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En primer lugar, las Fuerzas Armadas tuvieron como objetivo poner en marcha un
Proceso de Reorganización Nacional para responder al caos y al futuro incierto de la
argentina. Este proyecto fue anunciado el mismo día del golpe, el 24 de marzo de
1976, en la Proclama de la Junta de Comandantes, un discurso que permitió legitimar
su intervención. El objetivo de los militares “procesistas” parece entonces diferente del
de los golpes precedentes puesto que las FFAA tenían la intención de reconstruir el
Estado y la sociedad de arriba abajo.
A largo plazo, el fin era instaurar una democracia estable e insertar a las FFAA en el
sistema político. A corto plazo, implementar una reforma económica propuesta por
Martinez de Hoz - esta aseguraría la apertura del mercado y un rol mínimo del Estado
- y el disciplinamiento social, es decir la represión de las organizaciones guerrilleras; y
la modificación del comportamiento de los actores políticos y gremiales.
1. El gobierno de Videla
Videla fue el comandante en jefe del Ejército e integrante de la Junta Militar; llegó al
poder el 29 de marzo de 1976. Puso en marcha la distribución de poderes con la
denominación del “cuarto hombre”, sosteniendo que el presidente de la Nación no
puede ser al mismo tiempo integrante de la Junta Militar. En su periodo hizo tres
reformas: dos sobre aspectos militares y una sobre las fuerzas civiles. Según el
documento “Bases políticas de las Fuerzas Armadas para el Proceso de
Reorganización Nacional”, se empieza a poner en marcha el proyecto nacional ideado
desde el Ministerio de Planeamiento, por el general Diaz Bessone. La idea era crear
un proyecto de corte corporativista para alumbrar, al futuro, una “nueva republica”. Al
mismo tiempo se puso en marcha el plan de reforma económica ideado por Martinez
de Hoz. Así se puso de relieve una primera contradicción al interior de las Fuerzas
Armadas, entre un plan liberal y un plan nacionalista.
Por otro lado, para asegurar el orden autoritario, Videla intentó poner en marcha una
coalición cívico-militar que se llamaría Movimiento de Opinión Nacional (partido oficial)
con el propósito de crear una “unidad nacional”. El desarrollo de esta propuesta se
haría según dos núcleos centrales: el dialogo para organizar el consenso y la
renovación de la clase dirigente. Sin embargo en los documentos oficiales no fue
mencionada la idea de un partido oficial sino un sistema político pluripartidista. Con
esta convergencia cívico-militar, las competencias de las FFAA en el futuro orden
institucional serían: la conducción estratégica nacional, la seguridad nacional y la
defensa de la Constitución Nacional.
Durante el gobierno de Videla, se demostró que sus estrategias militares para difundir
el régimen fueron ineficaces, lo que produjo una crisis del proyecto fundacional y
empezó una crisis interna que debilito al Estado Autoritario.
2_ El gobierno de Viola
Roberto Viola llegó al poder el 29 de marzo de 1981, pero su entrada en el gobierno
envenenó los conflictos dentro de las FFAA. Su gobierno ofreció una apertura:
política, por una parte, con el reconocimiento de la viabilidad de los partidos políticos;
pero también económica, con el rechazo de la reforma de Hoz. Además realizó una
leve apertura cultural. Esta “apertura limitada” se basó en 4 puntos:
- Mayor libertad de expresión
- Liberación de Isabel Perón
- Consulta con los partidos (no únicamente con los hombres que compartieran a la
filosofía política del gobierno)
- Mayor participación de los civiles en el gabinete nacional.
No obstante, esta apertura se entabló en el marco de una relación áspera entre el
gobierno y los militares, generando una crisis institucional. De repente se anunció que
el presidente Viola tenía una dolencia, pero para el público pareció más bien una
“enfermedad política”. Así fue que dejó en el poder a su Ministerio del interior, Liendo.
Al mismo tiempo los “duros” de la FFAA apoyaron la candidatura de Leopoldo
Fortunato Galtieri, y antes de que retornara Viola, la Junta Militar le pidió que
presentara su renuncia. Así terminó la crisis institucional.
3- El gobierno de Galtieri
Galtieri llegó al poder el 22 de diciembre de 1981. Con él se terminó la idea del “cuarto
hombre”, porque retuvo al mismo tiempo el cargo de comandante en jefe. El nuevo
presidente estaba a favor de un retorno a la ortodoxia liberal, a las bases del proceso
y a la autoridad de la figura presidencial. Su gobierno tuvo que recomponer el
proyecto del Estado Autoritario debilitado por el fracaso económico y el desprestigio
de las FFAA. Galtieri propuso una estrategia basada en cuatro ejes principales:
- Plan de ajuste estructural
- Acercamiento con EEUU
- Creación de un nuevo partido inspirado por el Estado
- Ocupación de las Islas Malvinas.
Su idea era recomponer “la filosofía política y la economía del Proceso”.
El cuarto punto de su estrategia se puso en marcha cuatro meses después de su
nombramiento. La dictadura tenía la urgencia de relegitimar el Estado y recomponer el
consenso social. Así fue que el dos de abril las tres fuerzas desembarcaron en las
Islas Malvinas. Luego de dos meses, el catorce de junio, se rendirían, ante un total
fracaso de los FFAA. Al día siguiente Galtieri anunció su renuncia. Gracias a esta
negligente y suicida aventura militar, Argentina tiró por la borda años de labor
diplomática que le hubieran permitido aumentar considerablemente sus
probabilidades de recuperar las islas.
4- El gobierno de Bignone
El contexto del gobierno militar no podía ser peor. Después de un cuestionamiento
sobre la sucesión, asumió Bignone. Su gobierno fue uno más de transición. La
capacidad de los FFAA para negociar la transferencia de poder era limitada.
Antes de su autodisolución, la Junta Militar exigia un doble acuerdo: no ser culpados
por la guerra sucia y asegurar su insercion en el futuro gobierno civil.
En primer lugar veremos el caso de los partidos políticos. Durante los tres primeros
años del golpe estuvieron en un letargo profundo. El gobierno acudió a ellos porque
los consideró útiles para forjar un consenso social, pero este intercambio se limitó a
los que compartían la filosofía del gobierno militar. En diciembre 1978 la oposición
política empezó a alinearse con la oposición sindical en la “Comisión de los 25”,
contra la política económica del gobierno.
En segundo lugar, surgieron organizaciones de lucha en contra de las violaciones a
los derechos humanos, pero la opinión pública en general fue indiferente a estas
problemas, tal como lo demuestra el mundial de futbol de 1978. Por su parte, la Iglesia
denunció los daños provocados por la reforma economica en la poblacion, sin
embargo no criticó los de la lucha antisubversiva.
Entre 1978 y 81 sucedieron algunas manifestaciones publicas en contra del Estado
autoritario. Se formó la Multipartidaria, nacida del radicalismo, que agrupaga a la
totalidad de los PP, los sindicatos y las entidades empresariales, a fin de abrir
negociacion con un sector de las FFAA. Esta iniciativa tuvo buen impacto en la
sociedad, mientras que las FFAA lo vieron como una “alianza antidictadorial”.
Finalmente, los actores civiles, políticos y gremiales se despertaron. Tarde, pero con
mayor poder político y consenso.