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pero sí fundamental para su educación, tanto para su vida diaria como para la escolar,
¿cómo podemos hacerlo?.
➔¡Es aburrido! Esperar es aburrido, para que vamos a negarlo. Seguro que no te gusta
esperar en la cola del banco o en medio de un atasco. A tu hijo tampoco le gusta.
Los objetivos de las estrategias de espera:
Las estrategias que enumero a continuación se pueden implementar tanto en casa como
en la escuela.
3.Elogia sus éxitos cuando espere pacientemente Esperar pacientemente será más
probable que suceda en el futuro si ha recompensado los éxitos de su hijo con elogios.
Dale a tu hijo cierto control sobre el tiempo de espera. Hay algunas situaciones en las
que le doy a mi hijo cierto control sobre su tiempo de espera. Cuando dice “me está
entrando hambre” (pero es demasiado tarde para tomar un tentempié y demasiado
temprano para empezar a cenar), puedo decirle: “¿Qué tal si esperamos 10 o 15 minutos
para empezar a preparar la pasta? Obviamente, elegirá 10, y luego diré «¿Le gustaría
poner en marcha el temporizador para 10 minutos y luego comenzaremos a trabajar?»
Encuentro que pedirle que configure los temporizadores funciona muy bien para él. Le da
cierto control sobre su tiempo de espera.
Establece un código o señal que comunique “Te escucho. estaré contigo en breve”
Cuando estás hablando con alguien y tu hijo tiende a interrumpir para llamar tu atención
puedes desarrollar un “código” para “Te escucho. estaré contigo en breve”
Esto puede ser tan simple como apretar suavemente su mano y luego terminar lo que
estabas diciendo. Es posible que al principio debas dar una respuesta / atención con
cierta prontitud (para enseñarle al niño que esto realmente funciona) y e incrementar el
tiempo de espera en el futuro progresivamente.
Dar el ejemplo: los niños reproducen lo que ven, por esta razón es importante mantener
la calma frente a ellos en situaciones que resultan frustrantes en cualquier momento. Por
ejemplo cuando conduces.
Dialogar y razonar: comentarle al niño las decisiones, explicarle por qué debemos
esperar ante determinadas situaciones, como por ejemplo cuando vamos al médico.
También es importante enseñarle que no interrumpir conversaciones, es una norma de
educación y sobre todo las normas de clase, empatía y compañerismo, ya que todos
quieren contestar al profesor y resolver dudas etc.
Cumplir promesas: debemos cumplir las cosas que le ofrecemos al niño (a), como por
ejemplo, si le decimos que lo vamos a atender en cinco minutos o qué vamos a hacer
alguna actividad con él o que lo vamos a llevar a algún lado. Darle ejemplos concretos
para marcar plazos, como “después de que termines las tareas o de recoger tus
juguetes”, “ cuando acabe de hablar tu compañero sera tu turno” “cuando termine de
explicarle a Juan voy a ayudarte a ti”….
A través del juego: con juegos de mesa también podemos enseñarle a los niños a tener
paciencia, como por ejemplo el “Jenga”, juego en el cual le enseñamos a esperar su
turno, el parchís, la oca, cartas, domino…. Juegos de mesa, donde hay que guardar turno.
El juego del 'escondite inglés', donde uno cuenta de espaldas mientras dice 'un, dos, tres,
el escondite inglés, sin mover las manos ni los pies', al girarse, todos los niños han de
estar quietos como estatuas, si el que cuenta detecta que alguno se ha movido, queda
eliminado. El primero que llegue a la posición del que está contando, gana.
Cuando pida algo, espera unos minutos para dárselo, este pequeño intervalo de tiempo
le hará ganar paciencia.
Nunca hay que gritar a un niño en pleno berrinche. De esa manera, los
todos.
No utilizar los castigos como primera opción: el hecho de emplear el castigo de
Quizás llegue a obedecer, pero por miedo y no por comprensión. Pero, de esta
No perder el control: es verdad que en ocasiones hay que llevar la paciencia al
cuando lo que se está haciendo es exactamente eso. Pues los niños imitan a sus
modelos de referencia y aprenden más por lo que ven que por lo que se les
dice.