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UNIDAD I.- LA EMPRESA ECONÓMICA.

La empresa es una institución central en el funcionamiento de cualquier sistema económico donde


las personas satisfacen sus necesidades a través de la división del trabajo, la colaboración en la
producción y el intercambio de bienes y servicios. Como parte del sistema a la empresa le
corresponde la función de producir bienes o servicios para su venta en el mercado, una función
necesaria para que cada persona pueda hacer compatible la especialización en el trabajo y la
satisfacción de sus múltiples necesidades. La empresa se manifiesta en forma de una personalidad
jurídica propia y una razón social. La heterogeneidad de empresas en cuanto a dimensión, variedad
de bienes o servicios que se venden al mercado, actividades y recursos que se controlan
internamente, organización y funcionamiento interno, despierta el interés intelectual de las ciencias
sociales en general y de la economía en particular. Por qué existen las empresas, cuál es su
naturaleza, cómo se estructuran y funcionan internamente, qué factores influyen en los cambios de
naturaleza que se observan en el tiempo, son preguntas que forman parte del inventario de la
investigación económica sobre la empresa .

Las empresas surgen de las decisiones de personas, empresarios, que además dirigen la asignación de
recursos dentro de los límites de su competencia. En empresas complejas la dirección de recursos,
conocida genéricamente como management, debe compartirse entre múltiples especialistas, dando
lugar a un ámbito profesional de gran importancia cuantitativa y cualitativa en las sociedades
desarrolladas. Paralelamente al estudio y al conocimiento positivo sobre la realidad de la empresa,
que ha protagonizado la economía y otras ciencias sociales, se ha desarrollado también un
conocimiento normativo sobre la toma de decisiones y la forma de dirigir la empresa que se enseña
como parte de la formación profesional de empresarios y directivos. De la importancia de estas
enseñanzas da fe el auge de centros especializados en la formación de directivos profesionales en
todo el mundo. Existen, por tanto, dos grandes bases de conocimiento sobre la empresa, con una
dinámica de generación y renovación de contenidos que es, a la vez, propia y mutuamente
interdependiente: de un lado, la que se vincula al porqué de los fenómenos estudiados —análisis
positivo— que centra el interés de las ciencias sociales. Su fin último es aprender acerca de las
consecuencias de una realidad empresarial u otra sobre el bienestar social. Del otro, la base de
conocimiento que gira sobre el cómo actuar ante determinados problemas —análisis normativo— del
que se ocupan las disciplinas del management profesional. El fin del conocimiento creado es ahora
contribuir al bienestar particular de quien toma las decisiones en la empresa, en concreto aumentar
el beneficio privado.

Resumir el estado de la cuestión sobre el conocimiento positivo y normativo alrededor de la empresa


y su gestión es una tarea inalcanzable en un espacio limitado, no sólo por la pluralidad en las
preguntas que se plantean sino también por la diversidad de disciplinas académicas que se interesan
por ellas. Nos limitaremos, por tanto, a destacar la parte del conocimiento positivo que es atribuible
en mayor medida a la investigación económica sobre la teoría de la empresa. De este modo la
exposición posterior se organiza como sigue: el primer apartado delimita los antecedentes sobre el
campo de interés general de la economía y el encaje que tiene la empresa en ese ámbito. El segundo
se ocupa de la investigación sobre los determinantes de las fronteras o límites entre la empresa y el
mercado del que forma parte. El tercer apartado se dedica a resumir los avances en la economía de la
organización interna de las empresas, mientras que en el apartado cuarto se abordan cuestiones
como la persona jurídica de la empresa y las relaciones sociales que integran la economía de la
empresa con otras ciencias sociales. En las conclusiones se valoran las aportaciones de la teoría desde
la gestión empresarial y sobre las expectativas de la sociedad en cuanto a la buena performance de
las empresas.

1.1.- La Administración y la Economía de la Empresa.


La administración busca obtener mejores beneficios al optimizar la división de tareas que ejerce el
personal y los recursos que emplea la empresa. Esta se logra a través de diferentes procesos, en los
cuales se:
 Planifican los proyectos.
 Organizan los procesos.
 Controlan y diversifican las actividades correspondientes.
 Dirigen los esfuerzos administrativos o políticos dentro de la entidad.

Por otro lado, la economía es la ciencia social que estudia cómo usar los elementos disponibles de
forma responsable, con el fin de satisfacer las necesidades que se presenten. Se centra,
principalmente, en la gestión de los recursos económicos o monedas de cambio, para así poder
producir bienes y distribuirlos.

Se podría decir que la relación de la economía con la administración actual es que ambas tienen la
misma causa, es decir, intentan lograr el mismo beneficio, pero ejerciendo diferentes tareas y
actividades. Además que son parte del proceso de toma de decisiones de cualquier organización.

Relación directa de la economía con la administración


Entonces, ¿Cuál es la relación de la economía con la administración de empresas? De forma más
específica, te expondremos algunas de sus relaciones…

 Ambas trabajan con políticas monetarias, crediticias y bancarias.


 Las dos buscan la maximización de los beneficios dentro de una organización o empresa.
 Actúan como conjunto para garantizar el desarrollo a nivel económico y social.
 La economía le brinda al administrador la capacidad de comprender y describir la forma en que
se comportan los mercados. Incluyendo los mercados nacionales e internacionales, de bienes
y de servicios de trabajo.

Por ello, es indispensable que un administrador tenga una comprensión plena de los problemas
financieros. Además, mediante la economía el administrador tiene la posibilidad de analizar aspectos
como:

 Nivel de la actividad económica.


 Utilización y distribución de los recursos productivos.
 Comportamiento de las variables monetarias y financieras.
 Los distintos niveles y fluctuaciones de precios en el mercado.
Se podría decir que la economía se basa en conseguir el dinero, mientras la administración se encarga
de distribuirlo y, por ello, tienen una estrecha relación.

La economía y la administración se reflejan ante la sociedad como un pilar imprescindible para lograr
un desarrollo económico y social extenso, comprendiendo cada una de sus realidades, especialmente
la política y, sobre todo, la cultural.

Todas las empresas del mundo deben mantener una correcta gestión de sus recursos para no
quebrar. En este sentido, tanto la administración como la economía les asisten, al llevar un control
estricto sobre las entradas y salidas de efectivo, logrando solventar cualquier deuda pendiente y
mantener una rentabilidad en la organización.

Su importancia es evidente, pues ambas trabajan a la par para complementar y establecer un ritmo
correcto en la sociedad. Así como también permiten una planificación y metodología de trabajo
correctas.

Sirviendo además, como el método predilecto para ordenar y establecer las prioridades a la hora de
tomar decisiones, ya sea de forma particular o como organización.

1.2.- La Empresa y la estructura de la producción.

El proceso económico o conjunto de actividades económicas se desarrolla en la Estructura Económica


de la sociedad, la cual constituye la base de desarrollo de la sociedad y se encuentra formada por
todos aquellos elementos y factores que interrelacionados de manera dinámica forman un conjunto
relativamente permanente en el tiempo y en el espacio.

La estructura económica está integrada por la combinación dinámica de las fuerzas productivas y las
relaciones sociales de producción.
 FUERZAS PRODUCTIVAS
Son el conjunto dinámico de los medios de producción y la fuerza de trabajo; es decir, el conjunto de
trabajadores que desarrollan un proceso productivo determinado.
 MEDIOS DE PRODUCCION
Están formados por los objetos de trabajo (materia bruta y materia prima) y los medios de trabajo
(instrumentos de producción e infraestructura) interrelacionados dinámicamente.
 RELACIONES SOCIALES DE PRODUUCCION O RELACIONES ECONOMICAS
Son las que surgen entre los hombres en el proceso de la producción, el cambio y la distribución de
los bienes materiales. Una característica importante de las relaciones de producción, es que no
dependen de la voluntad de los hombres. Las relaciones sociales de producción pueden ser de
explotación o de cooperación y ayuda mutua, dependiendo de la forma de propiedad de los medios
de producción.
Para hacer frente a los problemas económicos y obtener las máximas ganancias, la empresa debe
establecer su estructura productiva de acuerdo a sus propias condiciones y a la estructura económica
de la sociedad.

La estructura productiva de la sociedad consiste en la preparación técnica de la función de


producción mediante la combinación adecuada de trabajo productivo y medios de producción, lo cual
implica:
 Fija la producción de acuerdo a objetivos y del estudio de la situación de la empresa y del
mercado.
 Determina las funciones de costos en concordancia a la situación de la empresa, precios de los
factores de producción y a la situación del mercado.
 Planeación de las actividades empresariales para lograr el máximo rendimiento y mayor
beneficio posible. Se intenta llegar al óptimo de la eficiencia empresarial.
 Con los insumos que se adquieren, se realiza su transformación por medio de procesos
específicos de trabajo, relaciones técnicas de producción y relaciones sociales de producción.
 En el trabajo hay especialización y dominio técnico en ciertas ocupaciones.
 Ejemplo: operador de máquinas, el empacador, el operador de unidades móviles.
En la actualidad, los problemas internos de la organización se encuentran condicionados en buena
parte por el funcionamiento de todo el sistema económico.
La eficiencia de la empresa, y por ende la productividad, son dependientes cada vez más de las
condiciones sociales y políticas del funcionamiento general del sistema económico, que se extiende al
conjunto de los aspectos de la vida social: formación profesional, inversiones para investigación,
zonas de desarrollo, etc.
Como ya se mencionó hay empresas en todos los sectores y ramas económicas, por ejemplo:
agrícolas, ganaderas, silvícolas, pesqueras, extractivas, manufactureras, comerciales, bancarias,
educativas, etc.

1.3.- La toma de decisiones económicas.


Como seres humanos nos encontramos todo el tiempo tomando decisiones, algunas buenas o malas,
otras que parecen sin importancia y algunas que son trascendentales, aunque yo creo que cada
decisión, por más pequeña que sea afecta de manera definitiva nuestro futuro, como el hecho de
tomar un autobús, ya que siempre existe la posibilidad de elegir a cuál de ellos abordamos , quizás si
elegimos el primero, a quince minutos de haber iniciado el recorrido, este pudiera chocar y nos
ocasione lesiones graves, o quizás, si abordáramos el segundo autobús, quizás esté un amigo al cuál
no habíamos visto desde hace mucho tiempo y al cuál queríamos hablarle desde hace mucho y esto
nos ocasione mucha felicidad… y, solo quizás, también ese autobús choque por no fijarse que el
primero chocó metros adelante. Estas decisiones que tomamos día con día forman lo que somos hoy;
y al igual que nosotros tomamos decisiones personales, en las empresas se toman decisiones que se
orienten a lograr los objetivos organizacionales.

Existe un factor que para mí es el más importante auxiliar en la toma de decisiones; ese factor es la
información; es decir, el qué tanto conocemos la situación a la que nos enfrentamos, o qué tan bien
conocemos las alternativas a seguir, o a no seguir (porque una decisión puede ser: “no hacer nada”).

Si no tenemos la suficiente y necesaria información podemos correr el riesgo de equivocarnos y de


llevar al fracaso a nuestra organización, como ejemplo puedo decir que si una persona de México
llega a Berlín para iniciar un negocio, y por desconocimiento de la información climática decida
colocar una tienda de sandalias de playa y ropa para temporadas de calor, entonces tendrá ventas
mínimas, pues sabemos que Berlín tiene un clima templado y con heladas en invierno. Es por eso que
debemos hacer conciencia y esforzarnos por investigar siempre antes de tomar una decisión para así
elegir una alternativa que sea competente.

La toma de decisiones competentes es una actividad que consta de dos partes:

1. La generación de todas las alternativas opcionales de acción que la situación requiere.


2. La selección de entre esas alternativas del mejor curso de acción.

Aunque no todos los problemas pueden resolverse mediante el proceso de toma de decisiones. Solo
se necesita tomar el periódico todos los días para leer sobre situaciones en las que quienes deciden ni
siquiera parecen conocer cuál es la tarea u objetivo deseado. Los problemas de la vida real no
necesariamente llevan a una presentación tan ordenada como la que se sugiere el proceso de toma
de decisiones. No obstante, existen otros problemas que si se pueden resolver en esta forma, y que,
es necesario que así sea, pues pueden ser problemas de los que dependa el futuro de una empresa.

La toma de decisiones en ingeniería está basada en nueve elementos, y estos elementos pueden ser
auxiliares en la toma de decisiones económicas.

1)Reconocimiento del problema.


2)Definición de las metas u objetivos.
3)Recopilación de información.
4)Identificación de las alternativas factibles.
5)Elección del criterio para juzgar las alternativas.
6)Construcción del modelo de interrelaciones.
7)Predicción de los resultados para cada alternativa.
8)Elección de la mejor alternativa para lograr el objetivo.
9)Post auditoría de los resultados.

Cada dólar que se gasta, que se tiene la intención de gastar o que no se tiene, se convierte en la base
de una toma de decisiones económicas. Si un ejecutivo decide no hacer nada con respecto a su
nómina de 50,000 dólares estará, no obstante tomando una decisión económica. Una decisión de no
hacer nada implica la decisión de seguir con la práctica actual y de rechazar todas las alternativas, las
que conozca y las que no conozca por no haberlas buscado.

La mayoría de los ejecutivos estarán de acuerdo en que la decisión de aprobar una erogación de
40,000 dólares para comprar una nueva maquinaria es un ejemplo típico de una decisión económica.
Pero no podrá considerarse como una decisión económica acertada a menos que:
1) se hayan examinado todas las alternativas,
2) se hayan incluido todos los elementos de costos e ingresos y
3) los principios y las técnicas de evaluación sean correctos.

La toma de decisiones económicas, en sentido absoluto, incluye tanto la generación como la


evaluación de alternativas. Puesto que el objetivo de la decisión es siempre la elección de alguna
alternativa, la toma de decisiones económicas solo puede llevarse a acabo si se han establecido
alternativas. Sin el conocimiento de ellas, se estará simplemente conservando el status quo,
manteniendo los estándares y siguiendo las decisiones tomadas en el pasado.

Selección entre materiales, diseños o procesos

A nivel de las operaciones de la planta, los ingenieros deben tomar decisiones relacionadas con los
materiales, las instalaciones de la planta y las capacidades internas del personal de la compañía.
Consideremos como ejemplo la manufactura de procesadores de alimentos. En términos de la
selección de materiales, varias de las piezas pueden fabricarse con plástico mientras que otras deben
ser de metal. Una vez que se han elegido los materiales, los ingenieros deben considerar los métodos
de producción, el peso de envío y el método de empaque necesario para proteger los diferentes tipos
de material. En lo referente a la producción en sí, las piezas pueden fabricarse internamente o
adquirirse con un proveedor externo.

La decisión en cuanto a que piezas producir en la propia compañía depende de la disponibilidad de


maquinaria y mano de obra. Si la empresa espera producir el producto durante muchos años, tal vez
convenga comprar la maquinaria requerida y fabricar el producto internamente.

Lo que se acaba de describir es una clase de problemas de decisión en ingeniería que implica elegir el
mejor curso de acción cuando hay varias formas de satisfacer los requisitos del proyecto. ¿Cuales de
los elementos propuestos del equipo se comprarán para determinado fin? Muchas veces esta
elección depende de cuál es el elemento que se espera genere los mayores ahorros o el mejor
rendimiento de la inversión.

Selección de materiales

En las determinaciones económicas, se debe tener siempre mucho cuidado para asegurarse de que
las alternativas consideradas presten en realidad servicios idénticos. La “atracción para el
comprador” de un tipo de fundición sobre el otro podría hacer fácilmente que sus valores no fueran
idénticos. Por ejemplo, la calidad de ser liviano podría tener valor de servicio para el productor
porque reduciría los costos de despacho de su producto al consumidor.

En casos en los cuales dos o más materiales pueden satisfacer igualmente bien un mismo propósito
desde un punto de vista funcional, la relación de sus costos, disponibilidad y costos de procesamiento
deben tenerse en cuenta para definir la escogencia. El bronce por ejemplo, es a menudo menos
costoso para la construcción de partes que el acero trefilado en frío porque puede maquinarse a una
tasa más elevada, a pesar de su mayor peso por unidad de volumen y su mayor costo por libra. El
aluminio, que es fácilmente maquinable y tiene además un peso específico bajo, se viene usando en
cantidades crecientes como un reemplazo del acero, del acero fundido y otros metales cuyo costo
por libra es considerablemente menor. Los plásticos, debido a la facilidad con la cual pueden
procesarse, han probado ser una economía en muchos usos como reemplazo de materiales con un
costo menor por libra.

En algunos casos la decisión de sustituir un material por otro puede conducir a una secuencia
completamente diferente en el proceso de producción. Para determinar la deseabilidad económica
comparativa de dos materiales, se requerirá hacer un estudio detallado de los costos que se generan
cuando uno de los dos está en uso. En algunos casos esto puede obligar a la economía de retirar el
equipo presente y adquirir uno nuevo.

Selección entre diferentes diseños o procesos

Los resultados del esfuerzo de diseño, tal como se manifiesta en los planos y en las especificaciones,
cristalizan la forma final del producto a ser manufacturado o la estructura que se va a construirse en
su forma física, materiales y requisitos de producción o de construcción. Por esta razón, el diseño
tiene un amplio campo para hacer economías.

Diseñar es proyectar y evaluar ideas para alcanzar un objetivo, por ello es esencial un buen diseño,
para que este sirva realmente a los fines establecidos por las empresas.

Si un seleccionamos un mal diseño, nuestro sistema ya elaborado será defectuoso, pero si escogemos
un buen diseño nuestro sistema será mejor y nos producirá mayores beneficios monetarios, es por
ello que es sumamente importante saber seleccionar el mejor de los diseños o procesos para nuestro
sistema.

Eficiencia de la ingeniería contra la eficiencia financiera

En 1923, O. B. Goldman protestó porque la literatura no preparaba con demasiada frecuencia al


ingeniero para la toma de decisiones económicas. Dijo “Parece peculiar, y es en realidad muy
lamentable que tantos autores, en sus libros de ingeniería, no presten atención, o muy poca, a los
costos, a pesar del hecho de que el deber primordial del ingeniero es tomar en consideración los
costos a fin de obtener una economía real -obtener el máximo de energía, por ejemplo,- no con el
menor número posible de libras de vapor, sino con el menos número posible de dólares y de
centavos: lograr la mayor eficiencia financiera”.

La meta de la selección del equipo y, por tanto, la finalidad de todas las actividades de ingeniería y
administración, es una eficiencia financiera aceptable, no la eficiencia de ingeniería.

La eficiencia financiera es una medida absolutamente diferente de la eficiencia de ingeniería.

1.4.- El riesgo y la incertidumbre.


El riesgo y la incertidumbre están presentes en todas las organizaciones. El primero predice las
pérdidas que puede tener una empresa, mientras que el segundo desconoce las probabilidades que
pueden generar pérdidas.
Las compañías toman decisiones todos los días. Sin embargo, no siempre conocen cuáles serán los
resultados que obtendrán. Cuando esto sucede, se dice que las organizaciones están tomando
decisiones bajo riesgo o incertidumbre. Pero, ¿en qué se diferencian estos conceptos en las finanzas?

El riesgo financiero hace referencia a las posibilidades de pérdida que tiene una empresa respecto a
una inversión, imposibilitando que el negocio alcance sus objetivos estratégicos. Sin embargo, se
puede predecir dicha situación, ya que las compañías cuentan con información suficiente para
conocer dichas probabilidades. La incertidumbre, en cambio, es la carencia de certeza. Esto quiere
decir que las organizaciones no pueden asignarles probabilidades a los resultados, ya que
desconocen cuáles serán los mismos.

¿Cómo medir el riesgo financiero?


Para medir el riesgo financiero de una inversión, se debe tomar en cuenta la volatilidad. Arturo García
Villacorta, docente del Diploma Internacional en Finanzas Corporativas de ESAN, afirma que la
volatilidad es la rapidez con la que cambian los precios y la magnitud de estos cambios. "A mayor
rapidez, mayor es la volatilidad. A mayor magnitud, mayor también será la volatilidad, aunque la
velocidad no sea alta", asegura el experto.

Para calcular el riesgo financiero, la estadística utilizada es la desviación típica o desviación estándar.
"Se define como una medida de dispersión. Cuanta más dispersión hay, más variación existe y, por lo
tanto, existe más riesgo", complementa Villacorta. Sin embargo, el dato obtenido por medio de la
desviación típica no dice mucho, por lo que se utiliza otra herramienta importante: la distribución de
probabilidad. "Esta nos indica en qué rango de precios podemos esperar que se mueva el precio de
un activo con una probabilidad esperada. Para ello, se utiliza la distribución normal o gaussiana",
enfatiza el académico.

¿Cómo medir la incertidumbre financiera?


A diferencia del riesgo financiero, la incertidumbre financiera es imposible de predecir. Para medir las
implicancias que pueden tener en una organización, es necesario llevar a cabo las siguientes
acciones:

Analizar la dirección de los mercados ante riesgos de corto plazo. Las empresas deben estar atentas a
todo evento que puede ser calificado como riesgoso en los mercados, como conflictos políticos o
acontecimientos atípicos. En estos escenarios, los precios pueden variar según su evolución. Si el
evento es corto, la incertidumbre no será mucha, pero si el evento tiene un tiempo prologado, la
incertidumbre puede generar caos en los mercados y problemas en las compañías.
Evaluar las variables macroeconómicas. La economía mundial evoluciona constantemente. Por ello,
es necesario que las organizaciones estén atentas a los cambios de intereses que se pueden dar en
las economías internacionales más importantes y en la variación de precios en los principales
commodities (energía, minería y dólar).

Considerar las proyecciones económicas de instituciones financieras. Una manera efectiva que tienen
las empresas para analizar el contexto internacional que se avecina es tomando en cuenta las
proyecciones económicas de las entidades nacionales e internacionales. El Ministerio de Economía, la
Bolsa de Valores, el Banco Central de Reserva y el Fondo Monetario Internacional periódicamente
publican proyecciones sobre la economía local y global. Analizando estas tendencias, las compañías
pueden conocer cómo se moverá el mercado y determinar si es momento de realizar una inversión.
En un mercado volátil como el actual, es probable que las organizaciones pasen por riesgos e
incertidumbres. Sin embargo, es necesario que logren predecir o calcular en lo posible todos aquellos
obstáculos o tendencias que puedan afectarlas. Detectándolos a tiempo, podrán tomar decisiones
que les permitan alcanzar sus objetivos estratégicos.

1.5.- Combinación de factores productivos.


Las empresas se encargan de producir los bienes que la sociedad consume como, por ejemplo, la
ropa que usas, los alimentos que compras, el transporte en el que viajas, etc… Uno de sus objetivos
consiste en “maximizar sus beneficios o utilidades”1, produciendo la mayor cantidad de bienes y
servicios a un bajo costo, para obtener mayores ganancias. Para ello será necesario combinar
factores de producción, es decir los elementos con los que cuenta la empresa para elaborar sus
productos y son :

 Tierra: todo aquello que brinda la naturaleza como la tierra, el agua, los minerales, el petróleo,
entre otros y que son transformados en bienes y servicios.

 Trabajo: se refiere al tiempo y esfuerzo que la gente dedica en producir bienes y servicios. En
esta categoría encontramos a la gente que trabaja en el campo, en las fábricas, oficinas,
comercios, etc…

 La educación, la capacitación y la experiencia del personal son elementos que constituyen el


capital humano e incrementan la calidad del trabajo.

 Capital: espacios y herramientas con los que cuenta la empresa para trabajar como: edificios,
plantas de producción, fábricas, vehículos de transporte, maquinaria y equipamiento.

 Habilidades empresariales: se refiere a quien toma decisiones, aporta nuevas ideas y organiza
los tres factores (tierra, trabajo y capital) cómo producir organizando los tres factores: tierra,
trabajo y capital. “El empresario tendrá que buscar las formas de producir un bien que
impliquen un menor costo, es decir, que impliquen el menor uso posible de recursos para
satisfacer las necesidades de los consumidores”.

El reto de una mantener y hacer crecer una empresa no es fácil. El empresario se encontrará con el
problema de la escasez y deberá decidir cómo hacer crecer su empresa, en qué factores invertirá y
medir los riesgos de las decisiones.

1.6.- Complementariedad y sustitución.


La combinación de factores implica que los factores se complementan o bien se sustituyen durante
el proceso productivo, lo cual está ligado a los aspectos técnicos del proceso y al periodo de que se
trate el cual puede ser corto o largo plazo.

La complementación se da entre factores, cuando al aumentar el uso de alguno de ellos, necesitará


incrementar el uso de otro; por ejemplo: si una empresa utiliza más camionetas para repartir sus
productos, requerirá de mayor consumo de gasolina y de refacciones para los vehículos.

De hecho, en todos los procesos productivos hay cierta complementación de los recursos o insumos
utilizados, por ejemplo: maquinaria y trabajo, tierra, semillas y fertilizantes; tela e hilo, etc. Aunque
quizá lo más importante sea analizar qué factores se pueden sustituir entre sí.

La sustitución se realiza cuando se cambia un recurso por otro, aunque de hecho no existen
sustitutos perfectos en el proceso productivo, el avance tecnológico permite modificar el uso de los
recursos; por ejemplo, una máquina puede desplazar mano de obra.

Algunos otros ejemplos de sustitución de factores pueden ser:


Los vestidores se pueden confeccionar con menos desperdicio de tela si se invierten más horas-
hombre ajustando los patrones y cortando con más cuidado. Los fertilizantes y herbicidas pueden
sustituir a las labores manuales para mantener el rendimiento de las cosechas. Una publicidad más
intensiva en el territorio de mercado puede mantener el ingreso con un conjunto de vendedores más
reducido.

La complementación y sustitución de factores son importantísimas para el empresario porque una de


sus principales tareas es precisamente seleccionar la mejor combinación de insumos, buscando
siempre la eficiencia económica.

Es cierto que en algunos casos la sustitución de factores proporciona el mismo nivel de producción,
en otros, el cambio en un factor provoca un cambio en la magnitud de la producción que puede ser o
no equivalente.

Cuando la empresa sustituye factores, cambia la proporción en que los utiliza. Al grado de sustitución
de un factor por otro, se le llama tasa de sustitución técnica y si se hace referencia a la sustitución de
los últimos factores, entonces se habla de tasa marginal de sustitución técnica.

La tasa marginal de sustitución técnica mide la relación en que se puede sustituir un factor por otro,
manteniendo constante la producción. Casi siempre esta tasa se refiere al trabajo o al capital.

La tasa marginal de sustitución técnica (TMST) «del trabajo por capital, es la disminución de capital
que resulta del aumento del trabajo en una unidad cuando el producto se mantiene constante».

Si llamamos T al trabajo y C al capital, entonces la tasa marginal de sustitución técnica del trabajo por
el capital, se puede representar matemáticamente así:

Sustitución técnica del trabajo por el capital


Esta fórmula implica que al disminuir las cantidades de capital, necesariamente se tiene que
aumentar las unidades de trabajo que se utilizan en el proceso, lo cual es posible observar en la curva
de isocuantas que se verá en el próximo apartado, en forma más amplia.

1.7.- La productividad de la Empresa.

La productividad empresarial engloba el conjunto de acciones que se realizan para que la empresa
sea eficiente y cumpla con sus objetivos operativos y estratégicos, y a la vez puede valorarse como un
indicador de volumen de trabajo, tareas exitosas músculo operativo.

Encontrar medidas eficientes a favor de la productividad empresarial se ha convertido en uno de los


retos más relevantes de los líderes corporativos. En la actualidad, ser productivo es sinónimo de
excelencia estratégica.
De hecho, elevar la productividad de un negocio camina de la mano con el desarrollo de estrategias
que fomenten la motivación y satisfacción de los colaboradores. En este sentido, contar con equipos
proactivos y alineados con los objetivos empresariales estimula la maximización de su rendimiento y,
por consiguiente, del potencial productivo.

La productividad empresarial es un indicador de la capacidad operativa y de eficiencia de las


empresas y a la vez hace referencia a las acciones empleadas para mejorar en estas métricas.

El concepto de productividad empresarial ha cambiado a lo largo del tiempo por lo que debemos
considerar dos horizontes distintos:

Origen de la expresión
En el ámbito de la Revolución Industrial, la productividad consistía en un término muy simple por lo
que abarcaba únicamente el desempeño de los trabajadores en la planta, es decir, miraba hacia lo
práctico.

Bajo ese contexto, el concepto se fundamenta en números, por ejemplo, la capacidad productiva
diaria de un colaborador — cuántos productos entrega—, la cantidad de materiales y materia prima
necesarios para colmar las demandas de la jornada y el tiempo de duración de todo el ciclo
productivo.

Se observa entonces que, en un primer momento, la productividad era apenas una manera formal y,
de cierto modo técnico, de referirse a la capacidad de la fuerza de trabajo en las industrias.

Por lo cual, su única preocupación radicaba en asegurar que los recursos — financieros, humanos y
tiempo— fueran empleados adecuadamente, orientando así el nivel de productividad corporativa.

Evolución y actualidad
Con el tiempo, el concepto ha evolucionado gracias al desarrollo de nuevos modelos de negocios,
ganando una connotación mucho más humana, empática y socialmente responsable.

Tanto es así que, en la actualidad, implementar estrategias de gestión de personal orientadas a las
buenas prácticas y al fomento de la productividad se han transformado en poderosos diferenciales
ante la competencia que no deben —ni pueden!— negligenciarse.

La productividad empresarial se define como capacidad de llevar a cabo las tareas laborales
maximizando la eficiencia, orientando las acciones hacia la excelencia en términos de calidad y
priorizando la innovación.

Ante esta nueva perspectiva, vemos que la productividad es un concepto muy amplio que implica una
serie de cuestiones subjetivas.

Por ejemplo, una empresa que aumenta su producción diaria de Smart TV's de quinientas para
setecientas unidades presentando un aumento en sus costos operacionales y en la cantidad de
equipos con deficiencias técnicas, no puede decir que ha optimizado su productividad, sino apenas su
producción.

En términos operacionales, elevar la capacidad productiva de los equipos significa estimular a que
emprendan sus tareas utilizando una cantidad mínima de recursos para alcanzar los mejores
resultados, o sea, “hacer más con menos”.

En efecto, la productividad es uno de los temas más recurrentes en las reuniones de gestores y
líderes corporativos principalmente por el hecho de impactar directamente en la rentabilidad, así
como en el posicionamiento de los negocios en el mercado.

Al fin y al cabo, una empresa referente en términos de productividad, atrae nuevos inversionistas a
raíz de sus resultados financieros, capta los mejores talentos por sus políticas de gestión de personal
y construye una imagen de marca comprometida con el bienestar de sus colaboradores.

¿Por qué es tan importante estimularla?

Como vimos, la productividad se refiere a la capacidad de aumentar la producción disminuyendo los


costos operativos y el tiempo requerido para finalizar el proceso, maximizando la calidad y utilidad
del producto final. Pero, en definitiva, ¿por qué debemos estimularla?

La productividad influye no solo en el cumplimiento de las demandas corporativas, sino también en la


motivación de los equipos de trabajo y determina el desempeño laboral de los colaboradores.

Mediante su optimización, es posible establecer estrategias que agilicen la realización de las


actividades internas, elevar la eficiencia de los trabajadores y alcanzar resultados más positivos.

Bajo esta perspectiva, podemos considerar a la productividad como uno de los principales pilares
motivacionales entre los colaboradores por lo que constituye uno de los factores que evitan la
rotación de personal en los negocios.

Considerando estos aspectos y lo señalado en el apartado anterior, la productividad no guarda un


vínculo directo con la producción en masa, pero sí se relaciona con la forma cómo los colaboradores
planifican y administran su rutina para cumplir con los objetivos empresariales.

En líneas generales, ser productivo es alcanzar dichos retos utilizando la menor cantidad posible de
recursos, siguiendo las buenas prácticas empresariales de forma consciente y promoviendo la
transformación digital, puesto que:

Incentiva la utilización de recursos tecnológicos que automatizan los procesos;


Promueve la gestión de objetivos;
Estimula la adopción de indicadores para medir el rendimiento del personal.
¿Qué factores influyen en el desempeño productivo de los equipos de trabajo?

Antes de enumerar los factores, es importante tener en cuenta que la productividad puede afectarse
de diferentes maneras ya sea bajo una óptica positiva o negativa.

Por lo tanto, ponerlos en la mesa, identificarlos, estudiarlos y tener plena consciencia de su


relevancia en el ámbito laboral es indispensable para evitar la repetición de las actividades, la
contracción en los resultados y la insatisfacción de los trabajadores en cuanto al cumplimiento de sus
objetivos profesionales.

A continuación, le brindamos una lista con nueve puntos clave en términos productivos con la
intención de ayudarlo a analizar si su empresa es efectivamente productiva y sus colaboradores
mantienen una postura motivada y orientada al alcance de los objetivos.

1. Reconocimiento.
Una empresa productiva convierte el reconocimiento de los logros laborales individuales y grupales
en una práctica regular de la rutina corporativa.

De hecho, identificar el buen comportamiento y premiar la adopción de medidas eficientes en


términos de rendimiento es imprescindible para que una compañía motive a sus funcionarios a punto
de transformarlos en fieles auspiciantes empresariales y, por ende, posicionarlos como aliados de
excelencia.

Lógicamente, reconocer el buen trabajo de los integrantes de plantel corporativo acapara el pago de
sueldos dignos y acordes con la función que ejercen, sin embargo, este no es el único aspecto que
impulsa las acciones positivas en lo que se refiere a la productividad.

La empresa debe implementar estrategias de reconocimiento que rebasen los aspectos financieros
como difundir mensualmente los nombres de los funcionarios que se destacan en los grupos de
trabajo.

Asimismo, una actitud que puede parecer simple a los ojos de la gerencia, tiene un valor inmenso
para los trabajadores: el elogio.

Alabar los méritos del equipo y principalmente los logros o cualidades individuales es importantísimo
para elevar la autoestima de los colaboradores y promover un mayor compromiso con la empresa y,
por supuesto, con sus resultados.

En este sentido, cuando los trabajadores entienden que su trabajo es reconocido, se esfuerzan para
destacarse aún más y reforzar su imagen ante su líder.
2. Feedback.
En efecto, reconocer el trabajo de los funcionarios es una forma de proporcionar feedbacks a
respecto de su desempeño. Pero, en esencia, ¿cuál es la importancia de la retroalimentación?

Cuando echamos a un lado el feedback, ponemos en riesgo el rendimiento de toda la empresa, una
vez que los colaboradores no acceden a información relevante acerca de su eficiencia laboral.

De esta manera, abrimos espacio para los errores, fallas y, consecuentemente, para la mitigación de
la calidad productiva al paso que generamos la desmotivación de los grupos.

Para frenar este tipo de situación, vale la pena invertir en dinámicas de retroalimentación que no
dependan únicamente de la realización de reuniones semestrales o anuales como es el caso de
charlas informales y momentos que permitan intercambiar información con el colaborador de forma
honesta, leve y cordial.

Asimismo, debemos recalcar que el aporte informativo necesita acaparar tanto los puntos positivos
como negativos de la actividad profesional, permitiendo así que las personas identifiquen y refuercen
sus fortalezas de la misma manera que detecten e implementen estrategias para subsanar sus
debilidades.

3. Motivación.
El líder es el principal responsable de la motivación de los colaboradores.

Básicamente, el funcionario ingresa a la empresa con la finalidad de cumplir sus tareas, finalizar su
trabajo, regresar a su hogar y a fin de mes cobrar su sueldo. Es decir, realizar las tareas a las que fue
designado, no implicando necesariamente abrazar a la empresa como un ideal de futuro y
crecimiento.

A raíz de eso, el gestor debe desarrollar medidas que inyecten la motivación necesaria para que sus
liderados ejecuten las tareas con eficiencia y priorizando la calidad de los resultados.

Frente a esta cuestión, es esencial que los trabajadores se sientan cómodos, entiendan que tienen
voz activa y que los líderes escuchan sus ideas y acotaciones considerándolas de este modo, como
recursos válidos para la toma de decisión.

4. Comunicación interna.
Una comunicación débil e ineficiente puede echar por tierra todos los esfuerzos para incrementar la
productividad empresarial. Esto se debe a que la habilidad comunicativa interfiere en los diferentes
ámbitos corporativos: estratégico, táctico y operacional.

Por lo cual, emprender una comunicación adecuada configura una de las medidas más importantes
no solo para garantizar un óptimo potencial productivo fomentando la motivación y la proactividad,
sino también para robustecer la actividad comercial y, en consecuencia, promover mejores
resultados para el negocio.
Cuando la empresa pone a la comunicación eficiente en primer plano, logra:

 Intercambiar información de forma efectiva.


 Eliminar o, al menos, reducir los ruidos y las barreras evitando así, el famoso “teléfono
descompuesto”.
 Integrar los equipos en pro del cumplimiento de los objetivos estratégicos.
 Incrementar la autonomía, responsabilidad y el cumplimiento.
 Contar con soluciones más creativas, innovadoras y útiles.

5. Clima organizacional.
En efecto, un ambiente de trabajo tranquilo, caracterizado por las buenas relaciones interpersonales,
eleva la productividad de los equipos.

Para entender cómo esto funciona, basta con imaginarse cuán agradable es trabajar en una empresa
donde todos sus colaboradores entienden la relevancia de la función, así como tienen consciencia de
que el trabajo en equipo y el respeto mutuo son indispensables para el alcance de las metas
corporativas.

Así, cuando la atmósfera del local de trabajo es agradable y motivadora, influye positivamente en el
comportamiento de los profesionales a punto de estimularlos a desarrollar una postura creativa,
eficiente, ágil y potencialmente productiva.

Por el contrario, si los equipos se encuentran bajo un entorno hostil, la respuesta será opuesta, una
vez que disminuye la motivación laboral, al paso que los colaboradores se sienten incómodos para
manifestar sus opiniones e ideas desencadenando así, un comportamiento temeroso, quieto o
reactivo y muy poco productivo.

6. Trabajo en equipo.
Como señalamos supra, incentivar la conciencia de que el éxito organizacional depende de todos los
integrantes del negocio consiste en un punto a favor de la productividad, puesto que el flujo de
información y de ideas fomenta el desarrollo de soluciones innovadoras y mucho más eficientes.

En lo que concierne a este tema, vale la pena hacer hincapié en la célebre frase “varias cabezas
piensan mejor que una”. Esto cobra aún más importancia en el ambiente corporativo de las
organizaciones que fundamentan la integración de sus planteles en la diversidad cultural e
implementan estrategias que estimulan el intercambio de experiencias y la actuación conjunta de sus
colaboradores.

Pero, ¡atención!, para que el trabajo en equipo se posicione como un factor positivo es esencial llevar
una estrategia paralela que mitigue la competencia interna al mismo tiempo que optimice el
comportamiento colaborativo.
7. Metas y objetivos.
Las metas y los objetivos deben establecerse con antelación y de la forma más clara posible no solo
para estructurar planes que viabilicen su cumplimiento, sino también para permitir que los líderes y
liderados se integren y se comprometan a alcanzarlos siguiendo las políticas, buenas prácticas y
orientaciones corporativas.

Es importante recalcar que el establecimiento de retos y metas alcanzables considerando el horizonte


de tiempo, recursos disponibles y las prioridades organizacionales consiste en un punto crítico de
productividad por lo que descuidar estos aspectos puede afectar directamente al desempeño de los
equipos y, en consecuencia, a los resultados del negocio.

Entre los medios más eficientes de definir, nortear y controlar las acciones en pro de las metas y
objetivos empresariales, destacamos la realización de reuniones diarias o semanales. Estos
encuentros regulares permiten verificar si se cumplen las orientaciones estratégicas y si las medidas
adoptadas ofrecen el retorno esperado.

8. Indicadores de desempeño

Conocidos en inglés como Key Performance Indicators o KPIs, en la esfera de gestión de personal
consisten en métricas que permiten medir el grado de eficiencia, rendimiento y productividad de los
colaboradores.

Para que añadan valor al sector, es imprescindible establecerlos en el período que antecede a la
contratación o reestructuración del personal, así como informarlos tan pronto como se los defina.

Asimismo, la selección de los indicadores debe alinearse a los intereses del negocio, así como seguir
estándares objetivos. Recuerde que los KPIs guían la percepción de los gestores y de los profesionales
acerca de su desempeño individual, por lo tanto, necesitan ofrecer datos útiles, confiables y seguros a
punto de proporcionar el panorama de productividad empresarial.

9. Recursos, insumos e infraestructura corporativa.


Una empresa con espacio reducido, muebles de oficina deteriorados, muy poca iluminación y
ventilación se convierte en un gran obstáculo a la productividad empresarial.

De esta manera, podemos decir que la buena productividad de los equipos también guarda relación
con la infraestructura general del negocio convirtiéndola así, en un robusto diferencial de
performance.

Bajo este panorama, es fundamental que los colaboradores dispongan de recursos suficientes al paso
que se sientan cómodos y cuenten con soporte suficiente para llevar a cabo sus tareas de la mejor
forma posible.
Por ejemplo, asegurar un buen nivel de productividad en la oficina demanda:

Sillas anatómicas cómodas;


Iluminación y temperatura acordes con el período y adecuada al tipo de trabajo;
Local específico para alimentación y descanso de los funcionarios.
Asimismo, contar con una infraestructura apropiada fomenta la seguridad en el trabajo evitando de
este modo, la ocurrencia de accidentes e inconvenientes que puedan afectar el bienestar físico de sus
colaboradores.

Además de contar con una buena estructura física, la empresa debe estimular el uso de sus recursos
e infraestructura ofreciendo cursos, seminarios, entrenamientos, workshops u otras dinámicas de
aprendizaje que estimulen la adopción de las buenas prácticas.

Mejorar la productividad corporativa

A continuación, le presentamos las estrategias más eficientes para optimizar la productividad en su


negocio:

 Contrate profesionales capacitados

La inclusión de colaboradores expertos en su área es indispensable para garantizar excelentes niveles


de productividad y posicionar a la empresa como marca empleadora. Esto es muy lógico: al contar
con profesionales capacitados, es posible mejorar la gestión del tiempo, acelerar los procesos,
incrementar los resultados y, por supuesto, aumentar la productividad de los grupos.

Para integrar el plantel con los mejores talentos, la empresa debe estructurar un plan de
reclutamiento y selección bastante minucioso acaparando no solo aspectos técnicos, sino también
cualidades blandas —soft skills— relevantes para el ejercicio de las actividades cotidianas.

 Priorice la planificación estratégica

A pesar de los frenéticos cambios en el perfil de consumo y en la dinámica de mercado, estructurar


un sólido plan estratégico continúa siendo la mejor alternativa para asegurar un buen desempeño,
evitar problemas operativos y de alta gestión, así como alcanzar posiciones más elevadas en el
mercado.

Esencialmente, una planificación estratégica permite:

o Entender el panorama en el que la empresa actúa.


o Identificar sus principales objetivos.
o Desarrollar acciones que fomenten la productividad sin perder cuidado de la eficiencia
financiera.
o Seleccionar indicadores que aporten datos duros sobre la efectividad de las estrategias.
o Por lo tanto, contar con un plan estratégico de primera calidad consiste en un recurso básico
para garantizar la adopción de medidas que generen un buen retorno en términos
productivos.

o Realice una excelente gestión de tiempo

Sabemos que, muchas veces, separar las cuestiones personales del ámbito profesional es un reto
bastante complejo de cumplirse, lo que conlleva a un resultado negativo en términos de
productividad.

Para evitar estos efectos, la empresa debe desarrollar políticas objetivas y claras que incentiven el
uso consciente del tiempo evitando de este modo, su desperdicio.

Asimismo, es interesante premiar a los colaboradores que han maximizado su desempeño durante la
jornada laboral a modo de incentivar la proactividad de los otros colaboradores.

 Implemente recursos tecnológicos

En la actualidad, incorporar herramientas tecnológicas al cotidiano de los negocios es cuestión de


supervivencia en el mercado, pues incrementa la velocidad de los procesos internos impactando, por
ende, en su productividad y en la capacidad de atender las demandas de su público.

En efecto, la integración de recursos innovadores permite estandarizar y automatizar abundantes


procesos disminuyendo así, su tiempo de ciclo y eliminando los tiempos muertos.

Además, contar con mecanismos automáticos que detecten las paradas menores permite reducir las
pérdidas entre el 50 y el 75% al mismo tiempo que minimizan la ocurrencia de errores y problemas
durante los flujos de trabajo.

Entre las principales tendencias tecnológicas a favor de la productividad, encontramos programas y


aplicaciones específicos para el área corporativa, este es el caso del software de gestión de gastos.

Básicamente, este sistema agiliza los tiempos y la dinámica laboral, promueve el equilibrio financiero,
así como la sostenibilidad operativa y el crecimiento corporativo.

Esto se debe a que la herramienta genera reportes muy valiosos para la toma de decisiones, facilita
los procesos de trabajo acelerando la finalización de las tareas y mejora el intercambio informativo
con los otros sectores a través de su mecanismo de comunicación interna.

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