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(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.

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(S. II - Tomo 4: 133/168)


_____ Salta, 16 de diciembre de 2022. ____________________________
_____ Y VISTOS: Estos autos caratulados “A., M. Á. — RECURSO DE
INCONSTITUCIONALIDAD PENAL” (Expte. Nº CJS S-II 40.413/19), y ____
____________________________CONSIDERANDO: ________________________
_____ Las Dras. Sandra Bonari y Adriana Rodríguez Faraldo,
dijeron: _________________________________________________________
_____ 1º) Que a fs. 559/576 vta. el Dr. Walter Atilio Díaz, en
ejercicio de la asistencia técnica de M. Á. A., interpone recurso
de inconstitucionalidad contra la resolución de la Sala IV del
Tribunal de Impugnación de fs. 544/550 vta. ______________________
_____ Reseña que la Sala V del Tribunal de Juicio del Distrito
Judicial del Centro condenó a su defendido a la pena de catorce
años de prisión por resultar autor material y penalmente
responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo
mediando circunstancias extraordinarias de atenuación (arts. 80
inc. 1º y último párrafo, 40 y 41 del Código Penal; v. veredicto
de fs. 379 y vta. y fundamentos de fs. 384/398 vta.); en tanto la
Sala II del Tribunal de Impugnación, al hacer lugar parcialmente
al recurso de casación deducido por la fiscalía, le impuso la pena
de diecinueve años de prisión (art. 80 inc. 11 y último párrafo
del Código Penal; v. resolución de fs. 447/450, aclarada a fs. 453
y vta.). _________________________________________________________
_____ Añade que, contra esa decisión, solamente su parte interpuso
recurso de inconstitucionalidad (v. fs. 461/471 vta.), al que esta
Corte acogió favorablemente y, en su mérito, declaró la nulidad de
la resolución impugnada y ordenó que bajen los autos a la Sala del
Tribunal de Impugnación que corresponda a los fines de la emisión
de un nuevo pronunciamiento (v. fs. 500/503 vta.). _______________
_____ Recuerda que, finalmente, el “a quo” resolvió –en lo que
aquí interesa– hacer lugar al recurso de casación interpuesto por
el Ministerio Público Fiscal y condenó a su asistido por resultar
autor material y penalmente responsable del delito de homicidio
agravado por el vínculo y por tratarse de violencia de género
(arts. 80 incs. 1º y 11 del Código Penal), manteniendo la pena de
diecinueve años de prisión impuesta en el pronunciamiento
previamente declarado nulo, lo que motiva –en definitiva– el
remedio ahora instado. ___________________________________________
_____ Expresa que el fallo recurrido resulta formalmente inválido
y arbitrario, y vulnera las garantías de debido proceso, defensa
en juicio, doble conforme y legalidad. ___________________________
_____ Sostiene que el tribunal de alzada incumplió con las mandas
procesales que rigen su función, incurriendo en los vicios que
debiera controlar y tergiversando las pruebas que menciona sin
agotar la capacidad de revisión. _________________________________
_____ Afirma que la aplicación de la agravante de femicidio fue
solamente justificada a través de una fundamentación aparente por
incurrir en la falacia de petición de principio al señalar que “de
la estructura de poder que sostiene la relación inequitativa de
los géneros provienen situaciones de extrema violencia, que en
casos como el aquí tratado concluyen con la muerte de una mujer”.
_____ Critica que la resolución impugnada se limita a enunciar y
describir de modo genérico las medidas de prueba producidas, sin
explicar su incidencia para acreditar que existió violencia de
género. __________________________________________________________
_____ Puntualiza que el tribunal “a quo” se circunscribió al
análisis de dos elementos probatorios: el informe social y el
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testimonio de C. C., especulando sobre una mera hipótesis de lo


sucedido al afirmar que primaba sobre su asistido “la idea de
posesión sobre la mujer y el consecuente desprecio a sus
sentimientos y derechos”. _________________________________________
_____ Asevera que, al contrario de lo sostenido por el Tribunal de
Impugnación, el mencionado informe fue ratificado en la audiencia
de debate tanto por la asistente social que lo confeccionó como
por los testigos que declararon, y que resulta categórico y
medular para entender y valorar las condiciones en que ocurrieron
los hechos, lo que le permitió al tribunal de juicio concluir
correctamente que A. actuó bajo circunstancias extraordinarias de
atenuación. _______________________________________________________
_____ Denuncia que en la resolución cuestionada se confunde la
vulnerabilidad propia de un contexto de violencia de género con la
resultante de una situación en la que se encuentra una persona
inerme que se enfrenta a un sujeto armado. ________________________
_____ Reprocha que se afirme que la puerta de la habitación donde
ocurrió el homicidio estaba “con seguridad” pues se probó que se
encontraba cerrada con un trozo de madera carente de virtualidad
para significar un serio obstáculo para ingresar. _________________
_____ Reitera que se violaron los principios lógicos de no
contradicción y razón suficiente al omitirse explicitar las
pruebas que llevaron a concluir que se configura la agravante
cuestionada. ______________________________________________________
_____ Postula que el informe social no solo da cuenta de la
historia de vida de A., con sus miserias y virtudes, sino de la
relación con las mujeres con quienes mantuvo vínculo matrimonial y
en particular con la víctima, que impele a considerar forzosamente
que se trató de un homicidio en el que mediaron circunstancias
extraordinarias de atenuación. ____________________________________
_____ Señala que el tribunal “a quo” incurre en un falso
razonamiento al adjudicar pretorianamente el pensamiento “si no
sos mía no sos de nadie” a su asistido como muestra de un señorío
que pensaba que ejercía sobre la vida de la víctima y concluir en
que el hecho cometido fue un femicidio. ___________________________
_____ Finalmente censura que se le otorgue ultraactividad al
pronunciamiento de la Sala II del Tribunal de Impugnación
declarado nulo y considera que ello conduce a una innecesaria e
ilegal aplicación del principio que prohíbe la “reformatio in
peius”. ___________________________________________________________
_____ Resalta que su parte no interpuso recurso de casación alguno
contra la sentencia dictada por el tribunal de juicio, por lo que
la nulidad ordenada por esta Corte a fs. 500/503 vta. fue respecto
a la totalidad del fallo recurrido y, en ese aspecto, el tribunal
“a quo” no tenía la obligación de respetar la condena nula por
diecinueve años, sino que debía considerar la calificación legal
atribuida por la Sala V del Tribunal de Juicio y emitir un nuevo
pronunciamiento corrigiendo la arbitrariedad, no reiterándola. ____
_____ Concluye solicitando que se anule la resolución impugnada y
se confirme la sentencia de primera instancia que impuso una
condena de catorce años de prisión a su defendido. ________________
_____ 2º) Que a fs. 585/587 el Fiscal ante la Corte Nº 1 considera
que la presentación de la defensa no contiene agravios suficientes
que demuestren la existencia de una cuestión constitucional ni
arbitrariedad, por lo que corresponde rechazar el recurso de
inconstitucionalidad. _____________________________________________
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_____ 3º) Que a fs. 588 se llaman autos para resolver, providencia
que se encuentra firme. __________________________________________
_____ 4º) Que otorgada la correspondiente intervención a todos los
interesados, en tanto que el recurso fue oportunamente concedido
(v. fs. 578/579 vta.), previo a expedirse sobre los motivos
invocados por el impugnante, incumbe a esta Corte efectuar un
nuevo control de los recaudos de orden formal a los que la ley
subordina su admisibilidad (arts. 527 del C.P.P., 4º inc. c de la
Ley 7797 y 36, ap. IV, de la Ley 7716). __________________________
_____ A ese respecto, se observa que ha sido presentado en término
y por parte legitimada (v. fs. 551/554 y 576 vta.), además la
resolución recurrida es una sentencia objetivamente impugnable y
los motivos expuestos encuentran adecuación legal (cfr. arts. 173
y 554 del C.P.P.); en consecuencia, el recurso interpuesto deviene
formalmente admisible y corresponde examinar su fundabilidad. ____
_____ 5º) Que esta Corte tiene dicho en reiteradas oportunidades
que el recurso de inconstitucionalidad local ampara acabadamente
el derecho a la doble instancia (cfr. Tomo 208:425; 210:441;
231:385, entre otros). En efecto, resulta la vía vertical apta
para posibilitar un control amplio de la primera condena o del
agravamiento de la pena inicialmente impuesta. ___________________
_____ La materia que se suscita en autos resulta extensiva a todos
aquellos supuestos en que un tribunal revisor ejerce su
competencia para revocar una absolución y condenar al imputado o
agravar la pena, lo que es conocido como “casación positiva”, en
la que evita el juicio de reenvío y autoriza a los jueces a
resolver conforme a la ley que declaran aplicable. _______________
_____ Ello es así por cuanto el art. 8.2.h de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos consagra el derecho del imputado
de recurrir el fallo ante juez o tribunal superior; a su vez, el
art. 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
establece que toda persona declarada culpable de un delito tendrá
derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya
impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme lo
prescripto por la ley. Ambos tratados fueron receptados en el
derecho interno, en virtud de lo dispuesto en el inc. 22 del art.
75 de la Constitución Nacional y en los estándares emanados de
fallos de la Corte Federal, como son los derivados de sus
precedentes “Giroldi” (Fallos, 318:514), “Casal” (Fallos,
328:3399) y “Duarte” (Fallos, 337:901), entre muchos otros. Lo que
se espera en concreto de la instancia recurrida es que, realizado
su máximo esfuerzo, revise todo aquello que de hecho sea posible
revisar. _________________________________________________________
_____ 6º) Que en búsqueda de soluciones procesales viables para
dotar de efectividad al derecho a la vía recursiva en supuestos de
casación positiva contra el acusado, conviene recordar que la
Corte Interamericana en el caso “Norín Catrimán” (sent. del
25/5/14, Serie C, Nº 279, párrs. 269 y 270) sistematizó los
requisitos que, de acuerdo a la jurisprudencia anterior de ese
mismo tribunal, tiene que reunir un recurso para garantizar
adecuadamente el derecho reconocido por el art. 8.2.h de la CADH:
tratarse de un recurso ordinario (lo que implica que debe ser
garantizado “antes que la sentencia adquiera la calidad de cosa
juzgada, pues busca proteger el derecho de defensa evitando que
quede firme una decisión adoptada en un procedimiento viciado y
que contenga errores”); accesible (las formalidades que los
ordenamientos procesales exijan para su admisión “deben ser
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mínimas y no deben constituir un obstáculo para que el recurso


cumpla con su fin de examinar y revisar los agravios”); eficaz
(debe ser “un medio adecuado para procurar la corrección de una
condena errónea”); que permita un examen o revisión integral del
fallo recurrido (“debe permitir que se analicen las cuestiones
fácticas, probatorias y jurídicas en que se basa la sentencia
impugnada”); que respete las garantías mínimas (que “resulten
pertinentes y necesarias para resolver los agravios planteados por
el recurrente, sin que ello implique la necesidad de realizar un
nuevo juicio oral”); y –en lo que aquí interesa– que esté al
alcance de toda persona condenada. ________________________________
_____ En esa misma línea, aquella Corte, en el caso “Herrera Ulloa
vs. Costa Rica” (sent. del 2/4/04, Serie C, Nº 107), despejó el
camino hacia la búsqueda del concepto del “derecho al recurso” tal
como debe ser entendido hoy en día, al declarar que “la
posibilidad de recurrir el fallo debe ser accesible, sin requerir
mayores complejidades que tornen ilusorio ese derecho” (párr.
164); y añadió, “independientemente de la denominación que se le
dé al recurso existente para recurrir un fallo, lo importante es
que dicho recurso garantice un examen integral de la decisión
recurrida” (párr. 165). ___________________________________________
_____ Resta señalar que la negativa a un control casatorio extenso
de la primera condena o del agravamiento de la pena inicialmente
impuesta, por la sola circunstancia de ser pronunciada por el
Tribunal de Impugnación, reflejaría una violación del principio de
igualdad ante la ley (arts. 16 de la Constitución Nacional y 13 de
la carta Magna Provincial) toda vez que el condenado por un
tribunal o juez de juicio –de primera instancia– se encontraría en
una mejor posición, al asegurársele el derecho al recurso en
términos más amplios que a aquél. Asimismo, el titular de la
acción penal gozaría de mejores herramientas procesales para
revertir una absolución del imputado, a la par de que se le
negaría a éste la posibilidad de cuestionar –por primera vez– un
pronunciamiento condenatorio, arribando a la paradójica conclusión
de que un remedio legal –inicialmente previsto a su favor–
terminaría perjudicándolo. ________________________________________
_____ Finalmente deviene oportuno hacer notar que ambos
dispositivos convencionales analizados (arts. 8.2.h de la CADH y
14.5 del PIDCP) requieren que el control sea realizado por un
tribunal superior (cfr. esta Corte, Tomo 236:807; S-II 1:297;
3:273, entre otros). ______________________________________________
_____ 7º) Que en base a lo expresado, en situaciones como la que
se presenta en el “sub lite”, el bloque constitucional y
convencional, así como la jurisprudencia citada, impelen a esta
Corte a constituirse como tribunal de revisión, flexibilizando las
reglas del recurso de inconstitucionalidad a fin de efectuar “una
revisión amplia de la sentencia, todo lo extensa que sea posible
al máximo esfuerzo de revisión de los jueces de casación, conforme
a las posibilidades y constancias de cada caso particular y sin
magnificar las cuestiones reservadas a la inmediación, sólo
inevitables por imperio de la oralidad conforme a la naturaleza de
las cosas”, en los términos de la doctrina emanada por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en el citado precedente “Casal”. _
_____ 8º) Que a tal fin, cabe advertir que en autos no se
encuentra controvertido que el 25 de marzo de 2018 en el domicilio
de la familia A. –de calle P. C. sin número de la localidad de C.–
se festejaba los quince años de N. A. y se encontraban presentes –
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junto a sus hermanos y otros invitados– sus progenitores E. C. y


M. Á. A. –unidos en matrimonio– y que, aproximadamente a la 1:30,
C. se dirigió a una habitación en busca de un abrigo y allí el
imputado A. aprovechó para atacarla con un cuchillo, provocándole
la muerte. _______________________________________________________
_____ 9º) Que la Sala V del Tribunal de Juicio consideró que
correspondía desechar la aplicación de la agravante de femicidio y
condenar al acusado por homicidio calificado por el vínculo
mediando circunstancias extraordinarias de atenuación. ___________
_____ Para así decidir, tuvo en cuenta fundamentalmente el informe
ambiental realizado por la lic. Mónica Descals –Asistente Social
del Poder Judicial– y su declaración prestada en audiencia de
debate. __________________________________________________________
_____ En efecto, a partir de la transcripción de gran parte de sus
pasajes, el tribunal entendió que la dinámica familiar se
desarrolló en un ámbito de respeto, trabajo y educación, y que no
se acreditó la existencia de violencia de género a lo largo de
todo el debate por ningún elemento de prueba. ____________________
_____ Agregó que los parientes directos, amigos del matrimonio e
hijos de crianza fueron claros en afirmar que la relación de
pareja era buena o normal. _______________________________________
_____ A continuación, luego de señalar –con cita de doctrina
especializada– que en el caso de homicidios entre parientes o
cónyuges a menudo se presentan situaciones que pueden tener su
génesis en la conducta anterior del propio agredido cuando ha
resquebrajado los vínculos familiares de manera que haga
desmerecer las consideraciones o respetos que se exigen para
dichos vínculos y que, sin llegar a reunir los requisitos de las
figuras privilegiadas ni los de justificación, merecen un
tratamiento menos riguroso, expresó que “resulta determinante la
historia de vida sufrida por el acusado, sus orígenes, huérfano a
temprana edad, criado por tíos que fallecen, formando pareja desde
muy joven, con una primera mujer y seis hijos, con veinte años de
convivencia, la muerte de su primer mujer, la formación de su
segunda pareja de la que nacen cinco hijos, más dos hijos de
crianza, también veinte años de convivencia, una vida de trabajo
en el campo, la pérdida del empleo, el abandono de su mujer y
finalmente el contexto en donde se dio el luctuoso hecho, la
fiesta de cumpleaños de quince de una hija del matrimonio, con la
presencia de todos los hermanos, amigos, familiares” y que tales
consideraciones permiten aplicar las circunstancias
extraordinarias de atenuación, para concluir en la imposición de
una pena de catorce años de prisión. _____________________________
_____ 10) Que por su parte, la Sala IV del Tribunal de Impugnación
–luego de las vicisitudes procesales que atravesó la causa y que
fueron reseñadas suficientemente por el recurrente– consideró que
si bien del análisis de las constancias de autos surge que el
hecho ocurrió tal como lo tuvo por probado el tribunal de juicio,
la conducta desplegada por el imputado A. encuadra en las
previsiones del art. 80 incs. 1º y 11 del Código Penal. __________
_____ Para resolver de ese modo, advirtió que los elementos
probatorios de cargo producidos en el debate y valorados por el
tribunal de mérito, concretamente los informes y testimonios del
personal policial que intervino, el certificado de defunción y la
autopsia realizada por la Dra. Daniela Alejandra Velazco, los
informes del Lic. Hugo Flores Solís –a quien se le requirió el
abordaje de la escena del hecho y de planimetría– del lic.
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Cristian Fernando López –quien realizó los exámenes


correspondientes en las prendas de vestir del imputado y del arma
utilizada– y de las Dras. Mariela Alejandra Collivadino y María
Virginia Albarracín –médicas psiquiatras del Poder Judicial y del
Ministerio Público, respectivamente, que examinaron al acusado–
entre otras pruebas, resultan más que suficientes para acreditar,
no solo la existencia del hecho juzgado y la responsabilidad de
A., sino también que se configura la agravante de violencia de
género. ___________________________________________________________
_____ En particular, el tribunal “a quo” afirmó que “la violencia
de género es un flagelo social, sustentado en patrones culturales
que sostienen estereotipos e implican el sojuzgamiento de lo
femenino; de la estructura de poder que sostiene la relación
inequitativa de los géneros provienen situaciones de extrema
violencia, que en casos como el aquí tratado concluyen con la
muerte de una mujer” y concluyó que “puede inferirse del conjunto
probatorio que M. Á. A. no podía aceptar la ruptura y la nueva
vida que llevaba E. C.. Esto es, no veía a su ex pareja como un
sujeto sino como objeto de su posesión. Además, en el momento del
hecho, la víctima se encontraba en una situación objetiva de
inferioridad y vulnerabilidad física respecto del causante, pues
él ingresó con un cuchillo, y pese a que ella gritó pidiendo ayuda
y la familia que fue hasta el lugar no pudo ingresar porque –en un
acto que trasunta conciencia y voluntad– el imputado puso
seguridad con el objetivo de que nadie impidiera la resolución,
primando sobre él la idea de posesión sobre la mujer y el
consecuente desprecio a sus sentimientos y derechos”. _____________
_____ En esta dirección, subrayó que el informe social
confeccionado por la lic. Descals da cuenta de la importancia que
tenía para A. el vínculo con C. y la pérdida que significó la
ruptura matrimonial e indicó que tal situación está lejos de
justificar su proceder pues, desde una adecuada perspectiva de
género, se desprende que su accionar no solo fue consciente y
voluntario, sino que estuvo motivado en la negación de la entidad
humana de la mujer; así, puntualizó que “A. da muerte a C. porque
no pudo superar que ella tenía voluntad y libertad para realizar
su vida sin él”. __________________________________________________
_____ Agregó que el pensamiento “si no sos mía, no sos de nadie”
expresa cabalmente la falta de consideración de la mujer como ser
humano y le niega su humanidad al estimarla objeto de posesión:
“el homicidio de C., entonces, es la muestra del pretendido
señorío que A. pensaba ejercía sobre la vida de ella; la
verificación de esta circunstancia muestra, a todas luces, que el
hecho cometido fue un femicidio”. _________________________________
_____ Por último, entendió que considerar que esos elementos junto
a la historia de vida del acusado encuadran en las circunstancias
extraordinarias de atenuación contempladas en el art. 80 última
parte del Código Penal “solo visibiliza lo arraigado del
patriarcado en la sociedad toda”. _________________________________
_____ En orden a la mensuración de la pena, el tribunal de
casación expresó que, no obstante el delito por el cual
corresponde condenar a A. prevé la pena de prisión perpetua, no es
posible aplicarla en el caso concreto, toda vez que el
pronunciamiento dictado por la Sala II del Tribunal de Impugnación
a fs. 447/450 –aclarado a fs. 453 y vta.– fue declarado nulo por
esta Corte a fs. 500/503 vta. a instancia exclusiva de la defensa,
razón por la cual fija un límite cuantitativo de diecinueve años
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de prisión como máximo, que debe ser respetado en atención a la


prohibición de la “reformatio in peius”. _________________________
_____ En tales condiciones, la Sala IV del Tribunal de Impugnación
–en definitiva– condenó a A. a la pena de diecinueve años de
prisión por resultar autor material y penalmente responsable del
delito de homicidio agravado por el vínculo y por tratarse de
violencia de género. _____________________________________________
_____ 11) Que para su correcto abordaje, los motivos de agravio
expresados por el recurrente pueden ser divididos en dos grupos:
por un lado, los dirigidos a criticar la interpretación del
derecho que condujeron al tribunal “a quo” a aplicar la agravante
de femicidio en base a una errónea selección y valoración de las
pruebas y, por otro lado, aquellos encaminados a cuestionar la
dosificación de la pena, esencialmente la gravitación acordada a
la prohibición de la “reformatio in peius” en el caso. ___________
_____ 12) Que en orden a la aplicación de la agravante de
femicidio, cabe señalar que “se trata de un homicidio como
cualquier otro con la diferencia de que el sujeto pasivo es una
mujer en un determinado contexto de género –fundamento de mayor
penalidad– y el sujeto activo necesariamente debe ser un hombre”
(Jorge Buompadre, “Violencia de género, femicidio y derecho
penal”, Alveroni, Córdoba, 2013, págs. 154 y 155; esta Corte, Tomo
231:385). ________________________________________________________
_____ Con arreglo a los elementos del tipo vigente en el
ordenamiento argentino, la definición legal de femicidio puede ser
construida en los siguientes términos: “es la muerte dolosamente
causada por un hombre a una mujer, mediando violencia de género”;
dicho de otro modo, se trata de una privación arbitraria de la
vida de una mujer por parte de un hombre, en un contexto de
violencia de género, o sea, la muerte dolosa de una mujer a manos
de un hombre por el solo hecho de ser, aquella, mujer (Gustavo A.
Arocena, “Femicidio y otros delitos de género”, Hammurabi, Buenos
Aires, 2017, pág. 54). ___________________________________________
_____ “La legislación argentina a la hora de definir el femicidio
se vale de una tríada (varón/mujer/violencia de género) que da
fundamento a la figura agravada y diferencial y, a su vez, da
sentido a cada uno de los términos que la componen. En otras
palabras, no toda muerte violenta de una mujer ni toda violencia
de género es femicidio. Para ello es necesario que la muerte
violenta de la mujer se haya llevado a cabo a través de una
violencia particular dentro de la violencia de género que es
aquella que un varón dirige contra una mujer en un contexto de
discriminación y desigualdad estructural de poder (que se denomina
violencia de género contra las mujeres)” (Agustina Rodríguez, “La
aplicación preponderante del femicidio como tipo penal no neutral
en términos de género. ¿Por qué debe aplicarse el inciso 11 del
artículo 80 del Código Penal Argentino?” en “Género y Derecho
Penal”, obra colectiva dirigida por Javier Esteban de la Fuente y
Genoveva Inés Cardinali, 1ra ed. rev., Rubinzal–Culzoni, Santa Fe,
2021, pág. 137). _________________________________________________
_____ “La razón política del mayor castigo del femicidio reposa en
la singular gravedad que importa el emplazamiento de la conducta
que culmina en la muerte dolosa de una persona, dentro del ámbito
de la violencia contra la mujer, concebida como manifestación de
la configuración de las vinculaciones interpersonales en virtud de
relaciones de poder de histórica desigualdad entre el varón y la
mujer” (Arocena, ob. cit., pág. 56). “No se penaliza de manera
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agravada porque se mate a una mujer, sino porque se trata de la


muerte de una mujer en un contexto de violencia de género”
(Rodríguez, ob. cit., pág. 157). __________________________________
_____ Su prescripción como agravante del homicidio está dirigida a
cumplir el deber asumido por el Estado de incluir en su
legislación normas necesarias para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra la mujer a fin de proteger su derecho a que se
respete su vida y su integridad física, psíquica y moral (arts. 4
incs. a y b, y 7 inc. c de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer,
aprobada por Ley 24632). __________________________________________
_____ En efecto, la comprensión de que las distintas
manifestaciones de violencia de género constituyen una violación a
los derechos humanos (cfr. art. 1º de la Ley provincial 7888)
generó un proceso legislativo muy prolífico gracias al cual muchos
países –entre ellos, el nuestro– incluyeron en sus códigos penales
a los femicidios, aunque rápidamente se advirtió que esa no podía
ser la única respuesta a un fenómeno que tenía una raíz
estructural e histórica (Rodríguez, ob. cit., pág. 112). __________
_____ “La identificación y el desarrollo del concepto de femicidio
o feminicidio han permitido construir un nuevo significado
político-social para explicar las violencias que, de manera
estructural y particular, sufren las mujeres. Esto es, a
diferencia de otros fenómenos que involucran violencias que se
explican sólo de manera individual, en estos casos se ha
desentrañado al sistema de poder basado en el género que las
origina y perpetúa y que es exclusivo y definitorio de esta clase
de crímenes. Por otro lado, estos conocimientos han derramado
nuevos sentidos en las demás dimensiones en las que el fenómeno de
las violencias contra las mujeres estaba oculto o disimulado bajo
la apariencia y el tratamiento que se da a la violencia general
que sufren todas las personas, en especial la que sufren los
varones por otros motivos” (ibídem, pág. 117). ____________________
_____ Es que la violencia de género ha sido el “dispositivo
disciplinador” más eficaz del patriarcado, con el fin de
garantizar la perpetuación del poder masculino, fomentando toda
una serie de desventajas e inequidades, que han resultado en
perjuicio de las mujeres. Por ello, el concepto de femicidio ayuda
a desarticular los argumentos que naturalizan la violencia de
género como un asunto personal o privado y revela su carácter
profundamente social y político, resultado de las relaciones
estructurales de poder, dominación y privilegio entre los varones
y las mujeres en la sociedad (esta Corte, Tomo 186:367, voto de la
Dra. Kauffman). ___________________________________________________
_____ 13) Que ahora bien, la cuestión más delicada consiste en
determinar el elemento normativo de la agravante instaurada en el
art. 80 inc. 11 del Código Penal, es decir, el concepto de
violencia de género. ______________________________________________
_____ A tal fin, debe tenerse presente que la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer
(CEDAW), aprobada por Ley 23179 y que posee jerarquía
constitucional (art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional),
dispone que la expresión “discriminación contra la mujer” denota
toda distinción, exclusión o restricción, basada en el sexo que
tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente
de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la
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mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en


las esferas política, económica, social, cultural y civil o en
cualquier otra esfera (art. 1). Por su parte, el Comité creado con
el fin de examinar los progresos realizados en la aplicación de la
convención (art. 17) ha dictado tres Recomendaciones Generales
específicas de violencia contra las mujeres: Nos 12 (1989), 19
(1992) y 35 (2017). ______________________________________________
_____ Ya en la Recomendación General Nº 19 el Comité aclaró que la
discriminación contra la mujer definida por el art. 1 de la
Convención incluía la violencia por razón del género, que es
aquella “dirigida contra la mujer porque es mujer o que la afecta
en forma desproporcionada” (párr. 6) y en la Recomendación General
Nº 35 –luego de dejar establecido que complementa y actualiza la
Nº 19 y debe leerse conjuntamente con ella– señaló que “el
concepto de „violencia contra la mujer‟, tal como se define en la
Recomendación General Nº 19 y en otros instrumentos y documentos
internacionales, hace hincapié en el hecho de que dicha violencia
está basada en el género. En consecuencia, en la presente
recomendación, la expresión „violencia por razón de género contra
la mujer‟ se utiliza como un término más preciso que pone de
manifiesto las causas y los efectos relacionados con el género de
la violencia. La expresión refuerza aún más la noción de la
violencia como problema social más que individual, que exige
respuestas integrales, más allá de aquellas relativas a sucesos
concretos, autores y víctimas y supervivientes”, que “la violencia
por razón del género contra la mujer es uno de los medios
sociales, políticos y económicos fundamentales a través de los
cuales se perpetúa la posición subordinada de la mujer con
respecto al hombre y sus papeles estereotipados” y que “esa
violencia constituye un grave obstáculo para el logro de la
igualdad sustantiva entre mujeres y hombres y para el disfrute por
parte de la mujer de sus derechos humanos y libertades
fundamentales, consagrados en la Convención” (párrs. 8, 9 y 10,
“Compendio sobre Violencia Familiar y de Género”, dirigido por
Sandra Bonari, Poder Judicial de la Provincia de Salta, Salta,
2020, T. I: “Normativa”, págs. 34, 78 y 79). _____________________
_____ A su turno, la mencionada Convención de Belem do Pará
establece que debe entenderse por violencia contra la mujer
“cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la
mujer, tanto en el ámbito público como en el privado” y que
“incluye la violencia física, sexual y psicológica: que tenga
lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra
relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya
compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre
otros, violación, maltrato y abuso sexual; que tenga lugar en la
comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende,
entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de
trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de
salud o cualquier otro lugar; y que sea perpetrada o tolerada por
el Estado o sus agentes, dondequiera que ocurra” (arts. 1 y 2). __
_____ Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
dicho que –como lo señala la Convención de Belém do Pará en su
Preámbulo– “la violencia contra la mujer no sólo constituye una
violación de los derechos humanos, sino que es „una ofensa a la
dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 10

históricamente desiguales entre mujeres y hombres‟, que


„trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente
de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura,
nivel educacional, edad o religión y afecta negativamente sus
propias bases‟” (caso “Fernández Ortega y otros vs. México”, sent.
del 30/8/10, Serie C, Nº 215, párr. 118; caso “Rosendo Cantú y
otra vs. México”, sent. del 31/8/10, Serie C, Nº 216, párr. 108). _
_____ Específicamente, a nivel nacional, la Ley 26485 de
protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales –de donde debe extraerse el concepto de
“violencia de género”, conforme lo dijera este Tribunal en el
precedente “Peralta” de Tomo 231:385– define la violencia contra
las mujeres como toda conducta, acción u omisión, que de manera
directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el
privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida,
libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual,
económica o patrimonial, como así también su seguridad personal,
incluyendo las perpetradas desde el Estado o por sus agentes y la
violencia indirecta, constituida por toda conducta, acción u
omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que
ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón (art. 4º). A
su vez, la norma describe específicamente los tipos –física,
psicológica, sexual, económica y patrimonial y simbólica– y
modalidades –doméstica, institucional, laboral, contra la libertad
reproductiva, obstétrica y mediática– de violencia contra las
mujeres (arts. 5º y 6º). En el ámbito provincial, la referida Ley
7888 contiene disposiciones similares (art. 3º). __________________
_____ Por su parte, es dable advertir que el Decreto 1011/2010, al
reglamentar el art. 4º de la Ley nacional de Protección Integral a
las Mujeres, establece que “se entiende por relación desigual de
poder, la que se configura por prácticas socioculturales
históricas basadas en la idea de la inferioridad de las mujeres o
la superioridad de los varones, o en conductas estereotipadas de
hombres y mujeres, que limitan total o parcialmente el
reconocimiento o goce de los derechos de éstas, en cualquier
ámbito en que desarrollen sus relaciones interpersonales”. ________
_____ Resta señalar que recientemente por Ley 27533 (B.O.
20/12/2019) se precisó –en concordancia con las citadas
Convenciones– como parte integrante de la definición normativa la
expresión “basada en razones de género” y se incluyeron aquellas
conductas que –enmarcadas en su conceptualización– afecten la
participación política de las mujeres (modificación al art. 4º),
precisando el tipo de violencia política (modificación al art. 5º)
y la modalidad de violencia pública-política (modificación al art.
6º, añadiéndose a la de violencia en el espacio público
incorporada por Ley 27501). _______________________________________
_____ 14) Que en cuanto a la crítica relativa a la selección y
valoración de pruebas esgrimida por el recurrente, cabe recordar
que en nuestro ordenamiento procesal penal rige el sistema de
libertad probatoria y el de libre convicción del juez o sana
crítica racional, previstos en diversas disposiciones del Código
Procesal Penal (arts. 286, 483). Ello implica, por un lado, que el
juez no debe atenerse o limitarse a los elementos probatorios
descriptos en la ley y que, sean cuales fueren los que se arrimen
a la causa para demostrar o desvirtuar la existencia del hecho,
conserva la facultad de valorarlos conforme las reglas del recto
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 11

entendimiento humano, sin sujeción a directiva o tasación legal


alguna (esta Corte, Tomo 193:583; 197:253; 227:559, entre otros).
Este método prescribe la libertad de convencimiento de los jueces,
pero les exige que sus conclusiones sean el producto razonado de
las pruebas en que se basen y así puedan ser explicadas. Esta
libertad implica facultades de seleccionar y descartar, y de
conceder o restar eficacia conviccional a las pruebas en que
fundan la sentencia (Tomo 208:425; 222:553; 229:329). ____________
_____ “La sana crítica racional implica respetar los principios de
la recta razón que no son más que las reglas de la lógica que se
estructuran sobre la acabada idea de coherencia y derivación, con
más las bases cardinales de identidad, no contradicción, tercero
excluido y razón suficiente. Esto debe verse abonado por los
principios incontrastables epistemológicos que vienen de la
psicología, en cuanto a la percepción, personalidad, emoción,
volición, ideación, como así también los elementos empíricos que
llegan de la experiencia de vida, conocimientos vulgares, del
plano emotivo, de la observación” (Carlos Parma, “Recursos y
acciones contra una sentencia penal arbitraria”, Hammurabi, Bs.
As., 2011, págs. 46/47). O sea que el juez debe apreciar la prueba
y fundar su decisión basándose no en su íntimo convencimiento,
sino objetivamente en los más genuinos lineamientos que indica la
psicología, la experiencia común y las reglas de la lógica y el
recto entendimiento humano (Eduardo Jauchen, “Proceso penal.
Sistema acusatorio adversarial”, 1ra ed. rev., Rubinzal–Culzoni,
Santa Fe, 2015, pág. 304). _______________________________________
_____ En particular, “la comprobación de que el homicidio ha sido
causado „mediando violencia de género‟, en sistemas que consagran
el „principio de libertad probatoria‟, debe certificarse a través
de circunstancias anteriores, concomitantes y posteriores al
hecho, y reparando en los particulares contextos en que se llevan
a cabo los actos de violencia en perjuicio de la mujer” (Arocena,
pág. 68). Ello es así porque si bien los tipos penales están
configurados como sucesos que aíslan ciertos comportamientos
ofensivos contra un determinado bien jurídico en general, esta
segmentación no puede hacer perder valor probatorio al integral
fenómeno pluriofensivo de la violencia en el particular contexto,
en el que se entremezclan diferentes modalidades que incluyen
malos tratos físicos, psíquicos, amenazas, y pueden incluir modos
graves de privación de la libertad (TS Córdoba, 4/5/12, “Sánchez”,
sent. nº 84, citado por Arocena en ob. cit., pág. 69; cfr. esta
Corte, S-II Tomo 1:961). _________________________________________
_____ Por ello, debe explorarse la integridad de los hechos y
tomarse decisiones en base a una evaluación de la totalidad de las
circunstancias que rodean el acontecimiento, evitando el énfasis
exclusivo en la comúnmente llamada “prueba direc¬ta” y la
fragmentación de la trama probatoria, a la vez poniendo atención
en el contexto en el que ocurrió el hecho de violencia (cfr.
Arocena, ob. cit., pág. 111). ____________________________________
_____ Debe tenerse presente, asimismo, el inc. i) del art. 16 de
la Ley nacional 26485, según el cual los organismos del Estado
deberán garantizar a las mujeres, en cualquier procedimiento
judicial o administrativo, además de todos los derechos
reconocidos en la Constitución Nacional, los tratados
internacionales de derechos humanos ratificados por la Nación
Argentina y las leyes que en consecuencia se dicten, el derecho a
la amplitud probatoria para acreditar los hechos denunciados,
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 12

teniendo en cuenta las circunstancias especiales en las que se


desarrollan los actos de violencia y quiénes son sus naturales
testigos (cfr. esta Corte, Tomo 217:333). En idéntica dirección,
el inc. h) del art. 4º de la Ley provincial 7888 dispone que la
garantía de acceso a la justicia incluye el derecho de toda mujer
a contar con la mayor libertad probatoria. ________________________
_____ 15) Que de acuerdo a las pautas explicitadas, corresponde
señalar que, tal como resolvió la Sala IV del Tribunal de
Impugnación, se encuentra absolutamente probado que el homicidio
cometido por M. Á. A. en contra de E. C. se trató de un femicidio
(art. 80 inc. 11 del Código Penal). _______________________________
_____ Del análisis exhaustivo de la causa surge con claridad que
si bien A. y C. se llevaban bien y mantenían una relación sin
mayores conflictos –de acuerdo al informe ambiental y a los
testimonios prestados por familiares y amigos en audiencia de
debate (v.gr. declaraciones de V. A. O. y C. J. M. a fs. 356 y
357, respectivamente)–, lo cierto es que la decisión de la víctima
de iniciar una nueva relación amorosa con otra persona constituyó
un punto de inflexión y, a partir de allí, se desencadenaron
diversos episodios que –en definitiva– culminaron con su violento
asesinato como consecuencia de que el imputado no pudo tolerar la
idea de que decida continuar su vida con otro hombre. _____________
_____ Lo dicho es corroborado –además de los elementos probatorios
correctamente analizados por el tribunal “a quo”– por las
exposiciones policiales realizadas tanto por el imputado como por
la víctima (v. fs. 81/82 del legajo fiscal). ______________________
_____ De allí surge que el 21 de febrero de 2018 –poco más de un
mes antes del homicidio– A. se presentó en el Destacamento
Policial Cobos a fin de dejar constancia de que C. se había
retirado del domicilio conyugal el 9/2/18 por propia voluntad a la
casa de una de sus hijas con el menor de los hijos de la pareja,
quedando el resto de los hijos al cuidado del exponente; mientras
que la víctima hizo lo propio el 28 de febrero, pero –a diferencia
del acusado– dejó aclarado que se había retirado hace dos semanas
por problemas de convivencia que no deseaba especificar y agregó
que “desde la separación el señor A. la vive molestando en forma
personal o por teléfono, por lo que quiere que se le notifique que
el mismo se abstenga de seguir con esta actitud, en caso contrario
radicará la correspondiente denuncia”. ____________________________
_____ También se desprende del informe confeccionado el 25/3/18
por José A. Silisque, agente policial del Destacamento Cobos que
acudió al lugar del hecho, que los presentes coincidieron en
manifestar que en un momento de la tarde A. intentó agredir a C.,
pero los hijos lo calmaron (v. fs. 1/3 del legajo fiscal,
corroborado en juicio a fs. 336 del expediente). __________________
_____ En idéntico sentido, la oficial Romina A. Yevara dejó
asentado en su informe que al llegar al lugar del hecho mantuvo
entrevista con C. M., quien expresó que durante la tarde se
habrían repetido hechos de violencia familiar, que A. insultó y
gritó a C., pero que en ningún momento dieron intervención a la
policía ya que suponían que se le pasaría (esto último corroborado
por la declaración en juicio de Ángeles Nicole Ortiz de fs. 355).
Allí también consignó que luego de que los familiares se
tranquilizaron, le informaron que la relación entre A. y C. habría
culminado hace dos meses aproximadamente debido a infidelidades
por parte de la víctima y que, desde entonces, aumentaron las
discusiones, optando C. por retirarse de la casa. Además, le
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 13

refirieron que el acusado cada vez que se hallaba en estado de


ebriedad solía manifestar “que esto no iba a quedar así y que
nadie más se burlaría de él” (v. fs. 13/14 del legajo fiscal; cfr.
también la declaración de R. E. B. en audiencia de debate a fs.
338/341). ________________________________________________________
_____ Asimismo, como fue ponderado por el tribunal de alzada, el
examen del informe social trasluce claramente que la relación de
pareja entre A. y C. se sostuvo durante veintidós años de manera
normal, es decir, mientras compartían los mismos objetivos e
ideas, pero que “la sorpresiva y espontánea determinación de C. de
marcharse del hogar, al conformar una nueva relación de pareja, le
provocó [al imputado] una fuerte sensación, pensando solo en
recuperar a la madre de sus hijos a fin de preservar la integridad
familiar (…) La determinación del alejamiento de la señora C.
aparentemente trajo consecuencias a nivel familiar y personal en
A. y su contexto. No pudo, aparentemente, asumir la separación
denotando angustia e insistiendo en retomar la relación, con la
negativa de C.. Ese sistema familiar, que funcionaba como una
perfecta estructura, se habría resquebrajado con el alejamiento de
C.” (v. fs. 100/106 del expediente). _____________________________
_____ Igualmente, al declarar en audiencia de debate, la Lic.
Mónica Descals a pregunta de la defensa respondió “[A. tuvo un
vínculo matrimonial] comprometido, un vínculo afectivo muy fuerte,
él sufrió muchas pérdidas, lo que le demandaba aferrarse a algo
que era la familia, había un vínculo muy estrecho y sólido, no
podía soportar que se fuera con otro hombre” (v. declaración
testimonial a fs. 366 del expediente). ___________________________
_____ Por último, es dable señalar que, aún circunscribiendo el
análisis al día de los hechos, el modo en que fue cometido el
homicidio actualiza por sí solo la figura del femicidio. _________
_____ En este sentido, cabe resaltar que la víctima falleció a
causa de un paro cardiorrespiratorio por shock hipovolémico debido
a hemotórax izquierdo grado III por herida punzocortante en
ventrículo izquierdo y que presentaba múltiples heridas cortantes
de características vitales efectuadas con un cuchillo (v. autopsia
realizada por la Dra. Daniela Alejandra Velazco del Gabinete de
Medicina Legal del Dpto. de Criminalística del CIF e informe de
inspección ocular realizado por el Lic. en criminalística Cristian
Fernando López a fs. 125/128 vta. y 144/148 vta. del legajo
fiscal, respectivamente). ________________________________________
_____ Para matar a C., A. aprovechó el festejo de los quince años
de una de las hijas en común –un clima de relajamiento familiar
ambientado con música que dificultaba la audición (v. declaración
en juicio de S. Y. a fs. 353) de un eventual pedido de auxilio–,
ingirió bebidas alcohólicas durante gran parte del día (v.
declaraciones en audiencia de debate de José Alberto Silisque a
fs. 337 y Á. N. O. a fs. 355, entre otras) y, llegada la
noche/madrugada, al ver que la víctima se dirigía a la habitación
que hasta hace poco tiempo compartían a buscar un abrigo (v.
declaración de V. A. O. a fs. 355 vta.), la siguió, la encerró
precariamente (v. declaraciones de M. M. Ch. a fs. 337 vta./338 y
C. P. C. M. a fs. 344/345) y la apuñaló con un cuchillo de grandes
dimensiones en reiteradas oportunidades. _________________________
_____ Entonces, puede concluirse que las acciones de A. primero
amenazaron la libertad de C. a raíz de un avasallamiento a su
dignidad personal y terminaron por afectar –extinguir–
directamente su vida. Estas conductas se encuentran claramente
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 14

basadas en una relación desigual de poder entre víctima y


victimario –C. no era libre para decidir sobre su destino con
independencia de los deseos de A.– por razones de género –no era
libre por ser mujer–. _____________________________________________
_____ Al respecto, la Sala Penal del Tribunal Superior de Córdoba
ha expresado que “en los casos de femicidio, el autor se siente
provocado frente a ejercicios de derechos por parte de la mujer.
El ejemplo paradigmático es el de la mujer que quiere elegir con
quién y cómo estar en pareja (…) El autor, de manera más o menos
consciente, tiene una concepción machista de las relaciones entre
hombre y mujer y concibe a esta última como a un sujeto carente de
los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión.
Censura, a través de su hecho, entonces, la autonomía de la mujer
frente al hombre. En efecto, para evitar ser víctima y provocar al
agresor, la mujer, por supuesto, especialmente la que está en
pareja, debe llevar adelante un modo de vida sumiso y digitado por
el hombre. Se puede ver que, una vez más, donde debe regir la
autonomía rige la heteronomía” (TS Córdoba, 28/7/14, “Morlacchi”,
sent. nº 250, citado por Arocena en ob. cit., págs. 64 y 65). _____
_____ 16) Que por su parte, la decisión del tribunal de juicio de
aplicar las circunstancias extraordinarias de atenuación conforme
a los fundamentos expuestos –como fue advertido por el tribunal de
casación– parece responder a una desaprobación de la decisión de
la víctima de haber abandonado el hogar familiar e incumplir, de
esa manera, con ciertas expectativas patriarcales respecto al modo
“correcto” en que debía haber desarrollado su vida, lo que resulta
a todas luces inadmisible y arbitrario. ___________________________
_____ Parece necesario señalar que “ni la ausencia, ni el exceso,
ni el defecto, ni la transformación del „amor‟ pueden transitar en
escenarios judiciales para justificar la violencia, el asedio, la
intimidación, la tortura, la ira, el intenso dolor, el
feminicidio, ni pueden operar como circunstancias de menor
punibilidad. En nombre del mal entendido amor se han cometido
muchos crímenes contra las mujeres, y es precisamente el contexto
de la violencia en las relaciones de pareja en el que tiene lugar
la primera causa de muerte violenta de las mujeres en el mundo”
(Isabel Agatón Santander, “Si Adelita se fuera con otro. Del
feminicidio y otros asuntos”, Temis, Bogotá, 2017, cit. por
Genoveva Inés Cardinali, “La perspectiva de género en la
investigación penal” en “Género y Derecho Penal”, ob. cit., pág.
411). ____________________________________________________________
_____ Por el contrario, “la perspectiva de género debe impregnar
el análisis del hecho y las normas aplicables al caso (conf.
apartado 5 de la Introducción y subtítulo III de la Recomendación
General n° 28, del 16/12/2010, del Comité CEDAW; véase también
Corte IDH, Caso González y otras -Campo Algodonero- vs. México,
Sentencia del 16 de noviembre de 2009, párr. 540; Caso de la
Masacre de las Dos Erres vs. Guatemala, Sentencia del 24 de
noviembre de 2009; Caso Masacres de El Mozote y lugares aledaños
vs. El Salvador, Sentencia del 25 de octubre de 2012, párr. 252;
Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala, Sentencia del 19 de mayo
de 2014, párr. 216; Caso Espinoza Gonzáles vs. Perú, Sentencia del
20 de noviembre de 2014, párr. 326, entre muchos otros). Es por
ello que es el juez quien debe incorporar una perspectiva de
género en los supuestos donde la dogmática está impregnada de un
criterio androcéntrico” (TS Córdoba, Sala Penal, “Correa”, S. n°
167, 22/5/2017; “Araujo”, S. n° 428, 26/9/2017; “Romero”, S. n°
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 15

412, 12/10/2018; “Zosso”, S. n° 496, 4/12/2018; “Silva”, S. n°


419, 26/8/2019, citados en “Jurisprudencia de la Sala Penal del
Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Córdoba sobre
violencia de género: extractos de fallos sintetizados y
sistematizados temáticamente”, comp. por Cecilia R. Torri; M.
Valeria Trotti; Carolina Wierzbicki Pedrotti; coord. gral. de
Álvaro E. Crespo, 1ra ed., Córdoba, Centro de Capacitación Ricardo
C. Núñez, 2021, pág. 28). ________________________________________
_____ Si no se incorpora la perspectiva de género en la toma de
decisiones judiciales, seguiremos fracasando en la lucha por la
igualdad real de las mujeres, ya que no basta contar con
legislaciones supranacionales, nacionales y provinciales de última
generación si a la hora de aplicarlas se ignora dicha perspectiva
y se sustancia el proceso con idénticos mecanismos procesales que
cualquier otro y se lo juzga olvidando la cuestión del género y su
problemática, que es –en definitiva– lo que da origen al conflicto
(cfr. Medina, Graciela, “Protección integral a las mujeres. Ley
26.485 comentada”, comentarios de Gabriela Yuba, 1ra ed. rev.,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2021, págs. 59/60; cfr. esta Corte, S-
II Tomo 1:961). __________________________________________________
_____ Nuestro ordenamiento jurídico y constitucional no permite
excusas frente a la violencia de género en ningún caso. Si se
entiende conceptualmente que la violencia está sostenida en una
situación de dominación y desigualdad, de ninguna manera se puede
justificar una conducta que la mantenga. Por ello, el Estado no
puede consentir ni permitir la perpetuación de concepciones
sexistas y estereotipadas, que legitiman la violencia de género en
sus diversas manifestaciones; por el contrario, por remisión del
art. 75, inc. 22, a la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación hacia la mujer, art. 5º, inc. a), es
su deber constitucional realizar todos los esfuerzos para
erradicarlas (esta Corte, Tomo 188:237, voto de la Dra. Kauffman).
_____ 17) Que finalmente, en atención al cuestionamiento relativo
a la dosificación de la pena, como bien lo analiza el Fiscal ante
la Corte, la Sala IV del Tribunal de Impugnación se inclinó por la
interpretación más favorable al imputado, imponiéndose un límite
de diecinueve años de pena de prisión aún cuando la figura típica
por la que se condenó prevé la pena de prisión perpetua, por lo
que en ese aspecto el fallo no irroga perjuicio al imputado y, por
lo tanto, los agravios de la defensa cuestionando el proceder
relatado no tienen fundamento alguno (v. ap. 5.1 del dictamen
fiscal). _________________________________________________________
_____ En efecto, el interés directo y concreto en la eliminación,
revocación o reforma de la resolución es un presupuesto básico de
todo recurso (art. 514 del C.P.P.), que debe ser apreciado desde
el punto de vista del ordenamiento jurídico y no desde el criterio
meramente doctrinal o científico (cfr. Lino E. Palacio, “Los
recursos en el proceso penal”, Abeledo–Perrot, Buenos Aires, 1998,
pág. 18). ________________________________________________________
_____ Por lo demás, la sentencia impugnada se limitó a aplicar los
artículos 529 y 551 del Código Procesal Penal, atendiendo –
concordantemente– la doctrina establecida por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación en los precedentes “Lanci” y “Olmos”
(Fallos, 307:2236; 329:1447), a fin de no lesionar los derechos y
garantías contemplados por el art. 18 de la Constitución Nacional
(cfr. Alejandro D. Carrió, “Garantías constitucionales en el
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 16

proceso penal”, 6ta ed., 1ra reimpr., Hammurabi, Buenos Aires,


2015, págs. 194/196). _____________________________________________
_____ 18) Que por todo lo expuesto, corresponde rechazar el
recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la asistencia
técnica de M. Á. A. y, en su mérito, confirmar la sentencia de la
Sala IV del Tribunal de Impugnación. ______________________________
_____ Los Dres. Guillermo Alberto Catalano y Sergio Fabián Vittar,
dijeron: __________________________________________________________
_____ Adherimos al voto que antecede y a la solución jurídica allí
propiciada, y consideramos relevante agregar lo siguiente. ________
_____ 1º) Que la prohibición de la “reformatio in pejus”, que rige
en el proceso penal en resguardo de las garantías del debido
proceso y defensa en juicio y del derecho al recurso que asiste a
todo justiciable, impide a este Tribunal agravar la pena impuesta
por el tribunal “a quo” en perjuicio del condenado, toda vez que
la presente instancia recursiva fue promovida exclusivamente por
la defensa del imputado y en su propio interés (cfr. esta Corte,
Tomo 185:435, entre otros). _______________________________________
_____ Sin perjuicio de esa limitación, no puede dejar de
advertirse que la segunda resolución de la Sala IV del Tribunal de
Impugnación (v. fs. 544/550 vta.), condenó a M. Á. A. por el
delito de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia
de género (art. 80 incs. 1º y 11 del Código Penal) y mantuvo la
pena de diecinueve años de prisión. _______________________________
_____ 2º) Que en esos términos, deviene esencial aclarar que, en
el caso, existe un concurso ideal de delitos (art. 54 del Código
Penal), pues concurren dos figuras calificadas respecto a un mismo
tipo básico; circunstancia que impedía la aplicación de la
atenuante prevista en el último párrafo del art. 80 del Código
Penal. ____________________________________________________________
_____ Ello es así por cuanto los homicidios agravados de la
mentada disposición no prevén ninguna atenuante que sea extensiva
a todos ellos. Por el contrario, sólo una norma privilegia, de
manera excluyente, al homicidio calificado por el vínculo (inc.
1º). _ ____________________________________________________________
_____ En efecto, el último párrafo del art. 80, luego de la
reforma introducida por Ley 26791, dispone que cuando mediaren
circunstancias extraordinarias de atenuación, el juez podrá
aplicar reclusión o prisión de ocho a veinticinco años;
disponiéndose, además, que no será aplicable a quien anteriormente
hubiera realizado actos de violencia contra la mujer víctima. _____
_____ La fuente de esta regla -que no estaba en el código
originario- es la Ley 17567 de 1968, en cuya exposición de
motivos, que determinó una escala penal alternativa, igual a la
del homicidio simple, para el caso del homicidio de parientes,
cuando mediasen circunstancias extraordinarias de atenuación –que
no se encuentren comprendidas en la emoción violenta- toda vez que
la práctica judicial puso en evidencia la inconveniencia de una
pena fija (cfr. Carlos Fontán Balestra, Guillermo A. C. Ledesma,
“Tratado de Derecho Penal, Parte Especial”, La Ley, Buenos Aires,
2013, Tomo I, pág. 129). __________________________________________
_____ Idéntico criterio fue sostenido por la Ley 21338 de 1976,
luego de la derogación de la norma efectuada en 1973 por la Ley
20509. La disposición fue mantenida por la Ley 23077 de 1984. La
Ley 26791 que, modificó los incs. 1º y 4º e incluyó los incs. 11 y
12 en el art. 80, también agregó el último párrafo a la
disposición a la que nos estamos refiriendo. ______________________
(Expte. CJS S-II 40.413/19 – A.) 17

_____ La reforma de 2012, en concordancia con su finalidad de


reprimir el femicidio y otras formas agravadas de homicidio por la
relación existente o anterior entre víctima y victimario,
determinó que la atenuante no será aplicable a quien anteriormente
hubiera realizado actos de violencia contra la mujer víctima
(Fontán Balestra, ob. cit., págs. 130/132). ______________________
_____ De ese modo debe entenderse que la regla está vinculada
estrechamente con la violencia de género e impide, por esa razón,
que el imputado sea beneficiado con la atenuación que prevé el
último párrafo de la disposición bajo análisis. __________________
_____ 3°) Que bajo esos parámetros, si la acción de matar al
ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con
quien se mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o
no convivencia, estuvo acompañada de alguna otra circunstancia
calificante -distinta de la contemplada en el art. 80 inc. 1°- la
atenuante no se aplicará y deberá sancionarse con la pena
corriente del homicidio calificado; es decir, reclusión o prisión
perpetua (cfr. Carlos Creus y Eduardo Buompadre, “Derecho Penal-
Parte Especial”, 7ma Edición actualizada y ampliada, Astrea,
Buenos Aires, 2007, Tomo I, pág. 17). ____________________________
_____ 4º) Que surge evidente, entonces, la incompatibilidad de las
circunstancias extraordinarias de atenuación respecto de los demás
casos de homicidios calificados. En la especie, la condena
impuesta a M. Á. A. por el delito de homicidio agravado por el
vínculo y por mediar violencia de género -dos agravantes al mismo
nivel con respecto a su figura básica- excluía toda eventual
consideración atenuante (cfr. Soler, Sebastián, “Derecho Penal
Argentino”, actualización de Manuel A. Bayala Basombrio, Tea,
Buenos Aires, 2000, Tomo III, págs. 20/23). ______________________
_____ Por lo que resulta de la votación que antecede, ____________
_____________LA SALA II DE LA CORTE DE JUSTICIA, _________________
_________________________RESUELVE: _______________________________
_____ I. NO HACER LUGAR al recurso de inconstitucionalidad
interpuesto a fs. 559/576 vta. y, en su mérito, confirmar la
sentencia de fs. 544/550 vta. ____________________________________
_____ II. MANDAR que se registre y notifique. ____________________

(Fdo.: Dra. Sandra Bonari, Dr. Guillermo Alberto Catalano, Dra.


Adriana Rodríguez Faraldo y Dr. Sergio Fabián Vittar –Juezas y
Jueces de Corte, Sala II-. Ante mí: Dr. Juan Allena Cornejo –
Secretario de Corte de Actuación-).

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