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Enseñar a nuestros hijos a esperar su turno, a ser pacientes, a no interrumpir, no es fácil,

pero sí fundamental para su educación, tanto para su vida diaria como para la escolar,
¿cómo podemos hacerlo?.

La Paciencia es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y


dificultades para conseguir el bien. Es la calma o tranquilidad para esperar. ¿Por qué es
tan difícil esperar para los niños? Estas son algunas de las razones por las que a
los niños les cuesta esperar:
(No tenemos que olvidar que en el caso de Martín partimos del diagnóstico de TDAH con
impulsividad.)

➔La gratificación instantánea triunfa sobre la espera Seamos sinceros. ¿Quién


querría esperar si puede obtener lo que quiera en el acto? Las habilidades de espera se
aprenden durante la infancia, ya que guiamos a nuestros hijos a través de la necesidad de
esperar para acceder a las cosas que quieren. A veces porque el tiempo es un requisito
(no puede tener un poco de bizcocho hasta que esté horneado). A veces porque tenemos
que cumplir con ciertas reglas (tienes que esperar hasta que termines de cenar para tener
tu postre)

➔El tiempo es un concepto difícil de comprender Se necesita tiempo para entender el


tiempo. Es un concepto abstracto.

➔Aún no entienden las reglas o convenciones sociales (especialmente en niños más


pequeños o niños con necesidades especiales) A veces necesitamos esperar porque hay
reglas sociales que indican que es lo correcto. Pero para algunos niños, estas reglas no
son tan obvias. ¿Por qué no puedo levantarme de la mesa si ya he terminado de comer?
¿Por qué tenemos que esperar en la fila?

➔Problemas de impulsividad y más ante un TDAH

➔¡Es aburrido! Esperar es aburrido, para que vamos a negarlo. Seguro que no te gusta
esperar en la cola del banco o en medio de un atasco. A tu hijo tampoco le gusta.
Los objetivos de las estrategias de espera:

✔Aprender habilidades de espera

✔Aumentar la tolerancia al tiempo de espera

Las estrategias que enumero a continuación se pueden implementar tanto en casa como
en la escuela.

Cada niño es un mundo en sí mismo. Explora estas sugerencias, pruebalas y decide


cuáles funcionarían mejor con tus hijos o estudiantes.

Consejos generales para enseñar a los niños a esperar con paciencia

1.Busca situaciones en las que podáis practicar habilidades de espera.


Estas estrategias son excelentes, pero serán un poco más fáciles de implementar si las
practica y se familiariza con ellas cuando no tenga una necesidad real de que tu
hijo/estudiante espere pacientemente. Ejemplo de recrear situaciones con muñecos role
playing de situaciones de espera..

2.En una siguiente fase, traslada la práctica a situaciones de espera en el entorno


natural (en situaciones o lugares donde tenga de esperar en el futuro, ejemplo cola de un
supermercado, juegos de mesa por turnos...)

3.Elogia sus éxitos cuando espere pacientemente Esperar pacientemente será más
probable que suceda en el futuro si ha recompensado los éxitos de su hijo con elogios.

4.Explica por qué necesitamos esperar en diferentes situaciones (dos personas


hablando, esperando que todos terminen de cenar, esperar su turno a que le atienda la
profesora…)

5.Establece en qué situaciones está bien interrumpir una conversación (“Necesito ir


al baño, YA”, “Me siento mal”, “Me ha picado una abeja”) y de que manera hacerlo.

Estrategias para Aprender a Esperar

Temporizadores visuales Problema: Como mencionamos anteriormente, el tiempo es un


concepto abstracto Solución: al introducir temporizadores visuales, está transformando
ese concepto abstracto en algo tangible que su hijo puede controlar. Hay muchas
opciones: cronómetros, temporizadores, temporizadores líquidos. Algunos niños pueden
disfrutar viendo los números descender en un cronómetro digital. Otros pueden
encontrarlo demasiado aburrido y pueden preferir el efecto visual de la arena fina que
fluye por un reloj de arena, o el aceite colorido en un temporizador de movimiento líquido.

Dale a tu hijo cierto control sobre el tiempo de espera. Hay algunas situaciones en las
que le doy a mi hijo cierto control sobre su tiempo de espera. Cuando dice “me está
entrando hambre” (pero es demasiado tarde para tomar un tentempié y demasiado
temprano para empezar a cenar), puedo decirle: “¿Qué tal si esperamos 10 o 15 minutos
para empezar a preparar la pasta? Obviamente, elegirá 10, y luego diré «¿Le gustaría
poner en marcha el temporizador para 10 minutos y luego comenzaremos a trabajar?»
Encuentro que pedirle que configure los temporizadores funciona muy bien para él. Le da
cierto control sobre su tiempo de espera.

Establece un código o señal que comunique “Te escucho. estaré contigo en breve”
Cuando estás hablando con alguien y tu hijo tiende a interrumpir para llamar tu atención
puedes desarrollar un “código” para “Te escucho. estaré contigo en breve”
Esto puede ser tan simple como apretar suavemente su mano y luego terminar lo que
estabas diciendo. Es posible que al principio debas dar una respuesta / atención con
cierta prontitud (para enseñarle al niño que esto realmente funciona) y e incrementar el
tiempo de espera en el futuro progresivamente.

Distracciones / Actividades de espera / Juegos de espera A veces no hay más


remedio que esperar. Estamos en un viaje por carretera, estamos esperando que nos
sirvan el almuerzo en un restaurante. Tener una variedad de juegos que puedan jugar
solos y en familia puede ser extremadamente útil para el tiempo de espera.

Dar el ejemplo: los niños reproducen lo que ven, por esta razón es importante mantener
la calma frente a ellos en situaciones que resultan frustrantes en cualquier momento. Por
ejemplo cuando conduces.

Tolerancia frente a comportamientos inadecuados del niño: mantener la calma frente


a los berrinches o rabietas del niño. Una vez que el niño se haya calmado, hablar con él
de manera cálida sobre lo sucedido.
Manejar los tiempos: según la edad del niño, anticipar las actividades con uno o dos
días de anticipación. También se puede trabajar los tiempos utilizando un reloj de arena o
canciones. Por ejemplo se le puede decir al niño(a), “cuando suene el reloj de la cocina
sales del baño, lo he puesto en cinco minutos”. También se puede adoptar rutinas.

Dialogar y razonar: comentarle al niño las decisiones, explicarle por qué debemos
esperar ante determinadas situaciones, como por ejemplo cuando vamos al médico.
También es importante enseñarle que no interrumpir conversaciones, es una norma de
educación y sobre todo las normas de clase, empatía y compañerismo, ya que todos
quieren contestar al profesor y resolver dudas etc.

Cumplir promesas: debemos cumplir las cosas que le ofrecemos al niño (a), como por
ejemplo, si le decimos que lo vamos a atender en cinco minutos o qué vamos a hacer
alguna actividad con él o que lo vamos a llevar a algún lado. Darle ejemplos concretos
para marcar plazos, como “después de que termines las tareas o de recoger tus
juguetes”, “ cuando acabe de hablar tu compañero sera tu turno” “cuando termine de
explicarle a Juan voy a ayudarte a ti”….

Realizar juegos o actividades: para fomentar la paciencia, como rompecabezas, jugar a


las adivinanzas, pinturas para colorear, cuentos, etc., en lugares donde le cuesta esperar,
como por ejemplo cuando esperamos en una cita médica.

A través del juego: con juegos de mesa también podemos enseñarle a los niños a tener
paciencia, como por ejemplo el “Jenga”, juego en el cual le enseñamos a esperar su
turno, el parchís, la oca, cartas, domino…. Juegos de mesa, donde hay que guardar turno.

El juego del 'escondite inglés', donde uno cuenta de espaldas mientras dice 'un, dos, tres,
el escondite inglés, sin mover las manos ni los pies', al girarse, todos los niños han de
estar quietos como estatuas, si el que cuenta detecta que alguno se ha movido, queda
eliminado. El primero que llegue a la posición del que está contando, gana.

La práctica de deportes de equipo es muy beneficiosa, les ayuda a sentirse parte de un


grupo, con una función específica que tendrá que poner en práctica en un momento
determinado.
No hay mejor educación y forma de aprender que el ejemplo, si nosotros
interrumpimos a otras personas para contar nuestra historia o no dejamos que nuestros
hijos terminen sus relatos, les será difícil comprender que ellos mismos sí han de ser
pacientes.

Cuando pida algo, espera unos minutos para dárselo, este pequeño intervalo de tiempo
le hará ganar paciencia.

No pares cualquier momento y situación para atenderle, sobre todo si su interrupción


no está justificada y explícale con cariño que ha de esperar y que le atenderás cuando
hayas terminado.

Por otro lado, para encauzar el enfado:

Nunca hay que gritar a un niño en pleno berrinche. De esa manera, los

niveles de agresividad y violencia podrían aumentar de forma perjudicial para

todos.

No utilizar los castigos como primera opción: el hecho de emplear el castigo de

manera automática y autoritaria, hace que el niño no comprenda la situación.

Quizás llegue a obedecer, pero por miedo y no por comprensión. Pero, de esta

manera, no aprenden a gestionar las propias emociones.

No perder el control: es verdad que en ocasiones hay que llevar la paciencia al

límite. Pero es importante mostrarse seguros y firmes en todo

momento, dialogando y explicando la situación adecuadamente.

No trasmitir dobles mensajes: es decir, no decirles cosas como,“¡deja de gritar!”,

cuando lo que se está haciendo es exactamente eso. Pues los niños imitan a sus

modelos de referencia y aprenden más por lo que ven que por lo que se les

dice.

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