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Campo de la Perfilación Criminológica en los Delitos Informáticos:

La perfilación criminológica desde la perspectiva de la subjetividad entre la intimidad y la


extimidad
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Lic. Gabriel Alberto Letaif

Introducción:

En la actualidad, una de las principales dificultades que poseen las autoridades para la persecución
de los delitos cometidos por Internet es la investigación criminal.

En los últimos años, el surgimiento de un nuevo campo dentro del ámbito de la criminalística,
adquirió una gran importancia debido al aumento del valor de la información y el uso de nuevas
tecnologías en la red.

Apoyadas en una revolución de las tecnologías de la información, un nuevo paradigma de


organización productiva basado en la innovación, el cambio, la flexibilidad y la adaptabilidad a
escala global dio comienzo a la sociedad internacional.

Este nuevo paradigma en lo que respecta a la investigación criminal sobre delitos informáticos, se
aplica tanto para la investigación de delitos tradicionales cometidos en el mundo físico, tales como
homicidios, fraudes financieros, narcotráfico, lavado de dinero, terrorismo, etc. , como aquellos
propiamente relacionados con la utilización de la tecnología de la información y la comunicación,
tales como la piratería de software, la distribución de pornografía infantil y el robo de identidad,
entre otros.

Es en este marco de complejidad desde el cual pensamos los aportes de las ciencias del
comportamiento, relevando los aspectos subjetivos de la víctima como los del propio autor en el
plano de la investigación criminológica.

El fenómeno de la cibercriminalidad desde una perspectiva criminológica:

Desde un punto de vista criminológico, existen dos enfoques en cuanto a la naturaleza de este
nuevo tipo de fenómeno criminal, el más común de ellos afirma que el ciberespacio brinda
nuevas herramientas para la comisión de delitos típicos como el robo, el fraude y la pornografía
entre otros, sólo que adquieren nueva vida y formas a partir de la intermediación de los medios
electrónicos.

Otra perspectiva en cambio, afirma que Internet otorga posibilidades únicas para la comisión de
nuevos delitos, tales como la “piratería” de software, la distribución de virus, el ataque a

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Lic. Gabriel Alberto Letaif - Psicólogo Forense - Psicoanalista - Funcionario del Ministerio Público Fiscal
Argentina - Presidente de la Asociación Argentina de Psicología Jurídica y Forense
www.aapjyf.com - Diplomado en Investigación Judicial y Violencia Femicida - gletaif@gmail.com
determinados sitios web, entre otros, que se originan y tienen existencia únicamente a partir del
uso de los dispositivos conectados en la red.

Si bien ambos enfoques reflejan partes de esta realidad, lo cierto es que Internet modifica la
relación entre el infractor y la víctima a partir de la supresión de la barrera del tiempo y el espacio
que genera el entorno virtual.

En este orden de cosas, nos aproximamos hacia el constructo que implica la conducta ilícita a
través de internet y su inscripción en lo que conocemos como la teoría del Delito.

Tipificación de Delitos:

Como bien es sabido, en el derecho penal, para que una determinada conducta pueda ser
“perseguida” ó “castigada”, debe necesariamente estar prevista en una ley, debiendo ésta a su vez
establecer una pena para ese actuar. A esto en doctrina penal se lo conoce como “tipificación”.

Es decir, no todo acto ilícito es delito. Para ser tal, la acción en cuestión dese estar claramente
descripta en la norma penal y a ésta no se la puede interpretar analógicamente.

Entenderemos como Delito Informático, a “cualquier comportamiento antijurídico, no ético ó no


autorizado, relacionado con el procesado automático de datos y/ó transmisiones de datos. Los
delitos informáticos se realizan necesariamente con la ayuda de los sistemas informáticos, pero
tienen como objeto del injusto la información en sí misma” (OCDE - Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico)

En Argentina la Ley 26.388 que data del año 2008, es la que regula los aspectos inherentes al
delito informático y la misma queda definida como sigue:

A su vez, la mayoría de las comunidades y espacios de interacción de la red ofrecen la posibilidad a


los usuarios de construir nuevas “identidades” a partir del anonimato de las comunicaciones, lo
que dificulta la resolución de estos tipos de crímenes a partir de la utilización de los métodos
tradicionales de investigación.

Subjetividad y Virtualidad:

El proceso de construcción del perfil individual en las comunidades virtuales, permite al sujeto,
organizar los rasgos “identitarios” que desea ex poner ante el otro, metamorfoseando su ser
singular y subjetivo hacia un “ser-virtual”, quedando inscrito en la cadena de “consumo” que
anula todo sesgo de subjetividad posible. Es el equivalente a un mensaje de tipo publicitario con el
objetivo específico de encontrar y dejarse encontrar por sus “semejantes”. Valga aquí el
significante “semejante” a la pretensión del lazo eminentemente especular, de una pretendida
igualdad de YO a YO.

El concepto de asociación dentro de estas nuevas modalidades de lazo social / virtual, está
dejando de lado el proceso de descubrimiento del tercero como “el otro” estableciendo una
identidad inmediata que busca fortalecer los rasgos especulares del YO.
Al trocarse el proceso de conocimiento del tercero, se facilita la posibilidad de diseñar la imagen
de sí mismo que el sujeto desea exponer ante el otro. Así puede resaltar rasgos de personalidad
ligados a aspectos más pulsionales y sin mediatización alguna de un ordenamiento de ello.

Las comunidades virtuales están diseñadas precisamente, para permitir a sus usuarios la
posibilidad de re-crearse, re- constituirse preponderando determinados rasgos, sean estos pro
sociales ó en su polo antagónico de ruptura con lo social, en este último caso nos referimos a
ilícitos que pudieran constituir una ó varias conductas delictivas.

Desde una perspectiva sociológica, ese proceso de reformulación de la identidad del sujeto en el
ciberespacio se encuentra protegida por la carencia de elementos de constatación de veracidad de
la información brindada. Lo que facilita en gran medida la proliferación de comportamientos
tipificados como delictivos.

También resulta de interés efectuar el análisis de los llamados “espacios virtuales” , en los que es
de importancia tener en cuenta el concepto de “lo público” y “lo privado”.

Tal como podremos analizar en el caso que abordaremos en el presente trabajo, se produce un
des - dibujamiento de los espacios, no sólo de aquellos que responden a lo público y lo privado
según la ley, sino también de aquellos espacios de “intimidad” y “extimidad” que son los propios
del sujeto.

Intimidad y Extimidad: Los (des)bordes de las redes sociales:

Tanto la intimidad como la vida privada de las personas han sufrido distorsiones, que conmueven
los contornos al verse sus marcos de actuación convencionales superados por la nueva realidad
comunicativa .

La información obtenida en la red social facebook a través de su arquitectura, favorece la pérdida


de control de la intimidad a través de la captación de pautas de comportamiento, el empleo de
datos derivados de los perfiles, los cambios en las políticas de privacidad sin consentimiento y el
reconocimiento facial.

El auge de la interconexión en la era de la Web 2.0 implica un continuo feed-back entre emisores y
receptores, aunque también supone la perversión del concepto de intimidad por parte de los
usuarios, quienes valoran por encima de su salvaguarda, su publicidad “ha cambiado la forma en
que nos construimos como sujetos, la forma en que nos definimos. Lo introspectivo está
debilitado, Cada vez nos definimos más a través de lo que podemos mostrar y que los otros ven”
(Pérez - Lanzac & Rincón 2009); podríamos afirmar la preponderancia de una pulsión escópica.

Esta debilitación del ámbito introspectivo ya fue enunciada por Jacques Lacan en 1958 bajo el
término de “extimidad” , un concepto que entronca con la manifestación pública en la era de las
redes sociales, del contenido otrora íntimo.
El término “extimidad” rompe el binario interior - exterior y designa un centro exterior a lo
simbólico, lo que conlleva la producción de un hiato en el seno de la identidad consigo mismo,
vacío que la identificación no llegará a colmar.

Lo éxtimo podría definirse como ese objeto extraño que habita en ese Otro que es el sujeto para sí
mismo y que eventualmente puede localizarse afuera en el otro (Extimidad. El curso de
orientación Lacaniana, 2012).

Análisis de la Escena del Crimen:

Con la aparición de los diferentes dispositivos informáticos y la digitalización de las


comunicaciones, los conceptos tradicionales del lugar del hecho y escena del crimen cambian
radicalmente su sentido si se los aplica en los entornos virtuales.

El lugar del hecho representa el espacio físico en el que se ha producido un suceso susceptible de
investigación criminal mediante métodos científicos.

En relación con los crímenes por computadora, una de las dificultades que se presenta son las
características del entorno virtual de los dispositivos electrónicos.

Desde el método de las ciencias del comportamiento, nos abocaremos al relevamiento de las
huellas psicológicas. Ya que cuando un autor de delito interacciona con una víctima, hay algo de él
que se transfiere a la misma ó al resto del escenario y viceversa. (Pp. Locard).

En base a los elementos recabados al momento de la realización del Perfil Criminológico en las
causas que nos tocara intervenir desde el área de Psicología Jurídica aplicada a la Investigación
Criminológica, se advierte que el accionar por parte del sujeto activo (autor) ha generado una
limitación en la libertad de acción de quien resultara víctima / ofendido, generando en este último
sentimientos de malestar, enojo, temor, que en definitiva determinan de manera negativa su
estado de ánimo y restringen el establecimiento de lazos sociales.

D’Alessio en su Código Penal comentado indica que en la Doctrina hay consenso sobre que el tipo
de la injuria comprende la contumelia (ofensa al honor subjetivo que requiere la presencia del
agraviado ó la comunicación dirigida a él, sin importar la trascendencia a terceros) y la difamación
(afectación del honor objetivo -reputación- comunicando la ofensa a terceros.

A través de la Perfilación Criminológica pretendemos determinar la relación de la escena del


crimen con la conducta del agresor en el contexto del delito determinado.

En los casos que nos ocupa, la escena del crimen, en su gran mayoría, la configuran tres
componentes claramente definidos en la comisión de la conducta delictiva por parte del autor:

Cyberbullying

Acoso textual
Sextorsion

El fenómeno de cyberbullying que tiene como objetivo acosar al sujeto pasivo, intimidarlo,
generarle temor, hostigarlo hasta determinar su conducta frente a los demás.

También, hemos de destacar la escena que constituye per se el acoso textual, que involucra el
envío de mensajes a través de dispositivos de telefonía celular. Se trata de una forma de
hostigamiento a través del cual el medio tecnológico utilizado son los celulares. Se trata
nuevamente, del acoso u hostigamiento por medios tecnológicos que se utiliza para molestar,
burlar, perseguir, humillar y denigrar. Se trata de mensajes que incomodan al receptor por la
frecuencia del contacto y por no conocer al emisor que intenta de manera reiterada establecer un
vínculo de características obscenas y despóticas en perjuicio del sujeto pasivo.

Y por último la configuración de una conducta de sextorsion (es el anglicismo que proviene de la
contracción entre sexo y extorsión), en la que el sujeto activo utiliza las imágenes que obtuvo, ya
sea directamente de la víctima que las produjo y las entregó inducidas por aquél, indirectamente a
través de otras personas ó de redes sociales, ó bien realizando una grabación directa sin que la
víctima sea consciente de lo que en realidad sucede, a fin de exigirle, bajo amenazas, que continúe
con la conducta impuesta por él.

Lo antes expresado, nos permite inferir sobre la posibilidad del montaje de una escena (escena
simulada), la cual se inscribe sobre una escena eminentemente virtual, a través de la interacción
de uno ó más autores (de falsa identidad). El autor le enviaba mensajes

Si bien los escenarios de un crimen cuentan con un orden lógico normalmente, con un inicio y un
final, ello no significaría en modo alguno que en ciertos casos la manipulación se realice desde
antes y durante de la comisión delictiva.

Relación del Autor con la Escena del Crimen:

La escena del crimen se determina como consecuencia directa de la modalidad que establecieran
en la interacción autor / víctima a través de un medio cibernético como lo es internet (redes
sociales / Messenger y mensajes de texto a teléfonos celulares).

Métodos de Aproximación a la Víctima:

El autor, para lograr su cometido de aproximación a la víctima se vale de los factores de sorpresa
(aprovechando un momento vulnerable de la víctima) y el de engaño (se muestra como alguien de
confianza para una vez obtenido lo que busca por parte de la víctima exponerlo y embaucarlo
afectivamente).

Métodos de ataque a la Víctima:

Los métodos coactivos de los que se vale el autor, dan parte de la comodidad de éste para
desplegar su accionar sobre la víctima, al ser a través de medios electrónicos, el autor no corre
ningún tipo de riesgo físico en lo inmediato, ello le posibilita “diluirse” subjetivamente tras el
anonimato que provee internet y disponer de la tecnología al servicio de su goce particular. El
objetivo de la batalla del autor sobre la víctima, se trata del cuerpo de la víctima, ante todo el
hecho de “exponer su cuerpo ante la mirada” de terceras personas.

Métodos de control sobre la Víctima:

Son los medios empleados para manipular, contener y dominar la conducta de la víctima durante
el ataque y posteriormente.

El autor se vale de métodos electrónicos de coacción y amenazas, valiéndose de los lazos de


confianza que en su momento estableciera previamente con la víctima, efectuándolo antes y
durante el ataque en el que arremete en contra de la víctima.

Modus Operandi:

El Modus Operandi se ejecuta a través del uso de las redes sociales, tomando cierto control de la
víctima y sus contactos.

El riesgo del delincuente:

En este apartado, analizamos la percepción del delincuente en cuanto a la posibilidad de ser


capturado ó sufrir una pérdida ó daño, cuando intenta controlar a una víctima.

Siguiendo la metodología de perfilación de GARRIDO GENOVES


divide en dos grandes apartados: , el riesgo del delincuente se

a) El riesgo implícito al Modus Operandi (MO)

b) El riesgo del incidente

a) El riesgo implícito al MO

Se refiere a la naturaleza y extensión de la habilidad, planificación y ejecución de los actos de


precaución que muestra un delincuente ANTES, DURANTE y DESPUES de cometer el delito, con
objeto de lograr su objetivo y evitar su identificación.

Firma del Delincuente:

La firma, es el aspecto distintivo de las conductas realizadas por el autor y que la misma revela sus
necesidades psicológicas y emocionales. También nos posibilita determinar su compulsión
personal (Douglas y Olshaker)

a) Aspecto general de la firma:

El motivo aparente de su conducta delictiva, tendría relación con causas de tipo pasionales, ira,
venganza y el hecho de arrogarse algún derecho sobre la víctima.

b) Las conductas de la firma:


Respecto del análisis de la firma y atendiendo que ella es definida por los autores como “la tarjeta
de visita del criminal”, en un caso que nos ocupara, entendimos a la firma como los producidos vía
mensajes de texto, correos electrónicos por parte del autor, lo que nos permitió inferir que se
trataría de un solo autor, pues sus producidos confluyen en un estilo literario definido, y la
finalidad de los mensajes es siempre la misma, es decir, concluía en una enunciación de tipo
querulante y reivindicativa.

En el caso que nos ocupa, la firma del autor, sigue un camino paralelo entre el deseo sexual y lo
emocional en relación a la víctima.

En base a sus producidos, podríamos inferir que las conductas manifiestas, se hallan integradas en
la vida del autor de modo sintónico (integradas a su YO), en la que el sujeto intenta satisfacer cada
vez más una fantasía que se torna huidiza e impracticable en todos sus extremos, de ahí que la
propia fantasía, a su vez, alimente nuevas acciones transgresoras, es decir, lo lleva hacia una
repetición de conductas seriales (masividad de los mensajes y frecuencia sostenida en el tiempo).

Perfil Victimológico:

En las situaciones en que tanto el autor como la víctima se conocen a través de Internet,
podríamos inferir que la selección de la víctima por parte del autor en ese caso, obedece a un
criterio de “pura oportunidad”, puesto que ambos se habrían conocido a través del sistema de
redes sociales (Facebook, chat en una página web, etc.).

Conclusiones Finales:

A través del presente escrito, y la metodología del perfil criminológico con la que trabajamos,
pretendimos visibilizar los aportes de un método de investigación criminológica que en frente a la
proliferación de modalidades delictivas “no convencionales” tal como puede serlo a través de la
redes sociales en la web, resultaría una posibilidad de acotar el círculo de búsqueda en un
universo tan amplio e infinito como Internet.

El empuje de la época es hacia una exhibición de la pulsión (goce) a como dé lugar (sitios de
internet, chat, etc.) La LEY adquiere otros rasgos, ya no el tradicional de la Justicia como referente
de orden y del lazo social, sino que desde un franco declive al que debemos adicionarle el vacío
legal preponderante en esta materia delictual, abre un camino a la violencia, ya que al quedar
desamparado de una identificación y un marco legal que lo resguarde, el sujeto deja de estar
representado por algo (LEY) que ponga freno a la compulsión de un goce inmediato.

El avance del discurso de la ciencia, con la producción de objetos, listos para el consumo, trajo
aparejado la ruptura de los lazos sociales y como consecuencia una uniformización de los modos
de satisfacción. Sin embargo, el sujeto que cree ser amo de su goce, rápidamente termina siendo
víctima del mismo.
Tal como pudimos evidenciar en el caso de referencia, la invasión del goce en exceso, rompe la
virtualidad e irrumpe con efectos en la vida real (amenazas, coacción, intimidación, injurias
públicas).

No se trata entonces de ordenar este desorden ó de intentar restaurarlo, sino más bien poder
entender el surgimiento de un orden diferente. Este orden que surge cuando la LEY simbólica
tambalea y deja de encarnar la figura que transmite el ideal que abre al lazo social.

Teniendo en cuenta lo hasta aquí trabajado, podemos afirmar que se plantea una
bidimensionalidad del sujeto - usuario, que se manifiesta en un sujeto que habita e interactúa en
un espacio no-virtual y otro que desarrolla contactos e interactúa con otros sujetos en un espacio
virtual, que trasciende la territorialidad física y deviene otros matices.

Ello implica un abordaje del uso de los espacios virtuales, no como un opuesto a los espacios no -
virtuales, sino como elementos sinérgicos que se retroalimentan el uno al otro. En las diferentes
aproximaciones al uso del ciberespacio, se acostumbra extrapolar los términos virtual del real,
como si el primero no fuera lo segundo; es decir, que se maneja el concepto de la virtualidad casi
desde una perspectiva de fantasía.

Daniel Aguilar Rodríguez y Elías Said Hung plantean el siguiente esquema en cuanto al sujeto de
la virtualidad y el de la no-virtualidad:

Dimensión No- virtual Dimensión virtual

- Sujeto como resultado de sus - Producto consciente de si mismo


experiencias, vivencias, mediaciones
- Posee control sobre los rasgos y
- No decide qué rasgos lo definen e elementos que lo definen e identifican
identifican ante los otros ante los otros

- Es verificable - Difícil, más no imposible de verificar

- Para la interacción es necesario - No requiere ser parte del mismo


formar parte del mismo espacio social espacio social para la interacción
(Bourdieu 1997)

Desde esta perspectiva, considerar los espacios virtuales y no virtuales como opuestos y
excluyentes uno de otro, no permite observar el grado en que tanto uno como otro se
retroalimentan y componen a sí mismos. Si algo afecta al sujeto en el espacio no-virtual, ello se
verá reflejado en el espacio virtual, dado que el sujeto encontrará mecanismos para liberarse en el
espacio virtual, el cual le resulta, quizás, más seguro. O por otra parte, tal como el caso que aquí
trabajamos, lo que sucede en el espacio virtual puede tener una injerencia directa en la vida no-
virtual del sujeto que dan inicio tanto a una relación sentimental, como así también a una
demanda judicial, por sentirse efectivamente amenazado.

Para finalizar, y coincidiendo con Nicholas Negroponte, en términos de persecución penal,


señalaba a mediados de los años 90: “la justicia se comporta como un pez casi muerto (…) está
boqueando, falto de aire porque el mundo digital es un lugar diferente. Casi todas las leyes fueron
concebidas en y para un mundo de átomos, no de bits” 2

BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA

McLuhan, M. “Comprender los medios de comunicación” - 1965

Tello, L. “Intimidas y Extimidad en las redes sociales. Las demarcaciones éticas de facebook” en
Rev. Comunicar N° 41 - XXI - Revista Científica de Educomunicación - Madrid (España) 2013.

D’ALESSIO, Andrés José, Código penal comentado, La Ley, Bs. As. 2009 www.laleyonline.com.ar

GARRIDO GENOVES, V. “El perfil criminológico” Universidad de Valencia, España 2007

Aguilar Rodríguez, D y Hung Said, E. “Identidad y subjetividad en las redes sociales virtuales: caso
de facebook” en Rev. Zona Próxima - Revista del Instituto de estudios en Educación Universidad
del Norte - N° 12 - enero - julio 2010.

Alcaraz, Juan Francisco “Los mensajes escritos” - Rev. El Perfilador N° 7 - Edición Especial - SEIPC
España - Marzo de 2012.

2
Negroponte, Ser digital. Prólogo.

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