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Licenciatura de Médico Cirujano

Materia: farmacología I
Docente: Dra. Adriana López Moreno
Trabajo: resumen de farmacología.

Unidad III

Alumna:
Citlali Berenice Solano Pérez

Semestre:“3” Grupo:“B”

San Cristóbal de las Casas, 19/05/2023


BASES MOLECULARES DE LA INFLAMACIÓN, DOLOR Y FIEBRE
INFLAMACIÓN

La respuesta inflamatoria o inflamación es una respuesta fisiológica a una lesión e infección tisular,
aunque debe quedar claro que la inflamación no es sinónimo de infección. Los romanos
describieron las características de esta respuesta hace casi 2 000 años: dolor, calor, enrojecimiento
(rubor) e hinchazón (tumor). A los pocos minutos de la lesión e infección del tejido, las proteínas
plasmáticas median un aumento en el diámetro vascular (vasodilatación) y la permeabilidad
vascular. La vasodilatación aumenta el flujo sanguíneo al área de la lesión, lo que provoca el
calentamiento y el enrojecimiento del tejido. El aumento de la permeabilidad vascular permite la
fuga de líquido desde los vasos sanguíneos al tejido dañado, lo que produce hinchazón (edema). A
las pocas horas de estos cambios vasculares, los leucocitos llegan al sitio de la lesión. Se adhieren a
las células endoteliales activadas en la región inflamada y pasan a través de las paredes capilares
hacia el tejido (extravasación). Estos leucocitos fagocitan a los patógenos invasores y liberan
mediadores solubles —citocinas, prostaglandinas, leucotrienos— que contribuyen aún más a la
respuesta inflamatoria y al reclutamiento y activación de las células efectoras. La inflamación
puede ser aguda, como respuesta a una lesión tisular, o puede ser crónica, lo que conduce a la
destrucción progresiva del tejido, como se observa en infecciones crónicas, autoinmunidades y
ciertos cánceres. A continuación, discutiremos las dos formas de inflamación, incluyendo sus
desencadenantes, los mediadores solubles y los tipos de células implicados, y la patología del
tejido resultante.

 Respuesta inflamatoria aguda: la respuesta inflamatoria aguda proporciona protección


después de la lesión e infección del tejido al restringir el daño en el sitio localizado,
reclutar células inmunitarias para eliminar el patógeno invasor e iniciar el proceso de
reparación de la herida. Tras el daño tisular, se activan varias proteínas del plasma,
incluidas las de los sistemas de coagulación y quinina. La cascada enzimática del sistema
de coagulación produce hebras de fibrina que se acumulan para formar coágulos, lo que
limita la propagación de la infección a la sangre. La cascada enzimática del sistema de
quinina da como resultado la producción de bradicinina —un péptido que induce
vasodilatación y una mejor permeabilidad vascular. Además, los productos del
complemento C3a y C5a se unen a los receptores en los mastocitos locales, lo que facilita
su desgranulación. La liberación resultante de histamina, prostaglandinas y leucotrienos
contribuye a los cambios vasculares induciendo la vasodilatación y potenciando la
permeabilidad vascular. Las prostaglandinas y los leucotrienos también sirven como
quimioatrayentes para los neutrófilos. A las pocas horas de estos cambios vasculares, los
neutrófilos se unen a las células endoteliales de la región inflamada y se extravasan en el
tejido. Estos fagocitan a los patógenos invasores y liberan mediadores inflamatorios
solubles, incluidas las proteínas proinflamatorias de los macrófagos (MIP) 1α y 1β, que son
quimiocinas que atraen a los macrófagos al sitio de la inflamación. Los macrófagos llegan
al tejido dañado 5-6 h después del inicio de la respuesta inflamatoria. Los macrófagos
activados secretan tres citocinas proinflamatorias principales: IL-1, IL-6 y TNF-α. Estas
citocinas inducen el proceso de coagulación, aumentan la permeabilidad vascular y
promueven la respuesta de fase aguda. La IL-1 y el TNF-α también provocan una mayor
expresión de moléculas de adhesión en las células endoteliales, permitiendo que los
leucocitos circulantes (neutrófilos, monocitos, granulocitos y linfocitos) interactúen con el
endotelio y se extravasen en los tejidos inflamados. La inflamación aguda muestra un inicio
rápido después de una lesión en el tejido y se resuelve con relativa rapidez. La patología tisular
resultante es típicamente leve y localizada

 Inflamación crónica: la inflamación crónica es consecuencia de la exposición continua al


antígeno invasor. Esto puede deberse a la persistencia de patógenos, enfermedades
autoinmunes en las que los antígenos propios activan continuamente las células T y los
cánceres. El sello distintivo de la inflamación crónica es la acumulación y activación de
macrófagos y linfocitos, así como fibroblastos que reemplazan el tejido original, dañado o
necrótico. Los factores solubles liberados por los macrófagos y los linfocitos juegan un
papel importante en el desarrollo de la inflamación crónica. Mientras que durante la
inflamación aguda los factores solubles no proteicos (p. ej., eicosanoides, bioaminas, etc.)
dominan el panorama, la inflamación crónica es causada no sólo por citocinas,
quimiocinas, factores de crecimiento y enzimas secretadas/liberadas, sino también por
ROS. Por ejemplo, las células T citotóxicas y las células Th1 liberan IFN-γ, que activan a los
macrófagos y las DC. Éstos, a su vez, liberan una variedad de factores solubles, tales como
IL-6 y TNF-α, que al final ocasionan daño tisular y muerte celular. La sustitución del tejido
perdido de esta manera por los fibroblastos produce fibrosis —deposición excesiva de
tejido fibroso que puede interferir con la función normal del tejido— debido a cantidades
excesivas de factores de crecimiento (factor de crecimiento derivado de plaquetas, factor
de crecimiento transformante-β), citocinas fibrogénicas (IL-1 y TNF-α) y factores
angiogénicos (factor de crecimiento de fibroblastos, factor de crecimiento del endotelial
vascular). La inflamación crónica también puede conducir a la formación de granulomas
(una masa de células que consta de macrófagos activados rodeados de linfocitos
activados). Se han identificado muchos mediadores de la inflamación aguda y crónica, y
existen innumerables fármacos antiinflamatorios disponibles. La clase más antigua, los
NSAID, incluyen el ácido acetilsalicílico, que entró en el mercado hace más de un siglo, y
los agentes más recientemente introducidos, acetaminofén (1956) e ibuprofeno (1969).
Los NSAID se dirigen a la ciclooxigenasa (COX), la enzima limitante de la velocidad en la
producción de prostaglandinas, pero puede conducir a un aumento en la producción de
leucotrienos. Por el contrario, los glucocorticoides evitan la liberación de ácido
araquidónico a partir de los fosfolípidos de la membrana plasmática y, por tanto, reducen
la síntesis de ambas clases de eicosanoides. El último grupo de agentes antiinflamatorios,
cuyo uso se limita a las afecciones inflamatorias crónicas, tiene como objetivo eliminar las
citocinas proinflamatorias mediante el uso de anticuerpos monoclonales o receptores
solubles (por lo general, un receptor truncado que sólo reconoce el dominio extracelular
de unión al ligando). El infliximab, adalimumab, certolizumab y elgolilumab son
anticuerpos monoclonales que se unen y neutralizan el TNF-α; el etanercept es una
proteína de fusión del receptor TNF-α con el mismo objetivo.

DOLOR

La PGE2 y la PGl2 son importantes mediadores del dolor, provocando una disminución del
umbral en las terminaciones nerviosas nocioceptivas a estímulos físicos, químicos y
hormonales (p. ej., calor, bradicinina e histamina). El LTB4 tiene un potente efecto
hiperalgésico. Adicionalmente, la inhibición de COX permite la derivación de ácido
araquidónico a la 12-LOX, con aumento de la actividad analgésica de opioides endógenos, lo
cual constituye un mecanismo analgésico central de los AINE.

Los salicilatos son útiles en el tratamiento de dolores como neuralgias, cefaleas, dolores
radiculares, odontalgias, mialgias, dismenorrea, etc. Son útiles en el tratamiento agudo de la
migraña junto a los ergóticos y los triptanes y de los dolores posparto y postoperatorios de
intensidad moderada o ligera. Los salicilatos son el primer escalón en el tratamiento del dolor
oncológico, en especial cuando existen metástasis óseas mismas utilizadas para alcanzar el
efecto antipirético.

FIEBRE

La PGE 2 produce un aumento de la temperatura corporal cuando se aplica en los ventrículos


cerebrales. En la mayoría de los procesos patológicos, la fiebre es el resultado de la liberación,
a partir de los leucocitos, de pirógenos, como la interleucina I (IL-1), que induce la expresión
de COX-2 en el hipotálamo y promueve así la síntesis y liberación de PGE,2, que actúa como
mediador en el proceso de fiebre; este efecto es bloqueado por los AINE y por los inhibidores
no antiinflamatorios como el paracetamol.

Los AINE son los fármacos más empleados para disminuir la fiebre tras procesos infecciosos o
sistémicos

FISIOLOGÍA DE LA COX1 Y COX2 Y LOS PROSTANOIDES

COX1 Y COX2

La prostaglandina endoperóxido G/H sintasa se llama ciclooxigenasa o COX coloquialmente. Los


productos de esta vía son PG, PGI2 y TxA2, denominados en su conjunto prostanoides.

Hay dos isoformas COX distintas, COX-1 y COX-2. La COX-1, expresada constitutivamente en la
mayoría de las células, es la fuente dominante de prostanoides para las funciones de limpieza,
como la citoprotección del epitelio gástrico (véase capítulo 49). La COX-2 en cambio, está regulada
positivamente por citocinas, estrés por cizallamiento y factores de crecimiento, y es la principal
fuente de formación de prostanoides en la inflamación y el cáncer. Sin embargo, esta distinción no
es absoluta; ambas enzimas pueden contribuir a la generación de prostanoides autorreguladores y
homeostáticos durante los procesos fisiológicos y fisiopatológicos. Con 61% de identidad de
aminoácidos, la COX-1 y la COX-2 tienen estructuras cristalinas notablemente similares. Ambas
isoformas se expresan como dímeros insertados homotípicamente en la membrana reticular
endoplásmica. A través de la actividad secuencial de COX y POX, ambas COX convierten acido
araquidónico a dos intermedios inestables que luego se convierten en prostanoides por sintasas,
expresadas de una manera relativamente específica de la célula. Por ejemplo, TxA2 derivado de
COX-1 es el producto dominante en plaquetas, mientras que PGE2 y TxA2 derivadas de COX-2
dominan en macrófagos activados. Los prostanoides se liberan de las células por difusión, aunque
puede facilitarse la transferencia por medio del transportador de proteínas asociadas a la
resistencia a múltiples fármacos.
PROSTANOIDES

Los prostanoides pertenecen al grupo de los eicosanoides, derivados hidroxilados de los ácidos
grasos poliinsaturados (AGPI) de 20 átomos de C; los AGPI precursores se restringen a la familia de
los ácidos grasos esenciales (AGE) w6 y w3. Los eicosanoides son sintetizados in-vivo por distintas
rutas metabólicas, algunos compuestos son formados por más de un mecanismo enzimático. Las
vías principales incluyen las mediadas por la:

- PGHS o Cicloxigenasa (COX), que genera a la Prostaglandina H (PGH), producto cíclico, precursor
de los prostanoides, formados por la cicloxigenación e hidroperoxidación secuencial del AGPI

- Lipoxigenasa (LOX), esta vía genera productos lineales, los iniciados por la acción de la enzima 5-
lipoxigenasa (5-LOX) se denominan de forma colectiva leucotrienos (LT) e incluyen a las
substancias de hipersensibilidad retardada, los cisteinil leucotrienos LTC4, LTD4 y LTE4,
sintetizados activamente durante la reacción de choque anafiláctico. Otros productos, como los
ácidos hidroperoxi e hidroxieicosatetraenoicos, son generados por la 12- o la 15-LOX mientras que
las lipoxinas, moléculas moduladoras negativas del proceso inflamatorio, aparecen por la acción
secuencial de más de una LOX.

- Epoxigenasa, esta vía genera productos mono-oxigenados formados por hidroxilación del AGPI
sobre el CH3-terminal, sobre el C-adyacente o a expensas de un doble enlace bajo la forma de
epóxidos catalizado por la citocromo P450. El factor hiperpolarizante derivado del endotelio
(EDHF), es uno de los productos generados por esta vía.
ANALGÉSICOS ANTIPIRÉTICOS ANITINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS (AINES/NSAID)
Los antiinflamatorios no esteroidales (NSAIDs o AINEs) se han convertido a nivel mundial en
uno de los medicamentos más utilizados para el manejo de dolor o inflamación.

Los NSAID se clasifican mecánicamente como NSAID no selectivos de isoforma, que inhiben la
COX-1 y la COX-2, y los NSAID selectivos de COX-2. Por lo general los NSAID son competitivos,
no competitivos o inhibidores reversibles combinados de las enzimas COX. El ácido
acetilsalicílico (ASA) es un inhibidor no competitivo e irreversible porque acetila las isozimas
en el canal de unión al AA. El acetaminofén, que es antipirético y analgésico pero en gran
parte desprovisto de actividad antiinflamatoria, actúa como un inhibidor reversible no
competitivo mediante la reducción del sitio de peróxido de las enzimas. La mayoría de los
NSAIDs son ácidos orgánicos con valores de pKa relativamente bajos. Como ácidos orgánicos,
los compuestos suelen absorberse bien por vía oral, se unen en alto grado a proteínas
plasmáticas, y son excretados por filtración glomerular o por secreción tubular. También se
acumulan en sitios de inflamación, donde el pH es más bajo, lo que puede confundir la
relación entre las concentraciones plasmáticas y la duración del efecto del fármaco. La
mayoría de los NSAID selectivos de COX-2 tienen un grupo lateral relativamente voluminoso,
que se alinea con una gran bolsa lateral el canal de unión AA de COX-2, pero dificulta su
orientación óptima en el canal de enlace más pequeño de COX-1. Ambos NSAID no selectivos
de isoforma y los NSAID selectivos de COX-2 en general son fármacos hidrofóbicos, una
característica que les permite acceder a la canal fóbico de unión a AA y da como resultado una
caraterística compartida con la farmacocinética. Nuevamente, el ácido acetilsalicílico y el
paracetamol son excepciones a esta regla

Mecanismo de acción

 Inhibición de la ciclooxigenasa

Los principales efectos terapéuticos de los NSAID derivan de su capacidad para inhibir la
producción de PG. La primera enzima en la ruta sintética de la PG es la COX, también
conocida como PG G/H sintasa. Esta enzima convierte AA en los intermediarios inestables
PGG2 y PGH2 y conduce a la producción de los prostanoides, TxA2 y una variedad de PG.
La COX-1, expresada constitutivamente en la mayoría de las células, es la fuente
dominante de prostanoides para funciones de mantenimiento, como la hemostasia. Por el
contrario, la COX-2, inducida por citocinas, tensión por cizallamiento y promotores
tumorales, es la fuente más importante de formación de prostanoides en la inflamación y
tal vez en el cáncer. Sin embargo, ambas enzimas contribuyen a la generación de
prostanoides autorreguladores y homeostáticos con funciones principales en la fisiología
normal. La indiscriminada inhibición de prostanoides inflamatorios y homeostáticos por
los NSAID explica mecánicamente la mayoría de las reacciones adversas a esta clase de
fármacos. Por ejemplo, la inhibición de las cuentas COX-1 en gran parte para eventos
adversos gástricos y sangrados que complican la terapia porque la COX-1 es la isoforma
citoprotectora dominante en las células epiteliales gástricas y forma TxA2 en plaquetas, lo
cual amplifica la activación plaquetaria y contrae los vasos sanguíneos en el sitio de la
lesión. Del mismo modo, los productos derivados de COX-2 juegan un papel importante la
regulación de la presión arterial y actúan como inhibidores endógenos de hemostasia. La
inhibición de la COX-2 puede causar o agravar la hipertensión y aumenta la probabilidad
de eventos trombóticos. Mientras que las enzimas COX funcionales son homodímeros de
secuencia, se configuran como heterodímeros conformacionales en los que una de las
funciones de monómeros como la subunidad catalítica con hemo unido y el otro sin hemo,
sirve como la subunidad alostérica. La mayoría de los NSAID inhiben las subunidades
catalíticas de COX-1 y COX-2. Sin embargo, la inhibición de COX-2 por naproxeno y
flurbiprofeno se produce principalmente en la subunidad alostérica.

 Inhibición irreversible de la ciclooxigenasa por el ácido acetilsalicílico

El ácido acetilsalicílico acetila covalentemente las subunidades catalísticas de los dímeros


de la COX-1 y de la COX-2, que inhiben irreversiblemente la actividad de la COX. Ésta es
una importante distinción de todos los demás NSAID porque la duración de los efectos del
ácido acetilsalicílico se relaciona con la tasa de rotación de COX en diferentes objetivos
histícos. La importancia del cambio enzimático en la recuperación de la acción del ácido
acetilsalicílico es más notable en las plaquetas, que, al ser anucleadas, tienen una limitada
capacidad para la síntesis de las proteínas. Por tanto, las consecuencias de la inhibición de
COX-1 de la plaqueta persisten durante la vida de la misma. La inhibición de la formación
de TxA2 dependiente de la COX-1 de la plaqueta es acumulativa con dosis repetidas de
ácido acetilsalicílico (apenas 30 mg/d) y toma 8-12 días (el tiempo de recambio
plaquetario) para recuperarse por completo una vez que se ha detenido la terapia. Es
importante destacar que incluso un grupo de plaquetas recuperado de forma parcial, sólo
unos días después de la última dosis de ácido acetilsalicílico puede permitir la
recuperación de la integridad hemostática suficiente para realizar algunos tipos de cirugía
electiva. Sin embargo, tal función parcial de las plaquetas también puede predisponer a
pacientes no cumplidores en dosis bajas de ácido acetilsalicílico para la terapia
antiplaquetaria a eventos trombóticos. La única sensibilidad de las plaquetas a la
inhibición por dosis bajas de ácido acetilsalicílico está relacionada con su inhibición
presistémica en la circulación portal antes de que el ácido acetilsalicílico sea desacetilada a
salicilato en el primer lugar a través del hígado. A diferencia del ácido acetilsalicílico, el
ácido salicílico no tiene capacidad de acetilación. Es un inhibidor reversible relativamente
débil de COX. Los derivados del ácido salicílico, así como el ácido, están disponibles para
uso clínico. Las COX se configuran de modo que el acceso al sitio activo del sustrato AA es
a través de un canal hidrófobo. El ácido acetilsalicílico acetila serina 529 de la COX-1,
ubicada en lo alto del canal hidrófobo. El residuo de acetilo voluminoso impide la unión de
AA al sitio activo de la enzima y por tanto impide la capacidad de la enzima para hacer PG.
El ácido aceltilsalicílico acetila una serina homóloga en la posición 516 en la COX-2. A pesar
de que la modificación covalente de la COX-2 por el ácido acetilsalicílico también bloquea
la actividad de la COX de esta isoforma, una propiedad interesante no compartida por
COX-1 es que COX-2 acetilado sintetiza 15(R)-HETE. Esto puede ser metabolizado, al
menos in vitro, mediante 5-LOX para producir epilipoxin-15 A4, que tiene propiedades
antiinflamatorias en sistemas modelos.
 Inhibición selectiva de la ciclooxigenasa 2

El uso crónico de los NSAID está limitado por su poca tolerancia GI. Los inhibidores
selectivos de COX-2 se desarrollaron para proporcionar una eficacia similar a los
tradicionales NSAID con mejor tolerancia GI. Seis de estos inhibidores de COX-2, los coxibs,
fueron aprobados inicialmente para uso clínico: celecoxib, rofecoxib, valdecoxib (aprobado
en Estados Unidos) y profármaco parecoxib, etoricoxib y lumiracoxib. La mayoría de los
coxibs han sido restringidos en su uso o retirado del mercado en vista de su perfil adverso
de riesgo cardiovascular. El celecoxib es actualmente el único inhibidor de COX-2. Algunos
compuestos más antiguos de NSAID como el diclofenaco, etodolaco, meloxicam y la
nimesulida, muestra la selectividad para la COX-2 que está cerca del celecoxib.

Efectos adversos
FISIOLOGÍA DE LOS OPIOIDES ENDÓGENOS.
El sistema opioide endógeno es un sistema innato para aliviar el dolor que se compone de neuronas
ampliamente dispersas que producen los opioides de manera natural. Los opioides que el sistema
opioide endógeno produce son betaendorfinas, metencefalinas, leuencefalinas y dinorfinas. El
sistema opioide endógeno constantemente está haciendo ajustes entre el dolor y la recompensa en
las áreas del cerebro. Las tres familias de receptores opioides son los receptores mu, delta y kappa,
que se expresan ampliamente en el cerebro. En 1973 se descubrieron en el cerebro humano estos
sitios de unión estereoespecíficos de alta afinidad para los medicamentos opioides. Estos tres
receptores principales están involucrados en la adicción, la modulación del dolor, la regulación de
la homeostasis iónica de la membrana, ciertos trastornos neurodegenerativos, la proliferación
celular, el control respiratorio y cardiovascular, la respuesta emocional, la obesidad, la alimentación,
los ataques epilépticos y la función inmune. Son receptores acoplados a proteínas G de localización
presináptica y postsináptica, que se clasifican en varios tipos fundamentales.

Receptores opioides.

• Receptor µ

- Se han descrito dos variantes de polimorfismo de un solo nucleótido (SNP] en seres humanos con
significado biológico.

- Abre los canales de potasio.

- Es responsable de muchos de los efectos adversos asociados al uso de opioides.

- Es la principal diana de los analgésicos opioides más utilizados.

• Receptor δ

- Comprende dos subtipos: δ1 y δ2 Y abre los canales de potasio.

- Está localizado fundamentalmente en la periferia y es el más abundante en la corteza cerebral.

• Receptor K

- Comprende tres subtipos: K1 K2 y K3.

- Cierra los canales de calcio.

- Produce disforia y por ello sus agonistas son menos adictógenos y contribuye a la analgesia espinal.

• Receptor NOP

- Se han descrito dos variantes de SNP en seres humanos con significado biológico. - Inhibe la
adenililciclasa. Abre los canales de potasio.
FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBIÓTICOS.
Bactericida.

La acción de algunos agentes, físicos o químicos sobre las bacterias pueden generar dos
posibilidades: Por un lado nos encontramos con los agentes físicos o químicos terminados en “cida”
que proviene del término del latín clásico “caedere” que significa matar, y en éste caso al llevar el
prefijo “bacter” de bacteria hace referencia a las sustancias capaces de acabar con éste tipo de
microorganismos, por tanto éste tipo de agentes son bactericidas.
Bacteriostáticos.
Por otro lado nos encontramos con productos bacteriostáticos, cuya denominación proviene
del prefijo “bacter” y la terminación derivada del griego “stasis” que significa detención, o que no
cambia porque está estático, por lo que los agentes químicos bacteriostáticos en medicina se utilizan
para reducir o detener el metabolismo bacteriano, inhibiendo el crecimiento de bacterias que
permanecen vivas, de tal modo que al suprimir el elemento bacteriostático por disolución o
neutralización, las bacterias se seguirán desarrollando.
 Agentes químicos
- Alcoholes: los más utilizados son etanol, isopropanol y fenol
- Fenoles: xileno, lisol, ortofenilfenol y cresol.
- Halógenos: bromuros, yoduros y cloruros, entre ellos el tan utilizado hipoclorito de
sodio.
- Detergentes aniónicos: entre los más efectivos están los compuestos con sales
cuaternarias de amonio.
- Aldehídos: entre los más utilizados están el glutaraldehído y la formalina.
- Óxido de etileno: para esterilizar materiales plásticos, es muy tóxico y deja residuos que
hay que eliminar posteriormente.

Espectro.

El espectro antimicrobiano de un antibiótico significa la variedad de microorganismos que puede


matar o inhibir. Los antibióticos se pueden dividir en antibióticos de amplio espectro, antibióticos
de espectro extendido y antibióticos de espectro estrecho según su espectro de actividad. En
detalle, los antibióticos de amplio espectro pueden matar o inhibir una amplia gama de
microorganismos; el antibiótico de espectro extendido puede matar o inhibir las bacterias Gram
positivas y algunas bacterias Gram negativas; Los antibióticos de espectro reducido solo pueden
matar o inhibir especies limitadas de bacterias.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA.
A) Penicilinas.

A pesar de la aparición de resistencia microbiana, en la actualidad las penicilinas son los fármacos
de elección para un gran número de enfermedades infecciosas. Las penicilinas consisten en un anillo
de tiazolidina (A) conectado a un anillo de lactama β (B) al cual está unida una cadena lateral (R). El
núcleo de la penicilina en sí mismo es el principal requisito estructural para la actividad biológica.
Se pueden agregar cadenas laterales que alteran la susceptibilidad de los compuestos resultantes a
las enzimas inactivadoras (betalactamasas) y que cambian la actividad antibacteriana y las
propiedades farmacológicas del medicamento.

Las penicilinas son una subclase de antibióticos llamados antibióticos beta-lactámicos


(antibióticos que contienen una estructura química llamada anillo beta-lactámico).
Los carbapenémicos, las cefalosporinas y los monobactémicos también son antibióticos
betalactámicos.
Las penicilinas se emplean para tratar infecciones causadas por bacterias grampositivas (como
las infecciones por estreptococos) y algunas bacterias gramnegativas (como las infecciones
meningocócicas).
Las penicilinas comprenden los antibióticos siguientes:

 Amoxicilina  Dicloxacilina  Penicilina V

 Ampicilina  Nafcilina  Piperacilina

 Carbenicilin  Oxacilina  Ticarcilina


a
 Penicilina G
La mayor parte de las bacterias tienen una cubierta externa (pared celular) que las protege. Al
igual que los otros antibióticos beta-lactámicos, las penicilinas impiden que las bacterias formen
esta pared celular, lo que provoca su muerte.

Algunas bacterias producen enzimas que pueden inactivar los antibióticos betalactámicos. En el
caso de infecciones causadas por estas bacterias, las penicilinas se administran junto con un
medicamento que puede inhibir estas enzimas, como clavulanato o sulbactam. Las combinaciones
más frecuentes son las siguientes:

 Ampicillin/sulbactam

 Amoxicilina/ácido clavulánico

 Piperacillin/tazobactam

 Ticarcillina más ácido clavulánico (clavulanato)

Algunas penicilinas se pueden administrar por vía oral (por ejemplo, amoxicilina y penicilina V) o
mediante inyección (por ejemplo, piperacilina). Otros (como la ampicilina) se pueden administrar
de ambas maneras.

Los alimentos no afectan a la absorción de la amoxicilina, pero la penicilina G se debe tomar 1


hora antes o 2 horas después de comer. La amoxicilina tiende a usarse con más frecuencia que la
ampicilina (tomada por vía oral) porque la primera se absorbe mejor en el torrente sanguíneo,
tiene menos efectos adversos gastrointestinales y puede administrarse con menor frecuencia.

B) Inhibidores Bectalactamicos

Los antimicrobianos betalactámicos aparecen como respuesta al incremento de resistencia


bacteriana, mediada por plásmidos que producen enzimas (betalactamasas), las cuales inactivan a
los antimicrobianos betalactámicos. Los inhibidores adquieren valor terapéutico sólo si se
combinan con otros betalactámicos: amoxicilina, ampicilina, ticarcilina y piperacilina para
recuperar su espectro original.

La experiencia clínica confirma que las combinaciones de betalactámicos-inhibidores de


betalactamasas son efectivas en el tratamiento empírico inicial de infecciones respiratorias,
intraabdominales, urinarias y ginecológicas, incluidas las de origen polimicrobiano.

Mecanismo de acción y espectro de los inhibidores de betalactamasa


Actualmente existen tres inhibidores de betalactamasa comercialmente disponibles: ácido
clavulánico (AC), sulbactam (SUL), y tazobactam (TAZ).
De los tres tipos de IBLs disponibles, sólo el SUL posee actividad antimicrobiana intrínseca sobre
las proteínas ligadoras de penicilina (PLP-2).
El mecanismo por el cual los IBLs ejercen su acción es similar en los tres tipos: se unen en forma
irreversible a la βl formando un complejo acil-enzima y actuando como
inhibidores “suicidas”, ya que en el proceso de unión a la enzima se autodestruyen.
Farmacocinetica
La absorción de amoxicilina administrada por vía oral es de alrededor del 80% y no es alterada por
los alimentos.
La concentración plasmática máxima se obtiene 1 a 2 horas después de la administración, y la vida
media en sujetos con función renal normal es de aproximadamente una hora. Presenta una unión
a las proteínas plasmáticas del orden del 20% y se difunde rápidamente a los tejidos corporales,
alcanzando concentraciones terapéuticas en el mucus bronquial, esputo, pleura, senos maxilares,
amígdalas, saliva, bilis, piel, peritoneo, ovarios, próstata, líquido sinovial, endometrio, miometrio,
hueso, tejidos blandos y líquido cefalorraquídeo en presencia de meninges inflamadas.
Se elimina bajo forma activa principalmente en la orina (70 a 80%) y en la bilis (5 a 10%). Atraviesa
la barrera placentaria y se excreta en la leche.

En cuanto al SUL, su administración por vía parenteral tiene una biodisponibilidad cercana al
100%; sin embargo, por vía oral su absorción gastrointestinal es incompleta. Por este motivo se ha
sintetizado una prodroga, el pivsulbactam, que actúa como transportador de la molécula. Una vez
que atraviesa la mucosa intestinal, el SUL es liberado a la sangre.
El SUL administrado por vía parenteral o por vía oral tiene una farmacocinética paralela a la de
amoxicilina, y su administración conjunta no provoca interferencia cinética de ninguno de los
fármacos. Los niveles plasmáticos máximos se alcanzan en los
mismos tiempos que la amoxicilina, y sus valores dependen también de la dosis. Su unión a las
proteínas es de aproximadamente un 40%, y su volumen de distribución
tisular es similar al de la amoxicilina. Se excreta casi totalmente por orina en forma inmodificada
(75-85%). La vida media de eliminación es de alrededor de 1 hora. La
eliminación se enlentece en caso de insuficiencia renal.
Al igual que la amoxicilina, atraviesa la barrera placentaria y está presente en la leche materna.

C) Cefalosporina

La mayoría de las Cefalosporinas disponibles son derivados semisintéticos de la cefalosporina C, un


compuesto con actividad antibacteriana producida por el hongo Cefalosporium.
En la práctica clínica, estos antibióticos se agrupan en cinco “generaciones” según su espectro de
actividad contra los bacilos gramnegativos aerobios y facultativos y las bacterias grampositivas:

 Primera generación: Deben ser empleadas para el tratamiento o la prevención de


infecciones por microorganismos gram-positivo y particularmente como profilácticos en
intervenciones quirúrgicas de colocación de prótesis óseas y osteo-articulares.
 Segunda generación: en comparación con los agentes de primera generación, las
cefalosporinas de segunda generación son menos activas contra los estafilococos. En
contraste tiene mayor actividad contra ciertos bacilos gramnegativos.
 Tercera generación: cubren enterobacterias poco habituales (Citrobacter, providencia) e
inhiben a las más comunes a concentraciones mucho más bajas.
En general, las C3G no tienen metabolitos activos, excepto la cefotaxima. Todos se excretan
por vía renal a excepción de la cefoperazona y la ceftriaxona cuya excreción es biliar; de allí
que en la mayoría de ellas debe regularse la dosis en insuficiencia renal y puede ser retiradas
en forma eficaz por hemodiálisis.
 Cuarta generación: La cefepima es la cefalosporina de cuarta generación actualmente
disponible. Tiene una mejor penetracion a traves de la membrana externa de las bacterias
gramnetagivas y una afinidad más baja que las cefalosporinas de tercera generación para
ciertas beta-lactamasas cromosómicas de bacilos gramnegativos.
 Quinta generación: la ceftarolina cuyo metabolismo activo tiene un espectro de actividad
in vitro similar a la ceftriaxona pero con una actividad grampositiva mejorada.

Farmacodinamia:
Muchas de las cefalosporinas parenteral disponibles tienen vida medicas sericas cortas
(generalmente una hora o menos) y deben administrarse cada cuatro horas cuando se tratan de
infecciones sistémicas graves en pacientes con funciones renales normales. Ciertos cefalosporinas
tienen suero semivida más larga y se pueden dosificar con menor frecuencia (por ejemplo,
cefacolina cada 8 horas y ceftriaxona cada 24h). Todas las cefalosporinas, excepto la ceftriaxona,
requieren una modificación de la dosis en presencia de insuficiencia renal grave.

Todas las cefalosporinas alcanzan niveles terapéuticos en los fluidos pleural, pericárdico, peritoneal
y sinovial, y en la orina. Las concentraciones biliares superan los niveles séricos (en ausencia de
obstrucción) y son particularmente altas para la cefazolina y la ceftriaxona.

Las cefalosporinas de primera y segunda generación (excepto la cefuroxima) penetran mal en la


barrera del líquido cefalorraquídeo (LCR) y no deben utilizarse para tratar infecciones del sistema
nervioso central. Las cefalosporinas de tercera generación alcanzan niveles de LCR mucho más
confiables en pacientes con irritación meníngea.

Se han notificado reacciones fatales debidas a los precipitados de calcio-ceftriaxona en los pulmones
y riñones de los neonatos. La Ceftriaxona no debe reconstituirse o mezclarse con productos
intravenosos que contengan calcio (por ejemplo, solución Ringer o Hartmann o nutrición
parenteral).

D) Carbapenemas

Los carbapenémicos son los antibióticos β-lactámicos dotados de mayor espectro, actividad y
resistencia a las β-lactamasas.
Poseen un amplio espectro de actividad y son altamente potentes contra bacterias Gram negativas
y Gram positivas. Estas cualidades hacen que los carbapenémicos
sean imprescindibles en el tratamiento empírico donde se sospecha de un patógeno
multirresistente, en la monoterapia de numerosas infecciones nosocomiales graves (incluso
algunas de origen comunitario) y en la terapia dirigida contra las infecciones producidas por
bacterias gram negativas multirresistentes o productoras de β-lactamasas de amplio espectro y
espectro extendido.

Mecanismo de acción
Los carbapenémicos al igual que los demás β-lactámicos muestran una elevada afinidad por las
diferentes enzimas que participan en el ensamblaje del peptidoglucano, estructura esencial en la
pared celular de las bacterias. Estas enzimas se denominan como PBPs (penicillin binding protein)
y según su función se clasifican en transglicosilasas, transpeptidasas y carboxipeptidasas. Cada
antibiótico β-lactámico presenta una afinidad diferente por cada PBP. Se conoce que en bacterias
Gram negativas los carbapenémicos muestran una elevada afinidad por PBPs de alto peso
molecular y la diferencia de esta afinidad es lo que determina la capacidad antimicrobiana de cada
carbapenémico. Para que el carbapenémico pueda ejercer su función debe llegar a su sitio blanco.
En el caso de las bacterias gram positivas las cuales no presentan membrana externa es fácil. Sin
embargo, en las bacterias gram negativas debe primero atravesar la membrana externa a través
de porinas inespecíficas denominadas OMPs (outer membrane protein). Una vez en el sitio son
capaces de inhibir la síntesis de la pared celular durante la transpeptidación, ya que al unirse a
residuos de serina que forman parte de las PBPs impiden que la pared bacteriana se ensamble
adecuadamente dando como
resultado el debilitamiento de ésta y en última instancia la lisis de la célula bacteriana. Su
capacidad antimicrobiana depende de la estructura y tiempo de acción de cada carbapenémico.

Metabolismo y farmacocinética
Los carbapenémicos son medicamentos que no se absorben por vía oral, por lo que deben ser
administrados parenteralmente.
Su unión a proteínas plasmáticas es débil en el caso del Imipenem y Meropenem y fuerte con el
Doripenem y Ertapenem. Tienen buena distribución corporal, sobre
todo a nivel del Sistema Nervioso Central, Peritoneo y Riñón. Se excretan principalmente por la
orina y poco por la bilis y heces fecales, de ahí su pobre efecto
sobre la flora intestinal.
Su vida media varía desde una hora para el Imipenem hasta 24 horas para
el Ertapenem. Como para el resto de los β-lactámicos, su acción es dependiente del tiempo de
permanencia por encima de la concentración mínima inhibitoria, pero a diferencia de otros
poseen un efecto post-antibiótico prolongado frente a bacilos gram negativos, lo que determina
que el intervalo entre dosis sea de seis
a ocho horas, mucho más largo que su vida media.

Efectos adversos
Las reacciones adversas más habituales son náuseas, cefaleas, diarrea, vómitos, flebitis, exantema
y prurito. La toxicidad neurológica, aunque rara, es más frecuente tras la administración de
Imipenem/Cilastatina. En el caso del Doripenem otros efectos adversos comunicados durante la
fase de post comercialización son Necrólisis Epidérmica Tóxica y Síndrome de Steven-Johnson.
Se excretan por la leche materna, por lo que se aconseja suspender la lactancia cuando se precise
su uso clínico.

E) Tetraciclinas

Las tetraciclinas libres son sustancias anfóteras cristalinas de baja solubilidad. Están disponibles
como hidrocloruros, que son más solubles. Tales soluciones son ácidas y bastante estables. La
tigeciclina es una glicilciclina y un derivado semisintético de la minociclina.

Las tetraciclinas son antibióticos naturales o sernisintéticos, derivado s de diferentes especies de


Streptomyces. Introducidas en la práctica clínica en 1948, poseen actividad frente a un amplio
abanico de bacterias. La tetraciclina está considerada por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) coino un 1nedicamento esencial.

Las tetraciclinas son antibióticos con un amplio espectro de actividad frente a diversos grupos de
bacterias aerobias y anaerobias, que incluyen rickettsias, clamidias, micoplasmas, espiroquetas,
micobacterias e incluso algunos protozoos.

Farmacocinética y farmacodinamia
Las tetraciclinas se administran fundamentalmente por vía oral, aunque algunas se pueden
administrar por vía intravenosa. La absorción en el tubo digestivo se produce en el estómago y en
el intestino delgado. En el caso de la doxiciclina y la ninociclina, la absorción puede alcanzar el 90-
100 % de la dosis administrada, con independencia de que se tomen, o no, junto con el alimento.
La administración con preparados que contengan hierro puede disminuir su absorción en el tubo
digestivo de manera significativa. La administración con leche o con preparados que contengan
magnesio, calcio, bismuto o aluminio puede disminuir ligeramente su absorción.

Las concentraciones máximas alcanzadas son directamente proporcionales a la dosis administrada.


El volumen de distribución oscila entre 0,7 1/kg para la doxiciclina y 1,7 l/kg para la
demeclociclina. La unión a proteínas depende del tipo de tetraciclina: 60-95 % para la doxicilina,
55-75 % para la n1inociclina y 20-65 % para la tetraciclina. Al tratarse de fármacos muy lipófilos,
difunden ampliamente en los tejidos. En el caso del LCR se pueden alcanzar concentraciones que
oscilan entre el 10 y el 26 % de los niveles sé ricos. En el esputo se alcanzan concentraciones del 8-
20 % de las concentraciones séricas. Su difusión al folículo piloso y al sudor es muy buena, por lo
que son una buena opción para el tratamiento del acné. Se acumulan en tejidos como los dientes.
Son capaces de pasar la barrera fetoplacentaria y se pueden excretar en alcas concentraciones en
la leche materna.

Las tetraciclinas se diferencian en eres grupos según su semivida:

 Clorretraciclina, oxitetraciclina y tetraciclina tienen una senmivida corra (5-9 horas).


 Demeclociclina, limeciclina y metaciclina presentan una semi vida intermedia (10- 14
horas).
 Doxiciclina y minociclina son las de semivida más larga (16-18 horas).

Todos los antibióticos de este grupo se eliminan sin metabolizar a través de la vía biliar y de la
orina, excepto la tetraciclina, que presenta metabolismo hepático.

La concentración urinaria es variable: de sólo 6 % en el caso de la minociclina, 18 % para la


clortetraciclina y 42 % para doxiciclina. En el caso de la rerraciclina alcanza el 60 %.

Las tetraciclinas presentan un patrón de actividad tiempo -dependiente: su eficacia depende del
tiempo durante el cual la concentración del antibiótico es superior a la CMI para ese ar1tibiótico
de la bacteria que se quiere tratar. Aunque hay algunas tetraciclinas que presentan un
comportamiento diferente: la doxiciclina se comporta como tiempo dependiente en
concentraciones bajas, pero su actividad depende de la máxima concentración alcanzada cuando
llega a altas concentraciones. Por su mecanismo de acción, mediado por la inhibición de la síntesis
de proteínas, las tetraciclinas son antibióticos que presentan un efecto postantibiótico prolongado
(es decir, su efecto antibacteriano se mantiene en el tiempo, aun cuando los niveles del fármaco
son subterapéuticos, dado que el efecto sobre los ribosomas para impedir la síntesis proteica se
mantiene de manera prolongada).

F) Aminoglucósidos

Son antibióticos bactericidas cuyos principales representantes son gentamicina, tobran1icina y


amikacina. Se utilizan habitualrnente en combinación para el trata1niento de las infecciones
graves por bacilos gramnegarivos aerobios. En ocasiones se emplean también para el tratamienro
de infecciones por algunos microorganismos grainpositivos (principalmente estafilococos y
enterococos). Algunos aminoglucósidos tienen actividad frente a protozoos (paromomicina),
gonococo (espectinomicina) y ciertas micobacterias (robranlicina, estreptornicina y amikacina). Su
uso parenteral junto con su frecuente toxicidad son limitaciones para su uso clínico.

Los aminoglucósidos incluyen estreptomicina, neomicina, kanamicina, amikacina, gentamicina,


tobramicina, sisomicina, netilmicina y otros.

Farmacocinética y farmacodinamia

Absorción:

Los aminoglucósidos se absorben fácilmente tras la administración por vía intramuscular. En


cambio, la absorción es mínima tras la administración por vías inhalatoria, oral (salvo en los
pacientes con procesos inflamatorios intestinales) y cutánea (excepto en los pacientes con
quemaduras o úlceras extensas).

Distribución:

Los aminoglucósidos se unen en escasa proporción (5-30 %) a las proteínas plasmáticas. El


volumen de distribución en adtultos es de 0,2-0,4 1/kg y aumenta en pacientes con ascitis,
grandes quemados, fibrosis quística o embarazadas.

Los aminoglucósidos alcanzan concentraciones en orina que oscilan entre el 25 y el 100 % de las
concentraciones plasmáticas. La administración por vía inhalatoria consigue mayores
concentraciones en las secreciones bronquiales que la administración parenteral, por lo que suele
emplearse en los pacientes con fibrosis quística. Atraviesan con dificultad la barrera
hematoencefálica en el adulto, incluso en presencia de inflamación n1eníngea, por lo que se debe
recurrir a la administración intratecal o intraventricular si es imprescindible el uso de un
aminoglucósido. Sin embargo, e11 el recién nacido el acceso al líquido cefalorraquídeo (LCR) es
mejor y puede ser suficiente la administración intravenosa para tratar meningitis por bacterias
gramnegativas.

Eliminación:

El 99% del fármaco se elimina en la orina sin modificaciones por filtración glomerular, alcanzando
concentraciones urinarias muy superiores a las plasmáticas. La semivida oscila entre 1,5 y 3,5
horas en adultos con función renal dentro de la nomalidad. La eliminación plasmática de los
aminoglucósidos es un proceso trifásico.

Vía de administración:

Las vías de administración habituales de los aminoglucósidos son la intramuscular y la intravenosa.


La pauta de administración tradicional de los an1inoglucósidos es la de dividir la dosis diaria total
en 2 o 3 dosis iguales que se administran cada 8-12 horas. En los pacientes con insuficiencia renal
es necesario reducir la dosis y/o au1nentar el intervalo entre dosis, así como monitorizar los
niveles plasmáticos.
Monitorización de niveles plasmáticos:

La monitorización de los niveles plasmáticos de aminoglucósidos es útil, ya que si las


concentraciones plasmáticas mínimas (concentraciones valle) son alcas, aume11ta el riesgo de
ototoxicidad y nefrotoxicidad.

G) Quinolonas

Las quinolonas clínicamente relevantes son análogos sintéticos fluorados del ácido nalidíxico. Son
activos contra una variedad de bacterias grampositivas y gramnegativas.

Mecanismo de acción

Las quinolonas son bactericidas. Penetran en la bacteria a través de las porinas y, una vez dentro
de la célula bacteriana. Actúan sobre la enzima ADN-girasa, una topoisomerasa tipo 11. Al inhibir
esta enzima. Afectan el normal funcionamiento del ADN bacteriano e impiden la reparación de las
incisiones que normalmente se producen en el ADN para controlar su enrollamiento. Para que se
produzca la muerte bacteriana, es necesario que actúen exonucleasas inducibles sobre las roturas
del ADN provocadas por las quinolonas.

Farmacocinética y farmacodinamia

Después de la administración oral, las fluoroquinolonas se absorben bien (biodisponibilidad de 80-


95%) y se distribuyen ampliamente en fluidos y tejidos corporales.

Las semividas en suero varían de 3 a 10 horas. Las semividas relativamente largas de levofloxacina,
gemifloxacina y moxifloxacina permiten una dosificación de una vez al día. La absorción oral se ve
afectada por cationes divalentes y trivalentes, incluidos los de los antiacidos. Por tanto, las
fluoroquinolonas orales deben tomarse 2 horas antes o 4 horas después de cualquier producto
que contenga estos cationes. Las concentraciones séricas de fármaco administrado por vía
intravenosa son similares a las del fármaco administrado por vía oral.

La mayoría de las fluoroquinolonas, siendo la moxifloxacina una exepción importante, se eliminan


por mecanismos renales, ya sea secreción tubular o filtración glomerular. Se requiere un ajuste de
dosis en pacientes con aclaramiento de creatinina menor a 50 mL/min, el ajuste exacto depende
del grado de insuficiencia renal y de la fluoroquinolona específica que se esté usando. El ajuste de
la dosis para la insuficiencia renal no es necesario para la moxifloxacina ya que se metaboliza en el
hígado; debe usarse con precaución en pacientes con insuficiencia hepática.

Efectos adversos:

El ácido nalidíxico puede causar náuseas, vómitos y dolor abdominal y una amplia variedad de
efectos centrales, como alteraciones visuales, excitación, depresión, confusión, alucinaciones,
cefaleas, vértigos, somnolencia y, en ocasiones, convulsiones y psicosis tóxicas. Los cuadros
convulsivos pueden asociarse a hiperglucemia y glucosuria y similar una cetosis diabética, pero sin
elevación de cuerpos cetónicos plasmáticos.

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