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consumir o participar en dicha sustancia o actividad, a pesar de los efectos negativos que
pueda generar en la salud, el bienestar y las relaciones personales. Las adicciones pueden
variar en su naturaleza, desde sustancias químicas uso como drogas y alcohol, hasta
creación de nuevos dispositivos y sistemas que han transformado la forma en que nos
algunas personas hacen de ella lo que puede generar una adicción. Las características que
Ahora bien, en el libro “El enemigo conoce el sistema” en el primer capítulo que
lleva por título “Adicción” se presentan diversos enfoques que nos permiten entender de una
formas más amplia lo que serían las adicciones, en particular aquella hacia la tecnología.
Además, la autora aborda el tema de cómo las grandes plataformas tecnológicas manipulan
sin que nos demos cuenta. En este sentido, se observa cómo Peirano resalta el hecho de que
las plataformas digitales tales como lo son las redes sociales(Facebook, Whatsapp, Instagram,
entre otras.) y las aplicaciones se han convertido en verdaderos expertos a la hora de crear
una interfaz adictiva. Logran captar nuestra atención utilizando técnicas de ingeniería del
comportamiento que pueden ir desde una notificación que llame nuestra atención o desde
psicológico y de ese modo hacernos dependientes de sus servicios. También destaca cómo
este algoritmo permite ofrecernos una serie de contenidos que coincidan con nuestros gustos
e intereses, que a su vez resulta sorprendente cómo puede llegar a recopilar datos y
entrelazarse con otras aplicaciones para realizar esta función. Por lo que de ese modo estas
plataformas roban toda nuestra atención, creando esta adicción o dependencia hacia los
dispositivos móviles.
Entre los distintos enfoques que nos presenta la autora resulta interesante en la
primera sección del capítulo, cómo la autora analiza el método en que somos manipulados e
influenciables en relación con lo que vemos, oímos y olemos. En particular con la comida y
como nos hacemos dependientes de ésta.Por lo que cabe destacar, el concepto de mediaciones
planteado por Jesus Martin Barbero, siendo este el proceso en el cual interviene un mediador
mediación cultural, como instancia, el mediador en los medios como intermediario, cultura de
masas y culturas populares y la massmediacion. En ese sentido y dentro de este contexto las
autora nos menciona de una forma explícita que “Nuestro mediador principal entre la comida
y nosotros es precisamente el olfato, que tiene línea directa con la central”(2019,pp.5), con
esto nos refiere a que debido a la relación directa que tiene nuestro olfato con nuestro centro
de percepción somos seres más fáciles de influenciar por aromas que nos resultan más
nos relacionamos con la comida. Peirano hace referencia a que desde que nacemos ya
tenemos esta capacidad de elegir nuestros alimentos, teniendo en cuenta los gustos que hemos
adquirido a través del olfato, si bien es cierto que nosotros somos quienes elegimos que
consumimos y que no, no podemos negar que los estímulos sensoriales pueden tener un
conjunto de tecnicidades como aquellas herramientas que pretenden ser beneficiosas pero que
las interacciones y las relaciones de poder entre los actores sociales. Estos campos están
compuestos por sus propias reglas y jerarquizadas por lo cual cada uno adquiere su propio
capital que puede ser cultural, económico, social o simbólico. Del mismo modo introduce la
noción de habitus como “el conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los
sujetos perciben el mundo y actúan en él” es decir, que el habitus son esos conocimientos que
entorno social en el que nos relacionamos. En este sentido, dentro del capítulo de este libro
cuyo capital resulta ser económico debido al poder que ejercerse en quienes son
consumidores, haciéndolos aún más consumidores sin que siquiera se den cuenta.
Además Peirano examina cómo las grandes corporaciones tecnológicas compiten por
el poder dentro de este campo tecnológico estableciendo entre sí, relaciones de dominación y
subordinación, estos actores compiten por controlar la recolección y explotación de datos, así
como por moldear la opinión pública y manipular cualquier tipo de proceso. Así como con la
comida, estas empresas expertas en manipulación conocen datos como “La liberación de
dopamina nos hace sentir tan bien que, cuando aparece, el córtex prefrontal le dice al cerebro:
vamos a acordarnos de esto que hemos comido para comer más en cuanto
podamos.”(Peirano, pp.5) del mismo modo pasa con la tecnología, entre más nos presenten
cosas de nuestro interés, más sumergidos nos tendrán en los dispositivos móviles.
Al mismo tiempo, se tiene en cuenta que no es el mismo caso para todas las zonas
geográficas del mundo y que esto a su vez puede ser una ventaja y desventaja y es donde
acudimos a la noción de las brechas digitales entendiendo estas como el acceso desigual a las
tecnologías digitales en el mundo. Con esto nos referimos al hecho o al cuestionamiento ¿que
tan influenciable puede ser para una población con acceso limitado a internet el manejo de
la información producida por internet resulta ser más fácil de influenciar e incluso son
quienes crean mayor dependencia a esta, teniendo en cuenta que no tienen más fuentes para
corroborar si lo que ven allí es totalmente certero, simplemente creen sin rechistar creando
procesos de polarización donde se abarca un punto de vista entre sí que se confrontan. Por lo
que esta situación crea un terreno fértil para la propagación de desinformación, teorías
conspirativas y discursos extremistas, ya que no tienen los recursos para contrastar y evaluar
amplia y equilibrada.
Finalmente, en el capítulo uno del l libro “El enemigo conoce el sistema” podemos
observar que tan influenciables y manipulables podemos llegar a ser ante estas compañías
que manejan la mayor parte de la producción global y el nivel de exposición al que nos
enfrentamos cada vez que nos registramos como usuarios o como se refiere Peirano en su
libro “super usuarios” debido a la gran información que estas plataformas obtienen de
interpretar desde un punto de vista más amplio esta concepción que tienen estas compañías
sobre los consumidores y nos desafía a cuestionar las prácticas actuales y a tomar medidas
para proteger nuestra libertad en línea y sobre todo nos anima a ser ciudadanos digitales