Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Domina tu vida con la colección “Domina Tu(s)…”
Tu guía de acción paso a paso gratuita
Conclusión
¿Qué opinas?
Domina Tus Emociones (Extracto)
Otros Libros Del Autor
Otros libros:
Sobre El Autor
INTRODUCCIÓN
Si has obtenido una puntuación alta, es una buena noticia. Significa que
tienes mucho margen para mejorar tus habilidades de aprendizaje. Muchos
de los problemas listados arriba son habituales. A medida que leas este
libro, aprenderás a enfrentarte a ellos y a convertirte en un estudiante más
efectivo.
OCHO IDEAS EQUIVOCADAS
HABITUALES SOBRE EL
APRENDIZAJE
Si bien es cierto que algunas personas tienen mejor memoria que otras, la
mala memoria no suele ser el problema clave del aprendizaje. Como
mucho, es un síntoma de que tus estrategias de aprendizaje no son
adecuadas. Dicho de otra manera, no te cuesta aprender porque tienes mala
memoria; tienes mala memoria debido a una estrategia de aprendizaje poco
efectiva. Si cambias tu aproximación, retendrás mucha más información
con más facilidad.
Idea equivocada nº.4: Debo recordar tanto como sea posible
Sobrecarga de información
Parálisis por análisis y
Poca retención
Este punto está relacionado con el anterior. De la misma manera que se nos
ha enseñado a acabarnos la comida que tenemos en el plato, hemos sido
condicionados a leer libros o artículos hasta el final. De nuevo, no siempre
somos conscientes de esto. Para aprender con eficacia, debes procurar
analizar toda la información con la que te encuentras para determinar si es
lo suficientemente valiosa como para invertir tu tiempo en ella. Esta es la
clave. No siempre es necesario que termines lo que estás leyendo—
obviamente, exceptuando este libro.
El atrevido capitalista y filósofo, Naval Ravikant, percibe los libros como
“publicaciones de blogs, breves tuits o publicaciones en internet”. No siente
la obligación de acabar todos los libros que empieza. No estoy diciendo que
esta sea la mejor estrategia de aprendizaje, pero si estás buscando una
información concreta o una visión general, puede ser una buena idea en
circunstancias concretas.
Idea equivocada nº. 7: Si puedo reconocerlo es porque lo sé
¿Qué estás estudiando actualmente y por qué? Puede que con frecuencia
estudies cosas que no te hacen falta. Puede que lo hagas para imitar a los
demás o para parecer más inteligente. Por ejemplo, puede que decidas que
estaría bien aprender un idioma extranjero, bailar salsa o saber cocinar
tartas, pero, si careces de un deseo genuino de aprender, lo más probable es
que te rindas. Incluso si consigues estudiar consistentemente durante un
tiempo, lo más probable es que más adelante acabes olvidando la mayor
parte de lo que has aprendido.
Por lo tanto, asegúrate de que estudias porque de verdad quieres hacerlo, o
bien porque no tienes otra opción. Antes de comprometerte a aprender
cualquier cosa, date un tiempo para pensarlo bien. Después de unas
semanas, si todavía sigues queriendo aprender, plantéate empezar con el
estudio. Evita centrarte en lo que necesitas aprender. En su lugar, enfócate
en lo que quieres aprender.
Estas son algunas de las principales ideas equivocadas que tiene la gente.
¿Cuántas de ellas te resultan familiares?
A continuación, vamos a ver en qué consiste realmente el proceso al que
llamamos “aprendizaje”.
4
QUÉ ES EL APRENDIZAJE
Inflación/deflación
Política monetaria
Política fiscal
Oferta y demanda
Keynesianismo
Neoliberalismo o
Capitalismo
Ahora que hemos visto algunos de los errores más frecuentes acerca del
aprendizaje y hemos explicado qué es el aprendizaje, profundicemos en los
problemas de aprendizaje más comunes a los que se enfrenta la gente. A
medida que avances en esta sección, pregúntate qué relevancia tiene cada
uno de estos problemas en tu caso particular.
Problema nº.1: Intentas aprender demasiado
Muchos intentan aprender más de lo que pueden digerir. Siguen leyendo
libros, viendo vídeos o escuchando podcasts sin tomarse el tiempo
suficiente para asimilar aquello que están intentando aprender. Por
desgracia, el cerebro no puede digerir toda la información que le
presentamos.
Al intentar absorber demasiada información, en vez de acabar teniendo más
conocimiento, solemos acabar confundidos. Nuestra mente está
desorganizada, y nos cuesta darle un sentido a los incontables libros, vídeos,
podcasts y artículos que hemos acumulado a lo largo de los años. Además,
lo más probable es que retengamos solo una pequeña parte de lo que hemos
estudiado.
En mi opinión, existen varias razones por las que caemos en el aprendizaje
excesivo, incluyendo:
Actividad práctica
Actividad práctica
Actividad práctica
Actividad práctica
A. Cambia tu identidad
Pocas personas son realmente conscientes del poder de la identidad y de lo
maleable que es. Muchos se mantienen inmutables durante la mayor parte
de sus vidas, sin entender que podrían elegir transformar por completo su
identidad. Si lo hicieran, descubrirían que su vida puede mejorar
notablemente.
Yo he vivido de primera mano lo poderoso que puede ser cambiar la propia
identidad. Mi primer gran cambio de identidad ocurrió cuando decidí causar
un impacto en millones de personas a través de mi trabajo. Pronto me di
cuenta de que la única manera de conseguirlo era verme como un
“triunfador”. Necesitaba elevar mis estándares para poder lograr mi
ambiciosa visión. Puede que te preguntes cómo realicé este cambio de
identidad.
Simplemente decidí hacerlo.
Decidí que, a partir de cierto momento, mi rendimiento iba a ser elevado y
que iba a actuar como tal. Entonces, me pregunté, ¿qué significa rendir a un
alto nivel? ¿Qué hacen diferente los que rinden a otro nivel?
Una de las respuestas a estas preguntas fue que los que rinden a un nivel
elevado cumplen las promesas que se hacen a sí mismos. A medida que
hacen esto, van desarrollando poco a poco más confianza en sus
habilidades. Al lograr objetivos repetidamente, empiezan a confiar en que
pueden alcanzar objetivos cada vez más importantes—y lo hacen.
Así que esto es lo que hice. Me marqué pequeños objetivos y los fui
alcanzando poco a poco, con constancia. Implementé rutinas diarias y las
seguí durante meses. Con el tiempo, empecé a rendir a un alto nivel.
Aquí te muestro otro ejemplo del cambio de identidad que llevé a cabo.
Durante años, cuando me presentaba a otra persona, decía “Escribo libros y
los vendo en Amazon”. En determinado momento, me di cuenta de que
debía cambiar el “Escribo libros” por “Soy escritor”. Así que empecé a
repetirme a mí mismo “Soy un escritor” y visualicé cómo me presentaría.
Más adelante, pasé del “Soy escritor” a la identidad de “Soy un escritor de
seis cifras”. Este se convirtió en mi mantra diario. Siempre que tenía que
tomar una decisión de negocios me preguntaba lo siguiente:
“Como escritor de seis cifras, ¿puedo permitirme renunciar a esto?”.
Por ejemplo, ¿puedo permitirme no comprar un curso, vender mis libros a
precios que marquen la diferencia o escribir con constancia?
Cómo te ves a ti mismo importa—y mucho. A menudo, tu identidad
acabará convirtiéndose en tu realidad—especialmente si la mantienes
durante un período prolongado de tiempo. Debes verte como un estudiante
increíble. Debes confiar en tu capacidad de aprender casi cualquier cosa que
te propongas. Identificarte como un estudiante altamente efectivo
transformará completamente tu estrategia de aprendizaje. Te hará mucho
más resiliente. Te ayudará a disfrutar más del proceso de aprendizaje—
incluso con sus altibajos. Y, como resultado, te permitirá adquirir más
habilidades y conocimiento, posibilitando que alcances muchos de tus
objetivos.
En consecuencia, si ahora mismo te ves como un estudiante mediocre,
debes comprender que esto no tiene por qué seguir siendo así. Hoy mismo
puedes decidir adoptar la identidad de un estudiante altamente efectivo que
nunca se rinde. Imagina que te garantizaran que puedes aprender cualquier
cosa que desearas. ¿Cómo te sentirías? ¿Cómo mejorarías tu vida? ¿Qué
nuevas habilidades emocionantes podrías aprender?
Recuerda que el aprendizaje es un proceso inevitable, así que, ¿por qué no
hacer que tu aprendizaje sea más efectivo y eficiente?
Actividad práctica
En cambio, las personas con una mentalidad fija tienden a pensar que la
inteligencia es estática. Como resultado, suelen:
Actividad práctica
Actividad práctica
Actividad práctica
Actividad práctica
Utilizando tu guía de acción, escribe un objetivo que no hayas conseguido
alcanzar en el pasado. A continuación, escribe qué harías diferente si
empezaras de nuevo (ahora que conoces el ciclo del aprendizaje).
F. Conseguir que tu subconsciente trabaje para ti
Tu subconsciente trabaja constantemente en segundo plano, las 24 horas del
día. Mientras que tú solo puedes procesar una cantidad de información
limitada conscientemente, tu subconsciente es capaz de procesar una
sorprendente cantidad de datos. De hecho, una gran parte del aprendizaje
implica transferir habilidades de tu mente consciente a tu subconsciente.
Dado que tu subconsciente es tan poderoso, sería una lástima no utilizarlo
para acelerar tu aprendizaje. En esta sección, me gustaría explicar algunas
cosas que puedes hacer para conseguir que tu subconsciente trabaje para ti.
En pocas palabras, tu mente consciente es la que establece los objetivos y tu
mente subconsciente es la que los consigue. Entonces, lo que debes hacer es
marcarte objetivos conscientemente y comunicarlo a tu subconsciente.
Tu subconsciente no puede diferenciar lo cierto de lo falso. Simplemente
responde a tus instrucciones y actúa según las creencias que has adoptado
conscientemente o, más frecuentemente, inconscientemente. Este es el
motivo por el que, cuando se internalizan a un nivel más profundo, las
creencias y las afirmaciones como “Siempre puedo aprender”, “Puedo
resolver las cosas”, “Aprender es un proceso inevitable” y “Puedo aprender
cualquier cosa más rápido que la mayoría”, te ayudarán a aprender mejor
(es decir, tu subconsciente actuará de acuerdo a lo que crees).
Ahora bien, para impulsar tu capacidad de aprendizaje, debes desarrollar el
hábito de marcarte objetivos claros. Una vez que tengas una dirección clara,
tu subconsciente trabajará las 24 horas del día, buscando información útil,
procesando ideas y pensando en maneras de conseguir que esos objetivos se
conviertan en una realidad.
Por ejemplo, respecto a la escritura de libros, yo me marco objetivos
anuales y continuamente pienso en ideas para potenciales libros que podría
escribir meses o incluso años más tarde. Esto no significa que vaya a
escribir necesariamente todos esos libros, pero le estoy transmitiendo a mi
subconsciente que esté atento y que empiece a:
Pensar en posibles tramas
Buscar información relevante y
Reunir perspectivas interesantes
Hasta ahora, hemos visto las ideas equivocadas respecto al aprendizaje más
habituales, hemos explicado qué es el aprendizaje en realidad, hemos
identificado problemas comunes y hemos explicado cómo desarrollar una
mentalidad adecuada para el aprendizaje. Ahora, es importante que
contestemos juntos dos preguntas sencillas pero esenciales:
¿Qué deberías aprender? ¿Y por qué?
El tiempo es uno de los recursos más escasos que tenemos. Siempre que
dedicas tiempo a una determinada actividad, estás diciendo que no a
cualquier otra cosa que podrías estar haciendo durante ese tiempo. Esto
mismo es aplicable al aprendizaje.
Por ejemplo, llegar a hablar con fluidez en un idioma extranjero requiere
miles de horas de práctica. En mi época de estudiante, dediqué unas diez
mil horas a estudiar japonés. Podría haber hecho muchas otras cosas en
todas esas horas, pero no me arrepiento ni por un instante.
En esta sección, me gustaría hablar de los criterios principales a tener en
cuenta cuando quieres aprender una nueva habilidad o adquirir más
conocimiento en un área en particular. Con demasiada frecuencia,
intentamos aprender cosas por los motivos equivocados. Como resultado,
nuestro aprendizaje es poco efectivo y acabamos saltando de unas cosas a
otras, sin obtener los resultados que esperábamos.
A. Criterios principales a considerar antes de aprender cualquier cosa
Repasemos los criterios clave que deberías considerar antes de elegir
nuevas habilidades o aficiones a las que te quieres dedicar. Ten en cuenta
que mi lista de criterios podría no estar completa. Si sientes que falta algo,
añádelo a la lista. Aquí te muestro tres criterios a considerar:
Interés
Pasión e
Intuición
Ventajas
El motivo por el que aprendes cualquier habilidad es porque crees que te
beneficiará de alguna manera. Por lo tanto, cuando consideres qué
habilidad(es) adquirir, identifica los beneficios principales que te
proporcionarán. De forma general, podemos diferenciar los siguientes
beneficios:
Adaptabilidad y resiliencia
Empatía
Liderazgo
Comunicación y escucha
Ten en mente que solo porque estas habilidades sean algunas de las más
demandadas no es indispensable que las aprendas. Según tu profesión y tus
objetivos en la vida, las habilidades que necesitas aprender podrían ser
completamente diferentes.
Beneficios personales
El valor de una habilidad no se mide solamente en base a lo que te permite
conseguir, sino también—y quizás más importantemente—en función de la
persona en la que te convertirás durante y tras el aprendizaje de esta
habilidad. Cuando aprendas, reflexiona sobre el tipo de persona que deseas
ser. A continuación, identifica habilidades concretas que te podrían ayudar a
construir tu personalidad y a convertirte en esa persona. Por ejemplo:
1. Nivel de interés
2. Utilidad y
3. Conveniencia
3. Conveniencia
Aquello que decides aprender debería ser altamente relevante para ti en este
momento, lo que incluye los siguientes puntos:
Idiomas extranjeros
Disciplinas (economía, filosofía, política, física)
Actividades deportivas
Otras habilidades como programar, cocinar o hablar en público
La clave aquí es que para aprender cualquier habilidad principal que pueda
tener un impacto significativo en tu vida, debes dedicar al menos entre tres
y cinco horas de tu tiempo a ella cada semana. Si dedicas menos tiempo, tu
aprendizaje será inefectivo o te costará demasiado adquirir esa habilidad.
Piénsalo de esta manera: si no puedes dedicar al menos tres horas a la
semana a aprender esa habilidad, ¿es tan importante para ti realmente la
habilidad?
La importancia de la constancia
Una vez que hayas decidido cuánto tiempo dedicar a estudiar cada semana,
debes asegurarte de que te mantienes constante si quieres obtener resultados
tangibles a medio o largo plazo. En lugar de estudiar de vez en cuando,
dedica un tiempo al aprendizaje cada día, o al menos tres veces por semana.
Y sigue así durante meses o años.
La clave es empezar por cosas pequeñas y generar inercia. Pregúntate:
“¿Qué es realista, en base a mi situación actual?”. Sé conservador con tus
expectativas. Recuerda que el aprendizaje es una maratón, no un sprint.
Quizás solo puedes dedicar treinta minutos al día cinco veces a la semana al
estudio. Si es así, está bien. Hazlo durante varias semanas hasta que se
convierta en un hábito. Entonces, una vez que te sientas cómodo, aumenta
el tiempo que le dedicas al proceso.
Los estudiantes efectivos se mantienen constantes a pesar de la adversidad.
La constancia es su estrella polar. En cambio, los estudiantes poco efectivos
confían en su nivel de motivación y cada obstáculo que encuentran se
convierte en una razón para rendirse.
Y aquí detallo las principales razones por las que aprender habilidades
menores:
Actúan como trampolín. Las habilidades menores pueden actuar como un
trampolín desde el que saltar hacia alguno de tus objetivos principales. Por
ejemplo, podría ser necesario que perfeccionaras tu manejo de las hojas de
cálculo para un determinado trabajo o profesión.
Mejoran la productividad. Las habilidades menores pueden aumentar tu
productividad global. Por ejemplo, saber utilizar hojas de cálculo puede
ayudarte a acabar antes tu trabajo.
Disfrute personal. También puedes aprender una actividad menor porque
es agradable o interesante. Puede que te interese escribir más rápido en el
ordenador o que quedes impresionado cada vez que ves a alguien hacer
malabares y quieras probar tú también.
Deseo de pertenencia/ego. Tenemos un fuerte deseo innato tanto de
pertenecer a un grupo como, paradójicamente, de destacar sobre los demás.
Por ejemplo, puede que quieras aprender a hacer malabares para
impresionar a los que te rodean de vez en cuando. O puede que quieras
aprender mecanografía para diferenciarte de la mayoría.
Cuando decidas qué habilidades aprender, ten en cuenta los puntos
anteriores.
Habilidades intermedias
Aquí tienes algunos ejemplos de habilidades intermedias:
Las razones por las que aprender habilidades intermedias son muy similares
a las de las habilidades menores. La diferencia es que es necesario invertir
más tiempo y esfuerzo para desarrollar las habilidades intermedias. En
consecuencia, debes ser más selectivo a la hora de elegir cuáles aprender.
También puedes empezar con habilidades menores con la opción de
profundizar más adelante.
Actividad práctica
Actividad práctica
Utilizando tu guía de acción, haz una lluvia de ideas sobre cosas que te
gustaría aprender en el futuro. Simplemente escribe todo lo que se te pase
por la mente. Por ahora, no pienses en si quieres empezar a aprender esas
habilidades mañana o en una década, y no te preocupes en si realmente las
aprenderás.
Ahora, identifica las dos o tres habilidades que han reunido más puntos en
la tabla. Estas son las habilidades en las que deberías centrarte. Aunque
tampoco sigas esta fórmula a ciegas. Pregúntate cómo te sientes acerca de
estas habilidades. ¿Qué te dice tu intuición? ¿Qué habilidad(es) de la lista te
entusiasma(n) más?
B. Especificar tus objetivos de aprendizaje
Para ser realmente útil, cualquier objetivo debe ayudarte a aprender las
habilidades o ganar el conocimiento que te has propuesto obtener.
Por ahora, ya deberías haber identificado dos o tres habilidades principales
en las que centrarte. El siguiente paso es marcarte objetivos claros. Para
ayudarte a establecer objetivos concretos, utilizaremos las siguientes
herramientas:
Visualizar el resultado
Reforzar tus “porqués”
Elaborar el mejor plan de acción posible
Identificar objetivos de proceso y objetivos de resultado
Hacer que tus objetivos sean INTELIGENTES y
Dividir tus objetivos
1) Visualizar el resultado
Antes de empezar a perseguir una meta, visualiza cómo quieres que sea el
resultado final (es decir, qué quieres ser capaz de hacer en el futuro).
Considera este ejercicio de visualización como un recuerdo. Es decir, haz
que sea vívido y específico. Cuando les cuentas a tus amigos cómo ha ido tu
viaje a París no les dices simplemente que estuvo bien. Les explicas en
detalle lo que has hecho, visto, comido, qué tiempo ha hecho y cómo te has
sentido durante el viaje.
Veamos un par de ejemplos.
Objetivo de aprendizaje nº. 1—Tocar el piano
Imagina que tu objetivo es tocar el piano. Si es tu caso, ¿cómo sería el
resultado final para ti? Sé concreto. ¿Dónde estás? ¿Con quién estás?
¿Cómo te sientes? ¿Qué eres capaz de hacer?
Por ejemplo:
Estoy tocando una bonita canción con el piano en el cumpleaños de mi
hermano. Mis padres, mi hermano, mi hermana, mis primos y otros
familiares están encantados de escuchar una canción tan hermosa. Están
orgullosos de mí. Y yo también estoy orgulloso y me siento bien conmigo
mismo. Me alegro de haber dedicado tiempo a aprender esta habilidad. El
tiempo que he dedicado a practicar ha valido la pena.
Objetivo de aprendizaje nº. 2—Hablar inglés
Has decidido que quieres aprender inglés. Pero, ¿cómo es exactamente el
resultado final? ¿Dónde estás? ¿Con quién? ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo te
sientes al hablar en inglés con fluidez?
Por ejemplo:
Estoy en California con mis amigos estadounidenses. Estamos teniendo una
conversación divertida en inglés mientras nos relajamos en la playa. El
tiempo es increíble y el agua es transparente. No tengo problemas para
entender lo que dicen mis amigos y me resulta fácil y natural hablar en
inglés. Incluso hago algunas bromas en inglés. Todo el tiempo que he
pasado estudiando ha valido la pena y estoy orgulloso de mí por haber
seguido mis estudios.
¿Ves cómo funciona? Cuantos más detalles puedas añadir a la imagen,
mejor. La clave es experimentar una dosis de motivación cuando visualizas
tu resultado ideal.
Actividad práctica
Siempre que decido aprender algo, hago todo lo que puedo para asegurar
que se ajusta a mis valores.
¿Y tú? ¿Cuáles son tus valores? ¿Justicia? ¿Libertad? ¿Conexión con los
demás? ¿Belleza? ¿Integridad? Si no estás seguro, dedica tiempo a
identificar algunos de tus valores principales.
Intenta identificar entre tres y cinco valores principales.
Para descubrir tus valores, plantéate las siguientes preguntas:
Pero no pasa nada. Todos estamos en nuestro viaje hacia amar quienes
somos, aprovechar nuestros talentos y aceptar nuestras debilidades.
Actividad práctica
Una cosa que debes interiorizar es que es correcto descartar el contenido tan
pronto como te parezca que no es relevante. A menudo, tenemos miedo de
dejar pasar las cosas o perdernos algo. Creemos que, si no leemos el
artículo entero o vemos el vídeo hasta el final, nos perderemos
conocimientos. Sí, esto puede pasar, pero con menos frecuencia de la que
crees. Así que, salvo que necesites hacer una búsqueda exhaustiva para un
doctorado, por ejemplo, no debes preocuparte por esto.
Si preguntas a gente que conoces por los mejores recursos y utilizas las
técnicas de búsqueda mencionadas, realizarás búsquedas más efectivas y
rápidas, al tiempo que evitas la sobrecarga de información.
A continuación, veamos un ejemplo concreto.
Aprender filosofía
Si quieres aprender filosofía, primero debes preguntarte qué es exactamente
lo que estás intentando aprender y por qué. La filosofía es un campo muy
amplio y puedes querer estudiarla por diferentes razones. Algunas personas
puede que solo pretendan parecer más inteligentes. Otras pueden buscar
aplicar la filosofía de una manera concreta que les permita mejorar su vida
(por ejemplo, piensa en las escuelas de filosofía como el estoicismo). Y
otras puede que estén interesadas en mejorar su proceso de pensamiento y
en profundizar en el conocimiento del mundo. Cuanto más específico seas,
mejor sabrás qué debes buscar.
Por ejemplo, puedes buscar “mejor libro de filosofía para principiantes”.
Cuando lo hagas, también puedes fijarte en las búsquedas sugeridas para
ver si alguna se ajusta mejor a tu caso.
Aquí te muestro algunos de los resultados que obtendrás en tu primera
página de Google:
Actividad práctica
Objetivos de resultado:
Actividad práctica
Actividad práctica
Hasta ahora, hemos trabajado en desarrollar unas raíces sólidas para crear el
sustento adecuado para que tu árbol de aprendizaje crezca tan alto y fuerte
como sea posible. Hemos trabajado en los siguientes componentes:
¿De qué debería estar compuesto nuestro tronco y qué deberíamos dejar de
lado?
Sea lo que sea lo que queramos aprender, debemos entender los conceptos
clave y la esencia del tema o de las habilidades que buscamos dominar.
Aquí tienes algunos de los aspectos en los que deberías enfocarte:
1. Conceptos clave
2. Principios generales
3. Leyes
4. Teorías y
5. Movimientos básicos
Actividad práctica
Ahora que hemos visto lo que representa el tronco de tu árbol, vamos a ver
qué puedes hacer para reforzarlo. Cuanto más sólidos sean tus fundamentos,
más capaz serás de hacer crecer tu árbol del conocimiento.
En esta sección, compartiré contigo algunas de las técnicas de aprendizaje
más efectivas y te mostraré en detalle cómo incorporarlas a tu caja de
herramientas de aprendizaje. Piensa en estas técnicas como en el agua que
necesitas para que tu árbol crezca sano y fuerte.
1
1. Realizar el esfuerzo y
2. Esforzarte en recordar
1. Test previo
2. Recuerdo previo al estudio
3. Recuerdo inmediato
4. Mapas mentales
5. Resumir
6. Tomar apuntes
7. Enseñar
8. Elaboración y
9. Pasar a la acción
Puedes utilizar esta técnica justo después de una lección. Por ejemplo, tras
una clase, intenta recordar tanto como puedas directamente de tu memoria
durante quince a veinte minutos. Una manera de hacerlo es fijarte en cada
diapositiva del curso e intentar explicarla como si se la estuvieras
enseñando a otra persona. Otra manera es leer tus apuntes, identificar la
estructura y los conceptos principales y elaborarlos.
4. Mapas mentales (recuerdo de conexión de puntos)
Consiste en crear un mapa que conecte las ideas principales de manera
jerárquica y coherente. En cierto sentido, un mapa mental simula el
funcionamiento de nuestro cerebro. Al igual que nuestro cerebro, funciona
mediante asociaciones. Por ejemplo, cuando piensas en el concepto de
“aprendizaje”, inmediatamente te vienen a la mente algunas palabras e
ideas. Puede que hayas pensado en lo siguiente:
Memoria
Lectura rápida
Escuela
Educación
Aprendizaje automático
Libros
Exámenes
Conocimiento o
Sabiduría
Así es como funciona tu mente. Asocia ideas. Y cada idea está asociada a
su vez con otras. Es como un árbol con ramas que se dividen en otras
ramas.
Cuando escribes ideas en una hoja de papel, esto te obliga a pensar de
forma lineal en vez de por asociación de ideas. Puede resultar efectivo
cuando quieres perfeccionar tu pensamiento y aumentar tu comprensión de
un concepto en particular. Pero, cuando quieras recordar lo que aprendes de
una manera más estructurada, los mapas mentales te serán de ayuda.
Cómo crear mapas mentales
Para crear un mapa mental puedes simplemente:
Capturar y crear
Este es el sistema de tomar apuntes que recomienda Jim Kwik en su libro
Sin límites, y consiste en lo siguiente:
Por lo tanto, si quieres saber cuánto has aprendido tras la lectura de este
libro, intenta explicarle el contenido a uno de tus amigos. Descubrirás al
instante lo que sabes y lo que no sabes.
8. Elaboración
Consiste en pensar en ejemplos adicionales que ilustren lo que estás
aprendiendo.
Construir una comprensión sólida de una disciplina no es sencillo y requiere
tiempo. Una forma de mejorar tu comprensión y de aumentar tu capacidad
de retención es pensar en los conceptos.
Con esto me estoy refiriendo a:
Recordar ejemplos concretos que expliquen el concepto (de un libro
que hayas leído o de un vídeo que hayas visto)
Cuando aprendas un nuevo concepto, intenta recordar el ejemplo concreto
que te han ofrecido para ilustrarlo. Después, piensa en ese ejemplo cuando
quieras explicar el concepto a otra persona. Por ejemplo, en este libro, he
comparado el aprendizaje con un árbol en crecimiento (raíces, tronco y
ramas/hojas). Como ejercicio, intenta recordar de qué está compuesto cada
elemento. Aquí tienes un breve recordatorio:
Raíces: son los fundamentos que permiten que tu árbol crezca más
alto y más fuerte. Es decir, entender qué es el aprendizaje
(conciencia), desarrollar una actitud de aprendizaje poderosa
(mentalidad), identificar qué aprender (claridad) y crear un plan de
acción efectivo (estrategia).
Tronco: representa los conceptos centrales, los principios clave y
los movimientos básicos que debes dominar para aprender de
forma más efectiva y mejorar la retención.
Ramas y hojas: estos representan conceptos secundarios, hechos,
historias, anécdotas o estadísticas que puedes añadir para expandir
tu conocimiento base.
Agua: representa las técnicas de aprendizaje que reforzarán tu
árbol, como la memorización, hacer resúmenes o enseñar.
Actividad práctica
Mensajes principales
Ahora que hemos visto cómo practicar el recuerdo, vamos a ver cómo
puedes desarrollar de forma aún más eficaz tus capacidades de
memorización esforzándote en recordar.
B. Esforzarte en recordar
Olvidar es una parte importante del aprendizaje. Mediante el olvido y el
recuerdo, acabamos adquiriendo el conocimiento que retendremos a largo
plazo. Esforzarse en recordar se basa en el siguiente principio: cuando
intentamos recordar lo que aprendemos con regularidad, le estamos
enviando una señal a nuestro cerebro indicándole que vale la pena recordar
esa información. Además, al darle tiempo a nuestro cerebro para que
procese la información entre dos sesiones de aprendizaje, permitimos que
trabaje en segundo plano, mejorando así nuestra capacidad de aprendizaje.
Veamos ahora las técnicas principales que puedes utilizar para esforzarte en
recordar. Estas son:
Directrices generales
Aunque no existe una respuesta clara respecto a la frecuencia con la que
deberías utilizar la repetición espaciada, las siguientes orientaciones pueden
ayudarte.
Un patrón común para la repetición espaciada es utilizar los siguientes
intervalos:
En el colegio
Para preparar exámenes (como exámenes de acceso a la
universidad, pruebas de idiomas, etc.) o
Para el aprendizaje en general (aprender vocabulario en otro
idioma)
Si tienes tres días para estudiar, el primer día puedes estudiar el capítulo
uno por la mañana, el capítulo dos después de comer y el capítulo tres por
la tarde-noche. Y repetir el mismo proceso en los dos días restantes.
El siguiente estudio, descrito por Peter C. Brown en Apréndetelo, muestra
claramente que vale la pena mezclar tu práctica y añadir variaciones en vez
de realizar lo mismo una y otra vez.
Un grupo de niños de ocho años practicó a lanzar judías en un recipiente.
La mitad de los niños tenía que acertar en un recipiente situado a un metro
de distancia, mientras que el resto alternaban entre recipientes situados a
medio metro y metro y medio de distancia. Tras doce semanas de práctica,
se les pidió a todos los niños que lanzaran las judías a un recipiente situado
a un metro de distancia. Los niños que habían practicado las distancias de
medio metro y metro y medio tuvieron un rendimiento superior al del otro
grupo de niños. Y, sin embargo, ellos nunca habían llegado a practicar
realmente con recipientes situados a un metro de distancia.
La conclusión es que, en vez de estudiar una cosa antes de pasar a la
siguiente, es preferible rotar entre diferentes cosas que debas aprender.
Recuerda, tu cerebro tiene que esforzarse cada vez que intentas recordar lo
que has aprendido previamente. Al ir cambiando de tema o de ejercicios,
aumentarás el número de veces que practicas el recuerdo activo, y estarás
espaciándolo en el tiempo. Además, al concederte un tiempo limitado para
estudiar un tema concreto durante una sesión, tu cerebro tendrá que trabajar
más duro, lo que aumentará la retención. Estos dos factores (rotación y
recuerdo con esfuerzo) harán que tu aprendizaje sea mucho más efectivo.
Hemos visto un ejemplo de práctica intercalada aprendiendo algo teórico.
Veamos ahora ejemplos de práctica intercalada para destrezas prácticas.
Por ejemplo:
SUPERAR LA SOBRECARGA DE
INFORMACIÓN
Cabe destacar que no tiene nada de malo recordar hechos o anécdotas, pero
te será más fácil recordarlos si forman parte de una red de conocimiento
más amplia. Esto también te hará reflexionar más y ser mejor estudiante.
La conclusión es que, cuando consumes demasiada información, tiendes a
recordar muchos hechos irrelevantes que no te aportan conocimiento real ni
te hacen más sabio.
Actividad práctica
Ahora tienes un curso más que realizar, lo que llena más tu mente.
El curso no es exactamente lo que necesitas. Como no está
alineado con tu estrategia actual, dispersa tu concentración y te
confunde.
Te preguntas qué hacer con el curso y cómo integrarlo con los otros
cursos o información que ya has reunido.
Lo cierto es que el miedo a dejar pasar las oportunidades suele ser una
ilusión. Surge de un lugar de carencia—de la creencia de que las
oportunidades son escasas y limitadas. Por supuesto, puede haber
oportunidades que no te quieras perder, pero deberías mantener tu
escepticismo y ser selectivo con cualquier nueva oportunidad que se te
presente, ya sea una oportunidad de:
Una advertencia. Evita abandonar tus objetivos por las siguientes razones:
1. Aprendizaje conceptual
2. Aprendizaje de habilidades prácticas
3. Aprendizaje de idiomas y
4. Aprendizaje para test y exámenes
Sistema declarativo
Dicho de forma sencilla, el sistema declarativo es aquel en el que te basas
para aprenderte cosas de memoria o para seguir un proceso paso a paso. Es
un proceso consciente. Por ejemplo, utilizas el sistema declarativo cuando:
Sistema procedimental
El sistema procedimental es aquel que te permite reconocer e internalizar
nuevos patrones. Al contrario que el sistema declarativo, el sistema
procedimental es principalmente inconsciente y ocurre de manera
automática. Te basas en este sistema cuando aprendes habilidades prácticas
como deportes, cocina, conducir o tocar un instrumento musical. El
aprendizaje procedimental es el proceso que te permite transferir una
habilidad de tu mente consciente a tu subconsciente.
La siguiente tabla resume las principales diferencias entre los dos sistemas:
Puede que te estés preguntando por qué te hace falta conocer estos dos
sistemas.
Deberías conocerlos porque, según el tipo de aprendizaje que realices,
deberás utilizarlos de manera diferente y en diferente medida.
Por ejemplo, al aprender un idioma extranjero, muchas personas dedican
todo su tiempo a recordar vocabulario utilizando tarjetas de memorización
(sistema declarativo). Sin embargo, un idioma no es algo que aprendes solo
de memoria como un poema. Está compuesto de cientos de miles de
patrones diferentes. Tenemos que aprender los tiempos verbales y cuándo
utilizarlos. Hay que aprender las conjugaciones. Tenemos que ser capaces
de emplear las formas gramaticales para construir frases que reflejen
nuestro pensamiento correctamente, etc. La única manera de internalizar
todos estos patrones es utilizar de manera efectiva el sistema procedimental,
que implica hablar con otras personas en ese idioma en la vida real, o
consumir mucho contenido en ese idioma, como veremos en la siguiente
sección sobre aprendizaje del lenguaje.
Simplificando mucho, podemos decir que el aprendizaje declarativo se
utiliza para el aprendizaje abstracto (habilidades cognitivas), mientras que
el sistema procedimental se utiliza para el aprendizaje práctico (habilidades
motoras). Entender cuándo y cómo utilizar los sistemas declarativo y
procedimental te ayudará a aprender de manera más efectiva.
A continuación, vamos a profundizar en los cuatro tipos principales de
aprendizaje y vamos a ver las maneras más efectivas de abordar cada uno
de ellos.
Puede que te estés preguntando por qué te hace falta conocer estos dos
sistemas.
Deberías conocerlos porque, según el tipo de aprendizaje que realices,
deberás utilizarlos de manera diferente y en diferente medida.
Por ejemplo, al aprender un idioma extranjero, muchas personas dedican
todo su tiempo a recordar vocabulario utilizando tarjetas de memorización
(sistema declarativo). Sin embargo, un idioma no es algo que aprendes solo
de memoria como un poema. Está compuesto de cientos de miles de
patrones diferentes. Tenemos que aprender los tiempos verbales y cuándo
utilizarlos. Hay que aprender las conjugaciones. Tenemos que ser capaces
de emplear las formas gramaticales para construir frases que reflejen
nuestro pensamiento correctamente, etc. La única manera de internalizar
todos estos patrones es utilizar de manera efectiva el sistema procedimental,
que implica hablar con otras personas en ese idioma en la vida real, o
consumir mucho contenido en ese idioma, como veremos en la siguiente
sección sobre aprendizaje del lenguaje.
Simplificando mucho, podemos decir que el aprendizaje declarativo se
utiliza para el aprendizaje abstracto (habilidades cognitivas), mientras que
el sistema procedimental se utiliza para el aprendizaje práctico (habilidades
motoras). Entender cuándo y cómo utilizar los sistemas declarativo y
procedimental te ayudará a aprender de manera más efectiva.
A continuación, vamos a profundizar en los cuatro tipos principales de
aprendizaje y vamos a ver las maneras más efectivas de abordar cada uno
de ellos.
Puede que te estés preguntando por qué te hace falta conocer estos dos
sistemas.
Deberías conocerlos porque, según el tipo de aprendizaje que realices,
deberás utilizarlos de manera diferente y en diferente medida.
Por ejemplo, al aprender un idioma extranjero, muchas personas dedican
todo su tiempo a recordar vocabulario utilizando tarjetas de memorización
(sistema declarativo). Sin embargo, un idioma no es algo que aprendes solo
de memoria como un poema. Está compuesto de cientos de miles de
patrones diferentes. Tenemos que aprender los tiempos verbales y cuándo
utilizarlos. Hay que aprender las conjugaciones. Tenemos que ser capaces
de emplear las formas gramaticales para construir frases que reflejen
nuestro pensamiento correctamente, etc. La única manera de internalizar
todos estos patrones es utilizar de manera efectiva el sistema procedimental,
que implica hablar con otras personas en ese idioma en la vida real, o
consumir mucho contenido en ese idioma, como veremos en la siguiente
sección sobre aprendizaje del lenguaje.
Simplificando mucho, podemos decir que el aprendizaje declarativo se
utiliza para el aprendizaje abstracto (habilidades cognitivas), mientras que
el sistema procedimental se utiliza para el aprendizaje práctico (habilidades
motoras). Entender cuándo y cómo utilizar los sistemas declarativo y
procedimental te ayudará a aprender de manera más efectiva.
A continuación, vamos a profundizar en los cuatro tipos principales de
aprendizaje y vamos a ver las maneras más efectivas de abordar cada uno
de ellos.
APRENDIZAJE CONCEPTUAL
Este proceso puede resultar tedioso, por lo que quizá no quieras aplicarlo
siempre. Sin embargo, para aquello que desees aprender en serio, sigue
trabajando con los conceptos clave que quieres internalizar hasta que
puedas explicarlos a otra persona con seguridad y con relativa facilidad.
Ve de lo general a lo específico
Cuando aprendemos, generalmente nos perdemos en determinado punto del
proceso. Nos agobiamos por el exceso de información, perdemos la pista de
las ideas principales y recordamos pequeños detalles irrelevantes. Para
cualquier habilidad que pertenezca a la categoría del aprendizaje
conceptual, practica a priorizar la información. Mira más allá de los detalles
y pregúntate qué es realmente importante. Cuanto mejor entiendas las
bases, más fuertes serán tus raíces y tu tronco y más en profundidad podrás
aprender, añadiendo más ramas a tu árbol. No debes tener miedo de dedicar
una cantidad desproporcionada de tiempo a los fundamentos. No se trata de
aprender más o más rápido, sino de adquirir una comprensión en
profundidad y de construir nuevos modelos mentales.
Empieza con contenido accesible
Cuando intentes aprender un concepto nuevo, en vez de empezar con un
libro de 300 páginas sobre el tema o un artículo de veinte páginas, empieza
con el contenido más simple y fácil de entender que puedas encontrar. Esto
te dará una visión general del tema que estás intentando aprender y evitará
que te sientas sobrepasado y te pierdas en los detalles.
Por ejemplo, puedes realizar una búsqueda rápida por internet. Busca
contenido breve y asequible. Wikipedia puede ser un buen punto de partida.
Generalmente, ofrece una breve definición del concepto al principio de la
página antes de entrar en más detalles. Quizás el contenido para niños
pueda serte útil. La clave es adquirir una idea básica acerca del tema, para
qué puede usarse o cómo puedes aplicarlo en tu vida.
Busca ejemplos concretos
El siguiente paso es buscar ejemplos concretos. Cuantos más ejemplos
tengas para ilustrar un concepto, más fácil será de entender. Aquí tienes una
buena analogía: en japonés, muchas palabras no tienen una traducción
directa al español. Esto se debe a que representan conceptos que
sencillamente no existen en otros países o culturas. La única manera de
entenderlos es estar expuesto a estos conceptos en diversos contextos hasta
que finalmente los internalices.
De forma similar, saber en qué contexto se utiliza un concepto junto con
varios ejemplos específicos puede ayudarte a ampliar tu comprensión y a
construir una representación mental más acertada del concepto global.
Piensa en tus propios ejemplos
Una buena señal de que entiendes un concepto es tu habilidad de ofrecer
ejemplos concretos, metáforas o analogías. Por lo tanto, cuando intentes
recordar un modelo, intenta recordar los ejemplos que te ofrecieron cuando
lo estudiaste. Después, intenta desarrollar tus propios ejemplos o metáforas.
Haz lo mismo cuando enseñes o resumas un tema.
Expande tu biblioteca personal de modelos mentales
Cuantos más modelos mentales internalices, más rápido podrás adquirir
otros nuevos. Esto se debe a que los modelos mentales te ofrecen un mayor
recipiente para acumular más conocimiento. Te permiten establecer
paralelismos, conectar nuevos conceptos con los anteriores y pensar en
ejemplos y analogías diferentes con más facilidad. Los grandes pensadores
y los buenos estudiantes han internalizado miles de modelos mentales.
Como resultado, cuentan con un sólido tronco sobre el que pueden seguir
añadiendo más conocimiento. Aquí te muestro lo que puedes hacer para
construir tu biblioteca de modelos mentales:
Lee más. Cuanto más leas, más modelos mentales entenderás con
el tiempo. Intenta también leer libros sobre diferentes temas para
expandir tu conocimiento base y entender nuevas formas de pensar.
No rechaces la ficción. Las novelas son una manera maravillosa de
ver la vida con los ojos de otras personas que viven o vivieron en
diferentes épocas y lugares.
Estudia modelos mentales. Existen libros y blogs que te presentan
algunos de los modelos mentales más útiles. Por ejemplo, Shane
Parrish y Rhiannon Beaubien han escrito una trilogía de libros
sobre modelos mentales llamada Los grandes modelos mentales.
Shane Parrish también lleva un blog en https://fs.blog llamado
Ayudarte a dominar lo mejor de lo que otras personas ya han
descubierto.
Sé consciente del concepto de “modelos mentales”. Después de
leer este libro, entenderás mejor qué son los modelos mentales y
serás capaz de reconocerlos con más facilidad y de hacer un
esfuerzo consciente por internalizarlos mientras continúas
aprendiendo.
Aprende a aprender. Asegúrate de que tienes una base sólida
desde la que empezar tu aprendizaje, lo que puedes conseguir
leyendo libros como este.
Adquiere conceptos clave en distintas disciplinas. Construye
unos cimientos fuertes. Cuantos más conceptos conozcas, más
nuevos conceptos podrás adquirir y con más facilidad los
adquirirás.
La clave es que debes realizar las acciones más efectivas posibles, que
suelen implicar ponerse en una situación real.
Otra manera de pensar en el concepto “jugarse la piel” es estar dispuesto a
exponerse al fracaso y a los juicios de otras personas.
Por ejemplo, si vas a clases de cocina, puede que arruines una receta y
tengas miedo de que el resto de los alumnos se rían de ti. También podrías
compararte con los demás, lo cual es aún peor. Si organizas una cena,
también te estás exponiendo al riesgo de “fracasar”. ¿Y si tu plato no está
tan bueno como creías? ¿Y si a tus invitados no les gustan tus recetas? ¿Qué
pensarán de ti?
Imagina que quieres aprender karate y te unes a un dojo de tu zona. Al
principio, puedes sentirte incómodo. Puedes sentirte fuera de lugar, pero es
el precio que debes pagar para aprender karate y convertirte en un experto a
largo plazo.
Cada vez que evitas jugarte la piel, frenas tu progreso, y este es el motivo
por el que la mayoría de la gente aprende despacio. Creen que pueden
reemplazar el trabajo duro por libros, vídeos o seminarios, intentando
intelectualizar su camino hacia el éxito. Pero lo cierto es que para transferir
una habilidad a tu subconsciente debes practicar, practicar y practicar aún
más. Cuanto más se parezca la práctica a la situación real, mejor.
Ten en cuenta que practicar no significa que tengas que lanzarte de cabeza a
la piscina nada más empezar. Aquello que Tim Ferris denomina “práctica
sin riesgos” también es una manera efectiva de iniciarte y familiarizarte con
la habilidad o conjunto de habilidades que estás intentando aprender.
Por ejemplo, puedes:
El problema es que, tras haber practicado lo que ya saben, les queda poco
tiempo y energía para practicar nuevas habilidades más complicadas que
realmente les permitan mejorar.
Como simplificación, podemos decir que los que rinden a un nivel
promedio dedican el primer 80% de su sesión de práctica a trabajar en cosas
que ya saben y el restante 20% en cosas nuevas. En cambio, los expertos de
talla mundial dedican el primer 80% a practicar cosas nuevas que suponen
un reto y el restante 20% a revisar lo que ya saben.
Sí, dominar los fundamentos es clave. Pero debemos alternar entre reforzar
los fundamentos y enfrentarnos a nuevos desafíos. La tensión constante
entre practicar algo fuera de nuestra zona de confort al principio de cada
sesión y volver a los fundamentos hacia el final de la sesión es lo que nos
permite realizar un progreso continuo.
En otras palabras, los expertos:
Como resultado, los expertos mejoran mucho más rápido. El tiempo extra
que dedican a técnicas difíciles combinado con el alto nivel de energía que
tienen en su práctica aumenta en gran medida la efectividad de su
entrenamiento. Así es como Laido Dittmar fue capaz de ponerse al día y
convertirse en uno de los mejores malabaristas del mundo.
Suposición nº. 2: Debo dominar por completo una habilidad antes de
pasar a otra más difícil
El otro motivo por el que la mayoría de la gente no se desafía lo suficiente
es porque creen que no están preparados. Ven la práctica como un
videojuego con diferentes niveles que superar, y piensan que solo pueden
pasar al siguiente nivel cuando sientan que han completado el nivel actual.
El problema es que el cerebro no funciona así. No piensa en términos de
niveles. Para conseguir un progreso rápido, el cerebro debe verse forzado a
adaptarse a condiciones desafiantes. En otras palabras, debes practicar fuera
de tu zona de confort para crear nuevas conexiones neurales y expandir tu
campo de competencia. Debes obligar a tu cerebro a crecer.
Date cuenta de que, cada vez que practicas, puedes dedicar tu tiempo a
perfeccionar tus habilidades existentes o a practicar habilidades nuevas y
más desafiantes. Esto significa que las innumerables horas que dedicas a
intentar mejorar el cinco o el diez por ciento que te falta de una habilidad se
podrían invertir en practicar otro movimiento o técnica fuera de tu zona de
confort.
El poder de la expansión
Como escribió Ralph Waldo Emerson, “La mente, una vez que se expande
por una idea, nunca vuelve a sus dimensiones originales”.
Esto es lo que sucede con nuestro cerebro. Cuando practicamos una
habilidad que se sale de nuestra zona de confort, expandimos nuestro
cerebro y desarrollamos nuevas habilidades.
Puede que pienses que, si pasas al siguiente “nivel” sin haber completado tu
nivel actual, no serás capaz de dominar ninguna habilidad ni de ejecutarlas
sin errores. Sin embargo, aquí está el truco: después de expandir tu mente,
vuelve a practicar la habilidad que aún no dominabas. En la mayoría de los
casos, descubrirás que ahora te resulta más sencilla. Esto se debe
probablemente a que:
Has intentado cosas aún más difíciles que han expandido tu mente.
En el proceso, has adquirido nuevas habilidades que te han
ayudado a mejorar tu rendimiento global.
Le has dado tiempo a tu subconsciente a consolidar las conexiones
neuronales existentes. Al concentrarte en otra técnica en vez de
intentar perfeccionar una habilidad existente, te has tomado un
descanso y en realidad has estado utilizando la repetición
espaciada.
Por ejemplo, cuando Laido Dittmar podía hacer malabares con cuatro
anillos más o menos bien, pero no de forma excelente, empezó a practicar
con cinco anillos. Cuando volvió a los cuatro anillos, le resultó mucho más
sencillo. Después siguió practicando de la misma manera hasta que
finalmente fue capaz de hacer malabares con once anillos.
La conclusión es que, para mejorar, debes desafiarte a ti mismo
constantemente. Este es el motivo por el que la gente suele progresar rápido
cuando eligen empezar a aprender una nueva habilidad. Puesto que todo es
nuevo, su cerebro no tiene otra opción que aprender. No obstante, en poco
tiempo caen en la trampa de seguir practicando lo que ya saben, en vez de
practicar nuevas técnicas que escapen de su zona de confort.
En resumen:
Mensajes principales:
Para aprender cualquier habilidad práctica, debes estar en el “campo de
batalla”. Debes jugarte la piel. Por lo tanto, procura siempre arriesgarte
más, y no menos. Esto incluye exponerte a fracasos temporales, ser juzgado
por otros y sentir envidia de los que actualmente son mucho mejores que tú.
Sigue estos pasos para adquirir habilidades prácticas:
Actividad práctica
Por razones misteriosas, mucha gente parece creer que no son capaces de
llegar a hablar con fluidez un idioma extranjero. Quizás piensan que son
demasiado mayores, que aprender idiomas no es lo suyo o simplemente que
no son lo suficientemente inteligentes. A mí me gusta recordarme que, si
unos mil millones de personas pueden aprender chino, yo también puedo.
Puedes argumentar que la mayoría de ellos lo aprendieron de pequeños, y es
cierto. Los niños aprenden idiomas mucho más rápido, pero esto no
significa que no podamos aprender otros idiomas de más mayores.
Yo empecé a estudiar nuevos idiomas a los diecisiete años. Cinco años más
tarde, asistía a una clase en Tokio, escuchando a un profesor leer en voz alta
las obras de Aristóteles—en japonés. Mi inglés también era bastante bueno
por aquel entonces. No obstante, cabe destacar que dediqué una enorme
cantidad de tiempo a estudiar estos idiomas.
Lo que quiero transmitirte es que aprender un idioma lleva su tiempo, pero,
si aprendes de la manera correcta y te mantienes constante, como con
cualquier otra habilidad, al final acabarás siendo realmente bueno. Otra
forma de desmitificar el aprendizaje de idiomas es darse cuenta de que un
idioma no es más que:
¿Cómo estás?
¿Cómo te llamas?
Mi nombre es…
No entiendo.
¿Puedes repetir eso?
¿Puedes hablar más despacio, por favor?
¿Qué significa “insertar palabra o expresión aquí”?
Siguiendo este proceso, serás capaz de hablar desde el día uno, aunque el
idioma sea completamente nuevo para ti. Otro beneficio añadido es que
ganarás confianza a medida que te des cuenta de que ya puedes decir
algunas palabras. Recuerda, muchas personas esperan meses o incluso años
antes de intentar hablar, por miedo a equivocarse o a que las juzguen.
2) Márcate objetivos concretos
Aprender un idioma extranjero es más fácil cuando tienes un objetivo bien
definido que te ilusiona. Utilizando lo que explicamos en el capítulo Qué
deberías aprender, establece un objetivo INTELIGENTE que te inspire.
Por ejemplo, tu objetivo podría ser viajar a un país donde podrás hablar el
idioma que estás estudiando. Concretar tu objetivo podría implicar utilizar
ese idioma cada vez que visites una tienda en ese país o mantener una
conversación con un amigo que viva allí.
Otro objetivo podría ser ver tu película favorita en el idioma que estás
aprendiendo, con la intención de entender tanto como sea posible.
Una vez establecido el objetivo, puedes dividirlo en múltiples metas más
pequeñas, creando un programa de aprendizaje que te ayude a lograr tu
objetivo. Si lo necesitas, consulta la sección sobre marcar objetivos
INTELIGENTES.
3) Enfréntate a retos/juégate la piel
En el aprendizaje directo, la clave es arriesgarse. Consiste en enfrentarte a
situaciones que suponen un reto para ti y en las que necesitas estar muy
concentrado. Expandirte de esta manera te permitirá aprender más rápido.
Por ejemplo, yo tengo dos clases a la semana con mi profesor de estonio.
Cada vez, intento construir frases más complejas y utilizar nuevas palabras
o expresiones que he aprendido. Aunque sienta que no voy a ser capaz de
decir lo que quiero decir o de construir la frase que quiero construir, lo
intento de todas formas. Es algo caótico y cometo muchos errores, pero no
importa. Aprendo durante el proceso.
Enfrentarte a retos también implica:
Actividad práctica
En tu guía de acción, diseña tu plan de aprendizaje de noventa días.
Para aprender más sobre el método de aprendizaje directo, consulta el libro
de Benny Lewis Nativo en 3 meses.
B. Aprendizaje por input
La idea del aprendizaje por input es exponerte al máximo de contenido
posible mirando películas y vídeos de YouTube, leyendo blogs o cómics,
escuchando podcasts, etc. El objetivo es adquirir el idioma más que
simplemente estudiarlo. Y, para adquirir un idioma, debemos aumentar
nuestra exposición de una manera que maximice nuestra comprensión.
Este método se basa en la hipótesis del input descrita por el lingüista
Stephen Krashen. Consiste en lo siguiente, “Adquirimos el idioma de una
manera, y solo de una manera: cuando entendemos los mensajes”. Y la
mejor manera de mejorar nuestra comprensión de un idioma extranjero es
consumir contenido que podemos entender. Esto suele denominarse “input
comprensible”.
Este método ha ganado popularidad en los últimos años gracias a un
youtuber norteamericano, Matt vs Japan, quien lo utilizaba para ganar
fluidez en japonés. Matt creó una página web llamada Refold en la que
explica, detalladamente, cómo utilizar el método del aprendizaje por input
para adquirir fluidez.
Una característica clave de este método es que no intentas hablar desde el
día uno. Primero aprendes las palabras más habituales del idioma y
escuchas mucho contenido en ese idioma (empezando por contenido
sencillo), aprendiendo solo un mínimo de gramática. Solo cuando has
adquirido unas bases sólidas empiezas a hablar, lo que puede llevar entre
tres y seis meses, o más. La clave de este método es entender antes de
empezar a hablar. Necesitas adquirir la esencia del idioma mediante la
exposición repetida más que sumergirte en libros de gramática o métodos
de aprendizaje más tradicionales.
Ahora, puedes hablar si así lo quieres, pero citando a Stephen Krashen,
“Hablar no es practicar”. Hablar pronto no supondrá una gran diferencia en
tu capacidad de adquirir el idioma extranjero con el tiempo.
Este método puede parecer contraintuitivo. Sin embargo, no es tan diferente
de la manera en la que aprendemos a hablar de pequeños. Antes de
pronunciar nuestra primera palabra, consumimos una gran cantidad de
contenido. Este también es el método que utilizan los escandinavos para
aprender inglés, en gran medida. Seguramente las clases de inglés en el
colegio ayudan. Pero sospecho que ver series en inglés desde una edad
temprana juega un papel mucho más importante (en otros países como
Francia o España, las películas y series de televisión suelen estar doblados
en francés o español, respectivamente).
Esto es lo que dice la youtuber JJsays, una norteamericana que habla con
fluidez el chino, sobre este método:
“Esto ha supuesto un cambio en mi vida. De verdad. Aumentar mi input y
utilizar Anki ha logrado auténticas maravillas conmigo. A veces digo cosas
en mi vida cotidiana de las que ni siquiera era consciente que sabía decir.
Esto no me había pasado nunca antes. Nunca me sucedió con el estudio de
idiomas tradicional. Es como si mi cerebro estuviera estimulado por
esteroides en cuanto a mi capacidad de memorizar y recordar cosas”.
Antes de explicar cómo funciona este método y cómo puedes empezar a
utilizarlo, vamos a ver a qué personas les resultará más útil.
¿Para quién es este método?
El método del aprendizaje por input está dirigido a personas que aspiran a
alcanzar un elevado nivel de fluidez a medio o largo plazo. Dado que no
practicas el idioma hablado hasta que no has adquirido un determinado
nivel de comprensión, no podrás mantener conversaciones durante los
primeros meses. En cambio, al consumir contenido en tu idioma de interés a
diario, serás capaz de adquirir unas bases sólidas y de hablar con mayor
naturalidad cuando pases a la fase de conversación más adelante.
Cómo utilizar el método del aprendizaje por input para aprender un
idioma
Ahora que hemos visto brevemente qué es y a quién está dirigido el método
del aprendizaje por input, vamos a explicar cómo puedes implementarlo
para alcanzar un buen nivel en cualquier idioma que te interese aprender.
Dicho en pocas palabras, en este método:
Aprenderás las palabras más habituales en tu idioma de interés
utilizando tarjetas de memorización (y el sistema escrito si es
necesario)
Estudiarás un poco de gramática todos los días para tener una idea
general de cómo funciona el idioma
Dispararás tu comprensión consumiendo contenido sobre un tema
de interés concreto
Empezarás a hablar solo cuando hayas alcanzado un nivel decente
de comprensión del idioma
Un entorno de aprendizaje y
Un plan de aprendizaje
Una vez diseñados estos dos componentes, aprender será mucho más
sencillo.
1. Diseñar un entorno de aprendizaje
Uno de los mayores desafíos del aprendizaje por input es reunir material
relevante. Necesitas tener mucho contenido preparado, ya que vas a
consumir horas y horas de vídeo cada semana. Por suerte, seguramente
puedas encontrar todo lo que necesites en YouTube. Una vez hayas
encontrado contenido de interés, debes organizarlo de manera efectiva para
facilitar tu estudio diario.
A. Encontrar contenido relevante
Al principio, es mejor empezar por vídeos sencillos que te permitirán
aprender unas pocas palabras o frases. A medida que vayas entendiendo
más cosas, te sentirás motivado a seguir aprendiendo. Recuerda, aprender
un idioma requiere una gran inversión de tiempo y esfuerzo. No esperes
entender conversaciones diarias de la noche a la mañana.
Algunos ejemplos de contenido relevante para principiantes podrían ser:
Actividad práctica
En otras palabras, tenía libros de texto cubriendo cada parte del examen y
exámenes de prueba para evaluar mi progreso.
De forma similar, cuando me preparé para el GMAT, me compré una
docena de libros, incluyendo La guía oficial de preparación del GMAT, un
manual de 840 páginas con alrededor de 800 exámenes GMAT anteriores.
Cada libro cubría una parte específica del examen, tales como razonamiento
crítico, corrección de frases o análisis cuantitativo.
D. Crear un plan de aprendizaje
Preparar exámenes puede llevar meses o años. La única manera de
mantenerse constante y estudiar con regularidad es crear un plan de
aprendizaje específico.
Cuando estudié para el GMAT, me concedí un tiempo concreto para
prepararlo. Debo admitir que no recuerdo exactamente cuánto tiempo me
costó preparar el examen, pero fueron varios meses.
Marcar una fecha límite/apuntarse al examen
Más en concreto, necesitas ponerte una fecha límite y, si es posible,
apuntarte al examen. Algunos exámenes solo se pueden realizar una o dos
veces al año, así que tendrás clara la fecha límite. Otros exámenes, como el
GMAT o el TOEFL, se pueden realizar varias veces al año. Sin embargo, no
te recomiendo simplemente apuntarte a un examen y probar suerte.
Prepárate lo mejor que puedas y apúntate con la firme intención de
aprobarlo a la primera.
Crea un plan
Una vez que hayas marcado una fecha límite o te hayas apuntado al
examen, debes elaborar un plan de estudio. Por ejemplo, cuando estudié
para el GMAT, trabajaba a jornada completa, así que tuve que diseñar el
plan de aprendizaje en las horas fuera de mi jornada.
Alternativamente:
H. Ajusta tu aprendizaje
Por último, después de cada examen de prueba, pregúntate si necesitas
ajustar tu plan de aprendizaje. Dedica más tiempo y esfuerzo a las secciones
o preguntas que te cuestan más. Piensa en maneras de mejorar tu
rendimiento. Pide consejos de estudio a amigos y mentores.
No existen garantías, pero seguir estos pasos te ofrecerá la mejor
oportunidad de aprobar cualquier examen estándar al que te presentes.
Mensajes principales
Espero que este libro te haya sido útil. Te estaría muy agradecido si
pudieras dedicar un momento a dejar un comentario sincero en Amazon.
¡Gracias de nuevo por tu apoyo!
Thibaut
DOMINA TUS EMOCIONES
(EXTRACTO)
amazon.com/author/thibautmeurisse
thibaut.meurisse@gmail.com