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MODELO PARA HACER COMENTARIOS DE TEXTO DE FILOSOFÍA

Un comentario es un análisis, una explicación de lo que se dice en un texto. Evidentemente,


no consiste en contar la vida del autor ni decir que era muy importante, tampoco es repetir lo
que dice el texto sin más, ni se trata de decir algo que no dice el texto o de inventar un nuevo
contenido para el mismo. Se trata de explicar lo que dice en el texto y por qué lo dice. Por eso,
no debe olvidarse que el comentario no es el desarrollo de un tema determinado o una mera
exposición de conocimientos, sino que todo lo que escribamos debe estar expuesto en función
del texto propuesto. Por eso se le llama comentario de texto, y no glosa o parafraseo. Así, lo
primero es leer detenidamente el texto las veces que sean necesarias para entenderlo total y
completamente (una, dos, tres, cien…), y no, repito, no escribir nada antes de tener muy claro
lo que dice el texto en todas y cada una de sus frases (para lo cual, como es evidente, habrá
que conocer previamente la teoría del autor que se trate, dominar sus ideas y conceptos).

La lectura atenta del texto nos ayudará a determinar cuál es el tema, en general, del texto
propuesto (que normalmente podrá establecerse en relación a alguno de los apartados dados
en el tema teórico dado en clase o a alguna de las ideas que se han explicado en el tema
teórico), este tema general está relacionado con todas las ideas que aparecen en el texto a
comentar (no es la idea principal). También, en una segunda lectura se subrayarán las frases
del texto que expresan las ideas principales (aquellas en las que el autor hace afirmaciones,
desarrollos, argumentos explicativos donde se expresan las ideas básicas que se defienden en
el texto). Deberemos buscar especialmente aquellas ideas que tienen alguna relación con lo
aprendido teóricamente en el tema impartido en clase.

Una vez precisado esto, que constituye el 90% de la labor del comentario de texto, podemos
comenzar a escribir lo que tenemos en la cabeza, de acuerdo con el siguiente esquema:

1. INTRODUCCIÓN

Para comenzar, en un par de frases, se localizará el texto y el autor al que pertenece, así como
su obra y época. Hay que procurar comenzar con expresiones que causen buena impresión en
el lector y que inviten a continuar con la lectura. Evítense coloquialismos, familiarismos, y
otros ismos indeseables. La formalidad y el rigor son buenos compañeros de camino a la hora
de comentar textos.
2. TEMA

El tema central del texto, aquello de lo que trata, resumido en tan solo una o dos frases, no
más. Localizar también la parte de la teoría del autor de la que se trate (ontología, ética,
política, antropología, gnoseología, etc.). La extensión, como ya he dicho, no debe exceder las
dos líneas. Estableceremos el tema general del texto comenzando el comentario con una de
estas expresiones: “El texto trata sobre…”, “El autor (o el texto) trata el tema de…”, “En el
texto se analiza el problema de…”, “El autor (podrá ponerse el nombre del autor para referirse
a él) estudia el tema de…”, “El autor afirma que…” pudiéndose cambiar el verbo “afirmar” con
otros verbos como: sostiene, defiende, considera, asegura, establece... NUNCA SE DEBE DECIR
“EL TEXTO HABLA SOBRE (O DICE QUE)…” O “EL AUTOR HABLA DE (O DICE QUE, U OPINA QUE)
POR CONSIDERARSE VULGAR. El tema general será siempre algo que se ha dado en el tema
teórico en clase, generalmente se podrá expresar con el título de alguno de los apartados del
tema teórico o alguna de las ideas explicadas del tema explicado en clase.

3. IDEAS PRINCIPALES Y COMENTARIO

Una vez delimitado el tema, habremos de señalar las ideas importantes que habíamos
subrayado en el texto, las cuales tienen una relación con el tema del mismo. Esas ideas pueden
ser desarrollos del tema, argumentos a favor del mismo, explicaciones suyas más amplias,
análisis más pormenorizados del tema, reflexiones a partir del mismo, conclusiones que se
derivan de él, deducciones que se infieren a partir de la tesis principal…. Todas las ideas que
deben presentarse en el comentario de texto tendrán que remitirse siempre al texto y reflejar
las relaciones que tienen unas ideas con otras. Para ello deberemos utilizar verbos que
expresen dichas relaciones (con el texto y entre las ideas) utilizando frases del tipo: “A
continuación el autor explica que…”, “El autor más adelante argumenta que…”, “El autor
posteriormente deduce que…”, “Posteriormente se analiza la idea de que…”, “Más adelante, el
texto (o el autor) reflexiona sobre…”, “El autor además presenta la idea contraria a su tesis
para rebatirla (refutarla o rechazarla) al considerar que …”, “También se señala que…”,
“Finalmente, el texto concluye sosteniendo que…”. Siempre se utilizaran este tipo de verbos
para expresar la relación entre la tesis principal y las otras ideas, intentando NO REPETIR LA
MISMA EXPRESIÓN O VERBO VARIAS VECES EN UN MISMO COMENTARIO DE TEXTO.

No debemos volvernos locos buscando una pluralidad de ideas, los buenos textos suelen
contener tan solo dos o tres ideas importantes a lo sumo. Así, con que señalemos dos, tres o,
como máximo, cuatro ideas será más que suficiente. Las ideas no se deben señalar de forma
esquemática ni telegráfica, ni se debe repetir literalmente o con pequeñas modificaciones las
palabras o frases del texto, sino que cada idea deberá ir acompañada de su correspondiente
cita del texto (ver las instrucciones para citar al final), la cual apoye que está en él, y que no
nos la estamos inventando, y de un comentario de la misma, en el cual expliquemos lo que el
autor quiere decir con tal idea o concepto, y el lugar que ocupa en el conjunto general de su
teoría (el comentario del texto, propiamente dicho). Todo esto, debe hacerse con argumentos
suficientes para apoyar lo que decimos, y debe ser desarrollado con profundidad, de modo
que no queden cabos sueltos o dudas finales

El comentario de texto no debe nunca parecer un telegrama, las frases deben escribirse
completas y correctamente, utilizando todo lo posible la terminología dada en el tema teórico.
Se evitará hacer frases demasiado largas o con muchas subordinadas. Añadiremos expresiones
de continuidad en el comentario para relacionar una frase con otra del tipo: “Además…”, “A
continuación”, “Para finalizar”, “También”, “Más adelante”, “Posteriormente”, “Para concluir”,
“Finalmente”…

4. CONCLUSIÓN

Para finalizar, todo buen comentario debe tener el buen gusto de acabar con una
recapitulación final en la que se resuma y recoja lo expuesto anteriormente, y, a poder ser, una
breve relación del texto y las ideas del autor con otros autores, bien que le influyeran a él, o
bien a los que él influyó, pero siempre teniendo en cuenta que tal relación no es del autor en
general con otros, sino del texto propuesto con otros autores (es decir, las ideas propuestas en
él, y no otras ideas o conceptos del autor que no estén en el texto, y, por tanto, no vengan a
cuento). En cuanto a la extensión de esta parte, es un final y cierre del comentario, por lo que
servirá con unas breves líneas bien redactadas.

INSTRUCCIONES PARA CITAR:

La cita debe ser siempre literal. No se deben alterar, bajo ningún concepto, las palabras
escritas por los autores.

Toda cita debe ir entre comillas, las cuales son señales para el lector que indican cuándo deja
de hablar el comentarista y cuándo vuelve a hacerlo. LAS CITAS NUNCA VAN ENTRE
PARÉNTESIS, NI EN CURSIVA.
En caso de que la cita sea muy extensa y decidamos prescindir de una parte de ella, debemos
indicarlo con el signo: […], el cual señala que en ese lugar había algo en el original que no
hemos transcrito. Este signo debe ir situado en el lugar exacto en que comience la falta, y
deberá repetirse tantas veces como faltas del original haya (aunque sea una mera palabra
insignificante, como un artículo).

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