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Descartes es un físico y filosofo francés, representante de la ciencia moderna del siglo 17.
Toma aportes de la geometría y pretende fundar una ciencia con las bases de las matemáticas.
Lo que Descartes va a plantear es que se existe gracias al alma, que es el yo el que piensa, y se
accede al conocimiento de la verdad única mediante la conciencia analítica.
El método analítico que propone Descartes es mediante el uso de la razón, para conocer la
verdad única. La primera premisa es que dudo de todo, pero podemos dudar de todo menos
de que estamos dudando, por lo tanto, pienso y luego existo. Si pienso es porque soy algo,
existo, soy una cosa que piensa, una sustancia cuya esencia completa o naturaleza es pensar.
Se es autónomo para pensar y se logra el conocimiento de las cosas mediante el método
analítico, el cual propone que se divida al todo en las mas mínimas partes posibles.
Descartes va a introducir la doble sustancia: el alma (res cogitans) diferenciada del cuerpo
(res extensa), dos órdenes del ser, diferentes y opuestos. En el alma encontramos la conciencia
o la inteligencia analítica, la razón, el pensamiento y las pasiones. En cambio, en el cuerpo
encontramos los sentidos, el calor, el movimiento, y Descartes va a decir que el cuerpo es una
máquina (fisiología mecanicista).
El cuerpo como sujeto independiente obra a través de una acción contra el alma, que vive
esta como una pasión. Es decir que las pasiones son vividas por el alma, pero tienen un
fundamento fisiológico mecanicista, se originan en el cuerpo. Todo lo que puede existir
también en cuerpos inanimados corresponde al cuerpo, y todo aquello que concebimos de
nosotros y no se puede atribuir a un cuerpo corresponde a nuestra alma.
Las pasiones son causadas por la agitación de la pequeña glándula en el cerebro que es movida
por los espíritus. Lo que es pasión en el alma es acción en el cuerpo y en el mundo. Es decir
que es una juntura del alma con el cuerpo.
Los pensamientos del alma son de dos géneros: Por un lado, tenemos las acciones del alma,
que son todas nuestras voluntades que dependen de ella y que a su vez pueden ser: acciones
del alma, que terminan en el alma misma o acciones que terminan en nuestro cuerpo o en
movimiento.
Por otro lado, tenemos las pasiones del alma, es decir percepciones, conocimientos,
sentimientos y emociones del alma que se encuentran en nosotros, recibidas de las cosas
que son representadas por ellas (las pasiones). Estas pasiones del alma pueden ser
provenientes del alma, es decir percepciones de nuestras voluntades, imaginaciones y
pensamientos que dependen de ella, o pueden provenir del cuerpo.
Casi todas las pasiones van acompañadas de una emoción que se origina en el corazón, la
sangre y los espíritus, es decir originada en el cuerpo. La voluntad puede contener los
movimientos causados por ellas cuando son muy fuertes y violentas, para saber de las
pasiones tenemos que saber como funciona el cuerpo y el alma, es decir la fisiología
mecanicista. Descartes análoga el cuerpo a un reloj, siendo que este tiene una simetría doble.
Una representación para Descartes va a ser un producto psíquico, una copia fiel de lo real,
que implica que el objeto no está presente. El alma no tiene un efecto directo sobre las
pasiones a través de la voluntad, pero si lo tiene a través de las representaciones asociadas a
aquellas pasiones. Sostiene que para suprimir o excitar una pasión es necesario repasar las
representaciones asociadas a la pasión que se desea tener.
El deseo está referido al cuerpo, ya que agita el corazón, lleva la sangre a la cabeza para
agudizar los sentidos y preparar al cuerpo para el movimiento.
Hume, empirista escocés del siglo 18, el siglo de las revoluciones. Método inductivo,
observación.
Hume sostiene que todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos géneros, de
acuerdo a la fuerza y vivacidad con que se presentan a nuestro espíritu, y se abren camino en
nuestro pensamiento y conciencia: Por un lado, tenemos las impresiones, las cuales penetran
con mas fuerza y violencia. Estas son las emociones, sensaciones y pasiones. Lo que sentimos,
tal como hacen su primera aparición en el alma luego de estar en contacto con objeto externo
del mundo real. Puede haber percepciones o impresiones simples, las cuales no admiten
separación, o puede haber impresiones complejas, las cuales pueden ser divididas en partes.
Hume llama buenos a los objetos que producen sensaciones agradables por ser naturalmente
conforme a alguna pasión, y llama malos a los objetos que producen sensaciones
desagradables. La tristeza y la alegría implican las nociones de probabilidad, en tanto que si es
probable que se consiga el objeto bueno se siente felicidad, y de lo contrario se siente tristeza.
Por otro lado, además de las impresiones, tenemos las ideas, las cuales son imágenes débiles
de estás en el pensamiento y razonamiento. No son innatas, sino que surgen asociadas a una
impresión, provenientes de los sentidos. Las ideas de pasión y deseo no son innatas, sino que
son precedidas de otras percepciones más vivaces de las que se derivan y representan. Las
ideas simples son las que no admiten separación, y las complejas pueden ser divididas en
partes.
Cuando aparece una idea, despierta naturalmente a otra, es decir que se pueden asociar, y
esa asociación es contingente, se puede desarmar y armar de acuerdo a lo que agrade a la
imaginación. Esta asociación se construye por repetición, y las tres leyes de asociación son:
semejanza, contigüidad en tiempo y espacio, y causa y efecto.
Las impresiones son siempre anteriores a las ideas, ya que son la causa de estas. Las ideas
surgen asociadas a las impresiones que deja el mundo exterior. Las pasiones en Hume son
secundarias, están en un momento posterior al encuentro con el objeto. Lo primero es el
encuentro, la impresión que produce dolor o placer y luego al asociarse con las ideas surge la
pasión.
Kant, filósofo alemán. Tradición racionalista.
Kant está de acuerdo con que se conoce a través de la experiencia, pero sostiene que no se
puede conocer sin herramientas. Para conocer hay que ir con un modelo, con una hipótesis.
Para Kant hay dos maneras de conocer: a priori, como en la lógica, o a posteriori, supedita a la
experiencia. Sin embargo, esta última no permite llegar a una experiencia valida, sino que hay
que tratar de formular un juicio que articule el método. La forma de conocer se constituye con
la razón y en la relación de la experiencia: juicios sintéticos a priori.
Kant va a plantear un estado natural del hombre que hace de él un ser honesto, pero la
coacción artificial y la opulencia de la organización civil (la sociedad regida por una ley) da lugar
a hombres ingeniosos y razonadores, locos y tramposos. Sostiene que los grados menores de
dolencias son comunes en la vida social y conducen a estados de mayor enfermedad.
La enfermedad del corazón tiene que ver con los trastornos de la voluntad, y las dolencias de la
cabeza son las dolencias del entendimiento o facultad de conocer, son despreciadas y
encarnecidas, se consideran con compasión.
Kant asocia la debilidad con la estupidez, y dice que es un mal incurable que impide a los
desgraciados salir del estado de infancia.
La inversión tiene que ver con trastornos del ánimo, y hay tantos géneros como capacidades
del animo se ven afectadas por ellas. Por un lado, tenemos la alucinación, el cual es un hombre
que sueña despierto. Si la mayor parte de sus sensaciones corresponden a la realidad es solo
un fantaseador. La hipocondría es un genero de la alucinación, ya que tiene la ilusión partiendo
de una sensación de su propio estado, del cuerpo o del alma que es un disparate; siente todas
las enfermedades de las que oye hablar. El melancólico es un fantaseador con respecto al mal
de la vida.
La manía tiene que ver con una razón invertida en los juicios más universales, y el demente es
una combinación entre manía y alucinación.
James, filosofo americano que estudia con Wundt en su laboratorio. Lee a Darwin y toma de el
que primero es el acto y luego el pensamiento. Sostiene que es el cuerpo quien provoca las
emociones, entonces no lloro porque estoy triste, sino que primero lloro y luego me siento
triste. Es el cuerpo el que tiene su reacción visceral instantánea y provoca las emociones.
El método analítico no es apto para ser aplicado a la consciencia. Los cambios corporales
siguen inmediatamente a la percepción del hecho excitante, y el sentimiento que tenemos de
esos cambios a medida que se producen, es la emoción.
Los franceses en general buscan las fundamentaciones de las emociones en el interior del
cuerpo, no como los anglosajones que se quedan con el movimiento exterior.
Ribot funda el método patológico, el método de la clínica psicopatológica francesa. Critica el
laboratorio por su artificialidad.
Ribot denuncia que en su época ya no se habla de las pasiones, y que ese termino ha sido
reemplazado por el termino de emoción, y responsabiliza de este hecho a los anglosajones
como Darwin. Rescata que Kant ha hecho una clara distinción de las pasiones y las emociones,
y rechaza que las pasiones sean tomadas como enfermedades.
Ribot define al sujeto como un manojo de necesidades, tendencias y deseos enlazados con
su vida orgánica o consciente.
Emociones: comienza por un choque, una ruptura del equilibrio, es intenso y breve. Es la
reacción repentina de nuestros instintos egoístas y altruistas constituida sobre los movimientos
y suspensiones de movimientos. Brota del fondo del inconsciente de nuestro organismo y no va
acompañado de inteligencia. Cuando la perturbación emocional disminuye surge la
consciencia.
Hay condiciones del medio, circunstancias fortuitas que van a favorecer el nacimiento o
expansión de una tendencia en estado latente.
Imitación: es el origen de muchas pasiones que duran lo que pueden, algunas se
extinguen poco a poco y otras se arraigan para siempre. No son estas las causas de
grandes pasiones.
Sugestión: Es una forma de imitación, pero a diferencia de ella, en este caso la
iniciativa de la repetición viene de la causa del exterior. Es la fuente de donde nacen las
pasiones colectivas.
Las causas internas son las únicas verdaderas y en el fondo solo hay una: la constitución
fisiológica del individuo, su temperamento y carácter. Siendo el hombre un manojo de
necesidades, tendencias, deseos y aversiones, si entre todas ellas no hay una que sobresalga, si
están todas al mismo nivel de medianía le falta ese carácter afectivo necesario para la pasión.
Si una tendencia se abre paso, tenemos la forma embrionaria de una pasión.
Sentimentales: viven el reino del ensueño. Carecen de fuerza para actuar, no son y no pueden
ser apasionados, sus aspiraciones son pobres en los elementos motores. Se emociona con
todo, es un estado difuso.
Idea fija: Predominante, constantemente activa. Se puede distinguir la idea fija normal que es
la que no destruye la unidad del yo, es aceptada, buscada, no se impone a la consciencia, sino
que el individuo es consciente de su valor, sabe a donde lo lleva y adapta su conducta a sus
exigencias. La siguiente es la idea obsesiva, que es parasitaria, automática e irresistible. Se
acompaña de síntomas físicos y el yo no tiene lucha posible contra este arrebato. En los dos
casos el mecanismo mental es el mismo, por lo cual el individuo no puede distinguir entre una
y la otra cuando le ocurren, para esto hay que juzgar la idea fija no en si misma, sino en sus
efectos, salir del mundo subjetivo para pasar al objetivo.
La idea fija constituye la pasión por la cooperación estrecha que existe entre la asociación y la
disociación, estas 2 ultimas son aplicadas a los estados intelectuales, a los sentimientos, etc.
Ribot acepta que la asociación constituye un sentimiento de forma deprimente, y con respecto
a la disociación, la define como el proceso que no solo excluye del campo de la consciencia
todo lo que le es extraño, sino que también elimina de su objeto amado lo odiado, lo
ambicionado y todo lo que lo contradiga
Duración: Es indeterminable, sin embargo, la más corta es muy larga, por eso se
diferencia de la pasión que es una manifestación pasajera e inestable.
Intensidad: no es una señal clara y no aparece necesariamente inherente a toda
pasión. En pasiones dinámicas el deseo se afirma en forma de actos y no se sacia, en
las pasiones estáticas la intensidad se ejerce bajo la forma de detención de los
movimientos, la energía permanece en estado de tensión.
Dumas, médico psiquiatra francés de principios del siglo XX, que atiende los desastres de la
Primera Guerra Mundial. Utiliza el método patológico de investigación y aplica el método
analítico de la observación a lo clínico.
En la gran emoción es excitado el sistema autónomo simpático, es decir que lo real no impacta
directamente en el sistema nervioso, sino que hay un intermediario, el sistema talámico.
Luego del choque emocional sobrevienen emociones fuertes o débiles, bien definidas o
vagas, las cuales pueden ser de tres categorías dependiendo de la intensidad de las
reacciones:
La expresión del choque emocional: Específicamente las del rostro son las más visibles. La
vasoconstricción cutánea hace palidecer y la vasodilatación hace sonrojar. Las reacciones
ligadas con la respiración y con sus variaciones son igualmente expresivas ya que son
perceptibles para el oído y la vista. También la mímica, son signos voluntarios de la emoción,
signos sociales que ya son comienzos del lenguaje.
Freud, neurólogo austriaco de principios del siglo 20. Se forma en las escuelas alemanas.
En el chiste Freud sostiene que este logra burlar la censura ya que libera a la psique de ella, y
es aquí en donde se encuentra la ganancia de placer. El chiste expone algo que se encuentra de
manera oculta (inconsciente) y es por eso que también genera satisfacción, ya que es un
ahorro de energía para el aparato psíquico. Con el chiste aparece el deseo inconsciente, la
fantasía.
La pulsión es una energía constante que busca la satisfacción de su necesidad, y está formada
por 4 componentes:
Freud explica que cada sujeto otorga determinada significación a las cosas. La representación
aparece significando pensamientos no dichos, es decir, deseos. Freud no piensa a la
representación como algo intelectual (Descartes) sino como una asociación.
Por último, Freud define al cuerpo como un cuerpo simbólico ya que está atravesado por el
lenguaje. Rompe con la noción de cuerpo fisiológico y comienza a hablar de dolor psíquico. El
cuerpo que plantea Freud es un cuerpo erógeno porque está atravesado por energía libidinal, y
es la sede de los síntomas ya que estos se manifiestan en él.