Asignatura Datos del estudiante Fecha

Apellidos: Miranda Rivera

Informatica 28/05/2023
Nombre: Yanier Andres

Actividad
Protocolo individual de la unidad n°: 3

Análisis y síntesis:
Síntesis e interpretación personal de los temas vistos en la unidad
Las redes sociales y los delitos de injuria y calumnia en Colombia

El derecho a la honra y al buen nombre en Colombia y los delitos de injuria y calumnia

Protección desde los instrumentos normativos nacionales e internacionales

En primer lugar, es necesario analizar la protección que se otorga a los delitos de injuria y
calumnia en Colombia, según las leyes y regulaciones vigentes. A nivel internacional, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos establecen que nadie puede ser objeto de interferencias arbitrarias en su vida privada,
familia, domicilio y otros ámbitos relacionados con su autonomía. Además, es responsabilidad
del Estado proporcionar protección efectiva para este derecho a través de la legislación.

A nivel regional, la Convención Americana de Derechos Humanos establece que todas las
personas tienen derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral, así como su
honra y dignidad en todo momento. Estos instrumentos forman parte del ordenamiento jurídico
colombiano y, por lo tanto, el Estado tiene la responsabilidad de brindar los elementos
necesarios para su protección.

El derecho a la honra y al buen nombre está consagrado en la Constitución Política de 1991 en

los artículos 15 y 21, respectivamente. Estos derechos buscan proteger la integridad moral de
las personas y forman parte del principio de dignidad humana. Para proteger este bien jurídico,
se tipifican los delitos de injuria y calumnia en la ley 599 de 2000 en sus artículos 220 y 221.

La conceptualización y elementos esenciales de los delitos de injuria y calumnia

El delito de injuria se refiere a la realización de actos que dañen la dignidad o la imagen de otra
persona ante terceros. Por otro lado, la calumnia implica imputar falsamente a alguien la
comisión de un delito. Estos delitos buscan proteger la dignidad humana, la autoestima y el
prestigio de las personas.

Ambos delitos tienen en común la protección del bien jurídico de la integridad moral. Sin
embargo, se enfocan de manera diferente. La injuria protege a las personas de actos que las
denigren como individuos y las expongan a insultos y persecuciones psicológicas. Por otro lado,
la calumnia busca proteger el buen nombre de la víctima y su imagen en la sociedad.

El derecho a la honra se refiere a cómo los demás perciben a una persona, independientemente
de si realmente tiene honor o no. Por otro lado, el derecho al buen nombre se refiere a la imagen
que la sociedad tiene de una persona en función de su comportamiento. La difusión de
información falsa o infundada que distorsione la imagen de una persona afecta su derecho al
buen nombre.
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Estos delitos requieren la intención de causar daño, lo que los hace dolosos. Además, tanto el
autor como la víctima pueden ser cualquier persona. Sin embargo, es necesario identificar al
sujeto pasivo para determinar la falsedad de las acusaciones. La falsa acusación de un delito
afecta el derecho al buen nombre de la persona acusada.

Las limitaciones en el alcance de la acción penal en las redes sociales: dificultades de

investigación y judicialización

Las interacciones en las redes de Internet presentan limitaciones para la acción penal,
especialmente en las redes sociales virtuales. Algunos expertos consideran que estas
limitaciones se deben a la falta de adaptación de la legislación actual al uso de las nuevas
tecnologías de la información (Elizalde, 2010; Arévalo, García, Navarro, 2012). Una posible
solución sería aplicar el principio de neutralidad tecnológica, que permite aplicar el derecho de
manera análoga cuando la actividad es la misma, independientemente del medio utilizado
(Alonso, 2009, p. 83). Según este principio, la ley penal se aplicaría de la misma manera tanto a
los delitos de injuria y calumnia en el mundo real como a aquellos cometidos en el ciberespacio.

Sin embargo, incluso si la legislación actual fuera adecuada para las nuevas tecnologías,
seguirían existiendo limitaciones para ejercer una acción penal efectiva, especialmente
relacionadas con la falta de regulación y control por parte de las plataformas que ofrecen las
redes sociales. Se han tomado medidas al respecto, como la adopción del "Convenio No. 10 del
Consejo de Europa sobre la protección de las personas con respecto al tratamiento autorizado
de datos de carácter personal" en Europa. Este convenio busca garantizar el uso adecuado de la
información sistematizada o automatizada a través de medidas de seguridad, calidad de la
información y control del flujo de información transfronteriza, entre otros elementos relevantes
para el manejo de información en las redes sociales.

La falta de precaución en el uso de la información facilita la comisión de delitos de injuria y

calumnia, así como otros delitos informáticos, debido a la fácil accesibilidad de datos, fotografías
e información personal sin ningún tipo de control. Esto permite que cualquier persona pueda
utilizar esta información de manera irresponsable para dañar la intimidad, el buen nombre y la
honra de alguien. A diario se observan publicaciones en las redes sociales de personas que
supuestamente cometen delitos, sin que se tenga certeza al respecto, así como insultos y
comentarios injuriosos dirigidos a personas por su condición social o comportamiento. Las redes
sociales facilitan que personas sin escrúpulos puedan difundir información falsa o errónea. Basta
con compartir fotos de una persona y hacer comentarios deshonrosos o falsos sobre su
comportamiento. El acceso y duplicación de este tipo de información es casi instantáneo e
incluso accesible para aquellos que no tienen datos reales sobre la persona difamada. Cuantos
más datos estén disponibles para el análisis y más poderosas sean las herramientas de análisis,
mayor será el riesgo de vulnerar la intimidad y las disposiciones sobre protección de datos
personales (Barriuso, 2009, p. 304).
Cuando se comete uno de estos dos delitos, el Estado está obligado a emprender acciones
penales. El primer paso que debe tomar la Fiscalía como acusador es iniciar la etapa de
indagación, en la cual se investigan los hechos conocidos. Durante esta etapa, la Fiscalía busca
recopilar pruebas que demuestren la existencia de un delito y la posibilidad de imputar la
conducta.
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Los adolescentes y las redes sociales

¿Qué son las Redes Sociales?

Las redes sociales son "comunidades virtuales". Es decir, plataformas de Internet que agrupan a
personas que se relacionan entre sí y comparten información e intereses comunes. Este es
justamente su principal objetivo: entablar contactos con gente, ya sea para reencontrarse con
antiguos vínculos o para generar nuevas amistades. Pertenecer a una red social, le permite al
usuario construir un grupo de contactos, que puede exhibir como su "lista de amigos". Estos
amigos pueden ser amigos personales que él conoce, o amigos de amigos. A veces, también,
son contactos que se conocieron por Internet

El primer antecedente se remonta a 1995, cuando un ex estudiante universitario de los Estados

Unidos creó una red social en Internet, a la que llamó classmates.com (compañeros de
clase.com), justamente para mantener el contacto con sus antiguos compañeros de estudio.
Pero recién dos años más tarde, en 1997, cuando aparece SixDegrees.com (seis grados.com)
se genera en realidad el primer sitio de redes sociales, tal y como lo conocemos hoy, que
permite crear perfiles de usuarios y listas de "amigos". A comienzos del año 2000, especialmente
entre el 2001 y el 2002, aparecen los primeros sitios Web que promueven el armado de redes
basados en círculos de amigos en línea. Este era precisamente el nombre que se utilizaba para
describir a las relaciones sociales en las comunidades virtuales. Estos círculos se popularizaron
en el 2003, con la llegada de redes sociales específicas, que se ofrecían ya no sólo para
reencontrarse con amigos o crear nuevas amistades, sino como espacios de intereses afines.

¿Cómo y cuándo surgieron?

El término "amigo" en las redes sociales, tiene un significado diferente al tradicional que recibe
en la vida real. En las redes sociales, "amigo" es todo aquel que ha sido invitado a visitar el sitio
personal en la red. Y funciona de la siguiente manera: un usuario envía mensajes a diferentes
personas invitándolas a ver su sitio. Los que aceptan, se convierten en "amigos" y repiten el
proceso, invitando a amigos suyos a esa red. Así, va creciendo el número de "amigos", de
miembros en la comunidad y de enlaces en la red.

Las redes sociales más visitadas por los jóvenes y con mayor crecimiento en los últimos años
son Facebook, MySpace y Twitter.

Facebook: Es la más popular en la actualidad. Fue creada en el año 2004 por estudiantes de la
Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Hoy en día funciona como una red para hacer
nuevos amigos o reencontrarse con antiguos. Los usuarios publican información personal y
profesional, suben fotos, comparten música o videos, chatean y son parte de grupos según
intereses afines.

MySpace: Nació en 2003 y es la segunda más visitada de Internet. Si bien se define como un
sitio social, ganó su popularidad al permitir crear perfiles para músicos, convirtiéndose en una
plataforma de promoción de bandas. Los usuarios de esta red pueden subir y escuchar música
en forma legal.
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Twitter: Twitter es una plataforma de microblogging donde los usuarios pueden enviar y leer
mensajes breves llamados "tweets". Se pueden seguir a otras personas y organizaciones, Re
twittear y dar "me gusta" a los tweets. Es una fuente popular de noticias y actualizaciones en
tiempo real.

Investigación sobre redes sociales y emprendimiento: revisión de la literatura y agenda

futura

Enfoques para el análisis de la conexión entre plataformas digitales y emprendimiento

Un emprendedor se enfrenta a diversos desafíos al desarrollar sus ideas. Uno de los más
difíciles es obtener los recursos necesarios, que van desde información y capital financiero hasta
el respaldo social que legitima su actividad. La obtención de estos recursos depende de la
habilidad del emprendedor para establecer relaciones sólidas de intercambio con fuentes de
recursos. Esto implica que la naturaleza de emprendimiento no solo es económica, sino también
social.

Las relaciones personales e interorganizacionales que el emprendedor forma son los medios a
través de los cuales obtiene una variedad de recursos de otros actores. Basándose en las ideas
de Granovetter (1973) y Uzzi (1996), Smith y Lohrke (2007) argumentan que estas conexiones
forman una red caracterizada por la estructura y la calidad del intercambio. Por lo tanto, se
sugiere que se pueden entender las redes de emprendimiento desde dos perspectivas: la
estructuralista, que se centra en cómo el patrón de las conexiones afecta el desempeño
económico del emprendedor, y la relacional, que se enfoca en el contenido y la naturaleza de las
relaciones personales directas del emprendedor.

Desde la perspectiva relacional, la fuerza de una conexión se basa en su duración, intensidad

emocional, intimidad y reciprocidad. Las conexiones fuertes generan confianza y facilitan el flujo
de información y conocimiento tácito. De Carolis y Saparito (2006), basándose en trabajos
previos, desarrollan la perspectiva relacional de las redes sociales de emprendimiento. Ven
estas redes como un recurso privado utilizado por el emprendedor para su beneficio personal y
como parte de la explicación de su éxito individual.

Una tercera perspectiva, propuesta por Nahapiet y Ghoshal (1998) y Nonaka (1994), es la
perspectiva cognitiva, que se refiere a los valores y paradigmas compartidos que permiten una
construcción común de significados y formas apropiadas de actuar. Esta visión institucionalista
de las redes sociales especifica cómo proporcionan normas para el comportamiento aceptable
del emprendedor. Las normas generalmente aceptadas requieren que el emprendedor tenga una
conducta socializada y subordine los deseos individuales a los objetivos grupales.

Estos tres enfoques coinciden en que las redes sociales tienen una influencia importante en el
proceso de emprendimiento. Los emprendedores que carecen de estas conexiones suelen
enfrentar riesgos asociados con la falta de confianza y apoyo de proveedores clave. Es
importante tener en cuenta que la fortaleza de las relaciones en las redes sociales facilita el
acceso a recursos y afecta la oportunidad de éxito de los nuevos emprendimientos.
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En cuanto a las redes sociales de emprendimiento, se distinguen de las redes físicas en el

sentido de que las conexiones en las redes sociales se establecen entre personas, mientras que
las redes físicas involucran conexiones entre objetos. Las redes sociales pueden ser de corta
duración o de largo plazo, y las de largo plazo suelen proporcionar estabilidad y altos niveles de
confianza y compromiso.

innovarj o u r n a l r e v i s t a innovar organizaciones y cultur

Redes de emprendimiento en el tiempo y el espacio: dinámica de las redes y relación con el

proceso de emprendimiento

Los estudios revisados proponen cinco modelos que buscan explicar la dinámica de las redes y
su relación con el proceso de emprendimiento. Dos de ellos se enfocan en mostrar
paralelamente el proceso de formación de las empresas con el proceso evolutivo de las redes a
las cuales se vincula el emprendedor. Un tercer modelo complementa este enfoque definiendo
una tipología más rigurosa de las redes y asociándola a la secuencia del proceso de creación de
empresas. Los dos modelos finales se centran en el proceso evolutivo de los lazos relacionales
en las redes.

El modelo de Larson y Starr (1992) explica que el desarrollo de los procesos de emprendimiento
genera relaciones que implican el surgimiento de confianza entre los actores de una red social.
Las redes se desarrollan en tres etapas sucesivas, caracterizadas por cambios distintivos en el
contenido de las relaciones y los mecanismos de gobierno utilizados para manejarlas. Estas
etapas permiten al emprendedor asegurar la obtención de recursos críticos. El modelo de Butler
y Hansen (1991) también reconoce tres etapas evolutivas de la red: la fase empresarial, la fase
del inicio del negocio y la fase de funcionamiento del negocio.

Lechner y Dowling (2003) encontraron que las empresas utilizan diferentes tipos de redes para
avanzar en su proceso de crecimiento. Estos tipos incluyen redes sociales, redes de reputación,
redes de reciprocidad, redes de marketing y redes de conocimiento, tecnología e innovación.
Estas redes juegan un papel importante en diferentes fases del ciclo de vida de la empresa.

El modelo propuesto por Johannisson, Ramírez y Karlsson (2001) se basa en el concepto de

embeddedness para comprender la contribución de las redes sociales a la actividad económica.
A través de las redes de negocios, las empresas están incluidas en redes que representan un
amplio rango de oportunidades y restricciones. El concepto de embeddedness indica que las
esferas sociales y económicas están interconectadas, y que las redes proporcionan motivación y
realidades alternativas para los emprendedores.

La actividad económica implica que los fundamentos del intercambio económico no solo son
racionales, sino también ideológicos y socialmente legítimos. El segundo se refiere a las
relaciones que conectan agentes económicos y de otras categorías en diferentes tipos de redes,
como un grupo local o regional. El enraizamiento sistémico sitúa a los actores individuales en
diferentes posiciones, algunas centrales y otras marginales en la red; una posición favorable
significa que muchos otros actores necesitan que un actor en particular se integre y permanezca
conectado. Este último tipo de enraizamiento fue propuesto inicialmente por Granovetter (1985)
y se divide en dos tipos: relacional y estructural. El enraizamiento relacional se caracteriza por
los vínculos entre individuos y otros agentes, identificados como redes egocéntricas. El
enraizamiento estructural indica el impacto agregado de todas las relaciones directas e
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indirectas existentes en un contexto determinado.

Dado el papel preponderante de las instituciones en el intercambio económico entre las

empresas, Johannisson, Ramírez y Karlsson (2001) reconocen la importancia de los vínculos de
las empresas con las instituciones sociales y económicas, así como entre las propias empresas
a través de las instituciones, para acceder a recursos, obtener legitimidad y reducir la
incertidumbre. Por lo tanto, otro concepto fundamental en este planteamiento es el
enraizamiento institucional, que permite la creación de capacidades de emprendimiento
colectivas mediante la construcción de asociaciones económicas y sociales para el desarrollo, la
producción y la comercialización de bienes, servicios y conocimientos. Así, las redes entre
empresas están integradas en las instituciones sociales y económicas que surgen como
producto de la historia y forman parte de su contexto espacial. Las instituciones facilitan
relaciones indirectas entre los actores económicos que no podrían desarrollarse de otra manera.
La figura 3 presenta un esquema de la propuesta teórica de Johannisson, Ramírez y Karlsson
(2001). El planteamiento inicial es que, debido a que las pequeñas empresas emergentes son el
resultado de la actividad de un emprendedor, quien actúa como gerente-propietario y las
representa en las relaciones externas, en esta etapa del desarrollo de la empresa, los niveles de
análisis emprendedor y forma se fusionan en uno solo. A partir de esta consideración y utilizando
las definiciones de enraizamiento sustantivo y sistémico, Johannisson, Ramírez y Karlsson
(2001) identificaron tres niveles de enraizamiento en los que se encuentran inmersas las
relaciones de la empresa y, por lo tanto, del emprendedor: enraizamiento de primer orden, que
incluye las relaciones de empresa a empresa; enraizamiento de segundo orden, referido a las
relaciones de la empresa con las instituciones sociales y económicas; y enraizamiento de tercer
orden, que concierne a las relaciones indirectas que las empresas desarrollan a través de las
instituciones sociales y económicas.