Estimada docente y apreciados compañeros, les deseo un excelente día.
Permítanme expresarles un cordial saludo con el mayor de los respetos que sin duda merecen. En esta oportunidad, quisiéramos abordar un tema de gran relevancia: el papel de las empresas en el desarrollo económico y social. ¿Alguna vez han deseado tener las oportunidades y calidad de vida de los países desarrollados? Seguramente la respuesta de la gran mayoría será afirmativa. En nuestra sociedad, marcada por la pobreza, escasez, hambre y falta de oportunidades, puede parecer una utopía alcanzar ese nivel de desarrollo. Sin embargo, es importante reconocer que existen miles de puentes que nos pueden llevar hacia un futuro mejor en todos los aspectos de nuestra vida. Y estos puentes, capaces de conectar con un mañana próspero, son, sin duda alguna, las empresas. Es fundamental que el Perú y América Latina en su conjunto reconozcan y valoren la importancia de las empresas como creadoras de empleo y facilitadoras de inversiones. Las empresas arriesgan capital y generan empleo, pero, en última instancia, son creadoras de oportunidades económicas. Es hora de reconocer el trabajo que han realizado y, lo que es más importante, la necesidad de fomentar la creación de más empresas para impulsar un mayor crecimiento económico. La investigación de Michael Porter y Mark Kramer ha analizado el impacto de las empresas en el desarrollo económico local y destaca cómo estas pueden generar un valor compartido que beneficie tanto a las empresas como a la sociedad en su conjunto. Sus estudios se basan en casos prácticos de empresas de diferentes sectores y regiones. Los resultados demuestran que las empresas crean empleo en las comunidades locales a medida que se expanden y crecen. Estos empleos no solo proporcionan ingresos a las personas, sino que también tienen un impacto positivo en la economía local, ya que aumentan el consumo y la demanda. Imaginemos una sociedad donde no haya o exista una actitud negativa hacia el espíritu empresarial. En ese escenario, el crecimiento económico puede verse obstaculizado. Por el contrario, una sociedad que apoya y valora el espíritu empresarial crea un entorno propicio para el crecimiento económico sostenible. Las empresas tienen la oportunidad de crecer, invertir y contribuir al desarrollo económico de toda la sociedad. Las empresas también aportan a la economía nacional a través de impuestos en diversas formas. Los ingresos fiscales generados por las empresas ayudan a financiar el gasto público, los programas sociales, la infraestructura y los servicios básicos en beneficio de la sociedad. Además, los impuestos que pagan las empresas contribuyen a mantener la estabilidad y el desarrollo sostenible de la economía del país. No podemos limitar la influencia de las empresas únicamente al ámbito económico. También desempeñan un papel importante en el desarrollo social de las personas y las comunidades en las que operan. Muchas empresas implementan programas de responsabilidad social empresarial y asignan recursos a proyectos y actividades que abordan cuestiones sociales y ambientales. Estas iniciativas pueden incluir el apoyo a la educación, la salud, la igualdad, la protección del medio ambiente y muchas otras áreas que contribuyen al bienestar de la sociedad.
Permítanme ilustrar esto con ejemplos prácticos. Grandes empresas como
Amazon, Apple y Walmart emplean a cientos de miles de personas directamente y crean empleos indirectos a través de sus cadenas de suministro y socios comerciales. Estas empresas no solo generan empleo, sino que también impulsan la economía local al aumentar la demanda de bienes y servicios. En países como Estados Unidos, estas empresas han contribuido de manera significativa al crecimiento económico y han mejorado la calidad de vida de sus empleados y de las comunidades en las que operan.
Pero no solo las grandes empresas tienen un impacto positivo. En el sector
agrícola, empresas como JBS y BRF crean empleo directo e indirecto en las zonas rurales, brindando oportunidades económicas a las comunidades locales. En el sector de servicios, empresas como Ambev y Bradesco generan empleo en las zonas urbanas y contribuyen al desarrollo económico de las ciudades en las que operan. Estos ejemplos concretos nos muestran cómo los empleos creados por las empresas contribuyen al desarrollo económico y social de los países. Al proporcionar fuentes de ingresos estables, las empresas permiten a las personas satisfacer sus necesidades básicas y mejorar su calidad de vida. Además, al estimular el consumo y la demanda, las empresas crean un ciclo económico virtuoso que impulsa el crecimiento y el bienestar. En resumen, las empresas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo económico y social. Generan empleo, estimulan el consumo, fomentan la innovación y contribuyen al progreso tecnológico. Además, su participación en proyectos de responsabilidad social empresarial fortalece la cohesión social y promueve un desarrollo sostenible.
En conclusión, las empresas son verdaderos puentes hacia el desarrollo. Su
capacidad para generar empleo, impulsar la economía, pagar impuestos y promover el bienestar social las convierte en actores clave en el crecimiento económico y la mejora de la calidad de vida de las personas. Es vital que apoyemos y valoremos a las empresas, creando un entorno favorable para su establecimiento y crecimiento. Así podremos construir un futuro próspero y equitativo para todos. ¡Gracias!