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LA DISCRIMINACIÓN

La discriminación enquistada en la sociedad Expresiones desatinadas como "¡No sabes con quién te has
metido!" y "¡Tú no eres nadie!", se repiten con preocupante frecuencia en la sociedad peruana. Tales frases
no solo evidencian un mal manejo de las emociones y una falta de sensibilidad y empatía, sino que, en el
ámbito jurídico, constituyen una vulneración a derechos fundamentales, reconocidos por nuestra
Constitución, como el derecho a la dignidad, a la igualdad ante la ley y a la no discriminación. Nadie debe ser
discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier
otra índole. Más aún, nuestro Código Penal tipifica como delito contra la humanidad a la discriminación e
incitación a la discriminación, castigando tales acciones con pena privativa de libertad no menor de dos años
ni mayor de tres. Si el hecho se realiza mediante actos de violencia física o mental, mediante internet u otro
medio análogo, o si quien comete el hecho es servidor público, la pena privativa de libertad será no menor de
dos años ni mayor de cuatro, además de quedar inhabilitado. Debemos recordar que, en el Perú, la
protección legal de derechos tuvo luz por primera vez en el derecho a la igualdad y no discriminación que
reconoció la Constitución Peruana de 1979, que incluía como motivos prohibidos de discriminación el sexo, la
raza, la religión, la opinión y el idioma. Posteriormente, en la Constitución de 1993 se garantizó el derecho a
la igualdad y no discriminación y se ampliaron los motivos prohibidos: origen, raza, sexo, idioma, religión,
opinión, condición económica o de cualquiera otra índole. Sin embargo, en pleno siglo XXI, cuando se creía
que el racismo debía estar extinguido y que el Perú se iba asumiendo como un país pluricultural, el Ministerio
de Cultura nos recuerda que el 53 % de la población considera que los peruanos son racistas o muy racistas; y
que incluso un 8 % se percibe a sí mismo como tal, es decir, se perciben «racistas» o «muy racistas»,
conforme a los resultados de la primera encuesta nacional sobre Percepciones y Actitudes sobre Diversidad
Cultural y Discriminación Étnica-Racial. Por eso, no solo en fechas como el Día Internacional para la
Eliminación de la Discriminación Racial (21 de marzo), saludamos los esfuerzos que contribuyen a la
construcción de un país sin discriminación. En esa línea, merecen un reconocimiento especial iniciativas como
la del Vice ministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura que impulsa campañas –mediante la
plataforma Alerta Contra el Racismo– para llamar la atención de la ciudadanía sobre la dañina presencia de la
discriminación en nuestro país. En consecuencia, la ciudadanía le dice «¡No!» al racismo, a los estereotipos y
al prejuicio. No existen personas superiores a otras. Ante la ley, todos somos iguales

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