Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Moisés Mérit
www.liceomerit.com
COPYRIGHT © 2021 MOISÉS MÉRIT
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, ni su
incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea
éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por
escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la
propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).
www.liceomerit.com
ÍNDICE
HACKEA TU MEMORIA
CÓMO TE PUEDE AYUDAR ESTE LIBRO
SOBRE EL LIBRO
1 EL CEREBRO Y EL APRENDIZAJE
1 ¿POR QUÉ TU CEREBRO HACE LO QUE HACE? LA CLAVE PARA VENCER A LA
PEREZA Y APRENDER.
2 EL SISTEMA DE RECOMPENSA Y CÓMO USARLO A TU FAVOR.
3 APRENDIZAJE ASOCIATIVO.
4 ONDAS CEREBRALES Y CÓMO SERVIRTE DE ELLAS.
5 LAS 4 ETAPAS DE LA COMPETENCIA.
2. SOBRE LA MEMORIA
1 LA CURVA DEL OLVIDO.
2 ETAPAS DE LA MEMORIZACIÓN
3 PROCESO DE MEMORIZACIÓN.
4 LOS PECADOS DE LA MEMORIA.
5 INFORMACIÓN MEMORABLE.
POST DATA
UNA COSA MÁS
El tomo que tienes entre tus manos, es el primero de la serie: Triunfa en los
Estudios, en la que te enseño, no solo a organizarte y planificarte, si no
también a entender el funcionamiento de la memoria para usarlo a tu favor y
comparto contigo el método de estudio que me sirvió para dejar de ser un
estudiante frustrado y convertirme en un estudiante exitoso. Para que tú
también puedas conseguirlo.
Mi objetivo inicial era crear un método de estudio que me permitiese
mantener y mejorar mis notas, reduciendo el esfuerzo que dedicaba a estudiar
para ganar en salud y ahorrar tiempo que podría dedicar a otras cosas. Una
vez me puse a ello y entrando un poco más al meollo, mi pretensión pasó a
ser: crear un método acorde al funcionamiento de la memoria, que respetase
los procesos mentales que sigue el cerebro para aprender. Con la finalidad de
que, de esa manera, estudiar me resultase más fácil y se convirtiese en un acto
tan natural como el moverse.
Eso me llevó a incurrir en numerosas lecturas sobre la memoria y el
aprendizaje y me percaté de que, conocer el funcionamiento de la memoria
era del todo útil y me ayudó a convertirme en un mejor estudiante.
Por eso, antes de comenzar con la exposición del método, quiero que
adquieras unas nociones elementales sobre cómo funciona la memoria para
que puedas entenderla.
Imagínate a la memoria como un baúl en el que guardas herramientas. Para
que ese baúl y su contenido cumplan su función, lo primero que te hace falta
es:
Conocer y comprender.
Registrar.
Acceder.
Y usar.
Dicho esto, conozcamos un poco más sobre la memoria.
CAPÍTULO 1
EL CEREBRO Y EL
APRENDIZAJE
1
¿POR QUÉ TU CEREBRO HACE LO QUE
HACE? LA CLAVE PARA VENCER A LA
PEREZA Y APRENDER.
Los seres humanos, al igual que otros seres vivos, aprendemos mediante la
asociación de estímulos. Que no es más que el hecho de establecer relaciones
entre dos o más elementos.
Es nuestra principal forma de aprendizaje cuando somos niños y de esta
manera descubrimos el mundo. Así hemos aprendido, por ejemplo: que
nuestros padres son los que nos dan sustento, que los pájaros vuelan, o a
identificar si acaba de salir el sol o se está poniendo, según si este se
encuentra en el este o el oeste.
Además de estímulos o elementos de nuestro entorno, podemos asociar ideas,
conceptos, pensamientos y cualquier tipo de información. De manera que
podemos servirnos de la asociación para memorizar. Si quieres saber más al
respecto, puedes buscar los artículos sobre técnicas de memorización en mi
blog.
La característica más importante y que ahora quiero destacar del aprendizaje
asociativo es que condiciona nuestra forma de actuar y puede generar
respuestas automáticas e inconscientes frente a los estímulos. Se conoce
como condicionamiento y, sin saberlo, puede que te esté ayudando o puede
que esté jugando en tu contra. Por eso mismo, voy a explicar cómo funciona
el condicionamiento para que puedas servirte de él. Vamos a distinguir entre
dos tipos:
CONDICIONAMIENTO CLÁSICO
El condicionamiento clásico no influye en tu comportamiento de forma
consciente, pero sí de forma inconsciente. Se da cuando estableces una
relación entre dos estímulos porque suceden de forma seguida en el tiempo.
De manera que sabes que, cuando se da el uno, pronto aparecerá el otro.
Una vez has realizado esa asociación, de manera inconsciente, desarrollas una
respuesta a dicho estímulo. Es decir, vas a crear una relación consecuente
entre un estímulo condicionante y un estímulo neutro o incondicionado, que
será condicionado por el primero, dando lugar a una respuesta por tu parte.
Esta respuesta es lo que se conoce como “reacción condicionada” y puede
darse incluso cuando el estímulo que la condicionó, no está presente. Lo
verás claramente a través del experimento del perro de Pavlov:
Pavlov se dio cuenta de que su perro comenzaba a salivar cuando le daba de
comer. Entonces, en su experimento hacía sonar una campana cada vez que le
ponía comida y descubrió que cuando la tocaba, aun si no le llevaba de
comer, el perro comenzaba a salivar. El perro aprendió a asociar el sonido de
la campana con la comida.
Fíjate, aun cuando la comida (estímulo condicionante) no estaba presente, el
perro empezaba a salivar (reacción condicionada) cuando escuchaba el
sonido de la campana (estímulo neutro condicionado).
CONDICIONAMIENTO OPERANTE.
El condicionamiento operante se da cuando asocias un comportamiento con
la consecuencia que tiene para ti. A diferencia del anterior, en el operante, la
consecuencia puede ser inmediata o demorarse. Un buen ejemplo es el que
compartí contigo cuando hablaba de la dopamina y el sistema de recompensa.
Esta forma de condicionamiento influye sobre la conducta y altera la
probabilidad de que una forma de actuar se repita en el futuro, o no. En
función de sus consecuencias, puede tomar forma de refuerzo; fortaleciendo
la conducta y elevando la probabilidad de que la vuelvas a realizar. O al
revés, forma de castigo; debilitando la conducta y multiplicando la
probabilidad de que no vuelvas a llevarla a cabo. Puede darse de 4 formas:
Este modelo define las diferentes fases por las que pasa cualquier individuo
que quiere aprender una nueva habilidad y mide el nivel de competencia
adquirido sobre la misma. Distingue 4 fases:
INCOMPETENCIA INCONSCIENTE.
Podría decirse, literal y llanamente, que el individuo es incompetente y no lo
sabe. Ignora la magnitud real del conocimiento que necesita para ejecutar una
actividad correctamente. Y, justamente por ese desconocimiento, no se
percata de sus carencias ni es consciente de que tan mal lo hace.
INCOMPETENCIA CONSCIENTE.
Cuando el individuo llega a un aula o investiga por su propia cuenta y se
expone a toda la información al respecto, se da cuenta de que, aprender esa
habilidad, requiere de más conocimiento y trabajo del que creía. Entonces, al
llevar a cabo la actividad, se percata de qué tan mal lo hace y empieza a
identificar qué factores tiene que mejorar. Ahora ya sabe que es
incompetente.
COMPETENCIA CONSCIENTE.
Ahora sabe cómo tiene que hacer las cosas y, tras mucha práctica y errores
cometidos, empieza a hacerlo bien. No obstante, para ello, necesita mantener
un nivel de concentración muy alto, pensar en lo que tiene que hacer y
esforzarse mucho. Ya es competente, pero necesita plena consciencia para
serlo.
COMPETENCIA INCONSCIENTE.
Después de mucho practicar, al fin, el individuo acumula tanta experiencia
que ejecutar esa actividad correctamente ya no le supone un esfuerzo, ni le
requiere devanarse los sesos. Es más, la tiene tan interiorizada que puede
realizarla por intuición, sin siquiera pensar en ello. Ya es competente, y serlo
le nace de forma inconsciente.
«»
Para darte ejemplos comunes, estas fases son las que recorres cuando
aprendes a conducir, a andar en bicicleta o cuando aprendes un idioma. Pasas
de no saber nada, a hacerlo con dificultad y esfuerzo, (pensando siempre en
lo que tienes que hacer y en cuál es el paso a seguir), hasta llegar al momento
en que lo haces sin pensar y de forma fluida, sin dificultad.
Conocer esto te puede servir de gran ayuda para estudiar materias de carácter
práctico. Para no desistir cuando ves que te cuesta lo indecible, que cometes
muchos errores y te resulta extremadamente difícil hacer bien la actividad
que estas aprendiendo. Porque sabes que, simplemente, te encuentras en una
fase temprana, y si no te rindes y sigues practicando, terminarás por
desarrollar destreza en la ejecución y alcanzar la máxima competencia.
CAPÍTULO 2
SOBRE LA MEMORIA
1
LA CURVA DEL OLVIDO.
“La curva del olvido” de Ebbinghaus, en la cual representa la velocidad a la que se olvida la
información tras su aprendizaje.
Gráfico en el que se representa cómo los repasos influyen en la curva del olvido.
2
ETAPAS DE LA MEMORIZACIÓN
El método de estudio que voy a compartir contigo se basa en las fases que
sigue la memoria al adquirir nuevos conocimientos. El proceso de
memorización consta de 3 etapas:
1. Codificación.
2. Almacenamiento.
3. Recuperación.
1. Sensorial.
2. A corto plazo.
3. A largo plazo.
Es necesario que al estudiar pases por cada una de estas fases. Un buen
método de estudio debe seguir un proceso que respete el natural
funcionamiento de la memoria humana. No debes de intentar adaptar tu
cerebro a formas de estudio complejas y antinaturales, sino utilizar sistemas
de estudio que respeten y se adapten al funcionamiento de tu memoria para
facilitar y acelerar el proceso de aprendizaje.
Conozcamos pues cada una de estas fases:
CODIFICACIÓN.
Se da en el momento del primer acercamiento a la materia, cuando la conoces
y tratas de comprenderla. En este punto los estímulos externos se transforman
en una representación mental de los mismos. Podría decirse que estás
traduciendo la información real a información mental.
En esta fase es muy importante la atención que prestas, la intensidad con que
procesas los estímulos, el ambiente o contexto en que lo haces y el
conocimiento del que dispones previamente, pues dichas variables influyen
directamente en cuánto recordarás, en qué recordarás y en cómo lo
recordarás.
ALMACENAMIENTO.
Se da en el momento de retener los nuevos conocimientos en la memoria.
Para ello, el cerebro relaciona los nuevos datos con la información que ya
posee, para determinar el lugar concreto de la memoria en que va a almacenar
esta nueva información.
El espacio de la memoria es algo así como el disco duro de tu ordenador: hay
un directorio raíz en donde se almacena toda la información. Esta, dentro de
él, se organiza en directorios y subdirectorios según la categoría.
Imagínate que en el escritorio de tu computadora tienes una carpeta llamada
Universidad, otra llamada Fotos y otra llamada Películas. Esta última la
tienes organizada en dos subcarpetas: Vistas y No Vistas. Cuando vas a
guardar una nueva película haces este camino: Películas > No Vistas >
añades la película. Pero no la guardas en la carpeta de fotos, pues estaría
fuera de lugar. Cuando vas a agregar un nuevo documento de apuntes de
Finanzas Corporativas de 3º de grado: vas a la carpeta Universidad, dentro de
ella seleccionas la subcarpeta del tercer curso y, una vez dentro buscas la
carpeta de la asignatura en concreto para volcar ahí el documento. Pero no
mezclas los archivos de diversa índole en cualquier lugar de tu computadora,
sería un completo caos. (Salvo si eres una persona desorganizada, entonces
posiblemente lo hagas).
Así, el cerebro organiza la información por categorías o conjuntos de
conocimiento, de manera que, cada nuevo dato lo ubica en el lugar que le
corresponde, con la finalidad de que te resulte más fácil y rápido acceder a él.
RECUPERACIÓN.
Se da en el momento en el que accedes a la información almacenada para
traerla a la mente consciente o darle uso.
Como dato a tener en cuenta, la memoria no representa los recuerdos de
forma exacta, conforme los almacenó, sino que los reelabora en el momento
de recuperar la información. Recordar no es abrir el archivo para recuperar un
texto que ya conoces y leerlo de nuevo. Es coger una hoja en blanco y tratar
de escribirlo otra vez. Puedes contar lo mismo y escribir algo muy parecido,
pero no reproducirás con exactitud las mismas palabras del original.
Al igual que en el texto reescrito rellenas el hueco de las palabras que no
recuerdas haber utilizado en el primero. El cerebro, rellena los huecos de la
memoria para dar sentido a los recuerdos. Esto te puede hacer caer (en
muchas ocasiones) en el error de extraer conclusiones equivocadas e incluso
afirmar cosas que nunca han sucedido. Y por eso no es tan raro encontrarse a
alumnos dando respuestas y argumentaciones absurdas en sus exámenes.
Bueno, por eso y por qué hay personas que no se molestan ni en abrir los
libros.
Aquí radica la importancia de dar una estructura adecuada a los datos. Como
estudiante tratarás de organizar y estructurar la información de forma que
facilites a tu cerebro el almacenarla correctamente para que le sea más fácil
acceder a ella y rememorarla.
3
PROCESO DE MEMORIZACIÓN.
MEMORIA SENSORIAL.
Está relacionada con los sentidos y se trata del primer contacto con la
información a través de ellos. Se encarga de registrar sensaciones tales como:
olores, sonidos, tacto, sabores, imágenes…
En esta fase, la información se retiene durante muy pocos segundos y,
rápidamente, se envía al siguiente nivel de memoria.
Pero muchos datos nunca llegan a ir más allá de esta fase, ya que a diario nos
exponemos a infinidad de ellos y procesarlos o memorizarlos todos a largo
plazo sería un malgasto de energía innecesario. Por eso, el cerebro es
selectivo para con los datos que retiene. Los que no considera relevantes, los
desecha.
Memoria episódica.
Es la encargada de registrar tus experiencias personales y los hechos de la
vida cotidiana, además de tu conocimiento personal y autobiográfico.
Todo lo relacionado a ti mismo. Se organiza cronológicamente.
Memoria asociativa.
En la memoria asociativa, el aprendizaje se lleva a cabo en base a la
asociación de estímulos. Por ejemplo, sabes que si metes la mano en una
hoguera te vas a quemar. Para tu cerebro existe una relación entre el fuego,
la quemadura y el dolor, entendiendo este último estímulo como
consecuencia.
Memoria no asociativa.
La memoria no asociativa es aquella que, para registrar el recuerdo en la
memoria, se sirve de la repetición de acciones de forma secuencial. El
conocimiento se va automatizando con la práctica, hasta llegar a un punto
en el que puedes ejecutar una acción sin pensar en cómo hacerlo. Por
ejemplo, es lo que sucede cuando aprendes a conducir o andar en bicicleta.
«»
Tu objetivo al estudiar consiste en almacenar los conocimientos en tu
memoria a largo plazo. Y aquí es done topamos con uno de los principales
problemas de “chapar” o “embotellar” lo que dice el libro de texto en los días
previos al examen. Ese ejercicio de memorización literal, forzada y repetitiva
solo sirve para retener la información en tu memoria a corto plazo. Al día
siguiente, en el examen, recordarás realmente poco y tan escasa como tu
recuerdo será tu comprensión sobre el tema.
4
LOS PECADOS DE LA MEMORIA.
DE OMISIÓN.
Suceden en el momento de evocar un recuerdo y se traducen en la
incapacidad para conseguirlo. Estos pueden ser tres. Son los que más influyen
a la hora de estudiar y, por tanto, en los que te vas a centrar en paliar.
TRANSITORIEDAD.
Se trata de la pérdida de memoria con el paso del tiempo. Conforme este
avanza, los recuerdos se debilitan y deterioran. Por eso se recuerdan mejor
los eventos recientes que los pertenecientes a un pasado lejano.
Este deterioro es provocado por las interferencias, que pueden ser de dos
tipos:
Proactiva: cuando la información antigua te impide recordar la
información nueva.
Retroactiva: cuando la información nueva te inhibe de recordar
información antigua.
BLOQUEO.
Seguro que en más de un examen te has visto tratando de recordar la
respuesta a una pregunta, pero sin éxito alguno. Eres consciente de que
sabes la respuesta, la rebuscas desesperadamente en las profundidades de
tu cerebro, mas no la encuentras. Sin embargo, es posible que más
adelante, horas o incluso días después, esa respuesta venga a tu cabeza
como por arte de magia. Este suceso tan frustrante es un bloqueo y ocurre
cuando, mientras tratas de recordar algo, incurre otro recuerdo en tu
memoria.
No existe una fórmula mágica para evitar los bloqueos, pero sí es cierto
que, mantener tu sistema nervioso calmado y relajado, puede reducir las
posibilidades de que suceda.
Cuando llegues a una pregunta cuya respuesta conoces, pero no consigues
recordar, pasa a la siguiente y deja esta para el final, o para cuando se te
aparezca la respuesta. Si por el contrario continúas buscándola sin éxito,
entrarás en un estado de frustración que te dificultará mucho desbloquear
el recuerdo. Además de que te hará perder tiempo en el examen. Déjala
para el final y enfréntate a ella cuando estés más tranquilo.
DE COMISIÓN.
En este caso sí se tiene acceso al recuerdo, pero este es incorrecto o no es del
todo veraz. Esto se debe a que se dio un fallo durante el momento de su
codificación, o porque se modificó de forma inconsciente.
ATRIBUCIÓN ERRÓNEA.
Es muy habitual. Se trata de la asignación de un recuerdo a la fuente
equivocada. Es decir, evocas el contenido de la información con fidelidad,
pero fallas al recordar el origen de esa información. Por ejemplo, es
posible que percibas como nuevo algo que ya conocías previamente o que
es muy similar. O que atribuyas un hecho que presenciaste a la persona
equivocada.
SUGESTIBILIDAD.
Se incorpora información errónea a la memoria. Se implantan nuevos
recuerdos falsos a los originales o se modifica el original, mediante
preguntas, sugestiones o engaños.
SESGO.
Es la distorsión de los recuerdos producida por tus conocimientos y
creencias actuales. Sucede de forma inconsciente. Sin darte cuenta, editas
y modificas tus recuerdos pasados en función de lo que sabes ahora y
también para adaptarlos a tu visión actual de ti mismo.
«»
El conocimiento de estos pecados te puede ayudar a percatarte de cuando
estés incurriendo en alguno de ellos y, así, evitar sus efectos negativos.
Cuando se trata de estudiar, presta especial atención a los tres primeros y
aplica desde hoy mismo los consejos que te doy para impedir que te afecten
negativamente.
5
INFORMACIÓN MEMORABLE.
EN UN CONTEXTO FAVORABLE.
Y por contexto entiéndase tu entorno físico, tus relaciones y tu estado
mental. Entonces, aprenderás más rápido y memorizarás mejor estudiando
en entornos tranquilos, carentes de ruidos o distracciones que puedan
entorpecer tu concentración; y también, a nivel personal, la ausencia de
estrés o presión extrema (propia o impuesta por otras personas), la actitud
y el estado de ánimo.
EL SENTIDO.
Cómo vimos antes en el presente libro, tu cerebro invertirá mayor energía
en aprender aquello para lo que ve una utilidad clara y un beneficio
evidente. Dar sentido a lo que estudias y entender de qué modo lo puedes
aplicar en tu vida, influirá positivamente en la calidad de tu memoria.
LA INFORMACIÓN INICIAL.
El cerebro recuerda mejor los datos a los que se expone al principio de la
sesión de estudio, que los que se encuentra en transcurso de la misma.
Igualmente, recuerda mejor la información que encabeza una lista o un
texto. Por ejemplo: es por eso que cuando alguien te da su número de
teléfono recuerdas mejor los números iniciales. Esto es lo que se conoce
como principio de primacía y complementario a este, es el siguiente.
LO FAMILIAR Y CONOCIDO.
El cerebro tiende a recordar con mayor facilidad aquello que te resulta
familiar o que te recuerda a algo que ya conoces. Por ejemplo: es fácil que
recuerdes una fecha o una cita si coincide con el cumpleaños de tu madre.
LO NOVEDOSO.
Aunque parezca contradecir el punto anterior, es realmente cierto. Es más
fácil recordar aquello que te llama la atención porque es nuevo para ti y te
despierta curiosidad.
EXTRAVAGANTE O ATÍPICO.
Relacionado con el punto anterior, aquello que te llama la atención por ser
totalmente diferente a lo conocido y por salirse de lo común, por ser raro,
extraño o incluso absurdo, es fácil de recordar. Justamente, porque te
resulta chocante. En cambio, los hechos comunes y cotidianos, a los que te
expones en tu día a día, los olvidas con facilidad.
LA ACCIÓN.
Es más fácil recordar sucesos, hechos con sonidos, imágenes y
movimientos que un montón de números o palabras escritas en un papel.
Está muy relacionada con la anterior. Se trata de información que, además
de poder recrear una imagen nítida de ella en tu imaginación, puedes
visualizarla en movimiento y ejecutando una acción. También te resultará
muy útil para facilitarte el recordar datos abstractos.
LA INFORMACIÓN EMOCIONANTE.
Los seres humanos recordamos mejor aquello que despierta emociones en
nosotros, a más intensas mejor e independientemente de que sean positivas
o negativas. Puede ser porque te conmueve, te divierte, te provoca pánico,
te asusta, te entristece, te excita, te sorprende… y un largo etcétera. Dos
buenos ejemplos son los que mencioné al hablar de datos significativos
para ti: tu primer beso o la muerte de un ser querido, seguramente los
recuerdes a la perfección.
CAPÍTULO 3
CREAR EL HÁBITO DE
ESTUDIO
1
CÓMO CREAR EL HÁBITO DE ESTUDIAR
EN TU MEJOR MOMENTO DEL DÍA. Y
CÓMO IDENTIFICAR ESE MOMENTO.
Los ritmos circadianos son las oscilaciones en las variables biológicas que se
dan en los seres vivos en un plazo aproximado de 24 horas, influidos
directamente por factores externos y ambientales.
De una forma más cercana, podría decirse que el cuerpo se adapta a los
cambios del ambiente en que se encuentra. Por ejemplo, el ciclo de luz
influye en los parámetros biológicos incidiendo en el estado de sueño-vigilia,
de manera que te provoque sueño cuando cae la noche y te mantenga
despierto durante el día.
Entonces, los niveles de energía, entre otras cosas, se mueven a ritmos
variables que se establecen en un ciclo que se repite cada 24 horas
aproximadamente, de manera que, al día siguiente, se repetirán estos ritmos
de forma muy similar.
Otros factores que también influyen son los horarios del trabajo o de las
clases, las rutinas, los horarios de las comidas, la hora para levantarse y
acostarse… etc. Mantener estos factores constantes hará que tu ciclo
circadiano se mantenga de manera muy parecida todos los días, sin embargo,
los cambios en estos factores pueden alterar completamente tus ritmos. Lo
cual puede descalabrar totalmente tus horarios y hacer que necesites una
readaptación para acondicionarte a tus nuevos hábitos.
Si tienes por rutina estudiar en determinado momento del día, esto influirá
sobre tus ciclos como una variable más y hará que, llegada la hora, tu cuerpo
se adapte a lo que sabe que ha de venir; la sesión de estudio.
Ahora bien, en función de todo lo anterior, cada persona tiene su pico de
atención y energía en momentos diferentes del día. Pudiendo ser distinguidos
en dos variantes: Las nocturnas y las diurnas. A esto se le llama cronotipo.
3
CÓMO IDENTIFICAR TU CRONOTIPO.
Tienen más energía en las horas finales del día, especialmente por
la noche.
Se acuestan tarde, de la 1 de la madrugada en adelante.
Se levantan tarde y les cuesta madrugar.
Se estima que son entre un 20% y un 25% de la población.
TEMPERATURA ADECUADA.
Mantén una temperatura agradable, tirando a fresca. El calor es enemigo
del buen sueño.
INFUSIONES RELAX.
Tomar una tila u otra infusión relajante en la hora previa a irte a dormir te
puede ayudar a conciliar el sueño.
NO TE DES A LA HOLGAZANERÍA.
Si te pasas los días haciendo nada, dormirás peor. Cuando llevas un ritmo
de vida activo y llegas a la cama cansado/a, te resulta más fácil conciliar el
sueño.
2
CONTROLA TU NIVEL DE ESTRÉS PARA
DAR LO MEJOR DE TI.
Mala memoria.
Dificultad para la concentración.
Dolor de cabeza y dolores en general.
Cansancio.
Nerviosismo.
Falta de sueño o necesidad de dormir demasiado.
Problemas sexuales.
Problemas intestinales.
Inestabilidad emocional.
Pérdida de pelo, ganancia de peso… etc.
Todos estos son síntomas de estar padeciendo distrés, y, la mayoría de ellos,
además de atentar contra tu salud, te van a complicar las cosas al estudiar. Si
se prolonga este estado de estrés durante la etapa de exámenes, ten por seguro
que tu aprendizaje y tus notas no van a ser lo que podrían ser.
TU ENEMIGO: EL CORTISOL.
El cortisol es ese compañero de baile que siempre te pisa los pies. Las cosas
nunca salen del todo bien cuando está contigo. Es conocido como “la
hormona del estrés” y, como bien lo describe ese apodo, es la hormona que
segrega tu sistema nervioso en situaciones de estrés.
Cuando el cortisol se encuentra en niveles muy elevados disminuye tu
capacidad para retener y recordar información, tienes lapsus más a menudo y
se te olvidan cosas fácilmente. En consecuencia, requieres más tiempo y
esfuerzo para aprender. Por si fuera poco, puede aplacar tu capacidad
intelectual en general, afectar a tu calidad de sueño, disminuir tu
concentración y debilitar tu estado de ánimo.
Lo peor de todo es que actualmente, la vida en el siglo XXI puede llegar a ser
realmente estresante. Cualquier estudiante puede corroborarlo cuando se
acercan los exámenes. No en vano, un alto porcentaje de población sufre de
problemas nerviosos, de estrés y de algún grado de ansiedad, llegando incluso
a padecer depresión.
AMINOÁCIDOS.
Mantener una dieta rica en aminoácidos es imprescindible. Como
estudiante te interesa saber que estos son necesarios para que se dé
correctamente la transmisión de información entre neuronas, pues de ellos
depende la creación de neurotransmisores. En consecuencia, son de vital
importancia para la memoria, concentración y aprendizaje. Los puedes
encontrar principalmente en productos de origen animal y en frutos secos,
así como en algunas legumbres, aunque en menor medida. En síntesis, en
todos los alimentos ricos en proteína. De entre todos ellos destaca el
huevo, porque contiene todos los aminoácidos esenciales. También los
puedes encontrar en carnes y pescados, lácteos, cacahuetes, nueces,
guisantes, habas o garbanzos.
ANTIOXIDANTES.
Tales como: Vitamina A, C, E; flavonoides, polifenoles, selenio,
magnesio… Todas las anteriores, entre otras, son substancias con
propiedades antioxidantes cuya función es prevenir el daño celular, lo que
se traduce en un menor riesgo de desarrollar enfermedades de todo tipo.
Además, algunos de los mencionados, como los flavonoides, también se
los relaciona con una memoria más sana. Se pueden encontrar en una
amplia variedad de frutas (arándanos, naranjas, sandía), vegetales
(guisantes, lentejas, brócoli, espinacas, zanahorias, tomates), huevos,
lácteos, frutos secos, chocolate negro y cereales integrales.
OMEGA 3.
Teniendo en cuanta que algunos de los elementos principales en la
composición del cerebro son los AGPCL (ácidos grasos poliinsaturados de
cadena larga), no es de extrañar que la carencia de omega 3 esté
relacionada con un menor desempeño cerebral. Es necesario mantener
niveles adecuados de este ácido graso para posibilitar un buen aprendizaje,
concentración y memoria. Puedes encontrarlo en pescados, frutos secos y
semillas. Algunos ejemplos de alimentos ricos en omega 3 son: sardina,
atún, salmón, cacahuete, aguacate, nuez y almendra.
AMINOÁCIDOS.
Huevo.
Carne: cerdo, pollo, ternera, pavo… (hay mucho en donde elegir).
Pescado: los que más te gusten.
OMEGA 3:
Pescado: atún, sardina, salmón…
Frutos secos: nuez, almendra…
Aguacate.
ANTIOXIDANTES.
VITAMINA B:
CARBOHIDRATOS:
¡Mi enhorabuena por haber llegado al final del libro! Has dado el primer paso
para convertirte en un mejor estudiante y, al mismo tiempo, no dejar escapar
los mejores años de tu vida entre apuntes y dolores de cabeza.
AHORA YA SABES:
Para terminar, quiero decirte que, ahora que conoces cómo funciona la
memoria y el cerebro en cuanto al aprendizaje se refiere, puedes aplicar lo
que has aprendido en este libro para mejorar tu rendimiento intelectual. Sin
embargo, si solo te quedas con esto, no estarás sacando el máximo provecho
a tu capacidad de estudio. Para conseguirlo necesitas dos cosas: