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TIEMPOS DE CAMBIO

Por: Julio C. Navarro F.


Periodista

GOBIERNO EN TINIEBLAS
Todo ser humano que decide hacer algo que sea bueno para sí, es decir, que elige
actuar de determinada manera para ser mejor persona y que dicha acción le procure
felicidad y progreso, entonces podemos afirmar que está adoptando un
comportamiento ético.
Todas las personas entendemos perfectamente qué decisiones y acciones son buenas
y cuáles son malas para cada uno de nosotros, la ética lo que busca es que siempre
optemos por aquello que nos hace bien y que no atenta contra la dignidad del
prójimo, ni contra la moral de la sociedad y tampoco afecta negativamente al medio
ambiente.
Pues bien, si un grupo de buenas personas con ética deciden reunirse para convenir
acciones que procuren el bien de todos, respetando los derechos fundamentales de
todas las personas así como las reglas y normas que rigen a una sociedad, y
obviamente sin afectar a otros seres vivos ni la naturaleza, entonces podemos decir
que están ejerciendo la verdadera política.
Porque en esencia, la política es una acción que ejerce una comunidad de hombres y
mujeres éticos que libremente deciden emprender el gran reto de transformar su
sociedad para conducirla a un estado mejor, a un estado de bienestar y de estar bien,
para ello, recurren al diálogo y la argumentación inteligente para lograr la
cooperación libre y voluntaria de un colectivo que decide actuar con ellos para hacer
realidad la propuesta de cambio que han comprendido y que consideran legítima y
conveniente para el bien de todos.
Como pueden ver, aquí tenemos en esencia cuatro elementos imprescindibles para el
buen ejercicio de la política, primero necesitamos la confluencia de personas con
ética, en segundo lugar necesitamos del diálogo y argumentos inteligentes para
lograr consensos, en tercer lugar necesitamos tener claro las acciones que deben
emprender como comunidad política, y en cuarto lugar, se debe tener la plena
convicción de que los resultados de dichas acciones serán para el bien común de toda
la sociedad, incluyendo a los que no comparten las mismas ideas ni se comprometen a
participar activamente.
Pues bien, si corroboramos la existencia de estos cuatro elementos básicos en la
actual realidad peruana encontramos una carencia política preocupante, en primer
lugar creo que todos sabemos que los políticos de hoy en su gran mayoría carecen de
ética por elección propia; en segundo lugar han renunciado al diálogo como medio
continúa...
LIMA, 03 DE ENERO 2023
TIEMPOS DE CAMBIO

Por: Julio C. Navarro F.


Periodista

GOBIERNO EN TINIEBLAS
para procurar el entendimiento entre nosotros, por el contrario, se han dedicado a
tratar de imponer su única verdad en la sociedad sin valerse de argumentos sino en
base a prejuicios y descalificaciones a los que piensan diferente, dando lugar al
terruqueo, al caviarismo, la discriminación, la cultura de odio y el desprecio
sobrepuestos al pensamiento crítico.
En tercer lugar las fuerzas políticas han sido incapaces de lograr un plan de acción
mínimo con medidas concretas y consensuadas para garantizar la gobernabilidad y el
desarrollo del país, por el contrario, se han conformado grupos políticos dedicados a
destruir y oponerse a todo lo que quiere hacer el otro grupo por el solo hecho de ser
del partido opuesto, dando lugar a una cultura de oposición destructiva con el apoyo
de una prensa convenida, parcializada e incluso mercenaria.
Y en cuarto lugar, es evidente que gran parte de lo que hacen y deciden los políticos
de hoy no busca el bien común, por el contrario, las leyes y normas promovidas en el
Congreso, al igual que las acciones que implementa el ejecutivo están orientadas a
favorecer a determinados grupos de poder y grupos económicos que hace varias
décadas gozan de privilegios legales y tributarios, de impunidad ante un precario y
politizado sistema de justicia y peor aún, promueven la corrupción en todos los
niveles del gobierno.
Como podemos ver, hoy no existen las condiciones para dar lugar a un buen gobierno,
los políticos que hoy conducen el país están en tinieblas, sin ética, sin brújula, sin un
rumbo claro, sin vocación de servicio, sin sentido de país, y al otro lado está el
pueblo, padeciendo las consecuencias, condenados a la miseria, a la pobreza, al
hambre y la ignorancia, es decir, víctimas del fracaso de décadas de un sistema
político, económico y educativo perverso.
Este hartazgo está a punto de desbordarse en nuestra sociedad que se dice
democrática pero que no ha sido capaz de construir las bases y cimientos para
sostenerla, una sociedad con una careta de democracia que encierra detrás a una
caquistocracia que emerge como consecuencia de un sistema educativo obsoleto,
amoral e involucionario; una sociedad que carece de luz, de líderes, de justicia, de
libertad, de respeto y de buena educación; una sociedad que ahora está dispuesta a
recurrir a la fuerza, a las movilizaciones y la violencia para romper este círculo
vicioso que no creo que Dina Boluarte ni Alberto Otárola podrán contener, resistir y
revertir en los próximos cien días, y lo que vendrá después será peor,
lamentablemente.

LIMA, 03 DE ENERO 2023

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