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Grupo:406 Fecha:Agosto2023
Caso
Armando Guzmán Torres fue nombrado director financiero de una empresa industrial
mediana, en sustitución de Luis Gandaria, que había fallecido repentinamente un mes
atrás, cuando sólo le quedaban dos años para jubilarse. Guzmán Torres provenía de
una pequeña empresa del mismo sector en la que había sido director administrativo
durante cinco años, y en la que tuvo bajo su responsabilidad las finanzas, el control
económico y al personal. Su nombramiento fue bastante precipitado, debido al
fallecimiento de su antecesor y al hecho de que el joven Mateo Luna, asistente del
director financiero anterior y teórico sucesor del mismo, no parecía aún maduro para
ese puesto.
Torres fue informado de sus competencias en el nuevo puesto, así como de las
condiciones generales del mismo. El área de Finanzas tenía fama de haber sido la
mejor administrada de la empresa, bajo la férrea dirección de Gandaria, que había
controlado todo a la perfección, sin que bajo su mandato esta área hubiese creado
ningún problema a la Dirección General. Entre las personas a su cargo estaba Mateo
Luna, joven titulado con brillante currículum académico y escasa experiencia, que había
sido nombrado asistente de Gandaria un año antes, con intención de que le sucediera a
su jubilación.
Sin embargo, Luna no parecía haber respondido a las expectativas iniciales, ya que los
informes de su antigua superior le calificaban de “metomentodo que da su opinión sin
que nadie se la pida», «idealista sin pizca de sentido de la realidad”, y ya en los últimos
meses como un “inútil para el trabajo duro”. Así que, a la muerte de Gandaria, la
dirección optó por buscar un nuevo director financiero fuera de la empresa.
Guzmán Torres decidió mantener una entrevista con Luna nada más para llegar a su
nuevo destino. Sin embargo, Luna parecía querer evitar esta conversación, con vagas
disculpas sobre tareas pendientes que ya urgía cumplir. Finalmente, al cabo de una
semana, el propio Luna se personó en el despacho de su superior, con un papel en la
mano: era su dimisión.
—Mire, Luna, no quiero tomar decisiones precipitadas, así que no voy a aceptar su
renuncia. Además, quiero juzgar la situación por mí mismo y, en su caso, estimo muy
necesario conocerlo mejor. Usted tenía excelentes antecedentes, pero no se ha
desempeñado aquí satisfactoriamente. Esta paradoja me intriga. ¿Por qué cree usted
que no sirve para su trabajo?
—No lo sé, señor. Yo siempre he intentado hacer lo que se esperaba de mí, pero
parece que no he acertado nunca.
—Bien, Luna. Le emplazo a continuar esta conversación dentro de una semana. Antes
de ese momento, quiero que me presente un informe detallando lo siguiente: primero,
en calidad de qué y para qué trabajo fue usted contratado; segundo, cuál ha sido su
trabajo real durante el año que lleva aquí; y tercero, qué le gustaría poder hacer.
A los dos días, Torres recibió el informe de Luna. Según el mismo, y como pudo
comprobar, por los archivos del área de Personal, Luna fue contratado como director-
asistente, con la misión de ayudar a su superior en la administración del área,
asesorarle, descargarle de trabajo rutinario y supervisar, en general, la actividad
operativa.
Por ejemplo, uno de esos informes, archivado en la documentación personal del antiguo
director del área, señalaba la ausencia de una política definida de cobros, que llevaba a
que los clientes pagasen a su comodidad, práctica totalmente inusual en una empresa
que fabricaba sobre pedido, donde lo normal sería exigir anticipos. Ese sistema de
cobros obligaba a un sistema semejante de pagos, según el cual se liquidaba a los
proveedores cuando se cobraba a los clientes, lo que suponía pérdidas de descuentos
en compras, descontento entre los suministradores, frecuente rotación de proveedores
y abuso del crédito de tesorería para cubrir déficits cuando había que pagar impuestos,
Gandaria y Luna.
La brecha generacional tuvo un gran impacto en la relación entre Gandaria y
Luna
ya que Gandaria pertenecía a una generación anterior y tenía una mentalidad
más
tradicional en cuanto a la gestión financiera y empresarial por lo que mantenia las
Torres y Luna.
La brecha generacional se reflejó en la percepción que Torres tenía de Luna.
Aunque Torres esperaba encontrar en Luna a alguien con actitud renuente y algo
vanidoso, se sorprendió al descubrir a un joven inseguro y abatido. Esto sugiere
que Torres estaba dispuesto a evaluar a Luna de manera justa y no simplemente
basándose en prejuicios generacionales.
La relación entre Torres y Luna se vio influenciada por la brecha generacional en
el sentido de que Torres se dio cuenta de que debía comprender mejor a Luna y
su perspectiva antes de tomar decisiones precipitadas
4. Redacta una conclusión con tu opinión sobre el manejo que dio Torres a este caso.
Torres llevó el caso de la forma más óptima posible desde nuestro punto de vista, pues
este al no aceptar la renuncia hizo que Luna se quedara en la empresa, dándose cuenta
que posiblemente el antiguo gerente de finanzas no aceptaba sus ideas y le ponía a hacer
tareas que no aportaban nada ni le permitían aportar nada a Luna, igualmente estas
tareas para él eran tediosas y difíciles de hacer, también se podría interpretar que era una
cuestión de la brecha generacional entre el antiguo gerente y Luna pues este consideraba
que los procesos se podían acortar y hacer más eficientes y eficaces, además Torres
supo identificar que su capital humano es una fuente de crecimiento y bienestar
organizacional, condiciones que incrementan la productividad de la empresa como se
menciona en la teoría del capital humano y el comportamiento organizacional.
Nota: tu docente/asesor puede proponer algunos otros puntos, siempre que lo considere
pertinente. Sin embargo, es importante realizar, en un primer momento, los que aquí se
enlistan y que responden a los objetivos planteados.