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Apuntes para el estudio de MATEO

PRESENTACIÓN

Con gratitud al Señor, presentamos este pequeño trabajo a los hijos de Dios que se interesan por
conocer más profundamente las Sagradas Escrituras, y hallar en sus páginas a nuestro precioso
Señor Jesucristo.

Como su nombre lo indica, son sólo algunos apuntes. Pensamos que seguramente irán siendo
enriquecidos según tengamos acceso a otras fuentes, y según el aumento de luz que el Señor
quiera concedernos. Preparados originalmente para la enseñanza oral en la iglesia en Temuco, se
han reunido aquí ahora con la esperanza de alcanzar a otros más allá de nosotros.

Estos apuntes sobre el evangelio de Mateo esperan ser complementados con los de los demás
evangelios, conforme vayan naciendo en el ejercicio de nuestro ministerio entre los hermanos en
Temuco.

No presumimos de originalidad. Nos reconocemos deudores de muchos notables estudiosos de las


Escrituras, tanto del pasado como del presente. Entre aquéllos, especialmente de J. N. Darby y A.
B. Simpson; y entre los presentes, de Stephen Kaung y Christian Chen. En varios pasajes de este
pequeño estudio seguimos muy de cerca a estos amados hermanos.

Hemos agregado un resumen histórico del período intertestamentario, por considerar que su
estudio ayuda a comprender mejor el Nuevo Testamento en general, y los evangelios en particular.
En este período encontramos cómo Dios dispuso el orden del mundo para la venida de su amado
Hijo.

Esperamos en el Señor que, más que responder muchas preguntas y satisfacer la curiosidad en
asuntos difíciles, este pequeño manual despierte al cristiano piadoso a la realidad de la perfección
y belleza de las Sagradas Escrituras, a la grandeza del propósito eterno de Dios para con nosotros,
y motivarlo a una lectura más provechosa y atenta del Sagrado Libro.

Para la gloria de Dios y bendición de su amada Iglesia.

Eliseo Apablaza F.
Temuco, mayo de 2004.

Capítulo 1
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
CRISTO, EL REY HUMILDE

Introducción

Al abrir el Nuevo Testamento, lo primero que hallamos es el evangelio de Mateo. Sin embargo, los
eruditos bíblicos nos dicen que éste no fue el primer evangelio en ser escrito, sino Marcos.

¿Por qué está Mateo en primer lugar?

Pero he aquí que, en la soberanía de Dios, Marcos no está en primer lugar. ¿Por qué? Si nosotros
hubiésemos elegido el orden en que deberían estar los cuatro evangelio, seguramente hubiéramos
elegido el criterio cronológico, y en tal caso hubiéramos dejado a Marcos en primer lugar. O bien,
siguiendo otro criterio hubiésemos elegido a Lucas para el primer lugar, porque Lucas enfatiza el
evangelio de la gracia, el perdón de los pecados, el favor que los pecadores reciben de Dios.
Desde el punto de vista humano, deberíamos haber comenzado con Lucas.

Sin embargo, no es Lucas, ni Marcos, sino que es Mateo quien aparece primero. ¿Por qué?
Porque nuestro Dios quiere que en nuestra primera mirada a Jesús le veamos como Rey, como
nuestra máxima autoridad. Él es el Mesías Rey prometido por las Escrituras del Antiguo
Testamento, y destinado a ser también nuestro Rey. Este es el orden correcto según la perspectiva
divina.

Ahora bien, ¿cómo es este Rey? ¿Cuál es su carácter, su perfil? Sin duda, no ha de ser como los
reyes de la tierra, porque su reino no es de este mundo. Descubrir los rasgos de este Rey y los de
su reino nos llenará de sorpresas. Esperamos que, como fruto de este estudio, podamos ver cómo
es el Rey conforme al corazón de Dios, y también cómo son los reyes que él está preparando para
que reinen con él.

El Señor fue un rey atípico, según los cánones humanos. Siendo el mayor de todos, el más
poderoso y magnífico, fue el más manso y humilde. Humanamente hablando, es incomprensible.
Pero esta es la gran enseñanza del evangelio de Mateo.

Para efectos prácticos, y siguiendo lo que estimamos son las divisiones naturales de este libro,
dividiremos el evangelio según Mateo en tres partes: En los primeros 10 capítulos el Padre
presenta su Rey al pueblo de Israel; entre los capítulos 11 y 27, su Rey es rechazado, y en el
último capítulo, el Rey es vindicado por el Padre.

Dos palabras sobre el autor

En ninguna parte de este evangelio se nos dice que Mateo sea su autor. Sin embargo, desde los
primeros padres de la Iglesia, ha sido aceptado como tal.

Casi nada sabemos de él, excepto lo que se dice en los mismos evangelios, que se llamaba
también Leví, y que era recaudador de impuestos.

Hay tres pequeños hechos, aunque notables, que nos dan luz acerca de la humildad de Mateo. El
primero es que de las tres listas de los apóstoles que se dan en los evangelios sinópticos, sólo la
que da Mateo, agrega, junto a su nombre la frase "el publicano" (Mt.10:3). El oficio de "publicano"
era vergonzoso en ese tiempo. La Versión Popular traduce esta expresión de una manera que es
más fiel a los que representaba en sus días: "Mateo, el que cobraba impuestos para Roma". Ni
Marcos ni Lucas agregan la frase; sólo Mateo. ¿Por qué? Christian Chen lo explica así: "A los ojos
de los judíos, un recolector de impuestos era simplemente sinónimo de pecador. Mateo recuerda
cómo él fue elevado por el Señor a una posición tan maravillosa: "Hasta yo fue salvo, hasta yo fui
elevado a la posición de apóstol, hasta yo estoy en la lista de los apóstoles. Sí; yo soy un pecador
salvo por gracia".(En "Transformados à Imagem de Cristo", p.51-52, Ed. portuguesa).

El segundo hecho es que en las listas que dan Marcos y Lucas, Mateo es mencionado antes de
Tomás (Mr.3:18; Lc.6:15), pero en la lista que da Mateo, él es mencionado después de Tomás.

El otro hecho significativo es que Mateo no menciona que él haya ofrecido una cena al Señor luego
de su llamamiento. En verdad menciona el hecho, pero no adjudicándoselo a sí mismo (9:10). En
cambio Lucas es mucho más explícito. Dice: "Dejándolo todo, se levantó y le siguió". Y agrega: "Y
Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que
estaban a la mesa con ellos" (5:28-29).
Damos gracias a Dios de que haya elegido a un hombre como él para darnos este precioso retrato
de nuestro amado Señor.

Cuestionario de Estudio

1. ¿Por qué Mateo es el primero de los evangelios?


2. ¿Cuál es el principal rasgo del Rey conforme al corazón de Dios?
3. ¿Qué hechos significativos definen el carácter del apóstol Mateo?

Capítulo 2
PRESENTACIÓN DEL REY
(El Padre presenta al rey conforme a su corazón)

1. La genealogía del Rey

Si observamos los cuatro evangelios, notaremos que sólo dos de ellos, Mateo y Lucas, nos dan la
genealogía de Cristo. Lucas lo hace para demostrar que Jesús es un verdadero hombre, en tanto
Mateo nos muestra sus antepasados reales, para demostrar que Jesús, como Rey, es el sucesor
legítimo del trono de David.

Al observar la genealogía del Señor dada por Mateo se advierten, al menos, cuatro cosas muy
interesantes:

a) Hay sólo dos hombres. («Libro de la genealogía de Jesucristo ...», Mt. 1:1). Mateo 1:1 y
Génesis 5:1 son los únicos lugares de las Escrituras en que se habla de el «libro de la
genealogía». Estos libros comienzan con Adán y Cristo, respectivamente, que son los únicos dos
hombres ante los ojos de Dios. Hay solamente dos clases de gentes, los que proceden de Adán, y
los que son de Cristo. En Adán todos mueren, pero en Cristo, todos son vivificados. (1ª Cor. 15:22).

b) Hijo de David e hijo de Abraham. («Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de
Abraham», Mt. 1:1). El hijo de David fue Salomón, y el de Abraham fue Isaac. Jesús representa a
estos dos herederos. Salomón e Isaac son sólo sombras, tipos, que prefiguraban lo verdadero.
Cristo es el verdadero Salomón y el verdadero Isaac. Salomón es el rey de la mayor gloria, de la
sabiduría y de la riqueza. Isaac fue el heredero único de su padre.

David y Abraham representan también dos pactos (1). Dios prometió a David que él levantaría
descendencia después de él, a uno de sus hijos, y que afirmaría su reino para siempre: «El me
edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente ... y su trono será firme para siempre» (1
Crónicas 17:12, 14). Esta profecía no se cumplió en Salomón (porque murió); sino en Cristo,
porque es Rey para siempre. Por otro lado, cuando Dios prometió a Abraham que «en tu simiente
serán benditas todas las naciones de la tierra» (Génesis 22:18), también se refería a Cristo, no a
Isaac. («Y a tu simiente, la cual es Cristo» Gál. 3:16).

Christian Chen dice que en los capítulos 1 al 25 del evangelio de Mateo, se nos muestra al hijo de
David; y que en los capítulos 26 al 28 tenemos al hijo de Abraham. (op. cit.). Esto es, Cristo en su
sabiduría, y Cristo en su ofrecimiento sobre el altar (la cruz).

c) Un rey conforme al modelo de David. En Mateo 1 se mencionan 42 antepasados de Cristo, a


partir de Abraham, reunidos en 3 grupos de 14 cada uno. Uno de esos grupos, el segundo, está
compuesto sólo por reyes. Ahora bien, aunque en realidad hubo 17 reyes, sólo 14 de ellos son
mencionados (2), y precisamente la suma de las letras de la palabra «David» en hebreo es 14. En
la Biblia, el número 14 siempre habla de cruz, porque nuestro Señor murió un día 14. (3)

Esto significa que Cristo habría de ser un rey conforme al modelo de David, que, al igual que éste,
pasó primero por los sufrimientos y luego alcanzó la gloria. En el lenguaje del Nuevo Testamento,
primero pasó por la cruz, luego alcanzó la corona. (Chen, op. cit.). Este modelo de rey es válido no
sólo para el Rey Jesús, sino para todos los que aspiran a reinar con él. El número 42 significa
reposo y satisfacción (42 estaciones antes de Canaán; 42 meses de Tribulación antes del milenio).

d) Cuatro mujeres. En Mateo 1 se registra también el nombre de cuatro mujeres, lo cual no es


habitual en las genealogías (p. ejemplo, la que da Lucas no contiene ninguna). Y estas cuatro
mujeres muestran varias cosas interesantes desde el punto de vista espiritual. Las cuatro se
habían vuelto a casar. De ellas, tres aparecen en las Escrituras con connotaciones pecaminosas:
Tamar, Rahab y Betsabé. Tamar cometió incesto con su suegro Judá (Gén. 38), Rahab era
prostituta (Jos. 2); Betsabé cometió adulterio, aunque no voluntariamente (2 Sam. 11). La cuarta –
Rut– era moabita, es decir, de un pueblo maldito (Deut. 23:2-6). El origen de los moabitas fue
incestuoso, pues surgieron de la relación de Lot con una de sus hijas. Luego, cuando los judíos
iban camino a Canaán, ellos no aceptaron que pasasen por su territorio. Tanto Rahab como Rut
eran gentiles.

Así que, la genealogía del Rey Jesús es bien peculiar: aparecen en ella mujeres, y casi todas de
mala reputación. ¿No es insólito? Un rey terreno hubiera querido esconder las tachas de sus
antepasados, pero no así el Señor. Al incluir a mujeres pecadoras, y más encima gentiles, mostró
su maravillosa gracia (4).

2. El Rey es adorado por gentiles e ignorado por su pueblo

Los magos (sabios, astrólogos) siguen la estrella y vienen a adorar al Rey que ha nacido. Ellos han
visto una visión y la obedecen (5). Los magos pensaron encontrar a Jerusalén conmocionada por
el nacimiento del pequeño Rey, pero no era así. Un rey como él sólo se conoce por revelación. Los
sacerdotes y los escribas conocían la Palabra como letra muerta, no como una realidad viva, por
eso no se inmutan. No intentan siquiera investigar el por qué del movimiento que los magos han
hecho para venir a Jerusalén.

A medida que leamos el evangelio comprobaremos vez tras vez una cosa extraña. Los judíos
habían estado esperando por siglos la llegada del Rey de Israel, y cuando éste llegó no le
recibieron. ¿Cómo se explica esto? Es que su concepto del Rey era muy distinto de aquel que Dios
tenía. Ellos esperaban un rey poderoso que los libertara del yugo romano, capaz de hacer una obra
reivindicadora políticamente. Sin embargo, este Rey vino a romper todos esos cánones. Y sin
revelación, no era posible reconocerlo.

Los magos le reconocieron, porque tuvieron revelación. Sin embargo, ellos fallaron en un punto: no
siguieron fielmente la estrella, por eso llegan a Jerusalén. Ellos pensaban que, naturalmente, un
rey debería nacer en la ciudad capital. No sabían que este es un Rey atípico. Jesús nace en Belén,
que es tan sólo una pequeña aldea. Traen oro (que habla de realeza), incienso (expresión de
adoración a Dios), y mirra (que profetiza la muerte cruenta del Rey que ha nacido) (6). Así, ellos
reconocen la realeza divina de Jesús y anuncian su muerte expiatoria.

Es interesante notar que en los dos primeros capítulos de Mateo, los gentiles aparecen asociados
en instancias muy íntimas con Cristo. Primero en la persona de dos mujeres de su genealogía, y
luego en los magos, los primeros en reconocer su dignidad de Rey divino.

3. El Rey celestial es perseguido por el rey terrenal


Cuando el rey celestial se manifiesta, el rey terrenal –Herodes, el sanguinario rey idumeo– se
opone. A poco de nacer el niño, sus padres deben huir con él a Egipto (7). Primero, no hubo un
lugar idóneo donde naciera, y luego tampoco hubo un lugar donde pudiera vivir en paz. Herodes
persigue a Jesús, y al no hallarlo, da muerte a los niños de toda la región para asegurarse de
acabar con él.

El enemigo de Dios estaba esperando con toda su artillería para intentar destruir al Rey verdadero
apenas nacido. Pero un sueño de los magos y otros dos de José bastan para que el niño Jesús
escape. (8)

4. Nazaret, la oscura ciudad galilea, también rechaza al Rey

José es guiado por un sueño de parte de Dios para irse a vivir a la ciudad galilea de Nazaret.
Nazaret viene de «natzar» (o «netzer») que significa «renuevo» o «vástago». El hecho de que
«nazareno» signifique ‘renuevo’ o ‘vástago’ tiene mucha importancia. El tronco del reino de David
había sido cortado, ya no había reyes legítimos en Israel. Jesús era el renuevo de un tronco
cortado, de un reino interrumpido, que surgía de la raíz del árbol: Isaí (padre de David). De modo
que Jesús era la prolongación de aquella raíz sin tronco. Cuando los judíos le decían «nazareno»
inadvertidamente le estaban reconociendo su carácter de «renuevo» de Isaí: «Saldrá una vara del
tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces» (Is. 11:1).

Ahora bien, el renuevo es una cosa preciosa, porque es una expresión de vida nueva en un árbol
viejo, pero a los ojos profanos es una cosa muy pequeña, menospreciable. Así era el Señor a los
ojos de los judíos, y así también era Nazaret (Juan 1:46). Nazaret era una ciudad de bajo perfil, en
una zona casi gentil (9). Jesús no habría de ser conocido entre sus paisanos por su nacimiento
real en Belén, sino por ser nazareno, o galileo, los cuales tenían una forma típica de hablar muy
diferente de los que vivían en la gran urbe (Mateo 26:73). Los orgullosos sacerdotes de Jerusalén
arriscaban la nariz ante un profeta proveniente de Galilea (Juan 7:52).

Sin embargo, aún Nazaret, esa oscura ciudad, habría de rechazarle. Por eso Jesús dejó Nazaret y
habitó en Capernaum (4:13). Las razones específicas de por qué el Señor hizo eso no las da
Mateo, pero sí Lucas: fue rechazado luego de su primer discurso en la sinagoga, cuando dijo a sus
paisanos que él es el cumplimiento de las profecías de Isaías (4:28-30). en un arranque de celo y
fanatismo, intentan despeñarle desde la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad.
¿No debió Nazaret haberse sentido honrada por haber sido escogida por Dios para que su amado
Rey habitara dentro de sus muros? Ciertamente así debió haber sido, pero no fue así.

5. Un heraldo atípico

Todo gran Rey se hace anunciar por un heraldo engalanado y majestuoso. El Rey de reyes era
digno del heraldo mayor. Y de hecho, Dios escogió al hombre más grande nacido de mujer, pero
Juan el Bautista –teniendo la mayor dignidad– era un hombre tosco y severo. Llevaba un vestido
de piel de camello (que era un animal inmundo), un cinto de cuero y comía langostas y miel
silvestre. Como hijo de sacerdote, Juan debía haber llevado ricas vestiduras y comer alimentos
escogidos. Además, Juan vino predicando en el desierto, y no en el templo o la ciudad santa. Todo
esto, que debió de resultar muy extraño para la mentalidad religiosa de la época, anunciaba el
inicio de una nueva dispensación, fuera de los marcos de la ley y del culto judío.

A diferencia de otros grandes profetas, no hizo nada espectacular, ningún milagro (Jn. 10:41). Su
mensaje y su bautismo, fueron de arrepentimiento (3:2). La dignidad del Rey que venía era tal, que
el pueblo debía estar preparado. Los caminos debían ser enderezados. El arrepentimiento es un
cambio de mentalidad, de actitud. El pueblo debía abandonar su forma de vivir, y sus pecados. Su
ministerio fue muy breve, pues sólo venía a anunciar la llegada del Rey. Él vivió sólo para una
cosa: para preparar el camino para la llegada del Rey.
Según Mateo, Juan presenta a Jesús con dos imágenes de autoridad: como el Bautizador en
Espíritu Santo y como el juez que traerá a juicio sobre su pueblo. (3:11-12). Ambas son proféticas,
y corresponden a dos períodos diferentes del ministerio futuro del Señor. La profecía de Cristo, el
Bautizador, tendrá cumplimiento a partir de Pentecostés, y la de Cristo, el Juez, se cumplirá
después de su segunda venida.

Luego que Juan le presenta y le bautiza, su ministerio ya no tenía razón de ser, así que comenzó a
menguar (Jn. 3:30). Él era sólo una voz, sólo una antorcha que ardió y alumbró por una hora (Jn.
1:23; 5:35). Luego, al igual que su Señor, él también fue rechazado por los notables de Israel, y, al
igual que él, fue muerto de manera ignominiosa y violenta (Mt. 14:1-12). ¡Notable carácter,
ministerio y fin del hombre más grande nacido de mujer!

6. La presentación del Rey

La presentación del Rey a la nación no fue en un palacio, con una ceremonia fastuosa –como
Salomón fue presentado por David, por ejemplo– sino en el bautismo en el río Jordán.

El bautismo que Juan realizaba por ese tiempo era un llamado a la nación de Israel para que se
arrepintiera de sus pecados, y tuviera un corazón puro para recibir al Rey. Los pobres y humildes
obedecieron este llamado, no así la clase dirigente. El Señor Jesús, aunque no tenía pecados de
qué arrepentirse, se identificó con los humildes –un escaso remanente– en ese gesto, lo mismo
que Daniel cuando cargaba sobre sí los pecados de otros y se arrepentía por ellos (Dan. 9).

Aquel Jordán en el día de su bautismo era un paraje común. La mirada de los judíos no vio nada
especial en ese Galileo que se bautizó. Sin embargo, ese día, en ese lugar, se concentró la
atención de todos los seres celestiales. Los cielos fueron abiertos y el Padre habló. (10).
Seguramente los ángeles estaban atentos, contemplando. El universo entero admiraba al Rey
humilde; sin embargo, Israel le ignoró.

Entonces el Espíritu Santo vino sobre él en forma de paloma. ¿Por qué en forma de paloma?
Porque la paloma es dócil y, por cuanto sus ojos sólo pueden ver una sola cosa a la vez,
representa pureza en visión y propósito. La paloma es tímida, y puede ser ahuyentada con facilidad
(Ver Ef.4:30). Además, esta ave tenía en Israel un gran significado ceremonial. Cuando una
persona no podía ofrecer como sacrificio al Señor un cordero o un novillo, ofrecía una paloma. Era
el sacrificio de los pobres. Así, por cuanto el Espíritu Santo vino sobre Jesús en forma de paloma,
tenemos de nuevo al Rey de Israel mostrando sus verdaderas credenciales: docilidad, unidad de
propósito (hacer solamente la voluntad del Padre), la humildad y sencillez.

El bautismo prefiguraba también la muerte del Rey en la cruz. El rey traía desde su nacimiento las
marcas de la muerte. Los magos la anunciaron, y aquí, al comenzar su ministerio público, está de
nuevo presente. Él comenzó a vivir el camino de la cruz mucho antes de enfrentar la cruz.

7. La máxima prueba del Rey

En seguida después del bautismo, vino la prueba de fuego para el futuro Rey de Israel. Es llevado
por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Allí, expuesto a las condiciones más duras,
debería demostrar la integridad de su carácter como hombre. Debería reivindicar a la raza humana,
avergonzada por la caída en Edén. Allí el hombre Adán, estando en las condiciones perfectas para
derrotar al enemigo por medio de la mera obediencia a la palabra de Dios, fue derrotado. Aquí,
este Hombre, rodeado de las condiciones peores, debería reivindicarle. Y lo hizo. Al igual que
David con su victoria sobre Goliat, la victoria del Rey Jesús sobre Satanás fue la demostración de
poder que acreditaba su realeza, y que demostraba la posesión de un carácter digno del Rey del
reino de los cielos.
Y no sólo fue una tentación, sino tres. Y en ellas, el enemigo hizo lo posible para inducirle a valerse
de sus privilegios, pero él actuó como el Rey humilde, que no hace nada fuera de la voluntad y la
Palabra de Dios. Él, como hombre, se sometió voluntariamente a la Palabra de Dios, obedeciendo
en todo a sus preceptos. Vez tras vez el Señor respondió a Satanás con la Palabra de Dios
(específicamente citando el Deuteronomio), aplicándosela a sí mismo. Es decir, a) él –Jesús–
debía vivir por la palabra de Dios; b) él no debía tentar a su Padre Dios, y c) él sólo debía servir y
adorar a su Padre.

Tal vez la mayor de las tentaciones fue la de aceptar el ofrecimiento de los reinos del mundo, pues
le correspondían, como legítimo heredero de ellos. Sin embargo, Jesús se negó a aceptarlos de
manos de un impostor, porque esperaba recibirlos de su Padre, a su tiempo (Mateo 28:18). es la
perfecta paciencia, que no intenta procurarse nada por sí mismo fuera del tiempo de Dios.

8. El Rey llama a sus súbditos

luego de la tentación, Jesús comienza su ministerio público. Y lo hace llamando a sus primeros
discípulos, Pedro y Andrés. El llamamiento es: «Venid en pos de mí». Este es el verdadero
discipulado, el mismo que el Señor ha seguido haciendo a través de los siglos. El suyo no es un
llamamiento a seguir a hombres, porque no hay nadie que sea digno como para ser considerado
«maestro» y ser seguido e imitado (11). Luego, cuando él manda a hacer discípulos, se refiere a
hacer discípulos Suyos, no nuestros, que le sigan a él, y no a nosotros. Es la impronta de Cristo y
no la de un hombre la que debe plasmarse en los cristianos.

El llamamiento del Rey es absoluto, pues hay que dejarlo todo y seguirle. La dignidad del Rey y del
reino que él representa es tal, que no admite claudicaciones. Si no se hace así, entonces no somos
verdaderamente sus discípulos.

9. El Rey muestra la naturaleza del reino

Este reino tiene el mismo carácter y naturaleza que el Rey. El sermón del Monte (capítulos 5 al 7)
es la ‘Carta magna’ del reino de los cielos (12). Aquí están dados sus leyes y principios
fundamentales.

En las ocho bienaventuranzas, se muestra el carácter de Cristo (13). Todas ellas describen en
conjunto un solo carácter, el de Cristo, el Rey humilde, que es también el de sus co-reinantes.
Todos esos rasgos son lo opuesto de lo que el mundo tiene por sublime. Ninguno de ellos forma
parte del perfil típico de un gobernante en el mundo. Sin duda se trata de un reino celestial, y los
que reinarán en él también serán gente del cielo.

A. B. Simpson ha descubierto que en las ocho bienaventuranzas hay, primero, un movimiento


negativo (cuatro peldaños hacia abajo), y luego uno positivo (cuatro peldaños hacia arriba). Los
cuatro primeros –es decir, las cuatro primeras bienaventuranzas– plantean la renuncia del yo, y los
cuatro segundos, muestran el caminar positivo en el mundo. (14)

La primera de ellas es, tal vez, la más definidora del carácter del Rey de los cielos:
«Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (5:3). La
pobreza en espíritu es, simplemente, la humildad. Una y otra vez el Señor dio a sus discípulos
enseñanzas sobre la humildad (15), pero poco les aprovechaba, antes bien, cada uno de ellos
quería ser el mayor (cap. 18:1), aunque humanamente ninguno de ellos era noble. Más adelante, el
capítulo 18 estará enteramente dedicado a destacar el valor de los pequeños y humildes.

Juan y Jacobo, los hijos de Zebedeo, procurarían asegurarse los lugares de privilegio en el reino
de Cristo (20:20-28). Entonces el Señor les enseña que no debe importarles obtener una posición
de autoridad, sino beber la copa que el padre les dé. Ellos no poseían todavía el carácter de su
Rey, pero si leemos las epístolas de Juan podemos comprobar que él fue transformado. Este
carácter, que define tanto al Rey como a los súbditos del reino, está llamado a tener influencia
tanto dentro de la iglesia ("los que están en casa") como en el mundo (vv.13-16).

Los seis mandamientos precedidos por las frases: «Oísteis que fue dicho … Pero yo os digo»
(5:21-22; 27-28; 31-32; 33-34; 38-39; y 43-44) revelan claramente la autoridad del Rey, lo cual
queda expresado en los comentarios de la gente al final del discurso (7:28-29). Las enseñanzas
externas de la ley son sobrepasadas por las altas demandas y la perfección de la vida de Cristo.
En realidad, el Sermón del Monte no es un nuevo decálogo que apela a la integridad del hombre
para su cumplimiento, sino que es la regla con que se puede medir la perfección de la vida de Dios
puesta en el corazón de los súbditos del reino.

En el capítulo 6, el Rey corrige tres prácticas piadosas que se habían degenerado en ese tiempo:
la limosna, la oración y el ayuno. Esto forma parte ahora de las obras justas de los co-reinantes. La
piedad debe ejercitarse para Dios y no para los hombres (aunque éstos reciban los efectos
benefactores de ella).

Es interesante que la expresión "ya tienen su recompensa" (vv.2,5,16) puede ser traducida también
como "ya están recibiendo su recompensa". Lo cual significa que toda la recompensa de los
hipócritas es la alabanza de los hombres.

Luego el Señor enseña acerca del peligro de las riquezas materiales (6:19-34). Los súbditos del
reino deben tener su tesoro en los cielos para que su corazón también esté en los cielos. Las
riquezas pueden provocar que se pierda la visión espiritual (vv.22-23), y que la vida de llene de
afán y ansiedad (seis veces -el número del hombre- se menciona la palabra 'afán' o alguno de sus
derivados). Los súbditos del reino no deben afanarse por el mañana; sólo le corresponde el hoy (y
pedir por el sustento de hoy, 6:11).

La sección 7:1-6,12 muestra cómo los súbditos del reino deben tratar a los demás. Ellos, en su
humildad, se juzgan a sí mismos, no a los demás, y si han de juzgar, han de hacerlo con
misericordia, considerando sus propias debilidades. En los versículos 7 al 11 hay instrucciones
acerca de la oración que complementan las de 6:9-15.

La sección final del Sermón del Monte (7:13-27) contiene una serie de advertencias,
contraponiendo lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto, para que los súbditos del reino no
sean engañados. Sea referido a las puertas y los caminos (vv.13-14), los profetas (vv.15-23), o los
edificadores (vv.24-27); todo ello nos advierte muy gráficamente acerca de lo que es aprobado
delante de Dios y lo que no. Oír estas enseñanzas, pero sobre todo el hacerlas, será la mayor
prueba de sensatez, que asegurará el alma en el día de la prueba.
Finalmente (vv.28-29), está el sello de la autoridad real de quien ha hablado, la prueba más segura
de la firmeza y veracidad de las enseñanzas dadas.

10. Los milagros del reino

En los capítulos 8 y 9 se despliega el poder del Rey en cuatro direcciones diferentes: sobre la
enfermedad (sanidad del leproso, del siervo del centurión, etc.) sobre Satanás (echando fuera a los
demonios), sobre la naturaleza (calma la tempestad) y sobre el pecado (al sanar al paralítico).

En estos capítulos hay dos series de milagros que algunos consideran 'dispensacionales'. La
primera serie está en 8:1-16. El leproso representaría a los judíos, mientras que el centurión
representaría a los gentiles. Los judíos se hallaban leprosos por su pecaminosidad y
desobediencia; los gentiles estaban 'paralíticos'. El primero fue sanado por el toque directo del
Señor; en tanto, el segundo por la fe en Su palabra. La suegra de Pedro representa a los judíos
que vivirán al final de esta era, que serán sanados cuando venga el Señor en gloria y majestad
para reinar en el Milenio. Finalmente, los "muchos endemoniados" del versículo 16 representarían
a los que estarán en la tierra durante el Milenio, que también serán sanados.
La otra serie está en 9:18-34. La hija del principal de la sinagoga representaría a los judíos, y la
mujer que padecía de flujo de sangre representaría a los gentiles. Cuando la hija murió (los judíos
cortados), la mujer fue sanada (los gentiles salvados). Después que la mujer fue sanada, la hija fue
resucitada (es decir, los judíos serán salvos). Después, dos ciegos y un mudo fueron sanados; es
decir, los que vivan el milenio serán todos sanados (Notas al Nuevo Testamento, Versión
Recobro).

11. Las instrucciones a los co-partícipes del reino (cap. 10).

«Habiendo exhortado a sus discípulos para que rogaran que pudiesen ser enviados obreros a la
mies, él comienza a actuar en conformidad a ese deseo» (J. N. Darby). entonces procede a instruir
y a enviar a sus discípulos a las «ovejas perdidas de la casa de Israel» (10:6). Estas instrucciones
resuman dignidad y franqueza. Los apóstoles llevaban la autoridad, la paz y el Espíritu del Rey.
Participarían de su sufrimiento y de su muerte. De allí derivaban su gran honra. Por tanto, no
debían tener temor, ni rebajar su dignidad. La dignidad del Rey y del reino de los cielos es la suya
propia. Las recompensas ofrecidas serán grandes para cada uno de los que le sirvan.

1 En el Antiguo Testamento, Dios realiza cuatro pactos. Aquí se mencionan dos de ellos. Los otros los hizo con Noé
y Moisés.
2 Se omiten Ocozías, Joás y Amasías.
3 Recordemos que el cordero pascual era apartado el día diez y sacrificado el día 14 de Abib o Nisan, el primer mes
del año judío.
4 Matthew Henry lo dice así: «A Dios no le importa la «pura sangre» en la descendencia carnal, sino el nacimiento
de arriba. Por eso, Jesús Tomó sobre sí la semejanza de carne de pecado, y admite a los más grandes pecadores,
con tal que crean y se arrepientan, a la más estrecha relación con él». (En Comentario Bíblico).
5 Henry Halley supone que tal vez los magos, siendo de la región de Babilonia, conocían las profecías de Daniel
sobre las 70 semanas y las de Balaam acerca de la Estrella que saldría de Jacob. (En Compendio Manual de la
Biblia).
6 Ver Juan 19:39-40.
7 Aunque la Biblia no dice en qué lugar de Egipto se refugiaron, la tradición señala a On, también llamado
Heliópolis, el mismo lugar donde José había regido a Egipto varios siglos antes (Halley, op. cit.).
8 J. N. Darby señala que al volver Jesús de Egipto «reinicia (moralmente) la historia de Israel en su propia
Persona ... Este es un verdadero comienzo de Israel en gracia, como el amado de Dios». Darby agrega que en
Isaías 49 es claro cómo Israel cede su lugar a Cristo para dar origen al nuevo Israel según Dios. (En El Evangelio
según Mateo).
9 Recordemos que, luego del cautiverio de Israel en manos de los asirios, esa zona se había poblado con gentes de
diversas naciones. (2 Reyes 17).
10 «Nunca fueron abiertos los cielos a la tierra, ni al hombre sobre la tierra, antes de que el Hijo amado se
encontrara allí ... No existía ningún objeto en la tierra sobre el cual el ojo de Dios pudiera reposar con
complacencia, hasta que Jesús, sin pecado y obediente, su Hijo amado, estuvo allí.» (J. N. Darby, op. cit.).
11 Evan Roberts dijo: «No quiero seguidores personales, sino que el mundo sea de Cristo».
12 Este es el primero de los cinco grandes discursos del Señor en el evangelio de Mateo. Los otros están en los
capítulos 10, 13, 23 y 24-25.
13 «Al examinar las bienaventuranzas, hallaremos que esta parte en general ofrece el carácter de Cristo mismo» (J.
N. Darby, op. cit.).
14 A. B. Simpson, op. cit.
15 Sólo Mateo incluye tres pasajes destacando la humildad del Rey celestial. Ver 11:28-30; 12:18-20; y 21:5.

Cuestionario de Estudio

1. Demuestre cómo los pactos hechos a Abraham y David se cumplen en el Señor Jesús.
2. ¿En qué sentido el Señor Jesús es un Rey conforme al modelo de David?
3. ¿Qué revela la presencia de 4 mujeres en la genealogía del Señor Jesús?
4. Diferencie la actitud de los gentiles y de los judíos ante el Rey-niño.
5. ¿Qué significados tienen el oro, el incienso y la mirra ofrecidos al Rey-niño?
6. ¿Qué connotación tiene el nombre Nazaret a la luz de la profecía de Isaías 11:1?
7. ¿Por qué Juan el Bautista puede ser considerado un ‘heraldo atípico’?
8. Mencione dos significados del bautismo del Señor Jesús.
9. Compare a Adán y Cristo en la hora de su tentación ante Satanás.
10. ¿En qué consiste el verdadero discipulado?
11. ¿Qué carácter definen las 8 bienaventuranzas?
12. ¿Cómo se revela la autoridad del Rey en el Sermón del Monte?
13. ¿Qué prácticas piadosas corrige el Señor en Mateo 6? ¿Cuál es el defecto de ellas?
14. ¿En qué planos se manifestó el poder del Señor Jesús?

Capítulo 3
RECHAZAMIENTO DEL REY

1. El Rey celestial es rechazado en Galilea

En los capítulos 11 y 12 el Rey es rechazado por las ciudades donde mayormente ministró, y por
los líderes religiosos. Antes había rechazado en Nazaret; ahora es rechazado en Corazín, Betsaida
y Capernaum (11:20-24). Luego de la sanidad del hombre de la mano seca, los fariseos «tuvieron
consejo contra Jesús para destruirle» (12:14).

La máxima expresión de este rechazo es calumniar al Señor diciendo que echaba fuera los
demonios por Beelzebú. Esto es una blasfemia contra el Espíritu Santo, el pecado imperdonable.
El Señor compara a esa generación con el hombre poseído por demonios: "Así también acontecerá
a esta mala generación" (12:43-45). Ellos fueron liberados, pero por causa de su maldad, ellos
vuelven a su antigua condición.

El episodio de la madre y los hermanos de Jesús (12:46-50) remarca su ruptura con los judíos, sus
parientes según la carne. De en adelante, la relación con sus súbditos sólo será espiritual.

2. El Rey rechazado entrega sus enseñanzas por medio de parábolas

El comienzo del capítulo 13 indica, por un lado, su ruptura con los judíos, pues la "casa" (v.1)
representa a Israel (10:6), y, por otro, su vuelta a los gentiles, representados por el "mar" (Dn.7:3;
Ap.17:15). Recién entonces él entregó las parábolas, lo cual significa que los misterios del reino de
los cielos son dados a la iglesia, no a los judíos. Al hacerlo así, su sabiduría se despliega mucho
más abundantemente que la de Salomón (12:42). En 13:10-15 está el propósito de las parábolas,
que es esconder las verdades del reino a los profanos y revelarlas a los íntimos.

J. N. Darby hace un análisis de las siete parábolas de este capítulo separando la primera de las
otras seis. Estas seis pueden dividirse en tres y tres. Las primeras tres presentan el reino en su
forma exterior en el mundo, y son dirigidas a la multitud. Las otras tres presentan al reino conforme
a la valoración del Espíritu Santo, y van destinadas sólo a los discípulos (13:36).

A. B. Simpson (y otros) sostiene que esta serie de siete parábolas abarca el progreso del
cristianismo hasta la venida del Señor, en correspondencia con las 7 cartas del Señor dirigidas a
las iglesias de Asia (Apoc.2 y 3). La del sembrador muestra la siembra de la verdad (Efeso), la de
la cizaña, la siembra de la maldad (Esmirna, la iglesia perseguida). La de la mostaza muestra el
rápido crecimiento de este sistema mezclado, hasta llenar la tierra (Pérgamo, la prosperidad
exterior de la alianza de la iglesia y el mundo). La de la levadura muestra la corrupción interior de
este sistema mezclado (Tiatira, la iglesia de Roma). Las parábolas del tesoro escondido y de la
perla de gran precio muestran los elementos de bondad escondidos aun en medio de la masa de
corrupción (El remanente fiel a partir de la Reforma). Finalmente, la parábola de la red revela la
separación de estos elementos que tendrá lugar al fin de la era (Laodicea: los tibios y los
vencedores).
3. El Rey rechazado es revelado más profundamente a sus discípulos

Cuando Jesús es rechazado por los judíos en Galilea, y por el rey pagano, Herodes, se va al
desierto (14:13), donde alimenta a una multitud (14:14-21), y luego calma la tempestad (14:22-33).
Con estos dos milagros, el Rey demuestra a sus súbditos que, cualquiera que sea la situación, él
puede suplir sus necesidades y defenderlos.

Luego, como la hostilidad aumenta, comienza a salir a las regiones gentiles, como una
demostración de que, una vez rechazado por los suyos, se vuelve a ellos. En 15:21 lo encontramos
en la región de Tiro y Sidón (Fenicia), sanando a la hija de una mujer cananea, y en 16:13, en
Cesarea de Filipo (Siria).

Han pasado ya tres años del comienzo de su ministerio público. Comienza la cuenta regresiva;
quedan sólo seis meses. El Señor busca la soledad para estrechar el círculo con sus discípulos y
mostrarse en una forma más íntima. Hasta ahora, ellos no habían estado preparados. En esta
última región (Cesarea, cerca del monte Hermón) ocurren dos cosas muy significativas:

a) Una doble revelación. El Padre revela el verdadero carácter de Jesús al corazón de Pedro
(16:16-17). Luego el Señor Jesús mismo revela la iglesia a sus discípulos (18-19). La iglesia se
edifica sobre la Roca, la cual es Cristo y su revelación por el Padre en el corazón del hombre, y
confesada por éste. Esta doble revelación es la piedra angular de toda la revelación bíblica. Es el
misterio del Padre y el misterio del Hijo, respectivamente.

Sólo cuando el Padre revela a Cristo es posible que Cristo revele Su iglesia. Ambos son misterios y
sólo pueden ser conocidos por revelación (Vea Mateo 11:25-27 y Colosenses 1:26). Luego de
recibidas estas revelaciones, los discípulos están en condiciones de oír del Señor la enseñanza
acerca de la cruz (21). Sólo a través de ella se podrá establecer y edificar la iglesia. Tal vez el
mayor de los obstáculos que el hombre presenta a la obra de Dios -el individualismo- es tratado por
la cruz en el seno de la iglesia.

b) Jesús se transfigura delante de ellos (cap.17). Jesús estaba listo para partir. Su carrera había
terminado, excepto la cruz. Pudiendo partir desde ahí al Padre, afirma su rostro para subir a
Jerusalén. El Padre exalta a su amado Hijo, igual como hizo en el bautismo, aunque ahora, agrega
las palabras "a él oíd", para corregir la necedad de Pedro. Cristo es todo lo que necesitamos hoy.
Con esta experiencia, que anuncia el regreso del Rey en su reino, él consuela el corazón de los
discípulos, atribulados por el anuncio anterior acerca de su muerte.

El gran pasaje que va desde 13:53 hasta el 17:8 relata el itinerario del Rey y sus siervos desde el
momento en que es rechazado hasta el inicio de la manifestación del reino. Rechazado por los
judíos, no obstante, provee para los suyos en el desierto en dos ocasiones; sana a los enfermos
gentiles, enfrenta a los religiosos (16:1-12), revela el doble misterio más grande, y la gloria de ese
misterio.

4. El Rey rechazado expresa su ternura hacia los pequeños (cap.18).

El último discurso del Señor en Galilea, según Mateo, tuvo como tema a los pequeños. Los niños
son puestos como ejemplo del carácter de los co-reinantes, y de su conducta con sus hermanos.
Se advierte acerca del castigo que recibirán quienes les hagan tropezar, de qué hacer cuando ellos
de desalientan, de cómo se debe proceder con los que pecan, y de la misericordia hacia los que
pecan contra nosotros. Esto nos muestra cómo debemos vivir en el reino de los cielos. (16)

En este pasaje de 18:15-20 se muestra parte del funcionamiento de la iglesia local, como un
complemento de la revelación de la Iglesia en su sentido universal que hizo el Rey en 16:18. Aquí
la iglesia muestra la autoridad del reino de los cielos -puede atar y desatar- pues el Señor está en
medio de ella.

La enseñanza de los vv.15-17 complementa el Sermón del Monte, en cuanto a las relaciones entre
los súbditos del reino, en la iglesia. Allí, en Mateo 5:22-26 se dice qué debe hacer uno que ha
ofendido a otro. Aquí, en 18:15-17 se dice que debe hacer el ofendido si el ofensor no da el paso
que debe dar.

5. El Rey rechazado abandona definitivamente Galilea (19:1), y se encamina a Judea para


morir

Allí encontrará un verdadero nido de víboras que le acosarán hasta llevarlo a la muerte. No
obstante, cada ocasión de apremio hacia el Rey, fue transformada por él en una instancia de
revelación. La enseñanza acerca del matrimonio (19:1-12) pretende resguardar a los súbditos del
reino de la lujuria, y a propósito del joven rico (19:16-30), enseña acerca del peligro de la codicia.
Luego agrega una enseñanza sobre las recompensas en el reino (19:27-20:16).

Se acerca rápidamente la última semana de su ministerio público, y por tercera vez les anuncia a
sus discípulos que va a morir (16:13,21; 17:22 y 20:18-19). También -a propósito de la petición de
la madre de Juan y Jacobo- les dará a sus discípulos una enseñanza acerca de la naturaleza de su
reino, y de lo que él espera de ellos (20:20-28). Deben estar dispuestos a servir como esclavos,
antes que a mandar como señores.

6. El Rey rechazado muestra su autoridad (espiritual) en Jerusalén (caps. 21-23).

Por causa del cumplimiento de las profecías, el Señor entra como Rey de paz en Jerusalén, (y en
humildad), luego 'purifica' el templo ("mi casa", 21:13; comp. con "vuestra casa" en 23:38). Usando
de esa misma autoridad, maldice la higuera, la cual representa a la nación de Israel, que tenía
mucha apariencia (follaje), pero no había dado frutos para Dios (21:18-22). El cumplimiento de esta
maldición se produce unos 40 años más tarde, con la caída de Jerusalén y la dispersión de Israel.

En las dos parábolas contiguas de los labradores malvados (21:33-46) y de la fiesta de bodas
(22:1-14) algunos interpretan que ellas representan la situación del reino de los cielos en manos de
los judíos, y de la iglesia, respectivamente. La viña es Israel bajo la ley, que exige obras. La fiesta
de bodas es el estado gozoso de los cristianos bajo la gracia. No obstante, en ambos casos hay un
trato riguroso hacia los súbditos del reino al final del período.

Haciendo uso de su autoridad espiritual (como Rey rechazado) el Señor Jesús realiza varios
"milagros de sabiduría": responde a las preguntas sobre la autoridad (cap.21:23 y ss.), sobre el
tributo (22:15-22), sobre la resurrección (22:23-33), y sobre el gran mandamiento (22:34-40), que
dejan a los judíos mudos de asombro.

Finalmente, les plantea él mismo una pregunta a los fariseos -que queda sin respuesta (22:41-46)-,
y acusa a los escribas y fariseos mediante ocho "ayes" (cap.23) (18). Este discurso es la
culminación de todos estos episodios en que los judíos procuran cazarle por alguna palabra y
llevarle a la muerte. Es un discurso cargado de emotividad, celo y dolor. La clase religiosa ha caído
en la más baja expresión de 'piedad', la falsa piedad de los hipócritas
.

7. Profecías del Rey rechazado

Luego de visitar por última vez el templo, el Señor Jesús llora sobre Jerusalén y predice la
desolación y destrucción de ese lugar. (23:38; 24:1-2). El lugar que debió haberle recibido como el
Señor sobre su casa, se había transformado en 'cueva de ladrones' (19). Este alejamiento suyo
equivale al alejamiento de la gloria de Dios desde el templo en días de Ezequiel. (Ez.10:18).

Luego predice los eventos que rodearán su Segunda Venida. Estos eventos se relacionan con los
judíos: la suprema y terrible persecución en días del anticristo (24:4-31); con la iglesia: una seria
advertencia a velar y estar preparados sirviendo al Señor (24:32-25:30); y con las naciones, las que
serán juzgadas según la actitud que hayan tenido hacia Cristo y sus discípulos (25:31-46).
.

8. El largo itinerario de la muerte del Rey

Llegaba la época de la Pascua, y él debía cumplir las Escrituras muriendo en el transcurso de


estas festividades. El cordero pascual era un tipo del Señor. Así como el cordero debía ser
apartado para ser examinado cuatro días antes de su inmolación, así Cristo también lo fue a
manos de los judíos (21:23-22:46). Ese examen no hizo más que corroborar su perfección como
Cordero pascual.

En 26:6-16 aparecen dos escenas contrastantes: el Rey Jesús es ungido en Betania (ya ha sido
rechazado por el sistema religioso de Jerusalén), y es traicionado por Judas. 'Amado' y
'traicionado', son los dos extremos del gran espectro en que se pueden mover sus seguidores.

Luego de esto, el Señor celebra por última vez la Pascua con sus discípulos (que era una sombra)
e instituye la Mesa, en reemplazo de aquélla. Si los judíos tenían una poderosa razón para celebrar
la Pascua, los súbditos del Rey tendrán una más poderosa aún para celebrar la Mesa. Cristo es
nuestra Pascua, que fue ofrecida por nosotros (1ª Cor.5:7).

Luego vienen sus sufrimientos en el Getsemaní (esa "prensa de aceite") (26:36-46), la traición de
Judas (26:47-50), el abandono de sus discípulos (26:56), la condenación por parte del concilio
(26:57-68), la negación de Pedro (26:30-35;69-75), la sentencia a muerte por el poder romano
(27:24-26), y la burla de la soldadesca (27:27-31).

Finalmente, Pilato hace poner sobre su cabeza, en la cruz: "Este es Jesús, el Rey de los judíos".
Título que parece ser la respuesta a la pregunta de los magos en el capítulo 2: "¿Dónde está el rey
de los judíos que ha nacido?". Cristo crucificado es el verdadero Rey. Así también, la marca de la
cruz en una persona es la marca de un rey. (Gál.6:17).

El Señor Jesús estuvo crucificado seis horas, de las 9 a las 15 hrs. Durante las tres primeras horas
recibió el castigo injusto de los hombres, en las otras tres horas -mientras la oscuridad cubría la
tierra- fue juzgado por Dios. En este período él, como nuestro sustituto sufrió por nuestro pecado, y
fue hecho él mismo pecado por nosotros.

16 Para profundizar este asunto, recomendamos consultar el capítulo «Los pequeños» del libro Consagración y
servicio.
17 Tal como el Señor anuncia la dispersión de Israel, también anuncia su reunificación, en Mateo 24:32, hecho que
se comenzó a cumplir en 1948.
18 Note la similitud antitética con las ocho bienaventuranzas.
19 T. Austin-Sparks y Christian Chen, entre otros, han señalado que el rechazamiento del Señor Jesús en Jerusalén
–específicamente en el templo– y la acogida que le brindaron Marta, María y Lázaro en Betania en este período, son
representativos de la actitud de la cristiandad y el remanente, respectivamente, hacia el Señor en la etapa final de
esta era. (Ver en Revista «Aguas Vivas» Nº 27, los artículos correspondientes).

Cuestionario de Estudio

1. ¿Qué significado simbólico tiene la frase «se sentó junto al mar» (Mat.13:1)?
2. ¿Cuál es el propósito de las parábolas?
3. Haga una analogía entre las siete parábolas de Mateo 13 y las siete iglesias de Apocalipsis.
4. ¿En qué contexto del ministerio del Señor Jesús son concedidas las revelaciones de Cesarea de
Filipo?
5. ¿En qué consiste la doble revelación de Cesarea de Filipo?
6. ¿Cuál es la importancia de la cruz en la edificación de la iglesia?
7. ¿Cuál es el gran mensaje de Mateo 18?
8. Mencione tres hechos que demuestren la autoridad espiritual del Señor Jesús en Jerusalén.
9. Clasifique en tres grupos las profecías de Cristo al concluir su ministerio terrenal.
10. ¿Qué relación puede establecerse entre la pregunta de los magos y la inscripción de Pilato?

Capítulo 4
VINDICACIÓN DEL REY

1. Dios resucita a su Rey de entre los muertos

Al tercer día Dios le levanta de los muertos. Aunque el Señor tenía el poder para volver a tomar la
vida en sus manos luego de haberla ofrecido (Jn.10:18), no lo hace así, sino que espera la
vindicación del Padre. Aun en esto el Rey de los cielos manifiesta su humildad. Es Dios quien le
levanta de entre los muertos (Hech.2:24; 3:15, etc.). Siendo así, el poder humano (la guardia ante
la tumba) no pueden evitar su salida del sepulcro. Las mujeres le ven primero, como
recompensando su fidelidad (28:1).

Luego, el ángel y el Señor envían aviso a los discípulos que vayan a Galilea, pues allí verán al
Señor. (28:7,10). La región menospreciada vuelve a ser el objeto de su atención. No se olvida de
que fueron galileos los que le siguieron como sus discípulos más cercanos. Y ahora, más encima,
los discípulos son declarados "mis hermanos" por la propia boca del Resucitado.

2. Dios vindica a su Rey dándole toda potestad

Luego está la declaración final de que le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Todo
poder le fue dado al que se vació de sí mismo en la cruz, y al que rechazó el camino más corto
para tener los reinos del mundo (comp. Mat.4:8-9 y 28:18). Él rechazó los reinos del mundo de
manos de Satanás, pero el Padre le ha dado no sólo los reinos del mundo, sino también el del
cielo, el reino sempiterno.

Investido de la máxima autoridad, teniendo toda potestad en el cielo y en la tierra, el Rey Jesús
instruye a sus súbditos a hacer discípulos, bautizarles y a enseñarles.

Cuestionario de Estudio

1. ¿De qué modo el Cristo resucitado vuelve a poner sus ojos en Galilea?
2. En Mateo 28:18 se percibe la exaltación con que el Padre exaltó al Señor Jesús. ¿Qué relación
se puede establecer entre este hecho y el ofrecimiento que le hizo Satanás en el desierto?

BIBLIOGRAFÍA

CALDERÓN, WILFREDO Panorama Histórico Geográfico de la Biblia


CHEN, CHRISTIAN transformadosà Imagem de Cristo, o Servo de Deus
DARBY, J. N. El Evangelio según Mateo
GRIMBERG, CARL Historia Universal, Tomos 2 al 6
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TRENCHARD, ERNESTO Introducción a los Cuatro Evangelios
WILLMINGTON, HAROLD Auxiliar Bíblico Portavoz
BIBLIOTECA DE CONSULTA ENCARTA, 2003.

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