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Secretaria : Criminal

Materia : Acción constitucional de amparo


Amparado : Carlos Edwerd Trujillo Cuero
Pasaporte : AT770182
Abogada recurrente : Celeste Ruarte Caamaño
R.U.T. : 23.039.520-9
Domicilio : Doctor Sótero del Río N°508, Oficina 411, Santiago
Recurrida : Ministerio del Interior y Seguridad Pública
Representante legal : Izkia Jasvin Siches Pastén
Domicilio : Palacio de la Moneda s/n, Santiago
________________________________________________________________

En lo principal: Acción constitucional de amparo. En el primer otrosí:


Acompaña documentos. En el segundo otrosí: Solicita se informe. En el
tercer otrosí: Orden de no Innovar. En el cuarto otrosí: Téngase presente. En
el quinto otrosí: Señala medios de comunicación.

Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago

Celeste Ruarte Caamaño, abogada habilitada para el ejercicio de la profesión,


cédula nacional de identidad N° 23.039.520-9, en favor de Carlos Edwerd
Trujillo Cuero, pasaporte N°AT770182, de nacionalidad colombiana, ambos
domiciliados para estos efectos en Doctor Sótero del Río N°508, Oficina 411,
comuna de Santiago, Región Metropolitana, a S.S. Ilustrísima, respetuosamente
digo:

Que por este acto y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 21 de la


Constitución Política de la República, vengo en deducir acción constitucional de
amparo en contra del Ministerio del Interior y Seguridad Pública,
representado legalmente por Izkia Jasvin Siches Pastén, ambos con domicilio en
Palacio de la Moneda s/n, comuna de Santiago, Región Metropolitana, en razón
de haber incurrido la recurrida en acciones y omisiones ilegales y arbitrarias que
ha afectado gravemente el derecho a la libertad ambulatoria del amparado,
consagrado en el artículo 19 N° 7 letra a) de la Carta Fundamental, conforme a
los antecedentes de hecho y fundamentos de derecho que se exponen a
continuación.

A. Antecedentes de hecho.

1. Antecedentes familiares del amparado.


Don Carlos Edwerd Trujillo Cuero ingresó a Chile con fecha 1 de mayo del
año 2017 por paso habilitado, aproximadamente dos semanas después ingresó
su pareja Jeniffer Mosquera Prieto, RUT: 26.613.450-9, madre de su hija Nikol
Dahianna Trujillo Mosquera, RUT: 27.530.916-8, todos por paso habilitado.
La familia Trujillo Mosquera llegó a Chile con la esperanza de poder tener una
vida más tranquila y un futuro mejor, considerando la inestabilidad política,
social y económica de Colombia que no les permitía desarrollar su proyecto de
vida.
Durante estos años lograron conseguir una estabilidad que, en general les
permite mantener una vida tranquila y con esperanzas de conseguir los
proyectos por los cuales siempre han estado trabajando. Incluso, en el año 2020
nació en Chile su segunda hija, de la cual se acompaña certificado de nacimiento
chileno.
Respecto a la situación migratoria del grupo familiar, su pareja doña Jeniffer
Mosquera se encuentra a la espera de una respuesta favorable a su solicitud de
Visa de Regularización Extraordinaria, su hija mayor Nikol Trujillo se encuentra
con Visa Temporaria vigente, y su hija recién nacida Lahia Trujillo es titular de
nacionalidad chilena por ius solis. Respecto a la situación de don Carlos Trujillo,
se procederá a exponer a continuación.

2. Solicitudes de Visa.
a. Primera solicitud: Visa Sujeta a Contrato, año 2017.
A los pocos meses de haber ingresado a Chile, don Carlos Trujillo evidenció de
primera mano las posibilidades que existían en nuestro país, ya que le ofrecieron
un trabajo de carpintero, así que tomó la decisión de solicitar una Visa Sujeta a
Contrato de acuerdo a la legislación vigente. Cabe destacar que a la fecha, como
se acreditará en la presente acción, el amparado continúa trabajando hace casi
cinco años con el mismo empleador, demostrando su deseo de permanecer en el
país junto a su familia, por su arraigo laboral, social y familiar.
Es necesario señalar que el funcionario del ex Departamento de Extranjería y
Migración registró en la solicitud el nombre de don Carlos Edwerd Trujillo Cuero
de forma errónea, individualizando al amparado como Carlos Eduardo Trujillo
Cuero, demostrando la falta de interés y cuidado que ha sufrido el amparado
desde su primera presentación.
Con fecha 14 de septiembre del año 2017, en la ciudad de Santiago, se redactó
una carta por orden de la Jefa del Departamento de Extranjería y Migración en la
que se indicaba que la solicitud de Residencia Temporaria presentada por el
amparado había sido acogida a trámite.
A principios del año 2018, se rechazó por parte del Departamento de Extranjería
y Migración la solicitud de Visa Sujeta a Contrato.
Por lo lo anteriormente señalado, el 24 de mayo de 2018 don Carlos Trujillo
presentó una solicitud de reconsideración del rechazo de su Visa Sujeta a
Contrato, incluyendo entre los documentos enviados la Ampliación de
Antecedentes Penales, de fecha 10 de noviembre de 2017, emitido por el
Ministerio de Defensa Nacional, Policía Nacional, Dirección de Investigación
Criminal e Interpol.
En el cual se acredita que; el Juzgado 1 de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad decreta Extinción del delito de Violación a la ley
30/86; y el Juzgado 2 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad
Prescribe el delito de Porte Ilegal de Armas.
Sin embargo, con fecha 26 de septiembre de 2018 se emitió una citación por
parte del Jefe de Departamento de Extranjería y Migración en la cual se le
ordena concurrir a la brevedad a la Gobernación Provincial Cordillera para
realizar la entrega de documentación relacionada a sus antecedentes penales
que datan del año 1999.
La carta indicaba que los antecedentes solicitados debían entregarse en el plazo
máximo de treinta días, bajo la sanción de ser resuelta su solicitud con los
antecedentes que se tengan disponibles. En el entendido de que lo requerido son
todos documentos oficiales del Estado de Colombia, es posible desprender la
dificultad de poder obtener en el plazo señalado la siguiente documentación,
específicamente:
- Copia de la sentencia que lo condenó a 1 año de prisión por el delito de
porte ilegal de armas, del Juzgado 21 Penal del Circuito de Cali, Valle del
Cauca;
- Copia de la sentencia que lo condenó a 10 meses y 15 días de prisión
por el delito de violación a la Ley 30/86, del Juzgado 2 Penal del Cicuito
de Cali, Valle del Cauca;
- Certificado de cumplimiento de las penas anteriormente señaladas.
Respecto al resto de la documentación solicitada se trata de documentos que
efectivamente el amparado poseía e intentó presentar, en específico:
- Certificados que acrediten sus vínculos familiares en Chile,
- Antecedentes que acrediten su sustento económico en Chile.
De esta forma don Carlos Trujillo, al ser notificado de la citación se presentó en
dependencias de la Gobernación Provincial Cordillera, dispuesto a entregar la
documentación de la que disponía en aquel entonces, mas la funcionaria no
quiso recibirla.
Entre la documentación que don Carlos Trujillo intentó presentar para acreditar
el cumplimiento de las penas, volvió a acompañar documentos que acreditaban
la extinción y prescripción de las sentencias en su contra, ya señalados y
además:
- Certificado de Prescripción de la pena de Porte Ilegal de Armas, con
fecha 17 de mayo de 2018, emitido por el Centro de Servicios
Administrativos Juzgados de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad
Santiago de Cali - Valle.
- Contrato de trabajo de fecha 3 de julio de 2017.
- Liquidaciones de sueldo.
- Cotizaciones previsionales y de salud.
Además, es importante destacar que intenta volver a presentar la Ampliación de
Antecedentes Penales, de fecha 10 de noviembre de 2017, emitido por el
Ministerio de Defensa Nacional, Policía Nacional, Dirección de Investigación
Criminal e Interpol, la cual señala extinción y prescripción de las penas.
Siendo la no recepción de la documentación por parte de la funcionaria, reflejo
de otra vulneración por parte de la recurrida.
Tras estos hechos, se dictó mediante Resolución exenta N°29.605 de fecha 29 de
enero de 2019, del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del
Interior y Seguridad Pública, en que se rechaza la solicitud de reconsideración
del rechazo de la solicitud de visa sujeta a contrato y se dispone abandono del
país en un plazo de 72 horas. Lo anterior, en razón de que el amparado poseía
antecedentes penales.
Sin embargo, el Departamento de Extranjería y Migración no tomó en
consideración que dichos antecedentes penales datan del año 1999 y a través de
la Ampliación de Antecedentes Penales, de fecha 10 de noviembre de 2017,
emitido por el Ministerio de Defensa Nacional, Policía Nacional, Dirección de
Investigación Criminal e Interpol es posible desprender a simple vista que
respecto del delito de Violación a la ley 30/86 se decretó Extinción y respecto del
delito de Porte Ilegal de Armas se declaró Prescripción.

b. Segunda solicitud: Regularización Extraordinaria, año 2018.


Paralelamente, en el año 2018, don Carlos Trujillo solicitó una visa mediante el
proceso de Regularización Extraordinaria.
Esta solicitud fue rechazada mediante Resolución Exenta N°82.250 de fecha 28
de marzo de 2019 del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del
Interior y Seguridad Pública, manteniéndose vigente la medida de abandono del
país dispuesta por la Resolución Exenta N°29.605, ya citada.

c. Tercera solicitud: Regularización Extraordinaria, año 2021.


Con la promulgación de la nueva Ley de Migración y Extranjería, Ley N°21.325,
se dio inicio a un nuevo proceso de Regularización Extraordinaria. Los requisitos
para poder solicitarla eran los siguientes:
1- Haber realizado ingreso por paso habilitado a Chile, con anterioridad al 18 de
marzo de 2020;
2- Encontrarse en situación migratoria irregular; y
3- No contar con antecedentes penales.
Don Carlos Trujillo presentó la solicitud con fecha 14 de octubre de 2021,
solicitud de la cual aún no recibe respuesta, a pesar de que nos encontramos a
días de se cumpla el plazo de seis meses establecido por el artículo 27 de la Ley
N°19.880, que Establece Bases de los Procedimientos Administrativos que rigen
los Actos de los Órganos de la Administración del Estado y cumple con los
requisitos, ya que el artículo 8° transitorio de la Ley N°21.325 de Migración y
Extranjería señala expresamente: “Se otorgará el visado solicitado a todos
aquellos que no tengan antecedentes penales.”
De esta forma, a la presente acción de amparo, se acompaña el certificado de
antecedentes penales apostillado vigente que indica que don Carlos Trujillo
“actualmente no es requerido por autoridad judicial alguna”, leyenda que se
origina en la no actualización informática de la situación penal actual del
amparado y que significa que no tiene asuntos pendientes con la justicia de su
país de origen.

3. Situación migratoria actual del amparo.


Con fecha 23 de marzo de 2022, el amparado fue notificado de la medida de
expulsión por el Decreto Exento N°5.157 de fecha 30 de diciembre del año 2021,
emanado del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Fundado en los artículos
67 inciso final, 84, 89 y 90 del Decreto Ley N°1.094 de 1975, del Ministerio del
Interior, que Establece Normas de extranjeros en Chile, el los artículos 142 bis
inciso final, 167, 173, 174 y 175 del Decreto Supremo N°597 de 1984 del
Ministerio del Interior, que aprueba el reglamento de Extranjería; y en la
Resolución N°17 de fecha 28 de diciembre de 2020 de la Contraloría General de
la República.
El amparado, como se ha señalado, tiene arraigo familiar, especialmente una hija
chilena de casi dos años de edad que necesita de su padre en el país y, además,
arraigo laboral al encontrarse trabajando hace casi cinco años en el mismo lugar
para poder sostener económicamente a su familia. Antecedentes que el
Ministerio del Interior y Seguridad Pública no ha tomado en cuenta como se
expondrá en los Fundamentos de Derecho al dictar una Orden de Expulsión que
separará esta familia y la privará del sustento económico, y, además, constituye
indudablemente una amenaza a su libertad ambulatoria, por hechos cometidos
hace más de veinte años y que en la actualidad se encuentran prescritos y
extintos. Imponiendo el Ministerio del Interior una medida desproporcionada sin
considerar los antecedentes expuestos.

B. Fundamentos de Derecho.

1. Procedencia de la Acción de Amparo Constitucional.


La Constitución Política de la República consagra en su artículo 21 el recurso de
amparo preventivo, específicamente en el inciso 3° que dispone lo siguiente: “El
mismo recurso, y en igual forma, podrá ser deducido a favor de toda persona
que ilegalmente sufra cualquier otra privación, perturbación o amenaza en su
derecho a la libertad personal y seguridad individual. La respectiva magistratura
dictará, en tal caso, las medidas indicadas en los incisos anteriores que estime
conducentes para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida
protección del afectado”.
El inciso 3° mencionado extiende la aplicación del recurso de amparo a cualquier
situación en que exista una privación, perturbación o amenaza al derecho a la
libertad ambulatoria, consagrado en el artículo 19 N° 7 letra a) de la Carta
Fundamental. Dicha norma señala: “Toda persona tiene derecho de residir y
permanecer en cualquier lugar de la República, trasladarse de uno a otro y
entrar y salir de su territorio, a condición de que se guarden las normas
establecidas en la ley y salvo siempre el perjuicio de terceros”.

2. Vulneración a la libertad personal.


El derecho a la libertad personal ha sido doctrinariamente definido como “el
derecho de toda persona a que los poderes públicos y terceros no interfieran en
la esfera de la autonomía personal, vale decir, de disponer de su propia persona
y de actuar determinado por su propia voluntad sin otras limitaciones que las
que imponen el medio natural, los derechos de los demás y el ordenamiento
jurídico.”1
En el caso que nos ocupa, se ha vulnerado la libertad personal del amparado,
toda vez que el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, mediante el acto
arbitrario e ilegal de la dictación del Decreto Exento N°5.157 de fecha 30 de
diciembre de 2021, decreta una Orden de Expulsión en razón de antecedentes
penales extintos, prescritos y debidamente acreditados, además solo citan las
normas sin elaborar una fundamentación adecuada y sin realizar una
ponderación sobre el acto que está dictando.
Lo anterior, a pesar de cumplir el amparado con todos los requisitos para el
otorgamiento de las distintas solicitudes realizadas desde su llegada a Chile,
específicamente haber acreditado los documentos que dan fe de lo solicitado por
la legislación nacional, y en especial acreditando el hecho de no encontrarse
afecto a ninguna condena penal vigente en su país de origen, como se demostró
en su oportunidad, con su certificado de antecedentes ampliado.
Luego de ya haber realizado la presentación ante la recurrida, el amparado fue
incoado a complementar su certificado de antecedentes penales con nueva
documentación que hacía referencia al cumplimiento de las penas, como fue
relatado en los hechos de esta presentación, y además acreditar su sustento
económico, so pena de resolver su situación migratoria con los antecedentes que
consten en su poder. Respecto a éste punto, resulta relevante señalar que el
amparado concurrió dentro de plazo a complementar debidamente su solicitud
con los antecedentes solicitados de los que disponía, pero la Gobernación
Provincial Cordillera, a través de una funcionaria, se negó a recibirlos, y de está
forma no fue posible para el amparado complementar su presentación según lo
exigido.
De la lectura del Decreto Exento N°5.157 en la letra d) consta que la recurrida al
momento de ordenar la expulsión del amparado se encontraba en conocimiento
que los antecedentes penales del amparado habían sido declarados extintos y
prescritos y que actualmente no es requerido por autoridad judicial alguna en su
país de origen.
La libertad personal ha sido definida por el profesor Humberto Nogueira como “la
libertad de la persona física en cuanto ser corporal en sí mismo”.2 No obstante, la
libertad personal contiene en sí misma dos dimensiones. Estas son la libertad
ambulatoria y la libertad de circulación. La doctrina ha entendido que la libertad
ambulatoria es el “derecho que permite a la persona trasladarse sin obstáculos
por el territorio nacional pudiendo asentarse donde estime conveniente como,
asimismo, entrar y salir libremente del país, pudiendo expatriarse si lo considera

1
NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto, “El Derecho a la Libertad Personal y a la Seguridad Individual en
el Ordenamiento Jurídico Chileno”, Ius Et Praxis, año/volumen 5, número 001, Universidad de
Talca, Chile, página 290.
2
Nogueira Alcalá, H. (2002). LA LIBERTAD PERSONAL Y LAS DOS CARAS DE JANO EN EL
ORDENAMIENTO JURÍDICO CHILENO. Revista de Derecho, v. 13, 161-186. Consultado de
http://revistas.uach.cl/index.php/revider/article/view/2787
adecuado”3.

En primer lugar, cabe hacer presente que, si bien la Ley de Extranjeria, su


Reglamento, la nueva Ley de Migración y Extranjería y su respectivo
Reglamento, otorgan facultades a la autoridad para regular el tránsito de las
personas extranjeras, la misma no puede actuar fuera de los marcos de su
normativa, y asimismo, debe aplicar sus preceptos siempre con razonabilidad y
en observancia de los derechos de las personas.
En este sentido, el Servicio Nacional de Migraciones dependiente del Ministerio
de Interior y Seguridad Pública, como todos los poderes del Estado, deben
respetar el principio de legalidad, consagrado expresamente en el artículo 7 de la
Constitución Política de la República, que dispone:
“Artículo 7o.- Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura
regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que
prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse,
ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos
que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o
las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las
responsabilidades y sanciones que la ley señale.”
Por otra parte, en relación con la libertad personal, el artículo 19 número 7 de
nuestra Carta Fundamental consagra el principio de reserva legal, al disponer
que: “b) Nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta restringida sino
en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las leyes.”
Lo ya señalado, es también previsto en instrumentos internacionales vigentes
por Chile. Así, la Convención Americana de Derechos Humanos en su artículo 22
N°3 ha señalado, al referirse al derecho a la libertad ambulatoria, que: “El
ejercicio de los derechos anteriores no puede ser restringido sino en virtud de
una ley, en la medida indispensable en una sociedad democrática, para prevenir
infracciones penales o para proteger la seguridad nacional, la seguridad o el
orden público, la moral o la salud públicas o los derechos y libertades de los
demás.”
A su vez, en el mismo sentido, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, en su artículo 12 establece:
“6. Los derechos antes mencionados (relativos a la libertad ambulatoria) no
podrán ser objeto de restricciones salvo cuando éstas se hallen previstas en la
ley, sean necesarias para proteger la seguridad nacional, la salud o la moral
pública o los derechos y libertades de terceros, y sean compatibles con los
demás derechos reconocidos en el presente Pacto.”
Así las cosas, la decisión de la Autoridad debe basarse en algo más que su mera
facultad, es decir, no basta que la ley o reglamento le otorguen una facultad
determinada, sino que ésta debe ejercerse observando los parámetros legales y,

3
Ibid.
sobre todo, las garantías constitucionales a las que sus acciones deben
sujetarse, lo que no sucede en el presente caso.
En este sentido, cabe destacar que el Decreto Exento N°5.157 de fecha 30 de
diciembre de 2021 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, ordena la
expulsión de don Carlos Trujillo fundándose en la Resolución Exenta N°29.605 de
fecha 29 de enero de 2019 del Departamento de Extranjería y Migración que
rechaza la reconsideración del rechazo de la Visa Sujeta a Contrato.
Dicho Decreto Exento N°5.157 requiere ser dejado sin efecto mediante la
presente acción de amparo, toda vez que, la decisión de rechazar la
reconsideración de la Visa Sujeta a Contrato del amparado, se produce sin
haberle garantizado el debido proceso, es decir la oportunidad de defenderse,
dado que se acompañó en tiempo oportuno la documentación solicitada por la
Gobernación Provincial Cordillera y el Departamento de Extranjería y Migración,
y además se encuentra en proceso de revisión su actual solicitud de
Regularización Extraordinaria bajo los preceptos de la Ley N°21.325 de Migración
y Extranjería.
Debemos recordar que los preceptos consagrados en la Ley de Extranjería y su
Reglamento, no son normas aisladas, se interpretan dentro de un sistema
normativo, en el que figura como máxima norma la Constitución de la República
que establece en su artículo 19 numeral 3, la igual protección de la ley en el
ejercicio de sus derechos, en consecuencia, la decisión del Ministerio del Interior
en comento se aparta del debido proceso; en primer lugar, toda vez que en
cuánto al fundamento de su decisión, la Resolución Exenta N°29.605, como se
ha mencionado, esta carece de la razonabilidad y proporcionalidad necesarias
para adoptar una medida extremadamente gravosa como lo es el abandono del
país, en atención a cómo se ha señalado y acreditado latamente, el amparado no
cuenta con antecedentes penales; y en segundo lugar priva al amparado de la
posibilidad de obtener respuesta a su actual solicitud de Regularización
Extraordinaria del proceso del año 2021, lo que constituye la privación de una
oportunidad procesal otorgada por la legislación para estabilizar su estatus
migratorio en el país, y así se aparta del fin de la norma que es la prohibición de
ingreso a personas con antecedentes penales, como indica el artículo octavo
transitorio de la Ley N°21.325, de Migración y Extranjería.
En particular, el artículo octavo transitorio de la Ley N°21.325 dispone:
“Los extranjeros que hubieren ingresado al país por pasos habilitados con
anterioridad al 18 de marzo de 2020 y se encuentren en situación migratoria
irregular podrán, dentro del plazo de ciento ochenta días contados a partir de la
publicación de la presente ley, solicitar un visado de residencia temporal sin ser
sancionados administrativamente. Se otorgará el visado solicitado a todos
aquellos que no tengan antecedentes penales. Una vez ingresada la solicitud, se
les concederá un permiso temporal para la realización de actividades
remuneradas durante el tiempo que demore su tramitación.”
Cabe señalar, que en virtud de esta solicitud de Regularización Extraordinaria, el
amparado cuenta con la Resolución Exenta N°21184026 de fecha 14 de octubre
de 2021 dictada por el Servicio Nacional de Migraciones, que lo mantiene en una
condición migratoria regular.

3. Ilegalidad y arbitrariedad del acto de la recurrida.


El acto de la administración en comento es ilegal por las siguientes razones que
pasaremos a exponer.
La decisión de la autoridad de expulsar a don Carlos Trujillo resulta ilegal en
atención a una adecuada interpretación del artículo 17 de la Ley de Extranjería.
En primer lugar, podemos señalar que uno de los principios generales del
Derecho, de gran relevancia en el delineamiento de la actividad administrativa
sancionadora, es el de proporcionalidad, tradicionalmente vinculado al control de
la discrecionalidad y como mecanismo de ponderación para determinar una
medida o sanción considerando la menor o mayor gravedad de la conducta o de
la mayor o menor afección de los hechos.
La Excelentísima Corte Suprema ha dado plena aplicación a este principio en
materia de expulsión. Así, por ejemplo, en los Recursos de Casación roles
981-2011 y 6733- 2010 resolvió que no es procedente aplicar una sanción tan
drástica como la expulsión ante delitos que no tienen la gravedad necesaria para
ello. Particularmente en la sentencia dictada por la Corte Suprema en rol
981-2011, en que se acoge una reclamación de expulsión de un extranjero
condenado por el delito de lesiones menos graves, resolvió que los supuestos del
numeral 2 del artículo 15 del Decreto Ley N° 1.904 constituye “actividades cuya
realización –por su gravedad y consecuencias sociales– determinan el más
absoluto rechazo de ingreso a nuestro territorio nacional para quienes se dedican
a ellas y que tampoco puede ser catalogada en la generalización con que se
concluye dicha norma, la cual evidentemente pretende incluir tales conceptos,
del todo abstractos, otras conductas de la misma entidad de aquellas que fueron
enumeradas en su primera parte, entre las cuales evidentemente no se puede
considerar la comisión de un simple delito”.
En sentencia dictada por la Excelentísima Corte Suprema Rol 3694-2015,
nuestro máximo tribunal sostuvo que la condena por la comisión de un simple
delito carece de la entidad suficiente para configurar una causal de expulsión del
país, señalando la Excelentísima Corte en el fallo indicado que “[…] es menester
consignar que la situación de permanencia irregular del amparado aparece hoy
día como una consecuencia de la comisión del delito de usurpación de identidad,
sin embargo, ese simple delito no constituye ninguno de los tipos penales que el
legislador pormenorizo en el artículo 15 N° 2 de la ley especial, en que se
enuncian actividades cuya realización, por su gravedad y consecuencias sociales,
determinan el más absoluto rechazo de ingreso al territorio nacional para
quienes se dedican a ellas, y tampoco puede ser catalogada en la generalización
con que concluye dicha norma, la cual evidentemente pretende incluir tales
conceptos, del todo abstractos, otras conductas de la misma entidad de aquellas
que fueron enumeradas en su primera parte, entre las cuales, evidentemente,
no se puede considerar la comisión de un simple delito como el que motivó la
condena que se esgrime en sustento de la decisión de expulsión.”
En el caso que nos convoca, difícilmente podría considerarse que una persona
que aisladamente se vio envuelta en una situación que la hizo merecedora de
dos condenas hace más de veinte años, se dedique constantemente y de forma
habitual o que ejecute en reiteradas oportunidades dicha conducta típica.
De esta manera, tal como ocurre en este caso, dos condenas de hace más de
veinte años ya extintas y prescritas, teniendo siempre en consideración la
gravedad exigida por la norma, no es suficiente para entender que estamos
frente a una conducta que se desempeña en forma habitual, al señalar “Los que
se dediquen...” como lo exige la norma y como se ha pronunciado la Ilustrísima
Corte de Apelaciones de Punta Arenas en causa RIT 8-2017. Ahora bien, sin
perjuicio de que el Decreto Exento N°5.157 impugnado no lo señala
expresamente, debemos entender que en aquel aplica el número 3 del artículo
26 en relación al artículo 30 del Decreto Supremo N° 597 del año 1984, el cual
señala: “Los condenados o actualmente procesados por delitos comunes que la
Ley Chilena califique de crímenes y los prófugos de la justicia por delitos no
políticos”.
Dicho numeral, debe ser interpretado a la luz de lo previsto por el artículo 30 de
la norma mencionada, la que dispone: “Los extranjeros que hubieren ingresado
al país no obstante encontrarse comprendidos en alguna de las prohibiciones
señaladas en el artículo 26 o que durante su residencia incurran en alguno de los
actos señalados en el N° 1, 2 o 4 del mismo artículo, podrán ser expulsados en
el territorio nacional, sin perjuicio de aplicárseles, cuando corresponda, las
sanciones contempladas en el Título VIII del presente reglamento”
Esta norma contempla una facultad para la administración del Estado y no se
trata de una obligación de carácter imperativo, cuestión que es siempre
necesaria hacer presente. Una correcta interpretación de las normas ya aludidas,
corresponde entender que la hipótesis del numeral en comento concurre
únicamente cuando la persona no se encuentra legalmente residiendo en Chile.
Muy por el contrario, cuando la persona se encuentra legalmente residiendo en
el país, como es el caso de autos, ya que de acuerdo a la Resolución Exenta
N°21184026 emitida por el Servicio Nacional de Migraciones don Carlos Trujillo
se encuentra en una condición migratoria regular, únicamente cabe la expulsión
cuando se incurre en alguna de las tres conductas taxativamente señaladas, las
que corresponden a:
- los que propaguen conductas que destruyen o alteran el orden social,
es decir, en general los delitos que las leyes chilenas califiquen de delitos
contra la seguridad del Estado o del orden público;
- en el segundo numeral se refiere a los que se dediquen al tráfico ilícito
de drogas o armas, al contrabando, al tráfico de migrantes y trata de
personas, y en general actos contra la moral y las buenas costumbres; y
- en última hipótesis refiere el numeral cuarto que contempla los que no
tengan o no puedan ejercer profesión u oficio, salvo que tenga recursos
que les permita vivir en Chile o ser carga social.
Siendo así las cosas, el legislador ha reservado la expulsión a ciudadanos
residentes para tres casos excepcionales previstos y regulados en forma
expresa. De acuerdo con los hechos de este caso y lo considerado por el Decreto
Exento N°5.157 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, no nos
encontramos en ninguna de las hipótesis indicadas.
El Decreto Exento N°5.157 que dicta la Orden de Expulsión es ilegal y arbitrario
ya que carece de fundamentación como lo exige el artículo 84 del Decreto Ley
1.094. La Ley de Extranjería, Decreto Ley N° 1094 y su reglamento, entregan
facultades a la autoridad para regular el tránsito de los extranjeros, sin
embargo, dichas facultades deben necesariamente respetar el marco normativo,
a fin de disminuir la incidencia de la discrecionalidad y arbitrariedad.
Se debe hacer presente que las atribuciones que detentan los órganos de la
administración del Estado son conferidas por Ley en función directa de la
finalidad u objeto de servicio público de que se trate. Además, el ejercicio
legítimo de estas atribuciones exige, en pos del respeto por los derechos de las
personas, una necesaria razonabilidad de la decisión de la autoridad. Es por ello,
que si bien corresponde a la autoridad administrativa la facultad de disponer la
expulsión de los extranjeros que residan en el país en los casos previstos en la
Ley, ante todo debe ejercer dicha facultad racionalmente, respetando los
derechos fundamentales de toda persona humana, tomando en consideración
que la hermenéutica establece que los preceptos constitucionales que
reconozcan derechos o que establezcan garantías se interpretaran de la manera
más amplia y plena posible.
Cabe mencionar que, la Ley N°21.325, ya promulgada a la fecha de dictación del
Decreto Exento, señala en su artículo 129 que, previo a dictar una Orden de
Expulsión, el Servicio se debe atener a:
“1. La gravedad de los hechos en los que se sustenta la causal de expulsión.
2. Los antecedentes delictuales que pudiera tener.
3. La reiteración de infracciones migratorias.
4. El período de residencia regular en Chile.
5. Tener cónyuge, conviviente o padres chilenos o radicados en Chile con
residencia definitiva.
6. Tener hijos chilenos o extranjeros con residencia definitiva o radicados en el
país, así como la edad de los mismos, la relación directa y regular y el
cumplimiento de las obligaciones de familia, tomando en consideración el interés
superior del niño, su derecho a ser oído y la unidad familiar.
7. Las contribuciones de índole social, política, cultural, artística, científica o
económica realizadas por el extranjero durante su estadía en el territorio
nacional.”
El Decreto Exento mediante el cual se ordenó la expulsión del amparado
comparte los elementos propios de un acto administrativo, por lo que debe
cumplir los requisitos mínimos de publicidad, transparencia y bilateralidad. En
efecto, si bien es una facultad que queda reservada a la autoridad, esto no
quiere decir de manera alguna que pueda actuar de manera arbitraria, y debe
siempre fundarse en la justicia y racionalidad. El legislador dotó a la autoridad
administrativa de amplias facultades en relación con los extranjeros, las que
incluso en el caso de procesamiento habilitan a la autoridad a expulsar al
extranjero sometido a tal condición, sin embargo, esta facultad no puede
extenderse hasta el extremo de afectar los derechos de personas en base a un
acto carente de fundamentación. Siendo así, de la sola lectura del Decreto
Exento impugnado, se puede observar que su extensión no es mayor,
estableciendo como único fundamento de este el Certificado de Ampliación de
Antecedentes que refleja dos condenas del año 1999, pero con una simple
lectura del documento es posible notar que:
- Respecto a la condena por violación a la Ley 30/86 fue decretada la
extinción; y
- Respecto a la condena de porte ilegal de armas fue decretada la
prescripción.
La doctrina nacional, constitucional y administrativa ha señalado que potestad
discrecional no es igual a ejercicio arbitrario de esa potestad, dicha potestad
discrecional es una potestad no reglada, no sujeta a reglas formales, pero
siempre debe ser razonable, por tanto, motivada la adopción de un acto, así, en
el ámbito administrativo es posible distinguir actos administrativos que
responden a la potestad reglada y aquellos que lo hacen de la potestad
discrecional, “…se sostiene que una potestad es reglada cuando todos y cada
uno de sus elementos están determinados a priori por el legislador, de manera
que la administración debe constatar su concurrencia al margen de lo previsto
por la Ley. Por su parte, la potestad discrecional es aquella en que uno o más de
sus elementos quedan entregados a la apreciación del propio órgano
administrativo, el cual puede optar válidamente por dos o más posibilidades de
actuación”.4 Si bien por largo tiempo se consideró que el ejercicio de las
potestades discrecionales no podía ser objeto de revisión judicial, “quedándole
vedado a la jurisdicción calificar los motivos del acto impugnado”,
transformándose en un verdadero espacio de inmunidad de la administración,
esta concepción ha sido claramente superada. “Por tal razón, tanto la doctrina y
jurisprudencia comparadas han desarrollado una serie de mecanismos para
controlar las potestades discrecionales”5. Se ha considerado en ese sentido que,
si bien los actos administrativos que se ejercen en virtud de la potestad
discrecional son actuaciones exentas de mayores formalidades, sí están sujetas
a ciertos elementos que debe contener o cumplir y que pueden – y deben – ser
controlados por los órganos jurisdiccionales, así, según el esquema clásico de
control de la discrecionalidad, se considera que el ejercicio de dicha potestad a lo
menos debe originarse en la existencia de dicha competencia, los hechos que
sirven de fundamento el ejercicio de la potestad, el fin del acto, y los principios
generales del Derecho.
La racionalidad del acto puede considerarse ya sea como un elemento
independiente susceptible de control en un acto administrativo, o ya sea como
un matiz reconducible a alguno de los elementos del esquema clásico antes
nombrado, como cierta doctrina administrativa sostiene. De todas formas, los

4
Eduardo Cordero Q. Doctor en Derecho 2009. “Informe en Derecho El Control jurisdiccional de la
actividad de la administración penitenciaria”; p. 33
5
Cordero, op. Cit. O.34
presupuestos de hecho que fundamentan la decisión discrecional deben eliminar
toda posible arbitrariedad, debiendo tener méritos suficientes para su
justificación.
De esta manera, el Decreto Exento que ordena la expulsión de don Carlos
Trujillo, carece de los antecedentes de hecho y de derecho que sustenten su
correcta aplicación, ya que no indica los fundamentos de este, siendo de manera
manifiesta insuficiente la sola enunciación de los artículos invocados.
Ha pronunciado la ilustrísima Corte de Apelaciones de Punta Arenas, en el fallo
de la causa ROL 8-2017, al indicar en el Considerando Tercero, Letra C; “…De
esta manera la primera conclusión es que el acto administrativo que sostiene la
decisión de expulsión no se encuentra debidamente motivado o fundado, pues
no basta una mera referencia a la existencia de una causal legal, sin indicar el
contenido de la circunstancia fáctica que permita aplicar dicha norma al caso
concreto. De conformidad con lo expresado en la resolución y en la parte
pertinente del informe cualquier delito, sin importar la gravedad o el bien
jurídico protegido, podría haber justificado el acto administrativo lo que
en caso alguno satisface la necesidad básica de motivación y
racionalidad en la acción administrativa del Estado y cualquier falencia
en esta parte puede generar una vulneración de garantías
constitucionales. El ejercicio legítimo de estas atribuciones, tan trascendentes,
además del respeto de los derechos a las personas, exige una necesaria
racionalidad en la decisión de la autoridad que debe ser precisa, clara y
autosuficiente, cuestión que no se aprecia en la resolución que se ataca por este
medio, por lo que este solo razonamiento autoriza a dar lugar al presente
arbitrio”.
Importantísimo es indicar además, que la falta de racionalidad derivada de la
existencia de fundamentación no es el único efecto que tiene este Decreto
Exento, sino que además resulta desproporcionada, en atención a las
consecuencias que conlleva materializar la expulsión, considerando el arraigo e
integridad familiar del amparado, así como la conducta que se busca sancionar.
En este sentido, esta parte no está cuestionando el hecho de que el Ministerio
del Interior y Seguridad Pública tenga la facultad de poder establecer requisitos
para poder solicitar visas en Chile, sino en la arbitrariedad en que incurre,
puesto que carece de proporción entre los motivos y el fin a alcanzar.
A mayor abundamiento, el derecho a la libertad ambulatoria puede ser
restringido bajo ciertas condiciones establecidas en la ley y cuando la medida
sea indispensable para proteger determinados bienes jurídicos, tales como la
seguridad nacional, el orden público, la moral o la salud pública, o los derechos y
libertades de terceros. Pues bien, ninguno de los referidos bienes jurídicos
pareciera estar en riesgo de ser vulnerado al permitir la presencia del amparado
en territorio nacional, siendo esta medida en consecuencia, desproporcionada y
en tanto, arbitraria.
En éste sentido, a partir de la lectura del Decreto Exento N°5157 del 30 de
diciembre de 2021, emitido por el Ministerio de Interior y Seguridad Pública se
desprende que el Servicio Nacional de Migraciones se encontraba en posesión y
conocimiento del Certificado de Ampliación de Antecedentes de la Dirección de
investigación Criminal e Interpol de la Policía Nacional de Colombia de fecha 10
de noviembre de 2017. Mismo certificado que se acompaña a está presentación
y en el que de su simple lectura se desprende indudablemente la extinción
y prescripción de los delitos cometidos por el amparado hace más de 20
años.
Es precisamente en éste apartado que cobra relevancia el principio de
razonabilidad de las actuaciones de la administración.
Sobre el principio de razonabilidad se puede hacer referencia a una sentencia de
la Corte Suprema (Rol 10119-2013) que identifica la razonabilidad con la
interdicción de la arbitrariedad y señala, citando doctrina extranjera, un doble
test al efecto. Justamente, el segundo de ellos es aquel que se vincula
mayormente a la arbitrariedad al señalar que la decisión adoptada debe ser
confrontada a fin de analizar si la misma: “a) adolece de incoherencia por su
notoria falta de adecuación al fin de la norma, es decir, de aptitud objetiva para
satisfacer dicho fin y b) si la decisión resulta claramente desproporcionada”.
Esta definición o parámetro sobre lo que debe entenderse por razonabilidad,
recogido de la sentencia ya citada de la Excelentísima Corte Suprema, resulta
totalmente procedente y aplicable en el caso que nos convoca, toda vez que la
decisión contenida en el acto ilegal impugnado que priva al amparado de su
libertad personal para residir en el país, es incoherente, debido a que aplica
disposiciones legales de una manera jurídicamente incorrecta y antojadiza,
desentendiéndose del fin de las normas empleadas. Esto al aplicar las normas
fuera del sistema normativo, en el que la Constitución asegura a todas las
personas indistintamente de su nacionalidad el debido proceso, y además
impone arbitrariamente la carga de acreditar hechos respecto de los cuales la
administración se encuentra en pleno conocimiento, incluso por vías de certeza
de mejor idoneidad. Además, con esta decisión se descompone completamente
el núcleo familiar que se compone por el amparado con su pareja e hijas, en una
situación de especial vulnerabilidad como lo es la crianza. Con ello se viola no
solo la libertad personal del amparado, sino que también se vulnera el principio
de reunificación familiar.

4. La resolución administrativa impugnada atenta contra la protección


de la familia.
Con la intención de comprender la importancia del concepto “familia” en nuestra
legislación, resulta fundamental tener en consideración lo dispuesto por el
artículo 1° inciso 2° de nuestra Carta Fundamental, el cual establece que “la
familia es el núcleo fundamental de la sociedad”.
Tal definición también ha sido recepcionada por los tribunales de nuestro país,
como, por ejemplo, en lo señalado por la Corte de Apelaciones de Santiago, al
considerar que “el concepto de familia no aparece definido en nuestro
ordenamiento jurídico, como tampoco –por lo general- en otras legislaciones.
Algunos autores acentúan en sus definiciones la importancia del matrimonio y
las relaciones de parentesco, en tanto otros amplían el concepto a uniones
fácticas, incluyendo aún las convivencias homosexuales. Se trata, pues, de un
concepto en continua evolución, tanto en el tiempo como en espacio” (Corte de
Apelaciones de Santiago, Rol N° 4033-1998).
Tal entendimiento del concepto de familia por la Ilustrísima Corte de
Apelaciones, puede ser complementada por lo que comprende la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, ya que este último órgano internacional
con competencia jurisdiccional ha señalado que “en la Convención Americana no
se encuentra determinado un concepto cerrado de familia, ni mucho menos se
protege sólo un modelo ‘tradicional’ de la misma. Al respecto, el Tribunal reitera
que el concepto de vida familiar no está reducido únicamente al matrimonio y
debe abarcar otros lazos familiares de hecho donde las partes tienen vida en
común por fuera del matrimonio” (Corte Interamericana de Derechos Humanos,
Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile, sentencia de fondo, reparaciones y costas, de
24 de febrero de 2012).
Es en razón de lo anteriormente descrito, que podemos afirmar que para nuestro
ordenamiento jurídico, la familia constituye una de las bases de nuestra
sociedad, pero su concepto no se reduce a la familia matrimonial, ya que ella es
sólo una variante –dentro de muchas otras– de la familia, pudiendo entonces
considerarse también como familia a otras modalidades.
Por lo anteriormente expuesto, es dable reconocer en el caso en marras, al
grupo familiar señalado bajo el concepto de familia, toda vez que se compone de
dos hijas menores de edad, una madre, y un padre quien es el amparado de
está acción.
La protección de esta institución jurídica que nuestro ordenamiento proporciona,
está determinada en primer lugar, por el inciso 5° del artículo 1° de la
Constitución Política de la República, en donde se establece que:
“[...] es deber del Estado [...] dar protección a la población y a la familia y
propender al fortalecimiento de ésta [...]”.
Además, tal protección a la familia también se encuentra consagrada en diversas
convenciones internacionales ratificadas por Chile. En este sentido, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 17 N° 2, en cuanto a
las injerencias arbitrarias o ilegales en la vida privada o familiar, se establece:
“toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o
ataques”. El mismo cuerpo normativo enfatiza aún más su tutela a la familia en
el artículo 23 N° 1, ya que ahí se consigna: “La familia es el elemento natural y
fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del
Estado”.
Un segundo instrumento internacional relevante sobre la materia es el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el cual dispone en
su artículo 10 N° 1: “Se debe conceder a la familia, que es el elemento natural y
fundamental de la sociedad, la más amplia protección y asistencia posibles,
especialmente para su constitución y mientras sea responsable del cuidado y la
educación de sus hijos a su cargo.” .
Una tercera convención que es importante mencionar para estos efectos, es la
Convención Americana de Derechos Humanos, instrumento que en su artículo 17
N° 1 consagra la protección de la familia al señalar: “La familia es el elemento
natural fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el
Estado”.
Finalmente, cabe mencionar como otro instrumento relevante a considerar, la
Declaración Universal de Derechos Humanos, que en su artículo 16 N° 3,
consigna que: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y
tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.
Es así, que de todo lo anterior, es posible concluir y determinar que la obligación
que tiene el Estado de Chile de proteger a este grupo de la sociedad no se alza
únicamente como un mandato constitucional, sino que asimismo, también se
trata de un deber que se ha configurado y consolidado de forma progresiva en la
comunidad internacional, esto porque las voluntades soberanas de los Estados
han coincidido en un mismo objetivo, la promoción y tutela de la familia al ser
considerado como un núcleo fundamental de la sociedad.
Es en este orden de ideas, donde cabe considerar como relevante, el relacionar
lo dicho por la Corte Suprema en virtud de un recurso de apelación de una
acción de amparo, con fecha de 23 de diciembre de 2009, donde se revocó la
sentencia apelada y acogió el hábeas corpus, y dejó sin efecto la resolución en el
entendido de que la expulsión atenta contra la familia como núcleo fundamental
de la sociedad, así, se señaló: “Que la decisión en contra de la cual se ha
interpuesto esta acción constitucional se torna en ilegal por el hecho de afectar
lo dispuesto en el artículo 1° de la Constitución Política de la República que
establece que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, siendo deber
del Estado dar protección a la población y a la familia, así como propender al
fortalecimiento de ésta; derechos también consagrados por diversos tratados
internacionales relativos a la protección de la familia, motivo por el que, en caso
de llevarse a efecto la medida en contra de la cual se recurre, se producirá la
disgregación del núcleo familiar mencionado en el considerando primero” (Corte
Suprema, Rol N° 8228-2009).
Incluso, la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago señaló: “Que, así, es
posible concluir y determinar que la obligación que tiene el Estado de Chile de
proteger a este grupo de la sociedad no se alza únicamente como un mandato
constitucional, sino que asimismo, también se trata de un deber que se ha
configurado y consolidado de forma progresiva en la comunidad internacional,
esto porque las voluntades soberanas de los Estados han coincidido en un mismo
objetivo, la promoción y tutela de la familia al ser considerado como un núcleo
fundamental de la sociedad, máxime si la medida en contra de la cual se
recurre, producirá, sin lugar a dudas, la disgregación del núcleo familiar del
recurrente.” (Corte de Apelaciones de Santiago, rol 1674-2020)
Por los preceptos anteriormente expuestos, es posible concluir la necesidad de
dejar sin efecto el Decreto Exento N°5.157 de fecha 30 de diciembre del año
2021, emanado del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, el cual dispone
una Orden de Expulsión en contra de don Carlos Trujillo y, además, dar una
respuesta favorable a su solicitud N°32537930 de Regularización Extraordinaria.
Para, de esta manera, respetar los mandatos constitucionales y las convenciones
internacionales suscritas y ratificadas sobre la materia , toda vez que, al permitir
continuar con la radicación en Chile del amparado, se estaría protegiendo el
vínculo familiar, especialmente de las dos menores de edad, una de ellas de
nacionalidad chilena.

Por tanto, a S.S. Ilustrísima, solicito acoger el recurso de amparo


interpuesto a favor de Carlos Edwerd Trujillo Cuero y proceda a restaurar el
imperio del derecho, declarando la nulidad del Decreto Exento número 5.157
que dicta la Orden de Expulsión, por constituir este acto una amenaza a la
libertad individual y a la seguridad personal; y ordenar al Ministerio del Interior,
a través del Servicio Nacional de Migraciones, otorgar una respuesta favorable a
la solicitud de regularización migratoria admitida a trámite por Resolución Exenta
N°21184026 del Servicio Nacional de Migraciones, y que el grupo familiar pueda
permanecer unido en el país; o bien adopte las medidas que S.S. ILUSTRÍSIMA,
considere pertinentes para corregir la vulneración indicada.

Primer otrosí: A S.S. Iltma. pido tener por acompañadas copias de los
siguientes documentos:
● Hoja de identificación del pasaporte N°AT770182 de Carlos Edwerd
Trujillo Cuero, nacionalidad colombiana;
● Contrato de trabajo de Carlos Trujillo, de fecha 03 de julio de 2017;
● Certificado de las últimas doce cotizaciones AFP Modelo de Carlos Trujillo,
de fecha 31 de marzo de 2022;
● Certificado de Ampliación de Antecedentes del Ministerio de Defensa
Nacional de Colombia, Policía Nacional, Dirección de Investigación Criminal
e Interpol;
● Certificado de Nacimiento de Lahia Salomé Trujillo Mosquera, emitido por
el Servicio de Registro Civil e Identificación, de fecha 7 de abril de 2022;
● Resolución Exenta N°21184026 de fecha 14 de octubre de 2021, dictada
por el Servicio Nacional de Migraciones;
● Solicitud N°32537930 de Regularización Migratoria en trámite, de fecha
14 de octubre de 2021;
● Decreto exento N°5.157 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, de
fecha 30 de diciembre de 2021;
● Certificado de Antecedentes Penales de Colombia apostillados, de fecha 1
de abril de 2022; y
● Certificado de Alumna regular del Colegio Sochides, de Nicol Dahyana
Trujillo Mosquera, de fecha 1 de abril de 2022.

Por tanto, a S.S. Ilustrísima pido tenerlos por acompañados.

Segundo otrosí: Asimismo, pedimos a S.S. Ilustrísima disponer que el


Ministerio del Interior y Seguridad Pública evacúe informe en relación con los
hechos que se denuncian en esta presentación por la vía más expedita posible y
en el más breve plazo.

Por tanto, a S.S.Ilustrísima pido acceder a lo solicitado.

Tercer otrosí: RUEGO A US. l. decretar Orden No Innovar en virtud de los


antecedentes expuestos en lo principal de esta presentación los cuales doy por
reproducidos y el hecho que el amparado corre un riesgo cierto y permanente de
ser concretada su orden de expulsión en forma ilegal y arbitraria, con graves y
perniciosas consecuencias tanto personales como familiares que harán
infructuosa esta acción constitucional si S.S. lltma. no decreta la suspensión de
los efectos del acto atacado, dictando para ello la respectiva ORDEN DE NO
INNOVAR mientras se resuelve el presente recurso.

Por tanto, a S.S.Ilustrísima pido acceder a lo solicitado.

Cuarto otrosí: Sírvase S.S. Ilustrísima, tener presente que, dada mi calidad de
abogada y en razón de que la Constitución Política de la República permite
interponer la presente acción en favor de terceros, asumo patrocinio y poder.

Por tanto, a S.S. Ilustrísima pido tenerlo presente.

Quinto otrosí: En atención a lo dispuesto por el artículo 12 del acta 53-2020 de


la Excelentísima Corte Suprema, contentiva del auto acordado sobre
funcionamiento del poder judicial durante la emergencia sanitaria nacional
provocada por el brote del nuevo Coronavirus, solicito a S.S. ILUSTRÍSIMA se
tenga presente el correo electrónico cfruarte@uc.cl y el teléfono 9 84934830
como forma de comunicación.

Por tanto, a S.S.Ilustrísima pido acceder a lo solicitado.

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