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Papeldela Neuropsicologa 1233093476641299 2
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ABORDAJE DE LA ESQUIZOFRENIA
CUESTIONES PREVIAS
b. Esquizofrenia
Trastorno mental cuyas manifestaciones básicas consisten en una mezcla
de signos y síntomas característicos. Estos síntomas afectan a múltiples
procesos psicológicos, como la percepción (alucinaciones), ideación,
comprobación de la realidad (delirios), procesos de pensamiento
(asociaciones laxas), sentimientos (afecto plano, afecto inapropiado),
conducta (catatonia, desorganización), atención, concentración,
motivación y juicio. No hay ningún síntoma que sea por sí solo
patognomónico de la esquizofrenia. Estas características psicológicas y
conductuales se asocian a diversos tipos de deterioro. Los síntomas
característicos de la esquizofrenia se han clasificado a menudo en dos
grandes categorías (síntomas positivos y negativos), a las que
recientemente se ha añadido una tercera, la de desorganización. No
todos los síntomas descritos están presentes en cada uno de los
pacientes diagnosticados de esquizofrenia. No son específicos, pues se
dan también en otras enfermedades. El trastorno se caracteriza por una
gran heterogeneidad entre los distintos individuos y una variabilidad en
cada uno de ellos a lo largo del tiempo.
NEUROPSICOLOGÍA Y PSIQUIATRÍA
Distinción entre síndromes neuropsicológicos y cuadros
psiquiátricos
Demencias – Depresión
Existe cierta similitud entre la sintomatología depresiva y de las
demencias, sin embargo el abordaje de ambas indica diferencias
funcionales que deben ser tomadas en cuenta al momento de una
evaluación y terapia. Un cuadro depresivo frecuentemente se manifiesta
como un aparente compromiso global de funciones intelectuales, que de
hecho tiene la apariencia de un severo cuadro demencial, fenómeno que
se denomina seudodemencias depresiva. Más aún, en los estadios
iniciales de un proceso demencial es usual encontrar un componente
depresivo, que hace que el paciente aparezca más afectado de lo que
realmente está; al suprimir la depresión, el cuadro demencial mejora, ya
que era la resultante de dos procesos simultáneos superpuestos.
Afasia – Esquizofrenia
La neuropsicología y la psiquiatría se encargan de diferenciar entre un
trastorno y otro. La manera más directa de abordar el problema es
conocer cuáles son los mecanismos de transformación del lenguaje, tanto
en el paciente esquizofrénico como en el afásico, en relación con ciertas
jergas afásicas, que fácilmente suelen confundirse con un lenguaje
psicótico.
Derecho Izquierdo
c. Déficits atencionales
La atención, constructo estudiado en constantes investigaciones y
abordados en las tareas de asistencia y tratamiento clínico, también ha
sido estudiada organizadamente a partir de los estudios de Kraepelin
quien adujo que los déficits atencionales es una característica
neuropsicológica importante a tomar en cuenta en esquizofrénicos.
(Navarro, 2004). A pesar de los inicios de estudio de este proceso
cognitivo, en la actualidad no se ha llegado a un total consenso en la
influencia y relación con el rendimiento cognitivo en personas con
esquizofrenia. A ello se agrega los estudios de Rund y Borg (Pardo, 2005)
quienes aducen que no ha surgido una clara caracterización acerca de la
precisa naturaleza de los déficits atencionales en la esquizofrenia.
Además la definición de atención se torna poco clarificado, dado que
según conclusiones de Pardo (2005) sostiene que algunos autores
refieren que la atención no es en sí misma una función cognitiva sino más
bien una “actividad direccional”, cuya función es la de facilitar el desarrollo
de los demás procesos cognitivos. Es por ello que en el trabajo con
dichos sujetos se proponen principalmente dos vertientes, una es la de
considerar el déficit de atención debido a un exceso de respuesta a los
estímulos atencionales, llamado hiperatención; y por otro lado
encontramos al fenómeno opuesto, es decir la débil respuesta atencional
a los estímulos externos e internos, llamada hipoatención. Sobre esta
distinción entre hipoatención e hiperatención según Sarter (1994),
Ganzelves y Haenen (1995) Mar, Smith y Sarter (1996) (citados en
Navarro, 2004) llegan a distinguir que éstas están regidas por una
hipoactividad e hiperactividad colinérgica cortical, respectivamente.
d. Trastornos mnésicos
Este aspecto cognitivo ya había sido de interés del psiquiatra alemán
Emil Kraepelin, quien basado en las investigaciones del psicólogo alemán
Herman Ebbinghaus, aplicó métodos de estudio de la memoria y su
proceso psicofisiólógico en pacientes con alteraciones psíquicas (Luria,
1986). A ello se suma estudios orientados a la investigación del
funcionamiento del lóbulo temporal medial.
e. Funciones ejecutivas
La neuropsiquiatría y la neuropsicología trabajaron paulatinamente para
lograr la distinción de trastornos que cubrían similares síntomas, claro
ejemplo representan los pacientes con síndrome frontal y esquizofrénicos
de mal pronóstico. Precisamente estudios como por ejemplo de Lizaker y
Bell, 1994 (citado en Navarro, 2004), considera que las características
comunes en amos grupos son las dificultades en planificación, pérdida del
juicio social, falta de iniciativa y aplanamiento afectivo.
f. Trastornos práxicos
A principios del siglo XX Bleuler (1911) mencionó la presencia de
trastornos del movimiento en un grupo de pacientes esquizofrénicos.
Dichos manierismos extraños ya habían sido apuntados por Kraepelin en
1904. Muchos años después, se han efectuado investigaciones
metodológicamente bien diseñados para intentar esclarecer la posible
presencia de trastornos práxicos en la esquizofrenia. En este sentido,
Manschreck, Maher y Rucklos (1982) han hallado que, junto a la torpeza
y dificultad en los movimientos espontáneos, existen importantes
alteraciones en la coordinación y secuenciaciones motoras. En esta
misma dirección, recientemente se ha profundizado en el estudio de las
praxias y otras tareas motoras realizadas por personas diagnosticadas de
esquizofrenia, en comparación con un grupo de control, sugiriéndose la
existencia de una posible disfunción corticoestriatal (Schwartz et al.,
1996, citado en Navarro, 2004). Los resultados obtenidos no indican un
claro patrón apráxico entre el grupo de esquizofrénicos, aunque la
ejecución suele ser peor en tareas motoras frontales (secuenciación
motora bucofacial y coordinación recíproca manual) entre las personas
con mayor cantidad de síntomas negativos, detectándose además un uso
más frecuentes de partes del cuerpo como si se tratara de objetos. A
pesar de estas evidencias dispráxicas, el déficit motor parece ser
independiente del cognitivo, y aunque en la esquizofrenia parece
observarse un déficit neuropsicológico generalizado, esta patología
debería considerarse a nivel funcional como una combinación múltiple de
déficits específicos sin un perfil definido.
g. Lenguaje
El lenguaje de los pacientes con esquizofrenia puede presentar diversas
formas de desorganización. El sujeto puede perder el hilo de la
conversación, saltando de un tema a otro (“pérdida de las asociaciones”);
las respuestas pueden tener una relación oblicua o no tener relación
alguna con las preguntas (“tangencialidad”), y, en raras ocasiones, el
lenguaje puede estar tan gravemente desorganizado que resulta casi
incomprensible y se asemeja a la afasia de Wernicke en su
desorganización lingüística. Puesto que la desorganización leve del habla
es frecuente e inespecífica, el síntoma debe ser suficientemente grave
como para deteriorar la efectividad de la comunicación. Durante los
periodos prodrómico y residual de la esquizofrenia puede presentarse una
desorganización del pensamiento o el lenguaje menos grave (APA, 2001)
CONCLUSIONES
REFERENCIAS