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Si bien se venía trabajando con anterioridad, tras ganar Perón las elecciones en febrero de 1946 la orden del General
fue clara: confeccionar un plan multidisciplinario de Gobierno para el período 1947-1952. Fueron el barcelonés José
Figuerola y sus equipos técnicos los encargados de llevar adelante tamaña tarea. Con una fuerte impronta en las tres
banderas del Justicialismo (Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social), el extenso Primer Plan
Quinquenal constaba de tres grandes áreas: Gobernación del Estado,
Defensa Nacional, y Economía.
El quinto aspecto abarcado por la sección “Política” es el relativo a los Territorios Nacionales, en donde se urge a todos
los organismos pertinentes a informar a la Presidencia sobre el estado de los territorios. A su vez, se encaró un proceso
de provincialización de los nueve territorios nacionales que quedaban, creándose entre 1951 y 1955 ocho provincias:
Chubut, Eva Perón (actual La Pampa), Formosa, Misiones, Patagonia, Presidente Perón (actual Chaco) y Río Negro. Cabe
aclarar que en 1956 se disolvió la conformación de la Provincia de la Patagonia, creándose en reemplazo la provincia de
Santa Cruz y el territorio nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (provincializado en 1985).
El sexto ítem de este primer capítulo es el referido a la ampliación de derechos electorales: el establecimiento del voto
femenino para todas las mujeres a partir de los 18 años de edad, así como la concesión del voto a los suboficiales del
Ejército, la Armada, y de la Policía, así como los de resguardos de aduanas.
El capítulo II del tomo relativo a la Gobernación del Estado era el referido a la Salud Pública. Esto fue sin duda alguna un
punto clave del Plan Quinquenal, ya que no existía un sistema de salud pública centralizado. En esa línea, Perón creó en
1946 la Secretaría de Salud, que sería elevada a rango ministerial tras la reforma constitucional de 1949, con el doctor
Ramón Carrillo como figura emblemática en su conducción. El objetivo principal era el descrito en el art. 2 inc. A del
Proyecto de Ley dedicado a este tema: “Organizar el gobierno de la salubridad general e higiene pública de la Nación.”,
llevando a cabo en paralelo una enorme cantidad de Obras Públicas (más de 360 al final del segundo mandato de Perón,
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Informe del Instituto Gestar http://gestar.org.ar/nota/ver/id/1325
según el archivo del Hospital Neuropsiquiátrico Borda de la Ciudad de Buenos Aires) que también estaban contenidas en
el proyecto de ley de “Construcción, Habilitación y Funcionamiento de los Servicios.”, financiándose el Plan de Salud
Pública mediante la creación de un Fondo Nacional de Salud y Asistencia Social.
El Capítulo III de la sección “Gobernación del Estado” es el referido a la Educación, con dos proyectos de ley principales:
las bases para las enseñanzas primaria, secundaria y técnica, y la enseñanza universitaria. En el primer proyecto, un
hecho para destacar fue la creación del Consejo Nacional de Educación que se dividiría en tres secciones: 1) De
enseñanza primaria; 2) De enseñanza secundaria y el 3) de enseñanza técnica. Este último ítem, sin dudas uno de los
principales pilares de la Educación Justicialista, contemplaba la creación de tres tipos de escuelas: las Escuelas Técnicas
de Capacitación, las Escuelas Técnicas de Perfeccionamiento, y las Escuelas de Especialización denominadas Escuelas
técnicas superiores. Otro aspecto muy importante era que se establecía la cooperación entre grandes empresas y Estado
a fin de otorgar becas para la enseñanza técnica en sus tres grados. En cuanto a la educación universitaria, se destaca la
creación del Estatuto Universitario. Vale aclarar que uno de los grandes hitos de la Obra Justicialista en materia
universitaria, la Universidad Obrera Nacional (Hoy Universidad Tecnológica Nacional), fue incluido en el Segundo Plan
Quinquenal a pesar de que la ley que la crea es de 1948.
El capítulo IV, referido a la Cultura, destaca que “el Poder Ejecutivo se propone enaltecerla y elevar en todo momento el
nivel cultural del pueblo argentino, basándolo en las dos formas fundamentales mediante las cuales un país le acumula y
perfecciona: la cultura adquirida por tradición, cuyos principios se remontan a orígenes más nobles de la cultura
europea, transmitida por los conquistadores e influida por elementos autóctonos, y la cultura del tipo universal
adquirida en los diversos centros de enseñanza.” Se criticaba la falta de visión de conjunto y de organización en cuanto a
las instituciones de la Cultura desperdigadas por el país, generadas por la falta de un plan en este ámbito de la vida en
sociedad. Se señala, entre otros aspectos, que “El Estado fomentará, además de hacerlo en forma docente, el
conocimiento con carácter general del origen y desarrollo de la historia patria, remontándola a la conjunción de
elementos civilizadores que en ella intervinieron y enaltecerá la figura de los hombres más prominentes de antes y
después de la conquista cuyas virtudes étnicas heredaron nuestras generaciones.”, contemplando la multiculturalidad
que compone a nuestra sociedad.
En cuanto a la Justicia, el Capítulo V contempla una serie de reformas a la Justicia Federal, la Extensión del Fuero del
Trabajo a la Jurisdicción Federal, la Regulación de las Funciones Notariales de los Escribanos, y una Reforma del Fuero
Contencioso Administrativo. De todos estos hechos, sin dudas para los peronistas el más importante es la creación del
Fuero Nacional del Trabajo unificado. Cabe recordar que el fuero del trabajo existía desde el año 1944 mediante el
decreto ley 32.347/44, pero sólo tenía jurisdicción en la Capital Federal y los Territorios Nacionales. Mediante este
proyecto de ley se creaban no sólo Juzgados Nacionales de Primera Instancia, sino también las Salas de Justicia del
Trabajo en las Cámaras Federales correspondientes a cada provincia, significando la existencia de una instancia de
apelación para los conflictos laborales (en un claro beneficio para los trabajadores y el Movimiento Obrero en su
conjunto).
El capítulo VI abarca la Política Exterior, centrada en un Proyecto de Ley de Organización del Servicio Exterior de la
Nación. Entre otros tópicos, organizaba a los funcionarios del Servicio Exterior. (…). Esta medida significó la unificación
del Cuerpo Diplomático con el Cuerpo Consular, que a criterio de Perón había “contribuido a dificultar la labor en el
exterior, debido a la unilateralidad, excesiva, a veces, del funcionario dedicado a una u otra actividad.”
- Con el objetivo de “Defender la Soberanía y el patrimonio nacional”, el plan para el área de Defensa englobaba a tres
esferas: el Ejército, la Marina y la Aeronáutica. A nivel Macro, se preveía la creación del Fondo Nacional para la Defensa
(previa aprobación del Congreso) a fin de garantizar el financiamiento de los planes de equipamiento y modernización
para las fuerzas armadas. Es para destacar también, en una muestra clara de la visión estratégica del General Perón, la
inclusión en esta sección de un plan de estímulo al poblamiento y explotación de los recursos naturales de la Patagonia,
ya que a su criterio esta región se encontraba “expuesta a ataques de un enemigo extra continental desde ambos
océanos”, también considerándola “un objetivo de atracción para el enemigo que quiera echar bases en el continente.”
Para la Marina, se preveía la adquisición de nuevas naves, de especial importancia para Perón ya que la II Guerra
Mundial había evidenciado avances técnicos que dejaban a nuestros barcos obsoletos. A su vez, se especificaba la
compra de nuevos aviones de patrullaje marítimo para el cuerpo de Defensa de Costas. Otro aspecto importantísimo en
este ámbito era la preparación de un proyecto de ley a fin de que la reciente Dirección Nacional de la Marina Mercante
pueda cumplir sus funciones, entre ellas la adquisición de buques para engrosar la flota de la Marina Mercante. Cabe
mencionar que durante el primer gobierno de Perón, la capacidad de transporte de cargas de la Marina Mercante
aumentó de 575.400 a 866.700 toneladas.
Finalmente, para la Aeronáutica, el Plan Quinquenal hace hincapié en la producción aeronáutica nacional como objetivo
fundamental, estimulando la instalación de plantas industriales a fin de producir todos los materiales e insumos relativos
a este tipo de industria. Vale destacar, entre otros logros en este aspecto, la construcción en la Fábrica Militar de
Aviones del avión Pulqui II, cuya propulsión a reacción y disposición de alas en flecha lo hacía una absoluta novedad para
la época. La presentación en sociedad fue realizada el 8 de febrero de 1951 con la presencia de Juan Domingo Perón.
El capítulo referido a la Obra Social se dividía en cuatro áreas. El área del Trabajo preveía, entre otras cosas, un proyecto
de ley para el accionariado obrero, esto significaba la posibilidad de que los trabajadores pudieran tener acceso a una
porción o totalidad del paquete accionario de una compañía.
En materia de Previsión Social, se preveía en un Proyecto de Ley la creación de un seguro social que cubriría accidentes
de trabajo, o fallecimiento. También se cubriría por enfermedad a la población por debajo de un nivel de ingresos a
considerar por la reglamentación, siendo las prestaciones de salud no solo curativas sino también preventivas,
reeducativas y readaptadoras. Además, se crearía una cobertura para la desocupación forzosa, y un sistema de
aseguramiento de riesgos del trabajo a cargo del Estado.
En materia de Vivienda, el Capítulo dedicado en el Plan Quinquenal contemplaba un Proyecto de Ley dedicado a la
construcción de viviendas a cargo de la Administración Nacional de Viviendas en terrenos fiscales, cobrándose a su vez
un impuesto especial a los terrenos baldíos en la jurisdicción de la Capital Federal del 50% de su valor fiscal y un 50% de
recargo en la contribución territorial y en los impuestos municipales. Todo ese fondeo sería destinado a la construcción
de viviendas. El resultado de todas estas acciones fue la construcción de nada menos que alrededor de 500.000
viviendas nuevas, tanto mediante acción directa del Estado para sectores populares como a través de créditos del Banco
Hipotecario de la Nación para sectores con mayor
capacidad de ahorro.
Trabajos Públicos y Transportes, el cuarto capítulo del área económica, fue un aspecto clave. Si bien contemplaba la
construcción de caminos, vías ferroviarias, vías de transporte fluvial, elevadores de granos, ampliación del Servicio de la
Flota Fluvial, la finalización en 1949 de la construcción del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, etc., la principal acción de
Gobierno en esta materia fue la Estatización de los Ferrocarriles y áreas aledañas ejecutadas el 1 de marzo de 1948.
En Materia de Producción, se contemplaban aspectos como los procesos de Producción Primaria e Industrialización, un
Proyecto de Ley para la pesca y la caza marítima, uno para la Protección Forestal, la Creación del Centro Nacional de
Investigaciones Agropecuarias, y un proyecto de fomento a la Industria Nacional. Mediante la ejecución de medidas
tales como permisos de importación, regulación del tipo de cambio, otorgamiento de subsidios a la producción y
financiamiento, el objetivo de este capítulo era impulsar la producción en áreas estratégicas de la industria a fin de
lograr una mayor soberanía e independencia económica, así como también reducir el desempleo de manera abrupta.
Finalmente, el séptimo capítulo del área económica era el relativo a temas de Hacienda, que contenía las líneas
generales para la creación de un nuevo régimen tributario, así como lo referido al Presupuesto a emplear por el
Gobierno Nacional.
Habiendo visto las principales ideas y proyectos contenidos en el I Plan Quinquenal, con orgullo podemos decir que sin
dudas la magnitud y minucioso diseño lo hace quizá una de las planificaciones gubernamentales más importantes que
hayan existido bajo nuestro cielo. Es por ello que desde el Instituto GESTAR creemos que tal obra debe ser recordada y
exhibida como una pieza fundamental de nuestra historia.