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PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD: ACCIÓN U OMISIÓN ILÍCITA, DAÑO,

RELACIÓN DE CAUSALIDAD ENTRE LA ACCIÓN U OMISIÓN Y EL DAÑO


PRODUCIDO Y CULPABILIDAD.

1. ACCIÓN U OMISIÓN

371. Responsabilidad por hecho propio.

El art. 1.902 CC. imputa la responsabilidad a quien «por acción u omisión» causa daño a otro. De
«actos u omisiones» hablan también los arts. 1.089 y 1.903 CC. La acción u omisión por la que
se responde puede ser propia o «de aquellas personas de quienes se debe responder» (art. 1.903
CC.). A la primera, que da lugar a la llamada «responsabilidad por hecho propio» me refiero en
este Capítulo. A la segunda, llamada «responsabilidad por hecho ajeno», en el Capítulo 29.

El art. 1902 CC. exige un comportamiento humano, positivo o negativo. La responsabilidad, por
tanto, puede derivar no sólo de una conducta activa, sino también de una abstención, de un no
hacer (no proporcionar elementos de protección, no encender las luces, no informar). En este
último caso, la apreciación de los demás presupuestos de la responsabilidad, en particular, la culpa
y la relación de causalidad, ofrece rasgos propios, pues sólo cuan- do haya seguridad de que el
daño no se hubiera producido de haber actuado quien tenía el deber de hacerlo podrá deducirse la
obligación de indemnizar los daños sobrevenidos.

El desarrollo tecnológico e industrial ha traído consigo la multiplicación de actividades que


entrañan riesgos de producción de daños para terceros. En estos ámbitos no siempre es fácil
individualizar una acción o una omisión a la que atribuir el daño, pues se trata de actividades
complejas, en cuyo ejercicio intervienen una pluralidad de personas y la suma de un conjunto de
acciones concretas. Así, por ejemplo, en la fabricación y comercialización de un pro- ducto
defectuoso no es fácil individualizar al operario que cometió un fallo en la cadena de producción.
Algo parecido puede suceder en la prestación de asistencia sanitaria en un gran hospital o en el
ejercicio de actividades industriales que contaminan.

Por ello, la propia noción de acción u omisión ha experimentado una transformación a los efectos
de la responsabilidad. En ocasiones, basta la existencia de una acción u omisión que pueda
reconducirse con arreglo a criterios sociales a la esfera de actividad de un sujeto para imputar a
su autor la obligación de soportar las consecuencias del daño. Así, por ejemplo, al resultar difícil
determinar en la actividad del fabricante la acción u omisión en concreto a la que se debe la
defectuosidad del producto, la atención es centra en la comercialización del producto defectuoso:
es esta la acción que ha causado el daño, ya que la conducta anterior a la inmisión en el mercado
no ofrece ninguna potencialidad dañosa para el consumidor o usuario.

372. Capacidad: menores e incapaces.

Para poder ser declarado responsable civil, ¿es necesario tener determinada capacidad? ¿En qué
medida influye que el autor de la conducta dañosa sea menor de edad o tenga limitada su
capacidad de obrar?

El art. 1.902 CC. no establece como presupuesto de imputación de la responsabilidad el de la


capacidad del agente. Habitualmente se ha entendido sin embargo que era así porque el propio
Código, en el art. 1.903, establece la responsabilidad de los padres y tutores por los daños
derivados de los actos cometidos por los menores o incapacitados que se encuentren bajo su
guarda o que estén bajo su autoridad [$$ 400 y ss.]. La pregunta que se plantea es si la
responsabilidad de las personas a las que incumbe la guarda legal excluye la de los propios
menores o incapacitados y, en su caso, quién responde de los daños ocasionados por los incapaces
de hecho, que carecen de guardador legal.

A) La «imputabilidad civil». Entiendo, con la doctrina más reciente, que el enfoque correcto de
este problema debe partir del concepto de la «imputabilidad civil», es decir, de analizar en cada
caso si el autor del daño tiene con- ciencia y voluntad, madurez de juicio suficiente como para
conocer el significado de lo que es causar daño. Se trata de un dato de hecho que debe valorar el
juez. Si la respuesta es positiva, el autor debe responder de los daños con su propio patrimonio,
con independencia de su edad y del dato de la incapacitación, y sin perjuicio de la responsabilidad,
en su caso, de sus padres o tutores.

C) Responsabilidad civil derivada de delito. En este ámbito, como acabo de apuntar, debe
distinguirse según se trate de menores o incapaces, pero su exposición se hace en el Capítulo 29
[§$ 403, B], al tratar de la responsabilidad por hecho ajeno.

373. Personas jurídicas

A) Capacidad de acción. A diferencia de lo que sucede en el ámbito de la responsabilidad criminal,


donde sólo se reconoce capacidad de acción a las personas físicas, no existe ningún inconveniente
en imputar la obligación de indemnizar (que es, en definitiva, la esencia de la responsabilidad
civil) a las personas jurídicas. La persona jurídica responderá con su propio patrimonio cuando
haya actuado a través de sus órganos. Paulatinamente, la responsabilidad penal de las personas
jurídicas también se ha ido admitiendo cuando los representantes legales o administradores
comentan delitos en nombre o por cuenta de las mismas (art. 31 bis CP., introducido por LO.
5/2010, de 2 de junio), lo que también produce consecuencias en el ámbito de la responsabilidad
civil derivada de delito.

B) Aplicación del art. 1.902 CC. Son muchas las decisiones jurisprudenciales que aplican el art.
1.902 CC. a personas jurídicas atribuyéndoles directamente una culpa in omitiendo, por la
negligencia al no adoptar las medidas necesarias para evitar el daño (entre otras muchas, Ss. 19
febrero 1985, 23 enero 1986, 15 marzo 1989, 9 junio 1989). Expresamente, las Ss. 2 junio 1992
y 10 marzo 1994 consideran que el art. 1.902 «es directamente aplicable alas personas
jurídicas...cualquiera que sea la persona singular a través de la cual actúen encomendándole el
trabajo sin asegurarse de los riesgos que efectivamente puedan surgir».

C) Responsabilidad derivada de delito. En algunos de los apartados el art 120 CP. 1995
(responsabilidad penal subsidiaria) se menciona a las personas jurídicas como posibles
responsables civiles: en cuanto que pueden ser titulares de medios de comunicación (120.2o), de
establecimientos (art. 120.3o); estar dedicadas a cualquier género de industria o comercio (art.
120.4%) o ser titulares de vehículos susceptibles de crear riesgos para terceros (art. 120.5o).

D) Aplicación del art. 1.903 CC. Es frecuente en la práctica la condena a personas jurídicas al
amparo del art. 1.903 CC (responsabilidad por hecho ajeno, v Capítulo 29) por los actos cometidos
por sus empleados y en cuanto titulares de actividades industriales o explotaciones empresariales
(art. 1.903.IV CC.).

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