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Marcos 2:1-12
Pero tengo que preguntarles, ¿qué hicieron los amigos? ¿Se rindieron
y regresaron al paralítico a su casa? ¿O decidieron buscar otra
manera de acercar a su amigo a Jesús? Abren el techo directamente.
Sólo para su conocimiento, para que no piensen que la Biblia eche
mentiras, les aclaro que los techos eran construidos de diferente
manera en ese entonces. No eran de concreto y por lo tanto no tenían
que usar taladros o martillos para abrir el techo.
Como se podrán dar cuento, estos materiales no son tan duros, por lo
que abrir el techo no era una operación tan difícil, y si era posible.
corazones: 7¿Por qué habla este así? Blasfemias dice. ¿Quién puede
perdonar pecados, sino solo Dios? 8Y conociendo luego Jesús en su
espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por
qué caviláis así en vuestros corazones? RVR1960
qué habla éste así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados
sino sólo Dios?». 8En ese mismo instante supo Jesús en su espíritu que esto
era lo que estaban pensando. —¿Por qué razonan así? —les dijo—. NVI
Ahora, por otra parte, lo que llegaron a pensar sobre que sólo Dios
perdona los pecados, es acertado, pero no se dan cuenta que en su
pregunta, está la respuesta: Jesús, entonces, debe ser alguien
relacionado o similar a Dios. También valdría la pena reflexionar si
estos hombres consideraron que Jesús leyó sus corazones lo cuál es
algo que solo Dios podría hacer también.
Miren, en el Antiguo Testamento, sólo los sacerdotes podían declarar
(no otorgar) el perdón de pecados después del arrepentimiento,
restitución y sacrificio. Pero Jesús no pide todo eso para otorgar el
perdón de Dios.
Esto nos enseña que la presencia del reino de Dios en Cristo, va a dar
entrada al perdón de pecados, lo cuál había sido prometido por Dios
en los profetas del Antiguo Testamento
Isaías 33:22, 24
Jeremías 31:34
Miqueas 7:18
¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del
remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se
deleita en misericordia.
Ahora bien, vamos a leer la última porción de hoy, los versículos 9-12
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son
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Vemos que ante la actitud de los maestros de la ley, Jesús lanza una
pregunta: ¿Qué es más fácil? Ustedes ¿qué responderían?
Resulta que Jesús aquí habla una vez más, y ordena al paralítico que
se levante, tome su lecho, y se vaya a casa, lo que implicaría un
milagro que lo sanaría. Y así sucede. Así que aquí vemos el tercer
aspecto sobre el que Jesús tiene autoridad: sobre el perdón de
pecados. Recapitulando, vimos su autoridad sobre la enfermedad y
sobre los demonios en el capítulo anterior. Ahora vemos su autoridad
para perdonar pecados, verdaderamente.
Aplicaciones
Conclusión final:
Preguntas de reflexión:
¿Qué es lo que nos hace ver a otros como leprosos? ¿Qué es lo que
tememos de ellos? ¿Qué hay en nosotros que nos hace sentir como
leprosos, intocables? ¿Qué es lo que nos lleva a convertirnos en
personas capaces de subir con esfuerzo a un tejado y abrir una
abertura para llevar a otro hasta la fuente de sanidad? ¿Qué es lo que
nos lleva a tirar la toalla ante una multitud? ¿En qué nos parecemos al
maestro de la ley, al frío intelectual, al observador escéptico, al crítico
especialista?