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¿Por que los

artistas tienden a
volverse locos?
La relación entre el
arte, la creatividad y
la locura

Jessy Vasquez 1
Índice
I. INTRODUCCIÓN………………….……………………………………………………………….… 3
II. CAPÍTULO 1 ……………………………………………………………………………………... 4 – 9
I.I Locura, Creatividad y Arte, según la RAE? ……………………………………….….. 4
I.II Definir lo indefinible: ¿Qué es la creatividad?............................................... 5
I.III Una clave del problema: visiones de la locura………………………………………. 7
III. CAPÍTULO 2 ……………………………………………………………………………….…… 10- 15
II.I Artistas populares y enfermedad mental
a) VIRGINIA WOOLF (1882-1941)…………………………………………………….…… 10
b) VINCENT VAN GOGH (1853-1890)……………………………………………………. 11
c) SYLVIA PLATH (1932-1963)………………………………………………………………. 13
d) EDVARD MUNCH (1863-1944)………………………………………………………….. 15
IV. CAPÍTULO 3 …………………………………………………………………………………… 16 – 19
III.I Hallazgos de los estudios sobre la creatividad y las enfermedades mentales
V. CAPÍTULO 4 …………………………………………………………………………..…….. 20 – 22
IV.I Discusión
VI. CAPÍTULO 5 ……………………………………………………..…………………………… 23 – 24
V.I El arte refleja la vida
VII. ANEXOS ……………………………………………………………..……………………….… 25 - 26
VIII. CONCLUSIÓN ……………………………………………………………..……………………..… 27
IX. BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………………… 28 - 31

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Introducción
Demente, chiflado, perturbado, desequilibrado, lunático, maníaco. En otras
palabras: un loco. ¿Existe realmente una relación entre la locura, la creatividad y el
arte? ¿Es verdad que los artistas están maniáticos y que su singularidad es el
resultado de su mente tan diferente a la “normal”? ¿Qué explicación se puede dar de
este vínculo, biológica y psicológicamente?

Uno de los debates más antiguos de la psicología se refiere a la relación entre


creatividad y locura. Las evidencias primas en la historia indican que la creatividad
a menudo viene con un cierto precio, siendo el precio trastornos o enfermedades
mentales.

A lo largo de la historia, se pueden encontrar tantos ejemplos que, en un inicio; se


podría pensar que efectivamente podría haber una conexión. El objetivo de este
artículo es describir y explorar paradójicamente qué tienen en común la creatividad,
el arte y la locura; de la misma forma, discutir las implicaciones para el pensamiento
creativo y rastrear las vidas de algunos de los artistas. También analizar como el arte
refleja la vida.

La primera parte del informe comienza con un breve repaso de cómo la psicología
define y entiende la creatividad y la locura. Y como se desarrolla creatividad y
cerebro.

La segunda muestra los artistas históricos y su alteración como posible evidencia.

La tercera compara los hallazgos de los estudios sobre la creatividad y las


enfermedades mentales.

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Por último, la cuarta parte del escrito concluye con una discusión de las
implicaciones para el proceso creativo en la educación de superdotados y preguntas
para futuras investigaciones.

CAPÍTULO I
I.I

Podemos comenzar revisando los términos. Según el diccionario de la Real Academia


de la Lengua, en su muy cómoda versión web, la palabra LOCURA tiene cuatro signi-
cados. El primero es la “privación del juicio o del uso de la razón”, “despropósito o
gran desacierto”, “acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa” y, fi-
nalmente, “exaltación del ánimo o de los ánimos producida por algún efecto u otro
incentivo”.

Asimismo, en el RAE; CREATIVIDAD tiene dos: “facultad de crear” y “capacidad de


creación”.

Por otro lado, ARTE tiene nada más y nada menos que nueve significados, pero se
citará solo los que estén relacionados con el contexto que nos interesa. Arte puede
ser, entonces, la “capacidad, habilidad para hacer algo”, o una “manifestación de la
actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con
recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”

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I.II

Hay muchas definiciones de creatividad, pero ninguna de ellas es una definición


consensuada en psicología. Un punto de partida podría ser que "la creatividad es la
capacidad de producir un trabajo que es a la vez novedoso (es decir, original,
inesperado) y apropiado (es decir, útil, adaptable a las limitaciones de la tarea)"
(Sternberg, 1999, p. 3). Un punto clave para diferenciar la verdadera creatividad de
los productos extraños o caprichosos es que la producción creativa no debe ser
idiosincrásica y sólo comprensible para el individuo creativo, sino significativa para
los que pertenecen a un campo concreto del esfuerzo creativo.

La creatividad es un constructo multidimensional que puede estudiarse desde


diferentes enfoques: qué rasgos definen un producto como creativo; las
características biológicas, de personalidad y cognitivas de la persona creativa; las
condiciones ambientales y socioculturales que favorecen la creatividad; y, por
último, los elementos que componen el proceso creativo. Esta diversidad también se
refleja en la amplia gama de pruebas diseñadas para medir la creatividad: cognición
creativa, personalidad, actitudes, intereses, inventarios biográficos, etc. La mayor
parte de la investigación se ha realizado con pruebas de cognición creativa,
principalmente con pruebas de pensamiento divergente, en las que se pide a los
individuos que produzcan una serie de soluciones a un problema abierto para el que
no hay ni una única respuesta correcta, ni una solución aparente. Por ejemplo,
pruebas en las que se piden diferentes usos de un elemento, usos inusuales de un
objeto común, enumerar consecuencias remotas de una hipótesis, etc. Las respuestas
a estas pruebas se puntúan atendiendo a: fluidez (número de respuestas
significativas), flexibilidad cognitiva (capacidad de producir respuestas variadas
pertenecientes a diferentes dominios o categorías conceptuales), originalidad
(capacidad de producir ideas alejadas de lo obvio, medida por la capacidad de dar

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respuestas poco frecuentes) y elaboración (capacidad de aportar detalles adicionales
para embellecer la respuesta básica).

Un aspecto difícil relacionado con la definición de creatividad es su diferenciación


de la inteligencia. Para algunos autores, la creatividad implica necesariamente el
descubrimiento de un problema y la búsqueda de una solución. Esto difiere del mero
reconocimiento de un problema, es decir, la capacidad de comprender cuál es el
problema y encontrar la solución correcta (es decir, el pensamiento convergente), el
proceso que suelen evaluar los tests de inteligencia convencionales. Varios estudios
longitudinales de niños con cocientes intelectuales (CI) notablemente altos han
demostrado que la inteligencia es una condición necesaria pero no suficiente para la
creatividad (Cox, 1926; Terman, 1925), y actualmente se acepta que la inteligencia y
la creatividad tienen una alta correlación y CREATIVIDAD Y LOCURA:
PERSPECTIVAS PSICOLÓGICAS ACTUALES interdependencia hasta un nivel de
inteligencia superior en el que estas dos capacidades cognitivas parecen
independizarse.

Los modelos asociativos tradicionales de la creatividad definían el proceso creativo


como la formación de nuevas combinaciones mediante la asociación de elementos
remotos (Spearman, 1931; Mednick, 1962). Cuanto más remotos fueran los
elementos, más creativo sería el proceso. Una visión actual de la creatividad es que
se trata de un "síndrome de desinhibición cognitiva" caracterizado por un amplio
horizonte asociativo y un estado de atención desenfocada. Martindale (1999)
sostiene que la creatividad deriva de la tendencia a oscilar hacia delante y hacia atrás
a lo largo de un continuo cognitivo. Uno de los extremos de este continuo se
caracteriza por un pensamiento analógico, asociativo y libre, irracional, acompañado
de una atención desconcentrada y una baja excitación cortical.

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I.III

La asociación entre locura y genialidad plantea una paradoja considerable: cómo


¿Pueden los rasgos mórbidos del pensamiento caótico, la desconexión de la realidad,
extraño el afecto, las anomalías perceptivas y el comportamiento errático se
relacionan con el superior procesos mentales y producción efectiva necesaria para la
creatividad? Aún más desconcertante es el hecho de que la evidencia biográfica en la
que se basa la locura-genio sugieren que los trastornos mentales relacionados con la
creatividad son las psicosis, un grupo de enfermedades consideradas la forma más
grave de psicopatología. Obviamente, sería absurdo relacionar cualquier
enfermedad mental grave estado de locura con la creatividad. Entonces, ¿cuál es
entonces la solución?

Una respuesta razonable a esta paradoja ha surgido recientemente de la opinión de


que los trastornos mentales son fenómenos dimensionales (p. ej., Claridge, 1998;
McGorry et al., 1998; Poulton et al., 2000; Johns y van Os, 2001); es decir, que están
continuamente conectados con la 'normalidad', como lo sugieren los amplios
márgenes de matices intermedios que rodean el dicotómico y, a menudo, artificial.
frontera entre la enfermedad y la salud (Claridge, 1995). De hecho, la visión
dimensional de las psicosis sostiene que estos trastornos son variantes extremas o
patológicas de disposiciones de personalidad por lo demás normales (Eysenck &
Eysenck, 1976). Esta noción sugiere que la diferencia entre la psicosis clínica y su
base temperamental, el "psicoticismo", es cuantitativo y no cualitativo. La dimensión
de la personalidad 'psicoticismo' se compone de rasgos que son
fenomenológicamente similar a los síntomas presentes en los trastornos psicóticos
pero son estables y tienen una manifestación leve, posiblemente adaptativa.

Esta visión dimensional se aplica fácilmente a otras psicopatologías, por ejemplo,


ansiedad. Los trastornos de ansiedad son la manifestación extrema de una
dimensión de la personalidad, la ansiedad, que está presente en todas las personas
en diferentes grados. Además, dentro de los límites normales, la ansiedad tiene una

7
función necesaria y adaptativa, es decir, ser un mecanismo de vigilancia que señale
peligros potenciales. Sin embargo, tiene conceptualmente ha sido mucho más difícil
para muchos investigadores aceptar que existe una dimensión de personalidad, el
psicoticismo o la esquizotipia, que (análoga a la ansiedad) puede tienen
características ventajosas (Claridge, 1995).

Hay una segunda cuestión de dimensionalidad que es crucial para comprender el


dilema creatividad-locura, es decir, si los trastornos mentales deben considerarse
categorías distintas o un conjunto de síntomas de diferentes dimensiones
psicopatológicas. Para la psiquiatría, que adopta un criterio categórico, la pregunta
principal en este campo es establecer qué relación tiene la psicosis con la creatividad.
Kraepelin (1919) distinguió dos formas principales de psicosis: una psicosis afectiva
o enfermedad maníaco-depresiva, y un conjunto heterogéneo de psicosis no afectivas
llamadas 'demencia precoz' que más tarde Bleuler (1911/1950) rebautizó como ‘las
esquizofrenias’. Los pacientes maníaco-depresivos tienden a experimentar episodios
alternantes de depresión y manía (la inversión de la depresión, con estado de ánimo
eufórico, pensamientos acelerados, hiperactividad, aumento de la autoestima)
intercalados con períodos libres de síntomas, y algunos pacientes experimentan
síntomas psicóticos (alucinaciones y delirios) durante los períodos de síntomas
afectivos. Por el contrario, la esquizofrenia suele ser un trastorno más generalizado
causando el deterioro de un amplio espectro de funciones mentales: percepción
(alucinaciones), pensamiento (delirios, procesos de pensamiento distorsionados),
lenguaje (patrones distorsionados del habla), emoción (afecto atenuado o
inapropiado), y motivación. Aunque el resultado puede ser variable, la esquizofrenia
tiende a tener un curso crónico puntuado por episodios recurrentes de psicosis, con
alguna recuperación del funcionamiento entre episodios.

Pruebas recientes ha puesto en duda la clara distinción entre estos trastornos: no


son tan fácilmente distinguibles a nivel clínico, algo que impulsó la creación de un
diagnóstico intermedio, el trastorno "esquizoafectivo". Además, los pacientes
pueden alternar diagnósticos; la responsabilidad genética parece ser común para
ambos; muchas características graves de la esquizofrenia parecen estar presentes en
los trastornos afectivos de lo que se pensaba (cognición); y hay una notable

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intercambiabilidad de tratamientos entre las dos formas de psicosis (Taylor, 1992).
Un intento de refinar la clasificación de estos trastornos ha consistido en definir
subtipos de cada psicosis que difieren en el grado de gravedad y algunas
características clínicas. Actualmente hablamos de los espectros esquizofrénico y
bipolar que engloban una variedad de trastornos que van desde una enfermedad
grave hasta los rasgos sutiles de personalidad denominados ‘esquizotipia’ y
‘temperamentos afectivos’, respectivamente (con el término de Eysenck
'psicoticismo' refiriéndose a las raíces de la personalidad de la psicosis en general).

De hecho, las distinciones categóricas no se aplican satisfactoriamente a muchas


formas de psicopatología. En su lugar, parece existir un continuo de disfunciones
mentales más que una colección de entidades morbosas bien definidas. Esta
hipótesis del continuo argumenta que hay diferentes dimensiones de la patología
continuamente distribuidas en la naturaleza (por ejemplo, delirios, depresión,
manía, trastorno del pensamiento, paranoia) y que estas dimensiones no son
exclusivas de ninguna enfermedad mental. En consecuencia, desde este punto de
vista dimensional o continuo, la pregunta de qué enfermedad concreta se relaciona
con una ventaja creativa resulta superflua hasta cierto punto.

La aceptación de este continuo o visión dimensional hace posible entender la


conexión entre la creatividad y la locura. Lógicamente, no es las variantes extremas
del psicoticismo, los estados psicóticos, que median la conexión con la creatividad,
pero es posible que los rasgos de personalidad que subyacen psicosis comparten
algunas características biológicas, emocionales y cognitivas con la creatividad. La
presencia de estos rasgos per se no garantizaría una ventaja creativa; Lo más
probable es que muchos otros factores deban ser favorables para que un resultado
creativo tenga éxito. suceder, tanto de un individuo (por ejemplo, alta inteligencia,
persistencia, etc.), y desde una perspectiva situacional (por ejemplo, un entorno
estimulante, una adecuada medio sociocultural, etc.). Además, nos permite entender
que la creatividad no estará relacionado con un único perfil psicológico ya que, como
se ha dicho anteriormente, la dimensionalidad también opera dentro del ámbito
patológico.

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CAPÍTULO II
II.I

Para establecer el vínculo causal entre la creatividad y la enfermedad


mental, echemos un vistazo perspicaz en las vidas de personas que han
establecido puntos de referencia ejemplares en sus respectivos campos
mientras mostrando signos frecuentes de estar mentalmente enfermo,
todo el tiempo.

VIRGINIA WOOLF (1882-1941)

“No creo que dos personas pudieran haber sido más felices que
nosotros”.

Nacida en un hogar inglés privilegiado en 1882, la autora Virginia Woolf resultó ser
una de las mujeres de los autores modernistas más importantes y ricos del siglo XX

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y pioneros de la corriente de la conciencia como dispositivo narrativo. Cuando era
niña, Virginia era curiosa, alegre y juguetona. Sin embargo, los primeros traumas
oscurecieron su infancia.

Virginia se casó. A lo largo de su vida, Virginia fue propenso a las crisis nerviosas.
Después de su terrible infancia, experimentó colapsos y fue internada brevemente.
Con un vago análisis de su inestabilidad mental, Virginia tuvo dificultades para hacer
frente a su situación; vivía constantemente con el temor de su próximo colapso
mental. Su esposo quería hacer todo lo que pudiese para ayudar a estabilizar su
estado mental, pero él era muy consciente de cualquier descenso de su esposa a la
depresión. En ese momento, la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo y la
pareja decidió que, si Inglaterra era invadida por Alemania, se suicidarían juntos,
temiendo que Leonard, que era judío, corriera un peligro particular. En 1940, la
pareja La casa de Londres fue destruida durante la campaña Blitz del bombardeo
alemán de la ciudad.

Incapaz de hacer frente a su desesperación, en la mañana del 28 de marzo de 1941,


mientras Leonardo era rápido dormida, Virginia se puso el abrigo, llenó los bolsillos
con piedras y caminó hacia el río casa Mientras caminaba hacia el río, la corriente la
llevó consigo. Todo lo que podía dejar atrás para ella marido dormido era una carta
de suicidio que decía:

“Queridísimo
Estoy seguro de que me estoy volviendo loco de nuevo. Siento que no podemos
pasar por otro de esos tiempos terribles. Y no me recuperaré esta vez. Empiezo a
escuchar voces y no puedo concentrarme. entonces lo estoy haciendo lo que
parece lo mejor que se puede hacer. Me has dado la mayor felicidad posible.
Tienes sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. No creo que
dos personas pudieran haber sido más felices hasta vino esta terrible enfermedad.
No puedo luchar más. Sé que te estoy echando a perder la vida, que sin mí podrías
trabajar. Y lo harás, lo sé. Verás, ni siquiera puedo escribir esto correctamente.
No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. has
estado enteramente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decir que
todo el mundo lo sabe. si alguien pudiera me hubieras salvado hubieras sido tú.
Todo se me ha ido menos la certeza de tu bondad. No puedo seguir estropeando tu
vida por más tiempo. No creo que dos personas pudieran haber sido más felices
de lo que hemos sido.”

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VINCENT VAN GOGH (1853-1890)

“Diviértete demasiado, en lugar de demasiado poco, y no te tomes el


amor o el arte demasiado en serio”.

Uno de los más grandes artistas del mundo, sus pinturas fueron feas como hermosas.
Sus obras, eran notables por la belleza, las emociones y el color, influyeron mucho
en el siglo XX. Sin embargo, la ironía aquí es que permaneció desconocido y
virtualmente pobre a lo largo su vida.

Van Gogh, el mayor de seis hijos vivos, tenía dos hermanos menores (Theo, que
trabajaba como comerciante de arte y apoyó el arte de su hermano mayor, y Cor) y
tres hermanas menores. En el otoño de 1880, Van Gogh decidió mudarse a Bruselas
y convertirse en artista, aunque tenía sin formación artística formal, su hermano,
Theo, se ofreció a apoyar financieramente su arte.

Más tarde, fue nada más que su arte lo ayudó a mantenerse emocionalmente
equilibrado. Vincent completó más de 2100 obras, que consisten en 860 pinturas al
óleo y más de 1300 acuarelas, dibujos y bocetos. En diciembre de 1888, van Gogh
vivía de café, pan y absenta en Arles, Francia, y se encontró sintiéndose enfermo y
extraño. En poco tiempo, se hizo evidente que además de sufrir una enfermedad

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física, su la salud psicológica estaba decayendo. Por esta época, se sabe que bebió
trementina, había comido pintura y se cortó la oreja.

Durante ese periodo estaba solo, deprimido en busca de consuelo, recurrió a la


pintura, pero no pudo hacer las paces con sus demonios y fue hospitalizado en el
manicomio.

Una madrugada, salió a pintar con una pistola cargada en la mano y se pegó un tiro
en el pecho. Sin embargo, como el destino lo tendría, la bala no logró matar a él. Van
Gogh fue llevado a un hospital cercano donde Theo llegó. Pasaron los siguientes días
hablando entre ellos cuando Van Gogh le pidió a Theo que lo llevara a casa. El 29 de
julio, Van Gogh moría en los brazos de su hermano Theo.

Una de las cartas que envió Van Gogh a su hermano Theo explicando:

“No puedo describir exactamente lo que me pasa. De vez en cuando hay horribles
ataques de ansiedad, aparentemente sin causa, o bien una sensación de vacío y
fatiga en la cabeza… a veces tengo ataques de melancolía y de atroces
remordimientos”

SYLVIA PLATH (1932-1963)

“La muerte debe ser tan hermosa. Acostarse en la suave tierra


marrón, con pastos ondeando por encima de uno. cabeza y escucha el
silencio. No tener ayeres ni mañanas, olvidar el tiempo, perdonar
vida, estar en paz.”

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Sylvia Plath fue una de las poetas, novelistas y cuentistas más florecientes del siglo
XX en América. Nacida en Boston, Massachusetts, Plath se casó con el también poeta
Ted Hughes en 1956, y vivieron juntos en Estados Unidos y luego en Inglaterra.
Tuvieron dos hijos antes de separarse en 1962.

Sylvia permaneció clínicamente deprimida durante la mayor parte de su vida adulta


y recibió tratamiento varias veces. con terapia electroconvulsiva. Mientras era
estudiante, Sylvia pasó un tiempo en la ciudad de Nueva York. durante 1953 trabajó
para una revista como editor invitado. Poco después, Sylvia intentó suicidarse
tomando pastillas para dormir. Eventualmente se recuperó, después de haber
recibido tratamiento en un centro de salud mental. instalación. Mientras estudiaba
en el Newnham College de la universidad, conoció al poeta Ted Hughes. El dos se
casaron en 1956 y tuvieron una relación tormentosa. Plath describió a Hughes como
un narrador de historias, cantante, león y vagabundo del mundo con una voz como
Trueno de Dios.

La pareja pasó los primeros años de su vida matrimonial como cualquier otra
relación normal, pero a medida que pasaba el tiempo pasado, los problemas
comenzaron a surgir entre ellos.

Después de que Hughes la dejara por otra mujer en 1962, Plath cayó en una profunda
depresión. Luchando con su enfermedad mental, escribió La campana de cristal
(1963), su única novela, basada en su vida y trata sobre el colapso mental de una
mujer joven. Se dice que Sylvia se aseguró intenta quitarse la vida, pero de alguna
manera, sobrevivió cada vez. Fue recién el día de 11 de febrero de 1963 cuando la
enfermera de Sylvia, a su llegada al piso de Sylvia no pudo entrar, pero finalmente
obtuvo acceso con la ayuda de un trabajador cuando encontró el cuerpo de Sylvia
suelto de la estufa de la cocina con la cabeza en un horno encendido, habiendo
sellado la habitación entre ella y su niños durmiendo con cinta, toallas y ropa. Se
constató que exactamente a las 4:30 am Sylvia había abrió el gas y metió la cabeza
en el horno.

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EDVARD MUNCH (1863-1944)

“Sin la ansiedad y la enfermedad, debería haber sido un barco sin


timón”.

Particularmente conocido por su obra maestra, 'El Grito', el célebre artista noruego,
La vida de Edvard Munch estuvo plagada de ansiedad y alucinaciones.

El pintor, fallecido hace setenta y siete años, creó una de las obras maestras más
reconocidas en la historia, "El Grito", que le vino en una visión siniestra mientras
estaba de pie en los bordes de Fiordo de Oslo.

"El sol comenzó a ponerse, de repente el cielo se volvió rojo sangre", escribió "Me
quedé allí temblando con ansiedad, y sentí un grito interminable que atravesaba la
naturaleza".

Se cree que la pintura representa la angustia del hombre moderno, que Munch
experimentó profundamente a lo largo de su vida, pero vio como un impulsor
indispensable de su arte. Escribió en su diario: "Mi miedo de la vida me es necesaria,
como lo es mi enfermedad. Son indistinguibles de mí, y esos son la destrucción que
destruiría mi arte".

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CAPÍTULO III
III.I

En las últimas dos décadas se han realizado numerosas investigaciones sistemáticas


sobre la supuesta relación entre creatividad y locura. Albert Rothenberg, Kay
Jamison y Nancy Andreasen son una muestra de investigadores que han explorado
este tema.

¿Qué tienen en común la creatividad y la locura? Las observaciones de los estudios


psiquiátricos sugieren que hay tres características comunes tanto a la alta
producción creativa como a la locura. Estos son la alteración del estado de ánimo,
ciertos tipos de procesos de pensamiento y la tolerancia a la irracionalidad.

La alteración del estado de ánimo parece estar presente en un alto porcentaje de


artistas visuales talentosos (Andreasen, 1988; Jamison, 1989; 1993; Richards, 1981).
Los trastornos mentales en los que la característica principal es un trastorno del
estado de ánimo incluyen la depresión mayor, la distimia y el trastorno bipolar
(también conocido popularmente como enfermedad maníaco-depresiva).

Parece haber una tasa mucho mayor de depresión, enfermedad maníaco-depresiva


y suicidio en personas creativas eminentes, especialmente en escritores y artistas.

La incidencia de enfermedades mentales entre los artistas creativos es mayor que en


la población en general. Algunos estudios relacionan específicamente la creatividad
con los trastornos bipolares (Andreasen, 1988; Jamison, 1989; Richards; 1989), y
dentro del campo de la psiquiatría académica, recientemente se ha aceptado
seriamente la asociación entre la creatividad y la alteración del estado de ánimo, la
hipomanía (Jamison, 1993).

Es bien sabido que los estados de ánimo tienen un impacto en la personalidad. El


trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo recurrente caracterizado por

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cambios de humor extremos y cíclicos que incluyen estados maníacos. La manía es
un período definido (al menos una semana) durante el cual el individuo demuestra
un estado de ánimo eufórico o irritable.

"La cualidad expansiva del estado de ánimo se caracteriza por un entusiasmo


incesante e indiscriminado por las interacciones interpersonales, sexuales u
ocupacionales". A menudo se observa grandiosidad o autoconfianza acrítica.
Durante un estado maníaco, los pensamientos corren, a veces más rápido de lo que
se puede articular.

Hay un gran aumento en la actividad dirigida a objetivos. Las personas maníacas


pueden escribir volúmenes, pintar numerosos lienzos o participar en múltiples
actividades simultáneamente. El nivel de actividad es tan alto que resulta en un
deterioro del funcionamiento, o puede ser necesaria la hospitalización para proteger
al individuo.

El trabajo de Jamison (1993) sugiere que los períodos de productividad creativa


están precedidos por un estado de ánimo elevado. Es como si ciertos tipos de estados
de ánimo abrieran el pensamiento, permitiendo una mayor creatividad. Ella (1993)
afirma que las depresiones pueden tener una importante influencia cognitiva en el
proceso creativo.

La depresión puede ralentizar el ritmo, poner pensamientos y sentimientos en


perspectiva; y eliminar ideas sobrantes o irrelevantes, aumentando el foco y
permitiendo la estructuración de nuevas ideas. En otras palabras, puede ser que los
procesos cognitivos asociados a determinados estados de ánimo sean el nexo entre
la creatividad y la locura.

Quizás el hallazgo más interesante de los estudios clínicos es que existen similitudes
en los procesos de pensamiento de las personas maníacas, psicóticas y altamente
creativas (Prentky, 1980; Rothenberg, 1990; Rothenberg y Burkhardt, 1984).

El pensamiento psicótico rara vez se convierte en producción creativa sin alguna


reducción de la psicosis, pero hay evidencia de que los procesos creativos a veces se
vuelven psicóticos. Albert Rothenberg es profesor clínico de psiquiatría en Harvard

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y se ha desempeñado durante los últimos veinticinco años como investigador
principal de los Estudios sobre el proceso creativo.

Uno de los focos de su investigación ha sido la relación de la creatividad con la


psicosis. "En un momento me sentí extraordinariamente desconcertado y molesto
por el hecho de que tantas personas destacadas también sufrieran algún tipo de
psicosis (1990, p. 6). Los principales hallazgos que surgieron de mi investigación son
que hay pensamientos particulares y específicos. procesos utilizados por las personas
creativas durante el proceso de creación, esto se aplica a todo el espectro de
disciplinas, áreas y medios.

Estos procesos de pensamiento especiales son las características que distinguen a las
personas creativas del resto de nosotros. Aunque muy complicados en estructura y
función psicológica, no hay duda de que estos procesos particulares son cruciales
para un logro creativo sobresaliente (1990, p. 11).

Específicamente, la investigación de Rothenberg concluye que los tipos translógicos


de pensamiento caracterizan tanto a los psicóticos como a los altamente creativos.
El pensamiento translógico, explica, es un tipo de conceptualización en el que los
procesos de pensamiento trascienden los modos comunes del pensamiento lógico
ordinario.

Implica lo que Rothenberg llama procesos janusianos y homoespaciales. El


pensamiento de Janus es un proceso consciente de combinar objetos paradójicos o
antagónicos en una sola entidad. El proceso homoespacial es la esencia de la buena
metáfora. Significa superponer o juntar múltiples objetos discretos.

Rothenberg afirma que el pensamiento janusiano tiende a ocurrir en las etapas


iniciales del trabajo creativo cuando se generan las ideas, y el pensamiento
homoespacial caracteriza el desarrollo de las ideas creativas. Reconoce que existen
similitudes entre el pensamiento de proceso primario de los psicóticos y el
pensamiento translógico, y que existen algunas distinciones sutiles.

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"Existe, por lo tanto, un límite delgado pero definido entre el tipo de pensamiento
más avanzado y saludable, el pensamiento creativo, y los tipos de pensamiento más
empobrecidos y patológicos, los procesos psicóticos" (p. 12).

Otros investigadores han notado similitudes cognitivas. Dres. Andreasen, Stevens y


Powers (1975) investigaron la sobreinclusividad conceptual (es decir, la tendencia a
combinar cosas en categorías que desdibujan los límites conceptuales) en una
muestra de escritores, maníaco depresivos y esquizofrénicos.

Descubrieron que los estilos conceptuales de solo los dos primeros grupos eran
similares, con la diferencia de que los escritores tenían más control sobre sus
procesos de pensamiento que los maníaco-depresivos.

La investigación de Kay Jamison (1989; 1993) también apoya la idea de que existe
un vínculo cognitivo entre la creatividad y la locura. Ella señala que muchos de los
cambios cognitivos que caracterizan la manía y la hipomanía también son típicos de
la creatividad: inquietud, grandiosidad, irritabilidad, sistemas sensoriales
intensificados, aceleración de los procesos de pensamiento y sentimientos intensos.
"Dos aspectos del pensamiento en particular se manifiestan tanto en el pensamiento
creativo como en el hipomaníaco: la fluidez, la rapidez y la flexibilidad del
pensamiento, por un lado, y la capacidad de combinar ideas o categorías de
pensamiento para formar conexiones nuevas y originales, por el otro. (1993, pág.
105).

Parece que el potencial para la creatividad se ve reforzado por los cambios cognitivos
que ocurren dentro de algunos estados mentales. Todavía no comprendemos las vías
químicas y anatómicas responsables de los cambios cognitivos que tienen lugar
durante los estados creativos y maníacos.

Finalmente, las percepciones sobre la relación entre creatividad y locura provienen


también de los propios artistas. Sus reflexiones y observaciones sobre sí mismos y su
trabajo sugieren que tienen una tolerancia muy alta a la irracionalidad o la
desviación. En la vida, la creación y la destrucción están íntimamente relacionadas.
Muchos artistas informan que su motivación para participar en sus esfuerzos
creativos es trabajar, liberar o comprender mejor sus propios impulsos destructivos.

19
CAPÍTULO IV
IV.I
En resumen, existe evidencia de un vínculo entre la creatividad y la locura,
especialmente dentro de la subpoblación de escritores, poetas y artistas visuales. Hay
una mayor incidencia de personas creativamente dotadas entre ciertos trastornos
mentales que en la población general (Andreasen 1988; Jamison, 1989; 1993;
Richards, 1989).

Parece haber una mayor tasa de suicidio en personas creativas eminentes. Muchos
de los procesos cognitivos que caracterizan la escritura creativa también caracterizan
ciertos trastornos del estado de ánimo. Se ha encontrado que el estilo conceptual de
los escritores y los maníaco-depresivos es similar.

Y los relatos personales de muchos escritores creativos y artistas visuales dan


testimonio de su lucha con los problemas psicológicos. Estos hallazgos sugieren que
la línea entre la creatividad y la locura es fina y probablemente permeable.

El terreno común entre la creatividad y la enfermedad mental parece ser el conflicto


intrapsíquico. Tomando nota de algunas excepciones (por ejemplo, Peter Paul
Rubens), la mayoría de las personas creativas producen menos durante los
momentos de calma en sus vidas (Berman, 1995). Los propios artistas argumentan
que se esfuerzan por mantener el contacto con sus seres primitivos porque es de su
esencia de donde extraen la energía y la inspiración necesarias para hacer su mejor
trabajo.

Pero muchos profesionales de la salud mental propondrían que luchar a menudo con
el yo primitivo es como caminar por el borde entre la cordura y la locura. ¿Qué
implicaciones tiene la investigación para las prácticas educativas?

Parece que hay riesgos psicológicos asociados con el talento creativo y con la
búsqueda de logros creativos excepcionales. Los maestros y consejeros deben ser
conscientes de la vulnerabilidad que se puede asociar con el talento creativo.

20
Pueden ayudar a los estudiantes y a los padres a protegerse contra una aceptación
demasiado pronta de la noción popular de que los comportamientos desviados o
destructivos del logro creativo sobresaliente. El sufrimiento o el colapso mental no
deben aceptarse como una consecuencia probable de la producción creativa. Ni la
investigación ni la historia respaldan ese punto de vista.

Al mismo tiempo, probablemente sea importante que aquellos que trabajan con
personas creativamente dotadas estén dispuestos a tolerar un mayor grado de
irracionalidad o desviación, ya que tales comportamientos son más comunes entre
estos individuos.

Aunque no debemos ignorar la fuerte asociación de ciertos tipos de problemas


psicológicos con la producción creativa, tampoco debemos ignorar la observación de
que por cada individuo creativo perturbado que se observa, hay muchos más
individuos creativos sanos. Los educadores deben comprender Y observación de que
por cada individuo creativo perturbado que se observa, hay muchos más individuos
creativos sanos.

Los educadores deben comprender y aceptar que el proceso creativo a menudo


suscita una ansiedad considerable, que puede interferir con la producción. El
maestro que pueda anticipar esta posibilidad y que pueda hacer adaptaciones que
ayuden al estudiante a reducir la ansiedad promoverá el logro del estudiante.

También sería útil que el personal de la escuela al menos fuera consciente de que los
procesos de pensamiento de los creativos y los de los maníacos o psicóticos son
similares en la superficie, pero muy diferentes en su base. Los maestros y los padres
pueden abogar por la aceptación de los modos translógicos de pensamiento, pero no
alentar el emparejamiento ampliamente popular de logros creativos con conductas
destructivas desviadas.

La investigación también sugiere que el apoyo emocional diferenciado debería estar


disponible para los estudiantes que buscan un logro creativo superior. Los
educadores deben aumentar la conciencia entre los estudiantes y sus padres sobre
los riesgos psicológicos comunes a la búsqueda de logros creativos superiores y

21
ayudarlos a desarrollar estrategias para minimizar o prevenir el daño (Jamison,
1993; 1995; Markova, 1994; Rothenberg, 1990).

Tanto por su naturaleza como por su identificación con artistas eminentes, las
personas dotadas creativamente pueden correr el riesgo de sufrir trastornos
emocionales graves. La asistencia específica para controlar las vacilaciones del
estado de ánimo puede ser útil.

Las estrategias de autocuidado diseñadas para el temperamento artístico pueden ser


beneficiosas para minimizar el daño que puede ocurrir cuando se cruza y se vuelve a
cruzar la línea entre la racionalidad y la irracionalidad.

El proceso creativo es un misterio. Podemos conocer partes de él, pero es poco


probable que lo desentrañemos todo. Muchas preguntas quedan sin respuesta.

Si existe una correlación significativa entre el genio creativo y los trastornos


mentales, ¿cómo lo explicamos? ¿Los trastornos del estado de ánimo conducen a la
creatividad? ¿Hay algo en la lucha con el núcleo primitivo o con nuestros estados de
ánimo que facilite el proceso creativo? ¿O hay una vulnerabilidad que acompaña al
pensamiento creativo?

¿Cómo explicamos las excepciones: aquellos que alcanzan la grandeza y llevan vidas
saludables? ¿Las personas con ciertos tipos de dificultades (p. ej., trastornos del
estado de ánimo, abuso de sustancias) se sienten más atraídas por los campos
creativos que las personas sin tales dificultades?

¿Hay algo en el proceso creativo en sí que con el tiempo contribuye a la


desintegración? ¿O son las luchas por la salud el resultado de los efectos
acumulativos de interacciones repetidas con otras personas que carecen de
comprensión o tolerancia?

22
CAPÍTULO V
V.I
Glenn Phillips, curador sénior y jefe de colecciones modernas y contemporáneas del
Getty Research Institute (GRI), cree que puede ser valioso comprender las
dimensiones psicológicas de la vida de un artista.

“A veces realmente necesitas conocer la historia del artista para entender por qué
están haciendo las cosas que son, porque surge profundamente de su experiencia
vivida”, dice. “Es una especie de primera forma de entrar en el trabajo”.

El mundo del arte ha reconocido las contribuciones de las personas con


enfermedades mentales. El curador suizo Harald Szeemann, a quien a menudo se
describe como el creador de exposiciones más influyente del siglo XX, "tuvo un grupo
completo de artistas con enfermedades mentales con los que trabajó en varios
momentos de su carrera", dice Phillips, quien organizó Harald Szeemann: Museo de
Obsesiones en el GRI en 2018.Al mismo tiempo, probablemente sea importante que
aquellos que trabajan con personas creativamente dotadas estén dispuestos a tolerar
un mayor grado de irracionalidad o desviación, ya que tales comportamientos son
más comunes entre estos individuos.

El mundo del arte ha reconocido las contribuciones de las personas con


enfermedades mentales. El curador suizo Harald Szeemann, a quien a menudo se
describe como el creador de exposiciones más influyente del siglo XX, "tuvo un grupo
completo de artistas con enfermedades mentales con los que trabajó en varios
momentos de su carrera", dice Phillips, quien organizó Harald Szeemann: Museo de
Obsesiones en el GRI en 2018.

En una exposición pionera de 1963, Szeemann mostró el trabajo de pacientes


psiquiátricos, incluido Adolf Wölfli, un artista diagnosticado con esquizofrenia que
se convirtió en una figura emblemática en el movimiento Art Brut por los miles de
dibujos e ilustraciones fantásticos que realizó durante tres décadas en un

23
psiquiátrico suizo. hospital. Szeemann defendió el arte de las personas con
enfermedades mentales y escribió en un ensayo de 1963 que, si bien esos artistas se
dieron cuenta de su talento "solo con el inicio de la enfermedad mental", su trabajo
debe juzgarse como arte y no simplemente como los "resultados de la terapia del
arte".

Pero no descartes el poder del arte como medio para gestionar la salud mental y
emocional.

En lugares como Painted Brain, una organización sin fines de lucro de salud mental
dirigida por pares en el vecindario de MacArthur Park cerca del centro, y Creative
Minds Project, con sede en Los Ángeles, las personas con problemas de salud mental
se reúnen para expresar sus pensamientos y sentimientos internos a través del arte.

“Creo que es curativo acceder a diferentes formas de pensar para comprender


nuestro mundo y el mundo de los demás”, dice Knudsen de UCLA, quien fundó
Creative Minds Project hace más de una década a través de una asociación con
UCLArts & Healing. “Creo que existe una relación bidireccional, donde nuestra
experiencia emocional puede dar forma a nuestro pensamiento creativo y nuestro
pensamiento creativo también puede dar forma a nuestra experiencia emocional”.

Van Gogh entendió la conexión.

“Cuanto más estoy gastado, enfermo, un cántaro roto”, escribió una vez, “tanto más
soy un artista, un artista creativo”.

24
ANEXOS
Anexo 1

Anexo 2

25
Anexo 3

Anexo 4

26
Conclusión
Para terminar, este artículo ha revisado el antiguo y actual vínculo entre la locura y
la creatividad. La revisión de estudios psicobiográficos, psicométricos sustenta que
hay una asociación consistente entre los dos. El principal argumento defendido en
este artículo es que los estados de verdadera locura no conducen a la creatividad,
sino que ambos los fenómenos comparten rasgos causales comunes que los hacen ir
juntos. Un trabajo empírico sustancial ha demostrado que tanto la creatividad como
las raíces temperamentales de la psicosis tienen características comunes a nivel
biológico (altos niveles de dopamina), cognitivo (una organización cerebral
caracterizada por un débil control inhibitorio) que permite estilos más relajados o
más flexibles de actividad mental, y emocional nivel (alta apertura a la experiencia y
fases de euforia e intensa entusiasmo).

Entonces, parece que siempre hay algún tipo de nexo extraño entre los dos. Sobre
esto, Scott Barry Kaufman, un psicólogo y escritor estadounidense dice: "Parece que
la clave para la cognición creativa está abriendo las compuertas y dejando entrar
la mayor cantidad de información posible", escribe. "Porque nunca se sabe: a veces
las asociaciones más extrañas pueden convertirse en las más productivas ideas
creativas."

Evidentemente, algunas personas sufren por su arte, y algún arte surge del
sufrimiento. Sin embargo, sería inexacto decir que todo creativo corre el riesgo de
sufrir una enfermedad mental.

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