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Parte 1: Objeto y Metodología Capítulo 2: Métodos y técnicas en el estudio de los grupos

la
tigación que supone la recogida de daros de modo sistemático y no intrusivo, involucran­ due tos (medidas no intrusivas) donde el observador no está presente durante ejecución·
do al investigador en la cotidianidad de la comunidad y promoviendo un contacto con los de la con ducta o bien el fenómeno de estudio no es susceptible de observación.
informantes en su propio espacio-tiempo. Un aspecto relevante de la observación partici­ El uso de la observación tiene como ventajas más importantes obtener la información en
pante es que requiere de una serie de contactos previos entre observador y observados, y su am biente natural y atender a conductas o procesos que en algunos casos suelen pasar des­
de la aceptación del grupo para la presencia del investigador (García Ferrando, 1996). Su apercibidos. Pero_ también _ se le �an imputado una serie de l�m�t�ciones: el sesgo en la percep­
diferencia con la llamada participación-observación radica en que en la observación parti­ ción, inrerprerac1ón y cod1ficac1ón de las conductas, el subJetlVlsmo del observador, el sesgo
cipante el grado de implicación del observador es mínimo (diálogo o entrevista previa) y en relación a las hipótesis formuladas pero no explícitas (Delgado y Prieto, 1997), el marco
a medida en que se avanza en el continuo del grado de implicación estaríamos ante una ceórico de referencia previo, los cambios en el sujeto observado (sentirse observado, deseabili­
participación-observación en la que se forma parte del grupo. Algunos autores como Par­ dad social, sesgo de reactividad), la reacrividad recíproca y la aurorreacrividad (influencia del
tan (1988) han puesto en entredicho la clasificación sobre el grado de participación del instrumento de observación sobre la conducta de quien se observa a sí mismo). Estas últimas
observador en el proceso de observación, debido a que consideran· que lo que realmente limitaciones se suelen dar sobre todo en el caso de la observación participante.
existe son grados intermedios de implicación, pero nunca una ausencia o rotal implicación. En gran medida este conjunto de criticas nos retrotrae al debate de la elección o las ven­
Como afirman Gutiérrcz y Delgado (1994) el analista no es más que un observador incor­ cajas entre los modelos epistemológicos que antes se comentaron en relación a la diferencia­
porado al sistema. ción establecida entre un modelo cuantitativo/experimental/positivista y la propuesta cualira­
Este tipo de observación es muy utilizada en los trabajos de campo, donde los diseños civa/ observacional/interpretariva. Lo que es necesario indicar aquí es cómo se adquieren las
de investigación permanecen flexibles durante todo el proceso. Se trata de introducirse en habilidades (saber hacer) y la acritud (saber estar) en una situación de observación, y básica­
la cotidianidad de una organización, un grupo, un barrio, etc. Participar es, específicamen­ mente extensible a la realización de otras técnicas descritas en este cap/rulo. La observación no
te, vivir como y con los miembros del grupo o comunidad, incluirse, participar en ritos, es trasladar a lenguaje escrito lo que se ve. Hay que saber captar la riqueza de los matices de
fiestas, hacerse uno más de ellos. Pero no incluye la implicación en la red de intereses de los los actores, pero sin interferir en lo que se produce. Por ello la mejor manera de adiestrarse en
actores: su participación es cultural no personal. De ahí que la diferenciación emic/etic ten­ la observación participante es realizar primero muchas observaciones no participantes: obser­
ga sentido en la medida en que la observación se inicia desde el cuerpo etic de la disciplina var grupos sin intervenir. Una tendencia usual es la compulsión a registrarlo todo, en la creen­
para tratar de identificar las claves interpretativas (emic) de la comunidad. Esta observación cia de que cantidad es sinónimo de mejor. Es conveniente comenzar por observar aspectos sen­
acaba en un informe en el que ambos aspectos están presentes. cillos y fáciles de un grupo no muy numeroso, en el que tengamos facilidad para identificar a
Cercano a este planteamiento se encuentra el método etnográfico, que pese a no ser de los miembros por sus nombres. Un ensayo previo a esto es analizar una sesión grupal graba­
los más utilizados en el ámbito de la Psicología de los Grupos, sí presenta algunos aspectos da. Con posterioridad podemos asistir a otra sesión sin participar, colocándonos en un lugar
que lo hacen idóneo para la misma. El hecho de buscar y centrarse en la interpretación y el cómodo para el tipo de registro que se vaya a realizar: puede ser necesario ver las caras de los
significado cultural y simbólico que un grupo de personas dan de sus acciones, prácticas y miembros, u oír bien lo que se dice. En los grupos en los que hay un coordinador, el obser­
usos lo coloca en un lugar preferente para el estudio de los grupos en su contexto. Recor­ vador suele colocarse cerca de éste, a su izquierda, pero algo atrás del círculo de trabajo. De
demos que la etnografía parte de la premisa de que el significado compartido que el grupo esta forma denota su tarea, su estatus y posición en el grupo y debe ser presentado como tal a
otorga es básico para comprender su actividad: descubrir ese significado es la tarea del inves­ los demás. Previamente a la sesión, el observador ha delimitado, generalmente, lo que va a
tigador (Griffin y Bengry-Howell, 2008). Las rutinas y los aspectos más cotidianos son bási­ observar. Para ello debe asegurarse de que sabe identificarlo. Durante la sesión no solamente
cos para revelar tales significados siempre desde la perspectiva de los actores. En este proce­ no se participa verbalmente, es conveniente mostrar respeto y evitar gestos, o comportamien­
dimiento se incluyen tanto la observación no participante como la participante, e incluso tos que demuestren algún tipo "de desagrado, o excesivo entusiasmo, desavenencia o acuerdo.
las entrevistas, los diarios, ere. Dos orientaciones a esta aproximación pueden encontrarse El interés por la rarea, la motivación por la búsqueda y el respeto hacia las personas es previo
en la investigación: la denominada realista, que pretende ofrecer la imagen del grupo estu­ a cualquier reseña, nota o apunte en el registro.
diado, y la aproximación construccionisra que defiende una posición relativista en la que se
analiza cómo la verdad es construida y producida por el grupo.
Otro tipo de clasificaciones propuestas son las denominadas observaciones directas e 2.4.3. La entrevista grupal
indirectas, que pueden ser consideradas como integrantes de la observación no participante
(Carrera y Femándcz Dols, 1992). La observación directa podría definirse como una obser­ Pese a la pluralidad, y a veces confusión, de las diferentes denominaciones habidas entre
vación conducrual que aparece en el ambiente real o aquella que permite un registro de con­ entrevista grupal, grupos centrados, entrevista en profundidad, entrevista de grupo, usamos
ductas perceptibles directamente. La indirecta se refiere a los estudios o registros de pro- aquí la denominación de entrevista grupal para referirnos a aquella que se realiza con un

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