De este modo, L, iadagacióo ~le los principios gene.t ales según los e i(IC!uso de ~us actitudes y pcrsolilllidades, de las caales so conducta
cue \es el hombre organiza en la vida coticlfana ~us experiencia~ ~ - actual no es sino uo caso o ejemplo. E$os esquema, tipificados de la
pecialmentc las del mundo social- , es la- primera tarea ele la mctodo- conducta de los Otros, p,as•o a ser a $U vez motivos de mis propia.
lcg!a de las ciencias sociales. No corresponde esboza:r " qu1 los proce- occiones lo cual conduce ol fenómeno de la •u<otipificocióu, bien
dimientos de 11D análisis fenomeool6gioo de la deoom.inada ac.li,tud conocid·~ por los especialistas en áentias só<:iaJcs ba.¡o diversos
~ que penniten hnc<;r esto. Nos lirait:u:emoS ,i mencionar bceve. nombres.
mente algunos de los ptoblettms couéspondieote•. O¡,ino que aquí, en e.l pensamiento de sentido c:o.mún de la vida
Como lo ba explicado Husserl, el mundo es experimentado desde un col idi..ana, se encumtrn el origen de lo·s tipos llar.nados con$tructivos
principio, eo el pensamiento precienr1fi<;u de lo. vlda cotidiana, a Ja o ideales, concepto que, como herramienta de fa$ cie.ncias sociales,
maa<ll'tl de lo típico. Los objetos y sucesos singuLues q,u e se ·nos d,lll hu sido analizado par el profesor H•mpcl con tanta lucide2. Pero ,1
en un aspecto singular so11 singulares dentro de un tiplco horizonte de menos en el nivel del $enúdo común, lu formación de t-sos tipos no
fsntiliacic6d y conocimiento J>tovío por trato directo. E8:lsten monta- ,supone intuición ni ~eorJas, s-i entendemos estos tér1n\ilOS en el sen-
ñns, árbol.es, animo.les, perros.; en partio;i lar, pcrcligucr.os idand<:s<:s, y rido en que los enuncia J.íempeI. 1• C.Omo veremos, exisi:e1¡ también \
entre ellos, mi perdiguero irlandés Rover. Por consiguiente, p>Jedo otras especies de tipos idoales o cunst,cucrtvos, los elaborados por él
ver a Rover co.mo ~ i.ndjv.iduo único, mj irreemplazable amigo y especialista en ciencias sociales, que poseen una ~truétu.ra muy di(e-
camarada, o simplemente como un ejemplo típico de «perdiguero i<- r,:pre y, e¡, verd3d, ~u~ner, un:1 teoria. Pe(o Hempcl no los l;a
lnadési., «perro», «IJlJIDJ.!fcto.», «animal», «organismo» y ;,objeto del diferenciado.
mundo externo». A, pactir de esto, puede demostrarse que el hecbo de Luego debemos tcne,r: en cuenta ":fUC en muchos a,spectos, e,l conocí·
que yo bag;t una u otra cosa, y también qu<! rasgos o cualidades de un miento de sentido común de Ja vid~ cotidiana está socializado desde
objeto o suceso dados con.<lderaré como inclividual.bleotc únicos y el principio.
~áles c~mo típicos! d~.~en~o~á de mi in 1etés actual y del cotrcs~n- .Lo es~ en pr.:imer térJl.1 ino, C$tructuralmcnte, ya que se basa en t,
dieate mtcma de s<gm.fic,,ttv,dades; en re.s umen, del problema prac- ideali2"ci6n fondamental según fa cual, si yo can,bi<U'O dt lugo1 con
tico o teórico que tengo«• mano». Este «problem~ a mano» se o.d gina mi semej'aote, expcrrlmcot.arín cl miftmO ,Sector del tn1.1nda sustnncia.t.
a. su vez en l:1s citcunstancias en las c1.1ales me hnJJo cu afgún momeoto mente en fos mismos ¡;,e.rspeccivas que él. perdiendo toda signifícación,
de mi vida cotidia.M, a las q ue propongo denominar mi situocióo · pam t.o dos 10$ fines Ptifct:ico$ inmediatos, nuest~o,s ~r:cu~st.,ocibs bfo-
, blogníficamcore determinada_. As{, la tipificación de.pende de mi ¡,ro• -g,:áficas particulares. Propongo llamar a c:sra t~zncr6n la de re-
blema a man,:¡, para cuya del;inición y solución he elaborado ro.] tipo. ciptocidocl de perspectivas.•
l.'-J?.,e<le mostrarse además que al meoos ua aspecto de los sistemas Eo segundo lugar, está social.iz~do gellétic;,im~nre•. porque la mayor
biográfica y siruacionaú:ner1te determinad.o s de intereses y sigoilicnti- pa.rl:c de nu<;Stro conocirr.1ie.nto. en cu.a.ato a sn conteni,do Y. en cuanto
vidacles es ~rimcntado subjetivamente, e.ti el pensamiento de la /
a las foi;mas particulares de l:lpificod6n. en las cuolcs se o¡g•1liza, es
vida cotitlian:1 1 como ai.stemas de motivos para actu:1r_., de elecciones de qrlgen •ocial, y en términos socialmente aprobados.
pot efectuar, de proyectos por realizat y objet!vc;,s por cumpl.i.J:. A est.1 En tercer lugar, está socializado en et sentido de la clJstn1,ución social
percepción del actor en cuanto a Ta dependencia de los motivos y dd conoc.iw.ieoto, yo que cada indivJduo conoa: sólo un sector dc.l
Eincs de sus acciones con i:e~pecto- a su situac(6n b1ográfic(unente mundo y el conocimiento común dd mismo sector varía de u11 indi-
determj nada se refieren los especialistas en cienc.iftS sociales cuo.ndo viduo ; atto en cuanto a su grado de niti.dez, claridad, trato díttcto o
bablan del slgaifi.,.d9 subjetivo que el actor «asig na a» su áci::ión o mtr~ creencia,.
«vincula con.» ella. Esto i111püca que, e.o tér.mlnos c-strlctos, el actot, y Esto• pr.i.ocipios de sodaliz,,cióo del cooocimienr.o de ~entido común,
solo él, sabe Jo que hace, por qLJé lo hace, cu~o,do y d ónde <.-omienza y e•p'-cia.l.wen te el de la dlstribud6n social dd conocimíentQ1 eicplican
y termina su acción.
Pero el mundo de la vid" cotidiana aunbién os, desde· el principio, Wl
18 ST..f-{, p}IJ'· 76 y ,ip. y 81. . . . . .
mundo sociill cultural dentró del cual me t'Claciono, en múltiple$ f9r- "' v,.-se .-FJ. sentido c:oroún v Ju 1ntcrprctaoón ctentíñ('a de (11 A«Jón hUJll.OJlaio,,
toas de intcrao.:i6n. <.'OU sen1ejantes a quienes conozco en grados l"Íll· <1-1 y sig&. (N. de },(, NdláffSon, )

80 s1-
al menos en parte- a qué se J·ef~e.t~ eJ especlalisti1 en cicacias sociales~ d del pens:»niento de $Ctltido común; que deben SUp<>raJ:. S.011 siste-
cum;ido habl~ d~ enfoque esuucrural-funcionnJlst• ,;!el est\ldio de los mas te6ticos c¡uc contienen hipótesis generales susceptibles de ser
problein•• humnnos. l'or lo mertos en las ciendllS soci11les modernas puestas a prnc.ba en el sentido de la definición del profesor ffem¡,el.
10
el concept? de funcioruilis~o no derivo. del (;(IOcepro biológico d: 'Este: recu, so ha sido ll.Sl1<:lo por los científicos sociales intc.'rcsados por
.funaonamte.nto de un or,:xa.n1sn10, como sosYene No.gel. Se rcí.iere il las la reozía mucho notes de que este concepto fuetn fotmulado por Mnx
construcciones soci,úmentc distrihui,fas di; pautas de motivos fines Weber y desru:tóllado por su CSC\lela.
actitudes y personalidades, a 1.rui que se presupone lnvadnbl~ y s/: Ances de pasar 3 describir alg,10as car,,c[er{sticas de escos con.mue·
1n~erprem entonces como la función o estructura del sistema social dones ciend.l;icas, cxaminru:emos brevemente la actitud partic,;Jar del
irusmo. Cuanto más cstnndar:lzadas e institucionqliuidas están estas teórico en ciencias -s ociales note el inundo social, en conttS.1)0sici6n
pa~tas _entrclaz.!d~s. ele conduct~, es decit, cu{l.nto· .rn-Ó.S aprobación con la del actor de la escena soda!. Como borobre de ciencia¡ y no
SOC181 tiene S\• t1¡,1C1dad por ¡ned,o de leyes, usos, costumbres y Mbi- como ser humano ( que tambléo lo es), a(luel no toma. p<t<te ca la
tO$, tanto m~yot es so otilidnd en el pensrunier,1to de seutido cotníin
situadón obser<rada, que 110 ofrece pnr• él un interé,; práctico, ~íno
Y. en el pensamiento científico como esquema de .loterprctnclón de la .olornente éog11oscitivo. El sistém• de signilicatividndes que gobierna
conducta bum.a.na. ln interpretación de.: .s entido coroúo en la vidtt coticllnna. se origina ca
Toles $op, oo.<.IY en genera l, lo.s cont0mos que presentan algunas ca- la situación biográfica del obse.i:vador. Al decl~ a ser un cleniífico,
ra.cte~sit4:as 11l)po.r t~ntes ele las CQnstru.cc:iones que partioi pan en Ja e! e,q;,erto en ci1;nclas socialell ba rccm¡,l"2Íldo su situación biográfica
ex~cnaa de ~ena.do común del mundo iotersubjctivo de la. veda r..,.._onal por lo que Uomaré, sigu.iendo ·a Felix Koufm!lltn,"O una si-
c:or11111na> e,xper1encta 3 la c~:al llamamos Verstehen. Como ya se ha tuacl6n científico, Los problemas que se le ptesentan pueden rio se,
explicado, ·~~ las construcc,on_es del ptimer nivel, sobre las cuales problem!ls pam el s<:z bumano que está en el mundo, y vicevc,su.
d~n ser cogidos. l11S construoc1ones del segundo nivel de Jas ciencias Todo problcm• den tífico esul dctcrminndo por el esto do ncrunl de la
soaa1cs. Pero aqw se presenta un problema fundamental. Por una. par-
1 te, se ha. demostrado _que lns ,construcciones del primer n.i vel, las
ciencia ~cspeetiva, y su $11lución debe ser lograda de ~cuerdo con 1,..
reg!As de procedimie¡'ltO que gobíetoao esta ciencia, regios que ·g•ran-
~ cons.trucc1ooes der seJ;Jtldo coro1..u1, se i;:efieren a elementos subjetivos·
1~ V erstt:b f!' de la •~ci6n del ac,or desde so punto de vista. Por ooo'.
tizan, entre otras cosas, el control y la verificación de la solución
1• ofrecida. ·Solamente el problema cicntHico, una vez est.1blecido, de-
stguit.at~, SJ ea v~ad las ciencias sociales as_pi.ta.n a. explicar Ia reali- termina lo que es slgnlfic:;i tlv.o para el cíen tífico, as{ com~ el mateo
~ cwd SO:'ª'· _rnmb1étl las coostma:iones cien~l.fic3s del s·eguodo riiv,,l conceptual de referencia que dcbel:ll utilizar. Esto y nada más, o mi
deben mdu,r uoa refe.reocla al sentido subjetivo q11e tiene una acci6n parcccc, es lo que quiere decir Max W-e ber e1iando postula fo obíi>-
paca el actor. Es,o, según creo, es Jo que M,,x Weber entendía por su tividt,d de las ciencias sociales, su alejamiento de pautas- valorntivas
¡· f!moso postulado de la interpretaci6a subjetiva, qué por cierto he
S1ci? acepu1do basta ahorn en L, formación teórica de codas las ciencias que gobieroon o puedan gobernar la coodoct;i de quienes actúan en la
•c:,cmles. El postulado de l.a iriterpcetnci6n ,11bjetiva debe ser enten- escena sodal.
d ido así: todas fas explicaciones. cienúíJca., del .mundo social puede;,,
eCómo proceded experto en ciencias socl.oles? Observa ciertos hechos
y sucCS()S de L, realidad soda! que se refieren a la nrcióa_:humana y
Y para ciertos fines deben, referirse al sentido subjetivo de 1(.,s ttccio- oonst:ruye pautM tlpiC<\s de conductas o de cursos de acci611 ~ pu-rclr
aes de los seres humanos en los gua se origina Ju rea\ldad social. ele lo que h• observado. A continuación coordi.t).a, con estas paub!S \
.Por oa:~. porte,. coincido con el i,,roEesor Nige) cwmdo nfic= que dpicas de cursos de occión, modelos de un actor o actores ideales, a
la'.s. c~e.ncu1s socutles! como todas las ciencias empíricas, deben ser quienes imagina dotados de conciencia. Esta conciencia, sin ctnb:irgQ,
obJ~~va~ ea cl senttdo de que sus p 1~oposiciones están sujetas a la e.~t6 resttingida de tal modo que no contiene más que !QS cleQ1entós
¡ yet,Eicap6o oontrolada y no deben referirse a experiencias ptivudas significativos para aplica, Jo., pautas de C\ltsOs de acci6b observadas.

¡
incontrolables. Así, tttt.ibuve a esta co1lciencia ficticio. un conju.nto de n.ocione.s , pro-
~~óm? es posible ceconciliar ·esco~ principio$ apareatcménte contra~ pósitos y fines típicos, a los .q ue se presupone innri:ables en la -.:olí'-
d1ctonos? Lo ~reg~nta m;L< <iccla ;a Jn que debe responder la rue,odo- ciencia especiosa del actor-modelo imnginarío. Se supqne c¡ue este
l,:,gfo de las ciencras ;c¡aales. e~, sin d uda, la siguiente: ¿cómo es ho1núnculo o 1,ltere está ielacionado en sistemas de interacción, con
i,os,ble. elaborar conceptc,s ob¡euvos y uan teoría objerlvan1ente veri- otros homú11culos o úterC$ construidos.de m~ncra ~imilar. Entre estos
ficabl~ de las <;structuras subji,civ,s de sentido.? La respuesta se ha.l la boroúoculos con los que d cspcci:1Jist• en ciencfas socbtlcs- puebla su
en L, Id~ bástCa S"#ÚO J~ cunJ los conceptos elaborados por el cicn- modelo del mUJ1do socl ..l de la vida cotidiana se dis1ribuycn conjunms
tlftco socrnl soa, consu:uccioaés de Jas cons trucdone,; elaboradas c<1 et de motivos, fines y roles ( en general, -sist=as ele significlltividades)
pcnsaaué~to de ~cntJ~o coroú n por los actores de lo esceoa social.. Los de la manero regucricla por los problemas cle11tíficos in.vestigatlos. Sin
,-onstrucqones c1cnt1fic:as elaboradas en el segundo nivel, de acuerdo embru:go - y este es c:l punto principal- tales constmcci\)DCS n<) son
c?.1' la:s ceg.Ia.s de p~ocedirnl~nt~o válidas para todas las ciencias c:mpí·
, son construca?ne~ obJefJ\l'a::; de tlpos ideales y, como t:1les,, per. . .
ricas_ 19 SU-1, p.!j¡. 77 y s4i,,.
teaec-en • urui espec,e clifer.:11te de las -elubor.,das en el prin>.er nivel.. 20 $LB, ple,, • .:>2 y 251.

83
en modo alguno atbitrarias, si.n o q_ue están sµjetas a los postuldqos todológica de las clenciás empfti<:M. Quizjis el eS¡><..'CiaUsta en .cientj,i.,,
de cohecencia lógia y ck 8decuacíóo. Este último signi.Bca que cad~ sociales coincida con l:\ a:Eirmación dé que 1"11 diEerencias prindpalcs
término de tal modelo científico de ·acción humana debe ser coosttul· cn u-.:, lo.s cicnciM sociales y [as natutalcs no deben ser busCildilS ea
do de modo que un acto humano efecru•do dentro del mundo· real por una l6gica diferente, que gobierne cada rama del conocimie,Ho. Pero
un actor clete,miondo, -seg(m lo indica la coostruccióo tl¡¡ka, serla esto no supone admitir q ue las ciencias sociales d,ebao abandonó, los
comptensibJc para el actot 1núuho (u:iÍ como paro sus- se:mejanlcs en -recursos especificas que uúli:zan para explorar la realidad sclcial, a
términos de interpretaciones ele seruido común dé la vida cotidiana. cambio de una urüdad ideal ele métodos que se basa en la
J)temiso,
E l cumplimieoto del postulado de cohet\:Ocia lógica garantiza la va• totalmente infundada, según la cunl solo son cientllicos lo_s métodQS
lid~-z objetiva de loo objetos de ·pensamiento consa;rújdos 1>0< el cien, t:mplea,dos por fas ciencias naturales, y en especial por ln físicn. Por
tffico social; el cumplimiento del postulado do adecuación ga,:antiza coonto sé, los adeptos del owvimlento de la «unidad de la ciencia•
su compatibilidad con las construccione,; de la vida cotídiana.* nunca han iotenuado con seriedad responder, o siquiera pl'lf!tea,, la
Como paso siguiente., pueden vazia.r.se los circun~tao.ciai:; c.n que !unM pregunta de si el prol:ilcma metodológico de las cieoci:,s oa~rales. ca
dona tal modelo; es decir, se puede iofagi nnr modificada fa situación so. estado actual. no es simple1'0ente un caso especial del p roblema
C(Ue _d~bc!' fDCarar los booo(Íi)_c.ulos, ¡,ero no el conjunto de motivos y más general, aún inel<.plorado, de cómo es posible el cooooiroiento
s1gn,.6c..t1v1dadcs presupues.tos como úrúco contenido de su concien- científico y cuáles -son sus presuposiciones lógícas y me,odológicas. Mi
cia., Por eJemi;,lo, puc;do construir w, modelo de un (?roductor que convi,'éióo personal e.s que b filosoUa fei,oroeo.ológíca ha prepn.mdo
octüa ea condicione.~ de competencia .n o regulada y otro de un pro~ el terreno pata tal lnvest.i8•ción. Muy posiblemeote, $US resultados
ductor- que actúa bajo rest.tjcciones ünp.uestas por cártcles, y l~ego de,oiostrarfan que los iecu,;sos metodológicos paniculares elaborados
compitror lo ptoducción de lo ni ismp mei:cadeda por la misma .Brma por las ciencias sociales pum comprender b rc.-tlidad social $on más
en Jos dos modelos.•• De este modo, es posible ¡>¡edecir cómo poclña adecuad.os qué los ele las ciencias oáturales p•ra co11dLtdr al d estubti-
éomporta-rse ta1 tírere o sistema de tfteres en ciertas c.."Qndiciones, y mkoto de los principios genetales que gobiernan todo co~ocímiento
descul:Srir ciertas «relaciones deterOJlnadas entre un coojun to de va- humano.
ria~les, en térir,inos de lns ~uales. ( .. . ) pueden explicarse ( .. . ) regu-
laridades empfr,con:ientc drscerniblcs». Pero as( es eorn<> define una
teorla cl l'rofosot Nagel."" Es fácil advertir qne e,,da paso requerido
p,ir• cónstruir y utilizar e.l rnodelo científico puede ser verificado por.
la observación empírica, si~-mpte que ,:,o limitemos este término i las
percepciones -senis-0.tiales de objetos y sucesos del mundo externo sino
'lL)C incl_uyamo~ también la forma experiencia! por la cual d pen~·
1n1e11to de sentido común comprende, en ln... vrda cotid.iru1a, las aCCÍO·
nes hlll'l)flnas y su resultado en términos de los motivos y fiQes s11b-
yacentes.
Se me permitido 1los breves conclusiones (i11a!es. Primero: un con-
cepto básico de la posicióri Eilos66ca fwidamental del naturalismo
es el denominado -principio de con1loui<;lad, aunque se disC',lte si éste
principio significa continuidad de e."<:steocia o d e análisis o de un
critCJ'io lntelcctua[ para controlar efe modQ ádec:u~do los métodos em·
pleados}!ll ~n mi opini.ón, esre principio de con.tinuidnd, en_ cada una
de estas dlve.rsas mterpretacíones, se satisface mecliante el recurso
ca,r actetfstico de las ciencius sociales, que establece lo contiuuidod
""n entre la práctica de la vida cotidiana y lo conceptualización de
l•s ciencias sociales.
Eo scguJiclo lugar, digamos algo acerea del problcm• de lo Wl.Ídad me-

* VéalSC. «El SICCltído común y la Ultcr_pretí1~ión cien~ífíco de lo acci6u humapl.l»


p&g. 67 y sig. (N, de M. Natanso11 ) •
21 Véase Frlt.z Machlup, Tb~ ~C(J110111ié/ uf Se.lle,'; Co1(1/>ctit.io11: }ifo4e.1 .1lltd--
(v1l1 o/ Scllcr's Co"d1,1ct, 'B111J1fr1H)te1 1952, pág. 9 y l$)f1::J.
l2 SC.F{, pág 46; vfu...c tambi61 suprá, págs. 11~52.
23 Vák. :ll,elma Z. Lni.nc. «N'"otc to Natumlists QU rhc Human Spirtn, ]Qll,...
'!"! of ~Mmo¡,by, vol. 1. \9,3. pdg$. 145-,4. y· In te;pucstu de Erne,t N,,el,
1b1d., pags. 1.54-17.

84 85
''
de <"<>sas; uno surgida de la acción proyectAda;_d ol!J:o, de no llevada
3. La elecció.n entre diversos proyectos a c•bo. Ejemplos de situaciones de este tipo •on los del cirujano que
de acci6o reflexiona acerca de si ha de Ol?"r•r o no a un -paciente, o el homb,c
de negocios que especulo en cuanto a vender o 1~0 en detetroíoadas
ci.rcunstancias.

II. La .?Structura temporal del proyecto''


l . El concepto de acci6n
Segun la vívido fom1ulación de Dewcy, la reflexión es •un cosayo
teatral, en .Ja l1naginaci6n, de d iversas líneas de oeción posi.b les y on-
Nos ptoj?<!ncmos aoa!Í:'ar aquí el proceso por d cu•I un acto,, en In
rogónicM ( .. . ) Es un eiperimento consistente en efectuar rombioa.
Vtda cot1d1~a, de~c:.aruna S1!.,conducta futura después de h11.ber eonsi-
dones diversas de ele.roentos seleccionados de los hábitos e impulsos
derado vanos ouáos de accJon· posibles. Con d término «accíóru. de- pru:a discernir cómo serlo la n<-ci6n i·esultllllte si se la emptcndleta>.'
s1go11remos 1á. conduct:J hu.s.n~aa como p·r oceso én cu.rso que es ideado
E,;ta definición es acertado en muchos llSpectos. Toda ¡,,oyección con-
por el :1ctor .de ao.tcmA110, .es decit, que se b,asa .en llll proyecto p:re- siste en una apricipación de Ja conducta futuro por ]a iti'u . tgionción.
concebrdo. Coa el término «actOJ> designJlremo,s el tC$U I l•clo de este
proceso en cu~so, e~ dedr, 1a acci6¡LCumplida. Así, In <1cción puede $et
Soto debemos deterrninoc si lo que se ant.(dpa en la elaboración imagi•
oarÍtl del proyecto e:i el futuro _proéeso en curso de ltt acción según
la,cnte - p. eJ., el IDICJ~l·o d.e resolver mentalmente un prohlema den-
r;lfico- o manifiesto, insc.tla et, el mundo externo. Pero no toda la
se desarrolla etapa por etapa, o el xesultado de csw •cci6o futuro. Fácil
resulto ver que es esto último, el acto que se babrá efeatuado, lo qoe
conduct.~ proyectada es también conduct;¡ dotada de un ptopósi to.
co,1gtituye el puoto de p.,,rtida tic toda nue.~tra elhboraci6n de proyec-
Coa el f.m de trnnsfot:már lo pre-mecliudo en un objetivo y el proyecto
en un propós,m , debe existir la intc:t1c.i ón ele llevar a cabo el pro- tos. Debo visllalizar el est11do d e CO$as que setá producido por mi
reclo, de ~og,ar el estado de cosas proyectado. Esta distinción tiene a·ce16n futura, untes de poder .esboz:tr c.ad1:1 paso de mi acción Eutw:a,
de J.;, cual derivar!! dicho estado do cosas. Hablllodo metaf6rlcaroent",
1mporrnncrn con cespecto a las acciones latentes. J\-li fantasear puede
ante$ de poder t"8ZOJ: los planos debo tener alguna idea de la estruc-
~~. ~ f11nr.ase,Lt 1,>roye<:t~d?• y, por ende, un:a tlcci6u, según el sig- tura que voy a erigit. Coa el Üo de l?royeetat mi acción futura en su
a}-f-1cado de !luestta de(1n1c16n , pero sigue sien.do u.o roeto fantasear
s, no sobrev,c!"e Jo que W illinm J•roC{I denominó «fíat» vQlunl'ario y d esarrollo, debo sittlaane imnginatiarocnte en Wl ti,e mpo futuro en
que esta acci~n ya te ha/irá oumplldo, cuando el neto resultante yd se
unnsfo~ma m , proyecto en un prop()sito. Si una occ:i6n latente es
aJgQ mas que «meto. .fuo.tascru», es d.ecit-. si tiene un propósito 1 se _la
hdbrá materinl.ízado. Solo cntot>.c es puedo reconstruir l os ¡:,•sos aisia-
dos que llevarán a ese acto futuro. Lo que de este modo se anticipo en
~orá l."" co~ye111eoc!". una «cfecru.ación» (pcrform1mce). En el el proyecto oo es, en nuestra terminología, lo acc;ión futura sino el acto
cuso de, ~na Dcao~ ~41:'-1f1e;-.ta. que se: m~ert:a .en eJ tUUL'ldo e:,c;.ce.c:oo y futuro, que es nnticil?"do en tiempo futµro petfecto, modq futuri
l<; n1od1f1.ca. tal d1st1ncion 110 es oec:es8J:..lá. Unn acción manifiesta es
º"ar.ti. 'Esm pe,spcctiva temporal que caracteriza al proyecto tiene \
sl~pre proyectado y dotado de un propósi to. Es proycctoda por de-
coosecuencías bastante impcirtuntcs. En primé.t Jugar, ruando pro-
flnJC::160, porque de o~ modo sc.á~ meto compottomíeoto,J''puesto yecto mi acto futu.ro en tiempo futuro 11erfocto me baso en mi cono-
que s.e ba hecho manifiesta, es dectr, se ba explicitado en mundo
· exterior, deb:e haberla precedjdo _I~ otden inteir.na .c¡comencemos !» el cimiento de actos efectuados con anterioridad y que son dpicameot<
sim.i.lntes al proyectado, en mi conocüniento de ras~os típ)camcnte sig.
fíat vo_l1;1ntar10 que conv,ierte el proyecto. eo un _Ei)rOpÓsito. nükativos de la situación en q ue t.e od,:I lugar esta acci6o proyc~ta-
1..a a~~on puede produc1.rse -con propósito o sin él- por cbmisióo
u oml.$16n. El C?SO de 1~ abstención lnténcional de o.ctu:u: merece, sin d•, incluso mi situttción _personal biosd(icamcnt;e determinad,. Pero
este conocimiento- es el eonocin'.Úento que tengo a mano en el rr:,o.
om~argo, .e ~a l !teoc16n. Puedo ptovocar un estado futuro de cosas
no J.?-tcrv,rucndo, f~I nbstcnción proyectada de la acdón puede ser mento· de elábora:r el preyecto, y que difiere ioevitablemen Le del que
poseeté cuando se h:iyo m,11erializado el 11cto que ahora no •stll mós
C?ns1der~da en. s( .DllSllla como una ecci6n,. y hast.1 corno una cfectun'-
ClÓ? en el sen1;1do en que la bemos definido. Si proyecto .cenl.izar nna
que proyectado. Pato entonces .habré envejecido y, si •oo cambia nin-
guna otra cosa, al menos las experiencias que babré tenido mienttas
accióo Y luego abando"° _el proyecto (¡,. ej., porque lo olvidé) oo se
produce ninguna cl~tuaaóc1 ¡ pero si va.cilo e:otrc realizar y no reaíiza.t Uev,o a caln qii proyecto b:rbr-.ln nmpll:tdo m1 conodrnienlX>. En
Wl ytoyecto Y decido esto ói'timo, mi mtencióa Intencional de la
Qtras pafobras, el proyect:u:, como cualquier otri> forma ,le anticipa·
d:~~/'.. !"' tal coso "'\ª efectuación. Puedo Jnduso interpretar mí
ne1on a~ca de Sl llevar a oil)o o no una acción proyecto.4 a
• Vé.,e •Sobre las realidades ru~ltiple.s», pi¡¡. 202 y <il¡. (N, d, M. Nat.,.son,)
1 John Dcwe:y~ Hu)ttan 'Nulurt• a,id Cond.J1cJ.,,Ai m, 'Nuevi York, 19.22, póg.
como una decc,ón entre dos proyectos, dos estados previstos de 190.

86 87
~6~. 11~..va consigo sus b~r:~ntes . vacíos, que solo llenará la mate- plic,iciones ei;,ccrradas co el concepto de motivo. El motivo puede te-
!1:Úizác1on del suceso anbc,pado. Esto constituye la incertidumbre oet un sentido subjetivo y otro objetivo. Subjetivamente, se refiere a
antdnseca n toda f9rm,¡ de ptoyc"Cción. J~ experiencia del. actor que vive en el proceso en curso de su acti-
En s_egundo t~mino, la particular perspectiva de tiempo del proyecto vidad. Para él, el motivo significa lo que tiene realmente en vista_ y
explica In refoción entre este ,ílrimo y Jns divei;sa_s forma<" de n¡otivos. que da sentido a la acción que cumple, y este es siempre el motivo
«pal.'ll:o, la intención de crear un estad!> de cosas, de alcanzar un fin
p,reconccbido .. Mieotrns.el act~v(; su ~cción en cu.rso, ?º tiene.en
vista sus motivos del upo ~ ,:qud. Solo cuando fo aOCL6n ba sido
m. Morivos «para» y motiv9s «porque» cumplida, cuando se ba <."0119erti~ un acto, seg6n la terminologfa
sugeri<la, puede volver a su acción ¡zasa,;la. m c,ooervac!or de sl
~u 717 afümarse quef i,;; ~ceiones, /ségún el significado_ dé nnesu:a de- mismo e investi~i.Lfn v1rtu~__4s._quJ 1jcunstancias se ha visto llevado
fimc,ón, son ¡,onduclis"motivarla.~-- Sin embargo, el término «motivo• a actuar romo lo hizo. Lo m.L$1UO es v .J o si a or 01pta retros~
es equiyo~ y_ ab~ dos con)liñros diferentes de con,ceptos, que es l!ivomcotc las etapas .ioiciales pasadas de la acci6n q\lC I.Odavfa está
n_cccsar10 ~J~llDll";lr· Podemos decir que el motivo por cl cual el ase- en curso. Esta rctros¡,eccióa hasta puede ser simplemente anticipada
~no co~c~? el cxuncn fue obtenet cl dinero de la víétima.. Aquí • mo- modo /utt1ri exacti. Una vez que he previsto, eo mi fan.t asla proyec-
tivo» s,gn!fica e_l est.do de cosas, el objetivo. que se pretende ·alc•w,u tante, lo que habré hecho cuando lleve a cabo mi proyecto, puedo
con la acc,óo. Dcnon:imaremos a esfeiipo ClemoTivo \'<WOtivo 1'1!.ra». pregwmu:me qué m 7 llevó •. odoptar esn decis.ió!' y no otra._.En .todos
1 Desde el punto de VlSta del actor, esta clase de motivos sc..relactona. cstoS casos, el genULOo rooavo «porq'ue» se .ce:fletc a exper1enaas ele
'f- ~(! su l ~..JO- En la terminologla q_ue hemos sugerido, podemos decir un J>"Sado o futuro petfecto. Por su mismo e¡uucrora temporal, s6lo
se revela a la mirada retrospectiva. Este «efecto especular» de la p,:o.
q!-'e c;l_.l!.C~t.QX,;i;:tado, es decir, el estado de cosas ¡:,tevia1neote i.ma-
gtna~o Y que debe ser !''?ducido por In acción fut"'".' 5S!)Sti¡;{..!:. el yección tempor:al cxplíca, por una parte, por qué una fo= l.ingüfs.
~Pt1vo-«pa.tt1» .d~t:\.JJJ<una. Pero, ¿qué es Jo motivlldo por mO:--· tica del tipo «porque» puede ser utilizada, y lo es con frecuencia, paro
Ll_vo ~para»? No d p~oyect~r mis;no,' sln duda. Puedo proyectar i.ma- CJ<'presar geauiuas «relaciones paro,.; y por la otra, por qué es impo-
gwartamente o.n !\~Sll;1ato sin ceoer ninguna inte..n ci~ .,ampliar tal sible e1C¡>resar genuin.ns relaciones ~poi:qúe» mediante una ótací6n del
proyecto: Por coos1_g¡uenteLlo motiv~do del modo ~"';'); es el ,Hat tipo cpua». Al emplear 1n fo= Ungüística «para», ~-onsidero el p.to-
vollllltano», )a..d~6n «¡°;ld'alante!,. que ttansfom~ fantaseo ¡.,. ceso en curso de IJl acción que todavía esti'í des;µ-rollfudose '!, ¡,or lo
temo ca ~1efectuact3.ñ\o U(ló ,acción inserta e':' 1;1 m,indo exter~ tanto, aparece en lo perspectiva temporA.1 fo tura. Cuando cmplCQ L1
De la. clase dcJOS1Doti-Ybs «paNl», debemos d1st1ngwr otra a 1a que form• liogü.lstica «porque» para ex.presar una genuina rclaci6n «para»,
sug':nmos llamar la cL.se de los motivos~,:que». El asesino fue me refiero al p.toyecto precedente y cl acto prevísto en él moi/o futuri
monvado • cometer sus actos porq(Íe creció en-u!"b cual am.h~te 0 exaoti. SJn embargo, el genuino motivo «porgue~ ~t;1t><?Oe --como
por.que, com? m_u,;stta el psiroaoatiSis,' ~w.ilií:~n ·~ úiliulcia~¡,g_.; y hemos visto-- Ja perspectiva temporal del pa~ado y se refiere a la g6-
rual~s el<eenengas_ etc. As!, desde el p1mto de vista del actor;- el nesis del proyecto mi.s mo.
,L,.m onvo «porque» alude a sus experiencias pasadas.dis...tas experiencias H9$ta ahora hemos anal.izado el a~pecto subjetivo de Jas dos c11te-
r 10 ·~ao lleva~o • ac;l:U•t.~mo fü"b,z~ que- está '!!Qtivado, eo una gorias de motivos, es decir, el aspecto que presenta desd,e el pu_nto \
acc,6n del upo 4'potque•, es el proyecto de la acción misma Para ae vista del actor. 1Hemos señalado que el motl'li'o «¡,am,. se refiere
de
satisfacer sus necesidades' de ainero "'elac!Ílr liiv01a pos,15ilt'dl!d· of>. a la actitud dcl actor que vive en el proceso de pl4eción. en curso. . j
tenerlo de otras mane,:as _que mar:on.do a un hombre; por ejemplo, Por consiguiente, es una cacegorta eseo.ci~lm~tdsubje.tiv:á.\ uc solo i ~
llru:'lll!dolo en una ocupactóo remunerativa. Su idea de akmzar so se revela al observad~r si este pregunta. quéJ enrido atribur. el actorl ·
obienvo . )<t'1Qdo a on hombte estuvo determ!-Qat { «c;,u.1~ada• l ~ a su acción. Eq cambio, com.o hemos Vtsto, d enw.n ott.vo «por- .
~ su s.!!,Uaci6n ~1~ o, más preci!iatnentc, po~ la ·stOi:iaac su via¡y que,. es u.na cot.egotfa objetiva, accesíble al observador, que debe
reconstt¡¡jr, a partir del acto i,,ol.iz.,do, o sea a partir del estado de
r.·
',
1
r como se b~eota.d5tcn_~!,,!:!tt_l!DS_:!~ofütles.
Con fr<;ruen_~a, Taálsbnm6n entre motivos «P.ara» y mouvos «por- cosas creado co el mundo externo por la acci6n del octo.r, la actitud
gue» es omrndn e':' el lenguaje com6n, lo cual permite c,xp,:csar Ja de este ante su acción. Solo en la medida en que el motor se vu.elve--'
m~yopa de los '?ottvos «pata» ~edfan_tc oracion,e s del tipo «porque,., bacia su pasado, ·convirtiéndose de este modo en un observador de
º!"°que no • la inversa. Es comun decir que el asesino mnt6 a la v!c- sus propios actos, pu.e dc llegar a copear los genuinos moti.vos «por-
bma por'í"e querfa o!>tener $U di13ero. ,El •n~lisís lógico debe peactra,r que» de sus propios a.etas.
por_ dcba¡o del .manto del lengua¡e e mve,st1gar cómo es po;,ible esta La mezcla de los puntos de vista subjetivos y objetivos, asl como de
runosa t:raducci6n de relaciones d.el tipo «pal'a» a oraciones del tipo las diferentes c.struct:uJ:as rempotales iJlh.erentes al concepto de mo-
«porque.. t:vos ha plnnteadq muchas dificultacle.• para la comprensl6n dél pro-
La respuesta parece ser doble y descubre otros aspectos de IM im- ceso 'por el cual · determ'inamos nu-estto comportamiento fut\JL'O . .El

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- 89
ptoblemn de los genuinos moth¡os «porque» tiex;e <mtigu.as connota-
j
'
cioocs mctafísic~. A.lude-u Wcontrove-rsla c:ntre c!eterminisros e indc.. focti~le, y sus medios y OJl<:s, O (J) menos omn de su tipo, habrl•11
rei:mini,~1s, al problemn de In libre voluntad y cl ~libmm 11rhilrium•. estado disponibles si la 'accíón hubiera ocucódo en el pasado. La
Esta controversia no nos intere.s a ngof, nu.nque del ttatamicnto que resrricción subrayada es importante. No es necesario que la «misma»
ba recibido de algunos filósofos, como Bcrg,;on y Leibniz, esperamos ncc:.i6n proyectndn, en su singularidad lndlviduru, con sus fines y me-
.,2):,tcocc impor,.• n tes sugerencias para nues(,:o p¡oblema p.rincipal, el dios (mkos, deba ser experimentada ptevlrunepte y, por tanto, cono-
proceso .de ckgu: entre prqye<;<os diversos y la determ i·o ad6n de nues- cida. Si esto fuero_ así, nunca podrlll proyectru:se nada nuevo. Pero Ja
{~ as acciones lutur11S. Pero la estructura témpoml de todo pto9eéto nod6n de tal l'royecto implicn que la acci6n proy~-ctada •u fin y sus
w:ne para nos.o ttos suma importancia: nuestro análisis ba demosmdo mc::d!os, son compatibles con aquellos elementos típicos de la simac;ión
""j ue siempre se refie.rc al .nccrvo de conocimiento que el actor tiene ')UC, de acuerdo con la experiencia que tenemos R mano en cl mo-
- a 01.~o en el momeo to de esbozar el proye<.:to, pese n lo coa1 lleva mento de eshoznr el proyecto, hnn gar.mti"'1do basta ahora, si no cl
onsigt;> :;u horizonte~ ~núcjpncíones v.aclas, ~ sopue·s ~ d~ que cl acto éxito, por ~mos la ptacticabilid•d de •ce.iones tipicamentc simi-
proyectado
. oe produC1Ca de una manera tlptcan:,entc s,m,.lar a todos
los netos pasados tí¡,ic-.unent<e similaJ:es que el actor conoce en el mo-
lares en <;!~ns:::::>
meuto de elaborar el proyecto. Este conocimiento es un elemento
C8:cl.u;;ivame.nte subjetivo., y t>or esta mis.to.a razón el actor en la O'lC:·
di~ en t:(ue vive en su proyectar [. actuar. se sieate excl~sivameote V. E l fundamento de la. practicabilidad
motivado por el acto proyectado ce lrt 11111rtera «¡>3ra•.
¿Cuáles son, en cambjo, tsós clemet1tos de la sltonción con los qoe
'1l.C I /¡ (• 'L• ·- ,,-•<'v\, \ •-L·,...-:1p ..1,,;'""1
>C>'":
la acci6o proyectada debe concordar para que. se la pueda prever col)lo
factible, y en qué consiste su. tipicldnd? Sin entt:ir en el amllisis deta•
IV. Fantas',!O y proyecto Qado de cs re problem, sumamente complejo, cabe disiínguit, muy en
general, dos <;gJJjuntos de ~ r ~ -sobre los q1,1e se bns• el su-
El 1,royc:cto se difei:cncia dcl mero f.lUltaseo, además, por su referencia puesto d~ la practicobÚic:!:;él de 1~ occf<Sb proyectada.
a un acervo de eor.iociroicnto a mano. Si imagino que súy un super-
hombre dotado de poderes mJgicos y sueño con lo que haré entonces
e.io no ':5 proyectar. En 111 fon1.asfo pur(l no estoy trabado pot los
tes que ,~pone la realidad. Qu.eda a mi arbitrio discernir lo que se
Umi: a. El !";~un.do frre.11,puesto
1
haUa a lll1 alcance y determinar [o qúe está en mi poder. Puedo fanta- El primer conjunto COMiste en las ~tle~5ias~ .d to~ y en sus.P{!i·
sear ~1?remente que se eumpLirán todo.s, o algunas, o ninguna de las oio.=.-Gl'~JJ~•s,_y ~UJl.\!.~to~...~ere.9,;ss !lWJ¡wldQ,...!ll mundo Jjsko
con<!Joones d~ las que de~dc el log:r,o ele.mi objetivo faomsioso pqr .u! mundo soci¡¡I, que p~upóñe· fúera de toda duda ·en-el-momento
medios fantas ioso• en una s1tuaol6n fan tnslosa. En tal fonwseo pu.ro ~nqne cl.abórasu proyecto. Este conjunto de experiencias ha resistido
bastu(1 nus deseos para definlr Q1Ís posibilidades. Es pensar. en el modó 1~asb'1lsta-alíc>.ta'y;"por ende, es aceptado ,,¡[u disc;usl6n, aunque
optallvo. •olo «basta nuevo aviso:,. Esto no sigoilica que las experiencias, creen• \
La proyección~ efecll.iacion.es o ª<:Ciooes manlfies.t~J co cambio. ~ cías, etc., p,:esupuestas senn en sl mistnilS cohece11 tes y compatibles
uo f!U)toseo monvado, es <lecu:, m.o nvado po:c la intención P.tevista de unas con otr.as; pero su falta de 0Qhe1:e:oda e incompatibilidad es cles-
·" ""ar a cabo el ptoyccto. Lo p.rocticable del proy.ectó es t1na' condición cubi.e rta, y ellas JDÍSm(LS,Wn P<1"'lt•s en tela de julc:.io solo sl surge una
de todo proyectar que puede traducirse en w, propósito. Este tipo de cx-.pcricncin nuev..1 que no puede ser i11corp0r1,1du a:J mruco de ref<>
P;Oycc~o es, por ende, un fantaseo dentro de un marco ciado, mejor rencin bosta entonces incuestlonndo. Ahora bien: aunque no se lo cues-
dicho, unpuC$tO - o sea, impuesto por la realidad dentro de la cual tione, d ámbito del mundo presupuesto es el único dominio dentro
debe,;á cumplirse la acción proyectada-. No es, como el mero fanro- del canl .es posible dudar_ y cuéstionru:, y en este sentido, constituye el
s~o. un pensar e~ ':I modo optati.-o, sino un pensar en el modo poten, fundamento de tocia dudu posíh.le.
c1al. J!:sta poteuaaLidad, ~ ta pOsibilidod de e/ectfü,, el pcoyecto c:<1ge, I.:.ns ex¡peticncirts incue~tionadas son experimentadas desde el comie11Zo
~r e¡cmplo, qu!' sólo pue~ tom,r en cuenta e11 mi proyectar fanta- coll)o t{picas, es decir, como si llev~r:m ton:;ígo horb.:Qn~ abierto~
sioso ~quellos fines y medio~ que CTeo dentro de mi alean.oc real 0 de experiencias similares pt¡,vistas. Por eje¡nplo, d mu11do externo
poten~al; que ~o nie es1.é permic!do '?"ºdifjc,u; Eicticiamente en mi lncuesclonado es desde el comienzó e,rperimentado, no 5omo un orde-

r
fantaseo aquello, elementos de In s1ruse16n que están fuera de m~ co.n-
ttul; que toda~ l,\IS pr_ob,abilidndes los rjesgos sean sopes,1.dos de
n_coerdo con rot conoc101~ento actmt de los $UCC5os posibles de este
n,uniento de objetos particulares ónicos dispersos en el espticiO y el
tÍ'cmpo, sino como ilJ]lontafi.as», «árboles»-, 'f'ánimales»~ csemcjaatcs»,
et~tem.
UpQ en el mll.!11º ~ Ex.tge, én .res·umen, que, según mi conocimiento Aunque yo nunca baya visto un aolma.l de la especie del que estoy
actual, la acc,on proyectada, () al menos u,ta de su tipo, habría sido viendo ahora, sé que es un animal y, en particular, un perto. Puedo

90 J
f1

prcgwnar razonablemente: «¿Qué clase de perro es e!lt'e?». La pre- p.rin~pio dcscub(el'tO por Spinoza <<0111niJ· tle/initio est negar:io» 11pun-
gunta presupone que he captado d objeto recicnteme11te c;ii¡,erimen- ta aunque por supvesto en otro nivel, eo la misma dirección.
tado como uo pcrrp que mnoifiesta todas las características t{plcas y
la conducta úpica de un perro, y no, por ejemplo, de un gato. En otras
palabras, la dife.r cncia de este perro particular wn respeetO a todrus b. La. situación biográ/icamente determina,ta
las otras clases de perros que conozco se destaca y se hace cu.estio-
o•ble solo con rcfcrcru:ia a la semejan-<• que presenta coa mis expe- l'ero ¿qué es lo que cooslituye mi prop6sito en este momento pnrti.eu-
riencias incuestionadas de perros tlpicos. Jar? Esto preguot.1 nos conduce al·~~~ conjlll}to de ~uestras d<pe-
". No podemos eptta.t aqut co una investignción más detallada de la tipi- riencias sobre las que se basa In 1?nlc:ttcab1 l ,dnd de las acc,on~s futu,:as.
ciclad de nuestra experleqci:1 pr.e-p~cativa -que Husserl ha esl:,o. nsiste en h'is t...-xpericncins que yo, cl actor, tengo de Dlt $lt1,1a,c1?n
7.ado de maoe.rn magistral- oi en el fundamento social de estos ri¡;\os, _ ogaificamentc detclmi.oadp en el mamen to eo gu~ elaboro cualc¡u,e,
que ·so¡:¡ de orig,t1;1 SO<;ial o rcdbcn la aprobación soefal, o ambas cosas toyecto. A esta situación biogr6fknmente de¡e~nada ~crtenecc _no
y que nos transmite ·e l medio tipilicador por excelencia, vale decir, eÍ o mi pos\._c,ión,cn el espacio, el tternl,>!l.Y JQ..'8o.CJ.~.ª4, slllo u,mb1én
leOJJU•íe común...Basre señal1tt que todo conocimiento que se- ptcsu- ~ t j _ a de qµe algu1;1?s de fos elememos del mw:ido •presu-
pooe tiene u.na es'ttuctura altamente -sociali2:$d~ o sea que se lo supone \ "'~" ucsto me .son impuestos:. ouenr.ras que. crontrolo o pu~O-CQn.trolar
presupuesto n.o soJo por ,ni -sino tambiéo ,SOr no~·otros, po..t tod.os ~tws, que por cunsiguiente son principolmente ímod1f1cablaj Por .,~,
(Jo cual significa «todo equel que sea uno ele nosotros•) . Esta estru<:- ejemplo, estás cosa~t!\n a.mi gl~am:e.s . .11_q11!))las fµJlFll. dcel; es~<IS
tura soci,í]jzacla da a este tipo de conocimieoto un c:atácter objetivo y últimas tal vez estaban antes n lllJ nlCP,nCC y podrfan estarlo n.ueva-
anónú;no: se Jo ooo~ romc,dadependieote de mis drcun$blacias bio- mente o bien nunca lo han C$tado sino <¡.Ue están al alconce de usted,
gráficas personales_;'~ tlpic;iclnd y cl ,carácter objel;i:vo de nuestras expe- mi se~ejflnte y pockían estarlo para mí si yo, ·a l estar aquf, cambiara
riencias y crccncfas .inru.est;ion.adas son también inh«entes a Jns qllC de lugar con 'usted, que está allL Esto ~aCtQt tie~e gran importancia
se .refieren a las .telacioaes de causalidad y finalidad, de medios y fines, para noest.co p,;,;,bl.e ma, potque Loc\a m•_':!."1,arn~~.9,(;..¡¡to;<e..c¡:oª S~~,:•.
',·
y, por lo tanto, a la prn~tlcabilidad de las .acciones bumana• (las aues-
tr= y las de c¡uesb'os S<:mcjantes), dentro dcl dominio de cosas que
oosa en el ~~W~ .9.llCLJQdL U~'ori_ 5llll' ~ceaa .~~Oi-to dé.[ l<"C~CJ.r f,'
del muudo jo m, con~l ~a} ~pocen~t'\J. s.¡;r~ pr•~ttca&l5. Pet'O esto
se ptesupoaen._Por esa misma .rB2ón, existe \lJ:13 posibilJdad objetiva, no es ioao:-En cu'iil<juier n,omen to de.mi s1tu•t13n b10gráficl\lllente de-
presupuest..1, ele que las acciones futuras típicamente similores a loJ; tc,rminada, yo sólo me interc~r a)fl)WQ/ó !'lemenlos, o algunos aspec-
que ya han demostrado ser practicables eo el pasado sean tambi.é n tos de ambos sectoi:es dclfipnndo.pt~supucsto, l,,J que está denuo de
practicables en el futuro. mi ~ontrol y el que está fuera de él. Mi inte"
i Dijimos ante~ que nuestras experiencias, creencias y opiniones que
revaleciente -9, con
mayor precisión, el §ÍSl~prevalecicnte -~i§.. interes!'s, puesto
presuponemos pueden ser irlcompatibles unas con otras. Dcl,emos que no existe un interés a,slttao- ilactmma la '!ªtu~n:!~a,.~~c tul
l ahora ampliar esta afumacióo diciendo que cada elemento del 4.robi-
to presnpuesto sin discusión tiene inevirnblementc un equfvoc;o Clls
rácter de indeterminación. Recordemos el sencillo ejemplo mencio-
~ - Esta •firmaci6n es,váJ!da, ':'n inde¡,eodenci;;-;fe! st~ífaci:iao
preciso que se •tcibuya al term1no ,10,erés» y ta~1b1én con_ mdepeo-
dencia de lo que se pro.supo~('; con rcspocto '.11 0~1ge¡, del sistema de r ,
nado en UJ:1 ensayo anterior.* Supongamos que una de las creencias inter~es. St Sea como fuete, exLste una sclecct6n de cosas y aspectos
incuestioaablcmenre presupuestas podría ser formulada media.ill.1! la de !J,, cosas que son signJfic tlvos pa,a ml en ~ualquicr momento
p.coposición «Ses P•· Ahora hien, S, G.c eptada sin cuestionar tal como dado, mjentras qcie- otras c.os~s 'l otros ftSpectos ?Ot. ah~t~ oo me
aparece dada a OO$Otros, no solo es p sino también IJ, r y muchas interesan o están fuera de m1. v¡sta. 'J."odo esto se halla b1ograficrunente
otras cosas. En la medida en que esta interrelaci<Sa oo es puesta en deteanln:1do· es decir L'l siu:iaci6o ~cti.131 del actor tiene su historia; .
duda, Ja cxpr<:SÍÓD cS es pi, es cllptica, cm el, sentido de que el en1111- es ltt sedime~tación de_. todos sus cxpexlencins ,subjetivas anteriores. No
cia.d o completo sería: «S es, entJ;e muchos otras cosas tales como IJ son experimeutttdos poi: eJ actor ..:omo""11n6nimns, sino CO'l:OO únicas Y
y r, también p». En otras palabras, dentro del mundo dado incuo.s•
tionablemente, las proposiciones «S es p» y «S es <J» son, hasta que
dacias subjer.ivame¡,te a él, y solo a él.)
se pruebe lo contrario, posibilidades abiertas <¡ue no se contradicen 2 Pl)est:o qo~ In que suele denoJ?linaftie i,,rurós. es. uno de.1~ ~r~ctcrcs ~·ii$icos
una a otra, y ambas tienen igual derecbo e igual peso·. Si áfirmo con de la natuni.lex:a. hunlona, ct1 inl!VJtttble. que el
tqmul.O icngs eugr:i1~cados diíercn·
tes para diferentes filósofo\>, según se" :stt CQnc:cpciQo ft1nd~enCM p.cei::co. de J:s ,
t'CSpecto a un elemento S del mundo prcsupoesto: ~s es p», lo bago aistcnóa bumau.11 en el mundo. No, 11V'tlfll;lJfllmos a !ugertt que los div~s 1
potque, para mis propósil'OS y en este moménto particular, me interesa soluciones ofn::ciruiii pura 1:1 ~Ucaci.6n del or-í3~n del mtcr6 pad.tfrw ser asi:u~
solamente el ser -p de S, y paso por alto, por no considerarlo signifi- pa.das en dtXS tipOS: \J.00 rcladqnado con lo,!; monv~ -eporque•,. y. el otro. teplt\<>-
cativo para tal pro¡,6$ioo, d hecho de que Ses también q y r. El famoso nildo con los m<>r:ivos «pnru. que cQasLitoyc:i1 lo que ~ llaD'J? w~tc;sts. Leibn.tz,
con su teoría de 1:ts «peqo~Oas pcccepclonest qut:1 dcter~1nan todas n~esa:~1s
at:tlvid:adcs, podcla ser ooosfder,idq un rc:ptés't.11t1•n~ del J)tJJ11cr gru~, nuenc:ras
• Vélite --.El sene.ido <omún Y. b ioterprerac.ióti cient{fka de: la nccióu humllll.lll•. llcrsron, quien sostiene que todos nuc:smLs pcn:tpo:oo.e. est.ío dcremuuadAJ po.t
págs. 39-40. ( N. tic Al.. NaM,son.)
DUC3ttat 11ctividcda, nn ejemplo d-e1 sc:.s:nndo.

92 9.1
VI. fil cuestionamicnto y fa, _d ud:t . . . , fa) b,lbitos e Íf'·
¿Qué es la que pone en conflk.-o (eu su te!.rn1no1og l ros cootrarias
pulsos? ¿Qu6 caus? la. ptesión de 1ende11C!QS ptOJl'I : prefere11cias
La sekcci6n subjetivamente determinada de elementos sig<1ifü:ativos que se inbibeo mvtuamenie? ¿Cu!lles de !'~ostras :~ttdecisióo? En
pum el l?"ºp6si10 a mano, romados d e fo totalidad objetivamente da.d a se vuelven ano•gónicas y pueden ser unificadas 1 . que se ofrecen
del Jl'.'lundo presupucsro, origino uua expcrier1.ci.a nueva y dccis.iva: la otros palabras: puedo elegir •oLimentc enttc proye<:tO.$ Pero ¿cuál e!
cxpr:rienCia de I:1 dud1,11 dd cuestiot1ar:oicntó, de la ~(ccdór! y la de~·
si6n; en resumen, de lll deliberación__. L.a duda puede provenir de vanas
a In elección.. :Estoy en un cliloma onte una altetn•~rte.fe.;uado, SI
el origen de tal illremativa ~ Cr7emos c:¡,~e I?ussc s,;luci6n de esrns
fuentes; aquf solo exa.n1.inacemos un -:aso important~ para el problema bien en otro nivel, una contribocrón s1gn1Etcat1v~ • I•
que oos ocupa. Dijimos que oo existe el inte.tés aislado; que los inte- cuest[poes.
roses se Ínterrelacioru1n desde el principio formando sistemas, Sro.
embargo, .In jnterrelaci6n no cond~,cc necesariamente"· ln integración
completa. E,cistc. siempte Ja posibilidad de mtereses superpuestos- y
hasta antagónicos, y por consiguien te de la dL1d~ acett-A de si .los VII. Posibilidades problem.íticas y pos¡·bT d de$ abicrt;tS
J 1 3
ele,oentos elegidos del mundo circundante presL1puesto sin discusión
son en realidad signilkathros pa,a n uestro propósito a mano. t1's en según Husserl
verdad el •Ce p ele S el que debo rowar en consldetaci6n, y no S'll ser . de las JJ,unruias
q? Ambas ,;on poSJ.bilidndes abiertas, dentro clcl mru:<:o general del Debemos a la investigación ele Hussed •obre el º"t'º
de ci,rtidumbre,
mocÍ.alizociones de. los juicios eredic~tlvos (como. ~civa Jn importnnl~
mundo p,esupues,o sin discüsi6n hasta 9ue se pruebe lo contrario.
Pero ahora m.i situación biográficamente de,ern:úoada rne obliga • posibilidacl y probabilidad) en lo esfor-~bJí:1:Íeclicroblen¡áticas y ¡:,os 1•
clcg.i r el ser p o el <ier q ele S c;o,no significativo para mi prop6sho distioción entte lo que él deoon:úna posi a _es P prender el prob1._.
•mano.Lo que basta este momento no ha sido cuestionndo elche serlo bilidades abiertas. Esta distinción es vital pam com
ahora, -aparece una situación de duda, se ba creado una verdadera ma de Ja cloccióo. . dcnci:A es!Á d,do
alte1·nntiva. Esta situación de duda, origjoa.da cuando el actor en su De acuerdo ton Husserl, todo objeto de QUcstt:i cxpe$Íva· él nos afee-
situad6o biográficámentc clctc:,,m inada, seler;ciona en el mundo presu- o,igi1,1aciamcntc do antemano • nuestra rd'PP?º Pbnci.'el objeto, •
puesto, es Jo único que hace posible deliberar y elegir. El hecho de ta se ímpone al c¡¡ó. Estimula al e¡¡o • "!li'cse ~ forma mú1im•
que tocla e lección.entre proyectos di.-ersos ~e refiera a la situación: de p~tarle atención, y e•e dirigirse hacta_ c:l ob¡'."h•: descripto ~Q,° fre-
ducln ha sido «<ooocido explicita o implícitamente-por la mayorlá de los de actividad que emana del ego. Los Eil?"ºJºj l ego y los psicologos
6.lósofos q ue ban abordado es te próblema. Citamos el siglllente pasaje cuenda este_fe116me~o c9mo la receptiv,da . e La 'atención es ~nte
de Dewey, <¡ue ha formulado la cuestión e11 su magistral lenguaje pl~s- lo han analrn,do ba10 el n91nbre ele afenCJ6n.. I pero
esta oC1eJl·
tico, dldcndo que en la deliheraGióo «cada háb.i·t o e impulso en con- tocio la clircccl6n cid ego ha.da el objeto lote.aciana_, de cogitationes
Oicto se proyecta j:Jor twno en In pantalla de la lmag.inaclón. Despliega tación no es sino el. punto de_ partida ele .u':'~ f&!,º
Jo actividad. que
un euadro de su histori• fu tu,a, del trnyécto que seguJ tfo si se le clfora dctivas en e.l sentido más •mp~o: la ~tapa _,ructi de c;rapas p<>$teriores
prioridad . Aunque la exhibicióó abierta es cootcn.icla por la presí6n d e co.mien2a Heva consigo un ho.r:1ionte 1ntenc1ona . . Jo Qc ina.oera
las tenden<ias propulsoras coJ.l trarias, e.<ta misma inhibicióJ'l da al J1á- de actividad, que cumpllt;I~ o no J? que s.e ha ª~:í'.!':cti\'Ídnd lleg~ \
bito uno posibilidad de manifestarse Ca -el pep.samiento ( ... ) En el vacía e;n un proceso stntet:1co contu11.10, bist;t ( f axur: •Y -asf st'lce
pensamiento 'I en la rux:ión maniflesta, los objetos experimentados al 3 sa fin o es inlercumpicla, eventwilmente en 8 0 C!Íl\ actual en lo
~u:ir un cur:so de acción atraen, repelen, ,satisf:u:;en, fastidiru,, pro- sivamente». Tomando como ejero~f~ nuestra ~en os gue el illterés
cxistenciac ele uo objeto extetoo pemb1dQ, CO~\": ªmactiv.idades; por
muev'cn y retardan. Así procede la ele.liberación. .Úecir cj4e finalmente
cesa ~wva.le a decir que la eJecci6o ha sido llevada a cabo, que se ha del ego por ese objeto lo induce a ~tras ,mi u~1~rienda del ob¡eto
e¡·eruplo o con,parar la imagen q ue uene de • P . L-cer accesible
romaclo la de..isi6n. 1.Qu6 es, eotooces, 1a elección? Simplemente · ' con otros Jmagenes
· , de1 m ·ismo ob'¡eto • o •cicvh1r
"" d e tod as
ballar, en l:t imilj¡inación, uo objclo <¡ue sumi11.istrc un estímulo ade- perceptivo
cuado a la recuper,¡ci611 de fa acción mrrnifies,ta ( .. , ) La elección no su reverso si aparece de frent~, etc. C~da cwha par te especlfico de
es el surgirnic.nto de .la pre.fereocia -a pattír de la indiferencia. Es el estas tendencias y ac.tividad.c.s lleva. 47'0• 1.g o su º;:;'de que ló puede
surgimiento de una pref~c.ncia w1ifíca<la. a p1:1i:rir de preferencias '31)... ctpectarives protencionales, d! ~t1c1pac10.oes! 0,'dnd 'que cuwple. e~
t..'lgón.icas». 3 6 uceder el, las: etnpos postcaores de ~3 BC-~LVl ,uias ,lcc.rnnnvas.
f.stc anál.i:,is, en esencia, es totalmente aceptable ta.n,biéo para aque- ellas. Si estas expectativas oo se cumplen, e,oSt?' J'
or un« u otta
llo• que oo comparten la <roncepcióo funcl,Ulléntal ele Dewey, guíen 1 ) Puede suceder que el pr9ceso sea obstac;¡"izi: ~epd6o, porque
in.tcrpreta Ja conducta hu1uaon en ~é,·minos ele bíblto y estímulo. Sin r<tZ6n: porque el objeto _desapar~ del crunpo . e tcrés otigio.t es supe·
embargo, d~trás del problen,a C>Cl1minodo por Dewey aparece ouo. . ei, cubierto por otro ob;cto, o bien porgue d '::ceso se detiene con la
taclo por otro más fucrt':. En est o s ~( él l?)'T,u;,hi6n puede suceder
3 Op cit.• pág. 190 y s;g,. cogstituci611 de una sola una.gen del ob¡eto. 2

94
95
T
que nuestro inte.rés .eu el objeto perceptivo Continúe pecó qucnue!ittas l ancias a favor de la posibilidad de que esa figura sea un bombte, que
ptell'is~ones no se cumplnn, sino que sean frustra.das po1· la·s etap'aS • favor de 1" posibili.dod de que sea un ¡nanigu!. La probabilidad es,
posteriores del proceso. Aquí también es necesario disti11gilir dos por COJ\SÍg\úent.e, el peso que tier1en l•s cr.eencins suger1dru, en la ex:is-
casos: a) la frn$Lt:tci6n de nuestras expt:er..ativas es comple~¡ por renci• de los objetos intencionales. De esta clase de ¡,osibilirlades _pro,
ejemplo, el reverso de este objeto, que espetábamos fuera una esfera blemútícos, que se origiru,n en la duda, es necesario distinguir Jn clase
pa.(ejarnetitc coloceada d-e tojo, .cesulra no ser .roja sjl'lo verde, y no de Jas poswilidp;/cs abiertas, qúe Se genenon etl el cu.cso no obst~culí-
esférica sino ckfoane. Este <$00 Asf ... sino de otr-a manera»., e$ta zado de las anticipaciones vacins. Sí anticipo el color de.! lado oculio de
•obrcimposkióo de un nuevo significado del objeto al significado pi:e- u.n objeto del cual no conozco más que el anverso, donde apar«.e
constituido del mismo objeto, por In cual el nuevo signi.íicado supera cierto diseño o <llgunos manchas, c,ialquíer color especifico que yo
"1 viejo, conduce en nue,t.r.o ejomplo o la complern anulación de la anticipe es meramente cootingeote, pero no lo es el bccbo de que el
iol'Cnción previsorn. La primera imp,esión ( ~est.~ es una csfe.ra pare- l:ulo oculto presente «algún» color. Toda ontigpación tiene on carác-
jamente ('Oloreacla .de rojo») es «borroda», negadil. b) Sin embargo, ter de ln,d.etc.rminaci6a, y esta indeterminación general constituye un
es posible que la prin1era impresión, en lugar de ser comple,amcn.te marco de libre variabilidad; lo que ese marco encierra es uno entre
anulada, se bago simplemente dudo,a en el curso del proceso. ¿Lo orros elementos de dei.etminación posiblemente 111ás cercana de la cual
fi_gura que está en la vidriera de la tienda es un ser humllOo, por solo sé que aquellos se ajustarán al marco, pero que se biÜao por lo
e1empJo, un empleado que está atareado -en la decoración de la vidrie- demás totalmente indeterminados. Tal es, exactamente, el concepto de
~ , o un rnADiguí ~tido? Existe entre uoJt y otra cr.eeocia, un coo• pasibilidades abiertas.
flicto, el cual peruute que aml;,as 3percepcioaes pe:rceptuales coexistan Las diferenciás entre posibifida.d es problemáticas y posibilidades abier-
durante cierto lapso. Mi.entras dudamos, nin¡,,una de las dos creencia• tas reside, an.te todo, en su origen. Lns pos.ibiliditdes problemiíricas.
es anulada; ambas mnnL~enen sus derecho$; ,runbas son motivadas n1ás presuponen tendencias de crecndas que están motivadas por: In si·
aún, postufadns ¡,or Ju .situación perceptiva; pero 1¡n postulado se tuación y se bailan en pug,;¡a u»as ro.o otras; cada una de eUns tiene
yergJ1< frente al ot.ro, cada uno de ellos discute al otro y es discutido algo que habla" su favor, c:ada una de ellas tiene cierto peso. Ninguna
por este. Solo nuestra resolución de la dudo anulará a uno u otro. Eo de las ¡,osibJ.lidades abie,:tas tiene ¡,eso alguno, ellas son todas igual-
ca.so de un:, situación de duda, ~~mbas creencias alternativas tienen mente posibles. Na e.'<:Ístc ninguna alternativa preronstituida, sino c¡ue
él_ car~cter ele ser «cuestinon~lcsi,, ,¡ lo que es cuestiqnsblc es sieinprc dcorro de un marro de generalidad están ígu¡¡lmente abiertas todas
clis~utldo ea .su se~. o sea, es disentido por alguna otro cosa. El ego los especificaciones posibles. Nado de la que hable a favor de una de
osc,la_'7"lte dos tendencias. Ambas ~r<0<:nci'1s son sugeridas solo coino elles habl,, contra la o tra. Una intención general indct,crmiooda, que
pOS1bilidades. El ego estn eo co,nfücto consigo mismo: se inclina o se manifiesta en .si misma en la modalidad ele la cer.teza, aunque de
cteer tan pron t.o esto, tan pronto fo otro. Esta JnclinS1ci.6n no solo u.na certeza emptrica o pr<.-suntivo -«b.asta nuevo aviso»--, lleva co.o·
significa la tendencia afectiva a las posibilidades sugeridas ~ino que sigo una modalización implfoita de la certe.za peculia.t • sus espedfí-
como dice Husserl. estas posibilidades me son sug~ridas co~o existe,/ cncianes implícil.:lS. En cambio, d campo de las pQsibilldades proble-
tes¡ yo sigo est.1 O aquella pos.ibilidad en el p1·oceso de tomat una máticas está unificado: en la ·unidad de la pugM y del ser aprehcon-
deci:tl6n, otorgo valide--¿ ora a· una, 01·a a la otra en un acto de 1tonta.r dido por la osdlndón disyuntiva, A, .B y C so'n conocidos .como en
pn,:1ido», aunque s(emprc obstaculizado para' llCV'.arlo a cabo. Esta oposición y, pot lo tanto, unidos. Sin duda, es muy posible que solo
actitud clel ego es motivada por el peso de las posfüilidades mismas. una de est•s posibilidades en pugna se ctestaq,u c cooscicntemente,
Al se¡¡wr acti.vame.nte uno de las ¡,osibilidades, durante cierto pet{odo mientras que las ou-as p _ ermanezcan inadvertidas en el trasfondo como
aJ .nle':J.os, t~1?1-? una decisión insta.otánea, por decir así, al decidirme representaciones vaclas y temátl~:unenie oo realizadas_ Pero esto no
por esa PQ$~b!lidad. Pero ~uego no puedo avanzar más pot la exigencia invalida clJ,ed,o de que se dé p.r eviamente uno verdadera alreroativn_
?e la ~s.11;,d,dad conrrar . 1a, c¡ue .también loi¡ra que se la juz¡,,ue con !:Insta ahora hemos examinado In concepción de Hu.setl, cuyo te01:la
.unpa.tciahdad y hoce qui,. me U1cl.inc á ciee.t en clla. Se alc:ao,:a la deci- .:le la elección entre alternativas~ de la mayot importonda ¡¡,•ra nues-
sión en un proceso ele clarificaci<Sn de las tendencias rivales por d tro problema, ya que, como tee!>t<fore.mos, todo proyecto conduce a
coa!. se hace cada vez m4s visible la debilidad de las posibilidades con- una vei:dnclcta olternativn pt'Obll'llliltica. '.fo.d o proyecto de hacer ,ilgo
trat1as, o en e) cual surgen nuevos motivos que refuerzll.D cJ peso lleva consigo la cantrapósihlliclad problemática de no b:icerlo.
predominante de .la primera. Como dijimos ant!'S, Husserl se propQso, CQn su teotla sobeo las
Husserl denomina a las p<>síblliclades y contraposibilidades c¡ue rivnü- posibilidades ab~ertas y p~oblem(ltlcas, investigar el origen de )as 11•-
Mn en':'e sl Y se oóginan en la situación de d,1da, posibitiqades pro- modns modalizncianes del juicio en la esfera prc,pretficativa, meón.
b~e.mát1C'4s o cuestú>nables; cuestionnbles, porque la intención de ,kci- [>Ot. la cual tomó romo ejemplos de cogitaciones ·In percepción de obje-
dir a favor de una de ellas es una intención cucstionadóra. Solo en tos d.d mundo externo. Con frecuend11 destaca, sin embargo, el car-.k,.
e! c,1sQ de posibilidades de este tipo, va.le decir, de posibilidades «que ter generl!l de es•• teorfo que se i:cfiere <L actividades de todo tipo.
uenen <tlgo a su favór,., podemos habLtr de ¡,robabi,lidad. •Lo más Pen.sa,m;is que nuestro nnálísw de los dos conjuntos de experiencias
.probable es que esa figura sea un hombre» sigollica; háy más ciréllns- que garantizan las practicabilidad de las acciones proyectadas coincid.e

97
,,\f

co,o. el resultado de 1,. distinción es¡abledda por Husserl. El mundo posible~ lo elección y la decisión; en par~lcuJ~, 1as llom~d,s- clccci1n
prel!upue$10 c,s c1 ma'm1 general de las posibilidades abiert•s, llll\gun• y decisión «racionales». Por lo tanto, la p".e~)S• del soc_(6lo~o, seg"!'
de las cuales tiene su pl}SO específico, y ninguna de las cuales impugna Jo cual el mundo sqdal comienza con la definición de l• Sltl!ac,.ó_n _equ, .
n las dem~$, en la medid~ ca que se cree en eUas sin discusión. vale al ¡>OSlulo.da metodológico de que el ~oc,ólago debe dcscri.bir IAs
En todas elJas se cree co,n certeza cmp'u:ica o p.r.es1.1utiva -hast-a nuevo a,-clooe$ sociales observadas t:01110 si ocurr~cran dcn.tr? . de un e.ampo
a\n$o, es decir, hu..:;t-n qac su.rj~ pruebt1s e.o conu-a.rio. ,Es la selccci6n ,inificndó de nltematÍVa$ verdade,·as, es decu:, de po~Jh\li?ade~ P';Oble-
efectiva.da entre la-s cos,1s presupuestas por el ·i ndividuo en su situa· m6ticns, no abiertas. De igual modo, el llamnclo «princ1p,? n1•rgtbnl»,
cióo biogr:l6camenre determinada lo que lransforma un conjunto ele. can imporraotc 1:,aa:~ la economía ~od.crna, . pue~e $e:r 1otetpre.tado
gído de estas posibilidades áhiérta,¡ en po$ibiUdadcs problemátíc.,s como el postulado científico de cons1detat las •c:wnes de .los .s_u.1etos
que .se ofrecen, de ahí en ádefontc, a Ja elección: cada una de ellas económicos obscxvados como si tuvieran que elegu entre posibilidades
tiet1e su peso, exige que se la juzgue con impa.rcialídad y maoificsta las problemática~ cbd,1s de an lernano.
tendencias en conflicto de las que habla Dewey. ¿Cómo describir de
modo más preciso este pr:oce~o de elección?

IX. La elección entre diversos proyectos


VIII. La elección entre objetos que están al alcance Hemos estudiado hasta a'hora el p,~eso ele elección_ ,7me dos o~je,os
~ctualmcnte a mi aknncc, y nmbos igualmente opterublc.. A. prtmera
Para simplificar el problema, comencemos por e,caminar el caso en vista laclecdón entre dos proyeetO!t, entre dos cursos de nca6n futu-
que yo no eenga que elegir entre do$ o más estado;; de rosas que mis ra pa'.,;ecerfa producirse ex,,ccamente de la misma ma~era. De hecho, la
acciones fotura~ deben poovocar, sino enu:c dos objetos, A y B, ambos r¡iayorfa de los estudiosos de! problem" 1<> la clecc,¡fo. no ba!'' hecho
actual e ig-unlmentc a mi alcance. Vacilo entre A y B como ent1·c dos ningun.a ~tlnci6n e1irre amb~,s ptOC"!OS. ral vez la ant:tgua dishnción
posibilidades igualmente disponibles. Tanto A ,;omo B tienen cierto entre -rey.v11 ,ro"l"'"l'I y W",{V'I ?<Tl']t~"'l, entre el arte de produ';1r y el
atractivo para aú. Me inclino a rotntt.r A; luego esta inclinación es 11.l'te de- adquiri,; -que 'Platón y Aristóteles tomaron de los sofma.-
supera~ por una. incline.e:ióo a tomat .B, fa cu.al es nuevamente ree_m 4

se rcfici:a • · este probleau,. Lu ptti.ncipnles clifetcnci.as é:n.tr~, las dos


p)azada por l• primera, qoc poT último prevalece: <lecid<l tomar A y 5iruaciones pru:cccn ser la~ sjguie.ntes: en cl cn5? de lá el~on entre
dejar B.
dos o má.s objetos, todos ellos actaalme~tc • m1 alcance~ 1gU11:1mente
1 En este coso, todo se produce como hemos clescdpto hasta ahora. UM
verdadera aJtc.rnativa, ¡,tt:co.Qstituida p9r 11ue~tras experiencias a_nte,
disponibles, las posibilid•des problem4ucns est>in, P?' a~f deciclo, ya
preparadas 'f bier1 circun!<etlpc.'lS. Como tales, su constituc16n estll fu era
riotes, se ofi:ece a la el<:eción: los objetos A y 13 se hull.an i¡¡ualm~nte de mJ control·1 rengo que tomar una de ellas o abandonar ambas tal
a 01,,1estro aJcan<.:e; es decir, podemos obtcne.clos con el mismo esfucr.. cua1 son. El p royectar, en cambio, es ·o bra .o;ií.n propia.,. y en este sen:
zo. Mi situación bíogclficn total , vale dec,ir, mls experiencias ~nteriores rido .e halla bajo mi control. !?ero entes de haber ensayado ,en ~
integradas en mi sistema actualmente predominante::: de lote.reses, crea imaginación los cu.tSOs fu tOJ'os de ~ acciones, d resultado de ~1
1.a.s posibilidades principalmente p,:oblemáticas de prderencias en acción proyectad; no está todavía.ª m1 alc".'lce y, ho_bJ.ndo en té(ml·
confticto, como dke Dewey. Esta c:s la situación que la JOayotía de las nos estrictos ea eJ momento de mt proyecc-16n no existen alternattvas
ciencias sociales modcroas consideran normal y soby!:lcehte en la ptoblcmátka's entre las canles elegir. Tocl,o lo _que ro•s 1at~~ se p_re·
acción humooa. Se: su:poac al hombre colocado en cualquier momento seote a la elección en forma ele una alternativa probl~_auca deb~
ante alternativas problemáticas más o menos bien dcliqidas, o capoci- ser pi,vducido por mí, y mieotrQs lo prodU2co, puedo ":oclif,carlo a m,
tado por un conj1u:1to de pre~erencias pata dcteroo.inar el curso de ~u
voluntad dentro de- lQs Umites de Jo practlcablc, Ademas, 1 este punto
comportamiento E,,ituro. Més aún; un postulado metodológico de las
pai:ece ser dtxisivo, c.n e l primee ca.so las nltemo.tivas que iSe ofrecen n
ciencias sociales modernas es que d compottamieoco del hombro debe
mi elección coexisten en simultaneidad en el tiempo externo: he aqui
ser explicado co,no si OCU..L"rie1'a en 1~ forma de nnn clccción enttc: po-
los dos objetos A y ,8; puedo apartru:rne de uno de ellos y !?ego volvet
sihili<lode$ problemátlcas. Sin ent.l'ar aqul eo detalles, daremos dos
ejemplos. o él; y hclo oqul aún, inmutable. En el ~egundo caso _los d1v"':50• pro•
••ec.cos de mis acciones futur.as no coeiostca .e n la sunuhane,dad del
El hombre qu<: acctúJl eo el mundo social éntre sus semtjontes y sobre ticm_p o externo: mediante s\1~ !tCtos ii:iaginq~vós, L1 mente crea. suce-
ellos, comprueba que el mundo sodol preconstituido le impone en todo
sivamente en e.l tiempo intew;,r los diversos proyectos, ab"'?donaodo
momento ~<1rios alternativas, cnU:e las que debe elegi~. Según In $0clo- un<.) c.1,.1 (uvot del otro y volvic.J'Jdo al primei:<> o, md$ prt!:c1san~cnl~~
logfa rooderna, el actor debe «definir J:i situación». AJ hacerlo, trans-
reci:eáodolo. Pero ¡,or y en l• t:rnnsició_n de "!' esro~o d!' concrcnoa
forma su medio social de «posibilidades abiertas~ en un Qlmpo uni.- a los siguientes, he envejec.ido, he ampliado m1. e~pcr1enc1_•; al volver
ficado de «posibilidades problemáticas» dentro del cual se bacct1
al ¡,rimero, ya no ,;oy el «m,smo» ',]Ue cuando ongmalmentc lo elaboré,

98
99
r
y por con~jguicnte el proyecto al cual vuelvo .¡m no es el mismo que
el que habfa abandonado; o, tal vez más exacta1neote, es el rohmo,
l que e,] ego en estado de dclibec•ci6n duda entre dos posibillcLides
- problemá1icas, ngregarfamos-- qúc conciben. como si fueran dQs
per.o modificado. Ea el primc:r caso, lo que $e o fi:ece « fa elecciót\ son pll.nros coexistentes tn el esp-a<:i<:>, como si e l camino recorrjdo hast~
posibilidades problClllÓticns co.::xíste.nt<:s· en el tiempc;, extcmo; en el ahora por 1a concieuci:l del ego se. b ifurcar,, en 11;1't cierto punto, y
segando caso, las posibilidades J?nta elegcr son producid. as sucesiva y el ego, colocado en e) cruce de cnmlnos, debiera. adoptar una d.ecisión
exclusivamente en el tíen,po interior, denr.ro ti~ la d1<réé. 3cerca de c,,,ál de ellos ha de segnir. Quien presupone esto comete
la falacia de simarsc en un momento en que la acción ya se ha .llevado
a cabo, viendo sin embarg<> el proceso d e la nc-iividad del nctor corno
si 111 bifurcaci6n del ca1,:,ino existic.rn antes Ja teo.e r lugar la dcli.
X. La teoría de La elección de Bergson betnció.o y toma.rse la decisión. &t., se <..-onfnnden el riecnpó en curso
y el tiempo pasado, la durlc y el tiempo cspaciafüado, y se ¡x,son ¡>Qr
&rgson, quien ha, de,,tacado m.J s que cualquier otro fiJóso(o la iropor- alto la irrev~sibllid~d e itrecuperabüidad_dcLti<:mpo. Antes de cum-
t.aocia de las dos dimcosioocs temporales - lo durée intecior y el plirse la acci6p n.o bt1b{a bifu.ccaci6n ni caminos lrRzadós; ni siquiera
tiempo esp-aciulízodo- pata l b estructu.t.a de nu~St.ra vida consc.ientc1 hnbía dcreccióo, y no se planteaba la cuestión de un comino, que solo
iovesc~6 en su primer libro -EnSdy.O sobre los dator im,rediatos de ba sido ttaudo por la acción cumplkl~. Lo deliberación no puede ser
la co11/:ie11cia (1899)- el problema de la elección ,b;¡jq <:$te aspecto, concebida tomo una osciJ.acjón en el espacio; coosi.ste fnfÍS bien en un
que plantea en conexión con su crítica de la.e; d~t.rína.., deterministas proceso d.inámico~ co c.l c:ual tanto el ego <."Orno su~ motivos están en
e iodeterminjsta.<;. Según explica; tanto los deterministas con10 los ut>O contitina etapa de devenir. E l ego, i nfalible en .sus comprobaclones
i.ndc;terminist.os basan sus cooclu$iones en u.na psicología asociacioois- inmedintai,, se:. siente libre y lo dcclarn; ¡,•ro en rodo intento de Cl<!'ll-
Ul. Su.stituyea la durée interior, <..-on su sucesión continua y la corriente ca.r su libertad, sucambe nccc8árh1.1nente a un simbolismo espacial, con
in~ercone><a de la co.n cicncia, por el Liem¡;,o espáci•lizado, en el cual toda• sus Ealacias.
C..'Oste uoa yuxtaposición de experieocias aparenteroeoLe ais13das. Nos Hasta aquí bemos ei<poesto las conccpdones de Bergson. Traducida •
muestran un ego que 11acila entre dos scntimieotos opuestos, que vo la tcrminolo¡¡út del presente examen, st1 erftic• está di.cigicla contra el
de uno a otro y finalmente se decide pot uno de d ios. El ego y los supuesto <le que existen pósib.ilidades · problc,ruíticas con respecto a
sentimieotos,quc lo mueven són osiri,ila:dos, ast 11 cosas bien deñniclas p,oyccto.s en un momento én q ue 1odovfa se ball•n ,ibiertM •oda:•
que permane<.-en io.ututablcs a lo largo de todo el curso de la o¡¡eracióo. las posibilidades. E l ego que vh1e en sus actos no conoce s100 P.o sir
Sin embargo, el ego, por el hecb.6 mismo de que ba experlm,:ntado bilidodes abiertas; las alternativas genuinas solo se hacen visibl,;s en
el ptim.cr sentimiento, ha cambiado antes de experimentar: el segando. una rctro:rpCéci6.n interpretativa, es cfecir, cnandó los netos ya h~1n sido
Por consiguiente, se modifica eo iodo momento dcl curso de la dcli- cumplidos y, de este mod<>, el de ven.ir se ba traducido en e,istencin.
be.tacióo; y no solo se modifica él oo.ism.<>, si.no que también se modi- Recordando nuestra distinción terminológica entre acción y acto, po-
fican los sentimicoJ:Os que actúan (agite) J obtc él. De, este mod_o, ~e cu:famos decir que, se~o Bergson, todos IM acciooes tienen lugar
crea un.a serie d1uámica <le estados int.e.rpen.c trantes de conciencia (l\.le dentro de posibllid•<les abierrns, y que las posibilidades problemáticas
$e refuerzan mutuamente y conducen a un acto libre por Un,a evolución se limitan a ectos pasados. \
narural. Si dljo entre dos acciones posibles, X e Y, y voy de una a la Esta tcorln no nos presenta nir,.gón prob!éma (atinqoe es obviQ qu.e
otra., esto signif(cu, dice Bc.rgsan, que estoy viviCado una ~críe de eso~ model~da según una 1;h1se 'especial de acd6o: I• de las acciones
estados de la mente que pueden ser referido$ a dos grupos, scg6n i~se.tra..~ en e l mundo exte.r.r~o) s_alvo que ofrece _u.n~ ~xp.licaci6n a me-
predominen u:U.s inclinaciones hacia X o a· su opuesto. Pero ..aun estas dras. Bergso11 seña.la tan1b1en, s1n dudi3 que el mdivtduo, ,co la auto,.
inclinacione!'1 o¡,uestas tienen uno. soJa y úni<1a existencia. real, ya que interpretación de sus 11ctos pasac~os, ¡:iene la ilusión de h:iber elegido
X e r no son mJs que símbolos de d if.eren tes tendencias de mi per-
sonalidad en -momentos isucesJ"Vos de n1i durée. En ·sentido estricto, no
entre p0$ibilidades problem,hicas. Pero no agti:,ga q,;e es el acto rea-
lizado 9 ,:to la acción, el que es anticipado ,nodo /tJturi exa.ti en_ el
son dos estados opuestos, sino una serle de estados sucesivos y dife- proye~to. Ya hemos vjsto que el ptó)•cclar es una rerrospecC'ión antici-
rentes por [~s que pasa d ego, que crc<:ep y se expaoden ~on tinua. pada en la funcasfo. En esra rctrospeccíón anticipada y solo en eUa, se
~~eote a medida que este ptiSa por Ias tendencias Unaginarias que ca.m~ in1aginrt la- acción proycctncla como realizad.a¡ los caminos posteriores
l"ªº dUiante cl proceso de deliber,¡ci6n cunndo cambia el m.lsm<> ego. a l,t bi.bacaciór¡ -conser.vru,do la metáfora de Bertson- bnn sido
As(, cunndo se habla de dos tendencfas o dos direcciones, se lo h1l.ce O'.ltu'cad<>s, aunque solo como tra2os de lápiz sob,,:e un m•p,, r no como
d~ modo. Pur:'mente .metaf6rico: en la realidad no hay dos tendencias pist~s en eJ p·nisaje. El ego gu.e in1ogina un proyec-r<\ mlS o cro pnsn; :1
nt. dos di~f.':J.O~es, sino so.lo un ego que vive y se desatrolh, por sus la par que crece y se expande, por un~ s.crie de estados sucesivos,
mosmas vacllaCJOnes, ·hasta que la u,ci6.n libre se •cpara de é.l como conduciéndose mientras tanto él<~~,.,uente como lo dcsccib!< Bctgsoo:
un fruto den,ru;1ado ~"~uro. J,,:t psicologfa asociacion.ista, igt¡almentc ocnsiderando solamente l:1$ posi.bilid,,des abi~rtas irtberentc:s a cada
emplead,, por deteanm,stas e tndétetminí$t.as, supone, sín emb~rgo, proyecto, como ya se ho explícado. Pero Jo que se ho proyectado ~n
tal proyecto (mejor dicho, en tal serie de actividades de fantA«o
'
100 1.
f- 101
.robos ¡,1".cillos son iguales, pero. se. indina a uno u otro fodo •i cl
socesiva,,) son los actos cumplidos anticip•dos modo /111uri exacti; por contenido de W)O de los dos platillos es más pesad,, qui; el otro. Un
en.de, eJ res:ulw.do d.e las -accione$ u efectuar, no (_as accione$ mismas ar~mento emetgcntc ototg• peso m:licio.nal¡ uruc idea .n11eva btll!a más
según se Uevon a cabo. Estos dlversos netos nntkipados son 1thorn alter- que una viej3; el temor de un groo dJsgus_t? puede pesar 1nas. qu.e
nativas problemáticas dentro de un campo unificado n1odo póte1Jtiali-. varios placeres espc1n<los. ,Llegar a una decisión es 1ant0 más '!íficil
tienen una casi coexistencia y se ofrecen ahora a la elecci6n. Pero su cuanto u:u.is los argomen tos opues-1:os_ se •ce-re~ o [)ála.r lo m•~mo.
cUC.'li.$~enc:l~ no es rná!í que unn cuasj~<."t)Cx.isteocia; es decir, los ~tetoS Leibniz considero inadecuado esce sim1l por v-A_rias cw,nés. fu, primer
proyectados son solo imaginados cpmo coeir:i.stentes: no están dúpo: lugar por lo ge,)eral oo se ofrecen a la decctón do$ eventuahdades,
oíbles " igualmente 11 mi alcance. Sio embargo, se hallan todos bajo m1 sino :nás· en segundo lugar, [:a$ iote,ncioo,~:; voli~ivas están vrtscntcs
c.-cnr.rol y permanecen en 61,J cuasj<x:ister,cia. hasta que hnya sido adop-- ¡,n cada ~tspn de dcllbe~ación y ded,¡i6n_; en tercer lognr, d equili'?tio
t-adn ml ckcisi6a de llevar a cabo uno de ellos. Esm dccisióa coasi.ste inicial no existe. Por estas razonest Le.ibru~ ~oma de ~os _escolásticos
en la jnte.nci6n de convt:i:rir uno de -estos proyectos en mi prov,ó,sito. las nociones de volición «antétcdente• y volia6n ,subs1gwente», a las
Como hemos v:isto, esta trat'Jsici6n ex.ige un «.fíat» vo11.1ntario que es cuales, después de introducir"' propio to?s•pto de volic\6n «inter-
motivado por cl motlvo «para,. del ptoyecw e legido. m<'clia,., his emplea de una manera muy ongmal para explicar el me-
Los motivos, dice Leibniz,• inducen al huml:,re n actuar, pero no lo canismo de la elección.
compelen • IJJ!.<:e.do. Es libte de oecar por seguir o no seguir ·s us !',egún esta ceoda, la volnn~d tiene v•r_ins etapas: ~l~do en tér-
indicaciones, y hasro por •uspender tol ckcd6n. Tiene la libertad .de minos genera.les, puede dccuse que con~tste en_ J;1 1ntlrn:t~~n u. Ucvn.t
la deliberación razonable; la razóo será su gufa oJ pesor los pros y los a cabo cierta acción, de mnner" 1,> ropomonal • su peso pos1t1vo mtrfn-
,;ootr-s de coda posibilidad. Podemos traducir ~m declaración • nues- seco. Este tipo de voluatad puede ser l lamad,a_ vol~tod ál!tccedente
tro lengusje del s.íguieotc modo.: tnn pronto como .les posibilidades de ( volont6 antécéde11tc), po,;que cacee~ de co.neinones Y cnns1~er~ cada
mi acción futura se hon con•tituido en posibilidades problemáticas peso posítiVQ por scpa..ro:do e.amo pos~dvo, sin.efectuar cornhtnac,ones.
dentro de: un campo Ullificado, es dC<lir, tan pronto como dos o .mds Esr,, voluntad producirfa su efe~to s., .no hubiera al¡~tulOs arg11mentos
proyettos se ofrecen a la elección, el peso de ca.da uno de ellos puecle contrarios mil$ fuerces que le ,mpedu1an ser efoc1·wa. La voluntad
ser discc.mido mediante ope,raciones .d.e jukio. El «arte de .la dellbc- intermedia ( volo,,té moyenne) se origina «:'l tales arauaient;os contra-
racióm,, el p~imie.ato por el cual los motivos en conflicto, después rios· efectúa combinaciooe~ tales como Ll.Olt un peso negatlvo con el
el.e haber pasado el cx11meo de la raz6a, conducen finalmmte n un pe's~ positlvo, y si este áún_ su~ern al priro~ro, la voluntad contin~:rtú
acto de vollción, ha sido cuidadosamente linalizado por Leibniz. Como tendiendo hacia esta combmnaón. Cou respecto a la voluntad fmal,
veremos enseguida, este se acerca mucho JII concepto busserWIJlo de Ja defini tlva y decisiva la volua tod intermedia puede ser considerada
decisión instanufoeu, y al concepta bergsonmno de acto libre que se como unn. volur'ltad ~tc:ccdeote, aw1que es postei:ior o la vofuntad
separa dcl e~o como un Eti¡to demosiado maduro. ,otecodence pum y primitiva. Lo volición final Y docisi".o r~sulta del
confllct9 de todas las vol unrodes antecedentes Y= combmac¡ones, las
que responden a lós pesos positivos tanto como las que responden a
los· pesos aeg:ttlvos. Es en cl concu,:so de todas estas volumades par-
XI. La ceoria de Leibniz sobre la volición ticuJarcs donde se origina la volici?n to.tal, coro~ en .mec:d.rticza el me,.. \
vimicnto cornpuesto tesulta de todas las 1:c11denr1a.1 gue conc:ur,;ea en
En su Teodicea, Leibniz enfoca este probleroa dentto de un encuadre uno v el mismo cuerpo móvil, y sawfuce igualmente a cada un• de
!.eol6gico-moral. Al prese.nt•t aquí su teoría, bemos separado su ami- ellas 9.( realizarlas a tod•s si.multán~amenre. E!st.a volioi6n final conse-
lisis ¡¡enernl de este contexto, y hemos reemplazado las expresiones coente es la que determin~J,, tlitce<:ióo dd octo, y de lo culll se d ice
«el bien» y «el mal» utilizadas por L eibniz por «peso positivo» y que todos llevall a cabo lo que_ quicrc:a, _siempre que pueden. De
«peso negatJvo» ( de las posibilidades prob)el)láticas atinentes), sin tal modo la función del razonamtcoto cons~te -en dcter1nLuar nuestro
establecer por cl momeo to, iatencionaln¡ente, lo que debe entenderse elección ~ en ccansfoaxiar !,as volontés on/lddimtes ca lo volonté íi-
por «peso positivo» y «peso negativo•. 11ale. Pero esta función es limitadd en varios nspcctos. Para oom.enzar,
Co,no la m•yoría de los problero.1s abo,dados I?º' Le;bniz en la Tecdi- In elección de lo ptdcrible siempre se prod11cc dentt0 de lo~ límites
c-_e(I, so análisis de ls volición se ocigin¡;i: eo u.na polémica co11 Bayle, del estado de nuestro conoci1nicnto (y este (."QOocimie.nto oonsi$tc en
quien comparaba el ol.rna con 11t1a balan7.a donde fas <azoo.es y las I:¡ tot-alidod de nuCSttllS e,,pericncias ptcvios). Pera esteconoclmieor.o
inclin:tciooés de la acción Oct)pan cl lugar de los pesos . Según él, po- no es homogéneo, es nítido o .cQufuso. Solo el conocimiento nftido
demos cxplic.'lr .lo yue sucede en los actos de decisión medin.ote la es el ámbito de la Razón¡ nuestros sentidos y ·nuestros posiooes brin-
bipótesis de q,u c l:1 bnlnoza está en equrUbtio .mientras los pesos de d <I.I). únicamente pensamjentOs confosos, de los cual~ ~Qmos escfavos
en la medida eo que oo logremos basar nuestras acctooes en un cono,.
4 S~úo Leibniz. Jos rno1·jvm ~e basan ,-ie,nprc: t;tt lru; «pero:pcicmcs•. eo el cimiento nítido. ];$ti! oi,runcióa suele J:Omplic;,irse por el hecho de qoe
;u:r:ipho .seotid,o q~ -así$ªª 111 e$te térmi.n-0, e$ decir. incluyendo las cpei¡iueñ.as
pcrcC:J.')Cl()llet•. nues.cros ¡,ensamJen tos confusos son experimentados con clnridad,

10}
l02
mle1>tras c¡ue nµestros pensamientos rutidos solo ~º"
¡,0Le1\cWmente . con todas sus ·te.Qdencias: en pl'1gno, no puede ser cQn<..-e:bida sino c9~0
daros: ellos podrfon set claros si estuviéramos dlspucstQll a empiear un proceso dinán1ico en el cu:11 e1 ego, ~us ~timientos, sus mOl:l"\·o,
los esfuerzos necesarios pa,tá dilucidar sus implicaciones; po-r ejecn_plo, y fines se ballan en un estado ele continuo de'\l_e nir _hasta que este
pc:¡]<!ttando en el significado de ¡:,,labras o símbolos, ecc. En segundo proceso conduce :ti acto Ubre. Paro Hu~serl, la situación ele d~~· en
término, y en esto Lcibniz comparte el punto de vista de l..oéke, In que el ego es¡á en conflicto consigo mismo c":" el camp? unificado
mente del homhte se inclina a efectuar juicios equivocados al com- de las posibil idades pcQbJemáncas¡ en una sene de d~1on0$ suce-
parar los placeres y disguslos pr=ntes coa los foturQS, dcscuidaodo sivas instantáneas pe,;o no finales, el égo adopta el parado de un• de
e.l hecho ele que este futuro se conve.rtitá c:n un presente y entooce-s
aparecer,! en plena proximidad. Leibniz compara e~Le Cet16me.oo con
y
las posibi)idndes c,;mtraposibilidades rivales, y disciemdo quel)uede
estar a fovor de cada una de elfas. Este proceso wotioú$ ba.sta gne lo
fo perspectiva es¡,ncinl: w,a pequeña dlstanda en el tiempo puede s.ituaci6n de duda cesa; o bien , co.o;i.o ~ce ~usserl .. porque se ~8
pcivnc:oos por completo del seÓtido de futuro> como si el objeto .fututo tornido una d<:cisi6n ron mala cOnCJ<!nClfl l6¡!1ca, o bce1\ ¡,arque •
hubie,a: desa¡,arecido totalmente. Con frecuencia lo que en tonécs d,ula se ba transformado en cette,,i: empí.r1ca a la cua,l, por. set
quedn. de l1H:i cos.11s futtttas no e·s sino 1,1n ..ooro.bre o un pensamiento meramente ero.pi.cica l1anH1 una t<Cet;'teza válida hat-ta ni;icvo avtso~.
ciego ( cogitationes caecae). En tal caso, puede suceder que ni siquiera Husserl estudia ea téi;,ninos d<' modalización la constitu<;ión de pOSl·
o.os plaolccmos lu cuesti611 de -si es necesario píe.ferir bienes futuros, bilidades problemMicas como condici6o. de toda. ele<:c1ó.rt P?s,ble;
,sioo que attocmos de acuerdo con n1~estras vl)gás impr.esioncs. Pe.ro Bc.rgson en un análisis de las pers~t1vas de: uernpQ 101plic':1das,
aul'.1 si lo hacernos, si planteamos Ja cuesd6n. puede ser que- preveamos de.s cribc' el proceso mismo de la_elección; Leibniz- sigue ~I juego
de ruancr-a er.rónc3 los $u<;e.")()S futuros o dudemos de-que ni;r.estr.a deci- cotrelaz•clo de las inr<:t1ciones volltivas que cunducco al fwt f.1n•l
$ÍÓn co.Q.duc.i:rá a las consccuer1cias ptevlstas . .En te.retar térmíno, eJ ele la decisión. L~s tres ceorías convcrgCtJ porque tod.. ellas se ':'b1~n
equilibrio J>eJ:Eecto de las razones que determinan nuestra elección u, medio del flujo continuo de la c9nciencla del actor que se_dispone
puede comparoxse cor, cl procedimiento de un cooto.dor al efectuar un a d~dir y no r«-oostruyen de mnnera rett'()spéctiva. lo que ha suce-
bal:ince. No debe omitirse ningúo J:Cogl6o, cada uno debe recib!J: su dido ,,ma vez tomad:\ la decisión, rcconstruOCLón que corresponde al
e<1alu3ci60 u.pxopiada, hay que ordenarlos -a todos cortectamcn te y ¡,or llamado punto ile '<lista objetivo del ob~ervador o del ego que se
último $1.unarlos cou exacticud. Eo cada unn de ·est..1s actividades ele autoiotctp.tet3 recúi:-ricndo a sus tX,perf.en.cia.s pasad~s (omo ltD obser-
ra,zona.miento se pueden coa,eu~r errores. EJl C1,.1!l):1.0 tétmino, para
v•dor de s( mismo. .
llegar n uóa CStimncióo cor,.eci::-. dt: las t"Onsecaencins de nuestra eJec.. Pero c;:011 tddo~ y por buenas ra?..oncs, se toman en cuenta ($S experien-
ci6n (a una «decisión perfectamente tacioo.al», como dirian lo$ cieot:1- cias del pasado que tiene cl actor. P:u• &r_¡;son, el estado acmul
ficos modernos), necesita.cia1nos domjnar varias técnicas que hoy de la meato el~ ull .indlviduo es Jo que es s1mplC111":ntc P?"'"º h3
siguen estando rnn poco elaboradas como en la época de Leibniz. vivido t,o das sus expetie1Jci•s posad.as eón det~tmloada mtcns1dt1d Yen
Ne=itaríamos una técni<;a p,,t• aprovccbru: lo q~e s•bemos ({'<IY.t de detetm ineda sucesión. En un pasa¡e de la m1sma obra <¡ue no hc~os
s'avi.fer au besom ce qu'on s1ri1); uoa técnico p·ara estimar la proba• citado, demuestra lo imposibilidad de <JUC el investigador Ped~a dec,_d •
billdad de sucesos futuros, en particular, de las consecueocias de 'cómo actuRJ~ Pablo en una situación concreta. Para adoptar 1n premisa
nuestras decisiones¡ y fuialmente una técnico paca dlsccrnir los pesos de que Pedro es capaz de realizar ,al tipo dé predicci?nes, habrl•
posi.tivos y negativos de las posibilid:tdcs problemáti~4S que se ofrecen qne presuponer que ha. vivido c~da una de las e!'penenet~~ de Pablo \
a la elección o, como los denomina T. eibniz, los valoJ:Cs de. bienes y exactamente con La rnisma incens1dad y c."On la m.Jscn·a suc;es1ón , Y que,
males. Solo ento1,1ces podrlámos obJ'.ign la esperanza de dominar lo po~ cónsiguiente, él (lujo de ronciencia de Pedro debe ser exactamc~tc
que Leibniz llama el Hte ele las consecuencias.
r
Como eJ'I las teorías de Husserl dé: Bergson, tarnbiéo en esta es el
el rn.isrno que el de Pablo; e.n resumen, que. Pedro d.e be ser J~ént1,<'<>
a Pablo. La teoría de Hu.sser) ptesuponc 10?".
l1t esfo~a de. expenencrns
ego el que, en el proceso vivo de fluir de la conciencia, e.rea las po•-i- ¡,,;c-preclicativas únicas en la, cuales se orig¡na la sau:1c16~ de duda,
bilidades ~ue se ofrecen a la elección, y es uuobíéo d ego el que toma C<)n su_ constlt'UGión de posibilidades problemátic~s, y úmca! en lru;
J. decisión final en el coi-so de este proceso. Las «percepciones», que ccales cada posibilidad recibe su «peso». Y tambtén la ccr".dumbrc
pnr:a Leibniz no son _aada 01ás que Clmbios de la mente _mjsma, crean ca la cunl se trarusfot1u• la duda es simplemente mm certidurobre
mediante sus soJicitacioo.cs las inclinaciones, o sea. las diversas •vo-
lontés drttécédcntes», que tan pront:o como interviene la razón ex:an1i-
r
cmpírim; una cei-ticlumbr~ c<:hei;cnte, ~ompatible' con nt;c"!ªs expe·
riendas ptevf0s. Pum Le1bruz, «cl bien» y «el ronl», teruunos. ~,Je
nadora SQJJ paccialm~te conu:abu[ance•das ¡:,Or las «vrJlontés moyen- Mmos c"'ducido como «pew P.Ositivo.. y ~péSO negaüv~·· se ref,e:rc.n
11os». As[, a la 1.endencia sucede 1.a coou-atendencia, hasta que el a experiencias anteriores de:1 tictor~ así como a la acttvtdn~ ~attunn-
«motivo p,.ira» del nroyeao preffleciente conc!uce a la «voümté ,·on- dora de la tH7.Ón, medlnnte la ottal las diversas «volontds a11t.eceden1cso
séq11ente, dfcrétoire el dé/initive•, basta el fuwde la vol\Ultad: «ico- se transforman c11- «volontés moyenne:i.,.,..
meacen10:;!~. Para Be.rg~a, la e.l~cción es simplemente 1,11,a serie de
suce..o:os en la du,.,t!. interior, y nunca una oscilllci6n entr.e dos cooJu.ni.os
de factores que C(lffistcn en , J iiempo éspacializado; la deliberación,

104
105
r posible la daridad totol de todo• los elementos iocoq,otados al pro-
XII. El problemn del peso ceso de elec,;Jón, o sea que es imposible: una ocd\lu 'fP<r/t<'lltm./mle• ra-
cional. Esto e.s así, en primer 1értoino, porque el sistema de pl1111es
Debemos ,rhoni ex,wiinar el origen del «pe.so» de las posibilid•ck:s y sobre el cual se basa la co.ostllod6o de alternativas pertenece a l0$
contr~posibi Ud•des, del «bien» y ·el «mii),. de Leibniz, como el pe~o motivos del tipo «poi:que» de &u ao:ión y e.s revelado solamente a la
positivo intrfr,seco de «t'Q/or;/é an?écédenth o el peso negativo 'd e observación ICtros~tiva, pero pcrmonece oculto para el nctot qu·c
una «volon1é m o,ye11ne». Volvamos a auestr.o e jemplo de la ·e.lec;ción vive en sus act.9s orie:nti:ldo solamente a sus motiv()S «·paro» que úeoc
entre dos proyectos difer.ecltes. ¿J;'ucde de.c hse q_ue el «peso», el en vista; en segundo término, porque su cooociO'liento, si nuestto an~.
~bien» o el ~mal!>¡ atribuído o c:id~ uao. de ellos es ioher~~ al pro- lisis es conecto, se. basa en su situad6n biogróf:ica,mente detetmi.nado
yecco sspedf,co? Al parecer, tal afJrm•c16n carece de s,gnificado. El que selecciona, en el mundo que simplemente ~e ptesupone, lós ele-
proyecto i¡,ism o no crea los pau:o,Qes de los pesos, del bien y el inal, mentos significativos paro su pt<>~ito, y es t.1 situad6n biográfica-
de lo positivo y lo negaúvo¡ en $Úllesis¡ de fa evaluación, si110 q11e el mente determinada, tal .como rige eu el momento del ·proyecto, c~ro-
pr()yecto es evaluado de acuerdo con un marco de refe,roncia pre- bia en tlcurso de las .oscilac.i ones c,ntre la,s alternotiv•s, aunque solo
existente. Cualquier escudían Le de ética está familiarizado con Li an- se,i P!)r causa de la experiencio de e."t-a .misma oscilación.
tigua contrQvecsia sobre valores y voJor.aciones que esto cotrafin. Pero
e l problomo que encaramos no nos e,dge en1bntcarnos en tal discusi6n.
Nos h•stn coo señalar que el problema de los pesos positivo y oegátivo
tresciende la sicuad6n real de lllla decd6a · y decisión concretas, e XID. Resumen y conclusiones
indicar c6mo puede e><p]k~.rse e~tc becho sfo recurrJr n {a cue.stióo
metafísica de la existenci(, y la tndole d~ (os 11alores absolu tos. Nuestro an~lisis --que intencionalmente hemos limitado a la situación
Ya al referirnos n Ja noció n de i-nterés, hicimos notar g:u e pnra el de l,i vida cotidiana de fa elecdón entre proyectQ5- p:,rtl6 del mundo
ll~tor uo ~:,;te el _interés aislado. Desde eJ comienzo, los· intereses se presupuesto sin discusión t-omo campo general de nuestras posibilida-
camcterJ.zai:t por: halla ~se hi.tetrelaciooados con otros in Le.reses ~ra des abiertas. Noe.stra siruadóa bioh'%áficnroente determirud.1 elige
formar un sisten1~. CQrno corolario de esta aElrmoción, se desprende como s.ignific.'ltivos para nuestro propósito ciertos elementos de este
que también las acciones, n1otivos~ fines y medlos, y por consiguiente campo. Si esta selec.d óa no encuentra ningún obstáculo, el proyecto
los pro yeció~ y propósltos, sor¡ salo-elementos entre otros -elementos $C transforma simplemente en un ¡¡,oopósiLo y In acción es llevada a
CJ;Ue constib.1yeo LID sisteoJa. Todo fin na es. sino un medio para otro cabo co.m o co$a natru:nl. Si pot la rnisma vagucclád de nuC8tro con~
fia; wdo proyecro es ¡,royeca.ado dentro de uo sistema dé orden su, cimiento a mano en cl momento de elaborar el proyecto, se plantea
pecior. Por esta misma razón, t0da elección cntte proyectQs s e refie~-e una situación de duda, entonces algunas de las pos.ibilidade.s antes
• uo sistema previamente eJegido de proyectos conexos de un orden abiertas se hacen cuestionnble.s, problern:lticas. Ahora se cuestiona una
superior . .En nuestia vida coridiana, nuestros f;ines proyectados son pacte dcl mundo que antes ei:a presupuesto sin discusión y, JlOr Jo
medios den tro de un plan prcconccl>ido espécíiico - paro la hora o canto, indiscutJdo. La decisi6n retransforma lo que se ha necbo cue;¡-
para el alío, para el Ltabajo o p,,ra d odo- y todos estos planes espe- tionable en una certt:za, pe.ro una. certeza empí.ricu que es nucvamt:ntc:
cl,ficos cstáa sujc1os • nuestro plan ele vl<fa, que es el más uo.ivers•l y un elemento indi$0.1t:jdo de nuestro coooci.n·üento, al cual se prf:Su¡>0nc:
detern1 ina {I los su_
bordinudos., aunque estos se cqnrr,apongan unos con hasta nuevo aviso.
otros. As!. toda tlecdón se refiere o decisiones preexperimcataclas de Nuestro análisis, auague cxteuso. oo ha podido dejar de ser muy es-
un ordea superior. sobre las cuJtles se Qasa la nltema:tJva inmedirtta, as{ quemático. La:s nociones de «interés~, «siste.m.as de i.ntete.sesl!>, «signi-
ccmo todo dudn se refiere o una ceic1idumbJ,'c l:mplrica prcex~Imen- Ucativida.d es• y, .ante túdo, el concc_pto de mundo pl'esupoe.sco y de
reda que se b:1ce cues tionable en d proceso de fa duda. Nuestra e:tpe• situaáón biog;ráfkatoente determinada 60!> más bien iítulos corres-
rienda previa de esLa org~in~acl6o superio1· de p;foyectos se encuentr:a pondientes a gn1J?OS <;le problem:is que debe.o ser investigados. Para
en cl ~damcnto de_ Jn,< poslbilid;,dcs ptoblcmátlcas que se ofrecen concluir_, se nos _pen:hitirá qué: iodiquemos dos cuestiot1es importantes,
• la e!CCC16n, y dctc.rmmu el peso Je cualc¡uie.r pos,ibilidn& su cru;áctcr en especial para las dencl:t$ sociales, a las cuales q,iizá seo po,ible
posjtivo o negá-tivo Jo es úoican1enre con .rel-erencia a este .sistema de aplicar proveclws!!.~~)91;~tados del aruillsis anterior.
o rden superior. Poro lo• fittes ele esta descripción puea¡n~nte forn1ru l.u priiñ~ ! .ef~~ u.la coJ!le[Cnsjón ,d e hu,cción del actor p/)J:.par11,
no hace falta ningún supuesto con re•pecto al contenido especifico efe su_ seinc¡ante, es decir:, de.quien observa la acci6np, curso Y" rum•
del slstem3 superior implicado ni ií lo existencia de los ll=ados ~va.- pÍÍcla déntto del m=do socfal . Nada garantiza que el mundo que el
lote.s abso]ucos'», ni ~e necesita nlngu 1ta prem(sa en c uanto a la CS· actor _prcsupooe subjetivarue,tte sea también incuestionable Pª"I el oI:,.
u:uccura de· nuesu:o conocinúe,lto previo, es decir, ca lo que r.es¡,ecta SCJ:Vudor. El actor puede suponer que lo que él presupone se hulla
a su g~ado ?e c)acidad, cxpliciu,d, v•guedud, etc. Por el contrario, en también (llera de <luda paca ,todo el que sea uno de nosotros», pero
c:,:iJqwer ruvcl de vaguedad pu<><lc repetirse cl fenómeno de In dcc- ia validez de esto· premiso con respecto a un semej1t0te determinado
c,ón. Desde el puato de visti, del actor en J. vida c-0tidiana, es ira-

.J07
106
depende de que se haya establecido entre ambos una i¡'énui.lw relación
Nowttoo. Pero aunque así sea, la situación btog;áf.icamonte determi- Segunda patte. La fenomenología y las
nad• y, por ende, 1n selección de los clementos significativos en trc
las posil,Ilid,¡des abiertas del actor y el observador no puedea sino ciencias sociales
sc:c diferenres. Además. el observador no participa con inmediatez et1
el proceso de elección y decisión del actor, aunque se le com.uniquen
algunas dé sus etapas. Debe reconstruir, a partir de b conducta ma-
rufiesta que se lleva u cabo, ·a purrir del acto, los motivos subyacentes
dd. tipo «pru·•• o del tipo «porque» del actor. Sin ·eroba<:go, el hombre
es capaz de compren<:ler a ou semejante al menos cu cierta medida.
¿Cómo es posible esto?
La segund,i cuestlón se refiere • la índole de la idealización y la gene- •
rallzacióa que efect6/l el especialista eo ciCJlcias sociales el dcscribit
los acciones que tienen lugar dentro del mundo ~ocia!. Por una parte,
no se permite al cspeciolis:tá en t;iencius sociales presup<>net el mundo
social, es decir, roosidérarlo como sirÍlP.lemeote dado. Su <1pfo.n ge-
ocráh consiste en cues1joo.a.r. csre mundo, en investigar su estructura.
Por otta parte., como itl·vesLig11dor. y no como un hQmbtc eotte sos
semejantes -cosa que por cier,o, tarubíén es-- Jo que establece qué
es significativo para su act1.taci.ón científi.ca no es su situación hiog:clfi-
camentc dctcrminadn, o al m ~oos no lo es en el mismo sentido del
actor en la. vida cotidiana. ¿Puede referitse y se refiere el experto en
ciencias socia.les a la .misma realidad del mundo social que se p_cesenta
•otc el actor? Y t:11 coso afitmotivo, ¿cómo es posible esto?
Responder a cualquiera de estas ¡,reguntus exigirla investigaciones de-
talladas que sobrepasan en mucho lós lúúites del presentc examen.

'

108
l,·
. __
,
¡Ji.
1
4. Conceptos f uodamentales de la
fenomenología

l
En un comentario b1bhográflco sin fit:mo, public•clo en un númeto de
la A111erlcan Soc:iologic:ul R~view y referido a 1:.-t literatura fep..orneno-
lógi.c a_; se deplora que escos escritos sean casi inaccesibl~s bá$L;1 para
mucb,os Eilósofos, $in hablar yo de los és1;>ecialistas en ciencins so•
cinle:::. «Según p:11.'ece, teadrern.o s que cspe.t"a.r Ja aparición de interprc•
tnciones popularizadas ames de que Se pueda cledr mucbo ncei:c• ele
l,s rclitcion~s entre ht fe,~o~enologfo r las ;icll<;íss sociales»!
l'or dcsgraoa, esta clescrtpaón de ·1. slluaCJ.Óft no es cx~gerada. Hasta
•hora, los cspeci;,lístas ca ci,eoclas sociales uo han ball•do un enfoque
adecuad.o del rnov-imiento fenomcool6gico iniciado poi· los cscrltos
báslco~ de .Eclmund ;Husserl en las tres primerás décadas de t1uesno
siglo. En ciertos sectores, se con.id""" al fenomenólogo COtn9 una
especie de adivioo, un mctal{s\co u ontólogo en e] s~ntido despectivo
de estos tétt'r'rinos, y ea cualquier c.m,o, como u un it1rlividao que
menosprecia todos los ber.bos empl.ricos y los métodos científicos más
o anen(}S establecidos que han sido concebidos para reunir e .intei·1,a·e.
tar tales hed,os. Otros, mejor lofonnados, pieosan que la fenol).leno•
logfa puede tener alguna $Ígni.Eiq,ción para las ciencias socúile~, pero
ven a los fenomenólogos como UD gtupo esotérico de lenguaje in.c om•
prensible l'ª'ª todo el que no per tenezca a él, y del cual n<¡ vnle la
pe!l> ocuparse. Un Lei:cer grupo se h• fo11:nodo una idea vagli, y en
su mayor parte ercónea, de lo que significa la fonomenolog{a, sobre
Ja base de nl¡¡unos Jemas empleados por autores que solo p.i;etenden
ser fenomenólogos sin utilizar el método ele J:{Qs;<ctl ( como Tbeodor
Litt). o pót fenomenólogos ( como Max Scheler) en escritos no fe.
DOroe.nológicos- rc.ferjdos a temo..s propio!S de Ja-s cien.e:iás socia.les.
Con excepci6o ele ooás pocas ob~aciooes que se h,illarán en los
páginas finales, este artículo no pJ:eteode ser un examen de las te,
laciones et1U:e fa J,enomenologf.a '! Jas ciencia• sociales, ni siquiet:1 una
inierp(etación «popula.tlz'1da» de la fenornenologla pnta los el!'pertos
en ciencias sociales. Por L'egla geoerul, todo intento de reducir .la
obra de un groo Eilósofo a, unas pocas propos(ciqnes básicas, Cóm-
preosibles p~ra un aLLClltorio no fomi.liácizódo con su pensamiento, es
un• empresa impOl!ible. Y en cuan,o • la fenomcnoloafa de Husserl,
existen ~<:le.m.ás vatiu dificultades especiales. La parce publicada .de
:;u filosofía, que se caractc.:.riza pot una preseot::i.ción condensada y
un lC.Oguuje sumamente técnico, tiene un carácter bastante fragtnenra-..

1 /Jhlerica11 Sociologic/4 Rt!view., vóJ. 9>· 1944, p4g. ) 44,

fl 1
T
rio. H.usserl consideró esenci;ú teplantcar una,' otra vez su indagación meoologit!I como una metafísica:, I)Ot' su admi~da renu~ncfa a acepta:li
de los .Íwiclamentos, no .wlo de la filosofía m.h;ma, sino también de .crfticame.nte el carácter dado de l<!S percepc1.o nes SCOSOIJales, de los
todo el pensamiento científico. Se propuso Con dló revelar las presu- d~to~ ·biológicos, ~e fa s?"ie~d l:' el .!":"bicote, c?mo puntó de partida
posiciones iroplkitas coque se basa todo ciencia del mundo de la naLU• incliscu tibll; de fa , nvest1gacton filosoñéa. Ademas, el uso po~ H1;15~erl
raleza y de los entes sodalés, e incluso la filoso(fo actual. Su ideal 1 de ,ugunos rérininos infortwmdos, como W cstrnsschau, ha un~dó
era ser un «principiante» en fílc:,soE!á, en el más fiel sentido ·de 1a • .muchos n:conoce.r en la fenoo,enologfa un método de pensamiento
pll.iab~a. Solo laboriosos no.áHsis, wiR audas <-ohereocia y un cambio filosófico.
radJc,¡J en nuestros hábitos de pensamiento puede ¡,ermitu:nos revelar En e(~cto se trata de un método, y tan «cieot1fico» ~nlo cualquie.ríl.
la esfera de una •pcimera filosofía» que cumpla con los requisitos de Eo las p~giruts siguientes P'?cunut1os ¡,r";'entar :11&unos e jCmJ?IO~, .e n
una «ciencia rigurosa» d¡goa de tal nombre. lenguaje no técnico en Jo posible, ¡,ara 1J1dlcar cuales son lo~ ¡mncip1os
Es verdad que se sucJc llamar riguros::u; ,:i tnucbas ciencius, aludiendo bá.s icos de este método y cómo operan. Esto supone necesanamente un
por 19 ¡¡enek-al, coa éste. téxmino, • J~ ¡,osibilidad de presentar el con- exceso de simplificación e inexactitudes. La IÍnica justilicacióo de este
t,:nldo denH6co en forma matemática. No e.s c.ste el sentido ea el cual intento es la esperanza de ellminnr alguno,¡ de 10$ prejuicios ~~rr\entes
Husserl empleó el término. :Parn evi tar todo malentendido, se cfobo contra In fcnomenologÚl, lndudendo tal vez al lector a fa.mi11arizarsé
des[)Jcar que Husserl, discípulo de Weicrstrass, era un matemático e«- con el .:stilo de pensamiento filosófíco de Husserl."
pe.tto que obtuvo su doc.tor-ado en mace-m,á.tica sobre la base de un11
tesis referente a la Eilosofla de la arianética. l?ero su profonda com-
prcasj6n del pensamiento roatemát.ico y su admiración por sus logros
no le impidió ver que tenia li mitaciones. Sabía que ninguna de las
Hamndas ciencias riguxosas, que con tanta eficacia utilizan el leng·~ •- II
je 01.ateinático, puede conducir a la com1>rensi6h de nuestras .expe-
riencias del mundot cuya ex.isrencin aquellas pl,"es1,1poue.o de manera úi búsqueda de un ámbito de verdad indudable c-01110 punto de partida
nctltlca y pretenden medir con los teálJ;sos correspondientes a la es- del pensar f.ilosófico "º es nado nuevo en la filosofla n,odcroa.. Por cl
cafo de sus instrumentos. Todas las ciencias empíric:,is se reoeten al c.ontrario. puede decirse que esta comiertz-s con el .fomos~ mte.nto
mundo corno Citado previan1ente; pero eUas y sus instrun1ec1tos son cartesiano de alcanzar la certeza :ibsc;,luta dudando s1steruát1c•111entc
en si mismos elementos de este mundo. Solomeilte arrojando uno duda de tocias nuestras apetieocias pasibles de cuestior1ami.e nto. 'No bac,:
Cilos6J:ica sobre las presoposicíoneo lmpUcitas de todo nuestro pensa- fol to entrar aqu.f en el e,ramen del camino pecu.lfar •doptado par Des-
cortés ea sus M6t/.itai:iones, do®e intentó establecer el ·"Cog,to, ergo
¡, miento habitual, cient:ffico o no, podremos gorantizar la «eK.llc-titud»,
s"m» como la certe?.a Indudable que reside en la hase de todo nuestro
no solo de t,,J intento ftlos6Eico, ~ino también de todas las cieJlcfas que
dlttcm o .indlrecmme¡u,c abordan .nucstrns c,q,¡edepcias del mundo. peru.ar. Pero parece couveniente .destacar la im¡,ortancia c;le su pensa-
Según es¡;,eta H usserl , eM investiguci6n resolver:! también las llamadas miento bilsi<;o, $U insi,teocia <:o que todo 616oofo debe llevar a cabo,
crisis fu.oda.iueotales de ciencias tales como la lógica, la O'hl.tenlática., la por lo menos una vez en su vida, el esfuet7.o tadical de ex3:a!in~ Crí-
Eísico y la psicól<>gfa, <i_ue se han ·hecho evideátes en nuestro tiempo ticamente todos los do.tos aparentemente dados de su~ experiencias y
'I amenazan n sus resultsdos en np-nticncia nlás segi.1i:os. de los elementos del flujo de su pensamiento, y en que P,l't• ello debe \
Este esbozo del objetivo general de Husscr.l puede explicar las gran- i:ecbazar la actitud acrfüca hacia el mundo ea que vive ingenuamente
des cüHcultades que encuentra q~ieo, o1 c.o mcoznr a esnidiar 1a fena- e:ntte sus scrnejantes 1 si.n pl'eocoparse por si este mundo de su vida
menologfa, intenta clo•ilic:i.r esta fJJosoffa mediante alguno de los üJtidiana tleo,:: el carácter de la cxistcocia o de fa mer• apariencia
rótulos librescos habituales, como los de idealismo, reolismo o empi- fundamcot'.tl. Este descubtirniepto cartesiano ahrió nuev0s< petsP«tivas
ris.mo. Nioguoa de estas clasificaciones en escuelas puede ser ade- a todo oensamieo to filosófico fururo. ·
cua~runente aplk•da a una filosoffa que las cuestiona a todas. Bus,, Si bien las medi taciones de DeSéartes fuel'<)o el modelo principal de fo
co.ndo un verdadero con,iei:,zo de todo el pensm:nic:nto filosófico, fo fenomenología de Husserl, este consideró que aquel .º º llqJ6 a. fondo
fe119menologfo espera termi.na.r, uon, vez plenameote desarrollada, aUí en su análisis, y que aunque tuvo en su mano Ja d a.ve de \tn gr_nn
donde comlcn,,nn las ftlosoffas r;rad.icionales. Su lugar est~ más allá des<...ubrimíeoto, vaciló en utllizarJ~ en extr:ie.r 'SllS cunsecucnc:1:,lS
- 1nejor dicho, antes- de rodnS las distinciones entre reaUsmo e inelu.dihlcs. Es cierto que estableció el ego cogilo íodadoblc como
idealismo. origen de todo nuestro conocimiento, definiendo de este modo el
Además, esta~ observaciones introductorios pueden eontribuir a ell-
míunr uno difundida confusión respecto de la natnralez,, de la fenome- 2. El artfcolo de lvf.a.Nin Farbct «Phcn.orocnology» ( en DaSobert O.. RnpcsJ
ed.. Twenlieth Century fhilosoph1, Nuev11 Yock.1 194:3) y cl cx~teotc libro
nología: la creencia de que esta es anticienttfica, quepo se bnso en del mismo auto.C' Thc foflndption of Pheuonll'llology: Edn,und R¿,nerl and lht
e! análisis y la clescripci6n, sioo que se origioa en unn especie de Qucst jo,- a Ri.gtiurous Stience o/' Pbilosopb'j (Cambridge.~ _liifas$.• 194}), dd,,en
íutuición. inc:ontrohblc o una revelación metafísica. iun muchos es- sét coosjd~ cómo las mejores introd,;u;clonC'I a los csa.tros de J-l;ussccl Y es--
tudiosos serios de Jn filosof!a l1an sido indt1cidos a clasificar la feno- tuc.H11dos cujdadosameote at1tes de en<:arar la l~rn ñc c:stól>.

!12 11}
f~ujo de pe.r¡samümto como el campo de rCJ<ln ulrcrlor lnvestig•aión III
Eilos6f1ca. ,Per() no Advirtió las Jmplic,ciones otulrns en ambos té.r-
minos de este ego t;ogiJo. Elfeoo n,enólo~o no njega Jo e:xistet1cü1 <lel inundo c~terno, pero, para
C:omc.nzando por este 1füimo eoocepro, Descartes cons,deró las co¡¡ita, sus fines anaütioos, decide suspcader l>l crcenáo eu su existencia~ es
Clones que aparecen denrro deJ fJu¡o del pensanuento c<¡coo entidades dc..-cir, abstenerse ínteucionaJ y sis1emáticumente de- todo juicio ccla-
aisladas. Tampoco advirtió Ju tora·] inrerCQnel(ión del fluio del pons~- cionndo dire(.·ta ,, ind..i.rect.amentc: ~Qt'1 la. existencia de.1 mundo externo.
tnJ.c.nto .en el ciernpo jllt~rior. ni l!stablecí6 una dis tinción Jo ba~cantc 'fomando términos de la técJ'•ica mat~1nár:1c:;1, Husserl .lkuna a este
radical t'Dtr; el actq de J>•_ns,ir y el objero del pensamiento. Mis procecümie.s1ro «ponc:c d. Tn"1,tndo entre p~-tréótcsis» o «ef:ecwar 111 re-
•d~J.101e.scra nbo~dado el pr1rner p roblc:ma., el d e I• .i nterconexión del ducción fenomcnológic»». No hay nada dé nústerioso en estas no-
flu¡c, del pcn.s anucnto. El segundo. '!º
fue solucionado sin<> cuando ciones, que son solo no mbres para cJ J.'~UL'SO té.cuico mediante el cual
la fenomenQlo¡¡ía radlcallza c,I método cartesiánv d~ In duda füos6-
F_ranz .B.r entMó, d macsrro d e H}'sser~ d eseubrió el cor<lctcr ip(e'fi-
c1<ma~ de iodo nuestro pensar. Segun Br<:atano, cuolquiera de nues1tas fica, coú d fin de ir roás •llá de la «ci.itµd na.turol del hombre que
exper-1;nca..as, tales ~mo apa.reeen .en el flojo de nuestro pensam iento. vi;v-e en eJ mundo que acepta, ya sea realidad o mera t1p:1dench1.
se ccfJe.ren occesanan1ente ~d Qb1é.to c:xpcrimentado. N o exis ten el El pasaje de L., 11ctirud que tiene el hombre hacia el mundo en su vida
~~amrento, el remo:í, la fantas.í~ a eJ recue rdo ct;:,mo ta1t?s ¡ codo pén- cotidiana y su creencia en él a la. actitud dd filósofo, quien por la
sruruento lo es del ob¡cto pénsado, todo remor Jo es del objeto temido misma tudole de su problema está qbllgndo a ,:,,chazar toda presopo-
y todo recuerdo lo ~ del objeto recordado. s-lci6n que no resista Ja prueba de su dud:i c.rítico.., es ttdroi1.td.an.1ence
l?ára. desipar ces<• rcla_ción, .Htiss':'tl acuñ6 el término J;écnico de «in- artificial. El propósito de esr.a técnic,, es solo alcarv"'r un nivel de
r.enooo.a.lida?»·. El caracter u:-tc_nc-1_of1:\I ~e ~oda.s nuestras cogit¡1c-Iones certeza indudable que se sitúe más 11Uá del d éuni.nio de fu mera on:•n·
supone nece~aua.r.ne.nte una d1~.tinc16 n ra 1,antc entre el ílcto :1 de pensar, cia; e.n ou-as palabras, r evélar el :lmbiio puro de la conciencia. Có-
temer, recordR.r, etc., y los obJetos a Jo:s <;ufJÍe1; estO!i qctos :;e refieren mo ..,;e explicará más adelante, este ámb1tó pu to de la cooéiencja
Hus~ctl profundizó ~o~jderabft:mentc la Jnvesri!tu,c.ión deí cars.ic-te.r w: y
paed~ ser cxplocado y descrJp,o por ,s[ mismo, puede. ser anal4ad() y
1 tenc.u~nal d~ las ~ogitacrooes, y coa frecucr,cia d edató que el ámbi10 caestionndo en cuanto tt su génesjs. 4 Si esta técnlcn logra $ U objetivo
1 de la 1.0t~uc1onalidad es~] r~mB Fi,indamenraí d.e la investiAaci6n feno- -como lo o.ree. el Eenomenólo¡¡o--, si ayuda realmente • posibilitar

,l meoológ1ca. t uego .bobta·que v<,> lvcr • las i mplirncio ne~ que ;¡nderrn el
<:onccpto d e ihten_cionalidad; aqw solo nM inrercsu el hecho de qoe
el concep,to cartes.iano dcJ flujo de las cogit~cfr,nc:.. puede- 'set raditnli-
un3 inves-tig;1cil')n d·e ntro de la esfera pur-ifjcada de la vida consciente,
en lo ,cual se basa.o todas, nuestcas c.recpcin-s, co~onces luego podemos
-volve.r de est1 esfera apr-iorfs-Lica1nertte reducida a la es:fern mundona .
Puesto que a cada cltterminación cmpfricn dc!ntto de. la última co-
.:ti• zado e.n gran medida se.ña lsñdv &u cr.rácter incenciooaJ.
(?tr:n radicalización parece nece$.tri:l con respeJ:to til ('On<:ep(o carte- rte$ponde necesa·t iamentc una <:atQcte.rlstica dentro de ln primera,
sr"?o del ego, cuya cxis'tcnde indudablo foe el ré$U.I rede, d e sus medi- podemn$ confiar en que todos nuestros descubti'micntos dentro de In
tac~~n~s. Coi,no h:mos visto, el método c::.trtc;:siano supone un ·cambio esfera ,:educido r esultarán tAmbién válidos en la es!cta muJ1dana Je
•.n.if.ic:ral c:n la a~ntud que d hombre obser,•• en [a vida t'O,;idiaDa. En nuestra vida_en ,eJ Jnundo. ,
~ ta_, ace~tamos mgcnuamen.re ltt eJdstc:nci.a de l mundo tnl co,mo ~ v /\u oque la «ieducción fenomenológica» DO exige n\11guna facultad. má-
solo mediante fo d~da filosófica puede restablecerse el carácter indÚ- gico o misteriosa de la mente, 1n .técnica de: poner e arre patén,fe.').is que \
da~I~ d cl. «ego cog.ttam». Pero una vez llégado al importante descu- sugiere DO es nn(la seocilla, si se la aplica con la profundidad necesoda.
b.r!m1ento del ámb,ro de la subietividad trascendcnq1I con10 dominio Lo que debetl.l<JS poner entre paréuresis oo es solo l,i existencia del
de la certeza, Dcscatt.;s lo abandonó de i nmediu ro identificando rnuodú exterior, junto (;On toda.s l:a.s t:osus que este contlen<;, onimodns
esce eg~ con 1nens sive animus sive intelleC't11s. y sustituyendo q$i el e inunimadas, ioc;J1,1yet1da a nuestros seroejrtnttrS, los objetos <;ulto rales,
ego q~e rola.mente puede ser <!escubleno ,<eparáru:\ose del mundo l'
la socictlod y las institociooes. Tombién d~bc quedar eu ~uspens<>
xdlcx1onando sóbrc él por d alma o la meme hum•na qefltrf) del rouo: nuesc:ra creencia. en la validez de J1uestcas a.fin11acionc:s aceren de este·
mw1do y su CODtc:.njdo, concebidos col)lo dentro de la esfera mua-
do. E~te es U$Ct~cntc el punto ea que_ se apoya ht t-'T(tirn fC!l1orr1e- duna.. Por consiguiente, debemos inclui r en los l?'(r.énttois, no solo
n_o16¡¡1ca, Y • J)artu: del cual Husse.d reinició una meditación carte-
nuestro eonocirniento p,ráctico del tnundQ, si.I10 t-ambi:én Jas proposi-
·~•: Con el fin de estobl~ccr el ñmbi10 puro de la conciencia, Hus- ciooes de todas las ciencias que se .rc.üere1"1 ft .la &Ístcncia del mundo,
serl ela~ró Ja famosa. técn,ca dé 1n ,creducción fenomeaof6gicu», con ciencias aotuc:,le,, y sociales, lú psicologfa, la l6gic.1 y hasta 1:t geo-
frecueacJá mal entend1du. y qu~ tl co11rinuoción cxpondre.inos c:n sus
lln_ens genero!~. Esta no es smo una renov.;ción rod1cali:,,,da dd
merodo ca.rtes1:lno. 4 El térn,ino «génesj~». (tue udlíz.-1 Aussed, ,:¡e refiere 31 ptQCe$o )?Ot el cua1 e.l
«>nocin,icnto sur~c cu 111 o1u:,rig.lnt1i:icd.1hli,, de lo t1uc g~ <la por "' mLSmo ( «origi..'f-
/'or1tr» o/ seSJ--,.ivt:nnt~s1). y OQ tiene n:uf:a q1.1e vl!r «>O c;:l proc!cso f;íctiro dc:I
3 f:(ús~l ~cfi.oj~ los «ocios.a., no romo acrivid1Jde$ psfguicm, 11íno (ttmo ex· fu!·gimic:nto del scnti<lo a pru:l:ir de on.ll subjetividad histódca. definida; "\liase:
l)ttlCltc:.i.át tnCUIOAOWLlC$: -v6:lsi: 1'.1arvln Farbct' Thc, F d ,· / pL . bid., P•&, 167.
no(ogy .. • ' op. cit., pág. J4J Y siw;~ , oun. it tQ/1 t> I.X:l'K)Jne-

11 5
114
mecría. Bs10 siguifio, que en lo esfera teducld• no puede .ser oce11t<tda existen y t:il como son realmente, sino los fcu6mcnos tal como se n1e
sin examen crítico ninguna de los vc.rd.adcs de estas ciencias, vcnfica- uparcceo. Esta difícil clistinci6n exige un comentario adi,ciona.l.
das o no mediante expériencias. y pruebas dentro de la esfcta mun-
dana. Miís aún; yo, cl set humano, soy también como unidad psiéO·
fisioJógic• un elemento de este 11'.lundo que es ueccs,u:io poner eoue
parénteslS, y Jo es asimism.Q mi c.uerp<>, mi mente, mi -alma o como IV
se prefiera llamar al CRUema c:le referencia con el cttal relacionamos
nuestras experiencias del mundo. Al efectuar la réducci6n fonomenoló- J?erciho el árbol florecido co el jardín. Esto, mi percepción del árbol
gico, debo Suspender twnbtéo la creencia en mi existencia mun-dana tal como se me aparece, es un clemeúto iocludable dcl flojo el; mi
como ser huin•no dentro <lel inulldo. As!, el proceso de r.educci6a tras· pcnsa1oien10. Y lo mismo es válido con respccl? al p:n6~eno «arbof
cicnde al mundo en todo.as_peci:o, y la esfera reducida es, en e-1 $ignifi- flor:ecido utl como se me apt,re<."C», que es el obJetO J.QCeL'tctonal de m.1
caclo miSil'.lo de la p,,labra, uno csféra rrascendcate o, en el significado pe.rclbiI;. Este fc:n6roeoo es intlel"'n1iente del _d:•~o dcl árbol ~
bien en tendido de la palobra, una esfera apriorlstica. perteneciente o! ro.u n.d o e,crerno . .El arbol de m, ¡ardío puede. camb¡nr
Pero un esruclioso disJ.>UestO a uatar de poner en pclctica est:1 supre. de color y de matices por el juego del, sol y las nubes, puede perd~r
sión de todos los hábitos naturales de pensamiento ¡:,odrfu pregt1ota.t sus brotes, puede set déstruido pot el fuego. El fenó meno ya pe=-
si esta red.ucci6o fc:nomeaol6gica no conmJce a un nihilismo 11bsoluto. biclo «árbol flore<:iclo t"1 como se me •P"-fece» no es afectado por
Si he anúlaclo, por asf decir, no solo el mundo y mis creencias en todos estos suceso$:, ni trunpoco por la e.Eccn.u1ción.~c la red..icci6o_ fe,.
él, no solo todos los resultados de las cienci.as que tratan del mundo, nomeoológico ya descripta. Una segunih percepe1on puede .re(erusc
sino también a mí JIÚsmo comq unidad psicofisiológica, ¿qué q<1eda al árbol tal como se me op•=e en este momento, y poede o no ser
entonces? c ~.s o no es la única conclusión porjble que no pue<le com1?atible con fa pároera percepción. Si lo es, puedo efectua, un:,
quedar nadá foe,:a de los pa,;éntesis, una vez que introducimos en síntesis, U11a ideotitjct1ci6n de los dos fep6menos ( P, con más exnctJ-
ellos todc-,; fos elementos mendonados? llld, del seguaclo fenómeno actualmente percibido y d fenómeno re-
La tes_pucsta e.s enfátkamente negativa. Lo que queda después de cordado que capt6 en J.. prime.t a percepción}. Si la segur.ufo perce.p ción
efectuar la teducci.6n tmscenclenral es nada menos que el universo no es compatible con la jltim.e.ra, puedo dudar de cualquieto de ellas o
de nuestra vicln consciente, e.l flujo de pensamiento en su integddad, buscar una e,;plicac.ión eje so aparente Ú\com11atibiliclnd.
con todas sus nctivi&cles y todos sus cogitaciones y experiencias' (em. -En cu.olquier caso, cack acto _de p_crcepción y ''! objeto int~ciooal son
pleando ombos témúnos en el sentido más amplio, d cartesiáno, que elementos indudables de m, fluJO ele pcasam.tento; y es igualmente
iaeluye no solo ¡,crcepciones, concepciones y juicios, sino también ac- ocrto ,¡ue la duda que puedo tener acerca del «tlrbol ~al como se ?'"
tos de voluntad, sentlnúento:i, :lueños, fantasías, ere.). ~p:u:ece:o tiene un correlato en el mtutdo externo. El eiemplo antert.Or
Ahora es útil t"<?COrdar lo antedicho con respecto al carácter intencio- adura el hecho ele que mis cogitaciones y sus objetos intendono.les son
nal de todas nuestras cogitaciones. Estas ·SOD esencial y necesariamente elell)entos de mi flujo de pensa.rnieoto que n.o son influidos por los
cogitaciones Je -algo; 5<! refieren a objetos intencionales. Es-te caróc::ter- cambios que puedan c-¡;p,ctime.atar sus co.rrclatos d.eJ n,un.do exrerno.
intcoc.ional de nuestl'lls cogitaciones no solo hn siclo conservado dentro Peto esto no significa que lns cog1t.aciolle$ nQ estfo sujetas a ser mO•
de la esfera recludda, sino que ha sido incluso purificado v hecho vi- dJficadas por suce.<os que tienen Jugar dentro· del flujo ele mi ·concien- ·,
sible. Mi percepción de esta silla en la actitud ·Mtural CÓrtobora mi cia . Para aclarar esto, distiagomos primero entre el acto de percibir
creencia en su existencia. Ahotu efectúo la rcclucci6n trascendental; mé y lo pci:dbido, etJttc el cogilare y el cogitiltum, o, par.1 empicar la
abstengo ele creer en la existencia de esta' silla. En adelante la silm terroloologla técniCA de Husserl, entre la noesi.s y el ooem•.•
petclbid:¡ quedará fuera de los poréntesis, pero la percepción misma Existe11 modificaciones del objeto intencion.a l que obeclcccn a activi-
es sin duda alguna -un elemento de ml Bujo de ('COS•\mieoto. Y oo es dades de la mente y soo, por lo tanto, noéticas ~ y otras que se o ri-
«pera;pci6n co.rno tal•., sin ninguna referencia adicioo-'11; sigue siendo ginan en el objetO i.n teocional mismo y wn, por ende, noemáúcas.
«pcroepcióo de•, especlficameote, percepción de esta .rílla. Pe-ro ya Por supoes1-o, es imposible entrar aquí en un e,caroen detallado de
no asigno n. esta percepción ningún j'u.icio en cunnto n si esta silla es estas modifi.cacioncs noéticas o noeroáticas, cuya explor-aci6o sistcm.Ji~
realmente un objeto existente en el mundo ei<teroo. No es el objeto tica COl)stltuyc unvas10 c:nmpo de Ju investigación fenomcnológiCA. N'o
corpóreo «silla» al. q ue,se refiere intencionalmente mi pexce¡,cióo, sino ob,taatc, y con el solo fin de dar algua11 idea de la i ropocrnocin de los
q_ue cl objeto intcncionaJ de mí pcr,,epci6o conservada · es «ta s.f!/a
t11l como Jo la t,>trcibo», el /ttnómeno «silla tal como se ,,re a-pilfeée~, 5 Quien t;studje la p¡iool03í.1. de \'Víllfom Ja,:qo, uo ,;e c,qulypcatú sl correla~
que puede tener o no un egulv:¡lenre en el mundo externo puesto eotre ciooa C$W oocio11es ooo el «l1'COSar»_ y el «Qbjeto de pcns.tnut'Jlto» de James,
~lemprc que J_cnga en ruenlU qo.;. ci1 acuíJlsL,. 0$iCQJógjc;o de ~te peID,11dQr se
pnténtcsis. A.,f, d mundo entero es conservt1.do dentro de la csfeta refiere cxclu¡¡ivamcnte a ~ es(e.ra mood~n.:i. J1He::rttrn$ que F(w.scr.l ?l'J'l:OOI. dcnL1:~
reducida, pero solo en la medida en que es el correlato intencional de de la esfera íc:nomcnol6JP1.~~otc redv~d? . Véa~ A. Schotz, «\~ilU.im 1
James
mi vida consciente, aunque co.n 1n mdicnl modificac.ión de que estos Cooccpt Qf thc Stream o{ 'lñougl1c.. Phenomi:.oologic;all'y lnterprc,e<l•, Ph'ilru·I)
objetos intencionales ya no son las cos11s del mundo externo tal como phy anJ l?ht!1101nffll.>l9,)ca/. Q.qsc11,tab , ve1I. 1, 1~ 1, pd:A,:-, 442-,2.

116 ll7
problemas ea cuestión, mencionaré nlgunos ejemplos de J,,s impJ;c,i.
ciones gue se O<n.J.!tan detrós del fenómeno apareo te. 1,t:rención_ de experiencia.~ preyias. (Sin eal,ta< aqul en éste problema
Cuan~o utilicé, para o.br~viar, e,rp~ioncs como «esto¡, petcibicn.do muy compliCl'ldO, puedo agregar que la distinción que nca.b an,os de es-
esta silla» o «estoy J>erdb,endo es:e e<:crezo fJorecJdo ea el jardln» ni;> t&blccer es muy importante para la solución de uno de los mayores
d_escribi _adccu~d"':"entc lo ~1ue era percibido mediame esas per;,.p. enigmas de I" psicología, el p~oblema: d<: l,i evide~cia; para el Eeno~~-
oones, s1nc¡ mas bien el resultado de un prQCeso muy con¡plejo -de in- nólo~, fs eviden~ º'! es _urui cu:llidad. oculta inh,c.c':"tc a on !J:E>O
tcrp~ctac:ión, t:"· ~ cuaJ la p7rcepción ptcs~nte se vinculaba oon pcr· especifJco de cxpenencl4, soio 1.a pos1b11idad de .cclet1.r expenencras
cepc,oues (cognacJones) previamenre cxper1mentad(1s de Jos diferentes derivadas a una c:xpe,ie.ocia origina.tia.) Esta distinción se basa en
aspectos dt:: este Cet'C7A coando me pi!See a su alrededor; de este- cerezo l!< interconexión del flujo de J,"'Dsamioato en el tiempo interior: ~ <O·
tal como se me a¡,ru-eci6 ayer, de mis éxperieacias de ios cercz,;,s, de gitati61l presén1e esul rodeada de odas de. rete11c1oni:s y prorcn~o.nés
los ru:boles en icaeral, de las cosas cor~c,lreás etc. El obje\o intencional que la vi nculan con lo que acaba de ocurrir y con lo que es pt<:VIsíble
1 que ocurra U1.medianame.ote, y se tefiere a cogitacionts dd pasado ru&!
de ,ru pc;rcepc.6 n es una mezcla c;specifica <fe colores y formas en una
especial perspectiva de distancia, y se destAca sobre otros objetos distante mediaate el ,ecuetdo, y nl 'li.tl'Uio medhtnce las anticip,,dones.
í.uego denominados «.mi jardín», «cielo» , «nubes», etc. La intetpteta~ Todo esto conduce a una teotla to talmente nueva. de la memoria y
ción de esta tótalidad como «el cerezo florecido de _mi jru:dín tal como la e.i<petiencia en el tiempo interior, y al definido cecbazo de la psi•
~ me apn~» es el re:r~J tado de una COfOJ)Ucoda referencia a cogita- cologfa asociacionista. Al cadioalizarla penetración en la tom:xióa total
Cloncs experuncntrtdas.. Sm e.mbn.rgo, [odas l!-Sto.-s eogi títcJqnes ptetxpc.ri- de nuestro _flujo de cx:perjei;,.das, la Cenomenoloafa se ncerta mucho
roent.'tdas, referentes a tosas corpóre-as, han pl'()d1,.1cido no ciet~ «es• a los primeros cscri t0$ de Williom James y a la doctrin.• ele los gucstnl-
tilo universal> de interpretar e'I cocrc:l:1to n.o emácico dt mi actividad l'Ístas." Pero el concepto btlsico de la Ecn-0meoología conduce tambi~n
percipien te. Hasta puedo decir qae el noema mi,rqo el obj~to inten- a un• interptcl.llción totalmenre nueva de la lógica. Antes de achu:nr
<;ionnl percibido, lleva consigo muchas implicaciones' que pueden ser es10 debemos dcdicat un -momen~o a txaminar otro tema.
l¡ dilucidadas sístemáticomcnr.e.
1".•••
·
simplificar, lünitemos 11uestros ejemplos a Jas. llamadas percep-
1 crones ele cosas corpó.ccas. Lo que esto¡- percibiendo ao es sioo un
! aspecto de la cosa. No solo aporecen orros ~s,petr.o s de ella cuando me V
muevo a su _nltededor, sino qt?;, aden:iás, el aspecto de las cosas cap-
t•do por mJ acto <!~ pcxce¡mon sugiere ouos "spccto~ posibles: el },fasta ahora hemos limirado deliber,¡dílmeflte nuestro exarae.o a la
frente de _la casa ;"'l!iere su fondp, la fachada sugiere el in~or, el ln~erprdacióo Ecnomenol6aica de los llamad?• obje_lOS realt¡S, de las
techo sug,er:e el cJ..m.tento oc::uJto, etc. To dos- esto~ moment0$ ju.ntos cosas del mundo éxteroo. Ha llegado la ocasión de mtrocluc,r el con-
pueden ser lfomados el «horizonte interior» <le! objeto l)CJ:CÍbido gne cepto husscrliano de «objetos ideáles». Estos no tie1\en en ~o~o
P_oede ser explo,aifo sisteaí,hicamente si¡¡~iendo las iadica,ions .;.ten- alguno un orjgen me1:af{sico, como tampoco nada qoe ver con las 1de:as
cronoles denrro del !lócma mismo. Pero existe también 1,LO ho.rizonre de Pintón o de,Kaot, nj con ningún gén,:,:o de idtnlismo bctk<:lcynno
exterior. '&! llrbol se rd:icrc a mi jardfn, el jordln • fa oalle a la du- o hegeliano. Un obje10 ideal es, por ejemplo, el concepto de nÚJlleto
dad, n la región en que vivo y finalmente a todo el univ~~so. Cada y todo el sistema de números a los que se reficrcn lo atlunética y el 1
pettepción de tin «detalle» *º
réfic,.., a la ~cosa» " f.• <¡u.• pert<?Occe, álgebro; o el conteoido del teorem• de Pitágor.s tomo entidad pro-
esta a otras cosas sobre .fas cuales se desracn y que yo ).l¡,mo su fondo. vista de signlficado; o el significado de una oración o un lihco; o una
No ~st~ un objeto aMado como tal, •!no un campo de ¡,crcepcione., noción COJ)lO «la filosofía hegieliaml» o «el concepto calvinista del pe.
Y ~g1taCJ~nes con u1, h~lo, con un horizonte o~ pura emplear un tér-- cado otiginal,.; o cualquie,;a de l.o s llamados obJetos sociales y cul~-
mino acunado por Will,~m James, con orlas (fr/11.g es) qu.e lo rela- ralcs provistos de st:ntido y que en cualquier .momento pue<le1, consti-
cionan_ con otrn~ cosas._ Est?s grupos . de implicac:Jones., que hemos tuir objetos ln1eocionalcs de _nucsrrns cogitnciones.
denomtnado hotJzOate 1.nie.r1or }' hor.12.onte exretlOJ·, están ocultos to peculiar de los objetos intencionales es ~ue se basan ea los lla-
d~tro del ~oema -rnj_smó~ y $! yo sjgo !us lnclicacio,nes loten~oo.nles, mados objetos «tcales» del ruundo extemo, y que solo pueden ser
Ci noen>, nmmo parece modif1ct1_tsé; en cambio el t.do noético el comunicados poi: ~ignos y súnbolos que a su vez coas-ti tuyen cosas
acto de P!"cepci6n, no c,m,bla . ' ' perceptibles, tAles como las ondas soaorns de la palabra hablada, o bs
P.~ los. fines del análisi,, estas modifícacioacs 11oemáticas t\eben ser
dis~nguJdns de l~~ modilicaciones aoéticas q ue obedecen a la mlsma
letras impresas. Por Jo ta1iro, Ja fenomcnologfa debe elabora.t "º"
leorta mny importán.t c de: la t;emánti~~ Lo ca.ractaíspco de un signo
•cbv1~ad peccept1va. Estas son, por ejemplo, las d iferentes nctirudes ~ qu_? :sutierc 01:t:1 _co~a. perrcoecicnt~ a una cat~gorfa _<fist~n.tn. El
peculiar~s al acto de percepci6!' que en los. ,e.,:ro! d<: psicolo¡~fa son «•· con6c1do srg-no que s1gn1frca «rt1fz» s1.1giexe una noción matemattc:a CS-·
t:i~s. b:i¡o el títcilo de «atenc.16n». 'famb,én extste In importante dis- peclflca, que es totnlm~nte independie11te ele I• forma tlpogrófica que
unoo!' ~tre la _cy¡,,eriencia originaria de la cosa cxpctimenrada y J~
expetu:ncias der,vadas, t.nles como las que se basan en el recuerdo o la -• Vét1se Atoo Gurwit!fC}l, Tbic,rid Ju ,·ba1ttp CU la «insci.ence, J3rujá!i, l9'7·
(~- do M . NaiaMO#, )
118
1.19
adopta el •igao radical ·c,;i cliforeat<:s estilos · de impresión ,y de que de nuestra mente en las curtlcs y por las cunles ha sido consritnido
este signo RJ?11.tCZCI impreso eo un libro de .tegc.o , escrito ~on tinta o
lápiz sobre papel o con tiza en U1.I pizorrón, que yo me ,e.fiera a él en
'""° a poso.
F,.ste es el 11úcieo de la tcorla busserlinna de la cooslitudón, y permite
eJ lenJ3uaje mediante los signos ~onoros -«raÍZ'.»~ «Wurzel» o «rocin,e», captar en profundidad una de sus grandes contribuciooes a la inter-
Y fo ;"ÍSmo es válido p-.u:a el sistema especWco de signos y par• todos pretación de la lógica.
Jo. stst= de: ,s.ígoos o lenguajes, que indican los objetos ideales,
peto no son en si mismos los objetos ideales.
Es necesario dlstingui.r con nitidez el objeto del. mundo exrerao que
será inte.rpr-ctado como uo signo, su sig.njficsdo, su Sign.ilicado den'tro VII
del sistem• del univeno del discurso, st1 significado especifico denl!ro
del contexto que se está considerru,do. Si se obsetv•n las docttú¡,as l,..a lógica que actualmenr,e se enseña en_ nuestros .. establecimientos
de ciertos lógicos contemporáneos que se complaceo en reducir lo eduetttivos no e$ más que w.1 refinllm.iento de la lógica formal de
lógica, las cicaci~s y hasta la filosofía • ua sistema. prcestab.lecido de Aóstótelcs, que considera los objeto• como dados y el:ibor,a regl:lS
semántica, se advierte todo la Jmponancia de la di,;tinción hecha por
6p.crntivas p3ra la técnica del juicio, de Ja obtención de conclusiones,
Husserl Esro no significa, sin embargo, que Husserl no comprendiera
plennmenre eJ ge.nujno pr-oblcma de 1,a ,nathesis itni11ersalis. Ea ver.-
<)e I¡, w:du~-cióo, la inclusión, etc. Esta lógica se basa en el SUP.Ucsto
de un mundo en el cual existen. cosa,.~ con cuaJidades. rcliciopes entre
dad, una destacada conltibución de la fenomenología a e.ste problema cosas. es~ccies y géneros, todos ellos representables por nociones bien
es una de las I nvestigaciories IógicáS de Husserl, titulada «La clisrin-
cin.1Jnsctiptas. El ,upuesto básico de este tipo de lógica es el pcin-
ción entre signific-. .dos independientes y dependientes v la idea de
~ una gl;'a.tná:tica. pura•. ' · cipio de predicabilkfod, s~gún la conocida fór.mula «Ses P».
¡ El ana1isis fenomenológico maestra, sin embargo, que existe un estrato
pre-predicativo rJe nuestta expetieocia, dentro del cual ]ns objews
.J in;en.cioa.ales y sus cualidades no e.stán en modo alguno bie11 ci.tcuns-
ctiptos; que no te.nemos experiencias originales de cosas y cu.nlidacfes
VI aisladas. sin() c1ue más bien existe un ámbito de nuestras cxperiencia,s
·1 Ll ieotfa de los objei.os ideales inicia un nuevo enfoque de otro hallllZ-
~ el qué nuestras -octividades meotales cli¡teo ciertos elementos des-
tacándo)os coaua el fondo de los elemearos espaciales y te1t1f>Otllles
gc, fcnomenol?gi"?, myn _unpo~caocia º'? se lin;ita, ~in embargo, a circundantes¡ . que en In total conexión do nuestro flujo de conciencia
nuestra experiencia de ob¡etos ,denles. 1 odos, siendo estudiantes en todo,; eso,; elementos elegidos cno.ntiencn sus bolos, sus orlas, sus
1 ¡ la esct1cla sectindsri~. aprcnclimo, a .deduciJ: él reorema de Pitágoras
d'+ = b" t!' a parric de otras proposiciones geométricas, elaborando
horizontes¡ que un análisis del r.necaoi.Sll'.\O del juicio predicativo sólo
t>uedc ser garantizado rcclll"riendo u los .Proceso.; mentales en los cuales
paso a. paso ciertas conclusiones que se desprenden de ciert::is premisas v por los Ct,1a!es se h.a constituido J.n expccicncia pre.predicáriva. l?or
1 estableci<;l~s. Esta realización de :nuchas ope.raciooes mentales separa-
das, 1:e.r.o mtcrconecladas, nos revelaba el significado del teorema en
consiguienee, la ló¡¡ica form•l debe basarse en un.a lógíca de los pro-
cesos constituciona.J.es $"ubyaccnr:es, que puede ser i.nvestig;,da solamen- \
CU':5t160, y desde entonce;; este significado _ha pasado a ser uon po- ie dentro dd ámbito trascendental que la reducción fenomenológica
ses1óo ~anaoent~ nucstm. Ahora no necesitamos repetir este ptoce.so hace ,ccesible.
mentol de deducción dcl tcoremo !'óta comprender su slgniElc•do. Por Trtl es, en w, esbozo siJnpli.flcado en el<ceso, fa clistioci6n que establece
d contrario, núcnttas para algunos de nosotros resultarfu rtlgo dillcU Husserl entre «lógica formal y lógica rroscendenml». -E n su 1fbro ••I
demostrar por qué lo suma de los cuadrados de los lados de un trián- tinilndo señala que los anilisis de este tipo cooda.cen a interpretacio-
gulo rectángulo deben ser siempte iguales al cuadrado de la bipotenusa nes totalmente noevas de ciertos conceptos básicos de nucst-ra lógica
cnmpi;eode.mos el significado de esta proposición, que encontramos ~ actual, como los de elemento de ju.icio, taurologl_a , el principio del
mano dentro dcl acervo de nuestra experiencia. tercero cxcJuig.o, etc. Señala las presuposiciones de fo lógica foonal
En t.é.rm(n.~s más generales., nu~.stra mente construye un pensamiento ql.l.e derivan de c iertos supuestos ontol6gjcos:, y comienza a investigar
tl\ed1ante d,versos pasos opei:~ttvos. pero, en retJ:?spección pu.ede con· el papel de la intt::rsubjcti.vidad .dentro del call')po de la l6gka, que se
icmplar de w,a sola vez todq esto P.rocoso y su i:csu!rado. Podemos réfiere, .no a m l mundo privado, sino rtl m=do común • todos nos-
incluso -avanzar un paso más: nuestr.o conocimiento de un objeto ea ot;tos, único que explica el problema de la verdad intersubjetiva.
un momento determi_nad,o, no es nada más que el secllmenro de pro- Enttar aquí en el análisis de estos inc.riru:ad(simos P.r.;¡,lemos es, por
cesos ,cn_ea~es nntcoorcs por los curtlcs se Jo ba constituido. Tiene supaet\tO, iml?Osible. El breve catálogo que hemos ' dado sólo pued,
su Pr?p~ h,storla, y tal historia de su con.s titudón puede ser h:u!Jlda mostta.r: que están en juego cuestiones de $urna importnncio para to..
cuest:1.o'!andalo. Esto se consigue volviendo del objeto de nuestro das lus ciencias. Me aventuro a decir que la,, mucbas y grandes reali-
1;>c1;1som;cnto, Opatelltcm.e nte formado, a las diferentes aCtivicla.rles zaciones en el campo de la lób,ica que nuestra generación debe al ope-

120 - - - j f - - - -t21- - -
racionn.lismo de Dcwey y ni pragmaLl~n,o de J•roes solo poedco hablar
su justifict1ci60 rccw:riendo al compo de la e.•pedcmcla 1;>J:e-prcclícativa. pe.ro soy Ubre de «~nsformaclo en mi imagit1aci60, vari:\o~o ~ucesiva-
Toda$ lns pJetnls•s omol6gicas, explícitas e JmplícilSIS, adoptadas por meotc sus cnr-.\c;:terísticas, su coloc, sa u.mano, el mater11.1J deJ cu.nl
esuts e,;cuelas, deben ser miouc1osll0lente aonlizadas para deter;11inor está hecho, su perspectiva, su iluminación, lo~ elc~entos 9º; 1o ro~e~
la esfera en la que estas teorl:>$ son legfrimamente aplicables y evitar y que constituyen SU fondo, etc. .Asf,,t>'!cdo 1magmnr un oumew. 10fa-
el e.rcor de conside.ra.tlas como pt.inciJ?iOs genetnles de nuestto pensa. nito de variados cubos, pero-C:Sc:1:, .votta.c1ooes no aJ~tan a"Un con¡unto
miento, pues no lo =n. de caractedsticas comunes ·a tgdos los cubos lmogtnables, tale., como
la r«:taogu lerldacl, Ju limitación a seis cuadrados, la corporeidad, cte.
Est<: c:o,ijunto de camctedsticas, íomutables e~a:c todas las, transfor-
mllciones imaginadas en la cosa concret., perct~1da -<:J nocl~, po.r
así decir de todos los cubos imag,innl,Je,,._, sera llamado cl conjunto
vm de. las c::a'ractedstic,,s esenciales del cubo o, p:trll cmpleor un término
gdego, el eidQ~ del cubo. No se pu~e pensar en ningún c l1~ que
Una exposición ele los métodos básico~ de la feoome.11ologfa de Hus- c,u:e,,.c:, de estas características escncuiles. Todas las a~as c,.,alidadcs
serl, por breve que sea, quedada incompleta sin unn otención de lo y caractcr!sticas del objeto oo examen soo no-esencinles. (Huelga
importante distinción entre el enfoque empítioo y el eidético. Según decir qae puedo emplear mi cubo de madera rojo como pun\o de par-
Husserl, la fenorne:riologfa aspira a sor u))a ciencia eidéri"'I. que no tida par,1 01:ros varhn;_io.11es i.magi11rll'i.as., _coo el fin de deJ~bru d eidos
investíga la existencia, sino la esenda (Wts,m). Claro est:í que los del color, de la cosa corpórea, del obJeto de ¡:,e.t cepaon, etc.).
métodos fenomenológicos pueden set aplicados con grao eficacia tam- 6.si, .las i-nvesti_gaciones eidéticas no tratan de cosas .reales Y concretas.
bién dentro de la esfera empírica. Pero solo recorriendo a lo esfera sino de cosas imaginables. Es c:s\e ti senrJd,o en ~e debemos cooo-
eidética se puede asegw:-ru; el amkter apriorlstico de fa fenomeoologfa ¡:,rendct el dicho de Russecl, freci.1entemeote Cl'J.ttcndo, de que ln
001110 una prm1d philosophin y aun como psicologlo fenomenol6gicn.
fcno~t:nología estudió no solo objetos percibjdos sino también objetos
Quiero subrayar con la mayor energfa que_la distinción mencionada h_oa.ginados. y que estos últimos son aún más imporuu.\Les pa.ra el eaío. .
entce él enfoque emptrico y el eidético no guarda relación alguna con
que f~nomenal6gico. . . .
la distinción entre 1a esfer11 mundana y la esfera redudda, a las que Asimismo vemos que el enfoque eidéuto no es ,sir.to uo .i:ecurso n1e-
ha$1:9 alwra nos ·hemos i:eferidó. .Tmnbién dena:o de I? esfera mundana todol6gic.; paro la solución de wia t1u:ea espede.l. Podríamos de':k que
es posible la cienci,i ·eidética (Wetc11switsénschaft)°. · la feoomenolog/:1 no estudio los objetos mis!"os, sino que ,e~tá mte,-e-
Los infortunados términos W esen y Wesensscbau que eligió ftussexl s•d• en su significado, tal como lo constituyen las acttvtdades de
para caracterizar el enfoque eidético h•n crettdo mucbos malenten- nc.estra mente.
didos y casi han impedido a los lectores de buena voluntad estudiar Jn~ La importancia de este original método no debe ser subestimada. Con-
Jdee11 de Husserl, que conúenza con una exposición de este m6todo. duce a una tcodo totalmente nueva de L, inducción y la nsociaci6n, y
El 1:éttni.oo W qs,m tiene una connotación metaífsica en la li.teratura to\mbién obre el camioo n una omologia científica. Solo medio.n te el
Eilos6fíca; d término griego «eidético* induce al lector -a idencificar la método eidético podemos hallar, por ejemplo, la taz6n real de las
«esencia~ con Ja idea platónica,¡ y eJ término W ~sensscbau sugiere unn llamadas esferas de incompadbilidad; solo mediante su uso podemos
especie de iatuicíón irxacjonal ---como ciertas técnicas de rcve.lación descubrir y describir 1a importoote relnción de fundamentación que
solo acceslblcs a~ mlstico en é.-,:tnsis-- qu.e es utilizad,, por In esorérlca s1.1bsiste en,re ciertos ámbitos ontológicqs.
fenomenológica con el fin de contemplnr In~ verdodes eternas.
En realidad, el enfoque ei.cfético, como In reducción fenomenológica,
no es mils que otro recurso 1J>Ctodo16glco de investigación. E\ ¡,¡fo.
cipio de este. método es d siguiente: SupqngllmOS que sobre e l escri-
torio que está ante mí, ilwninado por la lámparn, hay un cubo de ma- IX
dera tojo, cnda uno de cuyos Indos mide una pulgada. En la actitud
nnt:1.mll, J):Ctcibo e.«e objeto -orno indiscuttbl<'.mcmte real, con las cua- N'o podemos examinar aqc,,{ las múltiples_aplicncion~ ele los !'!"'º"
lidades y caractc:rlsticas que he 1nencionado. En la esfera reducid• principios me1oclol6gicos que hemos elegido como eicmplos. Tam-
fenomenológicamente, el fenómeno cubo -1 cubo tal como se me poco in tentaremos informar .acer~a del ¡,~ogres? d~ H~ssetl. en ~
aparece- cooserva las m~mas cualidades que u n objeto intencional cx¡:,loca.ción_ de este nuevo ~rrit~oo de la .t.nVest1gac1~·n oentifu:a_. nJ
de mi ácto de percepción. Pero supongamos que me inte('(!s• descubrir la acruad6a de los muchos mvesttg~clores que se cons,deran sus discf•
cw!les !00 las cualidades co~ ouncs ll tOdos los cubos. No quien;, hacedo pulos, aunqoe much?s de ellos h;n. ente";di1o de manera tot31I_mence
por el mé1:odo de inducción, que no ~olo presupone In existencia de c.rróneu lo que él qmso decir. E l uruco ob¡<:tivn de est~ ""J)0~1c1?n ha
obje\os similor.es, sino que tambiéi\ implica ciertos supuestos lógicos sido nclo.rar que la {enom~nolog!o e$ una empresa setJa y. diffo.L Su
no garantizados. Tengo ante mí solv este_ objeto concreto percibido, labor ápcnas ha ,-omeni::ido, y la taren por efectuar es enorme. Pero
csperuooos que una cosa haya queclsdo demostrada: los re.sultados de

122
12}
la invcstig•ción (enomenol6gka no pueden ru deben chocar con los elementos fu11dame11wes pai:,, -la labor de todos fos especialistas en
resultados probndos de fas cien~fas mundanas, ni siquiera con fas doe, ciencias sociales . Estos hru, el~borado ciertos recursos meto<lo.l6gicos
trlruls probadas de liis lfo1112das filosoflas de las ciencias. Como ya --esquemas de referencia, tipologías, métodos estadísticos, etc.- con
señaLunos, la fenomenología tiene su propi.o campo de investigación y el (ii1 de abordar los fenómenos indicados por estos términos. Pero
espera tenninar ali! donde ou:os comienzan. los fenómeno$ rnjsrnos se: p.re:luponen simplem.en.te. El hombro es
Y ahora temo tenet que deseng~fiar al lector. Un fenomenólogo ducho concebido sencillamente como un&~ social, existen el lenguaje-y o tros
no considerada las páginas antetim:es como una descripción de lo $iste-mas de comunicaci6n., la vida- consciente del Otro es accesible
filoso/la fenomenológica. Admitirí11 tal vez que han sido toáldas una para oú; en resumen, puedo comprender al Otro .y sus •ctos, y él
o dos cuestiones relativas a lo que Husse.rl denomfo6 {).fi.cologla feno- ¡m<:de-comprenclerme a mí y lt> que hago. Y lo mismo es váli,:lo para
·mcnólógica. La filosoffa fenomenológica estudia las actividades del los objetos sociales y culrurales creados por los hombres, c¡ue son
; ego i:tllscendental, Jo constitucióo del es¡,acio y el titmpo, de Ju inter- presupuestos y tienen su sentido especifico y su modo espec1fico de
subjetividad, los problemas de la vida y la muerte, los de las mónadas; existencia.
es, en verd•d, un enfoque de las cuestiones hasta ahora llamadas Pero, ¿cómo es po,ihle la mutuo comprensión_ y comunicación? ¿Có-
metafísicas. En sus esqitos _p'ublkados, Husserl aborda de manda mo es posible que el bombre lleve a cabo, ~on un propósito o de
muy &..~mentarla los fundamentos de la filosofía fenomenológica, manero rutinaria, actos P.tovistos de senrido, que se guíe p¡,r fines
aunque dedicó los últimos ve.inte años de su vida • c:sboza.r estos que desC:1:1_alca.n·znr y esté motivado por ciertas experiencias? Los con~
problemas.• Oreo sin embargo que, c:o las presentes circunstancias ceptQs de sentido. motivos, fines, actos, ¿no se refícrcn acaso a una
tal vez interesen mucho más a los investigadores norteamericanos lo; cierta estructura de Ja conciencia, " cieno ordeo.-uniepto de todas
métodos y resultados de la psicología_feoomenoJ6gka, que, entencliqa las cx¡,eriencias en el tiem¡,o iotedpr, a ciert<;> tipo tle sedimentación?
o.1n-ectiunen te, CQincidea con muobás caractetútic,1s de la psicologfo Y la interpretación del sentido del Otro y del sentido de sus actos,
de James, con algunos de los conc-eptos básicos de G. FI. Mead .. y, así como los resultados de esos actos, ¿no ¡,resa_poncn una aut<).
f.inalrnente, con fa teoría gucstáltka, que ha conquistado muchos adei>- interpretación del obser9ndor o el copa.rtfdpe? ¿Cómo puedo yo,
tos entte los psk6logos de Estados Unidos. en mi nct;irud como homb.re entre otros hombres o como científico
social, acceder a todo e$to si no es recurriendo a an acervo de expe-
riencias ¡,reinterpretodás y consttu.idas por sedimentación dentto de
mr l:'ropia vid• conscien te? ¿ Y eómo _pueden ser gar,wtii~dos los mé-
X todos para inte.rpréta.r lo i.atc.rrcl.oci6n social> si no se basan en una
cuidadosa descripci611 de los supuestos subyacentes y sus implica-
Quizás algunas observaciol)es finnlc:s puedan sugerí.,: muy brevemente ciones?
en qué reside la importancia. de fo fenomenología paro ¡.,. ciencias EstllS cucstiooe$ no pueden ser di lucidadas mcdi.ante los métc:>dos de
Sociales. Es 11<ccs•riQ dcch con claridad que la relación' <le la feno- las ciencias sociales¡ exigen un análisis filosófico. Y la fcnomenolo,
mcnologfa con las ciencias sociales no puede ser demostrada aaali~an, gfa - lo que Husserl llamaba filosofla fenome nológica y cnmbién la
do, con métodos fenomeoológicos, problemas concteto,; de sóciologia psicología fenomenológica-- no solo ha pet.mltido una nueva apro-
o eronomla, ,-omo los del ajuste social o la teoría del comerció inter- ximación • dicho anállsis, sino q11e además ha iniciado el anál.isis
n•cional. ~toy- convencido, sin embutgo, de que futuros estudios de tnismo.
los métodos de las cienefos sociales y sus nociones fundamentales
conducirán neocsariamente a ptob.letnas í?(!rteaeciente! al dominio de
1a investigación fenomenológica. 1
.Para dar so)o lln ejemplo, todas los ciencias !<óci.ales presuponen la
iatemibjetividad del _pensamiento y la accicí11. Que existen nuestros
semefantes, que los,bombxes actoon sobre los hombres, que "" posible
!" com":°icad6n _POr medio. de sl,mbolo;; y signos, ,que los grupos y las
.mstita.ac_>nes soe1a.les, 10$ .s1stemas legales y economicos. etc., son ele-
mentos rntcgrantes de nuestto mundo vital, que este mw1dn vital
tiene. su propia historia y su telacl6n especial con el tiempo y el
c,;¡,aoo, son to<las nociones ql.\e expl!cira o implícitamente constituyen
6 Véase 5U articulo ~bcnomcnc,lo~. co .EncyclopaeJi,a Brilannico 14' ,edjci6n.
* V;;asc ~u.(ioe Nttbuuoll,, Th~·S()cidl Dynamics- o/ G~crKt H.
,\Ie~d, W'.isb.ing-
'°'!! 1956. (N. d• M. Nitt'""""·)
7 véuc dAI feuo.rnenolog:(o y lás ciencias sociá.les•.

124 - 125·
En Jas últimas ronvci:.$11c;lones que tuve la suerte <le rn11ntener con H-us-
5. La fenomenología y las c1enc1as serl, me se.úiUó repet.idacilente que est.a serie de ensayos .e.r~ el .resum~n
sociales* y la coronación de la obro. d~ su vida. En cllos traba¡ó de m?do
(-onsra,m: durante sus tres ultimes 11fíos, pero solo llego a pubhcar
el primero, en el peri6dioo Philosopbia (Belgtá4o, 1936). k Lue-
go lu muerte interrumpió su labor, y el penetrOflte f~gmento sobre
•L~ cuestión dc.l otigen <le la geometrla• que apareaó en I• Revi,c
I1t1er114tionale de P/,üQsophie' es el único que ofrc-ce un indlc.io
acerca de la ~•gni tud de la obro que había emprendido durante este
peóodo.
Es presumible que la impon,,ocia de la (eiwmeno)ogia de Husserl En los p_ártafos siguientes dc este enSáyo procurru:e.m_os esbozar de
para la. fuodamenroclón de las ciencias sociales solo llegue • ser mat1cril1 concisa las fases iniciales de una {w,damentac16n feoom.eno-
plenamente conocida cuaodo s- e publiquen sus manusarito·s acerca de lQgjca de las ciencias $aciales) contenida e.n [os escritos DlCncionados.
este prohfcma. Sin dud,i, Jas obras publicadM ya contienen lo~ temas
más 1-elevantes sobre esta c:'uestión, eo los cu.oles liusse.tl se mterc:s6
Después de esto, p\antcatcmos ~n la se!l"!'c:Li patt-e 1el
ensayo la cue~-
ti6n referente a la mdepencleoc1a de las acndas soc1alcs y, yendo mas
0

coatanténl<:llte desde b1 épocn en que escribió la sexta Investig,u;ió11 allá de Husserl indagaremos la cóntribuci6n que la fenomeo.olog!a
l6gk:a. Pero estos impoxtnntcs temas imelícitos nperu,s han sido adver- puede hacer a 'sus ptoblemas metodológicos co~crc.tos. ~·?<lo esto,
tidos, no solo porque los amplios descub<imientos de In fenomenolo- claro está, tendrá q1:1e reducirse n algunas sugctcocras msufiacntes.
gia en el ámbito de la lógica put/Ly la teotfn ·ger,er<ú del conod.micnto
hlln ·ocupado el primet lugar en l~s d is,;usioncs públicas, sino taml;,ión
porque solo en los últimos .escritos del maestro el p1-oblem11 de las
ciencias socinJes.fuc abordado de manera, sistemática,. l
Aun e.o estos ,Jlt.itnos escritos, Huss.crl avanzó con grandes vacilacio-
nes. Como es sabido, en 1913 1lcg9 • cotr~ír las prueba• del segundo Para Husser:1, todas )as ciencias, ya ~e tefieran a ob;ctos de la n.atu-
volumen de las Tt!etrn, donde se abordaban los problemM de lo perso-
ra.le2a o 11 los llamados fenómenos culturales, son nna totalidad do
nalidad, .la intersubjetividad y Ja culrnrn. Pqco antes de publicarlo,
"ctividadcs humanas: las de los investigadores que trabajan en con,
sin embargo, este invcstigndor, que fue stempre un modelo de esc~u- jun1.o. El becho misD'lo de la ciencia pertaaecc a coe ámbito de objetos
pulosidad, experlmént6 eludas aoet<.-a del resulmdo de su labor, •~!·~- que debe ser adal'aclo medianre los O'létodqs de las ciencias·cu.l tu.rales,
tiendo que encarar estos problemas pces<1-¡,onfa llevár a cabo analms
que en alemán reciben el nombre de Geistc~issenscbaften. Ade-
más detallados aún, en patticuJar la clatificocióo Je la, a<·tividndcs
más cm toda ciencia la base dcl sentido ( Sítm/tfndnmcnt) es el mundo
constitutivas de la conciencia.. de ·¡;, vic:Li ( Lcbenswelt) prccieot.ífico que es eJ mundo unitatio mio,
E.n J.égica frmm,J y l6gica trascendental ( 1929) se ofreció por p t iJll<}-
ta- vez una aproximacióa a este nue9o campo temáric.."O, que también
vuestro y de 1od.os nosotros. Lá percepción de este nexo fuo<l•d<>o•l
puede perclei:se en d cuno del elesarroUo de una ciencia a lo hugo
ador,,aba, empero, el punto de visr. de los problemis puramente
lógicos. En esta obra pueden eucootrnrse asimismo' los puntos de
de lus siglos. Peto, en principio, debe ser posibk ada.r orlo nueva•
meutc haciendo evidente h1 ttansformación de sentido que este mismo
'
partida para consideraciones .que fueron desarrollodas ea el apén· u,undo de la vida ba suFddo durante el proceso constante de ideo,
dice a. [a traducción inglesa de las Ideen y .en la quinta Meditación li;:ad6n y fottnalizoci6n que .resume la esencia ele toda adquisición
Carteslao,a (ambas de 1931 ), y que Husserl proyectab.1 ""poner ele cieotfflca. Si esta clntlfü:acióo no se produce, o si se produce en un
m<1oeta eompleta en una extensa -sede de ensayos con el átalo de •La grado insuficiente, y si las idealidades creadas por la ciencia susrirnyen
crisis de las ciencias europeas y la fet1omeoologla trascéndental». '* directa e ioge,wamenle al o,oo~o de la vida, luego, en una etap•
• Ddco exp.táar m1 g.todtud fLl prof~soc füch:1.td H. \Villi1u~l.s, de la, Univer--
posterior del desarrollo de la cienc,a, apo..receo esos problemas de
tí.da.d de .Btiffalo, ¡,att d gron mcctts .que_puso~ en .I~
ttndum6n de ou cnS3.J:O func:Limentaci6n y esas puradojas q_ue afectan hoy a todas las ciencias
y fos iooan.sahlcs csfücm,s que Je dcdlc6. Eo ro1 opuuón, la rarea de reptoducJ.r positivas, y que deben ser COJ"tegidos mediante unu crítica "" ¡,ost
lid.meno: d lenguaje de I.fusscrl - que en c:1 o.clginul nfcmiin ofrece sctitJs facto del conpdmiento que llega demasiado t:1rele.
dificultadc.!1 :tWl pai.t:3 quienes leiw es:e k!Joma- a un11 labo~ vcrdadcran1ente La filosofía feoomeoo1ógiC1I se presenta como '"'" Eifosoffa del l,ombre
crt:ativ:t. Eitc,: f}l'Q~.dnm.eo.ri:: en deuda con et proksór M:tJ;VJn Farh~ por su
c,:,,dial y cu1doilosa su,pervwóu del texto. Al profcror F,dr¡: Mathlup debo en Sú mundo vit::tl, capaz de explicar- el sentido de este mundo vital
ruiosas sug~clü aceta:1 de fo. vei:$i6n inglesa.
l Véase en cspcc:irJ Fúnnulc a11d lr1111s:r.c11de11t.ílltt Logi.lt,.\ I-lállc. 1929, scc. .- Con el título «Die Xrl:ü:i der C'Ul'()p~chen Wi~scnichafu:ri u11J die trru;ia·
95 y ,Jg,. 7.Cllden.ta1c Phiinomcnologie»-, al que aludirt:mQ.S ~n "del11ote oomo .-Krisjs•. ( N.
*" Public:1cfo ci;a 19.54 <.'ón eJ tfttdo l)ie · Krisit der e11r0¡,aitchen Wúteru- ~ ,V. Nalbnsou.)
éh«f~rr ultd ~ tro#S2.end11nlale Phiino111e11ol1Jgi-e, Wnlter 8it'.'md, cd.• 4 l'Uya. 2 Bm.cl•s. IYJ9, ~al. l, pág. 2.
EN. d• M. NatmtSOlt.)
127
!26
de una moaera rigu~osam~rce cientlfic,,. Su objeto es Ja dcwostroci6n sam.ente el c:le. las ciencias roatemócicas, cuy.os nouibles éxito.;, nun
y ·explicación de los actividades de conciencfo (Bewusstreinslcistu/lgen) en :;u npHcacíóa pr6_ctiCR, debe.tnos siempre ad.rnjrnr agsradccidos?
de la subjetlvidad trascendental dentro de la cu11l se constituye esre 4. Si en verdad el método fenomenol6gico pnde probar su legitimo
mundo de la vida. Puesto que la fenomenología trasee.ndental no derecho a fundamentar las cieol:Jas cuJcuroles, y si ele este wod.o lag.a
acepta nada como <>vidente por al m.isrno, sino que trata de llel/'at llevar a la luz un estilo de pe~samiento especifico de estas ciencias
todo • cst" gr,,dQ d" evidencia, escapa a todc;, positivismo ingenuo y m.ecliaotc un 11nálisis de In., actividades conscirutivas de In subjetividad
puede aspirar a ser la verdadero ciencia del esp1ritu (Geist) genui- trascendental, ¿con tribuiría de algún modo esa prueba a la sol.ctcióo
namente rncicnal, en Ja acepción torrecta de este término. de los problemas metodol6gicos ele las ciencias cour.retas de los. fen,.
Sin ewba.rgo, c:ste punto Je portída revelo ya tod• uDJI sede Je JH{. meoos culturoles (el der:echo, el n,u ndo econ6tnico y sc;,cial, el ar1c, la
ciles ptoblemas. De entre los gi:upos de problemas abordados por historia, etc.}, ya que todfl'- estas cié.ocias c::it~~ relacionadas eon esa
Husserl, elegj-remos algunos gue son especialmente importantes para esfera mundnoa que la fenomcnologfa tcasceodental b,, puesto encre
nuest.r.o tema.. paréntesis? ¿Puede esperarse algun.a ayuda de ta feo.ornenologfa para
1. Ante todo, ,:cómo puede una filosofía ttascendeatal, como lo es la fá soluci6n de todas éstas cueStiones? La solu.ci6J1 de este problema,
fenomenologla coostltutivn,, ovenrur:U'.SC íl sostener que el rnundo de ¿oo corres¡:,oode más bien á una J)Sicologfo orientada hacia la vida
la vida, tal como se lo contempla en la actitud ruirural, sigu.e siendo cotldiana?
su base de sentido. mieouas al mismo tiempo es necesario el fasti... ..En los pánafos siguJen tes uatareroos de reunir las respuestru. a ~tos
diOllO esfuerzo de la reducci6n fc:nomen,ológica ¡,ara poner <:0tte pa· int~gf\ntes., ofrecidas por Husserl en diversos lugares-de los escntO$
réntcsis • este mundo m,tural? De tal modo, esta reducción e= el y~ CJ.tsdos.
requisito p.tevio de ~ i 1wes,;ignc.i6n de las intencionalida,des .q ue COI)· Con respecto a J.. Es oecesa.rio señalar de inmediato que existe u.na
curren a la constirud6n del mundo paca la subjetividad trascendental. geueralizada coi,fusi.6n en el senl'iclo d~ q,1e 1n fonorucnologfa lrasc';'n·
2. Si el inundo de In vida, to! como se lo contemplo en la actitud dcntnl niega la existencia real del roundo de la vida o que ln explica
,, natural, sigue siendo fa base de sentido de la Eeno,neno.logfo trascen- corno w1a mera ilusión .po.i: la cual se deja engañar el pensamiento
dental, entonces no solo yo, sino también vqsotros y todos pertene- científico oaru.tql o positivo. Por el contrario, ¡:>fira fo fonomtnologla
cemos a este mundo vital. Mi ,ubjetividad trascendental, en cuy~s rtasocndeJl!al no hay ninguna duda de que el muodo existe y que se
activld.ndes se oonstituyc esce mundo, debe e.star rdacionada desde mao.iBesr.~ en la cooténuidad de e1':periencias a.nnoniosas como un
el comienzo q¡n ocrm¡ sobjetíviclades, cop relaci6n a cuyas actividades universo. Pel'O este carócret indudable debe .s<:t becho inteligible, y
•utoriza y rectifica su propia actividad. Y• este mundo de la vida, q11e fa manera de ser del mundo real debe s,:c tl<¡,lic•.da. Sin embargo, una
es caracterizado romo el mundo de In ·vida único y unitario de todos explicación tan radical no os posible si.no clemostmndo la relatividad
nosotros, pertenecen en verdad todos los fenómenos de la vida social, de este mundo real de In vida, y de cualquier mundo de la vida ima•
desde la simP,Je rel<1ci6n «Tú» b,,cta los más diversos tipos de comu· ¡¡inablc, ron respecto a l:1 subjeti vldud a,asccnden ttd, únic,, que posee
nidadcs sociales ( i.oduycrido t<1cbs las cieocias, romo suma total de el sentido 6n1.ico del ser absoluto:ª
lo Uevado u cabo ¡,o~ quienes se Ocupan de la labor científica}. En l'•ra develar esta esfota de b subjeúvidad trasceodcutal, cl filósofo,
resumen, todo lo que copmtuye nuestro mundo social en su realidad o! comenzar su rocdirnción \!enuo de la acritud natural. debe empren•
hist6ríca, y todos los oti:os mondos socfales respecto de los cuales In dcr ese cambio d<= eéticud que Iiusscd llama epoíé fenoménol6gicó ·\
historiu nos ofrece un conocimiento, petteneee11 a él. Pero el intento o reducción fenomonoló¡¡ica trascendeot.a.l. Es decir, debe dc:spojar al
de consrlluir el mundo a partir de las actividades de la ~ubji:tivid(ld mu.o.d o ---que aot~. en la acdcu<l natural, ern simpJcmcntc t,>ostvla.do
trascendental, no conduce inev-itable,l'lente al solipsismo? ¿Puede cx- como ser- justamente: de este se.r postufDdo, y debe volver al .flujo
pljcar el problt:ma del alcerego y, .c on él, todos los fenómenos sociales vivo de si,s expeJ'.iencias dcl muodo. En C$te flujo , sin embargo, cl
que se fundan en la i.nteracci6n del hombre con sus se¡oejantes en el mundo expa:imentado es mante.ll ido e,x:actan1ente con los contenidos
mundo real de la vida? que realmente le perteoecen. Con la ejecuci6n de la efK/:Íi, el mundo
} . ¿Puede justificarse h .af.¡ ,;,nación de que los cieocfos positivas han no d.es~parcc:e on modo alguno dd crunpo de !, expe,ien.cia del ego
sustituido .ingenuamente el mundo de la vicfa por ideJÍlidades, per- ·que teflexiona fí]osóficamente . .Pn.r el con trario~ lo que se capt.1. en
diendo de este modo la conexí6n con su base de sentido, en visti> del lo epr;¡é es lo vida pu.ta de In conciencia, en la cu~l y a través de la
indiS<.ucihle éxitc de las ciencias oatutales y sobre todo de la flsica cual ex(slc pora mí todo el mundo objetlvo, en virtud del hecho tle
mai.em:ltka en cl control de este munpo de la \>ida? ¿Y es siquiera que yo lo expcrimenfo, l,o ¡:,erciho, lo recuerdo, etc. En la epo¡é, en
imaginable una ciencia i::ultural especial ( Geistest/lisrensthafl) que: no Cl!.lllbio, me abstengo de creer en el ser de este mundo y dirijo ,ni
deb;1 rcforUse necesariamente a Jas ciencias de la natuttlle-.c1a, ya que vista exclusi'vai:oe,nte a .mi concienci,a del m1.1nclo.
todo el mundo dcl espíritl,I {Geist) parece basarse en.cosas del mundo F.u este univc,rso de la vida experiencia! de lo subjetividad tras~en-
natural y lo típico sólo apru:ece en cone,rlooes psicoffsicas? ¿No debe
b.,Qei: roás bieri un único estíló exigido pot todas fas ciencias que J Edmun.d Hussc.r.1 «Naclnvort :tu oo.eir~c:ll ldt t>n»~ J,1hrbt1cP fiJr Phi/o.tophitt
1
u,,d phii110Jnenol'oP.1scbc ForJi~hung, vol. 11, 1930, pás. ,62 y sigs.
pr-etendan ser exact~, y no es este estilo de la ciencia unificada preci-

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d;ntal cncuen u:o wd:ts mis cogitaciones sobre el mundo de In vida Oe•pLt&l ele llevar a <!i,bo la •fl'?ié, puedo eliminar primero del Q>mpo
qµe IT,lc rodea, uo inundo al cua.l tambi~n pertenece. 1ni vida con otros teruático inter..ior a ln esfera.. un.i vcr.~a] trasc~ndenr~l, a tod.as :las octtv-i-
y sus ptQCe~Os creadores de éc:lmunidcdes, que moldean activa y pasi- d1"dcs constitutivas que estan relaetonadns 1amcdi~t-a o mcd.1.al.ámentc
vamente este mundo de la vida <:n un mundo sc,daL En principio, con f• subjetividad de 011:0. De este modo, redüzco el wuverso de
l'Odas ·estas experiencias que encuentro en n1i vida consciente, -Si no mi vlda consciente n mi esfera propit'I tr(tsceodentof (f-rt1n~r.e11J~ntal~
seo en sí mismas t::,."<-"perieocias originarhtmcnte creado.to.ti y primordfa1l. Eigentfhüre), • mi ser con~eto como móna~•- .L? que de¡a la eliJOi.
mente furtdádoras de este mundo de la vida, pueden ser e,o¡minadas nación •bstrnctiva c;lel sentido de otra sub1ettv1dad ts an tst~zto
"ª lo referen 1•e a la historia de su sedimentación. Asi, puedo volver fon. unlformemeote ca.n exo dcl fenómeno «mundo» -l:lussecl lo clono.
cLu:rientalmente a lrt experiencia originada del mun·d o de la vid•, en le mino la esfurn primordial-, que ya llo es un roun.d o objctlvamcorc
cual los hachos mismos p uede11 ser aptehcaclidos de mancrn ~t". existente paca todos., .sino que es mi mundo, que UN:: pertenece espe.
foterpretar todo esto mostrando fas ad';luisiciones intoncianaJes de clficruneMe a mí y es, eo el más verdadero sen1idq, mi mundo privado.
la subjetividad trasce11denml forma el en.otro<: campo de ttabnjo de la ;Deotto de este ~1undo-fen6mc110 ieducioo, un objeto se distingue ele
Eenomenologla constitutiva. Es., por ende, uua verdadera ciencia del todos lo~ otros. Lo llamo ~c:rpo, '/ se distia~ue poc el hc:cho de. que
espl.tltu ( Geist) y se postula como un método, en realidad co1110 d ¡n,edo controlatlc;, ':º la ac~160 .Y de_que le atribuyo campos sensoriales
único método que se propone seríaroentc ser una explicación ..rorlic.l\l de acuerdo con 1W c:,q,cr1enoa. S1 reduztil otros .seres humnnos de
clel lttuudo o troYé.s del espíritu. un modo similnr obtengo corporeidades pe<.:oliates; ~~i me reduzco a
Co11 rcsf?'lclo d 2. ]?ero este mundo ele lo vidu al que nos bemós re- ruf mismo como 'sei: humano, ol,tengo «r.ui cuerpo~ y «IQ.i nletite» o
ferido .c .onstantemeote y que sólo puede ser coosrituida pqr lo subjc- • mf .mismo como uoidnd psicafisíca, y <m dfa mi yo personal q\le
rrvidad trascendc.ntal oo es, por cierto, mi mundo privado. Sin duda, .funcicioa cr1. mi cuerpo o que actúa sobre d mundo ex~erior y lo sufre
Otros, mis scmejan1cs, t~mbién pertenecen o él, en verdad no solo ¡,ur medio d~, él. Ahora bien; en este 111~t\do e<terror r"l'lucid? d
como ocro~ c;oetJ,>Os o coo,o objetos de mí ~;i.eriencia de c:ste mundo -«Otto» ta.mb1cn a.parece comu un~. C()rporerdad..., pero un:.t cor.s-x:u:e1dad
sino (:Omo aJreregos, es dcciJ·, como subjetlviclndc;s que esuío dotadas que yo cap ro como -an CQ.CrJio y, ':° verdad., com.o _un ~ucu;po de r)tro,
1
de las mismas activjdadcs de conciencio que yo. El mundo que sé mcdinn1e t..n pcoccso d~ apareamt~to ap.ceseots~lv?. .
experimenta después de completar la reducción a mi pura vid.ti coos- La otra Corporeidad, un.a vez.exper1.1i:~enu,1d11, con~nua marufest3ndo$c
.1 clehte es un mundo intersubjctivo, y esto significa que c.s accetSibíe ® rno µn cuc.rpc.;i a través de su~ 1u¡rJtodes camhímtes¡, pero s1empre
a ~uak¡uicra. 'I'od_os los objetos Cllltw:ales (llbros, berra,uieotas, obras cbocordnntes, lo cual lnclic'1 ap1esen~rivaméntc un ~spccto psíquico.
de tóda sucrce, etc.) señalan, por su origen y slgoificodo, a otros Este solo indicado en u.n ptlncipio por apreseO.tació.n, debe ser <.'Oh].
sujeto_s y n sus intenc:iQnalidndCs activas coasciwtivas; as1, es verdad ple...;do 1>or la experieocia original. De este modo, $e constitoye a¡,re.
que ellos son experimentarlos en el senlido de «exisür allí para todos». seritativam,c ntc uo Otro en .m:i 1t:16nodo c?n10 ·ua. eg'~ que no es «yo
{E~to, por .supuesto, solo es verda::l «po t·a todos,, los que pcrteneican cnilimo1' sino un segundo ego que se refle¡a eo m1 mooacla.. Pero este
o la correspondicnre comu.nidad cultural, pero este es u.o problema segundo él)<' no está si.m¡,Jemeate allí, dado ca Y por sí mismo, sino
de muy dife,ente ~arácter y q,;e examinaremos más adelttntc.) que es u.n (lllerego; e:, un Ouo que, de .acuerdo con su senudo coosti-
A.si, según fo fonomeno-Jogía, d problema de la eJ(pcriencia de los rutivo, se refiere a mi, nl ego ele C.$tc alte.rego. E:sre •Ütl'O» no ts,. 5¡11
OtrQs no tiene por qué se.r un rincón OSCLLtO que, pt1:ra emplear uila embargo, simplemente un duplicJdo de mí nusmo. La co.r¡,oreiclód
h~cmosn expresión de Hussed,' solo es temido por oil'ios en fi!osoffa, extraña pc.ocibjda como 1.1n «Otro» ap~rocc c_o nll C:·>Íe.ca ll}Onádica
porque !'º .él merodea cl e~pecu-o dd soJiJ)Si$mo o del psicologisrno sob~e todo p lu m•nero del «Allb (i//,;), nuent:r.llS que m1 pro!)io
Y el relativismo. ti vetd.a dero füósofo, en c•mbio, debe il11mcnar ese cuerpo está en c.l modo del «Aqui• (/¡,e) obsoluio. lo , que )lega a
rincón oscuro, en lugar de escapar de él. ser aprese.atado de esta m~nera· no deova de ~! ~rop111 esfera de
f:n su quinta Medltn.¡:ióo Cartesiana, Husserl ofreció fo siguiente soJu. peculiaridad; es un ego coes,stente ca clmodo del 111,c y, por lo tomo,
<llÓn del problema, que procura.remos exp,>n.er en sus contúrnos pcin- uo oltercgo.
cip11les y, en In medida de lo J)Osi.b)e, con s-us propios ¡,a/abrns. •
6 Por aprr.st:tUaclón. collcurJc Busacd. !'ª proceso d.c Makigta., pero tlatt:_ pr~
4 For11u1{1t t1nd trdnsrendrnJale .f..ogik, p&g. 210. ~:;o en ningún $t!nhdo di. u_a11 ~nclus,on poc an11.l~fa. P(lr Bt urui exp,encoc,i.:t
5 Par11 este pro~si.t'o, no hco,o·s usado 1~ tJ;adt.K'ciÓn fronc:cSJ:t, aioo el manus.. ~ ac remite II ocr.11 cxpet-J~n(UI que oo se da m se dutJ tn ln ri;alitbd. E'..n
q:ito alemíD Ot1gi.n.a1 inédito.* En otra pt.1Wiéaci.60.• .. expor>dccm.0$ una. crf- otr:a.s · paJabtas, lo apre&eotado no olo nza uno pté$Cl1d.o n:¡J,, J?9c (.jcmplo, a]
qpi. d,d plao1eo bw.serUa.oo de fa .1i11bierivldad crru¡c:endeoc,d, conr.ro el ~I contemplar el WlVCt!SO de un 0;bjeto 1 es apre~entado d tevttíiO. El,ap4Tear.¡it:11to
~ mi '?f'Ú)j6n, pu.oddl 51J.$cltnac aJgunllS objeciones importantes. ' ( «Mcaupl~menl-,. en la tta,du(Uúb, er,ncc:ia > ~es una for:ttlfl primC!rd.iaJ die ·l (nr.(;is
• La cd1c;ióp alemana Fue pobfica,i.i ell 19.50 co.n eJ titulo de C11t'ltt.tia11i:;ch'e pa,iva lo cyal sigolí1c.l! -~de a.SOCléCatÓn:t. Su _caractet:IstlQl es que !iC pu::scn~n
M.editatiorJcn und Pariser Vo1tr/ig~, S. Scrns,cr, ed., La .Hiiy;:1, (N. df: },f. en ll1 'unid!l.d de h• C()ncít:nc:ia dO$ dof()$, distinguilik:s uno de otro, que CQQIQ
i'ltrlilfl~On¡ ) [111.t coosti,tu)'t:ll ,1no. unidad ti'.iiOUU:f!-OL
AAldl W: scnicjauzo: c:shtbkOda pu! ~-
** Véilsc.. Alfred Schut:c1 «Tht; Problcm der. cranszendcnt¡ilco IoLersubjectivitiit vid~ purá auoque aparcceu oon,o d1.sunt~ e lndcpendl.enttmcntc de que $C. los
bct Husserl»-, Pl¡Hosopbi:tc~" RUJ1d1ch11u, vol. 5, n? 2, 1957., ¡,ág$. 31-107. ndvitrt:a O 'no. V'éi:.se: lifédítaJio,si C111t~sie,u,~s,,., &étll. 50 Y ?1, .Fa.tú. 19)1 [y
( N. de ,ti. Nahl11so11. ) · · · «Símbólo. ,.,.li<lad y sociedad•, p,lg. 265 y ;,g. (N. d, Al. Nai•nson.l ] ,

1.30 13:.-- - -
,E,! prlme, caróct:er cumú11 gue existe C1ll~c yo, cl Yo pskoEísko ().tÍ· 01.ra humanidad eu lmral y otra o.1hut>1 1)0 pueden lle~á_r a ser acc.esi-
inotdinl, y el ÜtrQ ex_¡:ietlmeoh1do npresentJttiv:imtntc, y q oe constt- 1:¡Jes síno mediante un complicado proceso de compi:eos1on: .•n el ruvel
ruye el fund nmcnto de tods.s las Otras comunidade• iotcrsub,ictivas de básico de hi naturaleza <.-"Ontú.n., qu-e en su csttuc.~ut~ espac1otcmpor..ll
un orden :ruperioc~ es Ia comunidad de oaturalez:1.. que pertene.ce no espccffíc• constiruye d botiwate dd ser pata el acceso n tO~os lo.s
$Olo a mi esfera ptimo,disl, sino ta,nbién a la del Otro. Pero existe m,llciples fonómeaos culluralcs. Cu.anclo 1~ na~ralc:za es osi. co11str-
lo dJfetencia de que el mundo aaturol del Ow:o es visto como illt( tuidñ. de modo concreto y uniforme. la existenoa bu1.nana. mJS;°1:1 es
desde mi punto dcvisra, es decir, q ue el Otro obtiene: aqucl aspecto de referida a un mundo de la vida existente como «tdm~tto ?e act1v1dnd
e.ll:-t c,ia~ yo n1ismo obtendría si no h 1ci;a hic sino illic. De esta mane1"11, pt1ícti.c•, gue posee desde un __primec moment() s1grufi~oc1ooes hum~-
todo objeto natural que es expeti:tneatado o que puede ser experi-
nas. Todo esto ""' en prrnc1pm, accesible a la explicac16n de un ~·-
mentado en mi esfe,..a primordJal obtiene un nuevo esrrato •1?.tescn- lisis fenomenológico coastitutivo q ue, partiendo del ego apodfct1cn,
tativo~ a .s:,bc::r, com·o el r.o.is.mo objeto nato.raf ett las maneras posibles debe reve)a.t fin~entc cl sentido trascendental del m undo en toda
de "" cariicter de dado para el Oti:o. su conaeci<ía, q ue es el conünuo -~uado ~e lil_ v,da de todos nosotros.
Partiendo de nif oomo la mónada coostitutlva original, obtengo as! Con respecto a J. Como ya se cli¡o, las c:,e":~ '"' naturoles en teneral,
otr3s mónadas, o sea_, O.trqs en cuanto suje,os psicofísicos. Estos y en particoat lt1s ciencias nrttur;Ües q~e u tilizan .la mat-em~t1C$, han
Ou·os no est..ín solamen.te relacion-ados por Qledio de apa.rearn ientos pc:rdidó su r:e.laci6n coa su bese de senndo, es decir, con d mundo de
asociañYos con mi ser pslc;off$i<:o, co su cup1:1cid:1d de estar corpo- ]R vida. ·Cómo 1?Uede Justi ficarse, este reproche C?ando acabamos
ralmente o puestos a m(; se tr:ata tnái, bien de u.na jguaJnc16n objetiva, de mostr!r que es precisamente esto. 03turlllez.a ~ruvtts~ ~ .que .se
una n>utun interxclaci6n de mi existencia y fa de tod os los Otros. En constituye de modo concreto y unilqrme en fo mtersuh¡euv,dad, Y
efecto, osf como el cuerpo del Otro es aprcse¡nado por mí como un J:i q ue casi debe ser considerado como la focma de acceso a los mundc¡s
Otro, así también mi cuerpo ~ expccimcntado por d Otro como ele otr•s clilturas, en su O'loclo de constituciól! otientacLi7_ Podemos
su Otro. y así suces1vamc.otc. Lo rnfsmo es válido par:1 todos los suje. .responder ante 1.od-0 que la natucaleza c;ou10 obJe to de Jas c.ttQ.ous 0..'1·
tos, es decir, para esta com,midad abiei:ta de mónadas gue Husserl ha rurales no es exactamente lo mismo <1ue ll.l .11atu.ralcza como tt!-emenco
denominado Ínt1'I'Sabjetividnd trnsce.ndentql. constituli'lO del mundo de In -.ida. Aquello gue d s':' ~uroario Ingenuo
Debe destacats<: c¡ue esta intecs1,bjetlvidnd trasceadtntlll existe P Llta• toma l'°' la realidao natutal no es d _mundo obJetJ.v o d.• ouestcas
t¡1ente en .n,í, el ego c¡uc medita. Está constituido puramente a pari:k cicoci:,s l)Jlturales lllQ<lernns; su concepC.160 d,;l mundo, v~cln pata él
dé las (tientes de mi iarcncionalidnil, pero de tal otanera que es la ·en su subjetividad._, preva1ccc con todos sus dioses, demoa1os, 4:t.e. Ln
misma intersubjetividad trascenden,e cm cad• ser bwnano ¡.,axticular ttatuiale~o, en erte sentid.o, como elen1ent o Je '!t'undo de la v1J a, es
(solo q ue en otrt,s maneras subjer::~as de aparíe.ncfa) en sus expetier,. por ende -ttn concepto qt1e tiene su 11,g.o.r exclus:1;_•am~JSte e!' _la esfera
ci:is intencionales . En esta coos.ciruc.ión de la intersubjetividad trascen· mental (g~isti¡¡). Se constituye en nues~ra ':"per1eacia_ cotidiana pró-
dental 5" cumple ta'!'bién la dd mundo únicó y uniformemente obje. vista de sentido, a medida que esta cxpertena a se desarrolla en nuestro
tivo, y con ello la constlrnciiSn de !lqucllas objetividades peeul.i:lrmente ser hist6ric:lroente determinado.
n-1eutales, e.11 especia) los tipos de comunid..1des sociales., que tienen cJ TorneOl.OS romo ejemplo !;, geomerdo. Cuando, en nues~ro mu~o d~
carácter de pcrsonolidudcs de u n o.t den superior.
la vida perceptivo, d.irígimos por abstracc\6n nuestJ;o vist~ a figu~
De especial importancia parn nuestro cem.n es fa co1\stitución de ·lo meramente espsc:ia.les y temporales, e:itr;,et1D.l:ota~os, es ctertó., «So· '
específicamente hua1ano, Jo cual signific,, mandos c1,1Jtur:ales en su Udos». Estos, sin embargo, i;io son los sólido s 1denles de la_ geo-
peculiar manci• ele objetividad. 1 De ac<Jerde con H usserl, lo accesible metrla 6ino que "ºª s6lid os tales como re:wneotc los cnten~em,os,
para: cad.a uno pertenece en e:sene:i:.~ 1d stntido conscit:utivo de la. nuru_.. con e!' mismo contenido que constiruyc el verda~ero conte111do de
raleza, de la corporeidad y del ser humMo psicofíslco. P-,o el mund,;, t'IUtstta expe.t iencia. a Al mundo que es dado r re v1ameutc: -a nuestro
de la cultura tie.ne un tipo limitado _de ob¡etivhlad, y a(lemás dehe e.,;periencia cotidiana pertenece (¡, forma espat, o•tCmpórn.l, en la cua.l
tenctsc presente gLte el mundo de .lo vida me ese,! dado (a n,( y a to-1o se indt1r<:n las figuras .:orp6reas ordenadas dentro de él, y en la g.u e
el que consc.rve la actitud natural) primordialmente como m i mundo nosotros mismos vivimos co.nfo.cme a nueslttl m.a.ne_ra d~ ser personal,
Gultural. o sea , como a n mund:9 de signific..ación que cJ se.e hurrutoo corporal. Pero ,igoí no e~ont.ramos. n•d• de las ~d~ahdade~eorné·
en cuescjón conttibuye bistóricn..ment~ a c.rear. La .c onstitución del u:icas, del,espacio gcométtJcO o del. t1em~ matemattco co:, as sus
mundo de la ca!tor-a, similar a fa constitución .d e cunlquie.r «rnuado», 1
formos.G Las figutas con.c;tetamcnte empf.cic:1s están d:,!;,a~ para noso-
incluS<l el mundo de nuestro propio flujo ele eypctiehcia, tiene ]a lros, en nuestro mundo de la vida, como foro)as de or:. materull, de una
esrructura ((!gaJ de una constitución, ot.icntado con respecto n un
«p]cn.itud sensoQal•; así~ están dad~s con lo .~:: se teprcscotn me-
•pun to ccto» u otigca de cOQi:denadas (N#llg/ied), o sea, a un• per- diante la$ llamadas cualidodes sensorrnlos esped!tcas (colo,, _ol_or, etc.).
soruúicbd. Aquí esto)' yo y mi Cllltw:n; e lln me es nccesJblc y lo es Pero la geometría es\udia ,los sólidos del mondo corpóteo urucamentc
a m)s comp•fieros de cul nu-n como un tlpo de experiencia de: O tros.
8 «Ktü,J,,,, _p4 98 y SÍl!il,
7 Af respecto, Wasc C$peciolme.ore M~dilaiio,,r Car1ésien.>ur1, ~..:c. ~. 9 lbid,, p,lg. l 25 y •Íll•-
-------
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,..
1

en la abstracción pura; es decir, ~e r.efie..tC sólo .J figuras abstn\CL'lt:. de lo ceré'ano y típico." Solo cuando los c,bjetividadcs jdeales susti-
en el m~.rco cspacio·.. tcmporal, qlle sqn, como reconQce.Jiusserl, «figu- w yeo • l•s cOSftS empíricas del round<i corporal, solo cuando se absti;,,e
res de sentido» puramente ideales, cre•ciones de sentido de la mente o co-idealJzn la 1>lenirud iI1tuible, que no es suseer,t.ible de ~atcmatl•
humilna. Esto oo cr¡ulvale a afinnru: que Ja c,ristencia geométrka es zaciqn, se ob1.iene la hip6tesis Jundamt!11tal de todo el ámb110 de In
una exi.srenci• psicoló!lk• o P,Crsonal en la esfera · L>e,,.onaJ de la con• ciencio matemática dé la noturaleza, ~egún la .cual pued.<> p~evalece r
ciencia. Por el conb;atio, la existencia geométrica es ;!el mismo tipo en d mundo iotu.ible u.na induethrldad universo!, una inductividpd qtre
q~c fo existencia de estructuras de senlido, y éS objeún para todo cl se jnsinú~ en lt exectíencis Cotidiana, pe.ro pccmnnece oculta en su
que sea un !le6metra o comP,rcnd• la geome1.rfo. infinitud. Por consiguJente, esta causalidad universo! de las ciencias
Ltts figuras, ·axiomas y proposiciones geornétricos, como la mayoría matemátic,1s es tamb.ién una idealiz~ción. Ahora bien, diceHu,serl, es
de la, cstructuros dd mundo de la cultura, tienen un~ obietividad den<> sin duda que en la notable estractuJ:1l de las. tiendas naturales
ideal; siempr.e se las pu.c;dc re~activar como idéoric'ttS ~ sf .ITLÍs)Dns_ esrn blpótesjs ts valida en el infinito, y precisamente e.o su predi~ción
Va.le decir que la octividod creackna de sentido gue ha condncido a de sucesos del mund.o de la -vida. Peto a pesar de todas las ven f¡ca-
su sedimentac-ió.o puede ser reejecutada. A hora bieo.: en es te conte:8:to, ciones, sigue ,lcndouna bip6tesis y, ¡;>Qr endt, una suposición no •<;!a-
re·a~ti\iación es también díh)cidoción deJ sen Lido implícito en las nb,e- rado de ]a cieacia n.lutcmárica de In n.nru.taleza.
viaciones de esta sedímenración, nl referirla a la evidencia. pri.m11tía. S~$ún la. rradkión indiscutida, el exper!º. en cicnd os narnrales acep,ta
SiemP,re existe Ja posíbmdad de l!Xaminar la ev.idencfa primaria ele Ja~ idcoJ,zac¡ones heredadas y las supos¡c,ones no aclaradas como tcc-
una tmdiclón, por ejemplo, de L• ciencia geométrica o de cualquier nicas ("e;c:v í1) sin tomar conciencia J el camb(o que ba c,<petimcncado
otra ciencia dedµctiva, gue scLúa a ló [argo de siglos. Sí esto no sucede el significado oúgi nalmcnte vjvo del objerivo de lograr conocimiento
qoedan sin develar los actividades origi1Jales qué se encuentran den~ ,cerca del muo<lo mísmo.1ª Én el proceso de materno ci,zación de 1u
de los ,xmceptos fundamentales de esta ciencia deductiva y su timda- ciencias naturales, dice Huiserl, medimos el mundo de lo vida para
mentación en materiales prócientfficos. La tradicióo en la cual esta$ vestirlo coa ideas a mc:dida. Exactamente de este modo, obtenemos
ciencias nos son tta~r;middas es vaciada entonces de sentido, y o lvi• pO$ibilidades pam una prcdicci6o que va mucho más aUá de fas teali-
dada fa base de senado " la cual estos ciencias se rt:.fieren o sea el zacione:s de la previsión cotídian11, en lo coocernientc. a los so~esos del
mundo de la vida . 10 Peto, según ;Husserl, est,i es lo sit~•ci6n' en mundo intuiblc de lo vid;, . Pei:o todo lo que para los estudiosi;>S. de
lo époc• moderna, no solo én cwinto n la geomettfo y ln mntem6ti- c!cnci~s oaturnles .tepreseota el n1undo de la vida c;c,n'lo «naturaleza
ca, incluyendo a •odas las cicncios naturales que utilizan la mocen,~t!ca objetivamente real l verdadera-. es env1.1elm en este ropaíe de súnbo,
sino ~ambjén con resr;,ecto u la J6gica tradicion:11.1! 1 ' los y queda oculto. El manto·de ideas tiene el efecto de que tomamos
La ldcn fundamental de fo ffska moderno es que la naturaleza cons- un método por el ser verdadero, con el Iín de mejorar inffoltamente
~uyc un. un_ivcrso matemático. Su iclen-1: es la exactitud, lo cual signi• las toscu,.s predicciones que son 'los única.s posibles denLro ele las expe-
f,ca la capaadad de reconocer y determtnnr las cosas de la naturaleza riencias reales del mundo de la vido . Pero el signlEicaclo propio de los
en absoluta identidad, como el sustrato de un carácter absolutamente métodos, las fónnu las y las teorí;,s seguirá sh:ndo ininteligible mien-
Jdént.ÍGQ, meródic:omente inequívQco y discernible. Parn alcanz.,r ese tras no rdlcxionen1os acerca del sigoiffcado histócico que corresponde
ideal, la físicn recurre • lo medición, a los métodos matemáticos de • su c,srnbli,cinúento pcimo,xlJal. .
cllculo y de Í6rmuh s. De este modo procura crear un tipo total- ('.,oo el enorme éxito de las ciencias ru,turalc.s matertultlcas, la filosofla 1
mente ouevo de. prcdicaión ()•tn el mundo corporal , y poder caJcnlar y I• crftica mod¡,,:,ias del conocimiento han llegado a ver e.n los m6-
los ·sucesos ?'° este .mu_ndo en té.rmiuQs de necesidad. Pero, por un todos de aqueU!1$ el protóti¡,o del pensamiento cientffico. Como <.'00·
secuencia, ¡e ha producido una división du~lis-ta entre uo mondo COl'·
lodo, .la plenitud =~ottal de los sólidos en d, mundo de Js vid• y los
cambios de esta plenttud o.o pueden ser macematizados v por el ott-o póreo reaJ y autónomo y un .m undo mental, el Cl,J:U, s.in embargo,
la JJaturalcza prcden tlfica inruible no car<,ce de c~t• predictlbilidac:L sigue dependiendo del mundo naLurnl y no adqu iere una jcrarqula
En .e! mundo p~rceptible por n.uesrtos _sentidos, los cambios en las iodé:pendien Le por s( mismo. Otro consccuenci, es que aun este mundo
mentol debe ser e:xplicaclo m9re geometriqo, ;iegún el racionali,smo no
posicmoes cspacio-tempotalés de los sólidos, los cambios en su formn
Y plenitud, no son accidentales ni indiferentes, sino que dependen aclarado de Jas ciencias oorumles m3temáticas o, como dice Hus~erl,
unos de otJ.'OS de maueras sensodalmcnte tlpica;. El ~otilo básico de l>Or medio del rncional.ismo fisic-J.Üsto. Sobre t<lclo, Jo psicología debe
nuestr0 a¡uodo visible inmediato es emp!rico. Este estilo universal ser tmt11ds de maneta objetivista; en este caso, «objctivjsta» quiere
y. "'! v~t<Ltd, causru hace posible las hlp6tesís, los inducciones y lo$ decir qu.e , en el ,jml;,ito del mundo qae de modo evidente por si
ptedicc1ones, pero en lo vida preciendfic'1 todas ellas tie11en el áltáct<r mismo es dado por la expcrientja, $C buscan fas «verdades objetivas»
sin indagar fas octividadGs subjetivas de lo mente, ónkas a p~rtír do
10 Edmuncl J-lusscd, «Di'c F'r{lgc rui.ch dcan U~prona, <lcr Goowttrfca págs fas cuales se constituye el sentido 6ntieo ·del mOJJdo de. la v,da que
203-26, y •obre 1000 págs. 209·17. ' '
11 Con rc:sp~ u ~te úldnio punto,, a1..'érca de Ll lógica ténse F()rmale uud 12 V6,,c •Krisis•, ~ágs. 101.05.
trAtJb.c11d1:11tal-e C.Og,k, secs. 7}..81 y 94 y sig:,. U .•~'1•i.., p'8,. 1D-16 y 132 y ,ig,.

H4 J.31
es dncfo de onlemaoo. l;:n e(ecto; cl mundo de- la vida es una forma· t1priori. 1 • L$ descripción concreto de lí\:S esferas. do conciCncí:'1, .tal
ción subjetiva que results de fas •ctividndes de la vida CXI?crieocial pre,. romo debe ser emprendida por uno verdudern ¡,s,co)ogl:t <lesc'.'p~v•
científica. En tanto que el n,uodo de Is vid~ intulble, qué es pura• dentl'Q de la actitud oatur<d, sigue siendo, sin erobnrgo, la descrrpa_ón·
mente subjetivo, hn sido oh,idado en el ÍJi.terés iem:hko de h cienda de una esfera cerrada de las intencionalidades. _Eo ~tras pálabras: =~e
n~cur•I y i¡unbién_ de hi psicología objetivista, el sujeto que actúa, o no solo una de.'tC.ripc.ión concreta· de las aptr.1cnCJa.s· ~e la conc1enaa,
sea el ser huma.no rni$nlo qué elabora su ciencia, no ha Sido conver- como en la tradición de Lockc,_ si.no wnblén, n~es(lttamente, la ~es-
tid.o en temático. Sólo en el con0<."imkn to científico purllJllente cultu- cripc(ón de 1os ~objeto,,. consci.1:,it"". ( í?tcnciooale~) «en su sc.nttdo
ral el in vesti¡¡•dor no se confunde por l_a objeción dd c11rácter disi- ol,jccivo ..,. halla~los en las CxP,erienc1as m(etn•s a,cnv.as. Pero to:! qer.
mulado de so ucti\lldad. J;>or consiguiente, es erróneo c¡ae la$ ciencias dad= psicolngía de la íntencionalidad JlO es, se¡¡un, palabras de Hus-
sociales pretendan competir con fas naturales para obtener igu.I ga- serl, oada 1nás que una Jeno,nenologla, conme11t,va de la act1lud
cancte. Tan pronto como otorgan a Jas c iencias nacutall!S su obietivida:d .r..f'¡fUTIJl. lG • . •
como atr:ibuto iodc:pcndiente propio, los mismas cienc;ias sociales caen En esta ciencia mundnna eidética ( y JJOr eode en la npercepm6n psJco-
e,n el óbjttivismo, ya gue solameore el espíritu ( Geist) tiene el ser en !ógica de la actitud natu.(al), que está al cop:,ienzo de ~od<?s los proble-
si mísmo y es independiéntc. Considerar In namraleza como algo eJ1 •f mas ctentl.ficos metodológicos y teóricos de todas la~ neneias c11Jtur~es
mismo ajeno aJ esplcitu, y luego bosru: Jas ciencias culturales iobi:e y sociales, todos los 11nálisis efectuodo$ !;'! la rcdu~6n fen".menológu,a
las ciencias oatu.taJes pora de este modo bncecla:s RtC:suntamcnte conservan =cialo,ente su v•lidez. En esto reside precisamente la
e:,tactas, es un absurdo~ Los especialistas en cie:nci:1s de lu eu.lturn, enorme si¡¡wHcaci6n de los ,:esultados log,ados por Husserl paro tO<las
cegados por <:! naturalismo, han descuidado por completo plao cear lns cieocjas cul turnles.
siouie.to e l problema de uoa ciencia universal g_uc sea ve.rdaderan,,ente
culmrnl.
Co,, respecto a 4. Pero, ¿cor:respor1de realmente ft ln:,. ciencias cultu-
rales, eo el sentido con q,n_e hoy se utiliza esta expresióo, indagar
rt-specto del problema de una eienda universal del espíritu en el sen- II
tido hussetliano? ¿N!] es esta tarea especiücnmentc un probleo,n
En d nni;erior resumen sobre algunas de los más importantes líneos de
filosófico, o más propiamente fenomenológico, que sólo se hace visible
pensamiento de In fUosofí1> de Husserl en su~~;' é~oca, el concepto
en ln esfera tta~ceudcntal y, por ende, solo dcsp"és de haberse
colocado entre pn.réntesis aJ universo mundano, tínico que es y debo de mundo de. l• vida $e revela en tocia su s,gruíicaci6n funda1:,ieo!•I
coroo base de sentido de todas las ciencias, intluycndo las c,enctás
sér el objeto de todos los esfuen,,05 <le las ciencias conct"Ctas de la
cultura? naturales 1' también la filosofía, en Ja m~~dn en que de~ee ai_,arcccr
como una ciencia ex:actn. Asl, toda re8ex1on halla su ev1de.ncra sol<>
'El ideal de la l:uswria - re1ntar el pasado ~tal como realmente foe•
en d proceso de l'eCl,ltrir n. s,~ experiencia orifl~natiao;ente fundado~•
( von '.Ranke ) - es también, con ciertas modiEicacione.s, el ideal de dentro del mundo de la vida, y queda como mteri:iuMblc tMea ~el
todas los otras ciencias de fo cultura: determinar lo que la sociedad,
pensamiento hacer inteligible l• constitución intenmonal de_ la sub¡e·
el Estado, el lenguaje, el nrte, )a econoo,fa, el derecho, etc., son re.•l- tlvic.lad cooLribuycnte con i:efctcncia a esta, ,su base de sentid~. Pero
mente en OUCStro muadO de la vida tCrtena(; determinar Sll histori- \
nosou:os, que vivimos ingenuamente en est~ mundo de la v~d~, lo
cidad y determinar cómo el SilJniÜcado de cada uno de el los i;,uede cccontramos ya constituido. Poi :.isí decirlo, nacemos en él. V1vrroos
hacerse inteligible en la esk1·a de nuestra experiencia mundana. Y,
en él y Jo soportamos, y fa intenciona!Jdad viv~ d~ o,uestro fl~io. de
en esta e.sfor,,, ¿ no se dcbcán apefar-a i• psicolos,ía. en busca de una conciencia apoyo nuc:stto pensa.r pot eJ ~ta_l nos ontntamos pta.t"ILC:a-
solución de.l problema de una ciencia universal de la cultura? 1

mente en este mundo de la vida, y nuestra acci6n, por la cual tnter-


Para Husserl, tampoco hay ologunn duda de c¡ue todas las c(encias
cultunde. y sociales basta ahora existentes se relacionan en i;,dncipio véD-imos en él. . .
Nuestro mundo coLidi•no es desde cl comienzo un_ mundo tntersab¡e.
con los fenómenos de la intersubjetividad mundana. Por consiguiente, tivo de cu·ltura. Es inJci;subjetjvo l?(!rgue vivimos .en él como. bombtes
los fenómenos ttascendentoles constitutivos, que solo se hacc:n visibles
en tre otros hombt<:s, ligados :t ellos por influenc,.:is y tri•b•J".• comu•
en la esfera fenomenológicamente. reducida, apenas entran en el campo
nes, comprendiendo a otros y siendo un 9bje10 de C<?!"Prens16n pam
vlsual de las cieucias culrnrales. Sio embargo, una psicologÍJI de la otros. Es un mundo de cultura porque desde el co,rucnzo d ~undo
cual pueda esper,u:se uaa solución de los problemas de las cienci.os ele lo vida es un uoive.cso de sign¡{ica.ció.n para nosotros,,.~ decir, ona
culturolcs debe tomar conciencia del hecho de que JJO es n_na ciencia
estructura de sentido (S;ntJzusamme11hang) que debemos mcerpretar,
que trate: de hechos empíricos-. D~be ser una ciencia de esencias, que
investigue los correlatos de esos (e.n6men.os constitucionales ttascen- 1,4 «Nachwort z.u mcioen ldeen», pág. ,,); véase pág. 14 de la t.rodnccióo de.
dentales que se relaciónan con la nctitud natural. En consecuencµt, .13<,yce Gíbsun di: ld~#S.
debe e.:xaminar las estrucl:ura:s invariantes, , pecuJiarcs y esentiales de 15 lbid., pág. ,565.
Ja mente; pe.ro esto equivale a Afirmar qoe exami.na su estractura 16 _lbiil.., pÓg. 567.

- - - - -136
137
Y de interrclocioncs de senti<fo que ,institui.mos·solo nledian,.c nucstr:a plcnirud t y ~us ho..cizootes abiertos) pero lni:erpcctabJcs. A este tes•
acción en es!c mundo de la vjdo. Es tQmbién un m.;,,do de cul,11111 (>O.r• pecto, entran en consideración Jas entego1·ias· de /a"1ilittridad y a¡en;..
q,u c SoI;l?!· sJeoopce ~.oscientes de su hittorici,lad, que encontramos en dad, y la muy importante de accesibilidad. Esta últcimn alude al agru•
la trJdicion Y los _Mbitos, y que es pasible de ser examinada porque lo p !.miento de. mis ambicot<'s .egún 1) lo que está actuwlmcnte a mi
«ya dado" se i:efie~e a la propia actividad o a la actividad de Otros, ,ilcance, visto y oído, o lo h~ estado u!Ya vea y podría volver u t:"tror
de la C!.t•1 es el scd.ime.nto. Yo, d «cr humano nacido en este mundo en mi ámbito de accesibilid~d •ctunl; 2) lo que es o fue acci:,;ible a
Y. que_yive_itig':"uamcnte ea él, soy el centro de este mundo eo la otros y, podrla as! porcociolmentc ser accesible o mi si Y•l n<;> estu-
srtuacion h!$t6.rt?\ ele ml «Aquí y Ahora» acru,\); soy d «urigen do viera nquí (hic ) sino alli (jllic),10 y 3) los horiw.11,es abiertos de lo
coordenadas haéllA el cual se orienta su coru.--t:itudón». lf Es decir este que puede $Cr pensado como alcan;,•ble ca la variación libre.
m,.uldo tiene significaci6n y sentido ante todo por mí y para. 1y{f. A esto debe agregarse que yo presupongo (fue todo aquello que tiene
En los párraf~s que siguen tratm:é de aclaro~ esre tema.extrayendo del sentido ¡r.ua m[ lo tícnc trunl1iéa, parn el Otro o los Otros con quienes
curso de las ideas de Husserl algunas consecuencias fundamcmales co1npac10 este mi mundo de la vlcln como -asociado, c:onternporánco,
~uc no se eocuentran _en sus propios escrl·tos- p~ra el t"()no<:i . predecesor o su<:e$or. También a eilos este mundo de la vida se: les
.n11eoto de-la estructura de lns ciencl~s sociales. presenr:a (Jatt• su interpretadón. C.0002co sus perspectivas e.a cuaQto
Este m~udo, cons!-'"uido alrededor de mi propio yo, so me presenta a jcta,quí~.s de signiEicatividad y sus hori7.ontes de familiarid,,d ~
P"'" Ju 1nterpretacr6n, a ru~, un ser ~u~ vive i,1gen.u~mente. dentro de ajeo id ad; en ve,dad, también sé que, ton •lguaos segmentos de au
él. Descfe este puato de v1st11, todo tiene referencia ·a m1 situación vida provfata de sentido, perteneaco ~] n1undo de lo vid• de Otros,
hist~tita actual Q, como también podemos decir, a mis imereses pmg• asl como Otro$ pertenecen a mi m11od,1 de la vida . 'J:odo esll> es una
márrco~, que penen= a ln •i.tuaci6n en que me encuentro ac¡,ú y orientación m:úláple pata mi, el ser humano ingenuo. Planteo ,,etas
ahor.-a. El lu,~r en ~ue vivo no .tiene sfgnificaci6n para mi c:o1no con• provistós de scntído en l• expectatíva de <¡ue Otros mtcrpretaoán su
cepto geo~raftco, srno ~-orno mr bogar. Los objetos que uso coddla- sentido; y cl esquema de mi planteo se orienta con respecto al esquc,,
narncn~e tlene,n sÍgnificaci6n como mis imple1nen tos,. y los ho1nbre.s ma de interpretación de los Otros. l?o< otro lado, puedo exMniaar
J co~ quienes es:oy e~ dctcrm_~aa.das t'el~ciones son n1is prtricotes,. mis todo In que, como producto d,c oLrog, se presenta QJ'lte nlj interpreta~
arrugo,¡ o e,manos. El lengua¡e no es l,'al:a uú un sustrato de conside- ción como cJ sentido que el Otro que 19 ba creado puede haber virtC)J·
~cion~s filosóficas o gtáénat:ica.Ies sino un medio para expl'esac mis
1
lodo con él . Asl, sobre estos octos teclprocos de plantear scnt.id()ll Y
tntonCJon<:S o comprender fas intenciones de Otr.os. Solo con re"for.encia ,le interpremtlos se construye ml mw,do socinl de inte=bjetividad
a nu. adc¡were •u tentido especifico esa relaci6.n con Otros que desigoo 1nvnduna; es también el mundo soci*J de Otros, y to<los los restantes
med¡ante la palabra «Nosotros» . Coo tcforéncia a Nosotros cuyo fen6JJ~enos soci<rlcs y cultutale~ se basan en él.
cen~ $OY yo. Otros están en Ja po~iclón de <<Vosotros>.>, y co~ .rcfe_. Todo esto es evidénte po1: sí mi.sino parn rot en mi ·vida lngen1J.a, así
.re-na.a a V:o~otros., que- a su vez se rcfiei;iet1 a nú~ terceras partes están como es evidente que el mw1do real.mente existe y que es rea!meote
en 1:1 posrc,ón de «EUos». Mi_ mundo social, con los alteregos que as!, 1:~l como yo lo expcr.imenco ( ~¡,,,tte de las ilus_iones que con
contiene, ~tá ord~aado, coam1go como centto, en asociados {U,n.. po.steri.o ridad, en el curso de U1 cxpetienci:;i, resu)ta.n no ser más que
welt), contcmpoi:á11.eos (M#weh), px~deccsores (Vorwelt) y suce- apariencias). No existe ningún motivo par:l que la persona i.ogenua
suscite la cuestión trascendentol coiicernience • la re<Jlidod del mundo 1
sor~s !l'olgcwelt).'8 medfante l.o cual yo y mis diferentes nctitudes
P?ºª Oti;os i.usátuyen estas múltíples relaciones. Todo ésto se da en o a la renlidad dd altcrego, o a dar el •alto a la esfera r.educido. Por
diversos gr~dos de fotimidad y anonimia. · el cootracip, en un:-1 resir ge1reral planten que: est.e mundo ti-cnt: un
Aden:,ás, e\ mundo de (a vida est,t ordcnaclq en cnmpos ( Zentren) sentido válido para é l, con todo lo que encuerit.ta en el mismo, cou to•
de diferente unpotU.110• según mi estado nct1.u t.l de interés coda das las cosas naturales , coo todo$ sus se.re$ vivos (~obrt todo, con
uno de los cuales tiene su propio centro especifico de densidod y seres humanos), y toda suerte de productos pcovi,s tos de sentidp (be-
tra:micntas, sfulbolos, sistemas de Jenguají:, obra~ de arte, etc.) . Por
17 Ve.se supra, póp. 132-)-3. conslguie.o.te, In persona que vive con mgenuldad ( estamos hablando
,1 18 En la ~ch,cción de t'!!llnS témúuos se sigue .áu uso e.n un prtícU:lo de de 8ete.S hu.manos sanos, aduJt<)s y alettas) automácicamcntt tiene 11
,Alf.ctd Sto,o~or Y KuL Bode sobe-e la obro del doorot Scliutz «A New Appro:id, mano, por así aec;i t _. los cortapiejos provistos de sea tido q1Jc son válido:9
to tlu: t.?••hodology of thc Sod,..J Scicncp, Ucon6f/deu, ,.,,\. 4, 19}7, p~g¡,
40ó-24. Estos tétcru.n.o s son ex.pilados ooo extcn.s16n en el libro del doctor para él. A partir ife las cosas heredadas y opre,o didas, de los múltiples
r.,U•tz Der #nnhafu 4uffau d!r m zía!en We/1,1. Vicn•, 1932, 2' cd, 1960. sedicoeotacJones de la trad.ícióo y las costumbres, y de sus propias
. mwcll es. el mundo trunc:d1nto, deoll'O del cuiil es posible la cri,~riencia <;vHStituc.iones previas de sentidos. que puedca ser consetvttdas y re-
cJ
d_u:ctta rcláttvamcnte tntfma: de Otros. F.J Afitwelt es uu mundo de experien~
~ m • .a~, pe.co 00.l').tempor:í:nr:n. de:btrO dd cual putdt bbtcnC!'Sc ~oa cxp"°"
efecruadas, se copstrllye •u acervo de ex-peri(¡ici,, de su mundo de ·la
r!c:ne!u .inchr«-rn Y c:r.l:,'fiV.'!fflcntc ru:iónim:1 de Ütt()S, 'El Voru..'clt gl:utte a ape- vida como un comp]ejo cerrado provisto' de .sen ti.do. Este complejo· es
ne.no.as del pn~do lustórJco~ .El Folge,uclt 6C!: refiere o1 lucu.ro, del ciu.d nfn. no,m:tlmentc no problctnátic:o paré él, y es controlable por él de rnl
?~d;'kr'R.ªtvmi.:=~J<:, pero had,a el cua,J puc:de o:istir uno otientaci6u.
19 VéoS< supr,a, p.i¡;;. 131-)2.

138 T39 --------


.mnoera que su interés mómcntánco e:lis:e de su o.ccr.vo d.e e;x:pcrie.ncid signifi,:'a de1;idir no #f1.tarse ni s;war su 'Propia ~r,ndici6n de illtm-és
aqudlas cosas qOc 'son impOrtaates r;)ara las exigencias· de la s itµ8clón. como centro de este ,nu11do, smo adoptar otto origttn de coorde1rad4,,
L.-\ experiencia del mundo de la vida tiene su especial estilo de veri- pdra la oriontach$r, de IQs /enptnf/t«)S del "'.""!º
de la ~/.da. Cuál hu
ficación. Es,e escilo resulta de los procesos de :,;rooo,iza~i6n de tocias de set este origen y de c¡ué modo se constttumí como tipo ( hombre
las experiencias únicas. Y- es co-con,stituido, por úftímo, a.u.nquc no económico sujeto del derecho, eoc.) deptenclerá de la P,artinilar sirua-
es lo menos imp0tt11nte, por las perspectivas de significatividades y d6n problémática que el hombre ele ciencia haya elegido. El mundo
por los horizontes de ín;tereses que. deben ser dilucidados. de la vid•. @mo objeto J e investigación cientfifoa, ~et:! J?•t• d iov_es-
Todo lo dicho basta ahora, sin embargo, no constih!ye más que rótulos tlg•do.r , como hombre de ciencia-, pr:edominantemente el mundo de la
para dominios que es necesario explorat • fondo. Por el momento, vida de Otros· los observados. Esto no modifica el becbo de que el
bastará tener cl:1tamente en cuenta que se requiere Utltl oootivaci6·n ' .
hombre de ciencia - que es to,nbién un ser hum~wo entre .otros, en
especial paro .inducir a La persona ingenua -a _plantearse si.quiera lo este mundo <'\e 111 vida 1l11ico y uniforme, y cun lnbor cientifica es un
et1c:sti6.n relacio.nada co.n In estructura provista de -sentido de su mundo tmbajo conjunto con Otros~..en ese n-,undo- en .su labor cien~ica se
ele la vida, nuo dt'1ltro de /4 te¡ís genera/. Esta motivación -l'uede ser l'(;.ñcrc constanrementc, y está oh.ligado a hacerlo, a so propia expe-
muy heterogénea; por ejemg,lo, un fenómeno dr. sentido de aparición ciencia dd mundo do la vida. Pero se debe tener presente si~pre
reciente se resiste a ser organizado dcntt'o del ac;:e-rvo de L'l ex:pe. que en cieri;a medid", el observador de$ir¡teresado &e ba ápa.tl'lld<> del
ric:ncia, o un!l condición cspeci.a.l de interés exige una transicj6n de fluj~ vivo de las íntencioaaJidadt.-s. AJ su.r lituirse el marco de l"'-:orien-
una acLirud ÍJ)genuu a una reEle>tióo de un otden 6u¡;,erior. Cómo ejem- ·t aci6n por ot.,o <>.r igen de coord·()Jt(ldas, toda ,·efe,encia de sentido qu.l!
plo de lo SCWJndo puede darse la acc;ión llamada .raciooal. 1,a acción ct'a evidentl! paro in pe,.;ona lngenua, con rejper:to a fll propio j 'O,
rncional se plantea cuando ,ocios los fines de la acci.6n y todos loo experimenta tthot'a una. rundificaci(u1 específica fu.túl.a ,tienlnl. 20 Cor.res,.
medios que cond.ucinln a ellós se r1esentan con datidad y nitidei<; por ponde • cadn ciencia social y cultul'1ll elaboro, el tipo de tal modífi-
ejempl,o, en el caso de la occión económica. Si se plantea tal motlvacióo cación adccu~do para ella, vare decir, elaborar sus métodos específicos.
p,ua ahaQdonar. (J! actirud natw:al, entonces siempre puede suscitarse, En orras palab.ras, ~acln uM de estas ciencias debe brindar L, ecuación
mediante un proceso de reflexión, la cuestión refe,entc a la estracru.ta de transformaci.ón de ai:L1erdo con la cual los fenómet1os del mondo de
de sentido. Siempre se puede rcáctivar el proceso que ha est•blecido la vida son rra.ns.foanodos por un proceso de idealización.
los sedimentos d.c sentido, y cxplic.~r-las intenci.onalidades de l:,s pers- En efecto; idealización y formalización desempeñan para las ciend~s
pectivas de slgnificatividades y los horizontes de interés. En ronces to- sodalc::s el misrno papeI ·que Fluss<:tl estableció parn L-.s ciencias natu-
dos estos fenómenos de sigqificado., que pi:tra la persono ingenua se rales, salvo que no se trota .de mat em4ti.z1Jr lttf /Orr;1as., Sino de:: C:labonr
presentan con bastante senc'illcz; 1>odrfa.n en principio ser descriptos una tipologla de <iplen;tudes» (Filllen)_ 1\dem§s, en l•s ciendas so-
y analizados coa exactitud, <1uo dentro de la tesis general. Lograr esto ciales existe el gran peligro de que sus idealizaciones -tipo.logfos en
en el nivel de l• iotcritubjetividad_ mundo.na ey iareo Je ·las ciencias este ca.so-- no sean consideradas con10 métodos, sino como el verd2M
culturales mundanas, y aclarar sus métodos específicos es p¡,ecisAmente doro ser. E.n realidad, este peligro es mayor aún en los ciencias goe
parte de esa fenomenología constitutiv.a de la actitud natural de la estudian al ser humano y ~U mondo de la vida, porque estas deben
cual hemos hablado. El hecho de llamar!;, pskologfo intcncion~l o, tt,tbajnr siempre con uo material sumamente camp!ejo que, supoo.e
mejo,:, socioJog(a gene,....J, es secundario, ya que siempre debe referirse tlpos de u.n orde.n superior. Este material no se rctnite de modo lo.me-
a la intersubje(ividod mundana. diato • la actividad subjetiva de los inclividuos, i¡ue es sieOlpre el
Toda ciencia pi:esupone una actitud especial de h pe.r.sona que la problema principal sJ se encuer\lra en I• esfe1-a dé la apc.rc<epci6a
1, practica: es la actitud del observ•c;lot desiotc.tesado. De esta Qlanera mu.ndnoa.
r se distingue sobre todo de la acritud de fa petsona que vive ingeoua- Con respecto a estos problemas, la gran contribuci6n de M•it W eber:u
mente en so mundo de In vida y que tiene un interés emíncntemen~e en su «v!,!rsteheml.e Soxiologie» es haber est1tblecido los principios de
pcáctico en él. Peto con J.n traosici6n a e$ta actitud, todas las cate· u.n método que procu<l! explicar todos los {en6menos sociales, e.n el
gorla.s de expcr.iencia del mundo de la vida e¡rpetiment~n u.na II1odi- más nmplio sentido I y. por ende, todos los objetos de las ciencias
Eicació.n funclamcntaL Como observndor dcs.intóresado, no como per-
so,;,.a particular - lo cual también -es, por cierto-- cl hombre de ciencia 20 Por ~jemr,Jo, el ~J)C('i11.li!.~ en ciencias i,oc:ialcs DO eSLudia la occión CQn-
110 parúdpa en el mUQd<) de la vida como aqor ni es arrastrado por el t:rct:a (fl<Ptdt:ln) de (()S sc,,es h\1m110.0$, como usted, yo o fa;s pc:rsooqs de nucs-
flujo vivo de las ínr;encionalí.dades. Como hemos dicho, la persono que tca vida co~idl;,n_a con nues1:ca esp,e:ramt1 y teooote!I, errores y odio..'i, fc.ijcidad
1
y dcsdic:h11. S~lo Sl.(t!llh:11 c.lert11~ $uc:esJona dcfioíd.i1s de activicbdcs ( liand/u112so-
vive ingenuamente en el mundo de la vida puede ser motcvada a _pLm- blii11/t) Cc)OOO ti.rx,s, OQll S\tS refo.cion,es entre tn«ti0$ y fines y Jus cadcnos d_c
tear la cu~stión concerniente a la esttuccur-a de su sentido. Pero, aun... .t00tlV{ici01\-e$; y ooos-ct:\lYC ( e:f obvio que sebr(w leyes tstroctomlc:5 muy dcb-
que reflexione de esta Jllilac.ra, en mo.d o alguno pierde su irtterés nida.'i) los tipos i~les «lrrcspondictJt~ d~ pe.c11att.111jdad con Jos que puebla
práctico e.n él, y sigue sicadq el centi:o, el «origen del sistema de el sccto.r d~ mor,do .social .qu~ b,i elegido romo objeto de su· invcsclg_aci6n
ci"entífi.c11.
coordenadas» do este, su mundo, <F.•e· está orientado con respecto 2l l;lo~e encontntsC uutt cxcd.tutc ~ici6a en jusf? de su tcor(a, en 1i
a éL Pero decil(irre a observar ciemfficamente este .mrmdo de l« vida obc de Takou PatSO•lS 'f/,e Str.J«furc o/ Sóéit,l Action;A Nueva York, 1937.

140 t 141
culturolc:.s), coo tel•c(ón al -«Senctdo propuesto» que d accoc vincula
cori su acción. Al mismo líen,po1 ha formulado las cor-,crcrlsticas
6. Importancia de I-Iussctl para las
principales del estilo rue1odológico de ésuis cienci~s en su teoría de los ciencias sociales "
ripos ideales y •us leyes de fotmoción. Sin embargo, creo. -que estos
métodos solo puodcn llegar a ser totalmente inteligib!es mecfüuue las
inveotigacionl!$ de largo alconcc: de unn fenomenología constitutiva de
fa ac1l!ud notui:al.
Tnl cienci.a hallará algo más que una gu!• en las, investii¡acioncs efec-
tuadas por Husserl en el campo de la fenomenologfa ll:$scendental,
· puesto que, como yn hemos dicho, todos los análisis !levados a cabo Husserl no estaba familiarizadi;, c<,n los problemas concrc\os de Jas
en In eediic~ión (enomenol6gica deben seguir siendo en esenda 11:!lídos cicnci:ts soda les. Sin embargo) los e.coblcmas ele Ja jntCr$ubJetiv)dad,
en los correla1os de los fenómenos ÍO\Tes1i1,1ados dentro de la esfero de la empatía y del carácter de fa sociedad y la comunidad co.mo si,b-
natural. Po.r (o tanto. esta cienain tiene como r.~.res ~pli(:11r a su propiQ jerlvidadcs de un ordeo superior ocuparon su ntcnció11 desde el primer
CA1Dpo todo e! tesoto de conocimientos abier10 por Husserl. Nos esl,ozo de Idei:n JI. Coru,do en uno oportunidad le pregunté por qué
limitamos• mencionar su an:llisis del tiem po, su teoría de loo sir¡nos se hnbfo abs~coido de pub~ca.r: el segundo vólu!"en, me respondió que
y los súnbolos, de los objeto! ide,i les, de los juicios ocasionar.e s y, en aque.JJa epoca no bab1a enoontrodo sofoción al problema de la
finalmente, su intcrptctaci6a_ teleológico de la historia. Elnborar el coostltución d.c L~ inte,;subjeti,¡ldad, como creío b abcrlo co-guido
programa de tal ciencia, •unque seá en sus· lineas más generales, más en la c¡¡uiota Meditación Ca,tesiann. El ~ema dcl úbe~~elt fue incor-
.lió de la:: n;,eras sogerencfas que hemos dado, sol?.repasn Jos limites ¡,ornrfo a las panes póstumas clcl estudio sobre la Krwr.
de este trabajo."" No es necesario presentar las teorfos de Hussecl respe,;10 de esta cues·
tión a lectores que coaoceu sus escritos; en otr::1 parteL se ha ofi:ecido
un t.x:amen cr{,Jco de S\1$ inconvenicn~cs. Pero quizá sc::a útíl exponer
(:¡revemeote cómo abordaron estos problemas algunos pensadores q_ue
l,oso ron su ,málisis 0 11 la fiJosofía de Husserl, o ét:eyeron baccrlo.
Por de,;dich,1 e.l primer grupo de discipulo.1 de HU1'Setl CSlrech:unente
vinculados a él ctcyó posible resolver los _problema~ concretos de las
ciencias sociales median te la aplicación directa del método de la reduc-
ción eidética a tlocione;s no oclruadas <lcl peusamlento de sentido ca-
món o a conceptos igualmcate no adorados !le las cie¡,cias sociales
émplricas . Es totalmente compatible con mi. profundo respeto por
Edüb Stein oomo petsot1a y como pet\sadora declarar que el uso inge-
11110 Cjlte ell, 2 y Gci:do Walihe," hicieron dd método eidético par~
aoaHzar los problemas de las relociones ,;,xiales, de la comunidad y \
del Estado, las llevó a forrnular ciertos eounciados opodkticos e íntcn-
donadnmonte apdorlsticos que han contribuido• dcsacmlitat la feno•
rncnolqgttl e,,i te los especiulisms en ciencias sociales.
El IT,isn,o Max Sebelc:r utilizó igu.J 1.nforhm•do tnfoque en los capl-
rulos füuucs de sus Fonnalitmtss• cuandQ tentó de ·.ao•lizar L, notura.
"' Se _l,3n omlri.do aqu{ a4,"'lll'láS obset\":.lciouc, _p,:elimif'l81'CS i:cfcl,'Cl).r« ti. los
ro...-uerdos .Pcr'°oales del autQr sobre Eilwu~d ,Eiui:1ctl que. 11_¡:~nJl.;deron en la
ver-S'ióD ori,a:in.o.l de C'ile artfculo. (N~ de Af. tfdl.tmon.)
1 $()~re Td,:en Tí,,;. véa.se Pbilo.rop/;Jy ,u,d PbentJrtiénolo(Jcal ReJefD't:h, 9of. XJ;ll.
IOA!ZO de L953,' PÓ8•· 394-413, ,;obre la quinta meditaci4n carte,b,r,a, Pl,;lo.
-Soph/Jcb. Rtatdscbqu, vol. J, 19'7, págs. 81-107.
2 Edith Sttln 1 «íiei~tii3c xur philosopbjscbcn llcgcündons dcr P$ycllologic und
dt:c Gcistd\\•issenscbafccn». /ttbrbuch für Phl[(Jsophir: und phdno11u:1t!)l<igist bt
Porsc}J11ng, vol. 5, p.iígs. l eo.28-5.t «Unt.ersuchung übcr den Staat», ibid., vol. 7 .
P"Il'· l.·121.
; Gcrcla Wahher, .Zuc Onrotogie d<!c w-'lalc1:1. Gf¡tucinJc;:baíteu». ibid., voL 6,
páf<I'. l - L~9.
22 He CXJ>Ue$to varios de los ptin;;;i_pioo h;o.dotJlentalcs eu Dcr s,nnhaftf! Au/b'{UJ 4 Mil)(, Scltelar, Der For111ali.s111ul· i11 Jer 8tbik a,ul l-bt! n.¡¡le,il4e Weflftltilt
Ger so.1.ittli!ti \Vt.li. op. cit. (C,tl/Jl111t1t:!I,: Werk,, vc,l. 2), Berna, 4; t:d., 1914, págs. 50~72.

142 143
Jcq de la sc;,ciedad y .L,_ comunidAd en sus divcmas formas. PosteJ:ioi:- Si entiendo correctamente lu proposiciones del prc;,fesQr Merl"'lq-
meote, cuaodo este notable pensador -se inre,es6 cada vez más por los Ponty al respecto,• su concepc¡ón de fa apl(cabilidad de los métodos
ptobJem.as concretos de las ciencias sociales y lleg6 a ser un eminente fenomeaológkos a los problemas dé lo.s ctenc1as socrales .e ~cerca
sociól.o go, abaodon6, • mi parecer, m11cbas de las teorl.1, expuestas mucho a la posición más recienLe de Scheler. Merleau-Ponty eta fa
en ~se libro. En él, .su :uullisis fenomcnol6gico de la estructu•a eidética carta qu.e Husserl csccib16 ~ Locien_Lcvy-Bcu~l ~n 19~5, c_n la cu:tl
de la jctru:quía de valores lo condujo a una concepción. de lll persona sostuvo que, e-orno liecho anttopalógico, el relatJV1smo histórico ocup•
como ceotl"O <:le actos espirituales. Pero bipostasi6 esta iden de lo indiscutiblémcntc un lugar legitimo c<>mo etapa del camino que con•
persona individual a1 pr.esupoocr una Gesam'tperson, una persona .co- duce ni análisis intencional de la esttuct:urn del mundo social. Y Me,-
Jcctlva, cuyos actos c,,pirituales concretos están clir¡gicios hacia valores lcau-Pon Ly resume su propio posición declarar¡do que, desde el punto
stlpravirales tales como el orden legal, cl &rada, la Iglesia, etc. Queda de visUt fenomenológico, Jo· social no es «slo un qhje(o, sino BJ)l<:
sio aclarar la índole de los actos colecúvamente determinados cuya todo mi. situs.ti6n vivida en uo presenJe vívido, por cuyo intermedio
ccalizaci6o se atribuye n la Gesamtperson, y, por esto mismo, igual ta.mbléo el posado liist6rico en su totalidad s<! _b~e accesible ~ara ml;
cosa ""cede coa la fndole ·de !ns ' cuatro formas de socialidad distin- io social se me aparece Siempre conío waa vnnación de una v1da par.
guidas por él: .1) d rebaño o masa; 2) fo comunidad ba.~ada en la rícular en la cu·al par1icipo y en té.ani.nos de In cunl mi semej;mte es
vida compartida ( C.,,be11.Sgl!111e.inschaft); 3) la sociedad. en el sentido para nú siempre otro Yo, un alterego •.
esttccbo, y 4) la comunión de.1 amo,r, basada en L1 idea de salvación E ste es precisamCJ1tc d pu.neo en qoe Ortega y G:.isset1' se 11pa~tn de
en Dios. la concepción do Husserl: Según Ortega, el Yo encuonlr! su realidad
Sin embargo, H en la segunda edición de su lihro Es,:ncia y formas en sa inmanencia, es 'dccu, en la soled:icl radical de su vida personal.
de la súnpatúr, • Sd,eler aplicó métodos fenomenológicos a la cues- que es evidente para él. L" vida hu.mana del Otro, en cambio, es
tión del fundamento gue ténetnos para prcsupone,,-1a i:ealldad d~ otros p¡,rn n,í latente e Wpotética, una realidad de segundo grado; su Y?
yoes y la posibilidad y límites de nue."tta comprensión de dlos, y ci; un semi.Yo, cruc trasciende al mío y está npenus co~~rcsentc coomt•
sostuvo que este problema es virtualmente el prob1c::ms. de toda teoda go, nunca presente. Sin du~, normalmente doy por se11_tadas cSta~
del conocimjen10 en Jas ciencias •oclnles. Epesta etapa posteriot, realidades como si. fueran raclmúes. Entonces no soy consc,en~c de m,
admitió que la sociologfo debe basarse en una antropología filosófica vid~ genu.ina <:n su soledad y su ver(iad, sino que vivo en una realidsd
touilmente efobocada. Luego aplicó los métodos de la ideaci6n a la socialmente condicionada en términos de la cual el Otto es aquel r.on
fndole del hombre de.otro del mundo, taoto cl natuml como el socio- quien puedo y debo entrar en relación. La capacidad del Otro pam
cultutal. La índole biológica del hombre está en la base de su sistem• corresp<inde,,- a mis acciones, fa teciprocidad resoll:Ao te de nucstt~
de necesid.1des y su orden jerórquico, mientras que .su índole espiri- actos, es el primee hecbo social y el hecho fundamental para fa consti-
tual d.etermil)tt. las formas de su conocimiento, y ambas 60n el c hniento tución de un ambiente común. Ortega se remite al eow1ciado de li:us-
de su .realidad social y cultural. Schcle,; prometi6 demostrar ea su scrl•. según el coal el signilicado de la noci6n de «l,ombre. implica
libro sobre metaffslca • --que o.o logc6 tetmlnar- que .la reducción desde el comienzo una existencia reclpc«a _c on 01.cos, una oomunidnd
fcnomenológic,, busserlfana es una. técnka epistemológica particular, de hombres, hombres en sociedad. Para Ortega, como para Husserl
csp<:dfica de la actitud filosófica auoque parece haber sido ptesentada la presencia del e11erpo del Otro es una indicacióo ele la. intepocldad
por • o autor en términos de una metodología lógica.' Scheler postula coprescotc dcl Otro. Pero aunque el cucr¡,o del Otro p~rtcnece a mi
como requisito de toda reducción fenomenológica una teoría acerca mundo, el tnundo del Otro sigue siendo extraíio para mí. 0ncga cri•
de la naturaleza de la realidad y de nuestta experiencia de elfo. Critica rica"º extensamente la teorla de HuS<1erJ ( expuesta eo la quinta. Mcdl-
• }fosserl por haber ident;iBcado «ser real» con «tener uno posidóo taci6n Cartesiana) y fundamenta la coostitución del alterego en mi
en. el tiempo>. Seg<tn Scbcler, la tesis general de la realidad en la prc,pi~ i.otencionalidad sobre ln _base de que Hus~ed trata de c~p.r;ir
actitud natural y su carácter antropo1n6rfico, así como la estructura a[ Ouo como un altetcgo mediante una proye«Jóo o tcanspos1ct6n
dela «concepción 1U1r:ur•.I relativa de-] o;mndo,., aceptadas como dadas aoalógica de mi cuerpo al cuerpo clcl Otrc;>. Husse.cl c;,mite tomar en
e incliscutrdas, pueden set analizadas con métodos fcnomenol6gioos. cuenta que yo sólo observo t.. exteJ:iocldad del cuerpo del Otto,
El cánten«Jo de esrn actitud nanmil .telativa, sin embargo cambia de rulen tr-J• que expecimento mi propio cuerpo de~dc adentro. Esta dije-
un grupo a otro y dentro del mismo grupo en d curso de L. evolución renci;1 nunca puede •crc reducida a la de fa perspectiva dcl Aqul y e.l
IJ}stórica . .Describir sus rasgos es tarea de (as ciencias sociales empí- Alli. Además, ¿cómo serla ¡)()Síble 111 t.ronsf~rencia por empatla, como
ricas. sugie,,-c Husserl, sl yo soy vatÓf\ y el Otro es mujer? 'Par:• Ortega, el
M.o.x 2!
5
rir.J'.'4-J07; ,,..d.\flf'st1!
Scheler,
al
inglé,,
u.nd Por11tt11 d;er Syr11pal.bie
Thc Nature
o{
1
-A, DQ,m. oél., 1.922,
Sym¡Wby, Ncw H•ven, 19'4, pó¡¡s.
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Mitx
6J,2, Scheler, lJü: Wíss,:us'Ornu:n
460. I'
und 4ie G~st:fisch<tft, Leitwig , n26 p'·s
Y • ' >J ' "" '
glés (a La c:wal llC refieren las citas), ,'11.on ,nul freopl4. Nueva Yoik, 19$7 1
c::áps. lV•'vtt.
7 Of!. ,·it., pág. t60 y sig.~. lO ,Op. át., "'1>· págs, 121-28.

144
- ,
rl f

e¡¡o eo nlgo que rolo yo soy, y bablru: de un alter~<) •ignifica sola- su interior y entenderse con él. Esto mu_ndo es;" dado de an~em"!'º
mente qoe existe algo en el Otro abstracto que corres¡,onde n lo que para ellos· que lo presuponen de run.neru. 10.cuestioaohle; es deo.e, «Jn.
el ego es en mL Sin enib:trgo, « pesar del ambit:nte comvn establecido coestioMhle» en tl sentido de que no es cuestionado hasta nuevo
por la capacidad del Otro pru.,. oo-respo11dcr conmjgo, la re_alidad a.vil-o aunque puede serlo en. CtlO !quier mon1ento. En la :tctitod oatu•
radical del Otro sigue siendo tnn lnaccesihlc pata m1 como la mfa lo ral p'rcsupongo la cxjsrencia de. semej•ntes que actúan sol,¡rc mi como
e!. pata él, y cl mundo común en e;J cu~l vivimos no es mio ni s11yo; yo' actúo sobte dio~. que - al cne,ws ~ cierta mcd¡da- es posible
este mundo objetivo -Ortega lo llamo el mundo hWIJanizado-- es establecei la comumcac,ón y la comprCOS.160 mutuas enue nosotros, y
jostamcnte el correlato de la sociedad en la cual hemos oacido. En que esto se hace con la ayuda de al~ sist~a de signos y ~lm?Dlos
este mund.o , el Otro es primero un .El abstracto, que luego puede set dentro del marco de al¡,'llllil orgrutl;,.scróu $acial y algunas lnsucuciones
individualizado y converthse en uo Tú. El Yo, sín ernba,:¡¡o, en su ,ociales, ninguno de los cuales ,ba s[do c(eodo por mí.
concreción aparece últuno .. Es el Otro quieo me bnce descubdt mis J\11nx. Weber hn demostNtdo que todos los fenómenos del mando SO·
lfmitcs, separándome de él y separando ml mundo del suyo. Ml Yo cioculcu ral se otiglnan en 'la interacción soáal y pueden ser refetldos
concreto. ,etne.rgente de -este rnodo, es cxperiinentiido por DiÍ como un a ella. Según él, la tarea central de ]a sociologla es comprender el
Otro y particularmente como un T6, como un «altcrtú•. Ln sociedad sentido que el actor asigna a su acción ( en su t:crmioologfa, el 1senti-
y la comunidad, cl Estndo y !ns colectividades, son experimentados por do subjetivo»}.* Pero, ¿qué es la acción, qué es el sentido y cómo
mí en él anonimato de «alguien», de «personas», que hacen pr,:dsa, es posible la coroprensión de tal sentido por parte de uo semejante, y•
mente lo que «se hace». AJ compartir su mundo, dejo de ser un.a sea un participante de la interacción social. o simplemente un obser-
persona qae tiene convicciones individuales. Me convierto en Ul\ • ador de 1~ v.idn cotidinna, o un especialista en cienciáS sociales? Opi·
aut6mnta social, entro en un estado de .inautenticidad (para emplear no que todo io1euto de responder a estos cuestiones,cónducc inm~ia·
un término de Heidegger que Ortega no utiliza), y ,epito simplemente tomente a problernos de los que HU$setl se OCQpo y que en cierta
~Jo que se piensa, se dice o se }u1.ce». En resumen: estoy sociali2aclo, 10.cdld• res,;,lvió. Me propongo ofrecer un esbozo breve y, pot SU·
me SometQ • f" fue•'>!.• sotializadorn del uso que ejeroe una c;oaccióo puesto, inadecuado de algunOs problemas principálcs de las ciencins
sobre mJ. Pc1·0 no existe ooda semejante a un alma colectiva o uno sociales, elegidos al •~•r y a los cuales conviene aplicar -como se ha
conciencia colectiv.a en el sentido de Dudcbeim; IM relaciones sociales hecho en parte- a!¡¡unos resultados dc lns u1vestignciooes de Husserl.
son siempre intc:rindiv.ídual~.
En su teoría, Ortega ndmite partir de la noción bus~rliana sobre un 1. Pa.r-J nuestro propósito, deHn.aooos la a.cción provista de sentido
ambiente comprensivo como base para In constitución de la socialidad. como un comportamiento motiv:ado por un proyecto preconcebjdo.
Al igu,!) que HusserJ, no advierte que es solo la experiencia de la Lo que se proyecta es el estado de cosas que, ..:gún se prevé, deberá
existencia del Otro lo qL¡e hace posible fa comprensión de un ·am· prQvocar la occión . El proyectar es, entonces, un ensayo en la fnntasía
bieote supuestamente comlJn, con lo cual todo sU ra:ro.namic.n to Ele del curso de la acción fotura. ¿Cuál es la ttnturaleia de tal fantasía?
vuelve circular. Habiendo rechazo.do -:-no sin cierta jusriflcoción- la Bn cl lenguaje de Ideen 1, es una mQdific,ic.ión de oeuttalicfod de una
concepción de Husserl sobre la constitución del al terego en fo esfera presentación posicional ( Neutrulitiitm1odi/ikatioJ1 der selr.1mde11 V.,,..
trascendental y, con ella, sobre ln constitución de un mundo intcr• gegenwartlgt,ng). u Además, lo relación dél proyecto preconcebido
subjetivo com1ín, rechaza también - por razones aún mejqres- la coo sus motivos, por una p~rte, y CQD la acción c.oosiguiente, por la \
concepción de Husserl de .fa colectividad como una subjetividad de otra., solo se b.:1ce romprensjble mediante oo análisis de fa oonciencja
orden superior. En la. inauteoticldi1d del munc)o humanizado, el Otro d,J tiempo interior como el que propuso Hus.,etl.
no es c:xperiment:o.do com.o u.11 uIterego_, sino como <:!1 Yo socializado 2. l>ór ci h.echo de ser proyectada, toda acción se refiere a cxperien.
en térroloos de un altcttú. Sin duela, Ortega lleva a cabo su análisl,¡ cias previas organJzada.s en fo g\le poddo Uama.rse el acervo dé cono-
dentro de la actitud norutal y no toma en ,c ueota el hecho de que fu <iimiento act\]aLnente • m'ano, que de 1:aJ modo es In sedimentación de
prcocupacióo de Husserl e.t1 las 1lfeditacfones ,:artesianas ero. la consti- actos: experiencia.les nnteóores~ junto con sus generalizaciones, íocma.
tución de lu intersubjetividad tn1scendental dentro de la esfera feno- lizaciones e idealizaciones. Eroi a mono, actual o potcncfalinente re-
menológicamente reducida. Pero en :unbas e&feras: ¿cómo es posible cordado o retenido, y como tal es lo basé de uxlas nu,:stras protencio-
un muod.o común ~n términos de intencjonalidades comunes? nes y previsiones. E~ta.s, o su_ vez, están sujetas a la., idealizaciones
Aunque esre problema sigue siendo fundamental para tocb investi- básicas de «y nsi sucesh•amcnte• ( «und ro weiten ) y «puedo volver
(ladón fenomenológica,. el hecho de que hasta nhora no se le baya a baccrl,;,» ( «!ch kann immer wicdcro) desccipws por Husserl:"
er.coatrado una solución $atisfactoria no disminuye la descolfantc
importancia de la obra de Hu•scrl para la fundamentación de fas * V~e •EJ t:entido wrrn1n y la .intcrpret..acióu d~d6.ca de In .ai~ ~u~
ciencias sociolcs. F..n efecto, estas ciencias no estudian los aspectos filo- mana>, pá-8$, 52-,4, y «For,'.l.\11c:i6n de C.'óUc:tptQI Y teorí:is C!n las 1!1ttlcias
soóalc,;», pów,. 77-78 y 8:Z y •ig, (N. de 1,f. N,t,n,on.)
sóficos de la intersubjetividad, sino la estracturn del Lebens,,,e/t 1:111 ll 14een (, see,\ 111 y J.14; Zeilbcwusstseln, sec. j7 y lkil.age. o..
como fa e,cperimentan los hombres en su actitud nutuml. es decir, 12 For,n4{e und tr~mundetr-ral~ Loitk, op. dJ., scc. 74; E,fa.hrwti u,rJ tlttc/J,
hombres que nacen en este mundo sociocultural, deben orientarse en !, . .Lao.dgrc:be, ed., Prn¡¡JI, 1939, ~·· '1t,, $8 y 61. ·

146 l47
Además, e.re acervo <\e CQnodmlento actunlmentc a mano contiene de. coordenadas pueden ser traducidos a los términos de! ?"º· Tocio
'T.Onas ele divei:sos grados de clatiditd y nitidez. Lleva consigo infinitos esto no se r.efiere so)amente a ~spec:tivas que se ongumn en J~
horizontes abiertc)S <le lo desconocido ¡,eto potencialmente cognosci- ubimci6u en el espacio, sino también a aquellos que c.<rtán detetmi•
ble. Mi,estra esrruclllt,)s de significativMados de diversos tipos, todos oadns por la pru:ticul.1r sitUaci6o sociocultural en su ¡,articular bisto-
ellos b•sodos en lns modifjcacioncs atenciooales '" que se originan en rjcidad. • . .
nuestro interés ptácrko, ceórico o axfológjco. Estas múltiples dimen- 5. Los análisis busseillanos de la coo.,;iencia del ttem¡,o tntcnru, con
sioo.es del acervo tle oonocimiento a tnano son el result:tdo de ope- su.entrelazamiento de proteociones y retenciones, hace.o oompren$lblc
racioues sintéticas de nuestra conciencia por las cuales se cnptan mo- que el Yo pueda pnrricip:u: en el flujo de concienda del 0Lro ~ un
oo~étiqamet.1 te actos poli tétic;amcnce conscit:uJdos; 1 " en suma, el r~su]. pr:esenre vívido, mientras que pu~e captar -y so)o en_la acl:ltUd
tado-de todas los diversas efecu,aciones en el nivel superior que, Husstrl ,eflcxiva- merarneote fases. ontenores de su propro flu¡o de con-
ha descripto en lde~n I, sobre codo en la última parte de este libro.15 ciencia.
Cua.lqufot análisis correcto del problema del acervo de conocimiento 6. Como Husserl advirtió con claridad, la vida consciente del Otro
a m•oo ,lebc basarse en citas concepciot,es y sus ímpJ,cncioncs· tal no es o.tigioaJ;iam(:ntc accesib.l e ptlt'a. mf~ sino únicamente cu. téro1í~o_s
análisis tiene una importan~io fundamental paro muchos probl~as de ap,;esentaci6n.•0 Los objetos o sucesos del mundo ~temo pcrcibr-
cona:cros de ~os ciencias sociales, ya que la cu!nu,, puede se.r definida dbs por mf --el cuerpo del Otro como c:!mpo expresivo, los "!ov1-
en téoninos de CQnodmicnto compd.ttido de origen .ROCiaJ, CJ socialmen- mientos co.r poralcs del Otro o su resukado, tales corno los ob¡.cto,
te aprobado. culturales- son interpretados por .mi como signos y sio,bolos de su-
3. Todo actuar implica elegit, y esto no solo en los casos en los que <esos en la coociencia del Otro. Husserl ha inve~tigado la naturaleza
se o frecen • l.a clecc.ióu varios cutsos de acción posible. Aun con res- v constitución de esos objews de ordcq superior, como él los llama
pecto a un solo proyecte>, hay que e.legic si debe Ser llevado " cabo (/utrdierte G egenstiiflde). En sus Inoes/igaciones lógicas" ya bobta
o aban<lonado. Las teorías de Husserl aceren de )•s posibilidades abordado -aunque tle una manera más bien fragmenta.da- la teOt:f;¡
abiertas y Jas posibilidade;; ptoblcmáticas,1 • de l()l; diversos sinnifica- de los signos y ~imbolos en términos de significado y expresión, ele
dos de la expresión «yo puedo»'' y de los problemas de la ~ptal(Ís actos qt1e asignan signific:•do· y realizan significado, de indicaciones,
formal»,'' abren el camino P,ata un aruílisis de la clccci6n dentro de signos significant<:11, etc. Sir, embargo, creo"" <¡ue la teo.tfa de la
1" actitu<:l 11atural, qásic,¡ pata todas las cicncias sociales. apresentaci6n, que 13:nsserl dcsarroll6 en sus última$ obi;as, puede ser
4. Si expe_rimento a mi senle.iante en una relaci6n llaooilda cara a_ca.ra provechosamente aplicada a la.r.elitdón entre el s.igoo y el signifíca1um,
11
entonces comparto CQn él un amble.ntc comt.ía del cua1 su cuerpo es u~ el sfrobolo y lo simbolizado, y también al análisis de t. constitución
elemento pnra mí, como cl mío lo es pa.ra él. Los análisis husscrlianos de los g,:andes sistemas simbólicos tales como el lenguaje, el _mito, 1i
del ambiente tal como es contemplado desde Aquí (hic} y desde rcllgión, el ácte, etc., todos los cuales son elementos eseoc,ales del
Allf (i/Jtc), c.Cec:tuados en la esfera rrascendentalmente reducida'" son Lf'b~11swelt y, por consiguiente, del mayor interés para las ciencias
de especial impo rtancia sl se Jos nplic,, al Lebenswelt cx~im~ntado sociales. Tal teoría tenru:ía que indagat también el problema de los
en la actitud natural. El hic es el origen del sistema de coordenadas "º niveles múltiples de la teal.idad y su intcrconcxi6n, y el fundWllentn
cuyos términos el individuo agrupa cl Lebe,woelt en zonas dentro de todos ellos eo· I;, realidad suprema del Lébfflswelt._Además, deb<:
de !u a-lcance_ real y poteoci3!, cad~ un~ de lai ~,1ales lleva consigo mosttaT$C que estos sistemas son.. po.t un h1clQ, constitutivos d.e una
horu:ontes nb,ertos de determroab,lidad u,detecm,oada. El sistema de culturo y una sociedad particulares y, por el oteo, que son de origen
coor?eoadas del Otto tic.n e un origen que e,;, contemplado desde ,ni sociaL
Aqw, u? Allí~ pero q11c es un A<;¡uJ P:'l"ª él. La «recir~oddacl de 7 . El mundo social tiene dimensiones particulares de proximidad y
perspectivas»,. p~ em~l,enr, ttrui ~pres~óu cata a los ~oct6logos, se distancfo en el espacio y el ti,e.mpo, y de intimidad y anonimia. C.cla
basa en Ja pos,bilidad abierta de un mte,cambio de los puntos de v.is,. unn de e$tas dimcruiiones tiene so estruct.µa hocizontal cs¡,,:cffiai, y a
tn, valo decir, hablando met:ú6ricame1ite¡ en el establecimiento de C<lda una de ellas corresponde un estilo e,q,etienclal cs~eclfíoo. Estas
una fórmula de trnnsformaci6n PQr la cual los ténni.oos de un sistema e,q,e,ieocins son pre-~redicativas, y su <:$tU~ es el de las tip()logúis
formadu• de rnanc,a diferente P.ata cxpcacnc10S rclattvas íl contempo-
13 ldeen 1, scc,;. ?2, 111 y 116. ráneos, preclece.,¡ores y suresores. Los a.n.állsis hus~liMO$ de la ex-
14 Ideers 1, acc. Jl.9 t Erf'ilhrung 1111d Ur1eil, secs. 24 y 50.
1,5 Ideen t. so:. 147 y sigs.
petien_cfo pre-pn:dlcativa y de !"
natural.eza de .los 1:1¡,os (aunque no
16 Er/(,brun; u,rd ·urteü~ 'lec. 21c. V&,e: «.La elección cncri: divcrSC,)S pro- apJic,i<los por él al mundo social) soa aqut de parllcular írnpori:nn-
yecto~ de aoaióo ». cia. •• Tomándolos com.o punto de partida, se puede explicar ~ot qué
17 Ideen Il, '""'· 60.
18 Ideen I, sccs. 116 y 147.
19 Cartesianiscbe ftl~ditllLÍO(le.n,¿ scc. 54. 20 Por cjtuiJ?..lo. ldet!" I. st:c. l ; Corlttsíaniscbe M~ditas.ionen, .$(!C. 49 )' sip.
* Váse «El sentido C'OmÚQ y la intetp(t't:tción ci,cntíficil de 1w acd6n hutua• 21 Logls1:btt U111e,suchu,,1,-en, vol rr.. •Erste Wld Zwthe Uu:u:rsucfnuag..
o,•, Páa•- 41-42. (N. de /IL Na1anson. ) · i2 Véose «Slmbofo. ~lídod y s<x:iédod"
'1J .E,fahr"'!g und Urtet1, secs. 8, 22, 24, 25, 26, &O y esp. tec. 831 y b.

148 149

L
~,
1

interpret.wnos las acciones de ouestros •Cll'le)antcs en U:nnin0$ de tipos


de cursos di, ª~?~ y .de tipos personales, <¡ por qué tenemos qu.e 7. La teoría de la intersubjeti"v'idad de
·sufru w,a au1oupilicac16n con el fin de eotendernos con ellos esta, Schelei: y la tesis general del «alterego>)
blcc:iendo un Wliverso de conlprensión comunicativa. Las ciencias
sociales CSL\ldina csce ¡,rc;,hlemn coa el rótulo de noks sociales• y co
t ~ o s de las }lamadas inter¡;,rctacioncs subjetivás y objetivas del
sentido de la acctóa (Max Weber). Por otra l)'l.t te, todas 1"s tipi(ico-
ciones de peasruniento de sentido común sou en $,( o,~mas elementos
integrru1ti,s del Lebt111Swelz sociocultutal histórico concreto dentro del
cual tigen como presupuestas y como social.mente aprobadas. Su es- I. Schel.er y su concepto dd hombre
tru<:tu~ ~termina_, e~~e otr:a.s ¡cosas, la. distribución s.o~ia] de.l co-
ooe.un.ic:oto y su relattv1dad o unpom.ncia p:tta el nmb,c:ote social
concreto de un gropo conc,·elQ eo una situación histórica concreto. C<:,n el fln de baccr plen~men te comprensible /a teoría de la lntet-
subjetividud de Scheler y el papel c¡ue a esta le cabe dentto de su
Encontramos aquí los Jegítio:,os problemas del relativismo el histori-
pensruniento filos6Eico, debemos <:l(O.!llin,a r su idea_ de una a11tropolo-
cismo .í la llamada sociologln del conocimiento. '
Para resumir, podemos decir que las cicnd.,s sociales empíricas baJJa. gía fi!Qsófka, esbozada en un ensayo titulado El j,uestr, del ho,nbre
r-.!n su verdadero fundamento, no en la fonomenolo¡¡fa ttuscendenta,l en el cos1nos, 1 uno de lo.,; úh:irnos que pa-bllc6 en vida, co1no preludio
a dos volúmenes in<:onclusos sobre antro¡,ologla y metafísica. Aquf
sino en la fenomenologfa constitutiva de la actitud _t)a.tu:ral. t.a des:
Scheler <;labora un esquema de cinco tú veles inrcmtlncionados de e,ds-
taooda contribución de Hussr.cl a !ns ciencias sociales no teside en su
tcnda É)slquica ep el .mundo. ~) l;:l n.l~el inferior está cai;acterizado
infroctuoso laten to de resolver el problema de la constitución de la
iotersubjetividnd tt<>scendental dentro de la esfern e_gológica reducidA por u.n imps.,lso enzocional i sin co-nciencia, incluso sin sensaciones ni
p¡=epciones. Este tipo de existencia ps(qu)ca oo está dirigido hacia
ni en su noción -no ac~ada- de .;mpat!a como fundamento de 1~
comprensión, ni, por último, en su interpretación de los comunidades
w, Eio, aunque indiscutibll'Olcate muesua <:.iertas ,eodcacias. La vid,n
vegetativa d e In plaata ticac lug.ar él<i:losi11amentc en este oivd, J>OJ'O
Y sociedades éO~o 5?1>jccividades ~e un orden s1,1perior cuya natura-
el ser humano también toilla pa.rte en él, por ejemplo, rnedi•nte el
leza puede ser e,dé.ticamcnte dcscr,prn. Reside en cambio en la ri-
citmo entre. sutiio y vigilia. ,É n este sentido, el s"efio es el estado
q1)e7,a de .sus ltll:llisis a.e.crea del problema dd Í.ebenswe/1, de,sti~ados
a convcrtlTSe en una •n tropologfa !ilosófica. El hecho de que muchos vegetativo del homb~-e. 2\ :ta segw,da forma de Cl'istencia psíquica
es la de la vida inrli111iva.,f La conducta insti.ntiva está don\da de sen-
de estos análisis hayan sido realiz3.d os en fa esfera feaomenol6gioa•
tido en tanto se halla orienta.da hacia on fin; es efectuad~ r(cmica-
mente reducid:',. y más aún, de que los problem.as tratados solo se
mentc; ao slrve itl individuo sino a la e~pecie; es inr.t.t1~a y hereditaria;
hayao_heeho v1s1bles una vez efectuada esto reducción, no disminuye
es indepMdiente del númc,o de int~ntos necesnrlos ~:tra log~ar éxito 1
la valrdez d! sus re~ulrsdos dentro del ámbito do Ia actitud natural, y por lo ranto está listo, por así decirlo, desde d com1en20. Este ruve\
Y" que el m,sm? ..Husserl est•blcció de manera ddinitiva el principió
es característico de los ru:ú.males iofe~íores, y puede ser definido como
de que los an:Uisis lli,vados a cabo en la esfera :reducida son tambíén
válidos para el ámbito de la nctirud narural.* una wudad de ,p~o11ocimiento y acc.ióa ya que oo e,dsi:e· m,s cono- ,
cimiento a rnaoo que el necesario para efectuar el prlso sigoiente. Por
so orientación hacia clcmentos cspl:cificos del Illedio, se distingue del,
nivel del impulso cmocíona.l; por su fonc;ión principal ,le ~dlsoc.i,acióa
c..cead<>r~» ( que cun,ple singuln.rfaando sensaciones y pci:cepcioncs es-
¡,eclfkas de complejos difusos de experiencia) se ~epara del nivel
siguier.,te: 3) El nivel de la me11,oria asodat/v,¡. • Este es el nivel de
los ~reflejos conclicionodos». A él corre,;ponde una concfucta puesta
a_p~ut!ba ~ll. un nóme.ro creciente de intentos efectuados según el prin•
c1p10 del éxito y el fracasó, la facultad de fotmar hábitos y tradiciones
y otras formas de regulutidodes asociativas como li,, imít,acl6.n y el
Aptcndiz::tje; todo esto, sin embargo, por uo1-1 tca.dici6n semlcoosdente,
y no por recue.r do espontáneo. 4) El cuarto nivel es cl de la inteligen-
cia práct-ic«~G Un animal se conduce inre.ligen·t:emente si actúa de .ma-
1 Dí4 Ste.Uung des /ifen$chrn it» $.01111os
1 ;f., °".r1ns.r11cJt, 1928.
z lbiá., p4g. 16 y síes.
•MVé.scN
.
.r.,
11tanso11, )
fcnomenologlo Y w cicnd .. lí<>Chtlcs• pigs. 136 y 142. (N. d•
,
J (bid, oog. 24 • •l••·
4 lbid., pig. 3l y si¡¡s.
5 !bid., pág. 39 y sigs.

150 151
aero espont.lnea y -adecuada en las .sítuaitiones ·nuevas; cuelquiero que por ende, la Pe~na, t(ene la fa;ultad ele u;ansf~rmar esos ce,~rros
sea el n.ú meto de ioteotos previos de resolver determinada t,ar~ i-1n- an1bientalf'.s de resJstenc1a en «ob1eto$», y el «mcdio'lo> cerrado m1.Smo,
pulsivamente. 'Tal wnducta presupone discernimiento de la j.ntetco- en un «mu.ndo» abierto. A diEe,reocin dcl onim•l, cl ho111brc puede
- neri6n existente entre el nl-edio y SU$ elerueotos y, pór lo tanto., un rambién conve~ en objeto«<!$ pl'Opias cxpedencló.s Hsic,i~ y psfq~i-
pensamienro productivo (y no metruneo,e repro<foctivo), capaz de cas. E l animal oye y ve, pe.ro sm s.a ber 9ue Jo hace, y e,i:peruneota. in-
prever un es-Ledo de~= nunca experimeot,1do antes y de captar tela- cluso sus itnpolsos., pero solo como atracciones y re17ulsiooes que
clones como e.similar», «an:ílogo», «medio para obtener algo•~ «causa e.mnn:tn de las cosos de su ,unbi.e nte 1 Así., el animal t,iene o:,nciencia,
de algo», etc. Las conocidas í1westigaciones dél profesor W, Kocbler• pei-o no autoconciencfa; no es dueño de s( miso)o. El hombre, en
h.ln dernostrndo que los mum(feros superiores son t•Ntes de genuinos cambio, es .el único $et· capaz de ser un st-1u~mo y colocarse., no solo
actos inteligen ces, en cl sentido iodkac,lo. po.i; encima del mundo, sino l1á~l!• por cnaima de éJ mismo. Pual<:
Pero si los mamíferos so.n lntelígentt'S, ¿existe entre cl..hombre y iuice.rlo porque no es .solamente un alma (a11i.t,1a), sino ra1ubién una
el animal alguna diferencia que no sea gradual? Scheler rechaza las Persona-, un·a «persona coi.itans» en el sen.t:ido dela doctrina de la aper-
clos escuelas de pcosamicoto vigentes; la qi,e testriogc los actos inteli- cepci6n trascendenw de Kant, pues el «.cogitare. es lo condición de
gentes exclusivamente a los seres humanos y la llamada ,, teo.tlá del toda posible experiencia. interna y externa, y por c.nclc de todos los
homo faber'I?, que reduce las diferencias cntl:1' el hombre y el animal ohjecos de experiencia.• Pero esto significa rumbién que en esend•
u uo.a s-uc.,u6n de grados. Por supuesto, en la medida en qu.e la na• el Espíritu -y su cotrela to, la P .e rsona, no pueden ser convertidos en
tura.leza humana pertenece a .la esfera de lo vitncl, en lat meclida en que objetos. El Espíritu es ncrualidad pur,1 y J.• Persono no es más que
su ·vida. psíquica revela ir.apulsos> instintos, memoria asociativa, inte- una integración autoconstituida. de actos . Además, ni siquiera otros
ligencia y elección, partidpa de todos los ámbitos de la vida orgánica ioclividolos pueden ser convertidos en obj.etos, en la medida en q~
enumerndosJ,astn ahotll. Y en lo medida -pero oolo en tal mcdlcla- están e.n cucsti.60 sus petsonas. Por s~r eJ mero centro de ~ctos ct.tys
e.n que la nat1,i:ta.le2u humana muestra Jo m-is.mn. est::t:-ucturn 9ue lo na- rotnlidad codétetmlna c.1.d.n acto particular, una I?erso.na solo es acce-
turaleza de otroS" $ere~ vivos1 es atcesilile n hl psicofogfa C:Xpe.rimen_.. sible pa,;'a otra Persona correaliwndo esos actos , pensando, sintiendo y
tal." 5) Pero el hombre es también. algo más.• E l principio que· cons- deseando coa el Otro.'º
tituyo lo posición c«.-cpcional e_specl.fica del hombre deouo del cosmos
no deriva de la evoluci6o de Jq vida; más bien, está por mcima de
eJJ:, y sus manifcst•ciones. Los antiguos filósofos griegos reconocían
la exístencia de este principio y lo llamaban logos o razól). Peto II. Scheler y su concepto de Persona
Scheler pre6ere el término «Gei.rl» (esp(dtu), c¡ue incluye no solo
«tazón», que sig1li.fica la facultad de pehsar en ideas, sino también el En un liboo (Interior,ª Sd1clcr habfo clabotado el concepto de Perso-
poder de la perce('cióo intuitiva de esencias ('Wesensgehalten) y no, que es básico parn toda su filosofía. Alli distingue de m¡tnera
ciertas cfascs de actos volitivos y emocionales com.o lQs de la bondad tajante entre el Yo y la Pei:sooa. E l Yo cx¡¡,erimcntado (Erlebnis-ich)
e! nmot, el arrepentimiento, el temor te\/'erente, etc. Sche1er clen.omin~ es en cualquier aspe.e ro UD obieto de nui:Sl:J;O pensamiento . .fatJ dado
«Persona» el centro de actividnd, correlacionado con el nivel de.l «Es- • nuestra experiencia iJ>tc.rna como un dato del cual la psico\ogfa, y
píritu», c¡_ue debe ser distinguido de los otr.os centros de vitalidad a aun la psicología descriptiva, Jebe ahscraetse paro opera.t con expe- 1
los que U:1ma «ttnttos psíquicos». rícncias o pensamientos corno tales, sin 1cfcre.ncia a:1 pensador. Por
El ámbito dcl Espíritu es el de 1~ libertad: con respecto a la depen- otra pai:te, un a.et() nunca puede ser convertido ep objeto. nunca es
dencia de la vida orgfaica, a la esclavicud de los impulsos y también
Ubcrtacl con respecto a un meclio en el cual el animal está'sume.cgido. 9 E.o su llbto De, Fom1alis11,us in dl'r Etbik u/id die 111atériale W er_Jcibik, Berna.
Mientras t'fue el animal e.."<'petime..."lta so medio cor.oo un sistema de 4~ etl•., 19:54 [Neu,,. v~rsuch .der Grundkgung Jcrs ethi1c/Jr:n Pcrsona/ismui,
cena:os de teslsteocias y reacciones cuya estructura Ueva consigo como pl)blic:ado p0i: pr.im.eni v<2 e.o los vols. t y u del Johróucb /ilr Phii.osophi,
cl canicol lleva co,u;igo su t-oncha cuoodo se desplaza, el E,,-pfritu y, u.nd phanomenologisr.be FnrschWfg, 191} y 1916; 2, c:d., 1.921], que en lo
succ:sivo UWllílceinó6 B4hiJ:, ;p.13- 388 y ,:igs., Schelcc crirlc6 el concepto k11n-
ti1,ao de la ldétltid:Jd de ob,ctoa. Si el objeto no fuera nada más que lo q\le
6 W. :icoehlcr. I1tti!ll/11ttttprue.funzon am Af.11nschcnaffc,i /Jbht11tdtungon de, puet.lc :ser k!et1ti(-a1do s;,or un "(o, este también 5Cl:ía un objc~, y sis.f d,
Mt:usnscben Ak.ddtm1e Jer l;t°uscnsr.ba/1e11, y Ihc Mentality q/ AP<,·s J92,.
1
aegúo Schdet. Patll Kant, en C,!mbio, el Yo no puede :set- un- objeto., ya que e~ la
1 V~ Li excdent,;' ttCtic:a oobce los lliriitcS de los métodm cx-pcrÍmehta.lcs a>ndici6n ck todos ~ objeros. Pero el ~tuludo suby:1centc de Kant, según
en P.5tcolC?aí11, J-0rm.ulada por el pi;ofcsor Gol:doo W , Allport en su aloctcióo d cual Ju l!JWitcuc1t 4d munJo depende de la posibilidad de sq cxperltocu111do
P ~ o ~ de 19.39 anee la 47! ~uni6'o Anual de 1'1 Asodaci6n. Psicol6gic.'l) por un Yo sólo ea, de ntuetdo oou Sc:bele.i;,• .m:cm consccacmci.a de las •dudas
J'.!orttamcrrca.o~, «1'bc_ Psycholoa1.st-'tc E'r amc o:f Rcf~~cl:),., Psy.ch6/ogica1 DuOe,. trmic.:éndentalén de X.o,, segú1) Iris cu11les las cosas en sí, cuando DO$ apo.r..
ltn, vol. 37, P~-. 1-26, sob.<e ~o .l)<Íj¡. 14 y si8•· Tmnbién R. S Woodworth, tarnQS de ellos. poddao eoo,c:focit&e ele o:u•ncco muy diferente 5¡ nu lt!S -,ujcai~
«S~$$CS and F11ü.urcs of ExpecrDlt.!ntaJ Pisyd,oloey», SciCnce, vol. 9}, J')lÍg. 265 desde d co.coicrtto JXtedianLe lns leyes de nnC$trt1 experiencia.
y ~1p.1 esp. i)ag. 269 y iig. lO Mox Scbclcr, op.- e;,.. p<lg. 58 y •ig,.
8 Mc.x Scbc1cr-, op. cit., ¡)Ag. 44 y si3:c. u Ethík, c,p. Clip. Vll

152 153
«dado» a n.ueslrn experienJ:=il.l. ex.tero.a o in Lema> y sólo puede ser ex- podrla cam.inar y a Ja vez perclbi.c su s!-nú~wo, pot ejemplo, si esa
perimentado efectuándolo. Mucho m<:nos puede ser considerado como J>erso(1n lleva a c:abo observaciones l'c5k01ó¡¡ic-.s. -Pero cl sf-mismo ps{.
un objeto el correlato de las -diferentes formas y categorías de actos, lo quico q\lc la persooa percíbe en tal c~so, «percibe» ran poco como
Persooa, q_ue w l!láJ.\Üiesta e"dusivamente elec:tuando los netos en los _DilSe3 o actÚ':.l:. U.n:1 l?enooa. en cam.bio. puede percibí.r .su $Í-mismo, su
q1,1e vive y po~ los que se exp,:timenta a sf misma. O, en lo que con- cuerp0:1 su mun,d o externo, pero no es posible hacer de una Pt:.ts0oa
cierne a otras ¡;,ersonas# estas pueden se.r experimentad-:1$ pot Jne<Uo de d objeto de actos de percepción ( ptopios o d~ otrn Pcnona). •• L.i
h co-efcctuación, la pre-efectuación o la re-efectuación de los actos de Persona no existe, excepto en fa efectu'1d6o de sus Actos. Todo in-
las otras Persooas, pero sio convertir en objeto a la Pe,c~Qna." Para 1enco de convertir eo obíeto l.ll Persona Q sus netos -)')l sea que ta.!
evitar co<1fusioncs; dke Scheler, debé establecerse una di.s tlnción entre conversión consista en ua percibir, un pe.ns~ un recordar o un cspe-
actos perte.necieotes a Jn Persona. y meras ~fttociotJe:ty» pertenecientes r.l.l'-- trans.fo.cmn su existencia en.. un.a idea trascendeotal.1• Por, sa.-
alYo, tales aomo la vista, el oldo, el gusro, los sentimicmtos corporales, p1.1.es.to, íos: tc:tos pueden ese-ar «d:1:do,5». co s.u efectuaci6n ingenua o
todo ci~ de atención, c tC. Las funciones presuponen un cuei'J)Qj estáo en la reflexión . .Pero esto sigoific,i ~implement<: que un conocimiento
corrclm;i.onoclas <'On el medto, tienen su origen en cl Yo y son psíqui- roflex,vo acompaña. al •cu¡ sin convertirlo en un objeto. Aprtbeódor
cas. Los actos, en cambio , no..:son pstquicos en este sentido; no presu• un QCto como objeto por otr·o acto reflexivo es, por lo tnnto, _un.
~nen necesariamente un cuerpo, sino que son 1?Sicofl$iCameate jn.. posible." .
él/fe.rentes;\' su c-ottclato ao es el medio, sino el mundo. Sin dud•, La exposición de la r:eorfa dé Scheler oeetc:1 del Yo ~etfo ine;omplcta
este mundo es uo mu nd,, indJviduttl ~-orrelucionado con una Persona sía una ·b reve referencia n. Tas exptricncins específicas que tieti.e cl
individual. Pero la Persona ou.nca forma pru:re de este mundo, y el hombre de su cuerpo. Aunque él concepto «cucr¡,o hum,no» ya se
16:mino «corrclacionado» solo significa que la Pe,sc)na individual se refiere o un ~ h,nnaoo al que. este werpo perteucce, oon,o su propio
experimenta a~[ cni.sina dentro de este mundo fodividual.14 cuerpo o como el cue.rpo de otro hombre, est.o no oigJlifica que se•
una xcferenda del cuerpo hum:tno a un si-mismo gue hace posible 1.
Él técmino, «Yo•, s.in embargo, 'irnplic_a siempre, SCi,TÚn Scheler, wla expe.rienda del cuerpo~Y por otra ¡,arte, dice Scheler, sería erróneo
,efcrencia a su doble antítesis: e) mundo externo, por un lado, y el suponer que un hombre dél,e oecesatiáJ.Oell te re.fer.lts~ ¡,rimero a 8US
_«Tú», por d otro. La palabra «Pc;sona» está libre de wles connota- experiencias como a su propio si-mismo, y luego a la eltpérieocia de
cion~s. Dios pl)ede.ser una PersonaJ pero no un Yo; no tiene un «Tú» su propio cuerpo, si desea comprender 11 otro . i;[Mmism() u otro
ai un mundo egi:er.J)o. Urta -Persona actún; por cjcmpfQ, cantina. Esto cuerpo.is
no puede hacerlo un Yo. El, lenguaje tolera el uso de 1A &use «yo No cciticuremos esta 1e,.1da b§$ic::,, de Scheler, uunque es obvi• In
:c1.ctúo, yo camino». Pero este «yo» no es el nombre dcl «sí-mismo., inconsistencia de varias de las te$is anteriores . Hemos expoe$tO sus
como e~periencja de mi vida ~5!\Wca, sinQ má,s bien unn cxprosjóo ideas con el solo fin de aclarar su doctcina, más cabal, sobte l• com-
,ocas.ionol:o, cuyo significado e ia con el iadi'liduo que realmente prensióo cfol alterego. M~.s adelante volv~cmos a encontrar alg\lOas
"1 emplea; solo indica In fonna linguística de exp¡-esatse de «la pri- de las prcocipales tesis de Scheler, y poqrémos e,.am.inatlas.
mera persona», como dicen los 8f(10,,ltieos. Si digo «yo roe percibo
tonccs cl «yo: º? indica el_ yo. ps!c¡ui.cot s~o que s?lo
• ro_( rni~mo», cn_
des,goa ál ';[Uc h•bla; y el «nu mismo» no 111d1c,i «Dl1 sl•nnsmo», srno
que dej-a abierta l:,. cuest'l6n re.l'eréllte a si «yo» percibo el «mili> por Ill. Scheler y su teorfa de la i.ntcrst,bjcLividad
percepción exterior o i11 terjor. Por otro lado, si digo «yo percibo mi
iÍ•mismo•, «yo» indica al orador y «mi sí-mismo» indica el 6Í-mismo
?Sfguico como objeto de _pcrcepcíóo in teriqr. Por ello, una Pe,:,;oo.a A. Los Problemas jnvolucrados
1.2 6.(f,jk, pág, 401 y dg. Nioof;,1s Be1dinev establece una disdnci6n simH111; Como resultado de sus estudios sobre la teoría de In •imJl"tfo,'0 Sche-
entre 41E_go y Pc-.rsgn~Udnd• eo su obra SQJitud~ and Sociefy, .,,d ., pág. 1)'9
y Et,;-1. Desde uno pcrsp«tiva muy difcccntt;, l~ neot.om.i.stos distingyen IP ler reseña las contribu~iones de psicólogos y filósofos oonr:empo,óneos
«indivi.dualld::id» de la «péMnalidad• romo o.o todo ( véase, p. ej., Jt1CtJL,K:$ • la solución del ptoblema de )• ,ubjetividod, y •e pregunt:i por gué
Marimin, Du régimr t41npordl Ct d~ ltr liberté, ti.d.) No podemos Qbotdnt los resultado,; son tan insatisfactotjos . L lega a la oonclusl6n de que
aquí u1) exaincn de la intercs.antísimo LQtcrpte,tación del pt;ob)croQ que o&«é
Gco.rgc H~.J\+Icad en Mi11d, S~lj .i.tt,l Sóci~s'Y..• y 1·he P.hilosQf/ry o/ the Act. U EiW•, plg. 404 y slgs.
Qu1cn estudie: a M~od cQm-probnriS, ,in etnba.rgo, que clettl\s wncepciones: c:r 16 T!.¡qj/,:, ¡,i(g. 405.
p«iol<;s de Mead y Sc:hcle.r oonvetgen. · 17 Bthik, ¡,631. 388, 401 y 40S.
O ,E n es1e punco, como ~ gcoccol c:n .in,1 ooDtía de k Pcnsona, el p,c;osa· l8 Bthi/<, l1Óli"- 4.1540, c.p. póg·. 427•
.mit-n~ de Sébdec (.'Qi_ndde «>~ nlgWtos ~pcctos de UI psioológ{a .J>Ctsdnalist:s 19 Publleado por primera vez en J.91J con el titulo Pbano,ne,wlogie ldJ:r S1111·
de WilhClm Si:em1 qu1c.n llWlbifu caractcn,:n d ~ex de .Ws pt:r:sonalidad~ como
«metn-psico,fí&ico•. (P(l'ft)n und S(leht~)
p°Itti,iegefúhl<; 2! tel. rev., l9~. con cl tltulu Wcl·cn und forl!le-rt m S1,,,..
P41hle.~ Haoe:mós rcfcteocia u es1.a. K'gundu edición (<.'00 e:l nombre de
14 F.ti,ik, p,i,. 403 y 40&-10. S:yn,¡,,uhi<).

155
el fracaso de todos los Intentos de indagar -en este tema ha sido om- existencia humana que -pertenecé a ni~des infe.riorcs al ámbito del
ssdo por la falta de distínciohc::s claras eorre los diferentes problemas espíritu y la libettad es accesible a la el('petimenwci6n.
impliClldos y J,>Ot clescuid¡u: la sucesión en que estos deben plantearse. La Pcrson~ y sus manifestaciones oo esrán abiertas ·~ la percepción
Su p.i;imer• tarea, por oonsig1Jienre, es esl!lblecer un c.rn.llogo de cuts, en el misnio scnrido que los ,:,bjctos de la narurnleza. &,á er> la lib.re
cioncs que deben ser resueltas. Ennmer:,) seis de tales cnestiones-: 20 ,¡oluntad de la Persona ..i:ev·elflr u oeuba.r suS actos o mantener sile1;1,.-
cio, ·y esto es algo muy dlforente de no hablar, simplemente. La natu•
1. ¿.Es fa r,:foción enuc el nombre y ~us semejnotcs uno cuestión fnc- mleia no puede Oculi,me, y por e11de- tampqco el hombre, en la me-
tica o el concepto de horobre ya presupone la socied<td, y esto de dida en que su existenci• animada pértco~-ce a la nntl11111eza . .Está ne-
manera totalmente independiente de la eitistencia fác1ica. de tm ego ees:1riamente abierto al descubtlroiento, y los actos puros de la exis-
cotJcreto dentro de uo mundo social cooc,:eto ( p~ob)emo ontol6gko)? t<:lneia nni1nada se manifiestan, al ,nen.os en ·principio, en los sucesos
2. a. ¿Por qué tozóo. yo, por ejemplo, cl que escribe estas líneas, somático-fisiológicos correlacionados coo ellos.
estoy en .io justo al c:reer que citlsteu otras pers1,nas con vida cons- 5. l?roblemas metaHsic<ls involu<.t11dos en la teotla del alterego. Exis-
ciente? b. Además, ¿cómo me es- accesible la realidad de la conciencia ce cierta unidad de estilo el'ttre los supuestos me tafísicos básicos y el
de Ou:o ( problema lógi.co-epistemológico)? enfoque 16gic<>-e¡,istcmo1óglco del problema de la intcrsubjeúvi&d.
3. ¿Qué experiencias individuales deben set ya presupue,¡f>\s, y qué La Hamada «teOtia de I• inforencin», p9r ejemplo, solo es ct1mputible
actividades de conciencia consideradas como ya efectuáclas, antes de con un punto de vista 1netafísico muy definido, cl de 1a premisa catte~
que puedo surgir eJ cooocimieoro acerca de tui alterego (problemas de siana de dos sustancias separo.das, E(sic,, y psíquica, que se iofluyen
constituci6n)? Por ejemplo, ¿el conocimiento acerca de la conciencia mutuameote; setia incompatibJe., en cambio1 eon ]a. p.rt:misa metaffsicp
de otras personas j?rcsupone la aatocoadeoc:ia? ¿EJ signi6cado de un de un paralelismo eplfenomcnológico.
o,ul\d.o real exceroo j?resupone el cooocimicnto de la n~turafezn? ¿El 6. Problemas vaforativos vinculados con la existencia de alteregós.
conocimiento de lll vJda p$fquica y t'nt:ntal de otras personas presupo- No hoy duda de que ciertos actos morales como los del amor, la
ne una apc.rcepcióo dd cuerpo de Otro y su interpretación como uo rcsponsabi!idad, el d~ber y la. grntirud se refieren, por su natura:f.eza, a
can,1,0 de exp.resi6n? Sin embargo, este típo de iote:rrogaotes., no la exlste.nc1a. de 111terego:;:. Schclcr los denomina «actos esenc:üllmente
pueden ser tespondidos mediante soluciones que solo son válidas para sociales» ( Weie:,¡s-so:tiale Akte l. porgue "º
pueden sor concebidos
las actitudes y .,xperieocias de uo adulto educado .que viva en lll d vi- como actos presociales oobrc los cuales solo luego sobreviene la socia-
füaci6o occidental de nuestro tiempo. Lns soluciones deben ser vá- licl.scl. Prua Scheler, estos act(ls en portlcral.nr constituyen lo prueba de
lidas con independencia de estos factores accidentales. No son proble- su _te<?r.ín. según la coal en cada individuo está siempre· presente To
mas de una psicología erop1.rica, sino de . una psicologia lrasc,mdental. socrnlidad y no solo eJ set humano fo~ma patte de la sociedad, sino
4 . Los problemas psicol6gü:os e11rp/.ricos de la con:,prensióo de ól:r\lli que 1a sociedad es tnmbiét, pacte iote~te del individuo. E,mmine-
personas son de un tipo muy diferente. Cualquier tipo ele psicolo- mos esta teoría con mayor di;te.nünient-0.
gfa ernpltica presupone, no solo la existencia real.de semejantes, s.lno Según ~hdcr,"" la creencia e1) lo existencia de alteregos no se basa
también que la otganlz.aci6o de su conciencia les permite conser- en actos ·efe cognición Leórica. Un .ser $i.m.Ua.r n una pc.rsoaa, capaz de
var sus eercepciones. eype.tienci-as extcrio,rcs e intcl1otes, sco.saciones, !oclo típo ~e actos EJnocionales, co1no amoi:-, odio, volun,tad., cte., _pe.ro
\
so-ntimientos. etc..,. en la 1nerootia; además, que pueden comunica.e esas inca.pu~ de actós teóricos --e~ decir, de cognicione5¡ objei-ivlzado.ras-
experiencia~ mediante enunciados, y guc ,e stos enunciados so.n com- no carecer(a en modo alguno de toda prueba de la existencia de
prensibles.•• Y en la medida en que la e,q,resi6o «psicología emp[rica~ Orros. Los ~sentirnientos esencialmente soci,dcs» bastan pru-a estable-
puede ser con$ídetado como equivalente de «psicología experimen- cer el esquema de referencia de Ju sociedad corno un elemento sie.mp,e
tal», presupone además 1.a posibilidad de convertir en objeto 16 psí- p~es<;.nte de _su conciencia. En fa teorfa del espíritu oo es concebible
quico como tal e incluye la soposi.cióo infundada de que los mismos ruoguo l~obinson Crusoc que no teoga desde el cocn.kmo algún tipo
sucesos típicos pueden .reaparecer en una muJútud de sujetos y pue- de coaocimiea to de la e.icistencia de una comunidad de seres bum a-
den ser reproducidos mediante experiment0s. P ero la Persona y sus nos, a 1~ <:ual perte~cce. Nunca hubo un solipsista radical que dijet":
~<.:tos no puedc..n set con.v ertidos en objetos, y solo esa parte de la ~No cxtsteti éQtnurudadcs de seres bu.t,uanos y yo no pertenezco a nin-
g,UUl de ellas. Estoy solo en d mundo•. Un Crusoe solipsista no
:ro$ympa1.hi,, p4gs. 248-69. podrfo afü:mar más qne esto: «Yo sé que existen comunidndcs de
21 En sus csc:r1tos po:1tct.io['(.-s, Scbclcc djo tespuc.,ta a cst3~ cu.c~doni:s de urui s-:.res hum.anos eo el inundo y sé que pertenezco a una o var-ias de
mfflera que difiere parcialmo1rc;: de l• que ~nC!mQS en esrc mbitjo. V6ulc. dlus. l?f!t"O oo ~n.07..00 a los indlyidtlO$ que las coostit.1.1yen, nf conozco
por cjcmpl<,_, «ProPlcmc cincr Soz.ioloijiC. des Wisseo-t1•. CJl S\J obrQ Die Wis•
.rens!órme,n und d~ GestUrchaft, Leipzig. 1926, págs. 48~54. 1'?8 !fl;Uf'OS em¡:llncos que con•!;¡ tuyen tal comunidad». Debc:mos ,!Js•
22 .~ hallafd una cxcdciuc txl',IOsici6n de los probJC!Ulll$ dé la _psirolog(a cm• t<nguu;, dice Scheler, entre el conocimiento vacío a,;erca de l.• existen-
pfrtca .rcls:.a.on.idos_ con J11 «.comprdlsl6n de l13 personalidiv.b,, en el libro de cia de algún altei·ego y alguna comunidad como rules y el conocimien-
Gofdoo W. A11po.rt Ptt~SQntdity. A Psychologlcfll l '11tt:rf1r6Jalio111 .¿ .Nueva Yo.rk
1,37, p:¡rtc v, _pñgs. 499-.549. '
2) s,,,,¡,athic, ¡,,lgs. 269-7'; !;tliik.

156 157

,•
to Je•• uoo o mils semejantes y gruJX>S s oefales concretos. En lo que a genuino de aquellos seres, y que todo npreodJzaje crea en c.Uos up
csros concierne, se equivocan alguaos filósofos ( como Driesch) «1 su- desenc;:antQ .r especto del mundo,. y no UO;l ~aoimjzación» progresiva de
poner q1,1e todo conocimiento de otra persona concreta se basa en .la este. 2) Si se exduyc la autoobscrvndó1\ en espejos, e11:., tenemos
percepción de sus movimientos corporaJes. Esta no es sino una de las c;:Qno~imiénto de nuestros !};C$LOS eqrporales medutntc sens:1ciones o
fo1:nccs de oú cooocimlc..:o de Ottos, y de ningún modo la más im- movimiento;.; y posicionés de o,uestro cuerpo, mjer.rtras que los gestos
pc,.lrr:tnic. Or.res cxpe.ciends~, por c:je.o,plo, eJ COt'loci.1~1ie-,·rto de un sis- de otras personas nos son dados ante todo co.u10 fenómenos 6¡,ticos
1ent~ t.le ~'"igno$ interpretables, son suficientes para creer en In ex:is-- que: no ofrecen nin1,1Una analogía roo nuC$tras $ensaciooé:s ccnestL"Si..
teo"·i., Je ar.ras personas. cas. E n coni-;ecueoci..1., todo infereocis por anoJogío cóll respecto a l os
gesoos de O~ros pi:esupon.e ya fa existencia psíquica de los Otrm y
nuestro con.oci.m iento incluso de .sus experiencias. 3) Supone.anos tam-
bién La existencia a.nimndn de animales coroo oves _y peces, cuyos
B. lr1/tire1.ic-ia y empalia gestos expresi90S di..Eíexen por cooopleto de los nuestros. 4) La teoda
de la inferencia enc:ie.r:ro Ja foJnc.ia f.ógica denominada «quaternio ter-
Ptro; ¿c6wo es posible que rmestrM e,opecieoci.t1s, que se suponen re- m.iJWrmn». L. únioi infcrc:ru:ia lógicamente com,cta seda que, donde
í:erjd,is • Otr.os concteto~. conduzcat¡ a l<t convicción de su Cl/.lstencia? existen .g estos corporales expresivos que sean aoitlogos a los míos. mi
l!n la li cera tura contemporánea prevalecel\ dos teorías: la de la loÍ'e- si-mismo debe existir táoobié.n, le, cuo 1 cond11cirfa a una reduplica•
rencia o onalogln 'Y 1a de la empatía, que pretenden ofrecer una wlu- ción de mi flujo de ¡,ensamiento. NQ es comprensible cómo --evitan•
ción, no solo del J?<oblema empfrico ( véase l<.> dkho antes coa respec- do un obvio quater-nio ter1tti11oru1JS- debe postularse Ot't'O s{-mi:u;noJ
to a 4 ), sino tno,híén del problema trascen<lental involucrado ( véase diferente del mio, mediante tal conclusión.
Je, dicho antes con respecto a 3)."" Lo teoría de lo ioferencia: sostiene Lo teoda ele la ctnpatfa, por otrn parte, no es una expllcnción del
que descubt'imos el pensamiento de ows personas O)ediaute un pro- origen de -nuest.r o conodmiento de Otros, sJno un• nueva hipótesis
ceso de rnzonaoúeoto l"'r aoalógía, ya 9ue de los ges.tos corpo1nles que cxpli01 nuestras razones para creer en fa existencia del Otro. Serla
«expresivos» del Otro inferimos su estado de espíritu, que se supone un puro accidente si d cuerpo del Otro, al que _atribuimo$ ,westros
análogo a nuestro estado de espl.riru ( descubierto por experiencia seutirnientos e,r.,¡patéticos, estuviera realmente aniroado. :En efecto¡ 1a
interior) c1,aoclo efoctuoroos el «mismo» gesto. Lo otra teoría consiste interpretación de los ¡¡estos de) Otro rorJ¡o expr.esíón no puede ser
en la hipótesis según la cunl el ego adqu iere la creencia en 1á exis- sino Jo consecuencia die gu existencifl : y no •la prueba de esta. Ádemás,
1cncin psíquica de Otros. por un. procesó de empn tfa coo las tnMlfes- cíimbiér1 esta te.orla adolece del mismo. quaternk.J ter111inoru111 qi;ie 4a:
wciooes del cuerpo dd Otro. Los partidarias de la primera escuela rcocla de 1(, j nferericia y • lo sumo conducida o ptesuponer que mi
de pensaoúcoto encomian al carácter concluyente de su hipótesis, que ptopio sí-n1ismo existe dos o Va.ri:a.s veces, J>e.ro no que existe otro
en su o_pinión conduce a ,pr.oba.t con buen fundameoto la existencia s(~mismo.
del alterego, mient:rtts que de fa teo.r.fa de la empiltfa sólo résulta una Esu.s a;Itic«s, sin embargo, no alcanzan a In falacia báska de amb!IS
ciega creencia en ella. Quienes defiende.o la reoi:fa de J. cmpatla hi[>Ótesis, vale d.ecir, las suposiciones: J) de que la primera cosa dada
Jeplicnn que también nosotros tenemos un.a mera creencia cicgn en • cada uno de nosotros es so t>roplo sl-.mlsJDO, f 2) de que lo prímeto
q1.1.e podemos captar de otro set· huma.no es Ja aparíeucia de tiLI cuerpoJ 1
12. existencia de nuestras expc.ricnc.ias pasadas --que son solo «in:iáge-
nes» en nuestra 1ne.moti:1- y que ni siquiera podemos ir más allá ;uc11:o CQn sus movimientos y gcstt>s. Ambas teorías presuponen co,rno
de una ci:t:eucill. ci.eg• to l• existencia del mundo externo. evjdente que esto~ eounc.iados son verdaderos., y que solo sobre esta
Ln cr(cica scbcleriona de ambus teo~IA,iopunta en dos dirccciooes. Eo o:nvicci6n basnmos nuestr1l tteencia en ]¡1 CXÍ$tenciA de altcregos. Pero
c_
pruller Jugar, prueba que ambas son contradictorias eo ${ ro.lsOias; en al hacerlo, runbas teorías subestiman 1~ dJfkultades de. l~ .autopei;-
SéjjUO.do Lug3:r, muestra que se basan eo u.na fa(-oda común. tos argu- c~pcióD y sobteestunan las dificulcndcs de pcrcibli: el pensamiento de
mentos ~e Scheler cootra la teoría de la inferencia pueden se.r resu· ocras personas. . ·
m~do_s. as!: I) También l'o s allim:rles,. Jo,¡ niños muy¡equeños y .los Según Scheler, 2" el primer eQul)dado supo.n e In íden de que cada uno
pnmmvos, que c,u:eccn, como es ob"'º• de la faculr-á dé inlcrir por só!o fUCdc pensar sos l)topJos .pensamien~os., sentir. sus -propjos senti-
"""1ogia, estrui convcocidos de ia ('Xistencfo de sus semejantes y captan m 1entos1 etc.., y qoe este hecho COo$~Ítuye pnt8 oque) el «sf.mismoi1>
c:xprcsiooéli de 1n vidn fisica del Otro. Koehle:r, Ste.r11, Koffka, Levy- del sustrato individual, Pero fo único evidente de por sí es la tauto-
"f.rul,J •ha,n demostrado, además, que la expresión es la experiendn h¡gí.a según la cual si alguna vez se •npusiera tal sustrnto, todos los
pt.osamiei:>t'o s y sencimienros pensados y scntídos por cste ~s(-mjsrno»
24 Con el bo de pttsent::ar adccuadamcn[e el pens.tmi:eoro de Scheler tom11· cortespondetían n aquel. Por otro Judo,· es cierto que pensamos nue:,;-
mos aqu{ lns e.x~i:é:sione:s «conocimiento acera de» y_ •fQQt\oclmiento de» de t~o propio peosumier;ato, a.sí s:omo eJ de otras pe..rsooasJ sentirnos tam-
William Jrut:tcs 1 Prin6ip/4ts of PrJ•cbology.~. vol. t,p.i,~
221. '
2J Symp<1bu:, p<lgs. 274-80; véase la exctle01c o,q,osio6o y la impottaot<: ctl-
bién los se11tiooíentos de oti:•s personas, aceptamos· o recbnza,nos la
aca de umbas tc:orfns en Gnrdon \V. Allpon:, op. cit., pá'.,$$. ,2,3-.):,\. 26 Sy~1eathk, p,1¡¡;;. 281~7.

L58 1.59
voluntad ele ouas petsonas. Hay ír~cl,;iso situaciones ep las que n.o inte1:ior córrespoode un acto de una posible pc.ttcpción "':teril'r, ref~
podemos cli.stinguir si an pcn:i;runicnto es o no ouestro. "En t.1'.l caso, ricia a su vez a un objeto exterior que afecta a los sentidos. Pl)r fo
se o.os da un.a experiencia sin ningún sig110 indicativo de la corriente tanto solamente el <;ootenido especf/ico de mi percepción del 1)ensa.
individual de conciencia a la 11ue pertenece. Scheler atribuye suma im- cnien:o de ott~$. personas es co.ndieior1nd,o por lo~ pr:Qcesos que ;:;e
portancia a ~ce hecho. Sin clud.s.J coda experiencia corcesponde_ a un p,oduccn entre lll.Í cuerpo y el cuerpo del Otro. Pero esto oo tiene
st~mismo, y este es Decesnriamc.a te un si-mis:m o individual qac está nada que ver ron C'l principio según ':l c,~al p~e<lp 1,ercibir ~. oxpe.
p,esente en cualquiera de sus experiencias, y no solo constittüdo me. .áencia de otras petsonas por pe.t'Cepc-~áa 1nter1or. Así como nuestra·
diante •lu inlerconcxi6n de estas. Peto a cuál ~í-mis.mo i,,dlviduol (,Ct.· percepción inle.cior abarca no solo nuestro estodo menta;l presente
tenece una exper.i.encia -nuestra o de 01.ro-- no ~std necesn.cia y sino wmbién tocio el pnsado de nuestta corriente de pensamiento'
genu.inan1enle determinado pot la misnlo e)(perjencia resultante. Pot ,mnbí.én aharca tomo -pQsibilitlad todo el ómbJto de fas mentes coro~
el contrario, fluye una corriente de expe·ricncias> indiferente en cu:-nt? un filujo iodifeceneú\do de cx¡,eciencias. Y de ,_goal mcx!o qu~ pe,cib¡.
a lo distinción entre IOÍo y ruyo, que contic:ae, eotreme;chdns e ind,- n1os nuet;tro sí-mismo aotua·I como surgido sob.rc 1a base de todia
fei:en.e ú\d,,s, mis pt0piM eJ<periencios y fas de Olros. Deoti:o de esta nuéstra vicia pasada, :.1si también adc.¡uirim.os COttci:'1ci~ de nL1est,:o
rorrje..nte se forman gradualmente remolinos que atraen cada vez más s{-misrno como i:esaltando rontta el fondQ de uno conc,enc,:1 omnlmoda
dementós de aquella y son luego atribuidos a dífcreotes incüvíduos. ( más o meo,os lndistintnmeote etperJmcntada) que cootiene t3nLo 1nis
Scheler21 da un paso mlls. Bnsando sus conc:lusioncs e,o los resu"ltado:1 experiencias como las de todas· las otras mentes. Las dos teorías 1net:L-
de la moderna psicología iofantil -los cua!es reve.1ao que e.l oiño des-
cubre •u.
individualidad ,clativamenre tarde-- sostiene que cl bombn:
vive desde eJ eomic:nzó más •en> Jas experiencias de otras persona!;
ffsic:as de vw,crable antigüedad sobre l:t.s rel¡,clones eotte la mente y
el cac¡:po -la teorfa de la inf1uencil1 i:cclpro'c:n de dos <0$.lancias tnuto
como el Uamado pataldisa>o p~icoffslco- excluyen hasta In posibi-
que en su esfera individual. 28 lidad de percibir las e:,q¡,edcncias del Otro. 4mbas encierran al hottthte
en una especie de clrcel pslqu1co donde 1:icn.c que esperar para ver
qaé proyect/1 m.á gicamcnte sóbtc sus paredes el nao metafísico de
fo causalidad. Pero ambas teorfos interpretan emSneamente 1a función
C. Scheler y m teoría perceptu.al del alterego del cuerpo como gtao selector y analista d e los contenidos de toda,
nuestras pcrcepciooe$ e:xterio.l'les e intctlo.ces.
Ahora bien: ¿cómo p·.:u?de ·quedar i:n determioada ,l.a experiencia jnte- Este cr,nceptO de la funci6n dd cuerpo en los '(?l'OCesos ,:le. éxpei;iru,a.
dor? ¿ Acaso la e,cpedencia interior ao es ip,·o facto él<:perier,cia,d e st tar cl peos11mient~ ~e ottits perso.nas .condu"." a _Scheler'º." la con.
mismo?¿\' es posible captllt el nltecego y su coxrieote de pensamict>t~ clusi.6 n de que la un•~• catego~fa de. lns expene11c1•• cid Otro que no
meclinate la experiencia inter-io1~? Sc:heíer opina 28 que ,ta traflicion;tl puede ser capiad• por percepa6n directa es la que ~or.respondc a la.,
ideotificaci6o de cxpeticncin interior ( percepción interior) y C.'<p!· expeciencias que tiene el Ot:t0 de su cuerpo., su!i orgaiios y de Jos
tienci,o de sf mismo es iníund.ada. Por una parte, pnedo pcr:cibinne n ses:ttimieotos sensoria.les coo el.los vinculados; Y son exacta1nenr.e tSlO$
mí mismo -como a cualquier otro- tar.abÍén por pe.rcepcióo exte- scnlimlcntos cvrpoi:ales los que <'.-Shlbleceo 1~ separoci6n entre el ~om.
rior. Esto se prueba mirándose al es1¡>ejo. Por In otra, poedo c3pt:1r bi-e y su semejante. A la inversa, e(l Jo medida en_que el hombre sólo
por percepción intcrio.r :las expcxieucins de otras personas coooo per• vive en sos sensaciones co._rp<?t:1Jes, no e~cuentr--a runguna vf.a do-accesq
cibo mi$ expede11cias presentes y pasadas. Por supuesto, la percepción a la vida del •lterego. Urucameute s1 se eleva como Persona por
interior de las CXpe.riencio.$ de OLt'aS petsoruts exig~ cierto conjun·;o encima de so vida vegetativa put.1, obtiene experiencia dtl Otro.
de coodiciones, entre ellas, que n,i propio CUetl?O e.x perl)nente deter- Pc:ro, ¿qué ot.ra cosa perclbíroos cid 01<0, aparte de ·su cue.tpo y :<us
minrtdas ioEluen,das pcoveoientes dcl cuerpo del Otro. Por ejemplo, g<'.-Stos? &gún Scheler,•• prn;ib,im?s dcrtamen~e la al<:grfa cid Otro
lll.Í oldo debe ser ,aféctado por las ondas sC:moras d e palabras elll.Íti<Íll:' en su sonrisa, :;u dolor en sus lngmnas, ~u vergücn.ztt en ·5:u l'llhor, su
por el Otro para que yo comprenda lo que él dice. Pero estas con<lr-· ruego en sus mru1os unidas, $U pen!ílmiento en los son.idos de sus
dones no determinan el neto de mi pe¡-cibir como t.<>l: solo son da ptlabms, y roció esto sio empa~n y sin infer~ncia .alguna por an~1ogfo.
consecueac-i.a del hecho ele que a cualquier acto de posi bJe percepción Coou:;nzomos a _razono.e solo s1 nos vcmo$ inducidos a. descon1iar de
nuestras · petcepcio.,ies de los e1<periencias del Otro; por ejem¡,lo, si
27 SymP4tl1ie, póg. 285. tenemos fa sensación de haberlo interpretado xnal o si de!iCUbtinio,
28 En Ethi.k (p:tg.. 543 y sig:1.), distingue: aun dentro de tocha. «Pttsonn füüt.ll• oue se trata de un individuo anoanal. Pe1:o 1tuo estas «inferenciatlóo
dos cloncnoo.s~ o S'1her: una «Persona individunf..,.. (flin:e.lpttrsón) y una «l>e~
aooa total» ( Ge11J.111t~rson); la pritncra e~t6 coostiw.(dn por sus actós indivi· ;, bnsao en percepciones del Oll!O que son bastllnte com.plicidos, AJ
c:!uhl~, lo $e8Utlda, ~r sos actos SQdrtles:. J\.(l)b•s 00() aipe~tós de "'?ª l')Cól· mirnrlo) percibo no .so1o-sus ojos, sino también que.él me mi.fa, e inc-10 .
li<lad <."Oncrcta de Persono y Mundo, T~~ teorfo l."eCuetd:1 la 10.tapi:et.:.1Ct6n ~(!e so que lo hace. como deseoso de evitar que yo SCP<I que él me miro.
oftece W . Jo.meo del «s(.:mlsmo soc:i;d» (Prínciplos o/ Prycbolog;y, op. cit.,
w l. 1, ¡,:lg. 293 y aip.) y su desarrollo ¡,,:,r C.Org~ H. 1,kad.
29 Sympathie, p~3s. 284-9). )O S:tmpathi•, eág. 295 y •ia>-
31 Syn¡patbie, pág. 301 y sig,.

160 ' 161


Si aos plantean,os realmente cuál et. el objeto de nuestra percepción pcrcepw11J . PCJ.'.O, ¿cu,! c:s su con1.dbucl60 en (UJlnto a s<>lucionnr el
d~ Otro, de!'>emo;< r~pondor que no percibimos el cuerpo dd Otro, problema 1tj>scenden,al? La hipótesis ele que existe ua• corriénte de
i'I.-:. iu al.tna, 01 su s1~m1srno o ego, stno tina torruidad indivisa ca objetos e!<petientht-. indiferente con respecto a la distinción cotre núo 'J tuyo;
de experiencia exterior e jnte.rior. Los fenómenos resultantes de es·ta que contiene tonto nuestras- experiencias como las dt ~tras mentes. Por
unj~ad so11 psicoffsicam;Dte indiferentes. Se los podría analizar como consiguiente, la esfl:J:a del «Nosotros» es dad• pre,rioméate • la esfera
cuoli<!ades de colo_r,_ ucudodes de forma, unidades de movimientos o del Yo: la esfera del sí-mi,mo sur¡re, ,el;,ti,ramente tarcle, del tras-
camb,os en la ¡><>uc1ón de sus órganos cotporaks. Pero mediante un fondo de uon coucienci~ omo{mod:1. Sin embargo, sustenta. esta teotÍA
.razo~smiento ígualme:~.te VJtJ1do,_podr1an ser inter{>r:.etados como «ex_... no mediante ailálisis dectaados dentro de ,la esfera trascendcnt.al, sino
presiones~ de! pen•amtCnio del Otro que r,o pueden ser dividídos en refiriéndose a becbos cmplricos tomados de 1n ¡,siCQlogía dé los niños
partes de caracter ex.ptestvo, sino que omest..ra,n l:i estructura de una y !O"s pdrnit'iv<1s.


unidad (p. e;., una i;nidad fisonómk"á).
T'!1 es, en !foeas g~crales, teoría de Scbelcr acerca de la compren.
s10n del Otro, q,,e 8 denqmina «Wt1hr!feh,11cmgstheorie 4cs frem4en
Como. hipótesis metaflsica, ·la teoría de Scheler no es mejor ni f>OOC
que Ott?s hJpótesis .m etafísicas sobre e,ste punto. Dícho sea de paso,
la idea de u o.a coadencin su¡;,rnpccsonnl tiene muchos antecedentes
lch>: ( teoría pcrceptuál del al<erego}. 112 Su inlertclncióa con 1~ antro- en la metafísica. Pensado,es muy heterogéneos hao elaborado uno
pología de Scheler y su concepto de Persona es obvia: en lá medida premisa básica si.milu:r; entre ellos Hegel, .Berg,~on, los fundadores de
er.i que: e l hombre perm,.anecc arrapado en.su$ send.rnicntos cotpotnlcs, lo «inv·c stigación extrasenso.rjal». y ciertos sociólogos alemanes que-
no puede ba Uor UWt vta de accesó a Ja vida del Otro. Nadle puede incenran oombinat a l'vfarx coa Kant.''' Pero es difícil comprender por
aiptar los sentintieiuos corporales del Otro; solo comQ PetSonn alean. qné la premisa d,: Scheler rieoc que ser mils útil para la solución d,d
u los flujos de pensomi~nto de los ob:as Personas. Pero In Persona ¡,robléma del al tere¡;o que, por c]Ctt\p)o, la monadología de Leibniz,
no_es el Yo. La Pcrsona_y Sus actos nu_nca ¡medc:n ser conveJ:tidos en Po.rá cl problema de In fenomenologfo trascendcntal, como ciencia
ob1etQS. Lo que.~ed~ siempre ser convertido en objeto es el Yo. Y basada en el análisis preciso del ámbito trascendental,'' fa hipótesis
como no es pos1b')e ruoguna i:eilexión intencional sobre la Pi:J:sona y de Scheler no ofrece la solución deseado.
sus :ictós, Jos netos de otra Persona solo pueden ser captados co-efoc- Por cierto, bay que admitir CQO franqu= que el problcm:l del aherego
tuáodolos, prc-cfoctuándolos y re-efectudndolos. .es el ponto crítico de toda filosoffo rrascendental. Hus,¡cr),"' por
Pero estll .referencia a lns otras teorfas de &helet revela ya cierta eje1_0¡,lo, ve con clatidad el peligro de caer ea el solipsismo oomo
incongruencia, no expHcada totalmente por el hecho de que Scheler coJ>Sc;;ueocio de la redacción trascendental. Se csfu=• valerosamente
elnbor?m ~ parte_estas teorías ei, un período pQstcrior de su evolución por «ilun1ina.r este rincón osi;trto, guc $OJO t'erneu Jos niños en filo-
filosófica, sm revisar en sus escdtt,s publicados su tcorfa perceptual soffa, porgue el fantasma del solipsismo lo frecuenta»,* y ofr<x:e una
del olterego. En las observaciones sigtúentes se procura explicar lns soJuci6n del ptobl<:ma del alte.ccgo en su quíata Meditnclóo Cartesi•-
razones de este bccho. na, •• a1.1nque, por desgrada, sin lograr In climinnciót1 de las dificul-
tades eris1eotes. J;-fabiendo efecwadó la réducción trascendental Y
analiz.a do los problemas de coostit1.,ci6n ele la conciencia coostnüda
media.otc lu actívidades de la subjetividad trasccndetua~ desuca 4tn-
IV. Observaciones críticas tro del ámbito trascendental lo que llwnn «mi esfer.a peculiar• elimi·
nando todas las actividades constitutlvos que se relacionan de modo
i<Lm~to o mediato con la subietividad de Otros. Lo hace abstrnyén•
dose de codos los «sentid<1s~ , eferentes o Otros'/, pot consiguiente,
.A. Lt1 inler.t1tbjcti11idad Como kroblcmo trascc,,detttal quirnndo a la nsturafez,, circunda.o le su cmcter ele intersubjet.ividnd.
Entonces 1a natura-fez.a dcia de ser co1nú.i1 a tQdos nos:otrQS, y (o que
~= de 'las !11:1~ p,1;0fundas ideas de Sd,eler es fa distinción entre los quedo ~ estrictamente mi mundo privado en el sentido más extr<:1110.
dtfereat":' mveles éO <rae debe ser abordado el proble1,:ta del alterego, Pero dentro de esta c~fera po..-uliar mln surgen ciectos objetos qu~,
Por d:sc_!i~, pare"'; qo~ al constt,u.ir su propia teorfo olvidn atenerse por «síotcsis pasiva». llamada. «apgre:u:niento» (accouplement) o-«oco~
n_ In drsILocton po~ él m,srno dcscubier.t,. A <las teorlns dé Ja infcrcµ.- plam.i.e-nto», son interpretados como análogo~ a mi propio t.1.1etpo y,
c1• Y 1a ~mpotfa obje~ ante todo que oo solo pretenden ser válidos por ende, petcibi:d os como los cuerpos de otras personas. 31 Además,
para e! mvel de :fa f>l!•:olo¡lfo empírica, su,o también e"pliCT1.r nuest;ra
cree.nc_1::¡ en la ex1stenc.ta de olteregos -y Q&ecer, por ende, una 'Solucjón 33 Por cjc:mpló, Max e..c11er, &m und M=.
de los trasc~ndentales prob(em•s d<: constituci6n que esto lmJ)'Jica. 34 Edmund ftussecl, _Pl¡ílo.rophie al.r slrengt! WlS$en.schaft. ,_
Segó~ "i''º bien fync!nda crfoca, esns l<'01·fas QO logran, por. lo menos, 35 17.dmund 1-f:usscd, Forma/e w,d iraJ1sT,A!.ndenJalt! Lqgik,,.\ H,Jlc. 1929, p118_. 2:10.
este ulmno ob¡ettvo. Por elfo es que Scl-teler esboza su propia teoría • VCase .:~ fcnomcnolog,í¡1 y las ciencias "5()(:ÍOJcs,·• , p.;f.g:. 130. (N. áe. Af. l'ltt--
~11101t. )
3:6~fldítationi car,hicn11e.s,,.,•., v. cs_p. sea. 44-4,. .
32 Sympathi,, pi\g, 2.1). 37 Sctg~n T--t'us$Crl. este 4COpdre:ri11,it<11ro» oo es en ningún st:ntido una in/er~11c,n

162 16}
Interpretó de igual mani:ca los movimi.entos corpómles del Otro COlJ\<> lo que Jos gram.áLfcos latinos deooro.inan un «ta.nt11,m sing(1l~r»., es
gesros, y su conducta concordante como expresión de su vid,\ pslquica. decir un término que no puede ser puesto e~ P.laro.l. Más nua; no
De este modo, el Ou-o es consti1.uido dentro de mi mónada como un e.~tó::O moúo olguno establecido si In existencia de Otros es ""· ptQ·
ego que no es «yo mismo» sino un segundo ego,. u~ o.l!er-cgo. bleroa ele la esfera trascendental, o sea, ~ el problema ele la mter-
Se presentan aquí varias clliicultadc.s . Ante todo, es d.#cil
~ompreoder sqhjc,lividad e~iste entre egos trns~endentales (Hussed) o -PerSQti,•s
cómo puede efectuarse la abscracc1ór1 de todos lo_s srgi~1ficad_os refe: ( Schelct); o si en cambio fa intersubjetividad y, -por io tanto, la som-
rentes :\ Otro de la mane.ra rAdical que ,;e reqwere paru ruslar m, .!idad no pertenecen exclusivo.mente n la es(el'!l mundan• de nuestro
propia esfera peculiar, ya que .precisruncate In no referencia a'! Otro mundo de la. vid.,.
constituye la linea demarcatoria de la esfera de lo que es pecCLltar a
mi propio ,ego ttasceudental concreto. Luego, algún sentido relacion_ A·
do ron Otros debe J:1ecesa.riamcnte subsistir e.o el criterio mismo de la
no referencia a Otro. En segundo lugar, los procesos de sfatesis pá· B. La intermbjet-ivitlad como problema n,imd,.mo
siva que Husserl Uama «ap"reamiento»· y a veces ern¡,n eta parecen
conteiiet a-lguoas ~ IM fo!acfos cri tióadas por Scbeler de modo tan
En vista de tan abramadotM dificultades, dejaremos de ,Jadoleil las
notable. En tercer Jugar, de la conce~6n gene,:al de/• redacci'?n tras- reflexiones si,gnientes los problemas tmScendent~es. p:l.rn yo ,;,eynos
cendenml surge una dificultad especial. Esta reducción no de¡a nada
ba.cia l.n esfera mundana de nuestro mu11do de la vida. El p.tilllet ~Clte-
p,ás qoe el finjo unificm:19 Je. mi conciencia. E'.sre Bojo es, -po, as( rrogante que se nos preseol(( es si dentro <le CS!Jl esfera se co°?""•
decir. cerrado; solo e:st.í abierto _parfl mi experiencia lnterior y mi Li proposición de Scbeler según la cual la esfera dcl «Nosotros~ es
mirada reflexiva: es una m6nada sin ventanas. Por otro la:do. este duda n cada uno de nosou'os antes de la esfera del Yo. Si m."°ten~m.os
flujo de conciencia se ,diere ín.tencionalmenr.e a mi mundo de 1a vida, !a actitud natural de liombttes entre otros hombres, lo. cx1S1e11cia ele
que~ como «.apar.iencia», ,ha si.d o rna.ot~nldo ioblc:to cpn todo S-u ~Qnfc-. Otros no es {'ata no.sotro!; roás cuestionable g·ue la existencta de un
nido .dentro de la roclucci6n ttasccodcntal, aunque he suspendido lo mundo externo. Simplemente nacemos en un mando ele Otros. Y
creencia en su existencia real. En la -actitud natural, yo .sé que este
rt1ientt'Rs nos atcng,tmos a 1a actirud naruxaJ no du~ar~mQs de la
mundo de la vida oo es mi mUlldo privado sino, desde el comieoz,;,,
existencia de semejantes inceligel\ Les. Solo cuando sblips1st~s o cQfl•
·un mundo intersabjetivo ~omún n to'd os nost;,u,ps. Así, tengo t:o'Qbién
dactistas raditales exige~ que se ptuebc este becho, dtscubrrmos <J.U~
conocimientci de Otros y su vida interior, y este conocimiento no la existeocia de seo1c!jantes inteligente$ es un «~at~ v~go».. uo v-c.ñfr-
puede ser dado por perdido a l efoctuar la reducción fcnomeno\6gka.
cable (RusseH).•• Pero en su actiLUd natural, 01 s1q,;uera esos~···
E l hecho de g~e Husserl se sienta inducido a apli<;ar, dentro clc fa dores dudan de este «dato vago». De lo cóntrncio. no podrían rewurse
es(ero rcclucida, el cécu,so de abstroer el significado ele «Otros», no con Otros en congresos donde es rcclproc~mente probado que 1•
refuta esta afirmaci6n, sino que In prueba. Por •supuesto, todo el cono-
intelJgencia del Otro es un hecho d.iseut.ible. Mientras Jos seres hUJJ'.1•·
cimi.en-to ad<j11itldo dentro del .mundo de la vida debe ser rofocmulado, nos no $ean confcccioaad_ o s en reLortas como honlúnculos, smo que
después de la ré:duooi6n en ré.rrulnos de ln esf;era trascendenrru, antes nazcan de madres y ·sean criados por cllns, Ja esfera del «Nosotros»
de que se pueda plantear la cuestión de cómo podtía ser constituido .serti iog:enu«mente presupuestr1. HttstA allf podemos concotdar con \
t.ll conocimiento por las actividades de mi subjetivjclad trascendental. Scheler en que la esfera deJ «Nosotros» es previa • .la clel Yo. .
La i:eformuhici6n del concepto de Otro en tétcniac¡s de Ja esfera rrns.- Bay 1 sin embargo, unl'I ser:ia objeci6n: co~o es obv~o, ::;o.lo con 1·e.Ec-
ccndéntal revela que los Orros son también mónudas sin. ventanas. rendo a «.mf» el individuo que actúa y p1ensn, .tee1ben los OtJ:OS el
Codn ruó.nada es Cllp\\'t de efe¡:toar In reducci611 trascend'e nta1 y de
significado cspecllico que designo con el pr.onombr<: «11?$0trOS»; Y
mantener intacto, como yo, toda. fa ,,Jd3 intencional de su flujo de con• solo con referencia a «nosotros»~ cuyo centro soy yo., esta.o otros en
cieuci.1c, que está dirigido n-1 mismo mundo comiJ.n de fa vida ( ouilquc la. s ituación de «vosotr.ós»; y con_ referencia a vo~t1:os, que a su vez
colocado erme patéotcsís). Por consiguiente, blo,bién los Otros teo· se refieren a mí surgen tercero~ como «ellos».~ Es clJlro qge, o\
dclan su subictividad ttascenden.tal. Existiría, en con-secueoci.a, un ;ictuac y pensar ~1 la vida cotidiana, yo no. soy coosc1ente de que
eosmos de m6nodas, y n esto lle¡;,,, l:n verdad, fa quinto Meditación t,'Klos esos objetos de mis actos y pensw:ruemo.s • los .que ,~amo
Cartesiana de Husserl. Peco se debe preguntar con fa mayor seriedad Otros «nosotros» «vO!.OtTos» y «éllos» soo r.clat1vos a mJ s[-m1S:rno,
si el ego rrascendentaJ n.o es esencialmente, en el concepto de Husserl, y t:le que solameol'e ,nj existencia como 1,1.n s.f-mismo dentro de este
por analogf:1, i;ioo tl!UI formo de sínt('Sis p,siva por la <.."Ud, como en el p,:occso 38 Bc:i:u,nd Russell, Our Knowled¡c of ,be ExJ<"'41 World.J. Lona=,, 1~t:'
de asodació.n. ttn;i c,cpo:iencia actual ,;e rc.fit re a otro que no :dcanza presencia lectt1.ra 1u:~ pág. 72 y s.tJf'I.¡ vi.fui.e también R. GtrMI>, Scbetnproble11ut uer ~t-
,ac:wt'11 aino que cstñ ruettuntnte «a1rrcsentad'a». .Atd ambos datos, el pi:e-
s:e.nmcLO y el ap~~tlklo que es.re india., se constituyen Cómo un J>itr e.tJ una las()phk~ &.·tín. 1928. ·rui b. ,·
39 &to PQdr:í~ 5er considerad(,: coroo un cowplemento d~ l~ COlt(l<:1 ~ u:ia~
unidad de 5emcjonu.• .E.s l?rQbnblc g\)e ~ manwcrltos- iné:ditos c;fe Hu.ssed c:.ion dd. q;o por Ko.t'fka. Según e,,tc~ cl ego es lo 90,; c¡sca cntte l.i d lllb'f
COllteD,b'tlll dcscri¡:,c:ipb.ts más cxtc.n&~S del proce,o así caractcrimdo, [Véi'$e «Sf.m· la i.zqu.ic.«&., e:.nttc antes y después, Cllll:C el •p.:.u.ado r.el futuro. Pero t:Sill U l-
bolo, realidad y ..,.iedad•, pág. 26J y •it•- ( N. ác .t\-f. N•Nnson,)] ca:ción t:u:obién pod.rfa ser presentado en términos sociule5.

164 l 165
mundo bac-.: p<>sible esta relación y esta relatividad. Sigo viviendo, actos- es impoSt*ble le i.mpid9 cmbarcar~c- en w.lcs análisis...,.. Pe.ro si
simplemcnce encrc otros se.res hum~nos a quienes tlgtupo en las rela~ introduci,mos la distinción entre las dos t1ctitude$ c,ti:aece.rizadas, puc 4

. c:ione!; de 110;0,ros y :;osotro-s, ASÍ como vlvo entre objetos del mundo dtn plantearse las siguientes obje~iOOC$ a la teoría de $i:helec
externo, a los c.¡ue agrupo en las rela1;iones de i?,quie~ y derecho. ~n
esta actitud iogenu~, no soy consaente de mt llllsmo. Coulo dí':C L La tÚi.rmadóa d e que vivin,os en la vida de Otros más que en
1-Jul;Sérl, v~~o .en mis. actos y _pensru'Oje~ros, y :d hacerlo _estoy excl:t5_1- nuestro l?¡'Opia vida jndivid,ial es ve,cladeta solo para la actitud ingc·
\1amcotc di.t1gido haao los o b1et0$ de mis actos y pei,sanucntos. Luego~ nua, en Ja cual dirigimos nuestros actos y pensamientos l'u1ei.1 otras
mi coccic:ntc de _p<asruniento parece: ~er un flt~jo anónim<?. La f6anul.a personas como o bjetó de ellos.
propuesto po.r Jar:oes'1 9 no es «ya pienso », sino «ello piensa», y !)e.. 2 . No e.idste uoa e;,periencia «dada» a mí gae no ind.igae a cuá:I flujo
wey" llega ~ rechazar la, c:,cpresi6n «corriente de pcosa,nieoto» y u:;dividual deo conciencia pertenece. Tan pt<>nto paso al flujo de expe-
prefiete hablar de un «curS(> actoal de cosas experiu1eut,1das.1>. riencia -:v.rde decir, tan. p.conto como ndopto la actitud re.flexi9a--.,
1~000 esto es válido si vivo ingeouamCf\l:c eu mis actos dirigidos haciR este flujo es en su totalidad el fluJ.-, de mis cx¡¡criencfas.
sus objetos. Pero, como dice Dewey dt; tan significativa !'1ªº""" 3 E l hccht.> de que 11lgunas de mís experiencias se refiernn al pénsa-
,:,uedo siempre «detenerme y .pens:i.t». •• Sw ah3l~donar la >1ct1tud na- miento de ottas·personas no puede destruir su cai.:ácter de pertenecer
tw:o.l -.-ale decit:, sin Jlevur a cabo fa reclucc¡ón tl'a~cendental- , -a mi esfera incllvidu" 1 y solo a ella. Al pensar (os pensam ientos de
puedo siempre pasar, eo 1Jn acto de reflexión, ,le los o bjetos de. mis otros., los pienso como «pensamientos de oum personas ·pe.nsndos pqi:
actos y peosrunientos a mi actuar y pensar. Al hacerlo, coovterto mí». AJ sufrir coa otr~s pe.csonas, soy dirigido desde e l comienzo al
mis netos y pensa.Ql.ientos previos en objetos de otro pensam_jento •sufrimJento de otra persons rel'roducido por ,ni». Que yo pueda
reflexi.-o, por cuyo intemiedio los capto. Entonces emerge nu 1<sí- dudo, si e l o~igc,fi de uno de crus pensamientos está dentro de mi
mismo» basta cotonccs oculto por los objetos de mis actos y pensa- Oujo c;J,, pensamiento o dq d e. otro, oo hace ahora menos rufo ese
mientos.: que no se lio'lita a entrnr en d, ca1!'Pº de ~i conciencia _paxa
apa.cecet en su horizonte o c.n ~u centro, smo que éJ solo coostltuye mediaote lt:1 reflcxi6n. L:1 rcfle.x16n a dcscubrtnúcnro, f\U cte:i.clón. Siendo 11$[,
t:.',t:e campo de conciencia. Por co.nsiguicntc, todos loR ac;tos efectuados, (CÓtOO poed e ln i:eflo:i6h dar o,eiw:r, a un nuevo objeco, el ego, q1.1e no npu.co,.
cl-.. antes de ser c:¡¡p·rndq cJ :.ctQ A? La r~,puesto que i;c ofrece es que '"J ego
pt'.nsamie.otos ,¡ sentimie.nt:os .!\e. revehtn como orjginados en mi ttctuat aparece a ttAVés del ~CfO cAptgdq, nQ en el. Es lo unidnd dntédco d e cierto,
prevlo, n1i ~nsot y mi sentir. Todo d .flujo d~ conciencia es co su objeto:,; pSí(¡uicos, ca.les c:iomo dl,po$lclon~s. uccionc,, y clett.ís ClU-alidades, tales
totalidad el (h¡jo de ml vida pcr~oot1.l, Y m i sí•mJsmo está presente en como virtudes, ddeé1os, tole.ni-o,, ct<1. & 10$ abjctqs psfqi.lit:D$ tiuneó su rCSpal~o
cualqWem d e mis expc:cicneius. •3 en d ego, que ouuca p·u cd e ser captado ~1.recco.me.ote, sino solo en una ceflexi6n,
romo surgidú dét.r.ú de lo.s disposiciones, é'n el horizonte. E l eso no existe elt
Al esbozar su teorfa pe,rceptual del a:lterego, SdJelci no distin¡¡ue entre lós ac:toG de conciencio ul dttrJs d.e esos nc:10:1. Est& p rese'nte rt lu roncicoci.a y
Ja actitud ingenua de vivir en los uctos y, pensam.i entos cu yos objer6S •.tttr la condcocia: es-d oorre.lato notJuácico de los actos 1:eO.C.Xi\10;. l'or. c.ons.i-
son Jos or.t<>s y la nctitud de reflexión sobre esos actos y penso.mienros. goJcntc-, ac desp_icnde d e ctro que tÜJ1SUilll prueba dd ego es apocltctica¡ siem-
8• pr<>bable que su sapuestó de que la re.flexión intencional sobte los pre está 11bic::rta a la duda.
'No es po,ible oxamin,a r aquí a fondo el a-rgumcntO de Sn:rtre-Gurwitsth, que a
o.ú parcccr no es nada coocluyc:ntc. SL admh.cn qtie d acto d e: C1.ptuci60 Jl s:c:
40 Principie, o! Pr,c/x1'og~, up. e#., vol !• l''S· 224; • refiere .al ~go ( si bi~ al ego del acl'O c::s.ptttdo oomo obj~-t:o.. y no al efo del
41 Por tje:m_plo, e.n so. arucuJo «1hc Vtuush1og SubJect m thc .PsydiQ1ogy ,JI 1cto de cap~ci6n), cncon<:o d:te ego es captado pott el acto B como ret1hza.ndo \
Jrunc<• Joumal of Philo1op"7, ,,ol. )7, ,pá¡¡. 22. el llCto A ( o . mis pi::ccis.amcntc, romo habu::ndo t:C!Lti.zadc,, el acto A, YA <¡IUC la
42 Ho:o We '1'bink, Boston, 19JO, y B umun Naltlf'e an,l Cond.uct,(-. Nuevft ~,dóo ,;·oJo p1Jedce referirse 111 pa$.1do) . Sl -,,,, t~rocr: acto C ctipta el acto B.
York, 1922. . , y a. CNvés de e::t.c; el neto ,\.. d e~ ril que se refiere el actO C es aptitclo como
43 Rcfir.iéndollc a una teoría de Jean•Paul $ar~, A. Gurw!~,h nboi:dó .es-te bsb,i.('T,lc:lo c:eo,lii.odo e.t acro .B ri:i.nto .c ;uoo eJ a~to A. y e,; captado CQm9 t:1 1nisQ10
p.roblcma en un artículo titulado .. A. _Noo,~olog;1cal C.On<'~PIJOS) of, Consc1ou.s-. ego ~ 11 fodas Jas modificaciones ((\JC st1fre e.o cl flujo de los <:xperiend::is,
ncss», P!¡ilosophy and Ph~1101ne1,olot,r:fil Research, voL 1, 1941, Pª f'· )2.1-,s.
E l 1,rinci.1~ 1 o.rgumcnto d e S:.trtJ'c-Gun\•il$cb con1-ro lo tc:otÍ:i. t:gol6g1ai s-ut-rcn~
y _por ams. en el tiempo intcrioi:. ,idcr,uits•. no estd cbu;o pQr qué el ego n1,1nca
puede ser o-,p~do d~.1mcnte eo l11 reíldt"ión. sioo solo ap;:11:~r eo cl ho.r i~o-
r.adA en cl:J'teseDte n.f'l{culo ei cJ si.$:li~te:. rnie1utt1$ no adopt~mcis In .ic•irud te, deu1t1t. de Jns clisposic,iones. 'El mismo tdttnio.o «borh:ontc• ie reEiete y» a una
reflexiva, ~ uo apat«e. Ref1t:X1on "lJ..'ll1Íka acJl.lf ht ciptaaót1 de u.o o<:to concjeuciú, egológica~ y 11olruneote co.o resr,ecto e estQ 11dqnitreu si&nifioado .1Qs
A p0r un acto 8 coo el 6.a de ooov:ertiJ; .•J p dmcro tn objeto dd f?t:gundo. Pero térm.i.oos •-marco». •hotiwutc»-~ •diiJtJQSWÍóú», «á<:to» y otros que e:mpl~ &ir-
a su v'o el acto B ao es captado y cru1v~t1.;lo en m objcro ii!Or un tercer. a~:
El acto .mism,o de captación es e~q2~mcntad? con WlO. PC:t~t;ud "?º ..rc~Va,
1rc y Gurwi~ch~ '!..o , loi.:uuo v11Je p11t11. Íl;'S ~crr1pJ91 que Gu.tw:lr.~ cito _pnr.t
:ld.tr~ su t.~ s-. S1 afillna. q-.,..e uo ha.y- OJ.ñfND moruer1to egológ1co iovoluct?.do
exactamente c:o:lllO en d cnso de un acto rdacaóDado corl a.lgu:o obJeto disunt.o cuando vc.-o a ml amjg<, en dificultades y to 11yudo~ t .lo que n,.e ert_ & dl1do es
de un ha!ho mental pcrtcn.ecicntc sl .r.ni::nto Bujo de concicro.cia. Sin duda, me- sim_ptem~tc: ..-!lli-runigo-qut:--ncct:sita.-ayuda»-, Mt Jebe .e&tnblcccr que cada démen,.
diante: un acto de rcflo:i6n e1 acto aptado p11ede iadqulrir una es:troctucn per· to $Cl)a.radó d~ ~ :inteclicha CXp.resíón, «mi!, .«amigo)'),, • ne(!ts~tu.. y cayudo.>,
sonol y una rclm:i6n que no tenfn antCS de ser Cllptodo. Pero el acto de ~pta· •lnde ya al ego, ururo paca c:1 cual puede CXUltlt"cada une> de: cllo.t,
d6n !lit: rc:f;icre al ego soürue.nr:e c:,omo un objeto. Es el ego_ dd a.tto . Ollltado, 44 Sthc:lcr hace esta suposlcl6n de m::were brustantc. lncidentd y sin oútter
n.o del acto ciaptantt::. Por on:n pa.icte, ~ a<;to <::""JPi.iJdo ~a s~do ~ enm,cntado Pmebas m;Ú concluyentes. ·al examinur la «:OtÍu de la Persona, en Btbi):1 p:1g,
:antes de ~ captado, y 11unque lt1 rc:(!c:xión implica un11 modiñcru:.,'100 d'! los_41=· r
388 49, Est·c enunciado supone, claro csrá, d abandono de un p tlnclpfO b,-
:.o.c; Cllllllildoz; po,r dl;t1 (:$(O W1o s ig.l\ÍÜ~ que se aclaro y se hace c,cptfc ro to~~ iioo de la (-cnomeno logfo: el de que u,do tipo de cx~encia puede $tr. t:ñ.PtOido
la estrutturn y l<>l;· oot0,pone.ote, dd acto, pe;r.o oin1>'UJl<> de cllbs es .soscltauu rncdLwte un acto r.eflcxivO. Véase llu&.sed, Idet-~,t.. p. ej., seti:. 45 y 78.

166 167
pensnm.ie.oto; el pcn.,amieuto del Otro, junto con rol duda, es ahora un V. La cesi,,; general dd altcrego y su estructura temporal
contenido e.le tni experiencia.
4. Los resuJtados de Jos estuc;lios modernos sobre psioología de los Acabamos de caractei·iz.,- lns dos diferentes nctitudcs: una es la <.le
niños y los primitivos. tendientes~ tJenlostrar que estos solo ad<¡uieren viv.i r en nuestros actos, estando clicigidos bacio los objeLO$ ele ellos;
lenca.mente conciencia de que son j.Qdivi.duos., no pueden ser clise.u. la olra> Ja actitud reElexiv~, por bt cual no.:, diTigin)os hacia nuestros
tidos, ni lo serán.<> Pcro estos resultados demuestt<\11 que la técoic::,, actos cáptfodolos po.r mecüo ele otros actos. Debemos ahora obser·
de !;, reflexión es adquirida muy t.'lrde por el niño y el bombre primi- var 1~ estroc:tur.::i ce1npoi;,nl de ambo.s acrtitudes/ P,.l acloptnt la pti.mer<l,
tivo, y que ellos viven en ,-us netos, c.11rigidos hacia su objeto; 1wed~n vivimos en nuestro p~escntc y somos dirigidÓS hacia el futuro )µme-
convertüie tambié.n en objetos de sus PtQl>ÍOS actos. diato, que prevemos mediante n\JesW:as e1,[K'Ctacivns . .Estas expccta•
La actiwd de Schder ame el problema de la autoconciencin es rnuy dvo.s - e la.~ que Husserl Uama «pro~en.ciones» lfl¡tomo co.nu:apattldt1
contradictoria. Por iJJ1.a parte, admit~ que .toda cxpcci.encla corres~ de Jas .retenciones-- pc.ttcoc:<:cn, por s upuesto., ~ nv~stto ac-J:Uar
poi1d.e n uo s͕mismo y que <:stc es jnd.ividunl, presente en cnalquicca presente. Son elcmeotos de nuestro presente_. 11ungue se refieren al
de sus experiencias.•• Adem~s, admite Ja rosibUldad de que el hombre fut~,o iiimedinco. Atraen de maner• c<ms.t ante, por as( decirlo, el futu-
pueda capLar su propio sí-n_ústno por percepción Jnte(ior. Por supue;;- ro bacia cl preserite. '.este presente, por supuesto. no es un me.ro
to, es pre.a:oga.t iva de Ja Persona ap.rebender este sí-inismo que es punto matemático 5cobté la Unen del tiemi:,o. Por el conttarjo; para
.sie1npre uo objeto,. y nuf1ca el sujcro de cal actj.vid.ad perceptiva. 41 Pero t:mplear un térrnin,o ocuñfldo por James, 1:12 es un presente especioso,
un hombre es t.'lmbíén uno Petso,;rn y tiene lo focµltacl de ser un sf- y el gran G . li. Mead ba dedicado uno de. sus moj,,res libros"" a
ooismo, mienrr.as que d nnim..-il tiene conciencia-., pe.ro .o.o uutoconcien- estudiar su ~stroctara. Vjvi.r en nuest:,ros aetos sig11i·Hc:. v(vir en nues-
cia. Oye y ve sin saber que lo h~ce. 48 Pox otra parte, Scheler niega tro presente .especioso, que tambiéo podemos denominar nuestro
9ue se• posibfc ninguno 1·eOexi60 intencional hacia los actps, ya que presente ~{.vido. Pero, can,o y.a se dijo, vjviendo así no somos cons•
la Persona y s-us aé.tos nunca pi,,ede.n ser convert:J.dos cp ob1eros. 4 v clc:n.tcs de nuesuo ego ni del Uujo de nuestro ~1-lmiento. No
Ln,s .tázo.aes de esr~ extt.aiía concepció,o son .}ns siguientes: a) La inco- p.Qde,nos alC'a,n,,,r d llnibito dé ooesLro s(-mismo sill c1:unpli ~ un acto
b,ereaci• de ln noción de Persooa. E l orjgen de la iden de Persona de vt1elco r,efJexivo. l)e.l'o lo que captan1os mediante el acto -reflexivo
sostenida por Scheler dd¡e ser buscado en su fdosófJn de la reHgí6n y nunca e.s d presente de nuestto flujo de pensamiento ni ;;u presente
·in ética. Solo ci.lO. postcrio10idad In idea de la Pei;sona no convertible especioso; es sietnpte su p~sado. Hace 1:111 mqmento, la ei<:pexi,eocia
en objeto, de la dci<lad y el sujeto Ubre de los a·c tos éticos fue intro- capn1dt1 pe·rtenecf.1 n ini ptesente, pero ni captarla sé que ya no es
ducida ni servicio de uno teodo semifcnomenoj6gica de la ,ognici6n, y presente. Y aunque contimle, solo un pcosamícuto posterior me pe¡..
f>indida con el concepto de la súbjecividnd trnscende)l[ru.. b) La di,;t/n- .mite ser consciente de (lUC mi att.i.tud, re.flexiva hacia sus fases
ción a.rLificial entre meras «fu.nciooes» pertenecientes al s.í-mismo y iniciales ba sido si.tnult~nea con su con tciJ1uaci6n. l?or Jo tanto el
los «actos,. pertenecientes a h Pe,;sonu, y e) La necesidad de man• prcsen.te total, y también e:1 prestnte vívido de nuestro sf..mismo, es
tener el concepto de una conciencia suprsindividual con el fin de in~c:cesibfe a In nctitud cefleriva. Solo podemos dirigimos al flujo de
edificar varias de sus teorías en e l ámbito de la sociología y l'1 fiJo. o,,esuo ¡~ens•rniento 0)(1'10 s i se hubiera dei:enido con la última expe-
soffa de la historia."" riencia captada. En otras pa1'1bras, ia autoconciencia no puede ser
Per,;, cxli;te otra razón que puede haber llevado al filósofo a negar la expetlmeotack sino ,nodo JJTac.t crfto, en tie.m eo pasado.
posibili<!ad.de capta.r los actos mediante l• i:efJe·, d6o. Quizás el pro- Volvarnos ahot<1 a la actitud ingenu; de h1 vi¡fa_cotidi'1oa en 1.a cual
blema s,gwente haya estado en lo raíz de ese concepto, aunque eo vivimos en nuestros actos dirigidos hacia sus objetos. Entre esos
ninguna parte se cefic,.. a él. objeto$ que experimentamos ea el presente vívido fjgur•n la con-
ducta y los pen_snmientos de Qttas personas. AJ escuchar a un confo-
tcnciante, por ejemplo, pru:ecémos po.rticipar de moclo inmediato erl
el desarrollo de su flujo de pensamient.o. Sio embargo ~esti6o
evidentemente decisiva-, nuestra actit\ld, al bacc.r esto., es muy dife-
rentt, de la que adoptamos al dirigimos a nacstro proP,.io flujo de
45 V&se d rtllumen de l$$ rawnes de l11 Cal.ta ck oon<::ieocla de sr mismo en pensan,iento mediante ln reflexión. Recibirnos el penso.miento del
el niño pcq1)eilo eo Gor:don W. Allport. op. cit., pág. J6 y :sis.,. Otro en su presencia v(vida y no 11:1odo praeterilo; es decir, lo capta-
46 Véase s-1¡,ra, p<Í~ 160-61, ~ Sympatl:He, pá¡¡. 284 y ,¡g. mos como un <tabora» y no romo un «hace un instantcz». El h~blar
f V~a,c supra, l)ÓS: IJ4 y •ig., y IJ.tbik pág. 4-04.
,l.
,8 VVéosc SUflra, _pá¡.-... 1.53.54, y Dk Stellu11g d~s Afc>,ischc,r•. , . 0P~ cíl., pág.
49 6,J;e. su¡;ra, pó,s. 145 y sig., y E1hik. p;fa,. 388 y 40!.
del Oteo y nuestro cscucb,or son elépi;,.rimentados como o:oa simul-
taneidad vívida . 5 4. Ahora él comienza' una nueva fra$e, une una. paLJ ..
50 &pconlme:ntc en su «PfX.)bleme cinc.r,Soz.iologie des Whtsen,11» en Die Wir~ 5t Por ejemplo, ldct.•11~ pág. 77 y sig.
scnsform<n.:., op. di. Vi!a¡;o Hb W3rd 13cxker y Hclmut O. Tuhlkcs ,l\ln 52 Princi9le1 o/ Ps)v:botQgy, op. cit.~ vol 1, pág. 609.
~hclcrºs. S9'!:t<>logy of Koowlcde:e», Phil9¡o'pl.J'Jf. Pn.d Pbt11Joth6t1of.oglcal Rése(J.fcb, 5J Tho Phílosop_hy of ih• Presenl, CJ,ia,go, '9Ji.
vol u, J.942.
54 n,npJeQ1))os el t4rmino «5imult.aneidad» c:ic,1.c tpn\C.tHe en el 01l.s1no sentido <1uc

\68 1· 169
bra con otra; no sabemos• c6mo rc:rminatá Ju 'Í'.tnl)e, y ruites de tCJ:'· que caJa uno de .nosotto,, poede e,q,,irl- ,los i,ensamieoios y
minac no estarnos seguros de s u significado. Ln fo,se slguierile se ane actos del Ou:o en d presen\e vivido, rnient.ras gue ninguno puede
• fa pr,mera, M p,frraf;o sigue ol ou:o; ahora ha expresodo un pen- captor sus propios pensamientos y :,1cto~ salvo c:omo pa.s ado y _p ot
samlento y pasa a oa:o, y Ja totaHdad es una confer.encla en~re oteas, medio de la reflexión, yo sé más del Otro y él sabe más de m( que lo
etc. Hasta dónde queramos scguiJ: el desarrollo de su pensnmiento q1Je conlquie,u de: nosotros sabe de su propio Elujo de conciencia.
depende de Jo.s ci.tconstancü1s. Pero m.ie-ntrn.s lo _hacemos, participa- Esre pr-e:sente, ' coa1ún para a.robos, e:; l:\ cisfc:cn puca del «Nosotros».
mos en el presente ioroedfato del 1,>"Man,je,Ho del Otro. · Y si ·:rceptnmos esta definición, podemos convenjt con Scheler cua.ndo
El lleclw de que yo pueda cap1or el flojo d.e pe,,somieoto dd Otro ,i.firrna que: la esfera del ,,Nosotros» está dada de antemano a la
- lo cual s.ignifica la su~jc:tivic\ad del altcrego en su presen te vivi- esf= del sf-rnismo, aunque Scheler nunca pensó ea la teorfa que
do--, ~3 mientras que s61o puedo cnptar mi propio yo rnedjante una acabamos de esboZ<>r. Sin un acto de rdle)dón, participamos en la
reHexióo ac~~c• de; su p,sado, conduce a uno definición del •lterego: simultaneidad vívida del «Nosot:l'OS», m.ient.ras que e.l Yo no apaeece
este es el flujo subjetivo de pensamiento que puede ser experi- hesta después del vuelco reflexivo. Y nuestra teoría tombiéo co.n-
mentado en su presente vívido. No necesitamos, _pnra examinarlo; verge ( en o<ro nivel, sin duda) éon d eouociado de Scheler; según
detener fi.ctidamc:ate el flujo !'le pensamiento del Otro, ni. transfor- el cual .los actos no son obfeti«ables y los actos del Otro sólo pocdén
ro.a.t sus «abor.a»- en «h-át:e LU> instruite». Es simulráneo con nuestco ser e"peclmeotados mediante una co-clectuación. No PQdemos capt.at
propio .flu'jo de conciencia, compartimos el mismo presente v~vido; nuest:J:O 1>.ro1,io octuar en su presente actual; podemos capt8t sola-
en pocas palabras: envejecemos juntos. El aJcerego, por lo tanto, es mente aquellos de n1.1eslros •ctos' que son pasados, pero eicpecimc:a-
el .flujo d.e conciencia cuyas nctividadés pued9 captar en su presente camos los actos. del Orto en su efectuación v!vidn..
por medio dé mis pl"Opias actividades $imultáneas. Todo lo que: bemos descripto como la. « tesis general del •lterego» es
Propongo denominar a esta experiencfo dél flujo dé condorn;;ia del una descrjpción de ouestrl'.I.S expecícacias en Ja esfera mundana. E.~
Otto en la simultaneidad vívida, la tesis general de la exister1aia del un elemento de «psicología fenomenológico», como In Uama Has-
dterego, la cual establece que es.ta co_r.riente .de pens::3mieoto que no ser I en an útcsi~ a la «fenomeoologfa tt8$Cendeotnl,,. 00 Pero los r:esul-
es mfa prcsenl;l f• misroa CSttlJCturP fondnmcotaJ que mi propi3 COn• tados de un análisis de la esfera mundano, si sol'l exnctos, no pued.eu
ciencia. Esto significa que el Otro es como yo, cn¡:,az de ac,uu y ~r impugnados ¡x,r ningún supuesto básico (mctafisico u on túló-
p~nsar; que su Elujo- de pensamiento mue.s tta Ja .misína cone:<:ióo en g1co) que se pueda postufar con el fin de oxplic.8 t nuestra creencia en
su tOtalidad ,iuc cl mío; q ue, análogamente o mi propia vida con,s• la exis tencia de Ortos. Esté o no el origen del «Nosotros,. ea D..·
ciente, la suyo mve.st:,ra la míama estntctura. tempoca l, ju.oto coa esfc.ro t.rescenden cal, r nucstta experiencia inLncCÜRta y genu.in~ del
]o:s experiencias específicas de. retenciones, reflexiones, proten:ciones alterego dentro de Ja esfero hl.unclana oo puede ser negada. Pero sea
y anticipaciones vioc:ulac(a~ con eUas, y sus fenómenos de mero.oda y oomo fue.e, lo tesis ¡,¡eoeral del alterego, tul como la hemos esbozado
lttcncióo, de núcleo y boriz9nre del peosrunic¡:uo, con todas fos antes, es un m•l'CO ele réfercncia $UÍiciente p:,.ra la fundamentación
n,odificacione$ consig1,1ieotes. SignUica, acle.más, que el 0ttQ, como de '". psicologla emplrlca y las ciencias s~ales, pues todo nue!lfro
yo, puede vjvir en sus :.tt;tos y pensamientos, d.i.tigidos hacia sus objc• conoc1mieato del muodo socÜ:t.4 j}un de sus fenómenos más a.n ónimos
ros, o bien volverse bad~ su propio actuar y pensuc; que sólo puede Y remotos y de los m6s diversos tipos de comunidade:¡ socillles, . se
~er.:iroentrar su propjo sf..misn,o n;odo praetcrito, pero puet',le con· basa en la posibilidad de experimentar un alterego en vivida pre-
tempfot mi flujo de conciencia en un presente vívido; que, por lo sencia. 61
ranto, tiene lo genuina c..'<periencia de enveje<.-er conmigo, con,o yo
sé que envejezco coo él.
Potencialmente, cada uno de nosorros puede remontarse a s,1 vida
COl\sci.ente pasada hasta donde alCM.:ta el rc:cué:l'do, mientras gue VT. ,La percepción del alccrego
n?est:rq conocimieo10. del Otro está limi1ado a ese período de su
v.tda y sus marufestaca.o nes observado por nosotros. En este se_n tido, Pero, ¿esta experiencia del altetcgo es una percepción? Y en caso
c~d:1 un.o ~e nosotros sabe más de si ,mismo qn~ del Otro. Pero, en nfo:mativo, ¿es una percepción interior, como afirma Scheler? Al
oeno sentido especillco, es verdad lo contrario. E n la medida en P3:ocet, $,e trat.a m...is bien de UD!1 cuestión re.rminoJ6gica.. como y~ bn
s~n•_lado Husserl.•• Si no entendemos el t:é.cmino percepción en el
lktgson co -.10 libro Durée u ,~imul~t1ntitJ, A propos de la tblorie d'Bl11.stcin, s,gnilkado restringido de «percepci6n ndecu:!<la» - vale decir, una
PB;rú;~ 1'23, P~~. 6?t. «U.iroo SI.D)UJtltteos a dos flojos c¡Qe para mí condeoda ••J)Cricneia originaria y qu.e brinda evidenda-, sine;> solo .como Jq
!iOn_ uno o doa 1ndisttntn1T1e.nt~,. se-~t\Ín c~ta ~ pc.rclba, dJmo un so)Q flujo, !ri tree11cia m:f~ o rnt:oos bien fundada de: apercibir una cosa como
decide p~torl~s º'! acr.o i.od1v¡so de atcna.60, o. en cambio, lm di:c:;in~:i. en
1.odt1 ·$U cxtcos1ón, Sl prefiere (Uvidl.c- .su ntcoci6n, peto zln csclndirlos en dos». ~ ~lnu)ud _Eiu.s$t:rl, (Phcnó~er~ology•. E'!cy':_lopM4id 13..rilanttictJ., 1'1! cdidón.
55 No .?> necesario rdcrir,c a un cjdnplo 4e i.ot.etrc<la1.ión $Ocia! vinculac.lo l.'.lon V· ~to ha s1d~ csbo;,.tiJC> tpnu libro Dar i111.n~te Au/f,011 der Jtni,,..t.en W~ft,A
el medio del le"'-,uajc. Quien baya jl:!8:la'o ál tenis, c:jccuwdq músie:t de cá- ,coa, 1932¡ 2 . <XI., 1%0. .
mant o hecho el amor, ha taptaclc, &J.I orro en su ~~ente -vfvido itunedi"co. 18 Logi.sehc Unt~rrt1chwtgc1t, vóL u, pág. J4 y sig.

170 L7~
preseti te.., e.otón<."CS pódcm9s llamar. percep<"l,Sn a nuesLra cxpe.cicncia hay nada que no pucd" 1en1:T, c ri detccmu¡adns COnqjciooes, ,.Jgún
1e1 pensamieoto del Otro. Si escucho a algwen, lo ¡:,er,;ibo como valor c:.Xp.r~i-vo o., m6,$ oorl'cctamcnte, a lo cual no _p odnmos -aLribvir
l'ru; adc,;nás, lo percibo hoblaodo, ¡¡,robando, dudando, deseando, etc., tal va!ot. CuaJq1,1iet t1aturale-,o muerta o paisaje de un. gran pintor
y dentro de los mismos limües puedo decir también que percibo su lo ejemplifica.._ En efecto; ser un c:crunpo de: cx.ptesi6n» no es una
c:61era, su dolor, etc., Pero, ¿es una percepción 'interior? Sl acepta- cualid11d que sctt inherente n w cosas. El .m undo oos es ciado como
mos la definición de :FrussetJ, de acuerdo con la cual la percepción un objeto <le posible ll1terpret:ación, que P,odcmos lntecp·reta 1· atri•
interior se produce si Jos 9bjetos de la pe.t<:~pción pertenecen al buyéndole nuestros propios sentimientos extravertidos. Por ende, la
rnjsmo flujo de ex-peric:ncia.. que las peree_pc.ioncs mismas, entonces. exp.rc:sióo es nuestros proptos sentimientos P.l'Oyectados en ua objeto
pot supu<!Stl), 00<lns ouescras percepciones de los ¡,-ensnmientos del del mundo c>1tc:mo. ••
Otro son exteriores, o pe.rcepqones t.tascendentes. Son ct-eencias en Sin embargo, la ¡>cioci¡:,al función del cuerpo en cuanto ni problema
la. e,xis.tep,cia de su~ obje[os, ni más ni fue~os fundadas que nuestt~ de comprender el oltetcgo c.s, según Scbcle~ l• que <.1.1mple cómo
creencia de que ~:x1Ste11 ~odós los ottos obJCtQS del mundo externo. gtan sclector y analista - de los contenidos de nuestras experiencia.,
Pcro si aceptamos la definición de Schder según la cual la e,,:pe. inteciores y =tctlores. Sabemos por otros escritos· de Scheler que
rienda interior se refiere a toc,los .los objeto~ de la vida psfquka o esto idea converge con nlgunn.s con.o cidas teorías de Bergson y James,
meoral, entonces ouestr.-.s experiencias c;lel pens.a miento de otras y que contiene. en resumen la teoría pr«gl1látic• del conocimieoLO,
personas bien L>oeden ser c"lificadas de percepciones intetloré$. ,Al posteóocmcorc cl"bor~da f)Ot" él.t:o En el marco de este examen, no
_p-al'ece:c debemos distinguir, como Scheler, entr,e nuestra experienCia era posible emprender una_ exposición y una crítica de esta iótere,.
de la existenchr de Ottos - . sea, la tesis general <,!el all'excgo-- y sante reacia. P-ero hay otra funci6n del cuerpo qoe parece tene, sumo
nuestro conocin'lienro de los pe>1.r-.11níentos específico$ de 10$ Otros o importancia para J. inte,¡neráci6o del ,n"nclo común de la vida y
Rcerc:R de eUos. Lo pñn1ero. según nuestra t-eoria, es 1·enl'meote una el problémo del altere.go. Fue Jescripta por Husserl en •u• Medita•
expetlcocia interior en el sentido radie"( que le da Husserl, ya que ciones cartcsianas 41 y, da.do que conduce: a un nuevo agrupamiento
nuestro $1-misr.no participa igualmente en la simult1tncidad vfvida del de los.. p,ob1emas vinculados con el altérego, rlodemos referirnos •
«Nosotros», que por lo tanto pertenece a nuestro flujo el~ conciencia. d1a aqú(, éon'ió c'Onc'Ínsión. Mi propio CUE!rJ?<>- eS> ' para 1nf el éeni.ro
.Por lo me.nos ca esta medida, eJ «Nosotros» se vincula co_rl el s1- de oriei:>tacióo en el orden espacio-temporal del mundo. Solo él me
mismo siempre y desde el comienzo. Pero nuestra ex¡,eriepcia de los es dado como el centro del Aquí, mientras_ quo el cuerpo cid Otro
pensa,niemos de otras. personas e:s u-nsccndtnte, y pot ende nuestra me es dado como un Allí. Este Alll. es moc!itícable j?Or mis propios
creencia de que esos pensan,iencos existen es básica.mente dudosa. movimientos 1dnest~sicos. La razón por la cual mi p.i:opio cuervo
Esto no significa, claro está, que n'l.1est:ro oooocimjcato de la existeocia puede ser interpi:etado como cualquíer sólido m6vil en el espacio,
del Ot:ro, o incluso de sus pensamientos, se refiera de modo inn¡e- tesidc en mi facuhad de t.tansfooruu· cualquier Aill en un A.gu1, si
diato a la e'.'<istencfa psicoffsi<:a dcl Otro y, en particu:lar, • la per- c:amblo de posición; por ejemplo, camiMndo de un lado • otro .
.. cepci6n de su cuet."()O. Scheler tiene razón por cietto, cuando insiste
1 Esto impl.iCll que puedo percibir dc:,;de Alli las mismas cosas c¡uc
~ en subraynr qae lo n1e.ra existencia de un mar-co de rclerenc.ia con desde Aquí, pero desde un ángulo que se vincula con mi c::star Aflt
respecro al O t1:0, éle un sistema de signos o sfmbolos interpretables, El Ouo, pot lo tanto, no puede ser idéntico a mi si-mismo, ya que
por ejemplo, es suficiente .P ata creer ell la C'l<iste.ncia de otras perso- su cueJ'po es para él el centro de su Aquí absoluto, mientras · gu·e su \
'!JOS. Debemos ogregar que también toda producción y coda herra• Aquí es siempre para nú un All{. Le áuibuyo las mismas perspec-
mienta, toda obra de arte 'í rodo objeto manufuctw:ado se refieren tivas que yo t<:,ndrfo si no estuvieea Agu.l, siilo Allí, y viceversa. Los
a su creadot. Soo una congelación de actividades bumanas, y al c,bjetoS del mundo externo percibidos _por ambos son los mismos.
repro.ducir los actos que Uevaron a so existencia, siempre podemos pe,;o o mi se me aparecen en fa perspectiva «.vista desde Aqo.l», y
tener acceso a[ flujo de pensamiento de otras personas sin referirnos a él en In pcrsp;ociva «visto desde A.111», es decir, w como se me<
oecesatiameo1.c a .los cuerpos· de otra:s personas. Comprendemos unn 11pa.t:ecérfu.n a. ro{ si, mediante mis movimientos kincstésicos, trnns-
sinionfo sin pensor en la mano dd músico que fa compuso. Sin em- !ortnru:3 O'IÍ Allí actu"1 en un nuevo Aquí.
bargo, la li.mci6n del cuerpo 'e s de suma impol'l:llncia para conocer el Según parece, también Le.ibni:t tuvo esto eh cuenta al deciJ: gue cada
pensamiento del Otro. mónada reflej, ta<lo d universo, poro desde una perspeotivo dife.
rente. Y, en verdad, el principio de las perspectivas que Husserl
elaboró para el problema del espacio <\ebe se,; aplJcado • todo el
VU. El problema de las perspectivas relacioo.,das Clt.m po estructural de questt:as e-s:pe.riencias Jaterconexa.s. Lo qué fue
cop la ince.rsubjet:ividnd 59 Este, por jupUC$tO, no en m4s q 1Jc un si2,llificndo dcl muy ambiguo tétmino
•~presión.. VWc:. Geoa-ge W. A,lli¡10rt, op. cit., fl'iÍ8. ~64 y sigs.
Scheler. describió diveroos r;is¡¡os c!c esta foocióq,-EI cuc,:po del Oteo (,O «E.ckenntnis wd .Atbeit•, en Die Wissen..rJo.rme-lJ . .. , iJp. cil.
es para él, :u11e todo, un campo de expresión. Pero en cl mundo no 61 Op. cit., •= '3 y aig.
172 1 17J

r
~cfütlado para Ja$ J>C""pecdv•s <!el Aqul y el J\lll debe oer resuelto 8. La teod'a sartreana del «alterego»'
(a:unqpe sin referencia iamecliata aJ cuerpo) en un posteríor de!3:t-
rcollo de la tesis general del alt«ego, mediante análisis de las pers-
pectivas vinrufadas con cl tiempo del Ahora y el Entonces, las
pers¡,ectivos sociales del Nosotros y Ellos y las perspectivas perso-
nales de in famili•ridncl y I• ajen!dacl. Lo teorfá scheleri:ma dd alter•
ego es .sólo un primer paso eo este enorme campo abierto n la
psicologú, fenomenológica. " únicamente una t'Wdndosa inv~stig•-
ci6n de todas 1"s implica.clones que encierra la tésís general del
alterego nos acercar& a lo solución ele! enigma ele cómo puede el Aun aquellos cstudí.osos de la obro filosófica de Sartre' que, como
hombre comprender a SU- semejan«:. Sin enioo.i:go, tP<l.~ In psjwlogfo el autor de esre ttobojo1 consideran_ insostenible su posición básica,
cmplric;a y todas las cienciás sociales presuponen tal solución. deben reconc;,ccr sus estue.raos dirigidos • haILu- un nuevo enfoque
del problema de 1n intersobjecividad. Sartre investiga cuidodosame.n-
te en sutiles a.nólis.is y en los más variados aspecoos los problemas
de la existencia del Otro y sus múltiples mai1lfestaciooes . • E l si-
tuieote e.'itud"io tiene como fin dlscutit ;;lJgwJos de esos n.n~sis,
taren que =rcrcodemos convencidos de c¡uc las ind.~gacio.o.es de
Sartre sobre e tema representan la parre m/ís valiosa de scc pensa-
rwen to, y de que pueden ser. exa.minados t'OU, relativa independencia
del problema fundamental del exlste.ncio:l.ismo.

I. La cnc,ca satrreana de los enfoq,ues .realista e idealista


del- problema de la intersubjetividad•

Sartre rechaza tanto d intento realista como el idealista de probar,
c.)fnO una ce.rteza. mediante t,LD proceso de cognición, la existencL.'l
hum= del Otro. El íealista postura el umndo externo ¡;omo real
y, dentro de él, e.l cuerpo del. Otro como <l•do. Sin embar.go, nunca
logrará probar gue este cuerpo dado es más que ttn cuerpo, que es
e! cuerpo de un se.mejante, a m,enos que llaya presupuesto silenciosa·
mente In existencia de la mé,ntC- del Otto corno una certeza y, asf, \
haya buscado refugio en la tes~s ideallsra. Poco lmporta que ?dopfc
la posición del cond~ctista radical, aíim;,anclo la existencia del Otro
como cier~1 ( aunque admit'1 que nuestro conocimicoto de él es
unH metd probabilidad), o sC1l que nuct;tró cooc)cinl.i eoto de In mente
del Otro se revela mediante un proceso de xazonamiento por ana10-

l Jcan--Paul 5-rttc, L'i:.tre éJ le Nl(lnlJ••• l?atf.s, 194).


2 Se eocontta~ una cxpOSicióo resuUOdá. del a.i,tema de: .Sactre en Ht:rbcrt l\.tar-
r.u,sc, «all.xisr.eodali.¡¡m! Rema.cid un Jcan-Paul Sartte•s L~Stre et ld Néanl», Phi-
f"tOphy an4- Phenom!fnóloglcal &:1~12rcb, vol. VIU, l~48> págs. ,309-26. .El ioCjor
icxrut1co c;rfl;ico de la po!iici6b filo!iófiCa. de Sartre es el de: Jcan Wabl. «Es$.3i
sur lt:: Né,utr d'uo ptQblCffic>, Deucalion, Parjs, n~ J, 1~46, págs. 4():.72, )! d de
Alphonse de WQdbeo,,, eo ·Jos. siguiCllt.CS artic:.uJos: «Hc:ídc:-~.gci: et Sa.ntre». De11·
tr41Wn, nv J. pgs. 15-40; «z.ijo en Niew;ij_n Ov~r de philo!iophic v11h Jean·Paul
SRttr<:•. Ti/d.whríft uoor T'Mosoph/Q, 71, 1.945, ¡,,!g•. 35-ll6; .-J,-P. Sartrl:,
1./f!.ll'tt et le. Nf!ant•, Erosn,u~. .Amsterdtt1n...t vol, l, p~i. 522--3 9.
J PrioclptHmt::nte en ln tc:r«nl patfe de L'c.tre ti U! Néa,tt., op. CU.• págs. 275-
,01.
'I !bid., pág,. 271-88.

174 17'
¡¡ía, por empatÍll o por simpa na.
Todavía es posible <¡uc .el Otro no lv.g•c en él, debo n~rntiarn!nte trasc';"<;lcr ~ c~mpo de a,ú•. pe.opios
sen más que su cue,:po, y ea lodo <:aso la eitistencia h\lmana del In unidad de m1 concaenc1a. l?or cons1guie_n,te,
experiencias y dest..ru1r
Oito sigue siendo me.amen te conjdutol. I• noción de ~el Otro» nunca puede ser lntctpi:etada éomo una Jdea
Paro el idea:Ustst, d Otro no es más que 01i pres.en roción, un fen6-- meramente re.guiadora.
mcno que se rclie,e a ottos fcn6mcnos. Sin emb<!fgo, el gtu po de E l Oti:o, un objeto Je a,j vens.a_miento, es ~óstulad,¡ por .este mi>mo
fen6menos que se relacion>a con ta el!'isrencia del ótrQ se disting1>e pensamiento como un suj~to. Este es el dil~1,na del 1dcdlism~, cuya
desde el ,;omien.zo por aparecct en formM organizadas ta.Jes como soluci6n rmede ser intentada abando,i.ando totalmente In ooc16n de
gestos; acciones_, expresiones y cónductas. Estas f.ormu!:i otgaob:ad.Qs Oti;o, J~ostrando <1ue es i11necesi\tin pa!a .,l:1 constitu<.:ión d.e mi ~X·
se refieren necesariamente a una unidad oc¡¡anizac!oca colocnda más pecriencia, o bien po$\ul3ndo una comuruca~ón reo.! y exi:i.-nemplt1.cn
•llol de ml e,petieocia y {vnJameo r~lmen te inaccesible paro ml. La en tre nú condenci!I y 1a del Otro. El primer mtento conduce al soJ,¡:,.
1csis básica del idealismo es que ht organización de- tocias la:; impre. Sisroo; eJ ~egundo a la in 1:e.r:pretaci.óo e.l(,istenc.ialista ~e Satt.re._
$iones del sujeto en un sistema es una condicl<Sn de toda experiencia Uo terc<e inténto basuclo en 111 premísa de una ¡,luraUdad de sistemas
posibf.e. ¿Cói:no cs compat.ib.le esta tesis con e l supuesto de que el df' ex_pcritmcltu; o~ interrelacio.nndos y tota.lmen 1.e exteriores cntt: si,
Otro, como unidad sintéri~a de sus experiencias, organj%3 mis e.xpe,. comparte con la. posición re.-tlista una p.tesuposición ~ulto. D.1,ch~
ciencias de él? ¿Deb<:mos su¡,óner quizás unil tefoción causal entre pres1..1posjci6n tiene su raíz en el ~~echo de que.., cmplr.1et,1n.i,ente, el
la ita de Pablo y lo roje2 de su rost<o "31 como yo la experimento? 01!:ro se me apotecc c:n Jo oca.si.ó .n de m1 pcrcc¡;,~6.n de_ su cuerpo, Y
'.Esto no es posible. La noción de causalidad, nl menos en el sistema que este se h-aUa espacialmente separndo de: 001 propio cuerP,O. El
de Kánt, se refiere nccClSadamente a ,ina i;eloción enrce fenómenos realista, que trata de captar al Oteo por medio de s.u cuei:¡,o, se cree
GUe pertenecen a un• y fo mí,i:n• concieocin individual. E n efecto; la separado de él de la misma m:tnetn, que los obje1os dcl mundo e.'C!erao
cs.usalicl¡,d Jcantiana nQ es sino la unificación de los momentos de están separados cn1.,:e si. El 1deal,sta, aunque reduce "" ':°erpo Y el
mi tiempo interior en h ~ocma d~ la inev~rsibilidnd. {C6mC? se p.uede del Otro a .meros s'iste1nas de presentaciones, ptesupone sin emb~1rg,o
presuponer que la c•u!;11]1<fad ""' f,ca el uempo de· m1 conc1enc10 con una dista<>cia. espacial entre los do.s flujos de conciencia, uno <le los
el de orca? ¿Qué re.loción tempora l debe estahlecetse eotre la decisión cuales es exterior aJ ou·o. As{, solo un tcrc~r observador, externo a
del Otro de expresarse ( un suce.s o que pertenece a su conciencia) y mf y al Otro, pódtfa discernir la ve.celad de 1;1 coCXÍStel'.lc.ia del_O.tr? y
]a expresión misma { que es un fenómeno perteneciente 11 nti expe. vo. Como es evideute, este supuesto conducttfa a un .1·egreso infuuto,
rienda)? Ni por simull:ruleidad ui por sucesi6n puede un instonie que solo r,,odrla superar una noción teológica de D)os y la Creac:i.ón
de ,ni tiero¡,c,' j ,uerior set c,;c;,nc;.ebido como vinculado con un instante dd mundo tomo la que ofrece Leibniz.
del tiempo intctior de la conciencia del Otro, a menos que·se suponga
una m.ister:iosa. armonía preestablecida._ Y aunque se adopce tal su•
pu.esto, los dos flujos {_)crmanc<:co inconexos, puesto que para cual~
quieta de las conciencias la síntesis unificadora de moin.entos en un JI. La crítica sartrea.na de Husserl, Hegel y Heidegger
fiu·jo se origina en un seto del sujeto.
Pcto el idealista puede aducir que la noción de «d Otro» no tiene
oingu,oa función coostituciva, que es solo un co.n ccpto regulador, una Husse~I, Heg~I y_ Heidegser han tratado de ,;?solvc~ este pr~blemn s~
,c.c w:nr al soli¡msroo o al •up·u0$to de un Dios pecsonnl. Ninguno de
hipótesis a priori Jestinad:I a ju$tificar I:, aparenti, unidad de nuestros
eUos lo h:1 CóllSl!guido.•
experiencias relacionadas con él. Esta posición 1.ampoco es defendi-
ble. En primer término, la percepción misma dcl Otro como un mero
objeto e~n se referitía u un ~is-u:ma co(iere.otc de presentaciones qu.e
no es .mfo puesto que no se orjginn deritro de mi campo de: con~
clcncia. Además, ba_y un con/unto de fenómenos que solo ,.ienen lugar A. Hu.sserl *
debido a la existencia del Otro, es decir, en razón de uo sistema de
signific,ciones y experiencias que difiero radicalmeote de[ mío. En El principal arguníe.nto de Husserl, según lo inte<P,r.et.a.. Sartte, C(?f.l·
verdad, no es eJ Otro qui.en constitt19e mi experiencia de él como siS'te ~ la tesis de que Ja referwcia al Otro e~ una coadlción neccsar1a
objeto concreto y conocible; es más bien un cierto ripo de mis de [a exlsrenci~ del mundo. E l uni'1erso, tal como sé revela a la con-
experiencias lo que roe induce a constituir al Otro como oi:i.-o sujeto. ·dc:ncia, es in1ermQntidico desde el principio. Segán Sartre, si obsetvo
11, través de mi$ expetiencas del Otro contemplo constantemente sus e,, soledad o en compañía de ottos esta meSJ\ o .e se_~bof, el Út¡:o 7si6
seutim.ientos y voliciones, rus pensanlientos y su cilráctcr. El Otto no siempre presente en la forrn:a ,le una capa de s1gnif.ic~1C10l'l.t!S consntu.
ci, solamente aquel • quien veo, sino tambíéo aquel que me ve. Lo
, Tbid... págs. 288~91; Sar:tre aJnde a Formal.tf tJnd transZf-nÚf,t(tle LQglk,i.
contern¡;,lo a él y a su ,;onjunto do experiencias, dentro de las cuales (FLtlJe l.?.29) "!f lns Aféditali?)11J Cartésienues ,..•., Je f.T\1-ssctl: se ha.tJ.l}.(j,i tJJ).a ex~
ocupó mi luglll: como un objeto entre otros. Al ttatar de,establecet la pasi~Ón de l,ia tcod.a del 1llrertogu d~ Hu.sSt:tl en lí, ,cccl6n v d.c e:u;:c 1rabujp.
naturnlcza concreta del sistema de l:lS experiencias del Ot<o y 1ni • L'Btre et le Néant, op. cit., pág. 261 y sigs. (N. de Af. N(lhntso11.-)

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tivas, c1ue pcrtenei:en al objeto considerado como i,,1. Y puesto que 13. Heget•
mi <'.go psicoflsíco también forma p,,rte ele este mun<;lo, el mismo
mundo que debe ser puesto entre parén res is para efectuar la redueci6n Así, e l iitL--eoto husserliJ1J10 de superar el -nrgumento solfpsis-t1. resu!c:1
Ecnomenol,6gica, el signlfiutdo general d,; <<eJ Otro» parece sex un .ser 1,1n f:racoso, y Sartre op¡.na _que 113.SCt'I con10 co.ns.;t ruca6o ~s.10fcr1or
cequisi to necesario de In COMtltución de mi ego empírico. De t:ú a b teoría efaborada por Hegel en su Fenomenologia rlcl ospmhi. P'!'a
modo, si dudara de .la existencia de mi amigo P«Jro ( o de los egos He¡¡<il (• .Jiferend<l de Huss:etl), fa noción dd 9rro no solo es _tn-
empíricos de Otros en gcnc.ral), tendría c¡ue dudar también de la exis- disp~$"ble paro 1n coastituci~n dél mun_do y '!" e¡¡o empírico, sino
tencia de ,ni p,;opio ego empírico, qoe no tiene ningw1a posi,;íón pti• t'3rablén paca W existenc1a rn1su1a de mr conacncla c~mo autocon-
vilegiadit con respecto i1 Jos egos empírico::; de mis sen,ejantes. No ciencia. Corno a1,1 toconcjeuci-11. eJ ego se copta com? _si tnJsmo. Pcoo 1.a
es m.i ego empí.rico, sino tni subjetividad trascendeot.al ( gue es en ecuaci6a ri;sultanle, «yo soy yo», del;>e se~ e~plic1tada; el Y<> debe
todo diforentc del primero), lo q ue úene tal posición prívilegfodJ1. postularse corno 1.1n objeto parrt aJc:anz.ar la stg-u1e11te etapa de desai:ro-
Reclprocamcntc, c:I significado gc;t1craJ de «el Otro» no alude al llo, l(I de La co.oC:le.ncia del st-n1ismo geoe.ral, que se tecilQoct: ea la
seme'jante en1pftico d.,do--a mi experiencia., sino a la subjet:ivjdad tras- autoeoncicucln y en la del ego .. El co~cepto del 01:1:0 es ,. entonl-es,d
Ctindcnta.l a la que esre se refiere. Pero, entonces, el ¡,roblemo c;¡Úc mediador; el Oa;o npa.cece a.1 trusmo t1e.ml?O como .mi sí:m.Jsmo, pt1esto
se debe investigar no es el del 111ital.el.b--xno enb;e eg<;,s empírlcos ( que que L• <1utoconcicnci• es idéntica a $Í nusm:1 al excluir al Otro. Tal
nuncn ba iilllo serfomente puesto c:n duda por nadie), sino el de I•
iJ1tcnc"Ji1cióo ex:isteotc entre sujetos trascendentales situ!tdO$ míls alió
cxdu&ión odopta '"'ª doble Eotm• : por el hecho de ser yo 1ms1110, ex·
cluyo a.l Orro.; por d bec:ho de_·se~ él_ ,nismo, el Otro, • gtuen yo
de mi experiencia. Si el [enornen6logo con testa que la subjetividad excluvo, rne excluye. Hegel, a diferencia de Hussed, evt.ta establecer
trascendental se refiei-e desde el comicmo a otros sujetos romo coúdi· una ;efoci6n unívocá entre cl ego cogito y cl Otr0c, qmcn de~ ser
ci.Sn paro la constitución de la roralidad .noemática, es fácil respond.e r coos~ituido mediMtte tales cOg-icncioocs. Supone de~dc .el C~llu~nzo
que se re..Eie,rc: a ellos simp]cn1ence como si.g nificado. y no como seres un" relaci6a rcdptaea, que deíine como 1n «aprehcnst6n ilel SI·m!s!"o
de existencia r:eal más nllá del mundo. Tiil rcfe.rencia tendrl·tt U]l carác- de uno ea ,:1 si-mismo del Oero». La eltistencia del Otto es la oondm6 n
ter meramente hipot·étieo y 1n fondón de u,, concepto unJfic~dor; es,:e para fa 3 ¡,rehensi6o del si-mismo par si mismo, y esto, a su vez, li1
concepto, por necesidad, setfa válido solo para el mundo y dentro condición de curtlqn'ie, cogilo.
de él, mientras gue el «Otro» ( como subjetividad ttasccndemal) que· Este es, en vé:tdail, un intento ingenioso de supe_ra:r el a.rgumeru:o so-
da fuera del µ,undo. Husserl, dice S~tr<;, nunca puede llegar o la lipsista: mi autoconciencia depende ~e l• . realicl;id del Otro, Y la
comprensión de los significados posibles del ser eictrrununciano dcJ aútoeondencia del 01ro depende de m, proprn Ic.1.l tdad. Empero, para
Otro. H.. establecido el eonooimicnto como meclída del Ser definiendo Sartre es insatisfactorio. Se afeti:a a 1a posición idealista básica al
u este como Ja i:ndi.caci.Qo de una scrie üifioir.a de operacjoncs por u-a1ar de resó)ver los problemas ontolóW;COS subyacentes en. r~tmtnos
efectuor. Esta pósición es ex•ctrunen te opuesto s Jo do Sartre. Pero de cogaid6n. Pero la conciencia c~act.er.12~do por la prop0$JCJ6n «yo
aungue se admita que el conocimiento es la medida dd Ser, el s~r soy yo» es pot definición una noción 1oto.Lneate vaofa y no debe set
del Otro debe ser definido por el coo.ocimien to que él tiene de sí idantificadt1 c;on la conciendn con<:r~ta que yo tengo del mundo, de
mis1110, y no por el que yQ icngo de é). E) Otro, gue se conooc a si mf núsmo y del Otro. . . , . . .
rni!tmo, cscap11 totalmente a m1 conocimiento a menos de que yo l-iegeJ es vfctimn de su opl1tn1s"'º tpt.Stemot6g1co1 q1,te .conSJB!e f:º
haga fa >1Jposici6n imposible de que el Otro es idéo¡ico a mi. Segiln presuponer que se puede establecer on acuerdo entre m1 conc1ena.n
Serb:e, Husserl ha comprendido esta dificultad a.l definir al Otro, tal y \• .del Otro, entte mi recooocimicnro por el Otro y el reconOCJ·
como se t'evcla a nu.es.trn cxpc.rieacia concreta, como 1,1-na ausenci°"4 Sin miento del Otro ¡,or mf. Pero lo q'!e yo soy ¡,ara,el Otro, lo <J~e él
cmbacgo, no podemos tener - al menos dentro del m•rCO de In es para mí, Jo que yo soy para mi. mi.s olo y_lo ':!'!e cL es pa±,, $1 !"1smo
filosofía de Husserl- un" inruici6n cabal de untt ausenci•. Así, cl 00 son con1nensucabJes. Yo cx.-pexJrnento m1 ·sf..JJ':Usmo y-él ex:pe.r1mentn
Otro no es sino d , objeto de imeociona.lidades vadas, el noem.:1 vació el suyo como sujeto, pero ambos expecimencnm_o s el yo, del Ottq ~mo
que corresponde • mis intcncion•lidndes dirígida.s bacia él cal como un o\,jeto. ¿Có,no podrfo reconocerme a rní nusmo ea el Otro s1 este
se me aparece conc-retámcntc en m1 expedencia; y esta exverien.cüt es es ante todo un objeto Plllª mi? ¿C6mo puedo l'llpra r al O _tto como
unificada y coostirui.da. coo nyud,a de an c:o ncepto crascendeo t!'.1.1. él es .re~lmente para sí, es deci~, rom? sujeto? Sartre deoomtn3 ~ estn
Sartre resume su crítica diciendo que Husserl 110 ha logrado supera,: s[tuación la sepár.ación ootológ,Cll de, uno y el Otr~.. .
el dilema b,faico de la posición ide,ilist,~. Responde al solipsista 1¡ue Además, líegel es v·í rti~.l de su opt.z,nésf!!o ~1tto!og1co, que c~a~1stc
la. ex:is1enci• del Otro es cierta e.o la misma medidn en c¡ue lo es Jo en supouet qne h.1 .ceh1cion entre las conc)CGCI;IS _puede se».-cstüdnt~!I
cxistencfo del mundo ( illduyeo.do m i existeocie psicoffaic• dencro de c;omo ~al. sin tomar co1no puoto de partida y ~1ste.1na. d~ tefei:enc1a
él) . .Pero el ~olipsista ne;, dkc otra cosa: lo uno e.s tan cierto como uno coociencia p:1rticular concreta. En ve.rdad, Hc:gcl nt> tnv~soga la
lo ot,:o, pero no más. Y, og,eg n.t:fa el solipsistrt, Jo existe~cia de
~mbos dependerá de mi experienda.

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refadón de su propia concienci:1 concreta con fa del Otro: no se ocupa IlJ. La teoría de So.rt.re aceren de la exi.ste.ncia
de la rel;Íci6n cmtre ego y o l texego; s,: limi ta • estudiar las rcláciones
vigentes er.urc ias concie.nci-as de Otros_. todos los cuales ~ou para é], del Otro
Hegel, mero$ ob.ie(O$. .A partir de taJ posid6o, es posible • lo sumo
!)cspué.s de h•bc.c ccitkado ):>$ teoría• de Husserl, He~e) y Heidegger,
desodbir el «escándalo de la pluralidad de conciencias», ¡;,ero -no
sape.rado; no ha.y .ningooa. espe,ránza de refutar CQn su ayuda el argu- Sartre formula los critedos siguientes para w,a tooera vt!Uda de la exis·
mento solipsista. ,encia dcl O~to. 8 1) '¡'al tcorfa no necesitb probar la existencia de)
Otro, e.tuya afi•·mncióo se bas;a, e!' un:, ton1pre.nsi~n •erc:ontológica.».
2) El cogito c:lrtcSiál'.lo es el un,co punto de ¡xutidA pos,blc paro ha•
llar ( no rozones p,tta mi creencia en la existencia dcl OttO, sú1Q) ál
Otro mismo como «el que. no es yo». 3) El Ou-o no debe ser rnptado
C. IIcidegger ' como un objeto de nu,,estcas cogi t.aciones, .sino en su existencia «pn.ra
nosót.roS">> en cuanto ofe.eta 3. nuestro ser concretó real. 4) El Otro
Hcidc¡_;ger intenta .resolver ésta dificultad estableciendo entre el yo debe set conccbidu como siendo ,¡no yo•, pc.tO esto oe¡,.,¡cJ6n no es
y el Otro una relación de ser. Se¡;ún él, la realidad huroana es «ser-en- una ncgacióo espA(::ia] externo. sino una rtc:gación interna, ,de_finida p<>t
el-m.uodo1> y como cal, desde e[ comienzo, «set•con,. ( !,{ilsei1t), o sea Sa.ctrc corno una. conexión sinléti.ta. y activ~ entre- dos 1érmJ.nos, cua.l-
«:,;er-con-Ótros~~ E.~te •sc.r;,con». es una c.stnictor.a cse.ncia.l d,e rrii pro,. quietit de Jos cuales se consli,~uye negaJ.1do al ou:o. Sartre ~.pera que su
pío ser, y por lo tanto cl Otro ao es- una e1!istenciu particular que yo propia te-arfa de 1:i e,,istene1a del Otro llene i:stos regu1s1t0$.
c.ncucatto dc.nuo deJ n'lundo, sino el t~rmino «ex-céotdco» guc con- En la realidad de la vida cocicliao,'1, estoy todeo,lo ,Je objetos, algunos
tribuye a mi propia exisi:cncia. Mi ser oo es ·un «ser-pata» sino un de los cuales, a.fim10, son mis seo.1ejaotes. Con el fin de aclarar el
«ser-con» e l Otro. Tui la situaci611 ~omún de la vida rotidfana, en d sil¡\oific11do de tal a.Eirmaci4Jl, .Sartre" analiza lo entrada do otro bom·
estado de inaucentlcicl.1cl (Uneigcntlichkeil), reálizo mi ser con Otros, bre en mi campo pc,:ceptivo. Antes de qué ;1poreciero el Otro, los
no como una relación de conQ<:;imicnto mutuo, sino como una cxi.s~ objetos de mi crunpo perceptivo patecfa.n est>,r agropadns alrededor
tencia op,icá, t:n la forma del anonlm,Ho, y ul Oa:o romo «cualquiera» de m_{ eoooo centto, a ciertrts disraucias objeti\•as mensurable~; te.níat)
(Man). En el esr.nclo inauténLico oo soy wi si-mismo, pue~ ni yo n1 p,opiedac;les vinculadas con mi subjetividad, aunque yo In, crefa obje,
el Otro estamos detenniuados; como ~,·rnioos intercambiables, yo y él tivas. Con lo a~1n dci61, de un semejante, esta apa~ente unid~ de mi
compattimos la vida. :;oci,,J cotidiana como «cu,lquiern». Solo sígujen. universo se .rompe. Lo·s objetos ya no están def111.1dos e:xclus1vamen1e
do cl «llamado de la conciend11», determinándome p•rn rol propia por distai,cias mensurables desde mi posición, sino. también desde la
muerte como la ·p osibilidad de n,j existencia más lntin,a, aléanzo mi suya; s us propiedades, paru ser objetiv.as, deben J>etsis~ir 1anm ,;l_esdc
yo individual, mi l:stndo auténtico. Al h~cecme auténtico, tl1'.0Sfonno su punto de visrn como desde el "!.lo; en resumen, perct~o.Ios ob¡e~s
también al Otro, has~ uqu_{ anónimo, e n ,m esr.11do de atttentiddacl., como no ~olo percibidos po~ mí, •.wo tamb1éil co'?o pemb,d~s poi, él,
$in embargo, plantea Sartre, ¿el concepto heideggeriano de estru: con el Otro. Sin duda, cJ Otro sigue S1end.o, en este ru_vcl, un obJeto entre
Jos otros resuelve ca ve,;dad el problema? ¿Acoso no es precisa. otros; pero se distingue de tO<ios los derm¡s objetos por e) hecho do
mente esr.a coexi,sr:encia y su tipo lo que ::;e debe investiga.t? ¿Puc.-de que es el objeto que percibe lo que l'.º percibo Y, que, al menos coDJo
el concepto de un nnonimlito ind.iferencwclo explicar cl establecimiento posibilidad, me percibe como uo ob¡e<0. Y oqu, so alcanza el punto
de una relación eatte dos setes concretos, mi COJ1creco «Ecr~con» l'edro crítico: ¿cómo puedo sec el objeto de un º?ÍCtó, ~o? quen':"'."'• puedo
o Ana? Si, como piensa Heidegge,,:, la relación oi,col6gica coree yo y
el Ouo tiene ua car-á.ctc.r apriorístico, ¿este a priori oo es válido sola-
ser un objeto I'""'m! mismo? ¿Puede mt ob¡~6~>dad Orth'IMl'$e en
la o bjetivi'd:id del muodo, puesto que yo soy prec<Samcnte aquel pot
mente dentro de fos limites de .mi cxperier1cia, y mi estar concreto cuya existencia cx.iste un mundo obJetivo? .En mi posibilidad misma
~on c:tl Otro no trascieo~e mi expcrkncia? de se.e un o bjctO pft~a el Otro_, este se reve]a corno un $Ujtto~ ?vli ver
Concebido com1> una estructura de mi =, el «set<On» me aísla de
igual maner:> que el argumc.nto solipsista. Ideado J>nra superar 1a fa.
un objeto como «siendo probablemente on hombre» se ceíie,e a la
probabilidad de que yo set• visto ¡,or él, y esta rcl.ación es coosidcr•d11
liicia idealista, aún prese.a.va In reafid:1d humana concreta como un por Sartre un hecho irreductible. El Otro es el que me miro.
elemento constitutivo del yo. S[ otro me mira, se produce un c:,oobio ~ósico en mj mo.ue.ra .de ser.
Me v1J1:lvo ~•utoconscieo,e» (sei/-comci.ous) on ambos senbdos de
c::stn exl?resión, es decir, ~dvicrto que soy par:, otro un objeto, colo-
<;3do en una sit-unci.óo no def:irudt1 por mí, y me :1ve.rgliem:o o e:no(gu·
Ue:;.co de este hecho. Ya no soy yo mismo sino con referencia ol Otro,
que coo solo mirarú1e pasa • ser el _limite dcru IJbc.rta<,I. Antes, el
7 Tbi<l., p.ig$, JOl-07; véa.,;re Martin ls-TcJdcgger, Sttin flt1d Zeil,A HnUc 1929, 8 l./llttt et Jr: NJtJ,1f, ap. r:lt., pág!J. )07,10,
cs-p. págs. 114-"30., 2.31~00; ,~bién Alphon5C (le W.-~lheus, op. cit. ' 9 lbid., pág. 310 y sis,.

180 181
muod<.1 ,:.taba o.bier10 • mis pósibiLidacks; ahora es él, el Otro, quien que e<ttl leyendo detel'minodo ~31(0. Todo ~sto _oo lo s6 por in.ter•
me define y define mi situación · dentro del mundo desde su pun10 medio de signos ( que se rcfomlan a la sub1_e,lv1dad del Otr~l, el
de vista. con lo ct1aJ transforma 1ni r.elació.n con los obje tos en tac.to- Ouq <;onvertido en objeta es wdas estas .tefac1ones; cstd deternuoodo
ces de sus posibilidades. El ml.lJ)do )' m i exfa~eocja dcntto de él ya por la organización total <.le mi mundo, del cual él es un cen':o outo-
no 1;$ el «mundo para mí~; se ha convertido an el «mu,,do para el nomo, pe'ro intramund<tno . .Es~o distingue al Otro oomo ob¡•ilij•~
Otro». Mis posibilidades se c:oovlectcn en probabil.idades fuer.a de mi Otc0 como suje<o. Solo nI pnm<lIO ¡;,uedo conocer como to.t '
coom,I. Yo no soy el dueño de fa s ituación, o al me.nos In situaci6n roexte.nsn den1.ro del mundo. El seg1,1ndo nw1éa puede ser obJO\O de
adquiere una dimensión que se me estapa. 1'v1e be convertido en un ningún tipo de conocimiento, y los objetos del mun~o no se ref,erco
utensilio con el cual y sobte el cual.,¡ Ouo p,.,ede actuar. Compteúdo a él; él ,crqscicnde eJ mundo y escapa a "prehens16n.u, ,
esta. expetiencia, no mediante la cognlcióo., sino po;r un scorim.iento Al conVettit en objeto :.-l Otro, yo~ el Mí onces converudo en, obJClO,>
de inquietud o iJ,con1odidad que, según Sartre, es uno de los rasgos recupero mi subjc;tivJclad y mi sÍ·mismo. Vuelvo n con.veror.~e -:¿ it
)=!.tincipa.Ics de la roodicí61) butnunll-.
El hecho de se.r mil:ado por el Otro'º me confiere u na nueva dimea-
11n sí-mismo, el 1nío; sin embargo 1 eJ Otro es solo un pbJ:to ,l?ªI.r.t
en la medido _en_ '!"e .Yº sOy un objeto para él. E>_or_con5;'g,11en~e, Ja
d
sión del espacio: al conve.rtirme en un objeto pata el Otro, dcscvbro
qtJ:e estoy a cic-rta distancia de.~, aunque a una distancia que no es
Lipa de la ol,¡er1v1zac16n. de) .º~º
depende de m, SJtuaa6n Y e . ·
suyo, y de las cixcunstat"Laas focticas d':' que yo pu~da verlo y_él pueda
<:i:e.sci6o mfo, sinó sµya. Y, por otra parte, el hed;,o de que e l Otro ver1ne. Se refiere, por 1:;;ioto a la rekiCJ.ón entre mJ cuerpo Y cl cuerpo
me mire revela. para n,1 trnQ nueva experiencia de tiempo: la simul- del O teo. .
taneidad, que Sartre define (cosa bastante extraña) como fa J:elacióil Las cxten~as investigaciones de Sarr,e sob,·e este ¡,robl.:n10 conststu~':"
te.mporal existente entre dos seres no viucuJados por 11Jnguna otra tal vez la p:1rte más Íi'Jtetesante de su sistema y merece.rían 1,1.n..esta .l~
relación . u El mismo objeto eslií cop,esen,e conmigo patb l?a,blo, separado. Pe.ro el espacio de que disponemos apcnAS uos pcDI11te uoas
coino está copresentc con Pablo para mi; y mi presente se convierM pocas .i.ndicaeloncs.
en presenc:í:1 f)áta el Otro, y viceversa.
Toda cxpe.riencio concreui de s~r u1.U:adQ me teveJll, á la manera de
un genuino cogitp, que exisrc:i para Lbdos mis semejantes vivós. _EJ
«Otro» puede adoptar 1:t. estrn(.tur:1 de un .in.dividuo, un dpo, una
colectividad. UM audiencia o púb!Jco anónlroo, o (podemos agregar)
rv. La teo.rh del cuerpo en Sartre'"
lo que G. H. Mead llama . cl «Otro C',enernlfaado». 12 El Mí-obj,-, to Sartre dlstíngue tres «dimensiones ontológicas» de mi pt:opi? tu~cpo:
resultante puede adoplllr diversos roles sociales: en mi relación con l) mi cuerpo eo su ser f,lctie<>, en su ser-en-sí-mismo; yo extsl.O.¡¡~":i°
personas asiáticas, me descubro conto un europeo; en mi rebelón mi cuecpo; 2) mi <;1.1err,.o en su ser-pntn-cl-Otro, c,1) _romo es utJ ·" 0
con jóvc.nc:s,.como un anciano; eti J"ui relación con trabajadores, como y conocido por el Otro; 3) ~ e,cpe~i<)ncia de"!'( '.m~n~o .como ser cj.
UJl burgués, ele. De tal modo, .mí ser pura m1 mlsmo también es tlesdo nocído paca d Ocro en razon de rru cuerpo. Seria. "!uul npe;ai •.
ei comienzo «se.t-para-cl-Otro». físiolog-fa paca analiz!r esttts_ dimensioo<;•· E l ~onoCUD.lenr<;> fas1ológ1:
P<:ro coJ, esto no csrá todo dicbo. Una vez ca11stitu.ido el O tro corno nuu~a s~ refie.re n mt e,cper1enc1a de.. an1 pe-opto cuerpo, sino SJe~p
una ~u.bjetividad.. puedo convertirlo en un objeto nuevamente. Por y necesaci.amentc a la$ expericnciás de .los cuerpos de o.tros personas.
ejemplo, si mi reacción a Js miJ:ada de] c.u:ro es Jn vergüenza., cJ te.mor
o ef orgullo·, estas reacciones con tienen referencias a m.f ruismo como l. 'M i propio cQerpo en su ser fái:ticoH es c~perlmentado por ,mi.note
sujet.o que pueden induci..cme a constituir al Otto como un objeto. Lo iodo como el portador de n1i:; •c,inco se~tidos»:i. y por consJgwru~c
descubro, puc.'>, como <.-stando e n e:l mundQ, f..'OlUO colocado eo cierU'l como e l centro do orientación y referenoa de mi campo per.ceptu •
$itunci6n que defino oomo dot.ada de ciertas ptopiedadc• y Cll1'11CLe- Yo no «.veo» e$te centl'o.; sj n emhargq, yo JO}' este ceptro, Luego
rísticas; •f! poca,¡ palabrns, ~omo uo objeto: entre otros objetos . C?mo t:'"'.--rlme.nto mi cuerpo e.cuno e l instrumento de mis ncuones, capaz ,
1
un utensilio entre todos mis o eros u teC1silios. A<lem:ls, al dcontr a.! d;..,.;;;~j~t otros iostrum~ntos. Pero tampoco <(man~jo»- mi m 91~0 L.:ie
otro coavertido en objeto pqr su tefoción con OtJ:OS objetos, lo be usa el martillo; yo soy mt mano. Coino cent.to del campo pcrccp 0

definido en su toto.lidod¡ no lo conozco solo en cuanto a su cuerµo mi cuerpo determina mi pu~1ro de vi~ta; C'?~l? centro d~ ~ $ accifnts~
sino en su sex ,;oeol dentro de cierta si tnnción. El desconocido que dctetmina el punto de pomda de J1US pos,bili.dades y e,Céc1ones uiµ
<eogo a m.i lado en el subtemlneo es definido po.r mi conocimiento
de que está ca Nuevn York, de que v¡nja en tal o cual dirección y de
tas. Con10 ambas ,;osas, mi cuerpo es experllnentado sol<_> como º.º
mi estructura fisiológica, sino cQn10 todo lo que de~errntaa r.n.J punto

10 Es muy 1difío1 c:n<,'OJltnlt nn término sdCCLhldO paru el concepto de Sti..tr::re J,) L'Btre r.t l<t N6í.1Hl op. cit., p~'igs. 356-428; es nocc..-.ario oom_pJror 1ias dcd~·
«fe reg¡zrJ d atftrui.•. rll.cioncs de: S 11rttc: "P'•1esU1.s en esta sección con las tcor{l:l.S <le H u:sse.r1 te-sum1•
ll L'Str~ i!t le N~111tt, QP, cit.~ pág. )V. dts en la.. .socci6o v.
12 J,f;~if. Sel/ ami SQCfety,I. Chlcai¡o, 1934, ¡xtg,. 152-43. 1'I !bid., pÓJ!S. 363-404.

182 183
de vist-a y punto de partidit I mi -.raza, mi nacionalida~ mi naci1nieqto,
t.el.ncioncs sig.nifi<lnntes C0" el mundo y no dis,ioguid1ts del set-para-mí
mI p::.sllclo. Asit mi Cuetj'>O se refiere a la concienc.ln; es conPencia.,
aunque no ccflexiva, sino roeramcntc conciencia áfecúv~t, o sea, (n de Pedro.
pura ap1-ehensi6n no posicion:1J de uo.a tontingencia, IJl apteheusi6n pu- Sartre cree (1ue est:.1 teoría evita tef.erir cl cuc~po del Ot.to a _una
ta del sí-mismo como existencia f.ktíca. Es esta nprehet,sióo de IIÚ
.«.psique m.isteriosnl'>. Las signi~icaoiones ~si d,~ 1pti,lS son cst~ psrq~u:
misma. No se ccfic.rcn u nlgo situado «ru.as allá del cuetpo», S1fJó soJa.
CUeJ()(> lo que Sartre -por razóncs que desde un punto de vista dife..
.tente del n 1,1estro son in1pott!lfU.e s par-.a su ·doct.rirut ex:istencjalista (y, .ttientc al mundo }" a ottas significacione_s.. Los gest?s cxpres~vos, en
dicho seo de p,iso, con suma "rbimJdedad)- identifica con d senti- panicular, r,o indican un afecto oculto vi--:1do po~ Nf'l,'lltta psique. _E l
rniento de la náusea. e:ntrec;c:jo &uncido~ los puños ~erra~s, ~te., no 111d1can lo c6l:ra del
Otl'o; son su cólura.1.1' El «ObJet_ o ps1qutco», J;K>r-. lo tanto. esta tot.lf..
2 . Es rncioso que Sartre no analice, como ha ¡>rometido, el sígnifíCádo
de mi cuerpo para el Otro, siuo el significado que tiene, el cuerpo del mente dado C.ll la percepdón de los_ges_t?S coxpornJ_c.s y su reforcncw
a ottos ges,os. Esto pru:ecc si:i: lo l>.OStCJon conduct,sta, pero lo$ con•
Otro para nlf, •c.-y declare expresurneotc-1..11 que ambos proWc·m as so.u
doc.thn.ns no ban ('(U]]ptendiclo sus propios argu meutos. Creen que
ídéotieos. Hemos visto q ue, de- acuerdo con Sartre, -yo ca1>10 al Orro
solo existe un ripo de ¡¡,ercepci6n y bnn J?:1$9:do por !1]to el hecho de
or,iginatiruncnte czomo un sujeto. para el cual yo soy un objeto, y lo que a cada H¡,o de realidad corm;pond~ uíl. bpo parl:.tcufor ele pe,:cep-
convjer~o en objeto en un seguñdo paso, recupe.r:audo nsf mi propia
subjetividad. Por consiguiente, e) Otro existe pru:a rnf primero, y sol.o ción. El tit>o peculiar de las f_orrn~s exp~es!v."s de couduct~ del Ouo
es percibirlas como compren:uhle·s ; su s::1gnif1c.1do es un elemento ('e
tfes1111ls lo capto en su cuerpo. A diferencia de mi propio cuerpo, el
suyo tiene el carácter de tu.1a estrucrma secoodar.ia. Como tal, es para su ,ser como el .color es uo elemento del ser de! P•P•!· El cuerpo del
Otro en su acción en curso) me e~tá dado 1AD:1ed1~tan1cnte :Dmo
mí un instrumento entre todos l9s ótros insa:1.1,uentos que puedo em• L.Ots~ndiendo su plcsentc p()c cada significación parucialar hacia un
plea:r, un u ten.siJjo co.mo_todos los demás objetos de rol mundo externo.
Mi propio cuerpo es p.tivllegfado entre todos Jos ·demás instrwnentos fi.n que pertenece a su ÍULUr<;,. . • •
) . La terceta. dhnensióa L8 de mi ·c ~p~ie11c111 de IDJ pt~p1.o c~etpo se
f?Orque yo soy este instrunieoco. E L cuerpo del Otro es privilegiado origina en la conmociqn de encontrar nJ Otro, q!,e me rn1ra. i',,l} cuerpo
entre todo$ los demás objetos porque funciona ,-omo su cen tt,O posible
ya no determina ex.clusiva1)1ente mi pun~o de v1stn: e1 _Otro tiene Wl.a
de referencia y porque todos esos otros obíe'tos 1,ueden ser utili.za.d os
pc,-spectivo de él, y bast-a una perspect1v• que yo mismo no puede¡
por él como sus iosLfumentos. Además, el cuerpo del Otro se me
tener. Mis 6.tganos senso{-ialc,,, io,Cllp"ces de aprd1endc.r~e a si l>\ISmos!
revelo c:om<> la sumo totalde-s\Js 6rgonos sen.soóaJcs" es decir·, ln-contin- oón abora experimentados cOm() Giei:tdo aprehendidos por el Otro. 1'1i
gencia fáctic• de lo cxistencin del Otro, su puro se~. en-sí-mismo. De
· una manern vacía, tengo conocimiento del hecho de que el Otto
cuerpo, gue basta aborn era el instrumeuto que yo soy y que ?º puede
ser utilizado p9r ningún otro ia:;trurnen ro. es ahora cxpe1:unent~d.o
(~'OJIVertido en objeto) tiene conocimiento del m1,1ndo (.i.oduso de mf como siendo para el Otro un inaLtumen.to enttc todo$ rur 01:~os ms-
mismo) , peto yo no tengo eonoaimiento -tú siqulerg 1.1 n conocimiento t:.r.u1neouls . Simul~'lncame.ú.te, mi cuerpo se me esc:ap~1:. se aJ,ena de
vado-- de sus actos de conoce.e, ni de- Jo quc él conoce, ni de cómo mí; mi «cuerpo-para-me» sa con.vie.rte co «cuer~para-d-Otro•. El
lo conoce. .Lo contingencia consiste en el hecho de que el cue,:po dcl Otlo p~re<.-e cvmplir con respcct.o. :J 1nl o.rut .func1on q1.1c: yo _nunca
Ot,:o está 1aql1ÚI>, aunque podría estM en otra parte. Sin embargo, su d.cseropeño: 1ne ve como yo soy. F1.nnlmente, lle.go a 3:c:etltn~ mu:arme
«ser.aquí» se traduce en su «ser-como-tal-y-tal»., vale deci,r, como pel'- cou los ojos del Otto. Dejo de experimcnu,r el ser n11 propio -cuerpo \
tcnccicote J) C$t.a r.aza, esta cl~$e, este ambiente, etc. A-sí, el cuerpo
y comienzo a teoer cogniclón de él. . .
de_! Otto me e.st<i d,tdo desde el principio como un cue,;po demto de
El Jengu.a je 1ne enseño lo. estructura qtle ou cu~rpo f:i~De para cl Orro,
una sít:t.r:1.ci6n, y por CSta misma razóc, oo putdo scp::u.· ar el cuerp<) -del y d urmazón conceptual basadCI en e.l lcnffu•Jc der,v~ pot entero _de
Otro de las acciones dcl Ono. (Solo el cadSvct deja de estar dentro mi t·r:ato social co11 el ÓU"O. Surge asf un SlStema de coucspondenous
de: wia situación, o sea, dentro de b unidad sintética de v.tda. ) El
verbales que ante t0do designan mí C\l';''Pº tal com? se aparece al
cuerpo de:: Ptxlro no es prfmcto una rtu1110 qae Juego podría ex-tenderse
para alcaozar un v.aso. Que P~d.to rienda ln mano pac:-a tomar u 11 vaso
Otro pero que yo eror,leo para detcrmJ.Dru: _c6mo =
cuet~o _se :ne
a¡,~r~ a mí mismo. Es e~ este ~ivel donde t1eo.e luga1: L'l as1roil~,169
se produce como uoa unidad s(gnifieante dent[o de ífrtií tes espaciales
d_cl cuerpo del Ouo a m1 proJ:l-'O cu~q>o mediante fo ,,no~~·- llll
y temporales definidos por la situación. Espacialmente, e l -gesto de
cuerpo pnrn el Otro es lo que el cuerpo de.1 Otro es para au. Pero
P edro sigue siendo signifiCilntc puta mi aunque el vaso esté oc-ulto
a nli vista; rempocalmente, aprehendo ese gesto~ tal como se .me -revela 17 S:l.~trc oo uh.1de aquf a_ la_.irimilar 1001:{.:1 pccccp1ual d~i uJ~c:reg'O c:fohocu<la
en el acto presen ce, en términos del futuro estado de cosas q11e ese por" Max Séheler ~ i;u Pbiinon,enol.ogie de_r Sy,np'!th,itftefühltt,:. ( l t W., 191~:
acto tiende a provocar. Asl, el cuer.¡,o de P edro es la tot;tlid•d de sus 2! cd rc:v., 1923); véai;,c «La toór.(a de la 1ntcrsub¡C:t1vtdacl de Scheler Y In te&~
gen·ecal del " altercgoº».
18 [;'!1tre el le Néa1tt, op. cít.., p:Í.gls. 41&-28. ~, S t
J5 lbid., Pºll'• 404-18.
J,6 q.J( revi-e.nl dP n1i""' J.(éludier la f(l(o11- d()nt ruon. c<>rp¡ 11pp.1.rai1 a aut.ruí 19 &ta ftuse y lat $i3uicoi.c,; parecen sét 0)1.ly ln)port:a..nt~. Su~. eiubtu·go, a.e
ha andcjpa.d<> este ies1Jlli&.do de su análi:ti5 de lo i;cqxra duncn$tÓfl ontolqglca 11
~i
ou eell« don/. {~ córp1 d/1111/'f'ui q/¡¡ppdraU.» (p.ig. 40.1).
,ximen~r su nnálisis- de 111 M?'Qunda~ V~:sé l'U{!rd 1 no111 16.

184
185
esto presupone que he <:ncontrado primero al Otro en su subjetividad .El pnodpal argumento de Husserl es el siguiente ; H•biendo efoctua•
o~jetivi:rJ>dora y luego como obj.eto, y también que be e~perimenta'do do la reducción fenomenológica, puedo, en un ,;egvndo paso, eliminar
m, propio cu_er¡,o con~o w,obJCto. La s.nalogfa o sc:mejanZl) nunca de la esfera reduciq,i todos los elementos «ajeoos1>, es decir, toqos
P.u~eh cons~tuJr '.'t1g111aln,ente cl objcto.,:ue,-po del Otro y la obje- los ,« ignilicados» referentes al Otro. Al haQerlo, recupero mi «propio
uv,dad de m, propio cuerpo. Por el contrario, estas dos objetividades mundo reducido», mi «pro pi• esfera ¡,eculio.r» ( Eigenheitti,;hkeit).
deben ;er prt:$Upuestas ~tes -<le que pue_dt1 lntcrvenit el pt.indpio de que es la esfera de la «Naturaleza tal como yo la cxpetimento• ( eu
analo¡¡•• o seme¡an~a. J.".nméro debo, mediante un neto de r :nsamiento contraposición cóo In Naturaleza inlets1Jbjctiva1 comtín a todos .nos()..
reB~vo, consmtitr Jl)J cuerpo oomo un objeto de mi cognición. La ,ros). Dentra de este, mi muorlo esuictamentc priv•do, encuentro J'.Qi
,noc,~a .conceptu~I de mJ cuerpo, así. oonst,ituida, lo. ~erá siem.pre y' propio cuerpo distinto de rodas. los otros objetos como portador de
neccsanamen~e sm em~ru:go, en términos de la cogo1c1ón conceptual mis percepciones de .c,,mf.>O, como el órgano de fw1cionamiento de mis
que el Ou'! llene_de ml cuerpo. En Otra, palrtbtas, la noción que yo movin"Liencos .kinestésicos, como fu suma total de min órganos que
tengo de m1 propio cue.l'._po nunca será l'econciliablc con el !llet fáctico domino a .la manera de 4yo puedo» y «yo actúo» . .En .resumen,, t.r;te
ele mi cuerpo en su ser eo sf-ntlsmo. E l concepoo constituido de mi desrubro .n. mí olismo como un.a u.nidnd _psjcofts:ica, que actúa en mi

cuerpo ~ refiere. de u.na m aQera vacfa ,su alienación perpetua. Pero cuerpo y por mi cuerpo tlemro del mundo y que es afectruia por
yo no nvo es., ru.ienaetón; solo la co11st1ruyo =ce,¡diendo asl la e:iós- el mundo • través de rni cuerpo. Este yo --el yo bumaoo y personal,
te.nci.9; fáctica dada h~cia u a a.1asi-obíeto qu~ y a no me está dsdoJ sino w como es sp~rcibido denrro de esl:a esfera de Bigcnheitlichkeit-
que r;1,ene un carácte~ ruetruneote significativo. e.s la suma total de las actualidades y potencioJid~des de mi E\uJo de
cxperieocfas. Sin eJJ?bargo, esto º'? significa que t ~ .lns _e><perien~
pert.enccJentes' a mi esfera peculiar solo .s ean moclif1.cac1on.es de mJ
autoconciencia. Las intencionalidades de mis expei;ienclas dentro de..
V. Sobre la teoria del Otro en Husserl este mundo privado trascienden est~ esfera de ..Eigcnhcillichke;,,.,
se refieren a .la *nntur.11.leza objetiva», naturaleza oo solo parn mí, sino
IJna investigacióo critica de la contribución de Sartr.e al problema del para mí y los O¡¡:ós, y por lo tanto a lo ,-oe,cistencin de Otras. El Otro
al terego_, csbo--¿ado en líneas ro uy g~~cralcs en las anteriores páginas1 emerge dentro de fo esfera de In Eigenheitlichkeit ante todo como uo
tendrfa qL!<;. ~meozar c:on su a.n~liSJS, a veces ingenioso, del argu• objeto del mundo externo guc yo interpreto mediante un acto de npe~-
mento sofJps1sta en la filosofla n1ode.t1la. Nos limitamos a su crítica cepción pot analogía., qu~ -l-lúSserl denomina «aprese.ntaci6.o.»., como
de Lt teorla de Husserl, cuya impOrtaocia porece suficiente como pora sJendo s imilar a mj p.t'Qp.i o cacrpo y., po,t consiguiente, como sjendo
~ro11oca~ una sería dis<:Usión entre los fenomeo6logos. ~otro cuerpo humano». Sin embiltgO, esta apercepei6n osimiladora -"º
So.rtre ti.ene razón al afirmar que, en términos de J• fi losoffo de Hus- es en modo alguno una inforeocia por aoalogfo.. La apresent:lción se
se<f, el problema del Otro sólo puede ser explicado como una rela- origina en la síntesis pasiva; .. llamada «aparearnieoto» o «acoplamien-
ción entre sujetos trascendentales. Tal ex¡,1icaci6n no ¡,uede se,; ha!L,- to»," q\Je se caracteri,¡n por el hecho de que lo que es apresencado
dn en los escritos public,,dos de Husserl. Sin <luda este ha&Ja con nonca. puede adqui.rJr pr~enc.ia ccal. El término apresenuin te del par,
~ecucncla de un univc,:sq inti;,rmon~díco, Jo cual evidentemente sigoi- mi propio tuerpo '/ mi propia mente dentro de mi e~fern estrictrune~te
fica que presupone una pluralidad de ego.s rrnscendent•lcs. Sin embar- privada, me está pcrmanentemeo.te dado en presenc¡a reaL El térnuno
go, uno de los problemas más di(fciles de In fenomenologfa -tal vez a¡¡resentado en esta esfern -el objeto apercibido romo otro cuerpo,
insoluble- es reconciliar la noción de el ego trascendental como mlf!' ·.t1ú.n; como c::1 cuerpo de otra unidad psi·c ofísic.a¡ en resumen, tal
fucot~ de In constihlci6n dd mundo, con IB- ldea de una plut!llidad como es el Otro-- me es dado, en cambio, en Ja fo.cma de W1'1 a,nti-
de SUJetos trascendentales coeicistentes. 20 Nueorra fueotc principal la cipación no innütiva. No obstante., esa antlcil)1lción vac[a p1,1ede ser.
qtúnta Meditación Cru-tesiuna de Husserl," no mu~qa de qué m~o llenada por otras apresenraciones, todas ellas referidas • mi expe-
el Otro se coostitu)(e como unn •.objetividad trascendental, sino sol~- tienci..R de mi propio vo p~icoífsico. Puedo, entonces, interpretar- l~s
merue de qué modo él es cons ti tuido como una unidad psicofísica movimientos ootporafes dd Otr.o co1uo gestos, y su concox:dnnci~
mundao:a. A este res.pecto gu~zá ~ea útil ofrecer una c.-yposici6a muy como una e,cpresión de La vida psiquica dd Otro. Así, el Otro nunca
co_ndens~4't de la qumta Me~ttación de Husserl, p•ta demostrar qué e, experin.ieotndo " lo mnne,;a de algo autodado, sino con referencia
los análisis sarnreanos de m, cuerpo deben mós • las enseñanzas de permanente n mi yo convertido en objeto dénuo de mi esfera pri.-
Husserl y son menos originales de lq que podrfa suponerse. mordial. El Otro es fenom.enol6gicamentc uoa «modificación inten-
cional» Je «mi,; yo, d cual a su vez recibe este cartÍcter. de «mi• yo
por el contraste en eJ proceso de «aparea.miento» o «acoplamiento»
20 Véa.~ «La tCQrfa de 1• ir1reU\1bjctiv1dad de Séhda , lit rcfis general del
..altcrcgo''•, ~8- 162 y sig.,:. que acnbaro.os de describir. Mientras que mi cuerpo me, <:St4 dado
2-1 1\!ldita/jons Cartesiqnnes, París, 1935, en especia.) Jsis sea:. 44-45 Vffle
'\'",b'éi,
¡ l'eih =el,:ntc ...i-, d~ .i1 c,onctnldo en Miorvin Parbcr, Th• l'oimJa,. 22 Vé:ise Edmund l-)usscrl, ErfclnilH& und UiJeil, t . 1,4lldg,:cbe-, ed.• Praga,
lrott o enomcncilogy, Cambnd3c. 194:31 pág$. ,ZS.J6. 19J9, esp. •e:,,,. 33-16.

186 187
nccc;satiamertte C<lmo cl ccauo tleJ Agul, d cúcrpo del OtJ:ó we éstá en un st;gundó p~$o, yo pllf;d<> éonvertír ert objo10 al Otro-sujeto,
dado como siendo siempre Ali!, y por ende como coexistcatc con- tt=l?erando 3s( mi propia subjetividad.
migo. Pero mi aprcsentación indica que su cuer¡10 es siempre cl En sus ex.celen tes comentarios •obre el libro de Sartre,"" el profesor
ccnu·o de $() Aqui absQluto, mientras que su Aqui es s.iempce ¡,ara De Wnelhcos af.inna cort(.!)(:iá.m.cotc que esta teoria no es si'no LU'1
m! un Allf: Este yo coexistenle, por lo tanto, no es m1 yo {"''Cdu- refinamiento de lo dialéctica be,ge!iMa de 1" relación entre el amo y
pÜcado}, sm~ otro yo, el yo dcl Otro. Desde la apresentación dcl el esclavo, e11 Ja cual ,s e c;nticmde que:: ambos pueden inte~runbjar
ot~- yo, paruend,;, cld cuerpo del Otro, llego por ~p,e,;errtaoiones sus roles en cualquier instante. Y señala con aci.erto que, según
od,croOáles, por emp,u;fa (Einfuehlung), a la aprehe¡>si.ón de t. vida Sartre, ~na rCIJ,lción entre el Yo-sujeto y el Otro-sujeto es imposible.
mental y psíquica de orden supe.rió~ del Orco.* O bien yo so}) el objeto y el Otro es el sujeto o viceversa." Este
Hos,,a ahora. hemos ~puesto lhs ideas de Husserl, de ,quién Sartre, pcincip(o oo $O.lo es aplkado consecuentemente n la tcorfo gencr:il y•
com~ es fácil a~vcrtit, ha tomado mocbo para ui elaboración de su mencionada de La ex.i,s1.eocia del Otro y de IRS u,es ' dil1lc,nsiones on to-
propia teoría. Sin c:mbarso, Sortte- parece te,ner tQzi5n eti,toc(o díce lógieás de mi ¡;,co¡,io cuerpo, sino que es también la columna dorsal
que Husserl no 'ha logmdo explicar el problema de la intersuhjeti 11i- de los sutil~ aoá.lisjs sartreanos de relaciones bum:lnas concretas11¡
dad eo témünos de una relación entre subjetividades trascendentales. l'itles como cl amor, la scducci6n, lo indi.fer.encia, el deseo seii;uol, e l
El tém!ino •11res~tante del acoplo.miento n<> es mi ego trascen,dcntal odio, cte., en los que Sattre .J?f'OCUr:. demostrar que cada una dt- estas
sloo mi prop1• v ida áutodnda como un yo psicof.lsico de,uro de ml actitudés puede ser reducida a n1i sun1isión masoquista a In alicnac.i6n
es[e.i.:a pximordial, .e s decjr, como una n1ódificación de m i yo mu.oda.no de mi libertad por el Otro o a mi transfor:maci6n sfidicá de la subje-
denLro del mundo. Y l.o que es ápresentado por este ,,apareruniento» tividad del Otro en ml lnstrumen<o. ta 1:eotla de Slll'.tre acer:ca de1
es primero el o.bjeto del mundo exLerno ia1.e.rpretado como el cuerpo «Nosot..ros» disci 1,g11e incluso un Nosotros-sujeto y un N ·o sotros.obje-
de otxo ser humano, cl cual, como rnl, indica.la vld:t -menw del Otro; LO. ~is No podemos embarcamos. en un.11 ,pi:c-sentación detallada ,d e
i>OJ:<> del Otro aún como una unidad psicofíska mundana dentto del estas tcocias ni mostru.r hu.ata qué punto cl 8ujeto-objeto olcernntivQ
mundC?, COmo un semeja.nte., por lo tanto, y no como un alter;ego está artAigado eti los conceptoo básicos de Sartre acerca de ·ra antítes'is
trascendentnl. Al parecer, Hus.serl ha mostrado de mru,ero magistral entre el set y la nada_, el scr-en·SÍ•mismo y el sc.r-parn·SÍ·núsrno, la.
cómo dentro de la esfera mundana e l hombre y el semejante son libertad y la alienación.
Cóposíbles y coexistentes, c6mo dentro de esta esfe~a el Otro se hace Sattre ha o-fricado j ustificodamenté a Hegel 1¡>0r no babe.t tomllclo "ºª
ma-nlSe;,-t'!, c~mo deo Loo c:fe eUn se producen le conducto co.ocordar1 te, conciencia concreta pa:rticular éomo ponto· de p.-rticla y sistema de
la comonrc•ci6n, etc. Pero no ha mostrado ln posibilidad de un refe.J;encia. 27 Pe.ro también Sartre es víctim.::t de tal «optimismo».
alterego trasc,:,ndentnl coe.xistcnte, constitu.ido dentro del ego trascen• Como punto de partidt1 de su análisis, presupone táci tamentc que mi
dental y por Jas actividades del mismo. Esto, sin embargo, sería el<pcciencia del Otro y Ja expetiepcia que t·iene el Otro de mi son
neces•c10 para superar d ar.gumento solipsista e,, l~ esfera tr:ISceo- sirnplemeute intercambiable~. Por ejemplo, en lugar de analizaJ" el
dental. significado de mi cuerpo para el Otro, como hab!n prometido bacer,
se limita a ofrecer un ;inálisis del significado que tiene el cuerpo del
.r
Oo:o P•P rn1 .•• Dice, además, que convertir en objeto aJ Orro, este
\
es un objeto paro mí simplemente en lo medida en que yo soy un
VI. Observaciones críticas ncerca de la teoría objeto para él.~ No nc¡¡ar$Os que la demosttacci6n de tal intcrcam•
de Sartre bi•bilidad p0dcla se,r el resultado de cualc¡uict análisis de reJaci6o
iotersubieáv-a. Pero no se la pued'e pre-suponer como su .« punto de par-
tida» sin cometer una petitio prü1cipii. 30 ·rodo cl problema de cons..
Ffabic,n do expres~do .,.¡ ou.estro acuerdo coo la critica sartrean.a. de tituir al Otro 'c<msr,<t<: en r!':.1pondet a la ¡;,régunta: ¿cómo es posible
~~sserl, debemos a'hor• iovesti¡¡at sl su pi'Opia teorf:t ho superado las tal intecca,nblahilidad? La crltk• de Sarti:e al argumento soli1?sista
d~f,cul tades fondame-nrales implicadas en el problema de fa co11stitu- puede ap.licarse a su propia teoría.. En ef~cto; 1\Ul1 cuando esteln.os clis-
c16n del Otro .. Sart~c cotablece coo daridad que su tcorfa no aspix,,
• p~iba.r la existencia del Otro, ya que nuestt• creencia en ella está 2J Véa'ISlf! nota 2.
a.cra1g~da en una ~º!"prensión pre-oruológica. Sin embargo, el cogito 24 «O:s tk~ 1enl1Jtir1~s {f)1'0«jt'f¿ J'obje,·tiuatión d'1t.tdrt#, ou d"ttJ,1iffii/.utiou d'a11.
9'testano -es. el u01co punto de />A.ttlda para capt.'" al Or,:o como lruiJ t¡Pt ic su# S()nt opf1Qséct. Chacu~ d't•lle:,• ~si lo mort de /14tare1 r.'tts~
dfrt: qf!.e !'lchec di! l'«ne tn<Jtítlc I'«doption ác l'aulre». L'lltrc t!t k Nean/1 o-¡,.
SJend~ no,..yo.,. aungu.e un no•yo que no es tLO objeto,, sino un sujeto. .,,., ~s- 4;;0. •
Al .mu:a.rme, el Otro '!)C convierte en un Qbjeto, limita nú libei:tad y 25 Jb)il.• pág,. 42ll-84.
me transforma en un mstrumeQto de sus posibilidades. Es claro que, 26 fhíd., págs. 484--SO?.
21 Vé.ase supra, pág. 179.
Vée~ «1:3 tcotfil de: la inrcmtbjetlvldad de Schder. .Y· la. tci;is F.e.ral dd '(:if~
1t:
28 l'f!tre et ltt. Néa.n(, op. cit., páj¡, 40.5 y ootia. l6.
~ (•N, pi[gd• M172_Y &ig., Y «-La fenomcoolog{Q y las acncrn.s sociale~r•. ~ . 131 29 [bid., 1'ª3· '"'··
y st.g. . e . Na-lanson.) )ó Vé..,, oorJt l~-

188 189
puestos a a:,jncidir. 00:0él eo cu.nato,- a que nuestts creencia en Ja n.pár.-ición del Otro, esta estructura orgnnizadi¡i se d~a-l"QlU y ~ur,itc
cxi.ttent:i,; del Otro necesito de nlnguna prueba, puesto que está
l)O un• subestructura de posibilidaclcs pr~ctic:15 que no h~ sido creada
arraigada en una comprensión prc-ootológica, te.ndrírunos que m,o strar i,i elegida por mí, sin~ por él. Los posibilidades de liber(ad .<le!
córuo podemos llegar a la comprensión de la condtt,cla concreta del Otro consti cuvcn los Jím1te.< de Lis .mfos. l>ero, ¿cómo pueda d:scetntr
Ou;o concreto .sin cae.r nuevamente en d argumento solipsista. Sche- el ,!mbito de las posibilidades prácticas dcl Otro? /\deID:fs, ¿estamos
ler" 1w comprendido dar•merttc c¡uc aquf h,ay dos ptóblcmas c!lfe- hablando del Otro-sujeto o dcl Otro-objeto? El Otro como sujeto, tal
r.entes que es necesario distingulc. Sartre rambi~n, pero dejando de como 8e aparece a si mismo, se me escar,,11. towlmcote, y por e.nde tam-
lado el pi:ohlema p~lncipal de todns las ciencias social.es y de nttcstra bién se me escapa el sistema de sus posibilidades. Coaozco su subjetivi-
existencia en la «realidad humana» del mundo sociul, vale decir, tu dad solo por el hecho de ser mir.ado, es deéir, se.t ll)i:rado por cualquier
comprensi6o ~,oocreta dcl Otto Cuya existencia se presupooe. Esto Otro? sea cual Iuece s·u sistema concreto de posibiJidadcs y pro}1e,to.s
se deb~ a que so ¡,o$lción b~sic• lo <'Onduce a varias clfficalrade, Pero d Ouo comQ objeto, nos dlce Sartre, es neCC$ttri.a1nebL~ con.
inextricables. ccbido como interralaciooodo coo otros objetos. Sus g_cstos se refieren
l.(l prjmei:a difü:ulrad que ofrece Sartre se orlgioa en la ambigüedad • otros gestos, sus ~jgnificaciones ( pau mí) a otras relacioacs con cl
oculta en. los té.tmínos antitéticos «sujeto• y «objeto», aparentetnenLe mundo externo que son también sigaificantes ( para mi). Asf, el Qtto
muy precisos. Por una parte, «sujeto» significa p,tta él ser•¡nrn-sí-mls- vu.e ho objeto care~e de libecrod de acci6a dentro de po:libilio:bdes
mo, y «objeto)?'_, set-e.o-sf-miS!llO. Coino tal, eJ sujeto es un. cenuo de !tbíertas; mejor dicho, sus posib.ilida.des son posibilidades muertos,
activic;lad, cl objeto un utensilio; el sujeto proyec<a sus posibilidades, referentes a otros aspectos objedvos ( que yo tengo) dcl Otto. ' ~ Mi
el objeto es siempre ptoyectndo. Por otra pru:tc, «sujetot significa pru:a acción, por Jo tnnto, Lienc u.o sentido muy di_stinto pato cn1 L1UC la
Sartre el cogifo cartesiano cal como aparece para s{ mismo, y «objeto» ncd6n del O tro. Con esta última afirmaci6o, como lál, o.o hay ning1ln
el cogltaLum tal como se ap.ti:ece para mi, el sujeto. -<',.hora bien; Sartre . probJen,a. Pero, ¿por qué, desde /4 poski&1' de Sarlre, debemos enlon
sostiene que mi ex_pei:ienda de ser mir.ado me detennina en cW1nto ces sr,pottér qM e{ Otro ac{tía, que time p,,sibilúlades nbi~,l~s, romo
3 m_i ser-un-objeto, en cuanto a mi ser--para~I,Otro, tunquc me equi.. ya? ¿Por qué suponer que tiene .l.ibertad, quepa.ta Sartre•• es la pri-
voque_ en mi creencia d~ que un Otro concepto me estaba m.itando. n:, mera condid6o de In ncción? ,: Y cómo podemos llegar a uoa compren-
Sin embargo, dice, yo no soy constituido por este hecho como un sión de lo que significa ln acción del Otro para él, el actor? ¿Cómo
objeto p,ua -el Otro, el sujeto. 33 Me estoy mirando • mí· mismo con podemos relacionar nuestra propfa conc\uctu con la dd Otro y orien-
los o jos del 0Lro. Sin emhatto, continúa Sartre,•• el Otro...ujeto, el tarlo en su curso con referencia n la segunda? ¿Cómo explica,, ea
Otro tal como es pa.rn si mismo, nunca puede ser conocido o conce- s,,ma, fa acci6o social y la relación soda!?'"
bido por mi como tal. Los objetos de este mw,do no se (efieren a Además, el concepto de situad6o. y l ibcttac,I do acción que r,rese,its
él, el Ott'O-sujeto, sino ul Otro hecho objeto, que es solo un objeto Sa.r tre no describe la te:tlidac,1 hu mona. El). la c,for• mun~••• \le la
entre otros objetos. En otras p.:tlabc-as, al ser mirado me convietto eo vldn diaria, me concibo o mf mis1no Y al Ouo como centros de acti..
un objeto paro el Otto-sujéto, cu.ya subjetividad se me escapa total- vidad, cada uno de los cua les vive entre cosas que se han de manipulor,
mente. Y al éonvertlr en objeto al ÓP:O, nuevamente lo capto como instrumentos que se. han de atiliza.r. sit1:1aciones que deben ser 1cep-
uo objeto. Si todo esto es verdad, ¿cómo es compatible con el su• tadas o modifkadas. Sin embargo, mis posibilidades, mis i~sttume111Qs
puesto de que mi expcricnµa del Otto y su expc,riencia de m1 son y mi situáclóo tienen su estructura especifica tal como se rn:c apare-
intercambiables? ¿Y c6mo es compatible con la tesis de que ul ser cen, rnleouas que Sll$ posibilidades, insaumcntos y situación Ja 1ieoéll
mir:Jdo abandono mi libertad, me coov.icrto en un utensilio pnta el 13J como se le aparecen n él. Cada 1mo de nosotros •deñne su sj1un-
Otro, ese Ou:o que en todas 1~s citcu,nstancias se me escapa en su ser ci6n», como dicen los soc:jóh')gos. Para. utiJii.ar un ob;eto comQ insuu-
para s{ mismo? ~ero sea cu.a l fuere la respuesta que se dé a estas mento, rengo qoe ponerlo a .mi alC11.Dce; para emprender un proyectO,
cucstioaés, la. teorÚl de Sartrc1 «>mo demostraremos· luego, diverge de tengo que reconocerlo como imp(Jrt311te. Lo que es signilic•civo (W'J
una dcsc.ciecl-60 correcta de lll realidad h = • - el Otro, Jo que está a su alcance, no coiacidc ciert•meute con Jo
Otra dllicultad consisce en d ambiguo coacepto de acdóa que sustenta que es significativo pata ml y está a J1J i alcance, nunque solo sea
Sartre. l;'arn mí, el sujeto, el ser-pru:a-s{-mismo, el mundo es un siste- porque yo esroy Aquí y él está .Nlf.•3 S.in embargo, e) coconocimien10
ma organizado de posibilidades prácticas, cent,ado al.rededor de ml de que e) Otto vjve c,n un escenátio 110 definido por in! no lo a:,ins-
mismo, es decir, de rol cuerpo. Mediante mi acción. capto una de forma en utensilio mfo. Petmanece deotto de su situación (dtilinida
esas po,lbilldodes y me comprometo con el proyecto elegído. Con L, pot él} <'O(llO, centi:o de actividad; yo puedo oomprcnderlo como oo

ac:neral de..J }5 lbid., pág. 3.58, . .


..altere !O"'•, pás,. .,,-,s.
31 Vénsc •La ~corJ11 de 111 inrcr.iubjed'9.idad de Scheler y lo tc,i,s
-'2 L·ifr,e et· le N¿lffll, op. cil.# pdg. 335.
)6 /bid.• pás. 508 y t:ig!I',¡ véa!ic t.ambíén 1-Ici;l'lc:rt Ma.t'Ctl.Sc, c,p, iit,. p,.igs. }J.9-2'.
37 Qu(cn estudie la obi:a de i,ax Wcbc~ ~Doctrá co la.s fr11SCS oatcrior,cs
3} Tbi,1., pág. JJ4. un11 paróúasi:; de .su$ (smo~.s definiciones. (Véase .-Formnción de couce~tos
34 Ibid., p.ig. J,4. y teorJas en las ciencias :1001llt:J'., p..fg 71 y .sig:s:, (N. de ,-1. Na1anson•)J
38 Véase «Sobre l!lS realidades múltiples•, esp. pá~. 209 y sig.

190 191
siendo yo. sus actividlldes <:QlDó na .sienr,io las m'l$_S1 s.u s jJ1strumentc;::,s
como estando más allá de mi alcance y sus proyectos como hnllándose Pedro al conStruir, mieatrrui habla, ol signific~do d(> su rne.nsaje •• La
fueru d.c mis posibilidades aceptndas. Todas las. ciencias sociales enca- plática en curso, como tal, es un suceso que tiene lugar ea el,,;,
ran el prol:,lema de cómo lotcrpreta.r las acciones deI Ottb tal como ext':'no y en el_tiemP,O interior. P~to ese': pr~cso se cumple de
estnctrunc:ate simultáneo ~on cl tJempo interior de Pablo ea el
O:~
se me a_pareceo • mi, .mediante b comprensión del signWcado que
d actor el Otro les otorga. $e admire que las teotfas de la empatfo, la este efectún polltéticamente la interpretación dél ~ci.11:s.; de Pedr'IJal
Esto .respo,,de a J~ pregunta de Sar~": ¿Cómo un instante del tíc,n o.
simpat{; y el ,,.;.,,namicato por aáalogfa son lotmtos insat.isfactoúos
de resolver este problema por meclio de este postulado genernl: tengo intettor de Pedro pLJede ser coitceh1do como conectado por la sin,
taneidad con el tiemp~ ip,t~ór de Pab,lo? La acrivi~ad de Pedro O -
"f
que comprender lo que él Otro entiende por su acción del mismo
modo en que yo comprendeda µ¡.j propia acción análoga, en rér.mi.nos bnblar presupone la acl:iv,dad de Pablo al escuchar, y viceversa Aro~
de "'; sis-tcm.u de signlficatévidndes ~otonc.~ vigente • .si. yo cstovie(ª se nprehendeo uno al otro como uoa subjetividad CO•efectw,J 1;ll
0
Allí ( o sea,
en el lugar del Otro, en el m,!s nmpllo scntidó del tér: A pesar de sus. muchos ap.illsis admirablemente •utiles, la téo,r;
Sattre oo contribuye en ~·~ala <fil.ucidilció,:,. de este mecaaísrno. S
de
mino) en vez de estar AquL (Pero tampoco este Allí será ounea rru
actual'Aquí.) Este problema,, sia c.mba.rgo, difiere mucho c\ef que
plantea In t.tansfoanación onrológica de mí mismo en un objeto me-
intento de supera.r el &0Lips1smo epistemológ,co conduce a una co u
truccióa. .ir.real que supone., por asf c:lecir, un solipsismo práctico
b)ea el Otro me mira y aliena ml libecCJ1d, o bien as.im.ilo y a rehc;, I
ºo
diante el recono.ciroiento de la subjetividad dd Otro, o del problema
consistente en convertir al OtN en objeto con el fin de recuperar la libertad del Otro. Así, la inletacción murua en la libert;tloo ti ' 0
o, i propia subjetividad. cabida en la filosofía de Sartre. ene
Ni n¡;11no de estos problemas es explicado, ni siquiei·a :,bordado, por
el supuesto sartrea,io que atribuye un po,Jer mágico al hecho éle que el
Otro me mire. Sru-tre se detieoe eri analizar la situa¡:lón de uo runaate
celoso al cual otro bombte sorprende mientras espfa por el ojo de
una .,.;rtadu.n1 ... Bajo los ojos del Otro, pierde la libertad de sus
innobles posibllidades; se <.'Onvictte en lo que el Otro ve que es. Pero,
debemos agregar, esto es así solamente si OQ ~o «sorprende!) sin que
lo sepa», sino c¡uc ádvierte que le, h:10 ~orptcad,~o. La teoría s~·eruia
de la «regard» presupone Jo ,¡ue en una oportunidad Uttmé relac.,ón de
«sintonía» entre yo y el Otro.* Esto se hace perfect•mente claro
si ooosidcramos Jo que el amante referido expe.rirnentab,i antes de ser
d=ubier10. Obscrv6 por e.l ojo de la cerradura, no una forma m6vil
simila.t a. uo cuerpo humano, slQo, desde: el comienzo, a otro hoil'.lbre
qué •e comportaba d" tol y cual manera, que se mov.ta en Jiber!"d
dentro de una situación exclu~i'llamente definida por él, el actor, qrueo
vivía en su accióo sin saber qoe Jo hada bajo fa m.itoda de alguien. El
homb(e observado por el ojo de la cerradura .xe~u lta ser otro sujeto
qué actúo dentro de la libertad ele sus posibilidades.
Peto no necesitamos atenernos a la rdación univoca entre observ:tdor
y observado par.a mostra,r que el Otro puede ser e><pe.timcntado como
una subjetividad con=ta ca In libertad de su acciqn concreta. Si Pedro
le habla a Pablo, entonces ni Pedto ,se aprehende cc;,mo siendo un
objeto para .Pab[c;,, ni Pablo como -su instrumento convertido en obje-
to Pedro interpela a Pablo porque prevé que Pablo lo entended,
lo cual implica que Pablo poclr.á y querrá co-el'ectuar, .medhnte su .acti-
vidad de escucha e intérprete, cada uno de los p<>sos que va dando

39 /./tJ,,.~ et. te Né®t. .op. cie.• p¡{g. 317 y !=iigs¡ Ht:r:bcrt 1Yf11tt:usc:, op. dt. ,

f~k~· Scl1u~. •Malcing Mm1ic: Togct.hcr: 1\. Stody in Sociítl Rciacic,nship»,


Socud R.,,searcb, vol. 18. 1951, 11J,g.<. 76-97. (N. de M. Natanson. ) [«La ejecu-
ción ruwtical coniu.ota.. Estudio oobrc: las relAcioues soclafc:,:,,. en Estudios ,obre
leorla J'ócíal, 'Bo~D0$ .Air~, Aruorro.rtu' edilote:s, 1974, oip. 8 .] 40 «Sób,c los reolilladd- múltiple,., ~,¡¡,. 2.il(.(19.
41 Lrn.1.r, el le .Niant, op. cit., p,.'Íg. 28; vért$C llJO>bíén supr(I, pllJs, l75.

192
193
Tercera parte. Símbolo, realidad
y sociedad

\
9. Sobre las realidades 1núltiples

En un famoso capttu.l,o de sus Principios de psicología, William James


arutliza nuestro sen.t ldo de la realidad. ' Según él, la realidad significa
simplcmcnte una relación con nuestra vida emocional y ac1h•a. El
origen de toda realidad es subjetivo; todo lo que excita y estimula
nuesttO interés es real_ Llamar rea_ J A una cosa eig:nffica que esta se
eocue.nr.ra en cierta relaci6n coo nosotros. «La ¡¡>nlabra "real"1 en
resumen, es una orla». 2 Nuestro .i1npul:so ptiu1icivo tiende a afi.rm4r
irunediatameptc la realidad de todo lo c:oucebído, mientras no ·sen
contradicho. Pero existen: vo.rios ónlenes de realidades, tal vez un
número infinito de ellos, cada uno de los cuales tiene su propio estilo
especial y separado ele existencia. Jamos los ltruna «subunivei;;os.• y
m,cocion• como ejemplos el mundo de los $en.tidos o de l~s cosas
Elsicas ( como realidád éminenle), el mundo de la ciencia, el mundó
de las relaciones ideales, el mundo de los «{dolos de la tribu», los
diversos munc;!os .sobrenaturales de In mitologla y la. religión, los di-
vcrso.s mundos de la opinión individual y 10$ mundos de la mera locu-
ra y divágación. 3 La mente popola.r concibe todos estos sub.mundos
de maneta más o menQS inconexa, y cuando hace referencia a uno
de ellos olvida por el momento sus relaciones coo los dem.1s. Sin
embargo, todo objeto que pensamos se _refiere, en última inslancia,
• uno de estos submundos. «Míenl!:as se atiende a él, ca<;la mundo
es :real a su manera; solo que so realidad dcsapatece al dejru: de
ptesta.rle atenctión».•
Con estas observaciones, el genio de James tocó una de las cuestiones \
filosóficas más importantes. Límitando iíltencio.oal.mente su indagación
al aspecto psicológico del problema, ,se abstuvo ele cmbru:=se cn una
ínvcstigilci\lfi de las muchas implicaciones que tiene. Aunque frag•
mentarias, las consid.crncioncs que haremos a continuaci6n apuntan
a esbozar un primer enfoque de algunas de tales implic-~c.iones, con
el es¡:,echtl propósito de arrojar alguna luz sobre la relación entre
la realidad del mundo ele la vida cotidiana y el de la contemplación
teórica, científica.

l Pri11dp/4s of Py¡chology¡,A voL a. cap. ,rx1, pógs. 283-322.


2 lbiá., pág. 320.
J lb/d., pág. 291 y •ia>-
4 lbiá., p!lg. 293.

197
f
L La realic:bd del mundo de la vida cotidiana 2. Las manifestaciones espontánea, del hombre
en el •mmd o externo y algwias de sus formas
l. La actitud natu,.at de la vida cotidiana Pero, ¿qué 1ebe enLend~rse por e l término «ncdón~ que ac~bsmos de
y s·u motivo pragmático emplear? ¿Cómo ei<J_>enmcnta el J,ombre q ue esti! en la actitud na(Lr·
rol ~us propias. «acctones»· dentto d~l uwnd.o y sobre él] Como es
•nalizar el mundo de la vlda cotidiana que el hom-
ComellZ(1tett10$ ¡,01
obvio, las «ac.~or1.es» soo ~a.01festacro.nes. de lát v ida espontánea del
bre a~ufto o1ett>J que ac;túa ~ él y sobre él en t~ si.is $Ctoejantes ho~bre. Pem esre no expcrunenta to?•• dichas rnn,tlfestacioncs .como
experimenta, denti;o de la acurud. natutal, como una realidad . a~ciones., ,ru rampoco todns sus acctones como sl provocaran cam-
«Mun1o de la vida cotidiana» significará el mundo intersubjetivo bios en eJ mundo cx.ter~o. Laroeotahl~ent~, las formas difei:entes
que existía mucho antes Je nuestro n~cimiento, expe.timcnt.ado e in tct- de rod.a_s estas_ ""~r,enet,l~ DO son d1strngu1das con clarjdad en ~i
pe_ru;amJen to ftlosofi~ actual y, por lo tan.to., no existe rri tJgl,ma ter-
¡,retado l?O' Otros, nuestto,; predecesoxcs, como un mundo oeg.sni• mmolog(a de accptactón general.
zado. Ahora está dado a nuestra experiencia e intei:pretadón. 1.'oda
interpret:'a.ctón de este mundo se basa en oo acervo de expcriencjas ~n vano buscacfamos ayu?? en cJ condoctisrno· moderno y su distin-
c16n entre cood.ucta . maru{te.sta y- cond ucta lateote, ca.tegortas 8 la$
ante.r1=o.~s de él, nacstras- p;ropias experiencias y las que nos hnn
cuales se agrega a veces una tercero, In de conducta S:ubn1artifiesta con
tfflllSmJ.t ido nue.stcOi; padres y maestros~ que .fu.ocio.nao como uo
el fin de c.a:ra·crerizar l.a tn<1DÜ<:St~cíót1 ~~ espont¡tneidad en fos ~ctos
esquema de referencia en la formo de «rooocimiento a mano». del lengua¡<;. No e,¡ nue~tto ob¡~nv~ crmcar aqu, Ja falacia básico del.
( P.... este a~e~c;:, de experiencia a .m.ano pettenece nue.,tro coaocimiento punt? de: v1s ta CQo~uctJst~ o discuttr el carácter insatisfactorio e in-
1 d<: que el mundo en que vivimos es un mundo de objetos biea cir-
co.tu;~tente de In tncotom.rn qu_e atábamos de mcnci<.'laa.r. l'áro. nues-
1 C\tnscriptos,. con (:ualid'ades dafi nid.as, entre ]os cuales nos movemos,
{!De nos resisten y $Obre los cuales podemos actuar. Para la actitud cros fines' bas ta mostrar 9u<:; la tnterpretación ro~ductista de Jn espon-
tanC.1dad no puc:cle ~<)nrd~ú.lr en nada" la cuest.tó,o que nos oc.upa: la
na,tural., el mundo no es ni ba ,;ido ntto,ca un mero agreg•do de de saber cómo son experimentadas las diferentes formas de esponea-
monchlls coloreadas, ruidos ln,cobe,entes, centi;os de calor y frío. El t1eidad por la mente en la C\ial se originan .• A lo sumo, el cooducúsmo
a~§·li~is filosófico o psieológíco. de la constiru_ción de nuestras expe- es un esquema d_e refe«mc,a 1l lil par• quien observa la conducta de
r,encias puede Juego, reu;ospccttvruncnte, descnbir cómo ios elementos o~. person;is. El, y solo él, .podda estar Interesado en examinar ~
de este mun<ló a.fect•n • nuestrós sentidos, c6mo los ~rcibimos act1.v1d,u:les de los hombres o de los arumnles de acuerdo con un esque-
pasivamente de urui mnnern incl.istit>ta y confusa cómo mediante la o~n relacio~al de referencia como el del es~ulo-respoesta, u orgll-
•apercepción activa nuestra meQ:te destaqi_ ciertos ;aracteres del camp;o
perceptual, concibiéndolos como cosas bien delineadas que se cfestaca·n. rusmo•amb.1cnte, y solo desde ~u P,unto de vista wn accesible estas
sobi:e un fondo u horizonte más o menos inarticulado. L1 actitud catégorías. tfueso:o problema, si11 em~a~o. no es .lo .que le s~ce<;le al
!'natural no coooce estos problémas. Para eUn, el mundo es desde el l:iom~n: como un idad psicofisioló/lica, si,' :o _la actitud que adopta bacía
comienzo, n.o el mundo privad<;> del individuo ai$lado, sino :10 mundo e~os :-,ucesos;, en fCSumen, c1 s<:ntt~o suhJet1v? q~,e eJ hombre otorga a
intersubjetiyo, común a todos nosotros,, en el cunl tenemos un int~
su
cte.rcas cx¡,eueocias de p,:opia vtda espontanea. Conductas que·par...
( _no teót:iro, sino -CIJ)inentcn1ente práctico. El mundo de la vida coti~ el _observac;l.or _pa_i:eccn obJ~nvamente ías mlSlnas, pueden tener para cl
su1eco muy Q1st1ntos sentidos, o no tene.rlos en absoluto.
/füru1n es el escenario y también el objeto de nuestras acciones e (?,mo ya se !>• mosttt1do, • el sentido no es uoa cualidad inberence a
.ip.terocci.o nes. Para llevar a cabo los pro{'6sitos que buscaro<;>s en él, ciertas ex.per«thaas que surgen dentro_ di: nucsrro fluío ele co11ciendo,
en tl"C oucstros ..:.Semejantes, Le:nemos que dominarlo y modilicru:lo.
Actuamos y obramos 110 solo dentro cid mundo sino también sobre smo el resultado de ttn,i lnteipretac1óo_ de una experiencia pasada
é.l. Nuestros Olo·vimientos «?rporales -kinestési~s, motores, o_perati-
cont~plada des~~ el ,\horn. coo una _-acmud rcflex.iva. Mientras vivo
vos- engrruian, por u( decu::, en cl mundo, modilicar¡do o cambiando e!' IDlS ~ecos, d~1[!1dos hllcrn los ob¡tt"'.s de dichos actos, estos no
sus objeto,¡ y sus relaciones muto•~- Por OLra parte, e.ros objetos ttentn ruogú1,1 s~ntt~o. Se v~elvcn provistos de sentido si los C11pto
Qft'ecen resistencia a nuestr.os :Jet.os, tesisteocia que deben1os superar
como ex.penencuis CttCUllSCDptas del pasado; por lo tanto en la re-
o a la coa! deben,o,; rendirnos. De tnJ modo, se puede decir correctn- uospc,:c(ón. Es decit que sol_o la$ ex.perieodas que pueden' ser recot•
dadas n,ás allá de su actwilidad y que pueden ser cuestionadas en
m~tc que un n>()tivo pragmñtico gobk:ma nuestra actitud ru1tural lo q_ue respecta a .su constitución son subjet iV'arnente prottis-r11s de
h8CU1 el mundo ele la vidn cotid.ian.1. En este sentido el muodo es ,senado. .~
algo que debemos modifica, por 11uestras acciones o qu~ las modifica. Pero ~i ~ sido ª:c!/tada esta caracterización del sentid11, .¿hny alguna
CK-pc.r¡enc1a de: m 1 VJda ,e:spont:tne:a que no sen subjetiva~ente provista
5 A1ó:cd Scbur.z, Dqt rillnbafte Aufbau der so!l}:1/ttn 'Wct,,.•., Vito.a 2! -.i tª60
págs. 2.9-43, 72-9). ' ' ""' ' •

198 199
,de sentido? En nuestro opinión, la resp¡¡esta.•cs afuruativo. Existen miento proy~'<:tádo cc,mo el intento de t~olver ment.,lmeote Wl pro-
los meros reflejos fisiológicos, como d reflejo rotuliano la contrac- blero.a cicnt.Uico.
ción de lo pupila, cl parp•<leo, el rubór, as! como ciert,{s reacciones En cuanto a .las Uamada.s acciones m~.nifiest:is, o .sea acciones que se
pasivas provocadas por lo que Leibniz llama la olea.di\ de lo indiscer. insertan en el mundo externo mediante movimieotos corporales, no
nible y peq,:,ei'iás percepciones confusas; y ademós mi porte, rol expre- es nécesa.rio clifereociat entte las que ~táo y las que no están ncom...
sión facial, _mi ánimo, las .manifescacio-nes de ~l.'Ú vida espon tá..net que ¡,añadas de la intención de .J:Calí"-"rlas. Toda ._cdóo manifiesta ~ 'UM
don por resultado ciertos caractet1stlcas de ml escritura sujetas a la efectuación, según el signillcado que le h.e mos dado. Con el f10 de
interptel'l!ción grafológica, ecc. Todas estas formas de espontaneidad di:stingu Lr las efectuaciones del mero ~l!ª'' (latentes) de aquellas
involul;'ltttria son a;petimentadas m'ie.ntras ocurren, pero sin dejar que exjgen movimientos corporalc::s ( man1fiestas), U.amaremos a estos
ningún rastr.o en la n1e.morUI; como expetiencias son -<'!-mpleando úUlmas e;ecuciont!S.
u,:,a expresión de Leibniz-. rnuy adecua·das para este problema en Una cjccucl.ón es, por éónsigu.iehte, una acción en el. mw)do cxtet.n_o ,
particular; percibidas, pero no ~percibtdas. Inestables e inseparables basada en un proycc:fo y caracterizada ¡¡,or la inteoaón de p~u=
de las eitperienc:ias cittundantes, no pueden ser delineadas nJ récor- . tndo mediante mo11imieo\os cor""'rales. Enti;c
el estado de cosas proyec
dadas. '.Pertenecen a la catcg<)ria de Jas experiencias esencialmente todas las formas descriptas de espontaneidad, la e¡ecue1~n es mas \a.
actuales, o sea que exister, ,solo en la actuali<hd de ser experimenta• importante J¡lll<Q constituir la realidad del mu.od? de la vida co?diaru1.,
das y no pueden Ser captadas media.o te una acti rud refleKi.va. 0 Como veteJnos muy ptouto, el sf~mismo a.letra integra en m;t .e1ccu~~·
('Las experiencias subjetivamente provistas de •entido que emanan de y ¡,or su intermedio, su ptescntc, pasado y futuro "11 una dirn~100
~ .nuestra vida espontá:nea tecibb:án e l nombre de cotnportatniet1to (CO>!f· temporal espédfica; se concreta como totalidad en sus actos. e¡ecu·
rduct). (.Evitamos el térm[no «conducta» [ behavior] )?Otque en el üSO tivos, y por medio_ de ellos se ,~ro.unica con Otros y org~. las
¡/actual incluye también ma.nifes tacioncs cspo.otáness no provistas de difereo tes perspecuvas espaciales del mundo de lo. vlda cottdiaoa.
sentido, como ]os Icílejos.) Tal como será utilizado aqu{, el término P<0ro antes de abordu estÓs problema~ debemos explicar qué sigolfica
«comporta.mlento• se refiere o. [Odo tioo de experiencias espontáneas la expresi6n «si-mismo alerta» que acabamos de ero.plear.
subjetivnmeme prO'f1istas de sentido, sean las de L, vid.1 interior o las
que se insertan en el mundo externo. Sí nos es pennitido emplear
téraiinos .ob¡·etivos en una descril¡':ióo de experiencias subjetivas - y
después de a precedente aclarnctón ya "º hay ·p eligro de malenten- 3. Las tensiones Je la éonciencia y la atención a· la vida
dido-, pod=os decir que el comportamiento puede ser manifiesto
é o fatent:e: El primero será ])amado mero hacer, y e1 segundo mero En la filosofía de Bergson, uno de los puntos ceoll;'les ""· su l~~rla
pensar. SU1 embargo el término «com¡¡,ortamienco», tal o-orno lo utili- según la coal oueslta vida cooscientc muestra un nu~ero mde.hmdo
zamos aquí, no impÚca ninguna referencia a la intencióo. Todo tipo de planos dlferentes, que van desde el ¡¡,!ano de !.a acct6n en un extr<>
de actividades llamadas au tomátkas de la vida interior o exterior mo al plano del sueño en. cl otro. <;ada -u no de estos planos se carac-
-por ejemplo, actividades habituales, tradicionales, rtfettivas-- for- t<:ri2a por una tensión especifica de la CQocieocia, dond~ el plaoo
man patte de esta close, a )a cual Leibniz denominó «clase de la de la acci6o muestra la tensión mayor y el del sueño la tensión menor.
conduct• empWca10. · De acuerdo con Bergsou, estos dlfere.ntes g,rados ~e tensión de nu":>tra )

') 'El comportamie~co ideado de aotem~, es d"?f, basado en un pro- conc.iencia. SQfl Iuncióoes de ~)uestros vartados intereses en la vida;
yecto preconceb,do, setá llamado occi6n, con mdependencia de que lu acción representa ou-estro máximO iotet~s en cuanto n enfrentat la
st'.a roanif.iesto o latente. En cuilJl:C:O a este últimQ, debe distinguirse si reálidad y satisfacer sus requisttos, y el sueño 1a falta completa de
se tiene o <>.o la iotcnci6n de cumplir el proyecto, de llevarlo n cabo, intei:és. La auentwn /; la vic -la atención a la vida- es, poes, el
de creu el estado de cosas proyéctado. Tal imeoción tran$formo el principio regulador básico de nuestra vida consciente. Define el, Ólll·
mero pre-medí tar en un objetivo y cl proyecto en u.o propósito. Si bito de oucstto m11odo que es im¡,ortaote para nosotros ; articula
fált:a la ioteoci6o de realización, Ja acción latente proy~'Ctada oo pnsa nuestra oo.tríente de pc.nsamieo.to en flujo continuo; detenruna el
de -ser un:t fo.ntíl,tt1a, un c.osueño,; si subsiste. pode:rnos ha.blnr de una alcance y la func.i6n de nuest.r~ memoria.; no~ ~a.ce. vivit.- eo nuestro
acción dotada de pt'Opósíto o de un¡, efech«Jci6n. Un ejemplo de lenguaje - nuestt11s ei¡perienc,as J?tésent~, dmgul.:S bae1U. sus .ob¡etos.
acción l11tcntc que constituye una efectuación es el proceso de pens•- o volv~os en una actitud refle:xtva lu.ic1a :nuestras experi.e:nc.i.as pasa·
das, en b<isen de· su significado.'
6 Con J:t!SJ?«to a la «actitud reflcxiv~•~ véase Marvin F:trbcr, The Fqunáation
of Pbenomcno/ogy, _011nbrldge, 1943, p&g. 523 y ,ig,;., y iombién 378 y .>lgs;
véase, adr:mú, Dorron Ca.iros, «An App.roath to Pbeno,ncoology>, eJJ: ,lvl.arvjn '7 Aunque alta t:q)Qsid6n no se atico,e tis:lricaun<!f.lte a. la t..ctmioo1og,1a de lktg-
F·arber, ed, Phi~O$Op_bi:c11l Bssflys in Jlf.e111ory o/ Edntund Husserl, C-arnbcidge, ·son, esperamóS b.Abe.r transmitido de- modo odeci¡l.ldo Jo dieo~t de su pen-
1940, pñ¡;. 8 y ''":· El mncc-,,ro de «cxperlc:11QS\s e&e0ci~cn te ac:turde$»- 110 se samicoto. O&c,cemos u(l:t sdc:cci6n de algw\os p(ISIIJes de los ~.ritos d~- Bcr~?n
C:t';U<:ntra, sin' embllt:go, en lps eM:ritos de Hu~sei-J, q_uitn oplonb11 que, en. prln• que wn irupOl'.tances plU'.a cl probJcma que uoe OOJl)il! E1.s111 sur les OOnn;es
t1p10 1 Lodo ac:to puede ser capt"odo en lo re0cxi6n. i.m11tldiatcs de l~ Cóffst:ience~·· Pa.r is, 1889, págs. 20 y ¡.-igs., 94-106; Matterd

200 201
Con _la ~~pr<;si611 estado de alerta que,temos indica~ un p,ln.no de In en <:ur::;o, como a.cruación en mov{mict)to (actjo)) pot un lado. y lo
conc1encr..1 ~le dcvo.dis,ma re.ns.ióoª que se 01igina. en uno ecdr1.1d de acc.íón como ncro efeduado, como la cosa hecha ( actum), por otro.
plena atención 11 fa vida y sus requisitos. Solo eJ $!-mismo efectuante Mienrras- vivo en mí actuación, ~n n1ov(ntiento, és.toy dirigido bacín
Y, en especial, el ej~tante, est~ plenamente intereMdo en la vida y, el estado de CO$as que setá creado por esta actuncl6o, Peto entonces
por ende, alerta. V,ve en s,us actos y su atención está dirigida e.'Cclusi- oo tengo e,;, vi.sta mis experiencias de este proce~o de acruaci611 en
van1e!ltC' a poa7r en prác;tica s-u pi:oyecto, a ejecutar su p,lan. Esta cL,Jtso. Para hacerlo, 1engo que volveone hac-ia mi actuación adoptando
atenc1.ó o es activa, no paslvá. La atención 'p asiva es Jo opuesto al una actin,d. reflexiva. Coooo lo fo rmuló alguna vez Dewey, debo dete·
estado de alerta. En la atenci6o pasiva e,q,e.rünento pol' ejemplo In .nermc y pensac. Si ado¡>to esta actitud reflexiva, lo que puedo <'llptM ·1
ol~ada de J>l!q!Jeii~s percepciones ' indiscemibles que 'son, como ' a~tes oo es, sin en'1.b-ntgo, mi act.1,.u1ci6n en curso. Lo ÚflÁCO que puedo :1
dtJJm.OS, e~r1enc;1~s escnci-almen te actualesj~y no manifestacioaes de captar es mi :icto e.fecru.adó ( mi o.ctudción pasods) o, si 1ni actuación
e.spoo tane1dad provistas de sentido. 1.(1 es¡,ontnneidad prov_ista de sen- <0oti.n\Ín todavr. mieo.t ras dirijo fo rnir»dn hacia acrás, la.s foses ini-
tido puede •e.r definida, siguiendo a Leibni;, como el esfuet:.o ten• ciales efecruac/as ( mi actuación presente). M{entras vivla en mi 4etuar
cliente a Uegat a perotpcio11es .m1evas. En su forma inferior conduce en cur.so, ate er.a un ele.1ne.nto de mi pr,esentc víV'jdo; ahora ese
a la. delirnir.é.ión de ciertas. percepciooes tra1isformándolas' en aper· presente ,;e ha convertido en pasado, y la experiencia vlvlda de mi
cepo.óu; en su (oana superro,t, conduce a llevar n cabo ejecuciones actuar en movimiento ba sido reewp1'.zad1, vor mi recuerdo de haber
que se r.nserran en cl mundo externo y lo modif.ica11. actuado o la memoria de haber escado ~cturu,do. V_ísto desde e\ pre-
:!31 concept? de •#ado .dt alerta reve.la cJ punto de partida ¡rora una sente [lttu:n.l, eo el cuaJ adopto Ja actitud reflexiva, .ml act"uación
m terpre ta.c16n pragmática legítima • de nuesml vida cognoscitiva. El pas-.da o pretérita pecfecta solo es concebible en térmfoos de actos
csmdo de alerta dd sl-rwsmo ejecutante perfila el sector del mundo efectuac;lo.s por mi.
qué tiene signlfic,itividad pragmática, y estas sigoificativ'idades deter- Asl, puedo vivir en él proceso en curso de mi actuación, dirigido
ml!J.an In for mn y el contenido de nue•tr• corrien¡e de pensamiento: hacia su objeto, y expetím.enc:ar rol -ttctwlción e n e l tiempo presente
In íotQla, poi;quc regulan 14. tensión de nuestra memoria y con clla el (modo prese1Jti), o bieo, puedo salix, por as!. dccli:, del flujo en rnrso
alean':" de llt¡estras e:l<J?"Üencias pasadas recordadas y 'de nuesÍras y eoncempJar con una mirada reflexiva los actos realizad<>s en ptocesos
previos de actuacióo en tiempo pasado o p¡:e1,érito perfecto (modo
e:i:p~enc1as futura~ ~ti~pndo.s; el contenjdo, pues todas e.',~ e.xpe-
r,encras s'!fren modificrtctones especlficas de atención por el proyecto ¡,taetlfrito) . Como se elijo en un apartado anterlot, esto no signüíca
precoucebrdo y su puesta ca práctica. Esto nos .lleva de modo inmedia- que solo tengan seo tldo los actos efoct'-lndos, pero no fas acciones en
to a un •11:0Jsfa de lo dimeusión temporal en que el sl-mi$mO e jecutan• ~1rso. Deb;e-rncys te.Li~r pre~tc que_, _por defioici6n, la ~cció11 se basa
te ~erimenta sus propjos actos. sLernpre en un proyecto pceconcebtdo., y ' esta refcrenclá al proyecto
precedente es lo que dota de sentido al actuar y el actQ.
Pero, ¿cutil es la cstrncl,tra tempottJ cle una ~cció1l proyect~d~?
Cu.ando prOyé:cto mi accióLi, ensayo., como dice Dewey, mi ac.ci6n fu.
4. Las perspectwas te·mPoralt!s ilel «ego a gens» ruca ca Is im•gfosc'i ón. • Esto significa que anticipo e.l rcsultadc¡, de
y su mtificadón mi acci6o. '('..ontemplo en mi lmaginación est~ acción a.nt:icipada c9000
¡,; cosp que debl!rá hacerse, el acco, qoe deber,! ser efectuado poÍ' mi.
Al proycct:lr, contenlplo mi acto e 1) tie111po futuro perfecto, lo pienso
Comenzamos poi· est.ablccer una distinción referido a las acciones en modo futur-i exacti. Poco esta.'i anticipaciones son vací..1.s { pued.c n re•
gene.tal, tautO latentes CQn'lO manifiestns, ent,r e la accíón como proceso sultar o no cumpliclas por la ncción, uno vez efectuada. E octo pasado
o pretérito perfet.i:o, en cambio, no muestra rJ.inguns de tale., anticipa-
<t _Mémoir<, París, 1897, p;(p. 18.9·9.1, 224-3J; •Le rl,ve• (!901), en L'f!oerú•
spm1uelk, Parls, 1n9, l;':tgs. 108-1J; •L'effort intclle<;tuol•. (1902), e.o lbúl.,
cronc:s <Vacías.. Lo que ex, el _proyecto er.a vacÍ() sé ha cam,p ldio o no.
e"e•· 164-7 1; «Cnuoducuon il Jo m~14pby,iquc,, ( 1903) en La Pemée # t< Na.da queda sii"t establecer, sin decidir. Puedo recordar bs aoticipa·
Moµv'!nt, Parí.s, 1934, págs. 233·38; «Le so1!venir du p;éscnc et Li fuw;se rc- ciooe$ abierta$ que tmplica el proyectar et acto, y b:tstn las ptoten-
(!-?o.natssance.- ( L?OS), L'E'/lergi, tpiiiluelk , pó{\s. 129-31; «La co.n:scieoce ce la ciones gae acompañan mi v'ivir en el ptoeeso ell, cor$0 de mi actua~
vlc» (19;1 ) en 1bid1, págs. 1~.LB; ~La pe«:ept.ion du ch.1.ng(m)~oc ( 191.1), co cíón. Pero ahora. e.n la retrospeccióo, las recuerdo en rénrúnos de
~ Pensee qt le . ,'\louvant, P.Ú,gZ'I'. 17 1.-7.S; 190-93; «Fant.i6roe:1 de viv::iet»- y niis snti.c;ipocio nes pasados, que se han_ cumplido o no. Por eade, solo
• ~erc,he (l<yéhrcrue• (.1913), en L' P..nergie spiriwel/e, p~g•. 80.,'!4; «De fa
!."''~tkm <~ pcoblhni:.• (_1922), en J.,, Penst. et 1, Nouvanl, pág. 91 y sigs. el acto efectuado, nanea la actuación en curso, puede resultar un é.,clto
q, .Có~ muy poc~.s e..«c-poonC$, el prngmati5mo vulgar no abordn los j,róblc- o un fracaso.
tna$ d~ la con$l1r,1lclún (le In vida COl)scler,ce .impUai.dos ~D la oocióp de un Lo dicho es válido p,ua, codo tipo de acciones; pero, abo"' debemos
'°f.º a1,nns u ..,,un hom-q fa_hf!r, d.e la· cuol L1 D)3f0.r{a de Tos au.totelS parten como volvernos a (a est.rucrura peculiar de lH cjécucióa coJtt<l cf~->e'-unción
• ~ ibdo . .t·oc co~flgulc:nr-C;, e1 pr88)1)8dsru.o s6lo e~ en fo fundruncoraJ, urui
dei.aipa~n. de: scntidl) ooJnuo de 111 acr.ifud del hombre -en el mundo dd eje,.
~~to.e. cof:!diano, per9 no ona 6Iosofía qut:- investigue la, pttsupósicioncs de 9 H11m11n N11hlr<t 4n¡/ Co11dr1cL,A Nucv:a Yor.,k" 1922, eucu: .3\ ~~- O[, i:1,'ht·
l.U. s1tuao 6 n , Nnturc of Dclibera~joo».

202 203
~ sµs i11vestigacioocs 1 Bergso~ y
co.rp~:al en el ·1uundo ex.rer,i,10. c¡11c adoptan toles, • los cuales Ilmna los «MI». H.ast~ ahora, la tesis
cambien Husserl, han destacado la nnportancia ele nuestros movimien- pxcsentadn en este artículo c':ói.ncidc con el .análisis reafr,ado por Mead.
'?•cocporalcs pru:a ~ constitución del mundo ext&no y su per.spec- Tombién hay acuerdo con Mead cuando dice qu.e el ~Yo» no encr~ en
la experiencia sino después de. que .hn llevado • c,bo el acto, •P•·
ttva te1npo.r;tl. E-xp~unetttamos nuestros movimientos corporales si-
mulr~n7"mente en dos planos diferentes: en la medida en que son recicodo así expeticncíalmentc:. como ¡,arte del Ml, o sea que el MI
• • 1 o-' lO
moVUJlieatos en el mundo externo, los con tempJarnos cqmo sucesos ap:J_tece en Ol,lestra CJ:-pcncncla ~ .lra m~!11 1:,1a. . . .
que tienen lug,tr en el espacio y el tiempo espacial, medible en tér- Para nues~os fines, la meta cons1derac1on de que !ns ~P':"1enCU1s .m.
minos del c:arnino rc:c<>rtido; en la medida en que son experimeotados terjores d.e nucs1;1.:os movhnientos corpornles> .las eXJ?e.r;rencras ~sencial-
mnj~ram~nte desde adentro <.T.>rao c•mbios qué se producen, como men te actuales y 1as anLicipaciot;1es ·~~ertas r,o ~on aprebendidas. pot
n:iarufestac1ooes de nue.~tta espontaneidad pertcncafontes a nuestro la ,,cci rud .refJexiva muestra con suficiente cl"':'dad que el. si-mismo
flujo de conciencia, comparten nuestro tiempo interiPt o d,urée, Lo ¡,asado nunca puede ser sino w, aspecto paccllll del ol-nusmo total
que sucede en el mundo externo pertenece a la misma dimensión que se c;oncrct.1 en .In cxpf:riencia de su ejecu~6? ~ cu,rso. . .
temporal en <¡ne tienen lugar los ruct:sos de la náturalcza lnanjmada· '.ócbet,¡os agre¡¡a.r algo relacionado con la d 1sttnc160 entre e1ecuc1ón
puede ~er registrado mediante i,necanl$rn.Os apropiados y medido co~ ( maruficsta) y efocruución ( no mani.fiesta). En el <"!'O de una m~(a
nuestros cronómetros. Es el t:ieu,po espacializndo, homogéneo forma efeeruaci6o, como el .intco.to de resolver mentalmente un problema
?-3iv~ del ~cmpo objetivo o cósmico. l)or alta pai;-re, es el 'tiempo mutc1ni-1"tico, puedo anulat todo ~ p_r~C~ de_ lás 01~:-c1ones mentales
tnter\Ot o duréo, dentro del cual nuestras experiencias actutlles se y volver -a. com.e ozar desde el pr1n·c1p10, sr mts prev1s1ones u.o se t~nn·
conectan con el p:lS<ldo, mediante recuerdos y •clenciones y con el 1,len en el resultádo y este no. m': satisf~ce. Nad,i ha C<1n>b1ado en el
futuro P1ediante prQte.ncione$ y previsi.ones. Ea nuestros m~vimientos mundo e¡cterno, no qucdal'á n.tv,gun vesug10 del proce,¡o anu!3do ..En
corporales y mediante ellos efectuamos l.s trtlJ'lsid6n de nuestra durée este sentido las acciones solo mentales son revocables. La e1ecue16n,
c ial o cósmico_., y nuestras occiones e feéuti9as par,cicipan
al tiempo cs.p~_ en cambio ;s irrcvoe•ble. Mi obra ha modificado el mundo externo.
de ambos. En la simultaneidad experimentamos la acción ejeeutiw A ló sumC:, pueQo restaus:ai:- la sit,L1nción inicial C'Qn roe<lidas opuestas
com,o una se;rie de sucesos en el ti_err,po exterior. v en eJ interior a las anteriores, pero no puado desbacet lo que he hecho. Esta es la
unificando ambas dimensiones en un solo flu jo qoe ·s erá deno~nad~ razón por la cual, desde el r,unto d.e vista !~al Y t~or-al, .soy rtspon-
el presente vívido. Por consiguiente, el preseore vivídó se ori¡¡lnn en sablc de mis acciones, pero no de 1n1s pcosanu~.tos. :Camb1.én por esto
una intetsecc.i6n de la dt,ré.e y el tiempo cósmko. tC(líJO la liber1a,d de elegí• eru.re varias p0S1b1luhdes sol~!"ent:e e,1
AJ vivit en el presente vivido en sus actos ejecutivos en cu.rso diri- c\lanto a la obra mentalmente proyectada, antes de cumplirla en <;1
gido hacia los objecos y objeti vos que se quieren alcanzar, el sí-.;._ismo mundo externo 0 1 al menos, mientras es cumplida en c:1 presente \l'Ívt~
ejecutante se experimenta con,o otigirl$.dOt de las acciones en curso do y e,itá, por enclc, t0<lavía. s~jeta a moclifi~1cioncs. En lo que res-
Y, P?I' .lo tanto, como U{l sí-mismo total jncliviso. Experimenta sus pecta al pasado, no !,ay postb1hdnd de ele1;a6n . Una vez ooncret•da
mo"1m.lcntos corporales desde adentro; vive eo las experiencias co- mi obra, o al menos parte de clJ·a , he elc¡¡tc:lo de una yez ¡,or todas
rrelacionadas esencl:1lrneoté actuales qt,e son inaccesibles al recuctdo lo que he hecho y debo ahora afrontar las coosecuencU1s. No puedo
y Ja reflexión; su mundo es un .muodo de anticipaciones abi.erras. El elegir lo c¡ue quisiera haber hecbo.
sf,;Jillsmo ejccumote, y $Ola el s{-mismo ejecutante, ex.perimcnta todo H"sta ahora nuestro ari.álisis se h., referido a la estructu.ra temporal
esto tnodo pre.sc11ti -y. al experJmentars·c ct>oo.o el auto.r de esta cjc- de la acción - y como corolario, de la estructu.t• temporal del sí·
c:uci6n en cutSO, se realizá como unidad. mism<>- dentro del flujo de conciencia aisfai:lo del .individuo, COIJ.>O
Pero si el sf-mlsmo, en u,oa actitud refle.xíva se vuclve bacia los actos si el bomb.r e alertn en la nctitud n,,tncal pudiera ser
coneebiilo como
ejecutivos efectuados y los eontem¡,IJJ modo' praeterito esra unidad se
lO V4o•c G.orgc H. Mead,. Mi>ul, Sd/ •!Jd Society, J'. Chiéll&<>, l9J1, ¡10¡¡,.
!'Qm¡,e. El sf.mísmo que efectuó los actos pasados ya no es el sí-mismo 17J..7,, 1%.98, 20}; •Thc '3en';"i• of ohe,Self•, ~,represo ~ The rbilMOp!>7
'?tal indiviso, sin? un sí-mis'?'º parcial, el que efecnla esté aoto pru:- o/- rb4 Pre:rent~ Chicngo. l.9.32, pt13s. 1.76-95, t$p, pagS. 1.84 Y si:gs.; «\~ Mt Socl4',I
ttcular que, se tcfiere a un sistema de acros correlaciooados al cual Úbj~ b4D1St .Psydlology Prci.up~e.'?», Jour,ud of Pbtlo1oph:9, vol. v1n. 19l0,
pettco~':c. Este -sí~m.ismo parcial es simplemente el que adop~d utt _rol P.68• 174-80· «Ths Social Sel!», Journal o/ Pb,/.osopby, vol X. 19H, r~.
o -U't:Uizando, con todas las reservas nec~atias, un término bastante
.374-So. V~s~ i»mblén d ~ciente libm sobre: Jvfcad de .t\lfr<;<f Staffora Cloy-
ton, l!;mf!f'g_cht MinJ and l:ducdtiOlt,_ Nuc.va York, 1943, P.ª-~ · 136,41,. esp.
equívoco que James y Mead han introducido en la literatura sobre el p:1g. 137. Sin dudtt, es un mérito de lvtcad hiibcc comp.::e.ndl.do las relac:l,O~
tema- un Mi (Me). eotte a.cto ~í-mj:sll)O memurLi tic111qo y tt:alh-.lti.d. Por :supuesto, Ul f)M!a6o
No_¡,odemos entrar aquf en un e>eamen det.allodo de l•s clifíciles foipli- qu_e se t:xi,onc en es~c ardcu.lo' no e:s eoncilfoblt:: oon la t~r.fo dc .Mend liebre
cl odge:o r~,c;ial d~t st~n1Í$mO 1\i con áH oo~ducti.isulO (m~cndo), qoe lo lleva
cacrones de esta cuestión, lo cual exigirfu exponer y criticar el in-rento o intctt>tet1l.1' todos tos ftnó.ol<!llos 11-c0c1onudod i:n. teonwos de:. ~ tímulo Y
de "bordar estos problemas, bastante incqmpleto e inconsistente., de c~plJí!'$C:t. Ray u1ue~r1 más ver.dad en cl fan1000 e3pt·ruJp J: de ~il}tn-!" ]llmes.,
que es autor G. ;H. Mea(!. Nos limic:1remos a seo,tlar 1" disti11dón que Prinl;i{lles of P)-yd-JQÚ)lt.Y~ cu d que: .no solo pueJe biúlatse lo dl!J,n~ entr.t
M~ad establece cntte la t~talié!ad del síamismo actuante, ~¡ que deoo- el Ml (Me) y el yo ·( T), .sioo hunb~ ~11 rdct:t::0.~ia a los movumenJos COI'\
mma. d «Yo,., y los sí-JDJsmos parciales de los actos efectundos, los ponalc:¡$. In rncmoda y el aenúdo ad. l«®flO.

204 2()5
separado de sus setnejW1tes. Esta absrracci6n fictici~ fue hecha, por pensnmíento en etapa.s r.nientras habla, eJ. ~omunicado~ ao solo expe..
1

supuesto, con el solo 6n de ad•rar In exposición de los problemas cimento lo que .realn1ente clice; un complicado ~ecanLSmo ~e ~en..
involucrados. Debemos p;,.sar ahota a la estruc,uxa social dd mundo cioocs y ~ticl;p,iciones vincuí:1 dentrC! de ese {luJo de con~tenc1a u.o
del ejecutar. elemento de su lenguaje con el illltetlor y con el q u_e_ le Sigue, para
U gar a la uoidad del pensamiento que d~ca trru¡SJDJ~r. Tocl\U est~s
e~eri~citlS pertenecen a su ticmJ;'O interior. Y eg1ste~, por ~ri:o
lado los sucesos de su hablax, provocados por él en el "!Cmpo cspa-
5. La estruct·u ra sodat del mmido de la vida c-otidiana .a:i;; do del mundo externo. En pocas palabras, el comurucador expe-
dme!tn cJ p.r oceso en curso de In comuoicacióo como una ejec:uc1ó11
~orno ya dijimos, el mundo de la vida cotidiaoa en el cual hemos na- en su presente vívido. b" • · •
c1dq es dewc el comJeozo un mundo intersubjetlvo. Esto implica, por
y por nü parte -yo, el oyente, e·.g_periment:o ta-';11 1é.n mis ac.caon~.s 1n-
tei:pretativas como sucesos de m1 pxcscnte vív1do, a.u.oque es~ tnttf•
un lado, que este mwwo no CS mfo p,:h¡ado SÍJ\O com6.n a tocios nos- retaci6n no es una ejecución sino oolo una cfctt·une16n, seg1,1n nue~-
otros; y por el ot.to, que en él exist.en semejantes con quienes roe
iras definiciones. Por urut parte, experimento los_ sucesos ~<;! hablar
vlnculan muchas relaciones sociales. No solo actúo sobre cosas inaní- del Otro en el tie.m po cxtetiot; por ]n otra! ~~rJnlenco m1 totcrpre-
m:1das. sioo también sobre mis sc:mejru).tes; ellos n1e inducen a actuar
taci.ón como uo;.1 serie de tt~e.nciones y ~.ot1<:1pa.c:aon,e~ guc sC-~ucedc.o
X yo los induzco a reaccionar. Sin entrax aquí en w1a discusión dettt-
en mi a.iempo interior, entrelazadas por ~¡ropostto ele co1t1pren-
Uada de Ja estructura y constlrucióo de Ja relación social, podemos
der cl pensamicoto ele! Otro como una unida . . .
mencionar a t!tUJo de ejemplo una de las muchas formas en que mis
Observemos abar• que lo que sucede ~n el mundo externo - el ~·-
actos efectuados _pueden motivar al OttQ .a- rcacciona.J.", y- vicevetsa. curso del cóo"lt,tnjcado.r- e.s , 1n.icnrra.s ttebe Jugar. un c~emcn(o to.mu~
'.eínprendo mi interrogatorio del Otro, por ejemplo, con la Jntcnción
de provocar ~u respuesta., y esrtt es motivad:t por mi pregunta. Este:
a su presente vívido y al mío, que, por lo tanto, son sumilróoe_os. !-f•
es w,o de los muchos tipos de ,acciones sociales,. . .Es el tipo en cl ('a.rtícipaci6n simoJt~nea en e l proceso CJ;l c!-"'so ~le Je cc;,muruc¡1crón
del Otro establece, por c,¡¡de, una nueva dimensión temporal. E! y
cual los motivos «para» de mi acción se convlcrten en los- motivos yo nosotros, torupa.rtimos n:ü entras ducn el pr~ceso un ptc:sCD;tc v1\•t~
~porque• de la reacción del copartícipe.*
co~d.n, ;,uestro presente vívido, que Je _permite y m~ pcrmtte de~JJ':
( ~ acciones sociales SUJ?Onen comunicación, y tóda com\Jnícaci6n se
basa ~ec
. esar.iam_c ntc en ¡ictos ejecutivos para corounica.rme con Otros,
«Nosotros expe.ri.cnentamc;,s este suceso ¡untos».. 1':led1ante la relaCJón
Nosotros as! establecida, ambos -él, que se cfü,~e ;' ,mi, y yo, que
) d ebo llevu a cabo ocros' rn•niliesros en cl mundo externo goe se lo escuch<>-- estamos vi\llendo en nuestro pr.es~nte vi:v1do mutuo, di·
suponen interpretados por los Ofros como signas de lo que goüero
rígidos buda el peostunieoto que debe ser realozado ea cl pr9ceso de
o:ansmitir. l.os gestos, el lenguaje, la escritura, etc., se ba_san en movi..
comuoicaclóQ y por él. Envejecem9s 1untos. .
mientos corpora!,:s. Hasta aqw /• interpretación conductista de la
comunicaci6n está justificada. Se equivoca nl Mentlficar el vehículo
Hasta ahora, nuestro análisis ele la com1micaci6n en el Jl(CSente ~ivodo
de la relaci6n Nosotros hn estado limitado a la .P':fSP,CctLVa de .t,empo
de la comunicación, o sea, eJ neto ejecutivo, con el significado co-
municado. en cuestkfo. Debcmc;,s examinar ahora las funciones es~ca~ de
los movimientos corporales del Otio con~o campo cxprcs1v? ab1crw
Examinamos e.l mecanismo d e la co¡nuníc;ación desde el punto de \
rvista del intérpt-c-t.e. Puedo hallar como dado a mi interpreraci6n el a Jn interpretación, e n su catáct!'; de signos dd pCDsa1D1ento del
1 tesultaclp, ya termin•do de Jps actos de comunícaci6n del Otro, o Orro. Es evide1He que la c.ue.os,on de est~ campo, aun11.ue h! co-
muriicaci6o se produ7.C:l en el presente v(v1do, P':'ede V!tl~r «obres
l poedo ~tende_r simulrifoeamen1e_aJ proce$0 en. curso de sus acciones tt'lanera, y alcanzará el rnáxi.mo si. CD.tLc )os co_partfCJpes ~ste ~o so~o
(ge comunicación á medidJt que oenen Jugar. Se da e l pdruer caso, pot com~idad de tiempo, sino trunb,én de e~~ac,o¡ vale dccu,, en el éaso
ejemplo, si tengo que interprctru- un letrero colocado por el Otro
de lo que los sociólogos UattllUl una rel~c,on t-ara • cara.
o un inst(umentQ elaborado por él. Rige la segunda relación si es-
Pnra aclarar esto, volvamos 4 nuestro e¡cm~,lo dd orador Y e! oye?te,
rucho luiblat a mi cop,,ttfcipe. ( Hay muchas variaciones de estos tipos y analicemc¡s los elementos lntc.rprctábles mclu,dos ~~ •a.1 .5,tuacr6n.
básicos, como leer una carta del Otro de manera casi simuJ tánea con
Tenernos prime.to las palabras pronunc!adas con el s,g!"ficado que
el ptoceso de comu1úcaci611 <:n curso. ) Aq11el construye el pensrunien-
tienen seg6n el diecionacio y la gTamíÍUca en el lengua1c empl<:'ld?,
to que · quiere trMsmitirme paso .a paso, agre¡¡ando nna palabra • adem&s de l~s orfos adic1on•lcs que reciben cid coatcxl~ del leng~rn¡c
otra, una o...,ci6n a otra y 11n párrafo al siguiente. Mientras lo ·hace, y las coonotacioaes qué se ocigin~ en. loo cl.tcunstáOCJ,as ,espectaJe,¡
mis acciones de interpretación siguen sus acciones de con1unic-acióa
del a<ador. Tc,n emos, además, la infl=ón de la voi d~I o_rador, _su
o.l mismo .citmo. Ambos, yo y el Otro, experiinentiunos el proceso expresión facial, los gestos que hllCC· aJ hahlur, ere. En cuc"!'~tanc10;
en curso de -la comunicación en uo presc¡ue v1vido. l\..ttkulando su norm,Jes, lo único proyectado pot el orador es la uanwmón dd
• V6tse .ta. clecxi.ó.n entre diversos Pl'QY.~~os de- occión•, p~, 87 y sig. pepsnmicuto mediante palabras adec~rn_d:1roente cleg¡dM, JQ c:i,ol, pp~
(N. de M , N•Janson. ) el'lde, constituye, según nuestra de.f1futJÓ01 unu «e¡ecuct6n•. .Desde.

206 207
el puoto d~ vista del orndo.r, los OtJ:os elementos del campo ii>terpte-
1:ablc oo están planificados; por. consi¡¡uí~nte no son, a lo sumo más pco¡,ia ele moverse en urut jugac!.I directa o en una jug~da ~•·
gucan(e.
é¡ue meró coniport~miento (me.r o. ha~r) o inclu$0 meros reflejos , y
Existe•l además fas divets•s f:o=s de superposición e inceq,eaetta•
poi: ello son., eseoCJalmenre, expcr1cnc1as acrunles c-arentes de sentido
ción de estas distintas perspectivas, ,su poesra en ma..rch:l y s~ aban,.
subjetivo. S.in cmbaqw, son rnmbién elem<tntos iotegrnntes de la
interprct•ci6n del e,astdo de espltiru del Otro por el ovente. Lt co- dono por el pasaje de una a la otra y la t,;ansforma<;i6o do uoa
en otra, y las diierentes maneras de sintetizarlas y combinarlas o
munidad de espacio permite al copartícipe •prehe1\de.t ¡,;s expresiones
aislarlas y desenmaraüarl~s. Mt.íltiples como soo esas diferentes pers-
corporales del Otro no solo como sucesos del mundo externo, sino
pq:tivas de tiempo y sus relaciones muwas. todas ellas se oúgjnan en
como factores de) p-roce.so mismo de comunic.ncl.ó n 110.nqlle no se
lUlJl intcrsccci6o de la durée y el tiempo cósmico.
originan en actos cjecud..,os del comunicador. '
No solo cada participanre ~e la telaci6n car~ • ca,ra comparte con el En nuestra vida social y por clfa, dentro de la actitud natural esas
perspectivas soo captarla, co1no iniegrad~s ea Uf!ll sola dimc:vsió~ cor-
ocro no presente vivido. sino que cada uno de ellos con todas las
poral supues~ament~ homogénea, que no solo tbarca a rodas las pe.rs-
manifestaciones de su vida cspontJnea, es también u~ elemeQto del
ambiente del otro; ambos patllcipa.n en un conjunto de experiencias pccuvas de uw:opo mdiv,duales de cuda uno de nosotros d11rnnte su
( C?m~es del mundo .externo, cn,·eJ cual puede11 insertarse los. ne-tos vida a~e.rta, sin? t.:unbié.n. la que es comúo a todos nosotros., y qae
denommamos t1c.0'11.)0 cfv,eo o /it:mpo está!l,/"1:. Es también una in-
· e¡ecrot,vos de c:ualqwem de ellos. Pot -último, en la tcloción cara a
c ara (y solo en ella) puede el co¡;,arrfcipe "er, d si-mismo de su seme- texsección del tü;mpo cósmico .y eJ Liempo intecio.r, aunque so1o de
un aspec10 pecullár de este, a saber, aquel en el cual el homhre lllerta
jante como una totalidad indivisa en un presente vivido. Esto tiene
espec~al (mtx?l,'laneia porque, como ya fue señalado, puedo contemplar ~_pe~f.me.nta tros actos ~jecoi:ivos cotno sucesos de su flujo de con•
CICDCl9. Puesto que el nempo escánd~~ r,artidpa del tiempo c6smko,
mJ propio s1~mismo sola~ente ,nc,do f!r(lefc,rito, y por co11siguieote
es mc~s~ablc por medio de nuestros relojes y ealcndatios. Puesto
solo puedo captar un aspecto parc,al de este mi sl-mismo pasado: á
ml 1Wsu10 como acroaote en un eo.I, CQOlO un Mf. que co10c1de con nuestro sentido interior del tiempo. en el cual ex-
pe.rimcptamos _nuestros a~tos ejecutivos, .si estrunos aleru1~., y solo c:n
Todas las_múl~plcs relncion~s sociales. restantes de:riv•n de la cxpe-
mi caso, ese tiempo gobierna el sistema de nuestJ:os phu:,cs al cunJ
• nencia ongmnru, de la totaltdad dcl si-mismo del Otto en In comu·
some~cmos nm:stros proyecL~s1 oomo los planes de vida, de trabajo y
nidad de tiempo y espacio. CunJquiec @~lisis teórico de la noción de de ocio. Puesto que os conlt10 .a todos nosotro.s, el tiempo estándar
«amhient,;:» ~~ este- "!no de .los Lérmin95 me.nos claros que se ucill- hnce posible una coordi11acjón inte,;subjetiva de los dlforcotes si.stCU),as
zan ~ las CJenctllk sociales del pi:escnte~ Lendtfo que partir de la de planes individuales. ¡\sí, para la actitud natural el tiempo clvico
relaaoa car-a a ca·ra como estructura básica dcl muJido en gut se o est.á_odar es, eo el rnismo sentido, la estructura t~1nporal universal
dc,sartolla fa vicl;i cotidiana.
del mundo fo tersnbjetivq de J<1 vida cotidiruui dentro de la actitud
N o podemos eow1r aquí ea los detalles de la cstmctur a de estas rela- natural, én la c:ual Ju Tierra es su estructura -e spacial uoivet'sal que
ciones <li:riV'adas. Para el problema que enfrenrnmos, es i.mporca.o te abarca los medios espaciales de cada nno ele nosotros. '
qu: ea amguna de _ellns el sf.Jrusmo del Ocro sea accesible al copar-
tfape como una urud.d. El Ocro ap,1rcce m eramente como -si-mismo
parcial, como el ~tillen de estos y •qu;<:]/os actos, que yo no comparto \
en -un presente v1V1do. El presente v1V1do corop•rtido de la relación
Nosotro_s. pres~pone ~a copresencia de los ·COpattfcipes. A cndn tipo
6. Los estratos de la realidad en el mundo
de ~ac16n s_ocW dettv•da )e corresponde un tipo particular de pccs- del e¡ecutar <:Otül'iatJO
pecttva de tiempo que de~1va del presente vivido. Existe un cuasi·
p.resente particular en el que y<Jc interpreto el mero resultado de la En 4, actitud miturlll, Al ~ombte _al_e(ta le interesa principalmente el
com~cad6o del Otro -In cai:ta cscrirn, cl libro jmpres~ sin haber S<.'C tot dd mundo ele su vida cotJclillOll que 01,t<I a su alear.ce y que
paruc,p•do en el proceso e.o w rso de los actos de coinun icacióo. Exis- en el espacio y el tiempo se centra n su aire.Jeda r El lugar que
ten otl"as ~imensiooes . lempor,ales eo 1::ts que estoy vincaJa.ao oon Qcul/a mi cuerpo dentro del_ mundo, mi Aquí acrual. es el p,1.1110 ele
cont~mporancos ~on qwe.nes ~unca me encuentro, () con ptedeccsores P"!o,d u de:;d~"! cual me 01:1eato en el espacio. Es, por a.si decir, el
o suce,;ores; el uempo h1srót1co, en cl cual CIXP"rimento el presente origen de -au s1Stema de coordenadas. Agrúpo los elementos d,e mi
real com_o el resul,.ado de sucesos pasodos; y muchas más. Todas e:stas :ne~o con _respecto o. rn.i cuerpo, según las cat~orfas de derecha e
perspecnvas temporales pueden ser remitidos a un presente vívido : mi 17,;¡wetda, delante y -detrás, "'ttibi, y abajo, cerca y 1cjos, etc. Y de
pr':sente vfvido actual o anterior, o cJ p,:ese.nte vlvldo actual o an~ manera si miJru:, mi Aho~n acta•!. es el origen de tOdas las ~rspectivns
teoor de .i:nis sem<:jan~ ~n _quienes. yo. n mi, -v'ei:, estoy vinculado remporal<.-s por lus cuales orgaruzo los sucesos del. mundo tales como
et~ un ¡,reseutc vivido originario o derivado. Todo esto sucede C ll los las e>tegotfas de anterior y posterior, pasado y futuro si;,,ultaaeidad
difcrcnt':s modos de po!"'n~ialidud o cu:1si-act0,i!idad; cada tipo tiene Y sucesión. erc;éter:p. "
sus propias formas de d1sro.u,uc16n y aumenro temporales y 5tl muncr, Pero dentro de ese esquema básico de orien·taci6n, el mundo del efe-

208 209
cu tar esuí estrueturndo en diversos estratos de realidad . .El gran mb re,,es y de l:lS actitudes de a,eoción. Es evidente que todo c:ste sistema
ríto de Mead 11 es habeJ: analizado In estructuraci6a de la realidad de del «mundo a mi aleance» sufr.e CMnbio. por cualquiera de nús loco-
la cosa Úsies, al menos, ca su relación con la acci6n humana, y en mociones; al dcs¡,lazru: mi cuerpo, cambio d origen de mi sistema de
partic1¡lar con la manipulación conctetn de objetos con fas manos. coordenadas, y ·esto pot sf solo modifica todos los gua;ismos ( coor-
Lo que él !loma el «área manipufato.cia» es lo q«e constituye el nú- deo•das) correspondi.e otes a esté sistéma.
cleo de In realidad. Esta área ioduye aquellos objetos que son viscos y Pode.mas decir que el mundo • mi. ak:mcc actual pe.rtencoe en esencia
manejados, :t diferencia de los objetos distantes, que no pueden sez al dempo pr.cscnte. E l mundo que esti • mi alcance potencfol, sin em-
expezimem:ados por el contacto, pe,o están si1;uados en el campo bargo, mue$tra una esttué1tttR temporal más complicada. Es necesario
vi&ual. Solo las experiencias de cosas ftsicas dentro dd área mani- distinguir al menos d<;>s zona.s de potencialidad. A la primera; que se
pulatotia permite la prueba bási<:a de toda realidad: fa resistenda; .refiere al pasado; pertenece Jo q-uc estuvo antes a mi altance actual
solo ellas definen los que Mcod llama lc;,s «tamaños est~ndar» de y lo guc, según presupongo, pu.ed.; set puesto nuevsme11tc a mi a).
las cosas que aparecen fuera del área mnnipulatoria en his ·deformacio- canee actual (el mrmdo aJ fllc11,1a recuperable). J, o premisa i.n volu-
nes de las ¡,orspectivas 6pticas. cracla se hnsa en Ja., idealizaciones qu.e gobieman todo comportamien-
l;!sta teoda del predominio c;,lcl área máwpul:ttorin converge, por to en la esfera naLural, según las t-uales puedo continuar actuando
cieJ:to, con In tesi• sugerida por este n.rtículo; la de que el mundo como .be actuado hasta ahora y reemprender la .misma ae<:íón en las
de nuestras ejecuclooe.,:, de los movimientos cor¡,orales , de los objetos mismas condiciones. Al coosiderar el papel universal d~ esas idealiza.
qu.e se ro.a.lipu..lan y las cosos que se manejan, y de los hon;abres, cons- cion.e s para la fund:i.menta,ci6n de la Jógica y, ea particular, de J:a
tituye la realidad espectfica de fo vida totldiana. Pru:a nuestro. fines, analítica pura, Husserl las llamas las ldealizaciones del «v as{ sucesi-
sin embargo, 110 tiene impottancia primordial 1n distind6n, fuoda,- vamente• y del «puedo volvec a hucetlo» siendo esta última e l corre.
mental en otros pl,,oos, enu·e objetos e,cperiment•dos por contacto lato subjetivo de la primera.·u Demos un ejemplo: mcdíonte un acto
y objetos distantes. l:'ácfl resultaría demostrar que es," dicotomia se de locomoción ~ali6 de mi alca,ice lo que ao,es era «el mundo a mi
origina c11 l:a básica posición ronduct¡st.o de Mead y su utillzación alcance•. El dcsplaMmiento del origen de mi sistema de coordenadas
acririca del esquema del estímulo y fo rcs¡,uesc,,. A nosotros, en cnm• ha convertido mi mundo a.ntedor e.n el bic, en un mundo situado abo--
bio, nos interesa la actit'1d nanu:al del borobre adulto y alerta, ca la -"'. en el i//k."' Pero con la idealización del «puedo volver. a haceclo»,
vid_n cotidfaua. 1,::1 dispone. s ie,mpr~ de ,~n acervo ele el<l)Ctien~i~s. an• presupongo qµe puedo retransformar el actual illic en un nuevo hic.
tenore,; entré eUá<, In. noción de clistaocta como tal y de Ja pos,b,l,dad Ségún esta icleal i'zación el mundo a mi alcal)ce en el pasado tiene la
de: superat la distancia por actos ejccutivOS-,. o sea, locomociones. Eo caracter.f.stiett ele que puede ser puesto nuevamente ::i ml alcance.
la actitud natural, 1a percepción 9isual del objeto distante implica, por Ast, pOr ejemplo, mi área manipufatoda pasada sigue funcionando en
lo tanto, la antíc.ipación de que el objeto dJs<~nte puede entrar en mi presente como un área monípulatotia potencial a la manera de
contacto con nosotros mediante Ja locomoció1l, en cuyo caso la pers,. illic y riene aboru d oatáctér de una posibilidad especifica de restau-
¡,ectiva deformada de los objetos desaparecerá y se reestablecerán sus ración.• ·
~tan1años estándar». Esta anticipación, como cualguie.r otra, puede so- As! como es<$ pti.merá 7..0nn de potencialidad C$M relacionada con eJ
portar o no la prueba de la experiencia real. Su refutación por la pasado, as{ trunblén la segw,da se basa ett 8Dticipac(ones de} fotu.O,
cxpetienci• significaría que e.l objeto distan te eo consideración no Dentro de mi alcance, potencia.! está también el mundo que no está
pertenece n mi mundo dd ejet-utat. Un oiño puede c¡uercr tocar las ni~~ estado nunca a 1!11 alcance, pero que es asequible por la ideali-
estrellas. Para el hombre adulto en la actitud natural, ellas so.n puntos 2!oón_d.el «y ll$Í sucesivamep te• ( el mtJndo al <t{cu11ce nsequible). El
brillantes fucto de su esfera cjecotlva, y esto es verdad aunque utilícc e¡en:,plo más importante de e,;ta segunda zona de potencialidad es el
su posición como n,edi.o para orientarse. mundo al alcanée de mi semejante contemporáneo. Por ejemplo, ~U
Por consigo:ientc, sugcrim,o s para nuestros fines denominar mundo a área manipuJat.orh• no coioc.idc con la mía, al menos de manera total ,1..•
su alcance ( worltf withi11 his r~ach) al estrato del muo.d o d<;I ejem,tar porque pru:a él no es sino un áre:1 man¡pulo torio al modo del hic, pero
que el individuo experimenta corno u úclco de su realidad. Este muodo para m1 lo es al modo del iltic. Sin cinbargo, es mi área OlániJ¡>ul.a-
suyo incluye no solo el área roan,ipu.latoria de Mead, sino también totia posible la que sería mi -área manipulatorla actual si yo estuviera
c(,sns que esron fuera del alcance de:. su vista y Je, su o!do, y además,
DO solo eJ ámbito del IDWJdO abierto a SU' ejecutar actual, SlJlO también U For111afe un4 trann.~denlole logik, I. J{a)Je, 1929. sec. 74, l,)óg', 167.
las zonas adyacentes abi.ewis a su ejetutar potencial. Por supues;o, 13 En la t.ctmi.oologfu nos aten-tatos a la cmpl~ por Hus&etl en i.u!'. JHP.Ji-
estos árobltOS oo ti.en.en Ir,;,nwtas rlgiilas; tienen sus halos v sus hori· ,3
ldtit)n.r Cart61ienn11s.l• ;pat:1, 1935, sc:c. y -aí&15. ..
" Véa.,c <UI fenon,enplog!u y las ciencias $X.la!~•, pt{g. 1.} \ y s.is .. y «l..n
zontes abiertos, y estos .s e hallan .rojetos a modificaciones de los inte- ~r,fa iatu:éooa dd ••a1rcrcg0••,., P,;Íg, .191 y sig. ( N. ál: .M. NatallSQ#,)
14 En la n:ütclón at.01 a cua -,y csftt es ocn pc:1.-uliori~ad ,te cs.r.a cd,ición
n Tb, 'f?bíloso¡,hy of th• Present, op. cil., p:íg. 124 y ,igs.; The Phi/osopby ~ fundamental- el a,undo a mi aJe3nce y el que c:51á ,,J ,1.fcrulc:~ Je mi
~ sig;s., t:Sl y •igs., 1~92, 196-?7,
·of t~< /le!, O,iC4go, 1'}38, p.tgs. 103-06, 121 a.soc:iado :Je intcrliCC.tan, y hay por lo mc:uos wi s«tot qu~ C!itá .u nu.c:S-0:'0 ul~
282~. . ctncc común. ·

;no 211
en su ]ugac y, en vcrdncl. ~ convcctixá en actual mediante Jocomocio- 7. El mwulo del ejecntar como realidad e-mi-,u:nte;
ilcs .apropiadas.-i,s
Lo que hcroos a6rm,ido con respecto al :ltea manipuL11·orin del se- la amiedad fundamental; la «epojé» de /a actit1Ul ~,atmral
mejante contempoJ'áoeo tie1)e también validez en gei)ernl pata cl
mondo que est:I al alean.ce de usted, de ellos, de alguien. Esto incluye, El mundo del ejecutaJ: en ·su conjunta sobresale con respecto a los
no solo o! muodo que c,1:á dentro dcl alcance actual del Otro. sino muébos otros subuniversos de la rc•lidad. Es el mundo de las cosas
también los mundos que se bollan dentro de sú alcance rccu~rable fískas, incluyendo mi cuerpo; es el ~rnbito de mis locomociones y
o asequible, y la i:owidad del sistema así ecrendldo a todos los cs- operaciones cor¡,9.rales; ofrece resistencias que cxii¡en un esl;uerzo para
uatqs diferentes d.,J mundo socio! mu'l5tra todas los matices que se -SUpera..rlas; me plantea tareas., me P,Crmitc lleva.r a caho mis planes y
origiruul en las pcrspectivns de la socialidad, como lo. intim.i dad y la tener éxito o fracasa-1: en mi intento de ali;anzar !llis prop6sit0s. Me·
aoonimia, la ajeuidad y la famillar.idad, la prt>ximidad y las distancias d.iantc: mis actos ejecutivos. me inserto en el mund_ o cl{t:erno y lo
sociales, etc., que $1)biemao mts relaci91les con a~ociados, contempo- modifico; y estos cambios, auoq11e-prav0atdos por ml ejecutar, pueden
ráneos, predecesa¡:es y sucesores. No podemos al:,ordo.r aq"t todos ser cxperlmeomdos y puesto., a prueba por nú mismo y por 01:J:os,
':"tos problemas. Pam nuestros.. fines, bast<i c.o n ~e&lar que la tota- como sucesos de este mundo, con Independencia de los actos eje~u-
lidad del mundo social es un mundo dentro de mi olcance asequible, tiv9s mios en las que se originan. Comparto este mundo y sus obje-
que tieo.e sus posibilidades especifica$ de ser <tlcan7~<do. tOS con Otros; tengo fines y medios en común con Otros; actúo con
Sill emb•x.ga, 'las posibi)idades especificas de recuperación y asequlbili- ellos en múltiples actos y relaciones sociales, cootro\aodo a los Otros
dad pecul,a•es de la pruxiera y la segunda zono de potencialidad res- y siendo <:0nuolada por ellos. Y cl mundo <lel ejeeutac es 1~ re•tidnd
pectivamente, DO SUD c,n modo alguno Jgualcs. Eo cuanto 8 !a primera dentro de .la cual se hacen efocti~as la comunicnclón y el juego de
debcmos coosidcrru: que lo que es ahora pru:a mí un., mera posibilidad las motivaciones mutuas. Po.r Jo tnrito~ es posible experi_mentar, en
de alcance rec;uperable fue previamente experiment:tdo por -mi como ambos esqueroJIS de ~etencfa, la causalidad de los motivos y la teleo-
mi a.lCS?ce actual Mis anteriotcs actos ejecutivos efectuados, y hasta logía de los propósitos.
las acctoocs qµe en el pasado so.lamente proyecté, pertepecjan al Como ya dijimos, este mundo es para nuestra actitud natural, en
mundo entonces a mi alcance. 'Por 01ro lado, se J:claciortw, co11 mi primct lugar, no un objeto de nuestro pensamiento, si.no un campo
actl.lB'l estado mental, que es como es po,:que la .realidad ahora pas<icb de dominaci6o. Tenemos en él un interés cmine11temente práctico,
fue antes una realidad presente. La 1-cactualización anticipada' posible causado por la necesidad de satisfacer los requerimientos básicos de
dcl mundo antes a mi alcance se ba~a, por lo _tanto~ e.o repmd,ucciooes nuestra vida. Pero no estamos igualmente interesados ett todos las
y retenciones de mis experiencias de rcali.zadóo pasadas. Por con- estratos del mundo del ejecuta,. La función selectiva de nuestro
siguiente, fa posibilidad de recupetru: el anterior alcance actual es interé,¡ organiza el mundo en ambos aspectos -el es1;>acial y el tem-
máxima. poral- en estratos de signilicatividad vadoble. Pel mundo que está
La 6egunda zona de potencialidad se refiere anticipatori•mcntc a mis a ml alcance actual o potencial, .elijo como primordialmente impor-
futuros estados mentales. No está vinculada con mis experiencias ianres aquéllos objetos que son acnu,lme.nte o ser¡ÍD. en el futuro
pasadas, salvo en cuanto sus anticipac;i.o nes (romo todas las antici- fines o roe.dios posibles Pªl'1\ la realización de mis proyectos, o que
paciones) se orlginso en eJ acervo ac~Dalmen~e a mano de mis cx- sao o 5eNJl peligrosos, o d.isfrutables, o significativas para mí de cual, \
perie[ICia.s pasadas y debe se~ ~ompatible con él. Estas e:<perie.néias me quier otra maoeto. Constantemente trato -de prevet las r<>percusiones
pet1rutcn e,raluar la probabilidad de llc,rar a cabo ous planes y de Iutw:as que puedo esperar de \:-<OS objetos y de las cambios futuros
estiro1lc u1is podet.es. Es evider1te qu:c esta segunda zona no es en que provoc,u:á mJ ejecutar proyectado acere• de ellos.
absoluto ':om,<:1sénea, sino q°:e e.,tá subdhridldn en s<>ctores de dife- Aclaremos qué es lo que en este conte><to debe entenderse por «sig-
rentes posibilidades de aseqwbllidnd. Estas posibilidades disminuven nificativido.des»- En la actitud natu«u, por ejemplo, me in1eresan
en proporción. 11 fa crccien(e d.istancia espacial, temporal y ,social ·del sobi:emMeta los cesultados de mi .acción, y en p:u:tic:ulat fo cuesúón de
secto~ J'l!Specnvo con reloc,óu al centro 11ctual de mi mundo d,:I eje- «aber si mis anticipaciones tesistirán la l?ruebg de la &CAiidad. Como
cutar.. Cuanto mayor es la distancia, tanto más inciertas son mis hemos visto, todas las anticipaci.o nes y planes se refietet1 a cxpc,
anticipaciones de la actualidad asequible, hasta llegar a ser total.me.n1e rienda,: p,:cvias ahora disponibles, que me permiten pesar mis proba-
vaclas e ir.re:illzables. bilidades.
Sin embargo, con esto no todo quccló dicho. Una cosa es lo q11e e.toy
pre-vieodo, y otra es por qué p1;eveo ciertos succso.s. Una cosa es
lo que puede sucedct en ci.er-td..S condiciones y clr<.--unstancias, y otr:1.
por qué me intetcsan esos sucesos y por qué debo esperat apasionada-
~ GeotKI' H . Mead, , en "' c~•ayo «Tbe Objective Reo!ity of Pcrspcétives•, mente d rcsultlldo de mis pro.focfos. Solo a la primera parte de esta
J"?~P.~ en Th_e Phflo1opby o/ the Pr~s~_t (ol'. cit.) llega II una OQnclusJó.n
smúló.r. cLa reahdo4 pn,m:n,e e, una posibilidad• .Es lo que serlo si bublér,amC< dicatom(a se respo¡,de rel;~ién¡:lose ~I acervo de experiencia a n¡ano
es<~do llill, en hlgar de esm óquú (pifg. 17)) . romo ~ t o de experiencia., anteriores. La 6egunda parte de estas

212 213
dicotomías se .teflerc al sistema de signifü::•tiviclades por el cual se
guia en la vid" cotidiana d homb~c: e!" a.c~ltU~ nam™.
n. Las realidades múlt:iplcs y su constitución
No ¡,odemOl' exponer aquí todns las 1m1,hcac1oncs dd problema de
Is slgni6cntividnd, uno ele cuy:ós aspectos acabnmos ? o tozar; ~ Al conüenzo de este articulo bicímos rcfacncia a Je teod;i de Willinm
James acerca de los múltiples subuniversos, cada uno de los éuales
pocas palabros, lo que queremos destacar ~s que t?<!o d s1sten:ia de SJll·
puede ser concebido como una realicL,d peculiar mientras ,se atlcndc a
olficativldades que i;,os gobierna dcntr<J de lo • ctitud r,a~urJiJ s e ~ ·
ellos. El mismo J•mes ha seiia)ado que cada uno de osos subun.iversos
en la experiencia básica de c,ida uno de oos_o tros: s~. que mo°:é
y temo morir. ~ugccimos llilIDttt a esto exper1cnc.1a bast~ ln an.ne,. tiene su estílo ~:f e existencia especial y separado; gue con respecto a
cada uno de esos sobun.i:ve.1·sos «toda·s las pt'Qposicionés. tanto atri.
dad fundame11tal, la anticipación primordial de la cual deJ:1va':' todas
hutivas como c:xisteociofos, son creídas por el hecho mismo de ser
1;,s ouas. De la ansiedad fundamental surgen los nwch~$ s•s!""'ªs conc;ebidas,. a menos que choquen con otras proposiciones qae son
inte17<!laa.ionados d.c cspern.nzns .Y temores, d~.seos y .sntisfaccrones) crcfdas a1 mismo tiempo, afit..o1ándose que su~ rérmioos son los mis-
prob:lbilid,,des . y desgas que incm,n al hombre en actttud natural .• mos mu, l0¡¡ de esas otras proposicio,oes» ;13 qae toda la c,li.s tincióll
tratar de dominar el mw1do, " supet<U: obstáculos, • esbotor Y cu,;npUr e,,ere· Jo real y lo irreal se basa en dos l;,cchos mentales, «primi,to,
proyectos. que propcmdemos • pensar de manera diferente acetco de lo mismo: y
Peto Ja ansiedad fundamental mislnn es solo un. correla~o de nuestra
segundo, qu,e , cuando lo hemos hecho, podemos clegit u gué modo
existenci:i como seres humanos denttO de la realidad eminente (para-
mollllt reaiity) de ln vida oti~; por lo tanto, las ,e speranzas Y de pensru: rtdbcriremos y cuál descattatemos» .. l>or ello.J ames h_abl? de
7
temQres~ asi como sus s-.1usf:acc,ones y descnga:fios correlot1'1os,. se
un «sentido de la reil.lidad» que puede ser mvesttgado en recm,nos
de ana psicologr. de la creencia y )¡¡ incredulidad.
basno en el mundo del ejecatnr y solo son posibles
1
dentro de é l. Son A fin de liberar de su encuadte psicologista esta importante idea,
elementos esenciales- de su realid~ci. peto 00 se _refiete:n n nu~stra
c,eenda en· ella. Por el contrario, es Clltncterfstico ~e la actitud natural prefe.rimos hablnr, no de subunivetsos múltiple.• de la realld"c;I, sino
de ámbttru finitos de scn;idó, en cada u¡¡o de.los cuales podemos C!O·
que coosidccc ptesupuescos el mundo y sns . ob¡ctos hasta 9ue se locar el ucento de realidad. B.,,,blamos de ámbitos de smtido y no de
estab1czca una pwcba en contrn~io. En .la medida e,o que ~oc~qon el
.subuoivc:rsos, porque lo que wostltuye la realidad es <;l sentido de
esquem.a establecido de rcforenci.a-, el sJSteroa (le las e:'penenctas ga- nuestras é><periencias, y no 1n escn,etura onto.16gic11 de los objetos!•
ranl17,ad•s dé nosotros y de otea~ pe~sonas, e~ 1~ medida en que_las P<>r consigoiemc:, denominamos ómb!tolioito de sentido 11. on deter·
accior;ies y opemciooes cfecwadas ~ªJ~ su gma ~deo los resultados minado conjunto de nuestras cxpcciencins si todas cllas muestren un
anhelados, con.Eiamos en esos exper¡.cncms. No nos. tnteresa comp1obar
estilo i:ognoscitfvo especifico y son --cof' respcct.o a este estil<>-,
si este mundo realmente rnste o si sólo es uo sistema cohetente de no solo coherentes en s1 mJsoias, sino también compatibles unas con
apariencias con1patiblcs unas con otras. No tenemos ninguna rnz6n
ot:L"1ls. La restricción stcbrayada es importánte porque las incoberencias
para dUdttr de nuestras e):periencias garantizadas, que, según, a~os,
e incompatibilidades de algrmas expe,riencins, todas !ns cuales com,
nos o&occ.n las cosas como .realmente son. }lace ,falte una. motiva..
parten. el mis1no estií.o cognoscitivo, n.o implican ne~sariomente re-
ciQn especiar, utl como fa irru~~n ?c.
una CXJ;,le.r1e:r:1cu1 ~aJcna• oo tirar d acento de realidad del res¡;,ectlvo ámbito de sentido como
incorporable al a~o de <:onocimte?'º a mano. o compatible con 8 totalidad, sioo solamente lnvalidar determinada expetiencfa o expo-
para hacemos rev.tsar nuestras anteriores o-ce.ncu,s.
riencias den/ro ele ese ámbito. Pero, ¿qué debe entenderse por lus
La fenomcnologfo nos h~ ense6ado el concept~ de e¡>ojé fe?omeno- cxptesioncs (llCStilQ cognoscitivo e·s peclfico• y «acento .de. reslida(I»?
16gica, o sea, la sospens160 de .nuestra "':cencm en Ju reulidad . dd Como ejemplo, volvamos a exe n.l.inar el muado de la vida coticLlana
mundo como recurso para sope.ar fo •cntud naturnl ra~1callzaodo
el método cartesiano <le Is. duda fi)Qs6fica.1• Puede aventurarse la
tal como Jo hemos def.mido y anali,¡eado en ta seccióo anterior. Este
>'Ugetencia de que el hombre en actitu~ n.atural utiliza tnmbifo _una
.mundo, es., ppr ciesi;"tO, Un «s-ubunive.i:so:,, () un •..ímbit() firú LO de SCD·
tido» entre muchos otros aunque se destaca como ccaJidncl eq1loen.
t;¡x,j<J e,ipec:ffica, por supuesto, muy distJ.nta de la que emplea el 1

te o supi.:emaJ por lns razone:; mencionadas: en L1. sección enteríot.


fenomenólogo. No suspende la areencia en el mund? ext~O Y sus ltec,,pltulando las caracte.ásticas háskas qu~ constitUyeo sa estllo
objecos; por el coatrotlo, suspeod,: 11\ duda en •.o ex:,s ten.c,a. Lo. qu~ c:ognoscitivo -e speclfico, compi:obamos que son:
coloca cnue paréntesis es In duda de qae el m11ndo y sus ob¡et~s
puedan ser diferentes de lo que se 1c aparecen. Proponemos denomJ·
nar a esta epojé, la e¡x,id de la act#i,d natural.LT Spicgelbere, critcrim de: .realidad ron los .fc:u6mcnos ú&- dispósiciónt penisten-
tia1 pcd(eriu ~ptual, lúnites en to, objetos ooocreroa. inde~ndepcia, rcsis·
lcnc;io. y 11.COctdó, ,
16 V~ M.arvia Farber, The Foundatlon . .. , op, cit.1 pág. ,526 Y ·i.i9. h 18 WUHam ]o.tneSt o p. cit. vot ,t I J}iig. 290.
17 Aunque el pu.ntxr ~ vista . que aquí se sosdcne es diferente en mue <>lf 1.9 Véa,c Husserl, I d~:ilr, Genr:-rul Íntr(),lw:tion la f>11-re Pb<11¡QnJ«n<>log_v,.r.. uad.
a s ~ qUW·cr:n '11,lm•r la atC.Dción: .$Obre."' el muy inter~Qte a,rtíc:ulo -,;The/ _..1 .ingrés por Boyce (;ibson, Ulndtes..Nueva Yockt t9.31, scc. S5. piíg. 168:
Réality-Phénomenoo· alld- Realicy», en Philosophical Es.sqys in . Afe!Jtory o •En cieno ac:ntido y con los dcl)jdos remudo~ ~ el cmplc:9 de J:ti .P-alaqr,as,
Ednt1111d Hiuttrl (op_. dt., l)Jlgs. SH01) do.n<le H~tberc Spiegclqcr"k ir¡""'."'
un anúlisis de la dubirabHid.ad y lo dudoso ooo .respecto o la r.e-.a.lid...d. SeguJl
podc:r.uos. ,ttcir que :odas las 1{1tídt1tks rt'oles .i'oti r1unid11d11s de rlgillfit..·t1Jo'
1
•.

(W bast~1rdiUas son de Jfus1'C'tl.)

214
J.. Una teusión ~ c a de la concienda, o se~, la acdtud alerta,
que ,¡e oñgina en uo• plen" atención a la vida. los asuntos que per_tcnecen a «este- mundo» pQr una desi.nteres.adn- ac-
2. Una ef>Oié especifica, consi.s tente co 5uspeoder la duda. titud ~ontemplatlva,
3. Una forma predominante de CSpQnLAoeid,d, lo ejecución ( espon- Ahora podemos resumir en las tesis siguientes lo que bCl)'los descu-
1;1oeidad p,oyista de senti~o, basada en un proyecto y éáracteri:r.ada bierto:
por 14 mte11c,ón de ptodu= el estado de oosas proyectado mediante
movimientos corporales qt:ie se insertan en c.l mundd externo), 1. Todos cstós mundos - el mundo de los sueños, de las ímágenes
4. Una fomia especifica de cxperimel)tar el propio ·s í,mismo ( el s í- y la fantasía ( sobre todo el mundo dcl arte), el muo.do de la expe-
mismo ejecutante como si-mismo total) . riencia religiosa, cl mur,do de la contemplación cieotlfica, el muodo
5. Una forma especlfica de socialidad ( el inundo lmersubjetivo comíin del juegQ del niño y el mundo de· la .10<.'Uta- son ámbitos finii:os de
de l.a comunicación y la acción social). si.¡¡nificado. Esto quiere decir que: a) todos ellos tienen un estilo
6. Una perspectiva temporal espec(fka ( el tiempo estándar que se <:ogooscirlvo peculia.r: ( aunque no sea d del muodo del ejecui:ar dentro
origina eo una intersección entre 4 duré/! y eJ tiempo cósmico como de la a.c titud natur~); b) todas Lis el!J?etienciM, dentro de cada
estrucl:tll'll temporal universal ~cl mundo intet>'Ubjetivo), uno de estos mundos> SOi'\, en lo q0,e respecta fl. este estilo cogoo.sci-
tivo, coherentes en s1 mismas y compatibles unas con otras (aunque
Estos son, al menos, algunos rasgos del estilo cognoscirivo que co- no comporibles con el significado de la vida cotidiana); é) cada uno
rresponde a este ~mbito particular de sentido. :E1l fo mcclidn c;,n que de esos. ámbitos .finitos de sentido P\lede redb.lr un •cento de realidad
nuestras, experiencias de este mundo - tanto las válidas como Ja.s especifico (aunque no el acento de realidad del mundo del ejecutat).
no válidas- comparten este estilo, podemos considerar este ámbito 2. La coberencia y 1a compatibilidad de experiencias con respecto a su
de sentido como real, poclemQ\I atribuirle ,:1 accoro de realidad. Y en estilo cognoscitivo pecu.LiAr subsiste solamente áentro de los límites
cuanto a fa teal.idad eminente de la vic,la. cotidiana, nosotros, t:n la del á,abito particu)9r de sentido al cual pcrJ.enecen esas experj,encias.
actitlJ.d ntu:i..u:al, nos vemos inducidos a baccrJo J>Ort¡uC- nuest:c-as Lo que es compatible en el ámbito de sentido P, en modo alguno lo
experiencias prácticas prueb30 In unidad y cong,u.e nci• del mundo será también dentro del ámbito de sentido Q. Por cl contrario, vistas
del ejecutar como válido, y la hipótesis de su. realidad como irrefu- desde P, al que se su¡,ooe teal, Q y todas fas expetieoci¡\s que a 61
table. Más aún ; esta realidad parece para nosotros ta realidad oatutal, pertenecen uparecerJan como nlera.meote ficticias, incoherentes e in-
y no estl1.inos dispuestos a abandonar nuestra acrltud hacia ella sin compatibles, y viceversa.
haber e,cpe,;imenta<lo una C(J11111oció11 especilira que nos obligue a 3. Precisamer>te por esto, est,unos outorizados para hablu de ám-
trascender los lim.i tes de este ámbito •finjto• de sentido v t<asladar bitos finitos de sentido. Esta 6.nitud in,,plica que no hay posibilidad
n Otro el acento de realidad. · dé referir uno de eses ámbltós a otro introduciendo una fórmula de
Clat'O es1á que esas experiencias de conmoción me ·suceden con fte. transfori,n:aci6o. La ttansici6n de un.o a _a tto sólo puede ser efectuada
cue.ncia en mi vid~ cotidiana, a cuya reol.-iclad cflas mismas cor-respon· mediante un «MI to•, como lo llama Kierkegaard, que se manifiesta
den. Me muestran que el mundo del ejecutar e n el tiempo estándar en lo expe.i:iencia subjC:tiva de Una conrnoci6n_ *
no es el único ámbito finito de sentido, sino solamente uno cntte 4. Lo que se acaba de llamar uri «saleo» o una «conmoción» J)O es
rnv.chos otros accesibles a mi vida inteocional. más que un• modificación ru,dícal ea la tensión de n1.1estta conciencia,
Hay innuµ,erables tipos de experiencias de conmoción, tantos come basad~ en un.a di(erente pttention iJ l,1 vic.
ámbitos finitos de sentido difcr<:ntes a los c¡ne puedo atribuir el acento 5. Por cllo, al estilo cognosdtÍvo peculiar de cada uno de esto$ dife.
de realidad. Algunos ejemi,los son: la conmoción de quedar dormido, rentes ámbitos de sentido corresponde una tensión especifica de la
como salto al mundo de los sueños; la transformnció11 interior que conciencia y, por consiguie_o te, una epo¡ó esr,edfiC$, una forma p1-e-.
$uf.rito.o s cuando en el team,, sube el telón, como transición a.l mundo dominante de espontaneidad, una forma espetll;ica de experiencia del
del escenario; cl cambio rndiéal en nuesttn actitud cuando peJCmitirnos, sí-mismo, una ÍO.tlXla especlfica de socialidnd y una perspectiva tem-
ante un cuadro, que nuestro campo visual sen limitado por lo qne es~ poral especrf:ica.
dentro do! marco, como paso ol mundo picrórico; ouestra perplejidad, 6. El mundo dcl ejecutar coticlinno es el otquetipo el<> nuestra cxpe.
seguida por el alivio de la risa, cuando al ofr un chiste, estamos por ciencia de la realidad, y todos los demás ámbitos de sentido pueden
un breve lapso disp\lestos a aceptar el mundo ficticio de la broma ser considerados como su.• moclificaciooes. 20
como una realidad, a cuyo rewecto cl muodo de nuestra vid• coti·
diana adquiere el carácter de una tontería; el movimiento del nií'íó * Pau W'I ~ttlCD de l.1 tr11nsidóu, por ef~ro de una ro~¡·6n., de JJ
b~cia su juguete, como tronsidón al mundo del juego, etc. Pero tam-
bién la, expecict1cias religiosas, en todas sus variedades -p.cj .. Kier• Y "'ciod•d•, p,13. '°'
f'CGlitLw c:mloente • <>t.tod ámbitos f.in.ilos de &eoüdo, véase «Simbo.ó, ~11.l.idt1d
y sig,. (N. áe /.f. Nat,nson.)
2Ó Aqu( 500 necesi:tl:i4$ altun111J p111labtaJS de- ,advert"tncÍf.. Ei concepto de ámbilos
kegruird y su experiencia del «in_stante~ como ~alto a la esfera reljgio- fiuito$ de stotido DO supone oihguna couootllci6n cstd:tica, oomo sí dcbtéNl'..00$
sa-, son ejemplos ele tal conmoción , como lo es la d,:ciJ;i6n del degir uuo de! é$WS: ámbitos como hogar donde vivir, de donde pnr.tif o ~t
hombre de dcnda de reemplazar toda pnrricipadóo apasionad,, en c:ual ixuocnar. En modo alguno es us(. En un sqlc:> dta, y hasta en UD4 -00111
ho111, nuestra coocicocla puede pasar
pot' las más d1vct'ia$ tensiones y lldopw.r

216 -217
Serla uó.11 rn;ca lJ:11.eri:,;anle dabora,r un ag,-upruniento sistém,ltico ti.e fil. Los diversos mundos de las fantasfas-
e.s1os 6m_b iros finitos de ~e.nrido seg-ón su principio constitutivo· la
tensión decreciente d.e_ nuestr1:1, conciencia basada en un apactars~ de Bajo este título examiruu:emos algunas caracre.rísticas generales del
nuestra nre.ncióo respe.cto do la vida cotidia.no.. TaJ análisis proba~a estilo cognosd1ivo peculiar a un grupo de ámbitos finitos de s<:ntido,
que, cuanto mils lo. meo te se ap n.l:ta de L, vida, tan Lo mayores son los ninguno de ellos reductible • lqs otros y ·¡,o r los demás, swnameme
estrnt~, del mun~o de[ ejecUtat cotid iano que son paestos en duda; hetecogéneos. Este grupo, al que suele coaooc~e corno el n1undo
la epo¡e de la actitud _natural que suspende l• duda en su existencia de la imaginación o de las fantasfas, abarca entre muchos otros los
es -reemplazada por otras tpoiés que sus~den In créCticia en capas refoos del ensueño, dd iue¡¡o, de la ficción, de los cuentos de bad,,s, de
cada ve-.< mayores de la realidad de la vida cptidiana colocándolas los mitos y de los chistes- B'asta ahora lo filosofía oo ha elaborodo
';Olr~ paiéticesis: En otros palabras, un.a tipoJogfa d.:, los diferentes el problema de la c:oastiu,1cióa especlfi(a de cada uno de esos j noumc·
amb1tos de senado podclo partir de un análisis de esos factores dcl robles ámbitos de ;113estta vida imaginativa. Cada uno de ellos se od·
mu'!do de la vida cotic!Jana a los que se ba retirado el acento de gi,,a en wia moclilicaci6u especifica cxpcrime1uada pór la realidqd
rea.lidad r,orque y• no es tifa en d ceo ~to de nuestro h, 1:eré~ en fo vida. eminente de nuestra vidn cotidiana, porque nu~'tl:tl n1ente, apartán-
Lo que queda foem de los paiéntesis podrla ser definido como los dose en ten$:ioncs decrecientes de conciencia clel mundo del ejecu~a.r
elementos constituyentes del estilo cognoscitivo de axpeciencias co- y sus tareas, rctim de algunas de sus ca¡as .el acento de re,tlid?d para
reenJplazarJo por un contexto de faotilsLnS pte:s-untnn1oote CUDSL·rcalcs.
crcsj,óndicnres •l ámbito de sentido ru.J delimitado, que n <iU vez
puede ent?i\ces lograr ot~o acento- de realidad o --e11 el lenguaje l'ara el ptQblema que nos ocupa, debe basror con un rápido examen
del arquet1pq de toda realic(ad, o sea, el mundo de nuestra vida coti- de Jo que ,ocios estos mundos tienen eo común.
dinna- de cunsl·t~'alidnd. · Al vivir en uno de los divci:sos mondos· de las fanr.,¡s1as, ra no tenemos
Esta última obsérvación revela una c!Jficultad especifica que presentan que dominat el mundo cx.teroo -y supera.e- la tes:.istc.ocia de sus objetos.
Quedamos libres dd motivo pragmático que gobierna nuestra actitud
todo~ los imcriros de escrihis. esas c,.,asi-rea.Jic(ades. Di~ha dJ.Eícultad
cons.,su: en el hecho de qu~ el lengwtje, cualquier leoM••J·e ,~rteoecec natural hacia el muiido de la vida cotidiana, nsí como de In esclavh,1.id
·
como comurucec;to.·' n ;,.en: < " al mundo del ejeortar
· ' ,t;t,oX,·11\1 ' r- '
o -lntersubjctivo del espacio <!it,terobjetivo» y del tiempo estánclar lntorsabjeüvq . Yo
y, por lo ranco 1 se. resjsce obstinadamente a servir como vehículo de no nos vemos confinados denuo de los limites de nuestro alcance
actual, cecupetnblc o posible. Lo que sucede el) el mundo e:,¡:te.rop y.a
sig.oific;idos guc tr:iscienden sus p,opi"s presuposiciones. :&-te hecho
no J)OS impone disyuxitivas en las cu.a[es debamos optar ni pone
conduce a las móltiples f.ormlls de la. comu1:>icocí6n indirecta, algunas
de 1~ cu.ales e nconcrsren1os mis ?delante. La ter-tninologfa cicnúfica, llnúte a nuescros PQSiblcs logr.os. .
por e1emplo, es un recurso especial paca superar dentro de su liml• Sin cmba.tgo, en el mundo de las fan tas!as no hay «logros posibles», si
tado campo, la dificultad esbozada. ' inte.rprétamos esta expresióll como sinónima de «dcctuabl.es». El si-
mismo q1,1e imagina oo _c,úa 1;1j efectúa, en d significado de Jas deEi-
N_o pod!""os ctrob~os •<J.?! en d<:lio~"! una tlpologtn completa niciones previamenic dadas. Lo que se i=gína puede ser proyectado
de las dive.tsas realidades. segun los principios e~poest~. En especi•I
nos interesan las ,elaciones entre los ámbitos del mundo de la vida en la medida en que pueda scc- preconcebido e incluido e·n una jerar-
co~dJana y los m?,Ddos de las cicacia$, particul1rmeate ele las ciencias quía de planos. Pero este significado del término ~ptoyect•t~ no es \
sociales y ~u r~al1dad. Pero no podemos tcsolver este ·problema, ron exactamente el mismo con el cual Jo empleamos al ddinir la acción
todas sus imphc:,,c:10nes, en un solo paso. Por ello, procederemos por <Qmo comportru:niento pr,qyectado. .Hablando con rigor, es válido lo
etapas y comenzaremos por confrontar el mundo del ejecutar con dos conuario, vale decir., c;¡:ue la acción p.royect!lda es siempre el acto
ejemplos típicos de oteas ámbitos finitos de sentido: el mundo de las efectuado que fue i1nagiondo, y que lo fue en el tiempo fot1.1~0 pét·
fantosfas y el mundo de los sueños. Basándonos en los resultados fécto . .A.qui rio nos interesa particúlarmente investigar si p ueden, ser
calificadas como «.acción* todas las formas de nuestra vida lmagmati.va,
o_btenidos al ao:,JJza. el estilo cognoscitivo de estos dos &mbitos, inves·
ngarcmos la estructura del m~ndo de la contemplación cientlfica. o solamente algunas, o njnguna, o si el fantasear pertenece de modo
excl'u$ivo a la categotla del metQ pensar. Sin embargo, e~ de ,suma
ítnportancia c<>tnprendec q\.le el fantasear, como tal , en.rece sierol?'.te
de 1u intentlón de realizar la fantasía; eu otras pnlabus, carece del
l'lat intencional• .Recurriendo al !engoaje de fos IJeen•• de Hussetl,
podemos decir c¡.ue todo fantaseu es «_neutral*, no tiene la posicio-
l:ts más dC'Vctt#t- acth:ude" Je atención a .la vida. Además, SI? L :>rcs.ent,.'I d pro--
b ~ de l9s c.eocl,ives», es <lecir, de .regiones que pcrtenoca, n un iSmbH~ de aalidad especifica de la conciencia tW<a.
scoudo cnttrr~do e.n ouo_, problemn que aunque -impo.rtonte no puede .set No obstan ce, debemos distinguir de .manera tajante enu-e cl ÍJ.lllt«sea,
ttalado en e1 mar~ ~e .o,e: artf1.-ulf?,.d cuu.Í se limint. intencionaC,uent.e ol c:¡b'b%0 como manifestación de nuestra vida espontáoc..1. -y lns fanta${a$ ¡,nagi.
de ll.l1ó:s pocqs p1:111ap.1.os de análisis. Par.a dar uo cJemplo de esi:eJ~º de
pt0b1cma.s que dt.:,.aroos de la.do; llado proyectar flcn1ro d'el mundo d e,ccuh'lr 21 Op. dt., p:ii:s-1. 306·12, esp. ·s cc . .ll l.,. en ,p.j;rcicula.c lá tlistind6n cntt'~ htQ•
e,, ~mo hemos v isto, un ~ra,;co, y adciu4:i: t1op.Otlc w, tipo de coptempl6'i611 di~iót,t de. M\irl'4iidad (en ~1 sentida csttic:ro) y .f:1nl'asf11,
tc6nat, aunque oo ottcsattamcnte la de la actitud ciCndfica.

218 2l9
DJ1cias. El actuat puede ser imagioa,d o como uo ,actuar verdadero y san reüUdrtdC$1- sino meras nparien.ci!ls, .cuer.1.s fantas{as. La existenciu
bils,;a como una eieroci6n, segúo el significado de nuestras dcfinkiones dé m~gos y giga ntes, y la transfom1aci60 de estos e,1 molinos de
anter:iore.,; puede ser concebido como referido a un proyecto pre- viento, poi incompatibles que ~e~n con la actitud natural vigente en
conctbido, como poseedor de sus motivos especlficos «para» y «por- el mundo del e jecutar común a Don Quijote, Sancho faaza Y. el
que-• ,* como originado en la elecci6n y la decisi6n y como teniendo baibero, e$ muy compatible coo 13s otras fanusfas cJe Don Qwjotc
un lugar dentro de una jerarquía de planes. Además, puede ser ima.• en su ámbito finito de fantasfas ptivnc;las, donde es tan «teal» corno
ginado como dotado de una intención de co,o¡pli,r el proyecto, de cualquier orra cosa.* Mutatis nt.tf.fandis, podáan efectuarse aoállf$is
llevarlo a cabo, y puede ser fantaseado como inserto en el mundo similores de otras cw1Si-realidades tales oomo cl mundo mágico de los
externo. Todo esto, sin embargo, pertenece a las fantnsías elaboradas hon,bl'es primitivos o el mundo imaginario de los juegos infantiles,
en d acto de imaginar y por medio de 8. Las «efectuaciones• y «ac- etcétera.
tos ejecutivos»_son simplemente im,¡:agfn$.dqi:. fo1no efectuaciones y setos Traduciendo este resultado c:o té.tminos más geoet3les, comprobamos
ejecutivos y ellos y lro; c,,te¡¡orfos correlacionadas llevan «comillas», q<1e lo corrobora el enunciado de Willi.a m James, _según eJ cual «todo
pa~ emplear la e.~resióo ideada por Husserl. Sin c:mba.rgo. el !anta· objeto que no es contradicho, es ipso facto creldo y p0stulado como
sear mismo es necesariamente in·c:ficicnte, y co toda circu.nstancia realidad absoluta». «Si me limito a soñar con un caballo alado, este
queda fuera de las íerarquías de los plaoes y -propósitos que son váli- no iotediete coo alnguo.a otra cosa y no tiene que Se.r. oónttadi.cho.
dos den= de:! muodo del ejecutar. El si-mismo que fantasea no Ese caballo, sus alas y su Jugar, son todos jgualn,ente reales. Ese
~founa. el mundo e><terno. caboHo no e.xistc sino como alado, y además está zealmcnte alll, ya
Pero, ¿c6mo? ¿Acaso Don Quijote no se inserta en el mundo externo que ese lugar sólo exlste como cl lugar de ese cab,tllo y no pt-etend<:
cuandó ataca a los molinos de viento. creyendo que son gigaotes? ¿Lo oioguna conexión coo los otros lugares del IIIUlldo. Pero si con este
que él w,ce no es detemúnad<,> por motivos v,ilidos dentro del mundo caballo.incursiono en el mundo ,;onocido de ulro modo, y por ejemplo
del ejecutor, o saber, su motivo ~para• de matar n los gigantes y su 'dj¡¡o: "Es,i es ml vieja yegua M•ggie, a la que le han crecido an par de
motivo •porque¡> de cumplir su mlsi6n de caballero, que supone el alas aUI donde se eoc;ue,uu-a, en -su establo", tocla la cuestión se modi-
debet de combatir a los gigantes malvado~ afü donde los encuentre? fica, pues ahora el Cáballo y el lugar son identi(icados con un cab¡j)lo
¿No está t0do estO incluido en Je jererqu(a ele los piones de vida y un lugar conocidos de otros modos, y lo qr,e se conoce de ellos
de Don Qnijote? es incompatible con lo c¡uc: se percibe c:n el primero. " ¡Maggie en su
La rcspnesta es que Don· Quijote, al actuar de la manera descripta, no establo, con al,tsl ;Imposible!". 'Las alas son irreales, y por ende uoa
traspasa los limites del mundo del ejecuuu,. Pera él, que es un fanta- visión. Iie soñado ·u na mentira acerca de M.aggie en su establo». fl
seador enfrentad.o con realidades ( como Euknspiegel es un realista Hu~~rl," quien ha eSl'ttdfado el problema en cuésti6n con más pro-
cnF.entado con fantasías), no hay gignntes lmagiruu:ios cm la realidad fundidad que cualquier OLOO filósofo, llega a la misrna conclusi6n.
de su mundo del ejecutar, sino gigantes reales. Postcdormcnte, Distingue predicaciones de existencia (Exütemialpriidikationen) y
reconocerá que su intcr-pretacióo del objeto que tenia delante fue predicaciones de realidad (WirklichkeitsprmJ;kalioJZdr<). Lo opuesto
invalidado por los sucesos sí¡¡uiel)tes. E., In mismo experiencia que a las primeras son fas pr.edie¡¡ciones de no.existencia; lo opuesto a las
todos teoemo$ dentro de fa acttmd naturalicuando descubrimos que el úlriinos, lüs predicaciones de 00-1:eaUdades, de ficción. Al investigar el
\
objeto distante al que crclamos un átbo resulta ser un hombre."" •origen» de las predicaciones de ,ea)jdad, l-l:usserl concluye:
Pero Don Quijote reacciona de otro modo que nosotros en situaciQnes
simUares. El no se $O!Tlete a la «explosión de su cxperíencin~, no «En la actitud naturul, no •hay al comiemo (antes de la rcllexión)
advierte su engaño ni admite que los objetos atacados han sido ningw, p.redicado "real'' ni eategorta alguna de ''realidad". Solo si
siempre molinos y nunca gigantes. 'Es c.ierto que se ve obligado a fantaseamos y posamos de la actitud de vlvi,r en fa fantasía (es decir,
tce0noccr In realidad actu,rl de los molinos a cuya resistencia s,1cwn- 1~ actitud de: cuasi-experimentar, e.n todas •s us formas) a las reali-
bió, ¡,ero iotcq;,reta eslle hecho como si no perteneciera ·al mundo real. dades dadas, y si entonces tr34Pusamos el mero fantasear casual y •-us
Lo explica mediante la teoría de que a último momento, y para fantasías, tomándolos como-ejemplos del fantasear pos(ble como t,u
humillarlo, su archienem.igo, el mago, debe haber transfonnaclo los y de la ficción como tal, obtenemos ento1lces, po_r un Jado. los con-
gi.gttntes~ ihastB entonces reales, en moHnos de viento. Y recién aho.ra, <:eptos de ficción (res¡,edivamcote, fantasear) y, por el otro, jos
al llegar a esta conclusión, retu:a Doo Quijote definitivamente el conceptos de "ex¡,erlencia posible como tal" y "realidad" ( ... ) No
acento de realidad dd mundo del ejecutar y Jo adjudica al mundo
de sw, fant-as!as. Vistos desde este último, lo$ moli11os de viento no • Véase Al&ed Schuti, •Don Ouijoté y el problema" dt: la n::alidad», 1>u-
b_licado en español cu Dúr,wia, vof. J, 1954,, pág.'i. i)J2-30. (N. (11: M. Naldnsmr. )
• Véa!l.e ~ clecd4o entre diveno~ ptoyecto5 de AOCióni., piig. 87 y i.(g. [Cstudlor sobre toorl;, social, Bueó0$ A.it:e., Amorcortu cditotd, 1974, cap. 7.]
(N. tú: M. N•t.mson.) 23 frincipltis af Psyi:hology. op. dJ., vol. n, pág. 2$9~
22 F.at3 sitru\_ci6o b11 .;,Jo minuciosamente aruJ.iz:ld.a por Husserl en Ide11..t, 24 Qrjqbrµng urrd LJ.rtr:,1.!. stc.. 14a, pág. ),9 y ,i3ti:~; véase Matvio Far~e.t,
- . 103, y en Er/abwng ond U,,-11, E. I.ru,i;l¡¡rebe, cd., Pniga, 1959, p4g,. 99 op. r:11., pág. -'2' y sts;s. ~ debe observar ·q oc aqu( HOtlS<!rl emplea c1 tér.minó
~expcrie.ncla. c:o el scotido rcsuinai-do de Er/abrung.
y sigs.1 370 y i:igs.

220 221
exieepto su ir.reversibilidad. Puede imagjnar todos lo ~ sucesos como
podem.os decir que q ukn fa!ltasea y vive en el mundo de ,l•s fnntosfos
contemplados, por a$( decir, a través de un ret3'dador_ o un acelerador
( el ''soñador") postula Eiccione,; .q ua ficciones, sino que ha modi-
del tiempo. Su irreversibilidad, sin embargo, elude tod.a vwción
fic:ado roalidades, "realidades como si" (. _. ) Solo quJen vl11e en las
experiencias y llega desde alll al mundo de las fantasías puede teoer por la fantasía, porque se origina dentro de la durie que en si misllla
los concepros d,e Eicción y realidad, sien,pre que la fantasía contraste es eonstituÜvA de todas Lis. actividades de nue$tt:<J mente y, por lo
tanto, también de nuestro fantasear y de las fantasías que esta acti-
,-on Jo expccimcntadoit. • vidad produce. Al imaginar, y aun u! soifar, sigo e1wejeciendo. El
que yo pued.1:t rctnodclar roi pasado mediante uu fantaseo presente
De nuestro aruilisis del comportamiento de Don Qu.íjote y de t.. cita no es unn ptueba cont,a es'ta afianaci.611.
anterior de 'Husserl, podemos deducir otra importante jdcn. Las com•
pa.rib.ilida.d es de expcrienci.as que peccenecen al mundo ele! ejecutar
En mi Ílij>tusia, puedo imaginarme en cualq uier rol que desét: atto-
ga:nne. Pero al hacerlo, no dudo de que él sf-núsmo im.agi nado no
cotidiano no subsisten denLro del ámbito de la faotasfa; sin emlxi¡;gc:, es sino una ¡>arte de mi pe,:sonalidad total; un rol posible que. puedo
la estructura lógica de la cob,erencia o, en los t~rminos de Husscrl, la~ adoptar, un Mí, que sólo existe por m.i gr•cia, En mis fantnsfas, puedo
pred.icaclooes de existencia y no-existencÍjl, siguen s.iendo válidas:
incluso variar mi npaciencia corpornl, pero csu, libertad discrecional
Puedo imagin3' gi¡¡antes, magos, caballos alados, centauros y basta
un perpetuum ntobile; pero no un decacdro LC¡,'lllar, a menos que me baila sus bru:re.t'dS en la experie,1cia_ ·primordial de los límites de nú
coerpo. F.J.Jos subsisten, y;, sea que me Imagine como un en.ano o
detenga, como Leodrla que baccr en plena condencia, en la ciega yux-
taposición de términos vacíos. Dicbo de otro modo: Dentro dd reino como uu gigante.
El fantaseo puede tener lug<II en soledad o en sociedad; en este
de fo ima.ginadón es ¡,asible superar incompatibilidades meramente
(ílcimo caso se pI<>ducc en u.na i:elodón Nosc;,tros y eo todas sus deri-
fácticas, pe¡:o no i.ocorop11.tlbilidades lógicas.
vaciones y modifkaéiones. Un ejemplo de lo primero es la eosoñaclón;
El corolario de esta. última -afumación es que las posibilidades de de lo segui,do, el juego lnte.tsubjctivo mutunme.nr.e orientado de los
alcanzar y restaurar situaciones fácticas oo t!,dsten en el mismo seo•
niños o algunos fenómenos escudi.ndos por la psicología de masas. Por
tido dentto del mundo de la; fantaslas que denuo del muudo del
OU'O lado, los otros y también cu3.lquic, tipO de relación social, de
ejecutar. Lo que os una posibilidad en d último, es en el primero lo
acciones soci•Jes y de tcacciones pueden convenirse en objetos del
que l<?s j~t:,s. roma.o.o s llama.a. una co;td~tio f,QleSttttiva, vale ecit,
el
.
fantaseo. La Jihertad cliscrecio;;-;¡j del si-mismo fantoseador es aqul
una arcunstanc.rn. controlada por la ¡>arte J./1vo vcrada, la cual decide 111u}' grnnde. Hasta es posible que la fantas[a incluya en cal medida la
si lo. ,llevari o no a cabo. El io~\-ri.duo que iil1a8ina domino sus
cooperoción imaginada de un sem~jante imaginado que las téa~ciónes
posibUidacles : puede Jknor hls anticipaciones vacia.s de su fon tasia con
imaginadas de este ú.ltimo corro~ren o anvlen mis ptopfos fantasías.
cualquier contenldo que le plazca; en cuanto a fa anticipación el.e sus
sucesos futuros [magin.ados, tiene libertad de ·decisión.
Esta observació.n nqs conduce a !.'Is perspectivll5 te1npor:ales del mvndo
de la imaginación, que es de 1il mayor importa¡;¡cia para su ·consritu•
ci6n. En sus admirable$ invesrig•dones sobre la dimensión del tiempO lV. El mm1do de l<» sueños
de las fontasfas, .flnsserl" ha señalado que <:seas cart-cen de toda
p0sici6n (ij• en el orden del tiempo objeti vo. Po, lo tanto fas fanta-
sías no están individualizadas, y la Cátegoda de i¡¡,,al,fod ~o es apli-
Si c.l «estado de alerr•• es el nombte ron que designamos la m.ayw
tensión de la «>ncienda, que correspoJ1de a la plena atención a la '
cable • ellas. La «misma» fonwfa puede reap,uecer dentro de la vida, e1 dormlt puede ser definido como el descanso total, como el
CO';'tfouidad lnint~tumpida de una sola actlvidad fantaseadora cuya alejarse de la vidn. ,.. El yo que duerme no tiene ningún interés prag-
untdad está gare.nnzada por la con tinuidad del tiempo intetior dc,m;o mático en tra:nsforruar sus perccpcíones, c.n g,:•p n,ed.ida confusas, en
del cual ~e _produ€e esta actividad. Pero las fantasías correspondientes un estado de clu;idad y oltidez parcialos; ea otras palabras, en trans-
o dif~entes corrientes de nctiyjdades fantaseadoras, o que, en nuestra foxmarlas ca ape.rcepcloncs.127 Sin embargo, continúa .percibJendo, así
rermmología, perteoecen • di.(erentes ámbitos finitos de sentido, no como ,i¡¡ue ~ecotdando y pensando. E:xisten las percepciones somá-
pucd7" ser c9mpa,:ndas en cuapto a su igualdad o s emejnnz~. Pregun- ticos de su propio cuerpo, su posición, ,su peso, sus Jíruitc,s; 1as per-
W'- Sl la bru¡a de un cuento do háda,¡ es la misma de otro cuento cepciones de l1.,1z, sonido, cttlot. etc., aunqt:Le sin ,nJogunn actividad de
carece de sentido. mirarl,~s, cscucbarlas o at.e1>derlas, 'Úo.ica cosa que harÑ que los pre-
Pat-a nuestros fines, no hace falta segui • • Husserl a las protundidades
26 Véase Ja éO-llÍet;c.ncia de .Bcrgso,1 «&écan.is:me du Rf.!\.•o, 1.901,, rcimprC$a
del probl:'ma ele los ru,á[isis constl¡ucionalés q!}e esto implica. Con ~ L'Bnergil! tpiriludle, op. 61., ~e;,. 91,- 116, esp. pii:g. lLL
t<.'ldo, es lOlport~nt~ destacar _9.ue el sf..mis.m o fantaseador puede, en 'l7 Oomih: e¡¡. un esuido de ooodcociia exento de íl~Dciooe!i; etitO dístingue
swi fon,:¡¡slas, eliminar todo$ las cumcterístlcas del tiempo estdndllr, .tl mundo de los su,e.fi.os dd .11JUtldo Je la., fau1u:1fa::1. EJ. :a{~mi:nM fantaseador
contin,'ía apccdbiendo~ pero el csqucmt1 de intcrp~tl'tci6n que uplicta u Jo c:1ue
• Et/ahrflng ur,d Ur,~il. $CC. 740. (N. de Al. Natans,u,. ) :ipcrcilx dlficrc de n:iod<> r11diail dd. ql.1c el l[Í-miitmo 1d<:rti. -apliCIJ II li.1:c1 tni11rml$
'V Brf,hT1Utg 1111d U,1,il, •=· ;~42, pág,. 195-214. upctccpc;iono del mundo del cjecutnt.

222 22}
oeptos fueran apercibidos. Cont;inú,10, •demás, las pequeñas percep- res ooJ; h,in demosttado el 11•pel predominante de las volicionc~ y los
ciones que, en el estado de alerto, por la mis1na o..r:ientaci.óo prago:tá- instintos en el mundo de los sueños? No croo q..ie lut)!a aqof rungunn
tiq¡ hácia las tílrcas de la vida, permanecen indiscemibles e indab)es, conttadicd6n. J.,as voliciones ('.eales, fos ptoyectos ~les, los propó-
o lncollScientes, como prefiere llamarlas el uso modenio. Esas peque- sitos reales, ele., no ,;xisteo eo L, vida de los sueños. Lss volidones,
füu: percepciones que es,;npan a l• censura de fa atención a la V-ida proy«:tos y propósitos que pueden encontrarse en los sue!ios no
adquieren g,an importancia en e l mundo <le Jo~ suc:fios. Aunque no se origina.o en el acto mismo de soñar. Son recuerdo:;, reten.oon<:s Y
se .h:..ctn d.ax-as y nítidas, sino que pcrn1anecen en un estado de coa,.. reprodu~-cioncs de c:,cperiencias volitivas OIÍRioadas er¡ el mundo do la
fusión, ya no son ocultadas ·y alteradas por la in terferen.cia de b vigilia. Ahorn reaparecen, aunque modl:6.cadas y reinterprctadas ,seg\1n
atención ac1.J.va, pt~ticamentc: condicionada. Es 1R a,ten,46n pasiva, el esquema de referencia predomm,mte ea el tipo particufar cle $ueóo.
vale decir, el total de los efect'o s ptod,u ddos por l~s pequeiíM perocp• Po<lemos considerar to~" l,1 técnica ps~coanal(tica ~e ínterpretnoión
clones sobre el centro íntimo de la personalidad, lo ún.ico gue deter- de lo~ sueños ~orno un mtento de refenr los conterudos del sueño a
mjna el intetés del que ·Sueña y los temas que se c-0nvett!rán en te.1nas las e><periencias oi:iginarias del mundo de la vigilia, en el cual y 11or
de sus sueños. ú, inaprecfabJe conquista de Freud y su escuela es el cuaf se constituyen.
babee aclru,ado esta refe('.eQcia .de la vida dél sueño al inconsciente, En términos generales, el tnóndo del c:jccu car, o al menos b:agmentos
aunque su concepto mismo de inconi;cien te ( y también su teoría según de él, son conservados en el mwido de lo,; sueños como tecuerilos Y
la cual el aparato men"3] so:: compone "'topográficame,:,te» de un ello, retenciones. En este sentido, 1;>ode1nQs decü: que la altcntion a. la .vie
un yo y uo superyó) es un.a concepción errónea del carñctc.r básico dd que sueña está ditigidll -hada el pasado de su sl.-mismo. Es una
de la intcncionalidad del flujo del pensamiento.•• atención eo tlem1>0 pasado. Los contenidos de lá vidA onírica cooslsten
E.1 st-mÍ:t?-º. q ue s~eña no e~ecuta. ni actótt. Este enuncia~o -se.ria uaa ¡;,rindpalroente eo experiencias pasadas o en tiempo -pasado perfecto
mw, ttJV1alidad, st no hubiéramos fornn¡lado otr.o slmllru: coo res- que son reinte.rprctadas ttan.sfOrroallc;fo experiencias snt.etior1ne.ote
pecto al si-mismo que fantasea. l?ox lo tanto, debemos mostrar breve- confusas en cxpcrienc•s nüidas, dilucid:u,do los horizontes que impli-
mente las princi_pales modlficacior1es que cl «colocar entre pa.réntcsis can, coos.idei-an_do sus· previsiones en términos del pasado y su re¡'>l"O·
el mundo de la actuación» sufre en los ;fmbitos de las fantasías p,.:,r duecióo en términos d~l futuro. l'or consiguiente, las e)(periencias
u.n l•do, y en el 61nbito de los sueños, por el otro. Sugiero qu~ los sedimentadas del mundó de Ju vi¡¡il,i a son, P9r así decirlo, desmenu-
mundos de In -fantasfo .se Cátá~'"tttiz.an por lo qoe hemos llamado Jjl)er- zadas y reconstcu.id•, de atta lnJlJ1era; el sf-mwno ya no tiene ningún
tad discrecional, m.i entras que el mundo de los sueños éarece de tal .intcl"és pragmático en mantener uaido su 1\CCl'VO de expetieocias cotuo
libertad. ;El sí-mismo fantaseador p1;1ede llenar «arbitr11tiamente» sus un esquema de refere(ldn consistente y coherenternente uruficado. Pe-
prot.e ociones y nntlcii,,adonc¡¡ vacías con cua lqw.er contenido; en téruti- ro los posrulado, 11'jSJnc1s de la consistencia, fa ,-ol:terencia y la unidad
nos esu-ictos, es eo ese proceso donde el sí-mismo fantaseador carga el de cxpcdenciá se originan en motivos prJgo:ufricos, en In medlda en
acento de realidad. Pt,ede, si Jo prefiere, interprcta.r sus «posibilida- que pr.ewponen apcrcepciones claras y n(tidas. Ellos, y aun dertos
des» como dentro de su alc,ince. El que $Ucñn, en ca.mbi.o , r,o tiuM axioma., 1.ó gicos, como el de ideoridad, no son válidos en la esfera
libettad de decisión, no tiene ningún poder Mbitfatio para dominar de los ruciios, pot esa misma J,"llZÓn. El que $úei'ill se <>sombra fte.
sus posibilidades, no tiene la fa<-ulcad de llen,tt anticipaciones vacías. cuente.mente de ver ahora como cotnpálible lo que él r.c::c-tterda <;DUJO
l.a pesadilla, por ejemplo, muestr.a claramente fo ineluc¡abllidad dd incompatible en el _m undo de •u vid• de vigilia, y vicev<:<sa. Freud Y.d \
suceso en el mundo del sueño y fo impotencia del q\le sueiia para psicoanál~sis han estudi•rlo ah•ustlvameote tocio esto, y nuestra m·
influir en él. · ,ención actual Sé limlta a traducir a nuestro lcoguaje algunos de sus
Toc:!Q esco, sin emba,:go, no .significa que la vid~ de lps- sueños se limi· res11Jtados, importantes para el tert)á que n.QS ocupa, y n siu.u1rlos
t'e exclusiv~.mente a J.a cooc-iencii.t p:1siva. Por el con~cio, ]a_mayoría dentro de .nuestro te<>tfa.
de !ns act;ividadcs de la mcme que Husserl denomina actividades d'e Puedo sóñacrne cpmo ejecutando o actuando_, y este sue.ño puede estar
mtencionalid:\d ( y que, por supuesto, no deben ser confundidas con ucompafutdo frttt1cntemeote del conocimiento de gue, «en reaJjdad»,
las acciones intendonttles) subsisten, pero sin esta,r dirigidas hacia no estoy ejecutando ~ actu:1nd? . Lueg<;>Jo rol ejecutar soñado ti~e. sus
objetos del .mundo .externQ de) ejecutor, y sin ser cor¡ducidas por la cuasi...proyt..-etos, cuas1-plancs y 1c.rarquia.s. todos los <1uales $e ongwan
ateodón activa. Pero entre esas acciviclodes no hay ninguna. que sea en experiencias previas sedúnetüadus que be teoido en el mundo de
de apercepci6n y de volid6n. La vida de los sueños carece de propó• la vida cotidiana. Su.cede a menudo que el ~ soñado efectúa su labor
sito y de objeto. sin ninguna ictenc.ión de llevn.tlu o cabo, sin ningún ffat voluntario, y
Pero, ¿<:6mo puede mantenerse tal afirmación, $i F1:eud y sus segtiido- que este MI olc;anza resultados t-on es(ue¡;-i.Os despruporcionodrunenle
grandes o pequeños.
2~ ?_ero cl nüsmo FrewJ a difctcncia de mucli0$ de- SW1 ljlU.(d'dir,,ios. h11, sd- Lo perspectiva ,empara[ del mundo de los sueños tiene una estruc,.
nuudO qoc esta «oop~ mental» e,t.í era todo aspeen, $uj<~ftJ l' r:.cvisidn y.,
como tod~ ll); supen:.,tructuta, ~de~ del p,icon.oáUsis_, t!$ A.(Íll. incomplcttt y debe t"i."'• muy complicada, El antes rel , lc,.-pués, el presente, el_ pasado
ser somctJd11 a constmt:c:s modi.Ei.C'llClQO.es ( véase 'F.rcnd, «Pq~hoatu.Jv!d.11•, en l» y el futuro pa=n mezcfadoo; bay sucesos futuros cooce.b,dos en
E•cr,.·lopaedia. Bri'6nnic.,, 14> ed., vol. 18, pág: 673). · términos dcl pasodo, sucesos pasados y de pas~do perfecto que ~e

224 22'.i
óuponer, abiert0$ y modilic.blcs y, por ende, como si tuvieran un NosQttós. E l O LtQ con el cunJ se • oe.ña está siempre tipificado, y esto
exL.raño carácrer de futuro¡ Jas sucesiones se: t:ran.~fotman e.n Simulta- es 'válido aunque yo lo saefie en uru, rclaci6n muy <;sttecba con mf si-
neidades y viceversa, etc. '.En ;.tl)or.iencia, ~.e ro sola en apariencin_, los mismo Intimo. Es un alterego Sólo por mi gucia. As{, Jo mónada, a
suc~sos del sueño estáo separados· y ..son it1depend.ienre,s de Ja cor1·jentc pesar de refleja,: el urtlvets.o, cacece e,1 ;,;,etd·a d ele venranas mientrits
de hi durée interior. Sin embargo, es Láti única.mente separados del sucñA.
ordenamiento del rléo,po estónda.r. No riwien posición en. el orden
del tiempo ol;,jetivo. Se de$o,ttollon dentro de la subjetividad de
la Jurü interior aunque fragmentos clel tiempo estándar, que foe
ex¡,e.tlmemado por el sí-mismo pasado y h• qued:idó desmenuzado, V. El mundo de la teoría científica
son jnco_r:porados al mundo de los suei'Íos. La j<reve.rsibilidnd de la
durée subsiste asin1isroo en la vida onírica. Solo la 01ente despierta A.l limirat el sigui.e nte análisis al mundo como objeto de contempla-
que .recuerda su suc.ñ o tiene a veces la ilusi6n de una posible rever- ción científico, dejamos de Jado incepcionalmente, para los fines pre-
sibilidad. séntes, las múl¡jples foi:roos de octltudes cootem¡;,Jativas que con fre-
Esta última observaci6n revela µna seria dificultad para todo análisis cuencia •dopt.amos en 11aestras actividades ejecutiva.< y que,• dileJ:Cncin
de los fenómenos dd 6ueno y también de la fanrasfa. Tan p.tonto de In$ actitucles prácticas del ejecutar, rambiép podrían ser llama~as
como pienso en ellos, ya no estoy soñando o fantaseando. Estoy des- acti tudes tc6r.icas. Si en unn crisis decjsiva de nuestro... vida nos «sen-
pierto y cmpko, al hablar y _pensar, los implementos del mundo del tamos» y considei,amos una y 0""1 veeo nuestros problClllus; si esboza.
cjecot1tt, es decir, CQnceptos que estáµ sujetos a Jos pcincipios de mos, rechazamos y volvemos a esbozar proyectos y plál)es onces de
col¡crcncio y coropatibrlid•d. ¿Estamos seguros de que la person,, de,;- resolver; si meditamos como padres en cuestiones pedagógiC!l• o como
pierw pnede realmente relatar sus: 8uefios, cuando ya oo sueña? Proba. polttiros en la op.ini6n _pública, en. todas estas situaciones, nos entre-
blemeate constituya una djfere..ncia importante el que recuerde su gamos a la contemplaci6a teórica, en el sentido más amplio de la
suefio en una retención vivida o q ue deba reproducirlo. Sea como expresión. Pero todo·este pensar conremplativ.o se realiza con prop6-
fuere, tropezamo~ con la grnn dificultad dialéctica de que pat11 el sitos y fines pr?cticos, y por est,1 misn,a niz61, constituye un ~e.nCla -
que ~n~ña no uiste oJng1.1nn po-sibilidad de comunicación directa que ve•;!9 de contemplación teórica dentro tld mundo del eiccutar, m-á,:,
no trascienda la esfera a la cual se refiere. Por ello, eodemos abo.rdar que un 6.r.nbito fioito de sentido.
el i1mbito de los sueños y la fanl:'lsfa sólatllent:e m~aote la «comu- Orro tlpo de coorempluci6n gLie intenciorislmcnte dejamos de lado
nicación indítecte> , para utilizar uno expresión de Kierkegaard, quien en esto sección es ln. med.itaci6o pL11'a, como Ja mediLaci,6a. .r.cligiosa,
hu aoalízado de moner• insupetable los fénómenos que ella plantea. El que no se basa en un proyecto que debe ser llevado a a,bo po_r la
poeta y el -artista est~o macho 1:ná? ce.tea ele una interpretación a.decua~ ap.ljcación de reglas opcntivas. Nos referiremos de modo excl.usivo •
da del mundo de Jos sueños y las fon tll${"8 que el -hombre de ciencia Is teor'ui científica.
y el filósofo, porque sus mism11s categorfas de comunicación se , cfie- La · teorización científica - y en los páttafos siguientes Jos términos
r.en nl ámbito de la faotasfa. Ellos pueden, si oo superru:, ~¡ men.o s teoría~ teorizar, etc., serán utilizados únicruneotc en este tcntido res-
hacei; transparente el conflicto d.lúléctico subyacente. uiogido- no sirve • ningún propósito práctico. No aspi,a a dominar
Dontro de los Umhes modestos de nucstr.o propósito, no tenemos el mundo, sino a obsCNado y posiblemente a comprenderlo. \
ninguna razón para duclir la diliculcad esboz-ada. Nuestro problemo Aquf deseo adelantarme a una posiblé objeción. ¿No es el fin ,¡l,io,o
IX)nsiste en d•r µn.o ci,.¡,licación del estilo eognos~itivo especifico ¡,ecu- de la ciencia el dan:únio del. mundo? ¿No están destinadas las cie.ncias
liru; a lós ámbitos de funtssfas y sueilos, y explicu.rlos como deriva- na tw:l\les a dominar las fuerzas del universo, las ciencias sociales a
ciones ele! eso.lo cognoscitivo de la experiencia del mundo de la vida ejerce~ el contl'OI social y la ciencia mcdi.ca a lucluu: contra Jss enfer-
cotidi,a.na . ·Por lo t.anto, nos co.osideramos autoriz-ados a aplicar cate- medades? ¿Y acaso no es Is única rsz6n de que el hombre «e interese
godrus derivadas de este mundo -a los fcn6m~nos de la fai1tasla y el por la ciencia su d~eo de elabotar fas herra.m ieatas necesarias para
«uei.ío. Sin embargo, la dificultad dialéctica implicada debe set enten• mejorar su vidu cotlclinna y ayudar a la han,anidad co sú búsqueda
dida ~n toda su im,P<>rtancia, pues UI encont.taremos nuevamente en de la felicidad? Todó esto, sin duda, es tan verdadero como ttivíul,
el andlisis del mondo de 1a contempladón cie,¡tlfica. Entonces tendre- J)<:ro no tiene nada que ver con el J?<Ob]ema que nos ocupa. Por
mos que csrudí.ár el, recw:so específico que ha elaborado l<I ciencia suP!'csto, el deseo de mejorar el mundo e• uno de los miís fuerces
pai-a superada: el método cient/fko. mQrlvos que i,mpulsan.aJ .horobre hncia la ciencia, y la aplic..d6n de !u
Para concluir estas fug-accs observadooe;, sobre el ámbito de los teoría cíenúfica lleva, pot su1¡>uesto, a la invención de recw-,;os técni-
sucñl>S, digamo,, .qu~ el sofiar, • diferenci,i del fantasear, es una acti• <:os para el dominio del mundo. Pero nl estos motivos ni el 11so de
V:idad -:scncialincnte solitacia. No pod.emos soñar jún tos, y el l\lteJ:Cgo sus resultados paca propósitos «tor;t."COalcs» es un elemento del pro-
sigue srendo siempre un mero objeto de mis sucfiós, incapaz ,le com- ceso mismo de la tco.ciz.lci6n científica. Una oosa es la teorización
partitlos. Ni siquieto el alterego con el cual suc.fio aparece en 'l1!I
presente vlv;ido común, sino en una vacfa y .ficticia relación cuasi~ 29 Véan- J'upra,. aot¡I: 20.

226 227
científica·, y otra abordru: la ciendi> dcncro dcl rouado del cjerurnr. ra.m.bién úene anticipaciones que se refieren. po:r u~ lado, a su ~-~« 1.·vo
Nuestro tema es la prime.ta, pexo Ul'lQ de nuestros p1incip:tles pro- de exper.i cncias sedimentadas y, por d ouo. ;1 sí.t s1ste.ma tspec1al de
blemas sern de:;cL1brir cómo es posible que e l ornado de la vida de siwuficatividHdes , que será ClC~mina~o .más adclan~e. Sin embar~o. a
r.odos nosotros pueda ser convertido en objeto de contemplació11 dil~cfa del hombre de: la vida cottduw,,, no esta fel:r1lmente mte-
teórica y que cl resultado de esta contemplaci6n pueda ser utilizado rcsado en saber -si sus antícipacioaes, en caso de c::i:unpltrse~ resu1tatán
dentro del muJ'Ido del. ejecutar. \'iriles para Ja soluci6n de sus problem":' _v«fo~icos. sino simplemc'!te
Todas l:iS cogitaciC1nes teóricas son « acciónes» y hasta «efectuaciones»J si resistirán o no la pruebri de fa_ vcrificacion por las exper,encu,_s
según el significado de las definiciones dadas. Son acciones porgue siguientes. Esto supone -en el significado ~ion emeod\do d~ lu de(,.
emaano de nuesira vida espontánea conducidn de acuei:do ·coa un pro- uició11 anterior - cierto apartamic:nt.0 de) mtec(\s por la vicia Y un
yecto, y son efectuaciones porque Opárece 19 intc:nci6~ ele cumpfu el alejamiento de lo que- llamamos cl pleno cstádO de alerta. 33
proyecto para lograr el resultado proyectado. Así, la teorización cien- Pues-to que eJ _pe~sam{Coto. teó.rico no se inserta en el 1úundo externo,
t(fica ti.ene sus propios motivos «para» y «porque-» ; c.s una teoa.:-.ización es tel>OCO'ble, según el sígnificado de este término t_al !»mo lo hemos
planlficada, y plnnilicada dentro de una jeruqufa de ploncs cstable- definido. 1H E.su ~Juiere decir que está sujeto ii. ~e'.'.1:-,;~on perm~nente;
ddos por la decisión de re•lizar y l?roseguir nccividndes cicnl:íficru;. p:uede ser deshecho, «tachado•, .i:anuJado•., modtftcado. etc., s11, .pro-
( Este «caráctei: de a,;.,i6n» de fo teorización ba.starfo por si solo poro vocar J\iuglÍn cambio en el roundo externo, ·En el p~c~~ del pcns'!-"
distinguii:la del sueño.) Además, es un pensamiento dirigido baci, teótico, puedo volveJ: a 11rás upa y otra ve~ a lllJ!i p~m.1:'B$, .revocali' mes
un prop6slto (y esto solo bast;orfa E""" distil'lgbli.tla del mero fanta- conclusion~s. aniquHai: mis juicios, amplinr o resO:tng1r.. el olcuoce del
seo), ptop6slto que consiste en Jo lote.n ción de obtener lo solución ptoblemti en examen, etcétera.
del problema eo qi1e se u;sbsja. Sin embaxgo, las cogitaciones teóricas Esta úlr.ima observación cien.e como cotolatio la l,'e.culia;idad del pea-
no soo eiecuciooes, es decir, no se insertan en el md..ndo externo. Sin sam.iento te&.i co de ser. en cierto sentido, indepe odie.ote de ese sectoa:
d·uda. se basan en actos ejec:u.tivO!; ( tales como medir., manejar jus.ttu- del xoundc> que está' -41. 4'Jcancc: del pensador. Este enunciado oo se
mentos, cxperimcntat, etc.); pueden set comt1nicadas solo mediante refiere, desde luego, a la disponibilidad de ciertos d_atos con lo~ que
a~os ejecutivos ( tales c:omo e,¡crJbir un artículo, dar u.na conEeren• el pensar teórico puede vincu larse, tales como los obJCl08 ultramtccos ..
cio); etc. Todas estal actividades efectuadas dentro del mundo del c6picos y la estructura del interior de l• Tierra. Como datos, e~tán
ejecuta.t. y pe.rtenecien:t cs n él son condiciones o consecuencias de la fuera de nuestro alcance, y ca el ú[Limo ,:aso 1,'<obablementc 1~ estarán
Le:orización, pe.ro no ~rtcnecen a la actirod te6rica misma., áe Ja cual siempre. Pero esto no impide l• edificaci6o de teorías clentfüca,i con-
pueden ~cr sep,.rad3s ~cilmcnte. be igual modo, debemos distinguir cernientes a an1bos conjuntos de datos. La biolottla y la geología bfln
entre el bomhre de ciencia como ser humano qu.e actú,t y vive su vida elaborado métodos . para abord:u:I11s; para ambas (:iencias, son reali-
cOtidian:1 entre sus congéneres y cl pensador teórico e quien, repeti- dades, aunque realidades que esto.n fuera de nuestro alcance, reall·
mos, no in re.cesa dorolnar el mundo, sino obtener conocimiento obser• dades ex byp<>thcfi. 3 ~ Pero no es esta la Cue$tión a que alud.iroos con
vándalo. nuestro enuoci,.'ldo. Como y~ hemos- visto./ 'º el coucept:o de « mando
Esta ,1ctitud dcl «observador desinteresado» se basa en una peculiar a nuestro alcance» depende de nuestro cuerpo, qoe es concebido
atlenlion ii. la vie como rcqu~sito previo de toda teorización.. Consiste como el origen del sistema de coordenadas po.c medio del cual .o rdc-
en el abandono del sisremn de signilicatividades que rige en la esfera \
práctic., de la actitud nact•~al. Todo el univetSo de h, vida, el q ue Tor;od'.s de ,Aquino- no uec:esitatfi converúrsc en -tt.loo:tfo. Pe10 hnQi.e odo <hedo
Hussecl llama Lebenswelt, es dndo de antemaoo t:aJ'Ito <11. hombre co cl s.atro ~1 á.l)lbito de la coutew.l>lti.c..ióo teór.icak d ser h1.1nuu10 ejerce Uf'!ª
el mundo del eje(:':ut..1:.r como al pcnsaaor teórico; 30 pero, para el pri- ~pojJ peculiar a. partir: de la $W$iedJid fundt1nl~tal y la oolocll entre. parétllCSJ,ll
junto CCQ. tQdas tus implia,.cion~. .
mero, son.sigailicalivos otros se<"coces y otros elementos de este mun- )3 Espero que este c:.nuociado no sea en.tendido cr:r6neamente er:,1 el sentido
do qne pora el seguodo. Ya habíamos <lemOStrado antes'" que, para de c:gi;,1-cner alguna conoot11d6,n pc:yqrat.i.va. 'El 1.é nnino «estutlo de 11lcrta•, 1·01
el hombre situado en la acritud narurlll, d sistema de si¡¡nilicatividndes coroo se lo utiliza aquí, no ~upone ninguna C\'111\1aci6n_ 'En modo 11lguuo es
que lo gobierna se origina ea lo que llamamos la experiencia básica opinión de1 :iutot. qUC la vida como tal tenga un.o dign.idad Supe:tior a la. dcl
pcosomi~n.t:o ri:ól(iCQ, punto de vista que ~0$ti.eucn algunos de los lltl.1DA005
de lo ansiedad fundamcni:al. El pensndor teórico, un• vez dado el «filósofoo de la vida:. y que .se halla en boga oobr.e rock, co Aleroania,
«salto» • la actitud desinte,cesada, está llbte de la ansiedad funda- 34 Vw• supN, pág. 205. .
mental y de todas las esperanzas y ,emotcS que SUJ.c¡en de ella.•• El 3,- Pe.,:o con cl fin de doroln.11r esta$ ~:dídades hipotéliaL'> o de i.nflwE' oo~tc:
ellas dcbeo,o:; pooerlas .ª!''llCS:Cto n.lcnoce. .Pata. dár un. ej~plo~ . el .TI}C-!'? . su~
30 V~asc. Hu-sscd, .Di.e Krisjs dct curop8iséhen \'Q'i~cnschaften ucid elle r;_i:::ins- puesto de que la pa.rd.lhit,; 1nf;Jpt11 ~ pto-v<Xnda ~ un diminuto v1.tus 1.nV1S1ble
~dcntalc Phnno,,,.,oolog,.<>, Phflo,ophia, Bdgmlo, 19J6, vol. ,, P•II"· 12+i-;. qac ottiqje$a los ['QJ'()s de l9s (iltto:s de l<ria.., puede estar ju~tificado e;> ne;,. Pero
en lit mf:(Ji(.L) en que: ~te: vi.tul 1e halla Cucm de nuestro :ílc11noe -Y m."ls pre-
Jt v~•.,, '"":'~;,ll'ª· 2n.
32 E."ito no s· · en que la aniriedad fundarnental no ,ea el principal motivo cisamente, 1i.1et111 <le u1,1_estto esícta Ul..O.Jli,Polotoria- no podemos tomar !l'c.··
qac iadn~e IL o• :.eres humanO:$ o comenzar .. filosolo.r. Pot d co,:icnu:(o, la
tlidai. eficientes p21;,1 oornbatirlo, como no ká. uo «onrivi:ros• _n·o n,enos: jnvis1blc
~ñ~ es uno ·d~ loa intentos -tal vez d pdn.c'itJW- de Supen.r la ñnJl;Í(:Q"tl Y fuer:a de ni;1e11cro #lean«.
fund13mcntlll. Un jey irunóctal -pqt cjem¡>lo, un ifu~cl en d $ÍSleaut de ;:,ianro 36 Vé..c ,upr(I, p-J¡¡; 209 y si;¡.

228 1
¡ 229
(

''
namos el mundo. Al volver a Is esfera del pensar teóríco, sin emba,go, ti<;n.e e:otre manos_, ~oo dcliujdq:s de maaem i.nmedio°', En 11del11111eJ
cl ser humano «pone en.u:e paréatesis» su existencia .Íísica y, de este esta delimfraci6n del campQ significativo guiará el proceso de inda·
modo, tambíén su cuerpo y el sistema de oricatación del cual sú gaci6n. Decer1nloa1 anee todo, el Uam:1do «nivel» de la. investi<taciórJ.
cuerpo es centro y origen. Por con•igui.e nte, o dífe.tencín del hombre De hecho, el término «nivel• oo es m•• que otra exprc,J6n° de fa
de la vida cotidiana, el hombre de ciencia 110 bu= soluciones gue se lineo demarcatoria entro todo lo que corcesponde y Jo que oo.rorro-
ajaste.o ª. sus p~blí:1t1!1,~l_X!fsonillcs y .Privados pragmáticos, que surg~n pondc al problema en consíderoclón, siendo lo primero los ttm.s
de su cxistenClll pstcof:(s1c,, dentro de este sector pc,.-uli,a r del mundo que deberán ,;er. investigados, diludd.dos y acfarndos; y lo segundo,
que llamamos su ambiente. '.El pensador teórico estñ int«esádo en los otros elementos del conocimiento d.el horobtc de áeocia que, por
problemas y soluc!-oncs válidos por sf misDlos para todos, ea cualquier cm:eret de signilicatividad respecto del probleo,a, aquel dcdde ac-e~mr
l~gar y ea cualqmcr momento, cuando y donde se den cierras coadi- como dados, sin discusión, como meros «datos». En otras pa!sbras,
cione.sJ que pre«rpone como punto de partido. El «salto» al ámbíto Ja. línea dcm:ue3tOdít es cl locus de los pu.ntos que realnlente interesan
del peasomicnto teórico ·supone fa resolución del mdividuo de sus- al c.ien tlflco y en los cuales ha decidid.o deten~rsé para investigar r
pender su punro de vista subjetivo. Y este hecb.o muestl:ll ¡>Or si solo anolizor con más detalle. En .eg11ndo lugar, la enW'.lciación d.eJ pro·
que no es el si-mismo indiviso el que «actúa» en el 6rob.i to del b.lema revela de inmediato rns hodzontcs abic.rtos, el horizonte exte·
pe.nsa.roi.eoto cíeotífioo, sino un sí-mismo parcial, alguien que asu1ne un tlor de los problenrns afuies que dcbcrllll ser enunciados poste¡ior·
r9I, un ~(l>,_ o sea, el ~e6dco. Este s.í-mis1110 parcial carece de todas mente, tanto corn,o el hor:í1.on1e. incetior de todas las implkadones
las c,xpen.e acias «esencialmente accunles,. y todas h$ cxperieacios ocultas en el problema mismo y que, para resolverJo, fwbr,1 que hscer
vinculadas con su propjo cuerpo~. sus movimient9s y sus lfmj t.e s. visibles y dilucidar.
Podernos ahora resumir algunos de los caracteres de fa c¡,ojé peculiar Todo esto, ~in tuibargo, no •igoiliCll que la decisl6n del bombte
de 1~ actitud cicntlj¡c•. lfo cs~a epr,,jt, están «entre paréntesis» (6US· de cíeoc:ú, al enunciar el problema sea a,bitrario, al que paro elegir
pendidos): l) la s ubjetividJd del pensador como un hombre entre y rtosolver sus ¡:,roblctnas tenga fa misma libettsd de decísi6n qué· el
su~ se~ejantes, inclurcndo 'su existencia corporal como ser bumano yo !anlaseodor p:u:a. colmac 5US ontici¡,aciones. No es as!, ol mocho
psrcof{s,co dentro de mundo ;"' 2) el sistema de o.tieotaci6n por el menos. Por supu<:i;ro, el pensador te6¡:lco puede elegir a .u orbiccio,
cuilf d mundo de lo vida cotidiana es agrupado. en zl)nas guc ~táo dctcr¡nlru,do ,ínicamente por una incfü,,ci6n arraigada ea .• u ~ -
dentro del alC'lllCC 11ctual, célCupcr•ble, posible, etc., y J) la p.nsiedad nalidad fotiroa, el terreno cicntlfJco en el que desea intervenir y qu~
fund~ll!ental y el sistema de sienifícath>idades pragmáticas que en ella ,ambién el nivel (en general) en el. cunl desea efectuar sus invesitg•·
•: ox,gmun. Pero dentro ~e esta e~f"Fa modifíClldn, el mundo de la clones. Pero tan ptoato Cómo se hn decidido a este respecto, cl hom-
v,da de todos nosotros sigue suhsisncado como r.enlidad es decir bre de clencfa entra en un mondo ¡,recott.1tituido de contemplación
~amo la rea.Ud•d de la c:.-ontemploción ccór.ica, aunque .,,; como ~ cientlf:íca que le uausmite la tradición hisiórica de su ciencia. En
interés pr_ác~ico. Con el pas~ del sistema de s\¡¡nificatividades del adelante, participatá de ua universo del discurso r:¡oc abarca los ¡,:su].
campo praottco al campo teórico, todos los térm1nos que se refieren tados obtcnidl)S por otros, ptoblemas enunciodos por ortos, sowciones
a la acción y la ef~cruaci6n dentro del mun4o del cjecu tar, tales sugeridas por otros y métodos elaborados por otcos. El universo
com.o «plan», «1Dot1vo», 4tproyeccos»~ etc., cambian de $Ígnlficacfo teó,;ico de eso ciencia en especilll es en si mismo un ámbito liniro
y se colocan «entte c;omillaS». de sentido, que tiene so peculiar esúlo cognoscitivo con pecuUarcs
Debemos aho,ra caracCetlza~ brevemente el sistema de signif.icatlvi- implicaciones de los prob!COlJI< y bocizóotes que deben ser diluci•
dades vig"?t~ en el ámbito de lo con templación científica, Este sis• dados. El ptÚ)cipio regulador de la constitución de tal ámbito de
remo se ongma en uo acto voluntario del h oo,bte de cieaci• ¡,or el sentido, llam:1do un• r,¡_rna especial de 1" ciebcia, pticde ,e, formulado
cwú elig': ;J. objeto de $U iudag(lcí6n ulterior; e n otras palabras, po.r la del s iguiente modo: todo pcoblen,a que surge dentro del campo den·
enu11c1UC1on del problema t1 mano. Con ello, J, solución prevista de tifico- debe pacticipru: d el estilo uaivetsal de e.ste campo y ''" oom·
~aneta más o menos v~c~a de efte probler.o.a se convierte en e] obje- patible con los pwbleooas ¡¡reconstituidos y su solución aceptándolos
nvo ~opremo de la acnv,dad cientlfica. Por orto lado mediante fa o _rcfuuiodolos.•• A.si, lo liberr,,d de que (\()ta cl científico para enun-
mera enunciación del ptoblcmr,, los sectores o ekment¿s del mundo ciar a 8U arbitrio el problema. e!, de hecho, muy pequeña.!'
que rea!r[!eote estm o potenci:tlmC'nte paedea llegar ·a estar relecio- Pero una vez enunciado cl problema:, ya no que<fa ningó.n 111'1!1ll!O ~ ·
rurdos (On él como significativos, como i:efcridos al asunto que se
38 J\.ccr:ca de <·:111.e último problcm:.1> ~Me Fe.llx Kaufm:.tnn, llfethodol!Jg1 o/
37 Es inocccsa.rlo dcdr que cst11 furm:s. de ~IJOJI no debe l<!r· con.Eund.i.da cou 1s th~ S<JCial Scie,u:a.A Nuev:i York, 1944, co.p. tv.
que ~oducc a lo redu~~I! fcoomeool6gi.~, por 111 cual $C c:ofoca cnttc ,a· )9 Dejemos ._gul de l,\dQ -por cmder el propósito del presente ,sn,Jio- Ju
r:'l!ntesu1 a<? solo ,la ,mhJcl:lYJdad del ~ns3doc si.no también el mundo entero, muchas ini-ctdeocndcoci.as cotrc todos b sist:l!lnl1s poi;ihle.s de jH-cgunt:J.5 t• ru,
El pcnSfllUCDto .t~l'.lCO debe .ser cu.'tctcri?.i:sdo como perteneciente a. la «actitud pucsr.:as { e:l ..próbleroa ~ristotélJco de ona ap<>rél.iai universa_!) y también d pl'O'
~a!tJral»-, ~pres161;1 que 41/ui ( ~ no ,::o el texto) ci; utilizada co contrapa- blcm:1 csl)eei11I de 10.11 concc_p1os tdavn>, o •t:a, CO:l'K!C'ph>I> cuy11. -¡¡,u:uducci6n
$100n a «reducci6n fenomenol6gicn•. O,o re:.pct:to a la nmhigtiedad dd tér:m.inO divide c:l canlpo Wl"&.e$ horno~ de invcatig!Kl~n en porres ¡xrtincoWI n
«na.tura!•, vhsc M:lrvin Fuber, op. cit., p4g. ·,,2. no el tema f!l1 ex11~.

230 231
mejante. Un inconveniente de nuestra presentación dcl pen,sar teórico que son «objetos ideal~s de orden .superii,c• 0 se bas~o en .objetos que
es gue i:ep.r.esent;i en 1étminos est,\tiCos ]o que l!".s un proceso en corso. tienen wJ lugar en_ d tiempo ob¡euvo. 44 Esta af1cmocion, sm embargo,
Porque es. en ef~o, un proceso, q_ue avaoz..i de acuerdo con las abarca ónicamentc la estructura tcmpotal de Jos ob¡etos del penso.-
reglas estticllls del proce(limien to cien<1fico. No está dentro de nuestro mlenro teórico, y oo se refiere a la perspectiva temporal pecu.l.iar del
.P ropósito acntal describir J• epistemología y la meuxlo.logfo ixn1?il- proceso miSIJlo de teotiz-•cióu contem¡1lativa. También el peosado;
citas. * Mencionemos .,;olo algunas de estas reglas: Tenemos el p.o stu- teórico vive dentro de su durée inter:ior; r,ar:nbié.D envejece, puesto
lado de coherencia y compatlbilidad de todas fos proposiciones, no que su acervo de experiencias cambia de modo permanente por me-
solo dentro del campo de esa rama especfo·I de la ciencia, sino t.'UD- dio del surgimiento y la sedimeotaci6n de nuevas él!:J;lCl"iencia.,. El
bién ron todas l,,s arras proposicionc;s cientf:ficas y li~st~ con las sí-mismo teorizador tleoe. por lo tanto, su forJ;Da csl,)ecífica de pas;1do,
cx¡,cdcncias de la actirud natural de la vjda cotidiana, en la medida es deci.t, la historia de sus ~ien.ci8.$ previas y sus ·sedimentaciones,
en que son cof\Ser\fadas, oun.q ue modificadas, demw del ámbito finito y su forma CllP,ed.fica de foruro, o sea los horizontes abiettos ele!
de la contemplación teórica; además, el postulado segó¡, el cual todo pwblema ~ mano ( el «proyecto.. de la teorl.zaci6n e,1 curso) que se
pensamiénto científico debe derivar, di,;ec:ta o indirectamente, de fa refieren. a orios problemas a ~nunciar con posterlnri,fad y a los m,$.
obse-.rvaci6n sómctida a prueba,, o «ea~ de experiencias inmediatas todqs mediai:,.te 'los cuales aquellos pueden ,ser resueltos. Pero In
originaxias de hechos del mundo; el postulado de la mayor claddad perspectiva temporal de que carece el s[-mismo teorizador es el pre-
y nitidez poslhlo de todos lo, términos y nociooes utUi,,ados, lo cual sente vivido constitu)do dentt<> de 1,, actitud natutlll por los movi-
requiere en especial. aclarar el pens,mie.nto precient1fico cqnfuso m.e- mientos corporales como intersec.clón de .la durée intétior y el tlem,120
diante l• dUucidaci6n de sus implicaciones ocultas; y muchos posru- objetivo ( cós.i nico) . Por ende, no puede compartir un ptesente v1vidc
lados más. La lógico de la ciencia y lª mew<lologfa do las ramas espe- con Otros en una pura rclaci6n Nosotros, r. basta pea,mnnece foeta
ciales de Ja ciencia han establecido )as ceglas que gornntizaa cl proce- de las di.Eerentes perspecti.,as . remporales ele fa soi;i•lidad, que se
dimiento opcwtivo de la rcalizaci6n ciemífica y la puesto a ph1eba origip.an en el presente vf'Uido .de Ja relación Nosotros. Por esa misma
de sus _resultados. La totalidad de estas reglas ofrece las condiciones razón, no cornpnrte la estructura del tiempo cst..í.nd~.t, que, co.mo
en que las propos.iciooes ·cie.nrí.ficas y, en parr.leul:.1r, el sistema de esas hemos visto, no es •ino la foana intersubjetiva de lodas las perspec,-
proposiciones que constituyen la respectiva rama especial de la ciencia, tiv•s iemporales individuales -incluso el ptesente vivido de la rela-
pueden ser consideradas como gar.aori:z.ad.a~; o , en nuestro lenguaje, ción Nosotros, as! como todas o-u·s derivaciones- . En la medida en
fas condiciones en que se puede adjudicar un acento de realidad al que la actividad científica prosigue en el tiempo cst.1ndur ( en horas
correspondiente ,mbito finito de sentido. de Lrabajo, seg:ún bota.do:; estab1ecid0$, cte.), consiste en_actc)s eiccu-
Esto nos conduce a una distinción importante. As1 como bemos tenido tivos dentro dcl mundo cle la vida cotidiana que se refieren a la
que dl.stlnguir entre e.l mundo del fantasear .y el mundo de !As fo.ota- cic:nci.o, pero oo en actos de teorización pura.
s(os imaginadas, •0 debemos ahora distinguir corre h!s cogitaciones Aunque el s.í-mismo teorizador no conoce la dixnensi6o temporal del
Leóricas y los cogítatll intencion1tJes de tal teo:tización. Pox su intencio- presente vívido, tkne sin embargo un presente cspeciQso pn.tticnlar, ••
nnlidad, los últimos se refieren ni mundo objeti\'O, el universo dentro dcntw dél cual vive y actúa. Este presente especioso est,I de&.ido en
del cual vivimos todos como seres homatros psicoflsi.cos, dentto del todo momento por la amplitud de los proyectos coocebidos . . Su
cu,,J tral,.í•mos y peos•mOs, el muodo intersubjetiva de la vida que «anles»- u.barca los problemas p(evi,unence enunciados romo tareas
está dado de ·antemano para todos nosQl:l:os como realidad eminenre, proyectadas cuya solución está en curso; s11 «después» consiste en el
de la cual derivan todas las demás formas de re.ili<hld. «Con la actimd resultado. ptevisto de las nctiyjdades tcoózacloras en cor.o destin,,das
tc»rica, los objetos pasa.o a se-e objetos ccórioos,, objetes: de un.a p0si,~ a brindar la-solución del 1,1rohlemn a ma.nO.
ción acroaJ de ser, j!n la cual el e¡¡o los 01pta como exis.tenres. Esto Como ya hemos visto, el pensador teórico poQe su existencia física
permite una visi6n vllsta y sistemtÍ[ica de todós los objetos como y, por ende, su cuerpo entre paréntesis. No tiene ambiente físico por-
susttatos posible de la actitud te6rjca». -u que oo bay ninguna secci,fa del mundo •eñalada c-omo dentro de su
Pero • diferencia del mundo de las fan tasfas, que carece siempre de álcaoce inmediato. D ijimos además que el «acior», denr:ro dd ámbito
toda posición fija en el oi-den del ti.cmpc, objetivo,<> los objetos inten- del pensamíenm teórico, no es nunca el « Yo• del investigador tomo
ci.opales de lo contemplación te6tica , et, la ,nedida en que no son In tow.lido.d indivisa de su petsoo.alid.,,d, •ino solo un si-mismo pari;ial,
«objetos ide;tles de orden superior~. tienen su logar bi~n definido "º W. Aborn vemos que la dimensión del prerente vf\Jido y su derJ.
dentro del orden del tiempo objetivo (cósmico), y en fa medida en
43 Vé<u)se Marvin l'•i-bcr, op. cit., p4gs. 457, 4.60, y Edmund Hui=l, Vl.
Lcgi.R:IH. V>ttersuchun1.en~. secs 47-48.
* Véase e.El .sentido ooru{axi . y la interpretación cicndfiaa c;lte lR acción J1~ • 44 Vt.se lvloi:vin l'arócr, op. at., p.1g. 491.
m;int 1t-, pág. 67 y sig. ( N. dfJ J,,f, Notan.son.) 45 No 1;)0demos analizar aqui k,$ pi-oblcmas ~_pcc.ialcs. guc pLwt·c;a e l cona:p1~
40 V&.se supra, ,P<lg. 219. de «prese:n1.c especioso-». J?aJ:11_n.uesu~ prop!Js1to b:tst3 una rd'etcncúa a la Uta·
41 Marvia_ l;orbtt, op. dt., pág. :i.i,. 1.izaci6n del rétmin,o por pa.i¡te ~ W~m 1am~ (Priffci.P).es of PS'¡tt:bol.ogy,,
42 Véüc $,,pr4, ptf.g. 222. · op. t:iJ. vol t, p3gs. 608 y sígs., 641 y si1:,"5.).
1

232 233
otO.tl!J'D a sUE actos y eject!ciones. Ha odquirido estas cxp!'l"icncias
vs.ci6n soll iruu:ccsibJes iÚ sf~rnismo ,eorizadot. Este por c.;:;nsfgUje-nlcl
nunca puede Captar, ni siquiera como --poti!ncialidad, el sí-mismo de • l?revias mientras vivf.a como ser humano con Otros c:n el mundo
cotidfano de la actitud nntoral, la misma actitud que mvo que col0;ar
Otro como unidad inclivisa. Todas est.lS afirmaciones pueden ser resu- eotte paréntesis con el fin de saltar al ámbito de la oontemplan6n
midas e,;1 una sol~: el sf_-rnismo teoriiaclor es 6olil'-orio; no tic.ne nm- t«lrica. DcbemQs enfrentar la difici.1ltacl implicada ag_uf co~ toda
b(enre s-oci>1l; esc.á {uera de las relaciones socioles.
Y se plantea ahora, con respecto • la relación entre la socialldsd y seriedad. Solo así comprenderemos que el peosodo~ tc6nco, '?''cenlJ:;iS
permanece en Ja actitud teór-ica, no puede e:xper1n1eo~ on~~.11a-
el pensamiento rc6rico, un problema dialéctico similar al que eocoo- mente y captar de manero inmecliata el mundo de la_ vida oottcl,ana
tt-mbs al ru,al.i;¡~r d mundp de lc,s sueños. •• dentto dcl cual yo y nsted, Pedro y Pablo, cuolquier_a y todos tenemos
Pero en este caso, dicho problema adopta un doble aspecto: 1) ¿Có- JlCl'Ccpclones confusas e inefables, nccoamos, lPJha1a~os, -planeamos,
mo puecle cl s{-mjsmo reoriz•dor sollt• r.io ballar acceso al. mundo dcl 1amcntamos espexamos, nttc~m.os, crecemos y mouremos; eo una
eje<."Utar y convertirlo en objeto de su contempl~ci6n 1eó1i~a? 2) ¿~6- palab.r~ vjvÍ.r su vid.a, como si~mismos indiviso:; en sµ plena humo.ni-.
mo puede el p<:osarrucnto teórico ser comurucado y , la teor,:zuc1ón
dad. &te mundo elude In ~aptación in!l'-ediata ,~cl déntífico social
misma ser llevada a cabo en la lntetsubjetividad?
teórico, quien debe co,nsttutr iin m.ecantsmo artillc1:tl, C?mparabJ~ a
Con rcrpectQ 11 1. Eo la medida en que la teorización se refiere a la «conrunicación indirec.tjl» y:\ menciona1a, para 'VtsUahzor el n1Uf-1A
objetos que solamente exisrcn en el tiern110 objetivo --<0mo e~ el do inLersubic:tivo de In vida, o, mejor dicho, no eso: mundo nus-
ca.so de las ciencias de la naturaleza, y sobre todo las que perrtllten mo sino solamente un -símil de él, ,.m siroil en cl cual reaparece el
an tratamiento rnote00ático--, el problema dfaléctico en cuestión no mu;,do biimano peto despi:,Jado de &U vida, y ca d cual reop:u:cce
se hace plenamel\te visible. 47 Pero todo el tnUl'\dO del cie<:ut.-u in ter• cl hombre, pe,,.; dcs¡;iojndo de su indivis~ bum~nid•d. Eite recurso
subjefr•o en el tiempo estáué!.r ( i ncluye,¡,do el sí-mismo ~jeeu.taotc ortiflcial, llarn•do el método de las cicncms S(!Ctale~; supe":' ~ difi-
·del pensador como ser humano, sus sCTncJantes ? sus actos eJeetltr't:os) etiltad clialéetic• esbozada sustiruycndo el mundo mter•ub¡cnvo de
e incluso el problema de c6mr, puede ser expenmentada en Ja act111Jd la vida pot un modcilo de este mundo. Tal modelo, s~ emba~go, no
ruitural la e-x:lst.encia de tien1~j"ntes y w peo.samiento_ es un tema de está poblado de seres humnn.o s roo toda ~u b,~marudad, •rno de
1
contemp1aci6o teórica. Es el principal objeto de csruc1fo de 1as llama- tJ'teres, de Jipos; que sQn construidos como s1 pudieran llev~.r a cabo
das cieocios sociales. Ahora bien: ¿ c6mo- puede el ;pell5ndor solitario, acciones y J'ea.cciones. Por supll;e~to, e.sto.s a~iones. y r~~c~oocs son
con su actirud teórica de dcsintcré.s y su lejanía de todas las relAs;ioues solo fieclciaJ., ya que no se ot1g-1.0ao en ~unn cóncLcn.aa v1va com~
sociales, e.ncontrar un cofoque del munclo de la vida cotidiana en el manifestaciones de su es¡,ontaneiélsd; son asignadas a los títeres únt-
cu.al Jos hornbte!j practican actQs ejecutivos eoue sus semejantes den- camente porgta.ci• del científico. Pero si, seaúo ciertas reglu opera,
tto de la acrlrud narural, I• mfama actirud nstlll'al que cl teórico se ve tivas definidas {euya dcscrip.c i6n es tarea de un• metodolosfa de las
obligado a obandonar.? ¿Cómo es posible esto, dad,;, que todos los ciencias sociales) ,•• esos tipos son construWos de tal modo que eus
actos cj<:<;ucivos se cfc:ctúao dentro dcl tiempo est.inclu, el presente actos ej~cutivos y efectuaciones flccicias no solo sean cohere~tes en
vívido de fa relación Nosocros o formas derivadas de ella, es decir, s1 núsmns, sino 1:amb¡én comparible,s con todas las cxpcrlenet9~ pre-
dentro de la Dl.Ísma dirnensión tempornJ que, corno hemos visto, .ln vias de:! mundo de la vícla coticliana que d obserwdot adqmr,6 en
contemplación tc6rka ao compátte? Además, solo en la relación No- la actitud namml, antes ele saltar ol órnbito •teórico, entonces Y ~olo
sotros, en la cu,u existe 111)3 comunidad de espacio y de tiempo (un enconces este modelo del mundo social se convlertc co un ob¡ctp
ambiente social comón, en el más pleno sentido) , puede el homhre teórico, ~ objeto al que le es proph1 una efectiva posiclón de existen-
que está en la actitud natural experimentar el sí-mismo do! Otro en cia. Rccíbc un •cento de realidad. aunqae no el de la actitud ontur!'1.
su to(alidad indivisa., mienrras qué foe.ra de1 presc:,ote vívido de la Con respecto 11 2. Hay, sin embargo, otto :upecto del problema d,n-
rclaci6n Nosotros, el Otro aparece merameate como un MI, como léctico involucwdo que no se limita " l~ cuestión de c6mo. puede
alguien que cumple u~, tol·, pero no como una unidad. ¿Cómo puede hacers.e de la socialidad el objeto del !""~ar, sino _que se refiere en
entonces el pensamiento teórico captar ni hombre en su plena humani- general a la sa<;ialidad del teorizar m1smó .. El teotn.ar ~"?~l~do
dad y las relaciones sociales en las que se encuentra con Otro? Sin todavfa este térDl.Íno en cl significado n:strmg1do de l<lot1zacion c.ten-
embargo, la posibilidad de todo ,;oto constituye una premisa no ncL,. tlfica. y el(cluyendo por Jo tanto la o¡editacióo puta- sólo es posible.
rada de tod.as las ciencias socfoles tc6.ricas. Además, el cieotJJ'ico social en p;imer lugar, dentro de un \!Diverso del disam;o que esté d~do de
too.rico debe referirse a su acervo de experiencias previas de la eids• antemano 111 científico como resultado de los actos ele teorización de
te.o cia de Otros, de su -actnar y ejecutar, y al signilicado que elJos otras personas. E n segundo lugar, se basa en d supuesto de que
46 Véase supra, pág. 22.1 y iig. 43 Vérusc AJ(,w Sd,urz, •lñc Problcm oí Ra<i.onafüy in, tbc Sedal. Wot'ld•.
47 Aparece,. sin cmbM~. tan pronto como cl obser..:ro.dor ci~ntlfi.co se i~cluye EcanQmica \/'01. 10, muyo de 1943, ptfgs. 1.31-19, e:p, 12_:.1g, 143 y s1,ai;. ( ..Et
eo cl campo de obscrv:.lción, COú1.0 en el famo!io ·pri.nc.i1»0 de i.odet~llq6n de
Hei::cnbcrg. Cu;1odo C!l\o auccdc, ci;taJtan l."$ JISUWldQS cdsis en los fuadruqeo~
problcm-a de lQ ca.<riooolidacl en d i::nundo social», t'.o Es._tudio1 1obre tea,:t11.
sor..íal; op. cjl., cop. ")J; y Der sÍltnhdft~ Aajhdu der Jo:ZtJM Wr:Jt , fJ(', nf..,_
tos de la <'icodt en cuestión, que se>n soto un. aspecto de Ja situación diaJéo-
t.lCII general C$bi:ruda co el tcxro.
esp. P'!gs. 247-86.

234 235
también otras persc,,na$ p1,1eden hacer del nilimo tema de estudio, que Como hemos c:,,-plicac.lo, este no e.~ un problema fenomenológ,ico
yo abordo en 1~ conter.npl:íci6n teóric", d objeto de su ¡;,en·g,,mlento es¡,edfico, sino m.ucbo más general. Es más compliC$do en Ja esfera
teórico, y <)ue mis propios resulrndos se,;án verificados o r.efocndos por de ]a fenomenología trascendental. Aqu( ten,emos cl concepto ele una
los suyos, <;<>mo los de ellos por los .mfos. •• Sin embargo, esrn morua plur:tlid•d de egos rrascenr.11:ntales, una comuoidad de m6naclns, que
";'=!'ornci6n y refutaci6n,. nprob•ción y crítica, presupone la comu- solo pueden comunicarse de mánera directa e .irunecliata pot med;o
nrcac,óro, y esm ·solo es posible fuera de la esfera te6dca pur:a, en cl de gc;;tos corporales J'JJ~nd,mos en .e] sentido más amplio, que ir,cluye
m~do del _eiecut>l~. l'or lo tant~, J?ara. comunicar ,ni pe.t1saroient.o el lenguaje. S)n ernh-Jrgo, constituye un.1. cuestión seria . d(:!te.nnin.ar
tconco a llllS semeJantes, del;,o deiar ele Indo fo actitud teórica pu,·s, si In i,_1r:ersubjeúvidad es un problema de Ja esfera trasccodcntal o si la
volver al mando de la vida cotidiana y su actitud natural, ese mundo sa<:iá Udad no pertenece en é,mbio n la esfera mundana de nuestro
que, como hemos visto, ao es dlrectan1ente aC<:"esible por la teoriz.a- mundo de la vid.a.••
ci.6n. '.Esta parece .ser una sjwaa-ÍÓJ;l sumamente paradójica, t;;rrül,ac n Pero la «p,.,adoj• de Ja comunicación» -la ienomenol<\gica t<tqto
la que encontramos ·e n nuestro ru:,álisis de la vida onírica, donde v11nós como la mundana, a la cual se refieren de modo éxtluslvó los análisis
que sólo quien ya no sue1'\a puede coroun.i.ca_,: sus expeOencias como a!lletio~o:s-- existe solame,01e ca tanto consiclcrernos Jo que llrunamos
sonador. los ámbitos tinitos ele sentido como cntid•dcs onto\ógkas estáti~as,
.Esta no es más que una formo del antiguo problema que se Ieplru:itea que c,xisten objetivamente fuera ele la corriente de la coaciencia ir1di-
en rodo tipo de medit:rción puro ; l'S el problema de la comunkad6n vidMl dentto de la enal ,;e originan. Entonces, por supuesto, los tér-
in.directa. Para seguirlo desde el cornlemo del pensamiento fiJosóflco minos y nod.o ncs válidos <foo tro de u.n ámbito, no solo e,cigi'rlao uaa
bAsta n~estta época, serla necesariQ escribi.t una historia compl~ta eje modificación <.'Ompleta dentro ele los ocros, ~íno que en eUps pasar!an
las ideos. Po,; c::llo, tomamos solo como eleo,plo la forma partlct.ilru- a carecer (otalmente de significado, col como las- monedas de µn país
c¡ue este problema he reo.ido en la más reciente etn.p~ de la teorfa que dejan de tener curso legal cuando cruz.amos Ja fromcra. ( Aung\le
fonomenol6gica. Lo encootramos en los dos primeras de las tres pa- a\)n entonces> par.a man~eJ;Jer la ru\:llogta, podemos tambi1,1,r es.as mo-
radqjas que acosan al fenomenólogo, y que et Dr. Fink ha elaborado nedas por fas del auevo país.) Los ámbüos Üni tos de seatklo no
en un ensayo hoy fumoso y totalmente suscripco por, Hus,serl como son estados separados de la vida mentol, en el sentido dcu¡ue pasar
"!'~resent•ciótt de sws pro~ias ideas.•• Siguiendo la excelente expo• de u.no a otro exigida uua trnusmigracióo del alma y una complet,i
s101ón de) ptof:esor Farber., 1 podemos icsumir el argu ,nen to de Fiok- C)(tinción de In mc,t\ot'l• y la coocienci.a ¡,orla rm,er(e, como supone la
Husserl de la siguieote m11-11era: después de haber eiecruado la. ,:educ- doct;tina de la metempsícosis. Son solamente nombres p•ra diferentes
ción fenomenológica, cl fenomenólogo se ,:.ncuenrra {rente a la clill- tensione.s de una y ]a misma conciencia., y se trata de la m(sm.a vida,
cultad d 7 comunicar su. conocimiento al. «dogmático» que permanece lo vidu mundana, in,divis~1 del nacimit!nto a la muerte, 1\ la que se
en la acttmd natu-i:aJ. ¿Noyresuponc esto una base coroi,n entre ellos? atic.nde en diferentes modi.Eícaciones. Cotao hemos dicho ;wtcs, mi
Esta es la primera forma <le la p,1radojn. El problema se ~uclve 01os- mcmte puede pasar durante un solo d{a o inclu<o una hora por toda
ttando que el fenomenólogo no abundona la actitud trascendental la gai.na ele tensiones de la concico.cia_, vi'v-Je.ndo ahora en actos ejecu-
pata VQJver a la natural, sino que se (:'()Joca «en» Ja acritud natural tivqs, pasando Ju.ego pot uu~ efl$0Üa,ci6n, sumergiéndose luego en el
como una sit~ación tr:t=ndental llevado basta el fin por éL La se- mundo piccóa:ico de un pintor, _para luego entregnrse a la cootcm-
guncb paradoJa -llamada «p:iwdoja de Ja proposición f:enomcmol6- placi61\ teórica. Todas estas experiencias difetcntes son ex¡,eriencias \
gica», y que nos· ioteres"" en especial- está basada -en la prlmem, y denu:o de mi tiompo Ultecior; pertenecen -a mi flujo de condeocia;
se relaciona con los conceptos y el len.g uaje mundanos acerca del puedén.,;ci; reéord;.das y reprodu<:ld.-u. Y es por esto por lo que pueden
mundo_. que son los únicos a disposición del fenomenólogo que quiere ser é.omunlcttdas a mis semeiantes en el ]engti:,tje ordinario, ea netos
comumcarse. :E:sta es fa razón por la cual codos lós infotnl.eS .feµome: ejecutivos. Con fr.cL-uCucia hemos dich~ · que los actos ejecutivo~
nológicos son inadecuados, pot causa del intento de dnt una expresión puec;len ser los «contenidos» de faotaslas, sueños o la coutemplaci6n
muncfona a un sigrúfiOJQO no ri,undano, y esta dificu Itad no puede teórica. ¿Por qué !.as experiencias l¡oc se otigioan eo los ámbitos
se! fC"tJClt.1 mediante Ja invención de un leogooje ru:rifid.ol. Farber ha finitos de Jas fantasías, los sueños o [a teo.rizacióa cicnúfic::1 oo poddan
canead.o ag-u.dumente este argumento, ooostra:ndo qt1e no ha:y OÍi'lgtín conver.-ti.rse eo Jos contenidos de actos ejecutivos comunjcativ0$? Si
«CQnflicto interno.. entre el significado mui,dano de las palllbras y los niños juegan juntos en su lllUUdo de ficción, si annlizam,os una
el significado trascendente_ indicado. •• obra de aJ:te oon o tra: person-n, si partic1¡:,a.mos con Otros en e.1 .mismo
ritual, todavfa no~ balla¡:nos en cl mundo de.l ejccuta.r, vinculados por
49 Vétsc Edmund T:fussed, Pormalc un{l tran:s.u11denta{e Loglk págs, l72-7),
de las detcm1in11<:i<,ni;;s 1n.5«:ndc.ntAlcs• y que- es la m:i:; úntJOrtlWte- di: Lts tce.,;;
1
200-0l, 205-1,., y ..p. 209 y 212.
5d0 Eugen __ f~~ «1)1':. pbián,omcooloti,~d1e Pbil(J:S(.)pbie Edmund 1-1\ls~ls ia (aunque n.o p1tr11 101 J)roblcinru¡ que C!llianlOS: 1:Xuuún:a.ndó), se tc6cr.c 11 111
~"!'tliag.egcoW1Uttgcn ~:1tib, ron un pt\.l;ogo de Edmund .'Husserl~ K.,.1fft.Studien, eucstióó de. sj }.l) J,.Sgi.c.a ~rá ! la altuc-J n~C1:'$Arla t,aca ,cllblvct _l'?s. p~hlc:mas
.oo , 1933, POJ!'I· 319-83. que: $urgen co l,o c.lete;rm1nac:16n de ,:c~n.~Olld trl.l&ccndeu1.1le11 baitas-.
,n
51 O¡,. ~ -, ªI?· xvu. B, -c:sp. ¡,ó¡¡. y ,if!;,. ~3 Véa!k: ... w 1eor(11 Je li, irHcTtiubji.:,¡vidud de Schdcr y 111 tes.l11 genetal, del
52 Op. Ctl., pags. 559--60. Li tette:t. paradoj a¡ dCL1.om.i.nftd:t «par:ádojn J6gtc·a uahcregu"•· csp. 1)ágs. 162,65.

236 237
~et~ .eiecutivos ~e comunic_ación con el Orro. Sin embargo ambos
partmpanros ban saltado junio$ de[ ámbí.to finito de $enrielo llamada 10. El lenguaje, los trastornos del
«mundo de .l•. vida cotidiana» al ámbito del juego, del arte, de los lenguaje y la textura de la conciencia
sf01bolos reli¡¡1osos, etc. Lo que antes pa.necfo ser una .realid"d míen-
' r•s se l• atendfa _puede aborn ser medido por otra vrtra y- resuJ car
ser no-re•I o ~osi-reál; pero esto es <1s! sólo -en la formá cspeclfica
de una 110-re.a l,dad pre~eo1e, cuya realidad puede ser restautada
:Así, la paradoja de la comunicación solo •urge sí presuponemo~ que
la socialldad v la comunicación pueden se.e concretad1L< den rro de
~tt~ ámbiro finit? de sentid,¡, que no es el mundo de la vida ,;o. Siempre COJlsci cuyo un aeontedmlento notable en fa cvoluci(Ín del
ttd10ua gve consntuye .la realidad eminente; pero si no for;mulamos pensamiento cieotlEico el que ciei;cas ideas esenQiales des,trtólladas
cal sup,u c,sto SJn gnro.n.úas, cn.tonc:<:s la denci.a quedu, i11c.:luid.a nucvn.. en un campo se,,n corroboradas por. los resul tados de la investigación
mente an el_ mundo· de la vida. Y, redprocameo ce, el mil,,gto del en otra disdpllna, sobre todo si la!t investig,1ciones son llevodas a
""l"f').oooq,ew devuelve la plena humanidad del pensador al campo cabo de modo indepeodierite, paca ii,,es difeí'entes, en niveles dife-
LeqtJCO.
rentes y medi110tc .métodos en un ,odo difectnces. En t•I caso, las
comprobaciones clc.:tuadas ea un dominio del cooocimicnto ser.ln
una ÍJ1terpre<ación de los loJ?rOS alcanzad<>, ~n d o u:o. ";l si l<>s uni-
Lisis de cierro~ descacados filósofos 1)10dernos con xcsj,ecco • t., cei<-
tura de lá mente human•, e,, panicular sobre el ocigc:n el.e fo abscrac•
ción y lo tipificación> convergen con el resultado de los estudios neu-
rol6glcos y psi.copatoJ6gkos en el cllmpo de los tr.astomos del Jen-
g1.1nje prov,;,,qtdos por lc-.sjonei: e.n i::l cerebro, l"(l situaci6n presenta
enorme Ín~etés para el especialisra en e1en.cias s ociales. &te puede
esperar Jusiific•damente que tal con.fümacióo mucua •rroie luz sobre
aJgunos de sus problemas más lmpo.rL>nics: los de la telación entre
los s~es bumanOs y su ambí<tnte, por un lado, y la fo.nción del len-
guaje, por cl o tro·.
Cualc:¡uiec eswcüoso contemporáneo ·ae los problemas dcl leognaje
desde el punto de vis<• filosófico, psicológico o •un llngili.,tico conoce
de un modo u otro l.. obra cumplldu por el profesor Kurt Goldsteip,
que se relaciona con el estudio del lenguaje deiectLJOSO observ,do
en vipcuJaci6o <;on Jesiones de Jé corteza cerebral. "Tfunbién conocerá
la infl uencia de !ns concl~iones de Golds,eln sobre la filosofía de
Ernst c ~1ssircr y- d.c:,t tos cxistencialista:; f.ranceses. Las páginas s.i~uien-
ces están inspíratlas por el cccieote libro del profeso, Goldstein,'
quien ofrc~-e e n él un vaslA> re,;umeJ1 de sus múltiples y dc!icollantes
cootribuciooes en este campo. Tres propósitos nos gufan: presentar
tina parte dél contenido teórico del llbro del profesor Goldsteio • y
sobre todo anali>.llt sus coac.cptós de /Jctitudes coocrei:as y c~~oria-
les; demostl;1u· la conve.tij,Cncta de sus conclusiones <;on ciertos- ideas
báslcas de varios filósofos modernos~ y finalmente, esb02a.r algunas
conclusiones relacio!llld,•s con el origen d~ lus tipos y Ja ·funéi6n del
lenguaje.

l Kurt Gold!i:u:i9, L.a.nguaf.é an4 Langt;u,·g_e Di$1urbuncc:I'. llp!Jd{ic Sympto111


Co,nplcxci «11d thelr Slr,ni/kfJll.,'c /or ,\fedlclnc attd Tboory ó/ L,ut'gudgtt, Nueva
York, l?4S.
2. Las--acyxione:~ dfnicas -espccis,lmia:;,re JO$ eukfod0!.4>.!l ·informes só bre cd:so:i pi,r-
cicularC'S Cjw: ll~~10 Lt mibtd dél Jihro-- nQ l'"'e<lt?11 st!t tra1odQ,¡ t:n e111¡:
aáfcuJo, aunque. co.o.dencQ abund:tnte in(otrnución 1>1~C11 11,;do ~l qui:: :se inLe:rc.SO
por el Jcng:aoje }' el l-u1bl11.

238 239
l. La teoría del lenguaje de Gold~tein la actividttd en cuestión. Hu.y ve.tíos niveles de co_pducta abstracta.
de fas cuo les el. más elevado \'C< el acto consciente y volitivo de dirigir
];:) libro del pcofesar Goldstein está concebido primordhtlmente como cualquier efectuación y explicru- estas actividodcs o s1 núsn:,o o •
un m;,nuo.l destinada a ffoes d.lnicas: ayudar en el examen do pacien- otros; la acción no acompañada por la plena concien.cia de .lo que
tes, disce,;nir la.s ra2ones de las trastornas y es!-Obfocer las me.didas se c.s tá 1haciendo SUJ?OOC un grado menos absU'aCto de conducta-
terapéuticas adecuadas, consjstentcs sobre todo ea u11 reaprendizaje concepmo.l. 'l'·•mbién la conducta concreta presenta graduaciones: la
sistem,á tico. Peca n.o cabe sorprenderse de que el autor de The Or- manera. más concreta de e.acarar s.itnaciooes y e.osas consiste en la
ganfrm (Nueva York, 1939) •bor.cle el ptoblema clínico particular cupt~ci6o de una -sola propiedad de lo situación, tal como reac:c.iQ11ar
dentro de un amplia y bien fundamentado marco psi<:ol6gico y filo-- sol:troeotc anee uo c.olo:r, o solamente ante la forn-111 de uJ1 objeto, o
.sófico. Ha visto con claridad que el procedimiento de las ,ex,os solamente ante su uso ['(ác-t:ico. Las actividades apreQ.didas nor1no,l-
usun1e$, que o&e.c~n 0..1.adros clínicos ar.tificlales de los tca.i,ro.r.nos del mcn te se desarrollan de manera 11u tomática, pero l os casos pató16g;i.-
lenguaje, no pueden cesolver. e l pcoblema. Párriendo de su punto de cos muestran con claridad In dependen.c ía de tal automatismo con
vista organicista, según el cu-a] la conducui patológica eS una conduct:1 respecta· a Ja llamada actitud abstcaeta ( pág. 1 y sigs. ).
de funciones de partes dcl orgal).ismo aisladas de la totaÜdad, coJac;i Dada la importnncia de la d.is1.ind.ón entre actitud concreta y actirud
los sfntamas individuales --es decir., las modificaciones iodividualcs abs«accu, examinaremos Jl)Ós adelante su legitimidad. Pero sin duda
de una pauta rndividual de conducta- en d centro de su inter6s. La estos conceptas son suficientes y útiles en cl nivel de la investigad,6n
ouestió,n básica --en nuestra opinl6n1 básica no :.;olo para esta inves- del _profesor Goldstein, y la coodt1tcn, coma se verá, a distinguí,:
tigación concreta, sino paxn todas lns ciencias de la conducta bun1a- también e1ltre el lenguaje perteneciente a la actirud abstracta y el
na- es esta: ¿son !os sintom1'S, es decir, las madiBcacianes de lo leu¡¡uoje Cóocreto.
conducta, la expresión di recta de w, tr:lstorno funcional definida, a RefirJéndose principalmente a los problemas de l:i afasia, el ptafesor
intervienen otros -factores que por lo ,_ne.nos contribuyen a producir Coldstein se ocupa, más que del lenguaje, de lo que los lingülsi.as
los s1ntamas? Goklsteín demuestra que e l mi~,no sfntorua puede ser modern9s - siguiendo a FeJ,"din•nd de Saussurc>- llaman el «hablu».
provocn<lo de maneras totalmente diferentes: alguoas desviaciones Reclrnz• e.l concepto aromista según el c.-ual el lenguaje se basa en
de la conducta pueden estar dicectamente relacionadas coo e1 defecto imágenes de palabras, motoras y sensoriales, que· se coneet,,n de di-
subya,cente, mi~J:tiíls que ot:as son la expr~i6n .d e .fllC(;'anis1no;, pro- versas maneras cnn·e sf co.n Otl;<ts imágenes correspondientes a objetos-.
tectores que •utiliza. el orgnrusmo contra el, caiamitoso efecto del tnlS· ¡,eosam,i cntos y scntimicncos. Segw, esl:ll tcorla. el habla y la compr-cn•
tamo. Además, una efoc;tuáción de hecha conecta puede ser lograda sión soi,. la repradU<.'ci6n de esas imágenes, y el lenguaje no es m~s
de una maoeru tot<\lmen ce incorrecia ( es decir, anormal) y es posible que una hcrramient$ co.oveo.cionál derivad.a. de moqirnie1.1tos e.tepr:es:i-
que no poclamas ver esio Ctl el resultado. El deterioro no sigll.WC<t vos. Los trastornos del habla era,¡ e,,:plicados por la lesi.ó n de centras
simplemente un trascoroa de la ca{lacidad mental en general, sino que ci1:curiscrjptos del cerebro, lo cual ln:\lolucra el supuesto de distintos
.implica una alteración cualitativa, un cambio de pcísonalidad. Con- «ceocros de conceptualhaci6o», •cenrros de conceptos de palabr:l.'I~
siste sobre todo ep e1 deterioro de lo que Galdstcin denomina «acti- y otros simJlares. Este supuesto fue expresado en los «mapas cerebra-
tud ahscracta», les• y eu lu ,hipótesis de que es•amos 11utorizados a inferir di.recta¡ncn-
Esta expresión y su apuesta, la •etitud concre~, son de fundamental ce, de ""ª CQtrelaci6n entre un de(ectQ localizado y un defecto en.
impo.c:tancia en la teoría dcl nutor~ En fa actitud concreta, nos en tre•
g:tmos pasivam~nte y nos aramos n la e'xpei;(eucia inmediata de objetos
la efectuación, úna relflcic;Sn entre In zona en c.uestí6n y una efe.ctua- '
ci6n definida cor!:J'spoodicnte •l defecto. Pero solo pueden ser locali-
o sjtuacione$ únicos. Nuestro penstrr y .iccuar están detctmioados por zadas los defectos, na lns efectuncio!les. Toda lacal.izadóo de efec-
las exigencias inmediatas que plantea el aspecto particular del objeto tuaciones e.s Wla cuestión de in t;trptetaclón teórica. Ea verdad, existe
o situación ante el cual debernos reaccionar, scgtío se nos impone. ttOJl diferenda entre la petíferíu de lo corteza y sus pru:te.s centrales, y
Pero la octitud abstracta, también llama<la actitud categorial o con- es1as ú ltimas SOJ¡J zdativ-runence independientes de la pr~a, al
ceptual, supone e.lC8't un punto· de visra desde el cwtl juzgamos la menos desde él punto de vista anatómico. Sin embargo, cs;e hecbo
situaci611, tomando it.úciativas, efectuando una erección, recordando . sólo permite concluir que Jas dis·tlntas partes contribuyen de mane.J'a
simu]tónerunence varias aspectos de una situación. capt>mdo lo esen- diferente a la función del ,ceie.bra. no que .las distintas partes de la
cial, concibic:nda lo rncrnmence p9sible, pensando sÍ1J]bqllcamente y, corte><>t se ttlacioucn too dífc,centcs funciones. Además, la reotla j<Clá-
en general, separnn.do el ego del mundo externo ( pág. 6). Golclstein ska» de los localizaciones se b,,s• principalmente Có el material ol>-
opina que en la co~duct:I normal s iempt~ es posible distinguir estas tenido de autopsias. En estas circun:,tao.cias, es muy difícil,evaluar ef
dos actitudes. burante toda actividad domina fa actitud concreta, grado de d~erio,;o, y sabre todo decidir si el tejido conservado toda-
pero es necesaria la abstracci6n para iniciar una activid.•d y, si el vfa funcionaba la suficiente como patá pe.mur.ir o -no det~inada
cutso de la acción sufre interferencias o perturbaciones, la sbstroc- e:F.ecttHlclón. Ea oicrtas coadicione.s, e l ocganismo puede reaccionar af
cJóa bt.,mbjéf.i es- necesa,rin para corregirla$ y_ continuar adecuadamente detectQ funcion11 l de tol ¡uun•c• que los s!otomas goc obedecen ni
dcfoct9 locnlb,ado permnm?',c•o ocultos.

240 241
los pr.irncros .sonidos se vinculan estct::chamcote con la Última re.1aci6n
lfead, Jod1son, J?ieuc Maric y el m.isl\lO Goldst.1!Ín bnn dcmost¡:ndo
que existe entre el niño y cl nmbicnte. Son desde eí comienzo feoó-
que la teótfa de las lcic-.t.lizaciones de IM U..,nados imágenes es i'.oso~-
me~,?s $Ociales, s!_ bien de un tipo_ m uy primitivo. N<? ~ay una scpa-
renlble ( resultado <Juc, como se demostrará, corrobora w> supuesto raoon entre el oino y el mundo CJrCW)daote; sus acnvidades (inclu-
básico del concepto bergsoniano de men re). Ellos die.ron nJ término
SQ el habla) están inmer.;as en una totalidad unitari• que lo abarca a
«localización~ un nuevo significado. Cada efectuación ( según las con-
clusiones dé: Golds1ein) obedece 11 14 función del organismo total en
él y el ambiente. «En la medida en que el niño adquiere conciencia de
su habla, puede tenerla a través de una experiencia de fenómenos
el cual el cerebro dcseropeíia w, papel particular. En cada c::Iecroac¡ón, motores y sensoriáles que corresponden n un estado do satisfacció,;,
roda la corteza está en actividad, pero lo excitación se distribuye c.n su tendencia a entenderse coo el runbieote». Esta teorfa, estrecha·
de rnl manera que • cad~ efectuación coc,:espondc una excir,,ción de
rnerote relacionado con ci.ertns concepciones de Scheler ( a las que el
estrucru.ta clifer.ente, en lo correz:a, que a su Vez co.ctespoode a la «fi.. profesor Góldstein oo se refiere) no concuerda con la inteq,retaci6n
gura», mientras que el 2roccso en el resto del sis-rema nervioso cO-. que ofrei::e Piagct dd «lenguaje egocéntrico» del niño ( pág. 95). Pla-
rresponde al «fondo», ambos 1&minos. tomados con el significado que gct opina que este ¡,rúnet lenguaje no está det,:rmiruldo por una
les da la psiwlogín de la goestalt. Po.t ejemplo, la afasfa aoonésica reJ,ición entre el niiio y el ambiente, que du,ante C$á etapa el niño
--que la antigua teofla explicaba como una disociacióo eqtte las
piensa y habla ¡;,ara -11f mismo. Este tipo de lenguaje e., más o menos
imágeoes del objeto y las imágenes de la palabra, y pór ende como
u.o defecto de fa memoria- resultó ser consecuencia de un cambio de Jncomprcruible pru-a el adulto. Solo cunlldo el nlñ.o se =• a la edad
escolar y so.s contactos SQC.iales aumenum cada vez más disminuye
la _pe.rsonaU.dad total: uo deterioro de la Jlamada actitud categorial cl egocentrismo y el lenguaje del niño se sociaw.a y se ~uelwe ·por
o abstracta. Jackson ya hobía subrayado que el habla no consl$te en
eode, comprensible. '
wtn sucesión inconexa de palabras, sino en lo que él Uamaba «propo·
El profesor Goldstein --<¡ue adhiere a la crítica formulada pór Vigots-
siciones», y que·et valor de 1a palabra sólo puede ser ju>,gRdo por su ky a 1n teoría de Piaget y basa sus conclusiones en el esquema orga-
uso en una relación especial. Goldstein nmplfu. esta idea. Según él, el nístico general, según el cual serla muy improbable que en una
lenguaje es un medio de que dispone el individuo para cnteDdei:,;e ewpa tan importante de la vida el )eogunje del niño no tenga nloguna
con el mundo externo y manifestarse, sobre todo 1)3.ta entenderse con (unci1n esreda.J "!' SU desarrol!Q-- baJJa otra ei<pliCáC(ÓO plU:a c:J
sus semejantes. Nue.~tta man<:ra ele bahlor solo se hace comprensible can,b10 de lei¡gua¡e en la edttd escolar, cambio que adro iren tanto
si tomamos eo cuenta la refoción especiol de fa persona ,que babia
é_l como Vigor;s)ry, El.lengua·¡e del nfño ~oircspoade al modo ¡;,,.imj-
con el ambiente en la situación \lada. tlvo ea que puede compr.en< er la ·s ltuac,ón total, y su lenguaje in•
El profesor Goldstcin distit>goe con gn,n cuidado entre.el «bab!u in, tetioc se vincula de cerca con los agentes iosttu.a:ientales externos. En
redor» y las ejecuciones exte.riores del babia. El habla interior no
esta etapa, el 1enguaje sicve al propósito de la orientacióo mental de
debe ser confundida con el concepto de «forma interior del babi.• » la comprensi<\n consciente, de la superación de diflcultade• y ~bs-
elaborado por Wilhclm von HuJnboldr, es decir, la mijne~• especial tácu.los_._ Sin embargo, se '?rodnce en la ilusión de set comptendido.
mediante la cual las personas que bablrrn el mismo lenguaje contem• Si el ni.no no puede experimentar que su habla es comprendida esta
plru, el mundo y expresan esta perspectiva Cl\ un. organización espe-
disminuye, y viceversa. El lenguaje pasa a $<:t., de manera creciente
cífica de las formas lingüísticas. El habla interior es defink[a por el un fenómeno de la vido iol.e ti,o r, y con la creciente indivjdualizació~
profesor GQldstein como lo totalidad de procesos y Cicperic.o.cias que ( ~a.le decir, In dis~dón entte el ego y d mu'ndo) se separa cada vez
se p.roduc.eo cuando vamos u expresar nucstrOs pensrunienros e.n eJ más de los agentes Jnsttument.ales externos. No es sino más tarde que
leóJ!1Jaje externo y cuando percibímos sonidos como lenguaje. I,:J habla el habla intetior del niño se u;ansforJ))á en el babi,; mtc:rior dd adulto
iote:tior está en estrecha rel(lción con lo gue GoJdsrein llama los pro- q_uc c~tá determinada p_or su percepción totalmente diEcrtn.tc de t,;
~°:' .m"?t.,les 1'.10 Jingüís~cos, r;,Jes ~mo la foi:mación de imágene., Sll\Ulctón y de los cambios que acontecen en ella. Las observaciones
s1go.i.6cat1,vas, ronce.gtos 610s, pensaouentos, series de pens:tmieoros de casos patológicos muestran que el habla de pacientes tiene más
en forma de conclustonC$, etc. Por est<i razón, el habl- intedot en• e! c":'ácter de una ~omtUl(C'ICión con Otros que d de un habla parn
c11entra expresión en Jo otganizadón de la «fono• interior del hnbla,., 51 m1S11;10. Ba perdido su 11d'7"""1ón a ln s ituacióo total y está más
en l,i selección de categodas de pálabr0$ d<efinidns PQ( un lenguaje determlnada_por_los ugemes mstrumeotaks <JifC el lenguaje normal.
especial, en. •u estructura <Sintáctica y gromuticru; ,arla de acuerdo En el ha~la wter1~~ normal, Jo". conc"Cptos ele let¡as, p•lobtns y Eril•es
q;¡,i la sitoo.ción en la gue se encuentro, coa fo persorutlid,«:1 del que son totalidades mas o menos fa¡as, pautáS deJas que somos conscien-
escuc,ha y con nuc,;cra e,cpectativa de que comprenda Jo siLoación pre• te.,; en el marco d.e -una actintd de ,habla illte.rior y que utilizamos
Scnte y los mediQ.'l de comunicnción de la misma m8.Jlero que nosotros. como totalidades al iniciar la acti.v idad de pablaL Por ejemplo !.a
AJ mh;mo tiempo, el hablo interior se rel»ciona con los a.spoctos ins-
trumentales dcl b!lbla; pero debe tenerse en cuenta que ambos no
palab~a es e;,cperimeotad:1 nocn:ialooe!"'ce, oo com<> compuesta de por-
te.~, s 1,no como unarota.l1dac1 .SLn1altánca~ como un fc:n6:me.no de uno
esdn necesariamente desru;rolladós en igual medida. ' est~~-tura dtact:erística en Jo ~ual los sonidos siguen una sucesión
~ta concepción tiene particu1ar ímportru:tciu i;,tun la teocla de GoJds• definida. Eo l,i patología, se pierde cl cortlrtet de simu hancicfod, la
1cm "~""'ª del desarrollo del lenguaje en la infoncia. Según él, ilun

242 243
¡
palabra se disuelve en p,1nes diferentes, en krtos y stl.abas; o tru;n· ea:.-, que aparecen con f.recucnclo en el habla fluida, ofi:ecen
bién, uno parte experirnemada antes como fondo puede nd.c¡uirir el partictrlares dificultades para la búsqueda voluntar~ de palabras. En
carócter de figura y, con ello, una impoi;tancja <1norrnal Ast, pot este caso no se tr•~• de una folla motora primaria, .sino del efecto
ejemplo, cuando d paciente evidencia una parafasia ( deformación de de una actitud ac,seote.
palabras, o sustitución de una paLibta cort'Cc<a ¡x,r otra) ea _d habla Hasto -nhoto solo hemos examinado la ptoducci6n del habla, pc,o
espontánea, repetición o búsque<,la de palabras o nombres, tiene_ que también existen trastornos en el aspecto receptivo del lenguaje. Sus
reaccionar de una mane.r,i definida dirigida por una actitud defmida in,vcstigacioncs sobre estos tipos de perturbaciones condujeron al
y u_n ímp11lso vol~ntari?. Sin embaTgo, y en concorni tancia con ~ales profosor Goldstein a efectuar un excclca to análisis del coooplicado
prQCesos de reacc16n, tt<mcn lugn.r_ eo el fondo oc~os de un cara.c tcr proc<:dimiento por medio del cual se llega a coD.tptendec el signifi-
más voluntario, que son .ccpresentJ>dos por palabros en las «orlas». cado de una palabra. .
Ea sv anguS;fit1, e l Llllciente busca sustitutos, y c.oto.nccs los procesos Noonolmente, la percepción y la comprensión del habla no existen
de .l as orlas se hacen mú activos: las ofectuadooes de acuerdo con por separado. No ob,,1:ante, en los casos ¡miol6giros cl pacir:nte puede
estas orlas surgen de manero pasiva y son íllodificadas apenas leve- percibir los sonidos del habla <:0roo meros roídos ·o diferencia.dos de
mente por la deficiencia que afecta en partícula.e a la ~fecruación ouos roidos sin recooocedos wmo habla; aun reconociendo los soni-
dirigida. Esto explica d asombr~so hecbo de que los pacr~ntes ·~"' dos como lenguaje, d paciente puede no captar Jas palabi:ns; o aunque
leo I!ronunciar las p•labras «erronea.s» con menos parafasut qoe ,a• capte las palabras, puede no entcadctlns o no clatse ruema de que
«roi;rectas». una p<Úllbra ¡,reseotnda en un momento es fa misma que aparecl6
De. acuerdo con su distinción geoernl entre actitudes concretas y abs- r,,oco tiem,p o después¡ puede comprender Ut\O palob.i;a sólo en \:iettas
tractas, Goldstei.n distingue en<re lenguaje con.c reto y lenguaje abs- condiciones, poc ejemplo, si ve el objeto al cual la palabra coricspoil·
tracto. El primero constste en automatismos del babla, e1dos agentes de o si es.ta le es mostrada entre otras palabras o si corresponde a la
instrumentales de la misma ( tules como s_o oidos, ¡,alabras, serie~ de situación en la que el paciente está y en la cual ha comprendido otras
palabras, oraciones), en la comprensión del lengunje en situaciones palabras detctminadas.
familiares y-, -por último, en expresiooes emodonal<>;s. El lenguaje No podemos examinar con mayor detalle toda la rique2il que ofrece
abst¡:acto c-orres¡,onde a la actitud ab_stmcta: es volitlvo, proposiciona1 el libro del profesor Golclstein y su Importancia paxa las más variadns
. y racional. El <habla valuntarln, el babia conversad_o!'al, lo pro1mn- investigaciones. Su anáHsis de lns alterocioaes de fo «inrdigeooia» <:n
ciación ·de· palabras ;,isladas o series de clfas, fa tC]?CtlCJÓ/), e~ nombrar pacientes afásicos ,ha dado gra.nd.es Í'rul'Os en lo .referente a la re)3Clón
objeros, fa kctura; tod.o ello depende en diferentes grados de la actl· entre conceptos y palabras, entre el orden de la focmaci6n dd p~n-
tud abstracta. El lenguaje cotidiano es una co_m bioacióa de amb9s samiento y la estructura sinhíctlca dcl lenguaje. En estas investiga•
tipos d·e lenguaje. En una conversación, pueden aparecer '(>rimero cioaes, Go.ldstein si~npre subraya b actitud del orador res_pecto de la
autornatismos1 Ja poseedor apa·r ición de palabras puede estar dc:",tet- situa.ción y del oyente, y en especial su premisa de que no es necesario
minada por In actitud abst±acta. El individuo emplea la forma de len, expresar en d lenguaje una serie ele cosas porque es previsible que
gu~jc que mejor Je permlte hacer &ente a la situación dada en cl el oyente, sobre la bnsc de su conocimiento ele esos e.lenl,e ntos p&·
intento de re:tllznrse, y eo par.tk"la.r. de expresar lo que desea expresar lcoecicnt:es a la si tuacl6n comúa, complete coucct1'mcotc en su mente
en el momento. las ideas no expresadas. · · \
En casos de deterioro del lenguaje abstracto, es posible que el pa- Dcbeoo,o s también renunciar a todo l"(llmen del análi$ÁS que Goldstein
den.t e pueda pronunciarJalabras, pe¡:o no utlJJ*arfas como slmboloo. lleva a cabo sobre los proceso• de la lectura, lu escritura, el cálculo,
Nombrar un obfeto en verdadero sentido -es decir, tener la ex- las cjecucjones rnusicales, ¡. rel.tdóo cnl:rc_ cl gesto y cl leo8)laje
periencl<1 de una 1?9lab1a que «significa.» ese objeto-- y considerar el sonoro y la relación especialmente intete-ss.ote que exist.c entre eJ
objeto nombrado como representltnie de una categoríu es un logro pensamiento y .,-J habla e,, los individuos poliglotos, En luga11 de ela-
del lenguaje abstracto; en cambio, seudonombrar o solamente asociar borar e:5to$ 1·e mas, nos proponernos mostrar de qué modo las oon..
un complejo de son.idos con un objeto individual concreto cori:-es- dusiooes del profesor Goldstein son corroboradas por lo que pien$an
poode "l lcnguoje concreto. Un paciente a quieo ~e le muestra un al respecto cier,tos filósofos, como J3ergso11, C,.ossirer, Mede.1u-Ponty,
cuchillo junto coa un lápiz puede llamu a aqad «afilalápices»;
do se Je muestra el cuchillo iun tó con una manzana, J?Uede llamarlo
=· GtLrWil$Ch y Hus,;erl. Tal esrud.lo serv.ú;á también para examinar los
conceptos Msicos de Goldstein sobre las actitudes concretas y ·abs-
«pdmn,anz.mas»·, y así sut.-esí~an1entc; pero el sujeto es incapaz de tractas.
h,,Jlar la p;,J,.bra «c:ucbillo,. como el símbolo de ltt c,,t<!gorja de t0<los
esos objetos. El profesor Golclstein concluye que, en cuanto al· len•
guaje, disponer de sonídos con un significado abstL'acto como símbolos
de ideas equívolc a encarar el mundo en general con la actin1d abstrac-
ta. De especial la tel-és es- cl hecho de <JUC las llamados «partíeulas»
~s decir, las preposicio1,eS, attfculos, pronombres, co.njuociooes,

244 245
II. Incerpret1ciooe6 filosóficas de los t rastornos es el órgano específi<:o de la alet)CÍÓo n la
El sistema nervioso central
del lengua je vida, pero el cerebro no deter:rruna el _pen~ru:nJento. El mecattisn,o
cerebral dd pensnwien to tiene una mero funclóh de pnntomlma: 'imito
a fa vida del ~ns$miento pero no la ere<> .
Henr{ Dergson· Los párrafos 11ntcriores solo -co apariencia constituyen u.n-a digresión
.respec.Lo de nuestto tema pdnci~l. Al pa.reccr, el ~ÍL'lcufo ~ere l:1
Cuando J3ergson publicó su libro Matlh-t! ~t mémolre ( París, 1897), leorfa de Ber¡¡wn y d proble11',~ abordado por Goldstcin es doble.
elip;ió como principal tema de éSt11dio la telacl6n entre l n ,unatcria», Por un lado, lkrgson basó en parte su aoálisís en el csntdio de los
a la q11e defln1a cc,1110 la .sumá tot~J de Tas imágenes que me rodean, y uasrou1os del len¡¡uaje y comprobó que sus svpuestos crJD verlfkados
la «percepción de la mateda», definida como esas mismas imógenes por las invcstigac,ones d'e<;tuodas por Pierre Marie y su esaiela ( el
relerioo$ .,_ la ncci6n posible de cierta imagen p.civ).legi.a da, ml cuerpo. n~tfcoJo bó,ic.o d~ Pieue M•r i~ fue l?ub~do en 1906), 9ue seo ram-
Explicni: esta telaci6n resul\a dtffcil tM.to para el idealísmo romo para b ,en fond•,nenta.les para la~ mvesugaa.ones de Goldsttm. Por otro
el realismo. ¿Cómo es posible i:¡ue l<!S mi~mas. imágenes pu.edan refe- lado, pru:ece que los conceptos lx:r¡¡soniooos oobre los dJverso-1 grad9i
rirse simultáneamente -,a dos .sisternas diferentes: primero, cl sis~emn de tensión de ]a concico.cio podrlao contribuir a c:Litlfiear las ll?orías
en el cua l roda imagi:n cambia en si misma, y ello preci.s,mentc de de Goldstein sobre las octítodes concretas y abstractas, una teoría de
acue.rdo con las licci<>oes rea]es que otras .Un,genes~eje.rcen sobre ella; pa.rti.cular imeré$ ·p ara todas las ciencias sociales.
-segundo, el sistema en el cual todas las dem¡ls imágenes varían res- .Examinnndo In tcotla dásic-J de las localiz•tj.oncs, que predominaba
pecto de una soln imagen pr!o-ileginck ( ml cuerpo), y io hacen de. cuando Bergsou infoió su labor, a J'ines del siglo pasado, este llega •
distinta mlulel'll según el modo en que reflejan fa acción de In imagen la eoochlsíón de que l• cínic,i funció n mental q ue podrla estar locnli,
privilegiada? El realista P"' e de un universo dado que no tiene cen- zuda en el cerebro es la de la memoria, l)lás preci'l;a111ente lo memoria
tro, y puc_de explicar !.as percepciones (y l.a con.ciencia eo gel)eral) de palabras. Alude a lo comprobado por Broca: que en el caso de
simplemente oomo un epifonómeno de sucesos que tienen l ugar dentro ciettas le,fones cerebr•les es11eclfic,,s desaparece la memoria de las
dd écr<:bro, que 11 su vez fotma patte de .l a materia. E l idealist:r parte \)a.labras. Eo general, es<e bed¡o es j.n,erpretndo en cl sentido de que
del hecbo de que existen percepciones agrupadas alrededor de la ima- las in1presiones del muo do e,c terno --en nuestro caso, los «ionogra-
gen privilegiada de mi pro~)o cue_rpo y que c11mbian con las modifi- mas!f-- subsisten en cier.cas partes dol ucreb:to como Jos -surcos de
<;a.ciones q ue, se. producen í;lentro del cuerpo. Su dlficultad consiste uno grabación fonográfica. Si estos elementos anat6micos-son dest:ra i,
en e,q;,licar el o:den naturnl, para cu.yo propósito debe inventar algu- dos, de~aparecen los fonogramas. )'ero si esta ceorf.a (uera <otrecta1
na hipótesis arbiu:acia, ,al como l, ,rmonla prcesrablocida o el para- ¿cómo explic9( entonces el 'hecho de que w1n mismu palabra, articu•
lelismo psicoflsico. Tanto el realismo como el idcalismo parten del Iadn por distintas personas o aun por L, mismo i;,euona de divetsas
SUP.UCSto erróneo de que es el cerebro ( y el sistema nervioso centtlll manerasj o empleada en coote..xtos dilerentes, sea comprendida comt.1
co·general) lo que «fabrica» percepciones. Pero, de acuerdo con l3etg· la misma palabra? Partiendo de estll prét.tlisa, ¿cómo es p0aible que
squ, las fun.cio.Qes del cerebro cou~h;~eo so~rnenr:e en iet un .i:ec~p- en cittcos cnsos las personas af6$ieas., so1netidas o cc:osión eo1odohnJ,
táculo dé esúmulos. en dar ·l ugar a efecruaciones motrites y en co,lo- no puedan ehcontr:ar determinadas palabras qoe en ot.rns ctrouo$Hl.ll·
cni:: a disposición de los estimulas qÚe a él llegan el mayor número cias expresan? ¿No c;iebcmos supon.ce, en cambio, q11e el cerebro tiene
posible de herramieot.as motrices. Es err6n,eo imaginar el orgaulsroo la función de xccotdar, y no la de cooscrvt1r re.cuerdos? En t..isos
C01l)O un tipo de estado dentro de an estado, oomo un .instrumento de parafosia, e\ paciente tircuoscribe la p;1labca que no puede eocon-
cuya finalidad es ante todo fabricn< ¡,ercepc;(ones y luego crear activj- ttac; no tiene la fuei:za ne.cesatlo. pam «dar con ella». ];'~ro_, ¿p~ueba
dade:; mouices. En verdad, n1i sistema nervioso se interpone simple- esto que 1a _baya olvidado? ¿No es mejor la explicacióo basad, e.i ei
mente oomo una especie de mecanismo conductor entre aquel los obje· supuesto de que se hn debilitado la éápáddad del pacicote pura oda¡,,
tos que afec1(l0• • mi coctpo y 11qucllos sóbrc los tu<iles yo puedo tátsc a la situación ( o para entenderse con su Mnbiente, como ptefe-
ejCJ:(cr infhiencia, y el problemfi principal consiste en cxplic<lr cómo rirl4 e,,.pre,sarlo Goldstein), cap~cidad que es tarea dd mcc•nismo
nuestra conciencia hace ooa selección del i,nLverso de los estfnmlos cerebral asegu"'1t? Se debílirn específicamente la facultad de octiva.rel
y las respuesta~ posibles. recuerdo proyc;ctando de antemano los movimientos que normalmente
Es bien conocido el intento de Bergson de resolver este problema. traducen fa palabra -recordada a Jn acción del habla_ Esto explica el
Nuestra vid,, psfquica muestra gradós diversos 1:le tensión que de- hecbo de que d. paciente -ufósko te.:uerde vetbos mejor que adjeti-
pendeo de -¡,.,estra atención a 1a realidad o, como prefiere llamarla- vos. 11djetivos mejor que .SLLftRntivos., y sustantivos 1nejor que .ip:t~
el men.cionado fil6S-Ofo, nuestra aceocióo a ht vid•. Lo que suele ron· lsbtas _pequeñas». También explidl g,u e pacientes que no pueden
sideottse como uo ti:,,storno de ta vida psfqulca o U1U1 enfermedad de habla, espontóo.enmente puedan rc¡,etir palobr11s p(<)nnucil(dos por
]a personalidad puede ser explicado como. un aflojamiento del vínculo otros; adem~s, ~J?licu que baya sotdetí! o J.n¡; p•labr~s pese • un•
entre la Vi®. psicológica con sus <1ctividades motrices concomitantes., cocrccta percepción woora y a un11 mcrooiia. de ~onjdo$ inroc:r;1, así
como e.1 hecho de que los paciente~ que sufren de a~asi~, motriz sean

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c•paces deJeet en sil10ncfo y hss¡a. de. e,cpresatse mcdiJI.Dte la escriturjl. sonido, am caractt:íístic.i dcllenguaic del nfüo y cl hombre primitivo.
Bergson esperaba que nuevos avances en e l eim,dio de lá afasia con- El segundo olvel es el de la ~x1,resi60 ana.lóglc,,, donde la ,elación
finrutran su te.oría; en mi opini6n., las jo"O"estigacio1leS efecL1.1aJ.as por catre él sonido y el contenido designaao •no es de fndole material, sino
Góldsu:in han colmado co gran medida esa esperanza. qye p1-esenta an:1 analogía de estructura formal. Sofaroentc. el tercer
Es cierto que llergsoo, al hllblar de im~ge11es, utiliza todnvfn -el léu- nivel corresponde u la expresión simb61ica propiamente dicha.
guaje u-adJdonnl de la psicologfa sensorialista. Pero atribuye a ésta En los descubrirnieotos c,btcnidos en e.l ámbtto de la patologfo del
terminologla un sentido totalm"nte nuevo, inter.pretfodola de tal 11:ogueje, Cassi~ ha,lla confirm•éion de este supuesto relativo a Li
1i,odo que aclara la diferencia entre actitudes .concreLas y ncLitudes estructura general del mundo do la percepción. Las alteraciones afá-
abstractas. El motivo prngmático básico de nuestro pensar es nuestta sicas deben ser explicadas como dctetloros de la formulación y b
acción posible o real en el mundo externo; la mente y el cue,po se expresión simbólicas, y asl hs caractcri?.<.I He1try l;l.ead, mienctas c¡uc
com:uniC9.0 po,r n1edio de lo experiencia dd Lieinpo, y el siste.allt nc.,:.. Jockson las interpretó como la pérdida del ~odcr de «f9rmar propo,i-
vioso ccmtral re¡pila nucstta atención a la vida y c;on ello las tensl.oocs cion.e s». Pero si es verdad que Li cstructuta de nuestta pe.rcepc,óo
de nuestra conder1ci.'l. Siendo así, las actitudes abstractas y las con- depende del lenguaje, es p,:,:vl.slble co>t.ouces que las a.Iteraciones afá-
a-etas, en el sentido en qoe las iJrcerp¡eta Goldstcio, pueden ser con- sicas nunca sean fenómenos ai;lados, silio que estéo acompañados por
cebidas como dos formas difereates de nu¡;stra actitud ante la vida, un cambió eo la actitud básica del pociente ante el mundo.
dos grnd~ d.iíe.centcS de tensión de nucst.ra conciencia, 'f esto cxi:li~ Las cooclusfones ele Goldstoln parecen wrroborn.c esta tesis. Lo ~(asi•,
enría de ll)1!nero perfectameote satisfactoria la pérdida de la actilud la agi1osia v la a¡,raxfa no solo. se vinculan esu:~chamente entre si;
nbstrnctn en el caso de lesión cerebrol, si en reu.lidad el cerebro fuen, ademít~, en· cada uno de estos ·trastornos $e puede Obsecvar. el dete-
d Ór8Jlno especifico de .nuestrn 4ttentio11 iJ ta.
vk. :gstc .~UP':'""'."• si.~ rioro de la llamada. actitud ClUC!JOrial. El paciente no concibe la situa-
embargo, se 11lncula ínbmálncntc ton la postctón metaf!s1c.1 bás1''n de oióo concreta como (cptescntativa de u.u ~so par1.,lcultJr dt: una
la interpxetacióo bergsonfa1Ja de la durée y el espacio, la materia y fa «espede•t sioo que vive 11n i.vs in1ptesiones insra.n~áneos $in p~se.ntk
mcotc, el pensamiento y ltl ar;ci6n. sus funciones significativas . .Pero tod:1 percepción notro.al incluye ne~
cesru:iamentc un elemento simb6Uco; este solo hecho :hace posible el
sistema simbólico del leng,¡ajc. La palabca se limita a hacer explícito
Erízst Cassirer el cont,cuitlo represén,oti11Q involucrndo en lo.. petc~ión misma, Só-
bre )A base de estll teoría, cunlquiec experiencia meramente individual
Eu el tercer volumen de su Philos<>phie de.r symbolischen For,ne,; y panicula.r - y según ptesupo11cn el scnsorialismo y el c8Céptldsmo,
(l3erl:ín, 1929), este 6lósofo ho e><t:r,,.1.do otra interesantísima con toda cxperlc::nda ""de esta indo!- es un fenómeno patológico; apn-
cl,;s.ióo del estudio clel problema ele 1a afasia y c:nfonnedndes sinú rece cu~ndo fa perce1,d6n deja de afü::roarse en c::l respaldo del len-
lares. Alií examirut, bajo el título de «Parologúi de la concicnru guaje. Como ha ob~e,:vud.o G<>ldstein, algun.os pacientes se vuelven
simb6Jic"», l•s i.twestigaciones realizadas por Jackson, l'tead, Plertt Incapaces de comprender arulogías 1 metáforas, otros pierden la no-
Marie; Gel(,, Go]dstcin y otros. Cassixer •cepto la tesis fundnruent,.J ción del riempo y c::l espacio, otros ao pueden captar el 6igoif)cado de
de Wilhelm von Humboldt, según Ia cual el hombre cu su pensa, los nú.me.tos rú repeti.r oraciones cuyo se11tido contradice la $ituaci6n .
miento conceptual, utiliza como medio no solo .el leoguajc sino tnm concreta. Cassire.r inteqlteta todos estos tt:1;1.stornos como un dctetio,o
biét, su expedeoci" ga,e.r,, 1 del mundo, y su maneta de o~ganizar sus de la conducta simbólico. Desde este punto de vista, la conducca
percepciones es~:i dete.tmina.da,, o al menos codetermload.a., por su simbólica y la actitud ab,ttacta son la misma cosa. Ca.<$ircr coocuerda
lenguaje. El mondo de las «percepciones» no es una mera suma total <;oo Gelb y Coldstein e,1 cuunto a que lu actitud concreta está más
de ®tQs •ensoriales; csttf orgruiizado en eres aspectos. Hay, primero, cexca de la vida y su, requisitos prácticos. Todo tipo de conocimiento
fenómenos de un carktet fundamcntaJ, llamados cosas y <.-u,1Jidadcs; dd mundo ( y también todo io1entt1 de actuar sobre él de acuerdo con
·segundo el orden de estos fen6me1t0s en la cócxistcncln espacial, y· proyectos preconcebidos/ exige es1al:,Je<-er entre el si-mismo y el mun•
tercero, su orden sucesivo en el tiempo. Para est."l.blecer este ordén., do cierta distaocia, de la cuol el nnimal no es consciente porque slm-
la menee hum•n• ti.ene qnc ioterrumpit de algún modo el flujo con- plcmt.ntc vive dentro de sa mundo, sjn contraponerse rcp~cntnúva 4

tinuo de los fenómenos experimentados y cstnblecer «nodos» (4usr,e- meoce • él.


zeichnete Punkte J a cuyo alrededor lt's tcmoli.oós del flujo se funden
en eot(dadcs dimúuicas y fundonnles. Asf, la experiencia aislada es
siempre un11 expecieo.c ia •dirigid,,,.: cliJ;igida prccisácnencc hacia esos M,mrice M,.,.Je,m-Po11Jy
cent.tos preorgo.nizados y que participa de su forma total y ele su mo-
vimiento total. Como expresión ele esas cxpericoc'ias, el lenguaje tam- Esre •ucor c<itica In teoría de Ca.. iter en su notnble libro )>héµomé-
bféa presenta una estructuración en tres niveles . .El primero es el ,,ofogle d,: la perceptio11 (Fans, 1?45), doode tao,l,ién examiM a
de la expresión mlmica, imitación de 1n pe.rcepción sensorial por el fondo fa obca de ColdsteiL1. Sc¡¡úo Merleuu-Pouty (p,lg. 142 y sigs.},

248 249
es imposible redu~ir lo distiod6o entre las a.ctitudes conci:et<1 y abs- mru de la concrl:ncia oonecta coo el preseaic v(vído, por .o¡edio de ua
tracta a la distinción entre fenómeno~ fisiológicos y fenómeno$ ¡,,sico- «arco intencional»~ nuestro pasado., nuestro· fu[uro, nuCStro ambiente
16gicos, entre c:u.t?J:po y mente. Todo intento de dabour .ºº" c,x- b1...rnH1110, nuestra situación lísica, ideológico y moral. Este á..ceo in-
plicaci6o fisiológica tendrá como inevitable resultado un~ f,~~olog1." tencionAI uoiCicu outsLCOs sentidos entre sí. nuestros sentidos con
~)icist.a universal, y tod~ 1ntcnto .de ch:ebor~r una ~xplicacton p~J- nuestm inteligencia, nuestrtt sensibilidad con nuestro meo:t.a.ismo mo-
cológia, resuhad en uaa ¡mcoiosí• intcl~tuafüm un iveJ,"631. La d:is· tor. Nos hace ·eoasdentes del hecho de goe todas esa.s relaciones oos
tinción puede ser man-tenid:1 únicamente si el cuerpo tlene '1attas ca.loco o en una situací6n particular. Es la unidad creada por este arco
manct-as de ser un cuerpq, y Ja conciencia varias mane,.ras de ser con.. ioi.enciQhal la que se rQmpe c:.n los casos .patológicos, De esto COilcluye
ciencia. ;Es cierto que la función simb611!,a pue~e ser hall:"1• "'; todos Merleau-Ponty qu.e solarnenre un análisis existencial puede superar el
h
nuestros movimientos corporales, J?Cr<> la falac.ta de pstco!~!"' lllte- dilema creado por las reor ías cl6sicns clcl em¡;iriswo y el intdecrualis-
lectualista consiste en sep3rar tn_e dl~nte uO...'t Abs ti;occ1óo utificial esta u1,o. -Pero ua m:1yoi; -d,esarrollo de ~ LB -teoría, au.n que inteies.a nte, oo
fuooión del sustr~to subyacente en el cua.J se materi.aJiza y suponer tiene .pj.nguna telaci6.o con el [e:ma que nos ocupa ..
una presettcia origiruiria del.mundo sia cllitaada.Adopt~r co_mo punto Como hemos visto, In dlfereocin emre lo actitud éoncreta y la abs-
de partlda esta p,;cmisa equivale a reducir a mera apar1enc1a ·todo .l o u,~ota es interpretada por Be~soi;i como u n grado dif-erente de la
que nos sepam del mundo verdadero: e[ error, la ~fetmedad, etc. tensión de la c<inciencia, de atent ión • la v:Wu; por Cassirer, como
Tratar de analizar la condencin por se~rado del ser _significa pasar [a diferencia entre Ju conciencia pcrcepru.al y la ~onci(.Ocia simhóliea;
por alto ln variedad emp~riq¡_de la conc1cnc1a -~~ e¡em_plo,.~ con- -y por Me.rleau-Ponty, como l• diferencia entre la· evidencia e.,pontánea
ciencia enferma, la coaaen':'a del hombre primi~1vo, del rua?, ~e pl:Í:-pr.edioativa dcl .mundo ¡,rimocdial único y su rupm(a en ua ám-
n1Jestro semejante,,-- y reducir todo a la pura eseac,a de la conc,encra bito de un campo perceptual y 1.10 illl1bi10 ele estructura signific.,tiva.
como tal. Volviendo • la C"&¡)etieucia pre-predicariv• ele! mundo primordial,
Ua análisis de al1;1<1nos de JO$ casos estl)diados· por Gol~tein mues· Merleau-Ponty bas" sus enfo<¡ues en ciertos análisis debidos a Edmund
tra que !as difícultadcs que halla el paciente no se originan. en su Husserl. Ahora debemos indicar la coacxi6a de los conceptos soste-
incapacidad d ~ concebir el hecho concreto como una aplic-aaón es· nidos pilr el profesor Goldstcin coo aJsuttos de los i:-esi,ltados del
pedal de un principio general o de inclu ido eo c~1cgorfa5.; por_ el aná:Jjsis fenomenológico.
contrario el p<tdcntc no puede vincular los dos 6Jn una 1nchmón
eX'J)lícira.' Según Merlea1J-Ponty, el pensamiento de la mente _normal
no consiste en incluir experiencias en cat~gor{as. La categoría l.lllpooc
a los términos que agrupa uru, ~ign.ifitacióa que ~ exterior ~ dlo~. Aron Gi,rwitsch
E.sta síntesis se origina en el ,presente v(vldo, es deett, en l<1 cv1deac1.a
pr.e-predlcativa del mundo úoico •al cu~ se refieren tO<fus n~estras
experiencias. Est~ mundo prunordiaJ esta es~uctu.ru.dQ por !lln SlSte!D~ª El p,;ofesor G1Jtwirsch ha dedicado·a Goldstein un excdente estudio,
de sign.ificac.iones,. o sea, de cOtte.Spoode.ocn-s, ..relnclooes. ~ part1C1- titulado •GelJ:..Gokls1eiI1's (;:oacept of "Concrete" and "Categorial"
paciones qae el sujeto concreto dlfui,de a s,, alrededor, v1v1':"~º en A tti.iudc and i:hc Phenomcnolosy of Ideation• ( «El concepto ele acti_.
ellas y a través de ellas y utilizándolas, no por un procedimiento tud "concreto" y acritud ' ' co:tegociol'' de Gelb-Gold.tcin )' la fcno-
coaccptun.l ei<plfciLo, sino simplemente por su estar co el m1Jndo. mcnologf.a de 1~ ideacíóa• J, • en el cual - 1imitándose en fotma deli-
A _p:1rrir de al1{ las estrocturnciont?s .su~tiores de nuestra vid~ to1:1s- berada al e.<tudio <(e L, runacsia e.n el nombre de lo, colores efectU'1·
eiente soa co11st.rujdas por Jo r.e:.1:ct1vación de auest~a13 exper.ten<;:J.aS do por Goldstcin- anoliM oúnuciosa y lúcidamente los conceptos
sedimentads,s y su amalgama coo el pensaro.i,coto vív,ldo acl\\al. Pero hussedfa.nos de homogeneidad cA<egorial y homogeneidad cualitativa,
mienrras que la mente normal efec-twl iodo esto~ ~od~ espo,rnlaeo, y mu~s,..., de modo coaviaccnte que las comprobaciones de Gelb y
ordcruindo .$U campo perczepn1al y su estntctura s1,znif1~at1va en el. pt<> Go!dstein acezca ele l:t cooduttn de pacientes que mften alteraciones
ceso v(viclo de familiarizarse y cqmunkarse coa el ob1eto, el P!'ªente afásicas --en particular coo ,;especto a los nombres de los colore,._
afásico o apráxico no puede bace.r lo roismo. Para él, el mUll,clo no cc:,nvergeo hacia e] recooocimien to de Ja ideación como un acto J'/ti
dcoe fisonomía · com,, el hombre de ciencia, debe comenzar a partir genetis de: fodolc específico propia. ,Ambos se refieren a una OP,C,ración
de un:.1 hipótesi~ que se.rá \terificado por experiencias posteriores; Por de l<l conclencin que Gutwil.$<:b llama tematización y de.fine como
~sto es incapaz el<: b.~llar, .com~ el_bn!1'1>re normnl1 sus percepciones
cl «desentrañar y descubrir factores que antes de la mencionad,, O¡>e·
1IDpre¡p1adus de signiflcac16n liogüístJ,Ca. Las palabras proauaCJ.Qdss tación están pr~s~n'tes e.o 1-a ~oncjencio de uno m.inei:a m.ás. b.ien
por un semcjaoLe son, p,ua el hombre oormal, la envol~ra tr•o~pa- irnpUcitai, (págs. 187-88). L;i percepclóo experimentada 011 la actitud
co1:,creta ~parece en sf rnisfn!I tomo integrable dentr'o de un.a pcn;pc..--C-
tente de uo sentido en el cual é l podriA vivir; para el paci.e1He afásico,
co cambio, .soa slgaos que debe dess:ifrar pO.r fragnientos, uno tras tlva más a1nplia, y esta pcrspe.;civa aludida es ,Jn posibilidad ile la
otro; son tina mera ()Ca$16n paro una inrecpretaci6n tnctó:dic.a.., y no actitud Clltegolinl_. que así es, en cierto moJo, preanunciad.;:i y, anti•
ua motivo para captar el peos,¡m.iento de su semejante. La v1da aor- 3 Pbilosdphy aud Pb~1tOitt'111ologlcal f(eseorr;/1~ vnl. X, ]94?, t>iigs. J?Z.96.

250 25.l
cipada en la pcrcepci6n misma que se experimenta en la a<:titud
concreta. Al adoptar la actitud categorial, la persona normnl impone
al campo pcn:eptu<ll una forma o,ganizativa que este COJllpo no ¡,osee El pcindpal problema que- Husserl cncarn en el libró citado es t.
por sí núsmo y q(1ec está dctermint1da por la posición ventajosa que descripción fenomenológica de nuestra experiencia del mundo en el
adopta d sujeto. 'En la percepción de J11 persona normal el<istc cicna <,1Jal vi11frnos y que nos es dado de ancemaoo eo la forma de una
dl!l¡,osición a recibir fotmas de o.r ganización impuestas des~e afuera, c.1;eenci.a pásivn en su existencia. I>ara peo,etrB,r bílSta fa evidc::!i;tcia de
cierro runbigü<,dad y plasticidad. Pero fa.s cosas que percibe el pa• nuestra primeen cxpecicncia de este mundo de la vida ( el Lebenswelt)
cicntc-.ifásico son pam él meros dutos y l,ech9s actuales de un carácter primordial y pre-dado, debemós vo.lver al campo peoceptual que se
bastante tlgi(lo. Sin duda, también 111 persona normal percibe datos no~ oL:ece eo todo momento, d c::uo.l <."!ltá cstrucw.rado en múllip]es
y becbos actuales, pero además de su actualidad e$tos d<tto.~ y becbos aspectos y posee su núcleo teruá.cico y :;;.us bori:r,ontes interior y ex-..
son concebidos como ,:;emplor o e;e111plare·$ potencialer de un con- tetlo.c,. pero que no es cxpccimcntado como el sustrato explícito de
texto más amplio como potencialmente referidos a un orden no pct• juídos lógicos ni está. i:odovfa dividido en sujeto~ y p.redi~dos lógicos.
cepwal v a posJbilidadcs que trascienden la experiencia nctual; én Por cons,i guienr.e, para re.vefor e$.te camp0 ptimotdi,il de m,c,;ua ex-
cesunlen: co1no vari.edades df/ nH invariante. Lo que se lla1b:1 ideación periencia, debemos eliminar codo tipo de idealizaci6n y genetalización
es el dcscntr<ofuuniento, el descubrimiento, lo captaciéjo e;,q,l:ícita; en involuc.cadas en nucst.r-as actividades lógicas. Por supuesto, este Jll...
uru, palobl:'J, Ja rematimció)l del e/dos i11variantc. Husserl nnal.i>.6 1a iento tiene sus límites; por ejea,plo, el hecho nusmo de ,¡ue aun
estructura fenomeool6¡¡\c• d':' di~:ha ldeaci6n c:o su,; f.unosas _i.n~esti- los sustratos de nuestra exp~riencia prl,nordi.al solo pueden ser me,1-
gaciones sobre la redu<X:Jón e,dét1ca y el proceso de «Llbr.e va.l'1aci?n», cionndos póc sus nombres, y de que todo nombre supone úo tipo de
que Gurwitscli ,ptesenm en un exccleote y e.la ro i:esumen. Gurw,tsch icleatizaci6o y se refiere tnmbién a una comunidad li.ogilistica. Es
llega a loterpi:ctar que ~os pacientes co_n lesiones cerebrales a _que se cla !;'() que 'hasta (os SU$trfltoS ele wi cxecricncia primordiaJ tienen .&en•
refiei:e Goldstein son 10cspaces de e¡ecu tar 1111lguna operación <le tido no solamente para ml. Sino también par;:-l n,ls sen1ejaotcs, COI)
ldeacióo porque, abtu.mados por la <1ctualidad de la Cl<petiencia fác- q"ie1)es escoy interrelacionndó por lo comunidad de espacio y de
tic;a, no pucclcn concebir posibilidades, es decir, no pueden e(ec;tunr tiempo. No obi:¡ro.ote, d.ebemos. conducir nuestras primeras i119estiga~
operaciones., procesos y· transformacjones imaginativos. clone• como si mis experi~tj,is de mi .mundo pJ:Í.ulotdJal fuera~ ex,
Ei nnálisis preseotndo por Gui:witSoh no solo es claro y revelador; clnsivamente ml cxpcricociá privnda.
también es una imeorta1'lte conttibocióo, tanto u] ,-oacepto goldstei~ Examinemos primero un .;;,ropo de percepción sensorial tal como nos
niano de las actittu:les concreta y categorial como • la teorfu husser- es dado en cualquier momenc9 de un presento i.rurw\ento. Por ejem-
liana de la ideáción. Se puede discuclr, sin embargo, si el origen de plo, cl campo visual como •al es homogéneo, pero dentro de~ se
la difereoci• entre las dos actitudes --<¡ue Goldstein denomina ( tru «destacan» ciertos datos. Estos, por un juego de s(ntesis pasiva ( de
vez er.tó-entc) actitud coocr~l'8 y actitud categorial- debe ser asoc:.laci6n) se tefiecen ll orcos dacas que n.o -estfo ,icrualroeote pre-
buscado en el nivcl altamente complejo de la ideflción o en la esfera sentes, pero qué lo ha.o esmdo antes, en cuanto soa similares o
prc>predica.tiva. Adem~, se .debe investi¡\,lr ~j e.o. verdad existen cios contrastan con ellos. «Se destacan» como cales dentro del campo
actitudes Y~ en.. caso afumattvo, qué p\lede significar en tal contexto l»wogéneo, «me impresionan» como así destacados, y esto sigoilicn
el téroúno «actitud,.. Acep\emos que, como dice Gw:witscli, los p•· que ejercen una tendenciu afectiva robre el ego. se i1nponeo a mi
cicates de Goldstein no puedan concebir posibilidades potqoe los atención,. me intereran. Segú11 Hus:3etl, la atención _pas¡vn y -el interés
abruma IJJ áctualid~d de las experiencias fácticas. ¿Cómo Uegl\i:I esas pasivo no son sino la orientación del ego hacia el objeto lnccndoual.
e:,;perien.cias actuales a abruma.dos? Y aun.q ue la explicación que Por ser pasivo, este interés no es uo acto particu·lar voluotaño; al
o~e<ce Gurwitsch sobre la distir1oí6n en tte actitudes concretas y cate- conuario, todo acto volunl'ftrio, todo prop6si-to y toda intención., se
goriaks sea uplícable a 1n conducta de ciertos pacientes desérlptos en baso en esta orleotaci6o dd ego hociu el objeto de su interés. Pero
los primeros tial¡ajos de Goldstcm, ¿puede ser aplic-~du de igual modo decir ·q ue el ego se dirige hacia el objeto il'ltetesi:tnte no es sino -una
al peQblema del lenguaje concreto y el lenguaje abstl"ncto? manera resumida de e.xpresár cl complejo proceso que esto requiere.
En los obscrvaciooes sigt)iente$, se procurará demostrar <Jl.!.e las coro- El obfet.o in~eresante despierta expecr.arlva.s, t:anto úctunlcs oomo
p,ob;;ciones de Gotdstein cotncidea con. otro resultado del análisis poteaiciales. '.El ioterés despertado c,,.ige ser sa1i,fecho, y esto •Í!lnifica
fenomenológico de Husserl, al cu.al trunbié.n pacrece. tef.erirse Metleau- que, procc:diendo de 0(19 fose perccptua1 • otra, J.;1s Cl(fJC(;tativas
Ponty: su desm:ipción cid mundo pdmordi:,l pre-prédicativo. Quizá 1raclas tendrán que ser colmnda.s; •Cu,ará para. cllo, dentro d~ ln esfe-
SCft aconsejable comenzar ¡,resentnndo, de manera muy resumida e ra pre-ptedicativa, uo pioccso que en un nltre.l' superior corresponde
inevitablein.ente imprec:isü, l.us opiniones c'.e Husserl al respecto, tal al proceso de bacer expl1dtas las implicaciones ocultas ¡,or medio
como son CXJ?Uestas sobre todo en su libro Erfahri.mg uml UrteiJ de una scñe de juicios. Estas ex.pect;itivas y sus cumplimiento$ se
( Experiencia "I juicio). refieren. a .su vez, a ex-pe,-lcncias percep1 uales anteriores, conserv~1da,s
o crecordnda.,. Ningún objeto es pettibido · como un objeto aislado,
~ioo, desde c1 comienzo, como «un obj-cto de.nuo de su horizonte•,

252 253
c:.n ciertc,l :-.~utido Ju get1,ei·olizat.i6Jl comienza ya «!n o1 primer nivel, el
un bo~i~or11e de familiaridad y ttfl.lÓ ilir~cto previo típicos . . (Hasta de la réceptivid;d, puesto que todo .objeto de wl i:eccptivi~ad es
la experiencia.nueva se refjere a este ~or~nte de trato directo P"t<:"' desde el comienzo un objeto de un 1·1po relat1v11medre t'Onoc,do de
vio, conrra el cua1 .resalr:1 como e.xpcr1cnc1a nueva.) ;Peto ese h'?n~ antem1U10. Y ea el segafldo aivd hsy wnbién un~ forma senetal
zontc fluye de rnodo <tOntinuo: con cad~ nue,v~ paso, lo que b~ Sldo cooteriida en iodo focrua ele juicio prediaati.vo. Deter.mjnar q~e: el
previsto de una manera úpica se .h ace 1n as ('rec1sameor:e det~tnad?. sujeto S es de tal o cual Jndole - p. ej., prcdic:u: que estos ob¡etos
Asf, el acervo de matc.ciaJ pte-e1GJ?erin1entndo pasa a ser un ps.~1~oruo
per<:eptuales concretos ~on rojo_o- alude a un. concep.to g~oernl ( en
corrien te; está siempre • mu.n o, Hsto p.ara deseert.~ _otra~ asQCLac1ones este cMQ. «la rojez en general:» J, aw1que e-Sto referencia m1s.m~ n~ ::;e
ocruales. Todo inte.cés conduce a apropia.rse del óbJeto 1nteresa.nte, ~ ha hecho temlftioi. En el segundo n;vel, el de la mera prcdícnción
conservarlo. Sin embargo, esta apropi~ci6n .ºº
ri~«: ~ugar rnedi~nte eeíeteotc y dc,ermin.onte, la reíettt1cio • lo general está ~~ntcolda
actos de juício [ógico, sino de ncuerdo con. cterta tqncidad del ob¡~to
solo de manera_ imp.11cita. El peasamlt:oto conceptua:I pr?p1ft!~ente
ap(opiado 1 en razón de la cual este es cxpemncntado como ea ~#!ación <lidio, el tercer nivel, se cÜ$tingue dol scgvrado por la tcmauznc1on de
(de lntersecciófl, de .,,perposkió,, y ocult.:rmient~. de ~ea,e,anza y In .relación con fo general: e.st.e es un objeto rojo ( entre muchos otros
diferencia, etc.) con otros objetos d':l mmno tq;,o fam 1l1ar, .Y ~n obje-ros rojos, una. de las posibles actuaJizaci.ones de la « r:ojeZJ> como
ratón de la cual todas las prevjsiones vmc:ufad.as con esta exp.e rieac1.a
tal , del ciáos, •roio• J. Peto ln •rojez» unive.sa·I es ~n. resultado de
Llpica llegan a tener tanlbién uo cariicrer tlp(co. Con ~uchas n~od!· una producción cspontánc,1 peculiar. En el segu.ndo ru.ve.l, cenem0-,
fi.c.aoione~ que no podemos e-numerar aqu!, tfgco los mismos p~o- o.na se.ric de: Juiclos predic:a.tlvos de cada sustrato y cada catáctcr in•
pios coo tespccto a las relaciones que ex-per.1menta:tnos: e1,tre varios dividuul: S' es p', S'' es p", etc. La geoer1Llidad, l" u1tic:l.ld de fa es,
objetos. . . pccict es cupcuda &n.icnmcnte co juicios, mc:diMtc: lo~ cualc:, pi:edic3·
E.cu es, en líneas muy gc:oc.tale$, In func16 n d~I w terés J?'ll;ª 1a coas• mos el tnismo p (sin tilde) d.c to~fos lo$ <ujetós S', .lw, e tc . .Estas
ti tQción de objetos y relaciones típicos en la esfera P.rc-predkathm. El objetividades nuevas, espontóne,unente producidas, pueden fomiar
conocimicnt.ó c:1tegorlai el a.e ta del juic((,:) ,prcdicati'Vo, pertenece« !.LO
nivel .supecic¡r, el de la ,actividad e_spont:foe• <:1el ego. Esre oiv~l se
s:
parre de los ju.ic.ios com.o núcleos generales . . es rojo, r'~ rojo, S'"
cs •r ojo, ~e ~aasfotma catonces.en_JaptopoS1CJ6n: b ~o¡ez (~ota b'US·
co.racteriza por e l hécho de <:,ue el interés p,u;ocular a;,rrespoadícntc
1.rot'O pnnc,i;,al, que se ha convemdo eo cl !\';'evo ~~ J~lo .lógico de la
a él oo está dirigido .hacin lo percepción ( como en la esforn pr<;· nuev• fono• si.ntétie" ) es iohereo(e • S', S' y S' . E,:ist~n srados
predícativa) sino bacia el conociraieoto . Este es llnt1 fo~a de .acu- de ge,;eraljd•des: eo.1pfdcas y de uu nrvel ·s~perior de abscrncc~~o. Las
vidad espontánea que -tiene el propósa.to no de produccr ob1etos prime.ros, las em.píz:1cas, sao las gue nos mteté:!;an co c<)nexion con
( que setln el objetivo de todas l•s 11.cdvidades externas _gue se in.5"r· nuestra investigación actual .
tan en el mundo) , sino de llegar a c<>nocer c:1-da vez me¡or ~n obJcto Eú d a«tculo mencio11000, el profesor Gurwiuch ba e><pUcado el
previamente dado. Mie.nuas que el primer ~vel se caractenza p~r la proceso ide,.cionnl de libre vnt'iación y reducción e.idéti":' que tiene
experiencia r:eccptivl,l el segundo se cnractcnza por la espontaneidad lugar en el ~ercer nivel. Pero l,ussé.rl pare.ce <.-oosid.erar stmplemente
predkatlva. Toda fo~mu de pensamiento predicativo implica genera• el método eidético como an rnso paniq1Jar del pr.oblemo ele )a gene-
lidad. Ea el nivel p,e-predi~al:ivo, todo ~bjcto es~á dado a la (cc~p· ruJfa<1ci60, Este métod11 11punto a fo coo$lÍ tuciQl'I de lo que él llama
1.ivida¡I pasiva como un ob¡eto de un npo relanvamen~ conoado ~conceplo.r paros de generalidad», que $On a priori en el sentido de
de Mtemano. Aho,:,, el sustrato que debe hacerse explicito se con• que son independientes de Jas contingencias del objet~ fáctico que
vlcrte, por la <tetivídad espontánea de m,estro pensar eonc.eptunl, ea si.rvc .como punto de po.tüd.a del proceso de gene,alizaci.60, y también
un sujeto, y sus implicaciones ~e. traosformou en sus ,predicados. Lo de las contio¡¡cncias del hor.iroatc cmplrk'O que este ob¡ero lleva COn·
que antes era c\\ptado sólo pasivo.mente eo el horm,nte abierto I?"•ª sigQ. Sin embargo. l9s «,.eoncepto.r g~nerales er11piricos» ª? se for1;1an
a ser ahora el ¡,unLO ( el «tema») que es determinable según la iaea• f)Or e l n1étodo eidético, sino que son guiados por los U.J?Os past':'ª'"
lización del «etcétC"'1». Poc es~ expresión se debe entender que •tH:atc constituidos en el primer nivd p1:c..preWc:.1t:ivo. Como es obvto,
todo jLLici.o tiene ]a forma: ,..-S es p, ttcéte[d» ~ (o se~, «S es, entre estos conceptos geuera[es <:tnp(dq:¡s forn:rnn el núcleo ccn tra.l de la
OIT~ cows, p»)' .s .es q, etcétera». La pred.i<:ac16n: en '':"umea, COD· d istincióo guc Coldste1n e,tableee entre 11ct1tud concreta y acutud
,i:ste en la tcmatizaaóa del borazon,e de la derermanab,Lldad indetcr· categori«l; por lo tanto, es ipdispcns•ble e"plicar CQn Q)ayor dero.Ue
)nÜ:iada.* al proceso por el cual, scgtín Hu~, l<>s tipos pasivamente pre.
Pero este me~-anlsmo se limita. a describir ,e.l juicio relativo a sustratos constituidos conducen :a fa formación de esos conceptos..
individuales. El estado d e cosas juzgado, todn,1a oo h11 sido intro?U· C.omo y,:1 fae explicado, ef 11;ru1do fóc.cico d.e J1uestta ~per:ienci,a es
cido demro del mar<:o de los conce¡,too genet<i!es; est~ efectoac,6n Cl<petlmcntodo desde él cóoucnz.o como Llt>lCO. ~s ob¡etQs, son ex-
exige .la traa¡sición s un ietcer nive'I. :Es el nivel de fo ~epaeac:ión pcclmentados cor~1.o ,b:bole:-., rtn1n..úe-s, cl'C., y mns espc:dfu::;1mente
abstractl'1n que conduce • las genctalizationes coocept.anlc:s. Sio duda, como robles abetos o arces. o como víborns de c;ui<.:-nbel, gorriones o
• Vénc «.El ,;coódo común y L1 interprct:ación clcnUEiC'$ de: lit occl6n bu• J>Crcos. Esta' meso ':J.Ue ahora !"'toy per,;ibiehd.~ es, caractc~ad! como
nlma1t) pág. 38 y sig,. (N. de M. Ndl.JftJOn. ) algo reconoci.do, como 11ígo c."Onocido con nntcrtQriditd Y~ s1.n embur.go,

255
254
nuevo. Lo que es recién e•vetin¡enrado es ya conocido en cl ,sentido uo horizonte abiecto lofin:ito e.le material típ1co> y toda expec1ativa
de que recue.t.d::. COS1'S similares o iguales ~e~c~bidas antc.rio~eote. de que puedan ser útiles para un mayor avance en L~ búsqueda de ta.l
Pero lo que ha sido cnptado una Vl!Z en su t,p,otdad llev• c.onsigo un material será finalmente f.rust·r uda. Esto en cuon ,o s Husserl.
horizonte de e~eácocio posible con .referencias COM'espoodJen tes A •la
familiaridad, v•lc dcci.r, unt1 se.d e de caractetlsticas tlpiq¡s no expc-
rimeni:i,dos todavía realmente, pero que se prevé que serán e,we.ri-
0-1elltadas- potencialmente. Si vemos un pea:o, es decir, si tecoOó'/A;O m. Signific,u:ividad y cipificación
que un objeto es un animal y más ptecisamente un P':rro, preycm~
de parte de este perro cierta CO.O.duCt!,l:, una m-a.ner-a tiptca ( no mdiv1.. Si buscamos unn coavergencia enl.te los hallazgos ~e Goldst~i.n .Y !os
dual) de comer, cotrer, jugar, ·sn[m.i:, etc. En este momento no yernos t-es,Jtados del ooálisis fenomcboJ6gico, no oeeesiuunos ding,~uos,
sus clientes, pero habiendo experimentado antes el a_specto tlpico de como Jo bizo Gorwitsch, al ni.vel sumamente compl ,_cado ele la <(le~-
los di.entes de un perro, podemos prever que los dientes del perro dóo, sino s la constitución de tipos gene~a les emplncos en la esfera
que tenemos delante pi:eienuü:,in 111$ mismas caracte.d sticas típicas, pre-predicativa. L~ con_cepci6n elaborad~ poi· Mcrlcau-Ponr. parece
aunque coa modificru:iones in<\ívidual~:s. En oi_:ras palabras, _Jo que cottoborar esta af1rma.c1.6 0. Y entre los 1;1pos geoerale!S empU'Icos, _no
ha sido experiment'!'1o en In pctcc¡x:6n ef.ecuvi: de ~n . obieto e_s nccc:s.itw.nos c;mplt:t1r, p!lta lo explica.cic,5n de la c_
onduce." p~tológica, los
trnnsfe.rido apcrccptlvarneate a cuul_glJJe.t otro O~Jet~ s 1mila~, pcrcr.. tipos esenciales de fas cieocias Cmp1ticas, sino )os ti~os precient.!Ji~
bid.o siw¡,Jementc en cuanto a su upo. La expcuencia efectiva con- no esencinles tan caracteásticos de nueslrO pensaauento en l,a v1d1:1.
f.itnrni:,í o no nuestra antidpación de la conformidad típica de esos cotidlnna. L, tesis que deseamos proponet es que la sel_e<;dón de estos
ottos objetos. Si la co;ilirma; se ~~p.llitr~ el COJ?tc.nido del tipo a~tici- dpos no csenci,des ~ r la person,¡ que tiene una lts1ón _cercb.ml se
pado, • la vez que cl upo se subcliv,dir6 ca subtipos. Po< otra,¡ P•rte, el efectúa de ocu=lo con un princi¡,io diferente de'! qoe 1lt!hza la per-
obíeto rt;ol y éOOCJ;<:tO demosti;at..i J?OSOOt caracteclsr[cns propi"'5, que sona normal Pe.ro, ¿cuáles son los p.riocipjos q1,1c gobiernan tal selec-
sin emba.i:go tlenen uno forma de üpiddad. Ahora bie": - y c_sto ción? ¿Qué hace que entre todos los objeto~ que están dentro de
parece tenei· especial importancia- : podemos tomar d obieto tfptca- u1i a unpo percep~ual en 1.1n tno1n.ento da.do. se me apa~ co·m o
mer,te ,ipercibido como un ejemplo de un t1po gen.c:xal y dejarnos típico e·s te objeto particulur, y entre las muchas carnc~e.ds.t1cas de
condncir al cnncepto general del L!po, pero de ningún modo_11ec~si- este obieto, esl(! caracto-rfstica particular? Co,r10 hemos ViSto, .l~u.ssetl
tamos pensar- tc.máticarne.nce e.1 perro co11crcro como ·un e1empl1tr rcspoodc que es ouestro intc..cés pa.sivo lo que- nos hace d I i:-ig, roos
del coocepto ge~al de «perro». «En general», este pe«o . que está hacia el objeto, el 01:,jeco interesao1e c¡ue despierto ei1pet:!-ativa~ ·de
tJqui es un perro como cualquier atto y mosL;.ar.ó toda~ tai: cara.cterls- un 1ipo particular. Esto es sin duda correcto, pero e1 ~érmmo «10tc-
tiCas que el tipo 1tpe.tr0)) posee,. según .nuestra exper1enc1a aotcrtor; 1és» no es más que el nombre de una sccie de comple¡os problemas,
sin embargo, este tipo conocido U.e vo COt\\ligo un horizonte de car,tc- a la que por conveniencia llamaré problen,a de la signi/icittitiídad.
terlstkas t!pkas auu desconocidas, perteneciGOtcs no solo a este o Dirigimos nuestro interés bada aquellas experiencias qu~ por una u
aquel perro individual, sino a los perros en gene~al. ~('.oda iden emp{- otr~ rn~ón nos pa i:ecen significativas para la suma total de nues-tra
ricn de lo general tiene cl cacácter de un concepto abteno, que debe situación tal como lo experimenta.m.os en cualquier presente dado. Por
ser rectific~,do o co.cxobo.ra.d.o pot la experiencia pos·t erior. supuesto, tal presente es especioso,. abarca partes de mi pasado 'I de
Esto es val.ido tonto parn. l~s ap..-rccpciones ptccicndficos natut:ales de mi futuro y mi oituación incluye -<:amo lo ha observ"do corc~-
la vida cotidiamt como para los conceptos de las ciencfas empfricas. meo,e Me'tleau-Pooty- no solo mi ambiente flsico, s~o e~ml:¡ié~ ~
Estos se distinguen ele aquellos por utili7At tipo. detei-minndos por ambiente bumno·o ,mi posidóo ideologita y rt,oral. EL sistema ~e s,¡¡nt· '
un n6mero limitado ele ca.racter{stica~ bien definidos. Es muy probable ficatividades detefllllna no solamente lo que pertenete a la s1tun.c16n
que esos conceptos cientfflcos lleven consigo un horizonte abie~«> de con la cual, en el Jengu:ije de Goldsteio, el iodivlduo debe UeB:ir ~
contenido típico que esté codeterminado por es-tas cara.cteríst.1cas Y entenderse, sino también ·lo que debe convettirse en un S(t,;trato de
que, aunque todavía no descubierto, pueda oer .revel~do po~ b invéS· la tipificación gencralizadorn! los elementos que deben ser clegido.5
ti¡¡nción altérior:. Husserl Unm11 a los tipos de esta clase, «tipos csen- como caractedsticatnellte tfp,eos y J:a medid. ca la que nos sumergi-
cia1es;o (wesentlicb" '.l',ipen) . Sin embargo, los conceptos emp{ncos mos eo. el hori>o.n te 1tbícrto de tjpicida¡l, no do:scobie<to aún. $, est.t
no científicos coo10 los q_ue son empleados en la -vida cotidiana oo !11terpretu.c i6n es cocrccta. podc~os decir_ entonces q~.e J~_s P?~icotcs
cscln limitados en cuanto ni número de sus caractedstic<1s. Coa Erc- a q,u t se refiere Goldstein utilizan u11 sistemu d~ sJgruficat1v1dades
cuencia, •a formación está guinda por una tiplf_lcación que sep~ra Y difctenle' del que ei,,plea ln pct'SOIUI normal. En tal caso, ao debemos
distingue los objetos de acuel'do coo cnr,,cterfsticas que estos llenen fl;unar actitud concreta a una, y acritud obst.i-•ctJ> a 111 otra. No debe-
sola a-p«rente,nente en común con otros objetos; por ejemplo, canee· mos hablar de dos actitudes> pQrque esto no involucra ninguna a-cti,..
bir la b«Ueou como un pez por su forma corporal y por el hecbo efe tud) ~fllvo en el séntúJo tnetafórico. Tenemos s1mpleu1ente. eo an1bos
que vive en el agu;,. Esta clase dé tipas es deoomlnadu por Hus~etl Cl!S()s. sis,emas dífe,.,,ntcs de signllicatividades, que gobie rnan el ¡,~o-
tipos no esenciales (auss.rwesentlicbe Typen). Estos llevan consigo

256 257
ceso de tipi6cacióo y geocraUzaoión. ¿Cómo podeillos caracterizar nombre. ~ncontrar una cosa o suceso de sufjciente. sJgni(icat.ividad
e.ras diferencias? Creemos que n este rcspeeJ;o la 1:eocla de Bergsou como para adjudicarle un nombre dvstil1Lo es, de !)Llevo, ~¡ resultado
nos brinda un• valiosa ayuda. del sistema vigente de signiEiealivídades. He aquí u.n ruumnl, y este
La persona oormal está ootalmeore alerta, lo cual quiere c:lecit que est~ animal es un perro., pecó u.o per-to de una ~se particular que yo no
plenamente atenta a la vida. Su sistema de significntividades est~ de. con~o. Si e$te o~Jcto l)l_e intere...;;a de mane.e~ .$uficicnte. no me ~n·
terminado por la tarea práctica que tiene ante clla. lntroduce, l>Ot así fonno con subsum1d9 ba¡o el nombto de «perro». l,as earacterJst1ea~
decir, en stt presente especioso las p0sibilidades abiertas de sus expec. c:¡ue- cic.nc en comó:o con todos los otros perros son precisrunente
tativas tfpicas de sucesos y 3COllt'eclmicntos típic0$, qu,eJ aunque ocui{- )as que no son significativas pára mi, nú':ottas que lo soo aquellas
tos cu el ,!,01.Íl!onte ab1e.rto, se mnte.foJizarán, según c,:ee, conforme a que conducen • es.t able::= un nuevo subtipo. Pregunto: ¿qué clase
su ,previsión. Y esta a:eencia, a su ve:z, se basa en su C01'ocimie.ato de pi:cto es este? ,.Y mi i;uriosid~d qu«:I• sa1Jsfecb." si se roe tli~ que
previo de acon tecimieo tos y sucesos tipicos del pasado que ban demos- es un perdiguero ufaodés. Al mismo tiempo, bab~end9 re.conoc,clo al
J
tr-ado ser significativos de una m,ancl'.'l similru:- en sitlracioncs si roi- Mi mal como un ,perro, lo nomu,J es que oo sea s111111.E1cat.1vo _J;>ara mJ;
la,:es. El sís1eroa de significa tividadcs de la persono que sufre una continuar l3 generalización; un perro es un ooa.n1ífero, ua -aruma.1, un
lesión cerebral e~ en todo dife~ente. Su atte11ti0Ji a la vic ha dismi- ser vivo Lln objeto del mundo extcmo, etc. Es siempre el sistema de
nuído, la tensión de su conciencia esté aflojada, su presente especioso signiHca'tividades el q11e elige ,dd v?cabular.i,o d.e mi_lei:~ua ~abitual
se estrecha cada vez mÁs sobre el instan te •etuw., y solo aquello que (y también de su e.Itru.ctw:a smtáctiea) el termmo s 1g01hcat1vo,. que
esuí den tto de su alcance actual determina fas C!lfttCtcnsdc'l'O de los es la gem:n\JJzación tlj¡>ica pte"'lperimcntnda gLLe me mteresa ( o lntc-
tipos qne puede utilí7Ar para reconocer objetos concretos y categoci2ar r~sa a rni in terlocat0r) en la $ituación presente.
lo nuevo. Es,c pequeiio mundo coostituye entonces el ambiente con La situación del · padeote afásico parece oo exigir que la gC\'lerall-
el coal cl paciente «debe llegar n entenderse:», en términos, por su- ~cióo ripificadoai sea continuada más •tl<l de lo q,u e cstd dndo i,oro.e -
pu~lo, de su propia definición. El que su muado $e csttecbe tanto diatamentc y es, por end~, significntivo l"'Iª éL No en<:uentt.a 11iogún
se debe • que el contexto del presente y el pasado se ha debilil>ldo, y incentivo p,,ra dar al «a1:ilálópices» y al «pclnm=1oas» el nombre
s posibles anticipaciones d.i;,1 futui:o se limitan al suceso inminente. con1úo de cudüllo~ así como le persona normal no ,halla nJngún jncen-
· ouxlo nuestro relltido qel tie1npo ioterior con respecto a naestta tivo -salvo en CÍJ:rumtnncias particuLues- par~ J'iamnr al perdigue•
.:.,(J - ociencia del pi,,sado, :Husserl ba distinguido entre la rete,ición de las r,o ltlandés u.o Qbjew dcl mundo externo. Por orra parte, es pasible
xpcrieocias que acaDamos de te.oer, sobre Jas cuo.1es n.úo poseemos que el paciente oo logre encontrar ciertos nombres por<1ue estos bao
ú dominio, y'la reproducción de sU<.-.:sos niñs remotos; y de modo co.r res- perdido para é l tocia ripidcµid: oo U<;v•~ consigo hor(2or1)es. •b_ie;tos;
pondieotc con respecto al futuro, corre ptotenciooes y anticipacioues. su bod:,.onte esta cerrado, se 41• restringido a fa ex.pe.r¡ene1a 10d1vidual
'Podemos em¡,Jet<r est.i termioologfa para decir que, en casos extremos, COQ<ltet• en el p,isado al cu!ll estaba adherid!, y que obora !,a perdido
el presente especioso de los p:lden tes de Goldsreio sólo incluye expe- su significativídad. 1.os nombres ya no son tipos esenciales: todos se
riencias actuales, retenciones y _tJC'Qteocioncs., pero no reproducdone~ han convertido en tipos no esenciales, vale decir, en tipos sin ho.ti-
y antidpaciones. Eo otras palabras, fil al<eración de ,su sisuema de sig- zontcs i11fínicos. Esta expli<:uci6n parece corresponder no solo • la
nifkatividades ¡;,atece referú:se a llrut altei,aci6n de su senrido del teQrl1l bergsoniana, sino también a ,l a explicación elaborada po~ Cas-
tie¡npo inceúor. J;:sto podrfo confirmar una de !ns hipótesis fundamen- sirer ac_erca ~e Jas ,.abero~iQne$. afósic.as <;Q~O. un detecioro ~e la OOQ"Z \
tales de la Ei(~off,, de llergsoo: que cJ cerebro y e:( sistema nervioso ducia sunb6lica. Y esta h1pótesis 1esulta COlllcrdente con vanas conclu:J
central son los óiganos que regullln nuestra atencióo n La vida. sioncs de Goldstein: su tcotln dél ·lenguaje concreto y el lcngúaje
Pero boy otro puoto de vista, desde cl cual adquiere cierto peso fo absu~•cto, su caractc.rizaci6o del <1:habJ:1 interlor»; ~u. in-cerpretnci611
tesis menc.iooada, que remite la distincióo enrre La actit;ud concreta del lengu<1je dcl oifio, de J. p,u'lÚasia, del nombrar y el seudo nombrar.
y la 11ctitud cat.c góriaJ a uoa diferencia en los <Sistemas subyacentes de Las obsccvacionts anterio,rcs, a pesar de so ex.tet1$i6n~ -son apenas
significarioidades. No oJvidemos que el 'C.studio efectuado por el pro- Lrngroco,tnrfos. &in embargo, habrán éumplido 511 propósito si logran
fesor Coldsr.ein se re6.ere o los tta;;tomos del lenguaje. E n cambio, el indicar cl vnJor que tiene 111 obra del profesor Coldstein para ,la clari-
lco,¡onje utilizado en la vjda cotidiana es principalmente un lenguaje íicaci6n de ciertos problemas fundrunentales de la íilosoffa. En euooto
de cosas y sucesos nombrados. Ahora bien, rodo nombre íncltryc un• ~, especialista en ciencias Sl)Ci.aJes, lus comprobl!Ciones de Goldstein y
tipificación y es, en el sentido husscrlinno, una generalización empl- fos problemas filosóficos que abarcan son para él de vital imporMncia.
ricn no esencio:L Podemos imerpretár·cl lcl1guaje l;iumano precientífíco Todas 1las c:ieoci,as sociales deben abordar, de una mitnera t,O<Íavfa no
como un depósito de tipos y características precons.tituidos,. cada uno oclo.rn(la, con<eptos taks como los de situación y aptitudes, tipili•
de los cuales lleva consigo- un lboraonte abierto de conienidos úpicos cnci,5n y sistemas de significarividades, s!wboJos 'f comuoicac.Jón, pro-
no explorados. Al nombrar un objeto expe<imentado estamos rela- ducción y t-omprenstón del babia. En parti.c ular, la teotla d!" Husserl
cioníladolo por •u tipicicfad ,-on cosas preexperlmco~das de 5i,niJar de la tiplfieación e11c ]a esfeni _pte-¡,redicativa parece ofrecer tu1 útil
e~tro~tura típica, y aceptamos su bo.tizonte abierto referen te- a e,rpe,. pu 1110 de pnrridn patá profundi7.Ar en. Ja inve.st.igotci6n de esas cues-
nene.tas futuras dd mismo tipo, que pueden por ende recibir el o,Jsmo tiones.

258
11. Símbolo, realidad y sociedad o ""1, en 111 imegración de ]O!;- pei,ccptos en el ro.c;,do de i11mediatez
de pr.es.e macióo con los per:<:eptos en d modo ile eficiencia causal
«¿No son de Dios las interpretaci.ones?». *' Géttesi1, XL.- 8. dentro de nuestra pe.,:éepci6n de sentido c9mún. En. su uatado Si¡¡ns,
úmguagc .,,,d Bcf.¡11uior, • Charles Morri~ define un signo ( utilizando
esta pal:tbt• en uo• acepdón m(ts general) como a:lgo que clii:igc h
cond11cta respecto de ,~go que no es en el momento un estimulo. El
$Uceso u objeto parliculir, tal como un so11.i do o una marca, que
funciona c;oroo si¡no, es 11.nmado el signo-vehículo; et organismo pa.rn
el <:t.1al aJgo es un signo, el intérprete·; cualquier cosa que -permjta
L Observaciones preliminares com ¡,l~tar :la sucesión, de respuestos a fas que el intérprete cst;I pre•
dio;puesto co vi.J;tud de un si,ano., su denoJ4lu1n, y las conclicione.s en
las que d signo dei,ota, su significau,,n. Si el signo es producido por
l. Algunos pm,tos ett discusi6n sobre signos y sftttbolos su inté.tpi:ete y actúa como sustituido de algún otro ..igno del cua'I es
$inónimo., recibe el nombre de sf:mbolo; en <:aso cQntta.rio, de sefial.
La discu.s_i6n actual sobre el problema de la referencia simbólica pre-
l'ru:a C. J. Ducass,:• una relación de signo no es indepeodieQte de w
senta varios catnctercs desconcc,?T~,\IJ tes. mente, sino qU.e Li.e ne un carácter c.~e11cial1nentc psi,co1ógico. La inl'C.r-
": Pc:lmero, ":xis-te un conjunto efe tét,nfnos, tales. como «marca», ~in- Pfl'<~ción es un tipo de •utésc,) mcmtal que .c onsiste en que la con•
ciencia .de algo nos hace tomar co¡¡cieocia de alguno. otra cosa. Los
di,cacrón», ~sigo~», «sCrnbolo», e tc., que1 ¡,d;e a los esfu,:r:zos de Jas
iflterpretanda son signos o símbolos. Un s,gno própi•mente rucho cn-
d~•.
e
,más lú<;1das, par':ce~ t.esistir todO intemo de esu,hleccr una
c100 pteetS".· Ln disttnc.!ÓP. hob(tua'l . entre signos 11a1,irales y
geodt'.1 una opinión o oos conduce u afirm;J.r una propos-.idón, mientras
qoe un sCmbolo sóJo oond.,.c::e l:.1 mente a peos.a.r en -o1guna otcl;I cosa
sltnbolos ~onvenctonales pormtte inel\llt bá¡o tale., términos ferióme-
oos ta_n d,ferent":' como el halo que rodea a lo luna e indica lluvia, sin una pro¡osición.
Jobn Wild c:,:icica fas teodas de Mortis y de DucilS~ por i ntetpreuu
d somdo ~': un tJ~bre, una luz de tránsico, los ca.racte,es empleados ~os .re'J.aciones de signos cómo caus~s · y no como objetos de conoci·
e.n lo notaao~ mus1":31, los g~stos de aprobnciór,, cte. E l término «sún- miento. Ambos fuw. pas:ido por alto e! hecho de que un signo natural
bolo» es empleado paro de:'rgns, fenómenos no mcoos heterogéneos,
( p. ej., «el humo es un signo de fuego») está réalme11te ~-qoectodo
los oombr~s o las ~res10!:ies Jir1gi.itst:Jc.1s son coosidCrndos como con aq,¡el~o de lo que es sigoo, .:on inclependcncia de su el;ecto sobre
sfmbolos, pc~p ta.mb,én $C: dice del león que es el símbolo del coraje,
nosotros; por otro lado" ,existen ciertos signos natoro1es, como 1os
del clt<:ulo. _<!~º e~ un sfm~olo de etetnidad, de Ja c:rui que es un conceptos y las imágenes de J,. fantasfu, <Jue son sigpos formales, es
1
símoolo cr,stiaoo de salvación, de la bandera que, es un sfrnbolo de decir" <1ue todn su oatuto.1eza consiste en significar, en especificar la
la. nao6n, d<; la letra «O» que es un súnbolo del oxlaeao, dé Mol,,,
D,c/¡¡ o de Et proceso de Kafka que son un slml;,olo de la cor,dici6n
faculi.;l.d ooétiq, l?ºr medio de algo dl.Eere.nte de ellos mismos. Los
sigo.os formales sou "a.ria nráJ· q'ue signos, JDjel,t.tas que es caractecís...
h.orruina., etc: ~ás aún; se~ algi;"os ·8\ltot:eS, también pueden ser ((e- rico de los otros signos nah1ra.l es! iL'lm-ados signos insll'U.m.entáles, gue
s~n~d?S mediante el t6:mmo «s1mbolo» Jn formación de una teorfo no se agote todo su ser en .s u tunciÓ(l slgnante. (El humo., es, rx,r \
c1cnúftca, la. dao~a ~e ~~ Uuvfa de. los znnis, l, función de Jn reina d<;;rto, algo más que an signo de f,,,ego.) Los signos nrbirrarios; en
en la Comun,dsd Britántco., etcéte,~.
oont.Caste con los natuJ;::1les, no están «.realmente:. vincul$dOs cop. lo
h. E n segundo lugttt., si bien. parece _ha.her cierro acuerdo en cu11.nto q,u c significan. Según fa defin icióo gcne111.l que-Ofrece Wild sobre lo
a que el hombre .es-con10 die~ Cass1rer- up «an-it)lat sy11,bolict1tn», nato~aJeza de la relación de "igno, un s\gno es todo aquello cupftZ de
nQ fo hay con respecta al J)onto e.o que coin1enza en el per1s~micnto manifestar rugo dü'ereru;e de sf m ismo como objeto o In facall:ad
humano el ptoc:eso. que se denomina \S'imbol.i~•ci6a. Algunos Autores cognoscitlvá.
-=º!"'?, A . N. Wfot~cad en SlJ Jibto Symbolísm i y en Proces.r a,¡d Emst C.,ssircr• di•tinguc Jos ~ignos (o sef!ales), que ton operadores
R.eolit:r - ven el 01crgen de ·\a rcferencfa simbólica en Ja percepción, e integran el mando físico dcl ser, de los súnholos, que son desígna-
~1J ioglés , .05oº· rwt tbt! in~erpél'1~iu11s belong to God?•.
de 1as
1,.acdici6o de la
cicd~cs 'Bfbhc..-as lJru<las i;lo esta 'llet:rión: -t'Entonces Jos'~ Jes
3 .charlea VI. l\'fo1·.ris, Sigtis, Í.Anguagt! and Bc:bUvio,., ¿
p,lg. ;145 y :rig:<- .
Nueva York, 1946.,
• • •-ll .
Tlº]3 (.No ron el~ D.ioi las declQrattone·s? ... Eo 1il Biblia de Ji:ru~ttlén (Deselle 4 C. J. Ducassc, en do$ artículos «Symbols, Sign& and Sjgrutlsi;.., Qurnal o/T
e: .. r.QuNwei;, 1967) se I~• •José les dijo: ¿No .son de Djos los sentidos cx:uJ. s,,,nboltc .Los:,ic, vol. 4, 1939, f-cSomc O.,inro.-1\1:!1 QO C. \'{l. Mnrcis " Four:ida-
tosr>. ( . d<I E.) ti()nS of thc ThCQcy of Sígns) », Pbílosophy 12nd Phenon1e11-.oJ.ogicaJ "l{p.rearc-h,
1:J~:i
9
~~rth Whil:ehc.ed, Sy_mf,oli11111 its Mttoni113 anti B/fect,.\ Nucw York, vol. m, 1942, pág.. 43 y sigi¡.
5 Jobo Wlld, .« lntrqducri9n, to 1:b~ Phcyiamcn<>logy qf S~OS*, 'fhiiosophr, muJ
2NAftre.cf North Whit4!f;tt:ad,, Pf'QC~SI und '&ality. Att E1sd)i in (;os111olot1u,•*. Phe110111e11rJogu:.al Resr.arah, vol. vm 1947 pág . 217 y &.IJ:l$. Vbisc trunbJen JiL
ucva York, 1929~ p~ u, cap. --vm. - réplica de Ducn.,¡sc en el rr:tl.swo vµlwi.en '
6 Ernst Cnssirer, An ErspY (}11- i\1.aa, Nt:w 'R aven, 1944, páft9. 32-}5.

26Q
,', 261
•'
dor<:i! e lmt!Jli11u el tt>uodo humano ,d el sigoi~i,c ado. Los prlmeros, 1:$perceptible y el otro ( más difícll o Jmposibk de petcihir) es Íllle-
mm tlliln~o se los eoti_end., y u tille': como scñii\cs, poseeo sio embargo res11nte, ~ nos presenta realmente un caso de rjg;,ificat:i.ót1. perti!'n't-
una esr,eae de ser físico o sust• n.:rnl, rolen tras que los símbolos ·sdlo cie11te a 1111 tér1J1ino. 11 Segú.o \Xlild, comamos c,omo signo al. miembro
tienen vo lc;>t funcionnl. Los signo:s p $Ci'idJes se relacionan con Ja exisa de un par que es mejor conoeido P.O.r nos~ttos: que ·su .sig11.a.lt1m y., [K)~
a la cual s~ r;cl;íeren de uoa manera fija y única, mieotrns que el sím- lo tanto, como signo, d i:Eerente de ~- L11 hu1?1la del animal és más cog-
bolo homaoo oo es dgido e inflelCiblc, sino m6vi.l.. Pat:i Susannc K. noscible que el animnl. Sin embsxgo, el signo puede rcalmc1>te siRoi-
Langer"' -que en gran medlda sigue L~s teorías de Cassiter- un iíca.r el signatum <.uando 1>.i uno ni otto soo realmente conocidos. Los
sisno iJl.dica ln .~encia -:--pasadq, p.tesente o futura- de una cosa, signos son descubiert(,s, r10 fabricado::i.u
suceso o cood1et6n. Los s1gno:,t son r.eptesentontes de sus objetos. Sin embargo, y u ¡¡csar de los au-tor<s que defienden la tesis de la
pre¡,'<?oándo_lo;¡ •(!te los su¡ctos, por lo cual la rela.ci6n siguante es intercambiabilidacl de los signos con su sig11-aliun ( al menos en lo C(u e
tr)\tcllca: suieco, S•llDO y o\¡¡cto . Los símbolos, en c•r.n bio, son vehícu- respecta tt los signos «nnturalts» )_., e1 pensamiento de sen.tido COJilÚ(I
los pam fa <IOncepción de objetos; es Ja coocepoión y no la.s cosas lo se oíeg~ ~ ndmitír que el foego pueda ser un signo del humo, c:I dolor
q~e los sfmbolos «signifiC!lo» directamente. Por esm razón todn fun- el signo del gemido y el objcro Elsico el signo del concepto. El dilC111a
ción simbólico exige cuatro términos : el sujeto, el súnbo'Ío la con- adquiere c~pedal complejidad tun ptonto como se toma en conside•
cepción y el objeto, cntcocllendo qne llO es el acto de cooc;bir sino raci6n el lenguaje. El probkms foe enunciado d=ence por Ar.istó-
lo concebido aquello que. entra eo el esqueo,a significativo. Al igunl tclcs al comienzo de De (nte.rpretoJione ( 16a, 4 y sigs.):
q.ue Cass1.re.t, Langer considera el nombre como el tipo más sin;,plc de
sunbo)o~ de la cosa nombrada, y Ua l))a • esta relad6n compf.eja 1.a «Las palabras habladas soo los sfmbQlQs [Aristótdcs emplea aquí el
dcnotaa6n del sfmbolo, mico.ras que ln relación más directa del smi- t&ntloo "sy111bola"] de experiencias mentnlcs, y las palahros csctitas
bolo con bu. concepciones asociadas que rraosm i te es llamada su son los símbolos d e las pa lnbros habladas. A.si como los hombres
connotnd6n. En su libro Fetling 411d Form • Langer ¡,arece lutber no áenen r-odos lo 1nisn)a escritura. tarnpoco tienen los mjsmos
ampliado su defioid6n do. .«símbolo», designando ahora exil))O ta'! sonidos al httbl,ar_, pero las exp;:rienci11s mentales ( "pa~hen1ata ter
tod o rccuJ'So que nos pCt1DJtc efectuar uu,1 absuacd6n." psyches") que es.tos sJ.robolizan directomente [aqu! A.tist6relcs no
A,1nque se limita II preS<:Jltar unos pocos ejemplos de los eofoques utiliza. coooo antes el tér1nino "sy,nbolon''. sioo '1sc11teiQtz'', o sea,
propues!os, .este resUt'O':n de algunas teorías acerca del problema de la sígno] $On Jas mismas paro todos, como también Jo son esas cosas Je
(Cforeoc.tn •11Jnnnte o s1mb6llca es bastante desconccrtan.te y sugiere ]os cw,lcs nuestras c,xpc:rlcn<rins son las imágenes ( h<>1noiomllta) ».
de modo marcodo que las dific:ulrndcs pru,, h :<llar uo enfoque unifi-
cado no son siropiemente terminológicas. Esta sospech• se confirma Tenemos aquí-una relac:i,ón bastante oomplicacla: suceso físico (sonido
coo un breve examen de dos conjuntos adicionales de -J?roblemas con- o ua.zos sobre el papel ) que denota la cosa ,,ombtada y cooootn la
i:roverticlos. copcepción aludida. Estas relaciones son sin duda ,lrreversible.~, y lo .
c. 0:>mo hemos vJsto, la mayo,:fa ele fos autórcs nbo.rdnn In telaci.6n ml,smo es válido para tod-as las referencias simbólicas de or.deo su-
( r~ ~ J?Sic.ológi_c•) entre c,I síg'!o y el, 'ngn,a_tum o entre el slmbolo y perior.
el s,gnifi.cndo. Sm embargo, esta en discus1on ,s( Jo relacióo entre los J. Ótra cuestión contrQvertid• es In del «idcter intersubjetivo di, los
dos miembros del par es o no reversil,le. Según Whitehead, cl meto signos, en cJ scntldc¡ más amplio. Para los ffnes de n.u estro exrunen, \
hecho de que haya un elemento com611 en ambos términos dentro dejaremos de lado la tesis conductista, tan iogeoiosamente defendida
d': los cuales se establece la referencia slrnb61ica oo establece por si por .George H. Me"d, Gharles Morris y otros. P o ~ lo mato, nQ nos
mtsmo cuál. se,~ el símbolo y <¡ué lo si¡¡nificado. ~o hay componen.tes ocopntemos d e las fu.n.dones como sefialcs de ciertos signos ni del
de l~ ex_perACJ?Cla q ue _sean solo s{mbolos o solo s,goJficados. La refe- problema - muy interesante, por otra pB!'.te- del ll•mado lenguqje
rencia ~trubóllca es váltda entre' dos componentes de una e¡cpetienci.a aitimaL Aceptainos el eoundado de Aristóteles, según el CQ;il ~nn
comple¡a, cada uno de cUos susceptible efe rewoocimiento directo. La nombre es un sonido significa,u-e por c.o ovención (kaia ryntheken)•
teforeoc.ÍB. simbólico mil$ usunl es 1, del compooente meoos primltivc;, (De r,1t~rpretati<>1t•, 16a, 19). Arist6teles e:q,lica que esta limitaci6n
como símbolo nl ~ás primi~vo como significado. JQ Sei:i,m Lnnge.r, si e~ necesaria porque nada es por nt'lturaleza un non,bte; lo es sola·
no fu;ra por el su¡eto o el mterpi-etn:d ot, signo y obleto sedan inter- mente cua,:,dq se convier¡e cu un símbolo ( 16a, 26 y sig. ). Y •grega
cambiables. Así, el trueno ¡,odrín ser un signo de que ha bablilo uo que (01< sc¡nidos looreiculodos, como los que emiten las bestias, son
rayo t:,nto como cste wdr.fa significar que habrá un trueno. Ambos signifia¡ntcs, peto ninguno do cllos constítuye uo nombre (ono1na) .
en sí ml~mos, están simpfe1nente correlacionados. Solo cuando un~ S_egún Aristóteles, por consiguje,nte, el_ !engunje y 1.o s sigoos art.ifi-
cutles en general son a¡Sunt.o de eQnvenaon. Pet9 el concepto de con•
1 S~ao.ae ,I{,. Lan,gcr.,_ Pbilosophy in IT 'f,..•~uJ Ktt'JI,•'"• Ctmbri~, 1942, publicado ver,,d6n presupooe I• existencia de la socled.d y también la posibilidad
tn.mb16n como Po:t.b'Ulll Book, Nue\111 Yotk 1942 crai,_a, 24-
g1bi~c K. Lmger, feelittg tind Form,J* Nnc~" YO~ i95J.
~,pág.~- l.l, Sui:1nnnc lC. Langer. 'Philosqphy ÍIJ a NutJJ Kt:'í ("f'· ,:it" \?.eoguin). pág. 47,
10 Alfit:<! North WW1ebcud, Symbolwn. .. op. dt., 1/ÍB, lO, l2 Jo~o Wild, op, ~lt. , p~gs. 227-30.

262 263
de alguoCL comunicnción con ayuda de fo eunJ puede establecerse la ~-orounes a laR di~cxsas conccptuu~iz11cio~cs; y s.i se pued~ lograr es~o~
«<..-onvcnc.lóu.». deraostmr ( esbozando Ullil especie de tJpologla de sus mterptetO.élO-
Ahc;,ra nve.strO interrogante se hrtcc más gene.rol: ¿ese enu11ciaclo es nes posibles) que mucbns ideas .cocüroverticlas y def~os pot
válido tamhiéopara otros signos ápattc de los lingüísticos? ¿O pa.ra diversos nut0ce.s resultan <le lo áplicaClÓO de es<¡uemns diferentes de
tocios los signos que no $<:~11 los MlLltole.s? ¿O tal vez ti>mbién p~- i.llterprctación al mismo (en6meno b~sico, que és, <:reemos, el fonó-
m estos? O, coa mayor ge.nera.lidt1d aún: si.a como tnuc.hos opinan) toda 111e.no de la aprcsentt1ción cstudindo _por Hussetl. y1nculare~~ $ll$
reloción de •igno o de símbolo supone ol me.nos lres términos, uno cnseüonzas con l:1 Leorta de Be·r gson o.ce.rea de los ordenes mul t i ples,
de los cu11les es el sujeto del intérprete, ¿se supo11e tácitruneote que con.Íiaodo e.n que esta d!scusi6n no~ ayude 9 ~stablece,¡ <.:ietLO$ pcinci~
este intérprete ya. ha escablec.ido comunicaci6a con su semejan.te de ¡;,ios que tigcn en ti_>dc;> t.•po ele relaciones de ,slflnO y símbolo y putden
módo que la rdnci6o de signo o de stmbolo os desde d comienzo una S!'J." útiles para la discus,óo de problemas mas·coocretos. .
relació,1 pública? ¿O las relaoiones de signo o slmbolo son posibles En la -s eg,mda etapa, nbordnremos la invcstig•ción d~ los m?uvos que
.;!entro de la vldo pdvocLt psicol6gkn o espiritual del individuo soli- conducen s UH homl¡re a utilizar y elabora.e .re.lac,ones sign<>ntcs Y
tario? Si es así, ¿ep qué medida pueden ser compartidas? {fsmbiéo simbólicas con c::I fin de o.b tener conocimiento del mundo en que vive,
ml funtosía, mis sneños y el s~iem~ simbólico que ellos i nvolucran de sus semej,_ntes y de .¡¡f rtlÍ$1'DO. Aqul tendremos que examio,'.r, de
son pasibles de socialización? ¿La creación ar.tlstíca, la experiencia modo muy $Orner-o . ciertos problemas Msicos de ;U•tropolog1~ h lo~6-
religios• y e! {ilosofur pccsuponeo la intersubjetividad? Po¡: otro lado, f:ica, el Jugar del bombre ea. un cosmos que tr•11Ccencle su ex,ste.ocw,
si bny simbolos prlvados y públkos, ¿un ambiente socioculcc,,..J par- pero dentro std <>,1al debe orlentnrse. Según nos propone ,~os demos-
1..tcular influye sobre la esm,ct-u.l'a de uno u otro tipo o de ambos, y trar los signos y los sla1b<)los se cucntru, entre los medios )?Ot los
en q ué medida? ¿No es posible que lo que constituye un signo o un cuaÍes el hombre tr.uta de entender.se con sus múl ti ples expetiencia.s
stmbolo para -un individuo o lllt grupo no tenga, por• l'>tro, ningún de Jo uasceodente. Tendremos que describir cómo el mw1do perce_p·
signilicado sigi;isntc o simb6licó? Además, ta in,ersul:,jetividad como tibie realmente dndo o:! indivjduo en cualquier momento de su ex:is-
tal, ·la sociedad y la co1nu 11icfocl como tales, ¿pueden ser exper.iroeo.t3- renciB. blogtá(ica llévn consigo horizóotes abiertos de espacio y rlempo
dns de otro modo que por el uso de un s1mbolo? Enronces, ¿es el que rrascieJ\clen al .A,qof y Aflora actuales; y telldtcmos c[ue mostrar
símbqlo d que crea la sociedad y la co,nunidud, o es el símbolo una c6m 9 el medio coou.tnica:tivo común s~ origina eu ln ~npr~1?-til6n
·cre•ción de la sociedad impuesta al individuo? ¿O esta interrelaci6o de los -semejantes, cómo la so<.'ieJ.d trasciende en un sentido adicional
entre la sociedad y cl sistema de s!mbolos es un proceso de tál especie los experiencias actua-les d<:l individuo. . .
que los símbolos, o al menos algunos ele ellos, se originan en la socie- Suge.ri.mos que a <.-ac.lit u.na de estas t.~ascendeucan.., pnrt1~1lares cottes-
dad y, una vez establecidos, influyen a su vez sobre la estructun1 ponde unu·fºCT?" espcclficn ~ relac:Jcmes de apres;11taC16n, llamadas
n,jsroa <.le Ju sociedad? ma.r:.cas, lnd1c:~c1ones y signos. rodas n.cnen en oo~tu~ el b_e<:ho de ~ue
son experirtientadas dentro de la rc"llda~ de la v1do cot1~ano. l.cro
esta no es b únk,, .re:ilidnd en la cual <11ve el h o mbre; existci:t otrM
trasceo,lencias más allá de la$ mencionadas hasta ahoro. En una
2. Plan de la investigación y
tercera etapa, partlendo de una teoría prol?uest'!c por Wílliam J.a1nes,
,:JCamioru:emos brevememe los realidades cnúluplcs, Q «s~uru,;,e,sos»,
De este conjunto de problemas nos ocupnrernos ahora, aunque por como cl mundo del.a religión, del arlé y de la ciencia, que 6olo pueden
supo.esto seda fútil. es¡><mu: algo más que lograr un catálogo muy ser e,cpei;imcotndos en una form• particular de ~prcs<:atacióo Plita lA
incompletc de et1e.5tioncs sin resolver. Pe.to _nj siquiera esta r.nodesta cual eeservam.o s el térrnfoo slmbolo. Est" diacemos lo función d_c lo
labor puede llevarse a cabo sin una prepac:tdón previa_, que nos p,·opo· relación simbólica en ~lgunos ele CSt9S diver.sos niveles de ceolidad
nemos eitcr.uar en tres etapas~ y como 1nedio [ia.~ª vinc~~r un oivel con otro. Pu~s hall~reinos- qu~
L.. primern se refeci.cl a ,la ruesti6o de .có1no, en el len¡¡uaje común el -mundo de la vida coudurna, cl mundo del senudo coro(tn, ocup,1
uos posición eminente entre los divci;sos ámbitos de In r"'1lidad, ya
y en la discusión Eilos66ca, tantas ideas heterogéneas )le¡¡ao a agcu·
parse alrededor de un conjunto de t.é.rmiuos (signo, símbolo, m:Lrca, que solo de.otro de: él es posible la con,u.nicoc;ión con nuestros sem~
indicaci6o, etc:.. ) que aspir-ao a d.e.not.a r la re·Eetencia signante o sím• james; pero cl mundo del sentido común ~s desde e! comien.r o un
mondo sociocu.Jnual, y las 1)umes:os,us cuestiones r.elaC1o nadas con la
bólicn. Si cncooti;«mos una sinonimia de mi ,,m¡,litud, debemos, p0r
supuesto, determ inar del modó más clru:o e inect\llvoco pooib!e' e l intcrsubiet.ividad de la.s t-ef:.1ciones simhlJLicns se ociginan en él, están
significado de cada término empleado eo la discusión. Cosí mdo< los dete.tro inndas por él y balfon su solución dentro de éL -·
autores que aborda.con csr.a cuestión [o i1'ltentadot p.ero, como Jo
·l1:0Q
indjcan nuestr.as observaciones si,, lteg·~r u ninWJn
int:r0ducrorh1s,
acuerdo. Esto) sin embargo, r,,Ulntea una segunda carea: bus<!ar el fun-
damento <.le w.l estado de cosas, va le J.ecir, las características básicas

264 26.5
II. La apresentación como forma general de hts rdaciones Peto es muy posible que nu_estr• anticipaci6o no s~ cumpl,, . Pue1e
signantes y sirnbó!icas suceder que el reverso no visto se,¡ deforme, de hierro Y azul. S1n
eruba,:go, el lado oculto tendnt alguna forma, algún e.olor Y estará
hecho de algún ointerial. De todos modos, podemos dc:Ctt que el lado
fro ntal, que es apetcibido iru:nediatamente. o que nos está dado "I'
l. lif. concepto husserliana de apreunlación una· p.rcseacación. ap.rcsenta el r-e~~º. t10 vtsto de u_a a manera ~1.)0..
gica, lo cual, sin embargo, no s1gn:f1ca que lo •presente mediante
Si txatamos de c:n,'Qntror cl común denomioodot de Jas diversas teo- una inferencia por noalogfa. El tétmmo apresentante, el que esi,í ~re.
das sobre las refffciones ,signan.tes y simb61ic,u; e,s tudindos en la sección scnte en la apercepci6n inmedi,,ca, e., acopbdo o aparcado a.l IÚJntno
anterior, podemos decir que el objeto, Jieclio o suceso llamado signo
o s(mbolo se refiere a algo c:UfereoLe de sí mismo. El humo es uo apreseotado. . . ·ble cl
Pero esto no es ,sino un e¡emplo dest(lljldo a hacer comprons1
objeto f'lsié:o c;lado a nuestra percepción ..:umdal. l"ucde ser visto, problcw• de la apresent11ci6n. En sus lnv<:Slit,/1CÍOncs t&gicas ( 1101. Vl,
olido y analizado qu!mkrunente. Pero •i tom<U'los el humo, no co.m o secs. l4 y sigs. y 26)" y en el pi:imer volumen. qe sus. Idel!tl (sec.
un mero objeto físico, sino como una indicación del foégo, entonc,:s 43 ),'-• Husserl ha. mostrado que todas los .rel~c1ones. s,gnantes son
lo coos,ideramos como manifestando algo diferente de ~ mismo. Si cosos especi•les dé esta forro• de apcrcep,;i6n anal6g!c• o ,1presen-
llamamos a I humo el signo y al fu.ego indicado el .rignatum, como tfl.ción, que se basa en el (enó?)eno gc:uea:~ 1 de aparea.miento o acopla..
hacen a]gunos 11utores, p0demos decir que a:rnbos forma ·u n pat. miento. Sh, duda, en escos prtmcros escr1to~ .la L~'IYU ,,olagía de 1:Ius-
1

Eo el último peáodo de su vida, H usserl':' esrodíó el fenómeno · ge- sccl erá un poco difctenle. N o obstante, afirma con suma clo~1dad
nernl de apate:uniento o a.c'Oplamiento, qpe ,;eg\in él constituye uno que., si l?Crclhi.mos un objeto del mundo exce!"º co1no .un s{-ro.1,sm.o ,
caracterlst.i<:a general de. nuest~a conciencia. Es una fol!llla de síntesis bo se construye ninguna ea¡)UlciQn e .n un nivel supeaor, C8 ~ec:1-:,
pasiva que suele sec denominadn asociación. Encarar una exposici6,t1 njogu.o.a referencia. aprcscntacional, sobt;"c 1~ base: de este ac:to de mtw•
di: 1a interpretncióo f.eoomcoológica de la asociaci6o está fuera de fos cl6n mediimtc el cual se c,1pro. Por otro Indo, en e'I caso. ~e una
alcances de este examen. Nos limitaremos" estuclfar c,sta fomna par- relación signante, tenemos el objeto ap~eseiitOJlte "'?mo p~b,do en
ticular de apareamiento o aco¡,fomieotó que Husserl llama «ap,-esen- cl campo intuitivo, pero no esta.m~,s clirlg1dos hncrn él, smo -por
taci6n» o «aP'erccpción nnalógica». El caso más primitivo de asocia- medio de uru, oprehensrcío secundan• ·o un .fur1d,e~1e., A~f/arsen~
ción por aoopl;uniento o apaream_ ie.oto se cnracte.r.i7.a Po.t el hecho ·de h;icia alg=1 otra cosa que es indicada o, eo h ternunologta poste:1or
que dos o mis datos están inruitivruneoi.c: dados en lu unidad de la de Husse.r l, apresent.ad,, por el p.r imet objet?· 4s1, .pot •p~esenrae160,
con.ciencia, que por esta rnistna razón integrn dos fcn.6menos distintos expe.i:i1nent1mos. i.ncujtivamcntc al.go con10 Lncliomdo o pmtando, en
en una unidad, independientemente de que se atienda o no • ellos. allidad de signo, itlguna oua !'O'ª·. . .. .
Tomemos como ejemplo nuesua percepción de un objeto del mundo La expcciencia por apresentac16n tlen: su est1lo pamcu.lar de conf1t•
=terno. Podemos decir que, en lo •percepción inmediata, 1n cosa es macióo: cada aprcsen·tacióo lleva consigo a$US ho~zo~tes npresentados
~biela como ,ra.l o cual objeto, modificado en sus d.imeosiones y partkulares, qué se ,:efierc~ a ulterior~s ':"P':nena~ de completa-
en ·S u coJJtoroo por la perspecriva, etc. Está aqui, en cop.tesencia con cnjentQ y coofirmaci6n, ñ. s1sccmas. de indicacion~s bien o.cdenadas~
nosotros; y mediante actos de int1lici6n inmediata, inrui.mos el objeto inclaycndo nuevas slnte$1S ¡,oteoaalmente confu:rnables y nuevas
como un «sí-mismo». Sin cmbatgo, hablando en téttn.io<>s estrictos, si anticlpac.i.ones no intuitivos. .
apercibimos un objeto del tnundo externo, entonces le>" que realmente Pero esto oo es tO<lo. lLista ahor.a hemos supuesto tácitamente que
vemos en nuestra percepción visual es simplemente el t.do frontal la apresentació.n exige la copresencia <!el. miembro apreseoia~te coo
del objeto. Pero esta percepción del ,l ado visible del ol,,jeto sup0nc el miembro aprcscntado deJ pnr. Este, ~in embargo, º? e~ smo un
una apercepci6o por analogía del .teverso oculto, apercepción que es caso especial de una s¡c~•cj6n más P,eml. En su estudio E,fahru":g
sin duda una ancicipa_ci6n 1nás o rnenos vacía de lo que podr.lomos uud [l,·t eil (secs. 34-43),~• ~u$.serl ha !"ostr~do que u.na s(nt~~·s
peccibir si diéramos vuett11 el <¡bjeto.o camináramos alrededor de él. pa,siva de apareamicntó también es p~stble entre una pe~epcmn
Esta a.nt.icipacl6n se 00"'1 en nuestra• experiencias pasodas de objetO(! actual y tm recuerdo, en~re ona percepci6o y u~a faotMía (/u:lul!i),
normales de esa especie. Por la apercepcí6n del lado frontal, crcemO(! y por ende eatcc c:xpcrien~í.as actu,nlcs y .potco~1ales,/ en~e la ~ptn-
gue este objeto es un cubo de madera de color rojo, y esperarnos ci6o de hcthos y de posibilidades. El resultado ck In sintes1s p•siva de
qm; el revctso oo visto 6etá de !a mismo forma, color y material. asodaci6o aquí implicado es que la apr~:beos1ón de un elemento pre-
1J Edmund Husserl, Carttt¡ianischc Í.(edilqtionen••• (Russerli""ª r), La Haya, 14 Edmund Hmse:d, Lt.>_gischc Unte,.suchungcn,A flnlle, 2.'l' ed, _1920, \•ol. u,
1950 (tr:acJ. 11J han,c ~. Médit.'1lións Cwt#tiefl.¡¡cs, Par($, l931), esp. q1.1int:1 arte: no vlase Jvfurvin Facbcr, 0P~ cit., piigs. 410-1.5 Y 4JO Y $~~- ,
medllw:iQn, $Ce$. 49-5,; ~ ti:unbién lrleen 11 (Huss,r/klno IV), L;J FT.ayu, f-5 Edi:ouof .Hus:se:rl, (de,n, vol t, tt11d. t1I lngl~s di! Ooyce Gtl;l$on. .Nueva.
19,'2, ..i,. !:""'· 44-4?, 50 (ooµ •uplemcnto de la pái. 410), .51 1 c"J>. pág. 198.
Vca,w tamb1én Ms,rv¡n Fttbcr, Tbe Fottndution af Phenom6nol.os,,iy,
194}, pág. $29 y &Íll',, ..p. pág. 532.
Cambridge, r:i~:,í ~.;,}.?( Sr!Jf',:,,,,, ª"d Ori,;/, 1,. I.,odgrel.,e, ed., Prnl!ll, 1939,
l"ÍIP, 174-223.

266 267
sen te de un par pr-eviatnc:ntc consti ruido «despiertll.Jt o · «Jiamnt (1.l equllatei:alidod, de poUgono regular o de figuro geom¡;irica en ~ne-
elerneuto aprescntado, sjf1 que interese si es una percepd.6n, un re. rnl. Lo mismo es v,ilido ¡,ara rodo cipo de obje10 y do nuestras expe-
cuerdo_, uoa. P\atasfa o un fictu,n . Todo esto acontece, en principio, riencias de él. Hay J.oduso un ordén de nuestras fruuasías y un o«len
en la p_ura pasividad, .sin ninguna inrufereLicla nctiva de Ja. mcnt~. iottfnseco de nnestros sueños que los se¡¡,a,a Je tocios los otros ámbi-
Para dar un ejemplo: el percepro · presenre «de$piertai, recuerdos tos, y lo~ constlruye como un ámbito finito ele •cntido.
;;uwergidos que entof,ICCS «comie.n zao ' a surgir», guCtámoslo o no. Y Tendremos que volver más adelante a. este problema ( sección vr).
más aún¡ según E:usserl, i:odo recordar oé~ÍVQ se pr.odu(:(: sobt'e Jn Por abora, debeolos tener en cuenta que en la relación de acopla-
base de un despertar asociativQ que ha tenido lugar previ11.n1cntc. En mientQ cualquier miembro del par es sólo un objeto dentro del orden
8encral, por. eJ f1.1L1cion.amienro de la. síntesis pnsivá 6e· cons-rituyc una que incluye a orros objetos percenecientes al mismo ámbito. Si c1
uni4ad de intu:ición, oo solo entre percepciones y- recuerdos, sino objeto aprosentante es una cosn física de la na(ucaleza, e otónces se
tan1bién entre _percepciones y fnnt.ns:ías. halla viocuJsdo con todos los l)ttos obje,os, sucesos y acootecimiencos
Hasta oqu1 !hemos examfoódo las ideas de rfossed, cuya teocia de físicos del ámbir.o J e·I• natur11lezo. De manera simi.lar, <:xiSte también
la apresent,,ci6n abarm, en nuestra opin ión, todos los casos de refe- una interrclnción entre los objetos npresenuidos y otros objet.os pcrte-
rencias si¡¡names y simbólicos ~studfados por los clive,rsos a,rtores a necien Les al mismo otden que el :iprescntado.
9uienés nos hemos 're(eádo. E n todos escas casos, un objeto, bec.ho o .Esto, poi" consiguiente, 110s llev~ a concluU: que C1J.álquier i:eferenciíl
$u.Ceso no es experimeorado como u,, «sí-mismo», siao como repre- apresentucionnl involucra u:on relación entre 6rdet\.es diverso!>. Esto
sentación de Otro objeto que ao estó dado inmediatamente al sujctn es obvio si d objeto aprescntancc es uria oosa frsicu (p.ej., una bJn·
que sufre .la e:x;perieocio.. El mi.e n,bro a¡,resen wwto «despierta», «lla- clero), mientras q,,e el objeto oprescotado perteoecc a otro áml;ito
ma» o «evoca» al miembro apresen t:-tdo. Estt:; pU'ede. ·s er un suceso, ( In ,epúhÜca que t-epreseu.t:\). Peto una bte~e. reflexión permitirá
hecho u objeto ftsico, que, sin erob•~go 1 no es perceptible por el advertir que también intervienen diversos 6.rdencs si tanto el objeto
sujeto de manera .inmediato.., o bien algo espiritual o inmaterial; npresentante como el apresentado pei:-tenecen al miJn10 ámbiro; por
puede ser 1-eal en el sentido de la teálidad del sentid,;, común o bien ejemplo, si 11mbos son cosas flskas del mundo e;,cierno. El humo y
u.1,a fantasía; puede ser ~dmultáneo ooo el ·miernb.ro apresen~tc o el fuego soo cosas física.<, peroeptibl"5 por nueseros sentidos. Pero
bien precederlo o seguí.do, y puede incluso ser intemporaí. Estas ál set apareado coa el fuego no visto, es dccic, en .su. re(etencia
relsciones de aproseni:ación pueden sw¡¡ir en diversQs . niveles; uo spresentfa<;iooal, la cosa física « humo». no es interpret4.lda com() este
objeto a1>1:e~entádó puede a su vez aprese,uat otro objeto, así como o aquel objer.o (>e«:ibido en el campo intuitivo fiscia el cual esto.mo,
bay signos de signos y· símbolos de símbolos, etc. Adem~s, fa expo- dirigidos, sino como un portador, veb(cul.o o medio de uru,. c,,ptaci6n
rje,nc¡a 3:Piesentante inmediata eo Jl"l.Odo alguno necesita consistir en secundaria ,¡uc cst~ dirigida bada ·alguno otcá coso, o sen, el fue~o
la _percepción del objer.o ffsko: ¡>uede ser un recuerdo, una fantasfa, indicruJo pOt el b,.uno. Cornpiobamos así que en esta relación simj,lc
un sueño, et<.-étera. intervie1,eJ1 va.dos 6rc:ler,es. l'eto ni siquiera estQ basta. En .los form:16
superiores de .referencias tl'presentacionafes, puedo saber qae uo obj~
~o se refiere apresen tacionalmeote. a otro, pero ..sin conocer la índole
de est.:1 referencia apt-eSent:tcionoJ, vale decir, el ·concexro estabJecido
2. l-os di·11er.1os órdém!S involm:rtUÍos en la .<it-uación por cl!n, o launque conozca el con telero) s.in poder establecer 1a ,í,n. \
apre.1entac-ional tesis de aparear los objetos ttp·r esentante$ con el Qbjcto particuli1r
"presenta,J o. PPt ejemplo, cncm,ntro eo el catá.logo de uh librero algu-
]>ero debemos dilr un paso más adelante. Hasta ahora hemos dirigido nos arúcuJos marcados -con ~(>':». Yo sé que cl signo «*» t>uele.s.er
nuestra atención sql!tm.eote al par fornindo por el objeto ap,esentante utilizado como referencia de una nota al pie. Pero como no hay
y el objeto apresenrado, COIJlO si ninguno de cllos estuviera vinctilsdo nioguos now al pie, me veo desconcertado eo cuanto -al significado
con otms. objet?.• · Sin em_bargo! ni en la C$f?taci6n inmediato ni en J~ este signo. O j>Uedo rc:copocet ciertos rr020s de tin.t,1 sobre un
la anal6g.1c• e,"ste un ob¡eto ar$lado dcl cual pueda yo tener uoa papel como ideogramas chinos o corno taquigta6• Gregg-, •in ser
ex,pcrieocia aislada. Coda objeto es un objeto dentro de w, ca.o;,p0; cap.a-z: de leerlos. Las referencias apresentacioo.ales de un orden supe..
cada dperiencia JJeva consigo su borizoo.te; nmbos pertctncccn· a u.n t1or uunb.ién ptesuponen por lo tantoJ un couocimiento del orden
1

ordeo de un estilo parrirufar. El objeto Hsko, por ejemplo, está vincu- dentro del cual se prodace <:l <ll"'J'Cantíento mismo.
llldo con todos los demás objetos de In naturaleza, presente$, pasados En gencrnl, podemos afümru- que en toda situación aprescnt11ciooal
y fu ttJtOs, por relaciQnes espacial.es., temporo.les y CáU$aJes cuya suma jntervieneo los cnaero órdenes siguientes:
total constituye el orden de la namralezo ff.siéa. Un objeto mntem:í-
tico, tal como un triángulo equilátero, rcrnhe .a mJos los a.,:iomas y a. El orden de objetos al que pertenece- el obje.to apercibido de modo
teorema$ .ttue defineo a c:st.c objeto matemd:t:ico, a~( como a tpdos los inmedialo si es expccin1eotado cqm.o uo sí~mlsmo 0011 indei_,endencia
reorcinas, etc.¡-·c¡ue se basan en ios conceptos de trill!lguloridad y de t<><la .iefc\-cncia apr<:scntaciooal. Llamn1nos a este m;deo el «esqur-
"'" "[>ercepttial».

268 26.9
b. El ordon de objetos ni Wl!I petteneco, el obi1:t0 iume4ia1i\ll1e.o te mientQ humano de la distribución adecuada, auo.que arbicrario, ele
apcrdbjdo sJ C$ considerado, no como un sl-misu,o, sino como uu los objetos en la habitación. Por <>l'OO Jado, cuando imagiarunos el
tnre1nbro ele on par apres.entacionnJ. es decir, con refcrencitl a algo que caos, pensamos en un estado -de!. mundo de la naturaleza f.fsicu que
no es él nú,5.mo4 Llamamos n este orden cl «csque111a apresentacional», oo está ~-ujeto ll llS leyes de la física., sino que en él los st1CC$OS se
c. El orden de objetos ni cu<d pcrtenecé cl miembro at;>resentado del 1>roduceo y :5e e.xtioijne.ó de uoa manera aró¡ttar.ia. En csre caso,
par <;tú<:- es apercibido de modo mei:nmentt nnaJ6gioo. Llaroom.os o aplicamos .J mundo de Lt n• tutálc-,,a los principios del orde~ humano
este orden cl «~quema referencial>}, (y este es arbitrario), y reemplazamos ' «t'ordf'e aUtomatigtJt» pqr
d. El orden al cunl pertenece la referencia apresen"',cionaJ partlcuLn «l'ordrl!- voulu-.. --PQr lo tan:to, dice Berg.soo, la ausenc:itl de ord;n,
m.isrna, es decir, el tipq particular de a.parea.miento º· contexto por e[ eo el senrido de o.useocia de ;:ualtJ,uier tipo de orden, es un• e1<pres1~n
cual el mieml1ro a.prese.otan~e está vinculado con el apresentado º~ sin sentido, y se tefierc sol:unente al hecho de que falta una cspctte
con mayor gen.eraHdnd, la relación entr.e el esquema aprC$Cut11cioaal par1ict1lar es¡,eradtt de orden. }$seo implica, sin embargo, que rigeº"!'!'
y el rcferencinl. Llarn~mos a este orr.len el «e<t¡ue/tta co11textual o tipo de orden, icreduclble n!\ ante.ciar. Pero u 11 orden es ucccsar1-0.•
i111erpretiÍtivo». mente coutingeate con réspecto al otro. Y Bcrgson llega• la conclu•
sión de que el ordeo ¡¡eomt:trlco oo ,:s sino la •upresión del .orden
Ahota bien: al dcserihir una r~aci6n aprescntacion,J podemos tomar es_pontál\eo, sapresi6n ex.igida l?Otr ciertru; neccsiclades de nuestra
coalqniera de estos ó~denes como base, ponto de partida o sistema vida prác_tk,..
de refeteocia, o biei:, podemos -empl,:.andq la expresión de lfos-
sai:l-, «viúr en• cuslquierll de estos 6rdenes. J?or supuesto, en cual·
quier momento podemos sustiroir oo sistem-a (le r.cferenc:ias por ~tro,
y en l• actitud naruntl de lo vida cocidiaan lo hacemos en realidad 4. Aplicación tlQ la teórla de Bergson ti algunas o pin.iones
continu:unente. Pero n1ientnis atendemos .a uno de estos esquemas co,,fr01Jertida., respecto de los sis:no., y si'lllbolos
como orden básico, los otros parecen estar Cátactc,r,izados por la arbi~
trarlcdad, la rontingeacia o h<tsUI por w,,- fall.'1 o ausencia de orden. Apli,queroos las comprobaciones de Bergson a la cuestión que nos oru·
pa, referente • los diversos esquemas de 6rdc:.o.,:s iovolucrado.s en
lo .reJ:m:enoia apresentacio,,n l. Dijimos qoc la relación ~¡,rc.,;cntao,=I
puede ser interpretada toJn!lnclo co1uo sistenY.t de referencia el C$(JUC.
3. La teoría bersson;a,i¡, de los órdents co·h.c,tr,r.entes ma aperceptual, cl aprcsentacional, cl referencial o cl contextual. Al
l1a.oetlo, el sistema dt referencia elegido se convierte en d pt:oto-
Bergson estudió el problema de 111 nuseocia de orden en aaa famosa tipo del orden. O;>oteoogfoclo$ desde él, todos )os dem~s esquem_as
sección de su libro TA cvo//Jci6n crcador/1, t i tu.lada «Les dewc ordres parecen 1><eseota, el cn~:ict<:r de lo á.l:bitracio y la nteta conl:ingcnc¡a.
et le désordre• (Los dos 6.;denes y el desorden) ." No nos .intere,,a Esto es importante eo vari.os aspectos! $¡ $e aplica a las formas ·a.pre-
aqul la naturaleza particular de los dos 6rdcoes emiblc~Jdos en d scotncionaJcs pa-r ticulnres a las qae se rcflere;11 en general lo.!! rérm,nos
sistema filos6ñco de Bcrgson, tt sabet: el 01-den esponclneó de le vída «~i¡¡nos» y is!mbolos». ExpUca tamb(én ciettas controverlidas reorfas
f.rente al ordeo aatom~tico del intelecto. E n cambio, JJOS inte.i-esa propuestas pat'II la soluci6n ele los probleroas que csco implira.
mucho su interprer.ación de la relación enue varios órdenes co- Casi todos los ru:ttores que difierev en otros punlos compartca ·"1
cxisieates. Partiendo del examen de l.a oocJ6n de desorden, Bcrgsoa opini6n de que todas las relociones de signo o de símbolo tienen
.llego • la conclusión de que lo que llamamos «desorden» no es sioo ál .menos un co.r:lcter triádico, que .no "ºlo incluy~ al signo o símbolo
la falt:1 o ausencia de un tipo particular de orden que esperábarnoo y al objet9 que rcpreseo·tu, sino también n la 1'rlente del intétpret;
ver y coo respecto ni cual todo otro orden parece un orcle(l~mlen to (o su pensamiento) para quien exi$le la rclnciólt signan te ·O simbo·
contingente. Esto puede ser ejem¡,li.ficad9 por el uso que hacemos lica. Ahora bien; es obvio que oo solo el filósofo, que U"1tn de d.es-
ca tlo vida coc.idi,aoa de 1" noci6n de desorden. ¿Qu6 queremos signifi- tTibir fa rel«ci6n sigM·SÍmbolo, sino tambiéo el intirprcte, que vive
car cuando, al enttar en un~ hnbitacióo, decimos «está en desorden~? eo ella, tiene ci<l'ta llbert~d, <1unqtt<: limitpd~. para cle.J!ir uno de los
La posici6n de cada objeto puede scr explicada por los movimientos esquemas cotüO sj.ste.mn- b.isico de referencia encaminado u iotcrpret~
automáticos de 1á.s pctdónos que ocupaban esta babJtacl6o o por las la relación signaate o simbqlica. Esto adquiere J>Hrtirular imponancia
causas eficieoces, ,sean cuales fueren., que colocaron en su lugar cada •i se toma en cu.en ta !<1 idea de Bergson de fa rclativldad de los
elea¡ento del mobl.a je o la vestimenta, etc. Todo esto se produce en •istema~ de ót-denes. Conduce • la conclusióo de que lo que es signo
estricto UCtlerdo con el ol'den de la causalidad flsica. Pero si esperá- o símbofo para 110 individuo ( o, como veremos m,s udelonte, para
bamos encoottar una habitación pukra, este tipo de o.rc:leo sim¡,1<> un grupo socinl), podrfo carecer de toda significnci6n para orto.
menee no nos .inten:se. Lo que es¡,erábJlmos hall!ll" es d orc!eoa- Señalamos, oli,,m6.s , qlle segdn opi1'0l0 varios :tutores, la r:elaci6o cntrc
signo y sigtralum es ea gran medt,la reversible. De In inki;pcerndón
17 Hcn<i Bcrgson. EúO(,utiQ11 C,é•trke. P•cls, Clip, m, j>;lg,. 238-# y Z,2-58,

270 271
que ofrece J3ergson acerca de J~ rdativiclad dt los di.versos 6rdc.nes, remos mer:.cioiicu: tres p~ioeipios pOJ: Jos cuales se gobierno este: cambio
se desprende que la cue.stíóo re!crente :, c,:,~I de (o$ m.icmbros de cstl'uctu.ra.1 i ntcmo.
un par es considerado como sjgno y cuál como signatu·,11 t~pendc, en

i:eoci:t e.l esquema epre:seotac.i.onal o el referencial. r·


primer térwlno, de la deeis.ión. d.e si se toma co·m o sisten1a de refe-
en .segundo
lugru:, del esquema contextual pn r, íeúlar por medio de. cual d esque-
a. El principie, de la irreleva11cia rcl.otiud del vehlauló

ma -aprcscntacional sé .reluciona coo Jos otros. .Este principio significa c:¡oe ·u n objeto aptesencado X, inicialmente
La teoría de Bergsou p01ece e:,cplicru: cambién Li distinción habitual aparea.do con un objeto a.p,resentante A, pod,r[a. entrar en un nue\•O
entre signos naturales y signos erbitrru:(os (o conveoc.ionales) . E~t,u ap,u:eamieuto con un objeto B, que e1'1 adelante apresc.nta,tá a X. El
clistlnoióo <'lignifka que ha ,sido elegido uo esquema parrirolar como noevo vehfc,ilo .B, si es captado (teccmlado, fantaseado) eo copre-
$ÍStema de referencia, como prototipo de la relación apresen_cacional. sc.ncia, «dCsperl'ará» o «evocn.rá» en la mente del sujeto experimen-
La llamada «.rdaci6t1 real» ~ubyacente en los signos nelurnles con- tante el misroo objeto aptes/'ntedo X _que anteriorrneilte estaba ap.t-
siste en el hecho de- q1.t.e tan to e l signo q,mo tl signalunt son s:ucesos reado .;on eJ vch.fculo orígina) A. Este principio explica varios
perreneciente& al mundo físico de la naturaleza. Por consiguiente, el Fcnóme,;,os que de otro modo son des,:onccr.tantes!
mismo esquema aperceptual es en realidnd a.plicoble aJ signo y po-
tencialmente :,il signatvm. O pa.~a decirlo con otra.$ ;;-aI11bras. esos a. El significado de un vJ:Lfculo científico es i11dependiente de que
uu~s que ven> con razón, que es .necesario establecer una relación esté impreso e.o tal o cual esti.lo tipogtáfico, escrito a máquina o ma 4

criádica que incluya al intérprete, ~ostiencn que en el caso de los ti.use.rito o lcldo en voz alta a un "u<litorio. Para cl patriota, el signi-
6ignos naturales d cs<1uema apteseocaclqn•J coincide con cl rcfereo- ficado de su hi1nno nacional permanece inmutable, sen cantado c:n
ciül, mientras que el esquema inte.tpL"CtatCvQ sJ rnplemence es presu.- cualquier cl•ve partkolar o ejecutado é:JJ cui,lquíer instrumento.
pu05IO. Pe,-o en el caso de los signos arbitrarios, el esquema interpre- b. Lo posibllidnd ele sustituir un vehículo por otro es un requisito,
1,1.ci9o debe ser tomadó como sis•emn W.s ico de referencia. pero solo uno, pata tradudr el misroo contenido apre.sentacional ~.ú
Por úJtimo, aquellos autores que sóstlenen t}ue toda.s lns conc,cptua... ,neoos ev cicrt? medida-- de un sistema de signos " otro ( J,.oiidres,
lizacionés son ya, como ,al.es, si moolos o signos, y los guc creen Lóndort; d_ost deux.,_ dutr, ttJJe~, etc...). 111 •
que, adeiruls, lás imágenes de lo fantasía debc,n set congidetndas c.. Si se p,.O<lucc el opoi:eanuer,to del ob¡eto áptesentado X coa el
corno sJgn9s, toman como básico el esquema refe.reoch,1 e intet-p.tetnn nuevo vehículo B, son posibles dos casos;
los clemcnros aparesdos pertene<:icnJes aJ esq,1ema npcrceptual en tér-
minos dcl contexto. i. O biM el vebfoulo flpresentante original A es ~'lnserva.d o y con-
Las observaciottes •n•ei·iotes, tal vez demasbido sumarias, lnterrtan tinúa junto al nuevo ( B) en sus funci0t1es aeresentaciooales, en cuyo
demostta~ qoe I• confusión prevaleciente en el esrucüo del grupo de C(!SO tanto el primer vehículo (A) corno el nuevo (B) seL'.án «sin6ni-
kn.Smenos dcsignod05 por témliaos toles como signos ? símbolos no mó.<» en cl scnlido más amplio clel término, no solrunente el Ungüfs-
es de origen cxclusi\rame.ote ter:núnológico. Surge, al menos en parte, tlco, y de este modo ambos evocatiÍn al mismo objeto ap.tesentac;lo X
de lo posibilid,id, de elegir el C$quema opcrc~ptual o el apresenta- (barco,,buque; salto-btinco; pero también 10 y diez; MOCC~LIV y
cional, ~I referencial o basta o:] interpret•tivo como orden b5síco o 1854, ,Fe y bierro, etc.).
partir del cual deben ser expllcndos los otrns. Pero el intérprete, ii. O bien el t,bjeto aprescnta<lo X puede separarse dd objeto origi-
después de tomar la decisióo de considera,: a uno de esos esqltemas n:ilmente apresentantc (A) con el que formaba. un ¡:,ar, en cµyo caso
con:iq el ~quctipo de lo$ otros, cor1tempJa a-~tos otros con10 ordcoa- la: referencia ·aprese11taci"Oi'la:l puede oscurecer-se o ser tot'a.lmentc olvi-
,m.icntos ·m eramente contingentes _}~ nrbi~n.riOS-1 o como carc:n:tes de dada. Si esto sucede, el primer vehkulo cesa de «despertar» el objeto
codo orden. Esta es una dt las razones po.r los cuales se sostien~ que apte.'te.ntado: .1unque pueda set conservn'do de una manera nHis o
los signos y los relaciones simbólicas son en esencia ambiguos. me11os rituoJis••. pierde su significaci6n. Por ejemplo, mochos capítu-
los dd Coróo comienzan cQn una S<>rie de leictas incon~l\S del alfabeto
árnbc cuy• sigoWcaci6n ya no s~ comprende.

5. Los principios que gobiernan los c,1,mbios estruct,,.rales


áe las relaciones apresenl'acif:Jnales b. El pri11cipj() ,te. la varwbilMad del significado apr1rsentt1Ciófl1t!

Otro razón de fa ese<Kiol ambigüedad de las relaciones apr,esé:ntocio- Aquí se d3 h1 mlsm¡,i situación que: eo i, perq el t-;Íg-n ificodo op.te6eJ.l·
nales e.• el hedho de que Lis formM S1J.¡>eriores de: referencias apre-
todo.<1~1 cambio con l, su:,-tltución de A pot B 11unque el .o bjeto apre-
S<>ntnciona!es están.especialmente 6Ujetos a uo e:>rnbio de estructut:1 18 ..&hnúnd 1~u~éf1. Loglrcbe ,U11te,·sm:hung~. <Jp. ~it., vol. t, liOC:, 1.2; Mo:tvlo
interna. Sin entt;u; en todas -las implicitciones que esto supone, que- F'~""· 011. ,:,1.• pag... 229.

212 273
,;er,,tn<lo X siga siendo el mismo. Husserl•• ha indicado (y Ogden lll. El mundo a mi alcancé y sus dimcnsion~,
y Jüch1rrds •• llcgoroo a la misma condusi6a) que diversos nombres
propios puc<I~ ter,er significados diferentes, pero nombrar al mismo
marcas e indicaciones
objeto. El comnndnnte ca jefe delos ejércitos alia<los en el Dia D de
1944, el nulor del libro Ctuztula ,m Europa y el trigésimo cuarto pre-
síd.e me de Estados Unidos soo co<,las designaciones adecuadas p.ara J. Bl ~rium.lo d ·mi alcance aci1,al y potenc-ial
Dwigbt D. ;Eiscnhower, pera cada referencia opl:<'.sentadon~l es dib y la esf<>ra ma11-ípulatoria
rente. Las eJ<l?resiones «un triángulo equilátero» y un «triangulo
equio.r¡gulau denotan la misma figura geométrica, pera tíenen signlli• C<n:nenzamós nuestro aMl:isis describiendo la siLuació~ en q~~ me
cados ~presentacianalcs diíere.ntes. La misma sjtuaci6n se da en rc- 1;,,,llo dentro del mundo en curtl':luier morne1':to de mJ. .v,du ~w;lino~,
lacíoncs iales como A > B y fJ < A, y aunque en términos de gca- dejando iutencionalmeme de ln<io en esle nrvel lo. ex.tstencm de mis
guifía y tro¡:isporte, "d e postes indicadores y sciiales, el camino que une scmejanres )' de 1a sociedad. A través de rui áCtitod natural, ptesu-
Parls ron Chartres es idéntico ya sea que lo tecorl1l!mos en una di- pongo este mundo como mi realldid. Debo ?ºro prenderlo en lo me-
rección o en la contraria, Péguy,21 paro quien Chnrtres es el símbolo dida neces,tcia para- eutenderm,e con é.l, accu•t dentro de él y. sobro
del c,~tolicismo franC.:.,;, niega que el camino que conduce a Cbarttes é.l, y llever • cabo lt:>s proyectos que tcogo_a_ m•no. En .".ste seno?", el
puede ser idéntico al que aleja de ella. mundo está da.do á m.i experiencia y a ro.i fnterpretae10.n . Bst.'l wter-
ptecacióo se bnsa on un ilc~rvo de ntis expcrii:1,c:i.es previas que> en_
forma ~ «c.onocimiel'1~0 Jam~ato»_, funciona como esquero.a de re--
c. El prmci(!io de lo. trttrisfer.-11da fíg,m1tíva ferencia~ J\ este conocimiento inmediato pertenece también mJ -cono-
cimiento de que el mundo en que vivo n,;, es una meru suma d~ m:tn-
Este es opuesto al prindi,io de la ,crelevancía relaciva d~l vehículo: ch3s coloread~, 11ll~os io~l,~cntcs, cen-tros.de ca.loe~ ~º• stn? l!O
un objeto aprc;scntttnte A, i.nicialmcotc a.pareado con el objeto opr.e- mundo de ob¡etos bien clclimJtados, con c1.1olidades- defin,das, o bJetos
sentad.o X, entra en un nuevo ap3Xeamiento con un objeto -u.presenta- entre los cuales a1e muevo que n1e resisten y sobre los cu-ales puedo
do Y, eventualmente rnmbi.é o con un tercer objeto Z, etc. También actuar. Desde el comienzo', estos objeto!s son Q:periroencndos C:n s-U
aquí 500 posibles dos <:'.ISO$: tipicidnd:"' como monttúias y •piedras, árboles y animales y, más es-
pecúficnmeate, como r,ájaros, peces y serpientes.
a. La ,eferencia apresentacional ori¡¡inal (A-X) es conservada y si- Este muodo tal como es experimentado en mi actítud natural, cons•
g,¡e coe,r;istiendo con la nueva (A-Y). Un solo objeto aprescntante dtuye el esc~oatio y también el objeto de"'.''- accione~. Psu."llU~var •
(AJ puede c.ntonoes apcesenuu • dos a m~s objetos (X, Y, ... )_. Este cabo mis propósitos, debo dominarlo y modilicarfo. .l',,tis r,nov!rméiltOS
es el origen de cualquier forma de /topos, eo el sentida mis am¡,lio, corporales -kjne:stésíc:sos, locom~!ores y operat~vos---- se ~trul,
y no solamente el lingüístico, y del uso figura tiva del obj,;to i1tlci.al- por nsl decu:, en el mundo, mocllfrcando o ~b1ando $US 0~1etos _Y
ment~ ,pres(?nt.s.do. lrstc coso es de ~ran importancia, par un fado, sus relaciones mutuas. l,)or o tro ludo,, estos obJctos ofrecen rcststenca.a
lleva al uso equívoco del término apresentJU'.\te A¡ por otro, posibilita a mis actos, tcsistencia que debo superar o a la c~1al debo ~~er. En
la construcción de niveles superiores de relaciones apresentacionales. este sen:ido, serla correcto afumar que un motivo pragmanco go- \
b. La referencia aprcseotaci.anal original (A-X) es oscu1:ecidA o tol>ll- biernn 1ni actitud aatural en la vida cotidiana.
mente olvidada, y sol,;, se conserva L1 nueva (A-Y): es el íenómeno En esta actitud, experimento el mundo como organj.zado co el cspaci~
del •cambio de significado,., biéa conocido por todos las que estudían y el tiempo a mi alrededor, conmigo como c:enr;¡:o. El lugar que rru
s.lt(oos o súnbolos de cualquier especie. Por ejemplo, el clr<,ulo., pero cuerpo ocupa en cierto momento dentro de este muodo, mi Aquí
uimhién la serpiente e-n toscad;t en circulo, se convierten ea súnbolo actual, es el punto de pnrtlcla desde el cual me oriento en el csp•cio.
d·e la etcrnid.nd porque, como esta, no tienen con,le.nzo ni fin. Es por as{ decir, el origen de un sistema de cootdenaclas que
de~e.rmina ciertas dimensiones de orientación en el campo circundante
Los tres principios que acabamos de examinar resultarán útiles si son y )as distancias y i¡,_erspectivas de lo! objetos que bay en. él:. ellos
npJ,ícados • cuestiones m&s concutas. Con el l'in de preparar su es- estda encima o deba10, del•ote o dcttas, a ~a derecha o • la 12qwercla,
tudio, p•sanios aliora • la segunda etapa, la investigucíón de los moti- ccrc~ o lejos. Y de manera similár, mi Ahora actual es el origen de
vos que Uevru, al hombre al usó y desarrollo de 1celacior1es simbóllcas. todas las perspectivas de tiempo en las cu;,les orgaruzo los sucesos
cfentra del mundo, t.a)es comQ las catc:gorfas de ll.ntes '/ después, P•·
19 *:hnund H~J, ibiil., «el vencedor de Jerur• y •el que: fue derrotado
en watctJOO>
20 C. K. Oad<11 e J. /\. lticbartl,, l"be M,.,.;hg of- Meaning,h Londrc~, 1946, 22 VWe 'F...Jmund Hus~I. Er/tihrUf/j und Urleil. sccs. 18-22; véase w.wbié.o
pig. 92; «cf rey de ·lngf•teua» y ~el propietario del palacio de BackinAham», •EJ .se1lúdo cocmí.n _y to iooerpTét'tlcioo cicn.ti6.i;~ de l:J. '1~~n bu.m11ru1», esp.
2l Cl)~rles Pég!ly, Nof~ conjoirlte su; la phiú:Js'!pbil! 'Bcrqonie,,ne et Id. phi- pág. 38 y sig., y «El JCDAuaje, lóS tr.1.1t:o~ del le1,Ju:1je y 1a textura de (9
losopfne Cartts,cn,u,, Paria:, 19)'5, pas. ,12 y ,1p. condcnéia», ~p. rd.v- 252·57.

274 275
sado y futuro , simultaneidad y sucesión, m~s pronro o más tru:de, pasado, puedo traec aucv~mentc mi mundo recor~ado :l mi a:lcance
etcétera. actual, si vuelvo nUl de donde vi ne ( e_l Jtt11tulo " "''. alcance r,:,:up,r~
Este se,;1.or del. rnu1>do de los objetos pcrcib,dos y perceptibles eo ble)¡ ,~mbién espero h•llarlo sust;né1~lmen re el mismo (•~oque, '
cuyo centro estoy. recibirá el nombre ,le ,nu.nda a mi a((q,¡ce actwl,
V _, atmblaclo) r.J como lo e,q>et1mel\té cu• . ndo e., wbo • J'D.l ak.1nce,
que de tal modo incluye los Objetos que están al alcance de mi vista y_ sé, o supon,go
. ,
ta.n,bién que Jo que esta·' 11oorn
t.. • ! Ct "'CÍ\UI
ri r.n1 a can .._ 1
y de mi ofdo. Dentro de este c,,mpo a mi akance, hny ulla ,:<tgl6n estará fuera de él cuando yo roe muev.a , pc:to sec<l e o priocipfo recu-
de cosas que puedo ma,üpu l~r. ( Esperamos que estJ\ romera carac-
terizaci6n baste para los fines presente,; . .El problema i.mplkado es pCl'"able, si luego vuelvo. _ ~ . ue
El (ílúmo caso es para mi de un gtnn rnteres pracuco . .&s¡,ero q
mils complejo, sobre wdo en uo mome¡uo e.o que, medin111c cl uso Jo que está aho.ra a ro.i alcance actuol estará fuera de él, pero más tarde
de cobetes de l~tg1.l $lcance, lo zona maniJ:.uh,totia puode sor exten- volverá nue17"ame-.tltC a estar a o",i J)lc.ancc. y -sobre codo, pteveo q}ie
dida m;is .tllá del mundo a rni .al~•ncc. Lu ampLll1ci6n d,c la esfera lo que esbi ahora en m~ zot1~ mani~aJ.;1;coria . reingresará lueg<> 4l e a
munlpulatoria es tal vez una de las C3mc:terísticas descollantes del
estado acto,ú de la dvilizaci6n occidcnral. J
y exigirá mi intccferea.crn o interfonra connugo. Por lo tanto, tengd
que estar seguro de que .rne orientaré en é.l y D?C c~tendcré co"f, to
La 7..008 manipu.latotift 2~ es }3 ·.;eg.ióo abierto :a mj inr.crferencio in• mismo, como puedo hac;crlo ohora que e~tá baJO 1~, corur.o~.. ·h~ra
medial.3 y que puedo modif:.ic:tt, yti t;c..1 dirccrn1nente, mod.iante movi .. presupone que ~e.ré capáZ de r econocer ng,ucUos elementos que • tod
micncos de tni cuerpo, y.a sea coo Ja ayuda ele tx:rensiones t1ttificiafes considero significativos en e l mundo a mt alcance o.ctuaJ, .:;obt.e . ., 0
de mi cuerpo, es decir, me;.-di·a nte herr11n1 ie11ta,s e iDstrumentQs. en cJ de.ntr0 de la zona manipulatoria, y que ( supongo p<1r um, 1dcali¡•c1on
sentido nlás amplio de lQ!i t~minos. Ln zon:,\ maolpulatoriu es esa general que l:lusserl denomina fo idca.ü:zaci6n del «p11edo vo ver •1
parte del mundo externo sol,,re la cual puede,, ~• lmentc nctuor. En
cierto sentido, se podría decir que fa parte del mundo 8 mJ nlcance
baccrlo~'"') será significativo también cuando ,yo regtese. As!, veo ,nd
motivado a :señalar y maFcar ciercos objc¡os. Espeto que, ~u~n o yo
que 110 perteoece a la zona manipulatoria 1ft tr:a.Scje.nde: constituye la .cegrese, esas twli'QtS serán üti~es ;0mo «r.~~~rdat~rios s~bJe~t~O$P ó
zona de .a ljs manipu.hu:iones potenciales o., com9 pre ferimos Ullmarl:1,
de mis actos e jc::cutivos pot:en,ciales.~• Po.r supuesto. e stos .ámbito$_. no
«recursos m.nernotécnicos,. ( terminas de WUd). • 13 No rnte,e,•,
tales recu.rsos tnnemotéCDicos consist9o en romper la rnxoa .de u.n at
ful
tienen fronteras rlgidas; i1 c-ada uno de ellos ctmesponden halos y
0 c.legir uoa determinada señal para marcar el sendero hacia l• Jagonn.
horizonte$ abi~tos específicos, y tambié" bay •end•ves» dentro de Un seiiJIL¡,;lor que indica la 1,>ágina del libro dopdc suspenclf b lectb'é,
~territorio éxtl1lnjer:o•. Es ;;t.simis.mo c:v1deote (1uc todo ese .&istem.a cienos pasajes ... btayados o trazos de Jlípiz en el margen, son t,un n oda
del «mundo u mi alcunce actt,al», incluyendo cl á.re:t manipulatoria,
sufre cambios por cuálquiera de mis locomociones¡ al desplazar m.i
marcas o·rccordatorios subjctivos. Solo .importa que en addaoie t ofu
esas marcas, que son en sl misoo4S objetos del mundo a.temo, .~º s~o-
cuerpo, cambio el o rigen de .mi sistema de coordenadas de O a O', y intufdas como meros «S1·m.isroos» en el esquema apcrcepruol P f
esro 'l?Or si oolo r,ambia todos los guorlsmos ( coordenadas) correspon- han CDt.r.ado para mt, el io.térprctc., en a.na .referencia apresentac,io:~
dientes tt este sistema.
La rama de árbol quebrada es más que eso; ha pasado a ser u:;J
que l.odica la situación de una Jaguna o, si se p~efiere, Wl• s pata
CJll• yo doble a fo iu ¡uietdn. En su fund6n a¡,rescnwcional,. que _se
origina en el esquero• inter¡,retatívo que yo le otorgo, la ~ina qu~ 1
2. Mar.ca,f
brruh es ahQra apareada con su significado referencial: «C..mUlO 1ll!Cla
.Experiment;Q el mtmdo a mi ~lcanc;e ac.·1:ual como, un demento o fase la laguna», . b' . uno de
&t'l 1nn.rca que fu.1lciOJ1a conlo un rcco.rdatot¡o so fettvo es da
de mi siruqci6n biogntfica 6nica: esto supone trascender el Aquí y
Ahora a los cua·les pertenece. A mi sltuadón biográfica 1Snka perte.
fas más simples formas de la ,elación api:esentacio¡;a,I; stP3 ;--tá [ª
de todo contexto intersubjctivo. Hay que neñal:Lt el car.cter intr nse-
tleCen, ea.tre muchas .otras cosas, mis recucJ'dos del •m undo que antes cameote nrbltrario de mi selea;.i6n de cicttos objetos 001no «_ma.~c•I.S;~
se h;,Uaba a mi alcance, pero que ya no lo está, puesto que me he L., nuu:ca «no úe.ne o.llda que verlo con Jo que debe i:ecordarme, es
movido de Allr h,,sra Aqu[, y m.Í.$ previ•iones de un mundo futuro y aqueJla est;Í.tl er, un contexto iotcrptc~1tiifo s1mple.r~eotc por ~~e7o
a mí alcance y que, para ponerlo a mi :tkan~c. debo trulad1u:me de lo establee!. $eg6n el prindpio d.e h, lrrelev,rnci• telaava -~l."'"'"" f,
Aq,..t a ocro Allf. Yo sé o supO.n go que, pasando por alto obstáculos
técnicos u ótms liinitscioot:$. co¡no la esenciul iuccupeL-abfüd..,d del
puedo reemplazar la rama qu~br~ ~r un cúmulo -el~ p,eo,:••t~.:Í::
el principio de ln tt:•n$feren= figurauvo, puedu cle,;li~ar este
23 EJ lt~n 1l>t!f'.i10 de Georse H. ~1«.-sd e1 haber mostrn_do que el .-;,h-co ,mani~ de .piedras a una náyade, etcétera. .
e_ula'tcria.~ C:O•.'f.Stituyt: tl núcleo de ]ll tei:ili9-ucl Véa~e Pbilosopby- (,Jf (he .Prese"I, WiJd:l'f ve una diferencia car.a,cl'écl~t1c.1 cnrre la.s n1arcas o recursos
Chicago, 1932. _pág. 124- y ,;jWi,, y 'l'hc 11/Jilosophy a/ t!.,e Act, Oaicugo_. 1928.
p,ig,. 103-06. 121 y si¡,'>., 1'3, y sig., 190-92, 1%-97, 282-84. 25 llt.lm,und Hussctl, formo/e i11id lr1Jns~1Jdl:lll'f,lc ÚJgik,•"- Halle, l929, sec. 74,
Z4 Ea lo referente .r ~ r o de ••i=ción». vtasc .Sobre i.s rcruidack, pfa. }67. . . •
md1riples», esp. pág. 2u y s 1g. 26 Jot-.n W1lcl, tJfJ. ,·,t., pá.8:, 224.
1:r 11,;.1.

276
277
chen» ): un objeto, hecho o $Uceso (4.) •<:tualmcnt,e perceptible por
mnemotéá11cos y los sigftOS en el hecho de que un signo puede ser nú puede ser experimen"1do como rclaaonl\da con otro heab~ o
mal cot1~bido o interpretado~ mientras que oo podemos ser «mal suceso pasado, presente Q fotuto.(~). a<;Lualm~n!c ~o percepuble
J:COOi:dados• _por un cecordarorio. No estoy de acuerdo con estll afir- por mí, de tal modo que mi con,11c:c,ón d.e .la existencia del _pnmi:o
VarÍ1lS IIDIICas en d m,ru:geo cuyo significado r·
Inación. AJ releer ·u n libro que lci cuando era estudiante_. cncoiltt6
DO comprendo. Más
aún; no 5é muy bien por qué atribuí especiu. i.n terés al 'Pasaje nittt-
.( A) es e'1periment11da por rol c_omo un Ol'?tlVO '?Pª•º -pata m, CORVJC•
ción, mi supuesto o mi creeoaa l:D 1~ ensten<:13 pasadaJ presente o
futura del segundo (B). Esta mótivaa6n const1ruye para mí. un. ap•·
cado. ¿Por qué puse un botón en ml bolsillo esta mañana? T raté de reamicnw ,:ocre el elemento indicador (A) y el eleme,oto 1i:dicado
recor:dar algo, pero ya no sé qué ·era. (B). El miembro indicador del p.u: no ~ola es un «test11nonm• del
iru:l.icado no solo -lo señala, sino que sugiere el sup\festo de _que el
ouo mie:»b.r o existe .há existido o e,ñstirá. Tátl.lpo~o aquí.el DUembro
lndicado-r es percibjdo como un «.sf~mls.mo», e$ decu:, nu:i:amettte en d
3. Indicaciones c:sque,na apcrceptunl, ~ino OOl.l!º ~de.~pert!ndo» o «evocn.:1do». spre:
sent11cionalmcnte al md::n1bro 1nd1cado. Sm embargo, es 1mpo1taat<:
'Hablarnos antes del -acccvo de conoc.imicnto a man<> como un elemen• que la natuta1eza .Particu~or d: la ooaexi6n ~?tivacioool pcrmsn~~
to de mi situación biográfica. Ese ace1vo de cooocimie.oto ya o.o es en opac•. Si exJste una comprcns16n clara y sufac1eore de la lndole d~ la
ab!><>1uto hornogén·e o. W ilH::un Jemes 28 distlngu{a entre «conQcim,ien- conexión entre los dos eleme1>tos, no tenemos q\le abordar la relac16n
co acerca de» y «conocimiento por trato directo». Aden1ás~ hay cefcrencial de indicación, sino t, 1-elaci6n infereocio,I de pr,teba. L•
zonas d,e creencias ci~.as e ignora.ocia. La estrucruraci6o de mi acervo ncla.raci6.n contenida CJ) este úJtii;no enuoci:tdo elimina, por lo tanto.
de conocimiento n mano está dctorminoda por el heého de que no la posibilidad de llam.n r a la ;buel.lu de un tigre ( rcc'?nocid• como ,al)
esroy ;gual,,,ente interesado en todos los estti,tos del mundo a mi una indicación o «signo» de su presencia en la localidad. Pero el halo
•!canee. La f,:mción se.lectiva del interés organiza e.l tp1.,ndo para mí alrcdedoc de ln lunn indica lluvia fominente, el h umo iodica d fuego,
en esrratos de mayoc o menor sigrufícativ.i.dad. Del mundo a mi al- una cierra fo1maci60 de la su¡erfi<;ie indica petcó.leo en e.l s~bsuclo,
cance actual o potencial so,a seleccionados, romo de Í:mportancia pti- cierta pigmenrndón de In e.a ra indico la ~nfer.medad_ ~e ~dd1s()n, In
mordial, aquellos hechos, objetos y sucesos que rco.lmeote son o serán EJOSÍCÍÓD de UM aguja en eJ lab!CL"O de I\H OUtOmÓvtizdi . ,a Je
ca aJ
fines o medios J>O$ibles, obst,kulos o coodiclones posjbJ.es para la co1nbustiblc:, etcétera. ,
realización d e.mis proyectos, o que son. o serán pej lgrosos, disfrutables L• ,:elación de indicación, ral CQII\O la hemos dese¡, to, abárl;a_ Ia--- - - - -
o significativos para mí en cuol<¡uier otra ÍOt!IDl. mayorla de los fenómenos g<;oe_i:almente lnc!ui~os .en ln entegoda. de
Conozco ciertos hecbos, objetos y sucesos como interrclacionodos d e «sigaos natucáles» . El conocw:uento de las inclic,ac\ODCS es de fllllda,
unn ma,;,ero mM o menos dplc,,, pero mi conocimiento di,J tipo par• menta) impOttDOCÍa desde e.J puotO Je VIStll ptaCtlCO, potque arudn
ticular de relación puede ser bastante vago y 1l1:1sta c,,recer de trans• al individuo • unscendet el mo.odo a ~u alcance 11c~ual relaaopanddo
parencia. Si sé que el suceso B suele aparecer ~n fottntt siooulránca elemen tos de é.l coa. element0$ que estan fuer:' de el. Ln relación e
con el suceso A, precederlo .o seguitlo, entonces tomo esto como una indica.cjón es a su vez una categoóa apresentao,on.il que no presupcnc
maniícstackSn de uno rel•ción típica y plausible existente entre A y inevimblemente la in tcrsubjctividild. ·
B, aunque no sé nada de la naturaleza de esta rel:idón. Hasta n uevo
aviso, ¡me (imito ~ esperar o pr~supooe.r qu~ toda .recurren<t!a futura.
de uo suceso del tJ.po A estará vmtulncla típ1carnente de la n:,1sma ma-
nera con uno recul:'tencin p.r ccede.o.te, cpocomitantc o sigtuente, de IV. E l mu.ndo intersubjetivo y sus relacioo.es
un suceso de tipo B. Puedo entonces tom:u A, no como un objeto,
becbo o suceso en .sr, mismo, sino como tet>i:esentante de afguoa aprésentacionales: los signos
otttt cosa, es dedc, referido a la aparición. pasada, presente o futura
de B. Trunbjé,i, nquf iene¡nos unn forma de apareamiep(o por apre-
scnt•ci6o qve lo m:1yorfo de los nutotes incluyen bajo ol concepto de 1. et mundo de la vida cotidi11r,a es de.tdc el comienzo
signo . .t,Sosotros preferimos reservar el térmjno «signo» pa..ra otros 1m 1n1mdo inlers'ubjeti-vo
fines, 'Y llamar i11dica,;j611 a In relación apreseotnciQnal que e.,camí-
n,unos. Las roatcns y las indic·aciónes son, como hemos visto. form:1s. de [el9·
H:ussecl 20 ba caracterizo do as{ es w ;dación de inclicod6n ( «A11z<ri- dones apresC!1\a.c.ionales que pueden ser explkadns por d motivo prog·
mático qi,e gobicr11• al individuo en ~ esfuerto por entenderse con
2S W"úJl•m James. Princ;ples o/ Ps,·chol<Jgy,A Nueva Yor.lc, 1890, vol. 1, el mundo a su alc:tnce. Estas formas de referencias apresentadoMl':5
P.ÓI!· 221, no ptesul?onen neccsa<iamente la ctisrenciJi de. semejantes y la_ poSI·
~ .Edmul"!c.f ~u,i;:serl, f..ogiscbe. t(n,~rs11chuug-en T, ,,oJ. rr/1, $CC$. [4, esp.
pug. 27; M.w,.1.0. Fube<, op. cu., ~ag. 222. bilidad de comunicarse con ellos, nunque también pueden func1on~r.

278 279
T
1
y fuocfonan, dentro del contexco i,1tetsobjetivo. l;'lasta <lho.a hemos la estructura'ci6n del m,u,do del sentido camón como un mundo
analizado el mundo a n,j •loince y sus cümcnsioncs absteniéndonos eon1parcído con un scn,cjante y sus trascende.iici.as intrinsocas, antes
de toda refetem;ía • la intetSubjetividad, como si yo, en la actitud de pasar al estudio de la comprebc.nsión, la manifcstnc.i6n y 1.n comu·
natural, me eocontrru:11 solo dentro del mundo de fa vid, cotidiona. nicaci6n de !ns rclndoaes aprese.o mcioooles ea las que se fuaclan: los
J?ero el mundo de mi vida cotidiana no es en modo o.lguno mi mundo signos.
privado, sino de!".dc d com.ien1,0 un mundo intersubjetiva, compartido
to~ mis $CJJ1Cf:mtes, ape.rimentado .e interpretado por Otros; en sín.-
tests> -e s un mundo común a todos nosotros. La situación biográfica
única en lo cual me encuentro dentro dcl mundo en cualquier mo- 2. N1testro conocimiento de la otra mente se basa,
mento de mi cxistcncía s6lo es en muy pequeña mecüda producto de
mi J2ropia creación. Me encuen t.to siempre dentro de tm mundo histó· 'e'n si m.ismo, en refere1,cias 11present'ad.onales
rkrunente dado que, como mundo de la oaturnleui y como mundó
sodocultl'cal, exisri.6 antes de mi nacimiento Y continuará existiendo El exameo del viejo problema de nuestro conocimiento de ottas men-
después de mi muette. Esto significa que este mui,do no es sólo mi ees no estó, dentro del marco de este trabajo. Tampoco podemos resu-
ambiente sino también cl de mis :¡emejant~; además, estos sem.-ciantes mir •las polémicas opiniones al respe,:to qae ,bao sido 1;>rop\lestns por
son d.croen~o:; de mi propia .situación. como yo lo soy de la de: ellos. destacados ¡;>ensadores de diversas escuelas 1Uos6ficas_ Sin embargo,
Al actuar sobre los Otros y al recibir l••
accíorte~ de eUos, cono,.co
esta rclaci6n mutua, y este conocin,ie:nto también iml?Üca qu.e e ll0$,
conductislíls y ex.iste~ci~sras. positivi.stas lógicos y fenomcn6log9s
parecen contotdar -s1 de1amos ele:: ládo e l fen6mono de la telepn.tla-
los Otros, cx:pe.titnentan el mundo común de u na manera ,sustancial .. en que el conoclm.ieato de la -mente del otro sólo es posiblé . por la
mente similar a ,Ja mfa~ También dlos se e.hcucntran en una situación mediación de sucesos que tienen lugar e.o o tro cuerpo o son produ-
biográfica única dentro de un mundo qt1e est~ escruct11cado, como el cidos por él. En. la tcaninologfa bussetliana, este es un caso desti-
mfo, co términos de alco.n<;e acnial y pOlencial, agrupados alrededor cado de ,efe,;encfa a¡,resentacional. Según Husserl,~' el Otro me esta
de su ¡\qu{ y Motil actuales en el centro de las mismas dimensiones ciado desd:e el comienzo como uo objeto material con su posici6n en
y direcciones de espacio y tiempo, un mtJJ)dO bist6ci~mentc dado de cl espacio y cQmo sujeto too su vidn psicológica. Su cuCtpo., como
la naturaleza, la sociedad y la cultuui. - todos los ottos objetos ma cetiales, está <lado o mí ¡;,erccpci9n . origi-
Pot supuesto, excederla del ptop6si'(o de este estudio encrar en un nal o, como dice lrus~cl, en presencia originaría. Peto su vida psi-
"!'álisis fenomenol68ico det.11Jado de fa constitución de la intcrst:bje- col~ca 1io me cs.tá dada co pr~ncia ocigionria, ·sino solo ~ t.Vpte-
ttndacl. Y en canto aquí estamos interesados sofamente en un análisis sencta; no está presen"'do, sino aj).r eseotada. P or la mera percepción
de la es,periencia de sentido común del muenda de la vida cotidiana, vjsual continua del cuerpo del Otro y su..,; tnovimicoros, se constituye
bastaría declarar que el hombr.e presur.,oue la e:xJstencia co~poraJ de un sistema de apresc,ntacioncs, de indicaciones bien -0r:(.Leoadas de su
sus semejantes, su vida constjente, ,la posihilidad de intercomunica- v
. t"tia psico16g!ca y sus e..:periencias, .Y aquí está el origen, dici: B.us-
ción y cl carácter histórico dado de la organización social v la culnua, serl, de L'lS dive.r$As fo..cm.as de los sistemas de signos, o expresio a~.
así romo presupone el mundo de la naturo.1.eza en el cual ha nacido. y finalmeote dd lenguaje. El objeto físko «el cuerpo del Otro»,
Pero al tene, que estudiar fas ,:e)aciones apresentacionales que inter- los sucesos que se ptQducen eo cstie cuerpo y sus movimientos co.q,o-
vienen en diversos aspectos de la intersubjetividad, y especialmente ra.l"!' son apr.ebendidos como expresión del «yo espiritual• d~l Otro
eo la comunicncióo, no podemos dejru: de ,;eñalar algunas implicaciones hao.a cuyo contexto de sentido motivacional estoy ditigido. La lli,.
dol tema y aclarar la noción del mundo social ptt:sup\.tt!S.tc.,. Sin emb ar- m:ada «e1)'1patía» hacia la ptra persona n o es sino es-t:J: forma de ap.te-
go, esto solo puede ser hecqo paso a paso, de ,nQ<lo que comenzare- hensión apresent3cional que capta d icho sentido.
mos con algunas breves observaciones sobre el fu ndamento de la De acuerdo con Husserl, también puede regir esto si tuaci6a con res,
re,laci6n entte el Yo y el Otro - o, como la llaman los soci61ogos pecto á Jo que suele llamer,se objetos culrurnles. Un libro es ·un ob-
m-odemos,:,o entre ego y álte:r- sin tomar co cuentn, ep e:$ta sección, jeto ex:t~ciot_., .un~ cosa ~a,t.e.ri~ J..Q veo t~ como se me apateee, aquí_.,
qoe el ,mundo en el cual.he nacido y• contenfa organizadooes sociales sobre m1 escrito¡10, a m, de.techa, etc.; perQ al lecclo, no estoy dirigido
y políticas de la más diversa !ndole y que tanto yo como los Otros hacia él como un objero exteriM, sino bacirt cl sentido de lo que esi.l
csctlco en él: yo «vivo en su sentid.o» al coruprebendcrlo. J,.o misroo
somos miembros de tales organizaciones, en las cuales tenemos un
rol, un status y uno. fu.nci6n particulares. l'or lo u11,to, es 0 1,1.esu:a es válido rt$pcctu de uno. he..rr:umie.ota, una casa, un reat.ro, un teml?lo
una máquina, etc. E l sigailicado cspitirual ele todos e,¡tos objetos ~
intenJ~ión considera.t prilllero las t·e fereticias ~pt'esentacion111c:s por
cuyo mtctm.edio obtenemos cooocü1·üentQ de Jn, 1nente -'de orro, luego pctcibído apreseruadonalmente como fundado en el objeto que •i?•-
)1 Edmund H!'sser.l, clj~!ci·Ul.nisaht Mt:dilalion!n, v., !iCC, ,:o 1' &gs., ldtf!II 1[,
30 ~or ejemplo, Talom Panons y Uwn«l A. Shils en su ""'ºº.ll'•fü «VaJue,, se:($,4.) -'IO; Vt'a:lc 1urub,ien Al&ed Schu,tz_., --úlascoss,Lo.b of Edmund liu5:$crrs.
MT
. otives snd Sy,stcms o.E ULi<J.iN.», en T11lcot~ P~soos y Edw.iard "A. Shi.13; edi., [dt:as vQl. trio,, 1!.hilO$O{Jhy 11nJ tlxu,(Jrhenoloi.Ical ktcareb. vol. xur, 195},
Otu<fTi! • Gene,J Theorj o/ Action.l'. Crunbcidg,:. 1951, pi@, 55 y ,.¡g,. pJg,. }9441}, '"P· 404 y sig,.

280 281
en realidud y que no es ap)·ehendido como tal, sino como Cl(t')l<!·
i'CCC
misrno-que yo y él tendrlamos tlpic,un1'11te las mismas. experiencias
sando su .s,:ntido. Y si escoch•mos • alguien, 110 e><perimcnramo, del mundo común si cambiáramos ouestros lugares, d,: tal modo
el •enti,JQ de lo que dice como algo conectado coa l•s pal.1bras de que mi Aqul se transformara en el suyo, y su Aquí -que para ml
urui manera externa. Tomumos las palahtss apreb~nsivnmentc como es Qhor~ un AU(- en el mlo.
expresando su séntido, -y vivimos en su sentido <'Otllpr,hcndieado ló
que el ouo quioce decir y el penspmiento que exptes• . '12 Sin duda,
cada uno tiene su.s propias e..~edencf-as dadns en presencia originaria. b. L,, ideáli:r;aciórt de la ~On?.ruencia de los sistema<
Pero por medio ele sucesos del mundo externo, que tienen lugar en d~ significalividttdes
el cuerpo del Otro o son producidos por él, en especia( por expre- Cada uno de nosotros como dijimos aoct:s, se encuentra. en uoa ~i tua·
siones lingüísticas en el más aruplio .sentido, 'Puedo comprehender al clón biográficamen,.te dete.rmina~a única, y por. esta J?l-lSroa ~azon es
Ouo por Bpresco,t¡aci6n; por en,t;endi.micnlo y couScnt.imieato mtttuo
se establece así 1111 dNtbiente comunícatir:o común, clent;ro del cu~l los
inevlt<iblc. que di~er'ao mi ptoposito y el d; _nu seme¡ante,·as1 como
los sistema$ de significatividaáes que se originan en ellos. Pero., con
~ujeto.s se motivan tee{procamt.ntc en sus- actividades mentales.
E$te rui,llisi.s de Husserl esl~ modelado. de acuerdo co11 una relación carácter de otro ax¡o,na básico, doy_ por •<;ntado hasta gu~ s~ ptuebe
lo contrario - y presupongo que nu semé¡antc l:m~c lo rmsmo--_ c¡ut
intersubjetiva csr,ecillc31: la que los so.ci~logos J~aman «relacci6~ cara l~s difrr<:ncias originadas en nues tros sistemas pctv?1o• ~e sig'!ifu:a-
n ca.ca». 3S E n tAl rdaca6n, ltmbos _pijrt1c1pantes cQrnpntten el trcmpo 0

y el tspacio y se percibe" uno al otro. Además, se supone qne ll1 tivúlaács pueden ·ser dejados de ,ado p,u:a el. proposlto mmed10to Y
comprehensi6n nprescntacíonal mutua de sucesos en la mente dd Otro que yo y él, "osotros, interpretamos los ob¡ctos, bcchos Y. sucesQs
ac:tuaJ () pot~ocialffi!!Dt~ cou:11.,ne.~ de una mµ_oern •ernpfr1camente
conduce i.nmediatamrote a la comunicación. Todos estc5!¡ su.puestos, idéntica» es decir, suficiente para t(jdos los f~e$ pl'ácncos.
sin embargo, e-xigen cierta e laborae i6n.
Comenzaremo$ po.r Cá.racrecizar la~ idealizaciones rácitamente presl1·
Esta tl!S¡; general de la reciprocidad de perspectrv?s, que supone .~s
idealizaciones por las cuoles-par• empleú ln t<;r.mmologfa ele Wh,ce.
puestas en las que se basa eJ cst;,blecimlen10 c\c un 41ambieutc comuni- .head- las consuucciones tipi~icadoras d~ ob¡et?S ~e pe_os•mlento
cativo común» en Ja rehicíón cara a c a.ra.
superan los objct<?S Üe pei,sam1e.nt<,> _de m1 expene.ncrn pr,vada ,Y la
de ml .semeiante, :15 es la presupos.1016!1 para un mun?-O de obJetos
c.:omQnCs y, por ende, .P.ª"' In comurucac,6n. Demos. un e¡e~plo: nrnbos
vemos d .:mismol!> p:aja.ro vol:tn<lo a. pesar de la diferenc(2. de nuestl\1
3 . Tesis general de la reciprocidad de perspectivas "' posición espacial, se><o, edad y el hecho de que usi.ed quiere cazarlo
y yo solamente admli:ru:lo.
a. La idealí:t;dd6n de la intercambiablliJaá de puntos de vist«

El se<;toi· del mundo • mi .J.cauce actual est.! cenrrado alrededor de 4. la trasce,u/encia del -rmmdo del Otro
rnl Aquf, y el oentro del mundo. ul alcance acrual de mj semejance \
nlrecledor del suyo, que es, vis10 de$de mi Aqu(, un Alll. Ambos sec- füm ahora nos hemos referido solamente n la relación cata • caca en
tores pueden intersectarsc parcialmente, y algunos de los objetos,
hechos y sucesos del muncl,;, externo puede n estar a mi alcance actual
la eual u.o sector del mu,,do está tanto a rni alcance actual como •!
olconce actual de roi $eroejantc. Para ser preciso, el mundo qac esta
y al de mi semejan te, y •hasUt dentro de su zona manipufatoria y la a n1i olconce nccuaJ inie.ts4!1cta ni q1le está a su alcance, pero nccesa...
m!a. Sin embilrgo, tal objeto, hecl,o o suceso tendrá· una aparicncio <iamcnte hay zonfs. que e.s rán e mi aka~e actual y no nl ~uyo, Y
di.fe.rente en curu1to a dirección, distancia, pe:t~r;,ec:-tiva"· sombreado, vicever.sa.. Si me s1 L'UO &e-n:to a otro, po~ eJe.cnpJo. veo cosa::; que él no
eic., visto desde el «;entro de mis coordenadas, Uamodas Aqu.(, y desde ve , y él v e, cósas que yo no veo. Lo mLo:¡mo vale po,ra. nu~~s zonas
las i u.yas, Unmadas Alll. Ahora bien; un axioma básico de tod:1 inter- munipulatorias . .&ta Piedra colocada entre nosotros estn dentro de
pretación dc::I mundo comá.n y sus objetos e:; que esto$ di vctsos sis· mi zona roanipulato.tia. peto no dentro de J~ de él.
temas coexistentes· de coordenadas pueden ser t.l:'J.nsformados unos e,n En csre sentido el mundo de otro t.r~iende al 1t1lo. Pero an coro-
otro$; doy por sentado - y presupongo que mi semejante hace lo lario de la ldeaÍiznción de h i.nierco.mbiabilldad de puntos de v1st~
}2 .Edmund Husserl, «Vor.t -Ur.rprung J~,. Geo111etric•, E.. Fw.k, ed . Rtu1µe: [n,.
(véásc ·antes, J, n) es que el mundo al alcance ac~aJ de otro esto
ternatio1tt1le d~ PhilosqpQi~. 1939, .pág. 2l0. también dentro de mi .alcance ¡;,oslble (potencial) y o.rcevcrsa . Dentro
)) Charlcis Cooky acuñó el término en Socía/ Organitntio,1- (Nueva York,
1909, capi;. Ut·V) , aunque lo empleó en un stnddQ diferente. Sol.o designamos 35 Alfrcd Nottb WhitchOl.d. Th~ 0rfJJl1Í2.(JtÍJ>n o/ Thóugl~t~.t• LondtC$, 1917,
oon c9 uo aspecto pl.tnuncntc- farmal df! ln rcla.cl6o socinl. reimpreso pntci'1lmcnt:c en 1'he. 4imi <>f Educ:atiori_. Nttt'Y.t York, t>.fentor Books,
:J•&te ApártadQ J $ ~ de c.;crca. lo cxpo.sici6n prescntnda en «El :séntido co--
mÚ:o y fo lntcrprctltciou cicntffict de La aa;:ióo bumaoa..., p~g. 41 y $ig.
1949 (cf. p,g. ll9 dc .<'Sta cd1c,ó.n).

282 283
de- ciertos llmíu;s ( cuya dctctminnción J,'l(>S alejaría deroasiodo del sadtls y cuyo resultado esffin abiertos a mi IJ1tei::preta;ci6n y puede..·1
tema), aun el muncl.o que est:! dentro del alcance recuperable de ou:o influir e.11 mis propias acciones; y hay un mlllldo de mis sucesores, de
y el que está a su alcance previsto se baila también dentro de mi al- quíc.nes no es posible nioguno c:,q,cricncia, pero hacia quienes puedo
cance potencial (uoa potencialidad cl.e segundo grado, por as! deci,:) orientar i:nis ac.ciones en andcipAc:íones w~ o menos vacías. Es tarac-
y viceversa. Sin emb:ugo, el mundo de otto troscicode el mío también t.órlstíco de todos las dimensiones del mundo social distlntas de la
en Otto sentido. Para comprende[ la forma pa(cicular de c::;:a era~. relación cara ,a cara el que yo no pueda ca"ptai:- a ml,s setnc-jan.te,s co1no
dencia, debemos considerar primero la función predor,ninante de la incllviduos únkos, sino s6lo expe.r iméntar so éonducta típic9, sa pauta
re.laci6n cara a cara para In consti,uci6o del mundo social. Solo e.o t.lpica de motlvos y actitudes en uru1 creciente anonimia.
ella está el cuerpo de otro a mJ alcance •Ctual, y cl 'mio • >'U alcance; Aunque no podemos entrar aquí en un examen deta.11.ádo de fas diver-
solo en ella nos experiment-.i.mos mutuame,nte en nuestra unicidad sas dimensiones dd mundo social, es in\iispensable r<:<.,udar los pro-
individual. Micna:as dura la, .teiaci6o. cara a cara~ esramos mutua.m ente blemas subya<;entc:s: para analiz.tr de mnncra cor.recta ciertas cuestiones
involuetadc¡s eu la situac-ión biográ(.ica· del otro: envejecemos iuntos. vinculaclas con la comu1'Ücaci6n y ]a ·o¡,ercei;><:i6n aprescntaciona.1 de la
Tenemos, en verdad, un niedio común y C'g'perjcncias coinunts .de ]os 'OCÍCdad.
sucesos que se producen e.n él: yo y usted, 11orotrrJS, vemos e( pája10
vofanclo. Y este suceso dc:I vilelo del pájaro como acontecirniemo dél
1iempo exterior (público) es s i.multánec) con nuestrs percepción de
él, que es un soc:eso de nuestro tiempo interior /privado). Los dos 5. Camprehensión, mani/estacilm, signo$ y comwnicaciót,
flujos de tlempo interio.r , el de él y el mío, son sincrónicos con el
suceso dd tiempo exterior ( el welo dol pájaro) y, por con>i!luientc,
son si.ncróo{<:Qs enttc s!. Esto revesti.cá especi;d .im.porrenci-:1 para Es ci.eno que, com.o sosl:uvo ~ú:.,ed, toda compteh.e~si6n d~ pensa-
nuestro estudio de .sucesos del mundo exte,mo que si.rvtn como V"e- rnien co del Otro --siempre dejando de lado la telei,,aus- exige como
hfeulo de comunicací6n, o $e•, Jo,¡ gestos ·sig,i•ntes i el lenguaje. velúculo portador o medio la aprehensión de un objeto, hecl,o o
Sin emba.rj¡o, la existencia de ol:to trasciende fa 1¡,la, así eomo la mía suceso del mundo externo, et cual , sin e,nbargo, no es aprehendido
como un sí-mismo en el enero e~querYI::. ur,etteptual. sino apresentn..
ttasciende la Sl1\'ª· Solo ten~o¡¡ c.n común 1.1 r11, pequeña sección de
noesu:as bfog;affos. Además, ambos entramos en la re.lací6n con solo ciooalmcnte ~amo expresando cogitaciones· de un semejante. El tér-
una p,u te ele nuestra personalidad ( Simmcl) o, como dicen algunos mino «cogitación» es empleado aqul en el mós amplio seQÜdo carle-
sociólogos modernos, asumiendo un rol s<)cial puticular. Y por últi- siano que d.enow sentimientos, voli<.iones, e.mociones,. etc. Para los
1

fiaes de este trabajo,. proponemos utUb.nr; el t~rmino +:signo» para


mo, como el sistema de sigoiiiC'.itividades del Otto sé funda en sn
siru-,ci6n bfográfica úniea, no puede ser cong,,,ente con el mfo: no designar objetos,. hechos o sucesos del muo<lo externo cuya iaprehen-
puedé ser llevado a mi alcance, aum¡uc puedo comprenderlo. .sión aprescnta a un inté.rptcce cogitaciones de uo se.roejant'e. Esta
lnterviéoe, .demás, un tercer Lipo de Lt~sccndencía, pero que sobi:e- detloici6n éx.lge <Úl¡un•s e,i;plicaciones.
pasa no solo mi mundo, sino también el mun.do del Oi:ro: Ja misma
telaci6n Nosotros, aun.q ue se origina en la 1:nu,u• implicación bio¡¡rá• a. Co111prehensi6n
f.iqi, o:roscicndc 1a existen.cfa de ambos o.sociadc¡s en el dominio de la \
vida cotidiana. Pertenece a un ámbito Einito de sentido que no es el
Los objetos, hechos y suceso$ que son interpretados como sil¡D0$
de la realidad de la vida cotidiana, el cual sólo puede se; captado por
deben referirse directa o ioclireccamente a la ex:istencl3 corpotál de
simbolización. Esta afumaci6n anonci,a un conjunro de problemas que otro. En cd ca;;Q rr,:ts simpl~, cl de uno relación ca.r-a 11. cara> ~ cuerpo
todav(a n9 c:stam95 _prepnn1dos par11 abordar.
de ottQ~los Sucesos que tie.1le.n lugar en este cuerpo ( n1borizarse, soa•
Pero debemos señalar que la relación cara a cara que hasta aquí hemos
i:eír etc.). incluyendo movimienrot; oorpornfes (encogerse~ hacer se--
caracterizado n.o ,:s más que una dimensión dcl mundo social, si bien
ñas' etc.), l11s actividades efectuadas por él (babl11r, caroiuar, man~-
la m~s importante. Si comparamos e l mundo sod"l eon el mundo a
¡,ubtr e-osas, etc,), poeclc:n ~ "l?'eb.endí,dos por <;l ímérpret~ como
mi alcance actwtl, también podemos encontrar en él dime.n.oiones signos. Cuando no hay una relac16n 01"ª n ca-ra, su)Q d1stonc1a en e]
comparables con fas diversas formas del mundo a mi akance poten-
espacio o el cie1upo, debemos tener en cuenta:
cial. Hay un n,undc¡ de nús contemporfoeos, con quienes no participo
hiográficamcmtc en una rell,1Ció,o cara A ctt.ro"' pero con quienes com- i. Que la aprehensión no pteSupone necesru:iarnente pe,;c:cpdón act\il\l,
parto un sector del tiempo que me petmi ,e actuar sobre ellos y a ellos sino que el miembro aprcsenranre del par apresentnciooa! puede ser
aetun.r sobre mí, dentro de un ambiente comunicativo de moriv1Jci6n también un i·.e cuerdo o basta una faotasí.a; yo recuerdo (o puedo
mutu:,. (En los soci~dadcs primitiva~, en las que se supone que .las im,¡ginar) la e,c:p1-esión facial de mi a:11i igo cuando s~ enteró (o se
almas de IQs muertos participan de )• vid,ij social del grupo, los muer- entere) de al~ notici.n triste. Puedo inclU.So imagin~r un centauro
tos son consic!erados contemporru,eos. ) '.ffay un mundo de mis prc-
Lriste.
deccso,:e,,, sobre los cuales no puedo actuar, pero cuyas acciones pil-

284 285
1
ii. Q~c el resultado o productQ de la ac1ivídad de 01:ro se refiere a ¡oría) lo ele los gestos mit.néti<.'OI, imita. o represcnrn n oteo ser cor,1
h! acción de la oua1_deriv6 y, por ende, puede funcionar com.o un quien el actor se identifica. Ejemplos de esto so" la d:tID<a del animal1
s,gno de ~us cogl4.c10nes. y la druiza de l• fortlfülacl, bien conocidas por los •n<ropólogos. •
ííi. Que aqul puede 11plica,;se cl pdndpio de lo ltrclevonciá rt:lativa Snell señala l1Unbíén que el puro gesto clorad.o de propósito revela
del vehfculo. ( La conforencia impresa relll.ite " la ehacla dél confe- earactoríseicas expresivas, por ejemplo, en el 1qno y b velocidad de
renciante.) la voz sJ hablar, y que los tres tipos de gestos pueden ser usados
con pro¡>psicos cornutúcativos (p.ej ., gestos expresivos del actor en
el e.'iCCnario. gestós rnin1éticos d.el mi.mo, etc.) . De acuerdo con. Snell,
b. Mu11if~stacióJ1 los gestos dotado, de p~opóslco inclkao lo que dC$e. quien los oje-
cnta, 1os gestos c:xp·resivos indican lo que siente, y los miméticos, lo
lfterpret:u: un. óbjeto, hecho o suceso dcl mundo cxtcmo como el que e,; o pretende i;er.
stgno de la COgu.a,e1,ó n de un_ semejante no presupone oecesadamentt: Los gestos expresivos y miui6ticos ( o, en .nüesti:a tc.rrttioologfa) Jos
signos l son de part[cular importancia corno cínúcntos de formas
i. Que el Otro se ha~• propuesto manifestar su cogitación mediante il;p.resenw.ciooales soperior<:s, o t,;ea, símbolos. L3 comuoicaui6u como
~e signo, y meQQs aun que lo l1aya hecho cotl una .intención comu- tal se basa ante todo en ,Los s.ignos dirigidos o un propósito, ya que
n1caclva. Un-c,i egpresión facitt.L involuntaria, una mi.mela furtiva. el qujen efectúa Ja comunicación denc a1 nJenos la intencjón de ·hacerse
rubo_r, cl te.mblor, ":I porte del Otro; ea resumen, todo suceso físo- comp,endcr por aqucJ a quico se dirige, si no inducirlo 0 rea.cc ionnr
nó1ruco, _)>IJede :"'r mtc~re_tndo como "" signo de la cogitación de apropÜl3amente. Peto, par<1 hacer posible In coo,unie,,ción es nece•
un seme¡antc. Cierta vucilaetón en la voz del Otro puede <;0nvencerme sario cumplir con a.lgunos requ_isitos.
tle que .rt?-1cntc.., tlMQ:JC lotente oq1]tarlo. EJ .autor de una carta qolete
transmJttt cl contenido ele un mensaje. pero el grafólogo descarta el
contcntdo y torn°: como cal la csct.itma, es decir, toma come;> s.igo()S d. La co11111nicoción propiamente ditbd
él resultado estáaco de 10!' gestos no intendc¡nales reall~ndos por el
a1.1tor. i. El signo usado en la comunicación es siempre llil signo dirigido
ii. Si el signo esta\:,a destinad.o • funcic¡nar en un contexto comuni- a un in térprete particular o anónimo. Se origh1a d.e ntro de lu esfera
';!tivo, -es_~ no c:stnba necesa.rlaniente dirigido al intérprete. manipúlamria actual ilcl comunicador, y el lnt.érprcte lo ca¡¡,la como
,11,. Además, -~ º ~e prest~po~e neces~iamente que los dos copartfcipes u11 objeta, hccbo o suceso del mundo • su alcance. Pero las condi-
en. una :elncu5n comun1co.nva de signos ~e 0000'/Xa.n entre sí ( ej.: ciones -antes 1nenciona.dJ1:5 (~na, i y iii) se aplican a es-t~ si-tuación.
qu~e11gmera qu:- ha~a coJocado t.lte cartel, desenb• in<lic,u; n cualquier Pot consiguiente, ,,o es necesario que el mundo :,1.l nlC9Jlce del iatér·
rmnseúnte la direcct6n). prete intersecte espacialmente lo esfera roanipalatotin del comun1-
c,u:lot ( reléfor,o, televisión), ni que In prodacdón del signo se pro-
duzca simuJl~neooiC!llte c9n su intcrp.tetJtción (po,r.iros egipcios, mo·
c. Tipo.r de signos uumeotos, etc.), Jl Í C(lie el miSmo objeco o .suceso ffsiCQ utiJ~adn por
el como.nicador como portador de esta seo aprel¡cndido por el inrér- \
},n su ~ª7,~eote libro Der Aufbau der Sprache (La const:rucd6o del prctc ( principio de la irre)ev•ncia relativa del Yl'hículo). En casos
(engu'IJ~),. Br,uno SneH clnboro una teod,o de tres formas básicas más complicados de c:omunicnd6n, que no ~demos estudiar aqu1,
de mov1nuc.ntos corpQrales que, según él clenen como consecuencia 1,ucde insertarse en el proceso de comunicációo cualq\det nú1nero
diferentes _tlp'.,s.de sonidos, pahb,.,.s, e)e:nentos morfol6sícos, la e;. de se.tes humanos o recu.a;sos mecáoicos e11trc el comunicador origi..
uuctul"! sint.1c~ de las l~n¡¡uns op;idcotales, estilos literarios y nctl y el intérptcte. El punto de mayQr in,portancin psra lo que si\\"'1e
ha,.m, ~pos de f~losofüi.. _D~s~gue entre movimiento~ dotados de es la ideo de que 13 comunicación exige, ea todns las cimmsta.nc1ai.,
prol)OS1to, expresivos y mimeocos (Zrceck-, Aufdrucks- und Nll(:hah- ta.nro sucesos del mundo ~terno p.covoc:,dos por el co.municador
muntsbewegr,ngen). L:, primera categoria lá ' de tos' movimientos como .,,cesos c;lel mundo etterno ,aprchensihles por d iotétprete. En
dot~dos d: propósito, puede consisth; en g~tos tales como mover la otras palabras, la co111ttnicaqiÓ1t seto pt1dile tt.'1t'l!r luga, de11tro de la
cabeza, sen3!:u:, hncer adem~oes, pero también hablar; lo $eguada, la realidad del 1i1undo externo, y esta es una de las prindp•léS razones
de lo! m?v1.c~uen~os expresivos, cortespoade .a exterioti7Aclooes de por las cuales este muntlo, como vcrc.mo~ mu)' pconto, tiene !!l
expettencaas 11;t~nores, c~rcntes. e';); lo funcL;mcntal d~ intención do· cur~cter de realidad r:t11ine11tc. H.1St<1 t,s voces qúe el esquizofrénico
ro?" de pro~os1to; la difcrc~ciac10~ espac:,C!temporal de los n\0'1i- ci;ce olr arlopta.n l• forma alucinnda de u<Jc.es y r.enúrcn, por lo
1D1eotos, segun que sean altos o ba¡os, amplios o esttechc;,s rápidos taoto, a .suceS0$ del mundo externo.
o le11tos, da a ciertos gestos su significado expresivo¡ la tcr,;er,
cate-
37 Se. cnoontni.i:á CU'l examen mu}' .ul1eiesan1e en Cuct $uc.hs, Wqrlú Histo,,.v
)6 Bruno Sm:ll, D.r A-ufbau der $¡,rache,., H•mbm(,,o, 1?,2, <011'!, l•n . .o/ rh'e _
Dance, :. Nue\NI YQik, 1952, cap. 2, p~g,. 49·.1)8.

286 287
ii. El •igno cmplc.1do en la comunkadóq es ,¡jcmpre interpretado pez~ un ele::.menco de ·SU u:hihiente. como 11ru\ pi~dra, un. ·árboJ o una.
previamente por- c1-romu.oicad9r en tétnli11os de Ja. intetptetación montaña· un element.o del mobla1e corno un.a sill,1 o uua mesa, ere.
que, $eg1J.n supoue,. hatá de acruel el destinacarlo. Pu.ta ser t:ompron• Pero est~s son -<:orno revela un~ ojeada al dicciooar;io- lo.s tér·
dido, el comunicador debe prever, antes de producir el sigoo, el minos más dlf1cil0! de defihi< en c:el. lenguaje común. La mnyorla de
esquema aperceptual, •p1e,;entadon•l y referencial ca el cual lo los signos comunicativos son signos. lin¡¡wsticos! de modo qu~ la tipi-
incluirá el intérprete. En co1~1.1ecucncj:1, el comuníca(lor t.iene que:; fiea.ció11 exigida para una estaod~lZ3CLÓr) t>uflCien~c es t?cov1sta. P.Ot
ensayar, por a.sí decirlo, la interpretnci6ri pt"evista, y esi:ab1e<:e.c en.tre el vocabulario y L, e.strucruro sinl•Ctic:a del lca¡,'1.la1e l,abu;ual corres-
--sus cogjt.aciones y el signo comunícotivo un context() taJ que el lntér. . pondiente a la lengua_ m.a,tcnrn. Más adelante volveremos a este pro·
prct'c, gu:iado por el esquema apxesentacio.nal qvc aplicari e este blema.
último, halle en el pri¡nero un elemeJJto dd esquema referencilll.
co.rrespondiente. Este contexto, como hemos visto (sección 11, 2, d),
es el esquero• inter.ptctativo mismo. Dicho de otro modo, lo comu- e. La ,:,,esenlación lingüistl"ca, pictórica~ tx·presiva, y ttti"1étit:a
nicación presupone que el esquema lnterpretacivo que eJ comuni·
cador relaciona y ·que el ioté:.rp~tc rela(.iona-rá con e:J sig·o o comu- t_.. estructure dd lenguaje como c<>nju~to de signos combinables se-
nic.tu.ivo en cuc:stión coincidir-án · sustancilJtme.nte. gún reglas •iMikricas, su función como vehículo del pensa.miento
iii. L.s restñcción subrayoda es irn¡><>rl'll1Jlé. Hablwdo en términos discursivo ( proposiciomtl) y su poder, no solo de nombrar cosa~,
estrictos, es imposible u"11 total identidad de ambvs esquemas inlet- sitio rambién de expresar relaciones cou:e d,los; no solo de con,,trwr
pcetarivos, el del comunicadot y el del intérprete, al menos en c,J proposiciones, sino trunbíén de formular ,:elaciones entre las pto_1?0-
mundo de sentido común ele la 9i(b cotidiana. El esquema intcr- sicioo~; todo esto ha sido desc:i:iptt, tan 1ninuciosa y e.x.teó~tunente en
p1etalivo está cstrccbamen-te determJruido por la sii:uadóti biogr&. la füerarura reciente sobre d tema que, para nuestros fines, o.o es
f.ica y el sisi:em,, de sigoi6c,uividadcs que all! se origina_ Aunque o.o necesario que nos cletengalUOS en ello. . . .
baya otras clifercJlcias entre la. sitw1ciones biog,:,ífícas dcl comuni- Aquí nos limitacemos a seiW.ar que es PtoP\? d_c Ja csenc,.a del len-
cador y d.c l intérprete, sú menos el Aqu.f de cuo.lquiera de cllos es guaje el Jjed,o d.e que la comunu~oclón hngülst1ca o_orma!ment.c su~
un A,11 ( ¡,a¡a d Otro . .Este ~olo hecho p!:uiteu límites- iD$Uperab1es p0ne un proce•o t~!"poral: un ~~? es co.11Stnudo • l?•rru
para una com1.1nicaci6n to·ralrncate e.ficaz, e-n el séntido idcnl. Peco, oracionest una. oraaon, por la nrnculaaon pá.$:Q a paso de tos
por SQ.PUe$LO, Is <:Qmu0ii~i6n puede [ene:t y ti.ene, an efecto, gtiin sucesivos ( politétícamente, como dice Husserf'> 1 m1enttas 9uc el
eficacia. para mucho~ fines buenos y út"llcs, v puede alca.o:z:ar un n[\leJ significado <le la o,ación o cl discl)<SO puede ser proyectado por el
óptimo en lenguajes alromente formali~ados y estandarizados, rol on,dor y c;aptado por el oyen te en un solo impulso { monotéticnmen-
como ea la tenninología técnica. Estas consiclett1ciones, que rarcx:en tc) _De tál modo, la corriente de cogitaciones Ptli~lantes d";l orador
de fndole 0,11.1-y tc:=órica, tienen_ importantes consecuencias pi:kticas: es simultánea con cl suceso externo de ,¡,roductr los ~001dos del
una comunicación eficaz solo es po~ble entre perronas, grupos so- habla, y ele pc;rcib¡rla simultán<.."'llileote coo _las , cogitaciones de com-
ciales, naciones, etc,.,. qu-e COD:IJj{trten un sistema de sígnificatividades
sust111.1cialmente simila.c. Cuanto mavores son Jas diferencias entre su
ptd,ensión del oyente. El l;obln es, po.r cons1gu.tonte, uno ~ J,:,.
pro-
ccso,s temporales inter$objetivos --otros son tocar mústca·. 1unt?S•
sistema de significatividadcs, tanto· menores "ºª las prob::,bilidades danzar juntos, bJlcet el amor juntos-- por los cualc.s los dos _flu¡~s
de 6cito de la cooounicación- !,a disp.ui.dad completa de lets eiste- del tiempo i.nrerior, d dd orador y el del oyente, se bocea S1DCt<>-
roos de significatividades hace tOtalmentc impo.siblc establecer un uni- ni.cos eoire s( y ambos tpn w, succ~o del riempp ":"retior. L~ lotturn
ver.o clel discurso. de un.a comunieaci6o eser.ita establece. en el mlsmo sent:1do, una
iv. Por consiguiente-, todo proceso de cornun,icación, pMa se.t eficaz, casi simultaneidad en.t1-e Jos sucesos que se produce.o den~tro del
debe suponer un conjunto de absc:raccioJ\C$ o ctstaodar:izacioues ca.. tiem¡,o interior del escritor y d del lector.
munes. Mencionamos ani:es (3, b) la idea:1.izacióo de las incongruen- Sin embargo, las ¡,res~taciones visuales, corno ha_ señalado cor~ecr.a-
cias de los sistemas de sig.nificatividades que cor,du~ " la superoci6n mentc Susanoe Lru.1ger,-39' son estroctua:afm~te d1fe.:entes en virtud
de los nbjcros de pcnsom.iento de la cxp<,riencia. pdvnda por cons. de su carácter no discursivo. No esbln compuestos _de elementos c¡uc:
trucciones ápificado.c,,s de los objetos pdblicos de pensamiento. ~ tengllD significados lodependien:tesJ es-tó es, no t t ~ un vocabu·
tipii)a,ción es, en verdad, la forma de absr.ratción que conduce a !ario. No 'f?Oeden ser definidas en términos de otros s,~os, co~o los
la concept1.1:úi.zación mlÍ$ o menos estandarizada -pero tamb,i én ba5' signos discw:sivos. Su fondón pcimaria es la de coo<:<;1?tual1zsr el
lllttte vaga- del pensar de sentido común, y a la nece.s aria atn·
bigüedad de los términos del len¡¡uaje corriente. fato se debe n
O.uj() de las sensaciones. 1?•,•
SáSannc Laoger, la rdaqoo opre.,en-
tacional · de onn presentación pictódca se basa en el hecho de que
que nue.1tra expecieoe(•, aun en IQ que H usserl llama fa esfera pre-
pt'edicaáva, se organúa desde el comienzQ en cierras típqs. El .niño )8 Edmund J{u,¡scrl, Neen ,[, $CCS, US-19.
¡,cqueño que •prende la lengua de su mndre es capaz, a una edad muy 39 Susannt, K- t..og\:r, Philarn¡,hy ¡,. • New Key, op. dt., pó¡¡. '5 y sigs., n
tcmpranu, de reco11ocer un ~ni1n.al como un perro~ uil pájt1ro o un y s;;s.
288 289
la propo1ci6a de p-:u;ccs., su positi6a y su diblc.t1sl6n rclatjvo cotres- trascendentales de diversos tipos. En uo np-.u-tado anter.i or de esta
pondcn a nucstta cqnoopci6n del objeto pintado. Esta es fa ra>.60 por sección caracterizamos brevt:mctl.te el c;aráctcr trascendente de mis
b cual reconocemos la misma C3Sa eo una fotografía, una pintuca, c~pet;iencios del Otro y S"- mundo. Nuestro análisis de fas diversas
un. esbozo a lápiz, el plano de un arquitecto y el diagrama de un formas de sigooo y comunic(tci6n ba mostrado que )as re(erencias
constructor. Páta Husserl,•• la caracterlsrica del cuadro ( en contra• aprescntadona.Jes caractaizada,s por esos té:Illlioos tienen cambién Ja
posición con todos los oLros signos) consiste ex, el hecho de que este función de SO.J?Crüt una e,rperiencla trascendente: la del Otro y su
se relaciona con la cosa pintada por ~mejanzn,. mientras que en su mundo. "t,,1.edinnte el oso de signos, d sistema de comunicación me
mayo):ia los demás signos ( dejando de J,,dc¡, •p. ej., 1"' onomatopeya} permite conocer.. en cierta medida, lt\s cogitaciones d~ orro y, en
no tienen niogÚD contenido en com1ln con lo significado. (Esta es condiciones parti~ulares, hru;to llevar el flujo de m.i tiempo interior
la taz6n por la cu:il mucbos ~u.tores destacan L, «ai::bhraxicclad» e a perfecto simultaneidad con el suyo. Pero, como hemos vi.tao, la
d_e los SÍl!!lf" lin¡¡ülsticos.) S\n embt;tgo, _la reJ.ción apresentacional comunicación totalmente eficaz es, no obstante, ioal=.nble. Sub-
oge rambten. en Jas p,;es·e ntactonos p~ec6r1ca-s, aunque a veces en un siste una zona in•ccesiblc .d e u, vida ,privada del Otro que tros-
modo más bien complicado de niveles tn terconectados. Contemple- ciende mi experiencia posible.
mos, por ejemplo, el grabado de .Ouxero «El Caballero, la Muerte S~ cmbn rgo, la praxis de sentido común de la vida cotidiána resuel-
y el Diablo». Disñnguimos prfo,ero -ea. el esquema aperceptual, ve este problema én tol medida que, para casi todos los fioes buenos
dinlllll9S- el grabado como tal, esto que está en fa carpeta; co se- y 6tiles, podemos esrnblecer comunicación con noesttos semejantes y
gundo t&mino, to<la•ía e 11 el esquema aperceptual, las líneas negras entendernos con ellos. Ya hemos mencionado brevemente que e.~to
sobre el papel co¡no figuras i.11«,loras; tercero, esas figuras son trpre- sólo es posible si el proceso comurüc..ativo .se basa en un conjunto
sentadas comó ~,:calidades dibujadas», trues cómo aparecen e,¡. el de tipificaciones, abstracdooes y ~standarizacioncs, y .aludimos al
cuadro, «el Caballero de c:une y hueso~ a quien, como dice Hus- pa1,>el fundamental que juc¡ia el lenguujc: babiLunl de ln l.eo¡¡wi ma•
serl, conocemos en su o.i.asi-se.c, que es una «modificación de neutra· Lctru.~ en cuanto a establecer esta base. En una sección pOStetio,r
!iilad• del ser. " .¡\quI se detiene HuSS!Ofl, pero ,podemos y debemos ( vn) de este uaba¡o diremos algo mds ·sol;re este tema. Pero ,,qui
<;oncinunx mds allá el procC60 de :iptesentación. Estas tres figuras, el deseamos aclarar algunas características h.4sicas, &implc[Í'lente. presu-
C-aballcro, la Muerte y d Oíab\o, apresentadas en la modi.ficaci6n puestos ¡,or e.l pws,tro.iento de sentido común dé -lo vicia cotidiana,
de neotralid-ad de su cuasj-scr, np.rc;scntan,, a su .vei, en una... apre-- y sobre las cuales se basa la posibilidad de comunicación. Son en
senta,c ión de segundo gra.d o, por as! decir, un conte,c\o pleno de sen- cierto sentido una ampJ:iación de la tesis ·general de la reciprocidad
tido, y es especialmente este .sentido el que Durcro quiso transmitir ele pc,rs_pcctivas anallzadn en el ap:trtado 3 de esta ~ecc:ión.
al espectador: el Caballero cntte la Muerte y el Diablo nos enseiia '.l'al vez 6ea nocesario ddinlr la expresión «presupuestas» que utili-
algo nce.rca de la condición del hombre entre dos fuerzas sobreoa- zamos :Jotes. Sígn.ific:i aceptar hasta nuevo aviso nuestro conocí..
tui:l))es. Esta es fa apcesentación simbólica, • la cual nos i:eferirernos mi.enea de ciertos est;ados de cos\15 como .i.udiscu tiblei:nente plausi-
' bles. Por supuesto, en cualquier momento puede ser puesto en tela
en la próxima ~ccción.
Hasta tUlora. l-a comunicación por gesros expresivos y miméticos no de iwcio -lo que hasta entonces parecfo indiscutible. El pensamien-
ha rc:dbic,lo la atención que merece por parte de los cstuclíoso,; de la to de ·sentido común simplemente presupone, hasta que apQtezcan
scm~ntiea. Ej=¡,.lo de los \l_)timcros són los gestos de salodo, de pcuebas t'.n sentido contrario, no solo el mundo de los objetos físicos,
.respeco, de aplauso, de des~P,rob:1ción, de rendición, de prestación sino también el mundo tocioruhurál en el cual bemos nacido y en
de honores, etc. Los segundosc combinan ca;acteres de ·la presenta- el que crecemos. Este mundo de la vida cotidiana es, en verdad, la
ción pictÓrÍO!l, o sea, fa ,semejanza .con el objeto pintado, y de la matriz i11discutid1t, ¡,ero sieropi:e discntible, dentro de la cual comien-
cstructora temporal del lenguaje. Se puode incluso elaborar uru, z~n y remñtuu1 wdas nu~stras indagaciones. Dc.wcy •:k comprendió esto
especie de vocabulario mimé1ko, como por ejem¡,lo en el i¡so alta- con toda claridad cnando descr.ihió el proceso de indagación como
111ente cstoadarizado del abanico por el ball,dn kahuki japonés. la carca de ttonsformnt, de o,aneta conttoúiila o didgida, las situa-
ciones i.odeterrninasfa.s que tie encuentran dentro de esta matriz o que
surgen en ella, coníiriéodoles «nsertoriedad garantizada» (wamwled
11ssertibility).
6. Et 1nu·1ufo al alean.ce y el 1n111n.do ác la vida cotiáia,110 Volviendo • ouestro problCOJn particulnx, presupongo, basta que
. npatezc•n 1nuehns de lo <.X>nLrario, no si;,.lQ lo ~xl$tenci• ro,p0rttl de
mi s~ejant:e, sino t.-unbiéo d becho de que su vida consciente po~ec
1'." tesis 1,tinci~~l que se · sos tien~ en este trnbajo es gue fas. ,eferei:i- en ~ustancia la mismu estructura que la mía y además, tioe eo cier,tn
c1as apr.esentac1oruiles son medios de entenderse coo experiencias medida puedo ·~percibir analógicamente~ mediante referencias apre•
40 Edtnw1d Hu.,scrJ, Lngbche r:Jn.lCrsue:b1111gC?n VI. vol. ·n /2•1 ldutn I scc 111·
v6tsc tao)b~ 1'i'o1.rvin Farbcr, ap. cit.., págs. 410-1,4. ' • '
4Z Jobn J)c-wey, Lotic, the Tbl!Or, o/ />1,¡l!iry,,I• N"'-""' Yorl<, 1936, ,,,.,te T,
41 Edrnund Hus,crl, Ttf~en 1, '""· J H . esp: ()Q~i.. 19-20 y cap. nt. '(NQ·si1n.

290 29.1
senrocionales, !ns cugi~ciones de mi semejante ( p. ej., los motivos J,is cuales yo llevo a cabQ mis actividiides prácticas -mis actividades
de sus acciones), como él puede apercibir las mfas. Pqr otro lado, ejecutivas, como. lns he.01os llároado antes- •i eo rér1!lirios del pen~a.
presupongo que ciertos obje,os, hedios y sucesos que están dentro míen.to de séntldo común. Pe.ro todas estas .1:efereoc1as ¡lptesentac10•
de nuestro ambiente <>ocial co.mwi tienen paro él las mismas signl- nales perreoccen toda..ta aJ ~mbito finito de sentido llamado la rea.
íieticiones ttprese.ntacionales que pata ini, significncioocs que trans- wiad de la vida cotidiana. Sin embargo, noda debe cambiar en n uc-.ua
forman .las meras cosas del mundo externo en los llamado• objetos rcsís de que tocias las referenéias apresentacionalcs son medios de ábor-
culturales. d"1' experiencias de trascenclen.cias . .l;Icmos tratado de mostrarlo con
Hasta que "º o&=n pruebas de Jo co1H:rario, presupong9 que los respecto a las referencias aptcsc.ntac:ionalcs e~tudi8das hasta ahora, a
diversos esquem•• aperccptunles aptesenracionnlcs, referenciales y saber: la• maroas, las indicncioncs y los signos. Toda., las ttascendcn-
con~exrual.e s aceptados y aprobados como tfpícamente signífiattivos cias que ellas ayud•b•n a abordar pertenecen a lo <¡U.: ahow hemos
por imi ambiente social soo trunbién .significativos paca ,:ni síruación can,c1erizado como la realidad de la vida cotldfaoa. Como trMttD•
biogr,fica únia, y la de mi scméjan1e en el mundo de la vidi, coti- dencias -de flli actual A',t«( y Ahora, dél 01 ro, del mundo dcl Otro,
di,ma. Esto indica, etc.- eran aún irunane¡ices en el qmndo del sentido común de mi
vida coúd.iana~ co-<:onstlrnyendo la situ11c:ión en In cual me en1..-ueuuo
a_ Can respecto al esquema. aperccptual., que normalmente nuest ra colooado en este mundo.
ap\'rcepci6n de: objetos, hecl>os o suceso~ del inundó externo está l'ero <hay ci,,periencias que 1rascienden el ámbito finito de sentido
guhlda por el sistemn de signific(1tivldad'es típicas vigente en nuest·r o J del mundo de la vida cotidiana y se refieren " otros ámbitos finitos de
•mhiente soci.al, y que debe ,sur¡;ir un motivo particular en la situa- seniJdo, a otras reolidades o, para usar d término acui\ado por
ción biogTñfica .p ersonal de cada uno de nosotros para despertar nucs, William James,+' • ouos subunive=s, rales como el m,mdo de lo
tro i.otcrés por la unicidad y la atipicidad de un obJeto, hecho o tcoda cicnt!f,ca. de los aries, de la religión, de lo polfiico, pero tam·
suceso partlcu.ulr, u por sus aspectos particuJáres. biép de las fantasías y los sueños. Y h:W además un g.upo de rcfe.
b. Co11-rqspccto al esque,n p aprese.nl't1cio.nal, que ambos, mi sem,e jante tencias a¡,resei\tacionales, Uamaru,s ~únbolos, con cuya ayuda el hom-
y yo, pl'esuponeinos cl modo t.lpico de ouescro 111Dbiente sociocultural bre trata de aprc:bendcr esos fenómenos trasccndeoles de una manera
por el cual los objetos, !,echos o s ucesos inmedfatameote apercibidos aoáloga a nuestro mundo· percepúhle.
dd mundo exte.rno .son •pcebendidos,nc, como «s(-mismos,., sino aptc· Pasemos ahora al estudio de estos símbolos y del problema de las
sentacionalmcnte, es decir, como 1.e,p.rcsentando alguna otrn cosa, o reáli.dndes múltiples.
sea, como «despertl1ildo», •invoc'á!Xloi. q «evoc,indo» refetcocias aptc·
Se:ntncion8les.
c. Con respec,o al esque1nQ interpretativo, que en el caso de la comu-
nicación -el Otro ( como romunicador o destinatario de Ia comunica- V. La trascendencia de la naturaleza y la $ociedad:
ci6n) aplicará el mismo esquema apresentacioqal que yo II las refe. los símbolos
rencias apresenracionales que i.otcnien.eo en 13 comu.okaci6n. Por
ejemplo, .s ) ln comunicaci6n se produce por medio ,!el lenguaje h¡,l:,l.
1ual y común, .p resupongo que Ot.1<>s que se cxprésen en este idioma
1
quieren in.dic;:Rr, coa la Cxpi:es.ión lingillstica que emplean, sustancial-
l . ÚJ e:xper#mcia de esta trascendencia
mente lo mismo que yo entiendo que quiere.a indicar, y viceversa.
Eó roi vida coti,diana, me encueotco en un mundo que no es de 1J1Í
Si la e><pi:e$i<$n «mundo de 11 vid• cotidíana» o «realidad de la vida propia cr.eación. Conozco Cste hecho. y este conocimiento mismo
cotidiana~ no désigna simplemente el mundo de la 11.llrur<tleza tal como pc.ttcncce n mi sit:uación biográÍica. Ef! primer t~ino, está ?'j ~
nociro)cnto de que la naturaleza trasc1eade la realidad de ou vida
es cxpcr_imentado tx>t mi, sino . umbién el .mundo •oci?~lturnl en cotidiana, ·t anto en el tlem¡io como en d espacio. En el tiempo, el
el <:ual v~o, entooces se hace claro que este mundo no comode ron d
mundo d.e los objetos, hechos y sucesos c:xtcmO$. Incluye, si.o dudst, mundo de la naturaleza exi:::tjó notes de rni nucüniento y continu.ar:i
existiendo dcs;més de mi muerte. Existió antes de que: e,J homf>re
los objetos, hechos y sucesos externos que están a mi alcance actual
y los que están en.la,; diversas ?onas de mi alcance poccacial (indu-
apareciera 5?bre la Tiel'ra y r:0bablcmeot: sobrovlvir¡I ~. la bum~dad.
,En el cspaao. el mundo a 1n1 a.lcuacc actui,1 llcva cons,.go los honzo1:1~
yendo aqpcllos que están ru nlcancc actual o potencial de mi semejan. tes abL:.rtOS lnfini.tos de mi mundo al olcance potencial, pe.t o ~ mis
e,;). J>ero incluye, además, tod~s las funciones ap.resentácion,1les de cxpepeil';'as de estos horizontes corresponde fa coñvicci6n de que
los objecos, hechos o sucesos que transforman lM cosos en objetO<l
culturálcs, los cuerpos bum:;mos en sernejanres_. SUIS n1o'Vimientos cor--
porales en acciones o gest01' significativos, las ondas sonor~s en lengµa· 43 V~a~ suprd, oot:a 24.
44 Wllliam. )llmcs. op. cit., vol. D, ai.p. 21; ~ase rambiéo l;1 $CC. \r1 de este
je, <étc. El mundo de la vjda cotidiana queda 11sí impregnado de teÍ<e· ¡..,.¡,.jo.
renci_as ap.resentacionalcs que son simplemente presupuestas y eot.t'e

292 293
cado mundo -sJ ,1lcanc;e poren.cinJ, ""ª v~ =n.sforrpodo en alcance pens:unie.nto de sentido o.,mún de la vida cotidiaoa,~lm~lemente sobe-
actual estar&._ otra vez todcado de- .n uevo$ horizontes, y a.sí sucesjv3- mos que I• osrural= y la ,;ociedad repres<rntan algár_> opa ~e orden;
mcnte: En el mundo a mi nlcaru:e hay, además, ciertos objetos, tales sin embtugo, Jo esencia de este orde.o, como t.al, es 1ncon~le para
con-.o los cuerpos celeste-s , que no puedo traer a mi zona ma.ni pu- nosotros. Se revela solamente en i01ág<;nC;<, 1>9r aprebeosióo anal~
latoria, y l,ay sucesos demro de mi zona manipuJatoria, tales como gica. Pe.ro las ÍJ(lágc.n cs, .una vez ~nst\t~as~ .son presu¡,uestas, a
la.• mar~, que OQ p,.1edo someter " ml con trol.
ig1,1al que lus trascendencias • las cual~ se refieren. .
Sé tambi.é n que el mundo social trasciende de modo s iinil.ar la rC<llidad ¿Cómo es ,posible esto? «El mayor milagro es que l,os oúlagr~s ge-
de mi vida cotidiana. Naci en un muado social preorganizado que me n.u inos se c;:onvicrton para nosottos en un suceso condt.ano•, dice el
sobl'Cvivirá, un mundo compartido desde el comienzo con sem.e jontes Nathon de Lcssing. Esto se debe a que e!'conttamos, en nuestro
que est~n or¡¡anizados en gru_p(!s, o.a mundo que tiene sus particulares mismo ambjc.nte sociocultural, sistemas s-0c.1a-J1neo[e apro.ba.d?5 q:ue
homontes apiertos en el tiempo, el espacio ·y también en fo que los ofrecen respuestas a nuesna i[Jdagación d~ las tr"sccodeo~etas .u,con~
sociólogos llaman distancia social. En el tiempo, cxis1;e una cadena cibks. Se elaboran re~ursos desrtn:idos a aprc!Jc_nder l~s !"qwetantcs
infinitll de. generaciones que se enttelazan; mi clan se reladona con fenómenos que tr,iscienden el mundo _de la v1da cot1di:1na de uaa
otros elanes, mi ttibu con arras, tribus, y son cncll)igos o a.mJgos, ,n,}Jlera análoga. ~ los fen6menos (arruliares que_ en él uenen. luga.c.
hablan el mismo lenguaje o un l€ngua-je diferente, pero e11tilh siempre Esto se logra mediante la c1:eación de ,¡,referencias aptcsent:1~1onales
organi>..ados ca su forma socia) pru:ticular y viven su modo de vid• dcun orcle11~upcrior, que llamaremos tlmbolQs, en contra¡,osJCLÓn con
particular. Mi tLJnbie.nte- ~~l actuol ala-de sic_mprc a un b~riz.o~te Jos térn1inos «marcas», «indicacio·nes» 'l «signos» usados ·hasta ahoi.:a.
de ambientes sociales potenciales, y podemos rniblsr de un infiuito
trasceru:lcntc del mundo social, as( como hablamos de un infinito tráS·
cendcote del mundo natw:al.
Experimento ambas trascendencins, la de la naturaleza y la de la so- 2. La simbolización
cíe&ad, como impoestaS • mi en un doble sentido: pór uo lado, me
enQleotro eL1 todo rno1:11e~1to de mi exi stencia dentro de ihl naturaleza.
y de.otro de la sociedad; ambas son, de modo permanente, elementos
co<Onst'Í·rutivos de mi siruació.o biogcáfica. y, por lo tanto, fiOn expe- a. Definición
rimentttd,is como perteneciendo ineludiblca,ente 11 ella. Poi· otro lado,
consútuyen el único marco dentro del cual tengo la liberoad de mis En pritnerr, oproxim~ción, un sfrobolo pued; ser definido co~o . unn
p¡,tencialidades, y esto significa que ellns pr.esc¡:ihen el aka°'e de refer~ncia aprcsen-tac1ooal de o n orden supeaoi; en In cu~I el _m1c.mbco
todas las posibilidades para dclinir mi situación. En este ,sentido, no •¡¡resent,1ntc del ¡,ar es ur, ,>bjcto, bccho o suceso denrro de la rea-
son elementos de mi situación, sino detcrmioaciones de ellas. En el lidad de nuestra vida cotidiana, mientras que cl 1'll1'0 miembro. al?te-
primer sentido, no so.l o puedo p.resuponeclas sino que debo ,h~ceclo. sentado del par :dude a una idea q.u e trnscieude nL1estct1 e~pet1encin
En el segundo sentído, debo entenderme con cllas. Pe.ti> en ro,iJqu.ier de la vid" cotldioDlL••
scntído, debo comprender el mundo social y el ,nundo natural a . espo.adc sustancialn\en le a Jn noción ~e sÚ11~0\~
.Esca dc(in.ic.i6n d ,u.'r
pesat de $US ttascendencias, en té.minos de u-Q oi:deo de casas y cl11borada por Karl Jaspers e.n cl l:el'cer volumen de!" f'h1loso_p~1c, \
,SU.ce!¡¡QS.
del .:un! ofrecemos la cita sigu.iente en cradua;fóp JJbre y ommendo
Desde el comienzo, sé lllmbién que todo ser humano experimenta lns ciertas refo:endus " 1~ posición füos6fia, particular de Jaspers:
mismas uascco.dencias impuestas de la n.-1tutaJcza y- J.a socJedad, aun-
que las ~rimeote c:.o pcn;_pc:ttivns y co¡uomos individuales. Pero
«I-fobl:unos del signilicndo en cJ seo tido de signo e Ífl'".S:n, de slmil,
el o¡den de la oarutaleza y de l:1 sociednd es coniún a todn In huma- alegoría y metófor,., Ln principal diferencia entre el signilic?do_dentro
nidad; brindo • cada uno el escenatio del ciclo de su vida indtvidual,
del mundo y dcJ sígnifícado metafísico consi••e en cl criterio para
del nacimiento, .eT covejecimieoto, la ¡nue;rte, la salud y •la enfe1'0le- cstablecc:r l$i en lu .relación cnrrc i.1 imoge_1\ y Jo qL~C ~~ r~resc.~ ta,
dad, fas cs_peraozas y los temo,es. Cada uno de nosouos pat1ici17a esto óltimo puede o<:J: oprebi,ndido como =•.
ob¡ot1v1d_ad, o s, la
en el ritmo rocut,tc:ntc de la natumleza; pa.ra cada u,no de nosotros, JQS iro~gen es uaa imaget'I Je algo que. no es accF.s1ble de rungunn o~
movimientos del sol, fo luoo y !as csttdlas, el c.=bio del día a la m.o.ne.r3; es tlecjf, si Jo que s·e ex.pr~·1 en il:1 1.mt1geo 1·u1~de b1Jn~1én
ser cnuuciodo o demosttüdo de uou manera dirc:o4, Q s1 solo ~Jste
noche, y el ciclo de las estaciones son elementos de nuestra shuación.
Cadn una de nosotros es miembi:o del grupo eo el cu11l trn nacido o parn nosotros cu la rni:di.da en ql,le existe en Ja im~1gco.; Unic..amcn te e.n
este último caso ptJd-,mos bablnr de símbolo ( . . . ) El sunbolo no
al que1;e.ba inootpor.tdn y que contimía existiendo aunque alguooo de
puede Ser J.nterpretado salvo mediante oa·c:,~ .sfmbo1o?:i. Por lo tanto,
.sos miembros c:nuei:-an e iogresea otros nuevos. En toda-s ,partes há.brá
sistem-s de ¡,arentesco, gmpos de edad y grupos de se,<0, cfiferencin• 4, E:st11 clc,ü.uid.ó-n $Cr:í rcformuladn eo. lo. $<.-C. v(J 3 .
clones según las Ocupaciones y una organización del poder y el mando 46 X'a.tl jas~s. 'Philo~opbie..,c\ lxrlfn, 19:t2, vól, J; «l\fi!lilplY)•.rll:», C!:.l¡). r.
que conduce • las categorías de starus y prestigio socin.les. Pero en el pág. 16·.

294 295
la compr~i6n de un 'Slmbolo oo consiste en captar su signific~ción demás cosas por medio de un esqut.tl'.1:'1 uniforme y "'iistem.ático
1 J;a..,;
de una maue,;a rn·cioo1tl# sine) <:n cxpcrimc::ntarlo exi_stc.ncilllmen te en IR de relaciones».
iotenc1ón sirn1.>óli.ca corno esa refe.rcnch, única d algo rrnscendencc que
desapacecc en el punto límite». Por otro lado. muchas investig•cione~ modernas e.f'cctu11da• po.c antro-
p6logos, soá6logos(,mit6logvs .. filólogos, expertos en cienc1as ¡;,ollticas
e histo(iad.orcs'" an Jt1osrrado que en <.)ltaS culturas, y oun. en
b. Génesfr Je /u 11pre<e1tJaci611 sÍlr,póli,:a noterlotes pe~íodos de r1ues11;a propia cultura. e l hombre cxpctlme.n-
taba .fa natu.cale2a, la sociedi,d y u si 1)1 ismo como ii¡ualmente partici-
'D ebemos estudiar ahora el prohlema <le b <;onstituci6n del aparea• pantes en el o rden del cosmO$ <: igualmcnce de,erminados 1;>0t .e ste.
miento aprcsentadonal que .puede funciona:r <ron,o sfnlbolo. ¿Cómo es Como ejemplificación de: tsl'.e L )unto de vista, y e.o O.'>n1r:usr.e con cf
posible que w, objeto, <>-ueeso o hecho de la realidad de noe,s ua vicln expresado en fa CÜ? ele Wbitchead, nos n:feri('emos al siguiente pasaje
cotiditln,a -sea acoplado a una idea que i:r.asciende nuestra cxperienciA de An E.rs(l.11 on i\fa11,'I!' de Ernst Cassittr, que Homina la relación entre
de noestrn vida cotidiruia? :Est~ ptohlema puo<lc •cr abordado en do, los bombr<:S, Ja S<><;iedad y Jo naturale~a en Jo expc<ÍCDCÍA mft,Íca y
niveles difci;eatcs. En primer ,lugar, l,ny conj1,1nl.0$ de rderencrias muestro por q ué todo e,le,:nen,o tle uao de cst.os 6tdenes •puede con-
apre:;cntncionales que son universales y pueden set utili,~das pru:a In vertiese en un. ~í.rnbolo que se refie.ce apre:;c11tacionalmente al ele-
sii):1bolización porque est:ó11 ~nr.aizJ1das ell la concüci6n humanu. El mento <:Otl'espoodicnre en los otros: órdenes:
estudio.de estos ronianoos de .refcrentj11s apresent:acionales es un pro-
blema de antro1;>ologia fílosófica. En segundo fugarI podrían ser Jn. «,Pijrn el sentimiento 1nftiCQ y religioso, da n.-atu·ralez.i es unn gran
\'Cst:igadas J.s formas particulares de sistemas simbólkos claborados ,ocicdud, la sodedtJd de la vMa. El hombre ·n o go.r.i de un tongo des-
por los diverg"° cultun,s en pedodos diferentes. l!-ste ptoblerua e~ collante en esa sociedl!([ ( ... ) Lo vida ¡,osee fa misma dignidad reli-
rresporule • Jo anttopología cultllfal y a I• historia de Jns idens. Aqu1 gios~ eu ~u.s fotm.as .m~s humildes y en las más elevad.as. J..os ,hombres
tenemos que limitarnos a fugaces observ11ciooés: que dese.tibe.o algunos y los animales, los animales y los plantlls csrín toclos en el m.isrno
demeotos del primer grupo, ejemplificándolas coo elementos pei:tene- nivel ( .. . ) Y si p<1s....,:,os del espacio al tiempo, encoJ>lf.'alllos el mismo
cientes al segundo. principio_.,¡ cle lo solicl~idad y l• unidad indivis• de fa vida- que
En cuaruo al s<;¡¡undo, preferu¡,os, por razoacs, que ensegHida e:xpon- se afuma no solo en el orden de lu simi, ltaneidad, sino también en el
di:emos, oo tomar nt,e~tros e¡eroplós del mundo de nuestr• ac:tual de la. sucesión. Las g'ener..sciones humanas forman una cadena útúca e
cultura occidental. Esra ha elaborado vatios siste1Uas de súnbolos, inintelrumpida. la$. primeras etapas de fu vida son cousetv•d•s me-
tales romo la ciencia, cl arre, la religión, l• J>Ol!Lica ,y la filosofía, al- diaotc lo reenco.rnación ( ... ) Aun d Lotc1nismo expresa esca ¡,rofun-
gunos de los cuflles serán caracterizados en )a. sección siguiente. Pero da, convicción de una comunidad <le todos los ser,cs Vivos, una co-
debemos te.o.e t en cuenta. .que la cQCxistenci:0 de varios si$ternas sim06- nn:midad que debe ser conservada y refor.tada por el esfuerzo cons•
licos C1,1.yo mutuo vfncolo, si e)(iste,.. es débil, es la caraccer{stica. es· tome dcl hombre, por .l.a ejccuci6n estricta de los ritos mágicos y
p=ial de nuestra propia siruaci6n bistócica y el .teSLtltado de nuestro las observB;ncias religiosas•.
intento de el:ibotar una iotctpretacióo del cosmos en términos de los
métodos positivos de fas ciencias naturales. Tomamos el m undo tal Y Cassircr suscribe la affrmaci6n de fü,bcrtson Smitb ( Leclr,res 011
como lo definen Jas cicncid.$ naturales y miitemát.icas~ como tJtquetipo ,be Religion qf ,he Semites):
de un orden ideal de referencias simbólic,,s, y nos iaclioamos a c;c.
plicar todos los. de.más sistemas simbólicos co1no derivflciones de este, «El vínculo indisoluble que une u Jos hombres con su dio:; es el
o al menos como subordinados a él. En su IJbro Scie,:ce und the mismo v(nculo consanguíneo que en la sociedad primitiva COQ11Ütuy~
,11,,Jcrn l#()rld," Whitehead ha soste,nido con razón que l•s rompro- el Ja>.o de unión entre uJl hombte y otro, y el ptladpio sagmdo de la
baciones de GalHeo y las leyes newronianas del movimiento establc- obligación moral>.
cieion d concepto fundamemil de «siste.11u, idcalmef/fe aislado» <¡ue
es esencia[ para lo teoría cienú-f1ca, a tal pw'lto que la ciencia se.da Un ejemplo de la total intcgrllcióo de J. u,rer~ación simbólico que
imposible sin él. bice Whirehe.1d: Cassirér dcoorain• Ju sociedad de fu vida puede set bailado en el
pensamiento chino clásico. Según el sin6logo &nncés Murcel G,anet,°0
«El .iistema aislado no es un sistema so)ipsista, fuera del cual oo hay en la litc:.ratura clási,c " chio.a una unidad de estructura ericrc el
lmbcfu oada. Esm aislado dentro del universo. Esto significa que hay
vci:dadcs concerniente.e; • este sis-,cma que solo e.x-igen se.e ctferidas 48 füm)jt:iroos 11 los cscriros de .Emite .Our-l(heim, Lucic:n lí:vy.Bruhl, Ma.rccl
Mito.ss:, Mstccl Granet, BroMtav M,11lin9-..vski? Emst Cassir:er, '.Btwio Sndl,
47 Alfrecl North ~ i ~ . Scie.nce and thc 1\fod~r,1 'WfJ.rld.~ Nueva York,
Aloi.~ PcnJpf, AmQld Toyubce y .E.tic VOC(Je.hn,.
419 .Etnst G:i\tls:i.rcr, t,111 Essa-y 011 J\lan, piif'i· 33-86.
1921; .h<= t.mb\~ co Peli,<an-M<ntor lJOQk, Nueva York, J949 (et. rr.!g. 47 50 lv(ai:cel .Gr111,1CJ SiJ1des- S0ciul9-l,iqU5t sqr l~ C1,i'tte, PiA!i.s, t?, 3, pñ3. 268;
de era última edición) . 1
'téuilC tJ1tnbié11 M:trcd Ct{tnc:t, L, Pcniée Cbl11rNSt, .Pa.cl:s~ l934, p"ss/111.

296 297
'
l
11\ia:ocosmos - cl homb~.- y e~ meort>ro$0lOS - d w1lvorso- , y u, - tiene su analogú, en el ci.c lo dec _las csracion~s y co el ciclo de
la estructuro del universo se explica por la estructura dé fa sociedad. la vida vegctativ" y animal, que es 1gualmcute unportanle Pª{ª . la
Todas estas estrucrurns están dominadas por dos principios funda- agri~ultura, lit pese,, y la cr{o d ,e animales, y esci a su vei, corre acm-
met1tllle.<: primero, la ¡,osici6n de lo m~sculin9 y lo femenino, lo nado con los movimientos de los cuerpos celestes. De r,ucvo &e .estil-
positivo-y lo negativo, cl Yang y el Yjfl¡ y eo segundo lug~r, la opo- bleoe uu conjuuto de correlaciones que _¡,ermitc el •parcamo~to
~íción en ere el jefe -y cl v•so.llo en la estn;ctura jer.ú-qulc" de ,la so-
ciedad. Sobre la base de est<;>s pri ncipios, la etiqueta ·prescdbe y re-
apreseouicional de ~us elcmcti IOS en forma ele slmbolo~- ld
º~~ruu,.
cióo soci;il, con sus jeratqufas de g~rnnn,cs y ~ubordc.na os, 1 es Y
!!."1:' minuciosnmenLe todos los detalles del mundo de la vid11 co- vasallos, tiene su equiw.leme en la 1eran1~1a de los ruerpos <>:IJ:~es.
tidiana. A.si,. d coomos, el individuo l, la comu_mdad fomlao u~a ~ d Y
Proeu:rru:cm.os ahora ,m ostrar, mediante 04lunos ejemplos, cómo los esrán igualmente sujetos a las uerzas un ,qet,;ales que gobiernan 1.0 os
stmoolos u\}jve.rsales se otlgln;u, en la cqndición hl,lmana g~eral. los suCCI\OS. EL bomhre debe c0tnprender .esas fueaa-1 Y, ylt que no
Como ya dijimos, d . hombre se considero el oci.g ch de un sistema de puede dominru,la.s, coojar~rlas o •l"'dguarl~s. Pe.ro hacer esto º?desd
coordcnadl!.S segón el cual agrupa los objetos de su ambicorc en térmi- iarea dd individuo nJslado; es fa preocupac,ón de toda la comuru a
nos de «arriba y abajo», «.delante y detrás», «derecha e izquierda», etc. y su o.rganizaci6n. f. del ·
A,1,ora bien; para todo hombre, ttn. elemento de lo que esul debajo La,; formas simb6lieos eo que ~on a¡,r=taclas las ·uerzas wu,-
es la tlerra, y de lo que cst'J arríba es el cielo. La ti,e tra es comó1, a verso de la oatmale.ia, as! como de la sociedad (111a111J, ~re,ula, m -1111 1
los hombres y los ani1nales; e-S l,i procreadora de la vida vélJernl, la w, y¡,, y Yang, deidades de diversos tipos y jeratqufas, eoo.)_.50~ ta?
-¡,ro~eedora de alimentos. El cielo es el 1ugar clonde.los cuerpos ce- múltiples como los súnbo.los que las apr~sen~ (~~·~~ ~xprc~Jvo~, ·
lestes aporecen y desapa.roccn, pero también es el lugar de donde
viene la Uovia, sin la cual no es posible nltlguna fertilidad en 1n
tierra. La éabe:z<1, pottadora de los órganos sensoriales del hombre y
rígidos u 'UJ1 Eio o miroéocos, prcscnrac1oues h~gülsuc"f o p1ctó) r1
enea.otos., hechizos, ciLos mágicos o _reli,gios?s, cerem?ªh1:'~ etc. · .. .s 4:
símbolos de los mitos tienen la función parucuht de l""toficor Ycoru-
órgano de la cespiración y d lenguaje, esul en la parte superior d.el ficor la verdad y validez de los otros símbolos, cstablccldós pot los
cuei;po t.uroano, y los órganos digcst.ívos y de la procreación en su otros sistemas simb61ieos (Malinowski) .""
parte inferior. La conexión eurre -tocios estos fooómenos hnce de la En este oivel, el mundo de lo s~grado y_ de lo p,:ofano csttln c;tte•
dimensión espacial «tm;íba y &bajo» el punto de partida de un con- cbamente .reJadouaclos. AJ csrudrnt el origen de los no~b~s de las
junto de aptesentaciones simbóllcas. En d peo~ento clúno, ·por deidades en la mitología gxieg•, Bruno Snell llega ni s1guteole re-
tjemplo, la Cllbéza simboliza el cielo (y lo mismo el techo de la súltado:
cas.1), mieo_rras quelos P!•• ( el pis~) simbo~~ In tíerr~. Pero, p~<é$-
to que el c,elo debe enviar la lluvia p-Jra fertilizar la uerra, el c,elo «Todo lo activo es inici•l01cnte cóncebido oomo una deid•d· tuc\,oj
es también, en el pensamiento chino, el principio masculino, el prin- cosns que luego serán designad~• por un términ.o abstracto. 1 ~an e
cipio positivo, el Y111tg, y )a tierFa el p,rincipio negativo, el Yi11 feme• nombre de uoa dei.dad. ).'ara fa mente ¡¡>rlmi.tiva, son se~es d,vmos no
nino. Y esté si-m.b olísmo de fo supetlor y fo inferior tiene s,1 equi\l'a- oolame.nrc lo ac.d.,.,o en L"l naturaleza, como el sQl, las oubes, el tay?1
leme en la medlcina, la .música, la danza, l a jerarquía socia), l1t eti- la tierra los árboles los rf05, etc., sino tooibién todo lo dque nb:L'UII
queta, etc., dunas, todas las cu~les cst'1n correlacionadas y pueden ser
introducidas en mutua téfeceocia simb6lica apresentacfonal.º' Tam-
detitto del hombre, den-tro del individuo (como o! amor, est
,ru
dé )l)c ha, la prudencia, etc.) y deo lfO d_e )~ c_<:>mumclat! ( coro l.t p :
bién hay un sirobolismo ele las direcciones delante y detrá,·, de las la guero;a, el de=ho, la ~rtuna, _la inJusttoa y t<1as L1S otmo.
cosas que están enfrentadas o del;,e11 estarlo y, ,por ende, son visi- d esastre) ( ... ) La cuestión de .so el sol fue expenroentodo pri~e~ó
bles, y aquellns que oo lo soo y, por Jo tanto,¡. con•tituyen peUgros como una cosa y luego interpreta do d.e una maneta rw't',c3 j. Oi>'dud
SI CXIStt
.
posibles, asl eoroo de la derecha y la izqü.iérda. pdmei:o el sustantivo que denota la oosa o el nombre de • •1 l es i
El sol, la luna y Li.s estr;ellas surgen y se ocultan <pata todos los bom• un plan Leeo t." n erróneo como él de si existi6 prim~ el .río O • . / 0s-
bres ca direcciones opuestas que porn <:ada uno son «marcas" que rlo. Los fen6menos activos de la mlturaleza son sun~lcmeote clcÜmos
ayudao • la orientación. Pero los cuatro puntos caTdlonlet de la brú-
jula de este modo estableddos también tienen sus connotaciones
( . .. ) Qu:-ece de sentido pr~ganmrse si f'.ro• {ue ptUll~ ucl 'Jt/
la emoción del amor, puesto que In emoción dd amo, es apr ieo 1 •
simb6llcus, porque se v_io~1.1·la,1 con c;I cambio entre ,;,( día y la noche, como una intexvención de la deidad».••
la lw: y lo oscuridad, la vigilia y el sueño, lo visible y lo invisible, el
devenir y lo que •transcurre. El ciclo vital de los hombres -el rutel• En cuanto al pa¡,el. del s(mbolo ( en el sentido utili2ad.o en :-<t• ~a-
miento, la infancia, la adolescencia, la edad adulta, la vejez y la muer- mco) en lo sociednd humaru, y las orgnoiT.ucionés polftocas, amemos
51 lbid. ,, BtOO.blJJv ~talitiQ~ki, Magic, Scit:ttu, tt.n d Rd.iJµo,i, N1,1ev11 York, 19.54,
52 Véue el Int1:1:c:s:1ntfaimo a.rtfcu1o de Grllllet, «La droitc et fo 83\lcbo en
aún.e•, en J!tutks s«"iologlgues . .. op. cit., pdgs. 261-78. pág. 100 1 •Í3··
,4. Bruno Sncll, op. cit., p~. l6() Y aig.

298 299
finafmcnte n E rk Vocgdin, glle en su libro 'J'he New Scicm:e of Po- c. Lttt particula,úiades Je ./a ttpres<1n.111ci6n simbólica
litics resume así Jos resu-h:a dos de _su cstudjo en .seis volúin~es sobre
la historia de las ideas polfricr,ls: At>te todo, debemos comprender que ~ simboli7"1ción es un1t. refe-
rencia itp,tesentACional de orden si:ipe.r1or, Q sea. que ,se has~ ~~
«La$0Ciedad humona no es meramente un hecho o un suceso del mW1- referencias ap.rescntncioniles pfeform·adtlS, taJes como marcas, 1nd1..
do c¡rrcmo que pueda ~e.r estudiado por uo observ!ldor como un fe- cn.ciones, sig.oos o aun simbolos. Al despertar de .s1.1 s.ueño sobre la.
a6meno natural. Auo<tue 1n exterioridad es uno de S\IS componentés escala en el cwil se Je revcló Dios (Génesis, 28, 10-25). Jacob tomó
.únpottan..tes-t es en conjunto un pequefio mundo, un cos111ion, iJumi~ la piedra que había usado como ~ohado, la erigió en 11llar, :'?lc6
nado de significado desde adentco por los seres humanos que ooo- •ccite sobre ella y juro que esa piedra setía I• casa de Dt0s, d,aen:
tinuameote lo crean Y. Jo sustent..1.n CQmo modo. y condición de su do : «Sin duda el Señor est4 eo este lug11.r; y yo no lo oabfo». Cns,
autottealiMción. To! iluminación $e efectúa mediante un elab(ir-ado ouoca ha sido e,cpresada con tanto dramatismo Ll irrupci6n de la
simbolismo, cm varios grados de gcner*Tidad y diferenciación - desde cxpcric.oci.'l trascendente en el muodo ~e la vida ~ot~dino.~,. qLLe lo
cl rito, pasando por el miro, hasta la teoda- ; y esto simbof;srno Io Lransforrua y da a cada e.lemeuto del mismo una s1gnifk ac1on nprt-
ilumina con significado en lo medída en que los símbolos hacen trans- sentacional ( ~el Sciior está en este fagru:t) que anttS no tenia ( «yo
parente la estntctura interna de tal cosmiott, las relacione., entre sus no lo sabfa,. ). La piedra se convierte en :!!mohada, la almoh~da en
~miembros y g,:upos de miembros y su ei<istcocia como totalidad, para pilar, ,¡ el 'Pilar eo casa de Dios. Se puede encon~rar otro e¡e,mplo
el.misrerio de la existencia hu.mana, L autoiluminoción de Ja socie- en el ya mencionado aru!Jlsis que hnce lius$ed del grabado ele Durero
dad mediante slmbolos es parte integmnte de 1J, realidad soda!, e .El Caballero, la Muerte y el Diablo».
~l~so, ,p o.dtí~mos dccil', su par~_e esencial, pu~s medi~nte tal simbo- En .segundo logar, debemos tener en cue.i,tn que en cada nivel_da
.liz'1Clón los m1.embros de w,a so<aedad la cxper.unentan corno mis gue una serie de referencias ap.ce.sentaciona1es ·pueden bacerse ópera tl\"OS
un a~ide.n te o un~ cuesti6n de con~enjt-.nciu¡· 1n c.'l:pe:rimenMrt <.'Omo los tres pxincipjos $<:ñalados en una s«ci6n anterior de est.e ar:ticulo
propm de su esenaa humana. Y n la inversa, os 3(robolos expreS11n la ( II, 5): cada UJJO de los vehículos npresentantes puede ser reem-
e,c.p eriencia ele que cl hombre es totalmente hombre en ,•irtttd de plazado por otro, cada significado apresentacioool puede sufrk '!ºª
su participación ta una tótaliclad que trasci,nde su existencia par- •etie de variaciones y el principio de In tmoo(e,:encia figurativa un•
ticu l ai;.. ~• pregna ,toda fa estructura apréséntacional. T<1do esto ""'\>µca .J•
esen-
cial ambigüedad del · símbolo, 1n vagu<;<Jad de las citpe~tenctas. t~·
Creemos que nuestra dclinici6o del s[mbolo como una refet'encia cendentes apresentadas ¡,ot <SI y lo piflcultad de traducir su S'1!?1fi·
a¡,resentaclon~ de orden superior ·n o solo es compatible con Tas cado á té.tminos discursivos (,ie denotaciooes m,6s o · menos 1:tfeCJ.SQ;S.
conclusiones de los pensadote~ nnali?.adós, sino corroborad., por aque- J;.s jus tamente esta p,u:ticularidad del súnbolo lo cjue Jaspers tiene en
llas. Tal vez sea útil expÜcat esto eon algún detalle. cnenta cuando hablo de Ta desaparición de lo trosccndenLe e1¡ d punto
No intentl!tell)OS lp imposible rarea de esbrnmr las múltiples formas en Iímii:c. Para él, Jo trase\!odente se lllJlnifiesta co un:, escriruta cifrn-
q_uc las cxpet1encias de las Uascendc.nc,as involucradas son apt:'CSen- c.fo., y el problema e~steocia) del bc;,mbre consiste en de.sci&ar ,la
tadas en los grándcs sistemas simbólicos de las ciencias, las diversas eriptografin de los súnbolos.••
\
nmas de fa filosoEfa, las att<'.s, L, mitología, las religiones, la política, En tercer tétmino, debemos recotcfar nuestras explicaciones de los
etc. Trunpoco intentaremos mostrar I•• innumerables referencias si1'(l- cuatro ótdencs involuc.m dos en toda refetencia apresentacional, ór-
b6licas a la trascendencia del mundo cea! en la vido del grupo social denes que Da.mamo$ el esquema aperceptunl, el apr<:scntacional, el
o siquiera d.el individuo (pues, mientras que los signos se r.cfieren por refcrcnci<,1 y el interpretativo o ~-ontei<tual. L,1 complicada estructura
definición a ht situación intersubjetiva, un súnbolo puede quedar, y interna de la rclacióo simbólica impUca que todos estos esg~<:mas
con frecuencia queda, fuera de la c»ro.unicaci6n). Pqr su parte, los entran en cada u.no de l'o s diversos niveles apceseotacionales wter-
¡p:andes temas de todas las simbolizaciones ·$Olo ,pueden ser expresados vio.ie.ntcs, y que en cada uno de diohos nive,les uno de e¡¡tos esq\le•
en súnbolos. Esbozados exigiría una enciclopedia complet:, de las mas puede ser degido como el arquetipo del -orden, C?n r~pecto al
ciencias filos66ca~ a la m:1oera hegeliana . .En cpda una de estas es. cual los otros órdenes apa:roceo coma meramente n.rbJ t,ra.r1os Y con·
fer.is-<>, corno Jns llamaremos, ámbitos 1lnitos de sentk\o-- las apre- tingentes. Pero -punto que es occesacio destacar-- d problema
sentaciones simbólicas se forman de acue.tdo con e.l estilo cognoscitivo bergsoniano del orden se refiere también a la reloci6n vlgente (;'Dtte
cara~tei:Í$ÚCQ de e~te :únbico. Por consiguie(ite, nos líroi tai:emos a fas diversas capas de tefei:endas aprescntacionales, y aqul l• tdeu-
• lgunas ?bservac;ione,; ~~ea de las c_arnctedstica$ particulares de las tidad o al menos la semejan,,i de! erq.u eina irtterpretatiuo e~ de la
rcfctenc.uis apresentacton.a1es que antcrvtenen en toda sjruaci6p mayot importancia para el estnblecuniento del. universo dcl ,fücurso
simbólica. en.tte los intétpretes. Divert;Q6 int:é.epretes de uJ'la estructu.ra sunb6-
lica pucd.en aceptar el mismo esqucmn refeceqcial y sin embarga
.56 }'arl Jaspcn., o¡,. dJ., vol. tu, <.:ap. 4,

300 JO !
especial y di,tinto de c.x.istenck James fos ,!Lima «•úbonivcrscr,,• y
upJicm: csqutr:haS ;tpi:esentncionales clilereotes ª. lu.s configurncion~ mencion<L oomo ejemplos el mundo de los sentidos o de las cosas
apcoccptuoles. J,..a historia de las sectas t las LiereJlas eo_ todas las rcll,. .flskas ( como la rea:lidad eminente), ol mundo de la ciencia, el mun-
gioocs ejemplificn esta afirm.aci~n: ton. to los hom. ~ otoustanos. como los
b0111oous;,mos creen. ca la Trimd•d, pe.t() fos pruncros sosttcnea c:jue do de las relaciones ideales, los mua.d os de In mitologfo y la religión,
el mundo de los «ídolos de b tribu», los diversos mundos de las
las tres Personas Di-.i.o•s no son idénticás ni. diferentes cb ese~, opiniones individuales y el mundo de la mera locura y extravagancí•.
sino semejantes .mientras que los segundos a:flrmal) su con,sustanc1a- «Cada mundo es real n su manera, n¡ientras se atiende a él; solo
lidad . Lo n1ism~ volc para los ,R•r.~dos y fa<;cioa,es de organizacioaes que su realí,dad desap:u:ece cuando desaplltece .la uteaoión,.. Realicfad
p0füicas que comparten la cr.eencrn en~ ley 6,ndruncatal de¡ país, significa simplemente relación con nuestra vld• emocion~l y activa;
pero difieren en cuanto a su 111 terpretaaón. todo lo que exci ta y estimula nuestro .i n.terés es L'e8L Nuestro im·
Sin embargo, es posible que el aspecto aprese11t<fCioflal sea tomado pulso ptimitivo tiende á afirmar inmcclialnmcnte la realidad de todo
como un prototipo de. orden, con fa c.9n•<:<?U.epc10 de. que diversos Lo concebido, mieottas no haya nada que lo ~-ontradlga. «Todas las
esquemas .tefei:cnciales que co.o &e,;ueneta S-OJ?, mcompa~bles se d:Jaµcn ¡uo¡,osiciooes, otribu i:ivos o existenciales, son creidas 1;>0< el ,he&,~,
vinculados con la misma est ructw:a símb6l,ca. También es posible mis.olo de ser concebidas, a menos que choquen con ouas ptol)OSl·
qoe el e~qucma refere11cJal, oM: vez constituido, pase a ser, P9r 3SÍ clo nes que se creen simulránenme.'lte._ ol nfirmnt que ·s us términos soh
decir autó.oomo o seo independiente del esquero~ apresentac1or1.,l, ·
1os mismos que 1os de estas úl'
ttmas »..,
el cu:ii ~rece e'ntonc~ me1'tlmcntc con,tio,geot~ o c9rente de todo Se podtfatl citac mochos otros ejemplos. El mundo lúdicro de la niña
or'Ck:n. 'En e.l último caso, los s!.mbolos son reu:¡tctpretados y com- que Juega ~ la$ mur.iecas constlruye su realidad. m¡enu:as _n.._¡da venga
pret1didos sin rdcreocia a los elcmen tos originariamente apresen· • pertlJ!'ba.rlo. Ella es en vcrd«d la madre, y la muñeca su bija. E l
tan tes. h Caballero del grabado de Dmero es una presentación pictórica en
Por ó!timo, debemos recordar que cada objeto de nuestra apre ensión la modificación de. neutralidad, solamente desde el punto de> vista
inmediata o ..nal6gica es un objeto que cst.1 deat:to ele un campo, y de lt1 z.enlidnd del mundo extcrno. E,·, el m~ndó del arle - en este
q,u e remite " otros objetos del. mis~o es tilo ";'P"rícacjal: Hay un caso, de la imaginación pictórica- , el Caballero, la Muerte y el
orden intrlnsec.o de o.uesttas· pe.rce_pC1oncs de objetos e,¡:ter1ores o de Diablo tienen cxistcnda «real» como entidades del ámbito de la fun·
las llamadas C.."{petiencias interiores, de fantasías y hasta de sueños, tasfa artística. Durante la obra> Hamlet es para nosotro~ realn1e11te
que los $e¡xua de codos los otr~ ámbitos y los con~tituyc, se~ Hamlet y no .Ls,, r.ence Oliviet «desempeilando el papel» de Hamlec
nuestra forn,u.Jocióa, en tu1 ámhJto sepru:ádo de sentido. También o «,;;presentándolo».
aqul te.n emas dentro de ciertos .IJmites la [jbertlld de e\e,¡;ir uno de Por supuesto, la .ingeniosa teoría ele Wllliam James debe set sepa-
estos ámbitos como sistema de .referencia, esto es, de «v1v1r» ca uno rado ele su marco ¡,sicológico y ,uuilb-"d" ~n sus muchas implicacio-
de csó.s 6rder1e• u otorgar u uno do ellos el acento d,e realidad. Te- nes, coooo !o ·h emos iutentndo en otra !?"rte."' En este u,abajo pr~
nemos as( varios órdenes concuucntes y tivoles de teolidad; el de fetl01os hablar de ámbitos Ei.nhos de :/eotido " los que oto.tgomós
nuestra vida cotidiana, el de.l 1nundo de nuestra fantasfo, dd ,u-te, el acento de realidad, ca .fugar ele subuniversos, como h11ce William
de la ciencia etc., entre los cuales el ·primero es eminente, 1porque James. Mtdfant,: tsce camblo de tcnniaologfa, sabrayamos, que es
solo dcncro de él es posible la comunkncióa. Por su importancia el seot.ido de nue.stra., ex1,e.tieocias, y no la C$truCtmn ontológica de \
para comprender la estructura simbcSlica, este ,>roblema de las reaJi. los objetos, Jo que constituye la .r ealidnd. Cada :lmbit·o de sentido
dodos múltiples merece que volvamos. a cons,i deratlo bte\"ementc. • - el mundo ciniaeate de los objetos y sucesos reales donde nos )n·
sertamos con nuestras acciones, el mundo de Ja imaginación y las
fantas!:is, tal como el mundo de[ juego del oifio, el. ooundo del de-
mente pero también el. mundo del urce, el de los sueiios, el de 1a
VI. Sobre las cealidades múltiples c'Oote~placióa cieutlficn- tiene su particular estilo cogoo~citivq. Es
este particular estilo de un conjunto de nuestras experiencias lo que
las constituye como un ámbito íinito de sentido. Todas las experien-
1. Los sub1111,i·11as<>s de W illitt1t, Jttmes; ámbitcs fi,,itos ci.Hs dé(UJ'Q de ~da una de e:ios mundos son, con i·et:i~cto n este
de sentid<> estilo cognoscitivo, coherentes cb si mismas y com¡,utibles entre sí
( aunque no coror,atlbles con el sentido de In vidn cotidiana). Adt·
Hemos visto que en un capitulo de sus Principies o/ Psycholog¡,°T mlls, ,;,,da uno de esto,; ámbitos finitos de s.e atido est~ carncterizatlo,
William James muestra que ha.y ·varios órdenes de realidades, tal 'Vez entre 9tr~s cosas, por u.na tensión cspec:lfica.~e ln conciencia {descle
w, número infinito eje eUos, e-Ada uao de loo cuales tiene su estiilo
• Véa5e •Sobre las realidaclés múlclpla,, pág 197 y SÍiJ. ( N. de M. NQ/anson.)
'5'J \Villi.a.m Jam.c s, op. -Cit.• uol. 1t, cap. 21.

302 3()3
d pleno estado de alerto tn 1~ realidad de 1,, vi.dn cotidi•nn hnsta el Sin i:mb,u-go, l•• ,10tedichns co.ractetlstirus de hi ,e,.lidad de 1a vida
soe:Jlo en cl mundo de los sueños). pot IJl'J!l f:x?rSpectiva. rempon,l es-
coticila.~• no quieren deci.r q"e otros ámbitos finitas de sentido oo
pecífica, por uno fottua espedfica de e-:xpeci·mc.n [arse 1:1 .sf n1isn10 y,
seno pasibles de socializaci6u . Hay, sin dudo, ámbitos ciertamente fi- ·
por último, por Ul'.lll form• específica de socialidad.
P.itos de smti.d9 que no pueden ser comp3tJidos inte.rsubjetivamente.,
tales como mi$ $ueños o aun mis ensueños. Otros, como el mundo
del juego de los niños., pem:titen .lo pn.rticipación incc:.rsubjetiva y háSto
la in cerncción eo términos ele fas fantasías compartidas. EP el mundo
2. La realidad eminente de Ja cxperkocia religiosa se da, por un lado, la visión solitaria del
místico o del ptofeta, y por el otro el servicio a la comunidad; hay
W.illiam James está en Jo cierto cuando Uama rea.lidnd cminence al ornciooes soUtarias y oraciones ofrecidas por la congi;egacióo.
subunlvcr.o de los s<:ntidos, de las cosas Hsicas; pero nosotros ¡,re- No nos proponemos elabora~ aquí urut tipolo¡¡fa de fas formas de
ferimos toro.ar coro.o re•Jidad eminente el ámbito finico de sentid<' socialización en los diversos ámbitos finitos de sentido, pero desea•
que hemos denominado la .realidad de nuestra vida cotldian,a, '.En ur,a mos desracar que en todo.s los casos en los que se produce t"1 pa.tt,i-
sección anterior (l:'?, 6 J sc.ful!ªinos que la .realidnd de auestr.1 17ida clpación intersubjetiva en uno de e.sos ámbitos, se p.reSu!,'One la exis-
·cotidiana, que nuestro pens•J'Oienco de sentido común presupone, tencia de «una ocasión mstería.l o atribt1tos ma.tetiaJes». En ottas
incluye no solamen.ce objetos, hechos y $Uc<:sos físicos • nuestro ,.J. palabras, Ja co11,1unic-ación tiene lugar po,r medio de. objetos, .hed1os
caoce actual y potencial, percibidos como tales en el mero esq"uemn o sucesos. correspondientes -a la re•lidad eminente de .Jos sentidos,. del
aperceptuol, sino también refl:rencia.s oprescnrncioool~ de ou arde,;, mundo cxitorno, qüe $in e1l1bargo son apercibidos a.presentaci~
inferior por las cuales los objetos físicos de la natural= se trans- rrnlmcote.
forn1a.n en objetos sociocultc.u:ales. Pero pue.~to qu_e estas aprcs-eata• Esto vale también para las apreseataciones simbólicas, en fo medido
cion~ do un ordc:.n tn/crior ca.mbíé.n tienen como .tniembto~ :tpr~c.n .. en que soo comunicadas o están de:s-tioadas a ser comunicab1cs. Pero
cantes objetos, hechos o sucesos del mundo exrerno, cre~mos que existe, con todo, un rasgo ptincipal que distingue a las apresen.ta~
nu.estra definlci6n es com¡atible con la de James, Podemos tambi~n dones simbólicas de todas las otras ·r.claciónes apreseotaci.o nales. Ua
<:<:>incidir con Sant3yan:i • en que «el. esp(citu nunca puede poseer breve exaweo <le esta situación nos ofrecerá 1., oportunidad para te-
ideas, "V mu·mo mcríos com1.1niea.rL1s, ~¡r1 ter1er atributos ma1:e.rialcs y formular nuestro definición del símbolo.
ocasió.; material para dio»:
d4 le,,gua debe moverse; ¡., palabrn conveocionnl audible debe
llegar a los labios y alcanzar uo ofclo preparado; las manos que sos• 3. RefOT'1t•u/aci(m de la definición de símbolo
tienen herramienta,; o ¡,la.ne• deben intervenir para llevar a cabo :tl
proyecto». OJmo hemos destacado, todas las rcforencios apreseotácionales se ca•
raccerizan por una trascendencia especif(ca dd objeto aprcsentacl.o éo
m mundo externo de la vida cotidiaM es una reA.lidad cmíncntc: relaci6n con cl Aquf y Ahora actual del intérprete; pero, con excep-
\
ción de la aprese.ntaci6n simbólica$ los tres términos de ·:1o relación
a. Porque siempre comamos p~rte en ella] i.tun durante nuestro8 sue- aprestntacional - los miembros apreser¡tante y apresentoclo del par
óos, poi; medio de nuestros éuerpos, que s.0 11 en si mismos cosas del y el intérprct<>-, pertca."':"o al rni•.m o ujvc.l ~e rca~dad:, la realidad
mundo externo. emmcote de Ju vW.a cot1d1ana, Lo referencia sunb6lica, -srn embargo,
b. Porque los objetos exterforcs delimitan la •l ibertnd de ouesm1$ po- se caracteriza por el becho de que tr~eode el ámbito finito de sen•
sibilldad.es de acci611, •l ofrecer un• resistencia que, si puede ser so- tido de la vida cotidiaaa, de modo q1>e solo el miembro apreseownte
pe~da, solo puede sci;lo mediante 1.>Jl esfueno. del par relaciona.do pertet1~ce n ella, cnicatras que el miembro ,,pre-
c. Porque es en este ámbito doncle nos losetró"tnos por médio de sentado tiepe su 1·ealidad en otro ámbito finito de Séntido o, según h
nuestras actividades corporales, y es fJ por ende, d q\1e podemos termínologla de James, en otro subunJverso. Podemos, por lo tanto,
cambiar o tran~-formar. redefinir la relaci6o simb6llca como una relación a¡m:s<:otacional entre
d, Porque de~t-rO ele esioe ámbito, ~ solo dc:nuo de él --y esto no es cnti<L.cles q1,1e pertenecen al menos n dos ámbitos finitos de sentido,
sino corolario de los puntos precedentes- pode.ro.os comtwicarnos con de modo que el símbolo •l?re.entante es un elemento de la realidad
nuestros semejantes y estoblect:r así un «am.b jente t.'OUlpiehensivo eo1ine.rne de la vid• c9tidiaoa. (Decimos «al menos do.s» porque hay
común•, en el .se.z.1tido que dn Husserl •u a esta expresión, mii<·l,ns con\binaciones, tn,les como el arte rdigioso y otras, que no
¡,ue.:len ser investigadas én este trabajo. )
60 George Saotayan,, Do"1inatio1ts a11d Powt!rs, Noe9"a York, 1951, púg. 146.
61 Edmund Hussctl, lJm, 1T, acc,. .50 1' 1 1,

304
305
4. LA tran$ic/{¡n dt l,, r•alidad emintute a otrr;,s ámbitos L Ejemplificación del concepto de ámbitos finitos
finitos de sentido jior efcr:to de fülll conmoción"" de sentido mediante los $Ímbolos de la cic»cia y la po~sla

Nu<!Stto pl'Jlsamiento de sentldo to.mún presupone el mundo de la .E!n cuanto al ámbito finito de sentido llamado ciencia, recordcm0$ el
vida cotidiana y, así, recibe el acento de realidad mientras nuestras enunciado de Whitd,ead, ,;egúq el cual la c,re,1ción de un «sistema
experiellcias ptckticas prueban la uolclad y ~ougruencia de csl'emundo idealmente aislado,. fue el requisito necesario parn el desarrollo de
corno vcilida. Más aún; esta realidad nos '[;>~tece la natural, y no esta- las ciencias natw:ales mode•nas. El ámbito ele la ru,,lur>l~a al que se
mos dispuestos a abando¡,ar nuestra actirud baéia ello sin haber expe- refiere la 1e1ufo f1sica oonstituye tal sistema icleaJmcnte aislado, y los
r imentado una conmoción específica qice nos obJjgue a romper los fenómenos de la natu~eza eu In e•P,eriencia de sentido com,'.in de lo
limites de estos runbltos .finitos» e.le sentido y coloca, el acento de vida cotidiana han sido uansformados 1ota!Jne¡1tc en rnl sistema me•
rClllic:hld en al,gútl otro ámbito. dio.nte un proceso de abstracciones; gcnen1Jizaciones e idealízacion<±s.
Sin duda, estns experiencias de conmoción ,n os acontecen con fre- «Aun la teorfo física --dice P. G. Fcank- •• coúsistc: en ues tipos
cucncio en la vida cotidiana; el.las mismas pcxtcnccen a su realidad. Ea de formulaciones: c:cúaciones entte magnitudes .fisicas (,elaciones en-
un solo día o h.11s-ra en una bora Puedo pa.sax por vt1.rias de estas e>t¡,e- u·e símbolos), ,egl.os lógicas y ceglos sem;lr, ticas ( definiciones opera·
tiencias de conmoción, de divetS() cipo. Algunos ejemplos son: la rivas)». Y tcruün-a su monogtaf:ía en una, vc11a un tanto irónica.:
p;a:os.h)rrna.ci6n interior que sl)Íri.J11os si el a.el6n de1 teurro -$,e 1ev.ant~_.
~1>at.abras como umatc:ria'' y .. mente" .son dejadas [por el físi~o teÓ·
como uansición al mundo del juego escénico¡ el carobio radicál en
deo] para el lenguaje cotidlano, donde tieneo su luga:. JegJ;tlnio y son
n1leslr:1 acticud SÍ1 aote u.na. pintura, permitimos que nueStto caropo 4
vi•ucil q~ede limitado por lo que está dentto del marco, como paso cil wtendidas si,l =bigiied<1des por el famoso "hombre com6n"i,.•
mundo pic1órico: o cl sal.to al muudo de los .sueños, cuando oos dor-
mimos. Pero también es un• conmoci6u de este tipo I,¡ e.llperfoocia Y l-L Weyl resume así. su crl.tica del «idealismo» de Bi:ouwci: cu d
religiosa en todas sus vaciedades -p. ej., la expcticn.cia kierkegaar- pcnsa.n,iento 1núte.md,ico·:
di:cna del «im;tante,. wmo salto a fa esfera ,cligiosa-, así como la
decisión del hombre ele ciencia de reemplazar toda partlcipaciór¡ ap•- «No se puede negar que en nosotros está vivo el deseo teórico, jn.
si.o nada en los asuntos ele ;cesLe mundo,. por U.Dfl desintctcsá<\a actitud ~'Omprcos!bJe desde el punto de visia meraroente fenoménico, güe nos
u,:ge a ee¡)t.n,t la totalidad. La matemátic., muestra esto con particula.r
contc:wplativa. clarick•d; pero también nos euseña que este deseo •olu11ente puede
Por otro lado, debemos destacar que fa coherencia y co.mpatibiliclad
de las experiencias con respectó a su estllo C08DOscitivo peculiar sub- cwnplirse con una condición: que nos conteutemos con el súnbolo y
siste solameo,e denu:o de !05 llrnices del ámbito [>articular de sentido renunciemos al error mlstico de esperar que lo trssccndente caiga al·
al cual perienéoen estas éxpetieocias y al que be conferí.do el acento guna vea dentro del circulo ilumínado de ouesira intuición».••
· dé realidad. Lo c¡ue es comJ>atible dentro del ámbito de senLido F,
Y al e:,rplicar Jos principios metodol6gkos de l.a flsic,, como «la des-
en modo ~Jguno lo sccl tambifo dentro del ámbito d,; scntldo Q. tilación del mundo objetlvo -pasible solamenre de rcp,esentaoión ·\
Por el. contrario, visro desde ~r ni que se supone .real, Q y todas las en slmbolos-- a partir de lo que está chdo de modo Írutlediato en la
cxipetiencias pertenecientes -a eJ pat'ttCrian meramente ficticias, inco-
bctcntes e incoJ»patibles, y ~icevcrsa. Volvemos• enconttar aqu{ unn intuición», Weyl ofrece el sigui.ente ejemplo:
aplicación del probJcma 1,>lanteado por Bergson sobre los diversos ór• ~Mientras que pura Huygbens los colores eran "en realidad" oscila-
depes coexistentes. cione~ del éter, ahora spnreccn mcrame.nte como funciones r_na.temáti,..
Ejempliflcarémos este punto media~te un bxeve examen del «c<1.tácter cas ele cadcter ,periódico que dcpenclen de =•ro variables que como
ficticio• del mundo de la vida cotidiana, contemplan.d o desde d sisre- coórdenadas .representan el medio del cspacio-tlempo. Lo que queda
ma simbólico que imp¡;egna otros runbiros <le sentido a -los que se co dcfi.ni t:iva cS una co11str,tcci6n simb6licn exactarne.nte del mismo
ha anibuidq el acento de realidad. En nuestro primer ejemplo, toma-
tipo qo.e lu llevada a cabo pot Hilbcn en matciuá.ticaJ!.••
remos como sistema <le refcrcncia el mondo ele la tcot.fa física; en el
segundo, el mundo de la poesfa. Esto$ enunciados muesttan con claridad que la tcotfa científica es un
{tmhlto finito de sentido, que utiliza s{mholos que apresentan rcali-
63 ,Pbjlipp G. Frank., «Foundations of Physi.<..'$•, (pteruational E,u:yclo[Ufdl<t o/
Urti.fied Science, Chie1go, t946, vtil 1, n" 7, p:$3- 7.).
64 Jbiá., p~. 76. . '
65 1-Jqmaon Weyl., Philosopfry, oj M(1lbemálks and Natural St'lent:~,I'* Pdc~·
te1on1 1949, p<lg. 60.
66 Ihid., p6g. IJ3.

)06 307
dades denuo de este dofl)ini<> y opera ron e/los -con ~ " , po r. de e.Ha. Y en este sentido, y sc,Jo ál este sentido, di«:" Jaspers : «E)
supuesto- sobre fa base del princ;ipio de que su validez y utWclad son
sfn1bolo es&:r1blece co,nunión .)in C:t)lJlon.k:1'1(i6n».4S ·
independientes de r,;,da referencia aJ pensaa"Jiento de sentido comú·n
de Ja vida rotidiana y sus realidades.
Como segundo ejemplo, _pasamos ahora a un breve estudio de los
simbolos en la poesúi . Dict T. S. Ellot, en su famoso ensaye, ,sobre
Dante: VIL Simbolo y sociedad

«La poesfa genuina ·p uede comunicar antes de ser comprendida ( . •. ) Ahora estamos preparados para responder a dos, por lo menos, de
Las palabras tienen asociaciones, y el grupo de ¡,alobtl>S en asociacio- las preguntas ink:Wes: ¿En <¡ué medid, l•s •presentacióoes signantes
nes tiene a su vez as()ciaci9.o es, lo cual constituye una especie de .y simbóLlcas dependen clel ambiente sociocu!UJ.ral? ¿Cómo son ex.p e-
conciencia loc•I, porque-;,on el resultado de una civilizaf'1Ón particular r i-mentados la intcrsubjerividad como tal y los grupos $odalcs me-
( . ..} No ,:,:comiendo pceocup.,..se, en una prime.ta Jecturn dcl prime.e cli.ante apresc:ncaciones significativa~ y simbólicas?
cauto del Infierno, por la identidad del Leop,,rdo, el León o la 1.oba.
Rco.lmente e~ mejo,e: o.o sabet., a,J co.miet1zo, lo que sigoificanJ ni pte-
~arse pot ello. Debemos tener en cuenta no tanto e.l s1~nificadq
de las imágenes, sino el proceso inverso, aquello que conduce a un l. 'De pendencia de las referc,icias aprese:11tacionolfs
h?m~rc q ue tiene una idea :' expres~l• e!' imágenes (. : ) La im•· ,·olL r:esf1edu al a.,,.bi.eute social
gmacrón. de Dante es uua unogmoci6n vrsuaJ (. _ . ) VIVIÓ en una
época en la que todavfa los hombres tenían v:isiones ( • .. ) Nosotros L9 t>timer,, p.re¡¡unta
se cefjc,:e al p,oblero• principal de toda sociolo-
oo tenemos más q.u e los sueños, y hemos olvidado que ve:r visiones Jogía del conocimiento que no entienda e.ttóneamentc su ta.tea. P,-1r:a
-una 1prá.ctica a.hora cdegn.<la a h.1s abetra<.'Íones y a lss pc:.rsonas Ín· .respondcrla, partimos nuevamcorc de nuestra eJfP«iencia <Le -la rea[í.
coitas - fue aot{tfiO un tipo de sueño más signi..ficntivo_, inte.cesan1e d~d de la vid,. totidi_ana que, como un mwu:lu Soci.o cultut•l, est~
y disciplinado»."' impregnad<> de referencias áP,t~otacionales. Cuando ea la secci.ó n rn
e.laboramos 1os CQnceptos de r,narcas e indicaciones, supusimos pa.ra
Y Goethe, al comentar sus «Moerchcn~ delo Serpiente Dorada ( Unter- mayor claridad de presentación que un individuo presuntamente ais-
hultungc11 deum:her A11Sgewu1tderter), que rombioa elementos nlta- lado debe «traiar un mnpa:o dcl mando a -su alcance. En vetd,ad, el
mentc •ímb6licos que babfan sido ya iote.rpretados por auto.tes ,li. hombre se encuentra desde el CQn>(en>,0 en ambientes ya «delineodos•
versos de las m,tn.e = mís concrovettidas, escribió e l 27 de ro.a.yo de para él PQt Otros, es decu:, «prema.roidos», «prcinclicados•·, «pte-
L796 " Wilhelm von Hamboldr: «Es w,rr freilich schwer, xugleích signilicados» y hasta «prcsi.mboli.z(ldos •. A.sr, su ,situación biográfica
bedeutend tlná ckutungslos :ru seim, ( «Era bo:<to.ntc dificil set al mJs. en la vi'da cotidiana es siempre una situación hist6..cica, porque está
mo ticmp.o signific,,ti'ilo [pertinente, importante, ti pal:ibra alemaóa co.nstlt:oida por Jos procesos socioculturales que condujeron a la actual
bedeutend .aba.;ca estos ere., significados) pero sin i,;,terpte"1ci6n [o no conEigUl'acióll de su ambiente. -Por «>nsiguiente, solo una .fracci6n
intetpretable; .Is pal.abra,deutungslos tiene ambos significados]•) . pequeña del acervo .de conocimienl'o • mano del bombrc se origina ea \
Tanto lo dicho por Eliot como lo dicho por Goethe Indica que el su propia e,c:perienéia indjviduol. La mayor pa,te ele su cooocimil'!ltC>
poeta ha sabido penetrar en el hecho de que, dentto del ámbito finito deriva de ltt sociedád, le oh:1 sido transmitido por ~us padres y maes-
do scotido de la obra de arte, l~ relacíón eottc los símbolos como tros como su herencia social. Co.n.sisi:e ~o un oonjuoto de slstecns;c; de
tales es la esencia del contenido poédco, y que es j 11.necesario y hu,ta tiP,iflcaciones signi(kativas, de soluciones úpicas para ptoblewas prác-
puede ser petjudicii1l buscar el esqucn1a referencial que los elementos tíros y te6ticos úpicos; e.a pte<ieptos úpicos para cooduci:as l.l¡,icas,
aprese(ltantes ele la rcla~ión siaibólica simbolJzarían) si fueran en Vet:· indoyendo ,:1 sistema COJ'tespoodiente de r elctcncias apt-esentaclona-
dad objeros del mund<>de ln vida ~'Otid.ianA. Pero su conexión con esos le,. Todo este. conocimiento es presupuesto sin c!iscosi6o por el res-
objetos· ha sido cortada; el uso de los eletnen~os npre~entant.es no es pectivo grupo social y· es, por ende, un «conocimiento soc:ial,nenlt:
stno uo m.edio de comunicación~ mientras que h1 poesía con1unici1 me- aprobado». Este conceP,to está muy cerca de lo que Max Scheler lla-
diante el uso del lenguaje .habitual, :l as iclcas simbolizadas por este rn.a ba la ,¡reltttiv natw,r/iche W el1amchawmg» ( concepción natttral tela-
len.guaje son entidades .ce:tles dentro del ámbito finito de sentido poé- tiva del m undo)'"' que rige en un gcupo social, as! COll)O de fa teoda
cico. Jiao sido convertidas -para ueiliz>lt tJ.O término acuñado P,Or
Jaspers- Cl,'l una «esaitur:a. clfradal?" paa:a que ltl S expetieocii,s: uas- 68 ~rl Ja:;;pC'fl, op. cit., VQl. LU, PÓ8· 26, «Das S:,mbol sJi/lt:t Gemcinscha/t
cende.ntcs sean comprendidas por quiene.!; posc:en la c,ave exiscencía.l ohr.< Ko1i1nlflllÍkotwn•. ' "
69 Mu: Schdo:, Dif! Wisnuqfqr111e11 und die G<sellscha/t., Probl~,,,e uine; So.
:r)ol<,~ie des Wíssen., , Lcil"'i~, 1926, pÓB, 58 [ s;g. VéaY! Howacd Jlc~lter y
67 T. S. Elfo,, Se/ected Emrys, 19¡7-JJ32, Nu,;vo Yor~, 1~32, p~g•. 199-i<!I, Htl))11Jt Dahl/<e, «Mox Schclor's Soci0l9ty o I\'.oowlcdgc,., Phil<,;ophy and
200.() 1, 204. Pbr.1u;m,nnlqg~al Re1-,;h, v<il. n, 1942,. pág>. 310.22, esp. >15.

308 309
ral relatlvn del mundo aprobada por los grupos lingüú,'tico~ tespe.c-
dásic,, de Sum.oer•• aceren de los usos t,:,,dicionales (fol/1/11,q,¡s) dcl ti9os. . .
cndogi:upo., que $US miembros consideran como la única manera CD· Por otro !,,do la determi.naci6n de Jo que es digoo de •s er comurucado
erecta buena y eficiente de viv1t. y lo que es ~cc~satio comunica., depende dé loo ~roblemas típ.icos,
El co¿ocimien Lo social.menee uprobn.do c;onsistc, cotooces, en un. con~ prácticos y te6r,cos por resolver,, y estos ser~ _cllfcrentes p:1J;11 los
junto ac reeetas destln~das ~ ayudar a c~da ml~~bro del grupo a de- hombres y fas mujeres, ¡,,ira los jovene$ y los v1e1os 1 pru:a el cazador
finir su slruaci6o en la realidad de la vida cotJcliano de una manera y el J?(:SCtldor, y en general para los diversos ;<~les SO<:Jales que aswnen
típica. Que el cooocimiento socialmente aptobudo y derfvado sea .º los miembros del grupo. Cada tipo de Mtwid.id nene s?" aspectos
no vn conod.miemo verd;,.de¡o, carece por completo de 11nportancta particúláres de signilicatív,idad para guíen la efectúa y exige uo con-
para dticrlbir el mundo que una sociedad en partícular p.i:es~pone. _Si junto de tfrminos técru,cos particulru:cs. La causa de e,-ro es que nues•
se los ere..: verdaderos todos los elementos de tal cqnocun1e11to, ID• u:o conocioiiento está social,111.,•,rfc distribuido; cada uno d.e nosotros
cluyendo fas .reí:eren~s apresentacionalcs de cualquier especie oon conoce de modo preci.SO y n,{tido únicamente el Campo ~spedfic'O C~\
compono:o:tes reales del mo_do ~n que lo~ mie_mb,os d':1
lln,po «de- el c:u.al es UD ei<pe.J:to. Entre los expertos, $e presU'pone ctert.o conoci-
finen la situación». La «tld1mc16n de la SJ.tuao6n» .tel'.Dlle al 11,unado 1J)"iento técnico pero este conocimiento es por completo i.nac<;esihle al
«teorema de Tbomas», que tan bien conocen los sociólogos : «Si los lego. Se pucd~ supooet que alguMS co~as son hien C?º~das y ~e
hombres dclinéo ciertas situaciones como reales, ellas son ¡cales en e:xiplicao por ,sí m.i.1;rrias, y que orcas requt.ercn_ una «pltcact6n, -segun
sus co~eeu-~ncias»."1 Aplicado a o uestto probletoa y traducido a nues,. bable yo con un• persona de 111i sexo, edad y ocupación o coo a\suien
cra terminologfa esto significa: s"i una relación ap~ntadouál es so- que no comparte conmigo esta situación común dentro de la sOC1.edad,
ci•lmeme aprobada, se cree fuera de duda qu.e el ob¡cco, becbo o $tlCCSO o que hable con un miembro de mi familia. coo un vecino, un C."1:tr.año,
ap,esentado C$ en so típicidad, un elemento del mundo pre,¡u¡,uesto. UD copa:rc(dpe o alguien que no participa de unn dctermi"11cdu empresa,
•!
Én el proceso de rrans'?'itir cono0nieoto soclalfl,ente <1,probndo, el etcétera. .
aprendi~aje dcl Jengna¡e ha?' tual uene una fu.oc16n parucul~ente Williom Jome6 19 1>bserv6 ya qoe un Jenguajc no consiste sJ.mplemeote
impottante. El lenguaje nativo puede ser tomado como un co.niuoto en el contenido de un dicciooatio. idealine(lle completo y una gramá-
de referencias que, de ncuerd.o con la concepoón natural rclauva del tica idealmente completo y ordenada. E l diccionado nos da solamenue
mundo aprob,da por la C?munidad lingüfstica, ha predeterm~ad? 9ué el núcleQ cle.lsigni.f:icado de las pal11bras, que está rodeado de «orlas».
rasgos del mundo son dignos de ser espresac;lo~ y, por <:ousigu1~nte, Podemos agregar que a tas or/as son de diverso tipo: las que ~e. ori-
qu6 coal,ic)ades de esos c;a,:act<:<e•. y c:¡ué reLimones eJ?tfe, ellos me- gim•n en un uso personal ·parucoLir del orador, otra., goe ~e ongman
recen atención, as{ como qué t1p1Eicaciones, conceptual17.aciones, abs• en el contextQ del clisCUJ;SO en que es empicado el término y otras
tNtcciones gcn-erallzacioncs e idealizaciones son significativos para aún que dependen del destinatari? de mi. discurso, de la . si~~!ción
log,ar rCS:.lw!os típicos por medios t!p!cos. No solamente el yocob'!· en la que este se produce o ea " ' prop6s1.lo de la cqruurucoc100, y
lario sino también la morfología y la srntaxls de todo lcngua1e bab1- por último, del problema por resolver. Lo q~e se h• dicho. acerca del
tua.I.',eflejan el s istC((la de ,ügnilieátividades social'?ente •P!oba1o del lenguaje val.e ~n gen~I ·~ª'"
las r.ef~cms a~rese11~aoonales de
grupo llngüfstico. Por ejcmpl?, l• len.gua árabe tiene va.nos ~1entos todo tipo. En la comuh1c<1c16 n o en el 1ntercruub10 SOC1:tl c,d,i refe-
de sustantivos pata denotar d,vei'Sos npos de c•meUos, pero ntngunO rencia apttsent:acional, si está socialmente a-probada> oonstiLUye sim~
par• el concepto general de «camello»; en cierms lenguas indias nor- plemente él núcleo alrededor del c~al se unen los orlas del tipo '
te•merirou•~ no se puede expresar la sun,¡,le noc,6n «veo un hombre» deserjpto.
sin ioclic<tt rocclinote prefijos, s\!Íijos e interfijos si ese hombre c:."ttt Pero tocio esto presupone ya un• tipificación ~stel?-te de las relaciol?-':'1
pa,ado, sentado o ca.m ina y si cs. v.isi~le 111 orador o a_ los oyentes; la sociales de las formas sociales de wte,ccomurucao6o, de la es~i,u.fi-
]cogua griega J,a elaborado l?~rticulamlmles morfol6g1eas rales como caci6n $ocial que el gnipo presupone y ~uc sQn, wr. lo tanto, social-
el dual cl modo optativo, el tiempo aoristo y la voz roedia del verbo; mi:nte ap1:ooodas por este. Todo este smeroa ele t>pos po.r el cual
la len!PJ.'l francesa, nu, adecuada pa,.ra e,xpresar pensamientos filos6- se experimenUI • sí mismo· roda grupo social, debe ser aprendido me-
ficos, tiene t~to 11am r9nscious,res1 como para. conscience. un ·soto ·diante un pto<;,eso de •C1.1ltuca<;ión. Lo mlsmo es •t:ilido pa.ra las d\·
ténni,no: co,m;,e!tce.* Tocios estos hechos revelan fo conccpa6n oatu- Ve(S~ marcas e indicuciooes de J-n poslci6n, el .r tattls, el rol y el pres-
tigio que cada .i ndividuo posee dentro de la _estratillcadón del gru¡;,o.
70 Willlam Gffluu:n Sumncr, Folltt11~s: A. S1udy of the sociolcgical fmporldllCI!
af Marmcr, Cus10111s, Mor~.t, and Mora/s,!•• Nueva Yor~ 1906, esp. cap. t. Para poder orientarme ~enttQ del grupo social, debo, ~noce.~ fo~ cl!fe-
71 .et prim.Ct:C) que to expuso fue W1llia.iu ls.:iBc:; Tho,rn3S, ~ &u obra The rentes maneras de vestJ< y de comportarse, fas múltiples ws,gruns,
Chilil in Am~rlcd: 8éb11uior Próbü:ms 1117.d P:rogr()Jtl.f, Nueva York:, 1928, emblemas hclra1oientas, etc., que el gmp() cottsidera indicatívas de
2_.ág. '72. Vés.st: tátúbi61 \Vilflam I. Tbomas, SiN:iliJ Beha11lor and PcrsontiliJy, st:-ttus socl.11 y qae están, Pot ende, sqc:_ialmehte apr.obuclas coroo sig-
E.!?:. ·volkárt, ed., Sócial Sd.cncc Resea.cch Coü))ci1. Noevl.l York, 19~1, pó83. ' nificarivas. TaJJlbjéo indíc.an la conducta, lus n_ccio.ncs y los motivos
14 Y. 80 y sigs.; la expresión 4Ctt:Q¡cma de 1llomus» fue fl.CQñada. por "Robert K
Mo:too, S<N;i'at Thror:y 1111d Social Suucture,.~ Gfenc()é, 1949. pAg._ 179.
• En inglés co,11cíousnffl dcsign~ lo (!Oncicod:¡a en s~ddo ps.ici,ld"gico, C4ns- 72 Op. cit., voL 1, pág. 281 y i,ig.
ci~rrce la ooncieocúr. mor:tl. (N. del E.)

311
310
dpicos que J?'-'edo espe:mr de un jefe, un .mago, un i.-ace.rdot.e, un cos. En todas los Olfás dill)eos iom:s del mundo social - la de los
cazador una. ro11je1; casada, uno joven, cte. En pocas palabras, debo con teropotán.eos, Jos predecesoce:;. y los sucesores- Lm .semejante no
aprcnd~r los roles sociales tlp~cos y Jao expectativas ~ípicas sobre la es experimentado en su unicidad iodividu,tl, sino e.o térmi.nos de su;
conc.(ucca de quienes desemperu,o wlcs roles, coa. el fía de ••= el paur.as de conducta tipic-a1 sus motivos tf_picos y ~us actiLudes 1íp,icas,
rol s.d ecuado y lli adecuad.1 coo<lucta correspondientes, UÍY• •proba- y coa divei::sos grados de anon1mia. Ea las situaciones ~ociales de la
bación por p3rte del grupo -s0ci1ll se prevé.1° Al mismo tiempo, debo vida cotidiana, las relaciones 1,etrenecientt;S n c;scas dimensio.n es se
uprcodec Ja distribución tlpica del cónodmiento que rige en escc gru- entrelazan con frecuencia. Si en una rela,ci6n tata a cara con un a.m_igo
pb, Y. e.-;;to supone un cóoocimiento de los esq.uemas a~cesc:.ntaci,onnles. dis<:úto un artículo periodiscico sobre la actitud clel Presideote y el
referenciales e íntcrp.cetativos que c•d• u110 de los súbgrupos presu- Coo,gteso frente a la admisión ele Cbina en las Naciones Onidos, me
pone y aplica• su respectiva ·referencfa ~p,esentscional. Por supuesto, éócueotto en uoa rehición, no so)o c'oo cl autor contcmpotáneo t1tl v.iz
todo este conoehniento es a su vez soCJi:µnlente <le.dvado. anónimo dcl articulo, sino ta1nbi.én con los nc:totes co1u·.e-n,poráoéo!;
Especlf;iquemos y resumamos nuestras comprobaciones. :Podemos de- individuales o colectivos del escenario social de.sigo,1dos con •los térmi-
cir que en térmínos del siscema de s,gó.ificatividades, cscán socialmen- a..u.s «)?r.esideot:~», «Co.qgr:cso»,. ~China», «Naciones Unidas»·\ }· cuan~
te clet~inados: pr.irocro, i, !l'IJ!Cdz in<)iscutida dentro de la cual do mi amigo y yo disculirnos este Lema cómo ciudadanos de os Esta-
comienza todn investigaci.ó n; 74 $egundo, LQs elen,e1itos de conocimic:n~ dos Unidos de '1954, lo hacemos en u.no situación •hlst6tica que esto
to que deben ser considerados co.010 socialmente: ,aprobados y que, poJ:: al (l).tOQS cod~tc:rW.Wada por las cfccruacionf'".s c;le nu.estt'OS t'>.r«leces<>res.
ende se pueden prcsnl)QO)er ( aqu.l agre¡¡arfamos que los elcmen.cos Y también tenemos en cucoh) la faflucncin que las dedsiones que
que podrían volven.e FOblemá tic'os son deli11eados por In situación deben ser tomadas ahora podrán tener sobre nuest.ros sllceso~es. las
social); tercero, los p.nxedimientos ( c()n respe~co a signos y simbo· gt·n ~ciones furo.ras. ,.rodas estas nociones son comprensibles pata
los) prácdcos cod:giooS_,, políti-<:;os, 1·efigiosos, poédcos, ciendfi.cos, etc., nosotcos oomo té.i:minos no aclarados del ¡,eus<Uniento de sentido co-
que soo adec~ados parn abordar el l'roblema en cuestión; cuarto, las mún~ potque: su s igniücado se _presupone dentro de c-u.1estrt) o.robiente
condiciones típicas ea las cuales se puede considerar resuelto un pro- sociocultural. ¿Cómo es :j?l>sible esto?
blema v las condiciooes en Jos qu-e :;e p~1e<lc jnterrumpir una investi- Opinamos que en el pensaroler,ro de seotido común se ex~imeata el
gaci6n ""e incotp0rar. los cesuJr~dos HJ 9ce.r:vo de conocimiento que se mundo social en. dos niveles de referer\ciru; apresentncionalcs:
presupone. Esto e.s de particular imporcaocia pata los. rdercnclns
simbóliq,s • mitos ir ritunles. Si la exitosa viaouladór, de un pwblema f. Aprehendeo19s • nuestros -seme¡·antes -iffJjvidur,les y Sl.lS cogitacio-
a mano con un ,símbolo soci::ilmeñte aprobado es considerada con1v nes como real.idncles del mundo , e la vicia cotidiana. ETios es1,n •
su soluc.ión tlpica, entonces b ielacióo ~presencacioual así establecida nuestri> alcance actual o potencial, y compartimos o podemos c:on,-
¡,u<::de ~egu.i.t foncic;,o.ando como un eleni1:t1co oprescntante de otriis parti,: con ellos, mediante la comunicación, un ambiente tomprcben-
simboli1.aciones superiores que po<l.óan basarse en el problcmu al que sivo común: Sin duda, podemos aprehender -a estos congéneres indi-
se considera típicamente resuelto. viduales y sus cogitacioues solo de manera ,in•l.ó gica, me<liilJice el sÍS(C·
ma de refereocias aprescntacionale$ ya descripto, y en este senti.d o el
muJ>do ele! Otro ttasdende ol núo; r.ero se trata de una ~trascendencia
inmanente» que est1l to<)"vía dent~o qe la rea:Udad de nttestra vida \
2. La ajrresentadón ri,nbóOca Je la socüJlla,l cotidiana. Pot consiguiente, ambos mle.rnl,ros de la relación o¡,r.escn•
tocional mediance la cual aprehebdemos e,,c,a trascendencia. pctcene<:eb
En uoo se<;ción anterior (IV, 4) hemos descr.i pto brevemente Jas al mismo mbico finito de sentido, fa tealiclad cmincnce.
di.vers•s dimensiones del mundo social a¡¡;rupad•s •)rededor de la ii. Sin embargo, las colectiv)dades sociales y las relacio11es institu-
relación central cara a caca .entre asociados. Solo en la relaci6i;1 Nos- cioaalizadas, no son, como tales, entidades del ~mbito de senticlo de L,
otros, declaramos, ~ueden lQs MOci.ado~, mediante su muru• impli- tealid:id cotid.ian•, oino conslrucdones del pensamiento de sentido
cación biogtáfica, experimentaJ:Se mutuumence <..-orno individuos úo{- común que tienen su realidad en otros subunivcrsos, taJ vez el que
Williwn JamesJJama el subuniverso de los celadone.. icleales. Por esi,,
73 Los lcdorcs: fumlliariudos con la monografía de P!lf'.lJl>rH• y Sh.il5 citada en
la nota JO r:cconocccin en esta alitmnd.6n una :ilusión a Su r:eurfu de las «ex~ misma Cll%Ó.D, solo pódemos aprehenderla$ simbólicamente; peco Jos
pcctativas ligadas al mi». Aunque el enfoque de nuesrro 11.rtfc."Ulo dlfic:rc del sí,µbolos q_ue )as apresentan. pertenece,; a la realidad CD)ioente y mo-
que ado~t11n estos 11utorcs en varios aspectos, .su 1.e sis de ub sistema corp.ún tivan núcsttas accíones dénltO de elfo. Esta afirmación e,dge algunos
de sfmbóJoi. romo oondición de la rcdpt0eid:1d o compfcmtt1.tar~edad de upc,o. <~men torios.
r.uivas Ugad'1.!I al --i;ol, es mmpa.tibl~ 0011 la co~1cc;,pción sugél:ida :iqof. Vé.tse
op. cit., ~~. t0.5', 162 y sig. y 166; tsunbi.éo 1'aloott Pu.rsons, Tbtt Social
System,."'. GJe.ococ, 1951, esp. ~p. ne, «Bxpressivc: Symbols :ind thc Socitú .Podemos come~r. coo cl caso .más obvio, d de nuestra expe.cieocia
Systo:o». Po-r sup,.:tes:to~ la noción de ,~súnbolo» que rosri~e PonJons oo ies de·Jn colcc:ti.vidad social. ffabl1mdo en términos esucictos, nos hal.lam,os.
la nuetU"O,. todos Cll 1~ situación del personaje de Anatole Ftance, Craioquebrne,
74 Véase nipr<t, OOtfl 42. para quien el ¡¡obierno es nada m;t, que un viejo malhumorndo detr,ls

312 313

1
As1., que uo::i "an1istadº o un "estado" exis:ta o ha.ya existido significa
dé: un mo:;tro.dor. Para nosotros> d gobierno .está LCpresentado por lo sigulenle y solo esto: que nosotros, los observadores, juzg:unos que
individvos: diput3dos., jueces, rcc~udAdores de imp·vesros, soldsdos, hay o hubo 1,rna _prnb:,bílidad de que, sóbre la base ele ciertos tii;,os de
policfas, em~leadqs públlco.o; y tal vez el Presideme, la Rcina o el actitudes subjcuvas conocidas de ciertos i.n dividuos, resulte en pro-
Fueh·rer. .El catl~turista poliLico nos mucsttrt ul Tío S= convéJ:s<lndo medio cieno cipo especifico de acción•."
con Jobn Bull y Marlanne, o también al globo terráqueo que ro.ira,
clesconc-ertado, a una amenazan te bomb". de 'hidrógeno. Este cosco Pero esta afirmación es en ~í rnillma una construcci6o. del especie.lista
simbolismo tiene. sia embargo~ razones proft1ndiunente atraig"ad.is. ell cienci-as soci-alcs y, por lo tántQ1 no pertenece al pensamiento de
Mencionamos antes ( 1v, 4) que la. ,elación Nos<mos tal como tras• sentido común del bombte, cien a;o de la vida cotidiana. Este cxpe-
ciendc J:, e,ústcndo de cuulqulera de los asocittdos deotro de. lo reali· rl.meot=?, b organización ¡;ocia] y política medjaote· apresentaciQnes
dad fundamental solo puede se.t apresentada ¡,or $imholizaci6n. Mi especificas que fuic Voegelin ""ªliz6 mi.o.ociosamente en Tbe Ne,u
amigo es pu¡;a mí, y yo soy para éi, ,,.,, demento de !, rtaHdacl de Science o/ Pol1Lic.s. Segtlo cslc (-tutor, unn soc.lcdad !?')lítica., como
la vida cotidiano. Pero ooesrro amigó supera nuestra sltuaci6n indi- cosmio11 ilu'llllnado desde adentro,
vidual dena:o del ómbito finito de sentido de la realidad eminente.
Puesto que Du~tra noción de J,i refació.o Nosotros es puramente fo,. «tiene su ~nLido -interno, pero este ánlbi to existe de m.o..oera tangible
ma.l y se ,e(iere a las sit1.1:tcio11cs cnro a cara de todos los grados de en el mundo externo en los seres hllmsnos que tienen cuerpos y, me--
intimídud y alejamiento, los símbolos por los cu~les soo npresentad..s djante sus- cuerpos, p.'lrcicipa,, en la ~xtei:ioridad orgánica e inorgánica
tales telaciones son muy va.dados. Su rniembro ~i.-p.tesentante es siem- del mondo~.
pre la siruaci611 común étefioid~ J;>Or los parti.cipant-cs, es decir, aquello
qt,1e·utilizan, e,tJ)erimcntan;, gozan o soportan juntos. Un interés co·mltn. La 1·epresentaci60, por e jemplo, puede ser oomac;la en el sentido ele,
lo; hace co¡,•rtfcipes, y tal vez In idea de coparticipación sea el té¡;mJ. mental de la$ iostituciqnes externas (p. e¡., ¡os miembros de la asam-
no más genero! de lo rcladón Nosorros apxcsentada. ( Nosotros somos blea legislativa ocupan sus escaños en viJ:,ud de la elección pOP,<ilar)
amigos, amantes.i compañer,os en c:.l sufJ'i.miento. c:.kcter.a.) o en el sentido existeociol, '" ,Jo cual significo que las sociedades poll-
Los símbolos se hacen tantó m6s discernibles cuanto m5s se estnblliza ticas, para podd..t 11ct1,1tt1:, deben tener tal estructuro e.lC'te.rna que: la~
e institocioonliza la rcfoci6n social. La mornda de la famiLl11 adquiece cl. órdenes <>m•n•das de algunos de sus mlembtos -el gobecrui.nte, el
significado apcesentacionaJ <)e «bogur», proteg.i do por deidades como soberano, el '.Éstado, el príncipe- sean acatadas babitualmecitc. Ea
los .J.ures x penates. El c~lor dél hogar es miis que Ja ohimcnea; casa- otras palabras,
miento e hlr,nene:o ·son los símbolos ceremoniales (o incl1.1so sacra1n.en- «una sociedad poUcica nace cuondo se .articula y produco un te¡>te-
cales) y jur!dicos del motrimonfo: un vecindario es mucho más que
sentante».
1,1n concepto ecol6gico.
Todos <:sto< ej=plos aluden, sin cmborgo, a telaciones sociales que pue- Peto esto A10 es todo. TCD,:JllQS: que distinguir, además,
den se, p,.,estas al ulcance actual. Este· es el tipo de grupos a q ue
se .refiría Cool,ey T.l cuando fnu:odujo el concepto swnnmentc equívoco «entr.e la representación de la socJedad por sus representantes $rticu-
de grupo primario, y que jusrificn el Jnterés de los soci6lógos mode~- lados y una segunda relación en la cual la sociedad misma se co1wierte \
nos por lO"s llamados pequeños grupus1 que Homaru, por ejemplo, en representante de algo que está más allá de ella mts11M, de u1ra ntali-
define como, dad trfJsccndf!Tlttt ( ... ) Todos ,J.os .imperios primitivos se consideu-
ban representantes del ocden c6smic;o ( .. . ) ~ grandes ccrc.tnooias
«U1\ número de: personas que es bustaotc reducido como para <;JL.:~ del .impc(Áo teprcseourn los titmos del cosmos; festivales y sacrlfícios
cada un11 de _ellas pueda comunica ese con todas las otras, no indirecta- -son w,a liturgia rosmicn, una po.rticipad6n. simbóll"" del cosmió,i c.n
mente, rn.ediance ouas, person.a s1 sino cara d c:aro:~. 16 el oosmoo; y el gobcmrurte mi.srp:o representa 11 lo soci.cdaa potque
representa en la tietr:1 al poder trascendente que mantiene e.l orden
Pero la si1uaá60 vatla sí el grupo es más grande y no se puede esta- cósmico>. 19
ble<:er una rcloción cara a cara. Max Weber -quien l,as6 su ~eoóa
sobre fa ioterpretacióo del mundo social en tfrminos del se11tido sub- foº su libro, Voegelin ofrece abuodantes cjcmploo de <:st• «autoint~c-
jetivo del actoc iodivklu•l- sosti•ne con toda cohetencia que: prctad.6n,. del grupo, que conttaste con la interp.tetadón de los mis.
mos s!mbolos por el teórico. No podemos aborda!.- aquC este fascio.,,.
«Solamente la existencia de la probabilidad de que, en correspondencia
<-UD d_
eter:rnio.a do complejo subjetivo de sentidos, teodní lugar deter-
minado tipo de nei:i6n constituye ln "existencia" de.In .rclaci6n sociftl.
75 V~e supra, nota }}.
76 Gcocgc C. llornnns·, Tht: Hu,non Groupj,t,. Nucvá Yorlc, 1950, pdg. 1,

314
"' ,ema. Queremos agrc¡¡ar wfamcote que !ns •pre$em,wiones sf¡nbó- B.ib!iografía en castellano ..
licas por Ja.s cuales el grupo se .interpreta n sf n,isn10 tienen :r;u cqui•
valeatc f.lll las intcrpter.aciones de lo$ mjsmos símbolos por eL gcupO
o (os grupos externos. Su1 c.mbar;-go, esas interpretaciones djferirdn
íoevirablemen,~· de la qué e l endogn,,po elnbór<I sobre· si mísm(>, por-
que el sistema de sígni6ca1ividades de ambos grupos (y los respec-
tivo~ esqne:n'Jas vperceptuálet-i, apresc.o[acionales y r;"efei:encht.les roma•
dos ~ o .sistemas de referencia p3ra iaterpre.tar el ~ordel\,~ a.sí
creado) no puede.o coincidir. S,: abre. oquí, para. los espedalistJ1s e.o
ciencias sociales> un vasto canlpo de jri~esdgacion.es <.-Oncrecas, que so1' Allport, G. W,, />:,icoi<>gla d e l,1 p.rsot1111idad. Bueno$ Aires , Paid6s.
Lrnportantes no oo.\ o desde cl puuto de vjshl teóJ-ico ~ Í,HO wmbléo prác-
tico; la manipufacióo de s[mbolos, ya sen paro J. pers12osi6n o pa.a Bergsoo, H., Ensayos sobre los datos inm,:.Ji{)/OJ de la conciencia, en
la _propaganda, eJCige al me.nos una clnrifidlci6n de su e.stn¡Ctu l,il Obras escOJ!.idas, Madrid, AguiJnr.
intrín~. Dewey. J., Lógica, Méxko 1 Fond~ ~e Culture Eco136n1ica. , .
Nalura/cw bu,nan.o. y ,·01.11.l1Jcta, Mc::::xtoo, .Fondo de (.uJL"ut:a Ecooom1ca.
Goldste.in , K ., Trastorno;· del le,igua;e, J3arcelooa, Cientffico Médica.
Gu.rvitch, C ., La vo~·ació11 acu,ul d,: la sqciofogía, Mé)licc¡, Fondo de
Culturn J::cooómica.
Hemos visto que eJ l,ombre es ~a verdad -un «artimal .ryinbolicum'f', si Heidegger, M., Et ser y ..t tiempo, México, Foodo de Cultura Jkooó-
por esto entendemos su necesidad, y tRl'J'lbi<;n su capacidad, de llegar uúca.
a un acuerdo con las diversas ttascendencia-.!. que superan su Aquí y
Ahotn ,ietuules, ton nyud,i. de relaciones apresepuicio,iules. E Lanálisis. Homans, C. G ., El gmpo humano, Bueoos Aires, Eu.deba.
de estas trascendencias-ié.<cle aquellas que esu\n más af.l<l <le los lími- Husserl E. !Jeas relaliva, o una f enomenología pura y a t.111a filoso/la
tes del mundo n ~u alcance scteo.l h•stn aquellas que tr••1?•san la f •nonie:.ot6gica, México, Fondo dé Colrura Económica.
realidad eminente de la. vida codcliane- es una tarea inlpottante de T,,"estigaciones lógicas, Madrid, Revista de Occidente.
tOda 11ntJ:Qpo\ogfa filo$6Uca. Al mlsmo tiempo la clarificadóo de Lls Lógica fom,al y lógica trascendental, Méxit?, UNAM..
ca,e¡¡or(as ,!el pensamic:,,to de scmiclo común dent:ra de 1~ ,vida roti- MeditRCiones cartesianas, México, El Colegio de México.
cliana es inclisper-isable P""' In fundamen tación adecuada de todas las James, W ., Principios Je psicologfa, Madrid, s. d.
ciencia.s sQCiales. En lo que concierne i t Jo~ símbo}os, eo el sentido n1.ís
estrecho, el hecho de que rtascie.ndan el ámbito de la realJdad emi· J,osp:rs, K., La filoso/la, México, Fondo de Cultura Económica.
nen.te Oo ex.cluye, sino que alienta. las investigaciones ele las funciones Kaufmann, F., Meto4ologia de la.< citmcias sociales, México, Fondo de
y formas sJ.mbó)icas dentrc:, del mundo social por las ciencias sc:,ciales Culnu:a Ecpnómica.
empl.ticas, de acuerdo con las regios que gobiernan la fom1acl6u de \
ronceptos y de teoci.as en esas ciencfas."" El problema fi19s6fico c¡uc 1angec, S. K., Nueva clave 4e filoso//,z., Buenos Aires, Sur.
estó rugiere, sin embargo. fue enunciado por Goethc con josupe.r~ble SéntiJniento y formo, Méxi.c o, UNAM.
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Mecle;iu-Ponty, M., Fen1>me11ologh Je la percepción, México, Fondo
«Das ist die wahre Symbolik, u,o das Besa11Jere tfas Allge¡,reilterit re- de Cultura Ecooómic<>.
proeuntiert, nicht als Trar,m tmá Schatlen, sondem a{s lebendiga,,.
genblickliche 0/fcnlxmmg des Uni!rfarschlichcn». [El verdadero si,~1- Mcrton, R. K., '.r eoria y estructura sociales, Mélfko, Fondo de Cuh,,ra
bolismo estA allí doc.cle !.o part;k ufar representa lo genernl, no como Económica.
un ·s ueño y una sombra, sino como una .r:cvelati6n vívida e it1stllntánea Mortis, C. W ., Signós, te11guaje 'Y conducta·, Buenos Aites, losada.
de Io que no puede ser explora.do.) •1 .. Ogdeo, C. K. y Rkb,mls, 1. A., El significado 1/el signif;cado, Buenos
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junto con una i:ép.Uca de] u.u1or, co la5 págs. 202-03 de Symhol1 and SotlU!t1,
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•ig~ .• 306, 317 Freud, S., 224-25
Bíeroel, \VI., 126
Bode, K., 46, 138 G.,I¡lei, G., 296
l3renmno, F., 114 Gelh, 248-49, 251
Broca, P., 247 Gaetbe, J. W. von, 308, :H6
Brod=, A., 38 Goldstein, K, 239 y sigs., 247
Brouwer, 307 y sigs., 255, 257 y sigs., 317
13ryso11, L., .316 Granee, M., 297-98
Gcrrvitcb, G., 48, 317
Caírns, D., 200 Gurwitsch, A., 119, 166-67,
Carnap, R., 165 245, 251-52, 255, 257
Cassirer, E., 239, 245, 248-49,
251, 259 y sigs., 297 Hayek, F. A., 45, 61
Cloytón, A. S., 205 Head, B., 242, 248-49
Cooley, C. H., 46, 48,282,314 J:l;egcl, G . W. F., 163, 177,
179, 181, 189
Dahlke, H. O., 43, 168, 309 Heidegger, M., 146, l77, 180-
Dempf, A., 297 81, 317
Ocscru:tes, R., J l.3•14 Hciseol;,erg, W., 234
De Waelhens, A., 175, 180, Hero¡;,el, C. G.,'71 y s.igs., 81,
189 83
Dewey, J., 36, 51, 78, 87, 94, B:endcrson, A. M., 315
98. 122, 166, 203, 291, .H7 Hilbe.r t, D ., 307
Don Quijote, 220 y ~í~. llougland, H., 316

318 3.19
Hom:ms, G. C. , 3J4, 317 Millínowsk.i, B., 297, 299 Schu12, A., 38, 45 y sigs., 65, Vígotsky, 243
Humboldt, W. voo, 242, 248, Marcuse, H ., 175, 191-92
3Q8 Morie, P ., 242, 247-48 u1, no, 138, 1.92, 199, Voegetin, E., 297, 300, 3H,
Husserl, E., 36, 39, 49, 59, 69, Maritain, J., 154 22i, 235, 281, 318 318
78 y sigs., 92, 95 y sigs., 104- M.u:, K., 163 Sbils, ;E. A., 280, 312, 318 Volka¡:t, E. K., 40, 76, 31Q
05, 11 l y si¡,,s., 117, 120 y Ma\lSS, M., 297
Simmd, G:, 48, 66, 284
sigs., 127 y ,sígs., P4 y ~Í¡ls., Mead, G. H., 48, 75, 124, 154, SmJtb, R., 297 Wa'bl, J., 175
141 y sigs., 163 y sigs., 169, 160, 169, 182, 204-05, 210, Sncll, B., 286-87, 297, 299, 318 Walthq, G., 14.3
171 y sigs., 177 y sigs., 181, 212, 263, 276,317 Spiegelberg, H., 214 Weber, M., 43, 53 y sigs., 72,
l86 y sigs., 200, 204, 211, Spinoza, B., 93 74, 76, 78., 82-83, 141, 147,
Medeau-Pont¡•, M., 40, 145, Stein, E ., 143
215, 219 y sigs., 224, 228, 24:S , 249 y s igs., 257, 317 150, 19l; 314-15, 318
233, 236, 245, 251 y ,;igs., Merton, R. K., 48, 3 1O, 317 Stern, W., 154, 158 Wcierstross, K., 112
255 y sígs., 265 y .sígs., 270, Mises, L. von, 61 Sronier, A., 46, 138 Weyl, H ., 307, 318
273 y sigs., 277-78, 28]-82, Morris, C., 261, 263, 316-17 Summer, W. G., 43, 310, 318 Whí tehead, A- N ., 35-36, 47,
285, 288, 301, 304, 3t7 61, i8, 260, 262, 283, 296-
Nngel, E., 71 y sigs., 79, 82, Thomas, W. l., 40, 76, .310 97, .307, 318
Jackson, 242, 248-49 84 Toynbee, A. J~ 297 Wild, J., 261, 263, 277
James, W., 36, 44, 48, 76, 78 1 Natanoon, M., 38, 40, 47-48, Willi•ms, R. H .. 138
86, 117 y sígs., 124, 158, 5.3, 55, 69, 78, 81, 87, 92, Wó;idwortb, R. S., 1,2
160, 166, 169, 173, 197, 119, 124, 126-27 , 130-31,
204-05, 215, 221, 23:3, 265, 147-48, 163-64, 177, 188,
278, 293, 302 y SÍJ!S,, Jl), 191-92, 206, 20, 217, 220
313, 317 y sígs. 1 232-33, 2:S4, 302
]l!Spe.ts, K , 295, 30t, 308-09, 316
317 Newton, 1., 296
Knfka, F., 260 Ogdcn, C. K., 274 1 317
Kant, E., 78, tl9, 153, 163, Ortega y Gasset, J., 14:S-46
176
Kaofmann, P., 38, 53, 61, 72, Pareto, V., 55
75, 83, 231, 317 Parsons, t., 43, 48, 53 y $lgs.,
Kierkegaard, S., 216-17, 226 141, 280, 312, 315, 317-18
Kochler, W ., 152, 158 Péguy, C., 274
Koffka, K., 1.58, 165 Piaget, J., 243
Kuhn, H., 69 PitágoJ:".tS, 120 \
Pintón, 99, 119
Landgrebe, L., 69, 147
Longer, S. K., 262-63, 289, 317 R$nke, L. von, 136
J.11.vine, T. Z., 84 Rlc:rnu-ds, l. A., 274, 317
Lcibniz, G. W., 55, 90, 93, 102 Runes, D. D., 113
y sigs., 163, 173, 177, 200, Russell, B., 165, 318
202
Lessing, T., 295 Sachs, C., 28'7, 318
Lcvy-Bruhl, L., 145, 1'8, 297 Santnyru,a, G., 304
Litt, T., 111 Sartre, J.-P., 166--67, 175, 177
Livingston, A., 55 y sigs., 186, 188 y sígs., 318
Loe!«>, J.. 104, 137 Saussure, F. de, 241
Lynd, R S., 43 Scheler, M., 43, 111, 143 y
sigs., 151 y sigs., 159 y sigs,,
Moclver, R. M., 316 171 y sigs., 185•86, 190, 237,
Macblup, F ., 70, 84, 126 243, 309, 318 '

320 321
cuerpo, 131, 145, 155, 158 y ref,;rencial, 270, 301-02., 312.
Indice analítico ,igs., 172-73, 175 y si:¡¡s., 316
183-84, 204, 209, 229. 30, estado de alerta, 202
246, 275, 281, 29,1 existencialismo, 177, 239, 251,
281, 301
d,;libe.raciún, 94, 100-01 experie.nci-a
determinismo, 90, 100 ox:lginnria, 130
disttíbuci6.n social del conoci- pre-predicativa, 92, 95, 105,
miento, 42, 4+45, 81, 31 l 121, 149, 250-51, 253-54,
absu:~cci6n, 23.9, 288, 310 Aqul y Aho.i:a, l.38, 265, 275, duela, 94 y .sigs., 106, 112 259, 288
280, 29,3, 305, 316 J14r/e, 100-01., 104, 204, 209, c:xpeciencias esencialmente ac-
accesibilidad, 1)9 ·t1.mles, 200, 230
ncción, 49, 52, 66, 80, 86_, 101, Aqul y Alll, 66, 93, l.31, 1:39, 216,223,226,233,248
145, 148, 173-74, 188, 191- exp.re_sión ocasional, 154
107, 147, 190 y sigs., 198·
99, 202 y sigs., 219-20, 228 92, 211, 275-76, 282-83, 288 efecto esp<:cular, 48
.racionJ1l, 5<f y sigs., 68-69 , 6,-ea (zona) manipulatotia, 210, efectuación, 200.0-1, 228 famiHaridad, 139,174,212,256
. 99, 107, 140 276-71, 283, 292, 2Q4 ego, 95-96, 100-01, 104-05, fantaseo (imaginad.611), 49, 51,
osor;inci6n, 266 114, 156, 165, 253-54, 280 86, 89-90, 101, 218 y sigs.,
acciones negativas. 76
acervo de co,~ocimícnto, .50, 63· asociados, 46, J38, 312 tl'llscendcnt•l, 124, 164, 237 232, 264, 267-68, 299
64, 66, 90, 139-40, 147-48, stenci6n, !15, U8, 224, 253 cidos, 123,252,255 Eenóme.oo, 116-17
212, 214. 275 attcntiorl a /q vie, 201-0'1, 217, ejecntar, 201, 212 y sigs., 217• fenomenología, 85, 111 y sigs.,
225, 228, 248, 258 18, 224-25, 237 122, 126-27, 143-44, 186,
-;1ctirud
abstr11ctn, 240-41, 248 aut0tipificaci6a, 81, 150 elecci6n, 99-100 214, 2:36 y sigs., 252-53, 281
categorial, 2.52 empat!a, 158, 164, 188, 192, constitutiva, 1281 130, 140,
(011Ciét<\, 240,41, 248, 2,52 rnmJ?Os· (Zenlrtn), 138 281 142,150
natw:al, 115,16, 126, 128, cenero del mundo social, 62, 64 empirismo lógico, 75 rrosa:ndenta.l, 128 y $ig,¡.,
136-37, 140, 146-47, 150, comportamientc:>, 200 enclave, 227, 276 142,150,163,171,237
165, 198, 205, 209-10, compr-ebensi6n, 285 endngrupo; 310, 316 fíat vé:>lunlario, 86, 88, 102,
213, 216, 228, 234 y sigs., comp1eosi60 ( vfase • V erste• enf.oqoc eidético, 122-23, 137, 104,219
275 ben») 143, 255 Eilosof.la fenomenológica, 124 y
acto, 49, 101, 153 y sigs., 202 comunicaci6n, 287 y sigs., 308 enunciados obvios, 4 3 ·~·-· 127 141-47
y,;igs. inclírccta, 218, 226, 235-36 «envejece, junros», 49, 207, formalización,
actos es@cialmente sociales, 157 conceptos, formación de, 71-72, 284 frusttaci6n, 96
316 epo¡~, 129, 131, 214, 216 y funciontilismQ, 82
afasia, 242, 247-48, 2:íO, 259
conductismo, 38, 73, 75, 79, slgi¡., 230 \
ajenidad1 138, 174, 212
ámbitos de sentido, 216 y sigs., 165, 199, ilO, 28;1. de la actitud natuial, 214, Geirtcswissenschaften, 127
237, 293, 302 y sigs., 307 y conmoci6n, 216, 306 218 génesis, 115
sigs. conocimleoto esc1ltura cifrada, 308 geomctJ:Í", 1.33-34
*"ºnimia, ns. 146,· 149, 212, a máoQ, 49, 198 esencia, 122-23, 136, 152-53 G•samtperson, 144, 160
312 -po¡: u:ato directo y conocí• e$feta guestalt, pslcologla de la, 119,
ansíeda(l, 228, 230 miento ·ácerca de, 44, 76, egol6glca, 150 124, 242
unttopologfu .filosófica, 144, 278 mundrui,,, 115-16, l71, 191,
150, 265, 296, 316 constitt1ción, 120-21, 124, 132- 237 hablo. interior, 242 y sigs., 259
apareruniento ( véase «apre's cn.. 33, 162-63, 178, 294 ,:educida:, 115-16, 139, 150 blstoricidad, 136, 1.3!!, 149 y
taci6m•) construcciones uasceodental, 131, 136, 237 sigs.
ape,:cepci6n analógica ( véase científicn8, 37 y sigs., 82,83 esquema «homo faher», teoría del, 152
«aprcsentaoi6n») del sentido común, 36 y sigs., aperceptual, 269, 292, 316 homúnculos, 65-66, 70, 83-84,
aprese.ntntj6n, 131-32, 149, 76 y sigs., 81-82, 84 aprescntociooal, 270 y ~igs., 165, 235
187-88, 265 y sigs., 290, de objetos de pe11samiento, 292, 312, 316 borizÓnte, 69, 80, 95,118,121,
302, 310, 313-14 38-39, 60-6¡ contextual, 270 J 40, 149, !66, 198, 2}1, 253
contcmpoi:áneos, 45-46, 64, inte,;pret«tivo, 270,292,301, y sigs., 265, 267-68, 276,
simbólica, 290, 296 y sigs.,
309 y sigs., 312, 316 149, 208, 284 312 293-94

322 323
-
id<:alismo, 112, 119, 246 al á!ronce, 27'§ y sigs., 290 y prede~esorcs, 45, 64, 138, 149,
idealización, 141, 147, .310 reglas de proccdin,ieoto, 38
sigs., 313 208,284 reladón
impulso emocionnl, J.51 de fa vida, 78-79, 127 y sigs., presente
inauteo.ticidad, 146, 180 «cara ~ cara», 46, 76, 207-
132-33, 135 y sigs,. 143, especio.so, 169, 257 -58 08, 282 y sigs., 312 y sigs.
indagación, 78 149->0, 164-65. 228-29, vivido, 170·7 J, 204, 206-07, de sintonía, 192
'indeterminismo, 90, 100 235, 253 233
indicación, 260, 2 78-79 Nosotros, 53, 58-59, J.08,
principio l7 t, 189, 22.3, 2.34, 283-
infetem:ia, 158 naturaleza, 156-57, 29.3·94 de continu.idad, 84
insbolte, 216, 306 84, 313-14
natural.i.,,,no, 75 , 84,136 rruu:ginal, 99 rc.~uciones ap.tcsen tttcionales,
irudigenda ptdctica, 151 naema, 117-18, 178 ptobabiU,fad, 59, 96-97, 104 272 y sigs., 277, 312-13, 316
inteadonalid•d. 95, 114 y sigs., noesis, 117-18 proposiciones protoeolares, 7 5 relativismo, 130, 1.50
1J7, 145, 187, 224, 232 grot~ntj(íg, 119, t69, .258
interés, 93, 98, 140 repl'esen~:;1ción • .315
objctivis.mo, 135-36 proyecto, 49 y sigs., 57, 66, 80, resi:stel'lcia., 275
interp¡:etación subjei;iva del SCn• 86-87, 90•91, 99.ttOl, 106, retención, 119, 169, 258
tido, 52-53, 60-61, 80-81, objetos
141, 147, 150, 314-15 )denles, 119-20 147-48, 200.01, 220, 230, rol •!lCial. 150, :no, 280, 312
imaginados, 12.3 275
intecsubjetividaél, 41, 121, 124, ¡,sicoan:ílisis, 224-25 salro, 217, 228, 230
132-33, 139, 146, 150 l' observación st.nsorial, 75-76
observador, 54 y sigs., 62 y psicologfo sed.¡,;.entación, 93, 134, 139-40,
sigs., 155 y sigs? 162, 165, empf;ku, 156, 171, 174 225, 250
175, 237, 264-6.5, 279-80, sigs., 107-08, 140, 228
OJ)Ctll.cionalismo, 121-22 experimeot-.tl, 156 semánrlcn, 119-20
300, 305, 309 y sigs. fcnomenológjCll, 122, 124-25, ,;e,,tido, 199
trascendental, 132, 150 origen de coordenadas ( punto
cero), 1.32~ U8 y sigs., 148- 171, 174 ser-con (Mitscin), 180
intimidad, 138 y sigs., 149, inteo.cioD111, i40
49, 209, 211, 229, 275-76, «sí-mismo», 154-55, 159-60,
212, 314 t=ndeotal, 156 16.8 , 224
282,298
o.rigen social del conocimiento, psicologismo, 130 sígnificatividad, 40, 64, 8.3, 87,
Lcbenswelt ( veas,; «mundo de «puedo volvc.r • hacerlo,., 49. 107-08, 140, 150, 192, 213-
la vida») 42,44,81
or.las, 118, 1211 244, 311 50, 57,147, 211,.277 14, 228 y sigs., 257 y sigs.,
Jlbrc variación, 252, 255 284, 288, .309 y sigs,, 316
lógica formal, 121 Otm Gcnern!;;.odo, 182
realidad SÍg¡'IO.., lÍ9-20, 149,260 y SÍS". ,
lo presupuesto, :n. 62, 91-92, eminente, 213, 216-l7, 219, 27l--72, 279, 281, 286-87
107, 280, 291, 294, 309-10 paradojas, 236 y sigs. 238, 265, 287, .304 y sigs., símbolos, il9, 149, 244, 259 y
par.afasfa, 247, 2.59 316 sigs., 271-72, 284, 295 y
manifestación, 285-86
,r1athesis universaüs, 120
paralellsroo psicof.fsico, 161-62
pautas de cutsos de acción, 65,
socinl, 741 79-80
realidades m6ltiples, 197 y si¡¡s.,
sigs., 305, J 14 y sigs.
sfnlesis, 117
.
\
mcm,o.cia asociati,va, 151-52 68,69, 83 265, 293, J 02 y sigs. situacilln, 191, 294
ro6todo fenomenológico, 11.3, pensamiento ch!no, 297•99 realismo, 112, 175 y sigs., 246 biográfica, 40, 47., 64, 80,
129 persona, 144, 1.52 y sígs. ieciprocidad
mirada (1., regcd), 181-82
modnlizacionces del juicio, 95,
peso negativo y pos.ftb;o, 74,
102, 106, 281
de motivos, ,1
de petspectivas, 42-43, 56,
93-94, 98, 107-08, 265,
280, 284, 288, 309
cientfüca, 61, 63, 83, 108,
105 Pitágoras, teorema de, 120 81, H8, 282-8.3 141, 22.8 , 2.31, 306
modelo, 61, 65 y $igs., 83-84, poner entre paréntesis, 115-16 rcducci6n definición de la, 40, 99, 191,
235 posibilidades eidética, 252, 255 :?94
modificación de neutralidad, abiertas, 95 y sjgs., 101, 148 fenomenológica., 115-16, 122, socialidad, 216, 235, 238
147 p_roblemácicas, 95 y sigs., 148 128-29, 137, 142, 144, socialización, 81
IQOtÍ.vo, 49, 80-81., 8a-89, 230, pos<ulado 164, 2;30 sociolog{a
277, 279, 284-85 de adecuación, 68 trascendental, 116, 163, 280 del conocimiento, 43, 64,150,
«para», 50-51, 88-89, 93, de coher:encí:t lógica., 67, 84 y sigs. 15.5 y sigs.
104, 107-08, 206, 220 de la interpretación subjeú- tclerencia aprcsentacional, 290 geneml, !40
«porque•, 50-51, 88-89, 93, va, 6 7, 82 y sígs., 296, 301, 309 y sigs., ·&>fistas, 99
108, 206, 220 practicabilldad, 91-92 .312-13 solipsismo, 128, 130, 157, 163,
mundo, l.31 y sigs·. , 198-99 pragmatismo, 122', 202, 7.48 reflejos, 200 165, 178-79, 188 y sigs, 193

324 325
,ttbjetivid,,d rrasccndcntal, 128 tipos, 149-50, 235
y sígs., 163, 168, 178, L86 y esenciales, 256 Indice general
slgs. ideales, 73, 81, 142
sucesorts·, 46, 64, 138. 149, no esenciales, 256 y sigs.
208, 223 y sigs., 285 trascendencia, 293, 300-01, 3 l3
sueños, 264 y sigs.
trasrornos del lenguajé, 239 y
ceorfa científico, 227 y <Sigs. sigs., 246 y sigs.
reacias, formación de, 74, 84,
.no, 316 unidad de i.s dencias, 84-85
7 Prólogo
tesis ge11er11l, 1.39.40 univeiso matemático_. 1.>4-.35,,
-296 11 Nota dcl c-ompilador
Thom•~. teorema de, 310
tiempo, 87, 99-iOO, 169-70, 1.5 Inttoduccióo, Maurice Natanso11
l9J, 203-04, 206, 216, 222- Verstehtn, 77'78, 82 . 141
23, 225-26, 232,.;n , 284 , •· vida lostintiva, 151 .3.3 Pri¡nera parte. Sobre la metodologfa de \i'S--cii;.Qcias ,.....
volición, 102-03 socinfos
289
osp•cializado., 100-01 ~'
interior ( véose «durée.} «y as{ sucesivamente», 147, 2ll 35 l. El sentido común y la. iotetprctaci6n científica de la noción '
tipificación, 38-39, 80-81, 91- -« Yo» i «Mí», 204-05, 208, humana
92, 218, 2.39, 254 y sigs., 2.33.34 71 2. Formación d.e conceptos y teorías en las ciencias sociales
288-!!9, 309 y sigs., 31.3 86 }. La cl=ióo eou:e diversos proyectos de acción -
tipologla, 141 Wesensschau, 113, 122
J.09 Segunda parte. La fenomenología y las ciencias sociales
111 4. Coaceptqs fundamentales de la feoomenologfa
126 5. La fenomenología y las cie,;,ci;is ,;c,clales
l<i3 6 , Importancia de lfos=l l>"" las ciencias sociales
151 7. La teoría de la intersubjetividad de S<lhcler y la. tesis ge-
neral del «altcrego:o
175 8. La teoría sarucana dcl .:altecego»

19.5 Tercera parte. Simbolo, realidad y sociedad


\
197 9. Sobre las rcnlidades mi1Jtipl.c,;
•1 239 10. El lenguaje, los crasrornos del lenguaje y la tc,mu., i de
la conciencia
260 lJ . Sl'.mbolo, cealJdad y >'Ociednd

317 BlhUog«lffa eo castel.lano


319 J.ndice onomástico
'.l22 Indice analítico

}26
327
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Gldto [()ntteu.y li:rnetrl Gl'llf1.1.1r , t:(Jnr¡J4 ., Populi!tnlO. Sus sii,.>nificados y t;.?1'1\t.liC:ÓSÜ-
<.U:S nucionu1cs
\.yt(l~t.ll1$ /;((.l.tl(1li..&, l...a ex1>fflaión artístico. Un estudio sociológioo
Sa,n~J _l\'7fiut}1w.r. t'Qnt¡,., l;:l (';Sl.ud.iet <lo l.o.s S-OciodadP.S
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Hl'ittn ,\,(. &ir,:,,, 1-,<,$ Sociólogos. lo.r; eco,no,ni:sl.u¡; y la domoornci:t Joh.n Alr;l<,.1uU?y, 'NJ)(llor,1'o co,,gtn1~t,i\la y t...ioóa 1:iOCiul
'Rein.hard JJ~ndt'x, ai1ax Vv'cb(u- James ll. ,Vehe/., El míto de la clruie.gobemt'lnt,,: Caetauo ArloíK:11 y La ..e:u~..
Reinlwrd Dendi.x, &t,do nacional y ciud:i(lnnCa Un,l>erlo Me/.Qtti~l\:lnrx y <il Throcr ~Ju.ndo
Ollver Den.son.. El Laboralorio de ciencia poi itics R,<Jt,,-:ri M iclw.ls, L<>s p3rlillos poüticos, 2 voh;.
Pcittr l., &rgtlr, cómp•• b(.irxiscoo )' #J<:iolOb,.¡ª· Perspcctivns d ei:idc Eul'Ot-)11 ~rie:otuJ Rabet·i Nix/Jei., La formación del 'wosomi<Jnlo &ot:iológiro, 2 vol!t-
P«t.tl' J... Rt>.rae,,~y 1'honu.:l.::f J~1';11(J.111\, l..,a ron!it.r.uc;ción socia) de La realidad Thl<.-ott Pars.o11s, Roberi "Jo~ Bales y Ed.Jit(UÚ. A. Sltif.!¡. Aoo.nW.s 50brc la tcnrf:i de 1~
Noniu.tn Birnbauni, La Gri.lils de la sociedarl indoatri.:d i:u:ció1.¡
liubert M B/..uJ.ock., lntrod..ucción a Ja Ulvestigucidn 1:>9cioJ ,foh.1"1, ~ . Pr'(lble:o)as íuüdo..tt'le.nt.."Uos do lo teu.riu &ociológica
Wa Boltt,.11slti, EJ Atoor y J:o Justicio. ootuo Cúmpotoncias. 'frcfl cn~~·M i.:te so,;iolo,gía AJfr...'ll. .Sc.hu.h, E l proble.Ql a de Ja r'Ct'lidnrJ eocinl
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A{ú:hl!l Crookr, .Lo i.ótiedad bloqueada Clt<Vk$ A. ,wc,u,Jta. J..D. culbut·u de l:t pob1'ei.\. C:rítiyt Y,CQfltHtf)rol)UC?S~
Dttvid li(ltJto,•• B~u.eo..1a pa..ra c-1 OL'l.áUsi.s poliLfo<> Jem1 Viet, Los métodos e1:1t.-r\,lctt.:1rnlistaa en hu; ciencias sociales •\
/)a11id itatflóu.., comp., Eníoqu~ 81,)hl"(! lOOr'Ítl 1'M)Hdi:u Max l''eber. Ensa)'o:; sobre mcbodo1óg(a sociológ:iea
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Nick SteueÍ1S01t 1 Cult:u.ra$ m<~iáticas. 'Too.ría social y como_1_Ucar:ión ma-
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Eli:;eo Ve,-óri. Cooducta. c$t.(uctura y comun·i eaci6'11.. Escr ito!:! te6ri.~OM
l959·1973

Obra en preparación

Rogcr SUuer~tone., ¿Por qué cs·t udiar los rnedios?

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