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¡¡¡Gracias!!!
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El Club de las Excomulgadas
Argumento
¿Hasta dónde llegarías por alcanzar el máximo placer?
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BDSM es la denominación usualmente empleada para designar una serie de prácticas y aficiones
sexuales relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidad extrema convencional.
Se halla estrechamente asociado con la subcultura leather. El acrónimo está formado por las
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iniciales de algunas de dichas prácticas: Bondage (B), Disciplina y Dominación (D), Sumisión y
Sadismo (S), Masoquismo (M).
El bondage es la práctica de encordamientos o ataduras sobre el cuerpo humano, con fines estéticos
o sexuales.
Disciplina es un término genérico que describe las actividades de quienes gustan, por activa o por
pasiva, de la flagelación erótica, también llamada la práctica de los azotes eróticos.
En la escena BDSM se define como relación dominación-sumisión la integrada por una parte
pasiva, que adopta el rol sumiso, y una parte activa, que hace lo propio respecto del rol dominante.
En todo caso se concreta en torno a un modelo de Intercambio erótico de Poder (EPE), basado en el
consenso.
El sadomasoquismo es un término genérico que define relaciones en las cuales el binomio dolor-
placer tiene una gran importancia como medio de materializar relaciones de intercambio de poder.
Se denomina sadismo, por otra parte, a la práctica activa que realizan las personas que sienten un
placer sexual al castigar a otra. Masoquismo sería la práctica pasiva, la de aquellas personas que
experimentan un placer sexual al sufrir determinada intensidad de dolor.
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Capítulo Uno
Summer miró hacia la fila de pollas dispuesta enfrente a ella, siete pulgadas
de alto, erectos pollas hechos de chocolate. Algunos de chocolate oscuro, algunos
de chocolate con leche, un par de chocolate blanco, y unos pocos en los que había
experimentado y creado un tono de piel pálida hecha de una combinación de
chocolate blanco y leche con un poco de rojo.
—Me encantó tu último libro —dijo la joven—. Espero que éste sea igual de
sexy.
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Echó un vistazo a Tanya, firmando otro libro. Se preguntó sobre el tipo de
vida que Tanya vivía ahora. ¿Salía con varios hombres y vivía en un contexto de tríos y las
otras cosas que detallaba en sus historias? Summer no podía imaginar hacer eso, pero
admiraba a Tanya por tener las agallas para hacerlo o incluso sólo por escribir sobre
ello. Summer había leído en los agradecimientos que se lo dedicaba a un hombre en
particular, al que se refiere simplemente como M, la había ayudado en su
investigación. ¿Qué tan a fondo había sido esa investigación?
Summer ajustó los chupetines de chocolate en frente suyo, chupapollas, que Opal Carew - Lazos Secretos
eran pollas pequeños de chocolate en un palo, en filas ordenadas, luego desvió la
atención hacia los montones de libros de Tanya y los enderezó en pilas ordenadas.
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pequeños aunque coquetos pechos, lo que era extraño ya que las directrices del
espectáculo declaraban sin desnudos. Ella también llevaba una brida en su cabeza
con una pluma brillante en la parte superior.
Dios mío, ella no era así. Lo miró a la cara. Para su horror, él sonrió a
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sabiendas, y sus mejillas se ruborizaron de vergüenza.
Él se acercó a la mesa, y ella contuvo el aliento. ¿Iba a hablar con ella? ¿Quizás
proponérsele como varios hombres habían hecho con Tanya ya? ¿Qué podría decirle a él?
—Max.
Las mujeres en la línea esperando para conocer a Tanya miraron a Max con
los ojos muy abiertos. Él podría haber pasado por un modelo de portada.
—Gracias a ti.
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Había alrededor de cinco personas esperando en la fila.
Ella asintió.
—¿Haces chocolates?
—Se ven muy bien. Especialmente me gustan los de color piel. Parecen muy
reales. —Era una extraña vista, él allí de pie sosteniendo una polla en la mano.
—¿Te gustaría uno? —Oh, hombre, ¿qué estaba pensando? ¿Por qué él querría
uno?—. Uh... para darle a tu novia —Oh, genial. Ahora sonaba como si estuviera
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tratando de averiguar si estaba disponible.
—Eres un amigo de Tanya, así que... por favor, sólo considéralo un regalo
—dijo Summer.
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Oh, Dios, primero quedó atrapada mirando su entrepierna y ahora le estaba
dando pollas de chocolate. Él debía pensar que era una completa chiflada.
—Así que, ustedes dos parecen llevarse bien —Tanya miró la polla en la
mano de Max—. ¿No son hermosos? Le dije que debería cobrar más de quince
dólares.
Tanya se rió, y Summer notó un ligero rubor en sus mejillas. Ella está igual de
afectada por él que yo. La verdad la atravesó. Tal vez su amiga quería tener un tiempo
a solas con Max. La decepción corrió a través de ella. Tomaría una copa con ellos,
luego se excusaría. No tenía la intención de ser una tercera rueda.
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—Buena suerte —dijo Summer.
—Gracias.
—Y son una ganga a ese precio. Oh, voy a tomar un par de esos, también —
agarró dos chupapollas de chocolate con leche y le entregó a Summer otros cinco
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para compensar la diferencia—. Escucha, he decidido entrevistar a algunos de los
vendedores en el escenario... ya sabes, dejar que la gente sepa lo que está disponible
en la feria. Me gustaría hacerlo contigo —ella sonrió—. Podríamos hacerlo ahora
mismo.
—Oh, no lo creo. Tal vez quiera entrevistar a Tanya. Ella es una autora, y
este es su puesto.
—Tonterías.
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Una chica de bondage que le gusta llevar equipo de caballo como anteojeras, cola de caballo falsa.
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Vex se inclinó, luego se sentó en el taburete libre a su derecha. Summer se
preguntó en qué se había metido. Las pollas de chocolate habían sido sólo por
diversión. Nunca había tenido la intención de terminar en el escenario en un loco
espectáculo de sexo.
—Vex, ¿sabes a quien tengo aquí? —la Maestra Cassie señaló a Summer.
Ella sintió sus mejillas ruborizarse cuando los rostros en la multitud se volvieron
hacia ella.
—Uh... — ella sintió que su pulso latía más allá de sus sienes—. Esos son...
chupapollas.
Arrancó la cinta alrededor del palo y quitó el celofán, luego envolvió sus
labios alrededor del chupetín. Vex hizo lo mismo. Ambas mujeres hicieron un gran
espectáculo de lamer arriba y abajo los chupetines, y la multitud observaba con
avidez.
—Mmm. Es delicioso.
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—Summer también tiene estos maravillosos…
—¿Maestra?
—Mire.
Las dos mujeres lamieron la punta y por el eje, y sus lenguas jugaron con la
punta, a veces reuniéndose en el proceso. La Maestra Cassie envolvió su mano
alrededor de la base del eje, y Vex se hizo a un lado cuando la Maestra Cassie tragó
la polla en su boca. Ella fue profundamente, luego se echó hacia atrás, entonces
bombeó arriba y abajo varias veces.
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Arrancó la polla muerta de quien sea, o lo que sea, que estaba sosteniéndola
en su lugar detrás de la cortina. El público se rió entre dientes.
Summer asintió. Fiel a su palabra. La Maestra Cassie había hecho casi toda
la conversación. Vex llevó a Summer fuera del escenario mientras la Maestra
Cassie comenzaba a anunciar los otros eventos de la noche.
Summer bajó los escalones del escenario y se dirigió hacia el borde de la sala
de convenciones, tratando de evitar a las personas que habían estado boqueando
ante el espectáculo en el escenario. Esto era sin dudas la cosa más extraña en la que
jamás había participado. Ella esquivó el puesto del final y se relajó un poco cuando
vio que no había mucha gente a lo largo de ese pasillo. Opal Carew - Lazos Secretos
—Oye, bonita dama —dijo una liquida voz masculina—. Te vi arriba del
escenario.
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Capítulo Dos
Summer levantó la mirada para ver a un hombre musculoso de peso
promedio, sosteniendo un vaso plástico lleno de cerveza. Tenía un despeinado
cabello rubio, jeans gastados y una camisa rayada azul.
Ella asintió y trató de dar un paso para pasarlo, pero él dio un paso al
costado.
—No, te lo agradezco.
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—Ah ahora, bonita dama —él se tambaleó un poco, luego se inclinó sobre
su hombro—. Eres realmente una dama bonita. ¿Te dije eso?
—No pretendía asustarte. Es sólo que realmente parece que te gusta chupar
pollas, y… obviamente te gusta el sexo… —él ondeó sus manos alrededor,
abarcando los alrededores—. Lo puedo decir… al tú estar aquí y todo —le sonrió—
. Así que, vamos. Vayámonos.
Ella levantó la mirada para ver a Max Delaney parado a unos pocos pies de
distancia. Summer nunca había estado tan contenta en su vida por ver a alguien.
El tipo adulador al lado de ella miró a Max, que era más alto que él por una
cabeza. El hombre inmediatamente retiró su brazo de su hombro, y ella caminó
hacia Max. El tipo sostuvo sus palmas abiertas hacia adelante.
—Oye, hombre. Lo siento. No sabía que ella estaba aquí con alguien —la
miró a ella—. Estás aquí con él, ¿cierto?
—Por supuesto —dijo ella, luego elevó los labios para darle a Max un ligero
beso en la mejilla para ser más convincente.
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Max la agarró por debajo de la barbilla y la levantó, luego capturó su boca.
La sensación de los labios de él presionados contra los de ella, persuadiendo a su
boca a responder, fue abrumadora. La lengua de él presionó entre sus labios, y los
abrió para él, dándole la bienvenida dentro. Su lengua se enredó con la suya,
guiándola en un baile seductor.
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—¿Entonces crees que tal vez esté libre esa mujer con esa cosita escasa? —
preguntó el bamboleante rubio, su dedo haciendo formas de X, indicando las tiras
del traje de Vex.
—Maldición. Está bien, gracias, amigo —con eso, vagó hacia la esquina,
probablemente de vuelta al bar.
Él sonrió.
—No hay problema. ¿Te gustaría conseguir un trago, luego recorrer el lugar?
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de que justo lo que necesitaba era un trago fuerte, especialmente justo antes de
mirar detenidamente juguetes sexuales con un alto y atractivo desconocido.
—¿Qué crees? —le preguntó la pelirroja a un rubio fornido que estaba de pie
mirando—. ¿Crees que encajará en el dormitorio?
—Estoy seguro de que puedo hacerlo encajar —él prácticamente arrastró las
palabras mientras ella separaba más las piernas y la mujer de pelo oscuro la hacía
girar.
—Pueden ver que esto les ofrece una gran cantidad de posibles posiciones —
ella le hizo un gesto al hombre para que avanzara y le dio valor para que se
acercara a su compañera—. Si la quieres un poco más alto… —ante su insistencia,
él caminó entre los muslos de la pelirroja hasta que su entrepierna cubierta de
mezclilla presionó contra la de ella—. De hecho, esto es perfecto para ti.
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La pelirroja envolvió sus piernas alrededor de él y se reclinó hacia atrás.
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Es similar a un corsé, pero el bustier es a menudo más corto, más flexible, y no modifica la silueta, solo la
realza. Alcanza hacia abajo solamente las costillas o la cintura, empuja hacia arriba el busto presionando
contra la zona superior del costillar forzando a los pechos a levantarse, mientras perfila la cintura
suavemente.
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—¿Quieres probar el columpio?
Tenía que admitirlo, sería divertido ver cómo era usarlos. Una empleada le
preguntó su talla y apareció con una caja un momento después. Ella agarró uno de
entre el delgado papel dentro de la caja y se lo tendió a Summer.
—Aquí, déjame ayudarte —Max tiró una banqueta hacia adelante y sostuvo Opal Carew - Lazos Secretos
el zapato contra el pie de Summer. Ella metió los dedos de sus pies, y Max abrochó
la correa alrededor de su tobillo. La sensación de los dedos de él sobre su piel envió
estremecimientos a través suyo. Él le levantó su otro pie con su mano cálida y
masculina. Le puso el otro zapato y lo abrochó. Ella casi suspiró cuando él le soltó
el tobillo para dejar su pie en el suelo. Él se puso de pie y le ofreció la mano,
entonces la puso de pie.
Ella se miró en el espejo de la pared. Hacían que sus piernas se vieran largas
y… bueno, sexys. Caminó hacia el espejo, luego se giró y se alejó. Mientras miraba
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por sobre su hombro, se dio cuenta de que hacían que su trasero se viera más
levantado y redondeado, pero firme.
—Son muy bonitos —caminó ida y vuelta algunas veces más, luego volvió a
sentarse y empezó a desabrocharlos. Tenía que sacárselos antes de decidir que tenía
que tenerlos y gastara cuatrocientos dólares que no podía permitirse.
Se detuvieron en otro puesto que tenía obras de arte eróticas, las cuales eran
todas bastante hermosas. Ella admiró las cuerdas de diamantes falsos de muchos
colores brillantes en otro puesto.
—Muy bonito.
Max la acompañó, y cuando ella llegó, notó que ya no quedaba nada de Opal Carew - Lazos Secretos
chocolate. ¿Tanya había empezado a empacar para terminar la velada?
—¿Pero cómo?
—Bien, había más gente que los quería de la que podíamos abastecer, así
que yo… como que dejé que la gente pujara por ellos.
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—¡Tanya!
—¿Bueno, por qué no? —ella miró su reloj—. Sabes, estoy a punto de dar
por terminada la noche, y tú no tienes ninguna razón para quedarte aquí, así que,
¿Max? ¿Qué dices sobre ese trago?
*****
Summer siguió a Tanya dentro de la gran sala de estar completa con una
chimenea sobre una pared. La simple decoración le daba un aire de elegancia.
Mobiliario color crema con líneas claras y una gruesa alfombra gris estaba colocada
para resaltar vibrantes obras de arte. Varias plantas verdes ubicadas alrededor del
espacio junto con un arreglo floral de colores brillantes sobre la mesa de café de
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vidrio hacían que el lugar se sintiera hogareño. Ella miró la espectacular vista de las
titilantes luces de la ciudad más allá del ventanal.
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Jugó con el esbelto tallo de su copa.
Él le volvió a llenar su copa, y ella se dio cuenta que la había vaciado. Tomó
un sorbo del líquido burbujeante y sintió que le calentaba la garganta. No estaba
acostumbrada al champán, y podía sentirla relajándola.
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Las siglas BDSM están formadas por las palabras: B: Bondage, D: Dominación, S: Sumisión, M:
Masoquismo. Estilo de vida sexual alternativo de las personas con tendencias Dominantes y sumisas (D/s).
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—Realmente no sé mucho acerca del… BDSM. La gente habla sobre
latigazos y dolor. La S y la M son por sadomasoquismo, ¿cierto? —no podía
imaginar a Tanya escribiendo acerca de personas haciendo daño a otras personas.
Max se rió.
El pensamiento de Max, autoritario y masculino, jugando el rol del Opal Carew - Lazos Secretos
Dominante envió estremecimientos por su columna. ¿Cómo sería ser dominada por él?
El simple pensamiento hizo que su pulso se acelerara.
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Bondage es una denominación aplicada a los encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o
desnuda. Los atamientos pueden hacerse sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo, utilizando
generalmente cuerdas, aunque también se puede ver en muchas ocasiones el uso de cinta, telas, cadenas,
esposas, y cualquier otra cosa que pueda servir para inmovilizar a una persona. Con cierta frecuencia, a la
persona se le aplica una mordaza o los ojos vendados. El bondage puede usarse como práctica estético-
erótica, como parte de una relación BDSM, como una variante erótica más o como elemento en ceremonias
de dominación o de sadomasoquismo.
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de su pantalón, luego buscando dentro para sacar un polla largo y duro, luego
envolviendo sus labios alrededor de este…
Ante el tono de Max, la mirada de Summer voló a su cara. Sus ojos oscuros
cortaron a través de su inseguridad mientras volvía a hablar.
Se detuvo frente a él, sintiéndose un poco tonta, aunque parte de ella quería
obedecerle. Él se veía tan completamente masculino, y eso le encantaba.
Se giró hacia la mesa, levantó la fría botella negra, y llenó la copa de Max.
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—Ahora apoya la botella y vuelve a tu asiento.
Ella reubicó la botella sobre la mesa. ¿Por qué había esperado a que él le pidiera
eso? Se había quedado ahí quieta como una idiota sin mente. Era como si se hubiera
puesto en un modo donde sólo esperaba por sus órdenes, sin mente propia.
Volvió a su asiento.
Ella asintió, sin arriesgarse a decir nada, temerosa de que su voz temblara.
—Así es—. Por supuesto que no lo habría hecho. Tanya había estado sentada ahí
y…
El impacto atravesó su cuerpo. ¿Era sólo porque Tanya había sido testigo que no
lo habría hecho? Si hubiera estado sola con Max… si él le hubiera ordenado…
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Oleadas de necesidad la cubrieron. ¿Podría ser que quisiera que él le ordenara
hacer algo indecoroso? ¿Algo que ella no consideraría ordinariamente?
Tomó una respiración profunda. ¿Si Tanya no hubiera estado ahí sentada, qué
tan lejos hubiera ido?
Su corazón golpeó fuerte en su pecho. Oh, Dios, él había mirado sus ojos y
había visto todo lo que ella había estado pensando.
Ahora estaban cara a cara. Él se inclinó hacia adelante, acercando su cara a Opal Carew - Lazos Secretos
la de ella hasta que su boca estuvo apenas a una pulgada de la suya. Sus labios
cosquilleaban con anhelo, queriendo ser besada por él. Él pasó su mano a lo largo
de su cuello, su toque poderoso y abrumador por su intensidad.
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Pero esperó. Queriendo que le ordenara. Queriendo que él la controlara.
Cuando la soltó, ella miró en sus oscuros ojos, sabiendo que él veía más de
lo que ella quería que él hiciera.
—Bien, hay algunas cosas que necesito terminar antes de la mañana, así que
simplemente los dejaré a ustedes dos solos —Tanya agarró su cartera de la mesa
lateral junto al sofá y caminó hacia la puerta.
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—No es como si fuera un completo extraño. Es un gran tipo, puedes confiar
en mí con eso. Pasarás un rato fabuloso.
Había pasado un largo tiempo desde que había tenido cualquier clase de
sexo, no digamos del tipo de sexo pervertido y excitante que la involucrara
sometiéndose a los antojos de otro. Especialmente alguien tan potentemente sexy Opal Carew - Lazos Secretos
como Max Delaney.
Dominación.
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Capítulo Tres
—¿Summer, tienes a algún hombre en casa? —Max estaba sentado en el sofá
frente a ella. Ella miraba hacia su regazo mientras arrastraba un dedo por su rodilla.
—¿En serio?
—¿Ambos?
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—Para que estemos claros, me refiero a un trío. Entonces no tendrías que
escoger.
Él sonrió.
—¿En serio? Creo que hay una gran cantidad de cosas que podrías hacer que
no crees que podrías… en las circunstancias correctas.
Lo miró y se sintió abrumada por el intenso escrutinio que sus ojos oscuros.
Se sentía como si en este momento estuviera en el centro del foco de su mundo.
Como si él pudiera ver todo sobre ella… supiera todo lo que había que saber sobre
ella. Incluso cosas que ella no sabía sobre sí misma.
Opal Carew - Lazos Secretos
Él pasó un dedo a lo largo de su mejilla, y excitantes estremecimientos
bailaron por su cuerpo como polillas en una noche de verano. Sus dedos se
deslizaron entre su largo cabello rojizo, y la atrajo más cerca. Cuando su boca
encontró la de ella en un suave roce de labios, luego moviéndose con una delicada
presión, ella inspiró y se derritió contra él.
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Sus labios rozaron contra su oído.
—Eres una mujer sexy y hermosa, Summer. Quiero hacerte el amor. Liberar
la pasión que hay dentro de ti.
Ella lo miró, una prisionera de sus ojos color carbón, pecaminosos y sexys.
Sus labios volvían a anhelar los de él.
—¿Yo decido?
Sus labios volvieron a capturar los suyos, y se derritió contra él. Sus brazos
rodearon su cuello, y se aferró a él. Era tan fuerte. Tan masculino. ¡Tan sexy!
—¿Estás lista?
¿Lo estaba? Una parte de ella quería correr hacia la puerta y huir a la
seguridad de su habitación. Escapar de los repentinos anhelos que la volvían una
masa furiosa de deseo.
La sonrisa de él se ensanchó.
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—Desabotona tu blusa.
Pero sus dedos, con mente propia, abrieron el botón de arriba, luego el
siguiente. Mientras su blusa se separaba para revelar la hinchazón de sus senos
debajo, ella inspiró con fuerza. Sentía el calor de un rubor empezando en su cuello
y a través de su pecho. Sus dedos seguían moviéndose hacia abajo hasta que todos
los botones estuvieron sueltos y su blusa quedó abierta, revelando sus senos
encerrados en encaje negro.
Ella alcanzó detrás suyo y desabrochó el botón y bajó el cierre, luego deslizó
la cinturilla más allá de sus caderas y dejó que la falda cayera al suelo.
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encaje negro que usaba. Sus dedos agarraron la tela negra de su falda, pero esperó
unos segundos antes de pararse, sorprendida ante su propio desenfreno.
Una vez que dispuso de la falda, caminó hacia él. ¿Le pediría ahora que se
quitara el sujetador? ¿Luego sus bragas?
Una vez que estuvo cómodamente sentada, él dijo: Opal Carew - Lazos Secretos
—Ahora acaricia tus senos.
—Quítate el sujetador.
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Buscó a tientas la correa en la espalda, y los broches se soltaron. Dejó caer
los tirantes de sus hombros, luego inspiró profundamente, sintiéndose
pecaminosamente traviesa mientras deslizaba la prenda de encaje hacia adelante. El
aire fresco le acarició la sensible piel mientras liberaba sus senos desnudos ante su
mirada caliente y hambrienta. Sus pezones se tensaron hacia adelante, duros y
necesitados.
Ella pasó la punta de un dedo sobre uno, luego lo frotó. Un calor fundido se
sacudió a través de ella… directo a su vagina. Acarició el otro seno, luego se deslizó
sobre el duro pezón. La caliente mirada de él seguía cada movimiento de sus dedos,
llevando la excitación a un nivel sofocante.
Summer se levantó y metió sus pulgares debajo del elástico de sus bragas,
pero vaciló. ¿Podría hacer esto realmente? ¿Desnudarse completamente frente a este hombre
mientras él se sentaba ahí completamente vestido y la miraba?
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Ella volvió a ruborizarse, esta vez de deleite porque lo había complacido.
Ella deslizó sus brazos alrededor de su cuello y juntó su boca con la de él.
Lamió sus labios, luego deslizó su lengua entre ellos, dentro de su boca. Sus labios
se movieron sobre los de él mientras exploraba su calor húmedo. La lengua de él se
enrolló con la de ella, y su respiración escapó mientras una necesidad primitiva
crecía dentro suyo. Apretó los brazos alrededor de él, su boca moviéndose
frenéticamente sobre la de él. Sus senos desnudos presionados contra su pecho
duro. El cuero de su chaqueta raspaba sus pezones. Su mano acarició su pecho,
pasó su cinturón, hasta el bulto que se tensaba en su pantalón. Lo acarició por
encima, asombrada por la longitud de la dureza. Opal Carew - Lazos Secretos
Su mano agarró la de ella.
—Eres una niña traviesa. No te di permiso para hacer eso —su mirada se
enlazó con la de él—. Ahora, tendré que castigarte.
—Está bien, encanto. Recuerda, esto es un juego. El castigo del que estoy
hablando no son latigazos o cadenas… aunque si quieres eso, házmelo saber —
sonrió malvadamente—. Creo que ahora es un buen momento para mencionar las
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palabras de seguridad6. Elegirás una palabra que me dirá que quieres que me
detenga inmediatamente. No debería ser una palabra como “no” o “detente”. En
nuestras reglas, puede que quieras luchar o pretender que quieres que pare. La
palabra segura nos permite explorar escenarios interesantes y jugar nuestros papeles
hasta el final, mientras te aseguras de que puedes detener las cosas en cualquier
momento. ¿Entiendes?
Ella asintió.
—Gato.
—Está bien —él sonrió—. Gato será. Ahora, quiero que uses esa palabra en
los siguientes minutos, sólo para asegurarte de que funciona.
Ella asintió.
—Está bien. De ahora en adelante, me llamarás Amo. ¿Entendido? Opal Carew - Lazos Secretos
Los ojos de ella se ampliaron, pero volvió a asentir.
—Sí, Amo.
—Bien —él palmeó su regazo—. Ahora, acerca de ese castigo. Estírate sobre
mis rodillas.
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La palabra segura o palabra de seguridad se usa con el fin de parar una escena cuando el sumiso lo decida,
quizás por dolor intenso o por diferentes motivos que hagan que no se pueda continuar. Esto le da al sumiso
la confianza y seguridad de tener una forma de concluir la sesión en el momento que él lo decida. Un Amo
siempre, y bajo cualquier circunstancia, debe respetar esta palabra.
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Ella tomó aire, lo cual de pronto se sintió escaso, pero hizo lo que le dijo. Su
desnudo trasero expuesto a él… la excitó. La mano de él le acarició la curva de su
trasero, desde su muslo hasta su espalda baja, luego hacia el otro lado. Su piel
cosquilleaba, queriendo sentir el golpe de su mano… queriendo sentirla
palmeándola. La sorpresa corriendo rápidamente través de ella al darse cuenta.
La mano de él cayó con un poco más de fuerza esta vez, escociendo más que
cosquilleando.
—¿Summer?
—Buena chica.
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Ella había dicho la palabra segura, así que esta era su manera de ofrecerle
continuar sus roles o detenerse completamente.
—Continúa, Amo.
Él sonrió.
Los dedos de ella se arrastraron por su pelo mientras lo tiraba más cerca de
sus senos.
Él sonrió.
—Entonces desvísteme.
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corazón golpeaba mientras revelaba más carne dura a medida que soltaba botón
tras botón. Pasó sus manos sobre sus duros pectorales, luego bajó por sus
cincelados abdominales. Se detuvo ante el cinturón, entonces tiró de su camisa y
liberó el último botón, luego empujó la camisa sobre sus hombros… dándose
cuenta en el último minuto de que sus puños seguían abrochados. Él se rió y los
soltó él mismo, luego sacó los brazos de las mangas y arrojó la camisa a un lado.
Ahora estaba parado delante de ella sólo con sus calzoncillos negros. Ella
agarró el elástico de su pretina y tiró. La polla más grande y larga que había visto
jamás cayó hacia adelante. Tenía una cabeza bulbosa y una vara larga y gruesa con
venas prominentes que parecían pulsar con vida. Le deslizó los calzoncillos hacia
abajo hasta los tobillos. Él levantó un pie a la vez para permitirle soltar la prenda de
algodón.
—Summer, detente.
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Ella levantó la mirada con asombro.
Ella obedeció.
—¿Quieres tocarme?
Ella asintió.
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—Sí, Amo —excitación cosquilleó en ella ante las palabras.
—Sí, Amo.
Él sonrió.
Sus mejillas llamearon con calor, pero asintió, luego se corrigió a sí misma.
—Sí, Amo.
—Muéstrame.
¿Cómo no podría?
Ella deslizó los dedos a lo largo de sus labios inferiores y los separó,
exponiendo su abertura mojada.
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—No la veo —se preguntó cómo respondería ella.
Oh, hombre, oírla llamarlo Amo era asombroso. Oírla pedirle tocar su
mojado coño hizo que se le acelerara el pulso.
—Te estás poniendo muy audaz. Puede que tenga que amordazarte si hablas
fuera de tiempo.
—Empuja dentro —tuvo que mantenerse rígido contra la urgente petición de Opal Carew - Lazos Secretos
su polla—. Más profundo.
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La mordaza de bola esta casi siempre hecha de goma o silicona con forma esférica con una línea de plástico o
cordel pasando por su diámetro. La bola se mete en la boca de la persona que será amordazada y la línea de
plástico se ata detrás de su cabeza para evitar que se la quite, este tipo de mordaza es seguro y efectivo, pues
aunque no silencian a la víctima si evitan que haga cualquier sonido inteligible.
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Consiste en un bozal con una protuberancia en forma similar a un polla que se coloca dentro de la boca, esto
es para darle a quien la use la sensación de estar chupando un miembro como pasaría en el sexo oral, por lo
que se suele usar en juegos sexuales. La protuberancia puede ser amplia y flaca con el objetivo de oprimir la
lengua o grande para funcionar como una mordaza de bola.
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Ring gag (mordaza de anillo) es muy similar a una mordaza de bola, excepto que la bola se remplaza por un
aro hueco, lo cual permite un acceso limitado a la boca. Este tipo de mordaza es menos efectiva a la hora de
silenciar y por lo general provoca que quien la use empiece a salivar incontrolablemente, además al tener
abierta la boca tanto tiempo abierta la lengua tiende a salirse y quedar colgando como en un perro, lo cual
suele ser su objetivo de su uso.
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—Acaricia tu clítoris.
—Sácalos. Ahora.
Cuando Summer sintió la boca de Max rodeando sus dedos húmedos, casi
se perdió. Había estado muy cerca del orgasmo cuando él la había detenido.
No.
—Sí, Amo.
¿Podría realmente controlarse para no correrse? ¿Podría correrse ante una orden?
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Ante el repentino tirón contra su pezón, ella jadeó.
—Si no lo supiera, pensaría que quieres que te vuelva a castigar —su mirada
quedó fija en su cara, y sonrió.
—Ohhh.
Él se rió.
Opal Carew - Lazos Secretos
—Voy a lamerte. Voy a hacer que te corras —eso ciertamente no sería
difícil—. Pero no te correrás hasta que te lo diga.
45
El Club de las Excomulgadas
Ella estaba tan cerca. ¿Cómo podía contenerse?
Sus dedos empujaron profundamente dentro suyo, tal como quería que
hiciera su gigante polla, y chupó profundamente su clítoris.
—Oh, Amo… —él chupó más duro—. Quiero… —empujó hacia adentro, y
el placer se volvió casi insoportable— …correrme…
—¿Summer?
Ella sonrió.
—Sí, Amo.
46
El Club de las Excomulgadas
Su polla saltó ante sus palabras.
Había oído de mujeres desmayándose por el placer del orgasmo, pero nunca
lo había atestiguado en persona. Dios, ella era tan receptiva. Tan increíblemente sexy.
No había estado seguro de que ella fuera capaz de contener el orgasmo hasta
su orden, pero había probado ser una perfecta sub10. Su deseo de obedecer sus
órdenes era más fuerte que las demandas de su propio cuerpo.
—Hazlo, Summer.
Ella se deslizó fuera del sofá y se arrodilló frente a él. El toque delicado de
sus dedos sobre su tensa polla casi lo envía sobre el borde, pero con tanta disciplina
como la que ella había mostrado, se contuvo. Ella envolvió sus cálidos dedos
alrededor de él y acarició su vara, deslizando su longitud, luego se inclinó hacia Opal Carew - Lazos Secretos
adelante y su cálida boca lo rodeó.
10
Apocope del inglés submissive, sumisa en español
47
El Club de las Excomulgadas
—Ahora, Summer. Necesito follarte.
—Voy a follarte.
—Por favor, fóllame, Amo —las sucias palabras eróticas la excitaron hasta
un grado enfebrecido.
—Sí, voy a follarte duro y rápido. Vas a correrte tan pronto como sientas mi
Opal Carew - Lazos Secretos
liberación.
—Sí, Amo.
48
El Club de las Excomulgadas
El placer barrió a través de ella. Lo pudo sentir a él tensándose, su vara dura
como acero profundamente dentro de ella. Un líquido caliente hizo erupción en su
interior. Se dejó ir y un dichoso placer explotó a través de cada parte suya,
llevándola a un lugar de pura sensación, cabalgando una ola de sonido. Un gemido
largo y sostenido.
—Ohhhhh, Amo.
Había sido una noche increíble. Una noche de nuevas experiencias. Nuevas
sensaciones.
Sonrió. No había sabido qué esperar del BDSM, pero lo que Max le había
mostrado había sido… intensamente sexy. Estaba emocionada por haber decidido
quedarse la noche anterior.
Una aventura de fin de semana. Estaba tan feliz de que Tanya la hubiera
convencido.
Opal Carew - Lazos Secretos
Miró su hermosa cara, y la golpeó un pensamiento perturbador. ¿La querría
por todo el fin de semana? Tal vez sólo la quisiera por una noche. Había un montón de
mujeres sexys y dispuestas en Sexo y Gala. Tal vez quisiera variedad.
49
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Cuatro
—Buenos días —Summer vaciló—. Amo.
—Por la presente te doy permiso para no llamarme Amo —la volvió a besar,
dejándola sin aliento—. Hasta esta noche.
—¿Esta noche? —ella sonrió. Entonces sí la quería otra vez. De hecho, por
cómo se sentían las cosas, la quería ahora.
—Oh, Max —ella deslizó las manos sobre sus hombros y se aferró a ellos Opal Carew - Lazos Secretos
mientras él llevaba su placer más alto con los empujes de su polla. Muy profundo
dentro de ella. Estirándola con su gigantesca vara de acero.
Él embistió más fuerte y ella jadeó, luego chilló de pura dicha. Él gruñó y la
siguió en su orgasmo.
50
El Club de las Excomulgadas
Summer se sentó en el taburete para darle un descanso a sus pies. Hubo una
corriente estable de gente pasando por el puesto toda la tarde, muchos deteniéndose
para comprar libros. Si volvía a venir el año siguiente, tendría que traer más
chocolates.
—Sí. Vendí diez libros más. Algunas personas dijeron que volverían más
tarde para que los firmaras.
Max.
—¿Tienes hambre?
51
El Club de las Excomulgadas
Él asintió, luego la guió por el corredor y por el pasillo que llevaba al hotel
de al lado. Ella lo siguió por el pasillo, luego girando la esquina. Estaba silencioso
en este nivel inferior hacia el vestíbulo. Él miró alrededor, luego abrió una puerta.
Ella agarró el paquete y tiró del lazo para soltar el nudo. El lazo se soltó, tiró
de la envoltura por un extremo y sacó la caja. La abrió y encontró un pequeño
artefacto entre el papel verde neón que había dentro.
—Puedo estar a treinta metros de distancia, y todavía darte placer. Opal Carew - Lazos Secretos
Ella no tenía dudas acerca de eso. Él podía mirarla de cierta manera y ella
probablemente llegaría al clímax… con o sin utilería.
—Quiero que lo uses esta tarde, y cuando sea que yo quiera, lo encenderé…
Podría hacer que te corrieras en cualquier momento.
52
El Club de las Excomulgadas
Él le acarició un hombro con una mano, luego bajó por su espalda mientras
la atraía más cerca. Ella podía sentir el calor que irradiaba del cuerpo de él. Ella
quería avanzar y presionarse contra él.
—No creo que sea una buena idea —algún nivel de cordura empujó a través
de su confuso cerebro.
—Pero lo usarás.
Él sonrió.
—Tienes una hermosas tetas, Summer —la giró para que se mirara en el
espejo mientras se desvestía. Él se paró detrás de ella, su caliente mirada admirando
Opal Carew - Lazos Secretos
su cuerpo—. ¿Te gusta que les diga tetas?
Dejó caer su camisa por encima de sus hombros, y se deslizó hasta el suelo.
Las manos de él le ahuecaron los senos cubiertos de encaje. La erótica visión de él
acariciándole los senos en el espejo hizo que los latidos de su corazón aumentaran
salvajemente. La sensación de sus manos calientes y cálidas sobre ella hizo que la
humedad se juntara entre sus muslos.
—Ahora el sujetador. Quiero ver tus tetas desnudas, los pezones duros.
53
El Club de las Excomulgadas
Ella alcanzó alrededor y desabrochó el sujetador, luego lo deslizó fuera.
—Ahora acarícialas.
Ella vaciló.
Ella pasó una mano sobre un seno. El pezón pinchó en su palma, doliendo
porque jugaran con él. Él la agarró por los hombros y la hizo hacia atrás,
presionándola contra su pecho.
—Muy bien.
54
El Club de las Excomulgadas
—¿Qué dices?
—Sí, Amo.
—Bien. ¿Sabes qué quiero que hagas ahora? —su erección presionó en sus
ajustados jeans.
—Dime.
—Muy bien.
Ella desabrochó el broche de sus jeans negros, luego bajó el cierre. Su polla
se tensó contra sus calzoncillos negros. Empujó hacia abajo sus jeans, luego
enganchó sus dedos en la pretina de los calzoncillos y los tiró hacia abajo. Su
adorable y larga polla se balanceó hacia adelante. Ella la atrapó entre sus manos.
Estaba caliente y dura. Su coño le dolió.
—Estoy cerca. Chúpame con fuerza para correrme —ella chupó y apretó al
mismo tiempo. Él se tensó y… líquido caliente llenó su boca—. Traga, Summer —
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El Club de las Excomulgadas
ante su áspera orden, ella lo hizo. Él se liberó de su boca—. Inclínate hacia atrás
sobre la encimera.
—Sí, Amo.
—Separa tus piernas. Déjame ver ese bonito y pequeño coño tuyo.
Él metió dos dedos dentro de ella y los empujó dentro y fuera mientras lamía
y chupaba su clítoris.
—Oh, sí —ella se aferró a su cabeza mientras el placer aumentaba a un Opal Carew - Lazos Secretos
crescendo.
Ella chilló mientras sus terminales nerviosas crepitaban con una intensa
sensación. Luego jadeó mientras la dicha se vertía en ella.
Él liberó sus dedos y se paró, sonriéndole. Ella se reclinó hacia atrás contra
el espejo, sus piernas aun bien abiertas.
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El Club de las Excomulgadas
—Mmm. Es un coño muy bonito.
—Inclínate.
—Me voy a correr otra vez. Yo… —ella gimió—. Oh, sí. Amo, me estoy
corriendo.
Él empujó más fuerte, luego se tensó dentro suyo, y pudo sentir su líquido
caliente chorreando dentro de ella.
Ella lo hizo. Max alzó el pequeño huevo plateado de la caja, entonces ella
sintió el frío metal contra su piel mojada mientras él lo deslizaba dentro.
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El Club de las Excomulgadas
Summer apretó sus muslos ante el zumbido entre sus piernas. Sensaciones
vibrantes la atravesaron. Max la había estado provocando encendiendo y apagando
el artefacto durante la pasada hora, dejando que el pequeño huevo pulsara a veces
por uno o dos segundos, a veces por más tiempo. Una vez lo tuvo encendido por
casi un minuto y pensó que se iría sobre el borde, entonces él lo detuvo.
Lo más excitante de esta situación era que Max estaba totalmente enfocado
en ella. Debía estar pensando en ella constantemente, mirándola, disfrutando de su
capacidad de darle placer.
El huevo volvió a pulsar, y ella rechinó los dientes. Si se pudiera imitar esta
particular clase de placer tormentoso.
Sus entrañas temblaron con otra vibración. Oh, hombre, ahora mismo ella
quería más que un pequeño artefacto dentro suyo.
—Discúlpame.
—Eso espero. Soy Kurt Jenson y poseo tres tiendas para adultos en el área.
¿Tú eres la que vende los chocolates?
—Sí.
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El Club de las Excomulgadas
Música empezó a sonar en los grandes parlantes al lado del escenario, y la
Maestra Cassie empezó su charla. Dijo algo acerca de un concurso, y la gente en el
público alrededor del escenario aclamó.
Una mujer por un micrófono inició un fuerte gemido. Summer miró por el
pasillo hacia su vista parcial del escenario.
Summer recordó que habían hecho lo mismo la noche anterior. Mujer tras
mujer habían tenido su turno en el micrófono, llenando la gran sala de
convenciones con el sonido de chillidos orgásmicos. Mientras movía su mirada del
escenario al hombre frente a ella, sintió que sus mejillas se calentaban.
—Pensé que tal vez podríamos reunirnos mañana para tomar un café, antes Opal Carew - Lazos Secretos
de que vuelvas a casa, y hablar sobre los detalles, si estás interesada —dijo él.
Summer nunca habría supuesto que había una demanda tan fuerte de pollas
de chocolate. No creía que quisiera hacerlos a largo plazo. Fue divertido esta vez,
pero tenía un negocio serio que dirigir.
—Yo… uh… —el huevo empezó a vibrar, y ella también lo hizo. Todo
pensamiento de protesta… o incluso cuál era su nombre… desapareció de su
mente.
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El Club de las Excomulgadas
Él le ofreció una tarjeta negra. Ella vaciló, pero el huevo volvió a zumbar y
la mujer sobre el escenario alcanzó su pico y Summer no pudo evitar notar lo bien
que se veía el Señor Kurt en esos ajustados jeans. Otra mujer tomó el micrófono y
empezó a gemir. Summer tomó la tarjeta, y mientras sus dedos rozaban los de él,
un deseo repentino de arrastrar al hombre detrás de la mesa y abusar seriamente de
él pulsó a través de ella.
Zumbido… zumbido…
60
El Club de las Excomulgadas
—Esas mujeres lo hacen.
—Suena como una gran idea —una sonrisa traviesa curvó sus labios—Ve
por ello, Summer.
—No, realmente…
Pulso… pulso…
El tráfico a lo largo del pasillo frente a sus mesas disminuyó a medida que
más gente se deslizaba hacia el escenario. Un fuerte chillido de otra concursante
rasgó a través del centro de conferencias.
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El Club de las Excomulgadas
—Está bien. Diviértanse, ustedes dos —se paseó por el pasillo hacia la
multitud de personas alrededor del escenario.
Otra mujer empezó a jadear arriba del escenario. Max deslizó su brazo
alrededor de la cintura de Summer.
—Ajá —fue todo lo que pudo decir mientras miraba dentro de sus ojos
calientes como brasas.
—Creo que tú estás cerca —la acercó más a su lado—. Creo que podrías
correrte ahora mismo.
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Cinco
Los dedos de Summer se apretaron alrededor del borde de la mesa.
El pulso saltó a un nivel superior. Summer tuvo que sofocar otro gemido.
Aplanó su palma sobre la mesa mientras se succionaba aire.
Zumbido… zumbido…
63
El Club de las Excomulgadas
Oh, hombre. Ella lo deseaba mal.
Pulso... pulso…
—Córrete, mi amor.
Entonces él la besó. Sus labios acariciaron los suyos con una gentil pasión
Opal Carew - Lazos Secretos
que la dejó sin aliento. Ella se derritió contra él, deslizando sus brazos alrededor de
su cuello.
64
El Club de las Excomulgadas
Tanya sonrió ampliamente.
Summer apenas sonrió mientras apretaba la mano de Max. Eso es lo que ella
piensa.
—Creo que Max es bueno para ti, Summer —dijo Tanya mientras bebía su
café en la pequeña cafetería a dos cuadras del hotel—. Él está realmente
ayudándote a abrirte.
—No que Max y yo vayamos a ser una pareja ni nada. Esto es sólo para el
fin de semana.
Había más distancia entre Summer y Max que millas. Él llevaba una vida
totalmente diferente. Vivía en Nueva York y dirigía algún tipo de empresa de alta
tecnología, mientras que Summer vivía en una pequeña ciudad y era dueña de una
pequeña tienda de chocolates. No había manera de que Max quisiera su estilo de
vida... y ella no dejaría Port Smith. Le gustaba allí. Era su casa.
65
El Club de las Excomulgadas
fin de semana, no creía que quisiera hacerlo como parte de una cosa a largo plazo.
Sin embargo, ser dominada por Max era más caliente que el infierno. Se
preguntó si alguna vez estaría satisfecha con el común sexo vainilla 11 otra vez.
—¡Gracias! Oh, Max, no puedo creer que regresaste y los compraste para
mí.
11
La referencia al sexo vainilla viene del convencimiento de los practicantes del BDSM de que el sexo hay que
disfrutarlo en todo su abanico de posibilidades ya que el sexo convencional sería como entrar a una
heladería con todos los sabores del mundo disponibles y pedir solo un helado de vainilla. Eso no quita que
disfruten del sexo convencional en el momento que les plazca.
66
El Club de las Excomulgadas
esclava12.
—Oh.
Ella volvió su espalda hacia él y levantó su cabello. A medida que sus dedos
jugaban a lo largo de la parte posterior de su cuello, enviando un hormigueo por su
espalda, la “S” cayó por debajo de su camisola y se ubicó entre sus pechos.
—Muy bonito, pero me refería a que quería que usaras solo los regalos.
Quedaban dos regalos, pero a juzgar por el tamaño de las cajas, cualesquiera
que fueran los artículos que había en ellos eran pequeños.
Abrió la caja más grande para encontrar largos guantes de satén negro. Tan
pronto como abrió la otra, vio el brillo de diamantes de imitación de nuevo... esta
vez como decoración en la parte superior de las medias negras, del tipo con elástico
en la parte superior para que se quedaran sostenidas sin ligas. Cada una tenía tres
diamantes de imitación muy juntos como una decoración pequeña en la banda
12
En ingles esclavo se escribe slave, por eso dice que la “S” es de esclava.
67
El Club de las Excomulgadas
superior.
¿Esto era todo lo que quería que se ponga? Sus mejillas se calentaron -tanto en
ansiosa anticipación como en vergüenza. Recogió las cajas y se puso de pie, pero
cuando ella dio un par de pasos hacia el dormitorio para cambiarse. Max la detuvo.
—No.
—¿No?
Oh, mi...
Ella colocó las cajas sobre la mesa, luego tímidamente levantó el dobladillo
de su camisola. Vacilante, ella miró a Max mientras la observaba con gran interés.
Ella se sentó y desabrochó las correas de los sexys zapatos de tacón alto y los
pateó para quitarlos, entonces se puso de pie y se despojó de sus pantalones. A
continuación, empujó sus bragas hacia abajo y salió de estas. Ahora estaba desnuda
delante de él, excepto por el pendiente de esclava entre sus pechos.
Max le entregó las medias, ella se sentó y se puso una, luego la otra. Volvió
a ponerse los zapatos y sujetó las correas del tobillo, luego se levantó. Se puso cada
guante, lenta y deliberadamente, prestando especial atención en colocar cada dedo
68
El Club de las Excomulgadas
con cuidado en su lugar, disfrutando de la mirada de Max calentando su cuerpo.
Oh, Dios, ella se sentía sexy estando de pie aquí con sus brazos y piernas
vestidos y su torso totalmente desnudo. Sus pechos se sentían pesados e hinchados
de necesidad y... era muy consciente de sus muslos y... todo, especialmente con la
mirada de Max centrada... ahí mismo.
Sus cejas se fruncieron, pero ella deslizó sus brazos por las mangas mientras
él sostenía el abrigo para ella, luego ató el cinturón en la cintura. ¿Por qué querría que
esté prácticamente desnuda, y luego cubrirla con un abrigo?
Le entregó unas gafas de sol. Cuando ella se las puso en la cara, encontró
que los lentes eran totalmente negros, y estaban amortiguados por dentro así se
sentaban cómodamente alrededor de sus ojos. No podía ver nada.
69
El Club de las Excomulgadas
mientras salían del ascensor. El vestíbulo. Podía sentir el duro suelo bajo sus pies al
caminar y escuchar el sonido de traqueteo de sus tacones sobre el mármol, diferente
del de los alfombrados pasillos arriba.
Ella vaciló. ¿Podía realmente quitarse el abrigo, dejándose desnuda para sabe quien
pudiera ver?
Ella confiaba en él. No sabía por qué, dado que lo había conocido no más
que por un día, pero en el fondo ella confiaba, y quería obedecerle.
70
El Club de las Excomulgadas
sonido metálico. Movió sus brazos un poco hacia un lado y golpeó contra metal.
Barrotes. Intentó mover sus brazos hacia adelante... y golpeó barrotes de metal de
nuevo.
Sintió los dedos de Max rozar a lo largo de su sien, entonces las gafas
oscuras fueron retiradas de su cara. Ella parpadeó un par de veces y se quedó
mirando fijo hacia los barrotes justo a pocos centímetros delante de su cara. Esta no
era una gran jaula rectangular que le daba espacio para moverse. Era lo
suficientemente alta como para que estuviera de pie dentro, pero sólo un poco más
ancha que sus hombros y la profundidad apenas le daba espacio para respirar.
El espectáculo estaba cerrado por la noche, así que no había nadie alrededor.
Pero podría estar el personal de limpieza... guardias de seguridad... visitantes
curiosos.
Él sonrió mientras caminaba por la jaula, luego por detrás suyo. Con su
atuendo... o la falta de este... y la forma en que la jaula la sostenía en su lugar... ella
71
El Club de las Excomulgadas
no podía evitar que la mirara. No es que ella quisiera.
Sus manos se escabulleron y se puso delante de ella otra vez. Poco a poco,
empezó a quitarse la ropa. Comenzó con su camisa, desabrochando cada botón
intencionadamente, su mirada clavada en su cuerpo... moviéndose desde las puntas
de sus pechos hasta sus desnudos muslos y la coyuntura privada por encima de
estos...
72
El Club de las Excomulgadas
culo. Ella apretó, agarrándolo firmemente entre sus muslos, deseando que él
empujara justo en su interior. Él se movió delante y atrás, acariciando su coño
mojado y dolorido.
Oyó la voz de Max y una discusión tranquila. Unos momentos más tarde,
los pasos retrocedieron y una puerta se cerró de nuevo. Max volvió.
Él dejó caer sus pantalones al suelo otra vez y dio un paso hacia ella.
Pronto la ansiedad se volvió anticipación. Él dio un paso detrás de la jaula y Opal Carew - Lazos Secretos
sus manos se deslizaron entre los barrotes y se deslizaron sobre sus pechos, luego la
atrajo hacia atrás contra los barrotes fríos y duros. Ella se volvió intensamente
consciente de su pecho caliente y duro presionando contra ella entre los barrotes,
sus grandes manos abarcando sus pechos... y su polla duro como el acero
presionando contra su trasero.
73
El Club de las Excomulgadas
Una de sus manos se movió a su cuello, entonces sus dedos trazaron su
mandíbula. Él atrajo su cabeza contra la jaula y acarició su oído con la nariz.
—Sí, Amo.
¿La empalaría por detrás? ¿Se conduciría en ella mientras estaba indefensa en esta
jaula?
Ella amaba su enorme y dura polla deslizándose dentro suyo. Se puso tenso,
y ella sabía que iba a culminar pronto... pero él la sorprendió extrayéndose a sí
mismo, entonces presionando su polla apretada contra su cuerpo. Ella se inclinó
hacia adelante y lamió sus testículos, luego envolvió sus labios alrededor de uno y
lo introdujo en su interior. Lo pulsó suavemente en su boca, luego lo soltó e
introdujo el otro. Él gimió, entonces retrocedió de nuevo.
74
El Club de las Excomulgadas
¿Lo había disgustado?
—Ven aquí.
Ella no podía leer nada en su voz. La tomó del brazo y la atrajo hacia un
artilugio interesante que consistía en un banco de cuero acolchado con soportes
acolchados para sus rodillas, hombros y brazos.
Max agarró su tobillo y ella sintió una correa envolverse alrededor de este,
empujando su tobillo ajustado contra el acolchado. Él abrochó su otro tobillo,
luego ató correas justo por debajo de sus rodillas.
—Qué hermosa vista —dijo, luego fijó una correa alrededor de su cintura.
Opal Carew - Lazos Secretos
Un momento más tarde, se puso delante de ella y fijó primero una muñeca,
luego la otra en su lugar en frente de ella. Su parte trasera estaba totalmente
accesible... para ver o tocar... y ella no podía hacer nada al respecto.
—Sí, Amo.
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El Club de las Excomulgadas
—¿Qué te gusta de esto?
—Hmm. Sí —él se movió detrás de ella—. ¿Te gusta estar vulnerable a mí?
Ella casi saltó ante la repentina, y muy erótica, sensación de sus labios sobre
su espalda baja. Se deslizó hacia abajo por la curva de su culo, luego su boca cubrió
su húmedo coño y bromeó su carne delicada con su lengua. Ella gimió ante la
exquisita sensación.
76
El Club de las Excomulgadas
guardia de regreso?
Max colocó su cabeza entre sus piernas abiertas y la lamió, luego presionó
su lengua dentro y acarició. La banda alrededor de su cintura le impidió arquearse,
pero se las arregló para empujar un poco contra él, dándole a su lengua acceso para
ahondar un poco más profundo. Luego lamió su clítoris. Ella gimió, entonces el
sonido se profundizó mientras él agitaba su lengua sobre su capullo, y lo
succionaba. Sus manos acariciaron su culo mientras él jugaba con ella. El placer se
hinchó dentro y estalló a través de sus células como una supernova. Ella gimió de
puro placer cuando un orgasmo explotó a través de ella.
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El Club de las Excomulgadas
sus muñecas y la ayudó a levantarse. Él la atrajo a sus brazos, la abrazó contra su
cuerpo y le acarició el cabello. Su cercanía y su gentil toque la hicieron sentirse
amada y cuidada.
Por supuesto, eso es lo que quería, ¿no? ¿Una aventura de fin de semana sin anexos
persistentes?
Aunque ella y Max nunca tendrían sentido como una relación a largo plazo,
eso no significaba que no podían disfrutar de un abrasadora ardiente aventura a
Opal Carew - Lazos Secretos
corto plazo. Si sólo vivieran más cerca. Si sólo Max quisiera verla de nuevo.
Pero seguramente que sólo estaba siendo amable. Diciendo lo que los
amantes decían después de un acoplamiento increíble. Ella sólo tenía que enfrentar
el hecho de que mañana significaba adiós.
78
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Seis
Tanya le entregó a Summer el soporte de exhibición que había utilizado para
los chupapollas, y Summer lo colocó en la caja de cartón junto con sus señales para
encima de la mesa.
O a Max.
Max la había invitado a unirse a él para cenar, pero ella quería llegar a casa
antes del anochecer. Todo lo del espectáculo había sido estimulante, pero agotador, Opal Carew - Lazos Secretos
incluyendo su experiencia con Max, así que no quería empujarse a sí misma. El
viaje de regreso a Port Smith tomaría por lo menos dos horas, y ya eran las seis y
media.
Ella asintió, y él agarró la caja de cartón y la puso en el carro que les habían
prestado, entonces él colocó las cajas de Tanya al lado de las de Summer. Ya
habían puesto sus maletas en el coche esa mañana cuando habían pagado la cuenta
antes del espectáculo.
79
El Club de las Excomulgadas
—Llevaré estas a los coches y les daré tiempo para decirse adiós —dijo Max
mientras tiraba fuera del carro.
—Max ha sido bueno para ti. Desearía que ustedes dos pudieran seguir
adelante.
—Por lo menos dime que vas a hacer algo al respecto sobre Kyle y Shane.
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El Club de las Excomulgadas
—Sabes lo que quiero decir. Has estado caliente por ambos por mucho
tiempo. Sólo tienes que hacer tu movimiento.
—Oh, estoy segura que Max te ha enseñado algunos —ella sonrió con
picardía—. Aunque, en serio. Simplemente déjales saber que estás interesada. No
puedes querer regresar para solo babear sobre ellos y desear. Haz que suceda. Ten
una oportunidad.
—Bueno, sería mucho más fácil si pudiera decidir por cuál de ellos ir.
—Seducir a los dos chicos por los que está caliente de vuelta en su casa.
—¡Tanya!
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El Club de las Excomulgadas
—Estoy de acuerdo con Tanya. Si deseas a esos hombres, ve tras ellos —él
puso sus manos sobre los hombros de ella y la atrajo hacia sí para darle un beso
rápido, luego sonrió—. ¿O tengo que ordenarte hacerlo?
Summer quería responder, pero tan cerca de Max se sentía sin aliento.
Ninguna palabra vendría. Max capturó sus labios para un beso profundo y
apasionado, y se olvidó por completo de Tanya y sus bromas, pensando sólo en
Max.
Dios mío, nunca había tenido un sueño erótico tan poderoso antes. Y
ciertamente nunca había llegado al clímax antes.
Dudaba de que pudieran volver a ser sólo amigos con Shane y Kyle de
nuevo.
82
El Club de las Excomulgadas
Y eso presentaba un gran problema.
Al menos lo era, ahora que ella veía la guapa cara sonriente de Shane. Ayer
por la noche, acostada en la cama con luz de luna arrojando un resplandor a través
de su colcha blanca, ella había deseado desesperadamente estar de vuelta en
Chicago, en los brazos de Max.
O con Kyle.
83
El Club de las Excomulgadas
¿Por qué no salir con ambos? Las palabras de Max se hicieron eco en su mente.
Me refiero a tener un trío. Entonces no tienes que elegir.
Ella dio la vuelta y agarró su bolso del gabinete inferior, luego giró alrededor
y salió de detrás del mostrador. ¿Era sólo su imaginación, o él en realidad le estaba
echando un vistazo? ¿Y con una inquietante mirada hambrienta?
Shane abrió la puerta para Summer, y caminaron a través del vestíbulo del Opal Carew - Lazos Secretos
hotel que albergaba la tienda de chocolates de Summer, ellos se dirigieron al
restaurante de la esquina y se sentaron en la mesa de siempre con vistas al río. Era
tranquilo a esta hora de la mañana, con sólo otras dos parejas en el restaurante.
Summer y Shane asintieron. Carol sirvió el café en las tazas que estaban
sobre la mesa, luego regresó unos minutos más tarde con una magdalena de banana
y nuez para Summer y un sándwich occidental para Shane.
84
El Club de las Excomulgadas
Al menos había dejado de llamarla el espectáculo comercial de sexo. Ella
había sentido como si estuviera yendo a una convención de prostitutas cuando le
había dicho eso.
—Fue... interesante.
Su cabello castaño medio ondulado, muy corto en los lados, pero más largo
arriba, brillaba con reflejos del tiempo que pasaba al sol en la piscina de su patio
trasero y los paseos que tomaba cada hora del almuerzo.
85
El Club de las Excomulgadas
Carol apareció con una cafetera en la mano, y Kyle asintió. Cada vez que se
unía a ellos para un descanso, él sólo tenía tiempo para un café rápido. Administrar
el hotel lo mantenía muy ocupado. Le dio las gracias mientras ella se iba por su
camino, eficiente como siempre.
—Bueno, estaba esta mujer... con un arnés de tipo... y una pluma en la parte
superior de su cabeza. Era algo así como... un pony.
—No realmente.
Ella lo miró. ¿Podía él decir que ella había tenido un enredo romántico con alguien?
La culpa arrasó a través suyo ante el recuerdo de lo que había hecho con
Max. Se sentía como si hubiera engañado a Kyle y Shane. Lo cual era totalmente
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El Club de las Excomulgadas
ridículo, ya que la relación que siempre había tenido con los dos era meramente
amistad, no importa lo mucho que deseara que fuera más.
Ella asintió.
Sólo el recuerdo de estar encerrada en esa jaula, con Max tocando su cuerpo
desnudo, envió calor fluyendo a través suyo.
Y no había forma en los campos verdes de Dios que les contara sobre el
concurso orgasmo. Shane insistiría en que les contara todo sobre ello, y Kyle sería
totalmente desaprobador. Uno de ellos estaría recogiendo su malestar por lo que
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El Club de las Excomulgadas
había sucedido en la mesa mientras que el concurso estaba sucediendo... cómo ella
había...
—Realmente tengo que regresar. Mis nuevos moldes llegaron hoy y quiero
probarlos.
Shane lo miró.
88
El Club de las Excomulgadas
—¿Summer? De ninguna manera —Shane miró hacia la puerta por la que
había salido apenas unos segundos antes—. Bueno, tal vez la parte del sexo, pero
no la de cosas excéntricas.
Era agradable estar en casa, y había sido bueno ver a Shane y a Kyle hoy.
Grandioso, de hecho. Un profundo anhelo estremeció todo su cuerpo. Durante el
fin de semana, Max la había distraído con su poderoso magnetismo, pero ver a
Shane y a Kyle hoy le había recordado por qué había estado colgada por ellos
durante tanto tiempo.
—¿Hola?
—Hola, Summer.
Opal Carew - Lazos Secretos
Summer casi dejó caer el teléfono ante el sonido de la voz de Max.
89
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Siete
Max se recostó en la silla de su oficina y puso los pies sobre el escritorio,
completamente relajado.
—¿Me extrañaste?
—Sí... — ella vaciló, y Max podría asegurar que estaba a punto de llamarlo
"Amo".
90
El Club de las Excomulgadas
de esconderse de este. La naturaleza gentil de su mamá y la preocupación amorosa
mientras ella lo ayudaba a superar ese momento agonizante le había hecho darse
cuenta de lo maravilloso que era ayudar a otro ser humano, sobre todo de manera
tan personal.
Sabía que ninguna mujer podría tocar su corazón como lo había hecho
Elena, pero eso no quería decir que no pudiera permitirse tener mujeres en su vida.
Simplemente sería a su manera, y ser un Dom aseguraba eso. También le ayudaba
a presionar a una mujer más allá de sus límites para poder ayudarla a alcanzar una
mayor felicidad.
Después que Summer dejara Chicago, se dio cuenta de que no había hecho
tanto por ella como hubiera podido. La había abierto a nuevas ideas y ayudado a ir
más allá de sus inhibiciones iniciales, pero ella no estaba dispuesta a aceptar lo que
realmente quería. Ella se retenía a sí misma en su vida y en el amor, temerosa de
tomar riesgos. Tanya confirmó su teoría cuando le dijo que Summer tendía a hacer
lo que era fácil para ella y lo que ella sabía que sería un éxito. Ella manejaba su
propio negocio, pero con resultados modestos. Con su talento, ella podría ser
asombrosamente exitosa. Con su naturaleza sensual, ella podría tener una vida
sexual rica y gratificante. Pero incluso con dos hombres interesados en ella,
permanecía congelada en una amistad que deseaba se convirtiera en algo más. Y él
sabía que eso no iba a cambiar. Cuando ella le había dicho adiós a Max, también
había dicho adiós a la intrépida exploradora en que se había convertido mientras Opal Carew - Lazos Secretos
estaba fuera de su mundo cotidiano. Lo había hecho bien en su fin de semana
erótico de descubrimiento al presionar más allá de los límites que ella generalmente
establecía, pero sólo porque ella había dado el primer paso en ceder el control. Y
Max quería ayudarla a continuar su camino.
91
El Club de las Excomulgadas
—Sí.
Ella vaciló.
Él sonrió.
—Maravilloso.
92
El Club de las Excomulgadas
—Tu bolso está sonando —dijo Shane.
—Hola, Summer.
—¿Kyle o Shane?
—No, hoy no —sabía que su voz sonaba forzada, pero se sentía incómoda
hablando con Max, su amante reciente, frente a Shane.
—Está bien. No quiero interrumpir. Te llamaré esta tarde. Opal Carew - Lazos Secretos
—Está bien, adiós.
Ella vaciló.
93
El Club de las Excomulgadas
Shane tomó un sorbo de café, aparentemente relajado, pero podía sentir la
tensión en él. Su mirada se posó sobre ella como si estuviera tratando de evaluar sus
sentimientos.
—Sí.
—No sé... como alguien... de la gran ciudad. Misterioso... — bebió un sorbo Opal Carew - Lazos Secretos
de café de nuevo, agarrando su taza con las dos manos—. Dominante.
No estaba segura de por qué lo había dicho. Sabía que Shane probablemente
profundizaría en el tema. Y tal vez ella quería que lo hiciera. Tal vez ella quería
admitir lo mucho que la había excitado ser dominada.
94
El Club de las Excomulgadas
Él arrojó algo de dinero sobre la mesa para cubrir su factura, a pesar de que
era el turno de Summer, luego se puso de pie y caminó hacia la puerta. Summer
tomó su bolso y lo siguió. Una vez en el vestíbulo, él giró inmediatamente hacia la
derecha, por el pasillo hacia el servicio de comidas, pero luego pasó más allá de la
oficina del servicio de comidas hasta un pasillo tranquilo que rara vez tenía algún
tráfico a esta hora de la mañana.
Recordó como Max la había atado a ese banco, dejándola indefensa contra
su toque. Cómo la había acariciado... cómo había deslizado su gran polla en ella...
llevándola a un orgasmo demoledor.
Opal Carew - Lazos Secretos
Ella se volvió intensamente consciente del musculoso cuerpo de Shane cerca
del suyo... y del hecho de que ella estaba sola con él, en un pasillo tranquilo donde
nadie los vería. Una feroz necesidad ardía a través suyo.
—Pero…
—Shane, yo...
95
El Club de las Excomulgadas
¿Cómo podía decirle lo que deseaba? Quería sentir sus brazos alrededor suyo...
sentir su sólido pecho masculino apretándose contra ella... sentir sus labios sobre
los suyos... sobre su boca... sobre sus pechos... Dios, sobre su clítoris ardiente.
Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello y se aferró a él. Sus labios se
movían frenéticamente sobre los suyos. Sus pechos suaves presionados contra su
pecho, y sus duros pezones como guijarros lo atormentaban. Quería deslizar sus
manos por debajo de su suave suéter y acariciarle los pechos desnudos... ahuecar
sus pezones duros en la palma de su mano.
96
El Club de las Excomulgadas
Se aferró a ella, sosteniéndola con fuerza contra él, deslizando su lengua a lo
largo de la de ella... tan completamente excitado que temía que iba volverse loco en
ese mismo momento.
Sus labios se escaparon de los de él, y ella le acarició el cuello con la nariz.
—Oh. Shane… —ella levantó la vista hacia él. Sus mejillas estaban teñidas
de carmesí—. Yo... uh... — tomó una respiración profunda.
Summer suspiró. Oh, Dios, era bastante malo que ella se hubiera arrojado
sobre Shane en medio del pasillo... ahora alguien los había visto.
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Ocho
Tan pronto como Kyle había visto a Summer en los brazos de Shane, sus
entrañas se habían apretado y sus manos se habían tensado hasta volverse puños.
Al mismo tiempo, su polla había crecido ante sus sonidos de placer murmurados.
Ella se alejó de Shane y salió por el pasillo sin mirar en la dirección de Kyle.
Shane siguió a Summer, llegando junto a ella en pocas largas zancadas, con
la clara intención de acompañarla a la oficina de Kyle.
—Shane, te necesitan en la recepción —dijo Kyle con voz tensa—. Un Opal Carew - Lazos Secretos
problema de seguridad.
Summer apoyó su mano sobre el brazo de Shane. Kyle apretó sus dientes
ante la vista.
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El Club de las Excomulgadas
Ella podía sentir su presencia ominosa detrás suyo. Nunca se había sentido
como su empleada anteriormente. De hecho, ella no era su empleada, pero él podía
terminar su contrato para vender chocolates en el hotel en cualquier momento, lo
cual sería un desastre. Tenía un tráfico maravilloso allí con un alquiler asequible.
Cuando los autobuses turísticos llegaban llenos de turistas, de mayo a octubre, sus
ventas se disparaban.
99
El Club de las Excomulgadas
¿O era sólo porque la había visto en brazos de otro hombre?
Sus labios se separaron de los de ella, y él la miró con hambre en sus ojos.
Pero, ¿qué pasaba con Shane? ¿Estaba atraído por ella, también? Claro, él la había
besado, pero ella había tomado la delantera. No le había dicho nada que indicara
sus sentimientos hacia ella.
Ella suspiró.
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El Club de las Excomulgadas
—Sí.
—Así que esa… aventura... es la razón por la que estás en este “estado de
ánimo raro”. En otras palabras, no estás dispuesta a volver a tener esencialmente
ninguna vida sexual.
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El Club de las Excomulgadas
—Creo que es hora de que los tres tengamos una pequeña charla.
Ella sabía que Kyle se sentía atraído por ella, él se lo había dicho en su
oficina, pero ¿qué pasaba con Shane? Tal vez él estaba aquí sólo para facilitarle las
cosas y dar su bendición para que saliera con Kyle.
Excepto porque seguía sintiéndose atraída por él. Incluso ahora, el olor
penetrante de su colonia le traía recuerdos de aquel sensacional beso
arremolinándose a través de ella... de su cuerpo duro y masculino presionado
contra el suyo...
—Sé que Kyle te dijo cómo se siente por ti. Sólo quiero que sepas que estoy
loco por ti, también.
Opal Carew - Lazos Secretos
—¿Ustedes dos en eso otra vez? —Kyle sonrió desde la puerta de la cocina,
luego se dirigió hacia ella.
Él la atrajo de Shane y la rodeó con sus fuertes brazos. Sus ojos verdes como
el mar hervían con pasión mientras se apoderaba de su boca en un beso de infarto,
sus labios moviéndose sensualmente sobre los de ella, dejándola sin aliento.
102
El Club de las Excomulgadas
—Así que me siento atraída por ambos, y los dos están atraídos por mí —
ella suspiró—. Esto es un verdadero desastre.
El recuerdo de las palabras de Max -“Por qué no salir con ambos... un trío...
entonces no tienes que elegir”- se deslizó a través de su cabeza. Desde que él lo había
dicho, la idea la había perseguido... llenado sus sueños.
Un ménage à trois.
—Ya se nos ocurrirá algo —dijo Kyle—. Por ahora, vamos a relajarnos y a
cenar algo. Tengo unos filetes aquí, y he comenzado la barbacoa. Vayamos afuera y
disfrutemos de la noche, luego hablaremos las cosas.
—Seguro —Summer vio a Kyle verter un poco desde una jarra llena. El
hielo en el vaso se agrietó.
Ella tomó el vaso y bebió un sorbo, disfrutando del vino frío y afrutado.
Kyle agarró el plato de filetes, y Shane llevó la ensaladera grande. Summer recogió
la jarra y los siguió hacia el patio trasero.
Kyle abrió la tapa de la barbacoa y colocó los filetes en la parrilla. Summer Opal Carew - Lazos Secretos
se sentó en una de las sillas de la terracita y miró hacia la hermosa piscina en forma
de riñón. El cielo estaba iluminado con nubes naranja y púrpura mientras el sol se
ocultaba, invisible detrás de los árboles a través del gran patio trasero de Kyle. Su
casa daba a un barranco, y un seto alto a lo largo de cada lado de su patio, junto
con el hecho de que había una gran distancia entre su patio y el de sus dos vecinos
laterales, le permitía tener mucha privacidad.
Era genial vivir en una pequeña ciudad donde había espacio para tener esos
grandes patios. El aroma de la carne asándose rápidamente llenó el aire.
103
El Club de las Excomulgadas
—Kyle, ¿vendrá tu papá a visitarte el fin de semana largo de Julio? —
preguntó Summer. El cumpleaños de Kyle era a finales de Julio, y las visitas de
verano de su padre hacía las veces de visita de cumpleaños.
—Nah. No es lo mismo.
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El Club de las Excomulgadas
Summer vio como Kyle daba vuelta a los filetes, Shane se apoyaba en la
barandilla de la terracita, dando consejos sobre cómo saber si estaban hechos lo
suficientemente bien. Aunque estos dos hombres tenían personalidades muy
diferentes -Shane nunca se tomaba nada demasiado en serio y Kyle era más del tipo
fuerte y silencioso- eran tan cercanos como dos amigos podían ser. Harían
cualquier cosa el uno por el otro.
Kyle apiló los filetes en un plato y los puso sobre la mesa. Pronto los tres
disfrutaban de la comida mientras observan la puesta de sol. Summer dio un
mordisco a la carne tierna y masticó pensativamente. Después de la cena,
discutirían qué hacer con el hecho de que los dos hombres se sentían atraídos por
ella.
¿Qué sugerirían Kyle y Shane? ¿La harían escoger a uno de ellos? Ella no quería
hacer eso.
Ella podría salir con los dos, pero entonces las cosas serían... diferentes entre
ellos. E incómodas cuando estuvieran todos juntos.
¿Realmente tenía sentido hacer un ménage à trois? ¿Salir... y tener sexo... con los dos
al mismo tiempo?
Opal Carew - Lazos Secretos
Excitación vibró a través suyo ante la idea de estar con los dos. Shane y Kyle
ambos tocándola al mismo tiempo... ella tocándolos a ambos. Una verga en cada
una de sus manos. Envolviendo sus labios alrededor de una gran verga, dura,
mientras que el otro hombre acariciaba sus pechos.
105
El Club de las Excomulgadas
Echó un vistazo a Kyle mientras regresaba hacia la terracita después de
llevar los platos vacíos adentro. Su camisa estaba abierta, mostrando sus fuertes y
esculpidos abdominales. Echó un vistazo a Shane, quien ponía la cubierta sobre la
parrilla, luego se sentó frente a ella y le dirigió una sonrisa deslumbrante. Su mirada
se posó en sus labios, y recordó el beso en el pasillo... cómo había dejado su sangre
ardiendo.
Pero ella tendría que sugerirlo, porque estaba segura de que ellos no lo
harían. Miró de uno hacia el otro. Pero, ¿cómo?
Estiró sus piernas y observó las luces solares vagar alrededor de la piscina,
las cuales se encendían automáticamente cuando se hacía de noche. Pequeñas
ondulaciones sobre el agua brillaban en la tenue penumbra.
Tal vez un poco de persuasión sutil. Si ella les mostraba lo que quería...
—No... no lo traje.
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El Club de las Excomulgadas
Mientras desabrochaba su último botón, se dio cuenta de que llevaba un
sujetador de encaje rosa debajo de su camisa, no uno de sus bikinis de colores
brillantes. Cuando se quitó su blusa, dejando al descubierto la prenda rosa de encaje
y satén, su corazón comenzó a latir más rápido. A pesar de que la había visto en
algunos bikinis diminutos muy bonitos, no era lo mismo que en realidad verla en
un sujetador. Podía usar un traje de baño en la más concurrida de las playas y sería
totalmente aceptable, pero verla en ropa interior de encaje era... íntimo.
Su corazón bombeó más rápido. ¿Qué era exactamente lo que Summer tenía en
mente?
Ella dejó caer la blusa fuera de sus brazos, luego recogió la prenda y la
arrojó en su gran bolso. Ella se quedó sentada quieta por unos momentos, mirando
el patio trasero... no a él ni a Shane... pareciendo un poco incómoda.
Bueno, no podía estar tan incómoda como él -acomodó sus jeans sobre su
polla endureciéndose- o Shane. Su amigo le envió una mirada inquisitiva, luego
volvió a mirar a Summer... y la curva suave y redonda de sus senos cubiertos por el
encaje. Sus pezones erectos se veían claramente a través de la tela satinada debajo
de los bordes del encaje.
Ella movió su pelo detrás de su oreja y se removió en su silla. Parecía Opal Carew - Lazos Secretos
incómoda, pero maldita sea, ¿que se suponía que tenía que hacer al respecto? Ella había
empezado esto.
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El Club de las Excomulgadas
Santo infierno, ella no estaba bromeando sobre eso. Estaba muy caliente. Y lo
estaba poniendo caliente a él. A Shane, también, por el aspecto de su creciente
bulto.
¿Summer quería que ellos hicieran algo? ¿Hacer que las cosas avanzaran? Si era así,
los había puesto en una situación extremadamente difícil.
Summer agarró los apoyabrazos de la silla. ¿Por qué había empezado esto? Se
sentía fuera de su elemento. Por supuesto, le resultaba tremendamente excitante
que pudiera terminar teniendo sexo con ambos, Shane y Kyle... al mismo tiempo.
Un trío.
Ahora, tanto Shane como Kyle la miraban fijo y abiertamente, sin siquiera
Opal Carew - Lazos Secretos
fingir que no se daban cuenta de que sus pezones estaban rígidos al empujarse hacia
adelante. Podía sentir sus miradas calientes como una caricia suave.
Oh, Dios, era tan pecaminosamente erótico estar sentada allí con sus pechos
desnudos, con esos dos chicos calientes, quienes le habían dicho que la deseaban,
mirándola tan intensamente.
Rozó sus manos sobre sus pechos. Los pezones acariciaron a lo largo de sus
palmas. Ella deslizó sus dedos sobre las duras protuberancias. Eso y la mirada
108
El Club de las Excomulgadas
hambrienta en los ojos de Shane y de Kyle enviaron un calor abrasador a través
suyo.
Ella deslizó sus manos debajo de sus pechos y los levantó como si se los
ofreciera a los hombres.
Eso es lo que Tanya le diría que hiciera. Pero... ella no podía decir eso. No a
Kyle y a Shane.
Kyle se puso de pie y dio un paso hacia ella, entonces tomó su mano y la
atrajo hacia sus pies.
Eso es lo que Summer quería, pero... cuando ella miró hacia los ardientes Opal Carew - Lazos Secretos
ojos color esmeralda de Kyle... y se dio cuenta que en realidad él podría acceder a
ello... que dentro de unos minutos, ambos hombres podrían estar tocando sus
pechos, liberando sus pollas, ella contuvo el aliento.
Oh, Dios, ¿qué había estado pensando? Ella no podía hacer algo tan escandaloso
como tener un ménage à trois. No aquí en Port Smith. No con sus amigos... no
importaba lo mucho que quisiera que fueran más que amigos.
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El Club de las Excomulgadas
Tan pronto como Kyle vio la incertidumbre en los ojos zafiro de Summer...
la vulnerabilidad... supo que había jugado esto de manera equivocada.
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El Club de las Excomulgadas
—Hola, Max. Es Summer.
—Estoy bien.
¡Max!
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Nueve
Summer abrió la puerta con una amplia sonrisa extendiéndose en su cara.
Max estaba en su puerta, con el rostro aún más devastadoramente guapo de lo que
lo recordaba. Quería correr sus dedos por el pelo negro y puntiagudo, deslizarlos
por los músculos bien definidos de su pecho desnudo. Básicamente arrancarle la
ropa y besar cada parte dura y masculina de él. Entonces violarlo a fondo y
completamente.
—Adelante.
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El Club de las Excomulgadas
Ella se desplomó contra él, le contó toda la historia de lo que había pasado
en la casa de Kyle. Él la abrazó, su fuerte presencia calmándola.
—Ahora ellos probablemente piensan que soy una... una... — ella suspiró—.
No sé qué, pero algo realmente embarazoso.
Ella lo miró y buscó sus ojos. Había conocido a Max solamente como el
fuerte Dominante, pero ahora veía otro lado de él. Cálido y compasivo.
Tan pronto como Max había visto a Summer en la puerta, había sabido que
algo iba mal. Mientras ella le contaba su historia, podía sentir la vergüenza y el
conflicto en sus palabras. Al mismo tiempo, no podía dejar de imaginarla
quitándose la blusa y el sujetador... exponiendo sus pechos desnudos. ¿Cómo se Opal Carew - Lazos Secretos
habían resistido esos chicos a saltar ante la oportunidad que les había ofrecido?
Ahora sus ojos azul zafiro lo miraban con una tranquila vulnerabilidad, y
ella se inclinó hacia delante y rozó sus labios sobre los suyos con una dulce ternura
que encontró casi desconcertante.
Maldita sea, de alguna manera esta mujer lo afectaba en una forma que
ninguna otra lo había hecho en un tiempo muy largo.
113
El Club de las Excomulgadas
Se echó hacia atrás, necesitando un poco de distancia en estos momentos.
Entonces vio que su cuello no estaba derecho. Los botones estaban abrochados en
los orificios equivocados.
Poco a poco, ella abrió su blusa, exponiendo sus pechos desnudos hacia él.
Sus ojos grises como el humo se oscurecieron como carbón.
Ella pasó sus dedos sobre sus pezones. Las puntas duras sobresalían hacia
adelante como si quisieran llegar hasta Max. Ella giró su dedo alrededor de un
pezón, luego el otro. Unos temblores calientes la recorrieron.
Opal Carew - Lazos Secretos
—Tengo algo para ti —se levantó y agarró su bolsa—. Te lo mostraré... en el
dormitorio.
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El Club de las Excomulgadas
—Abre el paquete —la nota de autoridad en su voz envió un escalofrío a
través suyo.
Ella sacó el pequeño control remoto de la caja y caminó hacia Max, lo puso
en su mano extendida, luego dejó caer la caja vacía sobre su tocador.
Ella enganchó sus dedos en el elástico y bajó la prenda por sus piernas, luego
la pateó hacia él. Llegó hasta la silla y él la colgó con desenvoltura del apoyabrazos.
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El Club de las Excomulgadas
Un temblor corrió a través de ella mientras colocaba dos de sus cuatro
almohadas y las apilaba en ángulo, luego se subió a la cama.
Ella respiró hondo y separó sus rodillas ampliamente. El aire frío arrasó a
través de los húmedos pliegues íntimos, lo que sólo la puso más caliente.
—¿Qué más?
Ella sonrió.
—Me gustaría tu polla larga y dura dentro de mi coño mojado... Amo —Oh,
Dios, se sentía tan sexy hablar sucio de esa manera. Opal Carew - Lazos Secretos
—¿No te gustaría tocar mi polla primero?
—¿Sí?
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El Club de las Excomulgadas
—Entonces la tomaría en mi boca y la chuparía —ella podía imaginar sus
labios rodeándolo, su dureza sólida dentro de su boca.
—Oh, sí.
—Me encantaría sentir tu boca en mi verga. Pero tengo otra idea —él metió
la mano en su bolsa y sacó un paquete de celofán. Cruzó la habitación y se lo
entregó a ella—. Una mujer encantadora me dio esto en el espectáculo de Sexo y
Gala, y creo que ahora es el momento perfecto para usarlo.
Era la polla de chocolate color piel que ella le había dado. Max se recostó en
la silla.
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El Club de las Excomulgadas
—Summer, ¿estás chupándolo?
Ella asintió con la cabeza. Sus ojos oscurecidos la observaban, con intenso
anhelo. Él la deseaba.
Ella sacó la dulce verga de su boca y la dejó sobre la mesa, entonces recogió
la verga de juguete y la acarició por encima de su pecho.
Su vagina dolía por él. Quería meterse la verga en su interior para aliviar ese
anhelo diabólico. Pero le obedeció, deseando que le diera órdenes.
—Tráelo.
Ella agarró la polla que se encontraba entre sus pechos, luego se inclinó
hacia un lado para alcanzar el cajón de la mesilla de noche. Metió la mano y sacó
su vibrador habitual, que era largo y delgado con una base de ventosa.
118
El Club de las Excomulgadas
Se imaginó que oía pasos, entonces la puerta de su habitación abrirse.
—Él se queda de pie justo al lado de la cama. No abras los ojos. Sólo espera.
Él te está mirando. A tu cuerpo sexy, desnudo.
Tuvo que evitar que sus manos la cubrieran. Se sentía tan real.
—Ahora Kyle está aquí, también. La puerta se cierra. Puedes oírlo acercarse
a la cama.
Ella contuvo el aliento, imaginando tanto a Kyle como a Shane de pie junto
a ella. Mirándola.
Opal Carew - Lazos Secretos
—Los dos se sientan en la cama a tu lado, uno a cada lado. Kyle acaricia tu
seno.
Ella contuvo la respiración. Deseaba tanto sentir las manos de Kyle sobre
ella.
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El Club de las Excomulgadas
—Ahora Shane está acariciando tu otro seno.
Ella se pellizcó y jugueteó con sus protuberancias duras. Ella lamió su dedo
índice y pulgar, y rodeó un pezón apretado. Fingió que la boca de Shane envolvía
su carne dura y distendida.
Ella gimió mientras ambas manos acariciaban sus pechos y los engatusaban.
Yendo a tientas por las dos vergas acostadas a su lado, encontró la de base
de ventosa fácilmente sin abrir los ojos, sin querer perder la imagen intensa de
ambos, Shane y Kyle, acariciándola.
—Ese es Kyle deslizándose dentro de ti. De una vez, hasta el fondo, luego
deslizándose hacia afuera —ella la deslizó más profundo, luego la sacó, gimiendo Opal Carew - Lazos Secretos
ante la pérdida.
—Agarra las almohadas extras que están a tu lado y mételas debajo de tus
caderas, levantando ese glorioso culo en el aire. Deja que Kyle y Shane vean ese
hermoso coño que tienes.
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El Club de las Excomulgadas
Ella empujó la resbaladiza polla contra su abertura trasera y la movió en su
interior. Poco a poco... empujando con sus músculos internos para permitir que la
polla se deslizara dentro. Entonces esos músculos lo agarraron y tiraron de este
hacia el interior, hasta que la base estuvo presionada contra su culo, evitando que
desapareciera dentro.
—Kyle gime ante la forma en que tu culo lo agarra con tanta fuerza.
—La verga de Shane presiona contra tu raja, luego se desliza dentro de ti.
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El Club de las Excomulgadas
—¡Oh, sí! —ella rugió. Tomó aire y se retorció, su mano firmemente
plantada sobre la base de la polla de Shane para que no se saliera.
—Están haciendo que te corras, Summer —dijo Max—. Déjame ver que te
corres.
Su voz autoritaria.
Ella abrió los ojos y sonrió. Max estaba todavía completamente erecto, su
polla todavía en sus manos.
—Tu verga está tan grande y dura, Amo —se lamió los labios y la miró—.
¿No te gustaría que la lamiera, y luego la chupara en mi boca?
—Oh, sí, me gustaría eso —él sonrió—. Pero en este momento estás
yaciendo en tu cama con las pollas de dos hombres dentro de ti.
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El Club de las Excomulgadas
Ella sonrió.
—Entonces, ¿te gustaría que Shane se deslizara fuera e hiciera espacio para
ti?
Ella sacó la polla de su vagina y la puso a su lado. Abrió sus piernas para
darle una mejor visión de su mojada apertura.
Él se puso de pie con sus ojos calientes oscurecidos y dejó caer sus
pantalones al suelo, luego se acercó a la cama.
—Estás haciendo que me corra, Amo. Oh, sí. Oh... — ella gimió, en las
garras de un intenso orgasmo. Líquido caliente la llenó mientras se aferraba a los
anchos hombros de Max.
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El Club de las Excomulgadas
—Ohhhh, Amo —ella jadeó y volvió a caer contra las almohadas, la polla
en su culo era un recordatorio de la fantasía salvaje e intensa que habían jugado
antes de que hicieran el amor.
Kyle y Shane.
Y Max.
*****
Pero él se había ido, y ella tenía que seguir adelante. Una cosa era segura, no
quería volver a tener una vida sexual inexistente.
Shane. O Kyle. Antes del espectáculo de Sexo y Gala ella había mantenido
sus sentimientos por ambos encerrados, poco dispuesta a arriesgar su amistad.
124
El Club de las Excomulgadas
Ahora, ella había besado a Shane, se había desnudado delante de ellos... y si uno de
ellos entraba en esta oficina en ese momento…
—Ahí estás.
Maldita sea, sería mejor que dijera lo que iba a decir antes de que fuera
demasiado lejos.
125
El Club de las Excomulgadas
—Summer, acerca de la otra noche. ¿Está todo bien?
—La forma en que te fuiste... sólo quería asegurarme de que todo estaba
bien entre nosotros... todos nosotros.
—¿Quieres olvidarlo?
126
El Club de las Excomulgadas
—Yo... eh... no estoy seguro de lo que tú quieres.
Pero ella no lo dijo. Pasó su mano sobre el pecho de él, luego hacia abajo a
su estómago bien esculpido. Podía sentir la ondulación de músculo a través de su
delgada camiseta de algodón. Él se quedó rígido, claramente sin saber qué hacer.
Deslizó un brazo alrededor de su cintura mientras ella inclinaba su cabeza y
acariciaba con sus labios el hueco de su cuello. El aroma de una fragancia amarga
de brisa del mar llenó sus fosas nasales, y ella lamió su piel salada. Su pulso se
aceleró debajo de su lengua.
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Diez
Summer sintió el brazo de Shane afianzarse alrededor suyo.
—Uh... no conmigo.
Con las bocas aún trabadas, ella les dio la vuelta y movió a Shane hacia
atrás contra el escritorio. Sus manos encontraron la cremallera en su hinchada
entrepierna y tiró de esta hacia abajo. Sus dedos se deslizaron dentro y acarició
sobre la dura carne esforzándose por estar libre del fino algodón. Ella encontró la
apertura y se deslizó dentro.
Ella miró hacia la puerta. Shane la había cerrado cuando había entrado.
—La puerta está cerrada. Cindy no nos molestará —le acarició la dura polla
de nuevo—. Shane, te deseo.
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El Club de las Excomulgadas
Ella tomó la mano de él y la apoyó en su pecho. Al instante, él ahuecó su
mano y acarició. Ella liberó su maravillosa polla, agarró el dobladillo de su blusa, y,
haciendo caso omiso de los botones, la tiró por sobre su cabeza. La mirada azul
cobalto de Shane se clavó en su pecho cuando ella llegó detrás de suyo y abrió los
ganchos de su sujetador carmesí. Lo dejó caer al suelo. Su mirada la quemaba
cuando se detuvo en sus puntiagudos pezones.
Los juegos previos eran una cosa maravillosa, pero necesitaba esa gran polla
suya en su interior.
Ella osciló fuera de sus bragas, luego tiró su falda hacia arriba. Shane
envolvió sus manos alrededor de su cintura y la levantó sobre el escritorio, entonces
se colocó entre sus muslos.
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El Club de las Excomulgadas
Él apretó la punta de su gran polla contra su apertura resbaladiza.
Ella cerró sus dedos alrededor de su oreja y le acarició la mejilla con la nariz.
Él la besó, pasión y lujuria encendiéndose como chispas de una antorcha de
soldadura. Su glande quemaba contra su carne sensible. Él empujó su polla un poco
hacia adelante, entonces retrocedió, y ella gimió. Él se empujó hacia adelante un
poco más de nuevo, sólo la mitad de su glande deslizándose en ella antes de que
echarse hacia atrás.
—Eres tan caliente, cariño. Dios, he esperado tanto tiempo para hacer esto.
Sus manos ahuecaron sus nalgas y tiró de ella con más fuerza hacia su
cuerpo, conduciendo su polla aún más profundo. Una explosión estalló dentro
130
El Club de las Excomulgadas
suyo, y ella gimió cuando el placer se disparó a través de ella, expandiéndose en
tumultuosas olas de felicidad.
Él sonrió.
—Bueno, síp, esa ha sido una ardiente fantasía mía por un tiempo, pero
quiero decir... — su sonrisa se desvaneció y le acarició un mechón de pelo errante
fuera de su cara—. ¿Qué vamos a hacer con Kyle?
Su corazón se encogió. Oh, maldita sea, por supuesto Shane creería que esto
significaba que ella lo había elegido sobre Kyle.
—No exactamente.
Esto era aún más difícil de lo que había pensado. ¿Cómo podía decirle que
quería tener relaciones sexuales con los dos al mismo tiempo?
131
El Club de las Excomulgadas
—¿No quieres salir con nosotros dos? —frunció el ceño, confundido.
—Sea quien sea le devolveré la llamada —ella envolvió sus brazos alrededor
del cuello de Shane—. En este momento te sientes tan bien dentro de mí.
Hablaremos sobre lo que haremos con respecto a Kyle después.
Tiró de ella con fuerza hacia su cuerpo y la penetró. Una y otra vez se
condujo profundo y duro. Ella envolvió sus piernas alrededor de él y gimió. Un
segundo orgasmo estalló a través suyo, explotando en un torrente de felicidad.
132
El Club de las Excomulgadas
—Me estoy corriendo. Oh, Amo, ¡me estoy corriendo!
133
El Club de las Excomulgadas
Echó un vistazo a la foto de Summer y Tanya en el espectáculo de Sexo y
Gala ubicada en la parte superior derecha del gran monitor de su computadora.
Summer era una mujer tan hermosa, aunque tan retirada sexualmente. Pero ella
estaba definitivamente saliendo de sí misma. Estaba aprendiendo a expresarse,
incluso a hablar un poco sucio.
—Hola.
—Summer. Gracias por devolverme la llamada. Sólo quería darte las gracias
por el maravilloso fin de semana.
134
El Club de las Excomulgadas
—¿Entonces tropezaste con Shane o Kyle esta mañana? —ella había estado
preocupada acerca de estar incómoda cuando los viera de nuevo, pero él había
intentado convencerla de que no se preocupara. Los chicos probablemente pasarían
por alto el incidente.
—Fue… increíble.
—No estoy segura. Me siento culpable de haber estado con Shane. Es como
si lo hubiera elegido a él antes que a Kyle.
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El Club de las Excomulgadas
—Hay una forma fácil de arreglar eso. Ve a la oficina de Kyle ahora y
sedúcelo.
—En mi oficina.
—¿Shane se ha ido?
—Sí.
—Sí, creo que sí. Por lo general si sus horarios están tranquilos él está en su
oficina durante un par de horas cada mañana.
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Once
Kyle escuchó un golpe en su puerta, pero lo ignoró. Quienquiera que fuese,
Susan, su secretaria, los espantaría. Estas eran sus horas de trabajo silencioso. Sin
citas. Sin interrupciones.
Él se puso de pie.
Ella entró y cerró la puerta detrás suyo, luego dio un paso hacia él.
—Siéntate —él hizo un gesto hacia una silla junto a su mesa redonda, luego
se sentó a su lado—. ¿Qué pasa?
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El Club de las Excomulgadas
—¿Es sobre la noche del viernes? —la urgió. ¿Ella habría venido aquí para
calibrar su reacción? ¿Para saber si él estaba enojado?
Él tomó su mano. Sus dedos suaves y delicados estaban fríos, así que los
sujetó entre los suyos.
—Sabes que puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa, Summer. No voy
a juzgarte.
—Esa noche fue... rara, es solo que he deseado... — ella se mordió el labio
inferior y lo miró—. Me he sentido atraída por ti... y por Shane... desde hace
mucho tiempo, y creo que es hora de que haga algo al respecto. Tú me dijiste ese
día que... te sentías atraído por mí.
Summer vio como los ojos de Kyle verdes como el mar se oscurecían hasta
el color del musgo.
—Así es.
Opal Carew - Lazos Secretos
Sus palabras solemnes enviaron a su pulso a acelerarse. Ella se inclinó hacia
él, con su corazón latiendo en su pecho.
—Muéstramelo.
Él se levantó y la arrastró a sus pies. Sus labios capturaron los de ella antes
de que tuviera la oportunidad de respirar. Apasionado y convincente, su beso la
devoró. Ella envolvió sus brazos alrededor de sus anchos hombros, arrastrada por
su pasión, aferrándose a él por soporte. Sus manos se deslizaron por su espalda y
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El Club de las Excomulgadas
sobre sus caderas. Él la atrajo, apretándola contra su cuerpo... y su creciente
erección.
—No esperes más tiempo —ella arrastró sus dedos alrededor del cuello de su
camisa, luego hacia abajo por sus botones. Desabrochando el primer botón.
Él sonrió.
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El Club de las Excomulgadas
—¿Por qué no? Parecías disfrutarlo —le acarició el pecho—. Así que, ¿estás
interesada en el BDSM?
Y eso lo excitaba.
Él sonrió, luego dio un paso atrás y envió una mirada persistente por su
cuerpo. El calor chisporroteó a través de su piel.
—Abre tu blusa.
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El Club de las Excomulgadas
Ella vaciló.
Pero este era Kyle. Un Kyle que nunca había visto antes, pero Kyle todavía.
Él gruñó, luego se adelantó y llevó sus manos a un lado. Abrió los botones
en un tiempo récord, luego empujó la blusa por sus hombros. Esta cayó al suelo
antes de que ella tuviera tiempo de reaccionar, entonces agarró sus muñecas con
sus manos fuertes y la guió hacia atrás, como si hubiera tomado la delantera en la
pista de baile. Se detuvo cuando su espalda se apoyó contra la pared. Empujó sus
manos sobre su cabeza, sosteniéndola inmóvil contra la pared, luego tomó sus
labios en un asalto potente. Su lengua se metió en su boca, explorándola
audazmente.
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El Club de las Excomulgadas
—Sí, señor.
—Lentamente.
Ella asintió, luego hizo la correa a un lado, dejándola caer sobre su hombro
blanco y sedoso, entonces dejó caer la otra correa. Sus dedos se metieron debajo de
las copas de satén y encaje, y sostuvo la ropa delicada en sus pechos por un
momento, como si fuera demasiado tímida para revelarlos... luego poco a poco
alejó la sexy prenda.
Ella dio un paso fuera de sus zapatos y del conjunto de tela que los rodeaba.
Ahora estaba de pie delante de él totalmente desnuda.
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El Club de las Excomulgadas
Ella caminó alrededor de su escritorio y se sentó en su sillón de cuero, luego
abrió sus piernas.
—Tócate a ti misma.
—¿Estás mojada?
—Sí, señor.
—Bien.
—Saca mi polla.
—Sí, señor.
Tenía muchas ganas de ver su gran polla. De tocarlo. Ahora, por fin tendría
la oportunidad.
Opal Carew - Lazos Secretos
Se estiró hacia el bulto en sus calzoncillos a rayas azul marino y se lo
acarició amorosamente, luego deslizó su mano dentro de la abertura.
Ella la sacó y admiró el eje rígido de músculo masculino. Casi tan largo
como el de Shane, pero más grueso. La cabeza bulbosa rezumaba una gota de
líquido claro.
—No dije que podías hablar —su brote de cólera parecía casi real—. Sólo
hablarás en respuesta a una pregunta o una orden. ¿Entiendes?
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El Club de las Excomulgadas
Ella bajó la cabeza.
—Sí, señor.
Ella se inclinó hacia adelante y abrió su boca sobre su grueso glande. Ella lo
atrajo lentamente, primero cubriendo la corona, luego deslizando sus labios por su
eje. Ella abrió su garganta y se lo tragó entero, entonces se echó hacia atrás.
—Chúpala.
—Levántate.
—Sí, señor.
Él se puso de pie también, la agarró por la cintura con sus manos grandes y
fuertes, y la levantó sobre el escritorio. Separó sus muslos, abriendo sus piernas a lo
ancho, y dio un paso hacia adelante, luego invadió su boca. Ella jadeó ante su
Opal Carew - Lazos Secretos
potente masculinidad. Sus manos ahuecaron su cabeza mientras su lengua se
hundía profundamente en su boca.
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El Club de las Excomulgadas
Su cuerpo le dio la bienvenida, su vagina se apretó en torno a él con una necesidad
incontrolable. Ella casi gimió ante la intensidad de eso.
Él pellizcó su pezón, luego se echó hacia atrás y metió su polla en ella otra
vez.
Ella gimió con lágrimas en los ojos ante la intensidad del placer.
—Sí, señor.
Opal Carew - Lazos Secretos
Él empujó de nuevo, esta vez aún más profundo.
—Oh, Dios, sí —ella tomó aire, su cabeza dándole vueltas. Las lágrimas
corrieron por sus mejillas—. Por favor, señor. Hazme venir.
Él tomó ambas muñecas con una poderosa mano y deslizó la otra sobre su
pecho y le pellizcó el pezón. Ella jadeó. Él acarició hacia abajo por su estómago,
luego deslizó sus dedos en sus pliegues, justo encima de su polla mientras se
conducía en ella otra vez. Encontró su clítoris y arremolinó sobre este.
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El Club de las Excomulgadas
El placer candente quemó por ella, y gimió mientras un orgasmo estallaba a
través suyo. Él continuó sumergiéndose en ella. Mientras su pico de placer
disminuía, él aumentó su bombeo y se movió sobre su clítoris de nuevo. Otra
oleada, más poderosa de felicidad ardió a través de ella.
—¡Oh, Dios, sí! —ella jadeó en busca de aire mientras se desplomaba hacia
el infinito, su cuerpo quemado por el calor blanco.
Kyle.
Pero ahora era Kyle de nuevo. Sus mejillas ardían mientras él miraba hacia
ella, su polla todavía estaba duro dentro de ella.
Opal Carew - Lazos Secretos
—¿No me digas que te volverás tímida ahora?
—No, señor.
Él sonrió.
Su sonrisa se ensanchó.
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El Club de las Excomulgadas
—¿Por qué, Summer, te gustaría eso, no?
—Así que, dime, Summer. ¿Continuarás follando con los dos, Shane y yo,
por separado? ¿O deberíamos ir directamente a un trío?
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Doce
Kyle podía ver el pánico en los ojos muy abiertos de Summer.
Él no había sabido que ella había hecho el amor con Shane, pero la culpa
claramente enlazaba sus facciones. Después de verla besarse con Shane la semana
pasada, luego su comportamiento de la noche del viernes, había estado pensando
mucho acerca de la relación entre los tres y había llegado a la conclusión de que
podrían manejar un trío. De hecho, la idea de ver a Summer siendo follada por
Shane, de conducir su propia polla dentro de ella, mientras Shane se empujaba
también en ella, hacía que su sangre hirviera.
Hacía cuatro días, cuando Kyle le había preguntado acerca de un trío, ella
había estado totalmente asustada y había deseado algo de tiempo para averiguar si
realmente quería eso para ser su siguiente paso.
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El Club de las Excomulgadas
Desde entonces, no le gustaba cuán incómodo se sentía cuando los tres
estaban juntos. El momento fácil que una vez habían compartido en el café por la
mañana se había vuelto tenso... al menos para ella.
Ella le echó un vistazo a Kyle, después a Shane. El hecho era, que estaba
enamorada de ambos. Parecía como si hubiera estado en lo cierto al temer que un
enredo romántico podría poner en peligro su amistad. Ahora no estaba segura de si
debía retirarse de su relación íntima con cada uno o ir a toda velocidad hacia un
trío.
Carol se detuvo junto a la mesa con una cafetera en su mano y llenó la taza
de Summer, luego se inclinó hacia Summer y le dio un codazo en el brazo.
¡Max!
Él miró en su dirección y sonrió. Oh, Dios, ¿venía hacia aquí? Pero no, él
simplemente levantó su café y tomó un sorbo, observándola.
Opal Carew - Lazos Secretos
Ella apartó su mirada hacia su taza de café y al paquete de azúcar en su
mano. Lo abrió y lo tiró en su taza, entonces vertió un poco de crema y lo agitó
vigorosamente.
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El Club de las Excomulgadas
sol de la ventana se quedó atrapada en el botón de diamante en su oreja.
Max abrió su billetera y dejó caer algunos billetes sobre la mesa. Él estaba a
punto de irse. Esperaba que no se acercara aquí.
—Me tengo que ir —las palabras sonaron demasiado bruscas, pero no podía
retractarlas.
Opal Carew - Lazos Secretos
Shane y Kyle la miraron fijamente.
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El Club de las Excomulgadas
—¿Qué demonios le pasa?
El hombre alto con el que ella había intercambiado una mirada sensual salió
del restaurante.
—Creo que está tratando de evitar al tipo —Kyle tomó un sorbo de café.
—Quería verte.
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El Club de las Excomulgadas
Su corazón se hinchó ante sus palabras; había extrañado tanto a Max. Pero
las cosas con Shane y Kyle estaban ya lo suficientemente complicadas. ¿Cómo podría
hacerle frente a Max, también?
—Porque quería tocarte —él dio un paso más cerca, y la anticipación vibró a
través de ella. Él pasó su mano sobre su hombro -desnudo a excepción de la
estrecha correa de su camisola blanca y de la correa azul pálido de su sostén-
enviando los delicados cabellos a picar por atención.
—Porque quería hacer esto —sus labios rozaron su cuello, y ella se sacudió
un paso atrás.
—No estés tan nerviosa. No haré nada para avergonzarte —él sonrió—. Y sé
que te estás avanzando en tu relación con Kyle y Shane, pero... quería verte una
vez más. Pasar un último fin de semana contigo.
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El Club de las Excomulgadas
Cindy era una gran asistente. Sería capaz de manejar cualquier cosa que
ocurriera el fin de semana, y esta tarde no debería ser demasiado ocupada.
Él sonrió.
—Eso no será necesario —él brillo en sus ojos le dijo que un camisón no
sería necesario—. ¿Dónde está tu coche?
Tomó una profunda respiración, agarró la chaqueta de lino azul que había
dejado colgada sobre el respaldo de su silla y la dobló sobre su brazo, luego tomó su
bolso del cajón de su escritorio y se dirigió hacia la puerta.
—Cindy, me tomaré el resto del día libre y estaré fuera durante el fin de
semana. ¿Podrías estar de guardia por si el personal necesita algo?
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El Club de las Excomulgadas
Cindy la miró fijamente, sus labios apretados.
Summer vaciló—. Eh... asumo que hasta el lunes. Te llamaré en caso de que
haya un cambio de planes.
—Summer...
Mientras Summer se acercaba a su coche, vio que Max estaba sentado en el Opal Carew - Lazos Secretos
asiento del conductor.
Ella miró a su alrededor para asegurarse que nadie estaba mirando, luego
abrió la puerta del acompañante y se metió dentro. Se dio la vuelta y colocó su
bolso y chaqueta en el asiento trasero. Él sonrió, luego arrancó el coche y condujo
desde el estacionamiento. Salieron a la carretera unos diez minutos más tarde.
Cuando estaban a unos cinco kilómetros del hotel en un tranquilo tramo de la
carretera, Max estacionó sobre un rellano. Una vez que el coche se detuvo, él se
volvió hacia ella.
—Ahora, para empezar esta aventura con el pie derecho... — se inclinó más
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El Club de las Excomulgadas
cerca—. ¿Me echaste de menos?
—Yo también.
—Pero... no puedo sentarme aquí... así... — ella no quería decir estar en sólo
su sostén, porque sabía a dónde eso conduciría.
Él podría habérselo ordenado. Debía haber sabido para este momento que
eso funcionaría. Pero no lo hizo. Le había pedido que confiara en él.
Opal Carew - Lazos Secretos
Ella tiró de la camisola blanca sobre su cabeza. Su mirada se posó en su
sujetador azul pálido. Él rozó la punta de sus dedos a lo largo del cordón
festoneado en la parte superior de la copa. Escalofríos danzaron a lo largo de su piel
al sentir su cálido toque.
Sus ojos se abrieron, pero ella llegó detrás y desabrochó los ganchos, después
se quitó el sostén. Su sonrisa se ensanchó.
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El Club de las Excomulgadas
Él tomó su top y sujetador y los tiró en el asiento trasero, luego le entregó
una camiseta blanca doblada. Ella la levantó. Era una delgada camiseta blanca sin
tirantes.
—Póntela.
Ella metió la mano bajo su falda y se bajó las bragas, también de un azul
pálido, luego se las entregó a él. Él las arrojó en el asiento trasero mientras ella se
alisaba la falda.
Ella echó un vistazo a la cuerda, luego a él, y se lamió los labios, entonces
obedeció. Él tomó la cuerda y la envolvió alrededor de una de sus muñecas y luego
de la otra. La enrolló en torno unas cuantas veces más, la torció, con bucles, luego
tiró con fuerza. Ella contuvo una respiración rápida ante la intensa excitación que
se disparó a través de ella al sentir la unión del cordón mordiendo su carne. No que
lo hubiera hecho demasiado apretado... sólo la hacía sentir... dominada...
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El Club de las Excomulgadas
merced. Piensa en lo que te pasará cuando te lleve a esa cabaña.
A menos que utilizara su palabra de seguridad. ¡Lo cual era muy poco
probable!
Su vagina se apretó. Ella y Max estarían juntos esta noche. Casi no podía
esperar a ver esa larga y gruesa polla suya de nuevo. Sentirla contra sus labios.
Sentirla moverse dentro suyo, llevándola a un orgasmo increíble. No se dejaría
pensar en cuánto lo extrañaría cuando él ya no estuviera.
Mientras conducían, él metió la mano bajo la fina tela y acarició sus pechos,
prestándole atención a uno durante varios minutos, luego al otro. Después de un
tiempo, su mano se deslizó hasta el dobladillo de su falda y se metió debajo.
Durante todo el tiempo, su mirada permaneció fija en la carretera. Ella sintió sus
dedos cálidos deslizarse hacia arriba por el interior de su muslo.
Ella movió un pie para abrir la brecha entre sus muslos. Su dedo se deslizó
hasta sus pliegues, luego se deslizó entre ellos. Él metió dentro su dedo, luego lo
arremolinó ligeramente. Deslizó otro dedo en el interior, luego los dejó allí Opal Carew - Lazos Secretos
mientras continuaba conduciendo. La necesidad comenzó a crecer dentro de ella
mientras sus dedos se quedaban allí, acurrucados dentro suyo, inmóviles. Se movió
en su asiento, deseando sentirlos moverse dentro de ella.
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El Club de las Excomulgadas
orgasmo. Este sería el viaje más largo de su vida.
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Trece
Shane bebía a sorbos su café mientras Kyle examinaba la sección de
recomendaciones del informe de Shane, que analizaba los nuevos sistemas
electrónicos de seguridad para el hotel. Habían pasado la última hora repasando los
números, tratando de encontrar la solución más rentable.
Un golpe sonó en la puerta. Shane miró su reloj. Eran más de las cinco y
media, y Susan, la secretaria de Kyle, ya se había ido a su casa.
Kyle asintió y regresó al informe, pero Shane sabía que estaría escuchando
atentamente. Shane se puso de pie y caminó hacia la puerta.
Ella asintió
—Bueno, tal vez no sea nada, pero… temo que Summer pueda estar metida
en algún tipo de problema.
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El Club de las Excomulgadas
de su conversación. Generalmente no suelo escuchar sus cosas, pero él parecía un
poco intimidante, y…
—Él amenazó con atarla —ella levantó su mirada hacia él con ojos muy
abiertos—. Fue escalofriante la forma en que lo dijo. Tan tranquilo. Como si
hiciera ese tipo de cosas todo el tiempo.
Opal Carew - Lazos Secretos
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El Club de las Excomulgadas
caballos para recorrer los senderos del bosque, y un precioso camino a lo largo de la
orilla del lago.
Max abrió su puerta, y asió su codo para ayudarla a salir del coche, luego la
guió hacia la casa. La gran sala de estar con la enorme chimenea de piedra tenía
muebles distintos de los que Summer recordaba, sofás beige suaves con cojines en
tonos terrosos y algunos grandes cuadros sobre las paredes. Sus tacones resonaron
sobre el suelo de madera.
Así que había preparado el escenario para esa noche. Ella debería luchar
contra él, para hacer el guión más realista… y sospechaba que no querría que lo
llamara Amo, ya que no encajaría en el papel.
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El Club de las Excomulgadas
—Puedo y lo haré.
Ahora estaba extendida en águila 13sobre la cama, llevando sólo una delgada
musculosa. Ni siquiera bragas. Él salió de la habitación por una puerta diferente a
la cual habían entrado, y escuchó el sonido de agua fluyendo. Un momento
después, regresó con un vaso de agua. Tomó un sorbo mientras la contemplaba
fijamente, su mirada deslizándose por su cuerpo, escudriñando cada parte de ella
con gran interés. De repente, hizo un rápido movimiento con el vaso hacia ella, y el
agua fría empapó su pecho. Sus pezones se fruncieron al instante. La tela blanca se
13
La extensión águila es la posición en la que una persona tiene sus brazos extendidos y las piernas separadas,
figurativamente parecido un águila con las alas extendidas. Es un estilo que aparece comúnmente en la
naturaleza y geometría. En el estilo humano está representado por la letra "X"
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El Club de las Excomulgadas
volvió básicamente transparente. Él se rió entre dientes y se giró para irse.
Oh, hombre, deseaba que Max -su captor- volviera y subiera encima de ella,
forzara su enorme polla en su interior, luego la montara hasta que gimiera su
liberación.
Opal Carew - Lazos Secretos
Pero no lo hizo.
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El Club de las Excomulgadas
alivio, regresó con otro plato de comida.
Hundió varios dedos en el agua y los untó sobre un pezón. Este se endureció
contra la tela.
Quería que la tocara ahora. Por todos lados. Que la besara. La probara.
Opal Carew - Lazos Secretos
Él apretó sus pezones, luego los pellizcó. Ella se arqueó hacia arriba.
Recordando su papel, ella alejó su cuerpo hacia un lado, tanto como las
ataduras le permitían, luego hacia el otro lado, separándose de sus dedos. Él se
subió encima de ella, su cuerpo sexy y caliente inmovilizándola. Le sostuvo la
cabeza y besó su cuello, luego se sentó de nuevo. Le palmeó los pechos, luego los
acarició y apretó a su gusto, a pesar de sus protestas entreveradas de gemidos de
placer ante los estremecimientos que irradiaban a través de su cuerpo.
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El Club de las Excomulgadas
Él se levantó de la cama y se despojó de su camisa y pantalón. Ella observó
ávidamente mientras se bajaba la ropa interior, revelando su encantadora polla. Se
lamió los labios, pero abrió ampliamente sus ojos como si estuviera alarmada. Se
colocó encima de ella de nuevo, sujetándola entre sus rodillas. Se meció hacia
delante y atrás, su eje duro y caliente deslizándose entre sus suaves senos. Los
apretó juntos para que acunasen a su polla en su calidez.
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El Club de las Excomulgadas
Él retrocedió y se rió, luego salió de la cama.
Regresó media hora más tarde, y se inclinó sobre ella, tirando del escote de
su musculosa bajo sus pechos, exponiéndolos, luego sujetó un pezón en su boca. Lo
chupó y ella se arqueó contra él, cualquier pretensión de luchar había desaparecido.
Lo lamió y jugueteó con él mientras su mano encontraba su otro pezón y
jugueteaba con este, también.
Él se rió
—Lo hago. Lo que dije fue, “Oh, Dios, por favor no me folles”. Opal Carew - Lazos Secretos
Max se subió sobre ella, y lo observó acariciar su enorme polla erecta.
—Ah, es eso lo que dijiste. Curioso, estaba seguro de que me rogaste que te
follara.
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El Club de las Excomulgadas
Estirándola con su inmenso contorno.
Ella gimió.
—Oh, sí. Me voy a… —su interior palpitó, y cayó por el borde—. ¡Me estoy
corriendo! —su voz se agudizó hasta volverse un chirrido, luego jadeó cuando el
éxtasis la reclamó.
Ambos yacieron jadeando por aire mientras sus pulsos lentamente volvían a
la normalidad. Max le acarició el cuello con su nariz.
Max liberó las ataduras de Summer, y tomaron una ducha juntos, luego se
acurrucaron en la cama con un agradable fuego ardiendo en la chimenea del
dormitorio. Le gustaba el delicado aroma a mango de su pelo, el tacto sedoso de su
piel contra su mejilla, la suavidad de su cuerpo presionado a lo largo del suyo.
No solía dormir con sus subs. Una vez que el sexo había acabado, él o su
pareja regresaría a su casa o a sus propias habitaciones de hotel si estaban fuera de
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El Club de las Excomulgadas
la ciudad. No había querido dormir con una mujer desde Elena -Dios, todavía la
echaba tanto de menos- pero Summer era diferente de sus otras subs. Más suave,
más vulnerable. Amaba tenerla en su cama.
Cuando la había conocido, no podía creer que eso había sucedido sólo dos
cortas semanas atrás, ella había tenido tanto miedo de sus propios deseos, y aún así
había tenido el coraje para dar un paso adelante y seguir su corazón… e intentar
algo radicalmente nuevo para ella. Había sido emocionante y refrescante
introducirla en los rigores de la Dominación y la sumisión. E introducirla, por así
decirlo, en la esclavitud y la disciplina, había sido muy estimulante para ambos.
Para poder avanzar, ella sabía que tendría que dejar ir algunos de sus
limitados modelos de conducta. Miró hacia el fuego y trató de averiguar la mejor
estrategia para ayudar a Summer.
Shane no tenía que mirar el velocímetro. Sabía que estaba cerca de veinte
sobre el límite. Aflojó el acelerador. Hacer que se mataran no ayudaría a Summer.
—No pienses lo peor —dijo Kyle—. Al menos sabemos con quién está y
donde encontrarla.
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El Club de las Excomulgadas
Summer, para averiguar si el tipo con el que ella había desaparecido coincidía con
la descripción de su aventura de una noche de Chicago. Tanya les había asegurado
que todo estaba bien. El hombre había llevado a Summer a la casa de Tanya en el
campo para una escapada romántica.
—Ese tipo suena como un acosador para mí —dijo Shane—. Ya oíste lo que
dijo Cindy. ¿Quién le ordena a alguien ir a una escapada de fin de semana? Creo
que Summer se involucró con alguien realmente asqueroso.
—No sé que está sucediendo con ella, Shane. Parece que Summer está
experimentando. Vamos a esperar hasta que lleguemos allí para ver que está
sucediendo.
Shane empujó la puerta del coche para abrirla y salió. Sus entrañas se
apretaron ante el sonido de los gritos que provenían del granero. Shane corrió hacia
adelante, y Kyle lo siguió a toda velocidad.
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Catorce
Shane abrió la puerta del viejo granero sólo una rendija y espió en su
interior, con el corazón golpeando en su pecho. Quería correr dentro, pero primero
necesitaba saber que estaba pasando. Estaba más oscuro en el interior, por lo que
sólo pudo distinguir dos figuras. Una más pequeña, con los brazos estirados hacia
arriba, y una figura más alta, más corpulenta. El brazo de la figura más grande se
balanceó hacia atrás, y luego hacia delante como si estuviera lanzando una caña de
pescar… o utilizando un látigo.
Summer gritó.
El puño de Shane golpeó con fuerza contra la mandíbula del tipo. Este se
tambaleó hacia atrás, y luego envolvió su mano alrededor de su barbilla. Shane fue
hacia adelante para golpearlo de nuevo, pero Kyle le agarró el brazo y tiró de él
hacia atrás.
Opal Carew - Lazos Secretos
—Shane, ya basta.
Ahora que sus ojos se acostumbraron a la luz, Shane podía ver que los
brazos de Summer estaban estirados hacia arriba por cuerdas atadas alrededor de
sus muñecas, que a su vez se enlazaban a las vigas ubicadas más arriba.
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El Club de las Excomulgadas
Ella no podía ver lo que estaba sucediendo. No sólo estaban detrás de ella y
no podía girarse, sino que una fina venda negra, atada en la parte posterior de su
cabeza, cubría sus ojos. Él echó un vistazo a su camiseta blanca y, por suerte, no
vio nada de sangre de los latigazos del bastardo.
Tan pronto como la vio colgada del techo, con la camiseta recogida bajo sus
pechos desnudos, la ingle de Kyle se tensó tan dolorosamente que le quiso arrancar
la falda y follarla en el lugar.
Ella arqueó una ceja, visible por encima de la brillante tela negra con la que
tenía vendados los ojos
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El Club de las Excomulgadas
—El látigo no lastima. Es de gamuza suave, y él no me estaba azotando con
fuerza. Y yo dejé que me amarrara.
Al segundo que vio sus pechos maduros presionándose hacia delante contra
su camiseta, sus palabras se desvanecieron repentinamente. Contempló sus duros
pezones.
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El Club de las Excomulgadas
—¿Así que te ató y azotó para poder gritar y así liberar el estrés? —preguntó
Kyle.
El hombre alto, de pelo negro, Max Delaney era su nombre según Tanya,
dio un paso adelante, pero se mantuvo detrás de Summer, dándoles espacio.
—¿Podría hablar con ustedes dos afuera? —Delaney se movió hacia ellos.
Shane fulminó con la mirada al tipo, pero Kyle asintió con la cabeza.
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El Club de las Excomulgadas
—Shane, escúchalo hasta el final —él se giró de nuevo para enfrentar a
Delaney—. Si a ella le gusta controlar tanto, ¿por qué te permite atarla… y
dominarla?
—Muchas de las personas que necesitan control en su vida, les gusta darlo
en un entorno seguro con alguien en quien confíen.
—La mayoría de las mujeres que conozco que les gusta ser dominadas
tienen trabajos importantes, estresantes, donde tienen que tomar un montón de
decisiones —continuó Delaney—. Summer es diferente. Ella quiere controlar su
ambiente para sentir que está segura. Se limita haciendo sólo aquellas cosas en las
que sabe que puede tener éxito. Que sepa que no fracasará o que le darán cualquier
tipo de problemas.
—¿Por qué diablos nos estás hablando a nosotros sobre esto? —exigió
Shane. Odiaba escuchar esta extraña charla sobre Summer, como si no la hubiera
conocido durante años.
—Porque una de las cosas que ella quiere, eres tú —se volvió hacia Kyle—.
Y a ti, también. Opal Carew - Lazos Secretos
—Ya sabemos eso —dijo Shane.
—¿Entienden que ella los quiere a ambos a la vez? —las cejas de Shane se
elevaron, y se giró hacia Kyle—. Si ustedes están de acuerdo —dijo Delaney—,
¿por qué no hacérselo saber ahora mismo? —sonrió—. Ella está simplemente
colgando sin hacer nada en este momento.
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El Club de las Excomulgadas
—¿Por qué no? —preguntó Kyle, su boca curvándose en una sonrisa.
¿Qué demonios estaba pasando con Kyle? Parecía estarse tomando todo con
bastante tranquilidad.
—¿Max?
—Shane.
Otra mano agarró su camiseta y tiró de ésta, rasgando la tela en la parte Opal Carew - Lazos Secretos
delantera. Ella jadeó. El aire frío flotó a través de su torso desnudo mientras la tela
hecha jirones aleteaba abierta.
No se había dado cuenta que alguien estaba de pie delante de ella. ¿Era Max
o Kyle?
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El Club de las Excomulgadas
Los dedos de Shane acariciaron sus pezones, provocando olas de necesidad,
mientras la lengua de Max, bailaba con la suya. No. No era Max. Por la forma que la
curvaba alrededor de su lengua, y el modo en que sus pulgares acariciaban sus
sienes mientras ahuecaba su cara… Ese era Kyle.
La boca de Kyle liberó la suya, y un segundo después sintió que una de las
manos de Shane se alejaba de su pecho, sustituida por la boca de Kyle sobre su
pezón.
Era una sensación extraña y excitante ser tocada por ellos en la oscuridad.
Sentir sus manos sobre ella… sus labios… pero no ser capaz de verlos.
—Mira esto, Kyle. Una cosita linda sólo colgando aquí y esperándonos.
Summer tiró de las cuerdas que sostenían sus manos elevadas en el aire.
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El Club de las Excomulgadas
—Creo que luciría aún más bonita si pudiéramos ver más de ella.
—No. Deténganse.
—No hagan esto —dijo ella mientras luchaba contra las cuerdas que
sostenían sus brazos por encima suyo. Podía sentir sus senos rebotando con sus
movimientos y casi podía sentir el calor de sus miradas al observarlos.
Kyle se movió más adelante y envolvió sus manos alrededor de sus caderas,
luego presionó su cuerpo con fuerza contra ella, aplastándola contra Shane.
Opal Carew - Lazos Secretos
El calor de los cuerpos de ambos… duros y musculosos… presionándose
contra ella… le quitó el aliento.
Se retorció entre ellos, lo que hizo que sus pezones endurecidos embistieran
con fuerza en el pecho de Kyle, y ellos alternativamente presionaron cada una de
sus pollas erectas contra su cuerpo suave.
177
El Club de las Excomulgadas
—Para no desear que te follemos, estás ayudando a nuestras pollas a ponerse
realmente duras —murmuró Kyle.
Ella dejó de moverse, a pesar de que quería sentir ambas pollas contra ella.
La paciencia traería recompensas mejores.
—Tal vez es demasiado débil para luchar contra nosotros —dijo Kyle, luego
continuó con sus atenciones.
Opal Carew - Lazos Secretos
Summer hizo un intento débil de lucha, pero los labios de Kyle, y su lengua
la estaban volviendo loca. El calor la invadió y jadeó, luego gimoteó en su
liberación.
—Sí que le gustó de verdad. Tal vez ella estaría dispuesta a devolver el favor
—sugirió Shane.
Kyle le soltó las piernas, y Shane la bajó hasta que sus pies tocaron el suelo.
178
El Club de las Excomulgadas
Mientras Shane ahuecaba sus senos, sintió que la tensión en la cuerda que
sostenía sus brazos estirados disminuía. Shane presionó sobre sus hombros hasta
que ella descendió y quedó de rodillas, sus brazos todavía seguían estirados por
encima de su cabeza. La cuerda se tensó otra vez.
179
El Club de las Excomulgadas
—Tengo una idea —Shane agarró un banco de madera que había apoyado
contra una pared del granero y apiló una caja de madera encima de éste. Luego,
eligió una silla de montar de las varias que había sobre un costado del granero, y la
apoyó sobre la caja.
Summer levantó la cabeza para ver como un muy desnudo Kyle entraba en
su línea de visión con un gran espejo viejo, rajado, pero aún utilizable, y lo apoyaba
contra la pared delante de ella. Esto le dio a Summer una gran visión de su
posición, atada e inclinada sobre la silla de montar. Kyle caminó alrededor hasta
colocarse detrás de ella y posicionó sus pies entre los suyos, y sintió su polla
caliente presionándose contra su hendidura mojada. Opal Carew - Lazos Secretos
—No. No puedes hacer esto —gritó con una fingida desesperación en su
tono de voz.
180
El Club de las Excomulgadas
—No. Por favor, detente —ella respiró hondo, sintiéndose algo mareada
ante el increíble placer que su polla llenándola le proporcionaba.
—Ohhh. No.
Kyle la embistió.
181
El Club de las Excomulgadas
Entones él se alejó.
Ella gruñó.
Shane machacó en ella una y otra vez, mientras le chupaba la gran verga a
Kyle. Los dedos de Shane hicieron giros sobre su clítoris, y ella se sujetó
firmemente alrededor de Kyle, mientras el placer la atravesaba. Chupó su verga
mientras exprimía la de Shane. Este gruñó y el líquido caliente estalló en su
interior. Un estremecimiento se disparó en su interior mientras las intensas
sensaciones placenteras atravesaban todo su cuerpo.
—No creas que hemos terminado contigo —dijo Kyle mientras entraba en el
dormitorio y la dejaba caer sobre la silla tapizada que estaba junto a la ventana.
182
El Club de las Excomulgadas
Shane arrojó una almohada a un lado de la cama, luego agarró su mano y la
levantó de la silla. Primero hizo que apoyara su cara sobre la cama, colocó su
estómago sobre la almohada, para que sus piernas colgaran por el borde de la cama,
y su culo quedara en una posición elevada. Shane se tendió en la cama delante de
ella, su verga colocada convenientemente cerca de su boca. Él envolvió una mano
alrededor de su polla, y lo presionó contra sus labios. Ella lo chupó hacia el interior
de su boca. Él retiró el pelo de su cara, y ahuecó su mejilla mientras la polla de
Kyle le rozaba su culo.
Ella dejó caer su cabeza hacia atrás contra su hombro, mientras Shane se
levantaba y caminaba hasta quedar de pie delante de ella. Kyle curvó sus manos
Opal Carew - Lazos Secretos
alrededor de sus muslos, y levantó sus piernas, abriéndolas. Shane dio un paso
hacia adelante y la dura cabeza de su polla rozó su apertura. La anticipación se
inflamó dentro de ella cuando se dio cuenta que por primera vez estaba a punto de
tener dos pollas, pollas verdaderas, no de plástico, en su interior.
183
El Club de las Excomulgadas
Estaba llena. Por delante y por detrás. Presionada entre esos dos cuerpos
duros y masculinos. Ella acarició con su nariz el cuello de Shane, abandonando
completamente cualquier pretensión de lucha.
Ella gimió. Shane embistió unas cuantas veces más y eyaculó en su interior.
Kyle gimió mientras se unía a ellos con su propio clímax.
184
El Club de las Excomulgadas
Apoyó su mejilla contra el pecho de Shane. Nunca se había sentido más
apreciada.
La luz del sol brillaba sobre el caliente pavimento negro mientras Max
conducía a lo largo de la carretera. Las hojas de los árboles altos yacían esparcidas
sobre un lado de la carretera, estremeciéndose con la brisa, y las flores silvestres
púrpuras se mecían en los prados.
185
El Club de las Excomulgadas
Él no quería enredos con mujeres. Asuntos cortos y tórridos lo satisfacían lo
suficientemente bien. Estar al control de cuándo y dónde… y por cuánto tiempo…
era perfectamente apropiado para él. Las mujeres con las que por lo general se
involucraba entendían eso. El dominaría… ellas se someterían. Sexo genial, pero
sin ningún apego emocional. Y él se vanagloriaba de hacer que sus compañeras
llegaran a un entendimiento más profundo de sí mismas. Entonces, él seguiría
adelante. Todos estarían contentos.
Sus dedos se tensaron alrededor del volante. Maldita sea, no le gustaban esos
sentimientos. Debería irse. Ahora. Antes de que todo se volviera más complicado.
186
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Quince
Summer salió de la ducha y secó su cabello con una toalla, luego lo peinó
mientras pensaba en la espectacular tarde que había pasado con Shane y Kyle. Ellos
se habían ido hacía media hora, sabiendo que Max regresaría para continuar su fin
de semana con ella.
No parecían especialmente contentos por dejarla con otro hombre, pero ella
les explicó que esta era la última vez que lo vería y necesitaba tiempo para
despedirse.
Después de ducharse y vestirse, volvió al granero. Había visto algo ahí que
la intrigaba.
Tiró más de la lona y tuvo que imprimir más fuerza a la acción porque se Opal Carew - Lazos Secretos
atoró en algo detrás del cepo. Para su deleite, encontró que era algo más que un
cepo sobre un soporte. Era un tipo de banco, como el banco de azotes que había
visto en la mazmorra del Sexo-a-la–Gala. Había un lugar para descansar su torso y
dos lugares para sus rodillas. Esos también estaban acolchados.
Ella sonrió. La próxima vez que viera a Tanya, tendría que preguntarle
cómo había acabado eso en su granero.
187
El Club de las Excomulgadas
volvió a la casa y agarró una caja de herramientas del sótano. Cuarenta minutos
después, tenía el cepo plenamente establecido en la cocina. Lo limpió con un paño
húmedo retirando el polvo acumulado, luego sonrió ante su obra.
Respiró hondo y luego se arrodilló sobre las almohadillas para las rodillas y
envolvió las correas de cuero unidas al mismo alrededor de sus pantorrillas, justo
detrás de sus rodillas, y las abrochó allí. Ella levantó la parte superior del cepo, y
este crujió al abrirse. Tenía un mecanismo de resorte y permaneció abierto. Más
temprano, había colocado una cuerda alrededor de la parte superior del cepo así
podría tirar de ésta para cerrarlo. Ahora, agarró la cuerda dejándola floja en su
mano, apoyó su cuello y muñecas en los agujeros correspondientes, entonces tiró
de la cuerda. La parte superior bajó suavemente y se cerró alrededor de sus
muñecas y cuello. Luego el cerrojo hizo un chasquido al trabarse. Ella empujó
hacia arriba, pero no se movió. Opal Carew - Lazos Secretos
Su estómago se contrajo cuando se dio cuenta que accidentalmente se había
encerrado en este artilugio, pero respiró hondo para calmarse.
La excitación hizo que todo su cuerpo hormigueara. Max estaría allí muy
pronto.
188
El Club de las Excomulgadas
totalmente expuesto. Su interior se apretó debido a la excitación. Cualquiera podría
entrar y tomarla.
¡Max! Detrás suyo. Ella había posicionado el cepo de manera que pudiera
verlo cuando entrara desde la sala de estar, asumiendo que él entraría por la puerta
principal, pero había llegado por la puerta del costado de la cocina. Ahora su
trasero desnudo estaba totalmente expuesto a su escrutinio.
Su cara enrojeció
¿Había traído a otras personas? ¿Estarían Shane y Kyle con él? ¿O habría traído
algunos extraños?
—¿Oh? —sus cejas se arquearon hacia arriba, y se dirigió hacia ella—¿Y qué
es lo que ha hecho mi chica mala?
189
El Club de las Excomulgadas
—Me inclinaron sobre una silla de montar y me tomaron desde atrás.
El sonrió
—¿En serio? —se abrió la cremallera, luego sacó su polla. Ella se lamió sus
labios al ver su eje largo y muy grueso. Estaba de color morado y parecía que las
venas latían.
—Sí.
—Quiero que me beses con pasión, justamente como lo hiciste con ellos.
Confundida, lo observó adelantarse unos pasos. ¿Iba a liberarla del cepo? ¿Tan
pronto?
Él se movió detrás de ella. Sus manos acariciaron sus nalgas, luego sintió
una fuerte palmada sobre su nalga. Sus pezones se convirtieron en protuberancias
rígidas. El acarició su dolorido trasero, calmándolo.
190
El Club de las Excomulgadas
Una aguda palmada en su otra nalga la hizo jadear. La acarició de nuevo.
Él le acarició las nalgas de nuevo, una y otra vez. Mientras esperaba por otra
palmada, él fue deslizando su mano hacia abajo por su muslo y entre sus piernas.
Acarició sus pliegues, y ella pudo sentir el líquido resbaladizo entre sus piernas.
Entonces su polla presionó contra ella y empujó hacia adelante, empalándola en
una sola embestida. Ella gimió, apretándolo en su interior. Él se deslizó hacia atrás.
La presión cesó.
Él se alejó, entonces caminó más allá de ella y salió de la cocina. ¿Lo había
hecho enojar? Opal Carew - Lazos Secretos
Regresó unos minutos más tarde. Tenía un tubo y una toalla enrollada en su
mano. Pasó junto a ella.
Ella sintió su polla presionarse contra su culo de nuevo, y esta vez estaba
resbaladiza.
191
El Club de las Excomulgadas
Ésta empujó y comenzó a extender su apertura a medida que la punta se
sumergía un poco.
—Oh, yo…
—Yo…
—Todo saldrá bien. Solo confía en mí —él se movió hacia adelante, luego
retrocedió de nuevo. Ella respiró hondo y trató de relajarse.
—No, es demasiado.
Ella se sintió una basura. Quería confiar en él. Ella confiaba en él.
192
El Club de las Excomulgadas
—Me alegra escuchar eso.
—No hay nadie más aquí, Summer. Sólo tengo una polla muy realista hecha
de silicona suave. El lubricante la calentó.
193
El Club de las Excomulgadas
Mientras él se movía en su interior, sintió una extática liberación de puro
placer, y entonces todo su cuerpo empezó a temblar mientras sus terminaciones
nerviosas chispeaban por la deliciosa dicha alucinante. Hizo estremecer todo su
cuerpo mientras olas de éxtasis pulsaban a través de ella, elevándola al cielo en una
electrizante liberación.
*****
194
El Club de las Excomulgadas
—Lo que le complazca, Amo.
Ella jadeó
—Oh, Amo.
Él levantó su cabeza de donde estaba acariciando su cuello con la nariz, y Opal Carew - Lazos Secretos
miró fija y profundamente dentro de sus ojos
—Llámame Max.
—Max —murmuró.
—Dilo de nuevo.
195
El Club de las Excomulgadas
—Max —ella gimió cuando él embistió una y otra vez.
—Dímelo.
—Di mi nombre.
Y eso le preocupaba.
196
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Dieciséis
Max la observaba mientras la luz del sol destellaba en los ojos de Summer y
ella abría sus párpados. La miró, con una gran sonrisa en su rostro. Una brisa suave
hizo que algunos mechones de su largo cabello de color castaño rojizo se posaran
sobre su mejilla, la misma que revoloteaba en el exterior, a través de las hojas,
enviando haces de luz del sol dentro del dormitorio a través de la ventana y sobre
su rostro.
Ella rodó contra él, y sus suaves labios mordisquearon su rasposa barbilla.
La sensación de su cuerpo suave contra él... su delicado aroma floral... lo llenó de
alegría. Envolvió sus brazos alrededor de ella y la colocó encima de él, luego la
besó con ternura.
—Entonces, ¿el grande y fuerte Dom permitirá que una mera mujer se siente Opal Carew - Lazos Secretos
sobre él?
—Sólo tú.
197
El Club de las Excomulgadas
—¿Sumisas?
Ella asintió. La mirada inquisitiva en sus ojos le dijo que eso era más que
curiosidad.
—Sólo tengo una a la vez —la besó en la nariz—. Y por el momento, esa
eres tú.
Ella sonrió
—Ya veo.
—¿Cómo te convertiste en un Dom? Quiero decir... ¿es algo que siempre has
sido, o algo que decidiste que te gustaba, o...? —ella se encogió de hombros, no
muy segura de lo que estaba preguntando, pero curiosa de la manera en que alguien
se introducía en un rol tan concienzudamente.
Opal Carew - Lazos Secretos
Él colocó sus manos detrás de su cabeza y se quedó mirando fijamente hacia
el techo.
198
El Club de las Excomulgadas
—Oh, Max. Lo siento mucho.
Él asintió
—Mi esposa murió hace cinco años. Fue duro. Pase momentos difíciles
intentando superarlo. Después de eso, supongo que sólo quería... algo
completamente diferente.
No podía pensar en nada que decir, así que sólo lo besó. Gentilmente.
Tiernamente. Luego envolvió sus brazos alrededor de él y lo abrazó.
199
El Club de las Excomulgadas
—Oh, ¿quieres que lo prepare? —ella le preguntó.
—Hazme una tortilla con cebolla, pimientos, queso, y... — se detuvo al ver
sus labios fruncidos—. ¿Hay algún problema?
—No sé cómo hacer tortillas. Bueno, sé cómo hacerlas, pero confía en mí,
no querrás comer una de las que haga.
Ella abrió la puerta de vidrio mientras él se acercaba Opal Carew - Lazos Secretos
—Espero que la temperatura del agua sea de tu agrado, Amo.
200
El Club de las Excomulgadas
Summer sintió la polla de Max ponerse erecta contra ella y se preguntó
cuándo la metería en su interior, pero él la liberó y retrocedió hasta colocarse bajo
el rociador. El agua corrió sobre sus hombros y fluyó en riachuelos por sus
esculpidos músculos pectorales, por encima de sus estrechos y bien definidos
abdominales, luego por los duros músculos de sus muslos.
Su mirada se desvió hacia los redondos sacos debajo de los húmedos rizos
oscuros en su pelvis, luego la deslizó sobre su largo y grueso eje hasta la cabeza
bulbosa. Ella pasó la punta de su lengua por sus labios, imaginando que los
deslizaba alrededor de la cresta de la cabeza de su polla.
201
El Club de las Excomulgadas
Ella siguió acariciando su clítoris con una mano, entonces deslizó los dedos
de su otra mano dentro y los hizo girar. Las manos de él cubrieron sus senos, y sus
caricias, combinadas con el calor en su interior, hicieron que se desesperara por
más.
—¿Me deseas?
—Sí, Amo.
—Bien.
Deslizó su mano hacia abajo por su vientre, después sobre su clítoris, luego
retiró la mano de ella y deslizó sus dedos largos y masculinos dentro de ella y
acarició sus paredes internas.
—¿Es un profundo deseo que apenas puedes controlar? Opal Carew - Lazos Secretos
Ella asintió.
—De que me toques. De que empujes tu gran polla dentro de mí y... hagas
que me corra.
202
El Club de las Excomulgadas
Mientras él acariciaba en su interior, su pulgar rozó sobre su clítoris, y ella
jadeó.
—Ese es un deseo que quiero que dure. Durante mucho tiempo —él le
sonrió—. Ahora, lávame.
Ella pasó la pastilla de jabón sobre su pecho duro y musculoso, luego sobre
su vientre firme. Ahuecó sus firmes nalgas mientras sus manos enjabonadas hacían
círculos alrededor. Agarró la barra de jabón nuevamente y la frotó hasta que sus
manos estuvieron cubiertas de espuma, luego masajeó bajo sus bolas y las enjabonó
muy bien, entonces acarició a lo largo de su polla. Envolvió ambas manos
alrededor de su eje y lo acarició de arriba hacia abajo, manteniendo la esperanza de
estarle causando el mismo nivel de deseo atormentado que él había construido en
ella. Su polla dura como una roca tembló en sus manos... una buena señal.
—Sin ropa.
*****
203
El Club de las Excomulgadas
oscuro se volvieron unos guijarros ante su inspección, los pezones sobresaliendo
como picos. Su mirada se deslizó hacia su coño y a los oscuros rizos castaños
recortados en un prolijo triángulo.
Él sonrió.
—Tengo algo para ti—. Ella lo miró, con una media sonrisa en sus labios. Él
recogió la caja plana de color negro de la mesa de café—. Ven aquí y arrodíllate
delante de mí—. Cuando ella obedeció, él quitó la tapa y sacó el collar de cuero
negro—. Levanta tu pelo—. Ella recogió sus ondas de color caoba y las sostuvo
mientras él sujetaba el collar alrededor de su cuello—. Ahora ve y siéntate en el
sillón —agregó.
—Cuando la haga sonar una vez, quiero que acaricies tus senos. Cuando lo
haga dos veces, acaricias tu coño. No te toques a menos que te lo diga, o que toque
la campana. Y no te corras hasta que te dé permiso.
Opal Carew - Lazos Secretos
—Sí, Amo.
204
El Club de las Excomulgadas
campana dos veces, y sus manos bajaron por su vientre para deslizarse entre sus
piernas.
La luz del sol brillaba entre sus dedos mientras se deslizaban dentro y fuera
de su coño. Su polla palpitaba ante esa visión. Hizo sonar la campana de nuevo,
una vez, y sus manos volvieron a sus pechos. Los pezones sobresalían, duros y
necesitados. La hizo sonar una vez más, y ella lo miró inquisitivamente.
Sus manos cayeron en los apoya-brazos. Tomó el libro de nuevo y fingió leer
mientras su polla se retorcía y tensaba de deseo. Apenas diez minutos pasaron antes
de que tomara la campana de nuevo y la hiciera sonar una vez. Él observó cómo
sus manos jugueteaban con sus pezones, mientras la punta de su lengua trazaba sus
labios. Tocó dos veces la campana y observó sus manos deslizarse hacia abajo con
intensa anticipación. Cuando sus dedos se deslizaron en su raja, su corazón
retumbó en su pecho. Sus dedos acariciaron su clítoris, luego se dirigieron hacia su
raja de nuevo. Ella los frotó adelante y atrás, y luego los metió profundamente
dentro de su coño.
205
El Club de las Excomulgadas
—Abre tu boca.
—Ponlo aquí —señaló un punto situado a unos dos pies del sofá, dentro del
alcance de éste. Ella lo posicionó allí.
206
El Club de las Excomulgadas
mientras él seguía avanzando. La cabeza de su polla llenó su boca, y ella
arremolinó su lengua en torno a ella. Empujó más profundo, su eje deslizándose a
lo largo del anillo y en el interior de su boca. Ella lamió la parte inferior de su eje,
luego arrastró su lengua a lo largo del mismo mientras él se retiraba. Embistió hacia
adelante y atrás en movimientos cortos mientras ella lamía y apretaba. Ella hizo
rotar su lengua una y otra vez alrededor, luego la cobijó en la parte inferior de la
corona. El dejó de embestir y le permitió rodear y lamer la tan sensitiva cresta. Su
polla palpitó en su interior. Él iba a correrse.
Él gimió, luego sacó su dura polla de su boca. Enganchó su dedo a través del
anillo en su collar y tiró de éste. Se sintió elevada sobre sus pies, y luego dirigida
hacia el sofá. La liberó y se sentó, luego la posicionó entre sus rodillas, ya que
todavía permanecía de pie. Ahuecó sus pechos, luego se inclinó hacia adelante y
chupó un pezón duro en su boca caliente. Se movió hacia el otro y chupó con
fuerza, haciéndola jadear.
—¿Quieres correrte?
Ella se movió hacia delante, apoyando las rodillas a cada lado de él,
sintiendo el zumbido de la anticipación. Él sostuvo su cintura, ayudándola a
207
El Club de las Excomulgadas
equilibrarse ya que sus manos todavía estaban atadas detrás de su espalda. Colocó
la cabeza de su verga contra su raja y ella descendió, algunas lágrimas se formaron
en sus ojos ante el intenso placer de sentir su polla conduciéndose en su interior y
estirar su pasaje ampliamente. Con la otra polla en su culo, se sentía
extremadamente llena y dolorida por un orgasmo.
Ella asintió, y él estiró las manos detrás de su cabeza y soltó las correas. Los
estirados músculos de su mandíbula se relajaron cuando quitó el anillo de su boca.
Capturó sus labios y la besó, su boca moviéndose sobre la suya. Ella metió su
lengua dentro de su boca, y la de él la encontró con exuberante lujuria. Él acunó su
cabeza en sus grandes manos y condujo su lengua en su boca, luego la embistió con
ella varias veces. Cuando por fin la soltó, ella estaba jadeando por aire.
208
El Club de las Excomulgadas
Su polla larga y dura la llenaba profundamente y la estiraba ampliamente.
Ella lo apretó e hizo girar su pelvis hacia adelante para presionarse con más fuerza
contra él, dándole a su clítoris una mayor estimulación. Si sólo pudiera deslizar su
mano ahí abajo para darle un golpecito a su clítoris, pero sus manos aún estaban
atadas detrás de ella. Ella apretó su duro miembro, luego soltó, lo apretó, luego lo
soltó. Sintió que su placer resurgía. Ella se movió hacia adelante mientras apretaba,
luego hacia atrás, pero nunca embistiendo hacia arriba ya que le había prohibido
eso. Ella encontró un movimiento que hizo que su placer aumentara en una espiral
ascendente. Respiró hondo, con mayor agitación mientras apretaba y se movía.
Tiró de él, luego lo soltó. Mientras sus pulsaciones aumentaban, su dedo encontró
su clítoris y lo pellizcó. Oleadas de placer pulsaron a través de ella.
—Sí, creo que sí... — ella apretó de nuevo, y él se sacudió un poco hacia
arriba.
Eso lo logró. Ella gimió, luego las cosas empezaron a volverse de color gris.
Él embistió hacia arriba, y el placer giró por su cuerpo a una intensidad vertiginosa.
Él la agarró por la cintura, la levantó y la bajó de nuevo, y entonces la movió otra
vez.
Ella gimió cuando el clímax estalló en su interior. Giró con ella para
colocarla debajo de su cuerpo y embistió en ella... una y otra vez. Su polla la llenó...
Opal Carew - Lazos Secretos
profunda y duramente. Una y otra vez... mientras ella gemía su liberación. Bombeó
cada vez más fuerte hasta que estuvo llena de una dicha infinita... y el universo se
desvaneció.
La oscuridad la rodeó.
—Summer...
209
El Club de las Excomulgadas
—¡Dios mío, Summer! Eres tan jodidamente sexy.
Él soltó las cuerdas alrededor de sus muñecas y la atrajo a sus brazos. Los
pelos de su pecho le hicieron cosquillas en la nariz mientras él la sostenía segura y
con fuerza contra su cuerpo.
*****
Kyle se acercó al escritorio y dejó en el mismo un gran sobre, probablemente Opal Carew - Lazos Secretos
los cheques firmados para el personal, luego echó un vistazo en dirección de Shane.
Éste arqueó una ceja mientras la puerta de la tienda se cerraba detrás de Summer.
—Hace unos minutos noté que ella había llegado al estacionamiento con
Delaney —dijo Kyle.
Seguro, él sabía que había estado fuera con el hombre por el fin de semana,
cosa que Shane odiaba, pero había asumido que la noche del domingo sería el final
210
El Club de las Excomulgadas
de ello. El hecho de que Delaney la hubiera pasado a dejar esa mañana...
¿significaba que se quedaría por un tiempo?
Summer había dejado claro que quería una relación con Shane. Y también
con Kyle. Pero Shane podía manejar el tener que compartirla con su mejor amigo...
sobre todo después de esa estupenda tarde en la casa de campo de Tanya. Lo que
no podía soportar era que ella continuara una relación con Max Delaney al mismo
tiempo... a pesar del hecho de que el tipo había colaborado a que hubieran estado
juntos el sábado. Los tres lo habrían resuelto eventualmente. Shane no necesitaba la
ayuda de Max Delaney. Tampoco le gustaba la idea de que Max tratara a Summer
como una especie de esclava.
Shane miró a Kyle para calibrar su reacción, pero Kyle simplemente agarró
una pila de carpetas del escritorio que la recepcionista le había entregado, y luego se
dirigió hacia su oficina. Shane observó a Kyle desaparecer por el pasillo que
conducía fuera del vestíbulo, sorprendido por su tranquilidad. Shane, por otro lado,
apretó los dientes y decidió llegar al fondo de las cosas.
211
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Diecisiete
Summer abrió el cajón de su escritorio y dejó caer dentro su cartera, luego
encendió su computadora. Max iba a regresar ese día a Nueva York. Su tiempo,
juntos, había llegado a su fin, tal y como debía ser, ya que sólo se suponía que fuera
una aventura de fin de semana. Se habían divertido, y Max le había ayudado a
seguir adelante con su vida. Ahora era el momento de avanzar. El hecho de que
ella ahora anhelara más que eso era su problema.
La noche anterior, yacer en los brazos de Max había sido… el cielo, pero
necesitaba volver a la realidad. Y al ver a Shane de pie allí, con sus anchos hombros
y sus brazos musculosos llenando tan agradablemente su camisa de color azul, su
cintura angosta acentuando su amplio pecho, y sus familiares ojos azules haciendo
juego con el vívido azul del cielo sin nubes en el exterior de la ventana, se dio
cuenta de que la realidad era un lugar bastante espectacular.
—Por supuesto.
212
El Club de las Excomulgadas
—Summer, ¿qué es lo que está sucediendo entre nosotros exactamente?
—No me refiero a eso, sé que los tres tenemos que encontrar alguna
solución, pero… ¿aún sigues viendo a ese otro tipo?
La culpa arrasó a través de ella mientras se daba cuenta de que había sido
egoísta al seguir con Max. Pero Max le había ayudado a aceptar sus deseos de
iniciar una relación con Shane y Kyle. Sin la ayuda de Max, los tres seguirían
pretendiendo ser sólo amigos.
—Shane. Realmente quiero continuar lo que empezamos tú, Kyle y yo. Max
sólo quería un último fin de semana conmigo, y ahora probablemente nunca lo
volveré a ver.
—¿Probablemente?
Opal Carew - Lazos Secretos
Maldición, ese fue un desliz de su lengua… basado en una ilusión.
—Tuvimos una aventura, pero ya se terminó. Estoy lista para resolver las
cosas contigo y con Kyle. Y si todo esto es demasiado para ustedes, lo entiendo
completamente. Nunca esperé…
Su mirada fue hacia él, luego la apartó. Levantó un lápiz y jugó con este.
213
El Club de las Excomulgadas
—Lo entiendo —gruñó él, sin querer oír los detalles morbosos—. Te gusta
que alguien tome el control. Una figura de autoridad.
214
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Dieciocho
Antes de que Summer supiera lo que estaba ocurriendo, Shane hizo aparecer
un par de esposas e hizo un rápido movimiento colocándole una fría esposa de
metal alrededor de una de sus muñecas, luego de la otra. El duro acero contra su
piel envió un excitante estremecimiento a través de ella.
Los ojos de ella se abrieron más, pero obedeció. Con las manos de él
alrededor de su cintura, la guió hasta que estuvo de frente al escritorio
Él tiró hacia abajo de las copas de encaje de su sujetador y las calzó debajo
de sus senos, luego acarició sus desnudos montículos de piel con sus grandes
manos. Ahuecándolos… apretándolos… hasta que ella gimió.
215
El Club de las Excomulgadas
Él continuó deslizando las manos hacia abajo… sobre sus costillas…
alrededor de sus caderas… bajando por sus piernas hasta sus tobillos.
Ella asintió, su corazón latiendo con fuerza. ¡Ella pretendía ser asombrosamente
cooperativa!
216
El Club de las Excomulgadas
Kyle. Él se reclinó contra el escritorio, sosteniendo su verga que apuntaba hacia
ella.
—Siéntese.
—Alto ahí —él retiró su polla de su boca, luego la puso de pie—. No quiero
que esto termine todavía.
Agarró un pequeño cojín a rayas del sillón que estaba ubicado en el rincón y
lo puso sobre el escritorio, luego empujó hacia un lado su computadora, papeles, y
lápices. Opal Carew - Lazos Secretos
—Señora, ponga su cabeza sobre el escritorio.
217
El Club de las Excomulgadas
Shane retrocedió y volvió a empujar hacia adelante, y ella contuvo el
aliento. Él embistió dentro y fuera. El placer crecía dentro de ella, aumentando con
cada embestida que la penetraba. Sus dedos encontraron su clítoris, y jugó con éste
mientras su polla machacaba en su interior. Más hondo. Más rápido.
*****
Kyle cerró la puerta, y entonces Shane hizo girar la gran silla de escritorio de
cuero de Kyle, la cual había estado fuera de su vista, y Kyle se dio cuenta por
primera vez, que Summer estaba sentada en la silla. Usando esposas.
218
El Club de las Excomulgadas
—Capitán, arresté a esta mujer, pero creo que podríamos querer ser
indulgentes con ella. Vine a buscar su permiso para liberarla.
Kyle sonrió
—¿Indulgentes? No lo creo.
Shane elevó una ceja, pero se sentó en la silla, también mirando fijamente el
coño de Summer
—Creo que ella debería ser castigada. Me gustaría escuchar como grita la
prisionera.
—Abre tu boca.
219
El Club de las Excomulgadas
El placer pulsó a través de Kyle, y retiró su polla de su boca antes de que
fuera demasiado tarde. Ella jadeó mientras la cabeza de Shane se balanceaba arriba
y abajo entre sus piernas. Sus manos esposadas apresaron el pelo de Shane, luego
echó la cabeza hacia atrás y gimió.
Tan pronto como Shane se retiró, Kyle caminó alrededor del escritorio y le
agarró ambas piernas, luego separó sus muslos ampliamente. Presionó su polla en
su resbaladiza abertura y embistió en su interior.
—Sí, oh, sí —jadeó ella, luego gimió mientras su cuerpo se estremecía con
espasmos.
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El Club de las Excomulgadas
—Shane pensó que debía arrestarme por estar viéndome con otro hombre.
Espero que mi comportamiento durante mi encarcelamiento les hayas probado a
ambos cuánto significan para mí y que él no es una amenaza.
Kyle asintió. Él no dudaba que ella creía que Delaney no era una amenaza,
pero Kyle no estaba tan seguro. Aunque el tipo se había ido esa mañana, Kyle
tenía pocas dudas de que lo volverían a ver.
Summer abrió la puerta y les sonrió a Kyle y Shane, que estaban de pie en su
puerta de entrada; Kyle cargando dos bolsas de mercadería y Shane con una botella
de vino y un pack de cerveza.
Ella cerró la puerta detrás de ella, luego sintió que giraba y era arrastrada a
los brazos de Shane. Sus labios capturaron los de ella, y su provocadora lengua
juguetona la estimuló. Ella enhebró sus dedos a través de su pelo rubio y ondulado.
Su cuerpo alto y musculoso estaba presionado contra el de ella, y la hacía sentir
suave y femenina. Él liberó sus labios y le sonrió.
—Hola, cariño.
Kyle regresó de la cocina y la atrajo de los brazos de Shane hacia los suyos
—Es mi turno.
Opal Carew - Lazos Secretos
Los labios de Kyle reclamaron los suyos como si quisiera mostrarle que la
poseía. No de Shane, sino de Max. Desde ese fin de semana, cada vez que estaban
juntos de esa manera, ella sentía que estaba compitiendo… para mostrarle a ella
que él… que ellos… eran mejores para ella que Max.
221
El Club de las Excomulgadas
Shane se rió mientras recogía el vino y la cerveza que había dejado
abandonados en el piso del vestíbulo.
Ella se inclinó sobre la encimera para leer los garabatos de las etiquetas
Cuando los labios de Shane liberaron los suyos, le guiñó un ojo, luego
permitió que Kyle la girara. Kyle volvió a capturar su boca en una apasionada
unión de labios. Los latidos de su corazón se aceleraron ante su intensa atención.
222
El Club de las Excomulgadas
—Uh… sí, por favor —se alejó de Kyle y terminó de desempacar la bolsa de
papel marrón que había al lado de los bistecs.
Shane tomó un refresco del refrigerador cuyo sabor era una mezcla de bayas
con vodka y abrió la tapa antes de tendérsela.
—Entonces, ¿cómo se siente tener dos hombres atendiendo cada una de tus
necesidades? —preguntó Shane—. Sabes, realmente estás viviendo la fantasía de
cada mujer, ¿cierto?
Ella sonrió
—Lo sé.
Kyle tomó los bistecs y los desenvolvió, luego los puso en un plato.
Summer sólo observaba, con los ojos muy abiertos, mientras seguía
arrojando en círculos los frascos en varias ocasiones, y luego, suavemente los
colocó uno a uno sobre la encimera… todos intactos.
223
El Club de las Excomulgadas
Ella aplaudió
Ella recordó cómo la había dominado en su oficina, había sido algo tan
increíblemente excitante.
—Ya veo.
Shane se rió.
Kyle se rió con buen humor mientras Shane tomaba un cuchillo y cortaba
una gran cebolla. Kyle colocó champiñones y pimientos al lado de la tabla de
cortar, que ya estaban listos para utilizarse.
Opal Carew - Lazos Secretos
—Voy a empezar a hacer el fuego —Kyle salió por la puerta del patio.
Summer dobló las bolsas de papel, luego abrió la lechuga envuelta y la vació
en una gran fuente de ensalada. En diez minutos, tuvieron todo listo. Ella siguió a
Shane por la puerta del patio hacia la terraza. Summer arregló la mesa, luego se
sentó en una de las sillas del patio para disfrutar de la brisa nocturna.
Pronto, el aroma de los bistecs llenó el aire mientras Shane volteaba la carne
con las largas tenazas.
224
El Club de las Excomulgadas
Summer tomó un trago de su refresco mientras echaba un vistazo hacia la
mesa para ver si había olvidado algo. La salsa de carne. Se levantó y deslizó las
puertas del patio para abrirlas.
225
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Diecinueve
—Summer, soy Max. Quiero volver a verte. Vuelvo a Port Smith mañana
por la noche. Te llamaré cuando llegue.
—Max, pensé que el fin de semana pasado sería la última vez que nos
viéramos.
—Lo sé. Eso era lo que pretendía… Sé que sigues tratando de hacer
funcionar las cosas con Kyle y Shane, pero…
A pesar de saber que esto era una idea totalmente mala, que simplemente
debería decirle con un tono firme que las cosas habían terminado entre ellos, no
pudo dejar de preguntar.
—Maldición, quería hacer esto en persona, pero… Summer, desde que perdí
a mi esposa, me cerré. Tenía miedo de volver a perder a alguien que me importara
tan profundamente… pero desde que te conocí… eres en todo lo que puedo
pensar… Summer, has abierto una parte de mí que pensé que estaba cerrada para
siempre.
Opal Carew - Lazos Secretos
Summer se hundió contra la encimera de la cocina, su corazón dolía y la
confusión se retorcía dentro de ella. Max le había abierto su corazón. No podía
decir que no a volver a verlo. No después de esa desgarradora confesión. Pero…
¿qué pasaba con Shane y Kyle?
226
El Club de las Excomulgadas
—Ese era él, cierto—dijo Kyle.
*****
Summer suspiró.
227
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veinte
Max se recostó sobre la cama de Summer y se relajó. La música del Oriente
Medio empezó a sonar, y oyó un sonido tintineante, luego Summer fluyó por la
puerta en una estela de velos verdes y el delicado tintineo de adornos de cuentas y
monedas. Un velo brillante que fluía con color desde un suave verde pastel a un
profundo verde musgo le cubría la mayor parte del cuerpo, pero mientras se movía
alrededor de la habitación con la música, tiró de la punta del velo de la banda de su
cadera, luego lo desenvolvió de su cuerpo. Lo giró alrededor y alrededor con un
movimiento fluido que era impresionante de ver.
El ritmo volvió a subir, y ella giró alrededor. Toda su falda giró en un Opal Carew - Lazos Secretos
círculo, arremolinándose alrededor de sus piernas torneadas. Se movió alrededor de
la habitación, sus caderas vibrando mientras sus senos se balanceaban, le flequillo
de cuentas meciéndose con un movimiento sensual.
228
El Club de las Excomulgadas
Finalmente, la música se detuvo y ella se hundió de rodillas frente a él, sus
manos presionadas juntas y su cabeza inclinada hacia adelante.
Su polla pulsó de deseo. Quería empujarla hacia atrás sobre el suelo y llevar
su pulsante erección directamente dentro de ella.
—Levántate, esclava.
229
El Club de las Excomulgadas
—Sí, Amo.
—Bésame.
—Delicioso—sonrió—. Levántate.
Se paró frente a él. Él pasó sus dedos alrededor de su cintura, luego la atrajo.
Presionó su cara contra la hinchazón de sus senos por encima del sujetador,
después los besó. Hundió un dedo debajo de la tela, tensa y pesada con el peso de
las cuentas, y le acarició el pezón. Este sobresalió contra su dedo. Pasó su lengua
debajo de la tela y la curvó alrededor de la dura protuberancia. Luego se movió
hacia el otro seno e hizo lo mismo.
Se movió más abajo del sujetador y presionó sus labios entre la cortina de
cuentas y le besó el torso, luego bajó hacia sus rizos con forma de corazón. Bordeó
la figura con la punta de su dedo y se rió.
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El Club de las Excomulgadas
sus dedos le exploraban el caliente pasaje interior. Goteaba de necesidad. Le chupó
le clítoris y ella jadeó y se arqueó.
—Estás mojada y lista, mi dulce. Creo que es tiempo de que me des un poco
de atención.
Ella se subió sobre él, su coño directamente sobre su cara, entonces agarró
su polla y sus labios se deslizaron sobre su glande. Él gruñó ante la exquisita
sensación de su caliente boca rodeándolo.
*****
Él la alivió alrededor.
231
El Club de las Excomulgadas
Ella se dio vuelta y se acuclilló sobre él, presionando el gran glande contra
su hendidura. Lentamente, se bajó sobre su polla inmensa y gruesa. Sintiéndolo
empujar dentro suyo. Estirándola. Él envolvió sus manos firmemente alrededor de
su cintura, previniendo que se deslizara lejos.
Él empujó más fuerte y más rápido, y ella encontró cada embestida, hasta
que el placer explotó dentro suyo. Se aferró a él mientras gemía en un intenso
orgasmo. Él se unió a ella con un gruñido y una erupción de líquido caliente.
232
El Club de las Excomulgadas
—Eso se ve incómodo—él se estiró detrás de ella y desabrochó el sujetador,
luego lo sacó cuidadosamente, con un sano respeto por la prenda finamente
detallada. Lo dejó cuidadosamente sobre la mesa lateral, luego acarició sus senos
desnudos. Los presionó hacia arriba en sus palmas.
Max la miró.
—¿Os venís?
El estudio estaba justo al lado de su dormitorio, con sólo una delgada pared
entre las habitaciones, así que debían haber escuchado todo.
233
El Club de las Excomulgadas
Se pusieron de pie y la siguieron, entrando a zancadas al dormitorio detrás
de ella.
—Ah, mis buenos amigos —dijo Max, sus brazos abiertos en saludo. Se
puso de pie, sin importarle su desnudez, y se sentó en el sillón al lado de la cama—.
Me complace que hayan elegido tomar ventaja de mi hospitalidad —hizo un gesto
hacia Summer—. Esta es mi esclava, y está lista para darles placer. Ordénenle hacer
lo que deseen. Ella obedecerá.
Kyle dejó caer su pantalón y se sacó la camisa. Su tensa polla saltó hacia
adelante. Summer envolvió su mano alrededor de su dura vara y la acarició
mientras Shane también se sacaba su ropa. Shane dio un paso hacia adelante, y ella
tomó su dura polla con la otra mano.
Liberó a Kyle de su boca y lamió a Shane, luego lo tomó dentro. Se meció Opal Carew - Lazos Secretos
arriba y abajo sobre él, luego volvió a Kyle. Se mecía arriba y abajo sobre una polla,
luego cambiaba hacia el otro. Tres embestidas, luego cambiaba. Ida y vuelta.
Summer volvió a Kyle, luego se movió hacia Max. Tuvo que abrir más para
meter su cabeza grade y bulbosa, luego lo chupó. Volvió a Shane y chupó su cabeza
234
El Club de las Excomulgadas
mientras lamía bajo la corona. Los chupó varias veces a cada uno, luego volvió a
mecerse arriba y abajo. Los hombres estaban poniéndose tensos y sus cuerpos más
duros. Esta vez cuando tomó a Shane en su boca, se quedó con él, chupó y lamió
hasta que él gruñó. Ella jugó con uno de sus senos, y él contuvo el aliento, luego
hizo erupción en su boca. Ella sonrió y cambió a Kyle, entonces lo chupó hasta que
él también hizo erupción en su boca. Después se metió la polla de Max y lo apretó,
luego lo chupó y bombeó. Un momento después, un líquido caliente le volvió a
llenar la boca.
Se recostó sobre la cama y se ahuecó los senos con las manos y los acarició.
Shane y Kyle ya estaban listos otra vez, y Max se estaba hinchando. Separó bien las
piernas, dolida por ser llenada por cada uno de ellos.
Se aferró a él mientras se metía dentro de ella una y otra vez. Ella gimió de
exquisito placer mientras él gruñía su liberación. Opal Carew - Lazos Secretos
Ella le sonrió a Kyle, esperando que él se deslizara dentro, pero en su lugar
se sentó al borde de la cama y agarró un tubo de la mesa lateral, luego untó su polla
con lubricante.
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El Club de las Excomulgadas
profundo… hasta que estuvo completamente dentro. Él le acarició el cuello con la
nariz, luego le levantó las rodillas. Max dio un paso hacia adelante y metió su
gruesa polla directo en ella. Estaba tan mojada, que él se deslizó fácilmente.
—Está bien —murmuró él demasiado bajo para que los otros lo oyeran—.
Todo terminará bien.
Kyle lo sabía. Sus preocupaciones… sus miedos… los leyó en su cara y sabía
qué decir. No es que dejara de preocuparse, pero al menos supo que no lo había
alejado. Y él hablaría con Shane.
236
El Club de las Excomulgadas
*****
Kyle rumiaba mientras Shane conducía por las oscuras calles dirigiéndose de
vuelta a la casa de Kyle. La habían perdido. Lo sabía.
Max amaba a Summer. Y por más que Kyle quisiera ignorar el hecho,
Summer también estaba enamorada de Max. La conocía lo suficientemente bien
para leer su corazón.
Kyle no tenía duda de que él y Shane podrían desarrollar una relación larga
y feliz con Summer, construir una fuerte base de confianza, amistad, y cuidado… y
eso era algo maravilloso… ¿Pero ese amor era lo mismo que tenían ella y Max?
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veintiuno
Max abrió la puerta del pasajero para Summer y notó su vacilación.
—Quiero llevarte a un lugar especial... y quiero que sea una sorpresa —dijo
ella.
Ella sacó una tira de paño negro de su bolso y la sostuvo en alto. Claramente
intentando ser una venda para los ojos.
—Me gustaría que te pongas esto —dijo ella—. Así que tengo que conducir.
—Está bien —él se trasladó a la puerta del conductor y la abrió. Una vez que
ella se acomodó dentro, cerró la puerta y regresó al lado del pasajero.
Esperó pacientemente mientras ella ataba el paño negro sobre sus ojos, luego
mientras sus delicados dedos jugaron a lo largo de la parte posterior de su cabeza
mientras ataba el nudo. La sintió inclinarse a través de él, entonces la oyó apretar el Opal Carew - Lazos Secretos
cinturón de seguridad en su regazo y hacer clic en su lugar. Un momento más
tarde, el motor del coche estaba en marcha y el vehículo avanzó. Él se recostó en el
asiento y disfrutó de ser llevado. El ritmo constante de la carretera le arrulló y un
rato más tarde se dio cuenta de que se había dormido.
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El Club de las Excomulgadas
Summer abrió su puerta y tomó su mano, luego lo guió desde el coche.
Caminó con cuidado en la oscuridad de la venda de ojos mientras ella lo conducía
hacia adelante.
Él presionó su pie hacia adelante hasta que sintió el primer escalón contra
los dedos de sus pies, luego se movió con cuidado por los escalones, sin soltar la
mano de Summer.
—M, voy a tomar tu brazo y te llevaré hacia abajo por unas escaleras.
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El Club de las Excomulgadas
caracol, lo condujo por un camino recto. Una pesada puerta se cerró detrás de ellos.
Dado que alguien tuvo que cerrar esa puerta, él asumió que alguien más estaba
aquí.
—Tu mujer tiene algunas cosas interesantes planeadas para ti, M. Yo voy a
prepararte.
Su suave mano acarició sobre su estómago, luego le hizo dar un paso atrás
hasta que sintió algo acolchado contra su espalda. Sus dedos se envolvieron
alrededor de su muñeca y levantó su mano. Justo cuando estaba preguntándose si
ella iba a darle una idea de cómo eran probablemente esos senos de maduros y
redondos, sintió que alguien agarraba su brazo libre también, y un frío metal se Opal Carew - Lazos Secretos
sujetaba alrededor de ambas muñecas.
¿Qué demonios?
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El Club de las Excomulgadas
hacia arriba con las manos y pateó sus piernas hacia adelante, atrapándola entre las
piernas y poniéndola contra él. Pechos suaves y muy desnudos rebotaron contra su
pecho, y ella agarró sus hombros, jadeando en sorpresa.
—Te aseguro que yo soy todo menos indefenso —gruñó él—. Si te ordeno
liberar mis muñecas, entonces lo harás.
Ella era una sub, y como tal, debería someterse a su tono autoritario si
decidía ordenarle. Además, esto era una mazmorra...había estado en ellas antes,
aunque no en esta en particular, y si él dejaba claro que no tenía intención de ser
sumiso, ella se podía ponerse a sí misma en el limbo por no obedecer.
—Si quieres que te ayude a darle una lección, lo puedo arreglar —ella
acarició su mano sobre el pecho—. Podrías enseñarme a mí, también. Con mucho
gusto aceptaré tu castigo.
—No, voy a estar de acuerdo con los planes de la Sra. Anderson. El castigo Opal Carew - Lazos Secretos
más tarde será aún más dulce.
Esta mujer vivía el estilo de vida, él podía decir que no era sólo un trabajo
para ella, por lo que decidió quedarse en el papel. De hecho, él estaba ansioso por
ver lo que Summer pensaba hacerle.
—Sí, Sylvie.
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El Club de las Excomulgadas
—¿Y sus calzoncillos?
—Adelante.
Su corto y brillante pelo negro estaba cortado con un severo estilo recto con
flequillo. Sus ojos estaban delineados negros y sus labios con un glosado rojo
brillante. La mirada de él cayó sobre sus pechos, enormes montículos con duros
pezones rosados que sobresalían hacia adelante. Llevaba correas de cuero negro
que rodeaban sus pechos y atravesaban su torso delgado, luego continúan por
debajo, sólo lo suficiente para cubrir su coño.
Él estaba bastante seguro de que Summer no traería a otra mujer a esto, pero
estaba llena de sorpresas esta noche. Cualquier cosa era posible.
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El Club de las Excomulgadas
—Me han dado instrucciones para agarrar sus tobillos, Mr. M. Y su cintura.
—Adelante.
Ella colocó su tobillo donde lo deseaba, luego ató una cinta de cuero
alrededor. Trajo su otro tobillo lateralmente y amarró ese, también. Él ahora estaba
con sus pies separados alineados con sus hombros. A continuación, ella amarró una
ancha banda de cuero suave alrededor de su cintura, apretándola hasta que estuvo
contra la superficie acolchada detrás suyo.
Él asintió. Ella ató una correa alrededor de su frente y ató los cierres en la
superficie acolchada detrás de él. Ahora su cabeza estaba totalmente inmóvil.
—Adiós, Mr. M.
Opal Carew - Lazos Secretos
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El Club de las Excomulgadas
Él la miró fijamente con una sonrisa salvaje.
—Este monstruo tiene que estar en una correa —ella envolvió una sola
correa de cuero alrededor de su polla. El suave toque de sus dedos en él hizo que su
polla se endureciera aún más. Ella sujetó la pequeña hebilla, pero él continuó
hinchándose.
Maldita sea, ella no se da cuenta de que lo está haciendo demasiado apretado y tiene
que dejar un poco de juego. Opal Carew - Lazos Secretos
El apretó los dientes, pero no dijo nada.
—Si me estas preguntado para que te lloriquee para que me liberes, estás
perdiendo el tiempo —gruñó él.
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El Club de las Excomulgadas
bailaron por la correa y tiró más apretado cuando ella liberó la hebilla, entonces se
aflojó. Él suspiró de alivio.
Ella se movió adelante y atrás sobre él. Él observó cómo su coño ondulaba
encima suyo. Su polla creció, y la sensual atadura de la correa se apretó alrededor
Opal Carew - Lazos Secretos
de su eje. Tenía ganas de conducir su polla hacia arriba en ella... duro. Escucharla
gritar de deleite.
—Oh, estoy tan cerca de correrme —ella apretó su pelvis contra su cara, y él
aspiró el olor almizclado y erótico de ella, mientras golpeaba su lengua sobre su
clítoris.
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El Club de las Excomulgadas
Caminó junto a la mesa y miró fijo hacia su torso desnudo. Luego más
abajo. Un momento después, sintió la mano de ella sobre su polla, luego se inclinó
y sus labios lo rodearon. Ella chupó su glande... luego lamió su eje, trazando su
lengua alrededor de la correa de cuero... y, finalmente, sus bolas. Pronto, él estuvo
tan duro como una roca.
Ella se veía increíblemente sexy sobre él, sus pechos desnudos con sus
pezones hinchados de necesidad.
Él se quedó en silencio.
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El Club de las Excomulgadas
Luego se retiró. Ella se acarició con sus dedos su coño, luego acarició sus
pezones. Estaban tan duros, apretados y tan sexys con los anillos de metal frío
rodeándolos. Ansiaba tomar esas puntas carnosas en su boca. El anhelo profundo
debió de reflejarse en sus ojos.
—Llámame Ama y te apretaré tan duro dentro mío que rogarás por tu
liberación... — ella sonrió—. Y entonces la tendrás.
Él aún se resistió, y ella se acarició sus pechos, jugando con esos pezones de
aspecto delicioso.
—Tal vez voy a descansar un rato —ella fingió un bostezo, pero podía decir Opal Carew - Lazos Secretos
que estaba tan caliente como él. Empezó a alejarse, y decidió que era hora de darle
lo que ella quería.
—Te llamaré Ama... si me follas ahora mismo. Quiero que me aprietes con
tu raja.
Él había utilizado la palabra con R a propósito, para ver lo que ella haría.
247
El Club de las Excomulgadas
Él sonrió.
—No lo creo.
*****
—Ama, por favor, fóllame. Te necesito tanto, moriré sin ti. Ama, soy tu
esclavo para siempre.
—Eso está muy bien. Sobre todo la última parte —ella deseó que hablara en
serio, al menos la parte de para siempre... pero esto era sólo un juego.
*****
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El Club de las Excomulgadas
dio la vuelta para ver el hueco en la almohada donde Max había estado cuando se
quedó dormida en sus brazos la noche anterior.
Ayer por la noche, había tomado un riesgo y giró el tablero hacia él, porque
quería mostrarle lo fuerte que ella podía ser. ¿Podía su pequeña aventura haberlo
alejado?
Fue en ese momento... cuando creía que lo había perdido para siempre...
que supo que se había quedado profundamente y perdidamente enamorada de él.
La cerradura de la puerta hizo clic, y ella miró alrededor. Opal Carew - Lazos Secretos
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veintidós
Summer vio a Max de pie en la puerta y su corazón se aceleró.
El alivio se apoderó de ella, junto con la alegría de volver a verlo y saber que
tendría un poco más de tiempo con él antes de que dejara su vida para siempre.
Ella puso sus brazos alrededor de él y lo sostuvo cerca, sin querer dejarlo ir
nunca. Él le acarició el pelo fuera de su cara y la besó... dulce y tiernamente. Sus
ojos carbón miraban los suyos, oscuros e ilegibles.
—Será mejor que te prepares. Sólo sirven el desayuno por otra hora.
—Sí, Amo.
Él envolvió su brazo alrededor de su cintura y la atrajo con más fuerza a su Opal Carew - Lazos Secretos
cuerpo.
El agarró un puñado de su camisa por debajo del cuello y tiró sus labios
hacia los de ella de nuevo, después de un prolongado beso, dijo:
—No, no creo que nadie pueda vencerte ahora que has descubierto lo
poderosa que eres. Puedes tomar a cualquier persona y cualquier cosa. No hay
nada que detenga a Summer Anderson ahora.
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El Club de las Excomulgadas
Él sonreía mientras hablaba, pero Summer sentía una tristeza sobre él.
Por encima de eso, ella tenía a Kyle y Shane para pensar. Su relación con
ellos tenía más sentido... Bueno, tanto como una relación con una mujer y dos
hombres podía tener. Y ella los amaba. Tal vez no como amaba a Max, pero...
Max abrió la puerta del coche para ella, y lo siguió dentro de la pintoresca
cafetería. Ella se sentó en una cómoda cabina roja frente a él. Bebió la vista de él,
deseando poder tener un felices para siempre con él. Maldita sea, ¿por qué la vida tenía
que ser tan complicada?
Max ordenó una tortilla, y ella pidió huevos Benedict. La camarera llenó sus Opal Carew - Lazos Secretos
tazas de café. Una vez que ella se había ido, Max tomó la mano de Summer y la
sostuvo en el calor de la suya.
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El Club de las Excomulgadas
pensar que te he ayudado a avanzar.
—¿Sí?
—Summer, lo que realmente estoy tratando de decir es que, aunque tú no Opal Carew - Lazos Secretos
me necesitas... yo te necesito. Has traído una alegría a mi vida que ha estado
ausente durante mucho tiempo.
Ella se quedó sin aliento y miró fijo en sus ojos grises sombríos y vio la
vulnerabilidad allí.
—Como sabes, he amado una vez antes —continuó él—. Tuve cuatro años
felices con mi esposa, Elena, y creía que ninguna mujer la reemplazaría en mi
corazón. A medida que mis sentimientos por ti crecían, me decía a mí mismo que
no era amor —él apretó su mano alrededor de la de ella—. Pero cuando pensé en el
fin entre nosotros... que nunca te volvería a ver... me di cuenta que tú te habías
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El Club de las Excomulgadas
metido en mi corazón.
Ella lo miró fijamente, no estaba dispuesta a creer hacia donde sus palabras
parecían ir.
La sangre se heló en sus venas. Ella no podía estar oyéndolo bien. No tenía
ningún sentido.
Él se encogió de hombros.
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veintitrés
Los labios de Summer se encendieron en una sonrisa que era casi dolorosa
en su intensidad. Podía sentir la mirada de cada cliente en el restaurante sobre ella.
—Yo... uh...
—Sí —las lágrimas llenaron sus ojos, y las echó a correr. Lanzó sus brazos
alrededor de él—. Te amo, también, Max. Por supuesto que me casaré contigo.
La sala estalló en aplausos... Max había sugerido que esperara unos días
para decirle a Kyle y a Shane así ellos podían disfrutar de una pequeña pre-luna de
miel antes de enfrentarse al mundo real otra vez. Ella había arreglado un par de
días fuera del trabajo, tomando un corto viaje a Nueva York con Max. Pero ahora
que estaba de vuelta, temía su primer encuentro con Shane o Kyle. ¿Cómo iba a
decirles a ellos que estaba comprometida con Max?
Ella apoyó el paquete sobre la mesa de café y deslizó la cinta por el lateral de
la caja, luego retiró la tapa. Quitó el papel rojo y encontró… cadenas. Las sacó de
la caja y se dio cuenta que estaban conectadas, unidas a un collar de cuero negro.
Un tanga de cuero negro con una cadena unida verticalmente a lo largo de la parte
frontal descansaba sobre el papel junto con un sobre. Lo abrió y sacó una tarjeta
postal con una foto que mostraba una modelo vistiendo un traje de cuero y
cadenas.
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El Club de las Excomulgadas
Ah, así es como esto debería verse. Cuero negro rodeaba el cuello de la hermosa
rubia, y las cadenas en cascada por debajo de sus pechos, mientras que el tanga de
cuero abrazaba su cuerpo más abajo.
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El Club de las Excomulgadas
para dar un elegante aspecto texturado. Ella pasó su mano por la correa de muñeca
de la fusta y sonrió.
Abrió la puerta del dormitorio y entró en la sala de estar, entonces miró fijo
hacia Max y golpeó ligeramente la fusta contra su palma.
Max sonrió ampliamente, sus ojos color carbón quemaron a fuego lento con
calor.
Miró de nuevo a Max a tiempo para verlo empujar abierto el abrigo que
llevaba, el cual era una elección extraña para una cálida tarde de verano, entonces
lo dejó caer al suelo.
—Oh, Dios.
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El Club de las Excomulgadas
Ella pasó sus dedos sobre las puntiagudas tachas en su collar, entonces
deslizó su dedo a través del gran anillo metálico en la mitad de la parte delantera y
tiró hacia arriba.
Ella sonrió.
¿Iba a salir al coche con ese traje? Se preguntó qué harían los vecinos con eso.
Él abrió la puerta.
La conmoción se abrió paso a través suyo. Oh, Dios, tenía que decirles sobre
ella y Max... pero... no vestida así... con Max vestido como su esclavo.
Opal Carew - Lazos Secretos
—¿Qué están haciendo aquí? —ella preguntó.
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El Club de las Excomulgadas
Así que Max los había invitado a jugar. ¿Pensaba que sería más fácil para ella
contarles acerca de su compromiso después del juego sexual? Su corazón se encogió. ¿Cómo
podía decirles en el resplandor del sexo, totalmente acurrucada en la cama con ellos?
Kyle y Shane, ambos dieron un paso adelante, luego le entregaron las cajas
que sostenían. Cuando abrió la primera caja de regalo, para encontrar un collar de
cuero con una cadena corta en la parte delantera, junto al anillo plateado, ambos
hombres se arrodillaron delante de ella. Shane ofreció su cuello como Max había
hecho.
Ella abrochó su collar. La segunda caja contenía un collar simple con sólo el
anillo plateado y sin adornos, el cual ella ató alrededor del cuello de Kyle. Shane le
tomó la mano, y ella casi la arrancó lejos al darse cuenta de que él iba a besarla.
Contuvo el aliento mientras los labios de Shane bajaban hacia su mano y...
besaba el anillo. Ninguna sorpresa se mostraba en sus ojos azul cielo. Sus ojos se
abrieron. Kyle tomó su mano y besó su anillo, luego le guiñó un ojo.
—Sí, Ama —dijo Shane—. Max nos explicó que será tu marido, pero él nos
invitó para ser tus siervos fieles, también. Opal Carew - Lazos Secretos
—¿Y… —su mirada se desvió hacia Kyle—…esto está bien con vosotros?
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El Club de las Excomulgadas
—No puedo creer lo maravilloso que ambos estáis siendo sobre esto. Tenía
tanto miedo de haceros daño.
Summer sonrió, luego respiró hondo mientras miraba hacia los tres delante
de ella, Shane y Kyle todavía de rodillas.
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El Club de las Excomulgadas
Él envolvió sus brazos alrededor de ella.
—Mi placer, Ama —su mirada clavada en la de ella con un calor abrasador,
acompañado de una suavidad innegable.
Sus labios reclamaron los de ella mientras sus fuertes brazos la atraían hacia
sí, y ella se derritió contra él.
Quería decir, Tómame, Max. Hazme saber que soy tuya. Ella quería que él la
presionara hacia abajo sobre la cama y la llevara al cielo.
Sus labios se apartaron de los de ella, y se echó hacia atrás. Con la fusta,
hizo un gesto para que se arrodillara de nuevo, y él obedeció.
Ella se acercó por detrás de ellos y se dio cuenta de que sus calzoncillos eran
en realidad tangas cuando su mirada se demoró sobre los tres pares de nalgas duras
y musculosas.
—Antes de tomar una decisión, voy a tener que ver lo bien comprometidos Opal Carew - Lazos Secretos
que estáis.
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El Club de las Excomulgadas
—Esclavo Kyle, ven aquí y lámeme.
Sobre sus rodillas, él se desplazó hacia ella y apretó la cara contra su coño.
Apartó a la cadena a un lado, y su lengua caliente empujó a través de la abertura en
el cuero, a continuación, presionó entre su carne resbaladiza y lamió. Su lengua se
adentró en ella otra vez, enviando su pulso a acelerarse.
—Detente.
Se sentó en el sofá y dobló sus rodillas, colocando sus pies en el borde del
cojín, dejando su coño totalmente expuestos a sus vistas.
—Esclavo Max, ven aquí y lámeme. Tienes tres minutos para hacer que me
corra.
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fuerza alrededor de él. La intensidad del placer se apoderó de ella mientras su polla
golpeó duro y profundo dentro de ella.
Mientras él se paraba frente a ella, una buena cabeza más alto, como todos
los hombres eran, ella se estremecía en anticipación. Enganchó su dedo debajo del
borde superior de sus calzoncillos, en las caderas y tiró de él.
—Quítate estos.
—Muy bonita.
—Quiero que pongas esa polla tuya en mi culo —ordenó—. Pero primero...
— ella tiró de la cinturilla de su propio tanga—. Quita esto.
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El Club de las Excomulgadas
Ella se paró delante suyo. Él deslizó sus dedos por debajo del borde superior
de la pequeña prenda y la sacó hacia abajo... sobre sus caderas... por sus muslos...
entonces al suelo. Ella salió de él, ahora desnuda a excepción de las cadenas en
cascada y la banda de cuero que llevaba en el cuello, las cuales cubrían nada.
Shane abrió el tubo y aplicó el gel. Ella se dio la vuelta, y mientras se bajaba
a sí misma, él puso su glande contra su apertura trasera. Lentamente, ella se alivió
hacia atrás, tomándolo un poco a la vez. Él la estiró mientras empujaba más
profundo.
—Acaricia mis pechos, esclavo Shane —su voz era baja y seductora.
Él ahuecó sus pechos en sus grandes y fuertes manos y acarició. Sus pezones
se arrugaron, doliendo de necesidad.
—Esclavo Kyle, ven aquí —él se arrodilló delante de ella—. Chupa mis
pezones.
—Oh, sí. Eso es encantador —de hecho, apenas podía recobrar el aliento—.
Ahora rellena con esa gran polla tuya mi coño —ella casi dijo “raja”, sólo para
sentirse como una Domme patea-traseros, pero no podía hacerlo. “Coño” todavía
se ajustaba al proyecto de hablar sucio en lo que a ella se refería.
Kyle bajó sus calzoncillos, presionó su polla a sus labios inferiores, luego
empujó dentro. Despacio. Maldita sea, se sentía bien tener su polla deslizada en ella.
Envolvió sus brazos alrededor de él mientras la llenaba hasta la empuñadura.
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El Club de las Excomulgadas
Era el paraíso estar intercalada entre estos dos hombres grandes y
musculosos, con sus pollas duras llenándola. Con su tercer hombre al otro lado de
la habitación, su mirada pegada a ellos.
—Sí, Ama.
Él empujó hacia abajo los calzoncillos de cuero y los dejó caer hasta sus
tobillos, luego los pateó lejos mientras su mano se envolvía alrededor de su enorme
polla.
¿Sería capaz de evitar correrse mientras los dos hombres la follaban, especialmente
mientras él se acariciaba su polla al mismo tiempo?
Kyle se echó hacia atrás, luego condujo su polla profundo en ella, y ella
jadeó. Shane levantó su pelvis, empujando su polla más profundo. Encontraron un
ritmo, y pronto su corazón latía en su pecho mientras las dos pollas la penetraban
repetidamente.
Opal Carew - Lazos Secretos
—Oh, sí —ella se aferró a los hombros de Kyle mientras ambas pollas se
conducían profundamente y se retiraban. Una y otra vez—. Oh, Dios, me voy a...
— ella tomó aire mientras el placer pulsaba a través suyo—Correr. Me estoy...
corriendo.
—Kyle... córrete.
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El Club de las Excomulgadas
Ante la sensación de su erupción dentro suyo, ella gimió liberándose de
nuevo.
—Fóllame. Ambos folladme como queráis. Y quiero que los dos os corráis
—entre la enorme polla de Max en el frente y la de Shane atrás, ella se sentía
increíblemente llena.
—¿Summer?
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El Club de las Excomulgadas
Ella abrió los ojos para ver a Max mirándola fijamente, la preocupación
alineando sus facciones. Sus labios se curvaron en una sonrisa.
Ella suspiró. Ellos desde luego podían seguir sus órdenes, pero ¿podrían jugar
juntos sin ella estando a cargo todo el tiempo?
—Todos vosotros sois hombres muy fuertes y viriles, y creo que no queréis
estar bajo mi poder. Creo que podéis encontrar una manera de dominarme y
hacerme su prisionera.
Max se lanzó hacia delante, conduciendo su polla, la que se puso rígida ante
su sugerencia, profundo en ella de nuevo. Ella jadeó de placer y volvió a caer contra
el fuerte pecho de Shane. Las manos de Shane se deslizaron por sus brazos,
entonces él la agarró por las muñecas y las mantuvo detrás de ella. Max bombeó en
ella dos veces más, luego se retiró.
Opal Carew - Lazos Secretos
Kyle se adelantó y metió su polla dura dentro de ella y la montó un par de
veces. Cuando se retiró, se sintió levantada del sillón. Kyle la lanzó por encima de
su hombro y la llevó a la cama.
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El Club de las Excomulgadas
Una hora más tarde, envuelta en los fuertes brazos de Max, Kyle y Shane
tendida junto a ellos, ella suspiró. ¡La vida no conseguiría nada mejor que esto!
Fin
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