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“La historia que he tratado de contar (o que trataré de contar), ya ha sido contada
más de una vez, por más de un mensajero; es siempre la misma historia; y yo, a
mi vez, no hago más que transmitirla (...) Claro que todas las experiencias no
están hechas para encontrar su expresión en la palabra. Hay algunas que se
transmiten de un ser a otro, al nivel del murmullo y del silencio, por la mirada o
¿por qué no? por la risa (...) El relator no busca de ningún modo enseñar ni
convencer, sino acercar, crear nuevos lazos” (Elie Wisel, Retratos y Leyendas
Jasídicos)
CUESTIONES METODOLOGICAS
Antes de seguir adelante en el estudio de la Historia de la Iglesia, conviene
considerar las siguientes indicaciones.
APORTE 6
LA REFORMA LUTERANA
APORTE 7
2
APORTE 8
LA HISTORIA DE LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA EN EL SIGLO XX
Aunque la manera de estudiar este módulo puede variar de acuerdo con los
diferentes contextos de estudio, te doy algunas sugerencias que pueden ayudarte
a lo largo de tu investigación:
El contexto general del siglo XVI lleva consigo los rasgos del pasado y, al mismo
tiempo, el sabor a novedad y cambio. España había exportado la cultura en otro
continente, y abierto el mundo intelectual y religioso, hacia nuevos y profundos
cuestionamientos sociales y éticos.
En el ámbito económico, emergía una nueva clase social, aun el mundo tenía
todavía un ritmo y una mentalidad campesina. Se trata de la clase de los
mercaderes, la que podía moverse con mucha facilidad dentro de esta nueva
geografía. En la vida cotidiana el dinero comenzó a tener más poder que los
bienes; el centro de la economía cambió y eso favoreció el nacimiento de otros
protagonistas de la economía: los prestamistas. Queda claro que el sector más
afectado –en el sentido negativo- por estos cambios económicos y sociales, fue
precisamente lo de los campesinos. Se trataba de un sector siempre más
desamparado que desde tiempo (desde el feudalismo) arrastraba pesadas
injusticias. Desde este sector nacía un grito de reivindicación que el espíritu
luterano de la reforma, supo escuchar y recoger, mientras la iglesia oficial estaba
ocupada en otros asuntos.
“Al comienzo del siglo XVI la Europa occidental aún sostenía el principio de una
iglesia unida, el cual descansaba en una jerarquía muy elaborada, con el papa a la
cabeza” (ARTURO PIEDRA, JOHN KATER, JAIME PRIETO, Historia de la iglesia
(II), San José de Costa Rica, 6).
No hay que olvidar que el poder espiritual que la iglesia ejercía sobre los fieles era
muy fuerte, así que podríamos hablar de un verdadero poder espiritual y teológico
sobre las consciencias (indulgencias, penitencias, limosnas....todo para obtener la
salvación). Esto, será uno de los aspectos que Lutero recogerá e interpretará
como algo totalmente antievangélico poniéndolo sobre la mesa de la reforma.
En 1501 Lutero logra entrar en la Universidad de Erfut , uno de los más famosos
centros de estudio de Alemania. También ese ambiente universitario era
estrictamente vinculado con la iglesia (los profesores gozaban de privilegios
eclesiásticos o eran monjes).
En estos ámbitos de estudio “Se vigilaba para que no se propagaran las ideas que
cuestionaban la vida y la misión de la iglesia. A pesar de esas restricciones, los
estudiantes eran expuestos a pensamientos muy variados.” (ARTURO PIEDRA,
JOHN KATER, JAIME PRIETO, Historia de la iglesia (II), ob. Cid. 20)
La búsqueda intensa para lograr una relación profunda con Dios, hizo que Lutero
entrara a la vida religiosa en una rama de la Orden de los Agustinos, los cuales, ya
conocían intentos de reforma: los ermitaños. Fue precisamente en esta corriente
reformada de los Agustino, que Lutero consagró su camino de búsqueda.
Sin embargo, este paso no fue inmediato. En un primer momento, Lutero recoge
con profunda indignación lo que ve en el contexto Romano, lo guarda dentro de sí
y lo piensa y elabora, volviendo como docente de la Universidad de Wittemberg.
Su postura será siempre más crítica con la iglesia oficial.
Los primeros escritos son críticas a una metodología teológica nacida en la edad
antigua o medieval: la “escolástica”. La crítica vertía sobre todo sobre la
perspectiva del misterio de la gracia que la escolástica había dado, sin embargo,
no se trata sólo de una crítica doctrinal sino de algo más profundo: una verdadera
propuesta teológica. La crítica principal, verte en torno a un estilo de vida cristiana
siempre más alejado de las fuentes evangélicas. Lutero, en su viaje a Roma,
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había contemplado un cierto tipo de iglesia marcada por antiguos privilegios, pero
también había visto un contexto socio-económico afectado por la ignorancia y la
pobreza. A esto se añade su camino de madurez espiritual que lo lleva a
solidarizar con la mayoría del pueblo, es decir, con mujeres y hombres
considerados simplemente destinatarios de una doctrina, pero nunca
protagonistas en el camino de fe.
Podemos decir que la gota que hará desbordar el agua, fue la cuestión de las
indulgencias.
Indulgencias se llamaba una costumbre que la iglesia había adoptado como algo
fundamental con relación a los pecados y las relativas penitencias de los fieles.
Comúnmente se trataba de una práctica decidida por el sacerdote y no por la
comunidad, contrariamente a lo que se vivía en los tiempos de las primeras
comunidades cristianas. Era el sacerdote que decidía que penitencia que había
que aplicar a cada quien iba a confesar su pecado. Desde el Siglo VII se había
desarrollado este sistema penitencial, donde los fieles podían pagar con dinero o
con peregrinaciones a una iglesia, su remisión de los pecados. En la edad media,
a estas praxis, se añadió oficialmente la lucha para la liberación y conquista de la
Tierra Santa. Participar a la Cruzada, procuraba a los fieles el perdón de sus
pecados. En el siglo XV se piensan oficialmente nuevas formas para perpetuar
todo eso, hasta que la remisión de los pecados se volvió realmente un negocio. La
misma teología se articulaba en función de esta praxis sacramental de la iglesia,
hasta elaborar una verdadera doctrina sobre el “Purgatorio”; “lugar” o “estado de
vida” de los muertos pecadores que permitía a la iglesia proclamar una indulgencia
también para los difuntos. Esto llevó los fieles a entrar en un verdadero negocio
para salvarse y poder salvar sus parientes difuntos. La salvación aparecía como
algo que se podía comprar y, por consiguiente, vender.
Lutero en Roma había visto sobre todo esta praxis, con graves consecuencias en
la vida de los fieles, pero también en la vida del clero, y de su representante: el
papa. En 1517 se publica su crítica abierta a la iglesia sobre las indulgencias. No
hay que olvidarse que Lutero en Wittemberg no era sólo docente de teología sino
párroco, y esto significa que tenía una experiencia pastoral muy real. El sabor que
la práctica de las indulgencias dejaba en los fieles, Lutero lo palpa en el contacto
con sus fieles.
Lutero comienza a predicar en contra de esta praxis eclesial que sólo llevaba
beneficios económicos a la iglesia o a los príncipes, pero alejaba los fieles de su
verdadera relación con Dios.
A nivel de iglesia universal este tráfico de indulgencia servía para la realización del
proyecto y de la reestructuración de la Basílica de San Pedro en Roma, bajo la
voluntad de León X, el papa que, en el tiempo de Lutero, continuó esta obra de
reestructuración.
De tras de todo esto está también el nuevo estilo económico que la época había
inaugurado: los financieros que prestaban dinero con interés, jugaban un papel
importante entre la sociedad y la iglesia. La misma iglesia, muchas veces,
solicitaba préstamos para realizar proyectos arquitectónicos, o guerras. En este
negocio, la iglesia ofrecía indulgencias a las familias ricas que manejaban todo
este proceso.
“El juicio se llevó a cabo en Habsburgo en 1518. Allí Lutero tuvo que enfrentarse a
un cardenal de nombre Cayetano, que tenía fama de ser enérgico que al parecer
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En junio de 1520, sin embargo, llegará la excomunión oficial, por medio de una
nueva Bula de León X con el título Ex surge Domine, donde se ordenaba también
quemar los escritos de Lutero. Se le dieron 60 días para retractarse pero Lutero
no lo hizo y escribió un pequeño libro a la nobleza cristiana en la nación Alemana
acerca del mejoramiento del Estado cristiano.
A partir de ese momento Lutero viene considerado y tratado como hereje. Pasará
un año retirado en el castillo de Wartburg en profunda soledad, tanto que su vida
saldrá afectada, pero su teología saldrá siempre más inspirada.
Los cambios se notaban sobre todo en la liturgia, en las celebraciones donde los
laicos se volvían protagonistas. Lutero volvió a Wittemberg, su teología se iba
definiendo siempre más, acompañada por la lectura constante de la Biblia
modificando la comprensión religiosa de su época, haciendo que el cristianismo
vuelva a ser vivencia de los fieles y no simplemente doctrina.
La ruptura con la iglesia oficial, fue también ruptura con su opción de vida
monástica. En Junio de 1525, Lutero se casó con Catarina de Bora. Así escribía:
Falleció en Eisleben, su ciudad natal, en Febrero 1546. Por orden del príncipe
elector, Lutero fue sepultado en la iglesia del castillo en Wittenberg.
Las críticas de Lutero sirvieron para redespertar sueños, para devolver la palabras
a los/as a que les había quitado y para acercarse a una vivencia eclesial diferente.
Katharina es testigo de esta novedad: ella misma narra que desde niña, formó
parte de círculos de mujeres, espacio de actividad y reflexión, dentro de la
comunidad eclesial urbana. En estos círculos, el mensaje que Katharina aprendió
revela matices luteranos muy importantes: la profundización de la fe y un tipo de
vida ascético de mortificación de la carne, que ciertamente revela una cierta
imagen de Dios. La que –según algunos historiadores- llevó Katharina, en su
juventud, a un cierto grado de angustia existencial (Cf. Zorzin. P. 231).
Una vez que este perfume se emana en el aire, muchas/os toman la palabra y
esto es lo que hace que la Reforma y lo que estructuralmente se concretiza en las
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En medio de las diferencias hay algo que sigue común entre esos diferentes
grupos y representantes: la crítica a una iglesia corrompida por el poder, sus
privilegios y ambigüedades en las cuestiones políticas. El sentido profundo del
misterio de la gracia que se vislumbra también en el misterio de la cruz; la
participación comunional y no jerarquizada de los creyentes, hombres y mujeres
bautizados; la vida en comunión como sacramento verdaderamente eucarístico y
la vivencia ética, abre el camino de la reforma.
Tauler, místico alemán del 1300) con la cual Müntzer se aleja de todo
planteamiento autoritario y conservador. Sin embargo, afirma que las Escrituras
han de interpretarse con la asistencia del Espíritu Santo, sin el cual no son más
que letra muerta e insensible para el creyente. Tal penetración (pneumatología)
sólo se manifiesta en los elegidos, es decir, en aquellos que por mediación del
sufrimiento han logrado una ascesis mística. El pueblo, los campesinos
depauperados, los que sólo conservan la esperanza – los anawim bíblicos- serían
la clase privilegiada para la recepción del Espíritu Santo.
cristiana-, que alcanzaría enseguida una gran difusión; y por otro, llegó a Ginebra,
en donde la creciente comunidad protestante le pidió que se quedara para ser su
guía espiritual. Calvino se instaló en Ginebra, pero sus autoridades le expulsaron
de la ciudad en 1538 por el excesivo rigor moral que había tratado de imponer a
sus habitantes.
La lucha por imponer todas estas innovaciones se prolongó hasta 1555, con
persecuciones sangrientas, destierros y ejecuciones; después, Calvino reinó como
un dictador incontestado. Ginebra se convirtió así en uno de los más importantes
focos protestantes de Europa, desde donde irradiaba la Reforma. El propio
Calvino se esforzó hasta el final de su vida por hacer proselitismo, extendiendo su
influencia religiosa, especialmente hacia Francia.
Unir la estructura eclesial a la praxis histórica temporal, significó unir dos sujetos
históricos: comunidad creyente y comunidad política, puesto que los principios
religiosos debían inspirar no sólo los cristianos sino la esfera del estado. Su
perspectiva ética fue muy exigente y estricta, algo que para Calvino, nacía de las
mismas exigencias de una iglesia totalmente reformada.
Frente a este panorama y dentro de estos profundos cambios, las reacciones por
parte de la iglesia de Roma fueron principalmente dos: defensa con relativa
excomunión de los “protestantes” e intento de reforma, o, como muchos la
llamarán: contrarreforma.
La influencia de esta nueva imagen de iglesia, penetró sobre todo allá donde la
reforma luterana no había logrado su objetivo. Alemania conoció nuevos impulsos
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del catolicismo dados sobre todo por el jesuita Pedro Canisio (1587), con una
nueva versión del catecismo, en una edición popular y su predicación.
Estos y otros intentos e reforma en el área católica, fueron preciosos para poder
asegurar la continuidad y recuperar un sentimiento de autenticidad en todos
aquellos ámbitos en que la experiencia eclesial se había vuelto muy ambigua.
hace más ecuménico; ellas y ellos no fueron los defensores de una doctrina sino
las y los amantes del sueño evangélico de “otro mundo posible”.
TEXTO DE LECTURA N. 2:
Jesús crítica todo lo que dentro de la religión esclaviza, aliena, mata. Critica las
tradiciones deshumanizadoras. Cuestiona lo que no contribuye a la liberación de la
persona, como la práctica de la ley, del templo, del sábado, etc., porque no va
acompañada de la práctica de la justicia. Corrige las leyes que priorizan el
cumplimiento de los reglamentos sobre la atención al ser humano necesitado. En
la crítica de la religión, Jesús se adelanta en muchos siglos a la crítica moderna de
la religión que van a hacer los llamados maestros de la sospecha.
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Pero la radicalización del proyecto termina por romper con la tradición religiosa del
judaísmo y, después de Pablo, los teólogos y los diferentes dirigentes de la iglesia
van a presentar el judaísmo como adversario del cristianismo. Lo que supone una
perversión del proyecto originario del judío Jesús.
Un segundo corte que me parece importante para este tema es el que se refiere a
la Reforma Protestante en el siglo XVI. El fenómeno de la Reforma va precedido
por una etapa de pre-reforma y es seguida por la etapa de Contra-reforma
católica. Ahora mismo estamos en plena Contra-reforma. La Edad Media es un
constante fluir de movimientos de reforma, que coinciden básicamente en los
objetivos, los proyectos y las propuestas.
Otro de los objetivos era el protagonismo de los seglares en los distintos campos,
sobre todo en la predicación del evangelio, a partir de la igualdad de todos los
cristianos y cristianas por el bautismo.
¿Cuáles son los principales cambios que implica la Reforma protestante para el
cristianismo?
Pantocrator
Hay un texto de Juan XXIII que es muy poco conocido y apenas citado donde, a
mi juicio, está la clave y la base de las distintas Teología de la Liberación y de la
opción por los pobres. En un discurso pronunciado el 1de septiembre de 1962
afirma: "La iglesia de Jesucristo es Iglesia de todos, pero para los países
subdesarrollados es la iglesia de los pobres". Este texto estaba marcando la
orientación a seguir por el concilio, pero pocos fueron los padres conciliares que
siguieron por esa senda. Uno de ellos fue el cardenal Lercaro quien, en un
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memorable discurso pronunciado en el aula conciliar, afirmó que los pobres son
los verdaderos sujetos de la evangelización y que la opción por los pobres era la
que debía seguir el concilio. Pero muy pronto los obispos se olvidaron de esa
orientación y centraron sus debates en torno a otras dos cuestiones, también de
gran interés: la renovación interna de la iglesia y el diálogo con el mundo moderno.
Y ahí hicieron importantes aportaciones. En el orden interno pusieron las bases
para la democratización de la Iglesia. Con el paso del tiempo, ese programa se
quedó en papel mojado. Nunca llegó a producirse el "cambio estructural de la
Iglesia", por el que abogaba el teólogo Karl Rahner en un espléndido libro con ese
mismo título, que sigue teniendo la misma vigencia que cuando lo escribió hace 30
años. Durante el actual pontificado se han reforzado las prácticas autoritarias y la
estructura jerárquico-patriarcal de la Iglesia y se ha olvidado la primavera eclesial
del Vaticano II
ofrecer algunas de las líneas por donde debería avanzar la Reforma de la Iglesia
hoy.
En el haber de Juan Pablo II hay que citar las encíclicas sociales innovadoras
Populorum Progressio y Octogesima adveníens, pero en su debe hay que colocar
la Humanae Vítae,(la escribió Pablo VI) que publicó en contra del parecer de los
propios asesores como Häring que le disuadieron de hacerlo, o la famosa frase
ultramontana "el humo del infierno ha entrado en la iglesia".
Hay que dar, por tanto, contenido concreto a la democracia en la Iglesia. Y este
contenido se traduce en las siguientes prioridades:
Crear un tejido comunitario de base. El tejido comunitario de base está hoy muy
debilitado, mientras que crecen numéricamente y se refuerzan los nuevos
movimientos religiosos neoconservadores de tendencia espiritualista
(neocatecumenales, Comunión y Liberación, Legionarios de Cristo...) ¡Y no
digamos el Opus Dei, que controla el escenario del catolicismo oficial. Es
necesario seguir creando redes comunitarias cristianas de base comprometidas en
los distintos ámbitos de marginación y exclusión. Hay que cuidar, alimentar,
incluso mimar, las redes que ya existen. Pero no podemos conformarnos con
mantener lo que hay. Hay que buscar nuevos espacios donde puedan surgir
tejidos comunitarios con savia renovada.
Esta igualdad radical implica eliminar las oposiciones sobre las que se estructura
hoy la iglesia. Primero, la oposición clérigos-laicos: la existencia de clérigos remite
derechamente a la existencia de laicos como subordinados; la existencia de laicos
remite a la existencia de clérigos como los que protegen los derechos de los
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laicos. Y eso es una trampa, porque los clérigos ni conceden los derechos ni los
protegen, sino que se apropian de ellos y se los arrebatan a los cristianos y
cristianas. Siempre he estado en contra de una teología del laicado, porque remite
a una teología de la clerecía. La oposición clérigos-laicos debe ser eliminada
porque genera en si misma dependencia y subordinación en los llamados "laicos",
y ser sustituida por el binomio comunidad-ministerios.
que se establecen en el evangelio con una radicalidad inusitada. Jesús dice que
no se puede servir a Dios y al Dinero (Mamóm, con mayúscula: el dinero
convertido en ídolo). En el evangelio no hay una sola prohibición que impida
disfrutar del cuerpo, de la sexualidad, del amor.
La reforma de la iglesia tiene que hacerse desde la perspectiva de género. Sin ella
tendríamos una iglesia reformada, democrática, abierta a la modernidad,
comprometida con los pobres, pero en definitiva ¡patriarcal!, donde el ejercicio del
poder, la interpretación de los textos, la razón teológica, la verdad serían
detentados por los varones conforme a la lógica androcéntrica, considerada el
canon de toda lógica.
El análisis de género se utiliza hoy en todos los campos del quehacer humano, del
saber y de la ciencia, la política, la economía, etc. El fenómeno mismo de la
globalización es objeto de estudio en clave de género, para demostrar que la
desigualdad que genera afecta más a las mujeres que a los varones. En el XXII
Congreso sobre de Teología CRISTIANISMO, GLOBALIZACIÓN hay una
conferencia que lleva por título "Globalización y desigualdad desde la perspectiva
de género". Los estudios del PNUD sobre pobreza y desarrollo hace tiempo que
han incorporado ya la categoría de género.
Todos los atributos que la vieja teodicea y la teología tradicional aplicaban a Dios
eran atributos de varón: todopoderoso, omnisciente, creador, providente. Jesús es
el hijo varón del Padre Dios varón y sólo puede ser representado dignamente por
varones. Los títulos que se le aplican a Jesús son relacionados con el poder de las
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varonías. Las fiestas en su honor también: Cristo Rey, con la que se cierra el año
litúrgico, Jesucristo de Sumo y Eterno sacerdote. Y así sucesivamente.
Entre los caminos adecuados para la inclusión cabe citar, en primer lugar:
el respeto a las creencias de los demás, el diálogo entre los creyentes de las
distintas tradiciones religiosas, la oración en común, el trabajo conjunto en
proyectos de cooperación desde el criterio ético de la opción por los excluidos, que
está presente en todas las religiones, el debate teológico, etc. Existen ya
experiencias muy granadas de espiritualidad interreligiosa, de teologías macro-
ecuménicas, de colaboraciones conjuntas en el terreno social, etc. Sin embargo,
ése no es el camino seguido por el Vaticano, que condena a los teólogos, teólogas
y comunidades cristianas que viven su fe cristiana y trabajan intelectualmente en
dialogo con otras culturas y otras religiones.
Creo que la reforma de la iglesia del siglo XXI no tiene que venir ni de Roma
ni de Wittemberg. Ha de hacerse desde el mundo de la exclusión en toda su
amplitud: social, cultural, étnica, religiosa, de género, que es el lugar social
prioritario de los cristianos. Y tiene que hacerse junto a y dentro de los
movimientos que luchan contra la exclusión: movimientos sociales,
movimientos de resistencia global, movimientos de derechos humanos,
movimientos sin tierra, movimientos indígenas, etc.
http://www14.brinkster.com/gustavocp/sinesis/Conftamayo.htm
Objetivos:
Sin embargo, aun dando un buen empleo a las riquezas monacales, los monarcas
no pudieron evitar el impacto negativo de su política en las comunidades locales
donde radicaban los conventos ni la enorme pérdida cultural que supuso la
dispersión de sus ricas bibliotecas. Asimismo, se privó a la Iglesia del control
ejercido sobre la censura, que pasó a manos seculares; sobre la educación, y
sobre el matrimonio, con respecto a que algunas zonas de Europa llegaron a
admitir el divorcio de los católicos y a dar idéntica validez a las uniones civiles.
El objetivo del proceso de “civilización” del Continente no era fácil. De hecho, los
territorios que los conquistadores debían someter a su control eran muy amplios y
más complejos de lo que los mismos europeos se imaginaban.
Cegados por el mito del El Dorado, donde el oro, la plata y las piedras preciosas
fluían como el agua, España y Portugal desarrollaron economías parasitarias, que
terminaron por enriquecer a los banqueros de turno, pero no tanto a los infantes y
marqueses e hijodalgo, y muchos menos a “los que viven de sus manos” (Historia
Universal. América: de la conquista a la Independencia. Editorial. Barcelona 2004.
P. 35).
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De por sí, el objetivo principal, era erradicar el culto a los antiguos dioses e
implantar la “verdadera fe”. Sin embargo, siendo los adultos más reacios a la
“conversión”, el adoctrinamiento se concentraba en niños y jóvenes, que eran
separados de su comunidad, inculcando en ellos un verdadero desprecio por las
antiguas costumbres consideradas “pecaminosas”.
Hay que admitir que la transformación del Continente estuvo más en las manos de
los evangelizadores que de los conquistadores; una iglesia misionera identificada
con el sistema colonial y puesta al servicio de la expansión imperial.
Dentro de este panorama hay que considerar también los cambios que se dieron
en la población originaria con respecto a caracteres raciales, creando una nueva
sociedad colonial americana. La súper explotación laboral, y la mortalidad
originada por enfermedades traídas por los europeos, fueron dos de las causas
principales de la disminución de la población indígena. El rostro de América
cambió, evidenciando en el continente otros rasgos. Al estabilizarse el sistema
colonial se prohibió la poligamia y se alteró la antigua estructura familiar, y esto
limitó más la posibilidad de una rápida recuperación demográfica por parte de los
nativos.
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Podemos decir que el nuevo rostro de la América hispana fue el resultado de tres
aportes: los amerindios, los blancos, y los negros. Estos distintos aportes raciales
no mantuvieron su pureza, se mezclaron dando lugar a tres tipos característicos.
Del cruce del blanco con el amerindio nació el mestizo, del blanco con el negro, el
mulato y del indio con el negro, el zambo.
A partir de 1610, los jesuitas fundaron unas cuarentas misiones entre los
guaraníes y los tobas.
La división de la tierra comprendía una parcela individual que podía ser cultivada
por los jefes de familia y una extensión común para su explotación comunitaria.
Mantener a los indios en actividad no era tarea fácil. Los guaraníes estaban
habituados a preocuparse nada más que lo necesario para vivir por lo tanto les era
extraño el concepto de producción y ganancia.
Sin embargo, este clima que podía dar la idea de una aperiente calma, no duró
mucho. En el siglo XVIII empezó una ola de rebeliones, detonadas por el aumento
tributario impuesto por la “madre patria”. Estas luchas fueron compartidas entre
indígenas y criollos, y anticiparon las ansias de independencia.
Los ataques de la ilustración no fueron los únicos a los que tuvo que hacer frente
la Iglesia católica en sus territorios; además hubo de soportar el de los déspotas
ilustrados y el desafío de la división interna. Nacieron así tres temas
característicos de esta parte de historia: regalismo, jansenismo y disolución de los
jesuitas.
Las relaciones Iglesia/Estado en el siglo XVIII puede decirse que fueron las de dos
poderes temporales, con características universalizadoras, que mutuamente se
necesitan para existir, pero que pugnan por un tema de supremacía. Ello dará
origen a múltiples tensiones en las que los aspectos doctrinales nunca o poco
están presentes.
Más tarde, desde Benedicto XIV, perderían ascendencia cerca del Pontífice
mientras que, por el contrario, se incrementaban los opositores temerosos, unos,
envidiosos, por su poder e influencia. Entre ellos se contaban miembros del propio
clero secular y regular, los jansenistas y las autoridades seculares, de las que van
a partir los desafíos más serios y trascendentes.
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Las tensiones van subiendo de tono hasta que, tras considerarles implicados en el
atentado al monarca José I, se les expulsa en 1759. La fecha marca también el
inicio de una de las más duras políticas de persecución contra los bienes y las
personas de los jesuitas. El propio Malagrida acabó siendo enjuiciado y ejecutado
por la Inquisición.
Tres años más tarde, en 1767, han de salir de España, acusados de instigar el
motín de Esquilache, y de Nápoles. Apenas han pasado doce meses, 1768,
cuando Parma adopta idéntica decisión. Las presiones sobre el Papado crecen y,
finalmente, Clemente XIV accede a conceder la orden de disolución de la
Compañía, lo que permite a los Estados incautarse de sus bienes y pertenencias.
Pese a recibir los mayores aplausos entre los círculos ilustrados, esta política
antijesuítica no encontró siempre un apoyo unánime. Así, algunas cortes
soberanas francesas -Alsacia, Franco-Condado- se negaron a secundar la
decisión de París, y en los lugares donde existían misiones, la oposición partió del
propio pueblo.
En el siglo XVIII son evidentes las nuevas posibilidades que el luteranismo había
abierto dentro del cristianismo. La reforma, con todo su entorno histórico, produjo
cuatro grandes ramas dentro de la misma experiencia: la luterana, la anglicana, la
reformada y la independiente. Esta última es precisamente la que definirá a lo
largo de los siglos XVII al XIX, el nuevo rostro del protestantismo.
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Desde ya, con su llegada, tuvo lugar la fundación simbólica de los futuros Estados
Unidos de América. Muchos de estos puritanos eran congregacionalistas,
considerados por algunos como calvinistas descentralizados. Entre ellos, Cotton
Mather (1663-1728) que defendía la fusión de la iglesia y del estado como
expresión del papel redentor de la sociedad de Nueva Inglaterra.
Las colonias más meridionales, como Virginia, Maryland y las Carolinas fueron
fundadas por miembros de la Iglesia de Inglaterra, posteriormente nacionalizados
como episcopales, mientras los disidentes ocuparon la región más septentrional
en colonias como Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Pennsylvania y el
oeste de New Jersey. Rhode Island fue fundada originalmente por Roger Williams
(1603-1683). De creencias calvinistas, Williams fue un fuerte defensor de la
separación entre la iglesia y el estado. Admirador de los baptistas, fundó la
primera iglesia baptista de América en Providence. Consiguió un fuero estable
para la nueva colonia, de la que fue presidente durante tres años y donde se
aseguró la libertad de religión. De origen inglés y holandés, en el siglo XVII, y sin
estar probada su filiación directa, los baptistas son considerados concomitantes
doctrinalmente con los anabaptistas que rechazaban el bautismo infantil y sólo lo
aceptaban por expresa voluntad del adulto. Debido a su "cálido y carismático
encanto", los baptistas fueron especialmente atractivos para la población de raza
negra que ya a mediados del siglo XVIII contaba con 100.000 esclavos en el sur.
Constituyen, en la actualidad, el grupo protestante principal en los Estados Unidos.
En la primera mitad del siglo XVIII, hubo un significativo renacimiento del fervor
religioso en la América inglesa protestante denominado el "Gran Despertar". Con
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él se fue forjando una identidad evangélica. Esta identidad evangélica llegó a ser
un elemento constitutivo de la identidad estadounidense que en su momento
favoreció la Revolución independista, de la cual muchos de los hijos de los
predicadores "revivalistas" se convirtieron en portavoces.
A fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, las iglesias protestantes, se consolidan
a través de su actividad misionera que llega también a América Centro América,
Caribe y América del Sur. Ciertamente, el protestantismo que llega a América
Centro y sudamericana, es hijo de la experiencia y de la mentalidad del norte, con
matices altamente moralistas.
Como escribe un noto historiador, Jean Dumont, “Si, por desgracia, España (y
Portugal) se hubiera pasado a la Reforma, se hubiera vuelto puritana y hubiera
aplicado los mismos principios que América del Norte y un inmenso genocidio
habría eliminado de América del Sur a todos los pueblos indígenas”.
Efectivamente, las cifras cantan: mientras que los pieles rojas que sobreviven en
América del Norte son unos cuantos miles, en la América ex española y ex
portuguesa, la mayoría de la población es de origen amerindio o es fruto de la
mezcla de precolombinos con europeos y (sobre todo en Brasil) con africanos.
Objetivos:
El siglo XIX fue el terreno propicio para introducir la nueva época que se perfila en
el siglo XX.
Este movimiento migratorio rompe con los lazos sociales y culturales más antiguos
y propios de las culturas, y crea nuevos sujetos sociales, obligándonos a
reformular el mismo concepto de clase social.
Una nueva clase social, que ya se perfilaba tras los cambios del siglo XIX, era la
clase burguesa, representante del nuevo poder político y económico. En sus
manos, cambió el sentido de la riqueza. En las sociedades anteriores, pues, se
concentraba en la posesión de tierras, mientras a partir del siglo XIX se
concentrará en el “Capital”.
La primera década del siglo XX, se inaugura con uno de los más grandes
conflictos bélicos (1915-1918) Esta, deja los pueblos bajo una profunda crisis
económica y política; el mundo europeo debe renacer desde las ruinas y
reconstruirse, además de reconstruir relaciones internacionales y sociales
profundamente afectadas por el clima bélico.
Mientras, América Latina no deja de asumir las grandes utopías que iluminan el
mundo y también sus fracasos. La incansable búsqueda de su propio camino y
liberación, manchada de sangre y decepción, es su principal aporte dentro de la
historia de la humanidad.
En el ámbito político, América Latina desde el norte, centro y sur, oscila entre
dictadura y democracia. Este proceso dejará un lamentable saldo de víctimas y un
estado económico deplorable.
empezaron una verdadera guerra sucia contra el “enemigo interno”. Este Plan no
respecta ni los más elementales derechos humanos.
Las primeras voces teológicas en escucharse serán las de algunos cristianos que
intentan comprender su fe a la luz de las realidades que experimentan como
víctimas de la enajenación social, de la violencia de la guerra mundial y de las
crisis sociales. Sin embargo, en su mayoría, serán voces que sigan hablando con
los acentos de las clases acomodadas. Pero, poco a poco, se escucharán otras
voces, que no representan esos intereses sino las experiencias y las esperanzas
de los que han sido víctimas de las clases y de las sociedades dominantes. En el
siglo XX, los faltos de voz, aprenden a gritar y a hacerse escuchar. Esos llantos
llegan a formar la materia prima de nuevas corrientes teológicas, que hablan –casi
por primera vez- en nombre de los que han experimentado la liberación de Dios y
el acercamiento de su Hijo en solidaridad con los más humildes. En el siglo XX la
teología empieza a reorientarse y ubicarse entre los pobres y oprimidos de la
tierra. Este cambio resultará en una renovación cuyos efectos aún quedan por
revelarse. (Arturo Piedra. Ob. Cit. P. 88).
El contexto histórico es el punto de partida desde donde se juzgan las iglesias del
siglo XX. Aunque en algunos momentos tendrán la misma tentación de siempre.
Ya no son las cuestiones doctrinales las que desafían y ocupan o preocupan las
iglesias, sino el contexto histórico que las pone frente a la problemática ética y
vivencial.
46
Para fines del siglo diecinueve, en los estados del medio oeste de Estados
Unidos de América muchos metodistas y otros creyentes simpatizantes del
movimiento “Santidad” estaban obsesionados con la sanidad divina y la posibilidad
de hablar en lenguas. Entre ellos figuraba Charles Fox Parham, universitario de
dieciocho años de edad. Este creía en “el bautismo con el Espíritu Santo y con
fuego”. Ya para el año 1891, predicaba que hablar lenguas extrañas había de ser
una señal del bautismo en el Espíritu.
La noche de Año Viejo de 1900 (diciembre 31, 1900), Parham y sus alumnos
celebraron un culto para recibir el Año Nuevo. Agnes Ozman, una evangelista de
treinta años de edad, pidió que “la impusieran manos para que recibiera al Espíritu
Santo, pues deseaba salir a otros países”. Mientras Parham oraba por ella, se dice
que “a ella le cubrió una gloria, y parecía que un halo se formara alrededor de su
cabeza y cara”. A legadamente, habló chino. Durante los días subsiguientes,
aproximadamente la mitad de los treinta y cuatro alumnos, incluso Parham,
hablaron “lenguas”. No convencidos por los sucesos, unos cuantos alumnos
abandonaron el Colegio Betania.
seguidores. Pasó sus últimos veinte años en Baxter, Kansas, donde falleció en el
año 1929.
EI pentecostalismo (1) es, en esencia, un movimiento que tiene forma visible en las
denominaciones pentecostales y en sus Iglesias, pero que está en permanente cambio.
Si observamos un poco sus orígenes, vamos a encontrar, de forma clara, esta realidad del
Movimiento: presenta antecedentes en el Movimiento de Santidad del siglo XVIII-XIX,
especialmente con Juan Wesley. El Movimiento Pentecostal moderno se inicia con Charles Parham
y uno de sus predicadores más importantes, el nazareno William Seymour. Desde entonces
continuo relacionándose con las distintas denominaciones históricas, hasta que se vieron obligados
a salir de sus comunidades, especialmente los que habían recibido la experiencia pentecostal. Al
efectuarse esta salida, los pentecostales primitivos llevaban consigo todo su bagaje teológico y
doctrinal lo que sirvió de base al naciente Movimiento Pentecostal. Esa es la razón por la cual
podemos encontrar denominaciones e iglesias pentecostales con tan variados énfasis teológicos y
culturales, porque el Pentecostalismo es un Movimiento (2)
Podemos identificar a Juan Wesley como el creador del movimiento Pentecostal moderno, quien a
su vez fundó el Movimiento Metodista dentro de la Iglesia de Inglaterra, creando las condiciones
históricas para el posterior surgimiento de la iglesia Metodista. Bajo la influencia de escritores
moralizantes, católicos y anglicanos, estableció una distinción entre los santificados, es decir, los
Bautizados en el Espíritu Santo y los cristianos comunes.
Los evangelistas y teólogos del Movimiento estadounidense de santificación adoptaron y
simplificaron este concepto. Algunos teólogos del movimiento de santificación, por ejemplo Asa
49
Mahan y C. G. Finney, iniciaron una acción en favor de los negros; de la educación de los obreros
y de las mujeres, situándolos en un plano más elevado. Th. C. Upham propuso, sobre la base de
su propia vivencia, el Bautismo del Espíritu Santo, de manera teórica y práctica. A. Mahan se dio
cuenta de que el no necesitaba la fuerza del Espíritu Santo para llegar al cielo, o para salvar las
almas, sino para enfrentar tareas concretas de índole política y ética-social (4). Los esfuerzos
filosóficos, políticos y ético-sociales de santificación, caen en el olvido y como saldo positivo queda
su teoría sobre las dos experiencias bien diferenciadas de crisis: a) La conversión y b) La
santificación. El problema consiste en encontrar los criterios para distinguir e identificar la segunda
experiencia durante la crisis. El Movimiento Pentecostal pudo eliminar esta inseguridad (5).
Las iglesias pentecostales se iniciaron como una familia de sectas protestantes fundamentalistas,
que ponen énfasis en el Bautismo en el Espíritu como experiencia posterior a la conversión, el cual
se demuestra a través de la Glosolalia (Hch. 2:1-13). Enseñaban también la inspiración de la Biblia,
la Salvación mediante la conversión y el avivamiento; la santificación instantánea, la sanidad divina
y afirmaban ser la restauración del cristianismo original. Las primeras reuniones pentecostales se
caracterizaban por estallidos de entusiasmo extático en las que se producían curaciones, hablar en
lenguas y movimientos corporales (6).
El Pentecostalismo surgió como una prolongación del Movimiento de Santidad. En 1901 una
escuela bíblica llamada Bethel College fue fundada en Topeka, Kansas, por Charles F. Parham, el
cual, sin el empleo de otro libro de texto que la Biblia, adiestraba a sus estudiantes en la
enseñanza del Bautismo del Espíritu. Dichos estudiantes llevaron el mensaje del Espíritu a Kansas
y, al terminar las clases, maestro y alumnos, recorrieron el Estado enseñando el Pentecostalismo.
Comenzaron de esta forma a fundarse iglesias pentecostales por todo los Estados Unidos de
América (7).
Los primeros pentecostales no se propusieron nunca fundar nuevas denominaciones, sino que
creían su deber llamar a todos los cristianos a retornar a lo que consideraban la fe apostólica Por
doquier, la obra debía ser guiada por el Espíritu Santo, lo cual, en la práctica significaba el control
de evangelistas visitantes, pero como su enseñanza tropezó con la oposición de otros grupos,
especialmente de la iglesias de santidad, comenzaron a organizar denominaciones. Entre las
Iglesias pentecostales más importantes podrían mencionarse las Asambleas de Dios, la iglesia de
Dios en Cristo, la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular, la Iglesia Pentecostal
Internacional Unida (9).
Queda claro, para nosotros, que la doctrina que más distingue a los pentecostales de los
evangélicos clásicos, tanto en América Latina como en otras partes del mundo, es la del "Bautismo
en el Espíritu Santo" como experiencia posterior a la conversión, y que la prueba de haberlo
recibido es el hablar en lenguas (Glosolalia). No obstante, para algunos pentecostales
latinoamericanos tal experiencia no tiene necesariamente que suceder después de la conversión y
la prueba de haberlo recibido puede estar en exhibir cualquier Don del Espíritu Santo.
Otra doctrina distintiva de los pentecostales es la Sanidad Divina, doctrina que se basa en la
creencia de que Cristo murió expiatoriamente tanto por nuestras enfermedades corporales como
por nuestros pecados y que, por consiguiente, uno puede obtener, por fe, no solo la sanidad
espiritual, sino también la sanidad física.
50
Los pentecostales conceptúan su movimiento como "la Lluvia tardía", profetizada en Joél 2:23, la
cua1 interpretan como un avivamiento prometido para el fin de los siglos (mundo), antes de la
venida de Cristo, en el que serán restaurados los Dones que tenia la iglesia en la época de la
"lluvia temprana", o sea, la edad apostolica13.
Estas ideas doctrinales significaron, desde su comienzo, la enajenación del creyente del medio
social en que vivía y, como consecuencia, en dejar para la justicia divina las injusticias sociales que
se cometían en la tierra. Estos grupos representaban, ideológicamente, formas que iban dirigidas a
alertar y contrarrestar la acción de las masas contra las injusticias. Entre sus normas prohibitivas
estaban el apoliticismo y la distinción de la mundanalidad, la que condenaban por sus pecados, sin
que tuviera más salida que el Juicio Final que esperaban algún día. Se trataba, pues, de una
manera eficaz de aplacar las protestas de las masas sufrientes (14).
Sin embargo, estos grupos místicos que buscaban un resurgimiento que los acercara mas a los
principios del cristianismo primitivo, confirmaban, al mismo tiempo, una protesta social pasiva de
las masas políticamente más atrasadas hacia el modo de producción capitalista, esto representaba
un rompimiento y desafío contra las altas jerarquías de las iglesias dominantes en esos regímenes,
los que evidentemente, se habían convertido –en la comprensión de las masas-- en fieles
servidores a los intereses económicos de la burguesía
En muchos casos, en la actualidad, el mensaje pentecostal se torna apocalíptico, obstaculizando el
real sentido integrador de dicho mensaje, se dirige al hombre en toda su realidad y necesidad en
todas las áreas de la vida: espiritual emocional, física, mental, social y política. En la comprensión
pentecostal solamente con la Unción del Espíritu Santo y su Bautismo con Poder es posible una
transformación (16)
La ideología permeada de conformismo por la suerte de los creyentes en la tierra, a la que hicimos
referencia en el epígrafe anterior, fue también importada a Cuba por los misioneros
norteamericanos. Aunque a principios de siglo los misioneros comenzaron su campaña
evangelizadora, es a partir de la década del treinta que comienzan los pentecostales a tener una
mayor proliferación en el país.
El hermano Avelino González (20) abunda aun mas planteando que en los años treinta es la
llegada de los tres primeros misioneros pentecostales a Cuba: Miss Ana Sanders, Miss Haniet May
Kelty y un puertorriqueño, el Rev. Francisco Rodríguez. No podemos afirmar ni negar si con
anterioridad, algún otro pentecostal pisara nuestras playas, pero probablemente no como misionero
o evangelista (2l).
con el cual se identificaron plenamente: no formaron una élite de jerarquías, sino que convivieron
con el pueblo trabajador, olvidándose del modo de vida de su país de origen, adoptaron y se
adaptaron al modo de vida cubano, de tal manera que algunos vivieron en cuarterías o solares. El
ejemplo no podía menos que dar sus frutos, y por consiguiente surgieron las iglesias y misiones en
todo el país (22).
Entre 1949 y 1951, con la llegada a Cuba de los misioneros Osborne y Jeffrey --especializados en
campanas de Sanidad Divina, las que se realizaron en las provincias de Camagüey y Oriente
fundamentalmente--, se logra reunir multitudes cuya cantidad fue sorprendente para aquellos
tiempos. Es a partir de este momento que comienza una etapa de auge y expansión de estas
creencias (24).
Avelino González, analizando este aspecto, planteó que en la obra misionera de los pentecostales
norteamericanos que llegaron y comenzaron a evangelizar en Cuba, hay valores positivos y
negativos que afectaron la vida de la Iglesia Cristiana Pentecostal, los cuales expondré a
continuación:
Factores positivos:
1.- Su énfasis evangelístico: llegaron hasta las más intrincadas reacciones del país llevando el
mensaje
2.- Sus vidas austeras y sacrificadas, entregadas a la causa del Señor.
3.- Sus enseñanzas, las cuales nos llevaron a odiar el pecado y por consiguiente el vivir una vida
moralmente elevada rechazando todo vicio y corrupción.
4.- Sus esfuerzos para que los pastores y obreros nacionales fueran líderes y conductores de la
Iglesia cubana.
5.- Sus grandes luchas tratando de establecer institutos bíblicos para que los pastores y obreros
pudieran tener una mejor preparación teológica (27).
Cosas como estas no podemos dejar de destacarlas, pues resultaron de beneficio para la Iglesia
en Cuba.
Lamentablemente junto a los valores positivos enumerados tenemos que hacer mención de
52
aquellos aspectos que, a la luz de un análisis exhaustivo, consideramos que fueron negativos para
el desarrollo de la Iglesia en Cuba.
Valores negativos:
1.- Nos trasmitieron, en su énfasis teológico, una forma errónea de interpretar la vida,
conduciéndonos casi a una total alienación de la sociedad y la cultura.
2.- Enfatizaron exageradamente la santidad que Dios reclama del creyente, lo que prácticamente
constituía una negación de la vida.
3.- Nuestra Iglesia se negó a convertirse en una secta cuya religiosidad se inclinaba al
oscurantismo, deformando la actitud del creyente ante la vida; esto creaba una forma de
escapismo al no afrontar la realidad social circundante.
4.- Este pietismo absurdo nos llevo a tergiversar la apreciación real de los valores de aquellos
cristianos que no compartía nuestros criterios.
5.- Se negaba cualquier estudio secular que distrajera la constante actividad espiritual.
6.- Se estimaba como ilícito que el pastor u obrero se dedicara al trabajo secular, por estimar que
esto lo apartaba de la devoción.
7.- Creyeron que con esto trasmitían realmente el Evangelio, pero inconscientemente dieron una
imagen muy poco bíblica de la fe (28).
8.- Por otra parte, los misioneros norteamericanos cuando comenzaron su trabajo misionero en la
predicación del mensaje pentecostal, impusieron inmediatamente reglas discriminatorias hacia los
portorriqueños y hacia aquellos cubanos que comenzaban a tener cierto éxito en la evangelización
(29) .
La Obra pentecostal en Cuba continuó su desarrollo. A pesar de los obstáculos y los numerosos
problemas la obra no se detuvo. Muchos líderes pentecostales asimilaron los valores positivos, a
través de los cuales debía irrumpir la labor evangelística y pastoral. Ellos trasmitieron dichos
valores al pueblo con la claridad y la firmeza necesarias para el buen desarrollo de la vida cristiana.
Lamentablemente no podemos decir que los valores negativos, a los que nos referimos
anteriormente fueran erradicados sino que, por el contrario, subsisten hoy en muchas de nuestras
congregaciones pentecostales.
E1 año 1935 comenzaba algo agitado debido al estallido de una huelga general, incluso de
empleados públicos que fue superada por la acción de las fuerzas armadas. A partir de aquel
momento la personalidad del coronel Batista comenzó a proyectar con mayor fuerza su influencia
en los destinos públicos: atentados, secuestros y asaltos (movidos por venganzas los primeros, y
por su afán de conseguir fondos para fomentar una nueva revolución, los segundos), perturbaban
el país, registrándose episodios sangrientos, como el combate de E1 Morrillo, en Matanzas, donde
el líder Antonio Guiteras Holmes murió, combatiendo en unión de adeptos, contra las fuerzas del
ejército.
Es este tiempo el que abraza por primera vez el cuerpo menudo de un niño, al que sus padres
sentaron con el nombre de Francisco Martínez Luis. La cuna humilde que lo vio nacer -no muy
diferente a tantas otras a todo lo largo de su Patria-, la lucha cruenta por la subsistencia en un
medio en el cual era un pecado ser pobre y una verdadera desgracia ser pobre y negro al mismo
tiempo, lo moldean, lo acrisolan dolorosamente y lo hacen tal como era: fuerte, esperanzado,
sincero, indoblegable.
53
No fue cristiano por accidente, o como producto de un no razonado atiborramiento de ideas. Tenía
la experiencia de la fe en Cristo, lo había visto cara a cara. A quien prefería verle siempre viril
decidido, arrastrando la ira de Herodes, o desafiando a los fariseos en sus fétidos cubiles de las
sinagogas. Conoció al Cristo amante de la justicia, el amigo de los pobres, al que no vaciló en
echar la suerte con los desposeídos.
Francisco no fue revolucionario por determinismo histórico, ni por contingencia casual. No vistió el
uniforme glorioso del Ejercito Rebelde por aspiraciones mezquinas, o por oportunismo.
Sencillamente era parte de su pueblo, se honraba con la herencia que había recibido, se sentía
orgulloso de su tradición heroica de mas de cien años de lucha que llegaban a él con el imperativo
categórico de mantenerla inmarcesible, de inmortalizarla. La liberación de su Patria y de la Gran
Patria latinoamericana fue en Francisco una verdadera vivencia.
Conoció el Evangelio en la Iglesia Evangélica Pentecostal, alrededor del año l950, donde sintió
muy pronto el llamado para el trabajo pastoral. Para ese entonces, toma la decisión de cursar
estudios en el Instituto Bíblico de Matanzas.
En referencia a este tema da testimonio verbal Tomas Tabares, quien fuera amigo personal de
Francisco y uno de los más prominentes líderes de la Iglesia Cristiana Pentecostal de Cuba dice:
"Se inicia en la primera parte de la década de los 50, en la Iglesia Evangélica Pentecostal, por la
zona de Camagüey, donde rápidamente llegó, en muy poco tiempo, a ser pastor de esa misma
Iglesia".
Su conocimiento del verdadero amor de Jesucristo, hace que su fe sea más fuerte y abundante.
Ante las cosas mal hechas su rebeldía no falto, m tampoco en las cosas que no veía una total
justeza y claridad; por eso tuvo grandes confrontaciones las cuales estuvieron adornadas por
símbolos de cortesía y respeto.
Uno de sus profesores fue el Rev. Luis M. Ortiz (30), fundador de la Iglesia Cristiana Pentecostal
de Cuba, en quien Francisco encontró siempre el guía pastoral y espiritual que respaldó sus
planteamientos.
Coincidimos con el Rev. Manuel Fonseca cuando plantea que, a pesar de lo lamentable de las
relaciones al interior de la iglesia Evangélica Pentecostal y de las decisiones que tuvieron que
tomar una gran parte de los pastores portorriqueños y cubanos, entendemos que la mano de Dios
y la obra genuina del Espíritu Santo fueron propiciando las cosas para que surgiera una Iglesia
nueva -haciendo un uso extensivo y profundo del término-.
Para ese entonces el discípulo fiel del Rev. Ortiz se incorpora a la naciente Iglesia con el corazón
henchido por el mensaje profundo y comprometedor de Cristo. Participó en la organización del
Departamento de Jóvenes de la recién iniciada Iglesia, junto a los hermanos José Antonio Aguiar y
José Guevara; su fuerza y entusiasmo se pusieron de manifiesto en toda esta etapa.
54
Fueron años duros aquellos, donde elementos tergiversadores de la verdadera fe, la fe de la que
somos poseedores por medio de Jesucristo, trataron a toda costa de introducir en nuestras
congregaciones, muy jóvenes aún, rasgos de oscurantismo, dogmas y muchas otras cosas
bastantes negativas para la vida de la Iglesia, para la vida del cristianismo en particular. Tales
intentos encontraron en Francisco la barrera inexpugnable que se levantó con valor, sacrificio y
rebeldía en una lucha firme en oposición a dichas prácticas necrofilias.
Francisco, sin alto grado escolar, se levantó como heredero del pensamiento social cristiano. Su
actuar se compromete con el sentir de la sociedad; basándose en lo popular penetra en lo más
hondo del pueblo, donde desarrolla una praxis vivencial y sacrificial por aquellos -cristianos o no- a
los que consideraba sus prójimos. No se desvincula de los procesos sociales que se viven en esos
momentos, sino que, junto a sus hermanos se convierte en el protagonista fiel de la labor solidaria.
Francisco, basado en las realidades históricas de su pueblo, asume la responsabilidad social que
se presenta ante El como un reto, y a partir de ahí, desarrolla una práctica contextualizada y seria,
de un quehacer consciente, no divorciado del compromiso con el hombre y la mujer de su tiempo.
La praxis en Francisco se convierte entonces en algo que va muy unido a su persona y a su fe; no
se da como algo casual. Por el contrario, tiene que dar constantemente respuestas concretas y
seguras, en diversas áreas de la vida, como lo ejemplifica muy bien cuando se unió al Ejército
Rebelde, al lado de lo mejor y mas honesto del pueblo cubano, en momentos de corrupción
administrativa y opresión política.
Por otra parte, Francisco es el iniciador de un pensamiento que invita a la Iglesia Cristiana
Pentecostal a una renovación que tenga como objetivo el encarnarse en el pueblo, en su sociedad.
"....en esta fecha los cristianos celebramos simultáneamente con la fiesta tradicional de fin de año,
su fiesta, que es el cumplimiento de un aniversario más del triunfo de la revolución, por lo que el
pueblo se desborda de alegría y entusiasmo por la satisfacción de la libertad alcanzada y para
celebrar al mismo tiempo los logros que ha obtenido nuestro gobierno en los diversos campos,
desde la victoria de la rebelión hasta el momento".
"Nosotros, como parte del pueblo de Cuba que somos, no estamos ajenos a esta alegría y lo
patentizamos estando reunidos en esta cena con nuestros hermanos cristianos de distintas
denominaciones que encuentran armonía perfecta entre los principios cristianos que sustentan y su
convicción revolucionaria a toda prueba".
"Trabajamos por dar al mundo, en el momento actual, un mensaje de Cristo. No un mensaje frió,
indolente, un mensaje de hace dos mil años; sino un mensaje de un Cristo vivo, actual, presente,
humano, que está en medio de nosotros: que es amor entre hombres, que es justicia en la tierra. •
31
55
Francisco rompe esquemas. Escapa al marco que encerraba a las denominaciones pentecostales
en nuestro país, deja atrás las posiciones fundamentalistas y apocalípticas triunfalistas. Para El,
Dios se revela en la práctica social responsable. Es un febril luchador en contra de la teología
conservadora y enajenante, con sus implícitas prácticas de orar y ayunar sin trabajar, sin brindar un
aporte real y productivo a la sociedad. El lugar principal donde el hombre y la mujer han de
entregarse en su totalidad es en la comunidad.
Por todo esto, creemos que Francisco significa mucho para la Iglesia Cristiana Pentecostal de
Cuba ya que al ser presidente de dicha denominación es que ésta comienza a tener una verdadera
conciencia de su razón de ser, ya que muchos pastores que se habían mantenido por mucho
tiempo aislados y recelosos, y otros que habían sido ignorados y menospreciados, comienzan a
desarrollar un trabajo más intenso y consciente, pues veían en su líder un futuro seguro para la
institución. Este, a su vez., los estimulaba con su trato respetuoso y cariñoso, lo que les permitía
sentirse libres para expresar sus criterios y hacer sus aportes abiertamente.
Francisco Martínez Luis encontraba en el obrar, en el continuo batallar, su razón de ser. Con su
entusiasmo contagioso, con su fraterna camaradería trataba de mostrar a sus hermanos en la fe lo
mucho que se presentaba por hacer, el mucho camino por recorrer.
Francisco trataba de enseñar un evangelio libre y lleno de vida el cual tenía como premisas
tomando como base las enseñanzas bíblicas, el aportar socialmente, como pueblo, ante los
grandes cambios que se producían en aquel momento. El es su máximo exponente.
En los inicios de la Iglesia Cristiana Pentecostal de Cuba, la labor teológica se veía como algo no
necesario para la vida del creyente, aún las teologías más conservadoras y, en muchos casos, e1
solo estudio de la teología se convertía en un hecho pecaminoso. Con Francisco se produce un
cambio radical. El estudio de la teología se convierte en aspecto importante para el desarrollo de la
Iglesia. Era entonces necesario luchar por que cada pastor lograra tener Un cierto nivel intelectual
principalmente en lo que respecta a lo bíblico-teológico. Pero la teología, de la cual Francisco era
su iniciador y abanderado, no solo apuntaba hacia la comunidad cristiana confesante, sino que se
convertía en un verdadero miembro de la Oikoumene apuntando fielmente hacia la participación
social popular
Dicha teología sobrepasa el marco eclesial- institucional. La Iglesia no podía ser un ghetto,
encerrada en si misma, sino que tiene que mezclarse en la Historia y, entonces, predicar un Cristo
que vive con su pueblo, que sufre, que suda y que se une al canto de victoria que entona la
sociedad.
Su actuar apunta hacia la integración de la fe, de la práctica del amor y del testimonio; a proclamar
una esperanza que se manifiesta en la presencia y en la acción inmediata del Espíritu Santo dentro
del proyecto salvífico de Dios.
No predicaba un amor que evadía la justicia o el testimonio que se quiere dar desde posiciones
oportunistas, indolentes e inactivas; y mucho menos la esperanza que encuentra cumplimiento en
un futuro escatológico y apocalípticamente incierto, temerario y oscuro, donde la tribulación y la
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También, en lo que respecta a la justicia, Francisco se destaca. Para El, no se podía construir una
sociedad mejor, mas justa, sino se apelaba directamente a la justicia. Por esto, además de
predicar que tal justicia tiene su realización en la historia humana, que viene de Dios, y se
establece entre los hombres y las mujeres, se convirtió en el primero y más grande defensor de la
justicia principalmente en el seno de la Iglesia Cristiana Pentecostal de Cuba.
Raimundo Garcia Franco (32), en un artículo que escribiera a raíz de la muerte de Francisco,
señala:
"[Francisco] Era incapaz de soportar una injusticia de la cual tuviera conocimiento y como
consecuencia natural de ello tomaba parte inmediatamente para reivindicar al agraviado o
menesteroso. Francisco se alza como un verdadero pentecostal, como hombre carismático, el cual
disfrutaba de las bendiciones del Espíritu Santo. El Carismatismo, en el cual se basó, ha sido la
base y fundamento de nuestro compromiso y solidaridad con los hombres que luchan por un
mundo mejor, libre de racismo, de cualquier discriminación social. Allí estaba su razón de ser: en el
servicio. Servir, para Francisco no es algo que se hace sin sentirlo, sin hacerlo suyo. En servir era
donde encontraba su mejor autoridad: "Quien quiera ser mayor sea el que mas sirva". Su
satisfacción estaba en poder brindar un verdadero servicio, sin mirar hora, lugar o comodidades.
Estaba allí donde el deber así lo reclamaba, donde la prontitud del tiempo y la rudeza del trabajo se
entremezclaban formando grandes obstáculos. Pero, esto no frenaba a Francisco; allí estaba con
un solo objetivo: "servir".
Dondequiera que trabajó como pastor aún lo recuerdan con gratitud y cariño, no solo los cristianos
en sentido genera1, sino también los no cristianos, vecinos, amigos, con los cuales se hacia
solidario en cualquier situación; en momentos de tristeza y en momentos de alegría, Francisco
estaba allí, junto al necesitado, con sus hermanos.
Su vida es un e1ocuente mensaje, una prédica viva, edificante, llena de amor cristiano, es todo un
conmovedor ejemplo de consagración y de trabajo creador, al servicio del Evangelio que Cristo nos
enseño. Y es, además, una demostración evidente de1 poder y la eficacia de este Evangelio para
enaltecer y dignificar la existencia humana. En E1 tienen cumplimiento las palabras del Señor:
"Vosotros sois la luz del mundo y la sal de la tierra" (33).
NOTAS
división. La división no marcará sólo una nueva geografía del imperio (occidente-
oriente) sino una mentalidad, la mirada sospechosa de lo que la historia del otro
representa.
Estos avances se dan sobre todo en las iglesias de origen protestante, sobre todo
entre las mujeres, y después se extenderán a otros ámbitos.
La motivación es una: la Palabra se hizo carne (Jn 1,14); la carne es viva, la carne
denuncia, la carne habla, la carne critica y se rebela porque sufre, siente, habla y
ama.
TAREAS:
Día 22: revisar las preguntas y las inquietudes de las preguntas y cuestiones
referentes al tema de Historia de la Iglesia 2,
Día 23: escoger un tema que ves que sería formativo e interesante como:
Documentos Vaticano II
Principales reuniones del CELAM: contenidos e importancia
Temas de moral y de ética: aborto, eutanasia, manipulación genética
conciencia, etc.
Doctrina social de la Iglesia
Historia de las religiones o alguna secta…
Mariología: algún tema en particular…
61
Escoge algún tema que veas importante de tratar y que se pueda limitar a un
día de exposición y taller. Favor enviarlo ANTES DEL MES DE SETIEMBRE O
SEA FINALES DE AGOSTO.