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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE ORIENTE


MÉDICO Y CIRUJANO

MANEJO DEL TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO

LIZANDRO NAJERA PERALTA

CHIQUIMULA, GUATEMALA, NOVIEMBRE DE 2017

1
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE ORIENTE
MÉDICO Y CIRUJANO

MANEJO DEL TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO

Pasantía dirigida a los alumnos de cuarto, quinto y sexto año de la carrera


de Médico y Cirujano del Centro Universitario de Oriente en la emergencia
del Hospital Nacional de Chiquimula sobre los conocimientos de manejo de
trauma craneoencefálico en adultos durante el período de julio de 2016 a
septiembre de 2

LIZANDRO NAJERA PERALTA

CHIQUIMULA, GUATEMALA, NOVIEMBRE DE 2017

2
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE ORIENTE
MÉDICO Y CIRUJANO

MANEJO DEL TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO

TRABAJO DE GRADUACIÓN

Sometido a consideración del Honorable Consejo Directivo

Por

LIZANDRO NÁJERA PERALTA

Al conferírsele el título de

MÉDICO Y CIRUJANO

En el grado académico de

LICENCIADO

CHIQUIMULA, GUATEMALA, NOVIEMBRE DE 2017

3
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE ORIENTE
MÉDICO Y CIRUJANO

RECTOR
Dr. CARLOS GUILLERMO ALVARADO CEREZO

CONSEJO DIRECTIVO

Presidente: M.Sc. Nery Waldemar Galdámez Cabrera


Representante de Profesores: M.Sc. José Leonidas Ortega Alvarado
Representante de Profesores: Lic. Zoot. Mario Roberto Suchini Ramírez
Representante de Graduados: Lic. Zoot. Oscar Augusto Guevara Paz
Representante de Estudiantes: P.C. Diana Laura Guazmán Moscoso
Representante de Estudiantes: M.E.P José Roberto Martínez Lemus
Secretaria: Licda. Marjorie Azucena González Cardona

AUTORIDADES ACADÉMICAS

Coordinador Académico: Ing. Agr. Edwin Filiberto Coy Cordón


Coordinador de Carrera: Dr. Edvin Danilo Mazariegos Albanés

ORGANISMO COORDINADOR DE TRABAJOS DE GRADUACIÓN E


INVESTIGACIÓN DE MEDICINA

Presidente y Revisor: Dr. Edvin Danilo Mazariegos Albanés


Secretario y Revisor: M.Sc. Carlos Iván Arriola Monasterio
Vocal y Revisor: MA.Mc. Rory René Vides Alonzo
Vocal y Revisor: M.Sc. Christian Edwin Sosa Sancé

4
AGRADECIMIENTOS

A DIOS
A MIS PADRES
A MIS FAMILIARES
A MIS CATEDRÁTICOS
A NUESTRO COORDINADOR DE CARRERA Y DESTACADO CATEDRÁTICO
Dr. Edvin Danilo Mazariegos Albanés
A MIS REVISORES Y DESTACADOS CATEDRÁTICOS
Dr. Carlos Iván Arriola Monasterio
MSc. Christian Edwin Sosa Sancé
Dr. Rory René Vides Alonzo
A MI ASESOR
Dr. David Archibald Stokes
A LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
AL CENTRO UNIVERSITARIO DE ORIENTE CUNORI
Por brindarme en sus instalaciones todo el conocimiento que hoy poseemos.
      !"#$ %&'()* +,-./ 0123467
AL HOSPITAL REGIONAL DE ZACAPA
Por haber sido mi segundo hogar y formarme como Médico de ciencia y conciencia.
A LOS MÉDICOS YESTUDIANTES DE CUARTO, QUINTO Y SEXTO AÑO DE LA
CARRERA DE MEDICO Y CIRUJANO DEL HOSPITAL NACIONAL DE CHIQUIMULA
Por su apoyo incondicional para la realización de este estudio

5
ACTO QUE DEDICO

A MI PADRE CELESTIAL: porque Él me amo primero, me ha dado fortaleza y ha


estado conmigo manifestándose en cada uno de mis días y porque todo viene de
Él. A Él sea la honra y la gloria para siempre, amen (Romanos 11:36).

A MIS PADRES: Lizandro Nájera Rivera, gracias por inculcarme a seguir esta
hermosa y bendecida carrera y por iniciar una travesía junto a mí, sos de lo más
preciado que tengo, te amo. Alma Verónica Peralta Aldana (Q.E.P.D.) mi amor
eterno, mi primera novia, esto no sería posible sin vos, sé que estás llena de
orgullo allá arriba y sé que estás feliz por ver lo que lograste, te amo con todo mi
corazón.

A MIS HERMANOS: Gracias por el apoyo moral recibido y espero que este
pequeño logro sea de motivación para darse cuenta que todo es posible en la vida
toda vez se lo propongan; Beto Cordón muchas gracias por todo el apoyo recibido
durante estos años, sabes que te quiero como a un hermano.

A MI ESPOSA Y A MI HIJA: Hellen, gracias por todo el inmenso amor, la


comprensión, la paciencia, la tolerancia, el apoyo moral y psicológico recibido, por
ser mi fuerza para seguir adelante cuando desmayé y por el aliento recibido a todo
momento, por estar en las buenas, en las malas y en las peores, la amo. A mi
tesoro hermoso, espero en un porvenir cercano sirva de motivación para
superarse de igual o mejor forma.

A MIS TÍOS: Carolina Peña, Roberto Peña, gracias por el apoyo moral y
económico cuando lo necesité; a mi tío Victor Hugo Peralta, gracias por el apoyo
moral y por el apoyo económico cuando más lo he necesitado, por estar ahí en las
buenas, en las malas y en las peores, lo considero como mi segundo papá.
A MIS SUEGROS: Y con especial cariño a mi suegra Albita, por todo su apoyo,
por sus consejos, por su tiempo para conmigo y su ayuda invaluable con mi
mamá, los quiero mucho.

A MI ASESOR Y REVISOR DE TESIS: Dr. Neurocirujano, David Archibald Stokes,


por su valioso tiempo y asesoramiento profesional y por depositar la confianza en
mí para lograr esta tesis. Gracias por su cariño y su atención hacia con mi mamá
cuando se lo solicité, muchas gracias.

A MIS AMIGOS: Luis Cordón Fuentes, Elder Omar Polanco y María Luisa Archila
Estrada que más que amigos los considero como mis hermanos, aunque no todos
seguimos el mismo rumbo siempre hemos conservado esa bonita amistad; así
como a los padres de cada uno de ellos por el cariño especial para con mi
persona.

A LA DRA. JOHANNA ROMERO: por ser una de las personas que me brindó su
amistad sincera en este recorrer y gracias por aceptar ser mi madrina de
graduación, gracias por su valiosa y sincera amistad.

A MIS CATEDRÁTICOS: gracias por su esfuerzo para transmitirnos sus valiosos


conocimientos, los admiro mucho.

A UNAS AMISTADES MUY ESPECIALES: Dr. Jorge Andrés Bonilla, Dra. Blanca
Rosa Díaz, Dr. Herbert Martínez, Dr. Benjamín Pérez, Dr. Juan Carlos Villeda,
gracias por su amistad depositada en mi persona, así como también, la confianza
que han depositado en mí y mis capacidades, conocerlos y contar con su amistad
ha sido de las mejores cosas que me han pasado en el año.
RESUMEN
MANEJO DEL TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO

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µ¶·¸¹º»¼½¾ ¿ÀÁ ÃÄÅÆÇÈÉÊ ËÌÍÎ ÏÐÑÒÓ

El traumatismo craneoencefálico (TCE) es una importante causa de morbimortalidad en


cualquier lugar del mundo que genera un problema de salud pública.
Se realizó una pasantía sobre manejo del TCE a los alumnos de cuarto, quinto y sexto
año de la carrera de Médico y Cirujano del CUNORI, en la emergencia del Hospital
Nacional de Chiquimula, dando como resultado que luego de la primera evaluación,
51% de los alumnos de cuarto año mostraron bajo conocimiento en el adecuado
diagnóstico y tratamiento del TCE, y un 50% y 49% en moderado conocimiento para
alumnos de quinto y sexto año; respectivamente, ya realizado el taller de capacitación y
el segundo test, se evidenció 36% de moderado conocimiento y un 45% de alto
conocimiento en estudiantes de cuarto año; 35% de moderado conocimiento y 50%
de alto conocimiento en los alumnos de quinto año y 72% de alto conocimiento en
alumnos de sexto año.

Palabras Clave: diagnóstico de traumatismo craneoencefálico, manejo de traumatismo


craneoencefálico, lesión secundaria.

¹InvestigadorÔ ÕÖ×ØÙÚÛÜÝÞßàâã äå æç èéêëìíî ïð ñòóôõö ÷ øùúûüýþÿ          !"#$%&'()

dr_mazariegos@yahoo.es ³ Revisor de Tesis * Asesor de tesis

6
ABSTRACT
MANAGMENT OF CRANIOENCEPHALIC TRAUMATISM

L zadro Ná Pet     !"# $%& '()*+, -./01l234 D56 89:i; A<ch=b>?@ SBCkEFGH

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µ¶·¸¹º»¼½¾ ¿ÀÁ ÃÄÅÆÇÈÉÊ ËÌÍÎ ÏÐÑÒÓ

Cranioencephalic trauma (CET) in an important cause of morbidity in any part of the


world that generates a public health problema.
An internship was held on the management of the CET to the fourth, fifth and sixth year
of the career of Doctor and Surgeon of CUNORI, in the emergency of the National
Hospital of Chiquimula, resulting in 51% of the fourth year students, after the first
evaluation, showed low knowledge in the adequate diagnosis and treatment of CET, and
50% and 49% moderate knowledge for fifth and sixth year students; respectively,
already done the training workshop and the second test, showed 36% of moderate
knowledge and 45% of high knowledge in fifth year students and 72% of high knowledge
in sixth year students.

KEYWORDS: diagnosis of cranioencephalic trauma, management of cranioencephalic


trauma, secondary injury.

¹InvestigadorÔ ÕÖ×ØÙÚÛÜÝÞßàâã äå æç èéêëìíî ïð ñòóôõö ÷ øùúûüýþÿ          !"#$%&'()

dr_mazariegos@yahoo.es ³ Revisor de Tesis * Asesor de tesis

7
ÍNDICE
CONTENIDO Página

RESUMEN i

INTRODUCCIÓN ii

I. Planteamiento del problema 1

a. Antecedentes de problema 1

b. Hallazgos y estudios realizados 4

c. Definición del problema 6

II. Delimitación del estudio 7

a. Delimitación teórica 7

b. Delimitación geográfica 7

c. Delimitación institucional 7

d. Delimitación temporal 18

III. Objetivos 9

General 9

Especificos 9

IV. Justificación 10

V. Marco teórico 11

Capítulo I. Trauma Craneonecefálico 11

Capítulo II. Patología 12

Capítulo III. Evaluación del traumatismo craneoencefálico 15

Capítulo IV. Tratamiento 20


VI. Diseño metodológico 29

a. Tipo de estudio 29

b. Área de estudio 29

8
c. Universo y muestra 29

d. Sujeto u objeto de estudio 29

e. Criterios de inclusión 29

f. Criterios de exclusión 30

g. Variables estudiadas 30

h. Operacionalización de variables 30

i. Técnicas e instrumentos de recolección de datos 31

j. Procedimientos para la recolección de información 32

k. Plan de análisis 32

l. Procedimientos para garantizar los aspectos éticos de la investigación 33

m. Cronograma 34

n. Recursos 35

VI. Presentación de resultados 36

VIII. Análisis de resultados 40

IX. Conclusiones 42

X. Recomendaciones 43

XI. Propuesta 44

XII. Bibliografía 46

XIII. Anexos 48

9
ÍNDICE DE GRÁFICAS
Gráfica 1. Distribución de cantidad de estudiantes por año 36
Gráfica 2. Resultados pre y postcapacitación estudiantes de cuarto año 37
Gráfica 3. Resultados pre y post-capacitación estudiantes de quinto año 38
Gráfica 4. Resultados pre y post-capacitación estudiantes de sexto año 39

ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo 1. Test de evaluación número 1 4
Anexo 2. Test de evaluación número 2 52
Anexo 3. Trifoliar 56
Anexo 4. Fotografías 58

1
RESUMEN

El traumatismo craneoencefálico (TCE) es una importante causa de morbimortalidad en


cualquier lugar del mundo que genera un problema de salud pública. Es una patología
frecuente en los países tanto industrializados, como tercermundistas. En Guatemala, en
2010 representó la tercera causa de mortalidad en la población adolescente y la cuarta
en la población adulta. Es importante el manejo adecuado y actualizado del trauma
craneoencefálico para evitar principalmente la lesión secundaria en la cuál se puede
mencionar hipoxemia, hipotensión, hipertensión intracraneal, herniación cerebral, entre
otras; y disminuir el porcentaje de mortalidad de este problema de salud.

Se realizó una pasantía sobre manejo del TCE a los alumnos de cuarto, quinto y sexto
año de la carrera de Médico y Cirujano del CUNORI en la emergencia del Hospital
Nacional de Chiquimula dando como resultado que luego de la primera evaluación, 51%
de los alumnos de cuarto año mostraron bajo conocimiento en el adecuado diagnóstico
y tratamiento del TCE, y un 50% y 49% moderado conocimiento para alumnos de quinto
y sexto año, respectivamente; ya realizado el taller de capacitación y el segundo test, se
evidenció 36% de moderado conocimiento y un 45% de alto conocimiento en
estudiantes de cuarto año; 35% de moderado conocimiento y 50% de alto
conocimiento en los alumnos de quinto año y 72% de alto conocimiento en alumnos de
sexto año.

Se recomienda reforzar el tema de TCE a los docentes de cirugía, así mismo se sugiere
instruir para la continuación de este tema amplio dándole un enfoque pre-hospitalario y
nororiental, de igual manera a las autoridades encargadas del EPS rural la realización
de un evento para concientizar acerca de la utilización de casco en motoristas jóvenes.

i
INTRODUCCIÓN

El trauma craneoencefálico se define como cualquier lesión física o deterioro funcional


de contenido craneal secundario a un intercambio brusco de energía mecánica. Es un
problema de salud pública y una patología frecuente tanto en los países
industrializados como tercermundistas, constituye una de las principales causas de
muerte en la población adulta joven.

Es importante que el personal que está a cargo de atender a éstos pacientes en la


emergencia del Hospital Nacional de Chiquimula, háblese de estudiantes practicantes
de la carrera de Médico y Cirujano, estén capacitados y actualizados acerca del manejo
adecuado del traumatismo craneoencefálico en adultos para que de ésta manera, se
evite el daño secundario que lleva su curso en el proceso patológico de ésta
enfermedad; contribuyendo así, a disminuir la morbimortalidad de los pacientes.

En el país actualmente no se cuenta con una norma establecida para capacitar al


personal de salud en temas con alto impacto beneficiario en los pacientes como lo es el
manejo adecuado de traumatismo craneoencefálico en adultos. Por lo anterior, se
realizó una investigación-acción con 131 alumnos de cuarto, quinto y sexto año de la
carrera de Médico y Cirujano del Centro Universitario de Oriente que se encuentran en
el Hospital Nacional de Chiquimula con la finalidad de determinar el conocimiento en el
manejo adecuado del trauma craneoencefálico determinándose que presentaron bajo
porcentaje de conocimiento para manejo adecuado del trauma craneoencefálico en el
resultado del primer test y mejorando considerablemente éste porcentaje después del
taller de capacitación impartido por médico subespecialista. El estudio se realizó para
aportar evidencia a favor de mejorar la preparación de los alumnos incluidos en el
estudio y los que se encuentran en proceso.

i
I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

a) Antecedentes del problema


1. TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO
En adultos, el traumatismo craneoencefálico (TCE) es definido como un intercambio
brusco de energía mecánica que genera deterioro físico y/o funcional del contenido
craneano. Se consigna como alteración del contenido encefálico el compromiso de
conciencia, la amnesia postraumática, la alteración del exámen neurológico y/o
evidencia imagenológica de lesión. Se distingue de la contusión de cráneo, que
corresponde a un impacto mecánico sobre la bóveda craneana que no produce
alteración del contenido, y que puede asociarse a dolor local ( MINSAL (Ministerio de
Salud, Chile). 2007).

1.1 CLASIFICACIÓN DEL TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO


Se realiza        !" #$%&'( )*+,- ./ 02345678 9:;<

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verbal y motora. Se considera que un paciente está en coma cuando la puntuación


resultante de la suma de las distintas respuestas es inferior a 9. Dificultades a la hora
de evaluar al paciente con este método serían el edema de párpados, afasia,
intubación, sedación, etc (Urrutia, 2014).

En función de esta escala se puede clasificar en:

TCE leves 14-15 puntos


TCE moderados 9-13 puntos
TCE graves < 9 puntos

Otra categoría la integrarían los TCE leves potencialmente graves.

1.1.1 TCE LEVES (GCS 14-15)

La presencia de síntomas como pérdida de conciencia, amnesia, cefalea holocraneal,


vómitos incoercibles, agitación o alteración del estado mental, van a diferenciar un TCE
1
leve de un impacto craneal sin importancia que permanecería asintomático tras el golpe
y durante la asistencia médica. Los TCE leves deben permanecer bajo observación las
24 horas siguientes al golpe. Si existen antecedentes de toma de anticoagulantes o
intervención neuroquirúrgica, GCS 14, >60 años o crisis convulsiva tras el traumatismo,
presentan mayor riesgo de lesión intracraneal (Urrutia, 2014).

1.1.2 TCE MODERADOS (GCS 13-9)


Requieren realizar TAC y observación hospitalaria a pesar de TAC normal.

1.1.3 TCE GRAVES (GCS < 9 )


Tras reanimación, TAC y neurocirugía si la precisara, requieren ingreso en las unidades
de cuidados intensivos. Es importante descartar previamente aquellos casos en los
existan factores que causen deterioro del nivel de conciencia como alcohol, drogas,
shock, hipoxia severa o que haya permanecido con ese nivel de conciencia al menos
durante 6 horas.

Atendiendo a esta clasificación, los TCE moderados y graves deberían ser trasladados
en un primer momento a centros hospitalarios en los que se disponga de servicio de
neurocirugía, mientras que los leves sólo serían remitidos a estos centros en caso de
que presentaran TAC seriados patológicos, fracturas de cráneo, heridas abiertas, o
aquellos en los que la gravedad de las lesiones extracraneales dificulten seriamente el
seguimiento neurológico del paciente (Urrutia, 2014).

1.1.4 TCE POTENCIALMENTE GRAVES


Se consideran TCE potencialmente graves, a todo impacto craneal aparentemente leve
con probabilidad de deteriorarse neurológicamente en las primeras 48 horas
postraumatismo. Precisamente puede existir mayor mortalidad relacionada con este tipo
de traumatismos, ya que existe una mayor probabilidad de que sean diagnosticados y
tratados de forma inadecuada. Se definen unos marcadores de gravedad en este tipo
de TCE, como serían: el mecanismo lesional (caídas, accidentes de tráfico...), la edad
(al ser más frecuente en adultos sobre todo mayores de 60 años), pérdida transitoria de
2
la conciencia, la amnesia de duración superior a 5 minutos, agitación, signos de
focalidad neurológica, cefaleas y vómitos (Urrutia, 2014).

2. ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA

El psico-sociólogo Kurt Lewin introdujo el concepto de la investigación-acción


     !" #$%&'()*+,-./0 124567 8 9:;<=>?@ABC DEF
pretende contribuir a los objetivos de las ciencias sociales, a la solución de un problema
inmediato y al desarrollo de la auto-suficiencia de las competencias de la organización,
a través de la colaboración entre el investigador y el personal de ésta organización, en
GH IJKLM NOPQR STUVWXYZ[\ ]^_`abcdef ghijkl m Dr. Paepe 1999).

La investigación-acción es la introducción de manera controlada, de un cambio en un


sistema y registra sus resultados en lo que concierne al comportamiento del personal.
La acción misma es presentada como un medio para cambiar el sistema y a la vez para
generar un conocimiento crítico al respecto. Se habla habitualmente de investigación n
acción cuando los actores sociales, que tratan en un momento dado de analizar su
práctica, construyen una investigación en común con un investigador profesional (Pesse
y Dr. Paepe 1999).

La investigación-acción supone explicitar un modelo y una hipótesis de cambio ; se


distingue en esto de la simple gerencia. En la investigación-acción la identificación de
las variables es una de las mayores preocupaciones del investigador. No hay por qué
despreciar los modelos formulados en lenguaje ordinario, es mejor que ningún modelo o
un modelo matemático que no represente la realidad. Se podría hablar de un modelo
comportamental. La investigación-acción es situacional en el sentido que sus
conclusiones solo tienen validez local. Unicamente el método (el modelo utilizado) a
veces es universal (Pesse y Dr. Paepe 1999).

3
La investigación-acción es útil cuando el objetivo es un cambio y cuando ese cambio
está ligado más bien al comportamiento social y cuando la colaboración entre los
investigadores y las personas implicadas es posible.
La investigación-acción permite:
1. Describir las etapas del proceso gerencial
2. Considerar los factores de comportamiento que permiten asociar a los actores
con la investigación
3. Probar hipótesis acerca de los efectos producidos por la introducción de un
cambio
4. Derivar conclusiones de validez ampliada
El papel del investigador en la investigación-acción es de realizar la transferencia de
conocimiento al grupo que es sujeto y objeto de la investigación, dándole la posibilidad
de esclarecer su método de operar y sus relaciones con el resto del sistema social, en
un procedimiento para reactivar la situación sobre la base de sus componentes (Pesse
y Dr.Paepe 1999).

      !"#$%& ' ()*+,-./012 35 67 89:;<=>?@ABCD-acción;


son los actores dentro del sistema que tienen la llave de la solución al problema, y las
hipótesis de los investigadores solo serán útiles si son entendidas, aceptadas y
reconocidas por el grupo (Pesse y Dr. Paepe 1999).

b. HALLAZGOS Y ESTUDIOS REALIZADOS


En el año 2014 se realizó un trabajo de investigación-EFGHIJKLMNOP QR STUVWXYZ[\]^
_`abcdefghijkl mnopqrs t uv wxyz {|} ~€‚ƒ„ †‡ˆ‰Š‹Œ Ž‘’“ sistemática conformada
por 853 enfermeras (os) cuya cantidad se distribuyó por proporciones de las mismas
que laboran en los servicios de adultos de los Hospitales Nacionales de las regiones
Nor-Oriente y Sur-Oriente de Guatemala (Hospital Regional de Zacapa, Hospital
Nacional Carlos Manuel Arana Osorio de Chiquimula, Hospital Nacional de la amistad
Japón-Guatemala de Izabal, Hospital Nacional de El Progreso Guastatoya, Hospital
Regional Ernestina Viuda de Recinos de Jutiapa, Hospital Nacional Nicolasa Cruz de
Jalapa y el Hospital Regional de Cuilapa Santa Rosa), según los resultados obtenidos
4
un 5% del personal encuestado aprobaron el test diagnóstico y 95% lo reprobaron, cuyo
test se aprobaba con una nota de 80 puntos utilizando los criterios de la Unidad de
cursos ACE de la Liga Guatemalteca del Corazón; con base en los resultados se realizó
una capacitación sobre Reanimación Cardiopulmonar Básica de acuerdo con el
programa Soporte Vital Básico (SVB) de American Heart Association con el uso de
maniquíes y desfibrilador externo automático, luego se realizó un test postcapacitación
el cuál lo aprobaron el 85% del personal de salud mientras que solo el 15% lo
reprobaron (Diaz Aguilar et al. 2014).

En el año 2015 se realizó una investigación-acción con la finalidad de consolidar


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HIJKLMNOPQRSTU VWXYZ[ \] ^_`abcdefghijklmnopq rs tuvw xyz {|}~€ ‚ƒ„ †‡ˆ‰Š‹ ŒŽ 
estudiantes de quinto y sexto año de la Carrera de Médico y Cirujano del Centro
Universitario de Oriente, según los resultados obtenidos de quinto año, 71% de
respuestas fueron correctas para el área de realización de electrocardiograma, mientras
que para interpretación solo un 38% de respuestas. Asi mismo, los alumnos de sexto
año obtuvieron un 59% de respuestas correctas para la realización de
electrocardiograma, para el área de interpretación se obtuvo solo un 23% de respuestas
correctas, con base a los resultados se diseñó un taller educativo sobre realización e
interpretación básica de electrocardiograma y se elaboró una guía para el uso de los
estudiantes ya descritos ‘Mejía y Díaz García, 2015).

En el año 2015 se realizó un trabajo de investigación-’“”•–— ˜™š›œ žŸ ¡¢£¤¥¦§¨©ª«¬­ ®


prácticas del personal de enfermería del segundo nivel de atención en salud sobre los
métodos de planificación familiar en el depar¯°±²³´µ ¶· ¸¹º»¼½¾¿ÀÁ ÃÄ ÅÆ ÇÈÉl se tomó
una muestra de 86 enfermeros (as) del departamento de Chiquimula y según los
resultados posteriores a la realización de una evaluación diagnóstica por medio de un
cuestionario, únicamente el 12% del personal poseía los conocimientos básicos ya que
fueron los únicos en obtener resultados satisfactorios en el test de evaluación, con base
a los resultados se realiza un taller educativo y posteriormente a éste, se realiza

5
nuevamente la evaluación evidenciando que el 66% del personal obtiene resultados
satisfactorios ( Ruano, 2015).

3. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

El traumatismo craneoencefálico (TCE) es una importante causa de


morbimortalidad en cualquier lugar del mundo; afecta más a varones jóvenes y genera
un problema de salud pública. Es una patología frecuente en los países tanto
industrializados, como tercermundistas; constituyendo una de las principales causas de
muerte entre la población adulta joven. Los accidentes de tráfico son la causa más
frecuente de traumatismo craneal cerrado, estando incluidas las lesiones de los
ocupantes del vehículo, peatones, motociclistas y ciclistas. Las caídas son la segunda
causa más frecuente de traumatismo. Las lesiones por arma de fuego constituyen una
causa mayor de lesión penetrante y explican hasta el 44% de las anomalías craneales
en algunas series. Los adultos más jóvenes son los afectados con mayor frecuencia en
los accidentes de tráfico, mientras que las personas de mayor edad suelen lesionarse
como resultado de caídas.

Debido a esto y a que el Hospital Nacional de Chiquimula es considerado Hospital


Escuela, es importante que el personal encargado de atender a estos pacientes tengan
los conocimientos adecuados para el manejo del trauma craneoencefálico
independientemente el grado en que se presente, para poder así poder ofrecer
disminuir la mortalidad secundaria a esta patología; por lo cual, surge la duda de
conocer: ¿existe un nivel adecuado de conocimientos en el manejo de Trauma
Craneoencefálico en adultos, en alumnos de cuarto, quinto y sexto año de la carrera de
Médico y Cirujano del Centro Universitario de Oriente en el Hospital Nacional de
Chiquimula?

6
II. DELIMITACIÓN DEL ESTUDIO

2.1 Delimitación teórica

El presente estudio tiene un fundamento clínico consistente en una pasantía dirigida a


estudiantes del cuarto, quinto y sexto año de medicina en base a una investigación
acción.

2.2 Delimitación geográfica

Chiquimula es un departamento que se localiza a 169 Km. de la ciudad de Guatemala,


su cabecera departamental es Chiquimula, está conformado por 11 municipios y cuenta
con una extensión territorial de 2,376 kilómetros cuadrados, de acuerdo a la proyección
de población para 2012 del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de
habitantes está en alrededor de 379,300. El departamento de Chiquimula limita al norte
con Zacapa, al este con la República de Honduras, al sur con la República de El
Salvador y el departamento de Jutiapa y al oeste con Jalapa. Su altitud promedio es de
424 metros sobre el nivel del mar (msnm), sus idiomas oficiales son el Español y
  , 2016).
En el año 2012 el Instituto Nacional de Estadística reportó 99 hechos de tránsito en el
departamento de Chiquimula, siendo el municipio que presentó mayor tasa de hechos;
mientras que la menor tasa se registró en el municipio de Concepción Las Minas. La
tasa de lesionados en accidentes de tránsito fue de 43.5 por cada 100,000 habitantes,
65% del sexo masculino y 35% del sexo femenino (Polanco y Vanegas, 2016).

2.3 Delimitación institucional

El Centro Universitario de Oriente (CUNORI), fundado en 1977, como parte del


programa de descentralización y democratización de la educación universitaria. Su
sede central está en la ciudad de Chiquimula, con una cobertura en los departamentos
de Zacapa, Izabal y El Progreso.

7
En enero del 2000 el Consejo Superior Universitario aprobó el proyecto de la carrera
de Médico y Cirujano, actualmente la carrera de Médico y Cirujano del CUNORI, es la
carrera más grande en cuanto a población estudiantil se refiere.

      !"#$ %&'()* +,-./ 01234567 9:;< =>?@ABCDEFón


fue iniciada en el año de 1973 como urgencia nacional y terminada en junio de 1974,
pero no fue hasta mayo de 1976 post-terremoto que se utilizaron las nuevas
instalaciones. Se encuentra ubicado en la 2da calle 14-71 zona 1. Su extensión es de
aproximadamente 39,962 metros cuadrados, cuenta con un total de 156
encamamientos distribuidos en los servicios de cuidados intensivos de adultos y
pediátricos, gineco-obstetricia, pediatría, cirugía, traumatología y aislamientos (Polanco
y Vanegas 2016).

2.4 Delimitación temporal

El tiempo de ejecución de la investigación corresponde desde el mes de julio de 2016 a


septiembre de 2017.

8
III. OBJETIVOS

a. Objetivo general
Determinar el nivel de conocimientos teóricos en el manejo de Trauma
Craneoencefálico en estudiantes de cuarto, quinto y sexto año de la Carrera de Médico
y Cirujano del Centro Universitario de Oriente en el Hospital Nacional de Chiquimula.

b. Objetivos específicos

1. Evaluar los conocimientos teóricos de los estudiantes de cuarto, quinto y sexto


año de la Carrera de Médico y Cirujano en el Hospital Nacional de Chiquimula
sobre el manejo del Trauma Craneoencefálico en adultos.

2. Realizar una pasantía de acuerdo a las áreas deficientes en el manejo adecuado


del trauma craneoencefálico en los estudiantes de cuarto, quinto y sexto año de
la carrera de Médico y Cirujano en el Hospital Nacional de Chiquimula.

3. Realizar una evaluación post-pasantía de los conocimientos teóricos de los


estudiantes de cuarto, quinto y sexto año de la carrera de médico y cirujano del
Hospital Nacional de Chiquimula sobre el manejo del Trauma Craneoencefálico
en adultos.

9
IV. JUSTIFICACIÓN

El trauma craneoencefálico es una de las principales causas de morbi-mortalidad a


nivel mundial. En Guatemala, en 2010 representó la tercera causa de mortalidad en la
población adolescente y la cuarta en la población adulta, por debajo de las heridas por
arma de fuego, las neumonías y bronconeumonías; y en adultos, del infarto agudo al
miocardio. Según las estadísticas del Hospital Modular de Chiquimula representa la
segunda causa de morbilidad, solamente por debajo de los casos de apendicitis aguda,
durante el presente año.

Es importante el manejo adecuado y actualizado del trauma craneoencefálico para


evitar las consiguientes complicaciones principalmente la lesión secundaria en la cual
se puede mencionar hipoxemia, hipotensión, hipertensión intracraneal, herniación
cerebral, entre otras; y poder disminuir el porcentaje de mortalidad de este problema de
salud. Por esto, es necesario la realización de una pasantía dirigida de investigación-
acción que permita evidenciar si el conocimiento teórico en el manejo del trauma
craneoencefálico en adultos es el adecuado; y al mismo tiempo reforzar y capacitar los
aspectos que con más debilidad se evidencian, así contribuir a mejorar el manejo en la
práctica clínica beneficiando al paciente.

1
V. MARCO TEÓRICO
CAPÍTULO I

TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO

1.1. Definición

En adultos, el traumatismo craneoencefalico (TCE) es definido como un intercambio


brusco de energía mecánica que genera deterioro físico y/o funcional del contenido
craneal. Se consigna como alteración del contenido encefálico el compromiso de
conciencia, la amnesia postraumática y/o un síndrome vertiginoso o mareos
persistentes. También debe considerarse como un signo de disfunción del contenido
craneal la aparición de una cefalea holocránea persistente y progresiva que puede o no
acompañarse de vómitos (MINSAL (Ministerio de Salud, Chile) 2007).

1.2. Clasificación del trauma craneoencefálico


Tradicionalmente se incluye bajo la denominación de TCE leve al que tiene una
puntuación igual o superior a 13 según la Escala de Comas de Glasgow (GCS). Al TCE
moderado le corresponde una puntuación entre 9 y 12. Al TCE grave se le asigna una
puntuación de 8 ó menos (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

Escala de Coma de Glasgow para adultos


Respuestas Puntuación
Verbal
Orientado 5
Lenguaje confuso 4
Palabras inapropiadas 3
Sonidos incomprensibles 2
Ninguna 1

1
Ocular
Apertura espontánea 4
A la orden 3
Al dolor 2
Ninguna 1
Motora
Obedece órdenes 6
Retira al dolor 5
Flexiona al dolor 4
Flexión anormal al dolor 3
Extensión al dolor 2
Ninguna 1
Intubado o con traqueostomía T

CAPITULO II
PATOLOGÍA

En el TCE se producen una serie de acontecimientos fisiopatológicos evolutivos en el


tiempo. Aunque esos fenómenos forman un continuum, pueden destacarse de
modo esquemático dos tipos básicos de alteraciones: el daño primario y el daño
secundario (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

2.1 Daño cerebral primario


Se relaciona con el mecanismo y la energía desarrollada en el traumatismo. El daño
primario posee un sustrato microscópico específico: lesión celular, desgarro y retracción
de los axones, y alteraciones vasculares. Estos cambios traducen macroscópicamente
dos tipos de lesión, focal y difuso (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

1
2.1.1 Lesión focal
Está condicionada por fuerzas directas transmitidas a través del cráneo. El ejemplo más
representativo lo constituye la contusión cerebral, que consiste en un área de laceración
del parénquima asociada a hemorragia subpial y edema mixto (vasogénico y citotóxico)
(Bárcena-Orbe et. al. 2006).

2.1.2 Lesión difusa


Se circunscribe básicamente a la lesión axonal difusa (DAI) y a algunos casos de
tumefacción (swelling) cerebral difusa, tanto uni como bilateral (Bárcena-Orbe et.
al. 2006).

2.2 Daño cerebral secundario


Ocurre como respuesta al daño primario y a ciertos eventos sistémicos. En el primer
caso se deben considerar las lesiones vasculares, que pueden determinar la presencia
de hematomas intracraneales, responsables de la elevación de la presión intracraneal
(PIC). El aumento patológico de la PIC es la causa local vinculada con mayor
especificidad a un incremento del índice de morbimortalidad en el TCE. Igualmente, la
duración de la HIC empeora el pronóstico. De hecho, la demora en la evacuación de un
hematoma intracraneal significativo posibilita la aparición de secuencias bioquímicas
que producen edema vasogénico, edema intracelular e hiperemia (Bárcena-Orbe et. al.
2006).

Estas lesiones actúan incrementando aún más la PIC, por el aumento de volumen que
acarrean y, además, pueden alterar directamente el metabolismo celular. Por ejemplo,
el edema vasogénico secundario a la disrupción de la barrera hematoencefálica al
separar los capilares de las células perturba el aporte de oxígeno al cerebro induciendo
isquemia. Otro factor local vinculado a lesión vascular es el vasoespasmo, producirán
reacciones bioquímicas secuenciales que conducirán a la muerte celular. Ésta se produce por
tres mecanismos: axonotmesis diferida, necrosis y daño mediado genéticamente (Bárcena-
Orbe et. al. 2006).
1
2.2.1 Axonotmesis diferida

El exceso de calcio intracelular induce un incremento de la actividad de proteasas


específicas, las calpaínas, que actúan desorganizando los microtúbulos y
neurofilamentos, pudiendo conducir al bloqueo del flujo axonal, inicialmente, y a la
destrucción del axón, a las pocas horas. Las calpaínas son, a través de la degeneración
retrógrada que indirectamente inducen uno de los factores responsables de la atrofia
cerebral postraumática. Experimentalmente, cuando se consigue bloquear la entrada de
calcio, los fenómenos histológicos que ocurren en la axotomía diferida consisten en
ondulación de los axones inmediatamente después del traumatismo que en su mayoría
reasumen la orientación previa en un período de unos 20 minutos, con ulterior
restitución funcional (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

2.2.2 Necrosis celular

La superóxido dismutasa convierte el O2 en agua oxigenada, la cual es destruida por la


catalasa. Sin embargo, si existe ion ferroso (procedente, por ejemplo, de la
hemoglobina extravasada en la hemorragia postraumática) en presencia de pH tisular
bajo, éste se oxida a férrico y el agua oxigenada se transforma en OH. Este ion
hidroxilo altera la configuración espacial de los fosfolípidos de las neuronas, astrocitos y
probablemente del endotelio, pasando sucesivamente de una molécula lipídica a otra a
lo largo de la membrana hasta alterar la totalidad de las mismas (peroxidación lipídica).

Por otro lado, el aumento intracelular de Ca2+, la conversión de O2 en O2 hiperreactivo


(secundariamente al descenso del pH condicionado por la acumulación de lactato
durante la isquemia) y la trombina generada a nivel de la sangre extravascular activan
la síntesis de fosfolipasas, las cuales oxidan las moléculas grasas desestructuradas por
el hidroxilo produciéndose una elevación de ácido araquidónico. Éste estimula la
actividad de la 5-lipoxigenasa y de la cicloxigenasa (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

La cicloxigenasa provoca un aumento de tromboxano A2 que, por su acción agregante


plaquetaria, favorece ulteriores fenómenos trombóticos e isquémicos. La traducción de
este ataque oxidativo sobre la neurona y el astrocito es la disfunción inicial de la
1
membrana con la consiguiente disrupción de los gradientes iónicos y finalmente la lisis
de la misma que conduce a la necrosis celular (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

2.2.3 Daño celular mediado genéticamente

El TCE determina la expresión de muchos genes que serán los responsables 1) de la


supresión de los mecanismos inhibidores de la apoptosis celular y 2) de la producción
de factores neuroprotectores frente a la isquemia. El estrés oxidativo activa la expresión
de varias moléculas de señal, entre las que se encuentran las quinasas 1 y 2 (ERK 1 y
2), la quinasa proteica p38 mitógeno-activada (MAPK), o el factor de respuesta al golpe
de calor (HSF1), que no son específicas del traumatismo ya que también regulan las
respuestas celulares frente a otros tipos de agresión. Estas moléculas amplifican la
expresión de genes diana que inducen o inhiben mecanismos de apoptosis,
proliferación celular, metabolismo y crecimiento diferenciado (Bárcena-Orbe et. al.
2006).

CAPÍTULO III

EVALUACIÓN DEL TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO

3.1 Exploración general

Encontrar un TCE grave aislado es improbable, por lo que interesa evaluar las posibles
lesiones asociadas que puedan determinar trastornos respiratorios (contusión
pulmonar, fracturas costales múltiples, broncoaspirado de sangre o vómito) y/o
cardiovasculares (hipovolemia por rotura hepatoesplénica, taponamiento cardíaco,
contusión miocárdica, shock medular), dada la estrecha relación que guardan con el
daño cerebral secundario. En series recientes, la asociación del TCE grave con el daño
sistémico oscila entre un 25% y un 88% de los casos. Por otra parte, el raquis está
implicado con frecuencia en los pacientes politraumatizados y, por consiguiente, una
inadecuada maniobra de movilización puede desencadenar o agravar una lesión
medular. Cuando existe una lesión cervical, hematomas visibles en la unión
cervicotorácica o isquemia hemisférica precoz en ausencia de focos contusivos, debe
1
descartarse la presencia de una disección carotídea, la cual bien por fenómenos
embólicos bien por efectos hemodinámicos es la responsable de la aparición de infartos
cerebrales (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

3.2 Exámen neurológico

En 1974 se introdujo la escala de coma de Glasgow (GSC) como un procedimiento


práctico de valoración del coma postraumático. Tras ser ligeramente modificada en
1977, se emplea de forma rutinaria para cuantificar el grado de reactividad neurológica
con el fin de minimizar la impresión subjetiva del personal sanitario. Asimismo, la
puntuación obtenida tras las maniobras de reanimación constituye una importante
ayuda para predecir el pronóstico final del TCE grave. Corresponde una puntuación de
15 a una reactividad neurológica completamente normal y una de 3 a la ausencia de
respuesta neurológica.

Pueden interferir con la aplicación del GCS ciertas situaciones, como las lesiones
orbitarias, la sedación farmacológica y las intoxicaciones entre otras.
Independientemente de la ayuda que supone la GCS en la valoración de la gravedad
del paciente con TCE, ello no exime de realizar una exploración neurológica rigurosa
que permita consignar la presencia de focalidad. A este respecto, debe destacarse la
información que suministra el examen de los movimientos oculares intrínsecos y
extrínsecos, si bien hay que considerar que éstos puedan estar afectados por los
fármacos administrados (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

3.2.1 Valoración del estado de las pupilas

El tamaño y asimetría pupilares sugieren a menudo la gravedad de la lesión encefálica


y su localización topográfica. Las alteraciones pupilares dependen del compromiso
promovido sobre el arco relejo fotomotor en alguno de sus eslabones, y consisten en
miosis y midriasis (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

1
a.- Miosis

Miosis (constricción de 1-3 mm). Tiene lugar en los estadíos precoces de la herniación
centroencefálica, debiéndose al compromiso de los axones simpáticos originados en el
hipotálamo, lo que permite un predominio de la acción parasimpática, transmitida por el
III par craneal, y por tanto un tono pupiloconstrictor de base en el músculo ciliar del ojo.
Las lesiones pontomesencefálicas dorsales (núcleo rojo) provocan una miosis
intensísima por interrupción de la señal descendente que termina en el ganglio
estrellado, antes de ascender por el plexo nervioso pericarotídeo (Bárcena-Orbe et. al.
2006).

b.- Midriasis

Ocurre por lesión del III par craneal, con la secuente disfunción de sus axones
parasimpáticos, lo que detiene las señales eferentes para la constricción pupilar. La
causa más común es la herniación del uncus, por gradiente de presión transtentorial, el
cual comprimirá al III par ipsolateral y al pedúnculo mesencefálico (Bárcena-Orbe et. al.
2006).

3.3 Neuroimágen

La TAC es el procedimiento radiológico de elección para el diagnóstico, pronóstico y


control evolutivo de las lesiones iniciales del TCE y de la respuesta a la terapia. Se
remitirá una clasificación que permite reconocer subgrupos de pacientes con riesgo
elevado de sufrir HIC subsecuentemente. En ella es necesario considerar 1) si el
paciente está subreactivo desde el impacto (lesión difusa) y 2) si la lesión quirúrgica
tanto hiperdensa (hematoma), como hipodensa (contusión) o mixta, tiene un volumen
mayor o menor de 25 ml (lesión focal). De acuerdo con ello, se tienen los siguientes
patrones radiológicos (Bárcena-Orbe et. al. 2006):

3.3.1 Lesión difusa tipo 1 (DAI I): ausencia rigurosa de patología intracraneal visible
en la TAC.

1
3.3.2 Lesión difusa tipo 2 (DAI II): las cisternas peritruncales están presentes (lo que
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mínimamPQRS TUVWXYZ[\]^ _` a bcde fg hijk lmnopqrst uvwxyz {|}~€‚ƒ „ †‡ˆ‰Š‹
focales (pequeñas contusiones corticales aisladas, una contusión en el tronco,
hemorragia subaracnoidea o múltiples petequias en el cuerpo calloso) con cuerpos
extraños y fragmentos óseos de menos de 25 ml (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

3.3.3 Lesión difusa tipo 3 (DAI III): Œ Ž‘’ “”•–— ˜™š› œžŸ ¡¢£¤¥¦§ ¨© ª «¬ ­®
desplazamiento), pero las cisternas peritruncales aparecen comprimidas o ausentes, lo
que traduce la presencia de ¯°±²³´µ¶·¸¹ º» ¼½¾¿ ÀÁÂÃÄ ÅÆÇ ÈÉÊËÌÍÎÏ ÐÑÒÓÔÕÖ× ØÙ ÚÛÜÝÞßn,
han de ser menores de 25 ml (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

3.3.4 Lesión difusa tipo 4 (DAI IV): àáâãäåæçèé êë ìí îïðñò óôõö÷ ø ù úû üý þÿ 
de lesiones focales mayores de 25 ml. El ejemplo más típico de este perfil es el
hematoma subdural agudo que se aprecia en la TAC como una fina colección subdural
biconvexa y que por su volumen tan escaso no justifica el desproporcionado
desplazamiento de la línea media (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

3.3.5 Lesión focal no evacuada:      !" #$ %&'()*+,-./012


de la línea media es proporcional al volumen del foco, y la puntuación en la GCS está,
así mismo, relacionado directamente con el grado de desplazamiento. Si se desarrolla
daño cerebral secundario, pueden tender a crecer, rodearse de edema vasogénico y
generar HIC. Como ejemplos representativos están los hematomas epidurales puros y
las contusiones puras. Los hematomas epidurales deben ser considerados quirúrgicos
siempre que su volumen supere los 25 ml. Las contusiones únicas puras, con
frecuencia, no determinan aumentos patológicos de la PIC por lo que pueden tratarse
conservadoramente. Cuando se asocia daño cerebral secundario, habrá HIC y el
pronóstico también será malo, por lo que deberán ser unilaterales que generan un gran
desplazamiento de la línea media e HIC (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

3.3.6 Lesión focal evacuada: alude a cualquier lesión extirpada quirúrgicamente.


Dentro de este patrón postoperatorio pueden encontrarse dos situaciones especiales: 1)

1
      !"#$%&'( ) *+ ,-./02345 67 89:;<=>?@A BCDEFGHI J KL
a nuevas lesiones focales. A este respecto, cabe mencionar el hematoma subdural o
epidural que preoperatoriamente generaba un desplazamiento proporcional de la línea
media. Postoperatoriamente, bien por demora en la cirugía, bien por algún episodio de
MNOPQRSTUVWX YZ[\] ^_`abcdefg hi jk lmn op qrstuvw xy z{|}~€‚ƒ „ †‡ˆ‰Š‹ŒŽ ‘’“”•
difusa tipo 4) (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

3.4 Monitorización de la presión intracraneal

La monitorización de la PIC permite adelantarse al deterioro neurológico y controlar la


efectividad de las medidas terapéuticas empleadas. Los sistemas más utilizados son los
transductores acoplados a fluidos (catéter intraventricular) y los sensores
intraparenquimatosos. Las guías clínicas recomiendan que sean monitorizados 1) todos
los pacientes con TCE grave y TAC patológico, y 2) los pacientes con TCE grave y TAC
normal que reúnan dos o más de las siguientes características: edad superior a los 40
–—˜™š ›œžŸ ¡¢£¤ ¥¦§¨©ª« ¬­®¯°±²³´µ¶ ·¸¹º»¼½¾¿ ÀÁ  ÃÄ Å ÆÇÈÉÊË ÌÍ ÎÏÐÑÒÓÔ ÕÖ×ØÙÚÛÜ
por debajo de 90 mm Hg en algún momento de su evolución (Bárcena-Orbe et. al.
2006).

1
CAPÍTULO IV.

TRATAMIENTO DEL TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO

4.1. Objetivos del tratamiento

       !"#$%&'( )*+,-./0 13456789:;<= >? @A


reanimación primaria

B CDEFGHIJ KLMNOPQ RSTUVWXYZ[\ ]^ _` abcdefgh ijk lmnop qr stuvwxyz{| }~€‚ƒ„ †‡ˆ‰Š‹

Œ Ž‘’“”•car precozmente las lesiones ocupantes de espacio que requieran


tratamiento neuroquirúrgico urgente o un tratamiento médico intensivo: hematoma
subdural, hematoma epidural, lesión axonal difusa, edema cerebral, contusiones
corticales e intraparenquimatosos, hemorragia subaracnoidea traumática o fracturas
óseas deprimidas. El control de la presión intracraneal es extremadamente importante
en los pacientes con TCE, el tratamiento debe dirigirse al tipo específico de edema que
resulta problemático. El grado de elevación de la PIC y el momento en que se produce
son también determinantes importantes del resultado clínico. Las medidas de soporte
general intentan lograr una PIC inferior a los 20 mmHg; una PAM dentro del rango de
autorregulación (>90 mmHg) para evitar una caída importante de la presión de
perfusión cerebral, que debe mantenerse por encima de los 70 mmHg. Respecto a los
gases, lo deseable es lograr una PaO2 superior a 80 mmHg, y una PaCO2 de alrededor
de 30-35 mmHg. Para esto, es necesario realizar una correcta resucitación del estado
de choque. El tratamiento no quirúrgico consiste en la administración de diuréticos
osmóticos y diuréticos del asa, hipotermia, sedación y parálisis, hiperventilación
controlada y barbitúricos. El tratamiento quirúrgico comprende ventriculostomía con
drenaje terapéutico, evacuación de masas y craniectomía descompresiva. Se debe
prestar especial atención a las posibles alteraciones cardiovasculares y respiratorias
(González-Villavelásquez y García-Gonzalez 2013).

2
Figura 1. Flujograma del manejo de trauma craneoencefálico.

Fuente: (Alted Lopez et. al. 2009)

4.2 En la sala de urgencias

Se evaluarán los parámetros sistémicos, neurológicos y radiológicos mencionados


anteriormente. Todos los pacientes con TCE grave o moderado se explorarán mediante
TAC cerebral y serán ingresados para observación y tratamiento. En lo concerniente a
pacientes con TCE leve cabe hacer dos distinciones: 1) El paciente podrá ser dado de
alta con instrucciones específicas acerca de la vigilancia neurológica domiciliaria, que
se efectuará durante 48 horas, si no posee ninguna de las siguientes características:
disminución postraumática del nivel de conciencia, cefalea significativa, amnesia
2
peritraumática o focalidad neurológica, fractura craneal, sospecha de intoxicación,
      !"#$%&'()*+,- ./013456789: ;<=>?@ABCD
cerebrovasculares y/o TCE previos), vive solo y/o muy distante del centro hospitalario y
el nivel intelectual de los encargados de vigilarle es inapropiado. En esta categoría la
tasa de morbimortalidad es del 0%. 2) Si presenta alguno de los rasgos anteriormente
citados, se debería realizar un TAC cerebral y dejarle ingresado para observación
durante 48 horas. En este grupo la tasa de morbi-mortalidad puede llegar a situarse en
torno al 1% (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

4.3 En la unidad de cuidados intensivos

Lo que sigue a coEFGHIJKLMN OPQRSTU V WXY Z[\]^_`ab cde fgh i j k l mnopqrstu vw xyz{|
categorías, que se deterioran.

4.3.1 Control de la hipoxia cerebral

Como estrategia habitual, todo paciente con TCE grave o con un GCS > 8 pero que
acarrea daño sistémico será sometido a relajación, intubación y ventilación mecánica
como mínimo durante 24 horas. En ausencia de HIC está formalmente desaconsejado
el empleo de hiperventilación para evitar los efectos de la isquemia provocados por la
vasoconstricción que promovería la hipocapnia. El uso de calcioantagonistas
(dihidropiridina de nimodipino) podría ser aconsejable para evitar el angioespasmo en la
hemorragia subaracnoidea postraumática (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

4.3.2 Tratamiento del edema

Estudios prospectivos con asignación aleatoria no han demostrado ninguna ventaja en


el empleo de dexametasona y sí, en cambio, la aparición de efectos colaterales
adversos (i.e, hemorragia digestiva, hiperglucemia, trombosis cerebral vascular,
inmunosupresión). Por otro lado, la contribución relativa del edema citotóxico y del
edema vasogénico en los diferentes tipos de TCE es desconocida. Por ello parece
razonable restringir su uso a las contusiones cerebrales. No debe tampoco olvidarse la
existencia de dos tipos especiales de edema celular que se asocian con: 1) el síndrome
2
de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH) y 2) el síndrome de
depleción salina cerebral (CSW) (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

1) El SIADH es un estado normovolémico (PVC = 6-10 cm H2O ó 4,4-7,3 mm Hg) o


hipervolémico (PVC >11 cm H2O ó 8 mm Hg) que se presenta a veces hacia el
segundo o tercer día del impacto. Parece ser debido a una excesiva liberación de
ADH, bien por recalibración de los osmorreceptores hipotalámicos a un umbral
más bajo que el fisiológico, bien por producirse una fuga constante de ADH no
ajustable por los valores de la osmolaridad. Los criterios diagnósticos son:
hiponatremia dilucional ([Na]<135 mEq.L-1), osmolaridad urinaria mayor que la
plasmática, funciones tiroidea, adrenal y renal normales, y ausencia de edema
periférico o deshidratación. Estos criterios no sirven en presencia de dolor
intenso, náuseas, empleo de diuréticos, o hipotensión pues estos factores
estimulan la secreción de ADH incluso en presencia de hipotonicidad plasmática.

El tratamiento es controvertido pero básicamente pueden seguirse los siguientes pasos:


a) restricción hídrica (500 a 1.200 ml/ 24 h de suero salino); b) cuando, a pesar de este
régimen, no se logra normalizar la natremia en 72 horas o hay deterioro neurológico sin
correlación radiológica u oximétrica, se puede proceder con una perfusión de 0,5
ml/Kg/h de suero salino al 0,9% (que contiene 154 mEq.L-1) si la natremia es mayor de
125 mEq.L-1 o de suero salino al 3% si la natremia es menor de 125 mEq.L-1. Esto
supone un ingreso aproximado de sodio de 5,4 mEq/h en el primer caso, y de 18,5
mEq/h en el segundo. Algunos centros establecen como límite al incremento diario de
sodio plasmático la cifra de 25 mEq.L-1. No obstante, si la hiponatremia es peligrosa,
también lo es su corrección rápida porque puede determinar un cuadro de
desmielinización osmótica (i.e, mielinosis central pontina). Por ello, en rigor, no pueden
recomendarse incrementos de [Na+] plasmático a una tasa superior a 12 mEq.L-1 por
día (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

2
2) El CSW es un estado hipovolémico (PVC = 0-5 cm H2O ó 0-3,6 mm Hg) o
normovolémico secundario a incapacidad renal para reabsorber sodio, que
determina pérdida progresiva de sal y depleción de volumen (Bárcena Orbe et.
al. 2006).
Los mecanismos implicados en este síndrome no se conocen, pero la hipótesis más
difundida asume que determinadas lesiones cerebrales estimulan un circuito
hipotalámico que promueve excesiva liberación de péptidos natriuréticos tanto en la
aurícula como en el miocardio. La importancia de un diagnóstico diferencial correcto
radica en el hecho de que la restricción hídrica como modus operandi conduce en el
CSW a hemoconcentración, aumento de la viscosidad hemática, reducción de la
perfusión cerebral y, finalmente, a isquemia-infarto. Los criterios diagnósticos son los
mismos que en el SIADH, con la salvedad de que no hay hipervolemia y de que existe
      ! "#$%&'()* +, -. /01345678 9:;<=> ?@ ABCDEFGHIJ
de luido con 50 ml/Kg/día (si existe hipovolemia, 60 ml/Kg/día aproximadamente); b)
transfusión de sangre entera; y c) administración de 12 g/24 h de sal por sonda
nasogástrica o de 400 ml de suero salino al 3% intravenosamente (este volumen debe
formar parte de los ingresos diarios totales de luido).

Si a las 72 horas no se han conseguido dos lecturas de sodio plasmático consecutivas,


y separadas por 12 horas, de al menos 130 mEq.L-1, es necesario asegurarse de que
efectivamente hay una reducción del volumen sanguíneo (< 65 ml/Kg), lo cual puede
verificarse con la inyección de un volumen conocido de hematíes autólogos marcados
con Cr51. Si se confirma la contracción del volumen sanguíneo, se continuará con la
misma pauta otras 48 horas. Si, por el contrario, el volumen sanguíneo resulta ser
superior a 75 ml/Kg se actuará, como en el SIADH, restringiendo el aporte de fluido
(Bárcena Orbe et. al. 2006).

2
4.3.3 Control de la hipertensión intracraneal

Una vez agotada la complianza, la PIC comienza a ascender, lo cual constituye el factor
más importante en la reducción del FSC y en la generación de movimientos de masa
intracraneal. Sin embargo, hay que reconocer que si uno de los objetivos perseguidos
es mantener la PPC por encima de 70 mm Hg se debe estar dispuesto a afrontar en
ocasiones la futilidad de todos los esfuerzos para controlar la HIC. El manejo de ésta
puede realizarse en este orden (Bárcena-Orbe et. al. 2006):

a. Drenaje ventricular de LCR

La evacuación repetida de 2-3 ml de LCR a través del catéter de la ventriculostomía


produce inicialmente buenos resultados, aunque la manipulación o mantenimiento de
aquél por más de 4-5 días se asocia a una elevada tasa de infección. Usualmente esta
maniobra llega muy pronto a ser inútil para controlar la HIC (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

b. Deshidratación

El agente más empleado es el manitol al 20% (dosis rápidas de 0,25-1 mg/Kg), tantas
veces como resulten eficaces, teniendo en cuenta lo siguiente: a) la presión venosa
central no debe bajar de 5 cm de agua y la osmolaridad plasmática debe mantenerse
en 310-320 mOsm.L-1; b) el empleo de este diurético osmótico por más de 7 días o los
estados hiperosmolares conducen a la incorporación del agente a la célula con
aumento secuente de la PIC, a acidosis metabólica y a insuficiencia renal aguda; c) es
muy importante mantener la normovolemia con albúmina, cristaloides o sangre, pues
       !" #$ %&'()*+ ,-./0 1 34 56789:;<=>? @ABCDE FGHIJKLM
25mOsm.L-1 por encima del nivel normal, el diurético de elección es la furosemida
(Bárcena-Orbe et. al. 2006).

2
c. Hiperventilación

Cuando las medidas que anteceden llegan a ser ineficaces, se inducirá hiperventilación,
manteniendo la pCO2 en 30-35 mm Hg. Cifras inferiores son peligrosas porque casi con
certeza producen isquemia debido, tanto al efecto vasoconstrictor de la hipocarbia
como al desplazamiento hacia la izquierda que la alcalosis tisular determina sobre la
curva de disociación de la hemoglobina (efecto Bohr). Como terapia de segundo nivel,
en caso de HIC refractaria, después de las primeras 24 horas del traumatismo y en
ausencia de isquemia global comprobada por oximetría, puede emplearse
hiperventilación agresiva de forma aislada, manteniendo la pCO2 en 27 ± 2 mm Hg
(Bárcena-Orbe et. al. 2006).

d. Coma farmacológico

Todavía, si los procedimientos anteriores fallan, se puede emplear asimismo como


terapia de segundo nivel pentobarbital sódico en dosis de carga de 10 mg/Kg en 30
minutos y 5 mg/Kg cada hora durante 3 horas, seguido de una dosis de mantenimiento
de 1 mg/Kg/h. Es de extremada importancia evitar los episodios de hipotensión que
pueden ser desencadenados por el barbiturato. Alternativamente, puede utilizarse una
dosis de carga de propofol (1mg/ Kg) durante 10 minutos, seguida de una infusión que
comienz        ! " #$%&'()* +,-./ 013 45 6789:;< =>?
supresión de puntas en el EEG en períodos de 4-8 segundos, manteniendo este patrón
5 minutos. Es de la mayor importancia decidir juiciosamente en cada caso si se emplea
o no esta terapia de segundo nivel, pues siempre produce hipotensión, vasoconstricción
(o quizá vasoplejia cerebral), y depresión de la actividad de los linfocitos T (Bárcena-
Orbe et. al. 2006).

e. Craniectomía descompresiva

En pacientes que experimentan HIC mayor de 30 mm Hg durante más de 15 minutos,


refractaria a las medidas precedentes y excluyendo aquellos casos con lesiones
bilaterales o con midriasis bilateral paralítica, se han practicado amplias craniectomías
sobre ambas regiones frontotemporoparietooccipitales y duroplastía. Se ha sugerido,
2
asimismo, que es más importante en el efecto beneficioso sobre el pronóstico la
cantidad de hueso extirpado en la base temporal que el tamaño total de la craniectomía.
El único estudio prospectivo de este tipo de tratamiento, realizado en 13 pacientes
pediátricos y 14 controles, demostró que la HIC se redujo y que el pronóstico funcional
era mejor en el grupo de los pacientes con craniectomías, aunque no de forma
estadísticamente significativa. Las complicaciones descritas con esta técnica consisten
en elevada incidencia de hematomas intracraneales y de hidrocefalia (Bárcena-Orbe et.
al. 2006).

4.3.4 Control metabólico

A efectos prácticos, éste se dirige a suprimir la acidosis metabólica, los estados


hiperglucémicos secundarios a diabetes, fiebre, sepsis y crisis comiciales, puesto que
incrementan el CMRO2 y, por tanto, reducen el estrecho margen que permite disminuir
el FSC (entiéndase PPC) y, secundariamente, la PIC. En un contexto hipometabólico
ideal también sería deseable una nutrición de baja energía para no convocar
indirectamente vías anaeróbicas, pero esto casi nunca será posible dada la alta
prevalencia de complicaciones generales en el TCE (Bárcena-Orbe et. al. 2006).

En lo que concierne a la epilepsia, ha existido una tendencia a considerar que la


prevención de las crisis comiciales precoces (en la primera semana del traumatismo)
contribuiría a impedir el desarrollo de epilepsia postraumática. Sin embargo, muchos
estudios clínicos han demostrado que la profilaxis anticomicial reduce la incidencia de
las crisis precoces pero no modifica la de las tardías. Así pues, la profilaxis no debería
emplearse más que durante los 7-10 días siguientes al TCE, y discontinuarla después.

Si ulteriormente aparecen crisis, deberían tratarse como si fuesen ataques de


comienzo reciente. Finalmente, frente a la HIC refractaria, y antes de proceder con las
terapias de segundo nivel, se recomienda el empleo de hipotermia moderada (35-
35,5ºC) y la aplicación de métodos invasivos para el control metabólico, básicamente la
monitorización de la SjO2 y del LOI. La hipotermia por debajo de la temperatura
reseñada se asocia a inmunosupresión, hipopotasemia (con intensa hiperpotasemia en

2
el período de recalentamiento que puede determinar una parada cardíaca) y trastornos
graves de la coagulación. Como terapia experimental, podría ser aconsejable añadir
vitamina E (400 U/día por vía intravenosa ó 1000 U cada 8 horas por sonda
nasogástrica) y vitamina C (1 g en 100 ml de suero con dextrosa al 5% cada 8 horas)
(Bárcena-Orbe et. al. 2006).

4.4 En la unidad de rehabilitación

El sistema nervioso no es estático. El hecho de que podamos aprender, modificar


nuestro comportamiento, adaptarnos a nuevos situaciones y recobrar la función
después de un traumatismo constituyó indicadores de que existía una plasticidad
neuronal. Existe una neuroplasticidad a corto plazo (dolor por desaferentación, miembro
fantasma doloroso transitorio). Este tipo de neuroplasticidad recuerda al refuerzo de la
eficiencia sináptica uso dependiente, que constituye una de las bases de la teoría del
aprendizaje: los citados mecanismos parecen importantes en el desarrollo inicial del
sistema nervioso, en el cual el uso conduce al refuerzo sináptico y el desuso a la
desaparición de las sinapsis en desarrollo. La neuroplasticidad a largo plazo no es
solamente una propiedad del cerebro normal sino que también existe en individuos que
han sufrido un ictus. Posiblemente la liberación de noradrenalina en exceso es crítica
para que se establezcan nuevas sinapsis después de un accidente cerebrovascular
(Bárcena-Orbe et. al. 2006).

2
VI. DISEÑO METODOLÓGICO

a. Tipo de estudio
Pasantía dirigida basada en una Investigación-Acción descriptiva.

b. Área de estudio
Hospital Nacional de Chiquimula, Carlos Manuel Arana Osorio.

c. Universo o muestra
Universo: Estudiantes de Cuarto, Quinto y Sexto año de la Carrera de Médico y
Cirujano del Centro Universitario de Oriente, que se encuentran cursando el ciclo
de estudio 2016  2017.

El Universo comprende 131 estudiantes, dividido en 55 estudiantes de Cuarto


año, 36 estudiantes de Quinto año y 47 estudiantes de Sexto año. Utilizando un
5% sobre el error mínimo por pérdida o falta de información, es decir ausencia de
estudiantes, suspensión por enfermedad y otros.

d. Sujeto u objeto de estudio


Estudiantes de Cuarto, Quinto y Sexto año de la carrera de Médico y Cirujano de
CUNORI que rotan por el Hospital Nacional de Chiquimula.

e. Criterios de inclusión
 Estudiantes legalmente inscritos en la carrera de Médico y Cirujano.
 Estudiantes de Cuarto, Quinto y Sexto de la Carrera Médico y Cirujano del
Centro Universitario de Oriente

f. Criterios de exclusión
 Estudiantes que se encuentren en la rotación de Electivo.
2
g. Variables estudiadas

Pasantía dirigida de investigación acción

Conocimiento sobre el manejo del trauma craneoencefálico en adultos.

h. Operacionalización de variables

Variables Definición Indicador Tipo de Escala de


variable medición

Pasantía dirigida de Tipo de estudio participativo Conocimiento Cuantitativo Nominal


investigación acción que identifica debilidades y
refuerza los conocimientos
acerca de un problema
determinado mediante un
taller, capacitación o guía.

Conocimiento sobre Conocimientos adquiridos Conocimiento Cualitativo Nominal


el manejo del trauma por un estudiante, que
Evaluación Cuantitativo
craneoencefálico en permite el diagnóstico de
adultos trauma craneoencefálico en Técnica
adultos así como el manejo Taller
adecuado del mismo.

Fuente: elaboración propia.

3
i. Técnicas e instrumentos de recolección de datos
La presente pasantía dirigida se realizó con los estudiantes de Cuarto, Quinto y Sexto
año de la Carrera de Médico y Cirujano del Centro Universitario de Oriente, que
consistió en tres fases, en la primer fase se utilizó un cuestionario que se redactó en
conjunto con el Dr. David Archibald Stokes, Médico y Cirujano especializado en la rama
de la Neurocirugía, en base a los conocimientos básicos que los estudiantes adquieren
durante el proceso de formación en la carrera Médico y Cirujano, el cual contempla
todas las variables e indicadores descritas anteriormente, estructurado en varias
acciones:

 El cuestionario de recolección de datos consistió de una serie de preguntas


abiertas acerca de lo que engloba el manejo adecuado del trauma
craneoencefálico en adultos y sus complicaciones al no ser evaluados
correctamente; manejo que pudieran emplear en pacientes que acuden a las
emergencias de los hospitales ya mencionados (Anexo 1).

Obtenidos los resultados que los estudiantes poseen se procedió a la realización de la


segunda fase que consistió en un ta       !ma
"#$%&'()*+,-./01 24 56789:;<=
Para la realización de la segunda fase que consistía en un taller teórico, se llevó a cabo
en el Hospital Nacional de Chiquimula y al mismo tiempo se dividieron en subgrupos
como lo son las áreas no quirúrgicas (Medicina Interna, Materno-Infantil) haciendo un
total de 86 alumnos en Chiquimula incluyendo Externos e Internos, Clínicas Familiares y
EPSR, y área Quirúrgica ( Cirugía, Traumatología, Ginecología) haciendo un total de
52 alumnos, por lo cual se realizaron dos charlas de dos horas cada una, en el Hospital
Nacional de Chiquimula, fue impartida por el Dr. David Archibald Stokes especialista en
Neurocirugía.

La tercera fase consistió en aplicar un test teórico 15 días posterior al taller para evaluar
los conocimientos adquiridos y compararlos con los resultados previos, y se valoró el
nivel de aprendizaje (Anexo 2). Después de haber culminado con la actividad, previa
autorización, se colocaron mantas vinílicas en la Emergencia del Hospital Nacional de

3
Chiquimula y en los diferentes servicios en dónde existe la posibilidad de realizar ésta
proyección, aunado a la entrega de trifoliares con el tratamiento principal para los
distintos tipos de trauma craneoencefálico.

j. Procedimientos para la recolección de información


 Autorización de la Coordinación de Fase III, de la carrera de Médico y
Cirujano del Centro Universitario de Oriente, a quien se le informará antes
de dicho estudio a realizar en estudiantes de Cuarto, Quinto y Sexto año,
para la autorización respectiva para participar.
 Autorización por parte del asesor de tesis.
 Consentimiento informado a los estudiantes de Cuarto, Quinto y Sexto año
de la carrera de Médico y Cirujano que participaron en la pasantía.
 Cuestionario para la recolección de datos que se realizó en el momento en
que los alumnos no estaban en clases, que consistió en un tiempo
estimado de una hora, luego el taller teórico se coordinó con las diferentes
áreas ya mencionadas, para solicitar los permisos estipulados para que los
estudiantes pudieran asistir sin ningún inconveniente, así mismo sin
perjudicar en su enseñanza académica, ya que esta fase consistió en cinco
horas.

k. Plan de análisis
Para el análisis y procesamiento de la información obtenida, se realizó de la
siguiente forma:
1. Se calificaron los cuestionarios hechos a los estudiantes, dividiéndolos en tres
grupos, uno de Cuarto, uno Quinto y otro de Sexto año.
2. La calificación se realizó con base a la cantidad de preguntas que fueron
respondidas en el test número 1 correctamente; dividiéndolo en Bajo
conocimiento los que tengan 7 preguntas acertadas, Moderado Conocimiento
8 a 14 preguntas acertadas y Alto Conocimiento de 15 a 21 preguntas
acertadas. Posteriormente al diagnóstico con test, se hizo énfasis en las áreas

3
deficientes y se instruyó acerca del manejo adecuado del trauma
craneoencefálico, mediante los talleres que fueron impartidos por el
especialista antes mencionado en el Hospital Nacional de Chiquimula, luego
de esto se volvió a pasar otro test para comparar los resultados iniciales con la
prueba final.
3. Para la calificación del test número 2 se realizó con base al diagnóstico y
manejo adecuado de los casos clínicos; dividiéndolo en Bajo conocimiento a
los que tengan 2 casos clínicos con adecuado manejo, Moderado
conocimiento 3 a 4 casos clínicos con adecuado manejo y Alto conocimiento 5
a 6 casos clínicos.

l. Procedimientos para garantizar los aspectos éticos de la investigación


Los resultados fueron manejados de manera anónima y confidencial,
garantizando el anonimato de cada uno de los estudiantes que participaron en la
pasantía, por lo cual esta no contó con ninguna sección de datos generales,
únicamente dividiéndose entre Cuarto, Quinto y Sexto año.

3
m. Cronograma
Actividad Julio de Agosto y Octubre de Noviembre- Septiembre
2016 Septiembre 2016 Diciembre de 2017
de 2016 de 2016
Planteamiento
del problema

Solicitud de
aprobación de
planteamiento
del problema

Elaboración de
protocolo de
investigación

Aprobación de
protocolo de
investigación
Realización de
Cuestionario y
tabulación de
datos
Taller de
pasantía
Elaboración
informe final
Entrega de
informe final
Fuente: elaboración propia.
3
n. Recursos
Humanos:
 Un estudiante.
 Un asesor de tesis.
 Un especialista que impartirá los talleres respectivos.
 Comité de trabajos de investigación de la carrera de Médico y
Cirujano.

Físicos:
Materiales y suministros:
 Refacción para alumnos que asistan
Mobiliarios y equipo:
 1 computadora portátil para la proyección de las charlas
 1 computadora de escritorio
 1 memorias USB de 8 Gb.
1 impresora Canon iP2700
Internet residencial
Un proyector
Financieros
Mantas vinílicas Q. 2,000.00
Refacciones Q. 1,000.00
Impresiones Q. 500.00
Gasolina Q. 1,000.00
Alquiler de sonido para talleres Q. 500.00

3
VIII. ANÁLISIS DE RESULTADOS

Se realizó una pasantía dirigida en base a un modelo de investigación-acción a los


estudiantes de cuarto, quinto y sexto año de la Carrera de Médico y Cirujano del Centro
Universitario de Oriente (CUNORI), que se encuentran realizando sus diferentes
rotaciones en el Hospital Nacional de Chiquimula, así mismo a los estudiantes que se
encuentran en las rotaciones de Medicina Familiar, Salud Mental y EPS Rural, siendo
un total de 138 estudiantes los cuales se dividen en 55 estudiantes en cuarto año, 36
estudiantes en quinto año y 47 estudiantes en sexto año, a quienes se les realizó dos
cuestionarios para determinar el nivel de conocimiento sobre el manejo de trauma
craneoencefálico.

Al momento de realizar el primer cuestionario a los estudiantes de cuarto año, se contó


con la participación del 100% de la muestra (55 estudiantes), de los estudiantes de
quinto año participó el 100% (36 estudiantes), mientras que de los estudiantes de sexto
año participaron el 91% (43 estudiantes), lo cual genera un total del 97% de la
participación de los estudiantes evaluados. Los cuestionarios fueron realizados por el
investigador con el apoyo de su asesor el Máster en Neurocirugía David Archibald
Stokes.

Debido a que la finalidad de los cuestionarios no era determinar un nivel de


conocimiento sino clasificar el conocimiento, al momento de calificar los mismos no se
les asignó una nota sino que se clasificaron en base al número de preguntas correctas
en bajo (0-7 correctas), moderado (8-14 correctas) y alto (15-21 correctas).

Según los resultados obtenidos del cuestionario en los alumnos de cuarto año, el 51%
presentó un bajo conocimiento, 44% un conocimiento moderado y solamente un 5% de
estudiantes de cuarto año presentaron conocimiento alto en el manejo del trauma
craneoencefálico, los alumnos de quinto año presentaron el 38% un conocimiento bajo
y un 50% conocimiento moderado, y solamente el 12% de los estudiantes presentaron
conocimiento alto; mientras que en el sexto año de la carrera, el 30% presentó un
conocimiento bajo, el 49% un conocimiento moderado, un 13% de los estudiantes

4
presentaron un conocimiento alto en el tema; y un 9% de los estudiantes dejaron el test
en blanco.

Con base a lo anterior se observó que en los tres años el nivel de conocimiento es
predominantemente bajo y medio; pese a que en el cuarto año de la carrera en la
rotación de cirugía se incluye el tema de trauma craneoencefálico, se observó que sólo
un 44% de los alumnos de cuarto año presenta conocimiento moderado, conocimiento
que se observa más en el sexto año de la carrera, aunque aún en un porcentaje bajo.
Esto se puede deber a que, a pesar de la existencia de un conocimiento teórico
respecto al tema, la falta de puesta en práctica de los conocimientos durante los turnos
dificulta que ese conocimiento se consolide debido a que en los hospitales escuela de
la carrera de Médico y Cirujano de CUNORI no se cuenta con un cirujano o
neurocirujano durante los turnos, lo cual hace que los traumatismos craneoencefálicos
muchas veces no se diagnostiquen de una adecuada manera y por consiguiente no se
les dé un manejo adecuado, así también, por falta de interés de los estudiantes y no
adquirieron los conocimientos respectivo en su rotación.

Se realizó un taller teórico en el cual se reforzó el conocimiento sobre el manejo de


trauma craneoencefálico, fue impartido a todos los estudiantes evaluados en la primera
etapa por médico neurocirujano, se hizo énfasis en el manejo adecuado y actualizado
de los distintos grados de trauma craneoencefálico en adultos.

Luego del taller se reevaluó por medio de un segundo cuestionario los conocimientos
de los estudiantes respecto al tema, clasificándose el conocimiento de la misma manera
que en la primera etapa, obteniendo en el cuarto año 10% conocimiento bajo, 39%
conocimiento moderado y 51% conocimiento alto, logrando con los talleres una
disminución de 81% del nivel de conocimiento bajo. El quinto año obtuvo un 10%
conocimiento bajo, 41% conocimiento moderado y 49% conocimiento alto, logrando la
disminución del 85% del conocimiento bajo. En el sexto año obtuvieron el 6%
conocimiento bajo, 38% conocimiento moderado y 56% conocimiento alto,
disminuyendo en un 77% el conocimiento bajo obtenido previo a los talleres y
aumentando el alto conocimiento.

4
IX. CONCLUSIONES

1.- Los estudiantes evaluados de cuarto año de la carrera de Médico y Cirujano de


CUNORI no poseen el conocimiento adecuado para el diagnóstico y manejo del trauma
craneoencefálico, evidenciando un 51% de bajo conocimiento; y en lo que concierne a
los estudiantes de quinto y sexto año ´presentan moderado conocimiento evidenciando
un 50% y 49%, respectivamente, así como un 9% de los estudiantes de sexto año que
dejaron el test en blanco.

2.- Después de realizados los talleres de capacitación se procede a evaluar el


conocimiento adquirido con una segunda evaluación, evidenciando un incremento en el
conocimiento para el adecuado diagnóstico y manejo del trauma craneoencefálico con
un 36% de moderado conocimiento y un 45% de alto conocimiento en los estudiantes
de cuarto año; un 35% de moderado conocimiento y un 50% de alto conocimiento en
los alumnos de quinto año y un 72% de alto conocimiento en los alumnos de sexto año,
dejando en evidencia el éxito de la investigación.

4
X. RECOMENDACIONES

1. Se recomienda a los catedráticos de Cirugía, reforzar el tema de trauma


craneoencefálico para un mejor diagnóstico y tratamiento al momento de tener
que emplearlo.

2. Se recomienda a las autoridades de la carrera de Médico y Cirujano del Centro


Universitario de Oriente encargados de las investigaciones de tesis, instruír para
la continuidad de éste tema tan importante y amplio pudiéndole dar un enfoque
tanto pre- hospitalario como nororiental, tomando en cuenta que es un tema de
impacto tanto nacional como internacional.

3. Se recomienda a los alumnos de cuarto, quinto y sexto año de la carrera de


Médico y Cirujano continuar actualizándose en temas de mucho interés e
importante como lo es el manejo de trauma craneoencefálico, asistiendo a
talleres, simposium y congresos relacionados con el tema.

4
XI. PROPUESTA
En referencia a los resultados obtenidos, y tomando en consideración las
recomendaciones anteriormente señaladas, se propone lo siguiente:

a) Título: Información del manejo del traumatismo craneoencefálico

b) Definición

En adultos, el traumatismo craneoencefálico (TCE) es definido como un intercambio


brusco de energía mecánica que genera deterioro físico y/o funcional del contenido
craneano. Se consigna como alteración del contenido encefálico el compromiso de
conciencia, la amnesia postraumática, la alteración del exámen neurológico y/o
evidencia imagenológica de lesión. Se distingue de la contusión de cráneo, que
corresponde a un impacto mecánico sobre la bóveda craneana que no produce
alteración del contenido, y que puede asociarse a dolor local.

c) Introducción

El trauma craneoencefálico se define como cualquier lesión física o deterioro funcional


de contenido craneal secundario a un intercambio brusco de energía mecánica. Es un
problema de salud pública y una patología frecuente tanto en los países
industrializados como tercermundistas.

En el país actualmente no se cuenta con una norma establecida para capacitar al


personal de salud en temas con alto impacto beneficiario en los pacientes como lo es el
manejo adecuado de traumatismo craneoencefálico en adultos, por lo anterior, se
realizó una investigación-acción con 131 alumnos de cuarto, quinto y sexto año de la
carrera de Médico y Cirujano del Centro Universitario de Oriente que se encuentran en
el Hospital Nacional de Chiquimula con la finalidad de determinar el conocimiento en el
manejo adecuado del trauma craneoencefálico determinándose que presentaron bajo
porcentaje de conocimiento para manejo adecuado del trauma craneoencefálico en el

4
resultado del primer test y mejorando considerablemente éste porcentaje después del
taller de capacitación impartido por médico subespecialista.

d) Objetivo
Presentar la mejor evidencia médica disponible para proveer de material teórico para un
mejor diagnóstico,evaluación y tratamiento a pacientes con trauma craneoencefálico
para contribuír de forma adecuada y temprana a evitar las complicaciones secundarias
que se pueden presentar.

e) Desarrollo de la propuesta:

1- Entrega de trifoliares a estudiantes de cuarto, quinto y sexto año de la carrera de


Médico y Cirujano del Centro Universitario de Oriente, con información básica
para el adecuado diagnóstico y tratamiento de los distintos tipos de trauma
craneoencefálico que puedan presentarse.

2- Elaboración y colocación de mantas vinílicas en puntos clave en el Hospital


Nacional de Chiquimula, con información básica para el adecuado diagnóstico y
tratamiento de los distintos tipos de trauma craneoencefálico que puedan
presentarse.

3- Elaboración de una página digital en red social con la información suficiente y


actualizada para un adecuado diagnóstico y tratamiento de los distintos tipos de
trauma craneoencefálico que puedan presentarse y con la finalidad del mayor
acercamiento posible a los alumnos de cuarto, quinto y sexto año de la carrera
de Médico y Cirujano del Centro Universitario de Oriente.

4
XII. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

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0195441>.

4
VIII. ANEXOS

4
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5
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TRIFOLIAR

5
5
FOTOGRAFIAS

a.- Fotografías de la evaluación con el test número 1.

Fotografía 1. Evaluación con test número 1.

5
Fotogarfía 2. Evaluación con test número 1.

Fotografía 3. Evaluación con test número 1.


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Fotografía 4. Evaluación con test número 1.

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b.- Fotogarfías del taller teórico de manejo de trauma craneoencefálico

Fotografía 5 . Taller teórico de manejo de trauma craneoencefálico.

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Fotogarfía 6 . Taller teórico de manejo de trauma craneoencefálico.

Fotogarfía 7 . Taller teórico de manejo de trauma craneoencefálico.

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Fotografía 8 . Taller teórico de manejo de trauma craneoencefálico.

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c.- Fotografías de la evaluación con el test número 2.

Fotografía 9. Evaluación con test número 2.

Fotografía 10. Evaluación con test número 2.

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Fotografía 11. Evaluación con test número 2.

Fotografía 12. Evaluación con test número 2.


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