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EL DESALIENTO

Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos” (Deuteronomio 1:29RVES).

INTRODUCCION

Otra de las palabras que en hebreo significa temor es “aráts”, la cual entre sus acepciones
también denota desánimo, desmayar y desalentar; y es que una de las consecuencias del
temor es el desánimo.

DESARROLLO

Deuteronomio 1:29 describe cual es la causa y cómo actúa este temor, veámoslo.

La propagación del temor

Moisés envió doce espías a recorrer Canaán y al regresar diez de ellos entregaron la noticia
cargada de temor, “aquellos habitantes son gigantes, es una tierra que se traga a sus
habitantes” dijeron, esto causó temor, provocó murmuración, descontento y desánimo, por
esto el temor de diez hombres se convirtió en el temor de miles y al no confiar en el Señor no
obtuvieron aquella promesa, (excepto Josué y Caleb quienes tenían un espíritu diferente). En
estos tiempos también hay noticias que infunden temor, y con la velocidad de las
comunicaciones en minutos pueden tener efecto en millones de personas, y ser utilizadas
como un arma llamada temor que provoca ira y desánimo.

¿Cómo vencemos este temor?

“Oye oh Israel”, es el primer mandamiento dado por Dios, pero es un oír inteligentemente, por
eso debemos conocer la fuente de lo que escuchamos. Tal como Canaán fue una promesa de
Dios, también nosotros las tenemos; por eso la confianza en el Dios que nos ha dado esas
promesas hará que desechemos las noticias llenas de temor para renovar nuestro espíritu al
igual que Josué y Caleb.

“No desmayes delante de ellos, que Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y
terrible” (Deuteronomio 7:21 RVES).

Aquí, Israel entra a poseer Canaán para lo cual tiene que ir de frente a la batalla. Este es el
temor a enfrentar retos grandes, era un gran territorio por conquistar y muchas naciones por
vencer, por eso nosotros al ver obstáculos podemos ser presas del temor, huir y nunca
empezar algo importante por este temor al fracaso.

Venciendo el temor a conquistar

Se necesita de un Moisés (ministro), que a través de la palabra impacte nuestra alma para
dejar atrás este temor, así como Moisés les decía que no iban solos a la batalla y que Dios iba a
entregarles a sus enemigos, también les enseñó que el Señor era su Dios, les dio identidad y
pertenencia para vencer el temor.
“Él le dirá: ¡Escucha, Israel! Hoy ustedes irán a la batalla contra sus enemigos. No pierdan el
valor, ni se asusten, ni entren en pánico ni se aterroricen por ellos” (Deuteronomio 20:3 PDT).

Aquí tres palabras diferentes se traducen como miedo y pueden trabajar en equipo para ser
derrotados antes de pelear; primero amedrentar y causar temor, luego entrar en pánico,
angustia y empezar a hacer cosas sin pensar para caer en desánimo, huir y desmayar en la
conquista. Para derrotar estos tres temores, antes de entrar en una batalla tan grande se
necesitaba la bendición del sacerdote (Deuteronomio 20:2), lo cual significa estar cubierto por
un ministro y reconocer autoridad para recibir una ministración tan poderosa que impacte
nuestra alma y sea un escudo ante el temor. También vemos que los oficiales pedían un
autodiagnóstico a los soldados y si alguno se veía a sí mismo con temor podía regresar a su
casa, porque fácilmente contagiarían a los demás. Incluso se segregan substancias
(feromonas), que podemos percibir los humanos; por eso el miedo es la emoción más
contagiosa que existe.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová
tu Dios será contigo en donde quiera que fueres” (Josué 1:9 RVES).

Este es el temor que se enfrenta al ser un sucesor y continuar un trabajo inconcluso.

Es de imaginarnos a Josué quien había estado y sabía qué clase de líder era Moisés y podía
tener temor de no llenar las expectativas de la gente y de Dios.

Quizá nosotros mismos podemos estar comparándonos y por miedo perdemos oportunidades
como un ascenso en el trabajo o en el servicio.

La victoria de Josué

¿Cómo venció Josué este miedo?, enfrentándolo. Comprendió que ya no estaba Moisés con él,
que era una nueva etapa para su vida, también escuchó la voz de Dios que se convirtió en una
orden para su espíritu, alma y cuerpo; ya que tres veces le dice que se esfuerce y sea valiente,
por eso nosotros al exponernos a la ministración de la palabra somos habilitados para vencer
el temor y emprender cosas difíciles.

Job 31:34 Porque tuve temor de la gran multitud, Y el menosprecio de las familias me
atemorizó, Y callé, y no salí de mi puerta;

Acá vemos que se puede desfallecer por temor a las multitudes, este podría ser un pánico
escénico, pero también un temor al “qué dirán” y esto implica quedar bien con las personas.
Un ejemplo es cuando Saúl ofreció sacrificio, no por amor a Dios sino para agradar a las
multitudes temiendo quedarse solo.

CONCLUSION

Hoy por temor se pueden hacer cosas en las iglesias para agradar a la gente y no a Dios. Este
temor se vence al saber que es menester obedecer a Dios antes que a los hombres.

Citas bíblicas para estudio


Deuteronomio 31:6 Salmos 10:17,18 LBLA 1 Samuel 13:11 RV 1 Samuel 17:32 LBLA
Éxodo 6:9 LBLA

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