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Cuarteto para el fin de los tiempos

En el primer movimiento me percaté que Olivier Messiaen, con la instrumentación dispuesta en la obra trató
de imitar una especie de comunicación entre diferentes especies de aves, esto debido tal vez a su
especialización en la ornitología. Creo que los elementos que utilizó para dar a la obra esta sensación son los
trinos utilizados en el clarinete, los glissandos en el chelo y tal vez las notas agudas en el violín. También cabe
mencionar que el carácter en este movimiento, con ayuda de la armonización que lleva el piano, me da una
sensación de incertidumbre y con carácter un poco tétrico.

En el segundo movimiento me doy cuenta que hay un contraste en cuanto a dinámicas se refiere, la primera
parte se toca de manera forte, y parece el anuncio de una catástrofe, la segunda parte se toca en un
pianissimo y el clarinete ya no está presente, dando la sensación de que una de las aves, o uno de los
personajes ha desaparecido, como si solo hubiese llegado a dar aviso de la catástrofe y dejara a los demás
temerosos con la noticia ya anunciada. La tercera parte inicia con un piano que nos lleva al forte, vuelve a
hacerse presente el clarinete, y nos deja con la incertidumbre del qué es lo que ocurrirá en el siguiente
movimiento.

El tercer movimiento me pareció muy interesante, es un solo de clarinete, tiene una amplia gama de colores
que en lo personal me gustó mucho y tiene un carácter triste, pero con momentos de diversión o jugueteo.

El cuarto movimiento me encantó, en este están presentes todos los instrumentos menos el piano, tiene una
amplia gama de colores, variedad en sus matices y en varias ocasiones llevan el mismo discurso rítmico los tres
instrumentos, esto sumado a que tienen estructuras rítmicas palindrómicas hace que en general todo el
movimiento me de una sensación de simetría.

El quinto movimiento también me gustó mucho, es un solo para chelo, tiene variedad en sus colores, contraste
en sus dinámicas que van de pianos a fortes, con un carácter cantábile que junto a la armonía que lleva el
piano me dió una sensación de incertidumbre, pero de claridad al mismo tiempo, es un movimiento muy
expresivo.

El sexto movimiento, al igual que el cuarto, es un movimiento muy simétrico, con la diferencia que aquí ya está
el cuarteto completo. En varias ocasiones los cuatro instrumentos llevan prácticamente la misma rítmica,
también noté que varias de las estructuras rítmicas son palindrómicas, tiene variedad en sus dinámicas, y a
diferencia del cuarto movimiento, este me da la sensación de que está más desarrollado.

La primera parte del séptimo movimiento es una introducción entre el chelo y el piano, tiene un discurso
cantábile y con un carácter de incertidumbre. La segunda parte tiene el cuarteto completo, también cuenta
con variedad en su carácter, desde uno catastrófico a uno tranquilo, y aparte los alterna, tiene variedad en sus
matices, con partes solistas junto al piano por parte del violín y el clarinete.

El octavo movimiento es un solo de violín armonizado por el piano, tiene un carácter de incertidumbre, pero
cálido al mismo tiempo, da la sensación de que el fin ha llegado y que es hora de partir, pero con calidez,
resignación y hasta dulzura, gracias también a la gama de matices.

En definitiva, me pareció una obra muy interesante de analizar y escuchar, gracias a la variedad de recursos
que Messiaen utilizó, y en general también me dio la sensación de que la obra contiene cierta simetría gracias
a los ritmos palindrómicos que el compositor tanto utilizó.

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