Está en la página 1de 42

Ana María Campos

y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la
Batalla Naval del Lago de Maracaibo
,

Carolina Granadillo

FONDO EDITORIAL

Colección Bicentenaria
Ana María Campos
y Domitila Flores

Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval


del Lago de Maracaibo
Este libro es producto de investigación desarrollado por su autor. Fue arbitrado
bajo el sistema doble ciego por expertos en el área de la Universidad Nacional
Experimental Rafael María Baralt” (UNERMB). Venezuela.

Ana María Campos y Domitila Flores - Una lectura en el Bicentenario


de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo - Carolina Granadillo

Colección: Bicentenaria
Ilustraciones: Josué Fonseca
Diseño y diagramación: Julio César Pulgar
Edición: Rixio Romero y Henry Rodríguez
Corrección de redacción y estilo: Henry Rodríguez

Fondo Editorial UNERMB


E-mail: comiteeditorialunermb@gmail.com
https://fondoeditorial.unermb.web.ve/
Cabimas, Venezuela

Hecho el depósito de ley


ISBN: 978-980-427-236-3
Depósito legal: ZU2023000108

Ana María Campos y Domitila Flores - Una lectura en el Bicentenario


de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo Carolina Granadillo

Fondo Editorial de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt


(UNERMB), 2023. - 1era edición digital

Cabimas (Venezuela). P.30; 22 cm

1. Historia. 2.Heroínas. 3.Ana María Campos. 4.Domitila Flores. 5. Los Puertos de Altagracia

Queda prohibida cualquier forma de comercialización, reproducción total o


parcial de un derivado de la obra por cualquier medio sin la autorización escrita
del titular de los derechos patrimoniales.y de autor.
AUTORIDADES
Dr. Rixio Romero Pérez
Rector

Dra. Darline Portillo


Vicerrectora Académica

Dra. Greily Reverol


Vicerrectora Administrativa

Dra. Laugren Villalobos


Secretaria rectoral

Fondo Editorial UNERMB

Henry Alberto Rodríguez


Coordinador (E)

Julio César Pulgar


Jefe de Publicaciones

Aibert Domínguez
Jefe de Imprenta
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

Introducción
El presente documento tiene la intencionalidad de contribuir a la
discusión sobre la heroína zuliana Ana María Campos. Sostenemos
la tesis que la heroína es oriunda del territorio que hoy pertenece a
Los Puertos de Altagracia del Estado Zulia.
Cabe resaltar que es un estudio documental, el cual se apoya
fundamentalmente en el camino recorrido por Morales Manzur
(2019), con énfasis en los hallazgos del inventario de objetos del
Museo Regional, así como en lo de Kurt Nagel sobre la Genealogía
de los Campos Cubillán (en Manzur, 2019), y desde allí se afirma
que la heroína existió. Por otra parte, apoyados en la tradición oral
recogida por Oldenburg (1969), Parra (1.995), folleto de la alcaldía de
Miranda (S/F), artículos de prensa, imágenes satelitales, los aportes
de la historia insurgente (Pellicer, 2020), se asume y defiende la
tesis de que Ana María es oriunda de estas tierras zulianas.
El cuerpo del trabajo se despliega en cuatro apartados. El
primero da cuenta de la existencia real del personaje denominado
Ana María Campos, el segundo trata de la incardinación del símbolo
sobre el territorio, el tercero de su presencia en el imaginario poético
y artístico cultural y el cuarto y último, a exponer los fundamentos
que nos llevan a sostener que Ana María Campos es oriunda de Los
Puertos de Altagracia.
Ahora bien, en el afán de reconstruir la vida de Domitila Flores,
heroína altagraciana de la independencia venezolana, es una tarea
para la que se cuenta con muy pocas fuentes históricas tradicionales,
apenas datos escasos que llegan a nuestros días provenientes de la
oralidad, de lo que se dijo en el momento del hecho.
Por consiguiente, en este trabajo más que aportar datos nuevos
sobre la heroína, trataremos de explicarnos por qué no se detalló
su vida, por qué no encontramos fuentes documentales, por qué
seguirla considerando una heroína pese a la ausencia del documento
exigido por el rigor de la ciencia histórica.

8
Ana María Campos
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

El relato sobre la heroicidad de una mujer nacida y residenciada


en un territorio del actual estado Zulia, de nombre Ana María
Campos, quien el 18 de junio de 1823 fue azotada por las calles
de la ciudad de Maracaibo, como castigo impuesto por el Capitán
General de Venezuela, Francisco Tomás Morales, debido a la activa
participación de la mujer en el movimiento patriótico de Maracaibo,
es un hecho conocido, aceptado y socializado no sólo entre sus
coterráneos, sino también por sectores de la vida nacional, entre
quienes la expresión “si no capitula, monda” es cada vez más familiar.
Sobre la existencia de la heroína y su martirio, montada sobre un
burro y azotada por calles de Maracaibo bajo el látigo del verdugo
designado para tal fin, hay consenso entre cronistas, historiadores,
genealólogos, periodistas y cultores en general, que nuestra
heroína fue sometida a esa práctica de azotes públicos, un castigo
comúnmente empleado en la época colonial. Para aquellos casos
donde el castigo fuese impuesto para ser cumplido de manera pública,
como el de Ana María Campos, la persona era montada sobre un
burro o una mula, con el torso desnudo y una soga al cuello; delante
marchaba un pregón que vociferaba el delito cometido y detrás un
verdugo que aplicaba la cantidad de azotes establecidos, que podían
variar entre 25 y 200, dependiendo de la gravedad del caso.
También existe consenso entre los autores, en torno a que la
heroína formaba parte de una familia aristocrática, descendiente
directa de nobles familias españolas que se radicaron en el
occidente de la actual Venezuela, en lo que hoy corresponde a los
estados Falcón y Zulia. En la provincia de Maracaibo los Campos se
radicaron en la Villa de Altagracia, actualmente municipio Miranda
y en la ciudad puerto de San Sebastián de Maracaibo, capital de la
provincia homónima.

10
Carolina Granadillo

Entre quienes han estudiado la historia de la familia Campos


destacan: el reconocido genealólogo zuliano y cronista de la
ciudad de Maracaibo, Kurt Nagel Von Jess con su obra La familia
del General Rafael Urdaneta, donde hace un estudio de la familia
Campos Cubillán; el politólogo, miembro de número del Instituto
Venezolano de Genealogía y del Centro Zuliano de Investigaciones
Genealógicas, Dr. Juan Carlos Manzur, con su texto Ana María
Campos historia de una heroína entre el mito y la realidad; Antonio
Herrera-Vaillant, presidente del Instituto Venezolano de Genealogía,
quien realizó un estudio genealógico de los Campos Cubillán, citado
por Morales Manzur en el referido texto; Iván Darío Parra, miembro
de número de la Academia de Historia del estado Zulia y bibliotecario
de la Asociación de Escritores del Zulia, autor de Ana María Campos
Homenaje en el Bicentenario de su nacimiento, así como también
Christian Oldenburg, autor del libro La Villa Altagraciana y su
comarca.
De igual manera, necesario es decir que, entre los antes
referidos autores existe consenso en ubicar el lugar de nacimiento
de la heroína en la Villa de Los Puertos de Altagracia, consenso
roto sólo por la tesis del Dr. Juan Carlos Manzur (2019), quien
sostiene que la heroína nace en Maracaibo y no en Los Puertos de
Altagracia; y que no es hija de Domingo de Campos y su esposa
María Ana Cubillán, sino de un hermano de Domingo de Campos,
cuestión sobre la que volveremos más adelante; importa por ahora
destacar el valor de la heroína, puesto que, además de arrojar luz
sobre la lucha independentista en el Zulia, permite asomarse a la
participación de las mujeres como sujetos activos del forjamiento de
nuestra república.

11
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

La figura histórica de Ana María Campos, la exposición de los


motivos que la llevaron a enrolarse en la causa patriótica, permite
develar una red de relaciones que se extiende por todo el saco del
Lago de Maracaibo, interconectando colectivos sociales, fuerzas
físicas, ideas, planes, acciones, recursos y logística articuladora
del conjunto de puertos menores, unidos en pro de expulsar del
territorio de la Colombia bolivariana al último reducto del gobierno
español, representado en su Capitán General, tal como se tratará
en los apartados siguientes.

Ana María Campos

Un símbolo incardinado en el territorio zuliano

El reconocimiento de Ana María Campos como heroína


indiscutible de la gesta independentista, es un valor que se inscribe
sobre el espacio y el territorio, tal como se evidencia a continuación:

Plazas Ana María Campos


La plaza es un importante símbolo de la geometría del espacio,
como centro organizador y articulador de las ciudades y villas,
bien sea el caso de las plazas mayores o como símbolo identitario
de unidades más pequeñas, barrios o sectores; en todo caso, la
plaza forma parte de la toponimia, su epónimo es en sí mismo
una valoración de un personaje que por su historia de vida, por
los servicios prestados a la colectividad, por haber posicionado al
lugar en las más altas cumbres de lo cultural, lo político, lo militar, lo
científico, así como otras características lo hacen representativo de
esa comunidad histórica que honra su nombre. En consecuencia, la
existencia de plazas con el nombre de Ana María Campos, traduce
esa lectura valorativa.

12
Carolina Granadillo

Entre las plazas que se distinguen con el nombre de Ana María


Campos, se encuentran las siguientes:
La Plaza de Los Puertos de Altagracia, actual capital del municipio
Miranda y otrora capital del cantón Altagracia que comprendía a
la Costa Oriental del lago en su totalidad, hasta 1885 cuando se
desagrega de ese espacio al territorio que daría lugar al Distrito
Bolívar del estado Zulia. Esta plaza está ubicada en el centro de Los
Puertos de Altagracia, tal como se muestra en la imagen 1.

Imagen 1. Ubicación Geográfica de la Plaza Ana María Campos en Los


Puertos de Altagracia

Fuente: Google Maps

Plaza Ana María Campos en el sector el Milagro, en las


inmediaciones de la Biblioteca Pública del estado Zulia. imagen 2.
Algunos datos sobre esta plaza se encuentran en el texto de Iván
Darío Parra, (1995:34).

13
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

En abril de 1956, la municipalidad de Maracaibo, presidida por


Jorge Villasmil Barrios, inauguró en la avenida El Milagro de dicha
ciudad, un monumento en bronce del escultor de origen italiano
Renato Luccherri. Allí está Ana María Campos, con índice en alto
mostrando su valentía y honor.
Imagen 2. Ubicación geográfica de la plaza Ana María Campos en la avenida
El Milagro, ciudad de Maracaibo

Fuente: Google Maps

14
Carolina Granadillo

Ana María Campos, epónimo de una parroquia


En Los Puertos de Altagracia, una de las parroquias que
comprende el municipio Miranda, está distinguida con el nombre de
la heroína zuliana, tal como se representa en el mapa de la imagen
3.

Imagen 3. Ubicación geográfica de la parroquia Ana María Campos en el


municipio Miranda del estado Zulia

Fuente: Dirección de Turismo de la Alcaldía Bolivariana de Miranda

15
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

Ana María Campos, epónimo de instituciones

El nombre de la heroína zuliana ha distinguido también a


instituciones tales como:
El Complejo Petroquímico Ana María Campos, otrora complejo
petroquímico El Tablazo en el municipio Miranda del estado Zulia,
representado en la figura 4.

Imagen 4. Complejo Petroquímico Ana María Campos en el Municipio Miranda


del estado Zulia

Fuente: Google

16
Carolina Granadillo

Algunas instituciones educativas del Zulia también llevan su


nombre. Una escuela ubicada en el municipio Mara y otra ubicada
en el municipio Jesús Enrique Lossada, ambas entidades ubicadas
en la Costa Occidental del Lago de Maracaibo, mientras que en la
Costa Oriental existe una escuela homónima, ubicada en el sector
Los Laureles de la ciudad de Cabimas.
Un Centro de salud en el municipio Miranda, también lleva el
nombre de Ana María Campos.
Biblioteca Pública “Ana María Campos”: Dirección: Av. 5 con
calle 11. Casa de la Cultura, Los Puertos de Altagracia.

Ana María Campos. Una orden creada en el Consejo


Legislativo del estado Zulia

Esta orden fue creada en 1994, por el ejecutivo regional del


estado, presidido por la Gobernadora Lolita Aniyar de Castro. Se
entrega como premio para reconocer la actuación de destacas
mujeres en los diversos ámbitos de la vida.

Ana María Campos, exaltada al Panteón Regional del


estado Zulia

Desde el año 2015, durante la gestión del gobernador Francisco


Arias Cárdenas, Ana María Campos es llevada simbólicamente al
Panteón Regional, junto con el intelectual y rector de la Universidad
del Zulia, Dr. Jesús Enrique Lossada.

Ana María Campos. Su casa Natal en Los Puertos de


Altagracia, municipio Miranda
En Los Puertos de Altagracia, entre la Plaza Miranda y el
boulevard costanero, se encuentran las ruinas de la casa donde
vivió la heroína. Imagen 5.

17
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

Imagen 5. Casa Natal de Ana María Campos

Autora de la fotografía: Mariolka Martínez, sábado 11 de febrero de 2023

Ana María Campos. Un conjunto residencial

En Los Puertos de Altagracia, en las inmediaciones del polideportivo,


se encuentra un complejo habitacional distinguido con el nombre de la
histórica altagraciana.

Imagen 6. Ubicacion geografica del conjunto residencial Ana María Campos.

Fuente: Google

18
Carolina Granadillo

Las evidencias del incardinamiento de la figura de Ana María


Campos sobre el territorio zuliano, registra un marcado predominio
en la geometría del municipio Miranda del estado Zulia y dentro de
éste, en Los Puertos de Altagracia, parroquia capital y sitio donde
se ubican las ruinas de su casa natal.

Ana María Campos


En el imaginario poético y artístico del Zulia

El arte, la poesía, la novelística, son espacios donde también


se manifiesta la admiración y valoración de esta emblemática mujer
zuliana. Entre ellos se destacan:
• Alma e imagen de Ana María Campos. (Oleo). Su autor fue Eliodoro
Enrique Padrón. Alcaldía municipio Miranda del estado Zulia.
• Ana María Campos en el mural de Gabriel Bracho. Autor Gabriel
Bracho. Casa museo Gabriel Bracho, municipio Miranda.
• Ana María Campo. Dibujo. Autora Elsie Laucho. Biblioteca Cas de
la Mujer, Maracaibo
• Ana María Campos. (Óleo sobre tela). Autor, Julio Árraga. 1919
• Ana María Campos y Domitila Flores. De María de Lourdes Nava
(s/f) Una historia novelada
Fue, además, Ana María Campos motivo de la poética zuliana.
Entre ellos Udón Pérez, Arístides Urdaneta, Pedro Palmar, Ida Dos
Santos, Marcial Hernández, entre otros

19
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

Ana María Campos


Un personaje histórico de la villa altagraciana

Tal como se dijo al inicio de la exposición, la mayoría de los


investigadores y cronistas, entre quienes me cuento, coinciden en
ubicar a Ana María Campos como una mujer nacida en la Villa de
los Puertos de Altagracia, sólo el Dr. Manzur sostiene una tesis
contraria, al ubicar al personaje histórico como nativo de la ciudad
puerto de Maracaibo.
No nos vamos a detener en exponer a profundidad la tesis del Dr.
Morales Manzur, presentada en su texto Ana María Campos, Historia
de una heroína. Entre el mito y la realidad. Sólo nos limitaremos a
exponer los fundamentos que nos llevan a sostener que su lucha
en contra de los realistas se produce en Los Puertos de Altagracia,
lugar donde Ana María residió y nació.

La genealogía de Kurt Nagel

Esa tesis del nacimiento se apoya en los datos del genealogista


y cronista de Maracaibo Kurt Nagel, quien hace el seguimiento de
la familia Campos y Cubillán. Según este autor, de gran prestigio y
credibilidad en la región, el matrimonio Campos Cubillán procreó
varios hijos, todos los varones (Benigno Álvaro, Juan Evangelista,
José Félix María, José Francisco, todos mayores que Ana María y
también uno menor que ella, Fernando Agustín), tienen el nacimiento
datado en Maracaibo, con día, año y fecha, sólo Ana María, la única
hembra de la pareja, aparece datada con nacimiento en la villa de
Los Puertos de Altagracia, el día 02/04/17961
1 En este estudio de Kurt Nagel aparece un hermano de Ana María, menor que ella a juzgar por
el lugar que ocupa en la cronología descendente en que aparecen listados los hijos de los Campos-
Cubillán, aparece uno identificado como el Dr. León Campos y Cubillán, prócer de la independencia
y participe del complot de la Escuela de Cristo. Los 40 años que median entre el nacimiento de Ana
María Campos (2/4/1796)y el Dr. León Campos de Cervantes 13/4/1756), uno de los líderes del
movimiento Escuela de Cristo, hacen casi imposible que sean hermanos. Ese dato ha servido para
20
Carolina Granadillo

Asumimos como cierta la información suministrada por Kurt Nagel


dada su trayectoria y credibilidad, aunque necesario es advertir que,
hasta ahora, la búsqueda de información documental que permitan
presentar una biografía del personaje con datos precisos sobre su
nacimiento y lugar de muerte, ha sido completamente infructuosa.
A propósito de la carencia de documentos sobre la época en que
vivió el personaje, José Gregorio González, subdirector del Acervo
Histórico del Zulia, en conversación sostenida el día 11/04/2023, en
la sala de lectura de la referida institución, nos dice:

La documentación más antigua que reposa aquí data


1824 y es más que todo sobre temas de tierras y
económicos…posiblemente en la Habana [Cuba], haya
información sobre Ana María Campos y la imposición
de pena de azotes, pues Francisco Tomás Morales,
una vez que capitula, se lleva documentos de acá.

Esta carencia de documentos en archivos históricos es registrada


por investigadores sobre el tema colonial, incluido el mismo Dr.
Morales Manzur (2019:13)

Hasta el momento, luego de la infructuosa búsqueda en


el Acervo Histórico del Zulia, en el Registro Principal de
Maracaibo, en la Academia de la Historia de Venezuela, en
el Archivo General de la Nación, en la Biblioteca Nacional,
en los Archivos Eclesiásticos de Los Puertos de Altagracia y
Maracaibo, y luego de consultar la opinión de especialistas
en la materia, se pudo constatar la total inexistencia de
fuentes primarias sobre la vida de Ana María Campos,
pero también sobre casi toda la etapa colonial del Zulia

sostener la tesis de que la Ana María verdadera es una hermana del doctor León Campos, cuya acta
de defunción aparece en la investigación del Dr. Morales Manczur (2019: 165.163). Esta Ana María
tendría por apellidos Campos y Perozo de Cervantes, hija de don Tiburcio de Campos y de doña
María Concepción Perozo, por tanto, hermana de Domingo de Campos y Perozo de Cervantes, y no
hija, tal como dice la tradición. A su vez, sería también hermana del Dr. León de Campos y Perozo
de Cervantes tal como dice la tradición. Esos datos que con rigor de la Ciencia histórica ofrece el Dr.
Morales, hacen plausible su tesis. No obstante, No bastan por sí mismos para invalidar la tesis de la
Ana María Campos y Cubillan, sostenida por la tradición.
21
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

Ana María Campos. Una presencia reconocida en la


sociedad de Los Puertos de Altagracia

En el Inventario del Museo del Estado (objetos, muebles y útiles).


Tomo XXI, Legajo 23. 1908, Folios 178 y ss, citado por Morales
Manzur (Ob.Cit: 131), se data la presencia de un cuadro al óleo de
Ana María Campos, sobre el cual no hay mayores datos, así como
también la existencia de la silla de montar donde fue vapuleada,
objetos que llevan al autor a expresar que eso “nos hace ver que
la heroína estaba presente en el imaginario colectivo, que su
presencia histórica era, apenas setenta años después de su
martirio, reconocida por la sociedad, lo que nos indica que sí
existió” (resaltado nuestro).
Coincidimos con el Dr. Morales Manzur en cuanto a que, el
reconocimiento y pervivencia de Ana María Campos en la memoria
colectiva zuliana, es profundo, arraigado y llega hasta nuestros días,
tal como pudo constatarse en el presente documento, cuando se
trató sobre el incardinamiento de la figura de Campos en el territorio
y en el imaginario colectivo. Ahora bien, si nos detenemos a clasificar
las muestras acá expuestas del reconocimiento a la figura de
Campos en atención al criterio de espacio político territorial donde
se ubican dichas muestras, es posible evidenciar que, en la ciudad
de Maracaibo, capital de la antes provincia de Maracaibo y del actual
estado Zulia, la presencia de la heroína es escasa y reciente, sólo
una plaza erigida en 1956.
Eso no ocurre en el caso del territorio político administrativo
de la antes villa altagraciana y actual municipio Miranda del estado
Zulia., donde Ana María está inextricablemente unida al espacio, al
imaginario, a los valores, a las celebraciones y fiestas públicas, por
tanto, genera lugaridad, territorialidad, identidad, memoria histórica
y a la vez, articulación con el proceso de producción de la nación
venezolana.
22
Carolina Granadillo

Esa diferencia en el incardinamiento del símbolo Ana María


Campos sobre la geometría de la ciudad de Maracaibo y Los Puertos
de Altagracia, es uno de los fundamentos que sostienen nuestra tesis
de que el personaje es altagraciano y no de la capital Marabina.

Ana María Campos es Altagraciana, según el poder


de la palabra y del relato

El primer documento conocido sobre Ana María Campos,


(Morales Manzur, 2019:38), data del 30 de junio de 1890, escrito por
Arístides Rojas, publicado en el periódico El Zulia Ilustrado. En esa
producción el autor, entre las mujeres que menciona como “Patricias
Vapuleadas”, se encuentran a una de Gibraltar, de apellido Matos
y a Ana María Campos de La Villa de Altagracia. Ambas mujeres
sufren igual castigo, azotadas sobre el lomo de un burro y por la
misma causa, su participación en la lucha independentista.
Posteriormente, y apoyados en los datos del Dr. Manzur (Ob.
Cit.38), en 1891, Juan Antonio Lossada Piñerez, pariente de Ana
María Campos, historiador, miembro de la Academia de Historia del
Zulia y autor de varias obras sobre el Zulia, escribe lo que se conoce
como la primera biografía sobre la heroína. Allí afirma que nació el
2 de abril de 1796, en La villa de Los puertos de Altagracia, hija del
matrimonio Campos Cubillán.
A lo largo del tiempo, esa fecha y lugar de nacimiento ha sido
tenidas como verídicas, pese a que no existe, hasta ahora, ningún
documento oficial que respalde esos datos. No será hasta fecha
tan reciente como el 2019, cuando se publica la obra que venimos
citando del Dr. Manzur, que se pongan en duda los mismos y se
sostenga que Ana María nació en Maracaibo y que era una mujer
que, según el acta de defunción, había muerto el 21 de agosto de
1837, quien posiblemente habría nacido entre 1751 y 1770, por lo

23
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

que tendría como 50 o 60 años cuando ocurrieron los hechos, hija


de Don Tiburcio Campos y de Doña María Concepción Perozo ,
que murió soltera y de repente, son datos que sustentan la tesis del
autor en referencia sobre que la verdadera Ana María era nacida en
Maracaibo y de apellidos Campos y Perozo de Cervantes.
No obstante, y sin dejar de reconocer el laborioso y concienzudo
trabajo del Dr. Morales Manzur en el descubrimiento de una mujer
de nombre Ana María Campos nacida en la Maracaibo ciudad, su
observancia de los protocolos de la ciencia histórica, sus afirmaciones
y veridicción con base a la presencia del documento oficial como
lo es un acta de defunción, sostenemos la tesis que, Ana María
Campos, la heroína independentista, es una mujer altagraciana.
Nuestros fundamentos son los siguientes:
a. Tal como es reconocido por los historiadores zulianos, la
ciudad puerto de Maracaibo no se caracterizó por su sentido
revolucionario proindependentista, cosa que no niega la existencia
de ciertos movimientos y personajes destacados, pero todos
ellos en su gran mayoría hombres. En un escenario como ese,
dentro de la ciudad más noble y leal, tal como decía y dice su
escudo, el hecho de que una mujer sea azotada públicamente,
montada sobre un burro y paseada por las calles de la ciudad,
con el blanco torso desnudo, la espalda ensangrentada por el
castigo, vapuleada por haberse insubordinado frente al Capitán
General mismo, es una imagen y una identidad que perdura
en el tiempo, gracias al poder del relato que se transmite de
generación en generación (Selbín, 2012). Por tanto, si la historia
oral la identifica como altagraciana, es para nosotros un dato
creíble, máxime cuando se constata que no es sino hasta 2019,
cuando los marabinos de la Maracaibo ciudad vienen a descubrir

24
Carolina Granadillo

que, además de “lago, china y puente2 ”, tienen una heroína nativa


de su lar, a la cual el gobernador de entonces, Francisco Arias
Cárdenas, en el año 2015, había llevado al panteón regional como
nativa de Los Puertos de Altagracia, precisamente, junto con Jesús
Enrique Lossada, el denominado rector de La Universidad del Zulia,
tal como lo reseñó el diario Qué pasa, en su edición del 18 de mayo
de 2015.

b. En contraste con lo que ocurre en la Maracaibo ciudad, el


rosario de pueblos ubicados en la Costa Oriental y Sur del Lago
de Maracaibo, tienen una historia de larga data en oposición al
monopolio español (Granadillo, 2020). La conexión directa con
Holanda e Inglaterra a través de Aruba y Curazao, llegó a ser tan
fuerte, que obligó a poner una casa de la Guipuzcoana en Los
Puertos de Altagracia y un puesto de vigilancia en Punta Camacho.
Pese a ello, las ideas del liberalismo cundieron por estas costas y eso
explica su posición antiespañola. Así lo demuestra la escogencia de
Los Puertos como sede del Cuartel general de los patriotas previo
a la batalla del lago, así como también la participación de los riteros
José Cenobio y Pedro Lucas Urribarri en el movimiento escuela
de Cristo en 1812, la destacada figura del patriota altagraciano
Francisco María Faría Oberto; la importancia de Gibraltar y el sur del
lago en la planificación estratégica de las actividades conducentes
al pronunciamiento de Maracaibo en enero de1821; en la suma de
hombres y mujeres a la causa patriótica, donde a los ya conocidos
debemos sumar al sargento Antonio Basilio Borjas de Cabimas
(Medina y Fernández, 2011), a Ciriaco Sánchez de Lagunillas, entre

2 Dejando dicho que el Puente sobre el lago es un proyecto ideado desde la Costa Oriental, al cual
la Maracaibo Ciudad capital se opuso férreamente, por lo que hubo de activarse la red de relaciones
directas con Marcos Pérez Jiménez, logrando así la aprobación y financiamiento de la obra. Véase
Granadillo Carolina (2006) La Generación Cabimense del 50.

25
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

otros. En un ambiente como este, de conspiración perenne,


de vigilancia y castigo, seguimientos y disimulo, es entendible
que las mujeres hayan tomado una parte activa en ellas, como
correos, como distractoras, como informantes.
c. La historia oral, la oralidad y sus formas de veridicción,
distintas a la historia documental, tal como demuestra la historia
insurgente (Pellicer, 2020), reivindica el valor de la palabra, los
relatos transmitidos de generación en generación, por tanto,
la carencia de documento escrito no invalida la posibilidad de
reconocer la existencia histórica de personajes y hechos. Esa
historia oral, ese sentido de identidad y pertinencia del pueblo
altagraciano con Ana María, tal como se evidencia en los actos
y discursos con motivo del bicentenario de su nacimiento,
recogidos en el folleto (s/f) publicado por la alcaldía de Miranda,
así como también en las diversas manifestaciones de pervivencia
del relato intergeneracional, se han tomado como fundamento
de nuestra tesis.
d. El relato fundado en la oralidad sobre Ana maría Campos,
la altagraciana, es posible defenderlo desde los mismos datos
que produce la búsqueda de Morales Manzur. Este autor,
encuentra datos en los archivos de la iglesia El Sagrario sobre
Valentín Aguirre, el verdugo designado para latigar a Ana María
Campos es una evidencia que, le conduce a afirmar la veracidad
de la existencia histórica del personaje en referencia, tal como
lo expresa en el siguiente fragmento (2019:140)
Tal cual se puede apreciar, la información reseñada, la
coincidencia de época y el estatus racial de este Valentín Aguirre,
coincide con los relatos de los diversos historiadores que señalan
al verdugo con este nombre, por lo que ello nos aproxima a
una verdad casi incuestionable: la autenticidad de uno de
los protagonistas de los relatos sobre la heroína zuliana que
26
Carolina Granadillo

dan un atisbo de certeza sobre su existencia, que se conjuga


con la tradición de los últimos 200 años y que la oralidad ha
transmitido de generación en generación (Resaltado nuestro).
A partir de la cita anterior pudiéramos decir, si tantos datos
proporcionados por la tradición oral son ciertos y corroborados,
y si, además, no existen datos fehacientes que nieguen la tesis
del nacimiento en la Villa de Altagracia de la heroína Ana María
Campos, es plausible pensar, -aunque el debate siga abierto- que el
relato tradicional es cierto y la mujer histórica es de Los Puertos de
Altagracia.

27
Domitila Flores
Domitila Flores en el tradicional relato
La tradición oral relata que, en La Villa de Los Puertos de
Altagracia, en 1822, durante la toma del pueblo por parte de
Francisco Tomás Morales y las tropas realistas, una joven mujer
tejedora de nombre Domitila Flores, contemporánea de Ana María
Campos, fue fusilada en la plaza de la Villa de Altagracia. Se dice
que era colaboradora de las fuerzas patriotas y que además, se negó
a corresponder a los requerimientos amorosos de un militar relista,
en consecuencia, fue condenada a fusilamiento. Es importante
destacar que de ella no se encuentra acta de defunción ni acta de
bautismo. Tampoco su tumba1.

Domitila Flores desde la historia documentada


Es una referencia constante en los historiadores ocupados de
investigar sobre aspectos del momento de crisis del sistema colonial,
el señalamiento de la carencia de fuentes como limitante de su
trabajo. Lo que se profundiza, en la medida que el caso estudiado
se ubica en la periferia del centro político administrativo provincial,
tal como ocurrió con Domitila Flores, un personaje de la tradición
oral de Los Puertos de la Villa de Altagracia, hoy municipio Miranda
del estado Zulia.
El choque entre la cultura que ha patrimonializado a mujeres,
hombres, lugares y batallas de la gesta heroica, teniendo como
fundamento la tradición oral, tal como ocurre con Domitila Flores
y los protocolos de la ciencia histórica, que exige como criterio de
veridicción la presentación de un documento oficial que registre
el hecho, se evidencia en el testimonio que transcribimos a
continuación, tomado de una conversación entre el altagraciano
Francisco Nava Vale con el Dr. Eduardo Matías Lossada (1976:8,10).

1 Según Eduardo Posada, en su estudio sobre la heroína colombiana Policarpa Salvatierra, La


Pola, donde se ofrece un relato coincidente con el relato de Domitila Flores, los restos mortales de
las personas fusiladas, eran arrojadas en una fosa común, por tanto, es difícil conseguir sus restos.
La misión no dio los frutos que se esperaban, [aceptación
por parte del Dr. Matías Lossada de ser orador de orden
en un homenaje a José Antonio Chávez], pero recibí
una lección de la entrevista celebrada con este jurista.
Llevaba en los bolsillos un soneto que había escrito a
Domitila Flores y buscaba la opinión de un intelectual
consagrado. La oportunidad no podía desperdiciarla
y le pido opinión …Después de la lectura me entregó el
original, haciendo como juicio la siguiente exposición:

“En Los Puertos han fabricado unos héroes que por su


misma fantasía de alienación histórica jamás llegaron a
consagrarse, porque no se puede embadurnar con falsedades
la relación verídica de la historia. Y lo más admirable del
caso es tener una imaginación tan fecunda para inventar
nombre y forjar nuevos héroes que jamás llegaron a existir.
Al distrito Miranda lo admiro por la grandeza de sus valores
reales que los ha tenido en todas sus épocas; pero muñecos
con ínfulas de historiadores han querido crear una nueva
mitología de héroes que provocan el sarcasmo y la risa”

Dr. ¿Entonces Domitila Flores no existió? Investigue


usted que [sic] esta joven y tendrá la respuesta.
Quedé helado, defraudado. La decepción hizo
estragos en mí y me despedí de aquel ilustre
zuliano pidiéndole excusas por la molestia causada.

La conversación sostenida con el Dr. Lossada despierta en el


sonetista la reflexión (Ob. Cit.: 10)

Yo sigo investigando sobre la veracidad de Domitila


Flores. Pero puedo afirmar que no he conseguido ningún
dato que arroje luz sobre su existencia. ¿En qué fecha
nació Domitila? ¿Quiénes fueron sus padres? ¿Por qué
Domitila Flores es una heroína anónima encerrada en
las paredes de Los Puertos y Policarpa Salvatierra, (La
Pola) es una heroína de contornos continentales, fusiladas
ambas por la misma causa? ¿En qué fechas las fusilaron?
Siendo un caso tan trascendental ¿Por qué Rafael
María Baralt no la registra en las páginas de su historia?
Esas preguntas que cierran la cita anterior, siguen siendo las
mismas para la fecha actual, próximos a celebrar los doscientos
años de la gesta heroica de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo,
en cuyos acontecimientos previos, la población de los Puertos de
Altagracia, La Costa Oriental y el oeste de la actual Venezuela, fue
escenario donde se concentraron tropas patriotas, armas y recursos
varios para el enfrentamiento que sellaría el fin del gobierno español
en territorio venezolano.
Necesario es afirmar que, desde los criterios de la historia como
ciencia, no hay forma de sostener la existencia de Domitila Flores
como personaje histórico. Eso es así hasta ahora y posiblemente,
siga siendo así, aún a pesar de que aparezcan sus respectivas actas
de bautismo y de defunción, pues haría falta encontrar además, un
documento donde el gobierno realista haya dejado constancia de un
juicio por rebelión, en el cual un tribunal la haya sentenciado a la
pena de fusilamiento
La aparición de ese documento escrito puede que nunca suceda,
porque posiblemente, no exista. Ocurre con Domitila lo mismo que
ha ocurrido con otras mujeres comunes y corrientes que no han
sido DE alguien, por ejemplo, la esposa de un héroe, la madre
de un héroe, la hermana de un connotado conspirador contra el
gobierno realista, la hija de, la amante de; es decir, Domitila es una
mujer común y corriente de pueblo colonial, de un pueblo que pudo
haber sido también común y corriente, puesto que no tenía minas,
ni plantaciones, ni riqueza hatera.
Domitila flores: su encubrimiento

Sobre Domitila Flores pesa un doble encubrimiento. Uno, por ser


mujer y otra por ser de Los Puertos de Altagracia.

Domitila encubierta por ser mujer

En la narrativa historiográfica venezolana, heredera de la lógica


moderna y patriarcal la mujer ha sido naturalizada como un ser reducido
al núcleo de lo familiar, a la esfera de lo íntimo privado. Esa naturalización
vela la posibilidad de su entrada como “objeto de estudio”, no sólo del
campo científico de la historia sino también de otras ciencias y pese a
los datos cuantitativos que puedan emerger durante el estudio de las
huelas de los colectivos humanos en el tiempo. Para fundamentar lo
acá expresado, nos valemos de la cita de autoridad de una connotada
investigadora venezolana, la antropóloga Iraida Vargas (2010)

A pesar de la abrumadora mayoría de las investigaciones


arqueológicas sobre la sociedad tribal originaria (que
constituyen aproximadamente entre el 80-90% del total
de la investigación arqueológica nacional), basadas
fundamentalmente en el análisis de restos cerámicos
manufacturados por mujeres de esas sociedades, ninguna
ha tenido como objetivo estudiarlas a ellas, salvo muy
recientemente (Vargas, 2006, 2007a). Todo lo anterior
ha tenido como efecto la proyección ante la sociedad
venezolana de una visión de su pasado en el que las
mujeres de las sociedades tribales antiguas han sido
ocultadas o vistas cumpliendo unos papeles determinados
(los que ajustan a la ideología patriarcal) lo que ha ayudado
a fijar y reproducir estereotipos y valores negativos en la
actualidad y justificar actitudes discriminatorias hacia las
descendientes de esas sociedades. En la situación anterior
parece haber influido el hecho de que ni historiadoras ni
historiadores y mucho menos arqueólogas o arqueólogos
se han planteado como objetivos cognitivos el protagonismo
de los diversos colectivos femeninos originarios en la
historia como manera de abordar la historicidad de las
actuaciones femeninas. Tales posiciones obedecen,
creemos, no a que ello no sea posible, sino a que nunca
antes se le había buscado, al menos en Venezuela

A lo largo de nuestro proceso histórico esa invisibilización de


la mujer se ha mantenido constante. Es sólo recientemente, con
la llegada al poder del comandante Hugo Chávez Frías (1.988),
que la situación empieza a ser atendida con carácter de política
pública. Desde su investidura como Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, se declara abiertamente feminista, se
elimina el lenguaje sexista en el texto constitucional, se abren las
carreras militares para que las mujeres puedan incursionar en
ella (Correo del Orinoco, 2019). De igual manera, desde el Centro
Nacional de Historia se impulsa el estudio de la Historia Insurgente,
para construir una narrativa histórica otra, donde los pobres y las
mujeres, los indígenas, los afrodescendientes, tengan cabida como
co-constructores de venezolanidad.

Domitila, encubierta por ser pobre

Sobre Domitila, además de la exclusión por mujer, tiene además la


característica de pertenecer al grupo de la población no aristocrática,
tal como fue el caso de Luisa Cáceres de Arismendi, esposa del
General Arismendi, o como Ana Gaón en Gibraltar propietaria de
una hacienda en producción, enjuiciada por infidencia (Salazar y
Soto, 2016:47), o como la misma Ana María Campos, perteneciente
a la élite criolla, con redes de relaciones que van a permitir que un
pariente suyo publique su biografía en un periódico, donde se ofrecen
datos que pueden orientar la búsqueda de su huella histórica.
Nada de eso se consigue en Domitila. El apellido Flores no
aparece en las genealogías de familias altagracianas de la época y su
presencia es escasa entre la población actual, cuestión que pudiera
indicar su entronque con los Flores de los Andes y que su familia,
por alguna razón pudo haber emigrado a la Villa altagraciana. Ningún
dato se encuentra sobre la calle o la casa donde residió. El único don
destacado en esta mujer bordadora, era su afinidad y colaboración con
la causa independentista, además de una impresionante belleza que la
convirtió en objeto del deseo de un militar realista, a quien rechazo y
por eso la fusilan en la plaza principal de Los Puertos, justo en el lugar
donde este año 2023, le ha sido erigido un monumento conmemorativo
en el marco de los 200 años de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

Autor de la fotografía: Victor Piña, lunes 17 de abril de 2023


Domitila, un mujer encubierta en un pueblo
igualmente encubierto: Los Puertos de
Altagracia

En la historiografía, tanto nacional como regional, Los Puertos


de Altagracia ha permanecido invisibilizado. La misma Maracaibo
como ciudad o como provincia, también permanece fuera del foco
de la historia centralista. A su vez, el centralismo ejercido por la
ciudad de Maracaibo sobre el territorio que conforma su periferia,
somete a sus pueblos a un doble centralismo, entre ellos, al pueblo
altagraciano.
No obstante, la ubicación geográfica de Los Puertos de Altagracia,
hace que, en lo real concreto del tiempo colonial, ese ocultamiento
resulte imposible. Esto es así por cuanto constituye un lugar de
paso2 casi que obligado entre quienes se desplazaban por agua o
por tierra desde el mar caribe o desde Paraguaná o Coro, rumbo a
Maracaibo o hacia el sur del lago, hacia el puerto de Gibraltar y de
allí hacia Cúcuta, Mérida, Trujillo, Barinas y otros pueblos andinos.
Esa ubicación geográfica, tan beneficiosa para sus habitantes
en tiempos de paz, lo convertía en un infierno en tiempos de guerra,
por las ventajas que ofrecía para controlar el circuito del occidente
venezolano y el norte de Santander, por tanto, apetecible, disputado
entre patriotas y realistas para establecer allí su cuartel general,
tal como de hecho ocurrió en el edificio conocido como la Casa
Histórica o casa de los cañones3.
La población de Los Puertos durante el período bélico, se vio
continuamente amenazada por la llegada de tropas y forasteros
que demandaban provisiones, alojamiento y diversión. Es fácil
2 Esta condición hace que Oldenburg (1969), se refiera a este poblado como pasaje o de
paso.
3 Esa edificación, que en justicia histórica, estamos reclamando desde el Centro de Estudios
Sociohistóricos y culturales de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt sea
elevado a Casa de la Capitulación, pues allí redactaron y posteriormente refrendaron los patriotas,
el día 4 de agosto de 1823, el acta de capitulación que el día anterior antes había firmado Francisco
Tomás Morales, oficializando la capitulación el último Capitán General que existió en Venezuela.
imaginar que antes como ahora, los miembros del ejército español
mantenían vigilada a la población, en busca de pistas para descubrir a
los patriotas, valiéndose de diversos mecanismos ya sean sobornos,
engaños, torturas y un sinfín de atropellos y vejaciones.
En la medida en que avanzamos en la reconstrucción histórica de
la dinámica de la provincia de Maracaibo durante el período de crisis
final del Sistema colonial en Venezuela, los datos van indicando que
Los Puertos de Altagracia fue punto neurálgico y decisivo, junto con
Gibraltar, tanto para la declaración de Maracaibo el 28 de enero de
1821, como para la planificación, dirección y logística de la Batalla
Naval del Lago de Maracaibo, esa que selló la independencia de
Venezuela y que debería figurar como fecha patria. Esos hallazgos
desmienten el discurso de pasividad e invención de héroes, heroínas
y pasado glorioso por parte de los altagracianos y demás pueblo de la
Costa Oriental y Sur del Lago de Maracaibo.
Domitila Flores padece una doble exclusión, pues no pertenecía
a ningún cuerpo y consecuentemente, no tenía ningún rango dentro
del ejército patriota y encima, era una mujer que, por añadidura, no
perteneció a la élite mantuana.
Domitila Flores y las domitilas de la insurgencia

Si bien no se cuenta con el documento escrito y validado por


las instituciones de la Maracaibo colonial, para fundamentar desde
ellos y con ellos, la existencia de la mujer histórica llamada Domitila
Flores, no es menos cierto que desde el punto de vista simbólico y
cultural, la heroína existe en el imaginario colectivo de Los Puertos de
Altagracia y más allá, traspasado la rivera del lago y el lago mismo, para
incardinarse en la geometría del poder del municipio San Francisco,
dando nombre a una parroquia organizada y combativa, como lo es la
parroquia Domitila Flores.

Autor de la fotografía: Dirección de Infraestructura de la Alcaldía Bolivariana de San Francisco

Además, las mujeres bordadoras y costureras, como Domitila y las


Domitilas que han existido y existirán, siguen HILVANANDO relatos,
TEJIENDO historias, BORDANDO caminos, entrecruzando TRAMAS,
haciendo TAPICES DE HISTORIA PATRIA, no dando PUNTADAS SIN
DEDAL, ENTRETEJIENDO datos.
Desde el lugar de enunciación del pueblo, una cosa es y serán los
criterios y los juicios historiográficos, los criterios para determinar lo
que oficialmente pueda catalogarse como patrimonio y otra muy otra,
es la patrimonialización como resultante de la voluntad de querer y de
poder del pueblo soberano para poner en valor su propia narrativa.
Ana María Campos y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo

A manera de cierre

La silla donde fue vapuleada, su imagen en un cuadro, su


resguardo en el museo Regional, son evidencias de la existencia
histórica real de una mujer que fue azotada tal como dice la
historia oral, pero esa mujer se incardina, se hace símbolo en el
territorio y la cultura del municipio Miranda, especialmente en los
Puertos de Altagracia, a esa altagraciana le canta Udón, la pinta
Gabriel Bracho, se hace espacio público mirandino, impregna el
hacer mirandino de manera espontánea desde el siglo XIX, son
razones fundantes de la tesis que es una mujer altagraciana y así
lo asumimos mientras seguimos las pesquisas para demostrar de
manera irrefutable esa tesis. Por ahora, hay un hecho indiscutible,
aceptado por todos, Ana María Campos es zuliana.
Finalmente, mientras la ciencia pesca o construye fundamentos,
se hace baquiana, el pueblo va avanzando y dejando huellas, rastros
de su andar andando, incardinando el tiempo en el espacio a la vez
que el espacio en el tiempo. Allí está Domitila esperándolos en el
espacio y andando con las Domitilas del tiempo, de los tiempos.

38
Fuentes

Alcaldía de Miranda (s/f) Ana Maria Campos, heroína del


patriotismo. Folleto publicado con motivo del Bicentenario de
su natalicio. Biblioteca privada de Julio Franco, cronista del
municipio Miranda.
Chávez y la Revolución feminista. Correo del Orinoco, 29
de septiembre de 2019, consultado el 13 de mayo de 2023.
Disponible en http://www.correodelorinoco.gob.ve/chavez-y-la-
revolucion-feminista/
Granadillo, Carolina (2020). Prácticas de Poder Popular en el barrio
El Golfito de Cabimas. Tesis de grado para optar al título de
Doctora en Ciencias para el Desarrollo estratégico. Universidad
Bolivariana de Venezuela
Medallones conmemorativos del Panteón Regional honrarán a
Lossada y a Campos, Qué pasa, mayo 18 de 2015. Disponible
en https://www.quepasa.com.ve/
Medina Carlos y Fernández Alberto (2011). Cabimas Kupaiwa
(350 a.c.-1960). Editorial labusaca, Maracaibo, Venezuela.
Morales Manzur, Juan (2019). Ana María Campos. Historia de una
heroína. Entre el mito y la realidad. Fondo editorial UNERMB, de
la Universidad Nacional Experimental “Rafael María.
Nava, Francisco (1976) Reflexiones y Comentarios. Talleres
Impresos Ezca, Maracaibo.
Oldenburg, Christian (1969). La Villa de Altagracia y su Comarca.
Imprenta del estado Zulia.,
Parra, Iván (1995). Homenaje Ana María Campos. Maracaibo, Ars.
Gráfica, S.A.
Pellicer, Luis (2020) Historia Insurgente y descolonización de la
memoria. Presente y Pasado. Revista de Historia. Universidad de
Los Andes, Mérida, Nº 49, enero-junio, pp. 149-162
Posada, Eduardo (1917). Apuntes sobre La Pola. Publicación del
gobierno de Boyaca en el centenario del sacrificio de Policarca
Salavarrieta
Selbín, Eric (2012). El poder del relato. Revolución, rebelión, resistencia.
InterZona editora. Buenos Aires
Vargas Arenas, Iraida (2010). La ocultación de las mujeres en la historia
de Venezuela. Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, 15(34),
43-64. Recuperado en 13 de mayo de 2023, de http://ve.scielo.org/
scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-37012010000100003&ln
g=es&tlng=es

Una lectura en el Bicent ena


Lago de Maracaibo
,
Carolina Granadillo

ario de la Batalla Nav al del

41
Ana María Campos
y Domitila Flores
Una lectura en el Bicentenario de la
Batalla Naval del Lago de Maracaibo

La autora es oriunda de la Cabimas rural, Licenciada en


Educación, mención Ciencias Sociales (LUZ), Especialista
en Docencia para Educación Superior (UNERMB), MSc.
en Historia, Mención Historia de Venezuela (LUZ),
Doctora en Ciencias para el Desarrollo Estratégico (UBV).
Es docente jubilada de la UNERMB, Premio Mayor de
las Artes y las Letras en Venezuela, Mención Historia
Regional, 2007(MPP para la Cultura), Coordinadora de la
Línea de Investigación RASEP-UNERMB, Coordinadora
del Centro de Estudios Socio-históricos y Culturales).
Miembro de la Comisión Bicentaria UNERMB.

Colección Bicentenaria

También podría gustarte