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Capítulo 6.1
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paciente pueden ocultar en un primer momento el diagnóstico • Extensión del trazo de fractura.
de estas (sobre todo aquellas unicondíleas, de «Hoffa» o inter- • Fracturas bifocales y de huesos adyacentes.
condíleas sin desplazamiento), en este caso es «el bosque el que • Lesión de partes blandas.
nos impide ver el árbol». Por todo ello, en el paciente politrau- • Lesiones neurovasculares.
matizado es indispensable la exploración minuciosa por apara-
tos y los protocolos de actuación en los centros que atiendan a Aunque existen múltiples clasificaciones para este tipo de frac-
estos pacientes. Además, con la realización cada vez más ex- turas, la clásica clasificación propuesta por Müller integrada en
tendida de body-TAC podemos tener una sensación de falsa el sistema AO/OTA es la más aceptada6 (cuadro 6‑1).
seguridad, ya que debemos tener en cuenta que el punto de En 2018 se realizó una revisión de esta clasificación en la
mapeo distal de la prueba diagnóstica suele ser el trocánter que se introdujo una nueva nomenclatura y tipos de fractura.7
menor, dejando sin escanear la zona supracondílea. En el pa- En ella aparecen clasificados trazos especiales como fracturas
ciente anciano la exploración será más obvia, pues el paciente avulsiones, lesiones trocleares o de Hoffa bilaterales8 (fig. 6‑2).
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En los pacientes politraumatizados, la preservación de la de los factores más importantes para evitar fracturas periim-
vida debe ser el principal objetivo, por lo que la cirugía del plante posteriores),14 se recomienda realizar pequeñas incisio-
control de daños (v. capítulo correspondiente) será la mejor nes para la colocación de dos o tres tornillos en cada una, que
opción. Debemos tener en cuenta que el «control de daños» no luego puedan ser suturadas correctamente, en vez de practicar
puede ser una excusa para no realizar el tratamiento óptimo en múltiples incisiones para cada tornillo.
un paciente estable al que se le podría aplicar un tratamiento Si la fractura afecta a la superficie condílea y esta debe ser
definitivo. reducida, la incisión puede ser ampliada hacia medial y distal
En una fractura aislada, la lesión de partes blandas no sue- en dirección de la tuberosidad tibial anterior (TTA), pudiendo
le ser un problema para el tratamiento de urgencia, por lo que abrir el alerón rotuliano lateral y mediante una artrotomía tener
la cirugía definitiva se debería realizar lo antes posible, siempre una visualización de la tróclea, además de controlar la calidad
que se den las circunstancias para su tratamiento (personal y de la reducción mediante palpación. Este abordaje podría am-
material óptimo).13 pliarse para la visualización completa de la región condílea
mediante una osteotomía de la TTA.15
Abordajes
Clásicamente se ha utilizado el abordaje lateral para este tipo Abordaje medial
de fracturas, pero la introducción de tratamientos más novedo- Este abordaje está reservado para las fracturas del cóndilo me-
sos, como los enclavados retrógrados o la aplicación de nuevos dial o para las fracturas complejas en las que la región metafi-
paradigmas de tratamiento, como la colocación de placas de saria medial está destruida y necesitan el aporte de injerto y/o
soporte medial en fracturas conminutas, ha hecho que debamos de una placa medial (además de la lateral) que haga de contra-
manejar también otros tipos. A continuación se exponen los fuerte. La incisión en piel y fascia sigue una técnica similar a
abordajes más característicos. la lateral, con especial atención al ligamento colateral medial,
de mayor tamaño y algo más anterior que el lateral, y al menis-
Abordaje lateral co interno. La extensión hacia proximal del abordaje ha de
Es el abordaje de elección para la colocación de placas y ma- realizarse con extremo cuidado, ya que los vasos femorales
terial de osteosíntesis lateral. El paciente es colocado en decú- atraviesan el músculo aductor a través del hiato de Hunter.
bito supino con la extremidad lesionada libre (se puede también
utilizar el decúbito lateral), con la cadera del fémur afectado Abordaje parapatelar medial
ligeramente flexionada para descender la tensión del cuádriceps El abordaje parapatelar es el más indicado para la colocación
y permitir la visión lateral con el intensificador de imágenes. de un clavo retrógrado. La apertura articular es sencilla, ya que
Se puede acompañar de ligera flexión de la rodilla para relajar no necesita visualización directa. Con el intensificador de imá-
la fuerza del tríceps sural y valorar la rotación de la extremidad. genes y la palpación será suficiente.
La colocación de manguito de isquemia puede no ser recomen- El paciente es colocado en decúbito supino con la rodilla
dada, ya que impediría la ampliación proximal de la incisión o flexionada para evitar el choque de estructuras con la coloca-
la colocación de placas hasta la zona proximal del fémur en aras ción del clavo (rótula si está demasiado flexionada y tibia si
de evitar futuras fracturas periimplante. está demasiado extendida). Habrá que poner especial atención
Se realiza una incisión lateral para poder controlar comple- en no dañar el cartílago y la inserción proximal del ligamento
tamente el fragmento distal hasta la línea articular, ligeramente cruzado posterior.
anterior al ligamento colateral; la ligera flexión de la rodilla
facilita su realización. La fascia lata es abierta a la altura de la Osteosíntesis
incisión cutánea, abriendo cuidadosamente la banda iliotibial
y las estructuras periarticulares para exponer la cara lateral del Osteosíntesis con placas y tornillos
cóndilo. Debe prestarse especial atención a la arteria genicula- La osteosíntesis con placa y tornillos es probablemente el tra-
da superior y al menisco lateral a la altura de la cápsula en su tamiento más extendido y utilizado en este tipo de fracturas.16
porción lateral. En estos momentos el vasto lateral puede ele- La aparición de las placas bloqueadas con estabilidad angular
varse ligando las arterias perforantes tan proximal como sea a principios del siglo xxi creó el nuevo paradigma en el trata-
necesario. miento de estas lesiones, pero también la aparición de nuevas
En muchas situaciones no es necesario realizar la exposi- complicaciones relacionadas con la rigidez del sistema.
ción completa del campo quirúrgico aplicando una técnica per-
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cutánea, para ello realizaremos el paso de la zona condílea la- Placas no bloqueadas y tornillo condíleo
teral de manera estándar, prestando mucha atención a la dinámico (DCS)
retracción de la banda iliotibial para impedir que fuerce la co- La aparición del clavo-placa a 95° y posteriormente del tornillo
locación del material de osteosíntesis «demasiado anterior». condíleo dinámico (DCS) supuso un antes y un después en el
Puede ser de gran utilidad realizar una incisión proximal de tratamiento de estas fracturas, obteniendo buenos resultados
unos 3 cm en el punto donde termine la placa en la diáfisis con respecto al tratamiento conservador.17 El uso del DCS ha
para poder controlar su colocación correcta en la región diafi- disminuido con la utilización de las placas bloqueadas de esta-
saria del fémur. De esta manera, si somos capaces de reducir bilidad angular, pero todavía posee una ventaja sobre ellas, es
de manera indirecta la fractura, y la placa está bien colocada y más resistente a la rotura por fatiga, sobre todo cuando el con-
fijada en su región distal y proximal, no necesitaremos abrir el trafuerte óseo medial ha fallado, y crean menos micromovi-
foco de fractura durante la intervención. Para la colocación de miento en el foco de fractura.18 Estas placas pueden ser muy
tornillos, y en aras a minimizar el daño a la banda iliotibial (uno útiles en fracturas tipo 33A, incluso en las 33C1 con mínimo
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desplazamiento condíleo, pero en las intraarticulares conminu- Los tornillos distales se suelen colocar roscados a la placa,
tas, sobre todo en pacientes ancianos, pueden tener problemas pero para la reducción de las fracturas intraarticulares pueden
en al agarre del tornillo condíleo o producir el desplazamiento ser interesantes los tornillos a compresión alrededor de esta, ya
de los fragmentos intraarticulares con su colocación (v. fig. 6‑2). que los tornillos de estabilidad angular difícilmente darán com-
Otro de los sistemas más utilizados hasta los últimos 15 años presión entre los fragmentos.
ha sido la placa condílea sin tornillos bloqueados. Estas placas Se ha estudiado ampliamente el resultado de estas placas,
han demostrado un muy buen resultado en pacientes jóvenes y los resultados no han sido a veces nada esperanzadores, con
con fracturas supracondíleas, pero deben la estabilidad del sis- hasta un 40% de tasas de retardo de consolidación, pseudoar-
tema a la fuerza con que la placa es solidarizada sobre el hueso trosis y fracaso de material.21 Para explicarlos se han estudiado
a través de los tornillos, por eso puede haber un colapso en diversos factores, pero muchos de ellos en estudios retrospec-
varo hasta en un 15% de las fracturas supraintercondíleas tra- tivos y series de casos. Parece claro que la consolidación de la
tadas con estos implantes.19 fractura pasa por una buena vascularización del foco (conse-
guida por el método percutáneo de colocación) y por un control
Placa de bloqueo con estabilidad axial de las fuerzas rotacionales y cizallantes sobre el foco, que per-
La aparición de estas placas ha supuesto un antes y un después mite la actuación de fuerzas de compresión controladas (esta-
en el tratamiento de estas fracturas. Con su uso, la estabilidad bilidad relativa). El problema es que no se conoce hoy en día
del sistema no depende aisladamente de la fuerza que ejercen cuán relativa ha de ser esa estabilidad, y cuál es la rigidez sufi-
los tornillos sobre el hueso, además permite una colocación del ciente para que consolide la fractura, sin que fracase o fatigue
implante de manera percutánea al poder adosar a los agujeros previamente el material.9 Parece evidente que las placas de ti-
dispositivos percutáneos a modo de guías. También se ha dis- tanio poseen un módulo de elasticidad más parecido al tejido
cutido ampliamente la preservación de la circulación perióstica óseo que las de acero21 (fig. 6‑4), por lo que pueden ser más
al ser unos implantes que no contactan directamente sobre el indicadas para el tratamiento si buscamos una consolidación
hueso, es decir, es una fijación externa bajo el plano muscular, secundaria de las fracturas metafisarias más o menos conminu-
pero probablemente la preservación de la vascularización, fun- tas. Pero si buscamos una consolidación per priman, con una
damental para la curación de las fracturas, sea más debido a la reducción anatómica y aposición de injerto, pueden ser más
técnica percutánea de colocación (preserva la vascularización interesantes las placas de acero (como puede ser el rescate de
de los fragmentos) que a la proximidad de la placa al hueso.20 una pseudoartrosis con abordaje de foco y colocación de injer-
Para la colocación de la placa hay que prestar especial aten- tos). Parece ser que los montajes con placas largas pueden estar
ción a la reducción a foco cerrado de la fractura, ya que cual- más indicados a la hora de buscar una consolidación con sis
quier grado de desviación en varo y hasta 15° en valgo podrían temas más elásticos, ya que las cortas (sobre todo por la dismi-
suponer una sobrecarga excesiva de la articulación de la rodilla. nución de la distancia de los tornillos más próximos al foco,
Otro de los puntos que se deben tener en cuenta es la posible llamada longitud de trabajo) pueden formar sistemas muy rígi-
colocación de la placa posterior en la región distal para evitar dos sobre la fractura impidiendo su consolidación (v. fig. 6‑4).
la entrada de tornillos sobre la tróclea; esto puede provocar la Se han estudiado esta longitud de trabajo de la placa y el nú-
flexión del fragmento distal con la deformidad en «palo de mero de agujeros libres (sin tornillos) a lo largo del foco y no
golf» característica. Por el contrario, por efecto de una disec- se ha llegado a una conclusión más o menos clara de cuál es
ción insuficiente de la banda iliotibial o por el efecto de la la distancia correcta entre el último tornillo (ya sea proximal o
gravedad sobre el mango voluminoso para la guía de los torni- distal) y el foco de fractura.22
llos proximales, la placa puede ser colocada anterior y en rota- Otro de los puntos más debatidos es el número de tornillos
ción externa, favoreciendo la penetración de los tornillos en la proximales que debemos colocar, ya que el número de los dis-
tróclea, a veces difícilmente testable en las proyecciones de tales son más o menos fijos en la zona epifisaria.5-6 Estos torni-
escopia (fig. 6‑3). llos proximales son muy interesantes para entender cómo se
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A B
Figura 6‑4 Paciente de 36 años con una fractura de fémur distal tratada con una placa de acero y una longitud de trabajo corta (A). La fractura sufrió
un retardo de consolidación, como se observa en las imágenes a los 6 meses de la cirugía (B). El montaje es «demasiado rígido» para la producción de
una consolidación secundaria. La fractura consolidó a los 9 meses sin intervención quirúrgica.
forma el callo de fractura en estas fracturas tras la colocación la fractura, solo la estabilizan, por lo que se han reportado has-
de estas placas. Suele formarse un callo asimétrico, con forma- ta un 30% de errores de rotación en estas osteosíntesis.31 Para
ción de hueso en la cortical opuesta a la placa (medial en este comprobar la rotación puede ser interesante la visualización de
caso), y debido a la rigidez de los tornillos bloqueados a la ambos trocánteres menores con el intensificador de imágenes
placa hay una protección de todo tipo de fuerzas en la cortical con respecto a la orientación de ambas rótulas con el paciente
lateral, incluidas las de compresión fundamentales para la for- posicionado en decúbito supino durante la cirugía.32
mación del callo.23 Por ello se ha ido disminuyendo el número La técnica posee puntos críticos; un error en la elección del
de tornillos proximales en la diáfisis, siendo 4 (8 corticales) los punto de entrada en la rodilla puede hacer que el fragmento
más recomendados, y alternando los tornillos bloqueados con distal se coloque en extensión (el eje central diafisario del fé-
los clásicos de cortical y agujeros libres de tornillos, sin que mur no coincide con el eje central de los cóndilos femorales en
superen los primeros a los segundos (50%).24 Otra de las técni- su visión lateral, este es algo anterior), y se han publicado casos
cas que se pueden utilizar es la del «bloqueo de la cortical de lesión de los ligamentos cruzados durante su inserción o
opuesta» (far cortical locking). El tornillo se bloquea a la placa dolor anterior de rodilla posterior a la cirugía.33
de manera estándar, pero el agujero de la cortical lateral es de Otra de las dudas que podemos tener a la hora de coloca-
mayor diámetro que el de la medial, es decir, el tornillo no se ción de un clavo retrógrado es la longitud del implante y el
rosca en la cortical lateral (da mayor elasticidad) y se bloquea número de bloqueos; parece obvio que en los pacientes jóvenes
en la cortical «lejana», la medial. Así disminuye la formación podría bastar con un enclavado corto, pero en los pacientes
del callo «asimétrico».25 ancianos sería recomendable sobrepasar el istmo con el blo-
Otro factor que se ha de tener en cuenta para disminuir el queo proximal en el 1/3 superior del fémur para evitar las frac-
fracaso de este tipo de osteosíntesis es la distancia de fragmen- turas periimplante. En la porción distal se recomiendan tres
tos en la región medial de la fractura, que es uno de los factores tornillos de bloqueo, sobre todo en las fracturas más distales (el
más importantes para el fracaso del sistema.26 Para evitar el trazo metafisario debería estar al menos a 5-6 cm de la línea
colapso en varo de la fractura puede ser recomendable el uso articular).34
de placas mediales de pequeño tamaño a modo de contrafuerte,
además de la placa lateral clásica.27 Prótesis tumorales
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los revisados (todos ellos retrospectivos) no han encontrado tan realizar compresión y entierren su cabeza por debajo del
diferencias respecto a complicaciones generales, tasas de revi- nivel del cartílago. Aunque si el fragmento es lo suficientemen-
sión quirúrgica o mortalidad, con la ventaja de que el paciente te grande se puede colocar una placa de contención posterome-
podría movilizarse de manera precoz.35 En todo caso estos da- dial o posterolateral para sintetizar la fractura.
tos deben tomarse con cautela, ya que es una técnica muy de-
mandante y de difícil acceso en muchos hospitales. Fracturas tipo C
Complicaciones Las fracturas tipo C pueden ser un gran reto hasta para el ciru-
jano más experimentado. Las fracturas con mínimo desplaza-
Además de las complicaciones sistémicas inherentes a la pro- miento intraarticular pueden ser tratadas mediante clavos o
ducción y el tratamiento de las fracturas, como son la trombo- placas con la aposición de tornillos a compresión por fuera del
sis venosa profunda, el embolismo graso, los síndromes com- sistema. Es importante reseñar que en un primer momento de-
partimentales y el fallecimiento en el paciente anciano (similar beremos asegurar la reducción anatómica de la superficie arti-
cifra a las fracturas de cadera),36 al ser una fractura yuxtaarti- cular y posteriormente estabilizar la fractura metafisaria, y
cular puede generar secuelas en el funcionamiento de la rodilla, aunque en algunas ocasiones puede conseguirse con un único
ya sea por inestabilidad, déficit de movimiento o desarrollo de dispositivo, si optamos por la colocación de un clavo retrógra-
artrosis. El tratamiento quirúrgico posee además complicacio- do, hay que tener en cuenta que si no estabilizamos previamen-
nes como la infección profunda (5% en las fracturas cerradas),37 te la fractura intraarticular, esta puede desplazarse con la inser-
minimizada con los abordajes percutáneos, y las alteraciones ción del clavo.
de consolidación, ya sea por defecto, como la pseudoartrosis y
el retardo de consolidación explicado previamente, o por forma, Conclusiones
como las consolidaciones viciosas también abordadas anterior-
mente en este capítulo. El tratamiento de las fracturas de fémur distal ha sufrido un
avance muy importante en los últimos años comparado, por
ejemplo, con otras fracturas tan próximas en el espacio como
Tratamiento recomendado pueden ser las diafisarias de fémur (cuyo concepto terapéutico
por los autores ha permanecido inquebrantable en los últimos 50 años con unos
resultados extraordinarios). En todo caso, la excelencia todavía
Fracturas tipo A no se ha alcanzado, y se deberá prestar especial atención al
diseño de nuevos materiales más estables que no aumenten la
Las fracturas tipo A1 simples de trazo transverso u oblicuo rigidez del sistema, como podría ser la introducción de nuevas
corto pueden beneficiarse de la colocación de un clavo retró- aleaciones o materiales cuya elasticidad se acerque a la del
grado, incluso de uno anterógrado en las llamadas «altas». En hueso y al desarrollo de estudios que aporten algo de luz sobre
los patrones espiroideos metafisodiafisarios, las propiedades la aceleración biológica de la curación de las fracturas; habla-
biomecánicas del clavo comienzan a resentirse. En estos casos mos de la genómica y la medicina regenerativa, que por fin nos
puede ser muy interesante la colocación de uno o dos tornillos harían entrar de lleno en este siglo xxi.
interfragmentarios a compresión y posterior colocación de una
placa lateral de neutralización puenteando el foco de fractura.
En las fracturas a menos de 4 cm de la línea articular, donde la Bibliografía
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plicada, la colocación de la placa de estabilidad angular puede Fractures in Adults, 6th ed. Philadelphia: Lippincott Williams &
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J Orthop Trauma 2016;30(8):403-8. pective study of 30 day mortality. Injury 2019;50(2):444-7.
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212 Parte II Rodilla
Capítulo 6.2
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 213
Actualmente, el uso de la tomografía computarizada (TC) al menos hasta pasar el riesgo de necrosis cutánea.
desempeña un papel fundamental en identificar y comprender
el patrón de la fractura y cuantificar la magnitud de la depresión Tratamiento conservador
articular con el objetivo de planificar la cirugía, además de ser
útil para identificar lesiones vasculares. Se puede afirmar que El tratamiento conservador está indicado sobre todo en fracturas
actualmente a toda fractura de la meseta tibial, por muy simple de baja energía del platillo tibial lateral. Si la fractura es estable,
que parezca, se le debe practicar una TC, dado que fracturas se puede optar por la aplicación de una ortesis articulada, descar-
aparentemente simples en estudios radiográficos, se observa ga del miembro afectado durante un período de 8-12 semanas y
que no lo son cuando se realiza esta prueba.8 movilización precoz. En fracturas con cierta inestabilidad se
El papel de la resonancia magnética (RM) se limita a iden- puede inmovilizar la articulación con una férula de yeso o un
tificar las lesiones meniscales, ligamentosas, osteocondrales y yeso cerrado durante 4-6 semanas, seguido de una ortesis articu-
de tejidos blandos asociadas a este tipo de fracturas.8 lada, manteniendo la descarga durante 8-12 semanas.12,14
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214 Parte II Rodilla
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 215
Fractura tipo II tratada Fractura tipo II tratada Fractura tipo V tratada Fractura tipo VI tratada
con tornillos canulados con placa lateral con doble placa con fijador externo híbrido
e injerto óseo
Figura 6‑8 Tratamientos quirúrgicos.
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216 Parte II Rodilla
Indicaciones generales del tratamiento quirúrgico quieren, ulteriormente, una artroplastia de rodillas. En un
Las indicaciones generales del tratamiento quirúrgico 3,14
son las estudio reciente,6 en el que se analizó el tratamiento de fractu-
siguientes: ras tipo IV, V y VI de Schatzker, la fijación externa hibrida se
mostró superior a la osteosíntesis, y se asociaba a mejores re-
• Fracturas con una depresión de la superficie articular sultados funcionales, y menores tasas de infección y tiempo de
> 2-3 mm o una separación > 2-3 mm. hospitalización, sin embargo otros autores han encontrado re-
• Presencia de inestabilidades en varo o valgo > 10° con la sultados opuestos.3,12
rodilla en extensión.
• Fracturas del platillo medial y las que afecten a ambos pla- Papel de la artroscopia
tillos. Se puede utilizar para valorar el estado de meniscos, ligamentos
• Fracturas abiertas, presencia de un síndrome compartimen- cruzados y superficie articular. También se puede utilizar para
tal o lesión vascular aguda (indicaciones absolutas). la evacuación de cuerpos libres, meniscectomías y realizar re-
ducciones asistidas.12,14
Métodos de tratamiento quirúrgico
Tornillos percutáneos Vías de abordaje
Están indicados en fracturas tipo I-IV de Schatzker, con una
calidad ósea aceptable y sin conminución en el vértice distal Las vías de abordaje deben respetar los tejidos blandos y evitar
de la fractura. Se puede realizar una reducción bajo radios- disecciones extensas que pueden desvitalizar los tejidos y pro-
copia y una fijación con tornillos canulados para hueso es- vocar necrosis cutáneas, sobre todo en traumatismos de alta
ponjoso de 6,5-7,0 mm, con arandela, posicionándolos en la energía. En fracturas tipo V y VI de Schatzker es preferible usar
parte proximal de la epífisis. También conviene posicionar dos incisiones a una sola por la línea media.
otro tornillo en el vértice distal de la fractura para que añada
estabilidad mecánica a la fijación. En caso de hundimiento Abordaje anterolateral
de la superficie articular se puede abrir una ventana ósea e
insertar injerto óseo autólogo, preferentemente, alogénico o Esta indicado en las fracturas tipo I, II y III de Schatzker para
sintético.3,12 exponer la columna lateral. La incisión se extiende desde el
borde lateral de la tibia a 2 cm de la cresta tibial, y se curva
Reducción abierta y fijación interna sobre el tubérculo de Gerdy en forma de palo de hockey. La
Consiste en la reducción y fijación con una o dos placas blo- incisión se extiende a nivel proximal sobre el cóndilo femoral
queadas. Está indicada en fracturas tipo I a IV de Schatzker con externo. Se efectúa una sección de la cintilla iliotibial en la
desplazamiento significativo, en hueso osteoporótico, en una dirección de sus fibras hasta el tubérculo de Gerdy. Se puede
inestabilidad en varo/valgo, o conminución del vértice distal de realizar una incisión submeniscal para visualizar la superficie
la fractura. En estos casos los tornillos percutáneos no propor- articular.14,16
cionan la estabilidad suficiente para mantener la reducción. Las
placas se deben posicionar sobre la columna lateral en las frac- Abordaje medial
turas tipo I-III, o sobre la columna medial o posteromedial en
las tipo IV.12,14 En este caso las placas aplican un concepto de Esta indicado en las fracturas tipo IV de Schatzker y en fractu-
sostén sobre la tuberosidad, prolongándose en neutralización ras tipo V y VI que requieran un doble abordaje, por lo que,
sobre la diáfisis. para este propósito, se suele combinar con el abordaje antero-
En caso de fracturas tipo V y VI de Schatzker con un estado lateral. La incisión bordea la porción proximal de la tibia y se
aceptable de los tejidos blandos se puede optar por una fijación retrae la pata de ganso para visualizar la columna medial. Este
con dos placas paralelas, o con una placa lateral y tornillos abordaje también se puede extender distalmente.3,16
canulados mediales. El uso de ligamentotaxis es útil para fa
cilitar la reducción y fijación de estas fracturas, aunque los Abordaje posteromedial
fragmentos intraarticulares, muy frecuentes en estos tipos
de fractura, hay que reducirlos directamente.3,10,14 Está indicado en fracturas tipo IV, V y VI con afectación de
En los últimos años ha surgido el concepto de fijación de columna posterior. Con la rodilla en ligera flexión, se realiza
las tres columnas en el tratamiento de fracturas de meseta tibial una incisión desde el epicóndilo medial al borde posteromedial
complejas combinando un abordaje anterolateral con uno pos- de la tibia. Se identifica la pata de ganso y se busca el plano
terior. Este método puede ser especialmente útil en el trata- entre la pata de ganso a nivel anterior y el gemelo medial a
miento de fracturas multiplanares con afectación de la columna nivel posterior para exponer así el borde posteromedial de la
posterior, y parece ser seguro y efectivo.10 tibia.16
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 217
tica del sóleo, con lo que se obtiene una exposición completa pseudoartrosis de la meseta tibial son relativamente raras, más
de la columna posterolateral.17 comunes en fracturas con alto grado de conminución, fijaciones
deficientes, infecciones y en fracturas tipo VI de Schatzker. Se
Complicaciones ha descrito que la incidencia de pseudoartrosis en fracturas gra-
ves de la meseta tibial es del 4%.6,18
Rigidez de la rodilla
Conclusiones
Se cree que puede deberse a un daño del retináculo extensor y
artrofibrosis como consecuencia del traumatismo inicial o el La complejidad de las fracturas de la meseta tibial puede variar
abordaje quirúrgico. La inmovilización prolongada más de considerablemente dependiendo del mecanismo de la lesión y
3-4 semanas también puede resultar en distintos grados de ri- de la calidad ósea. Una adecuada clasificación, planificación
gidez permanente. Esta parece estar relacionada con la comple- quirúrgica y rehabilitación son fundamentales para garantizar
jidad de la fractura y el número de implantes empleados en su un buen resultado final y evitar posibles complicaciones.
fijación. Una flexión inferior a 90° a las 8-10 semanas de la
intervención en pacientes fisiológicamente jóvenes es una in-
dicación de artrolisis y manipulación bajo anestesia.12,18 Bibliografía
1. Elsoe R, Larsen P, Nielsen NPH, Swenne J, Rasmussen S, Ost-
Infecciones gaard SE. Population-Based Epidemiology of Tibial Plateau Fractu-
res. Orthopedics 2015;38(9):e780-6.
Son relativamente comunes y pueden tener consecuencias po- 2. Buckley RE, Moran CG, Apivatthakakul T, AO Foundation. AO prin-
tencialmente catastróficas. El estado de la piel en el momento ciples of fracture management, 3rd ed. Stuttgart: Thieme; 2017.
3. Mark D. Miller, Stephen R. Thompson. Miller’s Review of Orthopae-
de la intervención, y la manipulación de los tejidos blandos dics, 8th ed. Philadelphia: Elsevier; 2019.
durante la intervención pueden contribuir al riesgo de infección. 4. Court-Brown CM, Caesar B. Epidemiology of adult fractures: A re-
La incidencia de infecciones en las fracturas de meseta tibial view. Injury 2006;37(8):691-7.
varía del 13 al 87,5% dependiendo del tipo de fractura y tipo 5. Díaz Allende P, Scheu Gonçalves M, Carredano González X, Colme-
nares Sandoval O, Yáñez Lagos C, Donoso Martínez R, et al. Prin-
de tratamiento. En caso de dehiscencia de la herida quirúrgica cipios quirúrgicos en fracturas de platillos tibiales con compromiso
o exudación se recomienda lavado y desbridamiento agresivo. de columna posterior. Rev Chil Ortop Traumatol 2018;59(1):022-34.
La rodilla también se debe lavar para evitar una posible artritis 6. Mthethwa J, Chikate A. A review of the management of tibial plateau
séptica. En caso de infección, el material de osteosíntesis se fractures. Musculoskelet Surg 2018;102(2):119-27.
debe mantener si aporta estabilidad; en caso contrario debe ser 7. Prat-Fabregat S, Camacho-Carrasco P. Treatment strategy for tibial
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extraído.12,18 8. Fields KB. Proximal tibial fractures in adults. UpToDate; 2020. Dis-
ponible en: https://www.uptodate.com/contents/proximal-tibial-frac-
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plateau fractures. Injury 2018;49(12):2252-63.
El impacto inicial puede resultar en daños irreversibles en el 10. Luo CF, Sun H, Zhang B, Zeng BF. Three-column fixation for com-
cartílago y, consecuentemente en el metabolismo de los con- plex tibial plateau fractures. J Orthop Trauma 2010;24(11):683-92.
drocitos y la matriz de proteoglicanos, afectando la capacidad 11. Gicquel T, Najihi N, Vendeuvre T, Teyssedou S, Gayet LE, Huten D.
regenerativa articular. La incongruencia articular e inestabili- Tibial plateau fractures: Reproducibility of three classifications
dades causadas por el traumatismo también pueden alterar la (Schatzker, AO, Duparc) and a revised Duparc classification. Orthop
Trauma Surg Res 2013;99(7):805-16.
cinemática de la rodilla y resultar en artrosis postraumática. Se 12. Heckman JD, McKee M, McQueen MM. Rockwood and Green’s
puede observar hasta en un 44% de estas fracturas. En pacien- Fractures in Adults, Vol. 2, 9th ed. Philadelphia: Lippincott Williams
tes relativamente jóvenes con artrosis unicompartimentales se and Wilkins; 2019.
puede optar por osteotomías correctoras. En individuos de ma- 13. Prat-Fabregat S, Camacho-Carrasco P. Treatment strategy for tibial
yor edad puede estar indicada la artroplastia de rodilla.18 plateau fractures: an update. EFORT Open Rev 2016;1(5):225-32.
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Capítulo 6.3
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 219
nino en edad avanzada con la FPR se ha achacado clásicamen- tervención tras tratamiento de la FPR también puede minimi-
te a la frecuencia de osteoporosis en ese grupo de población, zarse con fijaciones más amplias y con artroplastias de revi-
pero también a la posible osteopenia por desuso en pacientes sión.8 Por ello, los factores de riesgo deben contemplarse
portadores de PTR.16 Sin embargo, hasta recientemente no se también a lo largo del tratamiento.
ha llegado a demostrar una disminución de la densidad mineral
ósea (BMD, bone mineral density) del 15% en los 6 primeros Factores de riesgo intrínsecos
meses tras recibir una PTR, pérdida ósea que se mantiene a los Como se ha indicado, tanto la edad (mayor de 70 años),12 como
24 meses17 y que puede relacionarse con la susceptibilidad a la el género (femenino)14 aumentan el riesgo de FPR. Se han in-
FPR. vocado también la obesidad, la artritis reumatoide, las enfer-
Las fracturas periprotésicas pueden ocurrir de forma in- medades neurológicas (epilepsia, demencia, Parkinson, polio-
traoperatoria o postoperatoria durante el seguimiento. Las frac- mielitis, miastenia gravis, parálisis cerebral), el tratamiento
turas intraoperatorias son a veces difíciles de detectar en la crónico con corticoides y otros problemas médicos.
cirugía y la radiología posterior, con lo que pueden existir frac- Tanto es así que, en pacientes portadores de una PTR, la
turas ocultas que no se contabilicen. En cualquier caso, se ha fragilidad del paciente, cuantificada mediante el índice de fra-
comunicado una incidencia de fractura intraoperatoria que va- gilidad (IF), se ha asociado a mayores riesgos de fractura.24 El
ría entre el 0,3818 y el 1,2%.19 En la tibia son frecuentes en al- riesgo de sufrir una fractura periprotésica es cuatro veces ma-
gunas series y se han descrito como cracks verticales, con es- yor en el paciente frágil a los 90 días de recibir una prótesis de
caso desplazamiento, en el proceso de impactación del rodilla tras ajustar por edad, y es nueve veces mayor el riesgo
componente tibial.19 En el fémur predominan las avulsiones y de muerte.24 En una cohorte de más de 9.000 pacientes, el co-
las fracturas del cóndilo femoral medial, asociadas al abordaje, ciente de riesgos (hazard ratio) de fractura periprotésica fue de
la prueba de componentes o la impactación.18 La fijación me- 3,03 al año de recibir una prótesis de rodilla. Sin embargo, no
diante tornillos de la fractura durante la cirugía, particularmen- se cuenta con datos a largo plazo.
te si se observa desplazamiento, suele llevar a la curación sin Aunque la osteoporosis se ha relacionado con las FPR, fal-
consecuencias, aunque la carga inicial puede verse restringida, tan estudios poblacionales en este sentido, salvo para la dismi-
y un estudio18 llega a comunicar hasta un 20% de recambios en nución en densidad mineral ósea periprotésica tras implantar
menos de 3 años en estos casos. una PTR.17 En nuestro entorno también se ha demostrado la
Las fracturas producidas en el seguimiento son las que ha- asociación entre osteopenia radiológica y FPR.25
bitualmente se estudian como FPR. Pueden afectar al fémur Una disminuida actividad funcional y una menor vitalidad
distal, a la tibia y a la rótula. Más frecuentes y más estudiadas, del paciente, medidas antes de la implantación de la prótesis de
las fracturas del fémur distal han recibido gran atención a la rodilla mediante SF-36, también predicen significativamente la
hora de plantear diferentes tratamientos. Su incidencia se ha fractura periprotésica.26 En nuestro medio no se confirmó que
estimado clásicamente entre el 0,3 y el 2,5%.5 Series más re- un índice de masa corporal (IMC) por encima de 30 kg/m2,
cientes ajustan esta incidencia a un 0,42%,20 pero puede variar controlado por edad, tuviera influencia en las FPR,27 pero sí se
según el volumen de PTR y la metodología de recogida de han observado otros factores, además del género femenino,
datos. La incidencia de las fracturas de tibia proximal se comu- como la demencia y alteraciones motoras como la enfermedad
nicaba entre el 0,421 y el 1,7% entre 1988 y 1999,5 y se refiere de Parkinson.15
a series antiguas. Por tanto, se concluye que, siendo infrecuen-
tes las fracturas periprotésicas de tibia y estudiadas en cortas Factores de riesgo extrínsecos
series retrospectivas, su incidencia es estimada y posiblemente La mecánica y los factores predisponentes varían entre el fémur
desfasada. Finalmente, las fracturas periprotésicas de rótula distal, la tibia y la rótula. Se han considerado como factores de
son también raras, se han detectado en el 0,68% de las artro- riesgo, algunos de ellos modificables, tanto la técnica quirúrgi-
plastias de rodilla,22 más frecuentes entre varones (1 frente a ca como las condiciones del hueso receptor, o el tipo y la fijación
0,4% en mujeres), y después de una cirugía de revisión. Una del implante protésico.
revisión sistemática de 2007 concretó en el 1,19% las fracturas En general, los elevadores de tensiones (orificios previos,
rotulianas tras PTR, de origen no traumático, con clara corre- defectos óseos, presencia de otros implantes) pueden propagar
lación con la resuperficialización de la rótula,23 pero también una fractura de baja energía, sobre todo en presencia de fuer-
son insuficientes los datos disponibles para una clara compren- zas axiales o torsionales. Esto puede ocurrir tanto en fémur
sión del problema. como en tibia, y ocasionar fractura intraoperatoria o en el se-
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guimiento.
Factores de riesgo En el fémur distal, el sobrecorte anterior (notching) se
considera teóricamente un elevador de tensiones y un debili-
Los factores de riesgo que predisponen a FPR incluyen aspec- tador del fémur distal. Se recomienda evitar el apoyo directo
tos intrínsecos, tanto epidemiológicos como por enfermedades del componente femoral en la transición sobrecorte-cortical
asociadas, y aspectos extrínsecos, fundamentalmente quirúrgi- anterior, pero se han publicado estudios que niegan una aso-
cos. Algunos no son modificables, mientras que otros, en par- ciación clínica entre este sobrecorte y la fractura de fémur
ticular los aspectos técnicos, puede ser evitables o controlables. distal.28,29 También en nuestro país se ha evaluado en estudios
El control de los factores de riesgo mediante una adecuada retrospectivos casos-control.15,30 Si bien la tasa de fracturas
planificación y selección del paciente puede tener influencia en fue similar en la serie con y sin sobrecorte en uno de estos
la disminución de las FPR, pero también en la selección de su estudios,30 en otro se observa siete veces más fracturas
tratamiento y su supervivencia.10 Así mismo, el riesgo de rein- (OR = 8,6) en el grupo de rodillas que presentaban sobrecor-
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 221
Tabla 6‑4 Clasificación UCS (UCPF) de Duncan y Haddad sobre los principios de clasificación AO/OTA
para fracturas periprotésicas de rodilla
Tipo Localización Subcategorías y tipos
A Apófisis adyacente al implante, Fémur: A1: epicóndilo lateral; A2: medial
sin efecto en la estabilidad Tibia: A1: meseta lateral/medial; A2: tuberosidad tibial anterior
Rótula: A1: disrupción aparato extensor, polo proximal; A2: disrupción,
polo distal
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 223
A B
Figura 6‑11 Fractura periprotésica (tipo B UCS, II de Rorabeck) y periimplante de enclavado previo por fractura subtrocantérea. Osteosíntesis con
placa bloqueada lateral con locking attachment plates (LAP) proximales para fijación transcortical con tornillos bloqueados. A. Imagen por fluoroscopia.
B. Fotografía intraquirúrgica.
A B C
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D E F
Figura 6‑12 Fracaso de osteosíntesis con pseudoartrosis tras placa lateral y rescate con enclavado anterógrado. A. Fractura en proyección lateral.
B y C. Fijación con placa lateral. D y E. Desplazamiento secundario. F. Enclavado intramedular.
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224 Parte II Rodilla
caciones del 24% en una serie numerosa (n = 55) recientemen- protésica del fémur distal en una fractura periprotésica comple-
te publicada.67 ja conminuta, que incluyen el compuesto aloinjerto-prótesis, la
Si bien el enclavado anterógrado puede tener papel en frac- prótesis de recambio estándar y la prótesis de sustitución femo-
turas a distancia de la prótesis o en rescate por complicaciones ral distal, el tiempo quirúrgico, la pérdida de sangre y el tiempo
(v. fig. 6‑12), el enclavado retrógrado (con clavos de suficiente de hospitalización favorecían, en manos experimentadas, el
longitud, inclusive hasta la altura del trocánter menor) es la tratamiento mediante prótesis de sustitución femoral distal, con
alternativa preferible a la placa lateral bloqueada en los casos más rápida recuperación del paciente.70 En una revisión de
en que el componente femoral lo permite. Los componentes 144 casos71 se confirma la efectividad del procedimiento, te-
protésicos femorales cruciate retaining (CR) permiten el acce- niendo en cuenta una mortalidad asociada a la fractura, la edad
so al canal femoral desde el intercóndilo, aunque para diáme- y la intervención que oscila entre el 6 y el 45% en menos de
tros pequeños de clavo y con tamaños grandes del componente. 2 años. La reintervención y el fallo no mecánico se asocian con
Desde luego, los componentes posterior stabilized (PS) con un frecuencia a la infección. En caso de pseudoartrosis e infec-
encaje o cajetín para el poste de polietileno raramente permiten ción, la prótesis de reconstrucción puede resolver casos com-
el paso de un clavo retrógrado, y el cirujano debe verificar esta plejos mediante un recambio en dos tiempos (fig. 6‑14).
posibilidad antes de indicar la técnica.
Los resultados de los clavos intramedulares retrógrados son Tratamiento quirúrgico de las fracturas
también favorables, y se equiparan a la placa bloqueada en su periprotésicas de la rótula
efectividad para conseguir la consolidación.68 Aunque algunas El pronóstico y tratamiento de las fracturas periprotésicas de
series señalan más consolidación viciosa,65 un ligero retraso en rótula dependen de la integridad del aparato extensor, la fijación
conseguir la consolidación respecto a la placa bloqueada,64 y o no del implante rotuliano y la calidad del hueso rotuliano
una mayor tasa de complicaciones y reintervenciones,68 un meta remanente.22 Las fracturas periprotésicas rotulianas más benig-
análisis confirma con alto nivel de evidencia que no hay dife- nas mantienen el aparato extensor en continuidad y el trata-
rencias entre la consolidación obtenida con clavo y con placa miento conservador puede resolver el caso. Sin embargo, fre-
bloqueada.69 A favor del enclavado se ha demostrado en alguna cuentemente se detecta la fractura tras la interrupción del
serie un mayor retorno a la actividad prelesional y una toleran- aparato extensor (fig. 6‑15), proximal o distal (A1, A2). El
cia a la carga más precoz que la placa,68 aunque no existen reanclaje (transóseo), si el implante rotuliano está bien fijo,
datos suficientemente consistentes. puede recuperar la función extensora. Sistemas de obenque o
La prótesis de recambio o reconstrucción de fémur distal cerclaje de alambre pueden plantear problemas al componente
(y/o de tibia proximal) es una solución para casos graves que o tienen una alta tasa de pseudoartrosis,23 por lo que la indica-
no está exenta de complicaciones, dada la complejidad del pro- ción debe ser precisa. Mayor problema sobreviene en el caso
cedimiento. Requiere el uso de vástagos largos (fig. 6‑13), pre- de aflojamiento del componente rotuliano. La retirada del im-
ferentemente cementados, y existe el riesgo mecánico de rota- plante y la fijación de la fractura para intentar recuperar la con-
ción del vástago dentro el canal intramedular si la técnica no tinuidad del aparato extensor pueden resolverlo, con o sin re-
consigue una estabilización adecuada. La tasa de complica- implante rotuliano, sobre todo si el remanente óseo es escaso y
ción comunicada es de hasta el 35% (6/17), con un 12% de si la rótula no experimenta sobrecarga. Pese a establecerse una
re-recambio (2/17 en una serie, debidos a mal alineamiento pseudoartrosis, la fibrosis puede ser escasamente dolorosa y la
patelar con luxación y a fractura periprotésica).36 En una com- rodilla funcional en casos de limitada demanda. La patelectomía
paración entre los tres principales métodos de reconstrucción debe evitarse si es posible, debido a la pérdida de fuerza resi-
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 225
A B C D E
F G H I J
Figura 6‑14 Fracaso de osteosíntesis con pseudoartrosis infectada tras placa lateral y rescate mediante recambio en dos tiempos. A. Fractura peripro-
tésica B1 (UCS). B y C. Tratamiento mediante placa lateral. D y E. Aflojamiento de la placa con pseudoartrosis infectada. F. Espaciador y fijador externo
en el primer tiempo de rescate. G-J. Reconstrucción protésica con sustitución del fémur distal y vástagos largos.
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226 Parte II Rodilla
que las diafisarias y distales se manejan con una placa o clavo.41 suponen un importante desafío. La evolución del tratamiento
En cualquier caso, la tasa de complicaciones es alta,73 incluyen- ha sido notable en las últimas dos décadas, pasando de un
do partes blandas, infección y refractura. Es necesaria una pla- esquema más conservador a uno predominantemente quirúr-
nificación cuidadosa y una adecuada comprensión del problema, gico. Teniendo en cuenta la calidad del hueso, la fijación o el
en pacientes de edad avanzada con hueso debilitado y cobertu- aflojamiento del implante, y la posibilidad de restauración
ra deteriorada, para realizar un tratamiento que no termine en funcional precoz, se necesita un plan de tratamiento preciso
complicación e incluso amputación. e individualizado, basado en algoritmos (figs. 6‑16 a 6‑18)
que se orientan hacia la osteosíntesis o el recambio de la pró-
Conclusiones tesis de rodilla, según el tipo y la localización de la fractura
respecto al implante protésico. Sin embargo, las complicacio-
Las fracturas periprotésicas de rodilla son en general lesiones nes son frecuentes y graves, y es importante comprender la
graves que comprometen la función del miembro inferior de fractura y el estado de hueso y partes blandas para conseguir
los pacientes, frecuentemente ancianos y debilitados, y que resultados.
Prótesis de Compuesto
reconstrucción prótesis/
Prótesis Prótesis o megaprótesis aloinjerto
CR PS
Sí No
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230 Parte II Rodilla
Epidemiología y etiopatogenia
1
La rotura del TQ es, tras las fracturas de patela, la segunda lesión
traumática en frecuencia del AER,8 pese a que se ha estimado
2
3 una incidencia de rotura completa del TQ de 1,37 casos por
100.000 habitante y año.9 Es más frecuente en varones (89:21),9
ocurre a una edad media algo superior a los 50 años y con un
8 pico de incidencia en la sexta década.9,10 Se ha descrito hasta
un 12% de afectación bilateral,8 fundamentalmente en pacien-
4 tes con factores predisponentes. El mecanismo traumático más
frecuente es la sobrecarga excéntrica del AER con apoyo del
6
pie en el suelo y semiflexión de la rodilla (suele ser la contrac-
ción violenta y súbita del cuádriceps al intentar recuperar el
7 5
equilibrio para evitar una caída).11 Este tipo de traumatismo
indirecto es, también, el mecanismo lesivo más frecuente en los
9 casos que se producen en jóvenes durante la práctica deportiva
competitiva.12 La lesión se produce, fundamentalmente, en la
zona relativamente hipovascular situada 1 a 2 cm proximal al
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 231
polo superior de la patela.13 Predisponen a la rotura del TQ la localización de la lesión y su carácter parcial (zona de ecoge-
obesidad y los factores descritos en el cuadro 6‑2. Destaca la nicidad disminuida sin retracción tendinosa) o total (dismi
insuficiencia renal crónica en hemodiálisis: por un lado, el de- nución de la ecogenicidad en todo el espesor tendinoso y re-
pósito de b2-microglobulina en los tendones altera su elastici- tracción de los cabos).4 La ecografía es una exploración idónea
dad y, por otro, el hiperparatiroidismo secundario produce para el seguimiento evolutivo.4
calcificaciones distróficas y aumento de la resorción ósea, que Las imágenes por resonancia magnética (RM) son las más
en las zonas de inserción tendinosa aumenta la fragilidad.14 precisas para visualizar la lesión del TQ, el tipo (espesor, an-
chura y existencia de cambios degenerativos o patológicos pre-
Diagnóstico vios) y su localización, por lo que son de utilidad para planifi-
car el tratamiento quirúrgico.6,17 La RM es la técnica de imagen
El diagnóstico de rotura del TQ es, fundamentalmente, clínico más sensible y está especialmente indicada cuando exista in-
(anamnesis y exploración física detallada y comparación con certidumbre clínica. No es imprescindible ante la presencia de
extremidad contralateral).11 Ante la sospecha, debe investigarse la tríada diagnóstica de dolor súbito, impotencia funcional pa-
la existencia de factores predisponentes. En roturas completas, ra la extensión y disrupción palpable de la continuidad del TQ18
el paciente suele referir una sensación de desgarro o de «esta- y no debe sustituir la adecuada anamnesis y exploración clíni-
llido audible», que se acompaña por dolor brusco, severo y ca. La ruptura parcial del TQ suele manifestarse por edema,
suprapatelar y una inmediata impotencia funcional para el so- hematoma y heterogeneidad del tendón. En las roturas comple-
porte de peso por la extremidad afectada, tumefacción y derra- tas se suele observar la retracción de los extremos rotos, el
me. Existe incapacidad para la extensión activa de la pierna y edema circundante y, con frecuencia, el derrame articular.17
para mantener la extensión contra gravedad, sin afectación de
la flexión activa. Puede palparse un defecto («hachazo») en la Tratamiento
continuidad del AER proximal a la rótula.4 La depresión palpa-
ble proximal a la patela es patognomónica de rotura del TQ.11 El tratamiento dependerá de la extensión y localización de la
Con frecuencia, las roturas parciales (y no es excepcional en rotura. Cuando existe certeza absoluta de que la rotura es in-
las completas, incluso en casos bilaterales)15,16 pasan inicial- completa se opta, habitualmente, por el tratamiento conserva-
mente desapercibidas y sufren un retraso diagnóstico. dor mediante la inmovilización en extensión completa de la ro-
El estudio mediante radiografía simple puede ser útil al dilla durante 4-6 semanas, dependiendo del tamaño de la
objetivar la pérdida de la sombra del TQ, patela baja, calcifica- lesión.1,4,11 De forma precoz, se inician ejercicios isométricos
ciones suprapatelares en forma de espolón, osteofitos rotulia- del cuádriceps. Posteriormente, se comienza la rehabilitación
nos proximales, avulsión de fragmento óseo del polo proximal encaminada a recuperar la movilidad y la fuerza para la exten-
patelar o calcificaciones distróficas intratendinosas.10 Si la le- sión y se retira la inmovilización de forma progresiva hasta
sión pasa inicialmente desapercibida, a las 3 o 4 semanas apa- que el paciente consigue un adecuado control cuadricipital y
rece tejido óseo heterotópico proximal a la rótula que es iden- es capaz de elevar contra gravedad la extremidad en extensión
tificable en la radiografía. sin dolor.
El estudio ecográfico (fig. 6‑20) se puede emplear para eva- Como norma general, se acepta la necesidad de la repara-
luar el defecto y cómo este se incrementa con la flexión de la ción quirúrgica de las roturas completas agudas de TQ para
rodilla.13 Además, puede determinar la existencia de hemato- optimizar el resultado funcional.10,11,19-21 Las intervenciones en
ma, derrame articular o presencia de calcificaciones. Es una las primeras 72 h obvian la retracción de los extremos tendino-
técnica sensible y específica que aporta información sobre la sos que dificulta su aposición. Se puede considerar como repa-
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A B
Figura 6‑20 Imagen ecográfica de una rotura completa del tendón cuadricipital en su inserción rotuliana, con una retracción aproximada de 12 mm (A)
e imagen ecográfica no patológica del tendón cuadricipital de la rodilla contralateral (B), para su comparación.
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 233
obtención de la plastia autóloga no sea posible.4 Puede ser femoropatelares.3,11 La movilización temprana postoperatoria
necesario liberar, mediante procedimientos similares a la cua- se asocia a más eventos adversos.32
dricepsplastia descrita por Judet,4,32 las adherencias cuadrici-
pitales al fémur. Rotura del tendón rotuliano
El procedimiento descrito por Codivilla (v. fig. 6‑22) per-
mite alargar el TQ y reparar el defecto por retracción de los El tendón rotuliano (TR) se dirige desde el polo inferior y lados
cabos.3,4,11,18,20 Se levanta un colgajo triangular de base distal del vértice de la rótula hasta la tuberosidad tibial anterior y
localizada a 1,5 cm de la rótula y de espesor completo del tercio constituye una banda fuerte y aplanada. Algunas de sus fibras
anterior del tendón cuadricipital. Dicho colgajo se voltea y su- superficiales continúan en la cara anterior patelar imbricándose
tura sobre el polo proximal de la rótula y se suturan los lados con el periostio de la rótula y con las fibras anteriores del TQ
del vértice abierto entre sí. (componente fibroso prerrotuliano).4 En condiciones de labo-
Scuderi describe una técnica similar a la de Codivilla, tam- ratorio se ha estimado una resistencia media del TR a la tracción
bién con un colgajo triangular acutángulo isósceles con base de 1.920 ± 330 N.7 Existe cierta discrepancia en los vectores de
distal cercana a la rótula, que se voltea sobre esta y se sutura tracción entre el TQ y el TR en función del ángulo Q.
(v. fig. 6‑23).3,20 En su descripción, Scuderi preconiza el colga-
jo de espesor parcial (2 a 3 mm) y una sutura alámbrica extraí- Epidemiología y etiopatogenia
ble (pull-out) de Bunnell de descarga a ambos lados del AER,
que se retira a las 6 semanas.3,20 La rotura del TR es menos frecuente que la del TQ (0,68 casos
por 100.000 habitante y año)9 y se produce en pacientes más
Resultados jóvenes, con un pico de incidencia en la tercera a cuarta décadas
de la vida.1,9,10,34 Es más frecuente en varones (78:22).9 La afec-
Los resultados publicados para los casos operados en fase agu- tación bilateral es menos frecuente que en las roturas del TQ y
da son favorables,3,4,19,30 con independencia de la localización extremadamente infrecuente en ausencia de enfermedades sis-
de la rotura,21,30 del tipo de reparación30 y de la uni- o bilatera- témicas.35 La rotura del TR se puede producir en deportistas por
lidad de la rotura.19 Suele recuperarse el arco móvil pasivo y un mecanismo indirecto de sobrecarga excéntrica del aparato
con frecuencia se consigue la extensión activa completa.19,21 Sin extensor en contracción.36 Deportistas con actividades de carre-
embargo, análisis isocinéticos en series con reparación precoz ra y salto (baloncesto, voleibol, fútbol, fútbol americano, gim-
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y tardía muestran entre el 2231 y el 50%19 de pacientes con nasia, etc.) someten el AER a grandes solicitaciones y pueden
potencia extensora cuadricipital inferior al 80% de la contrala- presentar tendinopatías rotulianas previas (la llamada «rodilla
teral. La mayoría de los pacientes vuelven a sus ocupaciones del saltador», del inglés jumper’s knee, que es el prototipo de
previas a la rotura, pero menos de la mitad recuperan el nivel lesión por sobrecarga de la extremidad inferior), ocasionalmen-
previo para las actividades recreativas.19 Se han publicado me- te tratadas mediante infiltraciones con esteroides.4 Se han des-
jores resultados tras cirugía del TQ que tras reparaciones del crito roturas parciales en deportistas en este contexto de «rodi-
tendón rotuliano.33 Para algunos autores, el factor que más em- lla del saltador» con anormalidad tisular proximal del TR,
peora los resultados es el retraso diagnóstico y quirúrgico.3,4,30 cerca del polo distal patelar,37 siendo excepcional la rotura
Junto con el déficit de extensión completa se han descrito como parcial distal.38 El TR soporta mayor carga tensora con la flexión
complicaciones, infecciones y dehiscencia de herida quirúrgica, de la rodilla por encima de 60°. En la población no deportista,
la re-rotura y alteraciones en la posición de la patela (alta, baja la rotura del TR se ha asociado a varias enfermedades reflejadas
o incongruente) que pueden condicionar cambios degenerativos en el cuadro 6‑2 (lupus eritematoso sistémico, insuficiencia
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234 Parte II Rodilla
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 235
flexión se incrementa de forma progresiva, alcanzándose el ar- tratamiento de las lesiones parciales es no quirúrgico y el de las
co completo de movilidad entre las 8 y 12 semanas del posto- lesiones completas es quirúrgico, pero esto depende de diversos
peratorio. El trabajo isocinético y las contracciones excéntricas factores relacionados con el paciente. Es frecuente el uso de
se pautarán en función de la solidez de la reparación y de la técnicas de protección de la reparación tendinosa. Los resulta-
evolución postoperatoria. dos del tratamiento de las lesiones crónicas son bastante peores
que los de las lesiones agudas.
Resultados
Pese a la escasa incidencia en la población de roturas de TR, Bibliografía
existen numerosas técnicas descritas para su reparación. Las 1. Saragaglia D, Pison A, Rubens-Duval B. Acute and old ruptures of
reparaciones en fase aguda consiguen mejores resultados que the extensor apparatus of the knee in adults (excluding knee replace-
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236 Parte II Rodilla
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 237
Capítulo 6.5
Fracturas de la rótula
Antonio Miguel Royo Naranjo, Montserrat Arjona Díaz
iliotibial
Retináculo
Retináculo medial
lateral
Tendón rotuliano
Tubérculo tibial
A B
Figura 6‑26 Rótula. A. Vista anterior. B. Vista posterior. Figura 6‑27 Vista anterior de la musculatura de la rodilla.
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238 Parte II Rodilla
Diagnóstico
Se basa en la asociación de anamnesis correcta, exploración
física y pruebas complementarias. Es importante valorar la edad,
el sexo, el mecanismo de lesión y la exploración física. A esto
Arteria
poplítea le asociamos las pruebas de imagen. De primera elección es la
radiografía simple de rodilla anteroposterior (AP) y lateral, con
ello suele ser suficiente para establecer el diagnóstico (fig. 6‑29).
Arteria En la radiografía puede valorarse el tipo de fractura, que
Arteria geniculada
geniculada
precisa realizar el diagnóstico diferencial con la rótula biparti-
superomedial ta, fácilmente identificable al existir ausencia de clínica com-
superolateral
patible con fractura, bordes redondeados y bilateral en el 50%
de los casos. En la radiografía AP debe valorarse la altura de la
patela, así como la inserción del tendón rotuliano.12,13
Arteria La necesidad de la tomografía computarizada (TC) es excep-
geniculada Arteria
geniculada
cional en fracturas agudas. Aporta más información que la radio-
inferolateral
inferomedial grafía convencional cuando existe asociación con lesiones dista-
les del fémur o proximales de la tibia. Su uso es de ayuda en
casos de incongruencia articular en consolidación viciosa o
pseudoartrosis y en alteraciones del alineamiento patelofemoral.
Arteria tibial Arteria tibial La resonancia magnética (RM) se usa para valorar lesiones
anterior posterior de tejidos blandos de la rodilla (tendón cuadricipital, tendón
rotuliano, LCA, meniscos, ligamentos colaterales y retinácu-
Figura 6‑28 Esquema de la irrigación arterial de la rótula. los) y descartar lesiones osteocondrales.14
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240 Parte II Rodilla
y del aparato extensor de la rodilla. Es necesario considerar la producir una patela baja o alta, por ello está indicado realizar
necesidad de estabilización de fracturas en pacientes politrauma- un cerclaje de descarga.19
tizados, así como las lesiones por avulsión del tendón rotuliano.
Debe planificarse la posibilidad de una artrotomía lateral duran- Patelectomía total
te la cirugía (si no está lesionada por la fractura) para conseguir Indicada en casos de patela irreconstruible. Los resultados a
una reducción correcta, pero debe ser reparada posteriormente. corto y largo plazo son comprometidos, se pierde movilidad y
El tratamiento quirúrgico de las fracturas de rótula incluye fuerza. Es importante realizar la sutura de los alerones y reali-
la reducción abierta y osteosíntesis mediante banda de tensión, zar una plastia del vasto medial para mantener la fuerza de
la patelectomía parcial y la patelectomía total. contracción del cuádriceps. Requiere inmovilización en 10°
de flexión de la rodilla durante 3-6 semanas.20,21
Reducción abierta y osteosíntesis
• Cerclaje AO en banda de tensión. Está indicado en fractu- Técnicas asistidas por artroscopia
ras transversas desplazadas o multifragmentarias con buena Existen publicaciones recientes que mencionan la asistencia
reserva ósea. El tratamiento de elección es la osteosíntesis artroscópica en la fijación de fracturas mínimamente despla-
mediante cerclaje sobre agujas aplicando el principio del zadas. Dentro de las ventajas se incluyen la comprobación
tirante (fig. 6‑32). Consiste en la fijación mediante dos agu- de la reducción articular anatómica y la recuperación posto-
jas de 2 mm de grosor y un cerclaje con función de com- peratoria más rápida debido a la menor agresión quirúrgica.
presión dinámica. Pueden usarse uno o dos cerclajes diná- Las fracturas conminutas o desplazadas no son candidatas
micos según la conminución. Posteriormente se autoriza la para beneficiarse de la artroscopia, ya que la apertura de los
movilización temprana en función de la estabilidad de la retináculos compromete la visión mediante esta técnica. Una
fractura, permitiendo carga desde el postoperatorio inme- técnica híbrida que incluya la reducción abierta y la artros-
diato y valorando la libertad en flexión y extensión. Tam- copia puede proporcionar ventajas y limitar las complica-
bién puede aplicarse la banda de tensión sobre tornillos ciones.22
canulados en fracturas transversas;17 esta modalidad de
tratamiento es biomecánicamente superior, pues permite Complicaciones
movilización precoz y se asocia a mejores resultados.18
• Osteosíntesis con tornillos. Generalmente se usa en fractu- • Intolerancia o fracaso del material de osteosíntesis. Muy
ras longitudinales desplazadas. común, más del 50% de los cerclajes precisan de su extrac-
ción. Más frecuente en fracturas abiertas por el compromi-
En las lesiones de los polos debe asociarse un cerclaje de descar- so de los tejidos blandos.
ga apoyado con un tornillo transversal sobre la tibia para evitar • Migración del material de osteosíntesis, asociado a cercla-
la patela alta o baja. Este cerclaje debe retirarse posteriormente.18 jes de banda de tensión con agujas.
Patelectomía parcial
• Pérdida de reducción (22%), más frecuente en casos de
pacientes con hueso osteoporótico.
Indicada en la fractura irreconstruible de los polos. Se realiza • Pseudoartrosis (< 5%). Se puede considerar realizar pate-
la reinserción del tendón sobre el remanente de patela. Puede lectomía parcial, aunque en la mayoría de las ocasiones es
bien tolerada.
• Necrosis avascular. Es rara, termina por revascularizarse
espontáneamente en unos 2 años.
• Infección. Más frecuente en fracturas abiertas.
• Rigidez/artrofibrosis. Principalmente se pierde rango de
flexión de rodilla.
• Dolor anterior de rodilla (más frecuente en los casos de
reducción abierta y osteosíntesis que en los casos de trata-
miento conservador).
• Patela baja. En aquellos casos en los que se dispone cer-
claje de descarga a través de la tuberosidad anterior (pa-
ra proteger la osteosíntesis), con una excesiva tensión,
ocasionando un acortamiento del tendón rotuliano. Para
prevenirlo hay que tomar como referencia la altura pate-
lar de la rodilla contralateral a la hora de colocar dicho
cerclaje.
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Tras una lesión aguda no es aconsejable intervenir hasta que presentan resultados clínicos equiparables, por lo que la elección
se haya controlado completamente la inflamación, se haya recu- dependerá de la preferencia del cirujano. Las plastias de ten-
perado todo el rango de movimiento y la función del cuádriceps dón cuadricipital están ganando protagonismo, sobre todo en
con una marcha adecuada. Si se operan antes de este momento cirugía de revisión. Otras, menos usadas, serían las realizadas a
el riesgo de rigidez, artrofibrosis, puede ser mayor. Algunos tra- partir de cintilla iliotibial y de los tendones peroneos.
bajos recientes han encontrado tasas similares de complicaciones Otra opción son los aloinjertos criopreservados obtenidos de
relacionadas con la rigidez en pacientes operados precozmente cadáver. Tienen una menor morbilidad quirúrgica y menor tiem-
y en aquellos en los que se ha dejado «enfriar» la rodilla. po quirúrgico, aunque presentan una serie de desventajas, como
En los casos de fractura-avulsión de la espina tibial, patrón peores resultados en pacientes jóvenes con mayores tasas de
de lesión típico en pacientes esqueléticamente inmaduros, el re-rotura, pasando del 12% con autoinjerto al 35% con aloinjer-
tratamiento consiste en la reinserción de la pastilla ósea con to. Para su obtención es necesario un banco de tejidos. Este tipo
suturas transóseas o con tornillos. de injertos tienen riesgo, muy bajo, de transmisión de enferme-
Recientemente se han reintroducido las técnicas, previamen- dades, con un coste elevado y problemas logísticos, y el proceso
te abandonadas por sus malos resultados, de reinserción directa de remodelación es más lento.7 Pueden ser una opción en pacien-
femoral en lesiones por desinserción femoral en las cuales per- tes de mediana edad con demandas deportivas moderadas.
siste un buen remanente del LCA. Pese a los buenos resultados Los ligamentos artificiales han sido abandonados, aunque
publicados por algunos grupos puede decirse que no es el están- actualmente persisten los estudios sobre ellos. En la tabla 6‑5
dar de tratamiento en estos casos, ya que las tasas de revisión podemos observar una comparativa de los principales tipos de
pueden ser mayores que con una cirugía de reconstrucción.5 injertos empleados para la realización de plastias de LCA.
La mayoría de las técnicas consisten en realizar una recons- El factor pronóstico más importante de la cirugía es que la
trucción del ligamento, asistida por artroscopia, con una plastia técnica quirúrgica se realice correctamente, más que su elección.
tendinosa. Existen diferentes autoinjertos. Los más utilizados Los objetivos de esta serán conseguir reproducir anatómicamen-
actualmente son la plastia hueso-tendón-hueso (HTH) de tendón te el ligamento con una fijación primaria firme que permita una
rotuliano y los tendones de los isquiotibiales. El HTH injerto se recuperación precoz del rango de movimiento y la carga.
obtiene del tercio central del tendón rotuliano, con una pastilla La colocación anatómica de los túneles óseos es esencial.
ósea proximal y distal, de la misma rodilla lesionada. En el caso La reconstrucción con una técnica transtibial en posición ver-
de los isquiotibiales se utilizan los tendones del semitendinoso y tical no reproduce la compleja anatomía del LCA (fig. 6‑37).
recto interno, obtenidos de la misma rodilla mediante una peque- El interés por la estabilidad rotacional ha llevado al desarrollo
ña incisión (fig. 6‑36). La utilización de plastias de isquiotibiales de técnicas de reconstrucción bifasciculares con túneles inde-
por debajo de 8 mm de diámetro se ha relacionado con una ma- pendientes para los fascículos AM y PL. Estas técnicas han
yor incidencia de re-rotura, y existen técnicas de preparación de demostrado una mejor estabilidad rotacional en cadáver, pero
los tendones para ampliar el diámetro de la plastia.6 no han mostrado superioridad en estudios clínicos. La tenden-
La utilización de HTH puede permitir una incorporación más cia actual es realizar reconstrucciones monofasciculares anató-
rápida, da mayor estabilidad objetiva y una incidencia menor de micas con técnicas de tunelización femoral independiente al
pivot-shift residual, aunque la incidencia de dolor femoropatelar túnel tibial desde el portal anteromedial o con técnicas fue-
al arrodillarse es más alta en HTH, frente a la baja morbilidad en ra-dentro tunelizando el fémur desde proximal, anterógrada o
zona donante de la utilización de isquiotibiales. Ambas técnicas retrógradamente. De esta manera se consigue un túnel femoral
más horizontal, colocando el punto de inserción en la huella
anatómica del LCA e intentando reproducir la anatomía normal
y mejorar la estabilidad rotacional.8
Pese a la realización de una reconstrucción anatómica, en
un 5-30% de los pacientes persiste una inestabilidad rotacional
residual con un pivot-shift positivo. Esta ha dado lugar a una
búsqueda de las razones de esa inestabilidad y de las maneras
de solucionarla. El papel de las estructuras anterolaterales co-
mo el ligamento anterolateral (LAL), así como su reconstruc-
ción, ha adquirido gran importancia recientemente; también el
papel estabilizador de los meniscos, el estado de los ligamentos
colaterales y las alteraciones en el eje como factores de riesgo
para la inestabilidad residual.9
La incidencia de pivot-shift residual disminuye si se recons-
truye también el LAL durante la cirugía del LCA o se realizan
refuerzos extraarticulares (fig. 6‑38). Las indicaciones se están
ampliando y puede ser una buena opción en casos de cirugía de
revisión, pivot-shift de alto grado, hiperlaxitud, cronicidad
de la lesión, pacientes menores de 20 años y pacientes que rea-
licen deportes de pivotaje.10
El adecuado tratamiento de las lesiones meniscales con téc-
Figura 6‑36 Abordaje anteromedial para la extracción del injerto autó- nicas de reparación para evitar la meniscectomía será impres-
logo de semitendinoso y recto interno para la reconstrucción del LCA. cindible, no solo para proteger la rodilla del desarrollo artrósi-
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A B
Figura 6‑37 A. Imagen de reconstrucción del LCA con técnica transtibial no anatómica. Obsérvese la disposición vertical del injerto. B. Imagen de
reconstrucción del LCA con técnica anatómica o de tunelización femoral independiente, con lo que se obtiene una plastia más similar al LCA nativo con
una inserción en la huella anatómica.
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de rigidez y perdida de extensión posterior. Se debe enfatizar Lesiones del ligamento cruzado
en la recuperación precoz del rango de movimiento, sobre todo
de la extensión y la potenciación muscular con ejercicios de
posterior
cadena cerrada. La vuelta a la actividad deportiva intensa debe El ligamento cruzado posterior (LCP) es más grueso y potente
retrasarse a los 8-9 meses; los plazos se están ampliando, espe- que el LCA. Entre el 5 y el 20% de las lesiones ligamentosas
cialmente en población pediátrica, llegando a 1 año.11 Estudios de rodilla afectan al LCP. Es más frecuente que ocurran secun-
recientes han señalado que por cada mes de anticipación en la darias a traumatismos directos sobre la cara anterior de la tibia.
vuelta al deporte de contacto antes de los 9 meses aumenta el Suele ocurrir junto con lesiones de otros ligamentos; si se afec-
riesgo de re-rotura un 50%.12 ta solo el LCP, la clínica de inestabilidad puede ser muy escasa
Las complicaciones de la cirugía son infrecuentes. Pode- e incluso ausente, al contrario que en las roturas del LCA.
mos encontrar, como más frecuente, el fallo de la plastia por La prueba diagnóstica principal es el cajón posterior, du-
re-rotura o falta de integración. Puede deberse a factores técni- rante el cual se evidencia un aumento de la traslación posterior
cos en un 77-90% de los casos. En este apartado se incluye la de la tibia y ausencia de un tope firme. Se puede clasificar en
fijación, la tensión insuficiente y sobre todo la mala posición grado I con una traslación menor de 5 mm, grado II de 5-10 mm
de los túneles óseos, especialmente la colocación anterior de y grado III mayor de 10 mm. Las lesiones de grado III suelen
los túneles tibial y femoral y la verticalización del túnel femo- asociar lesiones del complejo posterolateral,14 por ello habrá de
ral, perdiendo la estabilidad rotacional. La colocación adecua- explorarse siempre la integridad de este. La rotación exter-
da de los túneles óseos es el factor más importante en la cirugía na, explorada mediante el Dial Test, estará aumentada a 30 y
de reconstrucción del LCA, y la más frecuente es la mala po- 90° de flexión si hay lesión de ambas estructuras.
sición del túnel femoral. La RM será esencial para el diagnóstico de la lesión del LCP
También puede ser debido a factores biológicos como la y para evaluar el estado del resto de las lesiones tendinosas.
falta de ligamentización de la plastia, entendida como la sus- La decisión de la opción terapéutica dependerá de una serie
titución progresiva del injerto por nuevo tejido vivo. La pre- de factores. El tratamiento conservador se indicará en lesiones
servación de los remanentes puede ayudar a la integración y aisladas del LCP en pacientes con baja demanda. En estos ca-
parece mejorar la propiocepción. Un nuevo episodio traumá- sos se ha descrito la cicatrización del ligamento (al contrario
tico podría condicionar el fallo de la plastia, pero también no que el LCA), con una inmovilización inicial y rehabilitación
realizar el diagnóstico y la reconstrucción de lesiones de es- temprana enfocada en el fortalecimiento del cuádriceps y retra-
tabilizadores secundarios, sobre todo el complejo posterola- sando el ejercicio de los isquiotibiales.15
teral. El tratamiento quirúrgico estará indicado en avulsiones
La segunda complicación más frecuente es el dolor anterior óseas desplazadas, lesiones aisladas que presentan signos de
de rodilla, que se presenta más frecuentemente con el uso de inestabilidad tras el tratamiento conservador, pacientes de alta
plastias de HTH autóloga. El dolor al arrodillarse y la pérdida demanda y en lesiones ligamentosas combinadas.
de los últimos grados de flexión o extensión es más frecuente Las técnicas quirúrgicas son similares a las empleadas en
con este tipo de plastias. el LCA, y consisten en la reconstrucción con una plastia tendi-
Otra complicación menos frecuente sería la lesión nerviosa, nosa (fig. 6‑39). Si hay avulsión ósea se puede realizar una
sobre todo de la rama infrapatelar del nervio safeno interno. La reinserción artroscópica o abierta. Las técnicas de doble fas
incidencia de infección es baja, inferior al 1%, pero puede tener cículo con dos túneles femorales (anterolateral y posterome-
consecuencias desastrosas para la articulación. Se ha descrito dial) presentan mejores resultados biomecánicos y clínicos,16
una disminución significativa de la infección, llegando al 0%, sobre todo cuando asocian lesión del complejo posterolateral.17
cuando se empapa la plastia en una compresa con vancomicina Las complicaciones más frecuentes son el dolor femoropa-
antes de su implantación.13 telar y la artrosis femoropatelar a largo plazo, provocadas por
Ante una sospecha de infección debe realizarse una artros- la sobrecarga del cuádriceps para conseguir estabilizar la tibia
copia de lavado con toma de cultivos e instauración de trata- en casos de manejo conservador o ante el fracaso del tratamien-
miento antibiótico intravenoso. El mantenimiento de la plastia to quirúrgico. Otra complicación infrecuente en los casos qui-
y el material de fijación es controvertido; si en un primer lava- rúrgicos es la lesión neurovascular por la proximidad del túnel
do el aspecto de la plastia es bueno, se podría conservar, y sería tibial y peroneo al paquete vasculonervioso poplíteo.
necesario retirarla si precisase nuevos lavados.
La rigidez es otra complicación posible que suele mejorar
con el tratamiento rehabilitador, pero ha de tenerse en cuenta Lesiones del ligamento colateral
que puede ser secundaria a una mala posición de los túneles medial
óseos. La pérdida de extensión de la rodilla con frecuencia se
debe a la presencia de tejido cicatricial anterior al túnel tibial El ligamento colateral medial (LCM) es el ligamento más fre-
que se interpone en la escotadura intercondílea, produciendo cuentemente lesionado de la rodilla. Está compuesto de una
una lesión en cíclope. Esta puede estar causada por la utiliza- porción superficial, insertada en el epicóndilo medial del fémur
ción de rodilleras postoperatorias con limitación para la ex- proximalmente y a 6 cm de la interlínea articular en la tibial
tensión, y su tratamiento consiste en una nueva artroscopia distalmente y una porción profunda dividida en un ligamento
para resecar la cicatriz. Por último, la fractura de rótula y meniscofemoral y otro meniscotibial. El ligamento oblicuo
rotura del tendón rotuliano, complicaciones de la obtención posterior (LOP) se inserta más proximal y posterior en la tibia,
de la plastia HTH, que se presentan en menos de 1% de los anclándose en la cápsula posterior y las expansiones del semi-
casos. membranoso.18
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 247
A B
Suele lesionarse en traumatismos en valgo de la rodilla y el biales o en casos de interposición intraarticular del ligamento
paciente suele referir un chasquido en la cara interna. Se debe que impida la cicatrización.
explorar la estabilidad de la rodilla en valgo a 0 y a 30° de En los casos de lesiones del LCM asociadas a roturas del
flexión. En extensión completa el valgo de la rodilla está tam- LCA se deberá tratar conservadoramente el LCM durante
bién limitado por el LCA. Si existe un bostezo articular en 6‑8 semanas, recuperar el rango de movimiento, la propiocep-
extensión completa, se trata de una lesión de grado III (> 10 mm ción y la fuerza muscular antes de reconstruir el LCA. En casos
de apertura, sin tope firme), que suele asociarse a rotura de en los que la inestabilidad medial persista se deberá contemplar
LCA, LCP y LOP. La asociación entre lesión del LCA y del la realización de una reconstrucción del LCM añadida.20
LCM es frecuente. Las técnicas quirúrgicas incluyen la reparación directa y
En el diagnóstico por imagen la radiografía suele ser nor- reinserción mediante implantes asociados a suturas en casos
mal, puede mostrar la lesión de Pellegrini-Stieda caracterizada agudos y el avance de la inserción femoral con un efecto de
por una calcificación de la inserción femoral del LCM en casos retensado. En los casos crónicos se realizará la reconstrucción
crónicos. Las radiografías en estrés pueden estar indicadas pa- mediante una plastia.
ra valorar la competencia del LCM. La RM puede ayudar a
diagnosticar lesiones asociadas y confirmar el grado de lesión
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248 Parte II Rodilla
Las lesiones del complejo posterolateral son menos fre- las lesiones ligamentosas asociadas, la rigidez, la inestabilidad
cuentes que las lesiones de la región medial (7-16% de todas residual y las lesiones neurológicas.
las lesiones ligamentosas de la rodilla). Suele lesionarse en
traumatismos de alta energía. Además, el nervio ciático po- Lesiones multiligamentosas
plíteo externo (CPE) puede lesionarse en el traumatismo en
varo y se asocia al 29% de las lesiones del complejo postero- Las luxaciones de rodilla suponen una emergencia con poten-
lateral. ciales consecuencias devastadoras para la extremidad e incluso
La exploración ha de seguir una serie de puntos. La evalua- la vida del paciente. Es esencial un alto grado de sospecha
ción neurovascular, con especial interés en el CPE, no ha de ser para identificar aquellos casos que han presentado una reducción
obviada. La presencia de un bostezo en varo solo a 30° de fle- espontánea y que habrá que vigilar para diagnosticar precoz-
xión se asocia a lesión aislada del complejo posterolateral. Si mente las complicaciones vasculares que puedan ocurrir. Es
existe una diferencia de más de 4 mm en el bostezo con respec- frecuente este escenario en pacientes con sobrepeso con trau-
to a la rodilla contralateral, nos encontraremos ante una lesión matismos indirectos de baja energía.
del ligamento colateral lateral (LCL) y del complejo postero- Es esencial una valoración vascular incluyendo la medi-
lateral.21 Si el bostezo también ocurre a 0° se asocia a lesión del ción del índice tobillo-brazo,23 y en caso de ser patológico,
LCA o LCP. realizar un estudio vascular con ecografía Doppler, arteriogra-
Exploraremos también la diferencia en la rotación externa fía o angio-TAC. La valoración neurológica es también esen-
en decúbito prono a 30 y a 90° mediante el Dial Test. Si la ro- cial, ya que asocian un 25% lesiones del CPE. En la mayoría
tación externa está aumentada 10-15° con respecto a la rodilla de los casos, la reducción puede mantenerse con una férula u
contralateral a 30° de flexión, estará lesionado el CPL; si está ortesis; en casos de inestabilidad grosera o necesidad de ciru-
también aumentada a 90°, también estará lesionado el LCP. Es gía vascular puede ser necesaria la colocación de un fijador
esencial además explorar el cajón posterior, que estará aumen- externo.
tado en casos de lesión del LCP y CPL. En la tabla 6‑6 se muestra la clasificación de Schenk modi-
En el estudio radiográfico pueden aparecer fracturas-avul- ficada, que categoriza estas lesiones en función de la presencia
siones de la cabeza del peroné, fractura de Segond si se asocia de lesiones de los ligamentos cruzados.
a rotura del LCA. La RM es la prueba de imagen de elección, El mejor tratamiento de estas lesiones es controvertido, es-
informará sobre la localización, la gravedad y el tipo de le- pecialmente el papel de la reparación primaria y la cronología
sión ligamentosa. Estas lesiones se clasifican según el grado de del tratamiento; aparentemente presenta mejores resultados
inestabilidad en extensión, y se considerarán de grado I a aque- realizar la cirugía en las primeras 3 semanas.24
llas con 0-5 mm de apertura en varo, II entre 5-10 mm, y
III mayores de 10 mm sin tope firme. Estas últimas suelen aso- Conclusiones
ciar lesiones del LCA y/o LCP. Es infrecuente la presencia de
roturas completas aisladas del CPL. La selección del paciente es esencial para plantear un tratamien-
El tratamiento conservador estará indicado solo en lesiones to conservador en roturas del LCA. Los aloinjertos se reserva-
de grado I y II aisladas. Se realizará mediante inmovilización rán para pacientes de mediana edad y baja demanda, y para
con rodilla en extensión durante 2-3 semanas con carga parcial. casos de revisión. Las inestabilidades mediales asociadas a
A partir de entonces se irá aumentando el rango de movimiento roturas del LCA, persistentes tras tratamiento conservador, de-
y la fuerza muscular. berán ser tratadas. La mayoría de las lesiones posterolaterales
La mayoría de las lesiones del CPL son combinadas y ne- se asocian a otras lesiones ligamentosas y deberán ser tratadas
cesitarán tratamiento quirúrgico. Está indicado en lesiones de quirúrgicamente. Frente a una sospecha de luxación de rodilla
grado III, lesiones con componente de inestabilidad rotacional deberá vigilarse estrechamente el estado neurovascular.
o lesiones asociadas a roturas de ligamentos cruzados. Es im-
portante tratar adecuadamente las lesiones del complejo poste-
rolateral asociadas a roturas del LCA. Una causa frecuente de
fallo en la ligamentoplastia del LCA es la presencia de una Tabla 6‑6 Clasificación de Schenck modificada
lesión del CPL no diagnosticada.
Clasificación Patrón de lesión
La reparación directa puede ser una opción antes de las
2 primeras semanas para evitar que la anatomía se distorsione KD-I Lesión multiligamentosa que afecta
mucho. Sin embargo, se han descrito fracasos hasta en el 45% solo a un ligamento cruzado
de las reparaciones directas frente a un 4% con reconstrucción, KD-II Lesión del LCA y LCP
lo que ha llevado a algunos autores a recomendar la reconstruc-
KD-III Lesión del LCA, LCP y complejo
ción diferida sin intento de reparación aguda.22
posteromedial o posterolateral
La reconstrucción debe reproducir las estructuras esencia-
les para mantener la estabilidad: el ligamento colateral lateral, KD-IV Lesión del LCA, LCP, complejo
el tendón del poplíteo y el ligamento fibulopoplíteo. Dada la posteromedial y posterolateral
longitud de la plastia que se precisa, se suele optar por aloin- KD-V Lesión multiligamentosa con fractura
jerto de tendón de Aquiles. Es fundamental la correcta locali- periarticular
zación de los túneles óseos y la isometría de la plastia. En el
postoperatorio se debe proteger el varo y la rotación externa LCA, ligamento cruzado anterior; LCP, ligamento cruzado posterior.
durante 3 meses. Los resultados van a estar condicionados por
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 249
Capítulo 6.7
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250 Parte II Rodilla
Anatomía Exploración
Los meniscos son dos estructuras de fibrocartílago compuestas El diagnóstico de la lesión meniscal se realizará mediante una
por fibras de colágeno que recubren de la mitad a dos tercios de adecuada anamnesis, exploración física y pruebas complemen-
las mesetas tibiales, y tienen ciertas particularidades anatómicas. tarias.3 Es importante saber si ha existido un antecedente trau-
Tienen forma de semiluna, el interno es más alargado en el plano mático, principalmente de flexión y torsión con el pie en apoyo
anteroposterior, con forma de C, y el externo más ancho, con o un cambio brusco de dirección, o si por el contrario el dolor
forma de O. Ambos presentan una forma triangular, y se pueden ha aparecido de forma paulatina. Durante la exploración es im-
distinguir tres zonas anatómicas: un cuerno anterior, un cuerpo portante poner de manifiesto la presencia de derrame articular,
meniscal y un cuerno posterior. Están anclados al hueso subcon- déficit de movilidad, atrofia muscular y dolor a la palpación de
dral de la meseta tibial mediante los cuernos anterior y posterior la interlínea articular, principalmente en los dos tercios poste-
y una inserción capsular periférica que es más firme en el interno riores. La sensibilidad y la especificidad de las diferentes ma-
que en el externo. Esto es debido a que se une firmemente al niobras meniscales son bajas, por lo que no existe ningún signo
fascículo profundo del ligamento colateral medial, siendo esta patognomónico de la lesión meniscal, los principales son:3
particularidad la que le hace menos móvil que el externo.
Existen asimismo unos ligamentos, inconstantes, denomi- • Test de McMurray. Se realiza en decúbito supino y palpan-
nados meniscofemorales, que se extienden desde el cuerno do la interlínea medial o lateral a la vez que se realiza rota-
posterior del menisco externo al cóndilo femoral medial, que ción externa o interna, respectivamente, junto con flexoex-
son los de Humphry o el de Wrisberg o posterior. tensión pasiva.
El aporte vascular de los meniscos proviene principalmente • Test de Steinmann II. Con el paciente sentado y la rodilla
de las arterias geniculares laterales y mediales, y varía con la flexionada 90° se realiza flexión-extensión con rotación
edad, ya que en el recién nacido el 50% de la región periférica externa e interna, lo cual produce un dolor que se desplaza
de cada menisco está vascularizada, para ser entre el 10 y el 30% hacia la región anterior a nivel de la interlínea.
el menisco medial y entre el 10 y el 25% del menisco lateral en • Test de Apley. Se realiza en decúbito prono. La compresión
el adulto, y según este aporte vascular se clasifican sus lesiones y rotación tibial produce dolor en la interlínea.
en unas zonas roja, roja-roja, roja-blanca y blanca-blanca, con • Test de Steinmann I. Maniobra similar a esta en mandos
suma importancia respecto a la curación meniscal. pero sin palpación a nivel de la interlínea, en este caso se
realizan rotaciones externas e internas bruscas con el pa-
Biomecánica ciente sentado con las rodillas flexionadas a 90°, la apari-
ción de dolor en la interlínea marcará patología meniscal.
Las funciones mecánicas se pueden resumir en tres apartados:
Pruebas complementarias
1. A
bsorción de cargas. Su principal función como elementos
de amortiguación de presiones entre el fémur y la tibia, lo Si bien en la fase aguda puede estar indicada la realización de
cual es facilitado por la disposición longitudinal de sus fi- radiología simple, la prueba de elección es la resonancia mag-
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 251
Tipos de roturas
Podemos clasificar las lesiones meniscales por su morfología
y por su cronología.
Desde el punto de vista morfológico distinguimos:
• Roturas verticales:
• Longitudinal: son roturas que aparecen a través de las
fibras circunferenciales de colágeno (fig. 6‑40). Pueden
ser de espesor parcial o completo. Las roturas en asa de
cubo forman parte de este tipo (fig. 6‑41).
• Radial: son roturas que rompen las fibras de colágeno.
Se suelen producir a nivel de la unión del cuerpo y el
cuerno posterior (fig. 6‑42).
• Roturas horizontales: son roturas paralelas a la superficie del
platillo tibial. Dividen el menisco en dos hojas, una superior
y otra inferior, de ahí su definición en «hoja de libro».
• Roturas complejas: implican roturas en dos planos distin-
tos, es decir, vertical más horizontal.
Figura 6‑40 Rotura longitudinal con el gancho explorador en el espe- Desde el punto de vista cronológico podemos distinguir:
sor de la lesión del menisco.
• Agudas o traumáticas: este tipo de lesiones pueden apare-
cer cuando una fuerza excede la capacidad de carga de un
nética, que presenta una especificidad del 88 al 95% y una menisco sano o bien cuando una fuerza leve actúa sobre
sensibilidad del 80-93% para detectar lesiones meniscales, apa- un menisco ya alterado (fig. 6‑43).
reciendo el menisco normal como una estructura de baja señal • Degenerativas: son las lesiones que aparecen por la sobre-
uniforme.4 La presencia de una imagen hiperintensa en secuen- carga repetida y microtraumática sobre los meniscos. Es
cias potenciada en T2 (aumento de señal lineal que contacta habitual que aparezcan a nivel del cuerno posterior de los
con la superficie articular) es indicativa de rotura y resulta ne- meniscos. Las fuerzas de cizallamiento sobre la rodilla pro-
cesaria la correlación con la clínica para decidir el tratamiento; ducen lesiones horizontales.
es importante en determinados casos tener una visión global de
toda la extremidad inferior mediante la realización de una tele-
rradiografía de miembros inferiores, para conocer los ejes de «Nuevas» antiguas lesiones
carga de la articulación y valorar la posible necesidad de otro meniscales: rampa meniscal
gesto quirúrgico asociado (osteotomía tibial o fémur). Hay que y raíz menisacal
destacar la importancia de la artro-TAC, cuya indicación puede
cobrar importancia en la evaluación de meniscos ya operados, En los últimos años ha cobrado importancia un tipo de lesión
así como para la valoración de suturas y trasplantes meniscales. meniscal específica: las lesiones de la rampa y las de la raíz
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A B
Figura 6‑41 Rotura en asa de cubo con fragmento luxado en el intercóndilo (A) y posteriormente reducido mediante el gancho explorador previo a
la sutura (B).
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252 Parte II Rodilla
CFI
LMC
CPMI
Figura 6‑43 Imagen de resonancia magnética con rotura meniscal pe- Figura 6‑44 Lesión en rampa (flecha). CFI, cóndilo femoral interno;
riférica con posibilidad de cicatrización; por tanto, candidata para sutura CPMI, cuerno posterior del menisco interno; LMC, ligamento del menisco
meniscal. capsular.
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 253
Tratamiento quirúrgico
sufrir roturas horizontales por la fuerza de cizallamiento que
produce el fémur sobre el menisco. El objetivo del tratamiento quirúrgico pasa por preservar la
Según la clasificación de Watanabe8 existen tres tipos de mayor cantidad de tejido meniscal viable, con el fin de que
meniscos discoideos: haya la menor repercusión funcional. Existen diversas alterna-
tivas quirúrgicas.
• Tipo I: completo. Cubre completamente el compartimento
Técnicas de resección: meniscectomía parcial
externo y está bien anclado a la periferia.
• Tipo II: incompleto. No cubre completamente el platillo La técnica de resección meniscal consiste en eliminar el tejido
tibial, pero su inserción, al igual que el tipo I, es firme. meniscal que se encuentra dañado y es inestable, intentando
• Tipo III; Wrisberg. Tiene un aspecto similar al normal. Su preservar el mayor remanente.
cuerno posterior es estabilizado, únicamente, por el liga- El empleo de nuevas técnicas de meniscectomía a través de
mento de Wirsberg al cóndilo femoral, lo que le confiere radiofrecuencia térmica permite una mejor y más precisa regu-
cierta inestabilidad. larización meniscal.
Está indicada en casos en los que no es posible aplicar las
Los meniscos discoideos no tienen una forma de presenta- técnicas de reparación meniscal: roturas en zona avascular, ro-
ción clara. Pueden ser asintomáticos, o aparecer como una go- turas radiales, roturas degenerativas, roturas horizontales, rotu-
nalgia inespecífica, insidiosa, que se presenta con el ejercicio ras complejas, roturas pediculadas y ante el fracaso del empleo
o incluso chasquidos con la flexoextensión de la rodilla. En de técnicas de reparación.
estos casos no suele existir rotura. De estar presente, la clínica Es un procedimiento quirúrgico que presenta baja morbili-
más típica sería con inflamación y derrame, déficit de movili- dad, permite una rápida reincorporación a la vida activa y prác-
dad e incapacidad para la carga de peso. tica deportiva del paciente.
El manejo terapéutico de este tipo de lesiones está en debate. Toda resección meniscal afectará a la transmisión de carga
La artroscopia solo se recomienda para aquellos pacientes que femorotibial reduciendo la superficie de contacto, aumentando
presenten dolor, derrame articular, bloqueos articulares o déficit el pico de presión y favoreciendo la degeneración condral. De-
de movilidad. La técnica quirúrgica consiste en la saucerización be tenerse en cuenta que los buenos resultados precoces de la
del menisco, es decir, una meniscectomía parcial dejando un meniscectomía podrán ir empeorando con el tiempo debido al
remanente estable de unos 6‑8 mm. Un punto que se ha de tener desarrollo o incremento de cambios degenerativos.
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254 Parte II Rodilla
Con la correcta selección de pacientes según las indicaciones entre fémur y tibia y así amortiguar cargas entre ambas super-
previas, aproximadamente el 10-15% de las lesiones menisca- ficies de contacto, lo que requiere de la presencia de un muro
les son suturables, y la mayoría suelen asociarse a una recons- meniscal intacto al que se pueda suturar el implante meniscal.14
trucción del LCA con un 90% de éxitos a los 5 años del trata-
miento. Según la topografía lesional del menisco afecto, se Postoperatorio y rehabilitación
pueden realizar diferentes tipos de técnicas de sutura:
Tras la cirugía meniscal, el postoperatorio y la rehabilitación
• Dentro-fuera: roturas de la mitad meniscal posterior. Precisa vendrán determinados por la técnica realizada, bien meniscec-
una incisión medial o lateral para recuperar las agujas. Su tomía o resección, o bien sutura o reconstrucción meniscal.
principal desventaja es el riesgo de lesión neurovascular: En el primer caso depende de la cantidad de menisco rese-
• Lateral: nervio ciático poplíteo externo (CPE) y arteria cado, pero de una forma generalizada se deberá instaurar una
poplítea. rehabilitación funcional precoz, con movilizaciones según to-
• Medial: ramas del nervio safeno. lerancia y trabajo progresivo, de inicio siempre en cadena ci-
• Fuera-dentro: roturas de tercio meniscal anterior y medio. nética cerrada.
• Todo dentro: lesiones periféricas del cuerpo y cuerno pos- En el caso de la sutura meniscal, dependerá asimismo del
terior. tamaño de la rotura y sobre todo de las posibilidades de cura-
ción de esta, por tanto, precisando un enfoque asociado y con-
En la actualidad, el empleo de dispositivos biorreabsorbibles junto desde los puntos de vista mecánico y biológico, a dife-
de ácido poliláctico o mixtos, es decir, combinación de una rencia del anterior, donde era más mecánico. Se deberá proteger
sutura con una barra biodegradable que ancla el borde perifé- siempre la flexión en carga, teniendo en cuenta la necesidad de
rico del menisco a la cápsula, es lo más utilizado. las primeras 3 a 6 semanas. En ambas posibilidades terapéuti-
Independientemente del tipo de técnica de sutura meniscal, cas se manejan protocolos de rehabilitación muy sistemáticos
lo ideal desde el punto de vista biomecánico es dar el punto y se deberá tener muy presente el morfotipo del paciente en
meniscal con disposición vertical, ya que es más resistente y base a su eje de la extremidad para proteger más o menos tiem-
por tanto proporciona una mayor estabilidad.12 po dependiendo especialmente de la patología meniscal exter-
Suele haber mayores tasas de reparación en los casos en na en el genu valgo y la interna en el varo.
que se realiza sutura del menisco externo y en casos en que la Tras la cirugía de una meniscectomía podremos realizar
sutura meniscal se asocia a la realización de ligamentoplastia carga parcial durante las 2 primeras semanas y desde la tercera
de LCA en relación con los túneles óseos que se realizan a nivel una carga prácticamente total dependiendo del tipo de rotura y
femoral y tibial, ya que liberan células pluripotenciales que tipo de cirugía. Empezaremos con ejercicios isométricos en
favorecen el poder de cicatrización meniscal. descarga, aumentando la exigencia y carga dependiendo de la
tolerancia del paciente. Asimismo se incluirá el trabajo de po-
Técnicas de sustitución tenciación muscular.
Dentro de las técnicas de sustitución nos encontramos con el Desde la tercera o la cuarta semana podremos proceder a
trasplante y el implante meniscales de colágeno, los cuales pre- la retirada de muletas, mantendremos todas las pautas anterio-
tenden retrasar el deterioro articular en casos de daño meniscal res, aumentando la carga y exigencia de trabajo, y además
muy severo y en casos de meniscectomía previa. empezaremos con ejercicios propioceptivos e iremos inclu-
yendo trabajo del gesto y readaptación deportivos. Si al pa-
Trasplante meniscal ciente se le ha realizado una sutura meniscal, no deberá reali-
Se trata de una técnica compleja13 y con unas indicaciones pre- zar carga axial total durante las 3-4 primeras semanas; se
cisas: deberá de tener precaución con la flexión activa. Sí incluire-
mos trabajo isométrico en camilla de cuádriceps para, desde
• Paciente joven < 50 años. la tercera o la cuarta semana, empezar con trabajo en carga
• Antecedente de meniscectomía subtotal o el equivalente parcial, aumentando progresivamente, así como pauta en bici-
biomecánico de una meniscectomía total. cleta estática y piscina.
• Presencia de sintomatología.
• Ligamentos íntegros o susceptibles de reparación asociado Complicaciones
a la sustitución meniscal.
• Normoalineación en telerradiografía. Existiendo la posibilidad de curación meniscal,15 el tratamien-
• Cambios degenerativos articulares de grados I o II. to de esta lesión vendrá determinado por la presencia de sinto-
matología limitante, o como medida de prevención de lesiones
Respecto a los tipos de injerto, puede ser fijado mediante cilin- futuras para no asumir riesgos;16 es muy importante la detención
dros óseos en los cuernos meniscales, puentes óseos o a partes o prohibición de situaciones de riesgo, como puede ser la rea-
blandas, para asegurar el aporte vascular periférico y dar un lización de deporte,17 máxime teniendo en cuenta que no es una
soporte para el sustituto meniscal. cirugía exenta de complicaciones, algunas de ellas graves.
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 255
estructuras neurovasculares, con una sintomatología de frialdad, se remarcará el punto de vista terapéutico), la osteonecrosis
palidez y ausencia de flujo de inicio en dedos, o alteraciones de y la gonartrosis representan el mal resultado de estas ciru-
sensibilidad.18-20 En ocasiones pueden ser complicaciones muy gías. Si bien la primera (osteonecrosis posmeniscectomía)
importantes y que pueden precisar inmediatez en su reparación. no es habitual en pacientes jóvenes, la presencia de derrame
Destacan, con sus diferentes etiologías, el tromboembolismo y y limitación dolorosa posterior a los 2 meses de la interven-
la infección. ción debe establecer una sospecha o al menos un descarte
de la misma tras los casos de meniscectomía,26 estando su
Tardías diagnóstico representado en las manifestaciones clínicas y
los signos de RM.27 La degeneración articular o gonartrosis
• La re-rotura viene a ser la complicación «no inmediata» tras la resección meniscal traduce el patrón de deterioro
más frecuente, representa el 10-25% de las mismas, espe- articular que ocasiona sintomatología, mayor o menor, y
cialmente en los casos en que se ha hecho una sutura,21 y que se ha mostrado consecutiva a la resección meniscal,28
no varía su incidencia según la técnica realizada.22 La pre- y cuyo último eslabón terapéutico es la implantación de una
sencia de bloqueo articular debe obligarnos a descartar es- prótesis de rodilla.
ta posibilidad mediante la correcta exploración y realiza-
ción de RM. La posibilidad de neosutura, si tenemos la Conclusiones
posibilidad de que el tejido tenga posibilidad de curación,
será la elección, de lo contrario la meniscectomía será ne- Si bien la lesión meniscal representa una importante o alta fre-
cesaria, y deberá mantenerse la mayor cantidad de menisco cuencia de presentación en las consultas traumatológicas, su
posible, especialmente el reborde o la periferia meniscal de individualización y selección terapéutica reviste máxima im-
una forma uniforme para la mejor transmisión de cargas portancia en la obtención de los resultados deseados y esperados
futura; son muy importantes el morfotipo y el eje de la por el paciente. El concepto de «economía meniscal» deberá
extremidad, así como el compartimento implicado, ya que estar siempre presente y las posibilidades de «reparación o su-
se ha demostrado que la posibilidad de re-rotura en el me- tura meniscal» han de adaptarse a las expectativas del paciente
nisco medial es hasta seis veces menor que el lateral.23 y posibilidades de curación biológica. El conocimiento de las
Desde el punto de visto etiológico es muy importante posibles complicaciones precoces o tardías deberá protocolizar
conocer el tiempo desde cirugía, ya que si esta re-rotura es muy exhaustivamente tanto la técnica quirúrgica como las pau-
atribuible a un problema de fijación o mecánico, y si suce- tas postoperatorias.
de después de los 24 meses, puede deberse a una mala po-
sibilidad de curación y se consideraría como una neorrotu-
ra, con una menor posibilidad de reparación tras nueva Bibliografía
sutura.24 Tras los estudios de imagen (RM) y el consiguien- 1. Renström P, Johnson R. Anatomy and biomechanics of the menisci.
te correcto diagnóstico, ante la persistencia clínica, la valo- Clin Sports Med 1990;9(3):523-38.
ración de una reartroscopia deberá tenerse en cuenta, y 2. Abram SG, Beard DJ, Price AJ. BASK Meniscal Working Group.
National consensus on the definition, investigation, and classification
considerar en este caso las posibilidades de curación me- of meniscal lesions of the knee. Knee 2018;25(5):834-40.
niscal tanto desde el punto vista mecánico como biológico 3. Tria AJ. Exploración clínica de la rodilla En: WN Scott, ed. In-
para la toma de decisiones intraoperatorias. sall y Scott. Cirugía de la Rodilla, 4.ª ed. Madrid: Elsevier; 2007.
• La afectación cartilaginosa, del cartílago articular o con- p. 86‑98.
4. Lecouvet F, Van Haver T, Acid S, Perlepe V, Kirchgesner T, Vande
drolisis, representa una complicación muy seria y que re-
Berg B, et al. Magnetic resonance imaging (MRI) of the knee: Iden-
trasa o puede desmoronar las expectativas de la cirugía tification of difficult-to-diagnose meniscal lesions. Diagn Interv Ima-
meniscal. Si bien resulta aún de etiología idiopática, el au- ging 2018;99(2):55-64.
mento de las presiones compartimentales tras la resección 5. Chahla J, Dean CS, Moatshe G, Mitchell JJ, Cram TR, Yacuzzi C,
practicada, especialmente si el eje de la extremidad las in- et al. Meniscal Ramp Lesions: Anatomy, Incidence, Diagnosis, and
Treatment. Orthop J Sports Med 2016;4(7):2325967116657815.
crementa (genu valgo en caso de menisco lateral, y genu 6. Pache S, Aman ZS, Kennedy M, Nakama GY, Moatshe G, Ziegler C,
varo en el caso del medial), así como la posible inestabili- et al. Meniscal Root Tears: Current Concepts Review. Arch Bone
dad consecutiva a la resección, se han considerado un factor Joint Surg 2018;6(4):250-9.
desencadenante.25 7. Kini SG, Walker P, Bruce W. Bilateral symptomatic discoid medial
La clínica que muestra el paciente es igual que en los meniscus of the knee: a case report and review of literature. Arch
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256 Parte II Rodilla
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Outcome after partial medial meniscus substitution with the collagen 22. Grant JA, Wilde J, Miller BS, Bedi A. Comparison of inside-out and
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Long-term follow-up meniscus tear treatment in stable anterior cru- meniscectomy compared with medial meniscectomy in elite profes-
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Capítulo 6.8
Luxaciones de la rodilla
Alejandro Lizaur Utrilla, Francisco Antonio Miralles Muñoz, Matías Ruiz Lozano
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 257
P A L M PL PM
Figura 6‑46 Clasificación de Kennedy. A, anterior; L, lateral; M, medial; P, posterior; PL, posterolateral; PM, posteromedial.
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258 Parte II Rodilla
ligamento colateral externo y el retináculo extensor, por lo • Tipo IV: lesión de ambos ligamentos cruzados y ambos li-
que suele ser irreducible de manera cerrada. Es la luxación gamentos colaterales.
con mayor incidencia de lesión neurológica. • Tipo V: luxación asociada a una fractura intraarticular
(fractura-luxación).
Clasificación de Schenck
Evaluación inicial del paciente
La clasificación original,7 basada en el patrón de las lesiones
ligamentosas, distingue cinco tipos: Si la deformidad clínica está presente, el diagnóstico es eviden-
te. Sin embargo, en casi el 50% de los traumatismos se produ-
• Tipo I: lesión de un ligamento cruzado, anterior (LCA) o ce una reducción espontánea de manera inmediata.8 En este
posterior (LCP). último caso, el paciente refiere una rápida y sucesiva secuencia
• Tipo II: lesión de ambos ligamentos cruzados. de que se le «salió» la rodilla y luego se «recolocó», por lo que
• Tipo III: lesión de ambos ligamentos cruzados y un liga- el diagnóstico de luxación puede pasar inadvertido. El proble-
mento colateral; III-M si es el ligamento colateral medial ma radica en que una reducción espontánea no resta gravedad
(LCM), o III-L si es el lateral (LCL). a una posible lesión vascular o nerviosa.
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 259
Así, la evaluación del paciente debe centrarse en: 1) la his- embargo, podría palparse un pulso pedio debido a la irrigación
toria clínica; 2) presencia de deformidad de la rodilla; 3) esta- colateral a pesar de estar lesionada la arteria poplítea. Así, la
bilidad de la rodilla; 4) perfusión arterial distal, y 5) evaluación presencia de pulso distal o de una pierna caliente no excluye
neurológica. Tanto para el tratamiento y pronóstico, como a inicialmente la lesión arterial en la rodilla, pues podría tratarse
efectos legales, todos estos datos deben ser documentados en de una lesión de la íntima con riesgo de oclusión o trombosis,
la historia médica del ingreso. o bien que haya irrigación por ramas colaterales que están pre-
sentes en el 10% de los pacientes.
Historia clínica Debido a lo anterior, ha cobrado importancia el llamado
índice tobillo-braquial (ITB), que es la razón entre la presión
El paciente refiere haber sufrido un traumatismo, bien directo arterial sistólica en el tobillo a nivel supramaleolar (arteria pe-
sobre la rodilla o bien tras un movimiento forzado mientras dia o tibial posterior) y la del brazo, medidas con un simple
realizaba una actividad deportiva o laboral. Como se ha dicho, aparato de tensión. En ambos lados se infla el manguito y se
puede haber una luxación evidente, o descrita por el paciente. observa la señal de un Doppler hasta que desaparece. Luego,
En este último caso, generalmente el paciente refiere un brusco se deshincha lentamente y se anota la presión cuando reapare-
dolor en la rodilla e inestabilidad de la rodilla, que le impidió ce la señal del Doppler, que es el valor válido de la presión
continuar con la actividad que estaba realizando. sistólica. Un índice entre el tobillo y el brazo de 0,9 o superior
se considera normal, y un valor inferior a 0,9 indica lesión ar-
Exploración física terial susceptible de reparación, con un 100% de sensibilidad
y de especificidad,11 que aconseja la consulta inmediata con un
La rodilla suele estar inflamada, pero debe tenerse en cuenta cirujano vascular.
que al estar rota la cápsula no siempre es evidente el derrame Otra prueba de alta sensibilidad para el diagnóstico de le-
articular. Debe palparse el hueco poplíteo en busca de alguna sión vascular es la utilización de la eco-Doppler, que también
masa pulsátil. debe realizarse en la primera atención y tras la reducción. La
En la luxación posterolateral puede estar presente el signo angiografía es determinante para revelar una lesión arterial,
del hoyuelo en la cara medial de la rodilla, consistente en un aunque debe indicarla el cirujano vascular y en el lugar donde
pellizcamiento cutáneo entre el cóndilo femoral medial y la vaya a realizarse la reparación vascular, si es el caso. La angio-
tibia. Esta lesión cutánea contraindica la reducción cerrada de grafía-TAC es una alternativa no invasiva a la angiografía clá-
la luxación, debe realizarse de manera abierta para evitar la sica. Así mismo, debe prestarse atención a los signos de apari-
necrosis de la piel. ción de un posible síndrome compartimental, presente en el 6%
Si hubiera habido una reducción espontánea, la exploración de los casos.2
de la rodilla suele evidenciar la inestabilidad de esta, aunque
dicha exploración puede ser difícil debido al dolor y la infla- Exploración neurológica
mación, por eso debe realizarse después de ser reducida la lu-
xación y estando el paciente sedado. Las maniobras deben Puede lesionarse el nervio ciático poplíteo externo en la cara
realizarse cuidadosamente, sin intensidad que puedan provocar lateral de la rodilla, o el nervio tibial en la cara posterior, si bien
nuevamente la luxación y utilizando las pruebas clásicas para es más frecuente el primero. El paciente pude referir tanto pa-
la inestabilidad mediolateral y anteroposterior de la rodilla. Los restesias como presentar una parálisis establecida. Sin embargo,
ligamentos más frecuentemente lesionados son los dos cruza- en los primeros momentos puede ser difícil la comprobación
dos y el colateral medial, además de los ángulos de la cápsula debido al dolor.
posterior. En toda luxación de rodilla debe sospecharse que hay una
lesión nerviosa asociada del nervio ciático poplíteo externo,
Exploración vascular sobre todo en las luxaciones posterolaterales y mediales o
cuando hay lesión del complejo ligamentoso lateral. Aun cuan-
Es la parte más importante de la evaluación inicial en caso de do la exploración nerviosa inmediata es ineficaz, debido al do-
luxación o sospecha de esta, pues la lesión arterial constituye lor, falta de colaboración del paciente y dificultad en la explo-
una urgencia. Como se ha mencionado, un 15% de las luxacio- ración física, debe advertirse de la posibilidad de este hecho al
nes presentan algún tipo de lesión en la arteria poplítea que paciente y a los familiares y realizar revaluaciones tras la fase
conduce a una tasa de amputación global cercana al 10%.9 En- aguda.
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tre los casos con lesión de la arteria poplítea, el retraso en so- El diagnóstico se basa en la exploración motora y sensiti-
lucionar la isquemia conduce a la amputación en el 20%, y si va de ambos nervios, realizada clínicamente a la admisión del
el retraso es mayor de 8 h, en el 85%.10 Aún con reparación paciente a urgencias, tras la reducción de la luxación y pasa-
arterial, un 4% de estos pacientes (cerca del 50% de los casos dos 2-3 días, así como antes de realizar el tratamiento quirúr-
con lesión arterial) tendrá que ser amputado.2 gico definitivo de las lesiones ósea o ligamentosas. No se
Si la lesión arterial es por alargamiento, podría haber una considera necesario realizar una electromiografía (EMG)
recuperación de la irrigación distal tras realizar la reducción de precoz al no estar indicada la exploración quirúrgica nerviosa
la luxación, aunque también podría conducir a una trombosis. urgente a menos que sea necesario por otra causa. La EMG
Por eso es importante revaluar la vascularización tras realizar solo tiene valor diagnóstico al menos 3 meses después de la
la reducción articular de urgencia. lesión.
La exploración habitual, mediante los pulsos en el tobillo La axonotmesis y neuroapraxia, como lesión parcial y ma-
y el pie, de las arterias tibial posterior y pedia es esencial. Sin nifestada con debilidad muscular, suele tener un buen pronós-
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260 Parte II Rodilla
tico. Por el contrario, la lesión completa con parálisis tiene mal colateral medial, lo que hace necesaria la reducción abierta.
pronóstico, con recuperación en solo un tercio de los casos.12 Otras circunstancias que precisan de la reducción abierta son
el paciente obeso en el que las maniobras de reducción sean
Examen radiológico ineficaces, o ante una luxación abierta en la que es necesaria la
limpieza y el desbridamiento de la herida. La reducción abier-
Deben realizarse radiografías anteroposterior y lateral de la ta debe realizarse sin torniquete de isquemia para no agravar
rodilla antes de proceder a la reducción, así como tras la misma las posibles lesiones vasculonerviosas, y mediante una incisión
(v. fig. 6‑47). En caso de reducción espontánea, las radiografías cutánea media y artrotomía parapatelar medial para facilitar el
pueden ser normales, y se debe prestar atención a la asimetría posible acceso a cirugías posteriores.
del espacio articular, así como a la presencia de fracturas o Tras la reducción, la primera opción para estabilizar la ro-
avulsiones óseas, estas últimas sobre todo a nivel de la meseta dilla es mediante una férula posterior de yeso, con la rodilla en
tibial externa (fractura de Segond). flexión de unos 20° para relajar las estructuras del hueco poplí-
La TAC y la RMN solo tienen indicación en el período teo. La férula debe permitir la monitorización de la exploración
tardío, previo a la planificación de un tratamiento definitivo de vascular posreducción.
las lesiones ligamentosas. Si el yeso es ineficaz para mantener la reducción, está indi-
cada la estabilización de la rodilla mediante un fijador externo,
Tratamiento inicial de urgencia anclado en el tercio diafisario distal del fémur y proximal de la
tibia, para facilitar posibles intervenciones ulteriores.13 Otras in-
Reducción e inmovilización dicaciones de la fijación externa pueden ser la luxación abierta,
la facilitación de cuidados en el politraumatizado o cuando se
Evaluada la rodilla y el estado vascular del miembro, debe pro- precise la reparación vascular. Se ha comprobado que el uso de
cederse a la reducción urgente de la luxación con el paciente un fijador externo provisional suele conducir a una menor movi-
sedado. La reducción debe realizarse de manera cerrada siem- lidad de la rodilla comparado con la inmovilización enyesada.14
pre que sea posible. Generalmente, las maniobras son median-
te tracción de la tibia mientras un ayudante estabiliza el fémur Reexploración vascular
distal, y movimientos inversos al desplazamiento tibial. Debe
evitarse la presión en el hueco poplíteo. Inmediatamente tras la reducción y estabilización de la luxación
En el caso de luxación posterolateral (signo del hoyuelo), debe realizarse una revaluación vascular y nerviosa (fig. 6‑49).
usualmente no es posible la reducción cerrada porque el cón- La reducción puede tanto resolver como agravar el déficit vas-
dilo medial queda atrapado por la cápsula o por el ligamento culonervioso.
Luxación o sospecha
Exploración vascular
y nerviosa
Radiografías
Reducción urgente
Estabilización articular
Yeso a 20° de flexión
Fijador externo
Reexploración vascular
Normal ITB > 0,9 Asimétrica ITB > 0,9 Anormal ITB < 0,9
Cirugía vascular
Monitorizar pulsos Angiografía
ITB
Doppler
Angio-TAC
Figura 6‑49 Algoritmo de evaluación y tratamiento inmediato. ITB, índice tobillo-brazo.
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 261
Se ha sugerido que en todos los casos de luxación de rodilla es necesaria para asegurar la correcta alineación del miembro
debería realizarse una angiografía, pero actualmente esa sistemá- y, sobre todo, para poder determinar el patrón de las lesiones
tica se ha abandonado,15 y se reserva solo para los casos en que de los ligamentos e indicar la oportunidad de su reparación.
tras la reducción persistiera un déficit de perfusión arterial, o la Es importante reducir los hundimientos en los platillos ti-
sospecha de este. Actualmente, la angiografía solo debe realizar- biales, sobre todo del lateral, aunque los ligamentos colaterales
se en combinación con la consulta a un cirujano vascular. estuvieran intactos, porque la presión del cóndilo femoral pue-
En el caso de una perfusión arterial posreducción adecuada de conducir a una inestabilidad permanente y comprometer la
(pulsos distales perceptibles, señal normal con eco-Doppler, posible reparación de los ligamentos cruzados.
ITB igual o mayor de 0,9) no debe darse por concluida la reva-
luación, sino que es obligado que se monitorice el control del Tratamiento de lesiones nerviosas
estado vascular mediante su comprobación cada 4-6 h hasta al
menos 48 h después de la reducción. Aun cuando hubiera una La neurolisis precoz del nervio ciático poplíteo externo, apro-
adecuada coloración y temperatura en el miembro distal, debe vechando la cirugía reparadora de las lesiones ligamentosas, no
tenerse presente la posibilidad de un paulatino compromiso suele dar buenos resultados.18
vascular grave por colapso o trombosis arterial. Se recomienda realizar una EMG si no hay evidencia de me-
Si la perfusión arterial posreducción fuera anormal o dudo- joría clínica después de al menos 3 meses de la lesión. Si a los
sa, puede realizarse una angiografía-TAC, a menos que esto 6 meses persiste una parálisis completa sin evidencia de recupe-
retrasase su tratamiento por un cirujano vascular. En la prácti- ración clínica o electromiográfica, puede intentarse la exploración
ca, un ITB menor de 0,9 es indicativo de consulta al cirujano y reparación microquirúrgica del nervio mediante sutura perineu-
vascular y de la necesidad de reparación arterial.11 La consulta ral o injerto autólogo interfascicular del nervio safeno interno
debe realizarse de manera urgente, es inaceptable sugerir otras (sural), aunque presenta más del 50% de tasa de fracaso.18
causas menores, como un espasmo arterial, para justificar la Las incompletas (axonotmesis y neuroapraxias) suelen re-
insuficiencia vascular y retrasar el tratamiento. No debe reali- vertir, aunque parcialmente en muchos casos, mientras que las
zarse arteriografía previa a la derivación del paciente, pues, lesiones completas (neurotmesis) son permanentes. Global-
siendo ya conocida la localización de la lesión, aportaría poca mente, la lesión del nervio ciático poplíteo externo es perma-
información y retrasaría la cirugía vascular reparadora. nente en el 50% de los casos.6
En el caso de presentación de un síndrome compartimental,
con una presión mayor de 30 mmHg, está indicado realizar las Tratamiento de las lesiones ligamentosas
oportunas fasciotomías de manera convencional.
Tiempo para la cirugía
Tratamiento definitivo Con relación al tratamiento quirúrgico definitivo de las lesiones
ligamentosas, hay cierto consenso en que no deben ser tratadas
Tratamiento conservador de manera inmediata y que los mejores resultados funcionales se
obtienen cuando la cirugía se realiza entre la segunda y tercera
El tratamiento conservador definitivo, no reparando quirúrgi- semana al reducir el riesgo de artrofibrosis y favorecer la recu-
camente las lesiones de los elementos estabilizadores de la peración de la movilidad de la rodilla,19,20 sobre todo si se preci-
rodilla, es una posible opción. Esta puede estar indicada en los sa la fijación de fracturas o avulsiones ligamentosas, así como si
pacientes de edad avanzada o sedentarios, que presenten una hay rotura del tendón patelar. No obstante, en otros estudios la
rodilla posreducción relativamente estable y que mantengan la cirugía diferida de los estabilizadores de la rodilla proporcionó
integridad de ambos ligamentos colaterales. También suele con- aceptables resultados, aunque no suele ser posible la recuperación
siderarse si ha sido necesaria una reparación vascular,16 tanto funcional completa, sobre todo por rigidez en flexión.21
por si hubiera un fracaso de dicha reparación, como para no Sin embargo, en muchos de los casos no es posible la rea-
hacer fracasar la misma. lización de una cirugía precoz, y precisa una demora quirúrgi-
El tratamiento conservador consiste en la inmovilización de ca de al menos 4 semanas. El tiempo para la cirugía reparado-
la rodilla, mediante un yeso y luego con una ortesis estabilizado- ra está supeditado al estado vascular, estado de la piel, luxación
ra, durante 5-6 semanas. La norma es que la rodilla tratada con- abierta y grado de inestabilidad residual. En caso de haberse
servadoramente, tras la inmovilización prolongada, resulte esta- realizado una reparación vascular, la rodilla debe estar inmovi-
ble, pero con un déficit de la flexión y, en general, los resultados lizada por 3-6 semanas para proteger el injerto arterial. Ade-
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funcionales son peores que con el tratamiento quirúrgico.17 más, debe tenerse en cuenta que si se optase por la reparación
Parece existir un cierto consenso respecto de los pacientes artroscópica esta debe retrasarse unas 2 semanas, porque la
mayores con cambios degenerativos significativos y baja de- extravasación de líquido debido a la rotura capsular podría pro-
manda física, en los que el tratamiento de elección sería una vocar un síndrome compartimental.
artroplastia total de rodilla constreñida a medio plazo, tras la
consolidación ósea en caso de fracturas asociadas.1 Etapas quirúrgicas
Hay controversia sobre si todas las estructuras ligamentosas
Tratamiento de las fracturas asociadas deben ser tratadas quirúrgicamente de manera simultánea en un
solo tiempo quirúrgico, o bien deben realizarse cirugías secuen-
Las fracturas articulares desplazadas deben ser estabilizadas ciales. Algunos autores recomiendan la cirugía simultánea de
quirúrgicamente de manera precoz, dentro de las primeras 2 se- todas las estructuras afectadas.20 Otros21,22 defienden la cirugía
manas y una vez solventado el riesgo vascular. Esta reparación secuencial de los ligamentos, iniciada con el tratamiento del
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262 Parte II Rodilla
LCP y de los ligamentos colaterales, dejando sin reparar la • LCM: en general, es conveniente su reparación precoz me-
lesión del LCA (salvo que hubiera una avulsión ósea) para una diante sutura directa si está asociada a lesión de los liga-
posterior cirugía si fuera necesario. Maslaris et al. 1 recomienda mentos cruzados, y siempre que hubiera avulsión ósea con
estabilizar las fracturas, si las hubiera, en un primer estadio, y un desplazamiento destacado mediante sutura anclada. No
reparar las estructuras ligamentosas en un segundo tiempo. obstante, algunos autores prefieren un tratamiento conser-
Así, con respecto al número de cirugías ligamentosas tras vador, aduciendo que la mayoría de esas lesiones provocan
una luxación de rodilla, actualmente no existe evidencia con- escasa inestabilidad residual, además de reducir el riesgo
vincente en favor de un tratamiento en dos etapas o de un solo de rigidez postoperatoria.27
procedimiento quirúrgico, salvo para las avulsiones óseas que • LCL: tratamiento quirúrgico precoz si hubiera avulsión
requieren tratamiento precoz. En todo caso, la reparación pre- ósea; en caso de rotura ligamentosa, reconstrucción quirúr-
coz del LCP y del complejo capsular posterolateral (CPL), gica precoz con sutura reforzada o autoinjerto, junto con re-
dentro de las 3 primeras semanas, es la llave para evitar la su- paración precoz del ángulo capsular posterolateral, con
bluxación residual de la rodilla y facilitar la recuperación fun- reinserción del poplíteo, bíceps femoral y fascia lata en
cional.23 La reconstrucción del LCA también puede ser reali- caso de lesión.
zada en el momento de la cirugía inicial, o bien plantear una
estrategia de dos etapas con reconstrucción tardía de este liga- Pauta recomendada
mento. Para algunos autores, la reparación precoz simultánea Nosotros preferimos la reparación simultánea de los ligamentos
del LCA junto con la del LCP puede ser un factor de riesgo de cruzados mediante técnica artroscópica. Se realiza tras la se-
rigidez articular.24 gunda semana si no hubiera lesiones vasculares asociadas o
complicaciones.
Procedimientos quirúrgicos Mediante artroscopia, el LCP se reconstruye en primer lu-
Debe tenerse en cuenta que, en las lesiones multiligamentosas, gar utilizando aloinjerto de tendón de Aquiles para reconstruir
las indicaciones son diferentes que para las lesiones aisladas y el fascículo anterolateral en la técnica monofascicular. Se uti-
que tras una luxación de rodilla raramente se obtendrá la recu- liza un portal accesorio posteromedial para la limpieza de la
peración completa de la rodilla tras las reparaciones quirúrgi- parte posterior de la rodilla y «la curva asesina» en el borde
cas.25 En general, las suturas directas de los ligamentos han posterior de la tibia proximal, con el fin de facilitar el paso de la
proporcionado malos resultados, siendo preferible la recons- plastia de distal a proximal. A continuación, y también de ma-
trucción ligamentosa con injertos.24 nera artroscópica, se inicia la reconstrucción anatómica mo-
En la literatura hay pocas evidencias que sirvan de base nofascicular del LCA con plastia autóloga de isquiotibiales.
para establecer una pauta terapéutica en las lesiones multiliga- Ambas plastias son pretensadas a unos 15 Newtons durante
mentosas de la rodilla, pues la mayoría son pequeñas series 15 min, antes de su implantación en la rodilla.
donde se exponen las preferencias personales de los auto- Primero se fijan ambos injertos en el túnel femoral median-
res. Los dos patrones de luxación de rodilla más frecuente te sistema endobutton (LCA) y tornillo interferencial (LCP).
son:26 a) combinación de los dos ligamentos cruzados y el liga- Posteriormente, con la rodilla a 90° de flexión, se fija la plastia
mento lateral interno, y b) combinación de los dos ligamentos del LCP con un tornillo interferencial en túnel tibial, y a con-
cruzados, el ligamento lateral externo y el ángulo posterola tinuación con la rodilla en extensión se fija la plastia de LCA
teral. con el mismo sistema.
Teniendo en cuenta que la indicación quirúrgica de los li- Por último, se reparan mediante cirugía abierta las estruc-
gamentos en la luxación difiere de las indicaciones de las lesio- turas posterolaterales, siendo fundamental restaurar los princi-
nes aisladas, una posible pauta ante lesiones ligamentosas com- pales estabilizadores estáticos contra la rotación externa, el li-
binadas podría ser: gamento poplíteo-fibular y el tendón poplíteo, así como el
estabilizador principal ante las fuerzas en varo, el ligamento
• LCP: aunque en la lesión aislada de este ligamento cruzado lateral externo. En los casos evolucionados (más de 3 sema-
el tratamiento suele ser conservador, es recomendable el nas), la reconstrucción se realiza mediante aloinjertos, fijando
tratamiento quirúrgico precoz en las primeras 3 semanas las plastias en rotación tibial interna con la rodilla en flexión
cuando se combina con lesión del LCA y ligamentos cola- de 30°.
terales, mediante reconstrucción con autoinjerto o aloinjer- La lesión asociada del LCM se repara quirúrgicamente de
to, pues no es susceptible de reparación quirúrgica median- manera precoz solo si la inestabilidad en valgo es manifiesta o
te sutura directa. Con menos frecuencia, el LCP está solo si hay avulsión ósea. El nervio safeno debe ser identificado y
parcialmente roto, y no requiere cirugía.26 En el caso de protegido durante todo el procedimiento.
avulsión ósea debe procederse a su reinserción precoz. Es- Durante la reconstrucción lateral es imprescindible visua-
ta cirugía debe ser aprovechada para reparar el anclaje cap- lizar y proteger el nervio peroneo, especialmente cuando se
sular posterior si estuviera lesionado. perfora la cabeza del peroné en las reconstrucciones del CPL
• CPL: debe repararse precozmente, en el mismo tiempo qui- con más de 3 semanas de evolución.
rúrgico que para la reconstrucción del LCP.
• LCA: el tratamiento es similar al del LCP, mediante recons- Pauta postoperatoria
trucción con autoinjerto o aloinjerto, pero de manera dife- Tras la cirugía reparadora de los ligamentos, la rodilla debe
rida y a la vista de su repercusión funcional. No obstante, inmovilizarse en extensión, mediante una férula posterior de
si hay avulsión ósea, la reinserción del fragmento óseo yeso u ortesis bloqueada durante 4 semanas, que se retira para
debe ser precoz. realizar fisioterapia con movilización pasiva o mecanizada. A la
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 263
quinta semana se inicia rehabilitación con movilización activa 4. Azar FM, Brandt JC, Miller RH III, Phillips BB. Ultra-low-velocity
y flexión de hasta 45°, permitiendo la deambulación progresiva knee dislocations. Am J Sports Med 2011;39:2170-4.
5. Kennedy JC. Complete dislocation of the knee joint. J Bone Joint
con una ortesis bloqueada en extensión y ayuda de bastones. Surg Am 1963;45-A:889-904.
A la sexta semana se permiten los ejercicios de flexión progre- 6. Bonnevialle P, Dubrana F, Galau B, Lustig S, Barbier O, Neyret P, et
siva, y para la deambulación se mantiene la ortesis hasta la al. Common peroneal nerve palsy complicating knee dislocation and
octava semana. bicruciate ligaments tears. Orthop Traumatol Surg Res 2010;96:64-9.
7. Schenck RC Jr, Hunter RE, Ostrum RF, Perry CR. Knee dislocations.
La rehabilitación postoperatoria es esencial para reducir la Instr Course Lect 1999;48:515-22.
rigidez en flexión de la rodilla. El objetivo de la rehabilitación 8. Seroyer ST, Musahl V, Harner CD. Management of the acute knee
es conseguir en 6 semanas una extensión completa y una fle- dislocation: The Pittsburgh experience. Injury 2008;39:710-8.
xión de al menos 90°, pues en caso contrario debería realizarse 9. Scarcella NR, Weinberg DS, Bowen S, Vallier HA. Clinical and func-
movilización bajo anestesia o desbridamiento artroscópico. tional results of 119 patients with knee dislocations. J Orthop Trauma
2017;31:380-6.
El retorno a las actividades o trabajos habituales se retrasa 10. Patterson BM, Agel J, Swiontkowski MF, Mackenzie EJ, Bosse MJ;
hasta los 6 meses, y se desaconseja volver a realizar deporte, o LEAP Study Group. Knee dislocations with vascular injury: outco-
al menos no antes de 1 año.28 mes in the lower extremity assessment project (LEAP) study. J Trau-
ma 2007;63:855-8.
11. Mills WJ, Barei DP, McNair P. The value of the ankle-brachial index
Conclusiones for diagnosing arterial injury after knee dislocation: a prospective
study. J Trauma 2004;56:1261-5.
Ante un traumatismo de alta energía en la rodilla debe tenerse 12. Woodmass JM, Romatowski NP, Esposito JG, Mohtadi NG, Longi-
una alta sospecha de luxación, pues puede haber habido una no PD. A systematic review of peroneal nerve palsy and recovery
reducción espontánea. following traumatic knee dislocation. Knee Surg Sports Traumatol
Arthrosc 2015;23:2992-3002.
La reducción de la luxación debe realizarse de manera ur- 13. Levy BA, Fanelli GC, Whelan DB, Stannard JP, MacDonald PA,
gente. Boyd JL, et al. Controversies in the treatment of knee disloca-
Debe asumirse que toda luxación de rodilla se asocia a le- tions and multiligament reconstruction. J Am Acad Orthop Surg
sión vascular hasta que no se demuestre lo contrario. La pre- 2009;17:197-206.
sencia inmediata de pulsos distales, perfusión por eco-Doppler 14. Fanelli GC, Stannard JP, Stuart MJ, MacDonald PB, Marx RG, Whe-
lan DB, et al. Management of complex knee ligament injuries. Instr
o pierna caliente no descarta la lesión arterial. Aunque se nor- Course Lect 2011;60:523-35.
malizase la perfusión arterial tras la reducción, es prioritario 15. Nicandri GT, Chamberlain AM, Wahl CJ. Practical management
monitorizar su control cada 4-6 h hasta al menos 24 h. of knee dislocations: a selective angiography protocol to detect
La lesión de la arteria poplítea puede ser diagnosticada clí- limb-threatening vascular injuries. Clin J Sport Med 2009;19:125-9.
16. Matthewson G, Kwapisz A, Sasyniuk T, MacDonald P. Vascular injury
nicamente de forma precoz mediante la exploración de los pul- in the multiligament injured knee. Clin Sports Med 2019;38:199-213.
sos distales y el índice tobillo-braquial, cuyo valor menor de 17. Levy BA, Dajani KA, Whelan DB, Stannard JP, Fanelli GC, Stuart MJ,
0,9 sugiere la consulta inmediata con un cirujano vascular. La et al. Decision making in the multiligament-injured knee: an eviden-
arteriografía debe ser indicada por el cirujano vascular. El re- ce-based systematic review. Arthroscopy 2009;25:430-8.
traso de 8 h en la reparación arterial suele comportar la ampu- 18. Goitz RJ, Tomaino MM. Management of peroneal nerve injuries as-
sociated with knee dislocations. Am J Orthop 2003;32:14-6.
tación del miembro. 19. Jiang W, Yao J, He Y, Sun W, Huang Y, Kong D. The timing of sur-
La reparación ligamentosa precoz, antes de 3 semanas, fa- gical treatment of knee dislocations: a systematic review. Knee Surg
vorece la recuperación funcional. Sports Traumatol Arthrosc 2015;23:3108-13.
No se puede recomendar un protocolo estandarizado para 20. McKee L, Ibrahim MS, Lawrence T, Pengas IP, Khan WS. Current
todos los casos, pues la estrategia dependerá de diversos facto- concepts in acute knee dislocation: the missed diagnosis? Orthop
J 2014;8:162-7.
res: a) las características del paciente (edad, peso, actividad 21. Bin SI, Nam TS. Surgical outcome of 2-stage management of multiple
física previa, comorbilidades); b) fracturas concomitantes; knee ligament injuries after knee dislocation. Arthroscopy 2007;23:
c) número de estructuras ligamentosas lesionadas, y d) compli- 1066-72.
caciones asociadas (vasculares, nerviosas, politraumatismo, 22. Ohkoshi Y, Nagasaki S, Shibata N, Yamamoto K, Tomoyuki H, Ya-
mane S. Two-stages reconstruction with autografts for knee disloca-
síndrome compartimental). tions. Clin Orthop Relat Res 2002;398:169-75.
No obstante, la reparación precoz del LCP y del complejo 23. Robertson A, Nutton RW, Keating JF. Dislocation of the knee. J Bone
posterolateral es la llave para evitar la subluxación residual de Joint Surg Br 2006;88-B:706-11.
la rodilla y facilitar la recuperación funcional. 24. Vicenti G, Solarino G, Carrozzo M, De Giorgi S, Moretti L, De Cres-
cenzo A, et al. Major concern in the multiligament-injured knee treat-
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264 Parte II Rodilla
Capítulo 6.9
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 265
Tratamiento
Cuadro 6‑3 Clasificación de Tscherne
C0 Tratamiento no quirúrgico de las fracturas
Fractura de trazo simple, con poca o ninguna lesión de partes cerradas
blandas.
El tratamiento no quirúrgico consiste en la reducción cerrada y
C1 estabilización con un vendaje enyesado. Su indicación funda-
Fractura con abrasión superficial con fracturas leve-modera mental se dirige a las fracturas no desplazadas o mínimamente
das. desplazadas que se reducen fácilmente con buena alineación.
C2 Los criterios de reducción aceptable consisten en: varo/valgo
Fractura de gravedad moderada (bifocales) con contamina máximo de 5°, angulación en plano sagital máximo 10°, apo-
ción profunda, contusión en piel y músculo. sición de corticales al menos 50%, acortamiento máximo de
1 cm y rotación máxima de 5°.
C3
Fracturas graves, conminutas con lesión grave de piel y des Tanto en el tratamiento no quirúrgico como en el quirúr-
trucción muscular. gico, la técnica de reducción consiste en una tracción de la
tibia con la rodilla en flexión de 20-30°, lo que permite con-
trolar las angulaciones y rotaciones (fig. 6‑50); la inmoviliza-
ción enyesada se coloca inguinopédica con una flexión de
rodilla de 5-10° y el tobillo en flexión de 90° durante 4 sema-
Cuadro 6‑4 Clasificación de Gustilo y Anderson
nas, tras las cuales se cambia por otro vendaje enyesado u
Tipo I ortesis funcional, pero ya solo incluyendo la pierna. Esta in-
Fractura abierta con una herida < 1 cm de largo y limpia. movilización se mantiene hasta la consolidación radioló
Tipo II gica.10
Fractura abierta con una laceración > 1 cm de largo sin daño
extenso de tejidos blandos, colgajos o avulsiones.
Tipo III
Fractura segmentaria abierta, fractura abierta con daño ex
tenso de tejidos blandos o una amputación traumática. En
1984 se dividieron las lesiones de tipo III en tres subtipos.
Tipo IIIa
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266 Parte II Rodilla
Enclavado intramedular
El enclavado intramedular anterógrado fresado suele ser la téc-
nica de elección11 (fig. 6‑53), ya que, con respecto al tratamien-
Figura 6‑52 Mismo caso de la figura 6‑51. Fijación externa en urgen- Figura 6‑53 Enclavamiento no fresado y cerrojado de la tibia izquier-
cias, de ambas extremidades. da con control radiográfico de la fractura.
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 267
gitudinal suele mejorar la alineación de la fractura mediante Siendo muy útil en las indicaciones referidas, la fijación exter-
ligamentotaxis, la tracción manual no suele proporcionar una na tiene una mayor tasa de consolidación viciosa, retardo de
alineación tan adecuada como la llevada a cabo en una mesa consolidación y pseudoartrosis que la tratada con enclavamien-
ortopédica, sea el tratamiento quirúrgico o no (v. fig. 6‑50). to intramedular u osteosíntesis con placa.
Las opciones técnicas de la fijación externa son:
Técnica quirúrgica
Las maniobras de reducción cerradas se pueden facilitar me- • Fijación monolateral: con clavos o pinzas (clamps), en uno
diante herramientas directas de reducción externa, si bien de- o dos planos, y uni- o bilateral.
bido a la presión significativa que ejercen sobre los tejidos • Circular: agujas pretensadas en un anillo en los dos extre-
debe evitarse la aplicación prolongada de estos dispositivos, mos del fijador.
cuyo uso no está generalizado. Algunas fracturas también son • Híbrida: agujas pretensadas en un extremo proximal o dis-
susceptibles para la colocación de pinzas de reducción por vía tal de un anillo, y en el otro extremo los clavos.
percutánea; así como de un distractor universal.
Las maniobras de reducción abiertas no solo permiten la Terapias biológicas
colocación de pinzas de reducción quirúrgicas adecuadas, sino
que también brindan la oportunidad de aplicar una placa de Aunque hay algunas evidencias para el uso de proteínas mor-
osteosíntesis en el sitio de la fractura para lograr y mantener la fogenéticas recombinantes en el tratamiento de lesiones óseas
reducción de la fractura durante el procedimiento de enclavado graves por fracturas abiertas de tibia, y en las no consolidacio-
intramedular. Este era el antiguo procedimiento de la AO mien- nes, no la hay aún para el uso factores de crecimiento y aspira-
tras se realizaba el fresado; no obstante, se deben evitar, en lo dos de células.18 En cualquier caso, la terapia biológica requie-
posible, estos procedimientos abiertos debido al riesgo cutáneo re estudios más profundos sobre su aplicación según variables
que aumenta la incidencia de infección. independientes no estudiadas, y actualmente se puede decir que
Un sistema muy útil para la alineación de la fractura está no forma parte del tratamiento de las fracturas de tibia o sus
constituido por los tornillos de bloqueo tipo poller, cuyo pro- complicaciones.
pósito consiste en estrechar el canal en el área metafisaria y
sustituir una cortical deficiente. Estos tornillos se colocan antes Tratamiento de las fracturas abiertas
del proceso de fresado y colocación del clavo.15,16
El riesgo fundamental de una mala evolución en las fracturas
Osteosíntesis con placas abiertas está en la infección y la necrosis cutánea del hueso por
Las osteosíntesis con placa se indican en fracturas metafisarias falta de cubrimiento. La probabilidad de desarrollar infección
proximales y distales. Actualmente se suele utilizar el acceso aumenta sobre todo debido al grado de fractura abierta —le-
mínimamente invasivo (MIPO). sión cutánea y exposición de hueso—, si bien el consumo de
Junto con el enclavado intramedular, la osteosíntesis con tabaco, la presencia de enfermedades de base como la diabetes,
placa mediante acceso MIPO es un método muy bueno para el el mayor tiempo quirúrgico, el grado de contaminación de la
tratamiento de las fracturas distales de la tibia. La MIPO es herida y el retraso en la antibioterapia son variables importan-
superior al enclavado para la prevención de la consolidación tes para desarrollar esta complicación. En general se debe seguir
viciosa, pero el enclavado intramedular reduce las complica- la siguiente secuencia (v. figs. 6‑51 y 6‑52):
ciones de la herida quirúrgica, sobre todo cuando la piel está
traumatizada. Por ello, aunque los dos tratamientos son aptos, • Administración de antibioterapia antes de las 3 h postrau-
para las fracturas distales de la diáfisis tibial la MIPO es más matismo. Cefalosporinas de segunda o tercera generación
recomendable.17 en las fracturas de grado I y II, más gentamicina en las de
grado III durante 3 días, acompañando de penicilina G en
Fijación externa dosis elevadas, sobre todo cuando la fractura ha ocurrido
La fijación externa es un buen método de estabilización tem- en un lugar donde puede haber Clostridium, como granjas
poral de las fracturas cuando no se puede realizar un enclava- o la propia carretera.
miento, aunque también, rara vez, puede serlo definitivo. Las • Realizar el desbridamiento y lavado en el quirófano lo antes
indicaciones fundamentales de la fijación externa son las si- posible. Repetir cada 2-5 días, según la evolución de la herida.
guientes: • Lavado no pulsátil de hasta 10 l de suero fisiológico, al cual
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268 Parte II Rodilla
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 269
das de forma conservadora; la dinamización monoaxial o el se ignoran sus dosis y las combinaciones adecuadas de las
cambio del clavo endomedular a uno fresado más grueso en BMP con injerto u otros sucedáneos óseos.23
los casos hipertróficos, la fijación con placa a compresión y
el aporte de injerto óseo, teniendo en cuenta que es necesa- Refractura
rio que haya suficiente cobertura sana de tejidos blandos
(v. figs. 6‑54 a 6‑59). La fijación externa se utiliza en las Esta puede aparecer debido a una carga excesiva antes de la
pseudoartrosis infectadas y en grandes deformidades y pérdi- consolidación completa o también cuando se retira el implante
das óseas. El uso de proteínas recombinantes como la bone demasiado precozmente. En la tibia y en huesos largos no es
morphogenetic protein-7 (BMP-7), en combinación con el aconsejable retirar el implante antes de 1 año tras la consolida-
injerto óseo autólogo, puede tener un efecto sinérgico, aunque ción completa.
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270 Parte II Rodilla
Figura 6‑58 Mismo caso de la figura 6‑54. Aspecto de la herida qui- Figura 6‑59 Mismo caso de la figura 6‑54. Imagen radiográfica a los
rúrgica a los 3 meses de la cirugía. No deben extirparse los restos aposti- 6 meses que muestra la consolidación completa y el remodelado del callo
llados de la piel dado que, al ser muy fina en la cara anteroposterior, po- óseo.
drían dejar zonas de hueso al descubierto. Tras la evolución de unos meses,
desaparecen debido al crecimiento de tejido subcutáneo.
tejido fibroso y secreta factores de crecimiento que contribuyen
Rigidez a la multiplicación de células del linaje mesenquimático y su
diferenciación a la línea osteogénica, facilitando la consolida-
La rigidez de tobillo es muy frecuente tras la inmovilización ción ósea. Esta también está indicada para los casos de pseu-
prolongada con yeso y debe tratarse mediante fisioterapia pro- doartrosis infectada u osteomielitis crónica postraumática
longada. (figs. 6‑60 a 6‑63).
Para pérdidas óseas mayores de 6‑10 cm, es preciso recurrir
Síndrome de embolia grasa a otras técnicas, como el peroné vascularizado transferido me-
diante microcirugía o los transportes óseos. El método de trans-
Ocurre tras un traumatismo de alta energía y puede poner en porte óseo se basa en un principio fundamental, que es la in-
peligro la vida del paciente. Las manifestaciones comunes in- ducción de la osteogénesis por distracción de fragmentos
cluyen signos de dificultad respiratoria, como hipoxemia, disnea óseos, mediante el traslado de un segmento de hueso en direc-
y taquipnea, seguidos de anomalías neurológicas, que a menu- ción longitudinal, bajo los principios de tensión-estrés. Ilizarov
do provocan confusión y depresión. La embolia puede ocurrir demostró cómo la tracción gradual del callo estimula no solo
tanto antes como después de la intervención quirúrgica. Las la osteogénesis sino también el crecimiento y la regeneración
fracturas de los huesos largos deben fijarse de forma inmediata de los tejidos blandos circundantes tales como piel, músculos,
tanto en los pacientes traumatizados graves como en los que nervios y vasos sanguíneos.25
presentan una fractura aislada con el objetivo de evitar la em- En los casos de pérdida cutánea se debe cubrir el hueso y
bolia grasa. los tendones con suma precocidad, dada su tendencia fácil a
la necrosis, optándose por la cobertura cutánea como primera
Pérdida ósea opción, sobre todo en los casos extensos o, en los casos menos
extensos, mediante el cierre asistido por vacío (VAC). Esta
En defectos menores de 6 cm, la mejor opción de tratamiento técnica, basada en la cura oclusiva desarrollada a mediados
es la técnica de Masquelet. Esta técnica se basa en dejar un le- del siglo pasado por Trueta y Orr, ha surgido como un método
cho óseo sangrante limpio de fibrosis con colocación de un útil para acelerar la cicatrización de la herida al disminuir el
espaciador de cemento de polimetilmetacrilato (PMMA), el cual edema crónico, eliminar el caldo de cultivo de bacterias, au-
genera a su derredor una membrana biológica inducida. Secuen- mentar el flujo sanguíneo local y la formación de tejido de
cialmente, en un segundo tiempo, se retira el espaciador sec- granulación.26
cionando longitudinalmente esta membrana, pero sin lesionar- Algunos métodos de salvamento de la extremidad median-
la, y se rellena la cavidad con injerto óseo, preferentemente te estos métodos de «cura biológica» se han basado en la téc-
autólogo, suturando la membrana sobre él.24 La biomembrana nica de Papineau, olvidada en los últimos años, aunque, si-
previene la reabsorción del injerto, evita la interposición de guiendo sus fundamentos, aunque con modificaciones más
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Capítulo 6 Patología traumática de la rodilla y la pierna 271
Figura 6‑60 Paciente con osteomielitis crónica postraumática. Primer Figura 6‑62 Mismo caso de la figura 6‑60. A los 50 días, apertura del
tiempo de la técnica de Masquelet, con limpieza del foco osteomielítico foco, extracción del cemento y relleno con hueso esponjoso autólogo.
hasta el tejido óseo sangrante y relleno con cemento acrílico.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 6‑61 Mismo caso de la figura 6‑60. Imagen radiográfica del Figura 6‑63 Mismo caso de la figura 6‑60. Imagen radiográfica al año
foco con el cemento. en la que se aprecia reconstrucción completa.
recientes, se han conseguido técnicas muy útiles ante pérdidas nervio peroneo ocurre con mayor frecuencia en las fracturas
óseas extensas o infecciones posfracturas.27 tratadas quirúrgicamente, pero el déficit resultante suele ser
sensitivo y temporal.3
Otras complicaciones
Amputación
Otras complicaciones relacionadas con la intervención quirúr-
gica, como gonalgia, edema, movilidad reducida del tobillo, Algunos casos de fracturas abiertas, sobre todo IIIc, son sus-
atrofia de los músculos del muslo y la pantorrilla y artrosis de ceptibles de amputación, para lo que son muy útiles algunas
las articulaciones adyacentes no son infrecuentes. La lesión del guías clínicas, como el Mangled Extremity Severity Score
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272 Parte II Rodilla
(MESS),28,29 que hace referencia a la edad del paciente y su 12. Lu Y, Wang G, Hu B, Ren C, Sun L, Wan Z, et al. Comparison of su-
estado general, la isquemia de la pierna y el tipo de energía en prapatellar versus infrapatellar approaches of intramedullary nailing
for distal tibia fractures. J Orthop Surg Res 2020;15:422-6.
el traumatismo, aunque requiere revisión tras estar en vigor más 13. Metcalf KB, Brown CC, Barksdale EM 3rd, Wetzel RJ, Sontich JK,
de 30 años. Ochenjele G. Clinical Outcomes After Intramedullary Nailing of In-
traarticular Distal Tibial Fractures: A Retrospective Review. J Am
Acad Orthop Surg Glob Res Rev 2020;4(6):20.0008.
Conclusiones 14. Ramos L, Bertrand, ML, Benitez-Parejo N, Guerado E. How many
distal bolts should be used in unreamed intramedullary nailing for
Las fracturas diafisarias de tibia ocurren, sobre todo, a trauma- diaphyseal tibial fractures? Injury 2012;43:S59-62.
tismo de alta energía en pacientes jóvenes. El tratamiento de 15. Zelle BA, Boni G. Safe surgical technique: intramedullary nail fixa-
elección suele ser el enclavamiento intramedular fresado y blo- tion of tibial shaft fractures. Patient Saf Surg 2015;9:40-6.
queado. Los resultados clínicos son favorables, y queda un 16. Tennyson M, Krkovic M, Fortune M, Abdulkarim A. Systematic re-
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